Disolución y Liquidación de Las Entidades-2.

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 21

Universidad Autónoma de Chiriquí

Facultad de Economía
Licenciatura en Logística Integral de Negocios

Asignatura
Derecho Internacional

Tema
Disolución y Liquidación de las entidades Financieras

Estudiantes
Isabel Araúz 4-819-433
Kathiel Gómez 4-809-1933
Carol Serracin 4-826-422
Yasley González 4-784-513

Para la consideración del profesor

David, 9 de junio
I SEMESTRE 2023
Introducción

Las normas reguladoras del mercado monetario y de capitales que estructuran el sistema financiero de
estados constituyen un tema central en todo ordenamiento jurídico.
Hoy los países tienen organizada jurídicamente esta actividad y han creado un sistema de banca central que
monopoliza la emisión de dinero y regula el crédito y los medios de pago.
En este sentido, el sistema financiero se integra con el conjunto de sujetos e instituciones que operan con
distintos instrumentos en un mercado monetario bajo un marco institucional específico y cuya función los
convierte en intermediarios entre los ahorristas e inversores y los tomadores de dinero para proveerles de
medios de pago y otorgarles liquidez a los activos.
La particularidad del negocio bancario es justamente su nivel de endeudamiento, ya que los recursos propios
están en elevado porcentaje inmovilizados, por lo cual la entidad financiera se encuentra en equilibrio cuando
sus reservas aseguran la liquidez suficiente para atender a la variabilidad de sus depósitos. Lo dicho otorga a la
actividad bancaria una cierta característica de inestabilidad en función del nivel de endeudamiento alcanzado
y de los riesgos crediticios asumidos.
La ley que regula la actividad bancaria en cada país generalmente tipifica o conceptualiza el contenido de
dicha actividad.
1. Reseña histórica de disolución y liquidación
La disolución de una sociedad mercantil no extingue en forma inmediata a la sociedad, sino que determina el
comienzo de un período de liquidación durante el cual la persona moral sigue existiendo, hasta que concluyan
las operaciones de liquidación. Es decir, la disolución de una sociedad mercantil no hace desaparecer a la
persona moral, pero sí modifica en forma absoluta su objeto ya que se le impide continuar desarrollando sus
actividades de manera normal, debiéndose limitar tan solo a concluir las operaciones que se hayan realizado y
distribuir finalmente, el patrimonio neto o haber social entre los socios o accionistas.
Al momento de constituirse, los socios o accionistas pueden fijar en los estatutos sociales cuáles serán las
causas por las que se disolverá, pero adicionalmente, la Ley General de Sociedades Mercantiles en su artículo
229 contempla diversas razones por las que se puede dar, entre ellas, las siguientes:
1. Por expiración del término fijado en el contrato social.
2. Por imposibilidad de seguir realizando el objeto principal de la sociedad o por quedar éste consumado.
3. Por acuerdo de los socios tomado de conformidad con el contrato social y con la Ley.
4. Porque el número de accionistas llegue a ser inferior al mínimo que esta Ley establece, o porque las
partes de interés se reúnan en una sola persona.
5. Por la pérdida de las dos terceras partes del capital social.
6. Por resolución judicial o administrativa dictada por los tribunales competentes, conforme a las causales
previstas en las leyes aplicables.
En vista de que la disolución constituye una modificación a la escritura social, ésta debe ser inscrita en el
Registro Público de Comercio; sin embargo, no es obligatoria cuando la disolución se efectúa por haber
concluido la vida social, ya que ésta opera de pleno derecho. La referida inscripción es con el objeto de hacer
saber a los acreedores la disolución de la sociedad.
Los administradores no podrán realizar nuevas operaciones, quedando responsables solidaria e
ilimitadamente por los negocios comprendidos contra tal prohibición, la Asamblea por su parte también se ve
limitada en sus facultades, pues tan solo puede tomar resoluciones referentes a la liquidación. Por otra parte,
sus funciones después de la disolución son transitorias hasta el nombramiento de los liquidadores.
Una vez realizada la disolución, se procede a la liquidación, que es el procedimiento mediante el cual se
extingue la sociedad. Se liquida con su activo a los acreedores y se divide entre los socios el haber social.
Esta estará a cargo de uno o más liquidadores quienes serán los representantes legales de la sociedad y
responderán por los actos que ejecutados más allá del encargo que les fuere hecho y obrarán conjuntamente.
El proceso se practicará con arreglo a las estipulaciones relativas del contrato social o a la resolución que
tomen los socios al acordarse o reconocerse la disolución de la sociedad. A falta de dichas estipulaciones, la
liquidación se practicará de conformidad con la ley.
Una vez hecho el nombramiento de los liquidadores, los administradores les entregarán todos los bienes,
libros y documentos de la sociedad, levantándose un inventario del activo y pasivo sociales. Para lo cual los
liquidadores tendrán las siguientes facultades:
● Concluir las operaciones sociales que hubieren quedado pendientes al tiempo de la disolución.
● Cobrar lo que pertenezca a la sociedad, pagar lo que ésta deba y vender los bienes de la sociedad si los
tuviere.
● Practicar el balance final de la liquidación, que deberá someterse a la discusión y aprobación de los
socios o accionistas. Así como liquidar a cada socio o accionista su haber social.
● Obtener del Registro Público de Comercio la cancelación de la inscripción del contrato social, una vez
concluida la liquidación
Finalmente, aprobado el balance general, los liquidadores procederán a hacer a los socios o accionistas los
pagos que tengan pendientes, contra la entrega de los títulos de las acciones; y las sumas que pertenezcan.
Finalmente, aprobado el balance general, los liquidadores procederán a hacer a los socios o accionistas los
pagos que tengan pendientes, contra la entrega de los títulos de las acciones; y las sumas que pertenezcan.

2. Concepto de quiebra

Cuando un banco se declara en bancarrota, puede no tener los suficientes fondos para solventar la
demanda.

La quiebra o bancarrota es una situación jurídica donde una persona se muestra incapaz de cumplir
con sus obligaciones financieras por carecer de los recursos económicos necesarios para hacerlo.
Cuando la entidad física o moral no puede cumplir con sus acreedores, puede apelar al recurso jurídico
de la quiebra.

Aquel que se declara en estado de bancarrota se le denomina fallido. El fallido emprende un juicio en
el que se examina cuidadosamente su situación y se determina si realmente es incapaz de cubrir sus
deudas y cumplir con sus obligaciones económicas. Se evalúan y analizan los activos del deudor y,
después de un proceso legal, se establece el estado de quiebra.

Declararse en bancarrota no es un proceso sencillo puesto que no significa simplemente dejar de pagar
las deudas sino encontrarse en un estado general de insolvencia financiera. Generalmente es el último
recurso que se utiliza después de haber intentado solventar los pagos por todos los medios
disponibles.

¿Cómo sucede?
● Cuando una persona física o moral no cubre sus deudas en los periodos establecidos, los
acreedores tienen la facultad de demandar judicialmente su pago.
● Si la demanda judicial no es suficiente, puesto que el deudor cesa sistemáticamente en el pago
de sus deudas por carecer de todo medio económico para solventarlas, sus acreedores tienen la
facultad de solicitar al juez que sea declarado en quiebra, aunque es más frecuente que sea el
propio deudor quien solicite este proceso legal.
● El juez estudia cuidadosamente el caso y determina si realmente el deudor es incapaz de
cumplir con sus compromisos financieros.
● De ser así, la persona es declarada en quiebra o bancarrota.

La quiebra no es un estado ideal, ni mucho menos. Es un recurso legal aplicable sólo como última
instancia, cuando se demuestra que en realidad no hay manera de solventar las deudas. Uno de los
mayores inconvenientes de declararse en quiebra es que daña el historial crediticio.
3. Liquidación voluntaria

Cualquier banco podrá decidir voluntariamente su liquidación, para cuyos efectos deberá contar
previamente con la autorización de la Superintendencia. La Superintendencia concederá la
autorización siempre que el banco posea suficientes activos para hacer frente a sus obligaciones

Es un procedimiento judicial que permite el cierre formal de una empresa, mediante la entrega de los
bienes de la persona deudora (natural o jurídica) para el pago de las deudas de sus acreedores.
La ley regula dos procedimientos:
● De liquidación forzosa, cuando un acreedor demanda a la empresa deudora.
● De liquidación voluntaria, cuando la misma empresa deudora presenta su solicitud de
liquidación.
¿Quién puede someterse a este proceso?
Si deseas iniciar la liquidación voluntaria debes ser una persona deudora ante el tribunal civil competente.
¿Cuánto dura este procedimiento?
 Una vez que has pedido la liquidación voluntaria dura aproximadamente 8 meses.
PUBLICACIÓN. Autorizada la liquidación, el banco deberá publicar la resolución emitida por la
Superintendencia en un diario de circulación nacional por cinco días hábiles consecutivos. Las publicaciones
deberán hacerse dentro de los quince días siguientes a la fecha en que se notifique la resolución al banco.
Adicionalmente y dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que se notifique de la resolución, el banco
deberá remitir aviso sobre la liquidación a cada depositante, acreedor o persona interesada.
4. Requisitos para que se lleve a cabo la liquidación voluntaria
El banco que solicite a la Superintendencia autorización para su liquidación voluntaria, deberá aportar los
siguientes documentos:
1. Resolución del órgano u autoridad social competente que aprueba la liquidación del banco, debidamente
legalizada.
2. Plan de liquidación.
3. Estados financieros auditados por auditor independiente correspondientes al último período fiscal o al
período que la Superintendencia determine.
4. Los demás documentos que la Superintendencia determine.
5. Quien declara la liquidación voluntaria
Cualquier banco podrá decidir voluntariamente su liquidación, para cuyos efectos deberá contar previamente
con la autorización de la Superintendencia. La Superintendencia concederá la autorización siempre que el
banco posea suficientes activos para hacer frente a sus obligaciones.
El banco que solicite a la Superintendencia autorización para su liquidación voluntaria.

Quien administra la liquidación voluntaria

El banco, previa aprobación del Superintendente, designará a su liquidador o liquidadores, quienes podrán ser
los propios administradores del banco. El liquidador o liquidadores nombrados deberán tener un mínimo de
cinco años de experiencia administrativa en el sector bancario.
Durante el curso de la liquidación voluntaria, el liquidador o los liquidadores estarán obligados a suministrar a
la Superintendencia, con la periodicidad que ésta determine, los informes que ella solicite acerca de la
liquidación.

En la señalada resolución se designará un liquidador o a una liquidadora, quien administrará y venderá los
bienes de la empresa deudora para efectuar el pago a sus acreedores, incluidos los trabajadores.
Durante el período de liquidación voluntaria Banco. Liquidador o los liquidadores estarán obligados a:

○ Informar a la Superintendencia sobre el curso de la liquidación con la periodicidad que ésta


determine.
○ Notificar a la Superintendencia si los activos del banco no son suficientes para cubrir sus
pasivos, en cuyo caso se procederá de conformidad con lo establecido en el Capítulo XVI,
denominado Control Administrativo y Operativo del Banco.

6. Orden de pago de la liquidación


Para contribuir a mantener la confianza en el sistema bancario, el liquidador o la junta de liquidación pagará la
totalidad de los depósitos y otras obligaciones descritas en los numerales 1 y 2 del artículo 167 de este
Decreto Ley, dentro de los quince días siguientes a la fecha en que quede ejecutoriada la resolución que
ordena la liquidación. Dicho pago se hará contra los activos líquidos disponibles hasta donde alcancen, y
deberá realizarse previo a los procedimientos de reconocimiento de que tratan los artículos 162 y 163
siguientes y de conformidad con la información contenida en los libros del banco.

CESE DE OPERACIONES
Concedida la autorización para su liquidación voluntaria, el Banco solicitante cesará en sus operaciones y sus
facultades quedarán limitadas a las estrictamente Necesarias para llevar a cabo la liquidación, cobrar sus
créditos, rembolsar a los depositantes, pagar a sus Acreedores y, en general, finiquitar todos sus negocios. No
obstante lo anterior, el banco podrá llevar a cabo
Las siguientes actividades hasta por quince (15) días calendario siguientes a la fecha de la última publicación
De la resolución de que trata el artículo anterior:
○ Pagar los cheques que hayan sido girados contra cuentas corrientes.
○ Actuar como agente cobrador de bancos u otras instituciones financieras radicadas en el
extranjero y remitir los fondos así cobrados a dichas instituciones.
○ Las demás actividades que al efecto establezca la Superintendencia.
La autorización para la liquidación no perjudica el derecho de los depositantes o acreedores a percibir
íntegramente el monto de sus créditos, ni el derecho de los titulares de fondos u otros bienes, a que éstos les
sean devueltos.
Todos los créditos legítimos de los acreedores y depositantes deberán pagarse, y todos Los fondos y demás
bienes excluidos de la masa que el banco tenga en su poder serán devueltos a sus Propietarios dentro del
término que la Superintendencia señale al autorizar la liquidación.

Fin de la liquidación voluntaria


Culminado el proceso de liquidación, de acuerdo con el plan de liquidación aprobado por la Superintendencia,
ésta cancelará la licencia bancaria respectiva.
Una vez notificada la resolución mediante la cual se cancela la licencia, la Superintendencia procederá de
inmediato a remitir copia de la resolución al Director General del Registro Público, a fin de que se anote la
marginal correspondiente de que trata el artículo 44, y procederá a publicar la resolución en un diario de
circulación nacional por tres días hábiles consecutivos.

7. Liquidación forzosa
Es evidente que el proceso administrativo de liquidación forzosa de una entidad vigilada por la
Superintendencia Bancaria, es un proceso concursal y universal. que tiene por finalidad legal especial la pronta
realización de los activos y el pago gradual y rápido de los pasivos externos a cargo de la respectiva entidad.
hasta la concurrencia de sus activos: este procedimiento se basa en el principio racional de justicia que existe
la igualdad entre los acreedores. sin perjuicio de las disposiciones que confieren privilegios de exclusión y
preferencia a determinada clase de créditos. Sin duda alguna, se trata de una modalidad fluida de control y de
resolución de situaciones críticas de contenido económico de especial atención para el Derecho Público, y de
extrema gravedad, que no pueden dejarse bajo el régimen ordinario de Ios concursos entre comerciantes:
pues, naturalmente, su régimen es y debe corresponder a un estatuto legal especial, pero existe una remisión
al C.C.A. cuando se dice que "Los procesos de Liquidación forzosa administrativa de entidades vigiladas por la
Superintendencia Bancaria serán adelantados por los liquidadores y se regirán en primer término por sus
disposiciones especiales.
De lo hasta aquí anotado se infiere que la "liquidación forzosa" a la que hace referencia el artículo 306 del
Texto Único del Decreto Ley 1 de 1999, cuya interpretación nos ocupa, es un proceso concursal y universal,
que hace parte de un mecanismo excepcional de extinción societaria, ordenado en sede administrativa; en el
cual, la "institución registrada" objeto de liquidación queda incapacitada para disponer de su patrimonio;
mismo que pasa a ser gestionado por un "liquidador", designado por la Superintendencia del Mercado de
Valores, al cual corresponde la pronta realización de los activos, y el pago gradual y rápido de los pasivos hasta
la concurrencia de los activos; garantizando la igualdad entre acreedores, sin perjuicio de la prelación que
dicha ley concede a determinados créditos; con la finalidad de evitar que se produzcan perjuicios de gravedad,
tanto en los derechos de los acreedores e inversionistas, como en el orden público económico y en la
economía en general.

Además, en sentencia de 26 de noviembre de 2003, la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la


Corte Suprema de Justicia, precisó que una de las consecuencias que se derivan de la ejecutoria de la
resolución que ordena la liquidación forzosa es la exigibilidad de las deudas que se tienen con la entidad
objeto de liquidación. En su parte medular, dicho pronunciamiento judicial señala lo siguiente: En este punto
resulta necesario aclarar que la terminación de esos contratos en modo alguno supone o implica que los
deudores de Banco ni el banco mismo quedan liberados de sus respectivas obligaciones financieras, pues,
como se dijo, una de las consecuencias que se derivan de la ejecutoria de la liquidación forzosa es la
exigibilidad de las deudas que se tienen con el banco. Al respecto, basta apreciar que el citado artículo 125, al
tiempo que declara "rescindidos" los contratos en que el Banco es parte, concede también a sus deudores un
plazo de dos (2) meses, contados desde que se les notifica dicha ejecutoria, para que comparezcan al Banco a
cancelar sus obligaciones y en caso de no hacerlo, el Banco puede realizar las gestiones liquidatorias para
hacer efectivo el pago. Como contrapartida. El Banco en liquidación forzosa también debe satisfacer los
créditos que existen contra él. según el orden de prelación establecido en el artículo 127 del mismo Decreto-
Ley y para tal efecto. ha de conformarse la llamada masa de la liquidación. compuesta por todos los bienes y
derechos presentes futuros del Banco (artículo 123) ...".

En esta misma línea de pensamiento, el artículo 98 del Decreto-Ley, del régimen bancario, norma invocada por
el demandante, nos habla de la suspensión de términos y expresa lo siguiente: "Mientras la Superintendencia
mantenga intervenido un Banco, se entenderán suspendidos los términos prescriptivos de todo derecho o
acción de que sea titular el Banco, y los términos en los juicios o procedimiento (sicl en los que el Banco sea
parte. Dichos términos se mantendrán suspendidos hasta que termine la etapa de intervención, salvo que se
ordene de inmediato la liquidación forzosa, en cuyo caso se aplicará lo dispuesto en el artículo ll9 de este
Decreto- Ley". Esta suspensión de términos. le impide a Ia entidad bancaria intervenida todo derecho o acción
de que sea titular el Banco y la misma continuará con la posterior declaración de liquidación forzosa. que por
la propia naturaleza del proceso de liquidación implica obligatoriamente la indisponibilidad del patrimonio del
liquidado. el cual quedará sujeto al pago de obligaciones establecidas en la ley bancaria..".

De todo lo indicado en los párrafos que anteceden, se desprende que la 'suspensión de términos" a que alude
el artículo 306 del Texto Único del Decreto Ley 1 de l999,tiene como finalidad que los derechos y acciones, de
cualquier clase, pertenecientes a la institución registrada objeto de liquidación forzosa, que pudiesen
extinguirse por el mero transcurso del tiempo fijado en la Ley, no se vean afectados, de manera temporal, por
espacio de seis (6) meses; e igualmente, que durante ese mismo lapso, los términos de los procesos judiciales
o procedimientos administrativos en los que ésta fuere parte, antes de ordenarse su liquidación, y cuya
continuación pudiere producir la merma o afectación de su haber patrimonial se paralicen, a efecto de
permitir que se conforme la masa de la Liquidación, que servirá para cancelar a todos los acreedores, en
igualdad de condiciones, salvo las prelaciones crediticias que establezca la ley. Lo anterior es valedero para los
bancos, ya que éstos pueden ser liquidados forzosamente sin que se encuentren en estado de quiebra, tal
sería el caso contemplado en los artículos 15 y 148 de la actual Ley General de Bancos, Instituciones
Financieras No Bancarias y Grupos Financieros (LGB) que disponen, ante la decisión de la Junta General de
Accionistas del banco, disolver anticipadamente la sociedad o la de no remoción de los funcionarios ordenada
por el Superintendente, que éste solicite la liquidación forzosa del banco. En ambos casos no nos encontramos
en presencia de un banco en estado de quiebra.

8. Requisitos para que se lleve a cabo la liquidación forzosa


El proceso de liquidación forzosa administrativa de una entidad vigilada por la Superintendencia Bancaria es
un proceso  concursal y universal, tiene por finalidad esencial la pronta realización de los activos y el pago
gradual y rápido del pasivo externo a cargo de la respectiva entidad hasta la concurrencia de sus activos,
preservando la igualdad entre los acreedores sin perjuicio de las disposiciones legales que confieren privilegios
de exclusión y preferencia a determinada clase de créditos.

Pasos que seguir para la liquidación forzosa

● ORDEN DE LIQUIDACIÓN: Si el Superintendente estima necesaria la liquidación forzosa de un banco,


dictará una resolución motivada en la que ordenará su liquidación administrativa y designará a uno o
más liquidadores que deberán reunir los mismos requisitos que los establecidos para actuar como
administrador interino de un banco.
● DESIGNACIÓN DEL LIQUIDADOR: El Superintendente designará, según sea el caso y a su discreción,
dependiendo de la complejidad del banco, a un liquidador o a una junta de liquidación, conformada
por hasta tres miembros cuyos integrantes no tengan relación directa ni indirecta con el banco o entre
sí, hasta el cuarto grado de consanguinidad. El liquidador o la junta de liquidación ejercerá
privativamente la representación legal, administración y control del banco, y responderá al
Superintendente. Tratándose de una junta de liquidación, al menos uno de sus integrantes tendrá un
mínimo de cinco años de experiencia en el sector bancario o financiero. En caso de un solo liquidador,
éste deberá contar con un mínimo de cinco años de experiencia en el sector bancario o financiero. El
Superintendente designará a la persona encargada de presidir la junta de liquidación.
El liquidador o la junta de liquidación dependerá funcionalmente del Superintendente de Bancos, y
dará cuenta de sus actuaciones a la Junta Directiva por medio del Superintendente. Además, deberá
llevar cuenta ordenada y comprobada de su gestión. El liquidador o la junta de liquidación orientará la
marcha del proceso de liquidación forzosa, tomando en cuenta los siguientes criterios:
1. La celeridad que debe revestir el proceso a fin de hacer líquidos con la mayor prontitud posible, y
atendiendo las normas que en ese sentido desarrolle la Superintendencia, los bienes del banco para
satisfacer las acreencias que hubiere.
2. La diligencia, simplicidad y transparencia en el trámite.
3. El respeto de los derechos y prelaciones que reconozca este Decreto Ley.
● AVISO DE LA LIQUIDACIÓN FORZOSA: El Superintendente ordenará la fijación de un aviso que
contendrá la transcripción de la resolución que ordena la liquidación forzosa del banco, en un lugar
público y visible del establecimiento principal del banco y sus sucursales. La resolución señalará la hora
en que entrará en vigor la orden de liquidación, la cual en ningún caso será anterior a la hora de
fijación del aviso.
● NOTIFICACIÓN DE LA ORDEN DE LIQUIDACIÓN FORZOSA: El aviso de que trata el artículo anterior
permanecerá fijado por un término de cinco días hábiles, debiendo permanecer fijado durante la
liquidación. Vencidos los cinco días hábiles a partir de la fijación del aviso en el establecimiento
principal del banco, se entenderá hecha la notificación. Una vez fijado el aviso, la resolución deberá
publicarse por cinco días hábiles en un diario de circulación nacional.
● IMPUGNACIÓN DE LA ORDEN DE LIQUIDACIÓN: La resolución que ordena la liquidación forzosa podrá
ser impugnada por el afectado mediante recurso contencioso-administrativo de plena jurisdicción ante
la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, de conformidad con la ley, dentro de los quince días
hábiles siguientes a la última publicación del aviso de que trata este Capítulo. Contra la resolución del
Superintendente que ordena la liquidación forzosa del banco no cabrá la suspensión del acto
administrativo en virtud de que protege un interés social.
● SUSPENSIÓN DE TÉRMINOS: Cuando un banco se encuentre en estado de liquidación forzosa, se
entenderán suspendidos hasta por seis meses los términos de prescripción de todo derecho o acción
de que sea titular el banco y los términos en los procesos, judiciales o administrativos, en los que el
banco sea parte, salvo aquellos que persigan la ejecución de una prenda, hipoteca u otra garantía real.
El banco podrá renunciar a este derecho en aquellos casos en que lo considere ventajoso para la
liquidación.
● SUSPENSIÓN DE INTERESES: A partir de la resolución que ordene la liquidación forzosa, cesarán de
correr los intereses sobre las obligaciones del banco en liquidación, salvo que se trate de obligaciones
garantizadas con prenda o hipoteca sobre bienes del banco, en cuyo caso los acreedores podrán exigir
los intereses corrientes de su acreencia hasta donde alcance el producto de la cosa gravada.
● PAGO DE DEPÓSITOS PRIMARIOS Y OTRAS OBLIGACIONES: Para contribuir a mantener la confianza en
el sistema bancario, el liquidador o la junta de liquidación pagará la totalidad de los depósitos y otras
obligaciones descritas en los numerales 1 y 2 del artículo 167 de este Decreto Ley, dentro de los quince
días siguientes a la fecha en que quede ejecutoriada la resolución que ordena la liquidación. Dicho
pago se hará contra los activos líquidos disponibles hasta donde alcancen, y deberá realizarse previo a
los procedimientos de reconocimiento de que tratan los artículos 162 y 163 siguientes y de
conformidad con la información contenida en los libros del banco.
● COMPARECENCIA DE DEPOSITANTES Y OTROS ACREEDORES A LA LIQUIDACIÓN: La resolución que
ordena la liquidación requerirá a los depositantes y demás acreedores que comparezcan al banco a
presentar sus acreencias. Dichos depositantes y acreedores podrán comparecer en cualquier momento
hasta tanto el liquidador o la junta de liquidación dicte el informe de que trata el artículo siguiente,
término éste que en ningún caso será menor de treinta días o mayor de sesenta días, contado a partir
de la última publicación a que se refiere el artículo 157. No obstante, la falta de comparecencia no
afectará las obligaciones debidamente comprobadas en los registros del banco.
● INFORME PRELIMINAR: El liquidador o la junta de liquidación elaborará un informe preliminar, que
contendrá la siguiente información: 1. Nombre de los acreedores del banco. 2. Título o prueba de las
acreencias y su prelación. 3. Identificación de los deudores del banco. 4. Balance general,
determinando las pérdidas con cargo a fondos de capital
● PARÁGRAFO: El liquidador publicará una lista de deudores y acreedores a efecto de que comparezcan
a la liquidación, por un período de tres días hábiles en un diario de circulación nacional y en la página
de internet del banco y de la Superintendencia, donde la información debe mantenerse accesible
durante el período de liquidación. Los acreedores tendrán un término de treinta días, contado a partir
de la última publicación, para solicitar las aclaraciones o formular las objeciones que tengan a bien.
● RESOLUCIÓN SOBRE OBJECIONES: Vencido el término de treinta días a que se refiere el artículo
anterior, el liquidador o la junta de liquidación dictará tantas resoluciones motivadas como estime
necesarias, en las que resolverá las objeciones formuladas y dispondrá lo siguiente:
1. Identificación de los bienes que integran la masa de la liquidación.
2. Inventario de los depósitos y demás obligaciones que fueron aceptadas y aquellas que fueron
rechazadas, señalando su naturaleza y su cuantía.
3. El orden de prelación con que las obligaciones del banco serán pagadas. De igual forma, en cuaderno
separado, el liquidador o la junta de liquidación dictará una resolución que contendrá la lista de los
bienes excluidos de la masa de la liquidación. Cada una de las resoluciones de que trata este artículo
deberá ser publicada en un diario de circulación nacional por cinco días hábiles y podrá ser impugnada
por la vía incidental ante la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, dentro de los cinco días
hábiles siguientes a la última publicación. La sustanciación se surtirá ante el liquidador o la junta de
liquidación quien, a su prudente arbitrio, podrá ordenar la acumulación de los incidentes que tengan
causa, partes o pretensión común. Surtido el trámite, el liquidador o la junta de liquidación enviará a la
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia los distintos cuadernos, junto con un informe explicativo
de su resolución, con el propósito de que los incidentes sean decididos. En consideración al carácter de
interés social que debe tener la liquidación forzosa administrativa, las impugnaciones remitidas por el
liquidador o la junta de liquidación a la Sala Tercera deberán ser resueltas con prelación a cualquier
otro proceso contencioso administrativo.

● MASA DE LA LIQUIDACIÓN: Integran la masa de la liquidación todos los bienes y derechos presentes y
futuros del banco en liquidación. No forman parte de la masa de la liquidación:
1. Los títulos que se hayan entregado al banco para su cobranza y los que haya adquirido por
cuenta de otro, siempre que estén emitidos o endosados directamente a favor del comitente o
fideicomitente.
2. Los dineros o bienes remitidos al banco en desarrollo de una comisión, mandato o fideicomiso,
siempre que haya prueba escrita sobre la existencia del contrato a la fecha en que se decretó la
liquidación. Quedan comprendidos en este numeral, los fondos de cesantía, los fondos de
pensión y jubilación y demás dineros que el banco administre. La administración de los
fideicomisos podrá ser delegada a terceros, debidamente capacitados para ello.
3. En general, las especies identificables que aunque se encuentren en poder del banco,
pertenezcan a otra persona, lo que se deberá acreditar con pruebas suficientes.
4. Las sumas que el banco deba devolver por razón de haberlas recibido como precio por los
valores y demás bienes ajenos que el liquidador hubiere enajenado.
5. Los bienes depositados en cajillas de seguridad del banco y en general los bienes muebles o
valores que mantenga el banco en calidad de depositario o custodio. El liquidador o la junta de
liquidación deberá devolver a sus dueños los bienes que no forman parte de la masa tan pronto
sea razonablemente posible, una vez identificados. El liquidador devolverá los bienes de
conformidad con los registros del banco.
● ARTÍCULO 166. DEUDAS DE LA MASA: Se consideran deudas de la masa
1. Las que provengan de gastos judiciales u operaciones extrajudiciales incurridos en el
interés común de los acreedores para la comprobación y liquidación del activo y pasivo
de la liquidación, para la administración, conservación y realización de los bienes del
banco y para la distribución del precio que produzcan, incluyendo los honorarios del
liquidador o de la junta de liquidación y el fiduciario del que trata el artículo 168 y 169,
los salarios del personal que preste sus servicios en la liquidación y los gastos operativos
del banco.
2. Todas las que resulten de actos o contratos legalmente ejecutados o celebrados por el
liquidador o la junta de liquidación o el fiduciario.
3. Las sumas que el banco debe devolver por haberse resuelto algún acto o contrato del
banco y la indemnización debida al poseedor de buena fe de las cosas que la liquidación
reivindique.
4. Los créditos que se originen a favor de los bancos del sistema como resultado de la
insuficiencia de fondos del banco en el canje en la Cámara de Compensación.
5. Los impuestos nacionales y municipales corrientes. Las deudas de la masa deberán ser
pagadas con prelación a toda otra obligación del banco, salvo por las obligaciones
garantizadas con prenda, hipoteca u otros derechos reales de que trata el artículo 176.
● ARTÍCULO 167. ORDEN DE PRELACIÓN: Salvo lo dispuesto en otros artículos de este Decreto
Ley, las obligaciones del banco serán pagadas durante la liquidación en el siguiente orden:
1. Los depósitos nuevos que se constituyan durante el período de reorganización.
2. Los depósitos de diez mil balboas o menos. En caso que existan dos o más depósitos de
esta categoría a nombre de la misma persona, se pagará el mayor de ellos hasta la suma
de diez mil balboas. Este límite podrá ser modificado por la Superintendencia.
3. Las obligaciones de carácter laboral.
4. Las obligaciones a favor de la Caja de Seguro Social en concepto de cuotas obrero-
patronales de los empleados del banco.
5. Las obligaciones de carácter tributario con el Tesoro Nacional o los municipios, así como
tasas por servicios públicos que preste el Estado.
6. Los demás depósitos y otras obligaciones. Las obligaciones comprendidas dentro de
cada una de las categorías anteriores se pagarán a prorrata. Cada categoría excluye a las
otras según el orden establecido en el presente artículo hasta donde alcancen los bienes
del banco. Las obligaciones reconocidas mediante sentencias o laudo arbitral serán
pagadas en la categoría que corresponda, según su naturaleza y a prorrata. No se
aplicará al pago de las obligaciones de los bancos, el orden de prelación o de preferencia
establecido en otras leyes.
● ARTÍCULO 168. FACULTADES DEL LIQUIDADOR O DE LA JUNTA DE LIQUIDACIÓN: El liquidador
o la junta de liquidación tendrá las siguientes facultades:
1. Suspender o limitar el pago de las obligaciones del banco y de las deudas de la masa
según la disponibilidad de los recursos.
2. Emplear al personal necesario y separar del cargo a aquellos empleados cuya actuación
dolosa o negligente haya propiciado la liquidación, así como a aquellos empleados que,
por reducción de las actividades del banco, sean innecesarios.
3. Atender la correspondencia y otorgar cualquier documento a nombre del banco.
4. Administrar, controlar y custodiar los activos del banco.
5. Ceder o vender activos de acuerdo con su valor realizable, neto de provisiones, reservas
y cualquier otro ajuste que determine la Superintendencia, conforme a las normas y
regulaciones prudenciales existentes.
6. Transferir total o parcialmente los activos y pasivos del banco a una entidad con licencia
para ejercer el negocio de fideicomiso en Panamá, previa autorización de la
Superintendencia.
7. Ejecutar los actos y celebrar los contratos que sean del giro de sus atribuciones que
permitan el inicio, perfeccionamiento y ejecución de la liquidación a través del traspaso
de activos y pasivos y del fideicomiso.
8. Establecer en el contrato de fideicomiso los mandatos, términos y condiciones para la
conducente liquidación de activos y pasivos transferidos.
9. Cualquier otra facultad que, previa solicitud fundada del liquidador o de la junta de
liquidación, sea autorizada por el Superintendente para un propósito determinado.

● ARTÍCULO 169. AUTORIZACIÓN DEL FIDEICOMISO: Cuando el Superintendente considere que el valor
realizable de los activos en la masa de liquidación y la oportunidad y probabilidad de recuperación de
las acreencias no justifiquen los costos de la liquidación, podrá ordenar al liquidador o a la junta de
liquidación la transferencia de los activos y pasivos remanentes del banco a una entidad fiduciaria. Los
activos transferidos se tomarán de acuerdo con su valor realizable, neto de provisiones, reservas y
cualquier otro ajuste que determine el Superintendente conforme a las normas y regulaciones
prudenciales existentes. Los pasivos transferidos se tomarán a prorrata de acuerdo con el valor
realizable de los activos transferidos.
● ARTÍCULO 170. OBLIGACIONES DEL FIDUCIARIO: El fiduciario estará obligado a lo siguiente:
1. Emitir los certificados de participación negociables que atribuyen a sus titulares los derechos
que en ellos se consignen y que serán representativos de la parte alícuota del patrimonio
fideicomitido. Los certificados de participación serán emitidos de forma nominativa.
2. Pagar las obligaciones de la liquidación.
3. Gestionar la enajenación y realización de todos los bienes, derechos y demás activos del banco
en las condiciones más ventajosas posibles.
4. Administrar la cartera de crédito y hacer las gestiones de cobro correspondientes.
5. Administrar, en general, los activos y pasivos transferidos.
6. Emitir informes mensuales requeridos por la Superintendencia.
7. Cualesquiera otras obligaciones que establezca la Superintendencia.
● ARTÍCULO 171. NO APLICACIÓN DE LA LEGISLACIÓN DE VALORES: El fideicomiso a que se refiere el
artículo 169 de este Decreto Ley, los certificados de participación negociables y la emisión de éstos,
señalados en el artículo 170, no estarán sujetos a las disposiciones contenidas en el Decreto Ley 1 de
1999.
● ARTÍCULO 172. CESACIÓN DEL LIQUIDADOR O DE LA JUNTA DE LIQUIDACIÓN: Una vez cumplidas las
funciones para las cuales fue designado y habiendo traspasado todos los activos al fideicomiso, el
liquidador o la junta de liquidación cesará en sus funciones.
● ARTÍCULO 173. REANUDACIÓN DEL PROCESO DE LIQUIDACIÓN: Si con posterioridad a la terminación
de la liquidación de un banco se tiene conocimiento de la existencia de bienes o derechos de
propiedad de dicho banco, el Superintendente ordenará la reanudación del proceso de liquidación,
designará un liquidador con el fin de inventariar tales activos y transferirlos al fideicomiso al que se
transfirieron los activos y pasivos residuales de la liquidación. Aquellas personas que se consideren
afectadas por la resolución podrán impugnarse mediante recurso de reconsideración ante el
Superintendente, o de apelación ante la Junta Directiva de la Superintendencia.
● ARTÍCULO 174. TERMINACIÓN DE CONTRATOS: Desde la fecha en que quede ejecutoriada la
resolución mediante la cual se ordene la liquidación forzosa, el liquidador o la junta de liquidación
podrá dar por terminado los contratos de arrendamiento, de servicios, administrativos y operativos,
incluyendo las cláusulas compromisorias o arbitrales contenidas en dichos contratos. A partir de la
ejecutoria de la resolución, no podrá demandarse al banco en liquidación por el incumplimiento de
dichos contratos y no aplicarán las cláusulas de penalidad pactadas en éstos.
● ARTÍCULO 175. INHIBICIÓN DE PROCESOS: Una vez ejecutoriada la resolución que ordena la
liquidación de un banco, éste no podrá ser demandado o llamado a ser parte en un proceso arbitral.
● ARTÍCULO 176. OBLIGACIONES GARANTIZADAS CON PRENDA, HIPOTECA U OTROS DERECHOS
REALES: Las obligaciones garantizadas con prenda, hipoteca u otros derechos reales gozarán de
preferencia sobre cualesquiera otras obligaciones respecto de los bienes gravados, hasta donde
alcance su valor realizable, salvo las sumas adeudadas al Fisco en concepto de impuesto de inmueble
sobre los bienes gravados. Los acreedores podrán presentar dichos créditos en la liquidación o exigirlos
por separado mediante el proceso judicial o extrajudicial correspondiente.
● ARTÍCULO 177. ARRENDAMIENTO FINANCIERO: En relación con aquellos bienes arrendados por el
banco de conformidad con un contrato de arrendamiento financiero de bienes muebles, se observará
lo dispuesto en el régimen legal que regula dicha materia.
● ARTÍCULO 178. DISOLUCIÓN DEL BANCO: Concluida la liquidación, el liquidador o la junta de
liquidación o el fiduciario, según sea el caso, deberá presentar, para la aprobación de la
Superintendencia, en los términos establecidos por ésta, el informe final de liquidación. Una vez
aprobado, la Superintendencia ordenará la disolución del banco y enviará el oficio correspondiente al
Registro Público. En caso de una sucursal de banco extranjero, se procederá a anular la inscripción
correspondiente en el Registro Público.
● ARTÍCULO 179. MEDIDAS CAUTELARES O EMBARGOS: Los bienes de un banco en liquidación no son
susceptibles de medidas cautelares o de embargos, salvo que estuvieren fundados en un derecho real.
Las ya practicadas se levantarán en beneficio del banco en liquidación.
● ARTÍCULO 180. APELACIÓN ANTE LA SUPERINTENDENCIA: Las resoluciones que dicte el liquidador o la
junta de liquidación que no sean susceptibles de ser impugnadas ante la Sala Tercera de la Corte
Suprema de Justicia, serán apelables ante la Junta Directiva de la Superintendencia.
● ARTÍCULO 181. IMPROCEDENCIA DE LA QUIEBRA: No se podrá solicitar la declaratoria de quiebra de
los bancos.
● ARTÍCULO 182. NORMAS LEGALES APLICABLES: Los bancos que se encuentren en proceso de
liquidación al entrar en vigencia el presente Decreto Ley, se regirán por el procedimiento establecido
en el Decreto Ley 9 de 1998, antes de la presente modificación.
● ARTÍCULO 183. COSTOS: Todos los costos que cause la liquidación, incluyendo los sueldos y
emolumentos del liquidador o de la junta de liquidación, según sean fijados por el Superintendente,
serán con cargo al banco en liquidación

9. Quien declara la liquidación forzosa


ORDEN DE LIQUIDACIÓN. Si el Superintendente estima necesaria la liquidación forzosa de un banco, dictará
una resolución motivada en la que ordenará su liquidación administrativa y designará a uno o más
liquidadores que deberán reunir los mismos requisitos que los establecidos para actuar como administrador
interino de un banco.
Artículo 16, Ordinal I, Numeral 4 de la Ley Bancaria, corresponde al Superintendente de Bancos ordenar, entre
otras medidas, la Liquidación Forzosa de los Bancos en los casos establecidos en esa Ley, por tanto.
DESIGNACIÓN DEL LIQUIDADOR O LA JUNTA DE LIQUIDACIÓN. El Superintendente designará, según sea el
caso y a su discreción, dependiendo de la complejidad del banco, a un liquidador o a una junta de liquidación,
conformada por hasta tres miembros cuyos integrantes no tengan relación directa ni indirecta con el banco o
entre sí, hasta el cuarto grado de consanguinidad. El liquidador o la junta de liquidación ejercerá
privativamente la representación legal, administración y control del banco, y responderá al Superintendente.
Tratándose de una junta de liquidación, al menos uno de sus integrantes tendrá un mínimo de cinco años de
experiencia en el sector bancario o financiero. En caso de un solo liquidador, éste deberá contar con un
mínimo de cinco años de experiencia en el sector bancario o financiero. El Superintendente designará a la
persona encargada de presidir la junta de liquidación. El liquidador o la junta de liquidación dependerá
funcionalmente del Superintendente de Bancos, y dará cuenta de sus actuaciones a la Junta Directiva por
medio del Superintendente. Además, deberá llevar cuenta ordenada y comprobada de su gestión.
El Superintendente deberá requerir la opinión del Consejo Directivo en materia de intervención o liquidación
forzosa de bancos u otras instituciones financieras, La cual deberá ser emitida en un término no mayor de 24
horas luego de ser formalmente solicitada por el Superintendente. Transcurrido este término el
Superintendente, procederá con o sin la opinión del Consejo Directivo. El liquidador, en sus actuaciones estará
sujeto a la vigilancia y fiscalización del presidente del FOGADE, funcionario a quien rendirá cuenta y presentará
mensualmente y cada vez que le sea requerido, estado detallado de la liquidación. Las resoluciones que dicte
el liquidador en el ejercicio de su cargo, distintas de las transferencias de activos referidas en el artículo
anterior, serán apelables en el efecto devolutivo ante el Tribunal de Apelaciones competente. Contra la
resolución del Tribunal no cabe recurso alguno, ordinario o extraordinario, salvo el de aclaración o reposición.
La Unidad de Gestión y Liquidación de Activos, estará adscrita al Fondo de Garantía de Depósitos de las
Instituciones Financieras (FOGADE) y tendrá autonomía funcional, personalidad jurídica propia y capacidad
para contratar con el objeto de ejecutar las entidades financieras declaradas en estado de liquidación forzosa.
Este proceso dura hasta que se entregue el informe de liquidación a las autoridades del Fogade y sea esté
aprobado.
Persona a la cual corresponde comparecer al proceso sancionatorio en nombre y representación de la entidad
regulada, objeto de liquidación forzosa.
una vez restablecidos los términos de los procedimientos administrativos en los que ésta,fuere parte, en
ausencia de normas especiales sobre el particular en el articulado del Texto Único del Decreto Ley I de 1999,
debo anotar que de conformidad con los artículos 540 y 541 del Código de Comercio, en concordancia con el
numeral 1 del artículo 1823 del Código Judicial, que resultan de aplicación supletoria en estos casos, de
acuerdo a lo previsto en el artículo 322 de la Ley del Mercado de Valores, corresponde al liquidador,
representar a la "institución registrada" objeto de liquidación forzosa, dentro de dicho proceso administrativo
y fuera de é1, defendiendo sus derechos y ejerciendo las acciones y excepciones que le competan.

10.Quien administra la liquidación forzosa

Los Administradores cesarán en su cargo y no tendrán poder de representación. Posteriormente serán


designados los Liquidadores que coincidirán normalmente con los Administradores salvo que se haya
designado a otra persona con anterioridad en los Estatutos.

En cualquier tiempo, los acreedores que representen por lo menos el 75% de las acreencias reconocidas en la
liquidación, diferentes de las correspondientes al Fondo de Garantías de Instituciones Financieras, podrán
sustituir al liquidador designado por el Fondo, y designarán a la vez un suplente que actúe en los casos de
ausencia definitiva o temporal del titular. Todo el liquidador suplente deberá tomar posesión ante el Director
del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras cada vez que asuma el ejercicio de sus funciones,
acreditando las circunstancias que lo justifican. La inscripción de las designaciones del liquidador y del
contralor se efectuará con base en los actos correspondientes expedidos por el Director del Fondo. Sobre los
actos y el estado del proceso liquidatorio certifica el liquidador; en todo caso, el contralor certifica en los casos
aquí previstos y en otras normas legales. Las entidades en liquidación deberán inscribir en la Cámara de
Comercio de su domicilio principal, todos los actos y documentos que conforme al Código de Comercio deban
sujetarse a tal formalidad. El liquidador podrá delegar la representación legal de la entidad en liquidación para
efectos de diligencias de conciliación.

El liquidador designado por el Director del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras tendrá la guarda y
administración de los bienes que se encuentren en poder de la intervenida, de la masa de la liquidación o
excluidos de ella y, además, los siguientes deberes y facultades:

● a. Actuar como representante  legal  de la intervenida.

● b. Ejecutar los actos que tiendan a facilitar la preparación y realización de una liquidación rápida y
progresiva.

● c. Adelantar durante todo el curso de la liquidación el recaudo de los dineros y la recuperación de los
activos que por cualquier concepto deban ingresar a la masa de la liquidación, para lo cual podrá
ofrecer incentivos por la denuncia de la existencia y entrega de tales activos.

● d. Administrar la masa de la liquidación con las responsabilidades de un secuestro judicial.


● e. Velar por la adecuada conservación de los bienes de la intervenida, adoptando las medidas
necesarias para mantener los activos en adecuadas condiciones de seguridad física y ejerciendo las
acciones judiciales y administrativas requeridas para el efecto.

Recomendaciones

▪ Proteger la Solvencia y Liquidez de los intermediarios, con una mayor y más estricta Supervisión
Bancaria, con la mejor utilización de los medios técnicos para percibir, prevenir, y enfrentar los riesgos
de las operaciones bancarias. El Sistema financiero Nacional muestra en un corto período de transición
y evolución, las consecuencias perjudiciales de una apertura sin regulación apropiada.

▪ La ley 12 de 2016, nos permite advertir los retos que enfrentan tanto los abogados como, sobre todo,
las entidades financieras. Independientemente de lo anterior, el objetivo de la Ley es positivo y vale la
pena enfocar nuestros esfuerzos para sacarle el verdadero provecho y obtener los resultados
deseados, que dependerán, en gran medida, de la voluntad y Buena fe, tanto de acreedores como de
deudores.

▪ Se debe tomar con precaución y estar seguro cuando se declara la liquidación porque si la Ley
contempla que tu Empresa Deudora se someta a una Liquidación Voluntaria. Pero también podrías
llegar a esa instancia si así lo demanda uno de tus acreedores, y en ese caso se produciría una
Liquidación Forzosa. En ambas situaciones se realiza una liquidación rápida y eficiente de los bienes,
con el objeto de pagar lo adeudado

▪ Debes contar con la asesoría de un abogado, ya que el procedimiento se solicita ante tribunales, y ser
una Empresa Deudora.
Conclusiones
❖ La liquidación de una sociedad mercantil, resulta ser un proceso de trámites complejos,
los cuales deben ser realizados paso a paso, tanto contable como jurídicamente para así
poder llevar a cabo una liquidación correcta y acorde con las exigencias de los accionistas
y acreedores. Muy frecuentemente las liquidaciones ocurren por dos razones, una de ellas
es debido a la insolvencia o la declaración de quiebra, que muy bien ampliamos en este
trabajo y la segunda causa es cuando los propietarios o socios de las compañías acuerdan
en mutuo acuerdo el fin de la actividad, ya sea porque ya han alcanzado los objetivos
planteados o por desacuerdos de cualquier tipo que entre los socios ocurriere. Para
realizar la liquidación se deben consultar las leyes concernientes a dicha situación
(código de comercio).
❖ La Superintendencia de Bancos se deberá dedicar a la parte de la supervisión, a
concentrarse en los bancos que están funcionando, a fortalecer el sistema", este traspaso
de poder al Fogade "no está debilitando" a la SIB, sino que está fortaleciendo su
supervisión. Con la reforma planteada a la Ley del Fogade, la SIB se encargará de
supervisar a los bancos que están activos, lo cual cada día es una tarea que requiere más
esfuerzo primero por un mayor número de bancos, por un crecimiento de los depósitos y
préstamos, y un aumento de clientes.

❖ En términos generales, la liquidación tendrá por objeto concluir las operaciones sociales
pendientes, cobrar lo que se adeude a la sociedad y pagar lo que ella deba., vender los
muebles sociales y practicar el reparto del haber o patrimonio social entre los socios. En
la liquidación de la sociedades mercantiles, sólo una vez pagadas las deudas sociales, se
podrá llevar al cabo la distribución del remanente del patrimonio entre los socios o cuota
de liquidación, de acuerdo con las reglas que para cada tipo de sociedad la ley establezca.
La liquidación culmina con la cancelación de la inscripción del contrato social, con lo
cual la sociedad queda extinguida.

❖ La ley elimina el concepto de quiebra y lo reemplaza por insolvencia o liquidaciones. Se


busca establecer procedimientos que Permitan salvar aquellas empresas que tienen
posibilidades de mantenerse y Liquidar aquellas que no puedan salvarse. Una de las
novedades de esta nueva Ley, es que permite a las personas naturales, que están en
situación de Insolvencia; renegociar sus deudas o liquidar sus bienes. Estos
procedimientos

Buscan equilibrar los derechos de los deudores con sus acreedores, y ofrecen a ambas
partes garantías para resolver sus conflictos.

Infografías
Ley_Bancaria_20-4-15.pdf (superbancos.gob.pa)
https://www.laestrella.com.pa/nacional/160509/seis-sistema-bancario-superado-
intervenciones
La liquidación forzosa (página 2) (monografias.com)
La Ley de Procesos Concursales de Insolvencia en Panamá - Morgan & Morgan (morimor.com)
Liquidación Forzosa - Clark & Cía | Estudio Jurídico (clarkabogados.cl)
https://www.monografias.com/trabajos4/socmerc/socmerc
https://publicaciones.fasecolda.com/regimen-de-seguros/chapter/p2-c18-3/
C-100-15.pdf (procuraduria-admon.gob.pa)

También podría gustarte