Inteligencia Artificial Pasado, Presente y Futuro.
Inteligencia Artificial Pasado, Presente y Futuro.
Inteligencia Artificial Pasado, Presente y Futuro.
En el año 1997 un ordenador de IBM llamado Deep Blue venció en una partida de
ajedrez al campeón del mundo Gary Kaspárov, consagrando a la IA.
Presente y futuro
IA como Watson de IBM son capaces de aprender idiomas con facilidad, leer
largos textos o interactuar con humanos en el idioma que estos elijan.
Productos como Amazon Echo, con su inteligencia artificial Alexa, Siri de Apple,
Cortana de Microsoft, pueden reconocer voces humanas para realizar las tareas
que les encomienden.
Aunque el uso del lenguaje o la capacidad para la creatividad son unos de los
componentes de la experiencia humana, hay muchos otros más importantes.
Aunque aún parece que no son capaces de simular emociones y por lo tanto sentir
y ser autoconscientes, en la actualidad las IA pueden reconocer patrones de
comportamiento mediante los cuales pueden identificar emociones en sus
interlocutores humanos.
Por ejemplo, Affectiva, una compañía fundada en 2009 en el seno del MIT, cuya
tecnología ha sido utilizada para ayudar en campañas de marketing o políticas.
De esta manera las redes neuronales artificiales son capaces de extraer patrones
y detectar tramas que son muy difíciles de apreciar por el ser humano u otras
técnicas computacionales, siendo la facilidad de implementación de estos métodos
lo que ha incrementado su popularidad. Las RNA se caracterizan por tres partes
fundamentales: la topología de la red, la regla de aprendizaje (supervisado, no
supervisado, reforzado, etc.) y el tipo de entrenamiento.
Es en este punto cuando se introducirá una función de error que irá midiendo el
rendimiento de la red en un momento dado, donde el objetivo será, obviamente,
minimizar dicha función de error. El algoritmo se detendrá cuando se alcance la
cota de error establecida por el usuario.
Este tipo de procesos predictivos, similares a los ARIMA, tienen cada vez más
aplicaciones en el entorno habitual. Google, por ejemplo, utilizó una red neuronal
convolucional para reconocer los números de calle en las imágenes que iban
tomando con sus coches, consiguiendo un 96% de precisión en sus resultados.
Análisis en tiempo real: con el objetivo de obtener una respuesta inmediata ante
un disparador externo. La información puede provenir de sensores, reacción ante
un evento de compra, incidencia en una planta de generación de energía, etc.
Además, se pueden modificar/reentrenar los algoritmos semiautomáticamente
para adecuarse a nuevas condiciones. Este caso de uso puede servir, por
ejemplo, para incrementar la productividad en el sector industrial. También se está
aplicando en otros sectores como el energético, con el fin de prevenir posibles
picos de consumo y actuar en consecuencia.
Se puede decir que la gran diferencia entre machine learning y deep learning es
que la segunda técnica eleva el aprendizaje a un nivel más detallado. El sistema
en este caso va por capas o unidades neuronales. De hecho, el funcionamiento de
estos algoritmos trata de imitar el del cerebro humano. El proceso de predicción se
realiza mediante el aprendizaje, no con reglas programadas previamente. Casi
siempre ligado al procesamiento de texto, voz, imagen y vídeo. De esta forma el
Deep Learning persigue emular el cerebro humano a través de modelos
informáticos que funcionan como un sistema de redes neuronales capaz de
analizar los datos. La máquina evalúa así ejemplos e instrucciones para modificar
el modelo en el caso de que se produzcan errores.
Hasta ahora, el Deep Learning y los modelos predictivos jerárquicos han tenido su
mayor uso especialmente en el área de los diagnósticos médicos y en análisis
predictivos en los mercados financieros, pero están adquiriendo cada vez mayor
peso en el resto de sectores, como componentes esenciales para aplicaciones
como los anteriormente mencionados sistemas de recomendación, detección de
fraude, predicción de Churn (es la predicción de abandono de clientes al usar
machine learning o también deep learning) y modelos de propensión, detección de
anomalías y auditoría de datos, etc.
Vector ITC. (2018). Inteligencia artificial: Pasado, presente y futuro. Recuperado de:
https://www.vectoritcgroup.com/wp-content/uploads/2018/06/IA-Pasado-presente-y-
futuro-Vector-ITC.pdf