Ejemplos de Estrategias Empresariales

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EJEMPLOS DE ESTRATEGIAS EMPRESARIALES

Cualquier negocio que tenga como objetivo lograr un desarrollo sostenible y un


crecimiento debe tener claro cómo hacerlo. Para esto, las compañías deben
seguir ejemplos de estrategias empresariales que se pueden acomodar a su
contexto.
¿Qué son las estrategias empresariales y qué tipos existen?
Para empezar, debemos definir de qué se tratan para luego conocer ejemplos
de estrategias empresariales. Estas se pueden definir como procedimientos a
través de los cuales se plantean métodos para controlar y mejorar el desarrollo
de un negocio. Además, estas estrategias facilitan el crecimiento de las
empresas por medio de la detección de objetivos generales.
Posteriormente, se plantean objetivos más pequeños, los cuales se concentrarán
en los departamentos y cargos específicos. Aunque cada negocio o proyecto
tenga objetivos generales diferentes y accionar distinto, en el proceso de
creación de cualquier estrategia empresarial, hay ciertos elementos en común.
¿Cuál es la importancia de contar con una estrategia empresarial?
Tras conocer un poco más de qué se trata y antes de descubrir algunos ejemplos
de estrategias empresariales, hay que señalar su importancia. Motivos para
desarrollarlas hay muchos, peor las razones principales tienen que ver con que
estas te permitirán afrontar de manera adecuada cualquier tipo de imprevisto o
dificultad.
Así mismo, estas fomentarán que sea más sencillo alcanzar el desarrollo y el
crecimiento esperado por tu proyecto en cada una de sus etapas. Entonces,
tenemos que crear una estrategia empresarial brinda estabilidad a cualquier tipo
de proyecto de negocio y también ayuda a incrementar las tasas de éxito en cada
propósito.
Como ya se ha mencionado, la mejora en la capacidad de resolución ante
cualquier evento o problema que surja es notable a través de estas. Más allá de
que cuando se piense en estrategia empresarial se consideren elementos de la
organización como la logística y la estructura, una verdadera estructura de una
empresa requiere de planes y esquemas para todas las áreas.
Sumado a esto, una estrategia empresarial te permitirá a ti y a tu grupo de
trabajo, responder a preguntas vinculadas a la identidad de tu marca. Por
ejemplo, cuál es el elemento diferenciador frente a la competencia, qué metas
de crecimiento hay para los diferentes plazos y qué tipo de servicio o producto
se está ofreciendo a los clientes.
Sabemos que ejemplos de estrategias de empresas exitosas hay un montón, si
se tienen en cuenta los objetivos de cada organización. Sin embargo, se pueden
diferenciar tres tipos o categorías de estrategias para una empresa.
1. Estrategia corporativa
Esta podría ser la más importante para una empresa, ya que abarca la misión,
la visión y los valores de una compañía. En esta se busca plantear metas a largo
plazo y por eso es necesario trabajarla para hacer más eficientes los procesos
en tomas de decisiones y del público hacia el que se dirige. Sumado a lo anterior,
esta también tiene en consideración la manera en la que la empresa quiere
presentarse y ser reconocida dentro del sector.
La identidad corporativa es el aspecto que recibe mayor beneficio de este tipo
de estrategia. Los planteamientos que surjan a partir de esta acción facilitarán la
definición de una identidad o personalidad de marca. Por ejemplo, en esta
estrategia se pueden considerar las actividades en las que tu empresa puede
participar como patrocinador.

2. Estrategia de negocio o competición


Este tipo de estrategia está enfocada en los aspectos relacionados con la
manera en la que quieres que se comercialice tu negocio. En esta se involucran
estrategias de mercadeo, campañas y estudio del mercado hacia el que quieres
dirigirte. Es importante mencionar, que en esta se analizan las empresas con las
que compites.
También se hace una reflexión sobre la demanda que puede tener tu oferta de
servicios o productos y las opiniones que en general hay de la marca. El alcance
de este tipo de estrategia busca plantear objetivos a mediano plazo, los cuales
tendrán que ajustarse a la identidad y a los valores de la empresa.
3. Estrategia cooperativa o funcional
Por último, está el tipo de estrategia empresarial competitiva o funcional, la cual
se encarga de establecer el esquema de la organización. Esto incluye: cuáles
son los roles, los departamentos y vacantes que necesita la compañía y los
horarios de trabajo. Además, también se deben tener en cuenta los salarios y
elementos logísticos que permitan que un negocio tenga bajo control los
procesos para brindar un buen producto al consumidor.
Todo ello se hace con el propósito de que puedas atender las sugerencias para
mejorar la calidad y mantener a los clientes satisfechos. A través de esta
estrategia se establecen los departamentos necesarios para el funcionamiento
de tu compañía con el fin de evitar un paro de producción o distribución de
productos. Si te encargas de realizar una estrategia cooperativa o funcional,
podrás ver las ventajas en la cadena de producción y servicio al cliente.
Estos tres tipos de estrategia empresarial brindan la oportunidad de que
cualquier compañía pueda aplicarlas. Según su tamaño, sus objetivos o lo que
se quiera optimizar, estas se presentan como las mejores opciones para un
proyecto.
Cuando se habla de estrategias de una empresa, ejemplos hay muchos. Por eso,
en este punto te enseñaremos diez ejemplos de estas para que conozcas las
mejores. Además, es posible que alguna de estas le pueda ser útil a tu compañía.

1. Especialización
Para empezar, uno de los ejemplos de estrategias empresariales más comunes
es la especialización. ¿Y esto de qué se trata? Pues bien, se refiere a la
orientación que debería tener el negocio hacia algún sector en específico.
Incluso, también puede ser el enfoque hacia determinada audiencia u oferta que
le permita a la empresa especializarse. Lo más común, es que las compañías
eligen un nicho específico al que le hablará y al que buscará para convertirlo en
su público.
2. Innovación
Entre las estrategias de empresas exitosas más efectivas está la innovación.
Esta permite que una compañía esté a la vanguardia por medio de un mensaje
vigente a la audiencia y una capacidad de adaptación hacia el futuro.
Sin embargo, la innovación debe ser un proceso estratégico, con un enfoque
claro y con objetivos definidos. Si una empresa tiene incorporado ese gen de la
innovación constante, va a ser sobresaliente en su sector. El mejor ejemplo de
empresa que aplica este tipo de estrategia es Google, que con el tiempo ha
ampliado su oferta de productos, siempre enfocados en hacerle más fácil la vida
a los usuarios de internet.
3. Análisis constante de la oferta
Mientras algunas empresas optan por mantenerse con su oferta de productos o
servicios hasta el final, otras son más flexibles. Uno de los ejemplos de
estrategias empresariales efectivos es el que permite analizar si lo que se ofrece
tiene justificación dentro del plan de negocios.
A partir de este ejercicio se toman las decisiones de eliminar o pausar algunos
productos o servicios que no están siendo rentables. De acuerdo a los resultados
de este estudio, las compañías tendrán la posibilidad de enfocarse en aquella
parte de la oferta que sí contribuye a mejorar la rentabilidad.
4. Cooperación
Cuando se habla de cooperación, hay que destacar lo que serían las alianzas y
las sinergias. Es claro, sumar fuerzas, dividir responsabilidades, inversiones y
equipo ayudará a que la empresa llegue a más personas o públicos diferentes.
Podría decirse que es inevitable que en algún momento cualquier empresa
generará diversas alianzas con diferentes objetivos. Estas pueden ser
temporales o hasta permanentes, pero siempre tendrán una meta clara que
justifique la citada cooperación. Un claro ejemplo de esto es la colaboración entre
las innovadores plataformas Uber y Spotify, ya que los usuarios de la app de
viajes pueden personalizar la lista de reproducción de su trayecto a su gusto.
5. Generación de experiencias
Si te has dado cuenta, hoy en día muchas empresas hablan de vender
experiencias más que productos o servicios. Sí, puede parecer un cliché, pero
esto tiene mucho de cierto y si es tan popular es porque cuenta con un buen
grado de efectividad.
Eso sí, esta estrategia empresarial requiere de un esfuerzo integral de parte de
todas las áreas de la compañía. Tener un local temático o aspectos como la
personalización, son factores que además de satisfacer a los clientes, crearán
fidelización y gran presencia de marca.

6. Estrategia de precios
Estas también son algunas de las más clásicas estrategias empresariales que
se pueden implementar. Eso sí, que sean antiguas o tradicionales no quiere decir
que sean menos efectivas que otras. Las estrategias de precios pueden variar y
apuntar a diferentes objetivos.
Por ejemplo, una de ellas puede ser brindar el precio más competitivo, ofrecer el
mejor costo-beneficio o entregar más productos por un menor precio. Además
de lo anterior, estas pueden incluir ofertas o promociones que, sin duda,
impulsarán un negocio. ZARA, la gigante española del mercado textil, es un
ejemplo clásico de la estrategia de precios psicológicos, con los que apelan al
clásico número con decimales terminados en ($19,99) en lugar del número
redondo ($20).
7. Creatividad
La creatividad es un valor o una habilidad que debe estar presente en todo
equipo de trabajo. Esta alude a la manera de generar soluciones o metodologías
para que la empresa optimice su operación tanto interna como externa.
También, la creatividad puede ayudar a mejorar la relación con las diversas
entidades que hay en el entorno, ya que hablamos de alianzas en uno de los
puntos anteriores. Por último, la creatividad hará que el acercamiento con los
clientes sea más efectivo y sólido.
8. Ampliación
Uno de los populares ejemplos de estrategias empresariales es el de la
ampliación. Con esta se busca abarcar un mercado más grande o más puntos
geográficos donde pueda operar la compañía.
El objetivo es obvio, ampliar la acción de la empresa, su operación y por
supuesto, su influencia. Su efectividad radica en que se amplifican los objetivos
y metas, aunque se requiere que haya un sustento de éxito previo para que
puedas implementar esta estrategia.
9. Atención al cliente
El cliente debería ser siempre el centro o el principal enfoque de una empresa
en su oferta. Las personas valoran cada vez más que las escuchen, que su
opinión sea tenida en cuenta y que las soluciones que reciben sean las mejores.
Esta estrategia es cada vez más empleada y es entendible porque no requiere
de una gran inversión monetaria. Lo que sí representa es generar una gran
ventaja al tener una comunicación más directa y de confianza con el consumidor.
10. Estrategias financieras empresariales
Por último, no queríamos dejar pasar la oportunidad para mencionar los ejemplos
de estrategias financieras empresariales. Estas abarcan un conjunto de áreas
claves como la inversión, la estructura de riesgos financieros o la rentabilidad.
Las estrategias financieras empresariales se pueden clasificar en ofensivas,
defensivas, de reorientación y de supervivencia. Las decisiones de inversión
están orientadas hacia el crecimiento de la empresa y se configuran a través de
un análisis sobre de qué modo resulta conveniente ese crecimiento.
Como viste, estos diez ejemplos de estrategias empresariales abarcan casi que
todos los aspectos generales de una compañía. Todas, con sus aristas, tienen
la posibilidad de generar grandes ventajas a la empresa que las use, si se hace
de una forma adecuada.
directa con los resultados empresariales y esto quiere decir que concentran cada
una de las fortalezas de la organización.

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