Miguel Angel
Miguel Angel
Miguel Angel
Desarrolló su labor artística a lo largo de más de setenta años entre Florencia y Roma, que era donde vivían
sus grandes mecenas, la familia Médici de Florencia y los diferentes papas romanos.
• Fue el primer artista occidental del que se publicaron dos biografías en vida: Le vite de’ più eccellenti pi-
ttori, scultori e architettori, de Giorgio Vasari, publicada en 1550 en su primera edición, en la cual fue el
único artista vivo incluido, y Vita de Michelangelo Buonarroti, escrita en 1553 por Ascanio Condivi, pintor
y discípulo de Miguel Ángel, que recoge los datos facilitados por el mismo Buonarroti.
• Fue muy admirado por sus contemporáneos, que le llamaban el Divino.
• Benedetto Varchi, el 12 de febrero de 1560, le envió una carta en nombre de todos los florentinos dicién-
dole:...toda esta ciudad desea sumisamente poderos ver y honraros tanto de cerca como de lejos... Vuestra
Excelencia nos haría un gran favor si quisiera honrar con su presencia su patria.
• Triunfó en todas las artes en las que trabajó, caracterizándose por su perfeccionismo. La escultura, según
había declarado, era su predilecta y la primera a la que se dedicó; a continuación, la pintura, casi como una
imposición por parte del papa Julio II, y que se concretó en una obra excepcional que magnifica la bóveda
de la Capilla Sixtina; y ya en sus últimos años, realizó proyectos arquitectónicos.
• La obra de Miguel Ángel, celebrada por sus contemporáneos como el punto culminante del arte renacen-
tista, fue también su dramática conclusión. Sus esculturas, sus pinturas y su arquitectura, fueron admiradas
más allá de todo límite, consideradas como creaciones superiores a las de los antiguos y por encima de la
naturaleza misma.
• Pero Miguel Ángel estaba todavía vivo cuando se inició la polémica, entre los apasionados exaltadores de
su arte y sus detractores, que condenaban la falta de medida y de naturalidad, contraponiendo su fuerza a
la gracia y la elegancia del arte de Rafael. Lodovico Dolce el año 1557, tildaba de monótonos los desnudos
de Miguel Ángel en comparación con la belleza de las obras de Rafael.
• Fue criticado también por la iglesia italiana, durante la segunda mitad del seiscientos, ya que sus obras no
eran afines a las nuevas normas del Concilio de Trento. Desde la mitad del siglo xviii, fueron cambiando las
críticas hasta llegar a la total adoración por su arte.
•
• El carácter profundamente religioso de Miguel Ángel, su genial cabeza le llevaron a ser considerado como
un mito lo que le acarreó, como antes se ha apuntado, algunas críticas ya que su dominio de las técnicas
clásicas llevaron a que, en cierta medida, jugara con ellas y las sobrepasara.
• Su modo de ser impulsivo le llevó a dedicarse en su juventud a manifestaciones artísticas principalmente
escultóricas en donde el artista tiene una mayor cercanía con su obra, la lleva a cabo él mismo, cosa que se
pierde con la arquitectura que por encargo papal acepta en muchas ocasiones principalmente en el segundo
tramo de su vida. Su concepción anuncia la próxima arquitectura barroca
• Empezó el trabajo el día 10 de mayo de 1508, rechazando la colaboración de pintores expertos en frescos;
también hizo quitar los andamios que había colocado Bramante y puso unos nuevos diseñados por él.
Mientras trabajaba en su primer fresco (El Diluvio), tuvo problemas con la pintura, la humedad alteró los
colores y el dibujo, tuvo que recurrir a Giuliano da Sangallo para su solución y volver a empezar; Miguel
Ángel aprendió a fuerza de sufrimiento la técnica del fresco, ya que según Vasari, hacía falta:...realizar en
una única jornada toda la escena... La obra se ejecuta sobre la cal aún fresca, hasta concluir la parte previs-
ta... Los colores aplicados sobre el muro húmedo producen un efecto que se modifica cuando se seca... Lo
que se ha trabajado al fresco queda para siempre, pero lo que ha estado retocado en seco se puede quitar
con una esponja húmeda....
• La superficie pintada en un día se llama «jornada»; la escena de La Creación de Adán, una de las más es-
pectaculares de la bóveda, se realizó en dieciséis jornadas.
• El artista también estuvo bajo la tensión de las continuas discusiones con el papa, las prisas por acabar la
pintura y los pagos que no recibía. Finalmente, la gran obra de la pintura de la bóveda se presentó pública-
mente el 31 de octubre de 1512
• El tema se basa en el Apocalipsis de san Juan. La parte central está ocupada por un Cristo con gesto enér-
gico, que separa los justos de los pecadores, y a su lado tiene a su madre María, temerosa por el gesto tan
violento de su Hijo. A su alrededor están los santos, fácilmente reconocibles ya que la mayoría muestran
los atributos de su martirio, entre los que se encuentra san Bartolomé, que en su martirio fue despellejado;
este santo lleva colgada en su mano su propia piel, donde se reconoce el autorretrato de Miguel Ángel. Justo
debajo hay un grupo con ángeles con trompetas, anunciadores del Juicio. Todas las escenas están rodeadas
por una multitud de personajes, unos al lado derecho de Cristo, los que ascienden al cielo, y a la izquierda
los condenados que bajan a las tinieblas, algunos de los cuales se encuentran encima de la barca de Caronte,
presente en la Divina Comedia de Dante
• 1559, Daniele da Volterra, por orden del papa Pablo IV, cubrió las «vergüenzas» de las figuras desnudas.
• Después de la restauración empezada el año 1980, las pinturas vuelven a lucir tal y como las realizó Miguel
Ángel.
ARQUITECTURA
Biblioteca Laurenciana:
Emplazada dentro del convento de la basílica de San Lorenzo, en el piso superior del lado oriental del claustro,
empezaron los proyectos que sufrirían un gran número de variaciones. Hacía falta organizar espacios diferen-
tes para separar los libros latinos de los griegos, y también se querían repartir los libros raros en pequeñas salas,
pero al final se acabó optando para organizarlo todo en una gran sala. Se centraron los esfuerzos en resolver el
soporte de la nueva estructura sobre los muros antiguos: en la biblioteca se bajó el nivel del techo y se situaron
ventanas muy próximas las unas a las otras, con lo que se conseguía ampliar la luminosidad; el vestíbulo se
diseñó como lugar de circulación, con una altura superior, y se añadieron ventanas de iluminación