Perspectivas de Crecimiento
Perspectivas de Crecimiento
Perspectivas de Crecimiento
En las últimas dos décadas, únicamente en los años 2006 y 2007 la economía de
Guatemala ha crecido por encima del 5%. El crecimiento promedio del Producto Interno
Bruto (PIB) ha sido de 3.5% y si se le resta el crecimiento de la población da como
resultado un crecimiento económico promedio de tan solo 1.4%. Las posibilidades de
que mejore este crecimiento económico se han reducido en los últimos años.
El valor está por debajo del 0.5% a 1.5% que la Junta Monetaria había ajustado el
pasado 25 de marzo por el coronavirus en un reporte preliminar.
La región de América Latina y el Caribe (ALC) experimenta una caída brusca del
crecimiento debido a la crisis del Covid-19, lo que demandara respuestas múltiples en
materia de políticas para apoyar a los más vulnerables, evitar una crisis financiera y
proteger los puestos de trabajo.Una serie de convulsiones impactaron sobre el
crecimiento económico de la región como las tensiones sociales, el colapso en los precios
internacionales del petróleo y ahora la crisis mundial del Coronavirus. Como
consecuencia el crecimiento de la economía se está viendo afectado.
Según Deilvorias & Scholz (2020) una de las implicaciones económicas de una
epidemia es la disminución de los viajes y el turismo a las regiones afectadas, así como
las medidas tomadas por los gobernantes para que los brotes disminuyan. Este
planteamiento es reforzado por Weder di Mauro (2020) quién sostiene que la
dimensión de los efectos en la economía de una pandemia estará determinada por las
medidas tomadas para evitar grandes contagios y limitar el área de propagación.
Ante esto, el objetivo principal de los gobiernos a nivel mundial ante una epidemia ha
sido aplanar la curva epidemiológica con medidas que frenen la propagación del virus, lo
que se traduce en medidas de distanciamiento social y medidas de confinamiento de la
población contagiada o en riesgo de contagio. A partir de esta realidad, Rogoff (2020)
sostiene que la pandemia de COVID-19
implicará un choque económico tanto de oferta como de demanda del que no se tienen
antecedentes cercanos hasta la década de los años 70 cuando la crisis económica derivada
del choque petrolero y el posterior deterioro de la deuda pública afectó a la mayoría de las
economías en desarrollo.
Según autores como Weder di Mauro (2020) el impacto económico mundial por el lado
de la oferta está vinculado con la rápida propagación de la pandemia en los países del
G7 los cuales contribuyen a la generación del 60% del PIB mundial, del 65% de la
producción manufacturera y proveen al mundo con 41% de las exportaciones de este
sector. Cabe agregar que estos países forman parte esencial de las cadenas globales de
valor, por lo que el cierre de operaciones y la disminución de la oferta laboral en
sectores claves de la economía mundial, especialmente el manufacturero, se transmitirá
a todas las naciones del mundo a través de lo que algunos autores han denominado
como el “contagio a través de la cadena de suministro”, limitando el acceso o
encareciéndolos en aquellos países que dependen altamente de la importación de bienes
manufacturados.
Muchos guatemaltecos viven al día y carecen de recursos para enfrentar los aislamientos
y cuarentenas necesarios para contener la propagación de la pandemia, donde también
algunos dependen de remesas en rápido descenso. Por eso el Estado debe de ayudar a los
más vulnerables a sobrellevar estas dificultades económicas con programas de
protección y asistencia social. El gobierno deberá de asumir la mayor parte de las
perdidas. Todos estos procesos deben ser transparentes donde deben de establecer
mecanismos para gestionar los activos recién adquiridos, tomando como base las
mejores practicas de los fondos soberanos de inversión y las sociedades de gestión de
activos. Esta es una crisis mundial, en la cual ningún país ha quedado a salvo, los países
cuyo crecimiento depende el turismo están experimentando perturbaciones
particularmente graves.