Posicion Relativa de Los Puntos Criticos de Un Polinomio.

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Daniel Herrera Martı́n

Posición relativa de los puntos crı́ticos


de un polinomio
Relative position of the critical points of a
polynomial

Trabajo Fin de Grado


Grado en Matemáticas
La Laguna Julio de 2021

Dirigido por
Evelia R. Garcı́a Barroso
Evelia R. Garcı́a Barroso
Departamento de Matemáticas,
Estadı́stica e Investigación
Operativa.
Universidad de La Laguna
38200 La Laguna, Tenerife
Agradecimientos

Quiero agradecer a mi familia, en especial a mis padres, a Raquel y a


Verónica, por apoyarme, soportarme y guiarme en todo momento.

Daniel Herrera Martı́n


La Laguna, 6 de julio de 2021
Resumen · Abstract

Resumen
Las raı́ces de un polinomio en una variable y con coeficientes comple-
jos se pueden representar geométricamente en el plano real. De esta
manera, podemos estudiar diferentes propiedades geométricas de las
raı́ces de los polinomios, en particular, nos interesará especialmente
la relación geométrica que existe entre las raı́ces de un polinomio y
las de su derivada.
En primer lugar, asentaremos los conceptos básicos sobre transfor-
maciones afines y elipses, con los que construiremos las pruebas de
nuestros resultados principales. A continuación estudiaremos distin-
tas propiedades que relacionan las raı́ces de un polinomio con las
de su derivada. Entre estos resultados destacaremos el Teorema de
Gauss-Lucas, el cual establece, dadas las raı́ces de un polinomio, la
región del plano real en la que se encuentran las raı́ces de su deriva-
da. Estudiaremos además algunas consecuencias de dicho teorema,
y en particular el Teorema de Jensen que aplica el mismo a polino-
mios con coeficientes reales. También presentamos la conjetura de
Sendov y su prueba en algunos casos particulares. Esta conjetura
plantea la posibilidad de un resultado más preciso que el Teorema de
Gauss-Lucas.
Finalmente nos centraremos en el Teorema de Siebeck-Marden, un
caso particular del Teorema de Gauss-Lucas para polinomios de ter-
cer grado, que determina precisamente la posición geométrica de las
dos raı́ces de la derivada del polinomio.
VIII Resumen · Abstract

Abstract
The roots of a polynomial in one variable and with complex coef-
ficients can be represented geometrically in the real plane. In this
way, we can study different geometric properties of the roots of poly-
nomials, in particular, we are especially interested in the geometric
relationship that exists between the roots of a polynomial and those
of its derivative.
First, we will establish the basic concepts about affine transforma-
tions and ellipses, with which we will construct the proofs of our main
results. After doing this we will study different properties that relate
the roots of a polynomial with those of its derivative. Among these
results we will highlight the Gauss-Lucas Theorem, which establishes,
given the roots of a polynomial, the region of the real plane in which
the roots of its derivative lie. We will also study some consequences
of this theorem; and in particular Jensen’s Theorem that applies the
same to polynomials with real coefficients. We also present Sendov’s
conjecture and its proof in some particular cases. This conjecture
raises the possibility of a more precise result than the Gauss-Lucas
Theorem.
Finally we will focus on the Siebeck-Marden Theorem, a particular
case of the Gauss-Lucas Theorem for polynomials of third degree,
which determines precisely the geometric position of the two roots of
the derivative of the polynomial.
Contenido

Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V

Resumen/Abstract . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VII

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XI

Nociones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.1. Elementos geométricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Transformaciones afines . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.3. Algunos resultados sobre elipses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Teorema de Gauss-Lucas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.1. Primeras propiedades de las raı́ces de los polinomios . . . . . . . . . . . . 13
2.2. Teorema de Gauss-Lucas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
2.3. Consecuencias del Teorema de Gauss-Lucas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2.4. Aplicaciones del Teorema de Gauss-Lucas para polinomios con
coeficientes reales. Teorema de Jensen. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
2.5. Conjetura de Sendov . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Teorema de Siebeck-Marden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.1. Algunos resultados previos a la prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.2. Teorema de Siebeck-Marden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Bibliografı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

Poster . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Introducción

Los polinomios, y en general las funciones, son conceptos matemáticos am-


pliamente estudiados y empleados con frecuencia en numerosos resultados, tanto
analı́ticos como algebraicos. La primera vez que nos presentan las funciones des-
de un punto de vista elemental nos enseñan a representarlas geométricamente
y a calcular sus ceros. Además, se nos enuncian los primeros teoremas, con los
que podemos extraer información valiosa de las funciones y entre los cuales se
encuentra el conocido Teorema de Rolle. Aunque existen evidencias de la uti-
lización de este resultado por el matemático indio Bhaskara II (1114-1185), no
fue hasta el año 1691 que el matemático francés Michel Rolle dió una prueba
del mismo y a pesar de ser coetáneo de Leibniz y Newton, los padres del cálculo
diferencial, publicó la demostración formal del teorema sin usar el concepto de
derivada. El Teorema de Rolle nos dice que entre dos puntos en los que una fun-
ción derivable de variable real se anula hay un punto donde se anula su derivada.
La condición de que la función debe ser de variable real es necesaria, pues no se
puede generalizar para funciones de variable compleja. Por ejemplo, la función
de variable compleja e2πix − 1 se anula para los valores x = 0 y x = 1, pero
su derivada 2πie2πix nunca se anula. Por tanto, cabe hacerse la pregunta: ¿Se
puede generalizar este resultado para algún conjunto de funciones de variable
compleja? Un corolario inmediato del Teorema de Rolle establece que cualquier
intervalo real que contenga todas las raı́ces de un polinomio también contiene a
las raı́ces de la derivada del polinomio. ¿Pero qué pasa si las raı́ces del polinomio
pertenecen a C\R?
La respuesta a estas cuestiones viene de la mano del Teorema de Gauss-
Lucas, el cual afirma que las raı́ces de la derivada de un polinomio con coefi-
cientes complejos, cuando los identificamos con puntos en el plano real, están
comprendidas en la envolvente convexa de las raı́ces del polinomio. Este resul-
tado clásico estaba implı́cito en una nota del famoso matemático alemán Carl
Friedrich Gauss fechada en 1836, y fue posteriormente enunciado explı́citamente
y demostrado por el matemático francés Félix Lucas (ver [10], [11], [12]), en el
año 1874. La prueba de Lucas se basa en un teorema de Gauss que proporciona
XII Introducción

una buena interpretación fı́sica de las raı́ces de la derivada de un polinomio que


no son raı́ces del polinomio como puntos de equilibrio en un determinado campo
de fuerzas. El campo es generado por partı́culas colocadas en las raı́ces del poli-
nomio, tienen masas iguales a la multiplicidad de las raı́ces y se atraen con una
fuerza inversamente proporcional a la distancia de la partı́cula. El Teorema de
Gauss-Lucas da pie al estudio de numerosos resultados consecuencia de éste. Es
el caso, por ejemplo, del Teorema de Jensen, que es un refinamiento del Teore-
ma de Gauss-Lucas para polinomios con coeficientes reales. El teorema que fue
enunciado sin demostración por Jensen (ver [6]) en el año 1913, fue demostrado
por Walsh en [18] en el año 1920.
En la lı́nea del Teorema de Gauss-Lucas tenemos la conocida como conje-
tura de Sendov, planteada por primera vez por el matemático búlgaro Blagovest
Sendov en 1959. La conjetura afirma que si un polinomio con coeficientes com-
plejos tiene todas sus raı́ces en el disco de centro el origen y radio 1, entonces
en cada cı́rculo de radio 1 centrado en una raı́z del polinomio existe al menos
una raı́z de la derivada. La conjetura motivó a numerosos matemáticos a demos-
trarla para casos concretos y solo se conocı́an pruebas para polinomios de grado
pequeño pero en el año 2020, el matemático australiano Terence Tao presentó
una demostración para polinomios de grado suficientemente grande (ver [16]).
En el caso de polinomios de grado 3 es posible decir aún más. Las raı́ces de
la derivada del polinomio son los focos de la elipse que es tangente a los lados
del triángulo en sus puntos medios, cuyos vértices son las raı́ces del polinomio
original. Tal teorema es conocido como Teorema de Marden, sin embargo, Mar-
den en su libro Geometry of polynomials [13] le atribuye el teorema a Siebeck
[15] en un artı́culo que data de 1864, es por ello que nosotros lo denominamos
Teorema de Siebeck-Marden y lo estudiamos en el Capı́tulo 3 de esta memoria.
1
Nociones previas

A lo largo de este primer capı́tulo nos dedicaremos a recordar algunas


definiciones necesarias para el desarrollo del trabajo.

1.1. Elementos geométricos


Definición 1.1. Una elipse real es el lugar geométrico de todos los puntos de un
plano real, tales que la suma de las distancias a otros dos puntos fijos, llamados
focos, es constante.
Si F1 y F2 son los dos focos y α es la distancia, entonces la elipse viene
dada por:

E := {P ∈ R2 /|F1 − P | + |F2 − p| = α}.


Cabe destacar que dados los focos de una elipse y la constante que los
relaciona, la elipse queda perfectamente definida. Además, dados los focos de la
elipse y un punto dentro de la elipse, entonces podemos determinar la constante
que relaciona los focos; es decir, la elipse se define perfectamente dados los focos
y un punto de la misma.
También nos será útil la ecuación algebraica de una elipse real.
Definición 1.2. Una cónica de coeficientes reales

ax2 + 2hxy + by 2 + 2gx + 2f y + c = 0,


es una elipse real si, y solamente si, ab − h2 > 0.
Proposición 1.3. Sean P y Q dos puntos distintos de R2 , entonces existe toda
una familia de circunferencias que pasan por los puntos P y Q.
Demostración. Sean P = (p1 , p2 ) y Q = (q1 , q2 ) tales que P 6= Q; es decir,
(p1 , p2 ) 6= (q1 , q2 ). Supongamos que ambos puntos verifican la ecuación de la
circunferencia (x − a)2 + (y − b)2 − z 2 = 0, es decir,
2 1 Nociones previas

Figura 1.1: Elipse.

(p1 − a)2 + (p2 − b)2 − z 2 = 0


y
(q1 − a)2 + (q2 − b)2 − z 2 = 0.
Tenemos un sistema de dos ecuaciones con tres incógnitas. Si expandimos
los cuadrados obtenemos

p21 + a2 − 2p1 a + p22 + b2 − 2p2 b − z 2 = 0 (1.1)


y
q12 + a2 − 2q1 a + q22 + b2 − 2q2 b − z 2 = 0. (1.2)
De la resta de las igualdades (1.1) y (1.2) se tiene

p21 − q12 − 2a(p1 − q1 ) + p22 − q22 − 2b(p2 − q2 ) = 0.


De aquı́, si (p1 − q1 ) 6= 0 entonces podemos despejar a en función de b de
la siguiente forma:
1  2
p1 − q12 + p22 − q22 − 2b(p2 − q2 ) .

a=
2(p1 − q1 )
Si por el contrario (p1 − q1 ) = 0, entonces por ser P 6= Q tenemos que
(p2 − q2 ) 6= 0 y por tanto podrı́amos despejar b de la forma
1  2
p1 − q12 + p22 − q22 .

b=
2(p2 − q2 )
En cualquier
p caso, tenemos una de las dos variables en función de la otra.
Dado que z = (p1 − a)2 + (p2 − b)2 , se tiene que z está en función de una
variable. Se concluye que el sistema es compatible indeterminado y por tanto,
tiene una familia de soluciones.

1.2 Transformaciones afines 3

Nota:. Observamos que dados dos puntos del plano real, si fijamos un radio,
existe una única circunferencia con este radio que pasa por los puntos y de
centro (a, b).
Definición 1.4. Sean A, B y C tres puntos no colineales del plano, denotaremos
< ABC al ángulo que forman los segmentos AB y BC; y como 4ABC al
triángulo con vértices en los puntos A, B y C.
Definición 1.5. Sea T un triángulo, se define el circuncentro de T como el
punto equidistante a cada uno de sus vértices.
Definición 1.6. Sean P un punto y S una recta del plano real tales que P ∩ S =
∅. Entonces P 0 es la imagen especular de P por la recta S si se cumplen las
siguientes condiciones:
1. La distancia de P y P 0 a la recta S, es la misma.
2. El segmento P P 0 es perpendicular a S.
A la recta S la denotamos eje especular.

(a) Punto P y recta S (b) Imagen especular de P por


S

Figura 1.2: Construcción de la imagen especular de P por la recta S.

1.2. Transformaciones afines


En esta sección recordaremos las transformaciones afines y algunos resul-
tados sobre ellas.
Definición 1.7. Se llama transformación afı́n en el plano real a toda composi-
ción ψ = τ ◦ φ, siendo φ un isomorfismo lineal y τ una traslación, ambas en R2 .
Dicho de otro modo, una transformación afı́n en el plano real es una aplicación
ψ : R2 −→ R2 definida por
 
pq
ψ(x, y) = (x, y) + (a, b) = (px + ry + a, qx + sy + b),
rs
con a, b, p, q, r, s ∈ R y ps 6= qr.
4 1 Nociones previas

Durante este trabajo nos será útil poder trasladar, rotar y escalar los ele-
mentos del plano real convenientemente y sin pérdida de generalidad. Las tras-
laciones, las rotaciones y los escalamientos pueden entenderse como aplicaciones
M : C −→ C, donde M (z) = αz + β para ciertos α, β ∈ C, α 6= 0.
Además, si z ∈ C, z = z1 +iz2 con z1 , z2 ∈ R, podemos definir la aplicación
M : R2 −→ R2 , asociada a M de la siguiente manera:
   
α1 α2 β1
M (z) = M (z1 , z2 ) = (z1 , z2 ) + ,
−α2 α1 β2

donde α = α1 + iα2 , β = β1 + iβ2 ∈ C.


La aplicación M (z) es transformación afı́n en el plano real. En efecto, M (z)
es composición de la traslación T (z) = z + (β1 , β2 ) con la aplicación lineal A(z)
definida por
 
α1 α2
A(z) = (z1 , z2 ) = (z1 α1 − z2 α2 , z1 α2 + z2 α1 ).
−α2 α1

El determinante de la matriz asociada a la aplicación A(z) es

α1 α2
= α12 + α22 6= 0, ya que α 6= 0.
−α2 α1

Entonces A(z) es isomorfismo lineal. Por tanto, M (z) = T ◦ A(z) es una trans-
formación afı́n en el plano real.
Lema 1.8. La imagen por una transformación afı́n de un segmento es de nuevo
un segmento. Además, la imagen del punto medio del segmento es el punto medio
del segmento imagen.
Demostración. Sea M (z) = T ◦ A(z) una transformación afı́n de R2 y sean
a, b ∈ R2 con a 6= b; y S := {tb + (1 − t)a: t ∈ [0, 1]} el segmento ab. Se tiene
entonces, en primer lugar que M (a) 6= M (b) por ser M inyectiva. Veamos qué
ocurre con M (S).

M (S) = M (tb + (1 − t)a) = T (A(tb + (1 − t)a)). (1.3)


Por ser A aplicación lineal obtenemos

T (tA(b) + (1 − t)A(a)) = tA(b) + (1 − t)A(a) + β. (1.4)

Reescribimos β como tβ + (1 − t)β y tenemos

tA(b) + (1 − t)A(a) + tβ + (1 − t)β = t(A(b) + β) + (1 − t)(A(a) + β). (1.5)

Finalmente de (1.3), (1.4) y (1.5) obtenemos


1.3 Algunos resultados sobre elipses 5

M (S) = tM (b) + (1 − t)M (a),

es decir, el segmento M (a)M (b).


Además, la imagen del punto medio del segmento S es el punto medio del
segmento M (S). En efecto, tomando t = 21
1 1 a+b
b + (1 − )a = .
2 2 2
Calculamos su imagen
 
a+b M (a) + M (b)
M = .
2 2

Nota:. Mediante un razonamiento análogo se tiene que la imagen de una recta
por una transformación afı́n es de nuevo una recta.
Corolario 1.9. La imagen de un triángulo por una transformación afı́n es de
nuevo un triángulo.
Demostración. Sean a, b, c ∈ R2 tres puntos no colineales y sea M (z) una
transformación afı́n. Definimos T el triángulo con vértices en a, b, c. En primer
lugar tenemos que, como a, b, c son tres puntos distintos y M (z) es inyectiva,
obtenemos que M (a), M (b) y M (c) son también tres puntos distintos. Además,
por el Lema 1.8 sabemos que M (ab), M (ac) y M (bc) son de nuevo segmentos.
En suma, M (T ) es un triángulo con vértices M (a), M (b) y M (c). 

1.3. Algunos resultados sobre elipses


Nos será útil también poder rotar, escalar y trasladar elipses sin pérdida
de generalidad. Para ello primero deberemos recordar algunos conceptos.
Definición 1.10. Sean Ef y Eg dos elipses reales definidas por f (x, y) = 0 y
g(x, y) = 0 respectivamente. Diremos que son equivalentes mediante transfor-
maciones afines (Ef ∼= Eg ), o simplemente equivalentes, si existen λ ∈ R\{0} y
Φ(x, y) transformación afı́n del plano real tal que

f (x, y) = λg(Φ(x, y)).

Proposición 1.11. Ser equivalente por transformaciones afines es una relación


de equivalencia en el conjunto de las elipses reales.
Demostración. Debemos verificar que se cumplen las propiedades reflexiva,
simétrica y transitiva.
6 1 Nociones previas

1. Reflexiva. Tomando λ = 1 y Φ(x, y) = IdR2 (x, y) la identidad en el plano real


se tiene que f (x, y) = 1f (Φ(x, y)) = f (IdR2 (x, y)) = f (x, y).
2. Simétrica. Si f (x, y) = λg(Φ(x, y)) entonces g(x, y) = λ−1 f (Φ−1 (x, y)), ya
que f (x, y) = λλ−1 f (Φ−1 (Φ(x, y))) = λg(Φ(x, y)).
3. Transitiva. Si Ef ∼= Eg y Eg ∼= Eh entonces existen λ1 , λ2 ∈ R y Φ1 (x, y), Φ2 (x, y)
transformaciones afines tales que f (x, y) = λ1 g(Φ1 (x, y)) y g(x, y) = λ2 h(Φ2 (x, y)).
Podemos definir λ3 = λ1 λ2 ∈ R y Φ3 (x, y) = Φ2 (Φ1 (x, y)) transforma-
ción afı́n. Por tanto, f (x, y) = λ1 g(Φ1 (x, y)) = λ1 λ2 h(Φ2 (Φ1 (x, y))) =
λ3 h(Φ3 (x, y)). 

Proposición 1.12. Toda elipse en R2 es afı́nmente equivalente a la circuunfe-


rencia y 2 + x2 = 1.

Demostración. Sea la elipse descrita mediante la ecuación

ax2 + 2hxy + by 2 + 2gx + 2f y + c = 0; (1.6)

donde a, b, c, f, g, h ∈ R, con ab − h2 > 0. Podemos suponer que b 6= 0 ya que si


no lo fuera, la condición ab − h2 > 0 no se darı́a. Dividiendo entre b, reescribimos
la ecuación a0 x2 + 2h0 xy + y 2 + 2g 0 x + 2f 0 y + c0 = 0 con a0 = ab , c0 = cb , f 0 = fb ,
g 0 = gb y h0 = hb . A continuación, escribimos la ecuación de la siguiente manera:
y 2 + h02 x2 + 2h0 xy + 2f 0 y + 2h0 f 0 x + f 02 = Ax2 + 2Bx + C, donde h02 − A = a0 ,
2h0 f 0 x − 2B = 2g 0 , f 02 − C = c0 . Definiendo q(x) = Ax2 + 2Bx + C y agrupando
en cuadrados la expresión se reduce a (y + hx + f )2 = q(x). Ahora, definimos la
siguiente transformación afı́n:
   
1 −h 0
E(x, y) = (x, y) + .
0 1 −f
Esta transformación afı́n lleva a los puntos de la forma (x, y + hx + f )
en (x, y). Por tanto, mediante esta transformación afı́n podemos reescribir la
ecuación (1.6) en la forma y 2 = Ax2 + Bx + C.
Partimos ahora de la ecuación y 2 = Ax2 + Bx + C con A, B, C ∈ R.
Tenemos que A < 0 pues se trata de una ecuación que define una elipse (ver
Definición 1.2). Definimos ahora una transformación afı́n para que el coeficiente
que acompaña a x2 sea −1. La transformación es:
 1   

−A
0 0
F (x, y) = (x, y) + .
0 1 0

Tras realizar la transformación F nos quedará la expresión y 2 = −(x−B)2 +


(B 2 − C), donde B y C pueden haber cambiado. A continuación aplicamos la
transformación
1.3 Algunos resultados sobre elipses 7

   
10 B
G(x, y) = (x, y) + ,
01 0
la cual nos lleva (x − B) en x, obteniendo y 2 = −x2 + D, con D > 0 porque es
una elipse real y, por tanto, si D ≤ 0 no existirı́an (x, y) ∈ R tal que y 2 +x2 = D.
Finalmente, aplicando la transformación afı́n definida por
√   
D √0 0
H(x, y) = (x, y) + ,
0 D 0

nos queda Dy 2 = −Dx2 + D y dividiendo entre D, y 2 = −x2 + 1. 


Corolario 1.13. Sean E1 y E2 dos elipses reales arbitrarias entonces E1 y E2
son afı́nmente equivalentes.
Demostración. Sean E1 y E2 dos elipses reales cualesquiera, y sea E0 la
circunferencia de radio 1 y centrada en el origen.
Por la Proposición 1.12 tenemos que E1 ∼ = E0 y E2 ∼ = E0 . Aplicando la
propiedad simétrica de las relaciones de equivalencia E0 ∼
= 2 , y por la propiedad
E

transitiva E1 = E2 . 
Proposición 1.14. Sea E una elipse con focos en F1 y F2 . Entonces para todo
A ∈ E se tiene que la recta tangente a E en A forma ángulos iguales con las
rectas AF1 y AF2 .
Demostración. En primer lugar, extendiendo el segmento F1 A la longitud
del segmento AF2 como se muestra en la Figura 1.3 obtenemos el punto G.
Además, podemos definir la recta T como la recta por la cual G es imagen
especular de F2 . Vemos que

F1 G = F1 A + AF2 = k, (1.7)

siendo k una constante. Esto se tiene por ser A un punto de la elipse.


Entonces la recta T es tangente a la elipse en el punto A. Para probar
esto tomamos un punto C distinto de A perteneciente a T (ver Figura 1.4).
Observamos que
F2 C = GC, (1.8)
por ser T el eje especular de F2 y G, lo que implica que F2 y G están a la misma
distancia de T (ver Definición 1.6).
También se tiene, usando la ecuación (1.8), que

F1 C + F2 C = F1 C + GC,

y aplicando la desigualdad triangular, como C 6= A tenemos que

F1 C + GC > F1 G.
8 1 Nociones previas

Figura 1.3: Extensión del segmento F1 A para obtener G.

Figura 1.4: Construcción para un punto C en T distinto de A.

Por tanto si C 6= A entonces, por la ecuación (1.7), C no está en la elipse, lo


que implica que T es tangente a E en el punto A.
Por tanto, T divide en dos ángulos iguales el ángulo < F2 AG. Y, si deno-
tamos por N a la recta normal a E en el punto A, se tiene que N divide en dos
ángulos iguales al ángulo F1 AF2 . Luego el ángulo que forman el segmento F1 A
y la recta T es igual al que forma T con el segmento F2 . Todo esto se ilustra en
la Figura 1.5.

Proposición 1.15. Sean E una elipse y P un punto exterior a E, entonces exis-
ten dos rectas que pasan por P y son tangentes a E.
Demostración. En primer lugar, si denotamos por Φ a la transformación
afı́n que lleva la elipse E en la circunferencia de radio uno centrada en el origen
C : x2 + y 2 = 1,
según afirma la Proposición 1.12, tenemos lo siguiente:
1.3 Algunos resultados sobre elipses 9

Figura 1.5: Ángulos que forman las rectas T y N con los segmentos F1 A y AF2 .

1. Por el Lema 1.8 la imagen de una recta por Φ es de nuevo una recta.
2. La imagen por Φ de un punto fuera de la elipse E es un punto fuera de la
circunferencia C.
3. La imagen por Φ de una recta tangente a la elipse E en el punto A será, por
ser Φ biyectiva, una recta tangente a la circunferencia C en el punto imagen
de A.
Por tanto, podemos tomar sin pérdida de generalidad la circunferencia C : x2 +
y 2 = 1 como elipse de partida.
Sean P = (α, β) ∈ R exterior a la elipse. Entonces las rectas que pasan
por P y son tangentes a la C son de la forma y = mx + c con c = β − mα.
Observamos que la recta x = 0 no es tangente a C.
Como las rectas que pasan por P son tangentes a C si la cortan en un solo
punto, entonces obtendremos estas rectas resolviendo el sistema
 2
x + y2 = 1
y = mx + c,

e imponiendo que tiene una única solución.


Comenzaremos con el cálculo expandiendo la expresión

x2 + (mx + c)2 = 1,

con lo que obtenemos

x2 + m2 x2 + 2mcx + c2 = 1,

y agrupando los coeficientes

(1 + m2 )x2 + 2mcx + c2 − 1 = 0. (1.9)


10 1 Nociones previas

Como el sistema debe tener una única solución, el discriminante de la ecua-


ción (1.9) debe anularse; es decir,

4m2 c2 − 4(1 + m2 )(c2 − 1) = 0.

Haciendo el producto obtenemos

4(m2 c2 − c2 + 1 − m2 c2 + m2 ) = 0,

es decir
4(−c2 + 1 + m2 ) = 0
o equivalentemente
c2 − 1 − m2 = 0.
Ahora sustituimos c = β − αm

(β − αm)2 − 1 − m2 = 0,

desarrollamos el cuadrado

β 2 − 2αβm + α2 m2 − 1 − m2 = 0

y reagrupando coeficientes

(α2 − 1)m2 − 2αβm + β 2 − 1 = 0. (1.10)

Para calcular cuantos posibles valores puede adoptar m analicemos el dis-


criminante de la ecuación (1.10), que es

4α2 β 2 − 4(α2 − 1)(β 2 − 1),

desarrollamos el producto

4α2 β 2 − 4(α2 β 2 − α2 − β 2 + 1)

y se concluye
4(α2 + β 2 − 1) > 0,
ya que P es un punto fuera de la circunferencia C.
Entonces la ecuación (1.10) tiene dos raı́ces reales distintas m1 y m2 ; y por
tanto hay dos rectas tangentes a C que pasan por P .

Lema 1.16. Consideramos la elipse con focos F1 y F2 , y A un punto fuera de
la elipse. Sean l1 y l2 las dos rectas que pasan por A y son tangentes a la elipse.
Sean G1 y G2 los puntos de la elipse tangentes a dichas rectas. Entonces <
F1 AG1 = < F2 AG2 (ver Figura 1.6).
1.3 Algunos resultados sobre elipses 11

Figura 1.6: Las rectas tangentes a la elipse que pasan por un punto A exterior
a la elipse.

Demostración. Comenzamos por definir H1 como la imagen especular de


F1 mediante la recta AG1 ; y K1 como la intersección de AG1 con F1 H1 . Por
construcción se tiene que la recta AK1 es la mediatriz del segmento F1 H1 lo que
implica que 4 AK1 F1 y 4AK1 H1 son triángulos rectángulos congruentes y, por
tanto,

AF1 = AH1 , (1.11)


y también

< F1 AK1 =< H1 AK1 . (1.12)


Hacemos la misma construcción para G2 (ver Figura 1.7).
Tenemos que probar que < F1 AG1 =< F2 AG2 , pero utilizando las igual-
dades (1.11) y (1.12) el problema se reduce a probar que < F1 AH1 =< F2 AH2 .

Figura 1.7: Construcción.


12 1 Nociones previas

Trazamos los segmentos F1 G1 y F2 G1 , y extendemos este último hasta


H1 . La colinealidad de F2 , G1 y H1 es una consecuencia de la Propiedad 1.14.
Esa misma propiedad muestra también que < F1 G1 K1 =< F2 G1 A. Y como
< F1 G1 K1 =< H1 G1 K1 se tiene por complementariedad de ángulos que F2 , G1
y H1 son colineales. Hacemos la misma construcción con G2

Figura 1.8: Representación de las distintas rectas mencionadas.

Ahora hay que demostrar que 4AH1 F2 es congruente con 4AF1 H2 , se


hará probando que sus lados son iguales. Ya hemos visto que AH1 = AF1 y
AF2 = AH2 . Además, H1 F2 = F1 G1 + G1 F2 = F1 G2 + G2 F2 = F1 H2 . Esto es ası́
porque la suma de los segmentos que unen los focos con un punto de una elipse
siempre es constante.
Dado que 4AH1 F2 es congruente a 4AF1 H2 entonces < H1 AF2 =<
F1 AH2 . Como los ángulos < H1 AF2 y < F1 AH2 contienen al ángulo < F1 AF2
podemos restarlo a ambos, obteniendo que < H1 AF1 = < H2 AF2 . 
2
Teorema de Gauss-Lucas

En este capı́tulo nos dedicaremos a ilustrar algunas propiedades que rela-


cionan estrechamente las raı́ces de un polinomio en una variable y coeficientes
complejos, con las raı́ces de su derivada. Fundamentalmente hemos seguido [13]
como referencia bibliográfica para este capı́tulo.

2.1. Primeras propiedades de las raı́ces de los


polinomios
En primer lugar, como C es isomorfo a R2 como R-espacio vectorial, a cada
z ∈ C le podemos hacer corresponder un punto del plano real. En efecto, a
z = z1 + iz2 , con z1 , z2 ∈ R lo identificamos con z = (z1 , z2 ) ∈ R2 .
Observamos que si p(z) = an z n + an−1 + · · · + a1 z + a0 ∈ C[z] con an 6= 0,
y consideramos q(z) := a−1 n p(z) entonces z0 es una raı́z de p(z) si y sólo si z0
es una raı́z de q(z). Por tanto, para el estudio de las raı́ces de un polinomio
podemos considerar, sin pérdida de generalidad, que es mónico.
Queremos estudiar la relación entre las raı́ces de p(z) ∈ C[z] y aquellas de
su derivada p0 (z). Empezamos recordando el siguiente resultado:

Lema 2.1. Sea z0 una raı́z de un polinomio p(z) ∈ C[z] y supongamos que la
multiplicidad de z0 es m ≥ 2. Entonces z0 es también una raı́z de p0 (z) con
multiplicidad m − 1.

Demostración. Supongamos que el grado de p(z) es n y que la multiplicidad


de z0 es m, entonces podemos escribir el polinomio en la forma

p(z) = (z − z0 )m q(z), (2.1)

donde q(z) es un polinomio de grado n − m tal que q(z0 ) 6= 0. Ahora, derivando


a ambos lados de la igualdad (2.1) obtenemos

p0 (z) = m(z − z0 )m−1 q(z) + (z − z0 )m q 0 (z),


14 2 Teorema de Gauss-Lucas

y sacando (z − z0 )m−1 factor común se tiene

p0 (z) = (z − z0 )m−1 (mq(z) + (z − z0 )q 0 (z)).

Por último, como m − 1 ≥ 1 tenemos que z0 es raı́z de p0 (z) y además como


mq(z0 ) 6= 0, se concluye que z0 es raı́z del polinomio p0 (z) con multiplicidad
m − 1.

p0 (z)
A continuación vamos a estudiar la función racional p(z) ∈ C(z) (cuerpo
de fracciones del anillo de polinomios C[z]).
Lema 2.2. Sea p(z) ∈ C[z] un polinomio cuyas raı́ces son z1 , ..., zr con m1 , ..., mr
las respectivas multiplicidades.
Pr Entonces el cociente definido por P (z) = p0 (z)/p(z)
es igual a P (z) = j=1 mj /(z − zj ).
Demostración. Por hipótesisPpodemos escribir p(z) = (z − z1 )m1 . . . (z −
zr ) ∈ C[z], polinomio de grado rj=1 mj . Procedemos por inducción sobre r.
mr

Si r = 1, entonces p(z) = (z −z1 )m1 y su derivada es p0 (z) = m1 (z −z1 )m1 −1 .


Se tiene que

p0 (z) m1 (z − z1 )m1 −1 m1
P (z) = = m
= ,
p(z) (z − z1 )1 (z − z1 )
es decir, el lema se cumple para el caso r = 1.
Supongamos ahora que el lema es cierto para r − 1. Veamos que se verifica
para r. Si definimos g(z) = (z − z1 )m1 ...(z − zr−1 )mr−1 , podemos escribir el
polinomio p(z) como p(z) = g(z)(z − zr )mr , y su derivada es

p0 (z) = g 0 (z)(z − zr )mr + g(z)mr (z − zr )mr −1 .

Por tanto
p0 (z) g 0 (z)(z − zr )mr + g(z)mr (z − zr )mr −1
P (z) = = .
p(z) g(z)(z − zr )mr
Si lo separamos en dos sumandos nos queda

g 0 (z)(z − zr )mr g(z)mr (z − zr )mr −1 g 0 (z) mr


P (z) = + = + .
g(z)(z − zr ) m r g(z)(z − zr ) mr g(z) (z − zr )

Aplicando la hipótesis de inducción a g(z) se concluye que


r
X mj
P (z) = .
j=1
(z − zj )


2.1 Primeras propiedades de las raı́ces de los polinomios 15

Corolario 2.3. Sea p(z) ∈ C[z] un polinomio complejo cuyas raı́ces son z1 , ..., zr
..., mr sus respectivas multiplicidades. Entonces p0 (z) = p(z)P (z), donde
con m1 , P
m
P (z) = rj=i z−zj j .
0
Demostración. Por el Lema 2.2 tenemos que pp(z) (z)
= P (z). Si despejamos
0 0
p (z) nos queda p (z) = p(z)P (z), como querı́amos demostrar.

Observamos del Corolario 2.3 que las raı́ces de p (z), con p(z) ∈ C[z] de
0

grado n, son de dos tipos: si zk es una raı́z de p(z) de multiplicidad mk > 1,


entonces zk es una raı́z de p0 (z) de multiplicidad mk − 1. Por tanto, dado que el
grado de p0 (z) es n − 1 y rj=1 (mj − 1) = n − r, p0 (z) tiene n − r raı́ces, contando
P
multiplicidades, que son raı́ces de p(z), y r−1 raı́ces, no necesariamente distintas
0 (z)
que no son raı́ces de p(z) pero sı́ de la función racional P (z) = pp(z) ∈ C(z). Esta
función racional se denomina derivada logarı́tmica de p(z) pues coincide con la
derivada de log(p(z)).
Las raı́ces de p0 (z) se denominan puntos crı́ticos de p(z). Aquellos puntos
crı́ticos que son raı́ces de p(z) se denominan de primer tipo y los que son raı́ces
de P (z) se denominan de segundo tipo.
Cuando las raı́ces de p(z) son todas reales podemos suponer que z1 < z2 <
... < zr . Entonces, por el Teorema de Rolle, sabemos que p(z) tiene al menos
un punto crı́tico en cada uno de los intervalos abiertos Ij = (zj , zj+1 ), para
j = 1, ..., r − 1; y estos puntos crı́ticos son siempre de segundo tipo. Como p(z)
tiene en total r − 1 puntos crı́ticos de segundo tipo, cada intervalo Ij puede
contener un único punto crı́tico y debe ser de multiplicidad uno. Observamos
además que todos los puntos crı́ticos de p(z) viven en el intervalo cerrado [z1 , zr ].
Como consecuencia del Corolario 2.3 obtenemos el siguiente resultado:
Proposición 2.4. Sea p(z) ∈ C[z] de grado n cuyas raı́ces z1 , z2 , ..., zn ∈ C son
todas distintas. Entonces los valores propios de la matriz

 
(n − 1)z2 + z1 z1 − z3 ··· z1 − zn
1
 z1 − z2 (n − 1)z3 + z1 · · · z1 − zn 
M :=   ∈ Mn−1 (C)

.. .. ... ..
n . . . 
z1 − z2 z1 − z3 · · · (n − 1)zn + z1

son los puntos crı́ticos de p(z).


Demostración. En primer
Pn lugar, del Corolario 2.3 sabemos que las raı́ces
0 1
de p (z) son las de P (z) = j=1 z−zj .
Sea λ ∈ C un autovalor de M . Entonces existe un autovector x =
(x1 , ..., xn−1 ) ∈ Cn−1 \{0} tal que M x = λx.
Por tanto
16 2 Teorema de Gauss-Lucas

n−1
X 1
(z1 − zk+1 )xk = (λ − zj+1 )xj ,
k=1
n

para todo j = {1, ..., n − 1}. Si denotamos por d a n−1 1


P
j=1 n (z1 − zj+1 )xj se
tiene que
d
xj =
λ − zj+1
Pn−1 1
para todo j = {1, ..., n − 1}. Pero como d = j=1 (z − zj+1 )xj se sigue que
n 1

n−1  
X 1 d
d= (z1 − zj+1 ) .
j=1
n λ − zj+1

d
Sacamos factor común n
y obtenemos
n−1
X z1 − zj+1
n= .
j=1
λ − zj+1

λ−zj+1
Ahora sumamos y restamos λ−zj+1
= 1 dentro del sumatorio y tenemos que
n−1 
z1 − zj+1 λ − zj+1
X 
n= − + n − 1,
j=1
λ − zj+1 λ − zj+1
o equivalentemente
n−1
X z1 − λ
1= .
j=1
λ − zj+1

Si sacamos factor común z1 − λ se sigue que


n−1
1 X 1
= ,
z1 − λ j=1
λ − zj+1

es decir, !
n−1
X 1 1
0= + .
j=1
λ − zj+1 λ − z1
Se concluye que
n
X 1
0= = P (λ) = p0 (λ).
j=1
λ − zj

La Proposición 2.4 ha sido extraı́da de [8].
2.1 Primeras propiedades de las raı́ces de los polinomios 17

Pr mj
Ahora, si P (z) = j=1 z−zj podemos considerar su conjugado:

r  
X mj
P (z) := .
j=1
z − zj

Observamos que
r r
X mj X mj
P (z) = = ; (2.2)
j=1
z − zj j=1
z − zj

ya que mj es un entero positivo, el conjugado de la suma de dos números com-


plejos es la suma de sus conjugados y el conjugado del cociente de dos números
complejos es el cociente de sus conjugados.

Propiedad 2.5. El j−ésimo sumando de P (z) en la igualdad (2.2) tiene el mismo


argumento que z − zj .

Demostración. Para cada z ∈ C podemos escribir z − zj = ρj eiθj , siendo ρj


el módulo de z − zj y θj su argumento, y por tanto, el j-ésimo sumando de P (z)
m
en la igualdad (2.2) será z−zj j = mj ( ρ1j )eiθj ; que tiene el mismo argumento que
z − zj .

Gauss ofrece una visión fı́sica de este concepto: si z = a + ib y zj = aj + ibj
entonces
mj mj (z + zj ) mj
= = (z − zj ).
z − zj (z − zj )(z + zj ) (a − aj ) − (b − bj )2
2

m
Por tanto, z−zj j puede verse como un vector con la dirección de zj a z y
de magnitud mj veces el inverso de la distancia de zj a z. En otras palabras, el
j-ésimo término de (2.2) puede ser considerado como la fuerza con la que una
masa (o carga eléctrica) fija mj en el punto zj es repelida (o atraı́da si mj < 0)
por una masa (o carga) móvil en z.

Además si w ∈ C es un punto crı́tico de segundo tipo de p(z) obtenemos que


P (w) = 0, entonces tales puntos crı́ticos juegan el papel de puntos estacionarios
o de equilibrio del sistema.
Recordemos a continuación las relaciones de Cardano-Vieta, entre las raı́ces
de un polinomio con los coeficientes de este, y que nos ayudarán a completar
nuestros resultados.
Por ejemplo, si consideramos el polinomio mónico de segundo grado con
coeficientes complejos
z 2 + a1 z + a0 , (2.3)
18 2 Teorema de Gauss-Lucas

se puede factorizar en función de sus raı́ces como

(z − z1 )(z − z2 ).

Expandiendo esta expresión nos queda el polinomio en la forma

z 2 − (z1 + z2 )z + z1 z2 . (2.4)

Por tanto, igualando términos de (2.3) y (2.4) se obtiene a1 = −(z1 + z2 ) y


a0 = z1 z2 . Este es el caso más sencillo de las fórmulas de Cardano-Vieta. Veamos
ahora la construcción para un polinomio mónico de tercer grado

z 3 + a2 z 2 + a1 z + a0 .

Tenemos que se factoriza como

(z − z1 )(z − z2 )(z − z3 ),

y desarrollando el producto nos queda el polinomio

z 3 − (z1 + z2 + z3 )z 2 + (z1 z2 + z1 z3 + z2 z3 )z − z1 z2 z3 .

Es decir, las fórmulas de Cardano-Vieta para un polinomio de grado tres son


a2 = −(z1 + z2 + z3 ), a1 = (z1 z2 + z1 z3 + z2 z3 ) y a0 = −z1 z2 z3 . Estas fórmulas
son generalizables para polinomios de grado n ≥ 4. En efecto si tomamos el
polinomio mónico
z n + an−1 z n−1 + · · · + a1 z + a0 ,
se puede factorizar de nuevo en función de sus raı́ces en la forma

(z − z1 )(z − z2 ) . . . (z − zn ).

Expandiendo el producto obtendremos el polinomio


 
X
z n −(z1 +· · ·+zn )z n−1 +· · ·+(−1)j  zi1 . . . zij  z n−j +· · ·+(−1)n (z1 . . . zn ).
1≤i1 ≤···≤ij ≤n

De esta manera hemos obtenido la fórmula de Cordano-Vieta


j
P para el n − j-
ésimo término de un polinomio de grado n, que es an−j = (−1) ( 1≤i1 ≤···≤ij ≤n zi1 . . . zij ),
con j = 1, 2, ..., n − 1.
Definición 2.6. El centroide o baricentro de X = {x1 , x2 , ..., xn } ⊆ R2 es
x1 +x2 +···+xn
n
.
Proposición 2.7. El centroide de las raı́ces de un polinomio p(z) ∈ C[z] coin-
cide con el centroide de las raı́ces de su derivada p0 (z).
2.2 Teorema de Gauss-Lucas 19

(a) Centroide de dos puntos (b) Centroide de tres puntos

Figura 2.1: Ejemplos de centroides.

Demostración. Sean p(z) = z n +an−1 z n−1 +· · ·+a1 z+a0 ∈ C[z] que podemos
suponer mónico, y su derivada p0 (z) = nz n−1 + (n − 1)an−1 z n−2 + · · · + a1 cuyas
raı́ces son z1 , ...zn y z10 , ..., zn−1
0
respectivamente, entonces de las fórmulas de
0
Cardano-Vieta de p(z) y p (z) tenemos
an−1 = −(z1 + · · · + zn ) (2.5)
y
(n − 1)an−1
= −(z10 + · · · + zn−1
0
), (2.6)
n
respectivamente. Dividiendo la igualdad (2.5) entre n y la igualdad (2.6) entre
(n − 1) se sigue que
−an−1 z1 + · · · + zn z10 + · · · + zn−1
0
= = ;
n n n−1
−an−1
es decir, los centroides de las raı́ces de p(z) y p0 (z) coinciden con nan
.


2.2. Teorema de Gauss-Lucas


Procedamos ahora a ilustrar y probar el Teorema de Gauss-Lucas. Previa-
mente debemos recordar algunos conceptos de convexidad.
Definición 2.8. Diremos que S ⊆ Rn es un conjunto convexo si para cualquier
par de puntos p, q ∈ S se tiene que el segmento que une a p y q está contenido
en S.
Definición 2.9. Se define la envolvente convexa de X = {x1 , x2 , ..., xr } ⊆ Rn
como la intersección de todos los conjuntos convexos de Rn que contienen a X.
Es decir, la envolvente convexa de X es el menor convexo que contiene a X (ver
Figura 2.2).
20 2 Teorema de Gauss-Lucas

(a) Puntos (b) Envolvente convexa

Figura 2.2: Representación de la envolvente convexa.

Definición 2.10. Sean S ⊆ R2 compacto y Z ∈ R2 \S. Se define el ángulo


subtendido en Z por S, y se denota AS (Z), como el mayor ángulo < P ZQ, para
P, Q ∈ S (ver Figura 2.3).

Figura 2.3: Ángulo subtendido en Z por S.

Proposición 2.11. Si S ⊆ R2 es convexo, entonces AS (Z) < π para todo Z


exterior a S.
Demostración. Procedemos por reducción al absurdo. Supongamos que
existe Z exterior al conjunto convexo S ⊆ R2 tal que AS (Z) ≥ π, es decir,
el mayor ángulo < P ZQ es mayor que π para P, Q ∈ S. Por ser S convexo
existirán P 0 , Q0 ∈ S tales que < P 0 ZQ0 = π, o lo que es lo mismo, Z estará en el
segmento que une a P 0 y a Q0 . Por ser S convexo y P 0 , Q0 ∈ S se concluye que
Z ∈ S, llegando al absurdo.

Si z ∈ C denotaremos por <(z) a la parte real de z y por =(z) a la parte
imaginaria de z.
2.2 Teorema de Gauss-Lucas 21

Teorema 2.12. Sean w1 , ..., wn ∈ C\{0} y ρ ∈PR tales que ρ ≤ arg(wj ) < ρ + π
para todo j = 1, ..., n. Entonces la suma W = nj=1 wj nunca se anula.
Demostración. Supongamos por ahora que ρ = 0; es decir, 0 ≤ arg(wj ) < π
para j = 1, ... n. Distingamos varios casos:
Pn j ) = 0 para todo j, entonces <(wj ) > 0 para todo j y por tanto
Si arg(w
<(W ) = j=1 <(wj ) > 0. Si por el contrario existe algún j0 tal que arg(wj0 ) 6= 0,
entonces como 0 < arg(wj0 ) < π, tenemos que =(wj0 ) > 0 lo que implica que
=(W ) > 0. De todo lo anterior concluimos que si ρ = 0 entonces W .
Ahora si ρ 6= 0, entonces podemos considerar la colección wj0 := e−iρ wj . Esta
0
nueva colección está en las condiciones anteriores; es decir, 0 ≤ arg(w j ) < π.
n n n
Entonces sabemos que W 0 = j=1 wj0 6= 0. Además, j=1 wj0 = j=1 e−iρ wj
P P P

por lo que concluimos que W = eiρ W 0 6= 0.



Procedamos pues a enunciar y demostrar el Teorema de Gauss-Lucas.
Teorema 2.13. Todas las raı́ces de la derivada de un polinomio no constante
p(z) ∈ C se encuentran contenidas en la envolvente convexa de las raı́ces de
p(z).
Demostración. Procedamos por reducción al absurdo. Sean p(z) un polino-
mio con coeficientes complejos y H la envolvente convexa de las raı́ces de p(z).
Supongamos que existe z0 ∈ C raı́z de p0 (z) que no está en H.
En primer lugar, tenemos que z0 no puede ser raı́z múltiple de p(z) porque
de serlo, aplicando la Proposición 2.1, deducimos que z0 estará contenida en H.
Además 0 < AH (z0 ) < π, por ser H convexo.
De aquı́, si p(z) = (z − z1 )m1 · · · (z − zr )mr , por la Propiedad 2.5 se tiene
que −mj /(zj − z), tiene el mismo argumento que (z − zj ) para todo z ∈ C
y para todo j = 1, ..., r. Si sustituimos z por z0 , como zj ∈ H se tiene que
−mj /(zj − z0 ) < AH (z0 ) < π para todo j = 1, ..., r.
Entonces, aplicando el Teorema 2.12 obtenemos que
 
m1 mr
P (z0 ) = − + ... + 6= 0,
z1 − z0 zr − z0

lo que implica que P (z0 ) 6= 0. Aplicando ahora el Corolario 2.3 se concluye que,
como p(z0 ) y P (z0 ) son distintos de cero, entonces p0 (z0 ) = p(z0 )P (z0 ) 6= 0,
llegando al absurdo.

Si consideramos un polinomio de segundo grado p(z) = az 2 + bz + c ∈ C[z]
cuyas raı́ces son λ1 y λ2 , entonces se tiene por el Teorema 2.13 que la raı́z de
p0 (z) estará en el segmento λ1 λ2 . Además, por la Proposición 2.7, sabemos que
estará en su punto medio.
En efecto, si escribimos λ1 y λ2 como
22 2 Teorema de Gauss-Lucas

√ √
−b +b2 − 4ac −b − b2 − 4ac
λ1 = ; λ2 = ,
2a 2a
se tiene que el punto medio del segmento λ1 λ2 es
√ √
λ1 + λ2 −b + b2 − 4ac −b − b2 − 4ac −b
= + = .
2 4a 4a 2a
Es decir, la raı́z de p0 (z) = 2az + b, que es λ01 = −b
2a
, se sitúa en el punto medio
del segmento λ1 λ2 .
Veamos algunos ejemplos geométricos del Teorema de Gauss-Lucas para
polinomios de grado mayor que 2.
Ejemplo 2.14. Tomemos el polinomio p(z) = z 3 − 5z 2 + 7z + 13, que se factoriza
en C[z] como p(z) = (z + 1)(z − 3 − 2i)(z − 3 + 2i); es decir, sus raı́ces son
z1 = −1, z2 = 3 + 2i y z3 = 3 − 2i. Dado que sus raı́ces no son colineales, se
tiene que la envolvente convexa de las raı́ces de p(z) es el triángulo con vértices
en z1 , z2 y z3 (ver parte izquierda de la Figura 2.4).

(a) Raı́ces de p(z). (b) Raı́ces de p0 (z).

Figura 2.4: Representación de las raı́ces de p(z) y p0 (z) en R2 .

Además, la derivada de p(z) es p0 (z) = 3z 2 −10z +7, cuyas raı́ces son z10 = 1
y z20 = 37 , ambas comprendidas en la envolvente convexa de z1 , z2 y z3 como se
ilustra en la parte derecha de la Figura 2.4.
Ejemplo 2.15. Consideremos ahora el polinomio de cuarto grado q(z) = z 4 −3z 2 −
4. Lo podemos factorizar en C[z] en la forma q(z) = (z − 2)(z + 2)(x − i)(x + i).
Dibujamos la envolvente convexa de las raı́ces de q(z), que en este caso se trata
de un polı́gono de cuatro lados (ver parte izquierda de la Figura 2.5).
0 3
√ la derivada√de q(z) es q (z) = 4z − 6z y las raı́ces de esta son
Vemos que
z1 = 0, z2 = 6/2 y z3 = − 6/2. Observamos en la parte derecha de la Figura
2.5 que las tres raı́ces de q 0 (z) están en la envolvente convexa de las raı́ces de
q(z).
2.2 Teorema de Gauss-Lucas 23

(a) Raı́ces de q(z). (b) Raı́ces de q 0 (z).

Figura 2.5: Representación de las raı́ces de q(z) y q 0 (z) en el plano real.

A continuación enunciaremos y demostraremos un teorema equivalente al


teorema de Gaus-Lucas.
Teorema 2.16. Cualquier disco D del plano real que contiene a todas las raı́ces
de un polinomio p(z) ∈ C[z] también contiene a todas las raı́ces de su derivada
p0 (z) (ver Figura 2.6).

Figura 2.6: El disco D y la envolvente convexa de las raı́ces de p(z).

Demostración. Sea D un disco en el plano real que contiene a las raı́ces de


p(z). Como D siempre es convexo (ver Definición 2.8), se tendrá que D contiene
también a la envolvente convexa de las raı́ces de p(z). Esto es cierto ya que
por definición la envolvente convexa de un conjunto de puntos X es el menor
conjunto convexo que contiene a X.
Se concluye que si D contiene a la envolvente convexa de las raı́ces de p(z),
aplicando el Teorema de Gauss-Lucas (Teorema 2.13) tenemos que todas las
raı́ces de p0 (z) están contenidas en la envolvente convexa de las raı́ces de p(z).
En suma, D contiene a las raı́ces de p0 (z).
24 2 Teorema de Gauss-Lucas


Observamos que en el Teorema 2.16 podemos sustituir el disco D por cual-
quier conjunto convexo que contenga a todas las raı́ces de p(z) ∈ C[z].
Deducimos de la prueba del Teorema 2.16 que dicho teorema es consecuen-
cia del Teorema de Gauss-Lucas. Si bien el Teorema 2.16 parece mucho menos
preciso que el Teorema de Gauss-Lucas, lo cierto es que es equivalente a él, como
demostraremos en la siguiente proposición.

Proposición 2.17. El Teorema de Gauss-Lucas 2.13 es consecuencia del Teo-


rema 2.16.

Demostración. Partimos de que el Teorema 2.16 es cierto, es decir, sea p(z)


un polinomio con coeficientes complejos cuyas raı́ces son z1 , ..., zn , entonces todo
disco D del plano real que contiene a las raı́ces de p(z) también contiene a las
raı́ces de p0 (z).
Denotemos por H a la envolvente convexa de las raı́ces de p(z). Para cada
par de vértices contiguos de H consideramos un disco Dk que pasa al menos
por ese par de vértices (por la Proposición 1.3 sabemos que existe toda una
familia de discos que cumplen esta propiedad). Podemos imponer además que
el diámetro del disco Dk sea mayor o igual que máxi,j∈{1,...,n} {|zi − zj |} ( ver la
nota de la página 3). De esta manera Dk contiene a las raı́ces de p(z) y de p0 (z).
Si denotamos por R a la intersección de todos los posibles Dk de todas los
posibles pares de vértices, entonces tenemos que R contiene a las raı́ces de p(z)
y de p0 (z). Solo falta probar que R = H. Pero esto se tiene por cómo se define
R, ya que para cualquier punto Q exterior a H puedo encontrar un disco Dk tal
que la distancia desde su centro a Q sea mayor que su radio, como se ilustra en
la Figura 2.7.

(a) (b)

Figura 2.7: Ejemplos de discos que no contienen a puntos fuera de H.


2.3 Consecuencias del Teorema de Gauss-Lucas 25

Por tanto, hemos probado que el Teorema de Gauss-Lucas (Teorema 2.13)


y el Teorema 2.16 son equivalentes. Ambos son los teoremas que más restringen
la región del plano real en la que podemos encontrar raı́ces de la derivada de un
polinomio con coeficientes en C y por tanto, son los mejores teoremas en este
sentido. Sin embargo para ciertos polinomios, con condiciones muy concretas,
se puede acotar mucho más el cerco donde encontrar las raı́ces de la derivada,
llegando en algunos casos a predecir la localización exacta de estas. Es el caso,
por ejemplo, del Teorema de Marden-Siebeck (Teorema 3.4), que estudiaremos
en profundidad en el Capı́tulo 3.

2.3. Consecuencias del Teorema de Gauss-Lucas


En esta sección presentamos algunos resultados que son consecuencia del
Teorema de Gauss-Lucas. Empezamos por un teorema demostrado por Berstein
[1] para el disco de centro el origen y radio 1, y generalizado por De Bruijin [4]
para subconjuntos cerrados y convexos del plano real.

Teorema 2.18. Sean H ⊆ R2 un subconjunto cerrado y convexo, ∂H la frontera


de H y p(z), q(z) ∈ C[z] tales que
1. deg(p(z)) ≤ deg(q(z)).
2. |p(z)| ≤ |q(z)|, para todo z ∈ ∂H.
3. Todas las raı́ces de q(z) están en H ∪ ∂H.
Entonces |p0 (z)| ≤ |q 0 (z)| para todo z ∈ ∂H.

Demostración. Definamos la función f (z) = p(z)/q(z). Si denotamos por


D al complementario de H ∪ ∂H, se tiene que f (z) es holomorfa para todo z
de D; es decir, es derivable en el sentido complejo para todo z de D. Esto se
tiene por la condición 3, que garantiza que q(z) 6= 0 para z ∈ D. Además, por
la condición 2 tenemos que |f (z)| ≤ 1 para todo z ∈ ∂H. Por tanto, el Principio
del Módulo Máximo (ver [17]) nos dice que si |f (z)| está acotado donde f (z) no
es holomorfa, entonces también lo está donde sı́ lo es; es decir, |f (z)| ≤ 1 para
todo z ∈ D.
Ahora, si z0 es cualquier raı́z del polinomio

gλ (z) = p(z) − λq(z),

con λ ∈ C, |λ| > 1 y si q(z0 ) 6= 0 (z0 no es raı́z de q(z)), entonces

|p(z0 )| = |λ||q(z0 )| > |q(z0 )|.

De lo que se deduce que |f (z0 )| > 1 y por tanto z0 debe pertenecer a H, ya que
habı́amos visto que |f (z)| ≤ 1 para todo z ∈ D ∪ ∂H.
26 2 Teorema de Gauss-Lucas

De aquı́, aplicando el Teorema de Gauss-Lucas (Teorema 2.13), tenemos


que las raı́ces de gλ0 (z) también están en H. Observamos que la derivada de
gλ (z) es
gλ0 (z) = p0 (z) − λq 0 (z),
donde |λ| > 1. Por lo que si tomamos z ∈ D ∪ ∂H entonces no existe |λ| > 1 tal
que
p0 (z)
λ= 0 ,
q (z)
es decir, para todo z ∈ D ∪ ∂H se tiene que |p0 (z)| ≤ |q 0 (z)|.

El Teorema 2.18 generaliza el siguiente resultado.

Corolario 2.19. Sea p(z) un polinomio con coeficientes complejos de grado me-
nor o igual a n tal que |p(z)| ≤ 1 para todo |z| ≤ 1. Entonces |p0 (z)| ≤ n para
z ≤ 1.

Demostración. Tomando el polinomio complejo q(z) = z n se tiene que


deg(p(z)) ≤ deg(q(z)), ya que por hipótesis deg(p(z)) ≤ n. Por otra parte, si
consideramos H := {z ∈ C / |z| ≤ 1} vemos que H se trata de un convexo
cerrado y que ∂H = {z ∈ C / |z| = 1}. Entonces, de la definición de q(z) y de
las hipótesis tenemos |p(z)| ≤ |q(z)| para todo z ∈ ∂H. Además, las raı́ces de
q(z) son todas nulas y, por ende, están contenidas en H.
Entonces aplicando el Teorema 2.18, obtenemos que |p0 (z)| ≤ |q 0 (z)|, para
todo z ∈ ∂H. Como q 0 (z) = nz n−1 se concluye que |p0 (z)| ≤ |nz n−1 | = n para
todo z ∈ ∂H.

Finalizamos esta sección con una mejora del Teorema de Gauss-Lucas, que
hemos extraı́do de [14].

Teorema 2.20. Sea p(z) ∈ C[z] un polinomio de cuarto grado con cuatro raı́ces
distintas tales que una de ellas está contenida en la envolvente convexa de las
otras tres. Esa raı́z divide el area de la envolvente convexa triangular en tres
triángulos no degenerados (ver Figura 2.8). Entonces el interior de uno de esos
triángulos no contiene ninguna raı́z de p0 (z).

Demostración. Sean z1 , z2 , z3 , z4 ∈ C las raı́ces de p(z). Por el Corolario 1.9


podemos rotar, escalar y trasladar el triángulo sin pérdida de generalidad. Lo
haremos de manera que la raı́z que está en el interior de la envolvente convexa
de las otras tres sea z1 = 0, que otra raı́z sea z2 = 1 y que el argumento de z3 sea
menor estricto que el argumento de z4 , y ambos no nulos. Por tanto podremos
escribir el polinomio en la forma
2.3 Consecuencias del Teorema de Gauss-Lucas 27

Figura 2.8: División del área de la envolvente convexa.

p(z) = z(z − 1)(z − z3 )(z − z4 ) = z 4 − (1 + z3 + z4 )z 3 + (z3 + z4 + z3 z4 )z 2 − z3 z4 z

y su derivada es

p0 (z) = 4z 3 − 3(1 + z3 + z4 )z 2 + 2(ab + a + b)z − ab.

Denotamos por w1 , w2 , w3 a las raı́ces de p(z), que por el Teorema de Gauss-


Lucas sabemos que están en la envolvente convexa de z1 , z2 , z3 y z4 . De las
fórmulas de Vieta deducimos que
1 1
(w1 + w2 + w3 ) = (1 + z3 + z4 ),
3 4
1
w1 w2 + w1 w3 + w2 w3 = (ab + a + b)
2
y
4w1 w2 w3 = ab. (2.7)
Escribamos wj = ρj eiφj para j = 1, 2, 3 y zk = rk eiθk para k = 3, 4.
Entonces la igualdad (2.7) implica que

φ1 + φ2 + φ3 = θ3 + θ4 . (2.8)

Hemos supuesto, sin pérdida de generalidad que 0 < θ3 < θ4 < 2π. También
podemos suponer que 0 ≤ φ1 ≤ φ2 ≤ φ3 ≤ 2π.
Definiendo ∆1 = φ1 , ∆2 = φ2 − θ3 y ∆3 = φ3 − θ4 , tenemos por la igualdad
(2.8) que
∆1 + ∆2 + ∆3 = 0. (2.9)
28 2 Teorema de Gauss-Lucas

Ahora vamos a suponer que existe una raı́z de p0 (z) en cada uno de los
triángulos 4z1 z2 z3 , 4z1 z3 z4 y 4z1 z2 z4 para llegar a una contradicción. Para
ello suponemos que deben darse las siguientes condiciones: w1 está en el sector
comprendido entre z1 z2 y z1 z3 ; w2 está en el sector comprendido entre z1 z3 y
z1 z4 ; y w3 está en el sector comprendido entre z1 z4 y z1 z2 .
Entonces, por la primera condición se tiene que ∆1 ∈ (0, θ3 ), por la segunda
condición se tiene que ∆2 ∈ (0, θ4 − θ3 ) y por la tercera condición que ∆3 ∈
(0, 2π − θ4 ). En suma tenemos que ∆1 + ∆2 + ∆3 ∈ (0, 2π ), contradiciendo la
igualdad (2.9).
Por tanto, uno de los triángulos en los que se divide la envolvente convexa
de las raı́ces de p(z) no contiene ninguna raı́z de p0 (z).


2.4. Aplicaciones del Teorema de Gauss-Lucas para


polinomios con coeficientes reales. Teorema de Jensen.
En el Teorema de Gauss-Lucas hablamos de polinomios con coeficientes
complejos pero ¿qué podemos decir del comportamiento de las raı́ces de la deri-
vada de un polinomio con coeficientes reales?
En primer lugar recordamos que las raı́ces complejas de un polinomio p(z)
con coeficientes reales siempre son pares conjugados; es decir, si z = x + iy ∈ C
es una raı́z de p(z), también lo es su conjugado z = x − iy.
Empezamos con una simple observación.
Proposición 2.21. Para todo polinomio con coeficientes reales, el número de
puntos crı́ticos no reales no puede ser mayor que el número de raı́ces no reales.
Demostración. Recordemos que si p(z) ∈ R[z] con todas sus raı́ces reales,
por el Teorema de Rolle, existe al menos un punto crı́tico real entre cualesquiera
dos raı́ces reales consecutivas.
Por tanto, si p(z) tiene un total de k raı́ces reales contadas con multiplici-
dades, entonces p0 (z) tiene al menos k − 1 puntos crı́ticos reales.

En las hipótesis de la Proposición 2.21, las raı́ces no reales aparecen por
pares conjugados.
Esta información es útil para obtener información de los puntos crı́ticos de
un polinomio con coeficientes reales, que no podemos obtener del Teorema de
Gauss-Lucas.
Definición 2.22. Sean p(z) ∈ R[z] y z0 = x + iy ∈ C\R, y > 0 una raı́z
compleja de p(z). Se llama disco de Jensen (en honor al matemático Johan
Jensen) asociado a z0 al disco:
Dz0 = {z ∈ C / |z − x| ≤ y}.
2.4 Aplicaciones del Teorema de Gauss-Lucas para polinomios con coeficientes reales. Teorema de Jensen. 29

Obsérvese que el diámetro vertical de Dz0 une a z0 con su conjugado


Q8 z0 . En
la Figura 2.9 se ilustran los discos de Jensen del polinomio p(z) = j=1 (z −zj ) ∈
R[z] con z3 , z4 ∈ R y zj ∈ C\R para todo j 6= 3, 4.

Figura 2.9: Discos de Jensen.

A continuación enunciamos y demostramos el conocido como Teorema de


Jensen:

Teorema 2.23. Toda raı́z compleja no real de la derivada de p(z) ∈ R[z] perte-
nece a un disco de Jensen asociado a una raı́z de p(z).

Demostración Sean z1 , ..., zn las raı́ces de p(z). Por el Lema 2.2 tenemos
que
n
p0 (z) X 1
= .
p(z) j=1
z − zj

Denotamos wj = 1/(z − zj ), zj = xj + iyj y z = x + iy. Si la raı́z zj ∈ R,


es decir, zj = xj + 0i entonces multiplicando el numerador y el denominador de
wj por el conjugado de (x − xj + iy) obtenemos
x − xj − iy
wj = ,
(x − xj )2 + y 2
y concluimos que la parte imaginaria de wj es
−y
=(wj ) = . (2.10)
(x − xj )2 + y 2

Por otro lado, si la raı́z zj ∈ C\R se tiene que su conjugado zk := zj también


es raı́z de p(z). Entonces la suma de los términos wj = 1/(x + iy − xj − iyj ) y
wk = 1/(x + iy − xj + iyj ) es
30 2 Teorema de Gauss-Lucas

(x + iy − xj − iyj ) + (x + iy − xj + iyj )
wj + wk = ,
(x + iy − xj − iyj )(x + iy − xj + iyj )

es decir
2x + 2iy − 2xj
wj + wk = .
x2 − y2 + x2j + yj2 − 2xxj + i(2yx − 2yxj )
Multiplicamos ahora el numerador y el denominador por el conjugado de
x − y 2 + x2j + yj2 − 2xxj + i(2yx − 2yxj ) y obtenemos
2

2((x − xj )3 − xy 2 + xyj2 − y 2 xj − xj yj2 ) − i2y((x − xj )2 + y 2 − yj2 )


wj + wk = .
[(x − xj )2 + (y + yj )2 ][(x − xj )2 + (y − yj )2 ]

Por tanto, la parte imaginaria de wj + wk es

−2y((x − xj )2 + y 2 − yj2 )
=(wj + wk ) = . (2.11)
[(x − xj )2 + (y + yj )2 ][(x − xj )2 + (y − yj )2 ]

Entonces
 0     
p (z) X 1 X 1 1
= = = + = + ,
p(z) z − zk z − zk z − zk
=(zk )=0 =(zk )6=0

 
p0 (z)
es decir, = p(z)
es igual a

X −y X −2y((x − xj )2 + y 2 − yj2 )
+ .
j:yj =0
(x − x j )2 + y2
j:y ≥0
((x − x j )2 + (y + y )2 )((x − x )2 + (y − y )2 )
j j j
j

(2.12)
Denotemos por sg(r) al signo de un número real r, es decir, sg(r) es 1, 0
ó −1 según sea r > 0, r = 0 ó r < 0 respectivamente. Entonces de la igualdad
(2.11) tenemos que sg(=(w1 +w2 )) = −sg(y) para todo z fuera de todos los discos
de Jensen de las raı́ces de p(z), lo cual se deduce de la Definición 2.22, pues si
z no está en un disco de Jensen de p(z) entonces |z − xj | = (x − xj )2 + y 2 > yj
para cualquier raı́z zj de p(z). Por otro lado, de la igualdad (2.10) obtenemos
que sg(=(w3 )) = −sg(y) para todo z ∈ C.
En suma, concluimos de la igualdad (2.12)
  0 
p (z)
sg = = −sg(y),
p(z)

para todo z = x + iy, no contenido en ningún disco de Jensen de p(z). Por lo que
para todo z no real y no contenido en ningún disco de Jensen de p(z), p0 (z) 6= 0.

2.5 Conjetura de Sendov 31

2.5. Conjetura de Sendov


Finalizaremos este capı́tulo con la conocida como conjetura de Sendov, en
honor al matemático búlgaro Blagorest Sendov que conjeturó lo siguiente:
Si p(z) ∈ C[z] tiene todas sus raı́ces en el disco de centro el origen y radio
1 y zj es cualquiera de las raı́ces de p(z) entonces p0 (z) tiene al menos una raı́z
en el disco de centro zj y radio 1 (ver Figura 2.10).

Figura 2.10: Punto crı́tico w en el disco centrado en zj y de radio 1.

El Teorema de Gauss-Lucas garantiza que los polinomios en las hipótesis


de la conjetura de Sendov tienen todos sus puntos crı́ticos en el disco de centro el
origen y radio 1 (ver Teorema 2.16). La conjetura de Sendov precisa la posición
de dichos puntos crı́ticos.
La conjetura fue publicada por primera vez en 1967 en [5]. Hasta 2020 solo
se habı́a demostrado la conjetura para polinomios de grado menor o igual que
9.
En 2020 Terence Tao (medalla Fields en 2006) demostró la conjetura para
polinomios de grado suficientemente grande (ver [16]).
La conjetura es cierta para polinomios con 3 raı́ces distintas y grado mayor
o igual que 4, como se prueba en [3]. En este artı́culo los autores afirman, sin
completar la demostración, que la conjetura es cierta para polinomios con r
raı́ces cuyos grados sean mayores o iguales que 2r−1 . Completamos la prueba de
ello en la siguiente proposición:
Proposición 2.24. Sea p(z) = (z − z1 )m1 (z − z2 )m2 . . . (z − zr )mr ∈ C[z], con
m1 + m2 + · · · + mr ≥ 2r−1 , r ≥ 3, un polinomio cuyas raı́ces z1 , z2 , ..., zr son
distintas y están contenidas en el disco unitario centrado en el origen. Entonces
p0 (z) tiene al menos una raı́z contenida en el disco |z − z1 | ≤ 1.
Demostración. Si m1 + m2 + . . . mr ≥ r + 1, entonces como m1 , m2 , ..., mr ∈
N, al menos un mi es mayor o igual a 2. Si m1 ≥ 2, entonces por el Lema 2.1
32 2 Teorema de Gauss-Lucas

sabemos que z1 es raı́z de p0 (z) y por tanto z1 es una raı́z de p(z) contenida en
el disco |z − z1 | ≤ 1.
Supongamos ahora que m1 = 1, aplicando de nuevo el Lema 2.1, denotando
al grado de p(z) como n, tenemos que

p0 (z) = n(z − z1 )m1 −1 (z − z2 )m2 −1 . . . (z − zr )mr −1 (z − z10 ) . . . (z − zr−1


0
), (2.13)

para ciertos z10 , ..., zr−1


0
∈ C. Esto es ası́ ya que cada raı́z zj de p(z) es raı́z en
0
p (z) de multiplicidad mj − 1, que el coeficiente del término de mayor grado de
p0 (z) es n y que, como el grado de p0 (z) es n − 1, debe tener otras r − 1 raı́ces
distintas de z1 , ..., zr .
Por otro lado tenemos que, por ser z1 raı́z de p(z), podemos escribir el
polinomio en la forma
p(z) = (z − z1 )q(z),
para algún q(z) de grado n − 1; derivando a ambos lados tenemos

p0 (z) = q(z) + (z − z1 )q 0 (z),

y evaluando en z1

p0 (z1 ) = q(z1 ) = (z1 − z2 )m2 . . . (z1 − zr )mr . (2.14)

De las igualdades (2.13) y (2.14) obtenemos que

n(z1 − z10 ) . . . (z1 − zr0 ) = (z1 − z2 ) . . . (z1 − zr ). (2.15)

Como por hipótesis z1 , ..., zr están contenidas en el disco unitario centrado


en el origen entonces aplicando la desigualdad triangular

|zj − zk | ≤ |zj | + |zk | ≤ 2, (2.16)

para j, k ∈ {1, 2, ..., r}, j 6= k. Por tanto, de las igualdades (2.15) y (2.16) se
r−1
deduce que |z1 − z10 | . . . |z1 − zr−1
0
| ≤ 2 n ≤ 1, por ser n ≥ 2r−1 , y se concluye
que |z1 − zj0 | ≤ 1 para algún j = 1, ..., r − 1.

Finalizaremos el capı́tulo demostrando la conjetura de Sendov siguiendo
la prueba dada en [3], para polinomios de grado tres con tres raı́ces distintas.
Necesitamos para ello el siguiente lema preliminar:

Lema 2.25. Sea p(z) ∈ C[z] de grado n ≥ 2. Sea z0 una raı́z simple de p(z) y
z10 , ..., zn−1
0
las raı́ces de p0 (z). Si |p00 (z0 )| ≥ (n − 1)|p0 (z0 )|, entonces |z0 − zj0 | ≤ 1
para al menos un j ∈ {1, ..., n − 1}.
2.5 Conjetura de Sendov 33

Demostración. Podemos suponer sin pérdida de generalidad que p(z) es


mónico.
Aplicando el Lema 2.2 a p0 (z) obtenemos
n−1
p00 (z) X 1
= 0
.
p0 (z) j=1
z − zj

Como z0 es una raı́z simple de p(z), entonces z0 6= zj0 para todo j ∈


{1, ..., n − 1}.
Supongamos por reducción al absurdo que |zo − zj0 | > 1 para todo j ∈
{1, ..., n − 1}, entonces, aplicando la hipótesis tenemos
n−1
p00 (z0 ) X 1
n−1≤ 0 ≤ < n − 1,
p (z0 ) j=1
|z0 − zj0 |
que es un absurdo.
Por tanto existe j ∈ {1, ..., n − 1} tal que |z0 − zj0 | ≤ 1.

Observamos que si p(z) ∈ C[z] es de grado n y sus raı́ces son z0 , z1 , ..., zn−1
00 (z ) 2q 0 (z0 )
podemos escribir p(z) = (z − z0 )q(z) y obtenemos pp0 (z 0
0 )
= q(z0 )
. Aplicando el
Lema 2.2 a q(z) tenemos.
n−1
p00 (z0 ) X 1
0
=2 . (2.17)
p (z0 ) z − zj
j=1 0

Proposición 2.26. La conjetura de Sendov es cierta para polinomios de grado


tres con tres raı́ces distintas.
Demostración. Sea p(z) = (z − z0 )(z − z1 )(z − z2 ) ∈ C[z] con z0 , z1 y z2
contenidos en el disco de centro el origen y radio 1 que denotamos D. En parti-
cular el punto medio w := 21 (z1 + z2 ) del segmento z1 z2 también está contenido
en D. Definamos x = |z0 − z1 |, y = |z0 − z2 |, a = |z0 − 12 (z1 + z2 )|, b = 12 |z1 − z2 |
(ver Figura 2.11). Como z0 , z1 , z2 , w ∈ D, la distancia entre dos cualesquiera de
ellos es menor o igual que 2, y tenemos que 0 < x ≤ 2, 0 < y ≤ 2, 0 ≤ a ≤ 2,
0 ≤ b ≤ 1.
De la igualdad (2.17) obtenemos que
p00 (z0 ) 1 1 z0 − z2 + z0 − z1
0
=2 + =2 ,
p (z0 ) z0 − z1 z0 − z2 (z0 − z1 )(z0 − z2 )
que a su vez es igual a

|z0 − z2 + z0 − z1 | |2z0 − z1 − z2 | |z0 − 21 (z1 + z2 )|


2 =2 =4 .
|z0 − z1 ||z0 − z2 | xy xy
34 2 Teorema de Gauss-Lucas

Figura 2.11: Ejemplo de disposición geométrica de las raı́ces z0 , z1 y z2 .

Se concluye que
p00 (z0 ) 4a
0
= .
p (z0 ) xy
Por el Lema 2.25, tenemos que la conjetura es cierta siempre que xy ≤ 2a.
En particular, como y ≤ 2 y x ≤ 2, la conjetura es cierta siempre que x ≤ a o
y ≤ a. Ahora, asumamos que y > a y x > a.
Si aplicamos módulo a la igualdad (2.15) para el caso de grado 3 se tiene
3|z0 −z10 ||z0 −z20 | = |z0 −z1 ||z0 −z2 | = xy. Si xy ≤ 3 entonces |z0 −z10 ||z0 −z20 | ≤ 1
y la conjetura serı́a cierta. Supongamos ahora que xy > 3. Tenemos por tanto
que x2 + y 2 = (x − y)2 + 2xy > 6.
Aplicamos el teorema del coseno [2] al ángulo < z1 z0 z2 y obtenemos que
cos(< z1 z0 z2 ) = (x2 + y 2 − 4b2 )/2xy. Como b ≤ 1 se tiene que cos(< z1 z0 z2 ) =
(x2 + y 2 − 4b2 )/2xy > (6 − 4)/2xy = 1/xy > 0 y el ángulo < z1 z0 z2 es agudo.
Además, el recı́proco del Teorema de Pitágoras nos dice que los ángulos del
triángulo T = 4z0 z1 z2 son agudos si se da x2 + y 2 > 4b2 , pero esto se tiene ya
que x2 + y 2 > 6 > 4 > 4b2 .
Un resultado de geometrı́a clásica nos dice que si un triángulo tiene todos
sus ángulos agudos, entonces la circunferencia circunscrita al triángulo T que
pasa por los vértices del triángulo, que sabemos que existe por la Proposición
1.3, tiene su centro en el interior del triángulo (ver [2]). Este centro coincide con
el circuncentro definido en la Definición 1.5.
Entonces si llamamos R al radio de la circunferencia circunscrita a T se
tiene que R ≤ 1.
Sea h la altura de la perpendicular del segmento z1 z2 que pasa por z0 como
se muestra en la Figura 2.11. Entonces, por un teorema clásico en geometrı́a
euclı́dea, concluimos que xy = 2Rh ≤ 2a.

3
Teorema de Siebeck-Marden

En el caso de polinomios de grado tres es posible refinar aún más el Teorema


de Gauss-Lucas. El teorema al que dedicaremos este capı́tulo es conocido como
el Teorema de Marden, sin embargo, el matemático Morris Marden en su libro
[13] atribuye el teorema a J. Siebeck (ver [15]). Los resultados empleados en este
capı́tulo han sido extraı́dos de [9].
El teorema dice lo siguiente:
Teorema (de Siebeck-Marden). Sea p(z) un polinomio de tercer grado
con coeficientes complejos, cuyas raı́ces z1 , z2 y z3 son puntos no colineales en
el plano real y sea T el triángulo con vértices en z1 , z2 y z3 . Entonces existe una
única elipse inscrita en T tangente a los puntos medios de los lados de T y sus
focos son las raı́ces de p0 (z).
Cabe destacar que la condición de no colinealidad de las raı́ces es necesaria,
ya que de darse la colinealidad no podrı́amos hablar del triángulo formado por
las raı́ces. Además, las raı́ces del polinomio deben ser simples, pues la prueba
no se sostiene para polinomios con raı́ces múltiples.
Mostraremos, previo a la demostración del teorema, algunos resultados
útiles para la prueba del Teorema de Siebeck-Marden.

3.1. Algunos resultados previos a la prueba


Durante esta sección probaremos los lemas y proposiciones previos a la
prueba del Teorema de Siebeck-Marden. Estos resultados son unos enunciados
geométricos que relacionan las raı́ces de un polinomio de tercer grado con las
raı́ces de su derivada.

Lema 3.1. Sea p(z) ∈ C[z] un polinomio con raı́ces en z1 , z2 y z3 correspon-


dientes a tres puntos no colineales del plano, y sea T el triángulo cuyos vértices
son dichos puntos. Si definimos E como la elipse con focos en las raı́ces de p0 (z)
que pasa por el punto medio de uno de los lados del triángulo T , entonces ese
lado es tangente a E en ese punto.
36 3 Teorema de Siebeck-Marden

Podemos afirmar que la elipse existe y es única puesto que conocemos los
focos y un punto de la misma (Definición 1.1).
Demostración. Sin pérdida de generalidad, podemos rotar, trasladar y esca-
lar el triángulo de la forma que elijamos mediante una transformación afı́n. Por
tanto, transformemos el triángulo de modo que uno de sus lados se encuentre
reposando a lo largo del eje x centrado en el origen, y tenga longitud 2, mientras
que el vértice opuesto se encuentra en el semiplano superior como muestra la
Figura 3.1. Ası́, los vértices de T están en (1, 0), (−1, 0) y (a, b) donde b > 0.

Figura 3.1: Transformación del triángulo.

Como sabemos que z1 = 1, z2 = −1 y z3 = a + bi = w son las raı́ces de p(z)


el cual podemos suponer mónico sin pérdida de generalidad, vamos a calcular
las raı́ces de p0 (z). Tenemos que

p(z) = (z − 1)(z + 1)(z − w) = z 3 − wz 2 − z + w.


Derivamos el polinomio obteniendo
 
0 2 2 2w 1
p (z) = 3z − 2wz − 1 = 3 z − z− .
3 3
De aquı́, si las raı́ces de p0 (z) son z4 = r4 eiθ4 y z5 = r5 eiθ5 (con 0 ≤ θ4 , θ5
< 2π ), usando las fórmulas de Cardano-Vieta podemos concluir que:
2w
z4 + z5 = , (3.1)
3
y
1
z4 z5 = − . (3.2)
3
3.1 Algunos resultados previos a la prueba 37

De la ecuación (3.1) sabemos que al menos una de las raı́ces de p0 (z) está
en el semiplano superior (w pertenece al semiplano superior). Además de la
ecuación (3.2) tenemos que

θ4 + θ5 = π. (3.3)
En conjunto se obtiene que las dos raı́ces de p0 (z) deben estar en el semiplano
superior.
Definimos la elipse E que tiene a z4 y z5 como focos y que pasa por el origen,
que es el punto medio del lado que se encuentra en el eje x. Dicha elipse existe
y es única por la Definición 1.1 (ver Figura 3.2). Para probar que la elipse es
tangente a este lado en el (0, 0), probaremos que las rectas desde el origen hasta
cada foco forman ángulos iguales con los semiejes x positivo y negativo aplicando
la Proposición 1.14. Esta proposición nos dice que si la recta es tangente a un
punto de la elipse, entonces los ángulos que forman los focos de la elipse con
la recta tangente en ese punto son iguales. Observamos que si fijamos el punto
(en este caso el origen) existirá una única recta que verifique la condición de los
ángulos, esta recta debe ser la recta tangente.

Figura 3.2: Elipse inscrita que pasa por el origen.

Si consideramos las raı́ces como vectores desde el origen, por la ecuación


(3.3) los ángulos que forman los vectores con el semieje x positivo son suplemen-
tarios. Por lo tanto, ambas raı́ces están en el eje y, o una raı́z forma un ángulo
agudo con el semieje x positivo y la otra forma un ángulo igual con el semieje x
negativo (ver Figura 3.3).
En cualquier caso, esto muestra que las rectas que trazamos desde los focos
de la elipse (las raı́ces de p0 (z)) hasta el origen forman ángulos iguales con el eje
x, que es por tanto, una recta tangente de la elipse. 
38 3 Teorema de Siebeck-Marden

Figura 3.3: Ángulo que forman los focos con los semiejes x positivo y negativo.

Lema 3.2. Sean p(z) ∈ C[z] un polinomio con raı́ces en z1 , z2 , z3 y T el triángu-


lo con vértices en z1 , z2 , z3 . Consideramos la elipse E con focos en las raı́ces de
p0 (z) y que es tangente a un lado de T en su punto medio. Entonces la elipse E
es tangente a los otros dos lados de T.

Como antes, z1 , z2 y z3 deben ser distintas para que se cumpla la condición


de no colinealidad.
Demostración. Como hemos hecho antes, podemos rotar, escalar y trasladar
el triángulo T mediante una transformación afı́n. En este caso, apoyaremos el
lado el cual es tangente a la elipse E en el eje de las x, situando uno de los
vértices en el origen de coordenadas y otro en (1,0). El vértice que falta estará
en w = (a, b) con b > 0 (que corresponde al número complejo w = a + bi).
Demostraremos que la elipse E también es tangente al lado 0w.
Sabemos que p(z) = z(z − 1)(z − w). Multiplicando los factores obtenemos

p(z) = z 3 − (1 + w)z 2 + wz,


y si derivamos
p0 (z) = 3z 2 − 2(1 + w)z + w.
Consideremos
1 2 w
q(z) = p0 (z) = z 2 − (1 + w)z + .
3 3 3
Observamos que q(z) y p0 (z) tienen las mismas raı́ces, que denotaremos z4
y z5 . Por la fórmula de Cardano-Vieta tenemos que z4 + z5 = 23 (1 + w), de lo cual
se deduce que al menos una de las raı́ces debe estar en el semiplano superior.
Pero por el Lema 3.1 sabemos que también son los focos de una elispe tangente
al eje x en el ( 12 , 0), que es el punto medio del lado que reposa sobre el eje x.
3.1 Algunos resultados previos a la prueba 39

Figura 3.4: Posiciones de los ángulos

Luego, ambas raı́ces deben estar en el semiplano superior y por tanto podemos
expresar las raı́ces como z4 = r4 eiθ4 y z5 = r5 eiθ5 , donde 0 < θ4 ≤ θ5 < π.
A continuación, del mismo modo que hicimos en la demostración del Lema
3.1, tenemos por la otra fórmula de Cardano-Vieta que z4 z5 = w3 , lo que muestra
que el argumento de z4 z5 es el mismo que el argumento de w; es decir, la suma
θ4 + θ5 es igual al ángulo que forman el semieje x positivo con el segmento 0w.
Por consiguiente, el ángulo que forman los segmentos 0z5 y 0w será el ángulo
que forman el semieje x positivo con el segmento 0w (que hemos visto que es
θ4 + θ5 ) menos el ángulo θ5 ; es decir, será igual a θ4 , como se aprecia en la Figura
3.4.
Ahora aplicaremos el Lema 1.16, tomando el origen como punto exterior
de la elipse (ver Figura 3.5). Podemos afirmar que el origen es un punto exterior
de la elipse ya que el eje x es tangente a E en x = 21 .
Por el Lema 1.16, el ángulo que forman 0w y 0z5 debe ser igual al que
forman 0z4 y el eje x, el cual habı́amos visto que es θ4 . Pero ese es el mismo
ángulo que formaban 0z5 y 0w. Esto muestra que 0w es tangente a E.
Falta ver que el lado 1w es tangente a E. Podemos trasladar horizontal-
mente el triángulo para que sus vértices estén en (−1, 0) y (0, 0), en lugar de en
(0, 0) y (1, 0), resultando en el caso que ya hemos probado. 

Proposición 3.3. Sean M una aplicación definida por M (z) = αz + β con


α, z, β ∈ C, α 6= 0 y p(z) un polinomio de tercer grado con coeficientes comple-
jos, cuyas raı́ces son z1 , z2 , z3 . Entonces si el Teorema de Siebeck-Marden se
cumple para p(z), también se cumplirá para pM (z) := p(M (z)).

Demostración. Sea M : C → C la aplicación definida por M (z) = αz + β


con αz, β ∈ C, α 6= 0. Supongamos que el teorema de Siebeck-Marden es válido
para p(z), veamos que también se cumple para p(M (z)).
40 3 Teorema de Siebeck-Marden

Figura 3.5: La elipse es tangente al lado 0w

Habı́amos visto que si z ∈ C, z = z1 + iz2 con z1 , z2 ∈ R, podemos definir


la aplicación M : R2 −→ R2 , asociada a M de la siguiente manera:
   
α1 α2 β1
M (z) = M (z1 , z2 ) = (z1 , z2 ) + .
−α2 α1 β2

Sea T el triángulo con vértices en z1 , z2 y z3 (las raı́ces de p(z)). Suponga-


mos que existe una elipse E inscrita en T y tangente a T en los puntos medios
de los lados de T , cuyos focos coinciden con las raı́ces de p0 (z). Dado que M (z)
es una transformación afı́n se tiene que, por el Corolario 1.9 lleva T a un nuevo
triángulo con vértices en M (z1 ), M (z2 ) y M (z3 ), el cual tendrá, por el Corolario
1.13, una elipse inscrita tangente a los puntos medios de sus lados.
Si p(z) = (z − z1 )(z − z2 )(z − z3 ), se define pM (z) como

pM (z) := (z − M (z1 ))(z − M (z2 ))(z − M (z3 )). (3.4)

Veamos ahora que M lleva las raı́ces de p0 (z) en las de p0M (z). Sustituimos
z por M (z) en la definición de pM :

pM (M (z)) = (M (z) − M (z1 ))(M (z) − M (z2 ))(M (z) − M (z3 )). (3.5)

Dado que M (z) − M (zj ) = αz + β − (αzj + β) = α(z − zj ) la igualdad (3.5)


se reduce a:
pM (M (z)) = α3 p(z).
Derivando a ambos lados y teniendo en cuenta que M 0 (z) = α, tenemos

(pM (M (z)))0 = (α3 p(z))0 ,


3.2 Teorema de Siebeck-Marden 41

es decir
p0M (M (z))M 0 (z) = α3 p0 (z),
o equivalentemente
αp0M M (z)) = α3 p0 (z)
y concluimos
p0M (M (z)) = α2 p0 (z).
Por tanto, si z es raı́z de p0 (z) entonces M (z) es raı́z de p0M (z).


3.2. Teorema de Siebeck-Marden


Procedamos a demostrar el Teorema de Siebeck-Marden. Este teorema nos
da una visión geométrica del comportamiento de las raı́ces de un polinomio de
tercer grado y las de su derivada.

Teorema 3.4. Sea p(z) un polinomio de tercer grado con coeficientes complejos,
cuyas raı́ces z1 , z2 y z3 son puntos no colineales en el plano real y sea T el
triángulo con vértices en z1 , z2 y z3 . Entonces existe una única elipse inscrita
en T tangente a los puntos medios de los lados de T y sus focos son las raı́ces
de p0 (z).

Observamos que, como hemos dicho previamente, las raı́ces z1 , z2 y z3 deben


ser distintas para cumplir la condición de no colinealidad.
Demostración. Sean p(z) ∈ C[z] con raı́ces z1 , z2 y z3 ; y T el triángulo con
vértices en z1 , z2 y z3 . Denotamos por l1 , l2 y l3 a los lados de T . Consideramos
ahora la elipse E que tiene a las raı́ces de p0 (z) como focos y que pasa por el
punto medio de l1 , que por la Definición 1.1 está bien definida..
Por el Lema 3.1, sabemos que l1 es tangente a E en su punto medio. Además
sabemos, por el Lema 3.2 que los otros dos lados de T , l2 y l3 , son tangentes a
E. Podemos afirmar que los puntos de tangencia de l2 y l3 deben ser los puntos
medios, ya que de no ser ası́, podemos repetir la construcción comenzando desde
otro lado (por ejemplo l2 ), obteniendo otra elipse E 0 . Como E y E 0 tienen los
mismos focos y l2 es tangente a ambas en el mismo punto, por la Definición 1.1
deben ser coincidentes; es decir, ambas pasan por el punto medio de l2 . Por un
razonamiento análogo podemos afirmar lo mismo para todos los lados de T . Por
tanto concluimos que E es tangente al punto medio de los tres lados de T .

Ahora podemos retomar el Ejemplo 2.14. Habı́amos considerado el polino-
mio p(z) = x3 − 5x2 + 7x + 13 y obtenido sus raı́ces z1 = −1, z2 = 3 + 2i y
z3 = 3 − 2i. También habı́amos obtenido las raı́ces de p0 (z) = 3x2 − 10x + 7, que
son z10 = 1 y z20 = 37 .
42 3 Teorema de Siebeck-Marden

Denotamos por T al triángulo con vértices en z1 , z2 y z3 . Entonces podemos


dibujar la elipse con focos en z10 y z20 que pasa por los puntos medios de los lados
del T como se ilustra en en la Figura 3.6. Calculemos ahora su centro, la distancia
1+ 7
focal y sus ejes mayor y menor. Tenemos que su centro es (x0 , y0 ) = ( 2 3 , 0) =
( 53 , 0) y la distancia focal es c = √53 − 1 = 32 . Por otro lado se tiene que el eje
mayor vale a = 43 y el eje menor 2 3 3 .
Esta elipse se define como
 
7 8
E := z ∈ C/ |1 − z| + − z =
3 3
La expreción algebraica de la elipse será de la forma

(x − x0 )2 (y 2 − y0 )
+ = 1,
a2 b2
es decir,
5 2

x− 3 y2
16 + 4 = 1.
9 3

Figura 3.6: Elipse con focos en z10 y z20


Conclusiones

A lo largo de la memoria hemos estudiado diferentes propiedades geométri-


cas de los polinomios en una variable y con coeficientes complejos, en particular,
aquellas que relacionan las raı́ces de un polinomio con las raı́ces de su derivada,
usando para ello propiedades de la geometrı́a en el plano real como son algunas
inherentes a las elipses reales y a los triángulos.
En el segundo capı́tulo profundizamos en el Teorema de Gauss-Lucas y en
el estudio de distintos resultados que son consecuencia de este teorema para
polinomios con coeficientes complejos. Por otra parte, mostramos consecuencias
del Teorema de Gauss-Lucas para polinomios con coeficientes reales, entre las
que destacamos el Teorema de Jensen. A continuación estudiamos la conjetura de
Sendov, una versión refinada del Teorema de Gauss-Lucas. Por último detallamos
la prueba del Teorema de Siebeck-Marden.
Un estudio complementario al aquı́ expuesto podrı́a ser el análisis de otras
consecuencias del Teorema de Gauss-Lucas dada la amplia bibliografı́a que exis-
te, ası́ como una investigación de las pruebas de la conjetura de Sendov para
ciertos casos particulares, que no han sido incluidos en esta memoria.
Bibliografı́a

[1] BERNSTEIN, S. Leçons Sur les Propriétés Extremales. (Collection Borel)


Paris, 1926.
[2] BUSER, Peter - COSTA, Antonio F. Curso de Geometrı́a Básica, Sanz y
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[4] DE BRUIJN, Nicolaas Govert. Inequalities Concerning Polynomials in the
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[5] HAYMAN, Walter. Research Problems in Funtion Theory. The Athlone
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[6] JENSEN, J. L. W. Recherches sur la Théorie des Équations. Cta Math. 36,
1913.
[7] JERÓNIMO-CASTRO, Jesús. Propiedades Geométricas de las Raı́ces de
un Polinomio de Variable Compleja. Facultad de ingenierı́a, Universidad
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[9] KALMAN, Dan. An Elementary Proof of Marden’s Theorem. The Mathe-
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[10] LUCAS, Félix. Géométrie des Polynômes J. Ecole Polytech. (1) 46, 1879.
[11] LUCAS, Félix. Propriétés Géométriques des Fractions Rationnelles. Sci.
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[12] LUCAS, Félix. Statique des Polynômes. Bull. Soc. Math. France 17 1888.
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[14] RÜDINGER, Andreas. Strengtheing the Gauss-Lucas Theorem for polyno-
mials with Zeros in the interior of the convex hull . 2000 Mathematics Sub-
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46 Bibliografı́a

[15] SIEBECK, J. Eine neue analytische behandlungweise der brennpunkte.


Reine Angew. Math., vol. 64, 1864.
[16] TAO, Terence. Sendov’s conjecture for sufficiently high degree polinomials.
https://arxiv.org/abs/2012.04125 8 Dec 2020.
[17] TIMONEY, Richard M. Chapter 3: The Maximum Modulus Principle.
Course 414, 2003/04.
[18] WALSH, J. L. The Location of The roots of the Derivative of a Rational
Function. Ann. of Math. 22 1920.
Relative position of the critical points of a
polynomial
Daniel Herrera Martı́n
Facultad de Ciencias · Sección de Matemáticas
Universidad de La Laguna
alu0101104393@ull.edu.es

Poster Abstract
Jensen’s Theorem. Any nonreal complex root of the derivative
The roots of a polynomial in one variable and with complex coef- of p(z) ∈ C[z] belongs to a Jensen disk associated to a root of p(z).
ficients can be represented geometrically in the real plane. In this
way, we can study different geometric properties of the roots of
polynomials, in particular, we are especially interested in the ge-
2. Sendov’s conjecture
ometric relationship that exists between the roots of a polynomial
and those of its derivative.
Sendov’s conjecture. If p(z) has all its roots in the disk with cen-
1. Gauss-Lucas Theorem ter at the origin and radius 1 and zj is any of the roots of p(z) then
p0(z) has at least one root in the disk of center zj and radius 1.
The Gauss-Lucas Theorem relates geometrically the roots of a
polynomial to those of its derivative.
Lemma. Let z0 be a root of a polynomial p(z) ∈ C[z] and suppose
that the multiplicity of z0 is m ≥ 2. Then z0 is also a root of p0(z)
with multiplicity m − 1.
Proposition. The centroid of the roots of a polynomial p(z) ∈ C[z]
coincides with the centroid of the roots of its derivative p0(z).
Definition. We define the convex hull of X = {x1, x2, ..., xr } ⊆ Rn
as the intersection of all convex sets of Rn containing X. That is, Figure 3: Critical point w in the disk centered at zj and radius 1.
the convex hull of X is the smallest convex set containing X.

Proposition. Let p(z) = (z − z1)m1 (z − z2)m2 . . . (z − zr )mr ∈ C[z],


with m1 +m2 +· · ·+mr ≥ 2r−1, r ≥ 3, be a polynomial whose roots
z1, z2, ..., zr are distinct and are contained in the unit disk centered
at the origin. Then p0(z) has at least one root contained in the disk
|z − z1| ≤ 1.
Proposition. Sendov’s conjecture is true for polynomials of de-
gree three with three distinct roots.
Figure 1: Example of the convex hull of a collection of poitns.

3. Siebeck-Marden Theorem
Gauss-Lucas Theorem. All roots of the derivative of a non-
constant polynomial p(z) are contained in the convex hull of the
roots of p(z). Siebeck-Marden’s Theorem. Let p(z) be a polynomial of third
Theorem. Let H ⊆ R2 be a closed convex subset, ∂H be the degree with complex coefficients, whose roots z1, z2 and z3 are
boundary of H and p(z), q(z) ∈∈ C[z] such that noncollinear points in the real plane and let T be the triangle with
vertices at z1, z2 and z3. Then there exists a unique ellipse in-
1. deg(p(z)) ≤ deg(q(z)).
scribed in T tangent to the midpoints of the sides of T and its foci
2. |p(z)| ≤ |q(z)|, for all z ∈ ∂H. are the roots of p0(z).
3. All roots of q(z) are in H ∪ ∂H.
Then |p0(z)| ≤ |q 0(z)| for all z ∈ ∂H.
Theorem. Let p(z) be a polynomial with complex coefficients of
degree less than or equal to n such that |p(z)| ≤ 1 for all |z| ≤ 1.
Then |p0(z)| ≤ n for z ≤ 1.
Theorem. Let p(z) ∈ C[z] be a fourth degree polynomial with four
distinct roots such that one of them is contained in the convex
hull of the other three. That root divides the area of the triangu-
lar convex envelope into three non-degenerate triangles. Then Figure 4: Example of Siebeck-Marden Theorem.
the interior of one of those triangles does not contain any root of
p0(z).
Definition. Let p(z) ∈ C[z] and z0 = x + iy ∈ C\R, y > 0 be a
complex root of p(z). We call the Jensen disk associated with z0 References
the disk:

Dz0 = {z ∈ C / |z − x| ≤ y}. [1] COHEN, G. L. - SMITH, G. H. A Simple Verification of Ilieff’s


Conjecture for Polynomials with Three Zeros. The American
Mathematical Monthly, 95 (8), 1988.
[2] KALMAN, Dan. An Elementary Proof of Marden’s Theorem.
The Mathematical Association of America, April 2018.
[3] MARDEN, Morris. Geometry of Polynomials. Mathematical
Survey Number 3. The American Mathematical Society, Rhode
Figure 2: Jensen’s disks.
Island 1966.

TRABAJO FIN DE GRADO, Convocatoria de Julio, 2021

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