Talares Bonaerenses

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Editores

Emilse Mérida y José Athor


Conclusiones y trabajos presentados en las
Jornadas para la Conservación de los Talares
Bonaerenses, realizadas en 2004 por la
Fundación de Historia Natural Félix de Azara, y
aportes posteriores de especialistas en
biodiversidad y conservación de talares.

Editores
Emilse Mérida y José Athor

Esta publicación fue posible gracias al apoyo de:

Auspiciaron las Jornadas para la Conservación de los Talares Bonaerenses

Declaradas de interés por

Subsecretaría de Política Ambiental de la Municipalidad de Florencio Varela


Provincia de Buenos Aires
Citación Sugerida:
Mérida, E. y J. Athor (editores). 2006. Talares bonaerenses y
su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de
Azara». Buenos Aires.

Copyright:
2006 - Fundación de Historia Natural «Félix de Azara»
Departamento de Ciencias Naturales y Antropología - CEBBAD
Universidad Maimónides
Valentín Virasoro 732 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina
www.fundacionazara.org.ar

ISBN-10: 987-22121-5-5
ISBN-13: 978-987-22121-5-5
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

Fotografías de tapa y contratapa


Imagen central de tapa: talar de barranca en Otamendi, Eduardo Haene.
Inferiores de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Cardenal común (Paroaria coronata),Roberto
Güller. Zafiro (Doxocopa laurentia) macho, Carlos Ferrari. Opuntia en el talar de barranca, Eduardo Haene.
Rama de tala (Celtis tala) con frutos, Eduardo Haene. Malvavisco (Sphaeralcea bonariensis), Eduardo Haene.
Surirí común (Suriri suiriri), Roberto Güller.
Imagen central de contratapa: Espinillo en flor (Acacia caven), Eduardo Haene.
Inferiores de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Rama de algarrobo en flor (Prosopis alba) con
clavel del aire (Tillandsia aeränthos), Guillermo Bodrati. Tacuarita azulada (Polioptila dumicola), Julio
Schindler. Zafiro (Doxocopa laurentia) hembra, Eduardo Haene. Piojito Común (Serpophaga subcristata),
Silvia Vitale. Sombra de toro( Jodina rhombifolia), Eduardo Haene. Pepitero de collar (Saltator aurantiiros-
tris), Roberto Güller.

Fotografías del interior


Interior: Daniel Atias; Jose Athor; Karen Batchelder; Julián Baigorria; Marcelo Cavicchia; Aldo Chiappe;
Guillermo Bodrati; Alec Earnshaw; Juan Farina; Santiago Fernández; Carlos Ferrari; Kim Garwood;
Eduardo Haene; Amanda Hummel; Emilse Mérida; Roberto Rodríguez; Osvaldo Vázquez; Silvia Vitale;
Mauro Zagel; Eduardo Zanin.
AUTORES

Marcelo Fabián Arturi Alicia Do Campo Ezequiel Núñez Bustos


José Athor Juan L. Farina Aníbal Parera
Jorge Austin Santiago Rubén Fernández Carolina Alejandra Pérez
Julián E. M. Baigorria Carlos Fernández Balboa Abel Pérez González.
Ricardo Barbetti Alejandro Galup Roberto Aurelio Rodríguez
M. Isabel Barrios Juan Francisco Goya Adriana Romero
Alicia M. Basilio Eduardo Haene Alejandro Ronchetti
Alejandro Bodrati Mariana Horlent Enrique Sierra
Guillermo Bodrati Amanda Elena Hummel Mario Vicente Torrano
Gabriel Burgueño Enrique F. Lipps Silvia Torres Robles
Raúl Leonardo Carman Emilse Mérida Juan Pablo Torretta
Armando Conrado Cicchino Jorge Morello Mauro A. Zagel
Alberto A. De Magistris Flavio N. Moschione Eduardo Zanin
Gustavo Delucchi Claudia Nardini

REVISIÓN GENERAL

Juan Carlos Chebez

ASISTENCIA EDITORIAL

Raúl Ortega

DISEÑO GRÁFICO

Mariano Masariche

AGRADECIMIENTOS

A la Fundación de Historia Natural «Félix de Azara» y a su Director, Adrián Giacchino, que posibilitaron la
edición de este libro.
Al Dr. Jorge Morello, que desde 1998 nos aconseja y brinda su experiencia.
A Juan Carlos Chebez, que posibilitó la realización de las Jornadas, tuvo la idea de editar este volumen y fue el
revisor de los trabajos.
A Julián Baigorria, nuestro compañero en la Gestión y Proyecto Talares.
A los autores, que aportaron sus trabajos de investigación y experiencias, cumplieron los plazos propuestos y
fueron pacientes con los tiempos de la edición.
A Raúl Ortega, que colaboró en las tareas de edición.
A Marcelo Arturi y Ezequiel Núñez Bustos, por sus comentarios.
A los fotógrafos, por su generoso aporte.
A Eduardo Haene, que nos facilitó la preparación del material fotográfico.
A Gabriel Burgueño, Raúl L. Carman, Carlos Fernández Balboa, Flavio Moschione, Claudia Nardini, Aníbal
Parera y Alejandro Ronchetti, por coordinar las comisiones de trabajo de las Jornadas de 2004.
A los voluntarios del Grupo Especies en Peligro y Áreas Naturales Protegidas, de la Fundación de Historia
Natural «Félix de Azara» y del Grupo de Relevamientos, de Aves Argentinas, que nos acompañaron en la
realización de las Jornadas y en las tareas de campo.
CONTENIDO

Pag. 8 Prólogo. Juan Carlos Chebez

Pag. 11 Presentación. José Athor y Emilse Mérida.

Pag. 12 Proyecto: «Estrategias para la conservación de los talares bonaerenses». José Athor, Julián
Baigorria y Emilse Mérida.

Pag. 14 Resumen de conclusiones generales de las Jornadas por la conservación de los talares
bonarerenses. Fundación de Historia Natural Fèlix de Azara.

Pag. 16 Acciones urbanas y conservación de talares: Un marco de negociación. Jorge Morello.

Pag. 32 CAPÍTULO 1. Descripción y conservación de los talares bonaerenses

- Conclusiones de la Comisión: Talares del NE de la Provincia de Buenos Aires.


- Conclusiones de la Comisión: Talares del SE de la provincia de Buenos Aires.
- El manejo de los talares de Magdalena y Punta Indio como estrategia para su
conservación. Marcelo Fabián Arturi, Carolina Alejandra Pérez, Mariana Horlent, Juan
Francisco Goya y Silvia Torres Robles.
- Caracterización y conservación del talar bonaerenses. Eduardo Haene.
- Consideraciones sobre la conservación de los talares de barranca del noreste de Buenos
Aires y descripción de las características de un relicto en Baradero. Emilse Mérida y
Alejandro Bodrati.
- Perspectivas de conservación de los «talares de barranca» y «talares de albardón» en la
provincia de Buenos Aires, utilizando a las aves de bosque como indicadores. Flavio N.
Moschione y M. Isabel Barrios.
- Importancia y consolidación del refugio histórico natural Vuelta de Obligado San Pedro
Prov. de Buenos Aires. Enrique Sierra.
- Situación de los talares de la barranca del Paraná, desde el partido de Escobar hasta el
partido de San Pedro. Mauro A. Zagel.

Pag. 98 CAPÍTULO 2. Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares


bonaerenses.

- Conclusiones de la Comisión: Biodiversidad del talar.


- Conclusiones de la Comisión: Áreas prioritarias para la conservación de talares.
- Polinización en el talar de Magdalena. Alicia M. Basilio y Juan Pablo Torretta.
- Avifauna del talar de Vuelta de Obligado y de sus ambientes contiguos. San Pedro,
provincia de Buenos Aires, Argentina. Alejandro Bodrati, Emilse Mérida, Guillermo
Bodrati y Enrique Sierra.
- Plantas destacadas de los talares bonaerenses. Gabriel Burgueño.
- Diversidad de carábidos (insecta, coleoptera, carabidae) de dos asociaciones de tala en
la Laguna de los Padres, partido de General Pueyrredón, provincia de Buenos Aires.
Armando Conrado Cicchino.
- Diversidad de carábidos (insecta, coleoptera, carabidae) de un talar joven de la laguna
Nahuel Rucá, partido de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires. Armando Conrado
Cicchino.
- Las especies vegetales invasoras en los talares bonaerenses. Gustavo Delucchi y Silvia
Torres Robles.
- Insectos asociados al tala (Celtis tala), en el límite sur del espinal. Juan L. Farina.
- Las aves que frecuentan un talar de Escobar. Santiago Rubén Fernández.
- Observaciones biológicas en la «Cueva de los murciélagos». Vuelta de Obligado, provincia
de Buenos Aires – República Argentina. Enrique Lipps, Jorge Austin y Abel Pérez González.
- Diversidad de mariposas diurnas (lepidóptera-rhopalocera) en los talares bonaerenses.
Ezequiel Núñez Bustos.

Pag. 184 CAPÍTULO 3. Reservas urbanas con talares y educación ambiental.

- Conclusiones de la Comisión: Educación Ambiental.


- Conclusiones de la Comisión: Reservas Urbanas con talares.
- Biodiversidad y estado de conservación de los talares de Santa Catalina (Llavallol,
provincia de Buenos Aires). Julián E. M. Baigorria y Alberto A. De Magistris.
- Plan de manejo del área natural protegida Dique Ing. Roggero relicto de bosques xerófilos
y pastizales. Gabriel Burgueño y Mario Vicente Torrano.
- El uso de las cavernas de las barrancas del río Paraná, Vuelta de Obligado San Pedro,
como aulas de ecología y conservación por la Sociedad Argentina de Espeleología. Enrique
F. Lipps.
- Juego de interacciones en el talar. Claudia Nardini.
- Veinticinco talas: «mucho más que un jardín». Eduardo Zanin y Alicia Do Campo.
- Micro reservas urbanas. Eduardo Zanin y Alicia Do Campo.

Pag. 214 CAPÍTULO 4. Valorización del patrimonio cultural de los talares bonaerenses y su
aprovechamiento ecoturístico.

- Conclusiones de la Comisión: Patrimonio cultural del talar.


- Conclusiones de la comisión: Aprovechamiento sustentable y ecoturismo.
- Referencias bibliográficas históricas que delatan la presencia del talar en la ciudad de
Buenos Aires. José Athor.
- Los talares y su potencial ecoturístico. José Athor y Adriana Romero.
- Talares: el paisaje negado, y qué hacer. Ricardo Barbetti.
- Sigamos buscando. Raúl Leonardo Carman.

Pag. 232 CAPÍTULO 5. Conservación y recuperación de talares.

- Conclusiones de la Comisión: Conservación ex-situ


- Manejo y conservación ex-situ de talares. Gabriel Burgueño.
- Los últimos talares del sudoeste de Magdalena. Alejandro Galup.
- El ombusillo, una figura emblemática. Alejandro Galup.
- La Amanda: un muestrario del talar bonaerense. Amanda Elena Hummel y Roberto Aurelio
Rodríguez.

Pag. 249 Anexo: Bibliografía relacionada con los talares bonaerenses. Gabriel Burgueño y José Athor.
PRÓLOGO Juan Carlos Chebez*

Es un honor prologar este esfuerzo conjunto de menzar a saldarse la vieja deuda contraída con los
numerosas personas y entidades para reunir in- talares. Y eso es posible por la buena voluntad de
formación y materiales sobre una de las formacio- quienes comprendieron que poco o nada puede
nes naturales más significativas en la historia de lograrse trabajando aisladamente. Pero para que
los argentinos y, lamentablemente a la vez, una de eso suceda una organización debía brindar el mar-
las más olvidadas. co institucional y así lo comprendió afortunada-
Porque «la gran ciudad puerto» y el cinturón de mente la Fundación de Historia Natural «Félix de
ciudades entre Rosario y La Plata crecieron sobre Azara». También se precisaba un escenario de tra-
talares. Es decir, una extensión austral del Espinal bajo y la Universidad CAECE actuó de oportuna
y a su vez del Chaco que, aprovechando los suelos anfitriona. Afortunadamente, la Subsecretaría de
altos y bien aireados de la terraza vecina al río Política Ambiental de la Provincia de Buenos Aires,
Paraná y al de la Plata, se adentraba en territorio la Municipalidad de Florencio Varela , la Adminis-
bonaerense para seguir en isletas hacia el sur, don- tración de Parques Nacionales, Aves Argentinas /
de médanos fósiles o albardones de conchilla se lo Asociación Ornitológica del Plata y la Fundación
permitieran. Banco Provincia, se sumaron con sus auspicios.
Pero esa coincidencia resultaría fatal para la for- Pero fueron los miembros de la gestión Talares
mación que terminaría interrumpida en mil frag- Bonaerenses: Emilse Mérida, José Athor y Julián
mentos y desalojada por urbanizaciones, caminos, Baigorria, quienes como voluntarios del grupo «Es-
basurales y parquizaciones o jardines de árboles pecies en Peligro y Áreas Protegidas», que me hon-
más prolijos. ra coordinar, los que acometieron el trabajo duro
Parece mentira que una formación tan significativa de la organización del encuentro, con la compañía
y cercana a miles de habitantes y estudiosos haya y el apoyo de la mayoría de los miembros de otras
merecido unas pocas referencias, casi accidentales, gestiones de ese grupo que, en un gesto solidario
en la literatura y ahora, en pleno florecimiento de apoyaron este esfuerzo concreto que se vio coro-
las preocupaciones ambientales, mínimos esfuer- nado por el éxito de concurrencia y el entusiasmo
zos para su conservación. Probablemente conspi- en la participación, que no siempre acontece.
raron para esa situación la contrastante diversi- Ahora, para que aquella acción se prolongue en el
dad de paisajes del país, con magníficas bellezas tiempo, nada mejor que un libro que sirva de com-
naturales y desafíos conservacionistas, que volcó el pendio multiplicador de ese esfuerzo, con el apor-
interés a otras regiones o la falsa creencia en que ya te de destacados especialistas. Nuevamente, los
no había nada para salvar del paisaje que encon- mismos organizadores del evento se encargaron
traron Pedro de Mendoza o Juan de Garay. del rol editorial y la FHNFA facilitó los medios para
Lo cierto es que recién con el advenimiento del siglo hacerlo realidad.
XXI, pudo concretarse este postergado anhelo y co- Prologarlo para mí es un verdadero honor y una
obligación y espero que sirva para cambiar el des- mejor por qué los talas nos piden una oportunidad
tino de esta formación que aporta gran parte de la y qué cosas nos dicen, qué mejor que convertirse
biodiversidad bonaerense. Pero para entender en uno de ellos y recitar:

Porque crecí retorcido Que le dimos hasta nombres


y espinoso como el tala, para saber dónde estaban,
se me ha antojado que el árbol si en el Talar de Pacheco
me representa en sus ramas. o en el pueblo de Los Talas.
Pero ha querido la suerte,
Algunos dirán seguro más que suerte una desgracia,
que estorbamos en las pampas, que nuestro nombre del inca
que la leña que brindamos, coincida con el que tala.
no forma una buena brasa.
Porque talan y destruyen,
Que pa´ colmo en el invierno cada vez con mayor saña,
parece que nos secaran, y no es lo mismo el que tala
porque se nos caen las hojas que dejar crecer un tala.
y afeamos las barrancas.
Tal vez un día recuerden
Y otros más lamentarán, con algo de pena amarga,
por culpa de la alambrada, que debajo del asfalto
que allí nos vamos salvando hubo raíces de talas.
de topadora y de hachas.
Que fuimos para las aves
Pero olvidan los cretinos, abrigo, comida, casa,
que nuestra sombra ocultaba y que en vez de criticarnos,
la casa de los yaguares, en el alba nos cantaban.
del querandí su morada.
Y no saben o no quieren Y si queda alguna duda
saberlo por si se espantan, que somos la misma raza,
que nos quedamos sin hojas prueben su fruto y verán
pa´que el sol llegue a otras plantas. que era dulce nuestra alma.

* Director del área de Biodiversidad y Coordinador del Grupo de Especies en Peligro y Áreas Protegidas
Fundación de Historia Natural «Félix de Azara»
EDITORES
PRESENTACIÓN Emilse Mérida y José Athor

A partir de 2003 en la Fundación de Historia Natu- Morello, marco teórico de las mismas.
ral «Félix de Azara», se creó la Gestión Talares Bo- Luego, se reúne el material en cinco capítulos, cada
naerenses, dentro del Grupo de Voluntarios de Es- uno de los cuales está encabezado por el informe
pecies en Peligro y Áreas Naturales Protegidas que elaborado en las comisiones de trabajo de las Jor-
coordina Juan Carlos Chebez. En esta Gestión se nadas y abarca los artículos que tratan el tema
integraron algunas personas que, desde 1995, se correspondiente.
comprometieron en relevamientos y acciones de En el capítulo I, «Descripción y conservación de los
conservación de talares en distintos lugares de la talares bonaerenses», se reunieron los trabajos que
provincia de Buenos Aires. describen las características de los bosques de tala
En este marco elaboramos el proyecto «Estrate- de barranca del noreste de Buenos Aries y de los
gias para la Conservación de los Talares Bonae- que se desarrollan en los albardones de conchillas
renses», con propuestas y acciones que tienden a del sudeste de la provincia. Se analizan el estado
este objetivo. Para ello dispusimos: de conservación y sus amenazas.
-desarrollar estrategias que posibiliten la forma- En el capítulo II, «Biodiversidad y áreas priorita-
ción de reservas que den continuidad y perpetua- rias para la conservación de los talares bonaeren-
ción a los ambientes; ses», se incluyeron trabajos que tratan la diversi-
-impulsar la acción conjunta de organismos y per- dad biológica y las discusiones necesarias para la
sonas con el fin de sumar esfuerzos en la conserva- elección de áreas prioritarias.
ción de estos últimos bosques nativos de la pro- En el capítulo III, «Reservas urbanas con talares y
vincia de Buenos Aires. educación ambiental», se incluyeron los aportes
Una de las estrategias del proyecto fue la realiza- educativos para la conservación de estos ambien-
ción de las Jornadas por la Conservación de los tes y los trabajos que manifiestan proyectos y ex-
Talares Bonaerenses, que se llevaron a cabo del 25 periencias desarrolladas en reservas que contie-
al 27 de marzo de 2004 en la Fundación de Historia nen muestras de talar, muy cercanas a centros ur-
Natural «Félix de Azara», cuya sede era entonces banos.
la Universidad CAECE, que las auspició, del mis- En el capítulo IV, «Valorización del patrimonio
mo modo que lo hicieron la Administración de cultural de los talares bonaerenses y su aprove-
Parques Nacionales, Aves Argentinas/ Asociación chamiento ecoturístico», se reunieron aportes que
Ornitológica del Plata, Municipalidad de Florencio se relacionan con la historia, las tradiciones, la
Varela y Fundación Banco Provincia. Las Jorna- cultura popular y las posibilidades de que esas
das fueron declaradas de Interés Ambiental para manifestaciones se contemplen en el uso susten-
la Provincia de Buenos Aires por la Subsecretaría table de los restos de talares, y en las posibilidades
de Política Ambiental. que brinda el ecoturismo.
El programa comprendió tres conferencias centra- En el capítulo V, «Conservación y recuperación de
les, presentación de posters y nueve comisiones talares», se incluyeron las recientes experiencias
temáticas de trabajo que pusieron en evidencia la de conservación ex-situ y los trabajos que tratan
necesidad de reunir la información vertida. sobre la restauración del talar y la rehabilitación
Las conclusiones, las conferencias y los textos am- del paisaje en las zonas más modificadas.
pliados de los posters exhibidos, forman la base de Finalmente, adoptamos la iniciativa manifestada
este libro, a la que se sumaron aportes y colabora- por uno de los autores e incluimos una recopila-
ciones posteriores de distintos autores que expre- ción bibliográfica de los libros, publicaciones y tra-
san su propia visión del tema, independientemen- bajos aun inéditos sobre la temática del talar. Se
te de la opinión institucional. El resultado es un agregan citas de algunos textos que, si bien no son
volumen heterogéneo, tanto en la temática como en específicos del tema, son útiles para la considera-
la forma, que incluye trabajos de investigación, pro- ción de algunos aspectos del mismo. Esta lista es
puestas para futuras discusiones, artículos, comen- necesariamente incompleta y será ampliada por
tarios y relatos de experiencias; todos elementos los lectores con sus trabajos, experiencias y cono-
necesarios para las acciones de conservación. cimiento bibliográfico.
El cuerpo del libro comienza con nuestro proyec- Nuestro deseo es que este libro sea útil para cono-
to, las conclusiones generales de las Jornadas y las cer, valorar y conservar los talares de la provincia
ideas de la conferencia inaugural del Dr. Jorge de Buenos Aires.
12
PROYECTO «ESTRATEGIAS PARA José Athor 1
Julián Baigorria 1
LA CONSERVACIÓN DE LOS Emilse Mérida 1

TALARES BONAERENSES»
1
Grupo Áreas Naturales y Especies en Peligro - Gestión Talares Bonaerenses - Fundación de Historia Natural Félix de Azara – V. Virasoro 732 –
(C1405BDB)-Ciudad Autónoma de Buenos Aires. jornadastalares@yahoo.com.ar

INTRODUCCIÓN nociendo la riqueza natural de los mismos y los


elementos culturales asociados.
Se denomina generalmente «talar» a una de las po- El proyecto se propone aportar diferentes estrate-
cas formaciones boscosas nativas de la provincia gias y acciones que contribuyan a mejorar esta si-
de Buenos Aires en las que el tala (Celtis tala), aso- tuación y, con ello, a la conservación de nuestro
ciado a diversas especies vegetales, tanto leñosas patrimonio natural y cultural.
como herbáceas, sirve de hábitat a una notable co-
munidad de especies animales. Estos bosques y sus
ambientes contiguos conforman la zona de mayor OBJETIVOS DEL PROYECTO
biodiversidad de la provincia.
Se extienden a lo largo del litoral, formando un del- Entre los objetivos del proyecto destacamos:
gado cordón que en algunos lugares tiene pocos
metros y, en otros, varios kilómetros de ancho. En 1)Contribuir a la conservación de los relictos ac-
el nordeste de la provincia, el bosque se desarrolla tuales de talares bonaerenses y sus ambientes
en las barrancas del río Paraná y del estuario del contiguos.
río de la Plata. En el sudeste, los talares crecen so-
bre cordones de conchilla dejados por el mismo 2)Desarrollar estrategias para posibilitar la for-
estuario hace miles de años. Existen también algu- mación de un corredor de reservas que permi-
nas formaciones más continentales que se asien- tan la continuidad del ambiente y la interacción
tan sobre suelos ondulados con subsuelos que con- entre las poblaciones existentes minimizando,
tienen tosca. de esta manera, efectos negativos para su pre-
Debido a diferentes factores, entre los cuales la pre- servación.
sión antrópica es, probablemente, el más importan-
te, estos bosques hoy se encuentran en retroceso. 3)Impulsar la acción conjunta de organismos y per-
Quedan, sin embargo, relictos en buen estado de sonas que actúan en las distintas áreas protegi-
conservación pero en forma fragmentada confor- das, gestiones y proyectos con el fin de sumar es-
mando «islas». Pocos de estos presentan algún gra- fuerzos en la conservación de estos últimos bos-
do de protección, ya sea bajo jurisdicción provin- ques nativos de la provincia de Buenos Aires.
cial, municipal, nacional o privada.
Varias asociaciones conservacionistas y organis-
mos académicos se ocupan del estudio de los Alcance
talares, pero la información resultante no es sufi-
cientemente conocida por el público, como tampoco Si bien el proyecto tiene alcance provincial, estos
en el ambiente científico, dado que se produce en bosques nativos tienen importancia a nivel nacio-
forma no coordinada y carece de una estrategia de nal por su biodiversidad. Albergan especies en dis-
difusión. tinto grado de amenaza que, en muchos casos, es-
Consideramos importante tener en cuenta el fac- tán en el extremo más austral de su distribución y
tor social y cultural, ya que estos bosques se en- se encuentran presionados por una fuerte acción
cuentran en el área más densamente poblada del antrópica.
país. Muchas gestiones, al considerar el factor hu-
mano solamente como disturbio, acentúan el
desencuentro entre las organizaciones y la pobla- Inserción social
ción. Esto contribuye a la no participación comu-
nitaria y al desinterés general afectando la conso- Muchas de las actuales y futuras reservas podrían
lidación de las reservas. ser consideradas como «reservas urbanas», por lo
Hemos detectado un importante desconocimiento que sus planes de manejo deben contemplar una
en la mayoría de la población sobre la existencia interacción con las poblaciones circundantes. Cree-
de estos bosques y su importancia. Es frecuente es- mos necesaria la formación de una «red» que
cuchar que el talar sirve nada más que como leña, involucre a entidades municipales, provinciales,
haciendo alusión sólo a la especie Celtis tala, desco- nacionales y privadas (universidades, guarnicio-

Cita sugerida: Athor J., J. Baigorria y E. Mérida. 2006. Proyecto: «Estrategias para la conservación de los talares bonaerenses». En:
Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


nes militares, ONGs, propietarios, etc.) y a todos estas Jornadas sirvieron como llamado de aten- 13
aquellos que se interesen en la conservación de los ción a las autoridades provinciales, quienes se com-
talares. prometieron a tomar medidas concretas para la
conservación de este ambiente.
En las deliberaciones se analizaron estrategias, se
Métodos y estrategias compartieron experiencias y opiniones sobre ac-
tuales planes de manejo, propuestas y recomen-
Entre las estrategias delineadas en el proyecto se daciones a las autoridades correspondientes que
incluyen: permitirán la consolidación de cada área protegi-
da en particular y la relación entre ellas. Además,
- Relevamientos. se priorizaron sitios que merecen ser conserva-
- Gestión de nuevas áreas protegidas. dos.
- Acciones de educación, comunicación y La presente publicación es una consecuencia del
concientización en distintos niveles, atendien- impacto que tuvieron estas Jornadas y la difusión
do los aportes de los propietarios privados, mu- de sus conclusiones en los medios relacionados con
nicipios, voluntarios y profesionales. la conservación.
- Apoyar los esfuerzos de quienes trabajan con
plantas nativas, así como en la rehabilitación
del talar en zonas urbanas. Otras acciones del Proyecto:
- Contribución a la compilación de información.
- Edición de publicaciones y material didáctico La concreción de dos nuevas reservas privadas que
(Guía o Manual de los Talares Bonaerenses). incluyen talares: «La Barranca», en el partido de
- Tareas de difusión. Baradero y «La Amanda», en el de Punta Indio
dentro del Parque Costero del Sur. Ambas firma-
ron respectivos acuerdos de colaboración con la
ACCIONES REALIZADAS Fundación de Historia Natural Félix de Azara.
Realización de los planes de manejo de las reser-
Para contribuir a la conservación de este ambien- vas «La Barranca» y «Barranca Norte», del parti-
te organizamos y llevamos a cabo las JORNADAS do del Baradero.
PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS TALARES Relevamiento del establecimiento «La Amanda»,
BONAERENSES con los siguientes objetivos: en el partido de Punta Indio, dentro del Parque
Costero del Sur, como parte de las actividades para
a) Avanzar en la conservación de los talares exis- la elaboración del plan de manejo respectivo.
tentes en la provincia de Buenos Aires por me- Participación en la elaboración de un documento
dio de un cinturón de reservas. de relevamiento y desarrollo ecoturístico del Par-
b) Posibilitar acciones conjuntas y coordinadas que Costero del Sur, junto con los profesores y
para la investigación, conservación, gestión y alumnos de la materia Ecoturismo de la Escuela
manejo de las áreas que protejan a estos am- Argentina de Naturalistas. Documento que fue
bientes. declarado de interés Municipal.
Visita a establecimientos en la localidad de
Dichas Jornadas se realizaron exitosamente, con- Juancho, partido de General Madariaga y en
tando con una gran afluencia de público y una Castelli, con vistas a la formación de áreas priva-
importante variedad de trabajos que son la base das protegidas.
de esta publicación. Monitoreo del talar y la fauna asociada en el pre-
Las jornadas brindaron la oportunidad de reunir dio de Santa Catalina, Lomas de Zamora y apoyo
a muchas personas involucradas en la conserva- a la dirección del Instituto Santa Catalina, para
ción de estos bosques en un mismo ambiente físi- lograr mayor estatus de protección.
co, permitiendo el intercambio de ideas y la suma Participación en Jornadas y Congresos en diver-
de esfuerzos. Tal vez el hecho más notable es que sas localidades de la provincia de Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


14
CONCLUSIONES GENERALES DE LAS
JORNADAS POR LA CONSERVACIÓN DE
LOS TALARES BONAERENSES

El talar es el bosque más ligado al desarrollo estado de conservación que merecen ser
urbano de Buenos Aires y sus alrededores. Fue conservadas mediante normas legales y, para ello,
definido como «nuestro paisaje natural» y, a pesar es importante tener en cuenta a los propietarios.
de ello, no está presente en la conciencia del Se recomienda hacer relevamientos para
ciudadano. determinar los sectores en buen estado que
En las Jornadas para la Conservación de los permitan iniciar gestiones de conservación y de
Talares Bonaerenses asistieron autoridades guber- áreas donde se pueda restaurar el bosque nativo.
namentales y académicas, especialistas, técnicos Para esto es importante que las organizaciones y
de organismos estatales y no gubernamentales, entes gubernamentales apoyen los estudios y
conservacionistas, propietarios rurales y estu- cultivo de plantas nativas.
diantes. Este conjunto de personas de distintos Para concretar la red de reservas de talares, es
sectores de la sociedad que están involucrados en necesario contar con una recopilación de infor-
el tema, enriqueció las discusiones de las comisio- mación y producir nueva información sobre bio-
nes. Las conclusiones muestran la convergencia diversidad, manejo y sustentabilidad. Por ello, se
de sus diferentes visiones e intereses. insta a las autoridades académicas y de promo-
Se consideraron los problemas de conservación ción científica a jerarquizar y financiar los pro-
de los talares de barranca y los de albardón, así yectos de investigación aplicada vinculados a la
como los de serranías bonaerenses y otras forma- conservación de la biodiversidad.
ciones espontáneas y se coincidió en señalar como Debe ponerse el acento en asegurar que la
problemas centrales: a) falta de interés político, y información conservacionista sobre los talares y
b) falta de una estrategia de conservación. sus aspectos culturales y naturales llegue a la
Esa estrategia deberá tender a la formación de una comunidad, para lo cual es importante tener como
red de reservas de talares de la región bonaerense «aliados» a los principales medios de difusión. La
efectivamente preservadas que cuenten con un búsqueda de los elementos culturales y de
plan de manejo elaborado en forma identidad favorece la creación de opinión pública
interdisciplinaria y con enfoque a escala regional. a favor de los talares.
Las acciones que se realicen deberán contemplar Para realizar las campañas de educación se
las necesidades de los sectores público y privado, discutieron mensajes, metodologías y formas de
debido a que los talares se sitúan en la interfase evaluación adecuadas a los siguientes sectores:
periurbana y agrícola. alumnos de escuelas de nivel medio, docentes,
Los talares de barranca son los de mayor comunidad rural, políticos y dirigentes.
biodiversidad, los más fragmentados y los que La participación de los organismos estatales,
tienen mayor grado de amenaza inminente; pero municipales, provinciales y nacionales tienen un
los de albardón están amenazados en forma rol de gran importancia en la concreción de esta
creciente por la extracción de conchilla. Por eso, al red de reservas. Se resolvió instar a estos
considerar prioridades de acción, se deben tener organismos a la revisión y adecuación de las
en cuenta ambas formaciones como dos normas legales existentes que permitan la
subsistemas a conservar en forma simultánea. conservación de este ambiente y efectivizar su
Entre los de barranca, la zona comprendida desde aplicación.
Alsina hasta Ramallo, se consideró prioritaria por En el mismo sentido, es indispensable la creación
su biodiversidad, estado de conservación y de un registro provincial de áreas protegidas
posibilidades de gestión, ya que existen, y aún no municipales y privadas.
están debidamente resguardadas, algunas Los propietarios rurales son los actores que
reservas municipales. merecen especial atención ya que en sus manos se
Se consideró que en los talares de albardón existen encuentra la mayor cantidad de talares. Muchos
áreas naturales de importante extensión y en buen de ellos podrían resguardar parte de sus

Cita sugerida:
Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». 2006. Conclusiones generales. Jornadas por la conservación de los talares
bonaerenses. 2004. Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de
Historia Natural «Félix de Azara «. Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


propiedades como reservas e implementar técnicas Finalmente, se recomendó la implementación de 15
sustentables de producción con el resto de los una red entre personas e instituciones relaciona-
talares de sus campos. La búsqueda de alternativas das con las áreas naturales protegidas existentes
en el ecoturismo y otras opciones sustentables es y la gestión de reservas conocidas, a fin de inter-
urgente ante el avance de las opciones económicas cambiar información y auxilio técnico sobre pla-
que destruyen este ambiente. nes de manejo y gestión de las mismas.

Perfil de un talar del sudeste de la provincia de Buenos Aires. Foto: José Athor.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


16
ACCIONES URBANAS Y CONSERVACIÓN Jorge Morello1

DE TALARES: UN MARCO DE
NEGOCIACIÓN
1
Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires.
morello@gepama.com.ar

Para elaborar y proponer un plan de manejo am- planificar la conservación de fragmentos de eco-
biental del Complejo talar en la interfase sistemas aislados o de manchones de talares or-
periurbana y agrícola que se extiende desde el ganizados como Complejo de talares
Carcarañá, en Santa Fé, a Berisso, en Buenos Aires, pampeanos y ubicados sobre un territorio muy
es necesario analizar la calidad de la información angosto y muy largo, desde el bajo Carcarañá a
que debemos tener sobre ese sistema y su entorno. Mar del Plata.
Esa información tiene peso en la negociación con el 2) Si con lo que conocemos podemos planificar el
sector público y el privado; es el marco de un aus- rosario de pequeñas reliquias de talares de for-
tero programa de manejo simultáneo del medio ma linear alargadas, inmersas en matrices agrí-
construido y el medio natural. Debido a que más colas, urbanas y periurbanas a lo largo de 1000
del 65 % de talares están cerca o dentro de la inter- km.
fase periurbana, necesitamos alguna información 3) Si ese conocimiento ya está organizado en un
sobre crecimiento de aglomerados urbanos, sobre banco de datos que incluye información sobre
cómo expanden su influencia, cómo nuevas áreas los más de 50 fragmentos del talar estudiados
agrícolas y de ecosistemas naturales se vuelven por expertos y que tienen listas completas de
parte del espacio urbano y cómo avanza el vertebrados y plantas superiores.
periurbano creando una mezcla de actividades 4) Si los estudios de terreno se hicieron llenando
urbanas y rurales. Como resultado de este avance, formularios precodificados y mutuamente con-
ciertos usos del suelo menos apropiados para áreas venidos.
urbanizadas, como disposición de residuos, mine- 5) Cómo nos organizamos para llenar los huecos
ría a cielo abierto, desarrollos industriales y ba- de información que consideramos imprescindi-
rrios cerrados y su cohorte de barrios pobres que bles para planificar la preservación del patri-
prestan servicios en ellos, se localizan en la inter- monio natural talar.
fase entre la ciudad y el campo. Ese cambio cons-
tante de ubicación de distintos usos del suelo difi- Revisando lo publicado, se advierte homogenei-
culta el establecimiento de jurisdicciones o áreas de dad en la información sobre algunos componentes
responsabilidad para ocuparse efectivamente de las de la estructura del ecosistema como las listas de
preocupaciones sobre la pobreza, la sustentabili- flora y fauna, la descripción de asociaciones vege-
dad y la conservación del patrimonio natural. tales, la base geológica, la geomorfológica y los sue-
Los talares están cerca y dentro de conurbanos los. Esta información existe para un alto porcenta-
golpeados por la indigencia cuyos pobladores tie- je de los fragmentos. Hay además aportes funda-
nen otras prioridades antes que la calidad mentales obtenidos en los talares de Magdalena
institucional, la transparencia y la conservación sobre caída y masa de hojarasca, consumo de ho-
de la biodiversidad. En el periurbano, esa interfa- jas por insectos, fenología de las especies arbóreas
se donde se encuentran lo urbano, lo rural y los y regeneración de nuestra especie emblemática.
ecosistemas naturales, existe un cambio perma- Hay también estudios sobre las causas que regu-
nente de las instituciones responsables y de los lan la regeneración de los talares fuera de sus
decisores. Esa indefinición hace más imperativa la hábitats naturales.
demanda de buenos datos ecológicos y buenas pro- Lo que ya sabemos es adecuado para la restaura-
puestas para nuestro Complejo de los talares que ción de manchones y para elegir fragmentos a ser
será la base de programas austeros, los únicos po- conservados y evitar su degradación, pero es in-
sibles en un país con demasiados pobres y dema- suficiente para manejar el conjunto de mosaicos
siados desocupados. Sobre los talares hoy existe de paisaje que tienen manchones de talares y para
una base de robustos e inteligentes trabajos cien- planificar la gestión de todo lo que llamamos el
tífico-técnicos que tenemos que usar inteligente- Complejo talar. Por otro lado, hay excelente infor-
mente, porque pocos ecosistemas argentinos tie- mación no sistematizada, o no publicada, y expe-
nen un nivel de base de tal envergadura para pla- riencias de manejo en marcha no informadas, por
nificar y conservar. Ha llegado el momento de ana- ejemplo sobre invasión de leñosas y enmaleza-
lizar esa información para saber: miento de la matriz de pastizal del entorno de los
talares y sobre modalidades de manejo de talares
1) Si el conocimiento que se ha producido sobre los en tierras privadas. Pero falta un enfoque del talar
talares y su entorno es el que necesitamos para integrando una totalidad donde se estudie el bos-
Cita sugerida:
Morello, J. 2006. Acciones urbanas y conservación de talares: Un marco de negociación. En: Mérida, E y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

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que y sus correspondientes ecosistemas vecinos les, territorio lleva implícita una fuerte interrela- 17
como un sistema complejo, es decir, como un con- ción entre patrimonio natural y funciones socia-
junto de mosaicos de paisajes donde el bosque no les, para los promotores de un Club de Campo,
es siempre el componente funcional y arealmente territorio era suelo urbanizable, es decir, una mer-
más importante, sino todo lo contrario. Para pla- cancía de valor económico.
nificar la conservación tenemos que ir pasando del Frente a este escenario, la calidad de vida entendi-
enfoque que llamaría «parcelario o de manchón de da en forma colectiva, es una cuestión de solidari-
talar» (del Aº Pavón o Del Medio, o de Carcarañá) a dad entre grupos sociales, políticas y estrategias
la óptica del análisis de la «estructura del mosaico claras en cuanto a territorios dedicados a la habi-
que contiene manchones de talar». Básicamente tación, a la producción, a la conservación del pa-
debemos conocer en qué tipo de matriz están trimonio natural y cultural y solidaridad entre
inmersos los fragmentos o parches, es decir, si es- generaciones.
tán interactuando con campo agrícola, con
flechillar, con espartillar, o lo que es más frecuente,
con estructuras de borde de ciudad como granjas, FORMA DE PRESENTACIÓN Y
invernáculos y barrios cerrados. Un paso adelan- RESTRICCIONES
te consistiría en estudiar todos los tipos de mosai-
cos del paisaje del COMPLEJO TALAR. Así se po- Las reliquias de talar se nos presentan como ele-
dría elaborar un programa de conservación y mentos o manchones de forma linear alargada con
manejo armonizando los intereses privados y pú- una relación de 1 a 100 entre ancho y largo (por
blicos, sobre todo los de los dueños de la tierra, ya ejemplo 50 a 5000 en los cordones de conchillas) lo
que la mayor parte de la superficie de paisajes con que impone una primera restricción a un plan de
talares corresponde a propiedades privadas. Si se manejo. El talar aparece en varios tipos de suelo
analizan algunos aspectos de cómo son y cómo que tienen en común estar formados por materia-
funcionan los conglomerados urbanos que avan- les gruesos, es decir, de muy buen drenaje y airea-
zan sobre (fagocitan) el área de los talares, se pue- ción y con excelente contenido de materia orgáni-
den obtener algunas lecciones sobre interrelacio- ca, suelo de potencial agrícola en una ecoregión
nes entre los manchones de bosque y las matrices hambrienta de áreas para expansión de la agricul-
que los contienen y cómo se vinculan esos tura, en un país monoproductor de granos y en
manchones con fragmentos de distinto uso del sue- una coyuntura nacional e internacional tan favo-
lo y con su entorno contiguo. En sociedades urba- rable a la soja que se la planta hasta en canteros.
nas de países desarrollados la calidad de vida está Esta segunda restricción es grave porque no hay
estrechamente relacionada con la capacidad de los un plan nacional ni provincial de prioridades de
ciudadanos de disfrutar de bienes públicos tales gestión de uso del suelo periurbano en áreas que
como fragmentos de naturaleza protegida, cuer- conservan parches o manchones de vegetación
pos de agua o el territorio verde construido. En natural. Los municipios tienen planes de gestión
cambio, en el frente fluvial y estuárico del conglo- pero se trata de documentos generales cuyas di-
merado urbano que se extiende desde Granadero rectivas suelen ser de cumplimiento aleatorio.
Baigorria, en Santa Fe, a Ensenada y Berisso, en Los talares, por su ubicación en borde de acantila-
Buenos Aires, el acceso a la educación, el empleo y dos o escarpas y en domos erosionables, cumplen
la alimentación son los factores que determinan la funciones de inmovilización del sustrato y reten-
calidad de vida. Conviene recordar que la insatis- ción de formas del relieve que se suman a los cono-
facción de necesidades básicas bloquea y dificulta cidos servicios ecológicos prestados por un bos-
enormemente cualquier actividad de la Adminis- que. Ese servicio es reconocido por el poder políti-
tración Pública y de la sociedad en su conjunto co recién cuando las barrancas comienzan a «pei-
vinculada con la conservación. Simplemente, la narse» y los sedimentos afectan elementos de la
miseria no permite pensar en el disfrute de la con- llamada planicie baja de la costa. Es muy costoso
vivencia con la naturaleza. En el mundo desarro- obtener reconocimiento social de los servicios eco-
llado cualquier partido político y cualquier gober- lógicos que prestan los fragmentos de talar. Se tra-
nante tiene un fuerte compromiso con lo público. ta de la misma dificultad que aparece con la valo-
En nuestro país ese compromiso ha resultado siem- ración del árbol de calle en la ciudad, donde el úni-
pre escaso. Ese desinterés por lo público crea una co servicio que se reconoce es el de la sombra en
barrera casi insalvable para la conservación de verano y, sobre todo, para el automóvil. Este des-
ecosistemas porque va asociado a la incapacidad conocimiento generalizado de funciones del tipo
de entender el largo plazo en términos intergene- de los servicios ecológicos es una tercera restric-
racionales. ción grave y demanda un esforzado trabajo en las
Si quienes deciden mirando un mapa ven pobla- escuelas; incluso, clama por una parcela del huer-
ción y naturaleza, se abre un camino para la nego- to escolar o comunitario dedicada a reproducción
ciación y el futuro de los talares es viable, pero si de especies del talar para seguimiento de su evolu-
quienes miran un mapa ven solamente suelo ción juvenil.
urbanizable las negociaciones serán muy difíciles. La cuarta restricción es también situacional: el ta-
Hace poco tiempo un grupo consultor trabajando lar costero no es un tipo de bosque dentro de una
en la Reserva de Otamendi identificó dos concep- variedad de tipos forestales nativos en un comple-
ciones irreconciliables de lo que significa territo- jo de ecosistemas como en el Chaco, las Yungas y la
rio. Para la Administración de Parques Naciona- Selva Paranaense. Aquí se trata de un ecosistema

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


18 que ofrece bienes y servicios que siempre escasea- drillos y escombreras. Suelos desnudos disponi-
ron en los pastizales de la Pampa húmeda, básica- bles para colonización y regeneración de origen
mente leña y nichos para nidificación, alimenta- natural son: los médanos muertos o inmóviles de
ción y percha de avistaje para la avifauna y sus- la costa, lo que llamamos bioformas, es decir, hor-
trato poroso no anegable para vivienda de anima- migueros y termiteros y los montículos origina-
les cavadores. Desde que llegaron los españoles el dos por la caída de árboles de raíces superficiales.
consumo de leña del talar entró en conflicto con la Otro territorio de colonización y regeneración
cosecha de frutos de varias especies para alimento exitosa son las viejas plantaciones forestales. De la
de aves de corral y con el servicio de sombra para evolución de estos manchones hay poca informa-
rumiar, el llamado siesteadero del vacuno en ve- ción de base y es un tema crucial como mecanismo
rano. de reposición o rehabilitación del ecosistema más
El uso del material calcáreo del subsuelo de la ma- diverso, más complejo y peor representado del
yoría de los talares es otra actividad conflictiva en borde de la Pampa húmeda. Para fortalecer el marco
cuanto a conservación de la masa boscosa preexis- de negociación es necesario establecer una tipología
tente, ya que implica su remoción y la creación de de los sitios colonizables por el talar y descubrir
un nuevo relieve con dos componentes: la excava- los mecanismos de dispersión de propágulos, ta-
ción de no más de 6 m de profundidad y las acu- rea en que las aves son dominantes pero no exclu-
mulaciones de material superficial de hasta 3 m de sivas. Para negociar se requiere conocer la biolo-
alto. Este nuevo microrelieve tiene un borde don- gía del talar residual, sobre todo, la biología re-
de la regeneración del talar es mucho más potente productiva de todas las especies ornitocoras. De
que en el interior de parches de talares viejos y esos sitios aptos para el establecimiento de nue-
hay toda una perspectiva de manejo de viejas can- vos talares hay pocos datos pero los suficientes
teras para restaurar o recrear el ecosistema en lo para pensar que los más apropiados, en cuanto a
que llamaríamos el anillo de bosque nativo de las presencia de juveniles por m2 y su crecimiento en
canteras. altura, son los que están evolucionando en viejas
Por último, los talares casi siempre son contiguos plantaciones forestales, como los eucaliptales de
o cercanos ( no más de 2,5 km) a grandes cuerpos Campo de Mayo, los ensayos forestales de Santa
de agua tranquilos o en movimiento y aparecen Catalina y los de Magdalena. Les siguen las
como elementos de relieve positivo en el borde de banquinas de autopistas, los montículos de escom-
grandes llanuras anegadizas. En ciertos casos los bros y los bordes de canteras y canales. Sitios me-
talares son islas o corredores de tierra fértil nunca nos aptos en cuanto a velocidad de crecimiento y
anegadiza, contiguos a humedales, es decir, tierras capacidad de reclutamiento, pero viables, son los
de alto precio (7 000 a 10 000 U$A en 2001) en un hormigueros y termiteros abandonados y los mon-
mar de terrenos de bajo valor (150 a 350 U$A). tículos bajo alambrado. La experiencia prueba que
Esta contigüidad no pasó desapercibida a los pro- en estos sitios hay neotalares o prototalares; hay
motores de barrios cerrados y cantidades no co- muchos que no evolucionarán a manchón de bos-
nocidas de manchones de talares fueron incorpo- que porque el relieve positivo que los aloja es muy
radas a emprendimientos con tres elementos de pequeño, por lejanía a árboles portagranos (pro-
relieve: el cuerpo de agua artificial, los altos crea- genitores) y otras causas no conocidas.
dos por la remoción y una ceja de talar, o manchón Lo que aparece claro es que los talas y sus
de talar, cuya estructura ha sido rediseñada o sus- codominantes y compañeros de comunidad se van
tituida. Este tipo de urbanización precedió en va- desarrollando de distinta manera fuera del bos-
rios años al establecimiento de una normativa y que, según el origen del manchón. La dinámica de
fue un crecimiento no planificado ni controlado. la evolución del talar va a ser distinta, tanto en la
secuencia de especies como en la tasa de aparicio-
nes y desapariciones. La comunidad que se forma
COLONIZACIÓN Y REGENERACIÓN registra su origen, sobre todo, cuando el nuevo te-
rritorio ocupado fue una pila de tierra o de escom-
Los manchones de talares aparecen como isletas bros y no un suelo con perfil normal.
de bosque cuya forma, tamaño y diseño del borde También es evidente que el éxito de la colonización
depende de los cambios que ocurren en la matriz de elementos del talar se debe a: baja ocupación
que hace de entorno la que, casi siempre, es campo por gramíneas y latifoliadas, baja densidad apa-
agrícola y borde de ciudad. Esos manchones, o rente y a alta porosidad y aireación del suelo. Si el
talares residuales, están sometidos a fenomenales montículo es de tierra removida, las condiciones
presiones y han sido disectados, fragmentados y de drenaje y aireación y la persistencia de una
achicados. Por otro lado, hay sitios donde se han menor cobertura herbácea crean las condiciones
hecho disturbios drásticos que son rápidamente ideales de colonización. En tierra inundable los
colonizados por alguna especie del ecosistema ta- montículos evitan parcial o totalmente el
lar. Los cambios en el medio físico se deben a deca- anegamiento o disminuyen su frecuencia y se
pitación de suelos para ladrillería y la industria transforman en refugios para instalación de
viverista; a extracción de suelo y subsuelo para renovales de talas. Por otro lado, la presencia de
comercializar calcáreo en depósitos de conchilla y bosques plantados es considerada una facilitación
conglomerados de tosca; a la creación de montícu- para los renovales de tala. Trabajos realizados en
los en bordes de canales y alambrados, banquinas germinación, supervivencia de plántulas y juve-
de autopistas y a la deposición de descarte de la- niles y capacidad de reclutamiento en distintos

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


sitios, encontraron regeneración pobre a mala en nes sí. Con en el enfoque del paisaje esa asociación 19
el interior del talar y muy potente en otros hábitats, del talar con otros ecosistemas contiguos es el cen-
particularmente bajo plantaciones y en el períme- tro del interés para proyectar áreas naturales pro-
tro de canteras. Estos autores consideran que es tegidas (ANPs) o manejarlas. El talar de Otamendi
necesario analizar el mecanismo causal de la rege- no puede manejarse sin tener en cuenta el papel de
neración, la dinámica de las especies y su ciclo evo- generador de propágulos que son los bosques de
lutivo. Así se podría saber por qué algunos sitios ligustro y de acacia negra de la estación del ferro-
de los albardones artificiales del río Reconquista carril y sin estudiar la capacidad invasiva del tala
son colonizados sólo por ricino, otros por cina- y el coronillo en las viejas avenidas de eucaliptus
cina, otros por lecherón, otros por acacia negra, de la infraestructura de la Reserva Natural Estric-
otros por gramíneas rastreras y otros por especies ta Otamedi y del Ministerio de Desarrollo Social.
del talar, sólo por el tala o sólo por el coronillo. Un paisaje está compuesto de varios tipos de ele-
mentos. De ellos, la matriz es el componente o
ecosistema más conectado y extenso y juega el pa-
DISTURBIO EN TALARES MADUROS pel más importante en el funcionamiento del mo-
saico en cuanto a flujos de energía, materiales y
Se sabe que la explotación leñera, la disección, la especies. Lamentablemente, en ningún lugar de su
fragmentación y el subsecuente achicamiento de extenso territorio los fragmentos de talares dejan
las parcelas de talar produce una secuencia de res- de ser manchones inmersos en matrices de otro
puestas que constituyen los que llamamos meca- tipo que es la que decide y controla el complejo o
nismos de restauración, entre ellos, el rebrote de sistema. El diseño linear alargado de los fragmen-
cepas, la entrada de invasoras exóticas, los cam- tos de talares determina que habrá una exagerada
bios de dominancia o subdominancia ( v.g. el som- presencia de especies de borde de amplia plastici-
bra de toro avanza en los claros, el ligustro se vuel- dad, malezas exóticas o no y escasez de hábitats
ve la especie de mayor altura y biomasa). El cono- de interior donde aparecen las especies raras de
cimiento de tales respuestas nos permite privile- estrategia especialista.
giar algunas sencillas medidas de manejo que ga-
rantizan la persistencia del talar, aun bajo explo-
tación con medidas tales como la prohibición del CONCLUSIONES
destronque y la conservación de los tocones, y de
ejemplares preseleccionados de portagranos o ár- Puede resumirse una serie de atributos del talar
boles padre. Hasta donde se sabe, la capacidad de que lo transforman en un objeto de interés conser-
rebrotar de cepa es compartida por todas las espe- vacionista excepcional y sugiriendo algunos prin-
cies arbóreas y arbustivas del talar que, unido a la cipios o líneas de negociación para elaborar una es-
presencia de raíces gemíferas en el sombra de toro, trategia de sustentabilidad ambiental de borde de
le da al bosque un potencial de regeneración ciudades donde el Complejo talar sea reconocido
vegetativa importante compartido con otros eco- como ecosistema estrella de gran valor educativo y
sistemas chaqueños como quebrachales, itinales, proveedor de servicios ecológicos esenciales.
vinalares y algarrobales.
El talar no se desarrolla en sustrato anegadizo, pero 1. Se trata de un bosque de tierra firme ligado geo-
está siempre al lado y en contacto con humedales gráfica y funcionalmente a cuerpos de agua; se
y crece en suelos más sueltos y permeables que los ubica en relieves positivos y sobre todo en bordes
del flechillar pampeano. Está siempre asociado a de quiebres del relieve actuando como barreras
otros ecosistemas con los que forma un mosaico de biológicas que frenan el proceso de deterioro más
diseño repetitivo que llamamos paisaje o mosaico importante de la Pampa Ondulada : la erosión
de paisajes. El ejemplo clásico es el mosaico de cor- hídrica.
dones con talares y las depresiones intercordones
de suelos anegables de los pajonales de espartillo 2. Sufre una generalizada invasión de exóticas que
de la costa de Magdalena. Las interacciones de los cubren todos los estratos y todas las bioformas,
fragmentos de talar con sus ecosistemas de entor- enredaderas, malezas herbáceas, arbustos y ár-
no (sea el carquejal, el flechillar, la plantación de boles.
pino, el cultivo de soja o el «country») son tan im-
portantes que definen el funcionamiento y la per- 3. El tala, el coronillo y el molle son excelentes colo-
sistencia del sistema paisaje en su totalidad. En nizadores y hay buena regeneración en plantacio-
Otamendi el deslinde entre talar y flechillar es un nes forestales y en relieves positivos donde se re-
amplio borde donde la supresión del incendio ha mueve la vegetación preexistente o se crea un neo-
creado las condiciones para el desarrollo de leño- suelo.
sas y subleñosas y hay un neo-ecosistema que po-
dríamos llamar talar carquejal con flechilla que 4. Para colonizar, el tala demanda disponibilidad
funciona distinto a los que le dieron origen; por de agua edáfica, luz, suelo removido y baja com-
ejemplo, pone barreras efectivas a la invasión de petencia con otras plantas.
exóticas leñosas y es sensible al avance de malezas
herbáceas. Parece que en determinados bordes los 5. En el interior del talar se ha comprobado que la
límites de cada manchón de talar son estables y no ocupación del suelo, en cuanto a masa de raíces
hay colonización del deslinde y en otras condicio- activas y la consiguiente escasez de agua, consti-

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


20 tuye la principal limitante para su establecimien- LÍNEAS DE ACCIÓN
to y la respuesta a la luz queda subordinada a esos
dos factores. En la situación socioeconómica actual los princi-
pios de negociación deben girar alrededor de los
Lo anterior es una aceptable masa de datos para siguientes logros:
pensar, diseñar y poner en marcha un programa - Obtener el reconocimiento de que en la interfase
de conservación no sólo de los talares sino del com- periurbana no sólo hay ciudad y campo pro-
plejo de mosaicos de paisajes que contienen talares ductivo sino también ecosistemas naturales.
y de los territorios donde la sucesión temprana ya
tiene un embrión de talar, sea un ejemplar o un - Mantener un enfoque a futuro para asegurar que
buen reclutamiento. realmente se planifique. No se planifica miran-
No siempre se advierte que se trata de un do solamente lo cotidiano.
ecosistema con alta capacidad de resistir la pre-
sión antrópica, sobre todo por la aptitud para co- - Privilegiar los temas que afectan la base de los
lonizar áreas disturbadas que son las que abun- recursos naturales (defaunación, contamina-
dan en el borde de las grandes ciudades. ción, pérdida de riqueza florística).
Si las ciudades están creando constantemente
hábitats para ser colonizados por elementos del - Desarrollar un enfoque estratégico que no sólo
talar, y Buenos Aires ocupa 800 ha por año con se ocupe de los problemas sino de las oportuni-
cavas y con ladrillerías, debería dedicarse un alto dades. La conservación de fragmentos demasia-
porcentaje de los fondos disponibles a ensayos so- do pequeños del talar es un problema, el trabajo
bre: a) modelos de colonización o expansión en áreas con potencial de establecimiento y re-
poblacional en ambientes heterogéneos correlacio- generación es una oportunidad.
nando tipo de disturbio con tipo de invasión; b)
identificación de los factores que frenan y que ace- - Asociar la planificación estratégica de conser-
leran la expansión no sólo del tala sino de sus co- vación del complejo talar con otras grandes es-
dominantes y compañeros de comunidad. trategias y políticas urbanas y rurales. Por ejem-
plo, asociar una estrategia de manejo y conser-
vación con la fijación de políticas urbanas so-
EL TALAR ES UN ECOSISTEMA DE ALTA bre hacia dónde y cómo debe crecer el espacio
RESILIENCIA Y CON UNA CAPACIDAD DE amanzanado, y políticas rurales de diversifica-
EXPANSIÓN PROMETEDORA QUE HAY QUE ción agrícola, desarrollo de territorios bajo nor-
EVALUAR. mas agroecológicas, granjas integrales y horti-
cultura orgánica.
No va a resultar sencillo, pero es necesario dedicar
esfuerzos no sólo en salvar manchones con pobla- - Conectar la propuesta global con la local. Pode-
ciones sobremaduras o sobreinvadidas y trans- mos tener iniciativas que vinculen demandas
formadas en ligustral, moral, o bosque de acacia sociales sobre aire, agua y suelos limpios, vi-
negra con elementos de talar, sino en talares en su vienda sana, centro de salud cercano, con la sus-
etapa de sucesión temprana. Deben elaborarse tentabilidad del Complejo talar.
normas de protección y manejo para talares en
una sucesión temprana, para el talar de alambra- - Privilegiar las estrategias suaves sobre las du-
do, de cantera, de escombrera, de plantación ras. En la situación actual pedir nuevos edifi-
sobremadura. Existe mucho esfuerzo inteligente cios o innovaciones técnicas de alto costo es con-
volcado en talares en la etapa de la sucesión tardía denar al fracaso cualquier iniciativa. En el tema
pero la gran mayoría fueron trabajos en ecología conservación el trabajo en agilización adminis-
de la invasión de exóticas, es decir en mecanismos trativa, capacitación, difusión, educación, cul-
de dispersión, y en la precariedad del establecimien- tura y comportamientos sociales, dan resulta-
to inicial y crecimiento de las poblaciones a partir dos sólidos y abren oportunidades de articula-
de densidades muy bajas. En determinado momen- ción entre distintos actores sociales a través de
to podría resultar inútil pensar en eliminar una in- un tema convocante: la conservación para nues-
vasora exótica entendida como una especie ajena a tros hijos.
la biodiversidad local con capacidades invasivas
superiores a cualquier especie local. Por último, - Involucrar y hacer participar a los sectores de
transmitir el conocimiento sobre los servicios eco- menores recursos en la elaboración de iniciati-
lógicos de los manchones de bosque y crear un res- vas. Formular iniciativas y tomar decisiones con
peto y afecto genuino para con el talar sólo se conse- conocimiento de sus expectativas.
guirá trabajando largo tiempo con los niños.
- Involucrar a los actores clave y decisores en el pro-
ceso. Pero hacerlo de tal modo que no se excluya a
nadie por razones de límites inter-jurisdicciona-
les, conflictos interpersonales o inter-étnicos.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


21

Talar de barranca. Baradero. Foto: Guillermo Bodrati

Talar en formación. Foto: Silvia Vitale.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


22

Talar en Magdalena que muestra restos de una antigua extracción de conchilla. Foto: Emilse Mérida

Interior de talar en Punta Indio. Foto: Roberto Rodríguez

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


23

Talar de barranca en Baradero. Foto: Guillermo Bodrati

Talar de albardón del sudeste bonaerense, Punta Indio. Foto: José Athor

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


24

Molle en flor ( Schinus longifolius). Foto: Silvia Vitale Sombra de toro en flor (Jodina rhombifolia).
Foto: Emilse Mérida

Rama de tala con fruto (Celtis tala). Foto: Eduardo Haene

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


25

Espinillo en flor (Acacia caven) Punta Indio. Foto: José Athor

Algarrobo blanco ( Prosopis Alba). Presente en los talares de noreste de Buenos Aires. Foto: Emilse Mérida.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


26

Barba de tigre.(Colletia spinosissima) Magdalena. Chañar en flor(Geoffroea decorticans). Baradero.


Foto: Emilse Mérida Foto: Guillermo Bodrati

Schaefferia argentinensis con fruto. Baradero. Ombusillo(Phytolacca tetramera). Punta Indio.


Foto: Guillermo Bodrati Foto: Roberto Rodríguez

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


27

Malvavisco (Spharalcea bonariensis). Lantana (Lantana megapotamica).


Foto: Eduardo Haene Foto: Santiago Fernández

Orugas de mariposa bandera argentina alimentándose en una Pavonia malvacea. Foto: Eduardo Haene
rama de coronillo (Scutia buxifolia). Árbol característico de
los talares el sureste de Buenos Aires. Foto: Emilse Merida

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28

Hembra de Mariposa bandera argentina libando (Morpho Helánica (Pterourus hellanichus) Especie en seria
epistrophus argentinus).Foto: Daniel Atias regresión numérica en la actualidad. Foto Roberto Güller

Picuda(Libytheana carinenta).Posada, pasa desapercibida Acróbata parda, macho, (Emesis lupina melancholica).Se
por su coloración y sus alas recortadas. Foto:Juan Farina asolea en bordes de talares.Foto:Roberto Güller

Curutié blanco (Cranioleuca pyrrhophia).Indicador del talar. Coludito copetón ( Leptasthenura platensis).
Foto Alec Earnshaw Foto: Roberto Güller

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


29

Canastero chaqueño (Asthenes baeri), indicador de talar en el NO. Baradero. Foto Roberto Güller

Pepitero de collar (Saltator aurantiirostris), indicador de


Naranjero (Thraupis bonariensis). Foto Alec Earnshaw talar. Foto: Roberto Güller

Nido de espinero chico (Phacellodomus sibilatrix).Talar de Torcacita colorada (Columbina talpacoti) San Pedro.
barranca en Baradero. Foto: Emilse Mérida Foto: Roberto Güller

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


30

Espinero pecho manchado (Phacellodomus striaticollis). Barullero (Euscarthmus meloryphus).


Foto: Roberto Güller Foto Guillermo Bodrati

Monterita cabeza negra (Poospiza melanoleuca). Viudita pico celeste ( Knipolegus cyanirostris).
Foto: Roberto Güller Foto: Guillermo Bodrati

Tucu-tuco de los talares (Ctenomys talarum). Foto: Roberto Rodríguez

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


31

Monjita Blanca ( Xolmis irupero). Foto Silvia Vitale

Boyerito (Icterus cayanensis). Foto Silvia Vitale

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


Interior de un talar de barranca. Foto: Eduardo Haene
1.
DESCRIPCIÓN Y CONSERVACIÓN DE
LOS TALARES BONAERENSES
34
CONCLUSIONES DE LA COMISIÓN: Coordinación:
Emilse Mérida
TALARES DEL NE DE LA
Relator:
PROVINCIA DE BUENOS AIRES Fernando Rubini

El propósito de la comisión fue consensuar cuáles Se realizaron las siguientes recomendaciones:


son los principales problemas de conservación que
impiden la formación de un rosario de reservas de a) Poner especial atención en las áreas nuevas que
talares del noreste de la provincia de Buenos Ai- aun puedan protegerse o rehabilitarse, para lo
res, con la finalidad de considerarlos al planificar cual se sugiere hacer nuevos relevamientos.
acciones de conservación. b) Instar a las autoridades a crear un registro pro-
vincial efectivo y actualizado de áreas protegi-
das municipales y privadas que permita ayu-
ACUERDOS ALCANZADOS: dar a conservar los escasos relictos y darles al-
guna continuidad.
Luego del debate se consideraron como problemas c) Diseñar un sistema efectivo de comunicación
centrales: entre los responsables y gestores de cada una
de las reservas conocidas, a fin de intercambiar
a) la falta de interés político; información y auxilio técnico sobre planes de
b) la falta de una estrategia de conservación de manejo y gestión de las mismas.
talares.

Bandurrita chaqueña (Upucerthia certhioides), talares de Baradero. Foto: Guillermo Bodrati.

Cita sugerida:
Fundación de Historia Natural «Félix de Azara.» 2006. Conclusiones de la comisión: Talares del NE de la provincia de Buenos
Aires. Jornadas por la conservación de los talares bonaerenses. 2004. Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


35
CONCLUSIONES DE LA COMISIÓN: Coordinación:
Aníbal Parera
TALARES DE ALBARDON DEL SE
Relator:
DE LA PROVINCIA BUENOS AIRES Roberto Rodríguez

Se identificaron, discutieron y consensuaron: Estas amenazas fueron ponderadas de acuerdo a:


Amenazas para los talares del SE de Buenos Aires. - Alcance de impacto: Según sea «Global» sobre
Oportunidades para su conservación. todos los talares del SE bonaerense o «Local», es
Recomendaciones para la acción. decir de alcance más limitado.
- Gravedad del impacto: En una escala de ponde-
ración subjetiva de rango I (menos grave) al V
IDENTIFICACIÓN DE AMENAZAS: (más grave).
- Inmediatez del impacto: Según sus implicancias
A) De orden directo sobre los talares y urgencias para la acción; sean «Inmediatas»
(«I») o Mediatas («M»).
1) Explotación minera de conchilla que implica la Los resultados de este ejercicio se presentan en la
remoción completa de fracciones de talares que la tabla 1.
ocupan este tipo de suelo.

2) Proliferación de especies exóticas vegetales y B) De orden indirecto (vinculadas a la gestión y


animales. En particular se consideraron algu- manejo)
nos temas: la acción incipiente de Celtis australis,
una especie de árbol del mismo género que el 1) Desconocimiento por parte de actores vincula-
tala, pero de origen europeo, utilizado en fores- dos (propietarios, comunidad en general y fun-
tación urbana y la proliferación masiva de cionarios en particular, acerca de la singulari-
Gleditsia triacanthos y la presencia del ciervo axis dad y la importancia de los talares).
(Axis axis), entre otros.
2) Deficiencias en la implementación de las áreas
3) Sustitución de talares para dar lugar a pasturas protegidas existentes.
y agricultura de cosecha, con efectos secunda-
rios o asociados; como la aplicación nociva de 3) Severos problemas inherentes a la existencia de
agroquímicos sobre los talares y la explotación normas adecuadas y, muy especialmente, a la
de leña. aplicación de las mismas (ausencia de claridad
en los procedimientos administrativos, de fis-
4) Caza furtiva u otro tipo de extracción no habili- calización y control).
tada de fauna silvestre.
4) Carencias en la capacidad instalada en los or-
5) Dinámica de la línea costera del río de la Plata, ganismos oficiales y, a menudo, desinterés por
cuyo aumento de nivel (por ejemplo: como con- parte de funcionarios que muchas veces tienen
secuencia del «cambio climático») podría traer un perfil político cuando debieran tenerlo téc-
asociada la pérdida o deterioro de talares nico.
costeros.
5) Ausencia de conexión adecuada entre los ámbi-
6) Fragmentación de talares por urbanización no tos oficiales de gestión y académicos.
planificada o planificada sin tener en cuenta a
los mismos.

Amenaza Alcance Gravedad Inmediatez

Especies exóticas Global III I


Minería de conchillas Local IV I
Reemplazo agropecuario y extracción de leña Global IV I
Dinámica del río de la Plata Local III M
Caza furtiva Global II I

Tabla 1

Cita sugerida: Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». 2006. Conclusiones de la comisión: Talares del SE de la provincia
de Buenos Aires. Jornadas por la conservación de los talares bonaerenses. 2004. Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores).
Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


36 IDENTIFICACIÓN DE OPORTUNIDADES 7) Instar a las autoridades de aplicación de la le-
yes a que, en sus procesos de gestión y toma de
1) Nueva Ley de Paisaje Protegido que podría decisiones sobre asuntos inherentes a la con-
aprovecharse para ser aplicada a la conserva- servación de los talares, convoquen a las
ción de los talares del SE bonaerense. Esta Ley ONG´s.
ya posee reglamentación. 8) Publicar un compendio de la información aca-
2) Anteproyecto de Ley Nacional (proyecto de Ley démica existente sobre los talares, y luego ac-
en formación) de Promoción Económica para tualizarlo regularmente, para facilitar el acce-
el Bosque Nativo, que puede ser aprovechado so a la información.
para incluir a los talares bonaerenses en for- 9) Instar a los organismos de promoción científi-
ma especial. ca a jerarquizar los proyectos vinculados a con-
3) Momento favorable para la obtención de fon- servación de la biodiversidad, generalmente
dos provenientes de la cooperación internacio- postergados, y estimular a las autoridades en-
nal. cargadas de la gestión de conservación a que
4) Mecanismos de «Certificación Verde», en pro- financien proyectos de investigación aplicada.
ceso de implementación, que podrían aplicar- 10) Encaminar un Fondo Fiduciario Provincial de
se a productos que implican o favorecen la con- promoción de proyectos de uso sostenible, in-
servación de los talares. vestigación, control y fiscalización.
5) Proceso, actualmente en marcha, de obtención 11) Revisión de la Ley de Áreas Protegidas de la
de un Plan de Manejo para Mar Chiquita, con provincia de Buenos Aires, en el punto referi-
la participación muy activa de la comunidad do a la categoría de «Refugio de Vida Silves-
local, lo que podría constituir un antecedente tre», que hace referencia sólo a la protección de
y un modelo de gestión para otros talares. la fauna, pero no de la flora (engloba a muchas
6) Existencia de áreas protegidas de orden públi- áreas de talares).
co, y de importantes propiedades privadas con
talares en buen estado de conservación.
DETECCIÓN DE ALGUNAS NECESIDADES
ADICIONALES
RECOMENDACIONES
1) Definir y revisar el límite austral de los talares
1) Implementar una red de intercambio de infor- bonaerenses, a la luz de la aparición de talares
mación y gestión que, entre otras cosas, per- espontáneos en tierras removidas de la zona
mita identificar áreas naturales concretas para de Miramar.
destinar a reservas de distintas categorías. 2) Alcanzar una definición adecuada del concep-
2) Fortalecer e integrar las áreas protegidas exis- to «talar» (en cuanto a la dominancia de la es-
tentes a través de una red o corredor de pro- pecie en cuestión, o la superficie que ocupa la
tección de los talares. fracción, etc.).
3) Desaconsejar el uso de las conchillas proceden- 3) Realizar un inventario de la normativa vigen-
tes del deterioro de los talares. te y hacerlo público cuanto antes.
4) Promover alternativas de uso sustentable de 4) Conocer la dinámica de los talares en una es-
productos del talar que favorezcan su valori- cala de tiempo geológica, para entender mejor
zación y conservación en manos privadas. los procesos a largo plazo y la eventual inci-
5) Valorizar a los «currales» de Colletia paradoxa dencia del cambio climático y otras fuentes de
del sur bonaerense, para favorecer su conser- impacto.
vación.
6) Hacer un uso eficiente de leña que se obtiene
como subproducto de desmontes y movimien-
tos de tierra, para evitar mayores impactos por
extracción en otras áreas.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


37
EL MANEJO DE LOS TALARES DE Marcelo Fabián Arturi1,
Carolina Alejandra Pérez1,
MAGDALENA Y PUNTA INDIO COMO Mariana Horlent 1,
Juan Francisco Goya1
ESTRATEGIA PARA SU CONSERVACIÓN y Silvia Torres Robles2

1
Laboratorio de Investigación de Sistemas Ecológicos y Ambientales, Universidad Nacional de La Plata. E-mail: talares@ceres.agro.unlp.edu.ar;
2
División Plantas Vasculares, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata.

RESUMEN

Las principales regiones boscosas de Argentina sufrieron el reemplazo de grandes superficies de bosques por áreas de
cultivo. Estos procesos implican la desaparición de recursos y generan cambios ambientales adversos, pérdida de biodiver-
sidad, aumento de los costos de producción y deterioro de la calidad de vida. Una de las causas de esos procesos estriba en
el desarrollo de actividades económicas en las que el bosque queda excluido y no es tenido en cuenta como fuente de
beneficios económicos y ambientales. Los talares ubicados entre la localidad de Magdalena y la Bahía de Samborombón se
encuentran en propiedades privadas y su destino depende de las decisiones de los productores ganaderos. La continua
reducción de la superficie de bosque podría evitarse si aumentara la valoración por parte de los propietarios. En este trabajo
se plantea la posibilidad del desarrollo de sistemas silvopastoriles en los talares como forma de integrar al bosque al esquema
productivo de la zona. A través de un manejo sustentable, el bosque tendría mayores probabilidades de seguir formando parte
del paisaje de las que tiene actualmente.

Palabras clave: Celtis tala, manejo forestal, sistemas silvopastoriles, competencia, sotobosque.

INTRODUCCIÓN yor parte de los troncos presentan diámetros en-


tre 5 y 15 cm. El mecanismo de regeneración por
Las principales regiones boscosas de Argentina su- rebrote fue una de las causas por las cuales estos
frieron el reemplazo de grandes superficies de bos- bosques siguen existiendo en la actualidad. Pero
que por áreas de cultivo. Algunos ejemplos claros de muy probablemente intervinieron otras relacio-
este proceso son el reemplazo de la selva pedemon- nadas con la actitud de los productores. La mayor
tana de las Yungas, la Selva Paranaense y los Bos- parte del área es utilizada para ganadería. Si bien
ques Chaqueños por cultivos anuales o plantaciones el bosque resulta negativo en algunos aspectos para
forestales. Estos procesos implican la desaparición esa actividad, es muy probable que los producto-
de recursos y generan cambios ambientales adver- res hayan favorecido la permanencia de los par-
sos como la pérdida de suelos, erosión, pérdida de la ches de bosque en virtud de los beneficios que brin-
calidad de los recursos hídricos y pérdida de biodi- da al ganado por la disponibilidad de sombra y
versidad. Generalmente esos cambios redundan en refugio contra las bajas temperaturas. En este tra-
un fuerte aumento en los costos de producción. Una bajo se plantea que la integración de los bosques
de las causas de esos procesos estriba en el desarro- de tala y coronillo a los sistemas de producción
llo de actividades económicas en las que el bosque podría representar una forma estable de conser-
queda excluido y no es tenido en cuenta como fuente vación. En diferentes secciones se analizan las po-
de beneficios económicos y ambientales. tencialidades del bosque de tala y coronillo para la
Existen registros históricos sobre procesos de de- producción maderera y forrajera.
gradación experimentados por los talares de los
alrededores de la ciudad de Buenos Aires desde
hace más de 300 años (Morello, 2004). Esos bos- EL CRECIMIENTO ARBÓREO Y LA
ques fueron desapareciendo debido a la alta de- COMPETENCIA
manda de leña y luego, por la expansión de las
fronteras urbana y agropecuaria. Entre la locali- La competencia es un proceso que se genera por la
dad de Magdalena y la Bahía de Samborombón se escasez en al menos alguno de los recursos que los
conservaron superficies apreciables de bosques de individuos requieren para vivir, crecer y reprodu-
tala y coronillo. En el siglo XX, durante las décadas cirse. En este proceso algunos individuos logran
del ’40 y ’50, se produjo una fuerte extracción de apropiarse de una porción importante de esos re-
madera para leña. Existe información sobre dife- cursos en detrimento del resto. Esta apropiación
rentes aspectos ecológicos de estos bosques como desigual genera diferencias entre los individuos
estructura, regeneración, fenología y productivi- en su tamaño, supervivencia y capacidad repro-
dad, así como aspectos relacionados con el paisaje ductiva (Begon et al., 1996). El crecimiento de un
y la conservación, que se encuentra resumida en árbol depende, entre otras cosas, del área ocupada
Arturi y Goya (2004). La mayor parte de los bos- por su copa ya que esa es una medida de la canti-
ques actuales se regeneraron por rebrote presen- dad de luz que puede captar. Dado que la cantidad
tando árboles con varios fustes tortuosos. La ma- de luz que llega a una superficie de terreno es limi-

Cita sugerida: Arturi, M. F., C. A. Pérez, M. Horlent, J. F. Goya y S. Torres Robles. 2006. El manejo de los talares de Magdalena y
Punta Indio como estrategia para su conservación. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación.
Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


38 tada, la disponibilidad de recursos para cada ár- de 35 % en los diámetros a los 15 años, indican que
bol disminuye al aumentar el número de árboles la competencia puede reducir apreciablemente la
por unidad de superficie. Así, el grado de ocupa- tasa de crecimiento en diámetro. Esto podría tener
ción de un sitio es un indicador del grado de compe- una gran importancia para el manejo, ya que una
tencia ya que a mayor ocupación, mayor es la in- diferencia de crecimiento en diámetro resulta mu-
tensidad de la interacción entre individuos. Los ár- cho más apreciable cuando se evalúa el rendimien-
boles que se establecen en lugares abiertos dispo- to de madera en peso.
nen de mayor proporción de recursos que aquellos
que lo hacen en sitios ya ocupados (Zutter et al., 1997)
presentando mayores tasas de crecimiento. EL MANEJO DEL BOSQUE
Luego de la importante extracción de leña experi-
mentada por los talares en las décadas del ’40 y El control de la competencia mediante tratamien-
’50, quedaron unos pocos individuos remanentes tos de raleo podría tener una fuerte incidencia en
que son los que actualmente presentan diámetros la capacidad productiva del bosque. Si se plantea
superiores (Goya et al., 1992; Cellini et al., 1999). La el objetivo de reducir la densidad para mejorar el
regeneración del bosque se produjo por incorpo- crecimiento, es necesario establecer qué tamaño
ración de nuevos individuos en las clases diamé- de individuos van a extraerse y cómo incide sobre
tricas inferiores provenientes principalmente de el crecimiento de los que quedan. El crecimiento de
rebrotes de cepa. A medida que avanzaba el proce- un individuo disminuye cuando aumenta el nú-
so de regeneración, los rebrotes nuevos iban en- mero de los individuos que lo rodean. Además, el
contrando un bosque más denso que sus predece- efecto competitivo es mayor, o existe solamente, si
sores. En la madera de tala es posible determinar el individuo cercano es de mayor diámetro o ma-
anillos anuales de crecimiento y se puede saber yor altura. Esta relación competitiva puede llegar
cuál era el diámetro de un árbol a diferentes eda- a ser completamente asimétrica si un individuo
des. Los rebrotes de edad similar constituyen lo ve fuertemente reducido su crecimiento (oprimi-
que se denomina cohorte y de acuerdo con las ideas do) cuando está sombreado por otro, mientras que
establecidas respecto de la relación entre compe- el individuo que lo sombrea (dominante) no sufre
tencia y crecimiento es esperable que, a igual edad, ningún efecto. Por ese motivo, los tratamientos de
los diámetros sean menores para los individuos raleo que extraigan diferentes tamaños de indivi-
de las cohortes más recientes. Además, si la com- duos podrían tener diferentes efectos sobre el ren-
petencia afecta al crecimiento, entonces la diferen- dimiento del bosque. Para evaluar esas diferen-
cia de diámetro entre individuos de diferentes cias se realizó un ensayo en el que se extrajo el 40%
cohortes debería aumentar con el tiempo. Para de la masa arbórea (40% del área basal) pero con 3
evaluar esos resultados esperados se compararon tratamientos diferentes: (1) Raleo de selección: se
los árboles que se establecieron después de que el extrajeron los individuos de mayor diámetro (2)
bosque fue cortado, pero, antes del ’64 (cohorte 1) Raleo por lo bajo: se extrajeron los individuos de
con los que aparecieron a partir del año ’65 (cohorte menor diámetro y (3) Raleo mixto: la masa extraí-
2) (Horlent et al. 2003). A los 5, 10 y 15 años de edad da se repartió equitativamente entre los indivi-
la cohorte 1 presentó mayores diámetros que la 2 duos de mayor y menor diámetro. Un cuarto tra-
(Fig. 1). Además, la diferencia de diámetro entre tamiento lo constituyeron las parcelas testigo sin
las cohortes fue aumentando desde los 5 a los 15 raleo. Los mismos tratamientos se aplicaron en dos
años tal como era esperable de acuerdo con el mo- sectores de bosque (dos repeticiones) denomina-
delo de competencia. Las diferencias de alrededor dos Bloque 1 y 2. Se midió el diámetro de 20 árbo-

Figura 1: Diámetro promedio de dos cohortes a los 5, 10 y 15 años de edad.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


39

Figura 2: Incremento promedio en diámetro y medidas de variabilidad para los años 1 y 2 después del raleo.

les en cada una de las 8 parcelas. Los árboles fue- yor en el crecimiento que el raleo por lo bajo. El
ron marcados para su posterior medición en dos hecho de que eso no haya sido observado podría
años siguientes al comienzo del ensayo. indicar que aun no se estabilizó la respuesta de los
El crecimiento promedio del diámetro en la parce- individuos que resultaron liberados. Esto coincide
la testigo fue muy bajo alcanzando alrededor de 1 con que las diferencias entre las parcelas raleadas
mm el primer año y entre 1 y 1.5 mm el segundo y las no raleadas se manifestaron en el segundo
año (Fig. 2). Todas las parcelas sometidas a raleo año mejor que en el primero.
presentaron crecimientos claramente superiores La diferencia en el crecimiento diamétrico entre
a los de la parcela testigo. En el segundo año algu- los árboles de las parcelas raleadas y no raleadas
nas parcelas raleadas alcanzaron promedios de indica que el manejo podría mejorar apreciable-
entre 4.5 y 5.5 mm. En ninguno de los dos años se mente la potencialidad maderera del bosque.
manifestaron diferencias claras entre los distintos Spavento y Keil (2005) analizaron las propiedades
tipos de raleo. físicas y mecánicas de la madera de tala. La misma
El raleo por lo bajo libera a los individuos de la puede considerarse una madera dura y pesada
competencia por recursos subterráneos ya que to- (dureza = 9 kg/mm², densidad 0.8 g/cm3). Sobre la
dos los individuos extraídos son menores que los base de esas características se sugirió que el tala
remanentes y no podrían haber competido con puede ser usado en vigas, columnas, carpintería
ellos por la luz. El hecho de que el raleo por lo bajo rural, productos de madera corta y en solados de
haya presentado efectos similares a los otros tra- alto tránsito.
tamientos, indica que la competencia por recursos
subterráneos existe y su incidencia sobre el creci-
miento puede ser tan intensa como la de la compe- COBERTURA Y COMPOSICIÓN DEL SOTO-
tencia por la luz. Tanto el raleo de selección como BOSQUE
el raleo mixto, producen al mismo tiempo, una li-
beración de recursos subterráneos y luz, por lo Los árboles son los componentes más importan-
que no es posible apreciar por separado el efecto tes de un bosque en cuanto a la masa viva que re-
de la liberación de la competencia por luz. Resulta presentan, el flujo de la energía a través de los pro-
esperable que, tanto el raleo de selección como el cesos de productividad de nueva masa viva y la
raleo mixto, den por resultado un incremento ma- magnitud de los ciclos de minerales del suelo. Sin

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


40 embargo, el estrato inferior del bosque (sotobos- posición, siendo los pastizales y bordes del bosque
que), en general hierbas y arbustos, son importan- los de mayor riqueza y cobertura de especies, y los
tes en muchos aspectos del funcionamiento del sitios bajo el dosel los más pobres, en especial, cuan-
bosque a pesar de que representan una menor masa do el coronillo fue la especie arbórea dominante.
viva por unidad de superficie (biomasa). Con fre- Por ejemplo, en primavera, las gramíneas anuales
cuencia, inmediatamente después de producirse Lolium multiflorum, Gaudinia fragilis, Hordeum murinum
claros en el bosque, ya sea por causas naturales y Bromus brevis presentaron los mayores valores de
(muerte de algún individuo, vientos, fuego) o in- cobertura en los pastizales y bordes del bosque,
tervenciones humanas, el estrato inferior adquie- mientras que bajo el dosel, (t y c) las mayores co-
re importancia en el mantenimiento de la produc- berturas correspondieron a Dichondra microcalix,
tividad del sitio. Al cambiar las condiciones de luz Chaptalia arechavaleta y Trifolium repens.
y temperatura y al removerse la biomasa arbórea, En la tabla1 se detallan los nombres científicos
queda gran cantidad de nutrientes en el suelo. Si (taxonomía) de las plantas del sotobosque de los
éstos no son retenidos por la vegetación remanen- talares. Esta lista da información interpretable
te, pueden ser arrastrados por la lluvia, por ejem- para quienes están familiarizados con la flora del
plo, tornándose inaccesibles para las plantas de lugar. Sin embargo, si se reúne a la vegetación con
ese sitio. De este modo, el sotobosque actúa como un criterio ecológico, es decir, teniendo en cuenta
un almacenaje de nutrientes mientras el bosque la relación de estos organismos con el ambiente en
rebrota y se recupera la cobertura de las copas el que viven, se pueden determinar grupos funcio-
previas al disturbio. nales. Los grupos funcionales de plantas reúnen a
El estrato arbóreo, a través de la ocupación del es- especies que responden de manera similar a deter-
pacio, obtención de recursos (agua, nutrientes, luz) minados factores del ambiente, como la disponi-
y generación de condiciones microclimáticas (tem- bilidad de luz, temperatura, disponibilidad de
peratura y humedad) ejerce un marcado efecto agua, disponibilidad de nutrientes y responden de
sobre la vegetación de los estratos inferiores. En similar manera a los disturbios, como incendios,
los talares de Magdalena, existe una gran riqueza inundaciones y pastoreo. Esos grupos de especies
de especies en el sotobosque, cuya distribución y influyen de manera similar sobre los procesos de
abundancia sobre los cordones está relacionada productividad y ciclado de los nutrientes de su
con el grado de cobertura del dosel de los talas y hábitat ya que, por ejemplo, sus hojas se descom-
coronillos. Muchas veces la cobertura boscosa está ponen a una velocidad similar o presentan simila-
interrumpida por parches de pastizal de tamaños res épocas de fructificación y germinación. De este
variables. En general, esos parches se originaron modo, al agrupar especies de acuerdo con su simi-
por eliminación de árboles para permitir el paso litud funcional, se facilita la comprensión de la re-
del ganado o para establecer áreas de pastoreo so- lación entre las plantas y el ambiente (Díaz y Ca-
bre los cordones. Las variaciones de la intensidad bido, 1997; Díaz et al., 2002).
de luz, temperatura y humedad producidas al re- En los talares de Magdalena, 59 especies del soto-
ducirse la cobertura arbórea, promueven la pre- bosque fueron reunidas en 6 grupos funcionales
sencia de especies que no aparecen bajo el bosque de plantas (Tabla 1). Dos características fueron im-
cerrado. A su vez, el hecho de que los talas pierdan portantes para establecer esa separación: (1) el há-
sus hojas durante el otoño y los coronillos las man- bito de crecimiento y (2) la fenología. La primera
tengan todo el año, agrega otro factor de variación separó en plantas erectas, cespitosas y postradas
que determina un conjunto diferente de especies (de crecimiento horizontal). La segunda separó
del sotobosque según el bosque esté dominado por plantas de crecimiento invernal y fructificación
una u otra especie. El estudio que permitió deter- primaveral de aquellas de crecimiento estival y
minar tales diferencias se llevó a cabo en dos cam- fructificación estival-otoñal. En general, las espe-
pos privados del partido de Magdalena, en áreas cies invernales resultaron ser anuales (su lapso de
de bosques codominantes de tala (Celtis tala Gill ex vida no supera el año) y las estivales fueron peren-
Planch) y coronillo (Scutia buxifolia Spreng.). Uno nes (viven varios años).
de los campos mostró una mayor presión de pas- Los grupos no se encontraron igualmente repre-
toreo sobre los cordones que el otro, evidenciada sentados en todas las situaciones estudiadas ni en
por el grado de pisoteo, presencia de heces y me- las diferentes épocas del año. Las especies postra-
nor biomasa de la vegetación herbácea. El muestreo das presentaron mayor cobertura bajo el dosel de
se realizó en primavera y a fines del verano, por coronillo y tala respectivamente, y en los bordes
ser las épocas de mayor producción y fructifica- del bosque. Las cespitosas invernales ocuparon los
ción de las especies herbáceas. Los distintos sitios pastizales y sitios con cobertura total o parcial de
donde se determinó la composición y cobertura tala en el invierno, mientras que las cespitosas es-
del sotobosque se establecieron teniendo en cuen- tivales dominaron ampliamente los pastizales du-
ta el grado la cobertura arbórea y la composición rante el período estival. Las erectas, tanto inver-
del dosel: pastizales sobre cordones (sc), bordes nales como estivales, fueron más abundantes en
del bosque con cobertura de coronillo (bc), bordes los pastizales cuando existieron evidencias de pas-
del bosque con cobertura de tala (bt), bosque con toreo intenso. La mayoría de las especies de esos
dominancia de coronillo (c) y bosque con domi- grupos constituyen lo que se conoce como male-
nancia de tala (t). Los bordes del bosque fueron las zas.
áreas de contacto entre los pastizales sobre cordo- Las diferencias encontradas entre los grupos de
nes y el bosque. Estos sitios difirieron en su com- especies, respecto de su cobertura en diferentes si-

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


41
Postradas estivales Pastos estivales
Cenchrus pauciflorus Benth. Bothiochloa laguroides (DC.) Herler.
Cissus striata Ruiz & Pav. Subs.. argentina (Suess.) Lombardi. Carex phalaroides Kunth.
Commelina erecta L. Chaetotropis elongata (H. B. K.) Björkman var. langearistata
Cuscuta indecora Choisy var. longisepala Yunck. Nicora
Cynodon dactylon (L.) Pers. var. dactylon Festuca arudinacea Schreb.
Dichondra microcalix (Hallier. F.) Fabris. Panicum sabulorum Lam.
Galium latoramosus Clos. Paspalum dilatatum Poir.
Malvella leprosa (Ortega) Kaprov. Setaria vaginata Spreng. var. Vaginata
Oplismenus hirtellus (L.) P. Beauv. Sporobolus cryptandrus (Torr.) A. Gray.
Passiflora caerulea L.
Pavonia sepium A. St. Hil subsp. sepium (ex P. Malvacea) Erectas invernales
Phyla canescens (Kunth) Greene Carduus acanthoides L.
Salpichroa origanifolia (Lam.) Baill. Carduus pycnocephalus L.
Stenotaphrum secundatum (Walt.) O.Kuntze. Centaurea calcitrapa L.
Trifolium repens L. Daucus pusillus Miehx
Echium plantagineum L.
Postradas invernales Marrubium vulgare L.
Bowlesia incanaRuiz & Pav. Medicado lupulina L. Melilotus indicus (L.) All.
Chaptalia arechavaletai Arechav. Sonchus asper (L.) Hill
Geranium molle L. Teucrium cubense Jaq.
Plantago tomentosa Lam. Subs.. Tomentosa Urtica urens L.
Stellaria media (L.) Vill.
Erectas estivales
Pastos invernales Ambrosia tenuifolia Spreng.
Briza minor L. Aster squamatus (Spreng.) Hieron.
Bromus brevis Nees ex Steud. subsp. Brevis Baccharis trimera (Less.)
Bromus catharticus Vahl Cestrum parqui L’ Her.
Gaudinia fragilis (L.) P. Beauv. Cyclospermum leptophyllum (Pers.) Sprague.
Hordeum murinum L. subsp. Murinum Dicliptera tweediana Nees.
Lolium multiflorum Lam. Physalis viscosa L.
Dactylis glomerata L. Sida rombifolia L.
Stipa megapotamia Spreng. ex Trin. Solanum glaucophyllum Dest.
Stipa philippii Steud Solidago chilensis Meyen
Stipa neesiana Trin & Rupr. var. Neesiana Sphaeralcea bonariensis (Cav.) Griseb.
Stipa papposa Nees

Tabla 1: Especies del sotobosque de los talares de Magdalena incluidas en cada grupo funcional de plantas. Nomenclatu-
ra según Zuloaga et al. (1994) y Zuloaga & Morrone (1996, 1999).

tuaciones, se relacionan en parte con factores con mayor intensidad de pastoreo. Podría
abióticos (luz, temperatura) y bióticos (competen- interpretarse que las especies de esos grupos res-
cia interespecífica, pastoreo). Las especies que fue- ponden positivamente a los disturbios; es decir, se
ron más abundantes en los pastizales durante el encuentran en situaciones en las que, por inciden-
verano pueden considerarse como las mejores cia del clima invernal o por el pastoreo, se ve redu-
competidoras, ya que ocuparon los sitios con ma- cida la actividad de las más competitivas. La pérdi-
yor disponibilidad de luz, durante la época más da del follaje del tala en el invierno abre una opor-
favorable del año. Otros dos grupos también apa- tunidad para muchas especies anuales. Durante el
recieron en el verano, las postradas y las erectas verano la sombra del tala mantiene una baja co-
estivales. Pero en ambos casos lo hicieron en si- bertura herbácea por lo que, al caerse las hojas, que-
tuaciones poco favorables. Las erectas estivales se da un ambiente iluminado y con baja ocupación.
encontraron en los pastizales, pero en los sitios En esa época se registraron especies postradas y
más intensamente pastoreados donde, por efecto cespitosas invernales y, en alguna medida, erectas
del pastoreo, disminuyó la ocupación de las domi- invernales. Podría considerarse que todas ellas apro-
nantes. Las postradas estivales prevalecieron en vechan situaciones de baja competencia.
los sitios menos iluminados, tanto bajo la cober- Desde una perspectiva del manejo silvopastoril de
tura de tala como de coronillo. El invierno es el los talares, el conocimiento sobre las especies her-
período de reposo de las especies cespitosas esti- báceas debería orientar el manejo de la cobertura
vales que pueden considerarse las más competiti- arbórea y la carga ganadera, hacia la optimización
vas. En esta época, se encontraron en los sitios más de la disponibilidad de forraje, sombra y refugio.
iluminados, las cespitosas y erectas invernales. Con el propósito de determinar la oferta forrajera
Estas especies son, en general, pastos anuales y de los talares, el estudio anterior fue complemen-
cardos. Sin embargo, esos dos grupos también se tado con la determinación de la biomasa del soto-
encontraron presentes en el verano en el campo bosque y se incluyó también, con fines comparati-

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


42 vos, a los pastizales que rodean a estos bosques ducción de ganado vacuno considerablemente, com-
localizados en los intercordones. El estudio se basó parado con casos en los que estos pastos están au-
en la cosecha de la vegetación del sotobosque sentes (Jacobbo et al. 2000). La biomasa de los
estacionalmente, bajo los diferentes grados de co- pastizales que rodean a los talares, alcanza los va-
bertura del dosel (sc, bc, bt, c, t) y en el pastizal lores más bajos en invierno y primavera tempra-
circundante, denominado intercordón (ic). El ma- na. También es frecuente en esa época la ocurrencia
terial cosechado se separó en verde y seco en pie. de inundaciones periódicas en la pampa deprimi-
Las biomasas (peso seco de material vegetal por da, de intensidad y duración variables, que dismi-
unidad de superficie) obtenidas se compararon nuyen aún más la disponibilidad de forraje en los
entre las distintas situaciones. Además, para po- sitios bajos (Sala et al., 1981; Chaneton et al., 1988).
der establecer el valor forrajero de los sitios mues- En esas condiciones, además de servir como refugio
treados, se ubicó a las especies encontradas en 3 para el ganado, las áreas sobre los cordones, con
categorías de apetecibilidad (media, baja y alta). cobertura arbórea parcial, o completa de tala, po-
La apetecibilidad, según Rosengurtt (1979), está drían funcionar como áreas de recursos clave por la
dada por el grado de preferencia que muestra el disponibilidad y calidad forrajera en una época de
ganado bovino bien alimentado por las especies escasez. Las áreas de recursos clave son aquellas
que aparecen en el pastizal. Se obtuvo que, tanto que determinarán el número de animales que van a
en primavera como en verano, la biomasa total y sobrevivir durante la estación de reposo de la vege-
verde fue mayor en los sitios sin cobertura arbórea tación (Illius y O’Connor, 2000). Teniendo en cuenta
(Fig. 3). Esto se explica por la mayor disponibili- que el invierno es la época de parición de las vacas,
dad de luz, que favorece la producción de biomasa el sotobosque en esas situaciones podría mejorar el
herbácea. Aunque las áreas de intercordón, dada estado nutricional de las madres y así aumentar la
su extensión, son las de mayor importancia en la supervivencia y el crecimiento de los terneros. Es
provisión de forrajes para el ganado, sobre los cor- posible que la disponibilidad forrajera en esas si-
dones, en el invierno, los pastizales y bordes de tuaciones pueda mejorarse mediante el control de
tala presentaron mayor biomasa verde y mayor la cobertura arbórea.
cobertura de las especies más apetecidas por el
ganado, que el intercordón (Figs. 3 y 4).
En estudios realizados por otros autores se ha po- TRATAMIENTOS DE RALEO Y
dido establecer que, en la provincia de Buenos Ai- COBERTURA HERBÁCEA
res, la forestación con especies caducifolias mejora
la calidad de la pastura porque aumenta la cober- El diseño de sistemas silvopastoriles requiere es-
tura de pastos inverno-primaverales, más nutriti- tablecer una densidad adecuada del bosque para
vos que los estivales, que predominan en dichos favorecer la productividad de ciertas especies
pastizales (Clavijo et al., 2003). A su vez, la presencia forrajeras y evitar que la competencia entre árbo-
de esto pastos invernales determina una provisión les afecte excesivamente su crecimiento. Los trata-
de forraje de alta calidad nutricia durante una épo- mientos de raleo demostraron que la reducción de
ca en que el alimento es escaso. Esto aumenta la pro- la masa forestal en un 40 % estimula, en buena

Figura 3: Biomasa de herbáceas bajo distintas coberturas del dosel arbóreo (c: bajo coronillo, t: bajo tala, bc y bt: borde
del bosque con coronillo y tala respectivamente, sc: pastizal sobre cordón) y en el pastizal de intercordón (ic).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


medida, el crecimiento de los árboles remanentes, de realizado el raleo se incrementara la cobertura 43
al menos, en los primeros dos años. En los mismos de las especies que responden positivamente a los
tratamientos se evaluaron los cambios en la co- disturbios, como son todas las invernales. Estos
bertura del sotobosque a fin de determinar la me- cambios deberían resultar evidentes al comparar
jora en la disponibilidad forrajera producida por las parcelas raleadas con las no raleadas ya que,
la reducción de la cobertura arbórea. Sobre la base en estas últimas, no deberían observarse modifi-
de los muestreos realizados en diferentes situacio- caciones.
nes de cobertura se esperaba que, en el primer año La parcela testigo presentó muy baja cobertura

Figura 4: Apetecibilidad de la vegetación bajo distintos grados de cobertura del dosel (c: bajo dosel de coronillo, t: bajo
dosel de tala, bc y bt: borde del bosque con coronillo y tala respectivamente, sc: pastizal sobre cordón) y en el pastizal de
intercordón (ic).

Figura 5: Cobertura de las especies postradas estivales, pastos invernales y pastos estivales en los distintos tratamien-
tos de raleo (1: testigo, 2: raleo por lo bajo, 3: raleo mixto y 4: raleo de selección) en los tres años siguientes a las
extracciones

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


44 total, sólo representada por postradas perennes. medida el cambio estructural de los talares y el in-
Esa condición se mantuvo casi invariable en los cremento de pastoreo en su sotobosque modifican
tres años de estudio. Los demás tratamientos se sus características florísticas y faunísticas. Un pun-
diferenciaron claramente de la parcela testigo desde to de vista pesimista indicaría que el manejo de los
el primer año siguiente a los tratamientos de raleo. talares permitiría la persistencia de una versión tan
Las especies cuya cobertura aumentó después de empobrecida de ellos que, como estrategia de con-
los raleos fueron principalmente anuales inverna- servación resulta insostenible. Cueto y López de
les que responden positivamente a los disturbios. Casenave (2000) encontraron que los cambios es-
A los tres años en todos los sitios disminuyó la tructurales debidos a la intervención humana pue-
cobertura de estos grupos y tendió a aumentar la den provocar cambios en la composición de la
de las postradas perennes. Debido a estos cambios, avifauna. Además, Horlent et al. (2003b) indicaron
las parcelas tratadas resultaron más similares que los cambios a nivel del paisaje provocan cam-
entre sí a los 3 años que 1 año después de los raleos, bios en la abundancia de diferentes especies de aves.
aunque mantuvieron mayores coberturas que la Ciertas especies son propias de paisajes con bos-
testigo en todos los grupos. El raleo por lo alto (tra- ques muy abiertos y pastizales arbolados, mien-
tamiento 1) mostró mayor permanencia de los gru- tras que otras caracterizan a las áreas con alta pro-
pos que aparecieron inicialmente. Los pastos esti- porción de bosques densos. Basados en esos resul-
vales, especies asociadas a los sitios sin cobertura tados, Stupino et al. (2004) determinaron las zonas
arbórea, aparecieron en pocas parcelas con baja más adecuadas para la conservación, indicando
cobertura y sólo en los tratamientos de raleo que ciertas áreas en donde confluyen características
extrajeron los árboles de mayor tamaño. La co- apropiadas para ambos grupos de especies. Una
bertura de estos pastos también disminuyó hacia estrategia similar debería desarrollarse para la im-
el tercer año de estudio (Fig. 5). plementación de un plan de manejo del área que
La disminución de la cobertura arbórea lograda optimice la distribución espacial de áreas interve-
con la remoción del 40 % del área basal demostró nidas y no intervenidas. De todas maneras, convie-
ser suficiente para provocar cambios apreciables ne recordar que los talares atravesaron épocas de
en la composición del sotobosque, pero los mis- intensa ganadería ovina en el siglo XIX, y ganadería
mos no resultaron perdurables. Probablemente la bovina más una fuerte explotación leñera en el siglo
recuperación de la cobertura del dosel determinó XX. De modo que el tipo de manejo propuesto re-
la disminución de la cobertura del sotobosque y el presenta una situación controlada de elementos que
restablecimiento de la dominancia de grupos tole- estuvieron presentes en, al menos, los últimos 150
rantes a la sombra, como las postradas perennes. años de historia de los talares. Aun podría
Teniendo en cuenta que entre los grupos que res- argumentarse, en contra de una estrategia de ma-
pondieron inicialmente se encontraron pastos nejo de los talares, que la superficie de bosque es
anuales de alta palatabilidad, debería explorarse muy reducida por lo que difícilmente resulte atrac-
la posibilidad de mantener esas condiciones me- tiva para los productores. Muchas propiedades sólo
diante tratamientos de poda continuos. tienen pequeños parches de bosque, de modo que su
integración al manejo económico no cambiaría de-
masiado la situación actual. En esos campos, la me-
CONCLUSIONES jora de la oferta forrajera representaría una pro-
porción demasiado baja de los requerimientos de la
La disponibilidad y calidad forrajera de las áreas población bovina y los recursos madereros apenas
bajo el dosel de tala o en el borde del dosel de tala y aportarían a la renta media anual del predio. La
coronillo, indican que sería posible lograr que las principal función de la permanencia de tales par-
áreas cubiertas por bosque se constituyan en pro- ches de bosque es el aporte que realizan a las carac-
ductoras de alimento para el ganado. De esta for- terísticas del paisaje. Sólo se percibe su importan-
ma se lograría una mayor integración de los bos- cia cuando se los contempla en conjunto con la su-
ques a la actividad ganadera si se suma a los servi- perficie de bosque de los campos vecinos. Pero,
cios prestados actualmente en términos de som- ¿por qué motivo el productor habría de mante-
bra y refugio. Además, el raleo necesario para au- nerlos si los beneficios que él recibe son imper-
mentar la productividad forrajera, permitiría ob- ceptibles? La respuesta podría ser que, si el área
tener madera. Dado que las características de la de bosque en ese predio es tan baja, entonces al
madera de tala le otorgan potencialidades para productor no le costaría mucho acceder a su con-
diversas aplicaciones, podría sumarse una com- servación. Es posible plantear el establecimiento
ponente más a la renta. Ese esquema productivo de un compromiso por parte del propietario y de
haría que los bosques no sean vistos por algunos la sociedad interesada en la conservación (Arturi
productores como un área ociosa o perjudicial para 2006). Si el propietario se siente integrado a una
su actividad. Los estudios muestran que la reduc- estrategia regional para la conservación de los
ción del dosel necesaria para mejorar la produc- talares, tal vez no sienta como un esfuerzo inútil
ción forrajera debería ser mayor al 40 %, repre- la permanencia de parches de bosque “improduc-
sentando una importante remoción de árboles. tivos”. Hasta es posible que deje de considerarlos
Resulta ineludible el diseño de un plan de manejo como tales; de hecho, no son muchos los produc-
ya que constituye una fuerte intervención sobre el tores que los ven de esa manera. Esto requiere una
bosque. determinación de la superficie de bosque, a nivel
Una pregunta que surge en este punto es en qué de predio, para establecer áreas en las que podría

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


implementarse un manejo silvopastoril y las que dad Nacional de La Plata, International Foudation 45
podrían contribuir a la conservación de parches for Science, Comisión de Investigaciones Científi-
no manejados. Es necesario llegar en forma indi- cas (Bs. As.) y Consejo Nacional de Investigaciones
vidual hasta cada productor y hacerlo partícipe Científicas y Tecnológicas.
de la estrategia. Queda fuera de esta propuesta lo
relativo a la explotación minera del material Deseamos agradecer la colaboración de las per-
calcáreo de los cordones que, además de reducir sonas que facilitaron nuestras tareas de campo
la superficie de bosque, elimina el sustrato en el en especial a Rosalie y Douglas Earnshaw y a Car-
que el mismo se desarrolla. los Louzan. A María Luisa Shaw de Piqué y la
Fundación Elsa Shaw de Pearson por el valioso
apoyo a nuestros trabajos de investigación. A to-
AGRADECIMIENTOS dos los estudiantes de la Facultad de Ciencias
Agrarias y Forestales y de la Facultad de Ciencias
Los resultados presentados en este artículo pro- Naturales y Museo que colaboraron con este tra-
vienen de trabajos financiados por: La Universi- bajo.

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Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


46

CARACTERIZACIÓN Y CONSERVACIÓN Eduardo Haene1

DEL TALAR BONAERENSE


Aves Argentinas/ Asociación Ornitológica del Plata, 25 de mayo 749 2°6 (1.002 ABO), Buenos Aires, Argentina
Correo electrónico: haene@avesargentinas.org.ar

INTRODUCCIÓN Cabrera (1971, 1976) le asigna al talar carácter


edáfico (generado por las condiciones locales del
Los talares bonaerenses ofrecen un apasionante terreno) y no climáxico, dado que las condiciones
estudio de caso para analizar. A pesar de la relati- climáticas de la región favorecen el desarrollo del
va poca superficie que ocupa este subdistrito de la pastizal pampeano.
eco-región del Espinal, es un ambiente atrayente La edición de la Flora de la provincia de Buenos
para naturalistas y científicos. El conocimiento de Aires, dirigida por Ángel L. Cabrera (1963-1970)
su diversidad ambiental y específica todavía resul- permite contar con una buena base botánica para
ta fragmentario, en particular de la región norteña, el análisis de la diversidad vegetal del talar. No
donde justamente comprendemos que se encuen- hay una reseña tan completa y ordenada para el
tran las manifestaciones con mayor riqueza bioló- equivalente de la fauna mayor de la provincia,
gica. Analizaré aquí la composición de especies na- aunque existen trabajos parciales con diferente
tivas de plantas vasculares y animales vertebra- grado de detalle (Narosky y Di Giacomo, 1993;
dos típicos de los talares (aquellas cuya presencia Galliari et al. 1991; Williams, 1991). La caracteri-
en tiempos históricos se debía a los talares), apun- zación de la fauna del talar está escasamente tra-
taré sus problemas de conservación para, finalmen- tada, de manera similar a lo que ocurre a escala de
te, aportar recomendaciones de gestión. la eco-región del Espinal a la que pertenece (ver
Estimo que los componentes desarrollados resul- por ejemplo Cabrera y Willink, 1980). Voglino et al.
tarán de interés para sumarse a la elaboración de (2006) analizan la fauna del extremo norte de los
una estrategia regional de conservación de los talares.
talares bonaerenses. Mientras tanto, confío que Empleamos el término de especie típica para alu-
esta contribución sirva para incentivar a investi- dir a aquellas plantas y animales que están estre-
gadores que quieran discutir y mejorar lo aquí plan- chamente vinculadas con los talares y sus ambien-
teado, así como alentar a los naturalistas que quie- tes; su presencia en la región se debería a esta con-
ran generar hitos conservacionistas posibles a di- dición. Se excluyen todas las especies exóticas. La
ferentes escalas. mayoría de las especies de la zona no tienen una
afinidad tan marcada con el talar, aunque pueden
constituir elementos abundantes de la formación
ANTECEDENTES en algunas localidades, por ejemplo el chal-chal
(Allophylus edulis) propio también aquí de las sel-
Desde el siglo XIX se destaca la existencia de los vas ribereñas.
talares bonaerenses en los trabajos fitogeográficos
nacionales realizados por botánicos que habita-
ron la región metropolitana. Ángel Lulio Cabrera Distribución de los talares
se constituirá en el referente de la fitogeografía ar-
gentina, que analizará los antecedentes y expon- Los bosques de tala ocupan en la provincia de Bue-
drá su amplia experiencia de campo: describe los nos Aires una estrecha faja que recorre su períme-
talares al estudiar las formaciones de los alrede- tro (salvo el Delta) desde el extremo norte por el
dores de La Plata (Cabrera, 1949). En sus primeros este hasta la altura de la ciudad de Mar del Plata.
trabajos fitogeográficos nacionales incluye el dis- Son parches lineares y continuos en la parte norte
trito del tala en la provincia del Espinal (Cabrera, y de diversas formas (lineares, circulares,
1953); mantiene esta idea al tratar la vegetación de semilunares) en el resto de su distribución. Cons-
la provincia (Cabrera, 1963); luego lo considera tituyen «penínsulas» angostas y «archipiélagos»
parte del distrito del Algarrobo (Cabrera, 1971); de islas diminutas de bosques en una matriz de
finalmente lo menciona como un subdistrito me- pastizales. Para visualizarlos en un mapa esque-
ridional del Algarrobo (Cabrera, 1976). Lewis y mático (Figura 1), ilustramos la región pampeana
Collantes (1973) proponen incluir a los talares den- donde están los talares más que los sitios puntua-
tro de un distrito más amplio que abarca parte de les donde se encuentran.
Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, además del nor- Parodi (1940) consideraba cuatro subunidades de
deste bonaerense; pero Cabrera (1976) mantiene esta formación. Sin embargo, nosotros propondre-
su idea clara y práctica de ubicarlos como una mos dos grandes divisiones: talares de barranca y
subunidad del distrito del Algarrobal. talares de lomadas (ver Figura 1).

Cita sugerida: Haene, Eduardo. Caracterización y conservación del talar bonaerense. 2006. En: Mérida, E. y J. Athor (editores).
Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


47

Figura 1. Mapa esquemático de la distribución de los talares bonaerenses

Foto 1. Algarrobo blanco rebrotado, en el jardín de una casa sobre la barranca en Lima (Foto: E. Haene).

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


48 Los talares de barranca podrían también denomi- den paulatinamente hacia el sur y otras tantas
narse algarrobales del norte bonaerense; el alga- plantas y animales del vecino Delta del Paraná. La
rrobo blanco (Prosopis alba) es una especie común influencia del Delta es llamativa en algunos pun-
todavía en sectores de los partidos de Zárate (ver tos como Vuelta de Obligado, partido de San Pe-
fotos 1 y 2), San Pedro y Baradero. Se ubican en la dro (A. Bodrati, com. pers.) y Las Palmas, partido
barranca que separa la llanura pampeana con el de Zárate. En esta última localidad, el talar forma
cauce de los ríos Paraná, Paraná de las Palmas y un bosque dominado por tembetarí (Fagara rhoifolia)
de la Plata, así como el curso inferior y desembo- (foto 4) y muchas especies propias del monte blan-
cadura de sus principales afluentes, entre el límite co, la selva ribereña típica del Delta, destacándose
con la provincia de Santa Fe y la ciudad de La Pla- por su abundancia el chal-chal (Allophylus edulis).
ta, aproximadamente. Un escalón pronunciado, de Otros árboles ribereños presentes aquí son el
5 a 20 m, genera una oferta de hábitat más seco que lecherón (Sebastiania klotzschiana) y el canelón
su entorno y propicia el desarrollo de bosques del (Myrsine parvula). Se trata de un bosque sombrío y
Espinal en una región donde la formación natural denso, muy pintoresco. Estos árboles deltaicos
originaria es el pastizal pampeano (ver foto 3). En también se encuentran en menor proporción en
la medida que la barranca se prolonga hacia el sur los talares de barranca de Lima, hacia el norte, con
surge una terraza baja, lindera con el río, de ancho frecuencia en la porción basal de la barranca. La
variable que puede desaparecer en algunos pun- abundancia de enredaderas en algunos sitios ge-
tos y en otros llegar a más de diez kilómetros. Los nera un bosque tupido y sombrío, en especial en la
talares de barranca están bien acotados a este des- base de la barranca (foto 5). Entre Otamendi y
nivel, en una franja de apenas 100-200 metros de Zárate sólo han quedado relictos aislados en buen
ancho. La antigua alteración del paisaje nos impi- estado del talar, que evidencian haber tenido una
de saber con exactitud esta medida, pero por lo composición similar a la encontrable hoy en algu-
que hemos observado en sectores que no tuvieron nos campos de Lima.
agricultura en la terraza alta, los bosques no se La isla Martín García ofrece un caso singular, con
adentrarían en la llanura más que unos pocos me- una oferta de hábitat de arenal en el interior del
tros, tal vez 10-15 m. Aunque un terreno ondulado río de la Plata y progresivamente rodeada por la
en la terraza alta facilitaría la aparición de montes naturaleza del Delta en formación. Aquí encontra-
aislados de talares, en una matriz de pastizales, a mos un mosaico ambiental con elementos típicos
varios centenares de metros de la barranca, en al- del Espinal. Son bosques similares a los más tupi-
gunos puntos tal vez entre 5 y 10 km tierra adentro. dos de los talares de barranca, donde es frecuente
Los talares de barranca tienen la mayor diversi- la presencia de tembetaríes y especies del monte
dad biológica de la formación, donde son notables blanco.
los elencos de especies del Espinal que luego se pier- En una zona central, se ubican los talares de

Foto 2. Talar de barranca en Lima, partido de Zárate. Todavía se aprecian relictos donde el algarrobo blanco es
común. La variedad de follajes y formas de copas refleja la diversidad de leñosas de estos bosques (Foto: E. Haene).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


49

Foto 3. Talares de barranca en Vuelta de Obligado (Foto: E. Haene).

Foto 4. Bosque de tala con tembetarí, Las Palmas (Foto: E. Haene).

lomadas. Forman bosques con predominio del tala la Depresión del Salado como un archipiélago de
(Celtis tala) y coronillo (Scutia buxifolia). Se instalan lomadas aisladas, en forma de media luna, que
sobre bancos de conchillas, antiguos depósitos abrazan lagunas. Denominaremos talares
marinos (fotos 6 y 7). Estas acumulaciones de ma- rioplatenses a la primera parte de esta subunidad
terial grueso, permeable, con buen drenaje en una central, ubicados entre los montes ribereños y el
zona apenas ondulada con muchos bajos inunda- pastizal pampeano.
bles, constituyen aquí una oferta de hábitat con En el extremo sur de su distribución, los talares de
condiciones especiales, de terreno más aireado y lomadas se ubican sobre dunas maduras,
poco o nada anegado. Forman cordones elevados vegetadas, del sistema de dunas litorales bonae-
paralelos al río de la Plata, entre La Plata y Punta renses, y otros sitios sobreelevados, hasta Mar del
Indio, y luego se dispersan por la zona oriental de Plata. Hoy sobreviven las últimas expresiones en

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


50

Foto 5. Aspecto invernal del talar de Ramallo, donde se aprecia la gran profusión de enredaderas que le da un aspecto
selvático a este bosque (Foto: E. Haene).

Foto 6. En la Reserva El Destino los talares se ubican sobre cordones paralelos al río (Foto: E. Haene).

Foto 7. Talares de lomadas en bancos de conchillas Foto 8. Ejemplar de tala en la laguna de los Padres, en el
vecinos a la laguna Salada Grande (Foto: E. Haene). extremo austral de los talares (Foto: E. Haene).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


los bordes altos de lagunas, como se aprecia en la deja en sus deyecciones las semillas en condicio- 51
laguna de los Padres (foto 8). Individuos aislados nes de germinar. Este fenómeno de dispersión
de la flora del talar se pueden hallar en localidades ornitócora se habría acentuado al madurar en ta-
más australes, por ejemplo: molles (Schinus maño, variedad y espesura los montes, un hábitat
longifolius) en Miramar. ideal para muchos pájaros originarios del talar y
bosques ribereños del nordeste bonaerense.
El hombre habría facilitado el aumento de los
Retracción y expansión talares «lineares» y en gran medida monoespecífi-
cos donde antes sólo había pastizales. Pero este
Así como en la actualidad los talares tienden a dis- fenómeno sólo habría resultado una etapa prima-
minuir y empobrecerse, se puede apreciar eviden- ria de un proceso más general de lignificación de la
cias de un momento de expansión. Durante el siglo pampa, con el ingreso paulatinamente creciente
XX la intensificación del uso de la tierra trajo apa- de árboles. Hacia comienzos del siglo XXI,
rejado el aumento de los potreros y alambrados, aproximadamente cien años después de haberse
en especial en los campos ganaderos y chacras. Al iniciado, contamos con evidencias de que la dis-
relajarse la competencia que ofrecían las gramíneas persión de árboles en la llanura bonaerense se ace-
en el pastizal pampeano, que impedían el ingreso lera con una mayor variedad de especies, casi to-
de árboles, el tala colonizó gran parte de la pampa das exóticas. Hoy, en los sitios que otrora ocupó el
bonaerense de la mitad norte de la provincia. A tala, son más frecuentes la morera (Morus alba) y el
veces se encuentran árboles aislados en potreros ligustro (Ligustrum lucidum), dos árboles asiáticos
con ganado (foto 9). Pero lo habitual es en hileras, que brindan una sobreoferta de frutos y tienen dis-
puntualmente en los reparos que ofrecen los alam- persión ornitócora.
brados en campos agrícolas y ganaderos, donde
ganó una impronta notable en el paisaje de la lla-
nura herbácea con la formación de líneas de ejem- PLANTAS TÍPICAS
plares en los bordes de los potreros. También em-
pezaron a surgir renovales en los montes implan- En su conjunto, los talares bonaerenses tienen unas
tados, pero con menor desarrollo por la mayor al- 13 plantas nativas que son típicas a lo largo de
tura de los árboles exóticos allí plantados y las toda su distribución (ver Tabla 1). Como es habi-
limpiezas que se efectúan en el sotobosque. Espo- tual dentro de la eco-región del Espinal, donde son
rádicamente crecen talas en otros sitios que cum- escasos los endemismos, se trata de especies de
plen con las condiciones comentadas, reparo en amplia dispersión por el dominio biogeográfico
torno a sitios alterados, como los bordes de las vías Chaqueño.
del ferrocarril. El talar presenta cinco árboles típicos a lo largo de
La expansión del tala estuvo claramente favoreci- toda su distribución en Buenos Aires, aunque en el
da por la mayor dispersión de los pájaros arborí- sector de barranca alcanzan hasta diez especies
colas que colonizaron los montes implantados en (ver tablas 1 y 2).
el pastizal pampeano, como el zorzal colorado La flora típica del talar ofrece una evidencia clara
(Turdus rufiventris), que se alimenta de sus frutos y del empobrecimiento paulatino de la formación

Foto 9. Algarrobo blanco en potrero con ganado en Ezeiza (Foto: E. Haene).

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


52 Tabla 1. Flora típica del talar (13 especies)

Hierbas: orquídea terrestre (Cyclopogon elatus), patito (Aristolochia fimbriata), y Blumenbachia urens.
Enredadera (subarbusto voluble): Philibertia gilliesii.
Arbustos: Holmbergia tweedii, barba de tigre (Colletia spinosissima), y camará de talar (Lantana megapotamica).
Árboles: tala (Celtis tala), sombra de toro (Jodina rhombifolia), aromo (Acacia caven), molle (Schinus longifolius), y coronillo
(Scutia buxifolia).

Tabla 2. Flora típica de los talares de barranca (34 especies)

Hierbas: Doryopteris concolor, Peperomia comarapana, Halimolobus montanus, sen del campo (Rhynchosia senna), Menodora
integrifolia, Glandularia incisa, Glandularia pulchella*, Cucurbitella duriaei (foto 10), y Conyza lorentzii.
Subarbusto: Eupatorium tweedianum*, y Senecio vira-vira.
Arbustos: tramontana (Ephedra tweediana), liga (Ligaria cuneifolia), calafate del talar (Berberis ruscifolia), barba de chivo
(Caesalpinia gilliesii), chucupí (Porlieria microphylla), coca de monte (Schaefferia argentinensis), carne gorda (Maytenus vitis-
idaea), congorosa (Maytenus ilicifolia), malvavisco (Abutilon pauciflorum)*, tuna (Opuntia aurantiaca)*, cardoncito (Cereus
aethiops)*, azahar de campo (Aloysia gratissima)*, Aloysia chacoensis, Grabowskia duplicata, Lycium ciliatum, quiebrarao
(Justicia campestris), yerba de la oveja (Baccharis ulicina), y Trixis praestans (foto 11).
Árboles: quebradillo (Acanthosyris spinescens), ombú (Phytolacca dioica), algarrobo blanco (Prosopis alba), chañar (Geoffroea
decorticans), y tembetarí (Fagara rhoifolia).
Nota: * también en las sierras bonaerenses.

Foto 11. Trixis praestans es una compuesta típica de los


talares de barranca, Las Margaritas, antiguo puesto de la
Foto 10. Cucurbitella duraiei, Reserva Natural Otamendi estancia de Rómulo Otamendi, al sur de Campana (Foto: E.
(Foto: E. Haene). Haene).

hacia el sur. Mientras que en los talares de barran- oriundas de otros países o continentes, por lo cual
ca presentan 47 plantas vasculares típicas (espe- resulta fácil su distinción. Pero hay unas pocas
cies de las tablas 1 y 2), en los talares al sur de La plantas asilvestradas propias del norte del país
Plata sólo reúnen 13 (las que figuran en la tabla 1). que se suelen confundir con las nativas de la re-
Seis de las plantas que consideramos típicas de los gión. Se trata de la cina-cina (Parkinsonia aculeata) y
talares de barranca dentro de la provincia, viven la pata de buey (Bauhinia forficata), ambas presen-
en las sierras bonaerenses, que brindan también tes en ambientes chaqueños. Burkart (1967) ya las
un hábitat comparativamente más seco que su consideraba de dudoso indigenato en la región.
entorno (la llanura). Fortunato (1987) reconstituye la distribución ori-
ginaria de la pata de vaca, que llegaba hasta la
selva marginal del centro-este de Entre Ríos. En
Especies a excluir y dudosas coincidencia con lo apuntado, no hemos registra-
do estas dos especies en los talares en buen estado
Los talares en la actualidad sufren un grave pro- de conservación, aunque se pueden apreciar ejem-
ceso de invasión de especies exóticas, la mayoría plares aislados de cina-cina en los campos vecinos

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


y manchones de pata de buey en sitios alterados. 53
La mandioca brava (Manihot flabellifolia) y el fumo
bravo (Solanum granulosum-leprosum), dos arbolitos
comunes en los bosques del norte argentino, resul-
tan más claramente exóticos en los talares bonae-
renses.
Un caso particular es el cardón (Cereus uruguayanus),
cactácea de porte arbóreo. Especie notable, se pre-
senta en abundancia en la isla Martín García. Como
otras especies similares, tiene uso ornamental y es
cultivada en hileras densas para formar cercos
vivos. En Baradero hemos observado restos de es-
tos cercos vivos con cardones. En la ciudad de Bue-
nos Aires se encuentran ejemplares de grandes
dimensiones en las casonas antiguas; el uso de
cactáceas en tiempos históricos está bien docu-
mentado, donde la avenida Callao era conocida ya
en la época de las invasiones inglesas como la «ca-
lle de las Tunas» y atravesaba una zona de quin-
tas. Cabrera y Fabris (1965) consideran que el car-
dón habita hasta las barrancas del Paraná y citan
material de San Isidro. Sin embargo, pese a lo no-
table que resulta por su gran tamaño, nunca he-
mos encontrado el cardón en talares. La patria de
este cardón en las barrancas del nordeste bonae-
rense puede mantenerse con dudas todavía. La isla
Martín García resultaría, por el momento, la loca-
lidad segura en territorio bonaerense donde en-
contrar a los cardones espontáneos.

Foto 12. Barranca colorada en la Reserva Natural


Flora de las barrancas soleadas Otamendi (Foto: E. Haene).

Los sectores de barrancas del norte bonaerense que


carecen de talares constituyen un ambiente parti-
cular de la región. Estos parches se presentan en
las partes más abruptas de las barrancas, donde
el anclaje de la vegetación leñosa es casi imposible,
con desmoronamientos y erosión evidente (foto 12).
Mantienen el terreno al descubierto, con gran lu-
minosidad y baja infiltración por el fuerte drenaje
superficial.
No se han hecho estudios particulares de esta flo-
ra. Las seis especies que ofrecemos para caracteri-
zar este ambiente particular (ver tabla 3) son el
resultado de un estudio totalmente preliminar a
partir de las observaciones realizadas en
Otamendi. Muchas de las especies de hierbas y
arbustos mencionadas para el talar de barranca Foto 13. Paja brava (Melica macra) en la barranca
son heliófilas (viven expuestas al sol directo), por
colorada de la Reserva Natural Otamendi (Foto: E. Haene).
lo cual las encontramos en abras de este bosque y
sus bordes, y con frecuencia en sectores de barran-
cas soleadas. Un estudio más en detalle, segura- talar, en el lugar conocido tradicionalmente como
mente permitirá establecer que su hábitat son las «Barranca colorada» (porque el terreno expuesto
barrancas soleadas y que viven marginalmente en tiene ese tono). Otros casos pueden ser el quiebra-
sectores soleados del talar. Por ejemplo, Lycium rao (Justicia campestris) en Lima y la barba de chivo
ciliatum sólo aparece en Otamendi al borde de la (Caesalpinia gilliesii) en Ramallo.
barranca soleada ubicada al pie del mirador del Si analizamos las seis plantas típicas, hallaremos

Tabla 3. Flora típica de las barrancas soleadas (6 especies)

Hierbas: paja brava (Melica macra), Setaria pampeana, Bothriochloa ewardsiana, garbancillo (Astragalus distinens),
pichoa (Euphorbia portulacoides), Echinopsis eyriesii.

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


54

Foto 15. Echinopsis eyriesii en la barranca de Las Margari-


Foto 14. Euphorbia portulacoides, Otamendi tas (al sur de Campana), en un terreno nacional factible de
(Foto: E. Haene). anexar a la Reserva Natural Otamendi (Foto: E. Haene).

tres gramíneas de amplia dispersión por los guay y Brasil (Kiesling, 1999), por lo cual podría
pastizales templados (Melica macra (foto 13), Setaria considerarse «rara» a nivel nacional, es decir, en
pampeana, Bothriochloa ewardsiana) y la pichoga, una una categoría de los listados de especies amena-
euforbiácea de extrema variabilidad propia de zadas (foto 15).
ambientes áridos de América Austral (Dawson, Otro caso interesante es la presencia de Astragalus
1965; Subils, 1999) (ver foto 14). La cactácea, distinens en la región (foto 16). Se trata de un géne-
Echinopsis eyriesii (= Echinopsis tubiflora), en la Ar- ro con más de dos mil especies distribuidas por el
gentina sólo se encuentra en las barrancas de mundo y que en América del Sur está principal-
Campana, en el norte bonaerense (Cabrera y mente en la cordillera andina (Gómez Sosa, 1984).
Zardini, 1978), y de Entre Ríos, también en Uru- Esta especie vive en barrancas de zonas extra-
andinas del centro argentino y en la República
Oriental del Uruguay (Burkart, 1967). En Buenos
Aires sólo se encuentra en el extremo sur, donde
está su tierra típica (la boca del río Negro), y nor-
te, en las antiguas barrancas del Paraná, puntual-
mente entre Campana y Escobar (Burkart, 1967;
Cabrera y Zardini, 1978).
Podríamos estimar que las barrancas soleadas
constituyen un hábitat asociado espacialmente
con los talares por ocupar en forma parcial el
mismo tipo de terreno en el norte bonaerense. Si
bien consideramos oportuno incluir esta forma-
ción al tratar los talares, seguramente no es una
variante de estos bosques.
Las barrancas soleadas son uno de los sectores
más bonitos de los talares por la diversidad de
hierbas con flores vistosas, sobre un terreno es-
carpado y rojizo. Este detalle subjetivo, resulta
estratégico para facilitar su valoración y conser-
vación. En otros países con tradición en jardine-
ría hubieran constituido una hermosa fuente de
inspiración para recrearlos en miniatura.

Endemismo vegetal

Sólo hay una especie endémica de los talares, o sea


Foto 16. Frutos de garbancillo (Astragalus distinens) en la que no se encuentra en otro lugar en el mundo: el
barranca colorada de la Reserva Natural Otamendi (Foto: ombusillo (Phytolacca tetramera). Fue descripto para
E. Haene). la ciencia por Lucien Hauman en 1909, a partir de

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


EL TALAR COMO HÁBITAT PARA LA FAUNA 55
Para los animales silvestres, el talar puede brin-
dar hábitat, alimento y refugio. El principal y más
singular aporte del talar es como hábitat, por ofre-
cer una formación boscosa en una región donde
escasean los árboles.
En toda la distribución de los talares bonaerenses,
hacia el oeste, o sea tierra adentro, dominaban los
pastizales de la pampa. Allí las condiciones am-
bientales (clima templado, relieve plano o apenas
ondulado y suelos franco-limosos) brindarían ven-
tajas competitivas a las hierbas, en particular las
gramíneas a tal punto que, aunque llegaran semi-
llas de vegetales leñosas, germinarían con dificul-
tad y sólo accidentalmente podrían instalarse. Por
lo tanto, allí reinaba el pastizal pampeano carente
de árboles, como lo han testimoniado las primeras
referencias de los expedicionarios y viajeros euro-
peos, cuyo paisaje les brindaba cierta monotonía
visual en sus travesías.
En la zona de los talares de barranca, entre San
Nicolás y La Plata, hacia el este o nordeste, se en-
cuentran los montes ribereños de la terraza baja y
el delta del Paraná. Estos montes ribereños están
Foto 17. Ombusillo (Phytolacca tetramera) en el jardín compuestos por bosques con predominio de una
botánico de la Facultad de Agronomía (Foto: E. Haene). especie, como el aliso de río o pájaro bobo (Tessaria
integrifolia), el sauce criollo (Salix humboldtiana) o el
seibo (Erythrina crista-galli); y formaciones más di-
su hallazgo en San José de Magdalena (35° S: 57° 50 versas, que en general provienen de una sucesión
W), de donde trajo ejemplares vivos que plantó en de los bosques, con características selváticas. Se
el Jardín Botánico de la Facultad de Agronomía y trata de la selva marginal o monte blanco, que
le permitió completar su descripción posterior- puede tener unas veinte especies arbóreas, varios
mente (Hauman-Merck, 1913), donde todavía que- estratos, abundancia de lianas y enredaderas, con
da un individuo vivo (foto 17). follaje tupido y sombrío.
Al resultar el ombusillo uno de los escasísimos ca- Los talares rioplatenses, entre La Plata y Punta
sos de especies endémicas del nordeste bonaeren- Indio, se presentan sobre lomadas de conchillas
se, la región más poblada del país y la que tiene paralelas a la costa. Están próximos a los bosques
mayor densidad de centros de investigación, es in- ribereños del Plata, cuyas aguas se tornan rápida-
concebible el poco interés que ha despertado en los mente salobres hacia su desembocadura, lo cual
estudiosos y conservacionistas. podría constituir uno de los determinantes de la
No existen estudios publicados sobre su distri- desaparición de las selvas marginales que crecen
bución, ecología y formas de dispersión; tampoco relacionadas con las periódicas inundaciones flu-
hay propuestas de una estrategia para su conser- viales. Estos bosques ribereños platenses, próxi-
vación. La preocupación que han generado los en- mos a los talares sobre conchillas, están formados
demismos de las Sierras de la Ventana en la co- por sauces criollos y seibos, con ejemplares aisla-
munidad académica y ambientalista de Bahía dos del monte blanco (por ejemplo, el laurel de río
Blanca, ofrece un buen ejemplo del valor que se le Ocotea acutifolia), en definitiva, una versión simpli-
puede otorgar a las singularidades biológicas lo- ficada de los presentes sobre el río Paraná, en el
cales. norte bonaerense.
Integrantes del Grupo de Voluntarios de Árboles Los talares de la Depresión del Salado, de médanos
Nativos de Aves Argentinas hallaron el 30 de abril y los australes, se presentan en una región donde
de 2005 un manchón de 900 m2 de ombusillos, en prácticamente son la única manifestación boscosa.
un monte de tala del campo «El Ceibo» (partido de Sólo hileras de sauce criollo sobre los bordes de
Chascomús). Dada la escasa información publica- cursos de agua permanente pueden encontrarse
da, es difícil valorar este tipo de noticias que, en esporádicamente.
principio, consideramos novedosas. En definitiva, la singularidad del aporte de una
El ombusillo constituye el único integrante exclu- formación boscosa que podría ofrecer el talar se
sivo del talar como formación vegetal, lo cual se- torna más importante hacia el sur, donde van es-
guramente resultó una limitante para que Ángel caseando otros bosques naturales. Pero este apor-
Cabrera y otros estudiosos de la fitogeografía re- te se fue diluyendo con el avance del hombre mo-
gional considerasen a los talares una unidad de derno en la región. El desarrollo de cascos de es-
mayor jerarquía. Su importancia regional, más que tancias con parques forestados, los rodales para
su singularidad florística, habría justificado la ca- sombra del ganado y fuente de madera, y las arbo-
talogación como «subdistrito» al talar. ledas de los centros urbanos han ampliado de

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


56 manera considerable la superficie boscosa de la ornitológica; desde el punto de vista estructural,
zona y han cambiado radicalmente su distribu- han perdido casi todas las especies arbóreas de
ción. Originariamente, las formaciones arbóreas follaje perenne y varias de las lianas y enredade-
estaban hacia el borde oriental del pastizal pam- ras, lo cual torna a este bosque más luminoso y
peano. Ahora hay arboledas aisladas en toda la menos intrincado.
provincia, constituyendo un gigantesco archipié- En Otamendi hemos registrado aves del monte ri-
lago de bosques en un mar de hierbas (pastizales y bereño que visitan durante el invierno los talares;
cultivos). Esta situación ha evidenciado una ex- por ejemplo, mosqueta común (Phylloscartes
tensión en la dispersión de muchos animales que ventralis), juan chiviro (Cyclarhis gujanensis), arañe-
requieren árboles, y originariamente sólo estaban ro coronado chico (Basileuterus culicivorus), frutero
presentes en la región en los talares y bosques ri- azul (Stephanophorus diadematus) y monterita litoral
bereños. (Poospiza lateralis). En otras áreas como Vuelta de
Obligado, Baradero y Escobar, son más frecuentes
en invierno en el talar el naranjero (Thraupis
Aves de los talares bonariensis) y el pitiayumí (Parula pitiayumi) o espe-
cies poco comunes, como la viuva o saíra de anti-
La preferencia para nidificar en talares es marcada faz (Pipraeidea melanonota) (A. Bodrati, com. pers.).
en varias aves. Las especies arbóreas del talar dan En esa época, cuando el follaje de los árboles
ramas flexibles y resistentes, intrincadas y espino- caducifolios están sin hojas, son particularmente
sas, ideales para el armado de nidos esféricos y notables las enredaderas con frutos carnosos, como
voluminosos, como son frecuentes en la familia de la zarzaparrilla colorada (Muehlenbeckia sagittifolia),
los espineros (furnáridos). En la Reserva Natural que son comidos por los pájaros frugívoros.
Otamendi hallamos 21 especies de aves nidificando Muchas especies propias de bosques naturales del
sobre talas, soporte preferido junto al curupí (Sapium nordeste bonaerense ampliaron notablemente su
haematospermum) (Babarskas et al., 2003). dispersión provincial a través de las arboledas
El caso más extremo seguramente es la cotorra co- implantadas durante el siglo XX. Por ejemplo,
mún (Myiopsitta monachus). Antes de la colonización taguató común (Buteo magnirostris), paloma picazuró
de la pampa, tenía en los talares su ambiente ideal (Columba picazuro), yerutí común (Leptotila verreauxi),
para la reproducción. Sin embargo, la expansión cotorra (Myiopsitta monachus), cuclillo canela
de las arboledas implantadas brindaron soportes (Coccyzus melacoryphus), picaflores común
alternativos más altos, lo cual junto a la oferta de (Chlorostilbon aureoventris) y garganta blanca
comida en los cultivos, generaron un notable cre- (Leucochloris albicollis), carpintero real (Colaptes
cimiento en número de la especie hasta convertir- melanochloros), chinchero chico (Lepidocolaptes
la localmente en un problema para la agricultura. angustirostris), coludito copetón (Leptasthenura platen-
Lo notable es que mientras tiene oportunidad, la sis), piojito común (Serpophaga subcristata), zorzal
cotorra prefiere el empleo de ramas de talas para colorado (Turdus rufiventris), y tacuarita azul
la construcción de sus grandes nidos comunales, (Polioptila dumicola). A este grupo debemos sumar el
aunque utilice como soporte otras especies (gene- chiflón (Syrigma sibilatrix), una garza que emplea los
ralmente eucaliptos), que requieren el ensamble de árboles para descansar y nidificar. Este proceso
varios kilos de ramitas que soporten las embesti- está en plena dinámica, sumándose evidencias de
das de las tormentas. expansiones similares en nuevas especies, como
La proximidad de otras formaciones boscosas ori- puede ser el caso del lechuzón orejudo (Asio clamator)
ginarias enriquecerán los elencos ornitológicos del y el esparvero común (Accipiter striatus).
talar. Obviamente, el aporte de especies será ma-
yor en las zonas más diversas del norte bonaeren-
se, frente a bosques ribereños de tipo selvático. La Aves típicas
faja de contacto entre las tres eco-regiones del nor-
te bonaerense (pampa, espinal y delta), constituye La riqueza de especies de aves del talar disminu-
la zona de mayor diversidad biológica de la pro- ye paulatinamente hacia el sur. El conocimiento
vincia. La estructura de la vegetación, más que de la composición de la avifauna de los talares
nada el aporte de bosques del talar y montes ribe- del norte bonaerense ha mejorado desde la déca-
reños, es la principal determinante de esta riqueza da de 1980, principalmente por comunicaciones
en la avifauna regional (Cueto y López de Casenave, en publicaciones de Aves Argentinas (Montaldo,
1999). Se suman en diferente grado algunas aves 1984 y 1990; Narosky y Di Giacomo, 1993; Bodrati
más propias de selvas, que pueden llegar a consti- et al., 1997; Haene y Chebez, 1997; Bodrati, 2001;
tuir componentes bastante estables en los talares Bodrati et al., 2001; Maugeri y Montenegro, 2002;
más tupidos de barranca. Por ejemplo en localida- Bodrati y Sierra, 2003). En cambio, la avifauna de
des como Atucha, Las Palmas y Lima, también el los talares rioplatenses, menos diversos y mejor
sector norte del campo Figueroa Salas (partido de conocidos, fueron motivo de estudios ecológicos
Baradero) (A. Bodrati, com. pers.) es frecuente en el (ver Anexo 2); los aportes sobre su composición
talar la mosqueta común u olivácea (Phylloscartes ornitológica en los últimos tiempos sólo aluden a
ventralis). Seguramente los talares de Otamendi ten- registros de especies accidentales o de reciente
drían una composición de este tipo, pero han sido avance en la región, por ejemplo, el halconcito gris
degradados a tal extremo que se presentan simpli- (Marateo et al., 2001).
ficados tanto en su composición botánica como En conjunto, los talares bonaerenses tienen cuatro

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


aves típicas: coludito copetón (Leptasthenura platen- Para los murciélagos, el talar sería un dormidero 57
sis), suirirí común (Suiriri suiriri), tacuarita azul adecuado. En la actualidad, con tantos sitios alter-
(Polioptila dumicola), y cardenal común (Paroaria nativos generados por el hombre (arboledas im-
coronata). Estas cuatro especies serían a nuestro plantadas, construcciones) y la escasa información
entender el elenco típico del talar de lomadas. Para de la biología de los quirópteros locales, parece di-
algunos especialistas, la tacuarita azul es común fícil comprender el valor de esta formación natu-
ahora en matorrales y bosques implantados con ral para el grupo.
especies exóticas en la provincia de Buenos Aires, Para la fauna mayor, los talares podrían resultar
que no debiera incluirse en este listado. un buen refugio. Han quedado diversos testimo-
Al analizar la avifauna corroboramos que las dos nios históricos que aluden al talar como guarida
subunidades de talares planteadas alcanzan para en la zona de los yaguaretés, el mayor predador
explicar su caracterización. Las aves también nos terrestre de la pampa (Lynch Arribálzaga, 1878).
permiten reconocer a los talares rioplatenses (en- Las referencias de cacerías de los últimos ejempla-
tre La Plata y Punta Indio, aproximadamente), res silvestres de la región, hacia fines del siglo XIX
como un sector de transición. Hasta aquí también y principios del XX, están ubicados en ambientes
se extienden desde los talares de barranca del nor- de talar y el Delta (Carman, 1973).
te, dos especies de pájaros típicos de la formación: Las especies vegetales del talar pueden constituir
canastero chaqueño (Asthenes baeri), y espinero chi- el alimento particular de insectos. Un grupo aquí
co (Phacellodomus sibilatrix). no desarrollado pero que puede sumar especies tí-
Los talares de barranca tienen un elenco caracte- picas son los lepidópteros. Por ejemplo, las orugas
rístico de 14 especies. A las seis ya mencionados de la mariposa zafiro del talar (Doxocopa laurentia)
para el sur, se suman: carpinterito común (Picumnus sólo se alimentan de las hojas del tala. En cambio,
cirratus), chotoy (Schoeniophylax phryganophila), las orugas de la conocida como «bandera argenti-
curutié blanco (Cranioleuca pyrrhopia), bandurrita na» (Morpho epistrophus argentinus), comen el follaje
chaqueña (Upucerthia certhioides) (ver Bodrati y Sie- del ingá-pitá (Inga vera), yerba de bugre (Lonchocar-
rra 2003), barullero (Euscarthmus melorhyphus), pus nitidus) y coronillo, por lo tanto en los talares
monterita cabeza negra (Poospiza melanoleuca), platenses y de la Depresión del Salado sólo pueden
pepitero de collar (Saltator aurantiirostris) y vivir en los talares. Allí la única especie nutricia
reinamora grande (Cyanocompsa brissonii). La para las larvas es el coronillo, común en los talares
torcacita colorada (Columbina talpacoti) tal vez me- de esa zona.
rezca incluirse en este grupo.
Como reflejo de su proximidad, es posible encon-
trar de manera esporádica especies típicas del Fauna de barrancas y lomadas
espinal del centro argentino en los talares de ba-
rranca. Por ejemplo, el caserote castaño (Pseudosei- Podemos diferenciar a un grupo de animales que
sura lophotes) (ver Bodrati y Sierra, 2003). tienen preferencias de hábitat similares al bosque
En los talares sureños, donde ya no hay otras for- de tala, por lo cual coinciden ambos en muchos
maciones boscosas silvestres alternativas, se tor- puntos de su distribución. Sin embargo, segura-
nan componentes típicos aves arborícolas que, mente no debamos considerarlos componentes tí-
más al norte, son más generalistas. Es el caso del picos del talar.
pitiayumí (Parula pitiayumi) y naranjero (Thraupis En Otamendi pudimos determinar localmente este
bonariensis), por ejemplo; aunque también suelen grupo compuesto por aves que suelen nidificar en
extenderse ahora por forestaciones cultivadas. barrancas, como el martín pescador grande
(Megaceryle torquata) y reptiles que efectúan largos
trayectos para desovar en tierras altas, como las
Otras especies animales tortugas acuáticas (Hydromedusa tectifera y Phrynops
hilarii), y suelen hacerlo en las sendas naturales que
Para anfibios, reptiles y mamíferos los talares pa- atraviesan la barranca desde la terraza baja a la
recen tener una importancia secundaria. Difícil- alta. Los bordes de los ríos suelen tener albardones
mente podamos encontrar especies de estos gru- altos y barrancas de este tipo. Sin embargo, en
pos que estén presentes en la región sólo por estar Otamendi sólo se presentan en pequeña escala en
asociados al talar. Para la fauna menor, pueden el río Luján, pero de manera inestable; suele inun-
constituir un hábitat alternativo. Anfibios como darse por completo con un doble pulso (el propio y
la rana trepadora hocicuda (Scinax vauterii) se la el ocasionado por el Paraná de las Palmas). En la
encuentra con frecuencia escondida en grietas y barranca de Baradero y Vuelta de Obligado se re-
huecos de grandes talas, desde donde emite su re- gistró la nidificación de los otros dos martines pes-
clamo, incluso de día; pero también viven en plan- cadores (Chloroceryle amazona y C. americana) y dos
tas menores y construcciones humanas. Ranas, golondrinas (Stelgidopteryx fucata y Progne chalybea)
ofidios y ratones aprovechan los troncos caídos (A. Bodrati, com. pers.).
para guarecerse. Los marsupiales se ocultan en los En la región de los talares, los lugares no inunda-
huecos de los árboles del talar, así como en los ni- bles también fueron seleccionados por roedores
dos de pájaros construidos en el follaje. El gato cavadores, como las vizcachas (Lagostomus maximus).
montés (Oncifelis geoffroyi) tiene una clara preferen- En las barrancas de Otamendi han quedado evi-
cia por marcar su territorio en las ramas de los dencias de sus madrigueras o vizcacheras, que to-
talas aislados (Vuillermoz et al., 2001). davía son usadas por los lagartos overos (Tupinam-

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


58 d) Falta de costumbre e incentivos de integrar la
producción agropecuaria con la conservación
de la vida silvestre regional.

e) Ausencia de una política ambiental a diferentes


escalas.

f) Limitaciones e ineficiencia de los organismos de


control. Escasa e insuficiente dedicación oficial a
cuestiones de conservación de la naturaleza. Pro-
blemáticas urbanas, como contaminación y ar-
bolado público, absorben muchas veces toda la
atención de los organismos ambientales. Toda-
Foto 18. Lagarto overo en la puerta de una cueva de la vía hay municipios que no cuentan con reparti-
barranca, posiblemente una antigua vizcachera en la Reser- ciones dedicadas a la administración de reser-
va Natural Otamendi (Foto: E. Haene). vas de su partido, tanto propias como privadas.

bis merianae) (foto 18). En los talares rioplatenses, vive g) Fragmentación y falta de continuidad de esfuer-
la subespecie norteña del tuco-tuco de los talares zos. La desconexión es grande.
(Ctenomys talarum talarum), desde Magdalena a Santa
Clara del Mar (Galliari et al., 1991). Es un típico ha- h) Ausencia de propuestas a diferentes escalas y
bitante de terrenos altos y bien drenados, como los plazos.
son los bancos de conchillas y los médanos. Por lo
tanto lo encontraremos en algunos puntos dentro i) Falta de reservas naturales. No hay un sistema
de talares, aunque preferentemente en sus bordes y de áreas naturales protegidas que resguarde la
abras. También resultan abundantes en terraple- diversidad biológica regional. Se han creado re-
nes elevados construidos por el hombre con arena servas con talares, pero aun falta una visión
y conchilla, por lo cual pueden ser frecuentes las integradora para analizar su valor en conjunto
tuqueras en muchas banquinas de la región. y que falta para completar un sistema. No hay
una conexión formal entre los administradores
de las reservas. La situación de las reservas es
ESTADO DE CONSERVACIÓN DEL TALAR sumamente despareja e incierta; no hay buenos
indicadores del grado de instrumentación de
La situación de los talares se presenta compleja y cada una. Un ejemplo es el Parque Costero del
su destino es incierto. Para analizar su estado de Sur, que no es asumido por ningún organismo
conservación con una visión práctica y didáctica, administrador.
primero haremos una síntesis de los problemas
(figura 2) y luego de sus soluciones concordantes
(figura 3). Presentamos los factores (problemas y Problemas directos
soluciones) en dos componentes: directos, aquellas
acciones físicas que afectan el talar, registrables en j) Destrucción del hábitat
el terreno; e indirectos, acciones que no tienen un j1) Destrucción del terreno donde se asientan los
efecto instantáneo en el terreno, pero que, en el corto talares. La extracción de tosca y arena gruesa
plazo, generan evidencias de cambios. (bancos de conchillas) genera un problema gra-
ve, creciente, acumulativo (foto 19). Se trata de

Problemas

Determinamos cinco estados del talar (en buen es-


tado, empobrecido, invadido por especies exóticas
/ bosques de especies exóticas, construcciones y
cultivos sin talar, pozos y canteras); ocho proble-
mas directos y nueve indirectos (ver Figura 2).

Problemas indirectos

a) Desconocimiento de la existencia de talares en la


población de influencia.

b) Desvalorización. Ignorancia de la importancia


del talar.

c) Indiferencia por la naturaleza originaria, en par- Foto 19. Barranca arrasada por extracción tosca, Baradero
ticular de la población urbana. noviembre de 1995 (Foto: E. Haene).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


59

Foto 20. Desmonte en el talar de barranca de Las Palmas, octubre de 1994 (Foto: E. Haene).

Figura 2. Análisis de los problemas de los talares bonaerenses

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


60 un recurso natural no renovable que se emplea plares y montes de talas que avanzan en la pam-
para consolidar caminos y otros destinos, fines pa ondulada, de gran aptitud agrícola, se realizó
que requieren permanente mantenimiento y intensamente hace un siglo.
nuevo material. Se pueden observar evidencias del desmonte y
abandono, con el registro de sucesiones secun-
j2) Desmonte. Problema histórico. Es una eviden- darias en diferentes estados y la abundancia
cia concreta de la preferencia ambiental de la local de grandes ejemplares arbóreos rebrota-
ocupación humana: lugares altos, no inunda- dos (foto 21).
bles, con árboles (que brindan recursos como,
madera, leña, sombra, ornamento). Podemos k) Extracción selectiva desmedida.
decir que el hombre y el talar seleccionan local- La tasa de corte (árboles) y extracción de indivi-
mente el mismo espacio, lo cual genera en cierta duos de una especie de la flora y fauna del talar
medida un fenómeno de competencia. supera a la tasa de reproducción y/o recupera-
Ante un desmonte, pueden presentarse dos si- ción (ingresión de nuevos ejemplares de otros
tuaciones: reemplazo o abandono. En el primer lugares, rebrote de árboles hasta alcanzar nue-
caso, muchas veces consideramos que la urba- vamente el porte original). Esta es una de las
nización es la causa de este problema, donde se principales causantes de las extinciones locales,
reemplazan bosques de talas silvestres por ca- aunque a veces, se mantiene en buena medida la
sas, caminos y los espacios verdes asociados (jar- fisonomía del talar. Los grupos de especies pre-
dines, parques). feridas para su extracción son los árboles de
Contamos con muchos casos de arrase de madera valiosa, principalmente el algarrobo
talares por urbanización; desde el paraje «El blanco y las aves canoras, como la reina mora
Talar», en el barrio porteño de Villa Pueyrredón grande (Cyanocompsa brissonii) (foto 22).
(han quedado muchos nombres de clubes y Es importante analizar este aspecto localmente.
negocios con el topónimo, pero ningún tala), En la Reserva Natural Otamendi, varias déca-
hasta la instalación, en la década de 1990, de das sucesivas de extracción selectiva y arrase
un barrio privado en la estancia Las Palmas, del talar, provocó una extrema simplificación
que provocó la destrucción parcial de uno de de su composición arbórea. De las 20 especies
los talares más interesantes de la provincia arbóreas habituales en los talares similares de
(foto 20). Los barrios parques iniciados masi- la región, por ejemplo en Lima y en Otamendi,
vamente en la década de 1990 en los alrededo- apenas se hallan unas cinco, entre ellas las de
res de Buenos Aires provocaron la pérdida de mejor aptitud de rebrote (tala y ombú) y otras
parches y ejemplares valiosos del talar. Derri- en pleno proceso de reinstalación transporta-
bar un tala centenario para parquizar el lugar, das por las aves (chal-chal, el árbol nativo con
como hemos tenido noticias en el partido de mayor número de renovales aquí).
Escobar, debe considerarse un daño irrecupera-
ble a la escala de una vida humana.
En realidad deberíamos empezar a describir esta
causa como «urbanización irracional» o algo así,
dado que, en principio, la urbanización y la exis-
tencia de talares no necesariamente provoca una
«competencia excluyente».
El reemplazo de talares por cultivos se da princi-
palmente al transformar corrales y potreros para
ganadería en otros más grandes para agricultu-
ra, donde el levantamiento de los alambrados im-
plica la destrucción de los talas asociados. En los
talares de barranca, la eliminación de los ejem-

Foto 22. Trampero para reina mora grande, con un


ejemplar de la especie como llamador, en los talares
de Vuelta Obligado, partido de San Pedro, diciembre de
1991 (Foto: E. Haene).

Los talares son desde tiempos históricos una fuen-


te de madera, recurso escaso en la zona. Mateo
Foto 21. Tocón de tala (Celtis tala) que ha sufrido
Sánchez, Procurador de la ciudad explicó, en el
sucesivas cortes y demuestra su gran capacidad de
Cabildo de Buenos Aires el 2 de julio de 1590, que
rebrote, Laguna Salada Grande. (Foto: E. Haene).
«ay algunos algarrobos chicos y los van cortan-

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


do algunos vezinos desta ciudad y no los dexan les, indicar los materiales que provienen de ma- 61
criar y es en gran daño della porque es abrigo deras del talar. Incluir a los talares como hitos
para el ganado vacuno para el día que lloviese se claves en los circuitos turísticos, desde los ejem-
recoja allí y no vaya hazer daño a las chácaras plares majestuosos en sitios históricos y paseos
del pueblo» (citado por Zabala y De Gandía, públicos hasta las reservas naturales; incluso,
1936). Aquí también queda el testimonio de cómo diseñar un circuito turístico temático de los
empleaba el ganado los talares para reparo, en talares, que unan los puntos de mayor interés.
un paisaje despoblado de árboles.
Muchas especies arbóreas del talar, como es bien C. Disfrutar. La indiferencia es uno de los mayores
típico del dominio biogeográfico chaqueño, tie- desafíos conservacionistas en la actualidad. Una
nen aptitudes excepcionales para leña, para con- estrategia para revertirla sería apuntalar accio-
feccionar partes de herramientas y construccio- nes que involucren aspectos subjetivos, entrete-
nes diversas. nidos, que desarrollen el placer de pasar un mo-
mento agradable y tengan un momento de re-
l) Invasión de especies exóticas. Es uno de los pro- flexión para descubrir que la base de ese disfrute
blemas más generalizados y graves en la actua- tuvo que ver con un recurso relacionado con el
lidad, sin embargo es a la vez el menos conoci- talar. La interpretación ambiental tiene en cuen-
do. El reemplazo de los árboles del talar por ta componentes de disfrute y motivación.
otros exóticos provoca una pérdida acelerada
de su diversidad natural. Especies como la mo- D. Integrar la conservación de la naturaleza origi-
rera de papel (Broussonetia papyrifera) y el ligustro naria con la producción agropecuaria y la ur-
(Ligustrum lucidum) generan parches monoespe- banización. La educación puede aportar inquie-
cíficos que, al sombrearlos, van matando los tudes entre los propietarios y los asesores y ad-
árboles del talar, todos amantes del sol directo ministradores de la producción y el diseño de
(«heliófilos»). Los cambios en composición y construcciones y paisajes. También resulta cla-
abundancia de aves son notables, al beneficiar ve incentivar y premiar a quienes generen mo-
a unas pocas frugívoras en desmedro de mu- delos respetuosos con el talar en el ámbito rural
chas omnívoras e insectívoras (las plantas exó- y urbano.
ticas carecen o tienen pocos insectos que las con-
trolen). Este proceso de invasión de especies exó- E. Contar con planes participativos a escala nacio-
ticas genera una simplificación ambiental no- nal y provincial sobre temas ambientales. Inte-
table, con montes de unas pocas especies de ár- grar, como un componente transversal, los
boles sin valor conservacionista donde había talares en planes a escala regional y municipal.
talares con una maravillosa diversidad de plan-
tas y animales. F. Reforzar los organismos ambientales munici-
pales para que cuenten con capacidad operativa
para responder a la conservación y manejo de
SOLUCIONES los talares. Implementar un organismo bonae-
rense de temas ambientales; evitar la superpo-
A partir de los cinco estados actuales del talar, pro- sición de esfuerzos a nivel provincial, donde
ponemos seis situaciones deseadas futuras (siste- Política ambiental y las reservas naturales es-
ma regional de reservas, red de estaciones biológi- tán en diferentes ministerios. Incentivar a las
cas y experimentales, talares con uso racional, in- organizaciones no gubernamentales para com-
tegrados al paisaje cultural, canteras con uso ra- plementar el accionar oficial.
cional y paisaje reconstituido), cuatro grandes so-
luciones directas y nueve indirectas (ver Figura 3). G. Idear mecanismos que brinden continuidad.
Centros de estudio, de manejo y conservación
han dado buenos resultados; por ejemplo, esta-
Soluciones indirectas o básicas ciones biológicas de campo (ver anexo 2), ofici-
nas especializadas en el tema dentro de orga-
A. Educar. Incluir a los talares en los contenidos de nismos tradicionales como universidades, INTA
la educación formal (desde escuelas primarias a y Administración de Parques Nacionales. Es cla-
universidades) e informal (centros educativos ve que se generen en niños y estudiantes y, en
ambientales, notas en medios de comunicación, particular, en tesistas universitarios, experien-
charlas comunitarias) de la mitad norte de la cias positivas en los talares.
provincia de Buenos Aires. Desarrollar mayo-
res estudios, principalmente para generar he- H. La instrumentación de lo apuntado en los ítems
rramientas de manejo de los talares. anteriores, debería generar un ramillete de pro-
puestas de acción a diferentes escalas. Las solu-
B. Valorar. En las actividades educativas hacer hin- ciones directas y las acciones recomendadas (ver
capié en el valor cultural de los talares, desde su anexo 1) pueden tomarse como alternativas de
importancia regional como fuente de maderas propuestas.
para múltiples usos y leña, hasta sus mencio-
nes en acontecimientos históricos, topónimos y I. Consolidar una red de reservas naturales con
en la literatura tradicional. En los museos loca- talares, integrando las ya existentes y las que

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


62

Figura 3. Análisis de las soluciones para conservar los talares

Tabla 4. Relación entre los problemas y soluciones indirectos en la conservación del talar. Ver detalle en el texto.

Problemas indirectos Soluciones indirectas Acciones


recomendadas
(anexo 1)

a) Desconocimiento A) Educar, investigar 1-8


b) Desvalorización B)Valorar trascendencia cultural y económica 9-13
c) Indiferencia C) Disfrutar 14
d) Falta de costumbre eincentivos D) Integrar, reconocer avances 15-16
e) Ausencia de políticas E) Planificar 17-19
f) Limitaciones e ineficiencia de organismos F) Organizar, completar 20
g) Esfuerzos fragmentados y discontinuos G) Apuntalar proyectos a largo plazo 21-22
h) Ausencia de propuestas H) Detallar acciones a diferentes escalas 23-27
i) Falta de reservas naturales I)Crear red de reservas, incentivar donaciones
y padrinazgos 28-32

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


deben crearse. Incorporar mecanismos para fa- en las «barrancas soleadas». Este último aporta 63
cilitar su creación, como incentivos para donar diversidad ambiental y, por ende, mayor varie-
campos o potreros con talares, apadrinar reser- dad de especies.
vas, organizar cooperativas de las reservas ofi- La vecindad con el Delta genera un enriquecimien-
ciales. to con especies generalistas de bosques, que se
mantiene en menor medida con la presencia de la
ribera platense. El empobrecimiento paulatino de
Soluciones directas especies hacia el sur, seguramente marcado por la
disminución latitudinal de la temperatura, se apre-
Ia) Restringir el uso de recursos no renovables (tos- cia acentuado por la desaparición de la barranca
ca, conchillas). Ver legislación vigente. Anali- entre Buenos Aires y La Plata y simultáneamente
zar alternativas y sustitutos de la tosca y con- la pérdida de la influencia deltaica, dado que en
chillas. esa porción también llegan a su límite las selvas
ribereñas. Las plantas típicas del talar permiten
Ib) Reconstituir el paisaje en las canteras de talares. evidenciar esta diferencia marcada, que pasa de
Estudiar la posibilidad de reinstalar el talar 47 especies para los talares de barranca al norte a
cuando se mantenga un terreno apropiado por sólo 13 en los australes de lomadas. Analizando en
ejemplo en las barrancas, o acondicionar el lu- conjunto plantas y aves, esta diferencia se mantie-
gar para desarrollar lagunas en los grandes po- ne claramente: 61 especies para talares de barran-
zos resultantes donde, por ejemplo, se levanta- ca y 17 para los de lomadas.
ron bancos de conchillas. Las aves silvestres permiten caracterizar la com-
posición faunística de los talares, con elencos cuya
II) Armonizar la urbanización. Incentivar el desa- presencia regional está sólo justificada por la exis-
rrollo de modelos respetuosos del talar, tencia de estos bosques. Otras especies de la fauna
reconstituirlo y diseñar jardines demostrati- mayor, a nuestro entender, seleccionan las mismas
vos. Compatibilizar el desarrollo con el mante- condiciones ambientales de los talares, pero no
nimiento de las formaciones vegetales origina- necesariamente a estos bosques como hábitat.
rias. Consideramos sólo cuatro especies de aves típicas
III) «Talarizar» la pampa del norte bonaerense. El de toda la formación del talar. Las aves muestran
paisaje cultural está íntimamente asociado con un empobrecimiento latitudinal similar al de las
la presencia de árboles. En vez de emplear es- plantas. Los talares de barranca tienen 14 especies
pecies exóticas, que nada tienen que ver con la típicas, mientras que los de lomada sólo las cuatro
naturaleza originaria y la cultura tradicional, del subdistrito.
utilizar los árboles del talar para generar, ade- Los talares rioplatenses (entre La Plata y Punta
más de bosques implantados, refugio para mu- Indio), evidencian una clara transición, donde al
chas especies silvestres, en particular aves. En menos dos aves típicas más pueden considerarse
un establecimiento agropecuario de la pampa de presencia regular, totalizando aquí al menos
ondulada hemos recomendado este tipo de me- seis. Aquí, la vecindad de bosques ribereños de
didas con muy buena aceptación por parte de sauces criollos y seibos genera un hábitat alterna-
sus propietarios y administradores (Canevari tivo para muchos pájaros generalistas de bosques.
et al., 2006). En buena medida este elenco de generalistas de
bosques tiene un gran potencial para expandirse
IV) Regularizar el aprovechamiento de recursos por las arboledas implantadas en la región, avan-
renovables. Asegurar la obtención de informa- zando incluso tierra adentro, por amplios territo-
ción y experiencias de manejo y conservación rios donde originariamente no existían bosques.
de los talares a través de la consolidación de un Dentro de la flora vascular y la fauna de vertebra-
sistema de reservas naturales en la región, aso- dos, la existencia de una sola especie endémica para
ciadas con una red de estaciones biológicas de los talares, justifica la jerarquía de subdistrito
campo y experimentales. Generar modelos para fitogeográfico planteado por Ángel Lulio Cabrera,
reinstalar el talar y controlar la invasión de es- que se puede elevar a escala de eco-región.
pecies exóticas. Brindar herramientas para sus- La alteración histórica de la región de los talares
tentar un desarrollo racional de los talares, des- dificulta un análisis de su composición originaria.
de modelos ganaderos hasta forestales. Hemos propuesto la exclusión de cinco plantas de
porte arbóreo que figuran a veces como habitan-
tes del talar, por considerarlas traídas por el hom-
CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN bre y asilvestradas hace mucho tiempo, o por re-
sultar todavía de dudoso origen local.
En virtud de la composición de plantas y animales El uso intensivo del pastizal pampeano generó con-
silvestres del talar, se podría distinguir dos subu- diciones adicionales para la instalación de árboles
nidades: talares de barranca (desde San Nicolás a (por ejemplo, en los alambrados). Durante el siglo
La Plata) y talares de lomada (desde La Plata a XX esto permitió un avance puntual del talar ha-
Mar del Plata). La barranca ofrece un terreno com- cia la pampa. Pero este proceso se vio acentuado
parativamente más seco que los otros sitios donde hacia la segunda mitad del siglo XX con el
se asienta el talar (banco de conchillas y médanos asilvestramiento de un número creciente de árbo-
maduros, por ejemplo), con un hábitat particular les exóticos. El aumento de la oferta de hábitats

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


64 arbolados en la región pampeana generó también escalas de trabajo. En buena medida es un reflejo
la ampliación de la distribución de muchas aves de la falta de maduración del movimiento
que podríamos haberlas considerado típicas o lo- ambientalista en la Argentina, con ausencia o es-
calmente exclusivas del talar en tiempos históri- caso desarrollo en los diferentes organismos ofi-
cos. ciales y una gama de entidades no gubernamenta-
La conservación de los talares bonaerenses plan- les todavía incompleta e inestable.
tea una situación compleja y preocupante. Bus- Es fundamental desarrollar experiencias exitosas
cando una visión práctica, hemos planteado pro- que involucren a un número creciente de perso-
blemas y soluciones, dividiéndolas en directas (las nas. Como hemos intentado plasmar en el anexo 1,
más clásicas y obvias en el terreno) y las indirec- hay acciones posibles en favor de los talares para
tas. Si bien éstas últimas, por su complejidad, no muchos actores diferentes.
las hemos plasmado en un «árbol» causa-conse-
cuencia, son claramente los factores básicos y de-
terminantes. Estimamos que este tipo de relacio- AGRADECIMIENTOS
nes internas cambian a diferentes escalas y en cada
lugar, por lo cual sería deseable que sean ordena- A Juan Carlos Chebez, Emilse Mérida y José Athor,
das de esta manera en cada trabajo puntual. Las por el estímulo y su paciencia. A todos los compa-
acciones conservacionistas deben centrarse en las ñeros en los relevamientos y gestiones por los
soluciones indirectas para alcanzar una mejora talares. A la Administración de Parques Naciona-
sustentable a largo plazo. les y Aves Argentinas, por las oportunidades brin-
La gestión conservacionista genera un gran desa- dadas para trabajar en el tema. A Alejandro
fío de coordinación de los diferentes actores y sus Bodrati, por sus aportes.

Anexo 1
ACCIONES RECOMENDADAS PARA INSTRUMENTAR

Sin pretender hacer un listado exhaustivo, apun- den tener orugas en terrarios del colegio, que
tamos algunas medidas sugeridas. sean alimentados diariamente con sus plantas
nutricias (coronillo y tala), hasta la formación
1. Jerarquizar el estudio de los talares en las Uni- de la pupa y luego el surgimiento de la maripo-
versidades nacionales de Buenos Aires y de La sa adulta que se libera. Fotografiar todo el pro-
Plata. ceso, armar concursos de dibujos, prácticos de
biología. Este tipo de actividades entusiasman
2. Priorizar subsidios de investigación en talares. a los niños y generan una valoración tangible
Es fundamental conocer la distribución actual de la importancia de los talares.
del ombusillo y su estado de conservación.
8. Estudiar las sucesiones secundarias tras el des-
3. Incorporar información de los talares en los monte de talares. Podría obtenerse información
manuales de escolares de la región. clave para facilitar la reconstitución del paisa-
je en sitios donde desaparecieron los talares. En
4. Incentivar a los docentes para adquirir conoci- los talares de barranca hemos observado el
mientos de la naturaleza regional en los parti- avance rápido de arbustos en los sitios arrasa-
dos bonaerenses con talares. dos. En sectores planos o apenas ondulados cre-
cen en manchones las chilcas del género Baccha-
5. Elaborar planes educativos de las reservas con ris, en particular B. punctulata. Las partes más
talares con una visión regional, para desarro- abruptas son rápidamente colonizadas por los
llar proyectos en sus comunidades de influen- arbustos de las abras como Trixis praestans. En
cia. Otamendi los potreros de la terraza alta vecina
a los talares que tuvieron su último cultivo en
6. Diseñar actividades educativas para diferentes 1989-1990, fueron colonizados durante los pri-
edades involucrando por ejemplo, clubes, gru- meros cinco años por un pastizal (foto 23), que
pos de scouts, centros culturales, asociaciones rápidamente se vio sucedido por arbustales de
de jubilados. Baccharis y, a los 7-8 años, ya contaba con árbo-
les aislados de tres metros. En quince años se
7. Incentivar en las escuelas el estudio de las mari- instalaron bosques con el conjunto de especies
posas relacionadas con el talar por ejemplo, la propias de un lugar antropizado del norte bo-
bandera argentina y el zafiro del talar. Se pue- naerense, casi todos árboles exóticos y el curupí,

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


65

Foto 23. Los potreros con agricultura vecinos al talar de Otamendi, al crearse la reserva fueron ocupados en una primera
etapa por un pastizal de flechillas (Stipa hyalina) (Foto: E. Haene).

propio del bosque ribereño que ocupa ahora si- y entidades, una categoría para premiar el me-
tios alterados. En la actualidad se están hacien- jor jardín inspirado en los talares.
do ensayos de control de las leñosas con la in-
tención de reinstalar el pastizal pampeano. Sin 11. Organizar con los diarios y radios locales un
embargo, sería oportuno dedicar un esfuerzo concurso para hallar el tala más viejo del mu-
similar para que en buena parte de estos nicipio. Las escuelas pueden tener un rol
potreros donde bajo las condiciones actuales protagónico en este evento. Promocionar el pa-
crecen árboles, generar una reconstitución del drinazgo de los ejemplares más longevos.
paisaje con talares. Por lo que hemos observa-
do, sólo en los talares en buen estado puede es- 12. Declarar monumento natural municipal al
perarse que en pequeños parches la recupera- tala más antiguo de cada partido donde pros-
ción de desmonte se produzca naturalmente. pera la especie.
La gran antropización de la región y la llegada
permanente de semillas de especies exóticas, 13. Promover la plantación participativa de árbo-
impide en la mayor parte de los casos, obser- les de talares en paseos públicos por ejemplo,
var una sucesión secundaria orientada a la ins- en fechas conmemorativas de cada sitio.
talación nuevamente de talares. Sin manejo el
desmonte lleva, tarde o temprano, al bosque de 14. Organizar salidas a sitios con talares, emplean-
árboles exóticos. Con urgencia se requieren es- do técnicas de interpretación ambiental.
tudios y experiencias de manejo para que se
pueda instrumentar la recuperación del talar a 15.Buscar, documentar y premiar los asentamien-
diferentes escalas por propietarios de campo, tos humanos (casas, barrios) en talares que lo
reparticiones oficiales municipales y provincia- hicieran de una manera respetuosa y armóni-
les, y naturalistas de organizaciones no guber- ca, donde se generen modelos de convivencia
namentales. entre el bosque de talas y la gente. Esta activi-
dad es ideal para ser motorizada por clubes de
9. Promover dentro de la «Fiesta Nacional de la jardinería, reparticiones oficiales, diarios y
Flor», que anualmente se realiza en Escobar, ONG ambientalistas a escala local.
un premio al viverista que ofrezca la mayor
variedad de especies vegetales del talar (ta- 16. Incluir charlas sobre los talares en el calenda-
blas 1, 2 y 3). rio de encuentros de productores agropecua-
rios. Plantear inquietudes para salvar los
10. Incluir entre los certámenes de jardinería de la talares. Promover el surgimiento de acciones
región, por ejemplo los generados por revistas locales para armonizar la producción agrope-

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


66 cuaria con la supervivencia o la reinstalación de follaje delicado y propias de las barrancas
de talares. sombreadas con talares son otro grupo para
incluir; el raleo del talar y el pisoteo del ganado
17. Organizar una estrategia provincial de con- pueden perjudicarlas notablemente. En buena
servación del ombusillo, integrando el accio- medida sobreviven asociadas a sectores escar-
nar de los municipios de la región donde habita pados de difícil acceso para los animales do-
la especie y las universidades nacionales. Esta- mésticos. Sería el caso de un helecho, Doryopteris
blecer un rosario de reservas de talares con concolor, que en la Reserva Natural Otamendi
ombusillos, aunque sean pequeñas, en predios muestra signos evidentes de recuperación, y
privados. una piperácea terrestre: Peperomia comarapana.
Esta última, la hemos encontrado en parches
18. Sancionar leyes provinciales y ordenanzas de los talares de Lima, cerca de Las Palmas,
municipales para proteger los talares y regula- donde fuera descubierta, para la provincia de
rizar la extracción de tosca. Hacer cumplir la Buenos Aires en 1946, por Antonio Krapovickas
normativa vigente. (Burkart, 1951).

19. Aunque con las limitaciones propias a su redu- 24. Declarar al ombusillo «Monumento natural
cida superficie y moderada o baja tasa de creci- provincial». Esta iniciativa parece más estraté-
miento, se puede organizar un plan de aprove- gica que poner bajo esta figura al tala, impulsa-
chamiento racional de los árboles maderables do por Alejandro Morales en 1999.
del talar en los predios privados. El INTA sería el
organismo más indicado para ello. 25. Inventariar los ejemplares vivos de ombusillos
en jardines botánicos y colecciones particula-
20. Promover acuerdos de trabajo entre los acto- res.
res involucrados en la conservación del talar.
Por ejemplo, entre organismos oficiales y enti- 26. Incentivar la multiplicación y cultivo del
dades ambientalistas. ombusillo, una experiencia valiosa a la hora de
reconstituir el paisaje de los talares donde se
21. Sería deseable contar con, al menos, cuatro re- podría reinstalar la especie en los sitios donde
servas naturales de talar con sus estaciones bio- se extinguiera.
lógicas, que cubran la diversidad de situacio-
nes presentes en la formación. Estos sitios y 27. Declarar al algarrobo blanco «Monumento na-
sus centros de estudio asociados podrían ser: tural municipal» en los partidos norteños.
reserva privada en Baradero y/o Parque Mu-
nicipal Vuelta de Obligado (San Pedro) y Fun- 28. Reconstituir el paisaje del talar de barranca en
dación Ogá y/o Universidad Nacional de Ro- la Reserva Natural Otamendi. Esto implica con-
sario; Reserva Natural Otamendi y Universi- trolar la invasión de especies exóticas, básica-
dad de Buenos Aires y/o Museo Argentino de mente árboles foráneos, y reinstalar las espe-
Ciencias Naturales; Reserva El Destino y Uni- cies vegetales extinguidas localmente. La expe-
versidad de La Plata; Reserva Provincial La- riencia realizada durante la década de 1990 fue
guna Salada Grande o Parque Municipal La- interesante y mostró resultados notables, aun-
guna de los Padres y Universidad Nacional de que evidenció la importancia de institucionali-
Mar del Plata. Debería estar asegurada la con- zar estos proyectos que prosperaron durante
servación, a largo plazo, de la muestra princi- el tiempo que le pudieron dedicar sus impulso-
pal de talar, idealmente en un área natural res. Es fundamental la continuidad, en particu-
protegida gubernamental, y contar con anexos lar en los primeros estadíos del proceso de reins-
de predios interesantes y complementarios en talación del talar. La capacidad operativa y el
superficies más pequeñas dentro de campos éxito en el manejo de plantas nativas obtenido
privados. en el vivero que funciona en la Reserva con la
colaboración de la Fundación Campana Verde,
22. Armar una biblioteca digital con los trabajos no se aprovecha para generar los renovales ne-
realizados en los talares. Aves Argentinas po- cesarios para completar la diversidad vegetal
dría colaborar significativamente si pusiera en del talar.
su página en la red más de diez artículos publi-
cados en sus revistas y una docena de informes 29. Ampliar la Reserva Natural Otamendi por los
de relevamientos de sitios de la región metro- predios fiscales nacionales que se extienden des-
politana con talares. de la estación del ferrocarril local hasta los su-
burbios de Campana. Se incluiría en esta frac-
23. Determinar especies amenazadas a nivel local. ción un parche de talares con chañares y otras
Dentro de la flora típica del talar, se podrían especies vegetales que no se encuentran en la
priorizar la conservación de aquellas especies Reserva (Haene et al., 2003). Hauman (1923) ya
más vulnerables a la degradación de la forma- mencionaba la necesidad de proteger este sec-
ción. Árboles muy buscados por su madera tor de talar con chañares. El retraso de esta
deberían estar considerados en estos listados, medida puede favorecer la destrucción de estos
como es el caso del algarrobo blanco. Hierbas relictos.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


30. Crear un parque nacional con talares austra- de las fuerzas armadas. 67
les, dentro del mosaico ambiental que incluye
pastizal y lagunas pampeanas. Puede ser una 32. Diseñar reservas naturales urbanas en sitios
reserva de carácter científico de 50 hectáreas, con talares o en lugares donde se puedan incor-
factible de obtener mediante una campaña de porar. Por ejemplo, en la ciudad Autónoma de
concientización del valor de los talares y el in- Buenos Aires, lugares con potencial para armar
centivo para que algún propietario done con reservas de media a una hectárea con recrea-
ese fin este predio. La espectacular experien- ción de talares: Parque Sarmiento (en noviem-
cia que tiene el sistema con la donación del bre de 2005 se creó un sector con árboles nati-
Perito Moreno de los predios para formar el vos), Parque Avellaneda (cuenta con un vivero
primer parque nacional argentino y la más vecino, que puede proveer ejemplares), Reser-
reciente de Myndel Pedersen para crear el co- va Ecológica Costanera Sur (todos los terraple-
rrespondiente en Mburucuyá (Corrientes), no nes son los sitios ideales para instalar talares),
han sido capitalizados todavía con campañas Parque Centenario (en la vecindad del Museo
específicas para completar el muestrario de la Argentino de Ciencias Naturales, ideal para
diversidad biológica en este sistema de áreas desarrollar actividades educativas), predios de
protegidas. Por la importancia regional del la Facultad de Agronomía y Veterinaria (resca-
talar, las grandes extensiones de muchas es- tar talas añosos, diseñar talares con un sentido
tancias y el tamaño relativamente pequeño que didáctico-recreativo), Ciudad Universitaria (el
requiere una reserva científica como las plan- diseño puede se aportado por la Facultad de
teadas, una campaña de este tipo debería te- Arquitectura donde se estudia paisajismo, y su
ner un éxito asegurado. administración técnica por la Facultad de Cien-
cias Exactas y Naturales, asumiéndolo como una
31. Incentivar la creación de reservas con talares práctica de ecología aplicada y manejo de re-
en predios fiscales. Por ejemplo, a nivel nacio- servas), Parque Almirante Brown (combinado
nal resguardar los talares en la Central Atómi- con muestrarios de pastizales y lagunas
ca Atucha, Campo de Mayo y otras unidades pampeanos).

Anexo 2
ESTACIONES BIOLÓGICAS

Los talares suman en una matriz de pastizales di- no, (propiedad de la familia Earnshaw hasta comien-
versidad ambiental y ensambles de especies pro- zos del siglo XXI) y, a veces, en ambos lugares.
pias de bosques. En el nordeste bonaerense, locali- La señora Elsa Shaw, socia de Aves Argentinas,
dades con talares resultan sitios estratégicos para promovió en su campo las primeras salidas para
realizar estudios biológicos. observar aves que organizó la entidad, allá por la
Para comprender la importancia regional y nece- década de 1920. Lorenzo Parodi (1940) citó el cam-
sidad de consolidar estaciones biológicas en po en su estudio de los talares. En 1941 y 1942 el
talares, resulta oportuno reseñar lo sucedido en la Museo de La Plata realizó ensayos de anillados de
estancia El Destino durante más de ochenta años. aves (Mac Donagh, 1958). Oliver Pearson con jóve-
Sólo en los últimos 26 años hemos recopilado la nes profesionales de la Universidad de Buenos Ai-
publicación de 25 artículos en revistas científicas res estudiaron la vida de los tuco-tucos (Ctenomys
con trabajos realizados, total o parcialmente, en el talarum) (Pearson et al., 1968); pocos años despúes
área. Propiedad de Ricardo M. Pearson y su espo- se publicó otro artículo profundizando el tema en
sa Elsa Shaw, al fallecer ambos, se continuó con su el mismo lugar (Abraham, 1980). En 1978, como
idea de reserva privada a través de la fundación fruto de un convenio con el Museo Argentino de
que lleva el nombre de la señora, y es administra- Ciencias Naturales, Marcelo Canevari (s/f) concre-
da por sus descendientes. Por el buen estado de tó en 1978 un estudio general de la naturaleza del
conservación de los talares y pastizales y los in- área, Ricardo Barbetti (1982) describió las plantas
centivos ofrecidos por sus propietarios, se efectua- más típicas y José María Gallardo (1987) reseñó
ron en el establecimiento trabajos de campo den- los anfibios y reptiles. Entre 1977 y 1979, Paul
tro de tesis de estudiantes jóvenes y sus ayudan- Mason (1985, 1986a y b) estudió en las estancias El
tes. Por su proximidad a la región metropolitana, Talar y San Isidro el parasitismo de nidos del tor-
en El Destino se comprueba, en buena medida, el do renegrido (Molothrus bonariensis) y la nidificación
valor de las reservas naturales urbanas para la de otras aves del lugar. Durante la segunda mitad
formación de biólogos y conservacionistas. Algu- de la década de 1980 y comienzos de la siguiente
nos de los trabajos que mencionaremos, se efec- Pablo Tubaro investigó el canto del chingolo (Zo-
tuaron en la estancia San Isidro, vecina a El Desti- notrichia capensis) (Tubaro y Segura, 1992 y 1993;

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


68 Tubaro et al., 1996, 1997) y la ratona común nes de este hemíptero causan graves pérdidas a
(Troglodytes aedon) (Tubaro, 1990). Al menos en la los cultivos de otra malvácea, el algodonero
primera mitad de la década de 1990 Germán (Gossypium sp.). En los talares investigaron su ciclo
Simonetti analizó otros aspectos del canto del de vida y sus controladores naturales, en particu-
chingolo. Dieguez y Méndez (1997) estudian las aves lar una mosca silvestre (Acaulona brasiliana),
consumidas por la lechuza de campanario (Tyto alba). parasitoide de la chinche (Stadler et al., 1987; Schang
Estudios más recientes en la zona analizan la y Stadler, 1994; Stadler y Schang, 1994). Los avan-
fenología de los árboles del talar (Murrielo et al., ces obtenidos al estudiar estos integrantes del ta-
1993); la regeneración del tala (Celtis tala) (Ribichich, lar, permiten mejorar la producción de uno de los
1996; Arturi, 1997); la estructura y dinámica del principales cultivos mundiales y aportar informa-
bosque de tala (Lucila Boffi Lissin y colaborado- ción sobre el género Disdercus, que tiene varias es-
res); la vegetación de la reserva El Destino (Cagnoni pecies perjudiciales para el algodonero.
et al., 1996); la vegetación y conservación del Par- Seguramente contamos con mayores avances en
que Costero, que incluye a las estancias menciona- la creación de reservas con talares que en la cons-
das (Goya et al., 1992; Arturi y Goya, 2004; Stupino titución de estaciones biológicas, lo cual también
et al., 2004); los ensambles de aves de los talares del se puede generalizar a nivel nacional y otras eco-
lugar o la región entre Magdalena y Punta Indio regiones. Por el momento, parece más práctico
(Soave et al., 1999; Cueto y Casenave 2000a y b, contar con un organismo centrado en la conserva-
2002; Horlent et al., 2003); hallazgos novedosos de ción del predio y otro en la administración de la
aves (Marateo et al., 2001); emplean la localidad estación biológica. Este último tiene misiones fun-
para comparar con otras más urbanas el efecto de damentales como generar continuidad en los tra-
la contaminación en el clavel del aire (Tillandsia bajos básicos, promover líneas de investigación
recurvata) (Graciano et al., 2003); Couri et al. (2005) estratégicas y experiencias de manejo, incentivar
registran larvas de una mosca en pichones de seis los estudios de campo y su publicación, compilar
pájaros; Fiorini et al. (2006) estudian el parasitismo y brindar toda la información del área.
del tordo renegrido. En la actualidad, buena parte La continuidad de trabajos en un sitio resultarán
de estos trabajos son promovidos por investigado- claves para comprender su dinámica natural y los
res y docentes de la Universidad Nacional de La cambios operados en el tiempo. Sería ideal contar
Plata. con un rosario de estaciones biológicas en los
Estudios realizados en los talares de Baradero, talares, pero en el corto plazo debería plantearse
muestran otro aspecto estratégico de la importan- alcanzar al menos una en los talares de barranca y
cia de estaciones biológicas en esta formación. otra en los australes. Los talares ofrecen múltiples
Teodoro Stadler investigó en su hábitat natural a interrogantes para ser resueltos por naturalistas
la chinche tintórea (Disdercus albofasciatus), de pre- y científicos. Las aves silvestres, como indicado-
sencia habitual en la malva de monte (Pavonia ras ambientales, pueden resultar estratégicas para
sepium), arbusto del sotobosque del talar. Poblacio- priorizar estudios.

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TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


71

CONSIDERACIONES SOBRE LA Emilse Mérida1


Alejandro Bodrati2
CONSERVACIÓN DE LOS TALARES
DE BARRANCA DEL NORDESTE DE
BUENOS AIRES Y DESCRIPCIÓN DE
LAS CARACTERÍSTICAS DE UN
RELICTO EN BARADERO
Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Valentín Virasoro 732 , (C1405BDB), Buenos Aires, Argentina.
1..2

emilsemerida@ciudad.com.ar, alebodrati@yahoo.com.ar

RESUMEN

Los talares de barranca del nordeste bonaerense tienen una composición y problemática diferentes de la de los talares del
sudeste de la provincia. En la bibliografía existente, en general, la descripción acerca de la composición y diversidad de estos
talares de barranca es pobre. La pérdida de casi toda la superficie provincial de este ambiente, uno de los más degradados y
amenazados del país, no permite que existan suficientes muestras comparativas.
En el trabajo se describen las características de un relicto de talar en buen estado de conservación en el partido de Baradero.
La biodiversidad de estos bosques y de sus ambientes contiguos es la mayor de la provincia de Buenos Aires; sin embargo
es la formación boscosa más desconocida por la comunidad y no está debidamente resguardada. Se consideran los problemas
de conservación y principales amenazas de los talares de barranca, algunas de sus causas y proyecciones.

Palabras clave: Talares de barranca, situación, descripción, Baradero, Figueroa Salas, avifauna, biodiversidad, amenazas de
conservación

INTRODUCCIÓN La composición y la estructura de estos talares de


barranca, así como la fauna resguardada en ellos,
Los talares de barranca del nordeste bonaerense difiere de la de los talares del sudeste de la provin-
son una de las pocas formaciones boscosas nati- cia, que crecen sobre albardones de conchilla deja-
vas de la provincia de Buenos Aires. La biodiver- dos por el estuario del Plata hace miles de años.
sidad de estos bosques y de sus ambientes conti- Como aporte al conocimiento de estos talares, se
guos, los pastizales de las terrazas altas y los ba- describen las características de un relicto en buen
jos inundables de los ríos Paraná y de la Plata, es estado de conservación ubicado en el partido de
la mayor de la provincia. Baradero y se incluye el listado de las aves regis-
Existen pocos trabajos sobre la composición y di- tradas en él.
versidad de los talares de barranca del noreste Es necesario tener en cuenta los problemas de con-
bonaerense. Ello se debe, probablemente, a que es servación y amenazas de estos talares, algunas de
una de las unidades ambientales más degradadas sus causas y proyecciones, para contribuir al desa-
y amenazadas que está situada en la región más rrollo de estrategias que permitan conservarlos.
densamente poblada del país. El suelo tiene uso
agropecuario importante y se ha establecido en la
zona el mayor número de ciudades, puertos y áreas LA BARRANCA: EXTENSIÓN, COMPOSICIÓN
de actividad industrial. Esto ha causado la pérdi- Y CARACTERÍSTICAS
da de casi toda la superficie provincial de este
ambiente, dificultando el hallazgo de muestras La Pampa Ondulada encuentra su límite oriental
comparativas en buen estado de conservación. No en los ríos de la Plata y Paraná, marginados con
hay áreas de talares de barranca en buen estado una barranca (paleocauce) provocada por la ero-
protegidas efectivamente bajo jurisdicción muni- sión, cuya trayectoria está parcialmente determi-
cipal o provincial. En el orden nacional, la Reserva nada por una falla en profundidad que ha afectado
Natural Otamendi, en el partido de Campana, ad- el basamento de las rocas cristalinas antiguas
ministrada por APN (Administración de Parques (Nabel y Pereyra, 2002).
Nacionales), contiene una pequeña porción de ta- Esta barranca se extiende en dirección NO a SE
lar muy degradada (Haene y Pereira, 2003). Exis- desde Rosario hasta la ciudad de Buenos Aires.
ten, sin embargo, algunas muestras representati- Tiene su mayor altura, 30 m, en Vuelta de Obliga-
vas de estos ambientes en Alsina, Baradero, San do; 20 m en Baradero; 15 m en El Cazador, Escobar;
Pedro y Ramallo. hasta llegar a la ciudad de Buenos Aires donde an-

Cita sugerida: Mérida, E. y A. Bodrati. 2006. Consideraciones sobre la conservación de los talares de barranca del noreste de
Buenos Aires y descripción de las características de un relicto en Baradero. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


72 tiguamente había un desnivel de 10 m en la zona Especies en Peligro de la Fundación de Historia
céntrica. Actualmente es de pocos metros debido Natural «Félix de Azara».
al trazado de avenidas, de distintos rellenos y cons-
trucciones, y se advierte el declive de las calles que
conducen al río (Nabel y Pereyra, 2002). DESCRIPCIÓN DE UN RELICTO DE TALAR
El suelo tiene un declive que favorece el rápido es- DE BARRANCA EN EL PARTIDO DE
currimiento del agua de lluvia; en su composición BARADERO
hay predominio de materiales calcáreos y la tosca
está a pocos metros de profundidad. Esto favorece El relicto más representativo y en mejor estado de
el desarrollo de una flora semixerófila, el talar, ex- conservación de los talares de barranca se encuen-
presión boscosa con predomino del tala (Celtis tala) tra en el establecimiento Los Álamos, propiedad
(Parodi, 1940). de la Fundación Arturo Figueroa Salas, a (33°47´S
Al pie de esta barranca se desarrollan los bajos de 53°29´O). Parte del bosque se ha declarado reserva
inundación de los ríos mencionados que presen- privada con el nombre Barranca Norte (51 ha) y
tan pajonales y pastizales. En Vuelta de Obligado tiene continuidad al norte con otra reserva, La
la barranca cae casi a pique sobre el río, la exten- Barranca (6 ha), propiedad de la familia Gastellu.
sión de los bajos aumenta hacia el Sur y tiene no- Estos establecimientos están a una distancia
table desarrollo en Otamendi. aproximada de15 km al sur de la ciudad de
Baradero, partido de Baradero, a 150 km al norte
de Buenos Aires y a 140 km al sur de Rosario. Se
CARACTERÍSTICAS BIOGEOGRÁFICAS DE accede a ellos por la Ruta Nacional 9 y caminos
LOS TALARES Y SUS DIFERENCIAS vecinales.
Ambos propietarios mantienen un convenio de
Los talares de Buenos Aires corresponden bio- cooperación con la Fundación de Historia Natural
geográficamente a una ingresión del Espinal den- «Félix de Azara» desde marzo de 2005.
tro de la Provincia Pampeana. Esta ingresión Al sur de Los Álamos, otros establecimientos veci-
acompaña las riberas del Paraná y del Plata has- nos, como San Andrés y El Recuerdo, aun mantie-
ta las cercanías de Mar del Plata (Haene y Chebez, nen sectores de bosque de barranca en buen esta-
1997; Athor et al., 2004). El tala (Celtis tala), especie do de conservación, que aportan continuidad a los
por lo general predominante, está asociado con el ambientes. Suman un frente de barranca de
molle (Schinus molle), el sombra de toro, (Jodina aproximadamente 9 km. Este frente se interrumpe
rhombifolia) y el ombú (Phytolacca dioica), entre otros. en Los Álamos por aproximadamente 300 m afec-
La formación que denominaremos talares bonae- tados por la extracción de tosca. El bosque se redu-
renses del nordeste, o talares de barranca, pre- jo a una delgada franja de árboles nativos en ese
senta características de composición y problemá- sector. A partir de allí comienzan hacia el sur las
ticas de conservación que difieren con las propias reservas ya mencionadas. Los bajos, al pie de la ba-
de los bosques del sudeste de Buenos Aires que rranca, son inundables y terminan en la ribera del
llamaremos talares del sudeste o talares de río Baradero. Este ambiente, en el sitio visitado, tie-
albardón. ne una extensión variable debido al curso
Si bien no existen plantas endémicas de los talares meandroso del río, con un promedio de 350 m,
del nordeste, el conjunto de las especies y la fiso- aproximadamente, desde el pie de la barranca has-
nomía del bosque son diferentes (Conclusiones de ta el río. Solamente 20 m están comprendidos den-
la comisión «Biodiversidad del talar», Jornadas tro de la delimitación de la reserva Barranca Norte.
por la Conservación de los Talares Bonaerenses. Todos los establecimientos visitados realizan ex-
Presente volumen). plotación agropecuaria en los campos de la terra-
Una de las características diferenciales es la pre- za alta.
sencia del algarrobo blanco (Prosopis alba) en los El lugar fue relevado y visitado, todos los años,
talares de barranca, mientras que el coronillo desde octubre de 1995 (Haene et al., 1996) hasta
(Scutia buxifolia), está totalmente ausente a excep- agosto de 2005. Durante este período se realizaron
ción de la isla Martín García. Esta última especie 29 viajes de relevamiento que incluyeron 36 días
es abundante en los talares del sudeste y su distri- de observación al sitio y alrededores. Estos permi-
bución parece comenzar en el partido de San Isi- tieron determinar especies, observar sus relacio-
dro donde se encuentran algunos en casas parti- nes y los problemas de conservación.
culares y en la Quinta de Pueyrredón, (Mérida y Desde el río se observa el perfil redondeado de la
Núñez Bustos obs. pers.; Comisión «Biodiversidad vegetación donde, debido al sotobosque, los árbo-
del talar», Jornadas por la Conservación de los les parecen sin troncos.
Talares Bonaerenses. Presente volumen). Dentro del bosque se encuentra un ambiente mu-
Estas características y diferencias se apreciaron cho más intrincado que en los talares del sudeste
en las visitas de observación y trabajos de releva- bonaerense. El árbol emergente del dosel es el al-
miento de áreas naturales con talares, efectuadas garrobo blanco (Prosopis alba). Hay individuos cuya
entre los años 1994 y 2005, desde San Nicolás has- edad supera largamente los 100 años. Los algarro-
ta Magdalena. Estos estudios fueron realizados por bos se disponen en grupos, a lo largo del borde de
el Grupo de Relevamiento de Aves Argentinas / la barranca y suelen estar rodeados por añosos
Asociación Ornitológica del Plata y por la Gestión molles (Schinus longifolius) y sombra de toro (Jodina
Talares del Grupo Áreas Naturales Protegidas y rhombifolia). El ombú (Phytolacca dioica) crece alto y

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


con tronco recto buscando la luz como en la selva, la barranca fue probablemente mayor que la ac- 73
y en sus amplias raíces se entrelazan talas (Celtis tual, debido al avance de los cultivos no es posible
tala), chucupíes (Porlieria microphylla) y chal-chales conocer el límite natural del bosque. Donde faltan
(Allophylus edulis). Este último, aunque no es exclu- árboles aparece un ambiente con gran variedad
sivo del talar sino de las selvas ribereñas de los de gramíneas, entre las que se destaca por su por-
grandes ríos de la zona y de sus afluentes, es muy te, la cortadera (Cortaderia selloana). Esta zona pue-
abundante en los talares de barranca. El de ser una imagen del pastizal pampeano, el am-
quebrachillo (Acanthosyris spinescens), que forma en biente más degradado del país. Se ha encontrado
el sector norte de la reserva de la Fundación Arturo en estos pastizales y en los incluidos en las abras
Figueroa Salas y en La Barranca bosquecitos casi del bosque gramíneas nativas como las flechillas:
puros con gran cantidad de renovales en aparente la flechilla mansa (Stipa hyalina), la flechilla común
expansión, no fue encontrado en otros talares de (Stipa neesiana), la flechilla blanca (Stipa papposa), la
barranca. Hay solamente algunos ejemplares en el cebadilla criolla, (Bromus unioloides), el pasto miel
espinal de la isla Martín García. La notable canti- (Paspalum dilatatum) y la cola de zorro (Polypogon
dad de aromito o espinillo (Acacia caven), que crece monspeliensis). En este tipo de barrancas, un anti-
dentro y fuera del bosque, completa el entorno de guo derrumbe o restos de una extracción de tosca,
troncos y ramas espinosas. provocan la presencia de pequeños islotes de bos-
En la ramas de los árboles hay enredaderas, como que en los bajos. En uno de estos promontorios,
la uva del diablo (Cissus palmata), el tasi (Araujia situado en el extremo sur de la reserva Barranca
hortorum), la uña de gato (Macfadyena unguis-cati), el Norte, se observa una mínima muestra del bos-
mburucuyá (Passiflora coerulea) y el mburucuyá que con abundantes cactáceas.
colorado (Passiflora misera), especie amenazada Diversas plantas nativas sirven como alimento a
(Delucchi y Correa, 1992). las larvas de mariposas y polillas, algunas de las
Hay abundantes epífitas, entre ellas, los claveles cuales indican con su presencia el buen estado de
del aire (Tillandsia aeränthos y T. recurvata). El helecho conservación del bosque. Entre las 59 especies ob-
epífito (Microgramma mortoniana) suele presentarse servadas se encontraron mariposas cuyas larvas
junto a la cactácea suelda con suelda (Rhipsalis se alimentan de tala, como el zafiro del talar
lumbricoides). Se observa comúnmente en las ramas (Doxocopa laurentia), la bella (Hypanartia bella), la pi-
a la liga (Ligaria cuneifolia), una hierba parásita. cuda (Libytheana carinenta) y la ochenta (Diaethria
El andar se hace difícil dentro del bosque por la candrena).
considerable cantidad de renovales de las especies Se registraron algunas brincadoras que son indi-
antes mencionadas y arbustos como el chucupí cadoras de talares en buen estado, tales como
(Porlieria microphylla), la coca de monte (Schaefferia (Thespieus xarina) y (T. jora).
argentinensis), el azahar del monte (Aloysia gratísima) La presencia de una mariposa amenazada, la he-
y el ñapinday (Acacia bonariensis), entre otros. lánica (Pterourus hellanichus), indica el buen estado
En sectores donde los bajos penetran en la barran- de conservación de este relicto, donde crece la uvilla
ca y forman un ambiente más húmedo, están pre- (Berberis ruscifolia) que es el arbusto del que se ali-
sentes el anacahuita (Blepharocalix salicifolius), el menta la oruga de la mariposa (Núñez Bustos com.
curupí (Sapium haematospermum) y helechos nativos, pers.; 2006).
como el amenazado culandrillo (Adiantum lorentzii) La avifauna presenta notable diversidad debido a
(Delucchi y Correa, 1992). la cercanía de los ambientes deltaicos y de los
El chañar (Geoffroea decorticans) es más frecuente en pastizales de la terraza alta. Se registraron en la
las terrazas altas de barranca, donde el talar avan- zona 247 especies de aves pampeanas, caracterís-
za hacia el campo abierto. También se lo encuen- ticas del Delta y propias del Espinal. Algunas de
tra afirmándose en el talud de la barranca, en las ellas son raras para la región y se encuentran en el
zonas de mayor pendiente, donde la erosión se hace límite austral de su dispersión, como la mosqueta
sentir, junto a molles achaparrados, tala de burro ojo dorado, (Hemitriccus margaritaceiventer), el pepitero
(Grabowskia duplicata), y cactáceas. En los mismos verdoso (Saltator similis), la bandurrita chaqueña
lugares pueden verse las flores de barba de chivo (Upucerthia certhioides), el anambé verdoso (Pachyram-
(Caesalpinia gilliesii) y de las lantanas (Lantana camara phus viridis), el carpintero blanco (Melanerpes
y L. megapotamica). candidus), el atí (Phaetusa simplex), la bandurria mora
El bosque en la terraza alta forma claros o abras (Theristicus caerulescens), la palomita colorada
donde se reproducen pequeñas zonas de pastizal (Columbina talpacoti), el espinero grande (Phacellodo-
con predominio de herbáceas; entre ellas, la mar- mus ruber), la choca común (Thamnophilus caerulescens)
garita punzó (Glandularia peruviana), la verbena (Ver- y la tijerilla (Xenopsaris albinucha) (Bodrati et al.,
bena bonariensis), el malvavisco (Sphaeralcea 1997; Bodrati, 2001; Bodrati et al., 2001). Se regis-
bonariensis), la boca de conejo (Justicia capestris) y traron, además, especies raras para la región como
malvavisco (Abutilon pauciflorum). el pepitero chico (Saltratricula multicolor), el picaflor
Al pie de la barranca se desarrollan bajos inunda- de barbijo (Heliomaster furcifer) y el brasita de fuego
bles con pastizales adaptados a los ritmos de las (Coryphospingus cucullatus).
crecientes y a la permanente humedad. En la ribe- Habitan la zona el espartillero pampeano (Asthenes
ra se encuentra el juncal, de formación natural y hudsoni), el espartillero enano (Spartonoica maluroides)
espontánea, que está conformado exclusivamente y el flamenco austral (Phoenicopterus chilensis), espe-
por los juncos (Schoenoplectus californicus). cies que cuentan con algún grado de amenaza
Aunque la extensión del talar sobre la terraza de (Bodrati et al. 2005).

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


74 El área cuenta con poblaciones saludables y De los mamíferos, se han visto al zorro gris pam-
nidificantes de especies características o indica- peano (Lycalopex gymnocercus), a la comadreja overa
doras de bosque de barranca, como el curutié blan- (Didelphis albiventris) y al peludo (Chaetophractus
co (Cranioleuca pyrrhophia), el espinero chico (Phace- villosus), entre otros.
llodomus sibilatrix), el espinero pecho manchado (Pha- El hallazgo de restos y las comunicaciones de los
cellodomus striaticollis), el canastero chaqueño pobladores permitieron considerar la presencia de
(Asthenes baeri) y el barullero (Euscarthmus especies presionadas por la caza comercial, como
meloryphus) (Conclusiones de la comisión «Biodi- el coipo (Myiocastor coypus), el carpincho (Hydrochaeris
versidad del talar», Jornadas por la Conserva- hydrochaeris) y el lobito de río (Lontra longicaudis).
ción de los Talares Bonaerenses. Presente volumen).
Se encuentran comúnmente: el coludito copetón
(Leptasthenura platensis), el suirirí común (Suiriri suiriri) ALGUNOS PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN
y el chotoy (Schoeniophylax phryganophila). DE LOS TALARES DE BARRANCA
El bosque del área sirve de refugio a especies en
disminución en toda la región, presionadas por Los problemas de conservación que se advierten
caza o captura comercial, el cardenal (Paroaria en la mayoría de los talares de barranca conducen
coronata), indicadora de talar, la reinamora grande a la destrucción del bosque y crean discontinuida-
(Cyanocompsa brissonii), la reinamora chica des. Esto perjudica los hábitats y son consecuen-
(Cyanoloxia glaucocaerulea), los pepiteros de collar cia del tipo de tenencia de la tierra y su uso.
(Saltator aurantiirostris), y gris (S. coerulescens). En los
pastizales de las abras se encuentra la colorada
(Rhynchotus rufescens).El capuchino canela (Sporophila Acción del ganado sobre el bosque y bajos
hypoxantha) y el corbatita dominó (S. collaris) man-
tienen poblaciones estables en las reservas y las En todos los campos de la zona hay un uso
zonas contiguas. agropecuario importante. Hay ganado tanto en las
Entre las especies migratorias que se han observa- terrazas altas como en los bajos y en las islas. Pas-
do se halla el capuchino garganta café (Sporophila torea en los bajos y busca refugio y sombra en el
ruficollis), el playerito canela (Tryngites subruficollis), bosque, donde se observó, en muchos casos, piso-
la monjita chocolate (Neoxolmis rufiventris) y según teo que afecta el crecimiento de los renovales, acen-
Luciano (1998) la monjita castaña (Neoxolmis túa la erosión hídrica y la formación de cárcavas.
rubetra).
La zona de islas y bajos costeros cuenta con espe-
cies propias de estos ambientes, como el federal Desmonte
(Amblyramphus holosericeus), la pajonalera pico cur-
vo (Limnornis curvirostris), la pollona azul (Porphyrio El desmonte se realiza para obtener leña. Esta acti-
martinicus) y la gallineta overa (Pardirallus maculatus), vidad afecta, en primer lugar, al algarrobo y luego
entre otras. Son lugares propicios para las banda- a todas las especies leñosas del talar. Uno de los
das de aves acuáticas, principalmente en épocas efectos de la extracción de plantas nativas es la
de creciente. formación de parches que permiten la coloniza-
La importancia ornitológica del lugar llevó a in- ción de especies exóticas invasoras. Otro, es la al-
cluirlo en una de las AICAS de Buenos Aires bajo teración del sotobosque, que es zona de nidificación
la denominación de «Barrancas de Baradero», en y refugio de la fauna nativa.
el programa Áreas Importantes para la Conser- Por «limpieza» se entiende en la zona, a la práctica
vación de las Aves (AICAS) de Bird Life Internatio- tradicional que consiste en la tala, retiro de made-
nal, y Aves Argentinas /Asociación Ornitológica ra y quema de partes de terraza y talud de la ba-
del Plata (Bodrati et al. 2005). rranca. Se realiza para instalar jardines con pun-
Los anfibios se registraron mediante observación tos de observación del paisaje de los bajos e islas.
directa y se grabaron sus vocalizaciones. Entre ellos Luego se cultiva césped y se reforesta con plantas
se encuentran el sapo común (Bufo arenarum), el sapito exóticas. La destrucción del sector de talar condu-
cavador (B. fernandezae) abundante en la barranca, y ce, en este caso, al desgaste y erosión de la barran-
el escuercito (Odontophrynus americanus). Cerca del ca. Este procedimiento se realiza tanto en las quin-
arroyo y en los bajos se encuentran ranitas, como tas como en los alrededores de los cascos de estan-
el urnero (Leptodactylus latinasus), la rana criolla (L. cia y en los parques y plazas de las ciudades que
ocellatus), la ranita llorona (Physalaemus biligonigerus), tienen barranca.
la ranita nadadora chica (Lysapsus limellus) y es fre-
cuente en varios lugares de la reserva la rana de
zarzal (Hyla pulchella pulchella). Invasión de especies exóticas
En los bajos del río Baradero se observaron co-
múnmente ejemplares de la tortuga de laguna La invasión de plantas exóticas que compiten con
(Phrynops hilarii) y, entre otros reptiles, se encontra- las nativas influye en la fauna debido a que es uno
ron ejemplares de lagarto overo (Tupinambis merinae), de los factores que reducen la extensión del hábitat
que habita en la barranca, la viborita de cristal apropiado (Haene y Pereira. 2003). Este efecto es
(Ophiodes vertebralis), la culebra acuática (Helicops acentuado en algunos talares muy degradados,
leopardinus) y la culebra verde y negra (Liophis como el de Otamendi, donde se ha desarrollado el
poecilogyrus). ligustro (Ligustrum lucidum) y la morera (Morus alba).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


En Vuelta de Obligado es importante la invasión la eliminación definitiva de kilómetros de barran- 75
de la mora de papel (Broussonetia papyrifera) en un ca y su fragmentación.
interesante bosque de tembetarí (Fagara hyemalis), La tosca se utiliza como material de construcción
árbol característico de los talares de barranca en forma de bloques o para el tradicional mejora-
(Bodrati et al. 1996; Bodrati et al l 2005). Otras espe- do de caminos. Se extrae de propiedades privadas
cies vegetales invasoras que presionan en, gene- y de terrenos municipales perdiéndose, en ambos
ral, sobre los talares son: el paraíso (Melia azedarach), casos, el patrimonio natural de la zona. Luego de
el arce (Acer negundo), el fresno (Fraxinus pennsylva- agotada la cantera, se convierte el lugar en un
nica), la acacia negra (Gleditsia triacanthos) y la caña peladal con la formación, en algunos casos, de la-
de castilla (Arundo donax). gunas. Quedan al descubierto paredes verticales
Las áreas más afectadas son las que están cerca- carentes de vegetación, y los árboles del talar, en el
nas a las viviendas humanas, caminos y campos límite de la barraca, con raíces expuestas a un ta-
de pastoreo, donde el ganado funciona como agen- lud «limpio» en el que, inevitablemente, se acele-
te dispersante. rará la erosión. Esta práctica destruye el talar e
impide su reconstrucción debido a la desaparición
del suelo necesario.
Construcciones Es común observar tosqueras activas de este tipo
en casi todos los municipios.
Es costumbre en las quintas y establecimientos de Los establecimientos dedicados a la agricultura y
campo realizar las más importantes construccio- a la ganadería que están ubicados a lo largo de la
nes sobre la terraza alta, muy cerca del borde de la línea de la barranca se comunican por los caminos
barranca, para observar el panorama y tener un vecinales, no pavimentados, que conducen a las
acceso rápido a los muelles donde amarrar em- ciudades. El modo de asentarlos o mejorarlos es el
barcaciones. Para ello, se tala el bosque de la te- entoscado. Esta reparación de caminos tiene una
rraza alta y se «limpia» la vegetación que protege vida útil limitada; el material se va reduciendo a
de la erosión lo que, en algunos casos, causa el de- un polvo fino, provocando la necesidad de volver
rrumbe de la barranca y de las construcciones. a entoscar y, con ello, se elimina otro sector de ba-
rranca.
El pavimentado de un camino aumenta el valor
Caza y pesca furtivas y trampeo de aves inmobiliario de las propiedades y ello presenta una
amenaza para el talar porque los nuevos propie-
La pesca, caza furtiva y trampeo de aves se realiza tarios «limpian» el monte para construir sus ca-
en las áreas privadas y en aquellas reservas muni- sas y reforestan con especies exóticas. Esto se ha
cipales que no están efectivamente protegidas. observado en las proximidades de la Reserva de
Los cazadores y pescadores ilegales instalan cam- Vuelta de Obligado y en su área de amortiguación.
pamentos precarios y fogones. Para ello, cortan y Sin embargo, en zonas rurales, el pavimentado de
utilizan madera del bosque y, de esta manera, crean los caminos vecinales que comunican a los cam-
situaciones de inseguridad y posibles incendios pos con las poblaciones vecinas podría evitar el
accidentales. consumo de tosca y, con ello, la eliminación de la
barranca. Las autoridades municipales deberían
tomar resoluciones sobre este tema teniendo en
Erosión de la barranca acelerada por la cuenta, no sólo las necesidades inmediatas, sino
explotación agropecuaria las consecuencias ambientales en un contexto de
participación de la comunidad.
La expansión de la frontera agropecuaria conduce
a realizar cultivos hasta pocos metros del borde
de la terraza alta de la barranca, con la elimina- AMENAZAS DEL TALAR
ción del bosque. La roturación de la tierra en esos
potreros y la consiguiente eliminación de la co- Los problemas que se observan en el terreno se
bertura vegetal que retiene el agua de lluvia, favo- relacionan entre sí y son la manifestación de ame-
rece la erosión de las capas superficiales del suelo nazas que pueden resumirse como la alteración
con su correspondiente empobrecimiento. humana bajo la forma de presión inmobiliaria y
El agua de lluvia escurre por las zonas donde el el uso agropecuario (Chebez y Haene 1991) enmar-
ganado, al subir y bajar por la barranca pisoteó el cada en el desinterés y desinformación de la co-
suelo. Se provocan cárcavas y, posteriormente, munidad. Este es el tema clave para la conserva-
cañadones profundos que cortan la barranca. Se ción de los talares de barranca del nordeste bo-
observó que este proceso se ha acelerado en los naerense.
últimos años y debería ser estudiado con atención.

Uso de la tierra y presión inmobiliaria


Extracción de tosca y construcción de caminos
Desde el comienzo de nuestra historia, las estan-
El mayor problema de conservación se registra en cias con grandes extensiones de tierra destinadas
las zonas donde, desde hace décadas, se extrae tos- a la explotación ganadera, se asentaron en las ri-
ca (extracción de áridos). Esta actividad condujo a beras de los grandes ríos. Sus instalaciones depen-

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


76 dieron del valor de la producción. Evolucionaron que, en el ordenamiento del uso del suelo, algunos
desde los primeros ranchos de paja hasta los no- municipios consideran a las áreas naturales sola-
tables cascos de estancia. En la zona de los talares mente como generadoras de recursos económicos
de barranca que consideramos hay importantes por medio del turismo.
cascos históricos. Ejemplo de ello son el palacio de La población no percibe el bosque como un patri-
la estancia Los Álamos, ampliado en 1924 sobre la monio a proteger; sino solamente como el benefi-
primera construcción de estilo colonial de 1790, en cio que obtiene del corte de leña o del refugio para
el partido de Baradero (Moreno, 1996) y el castillo el ganado.
de Obligado, mandado a construir por el poeta
Rafael Obligado en el año 1896 sobre la barranca
del río Paraná, en el partido de Ramallo. ALGUNAS PERSPECTIVAS Y
Hacia fines del siglo XIX comienzan a realizarse, RECOMENDACIONES
alrededor de estos cascos, grandes parques y jar-
dines semejantes a los europeos y, para ello, se Los propietarios de los establecimientos de campo
introducen especies exóticas, algunas de las cuales son los más indicados para proteger las muestras
son las invasoras que afectan hoy a los talares. de talar que aún subsisten. Para ello, deberían ser
Tradicionalmente, los productos de estas estancias beneficiados y alentados por las autoridades
se enviaban a los puertos más cercanos, donde se municipales y provinciales.
embarcaban hacia Buenos Aires, centro de comer- El turismo interno ha sido una actividad constan-
cialización. te en las poblaciones de las riberas de los ríos
La producción cerealera y, en los últimos años, el Paraná y de la Plata y puede ser una fuente impor-
incremento del cultivo de soja en estos estableci- tante de ingresos, siempre que se realice dentro de
mientos, provocó la tala de sectores de bosque que las posibilidades reales del paisaje nativo; un tu-
crecían en la terraza alta de la barranca. rismo ecológico basado en el conocimiento y con-
Geográficamente, la barranca es un límite de la templación de la naturaleza.
llanura agropecuaria. De esta zona surge la mayor Las ONG’s conservacionistas y dedicadas al estu-
parte de la riqueza del país, y la sucesión de puer- dio de la flora y la fauna pueden realizar tareas de
tos indica que es un lugar de salida de productos y educación ambiental y concientización en la co-
de continuas transacciones. munidad. El asesoramiento y la asistencia técnica
En distintas épocas del país los proyectos indus- que pueden brindar a los propietarios de campos
triales que se generaron también se establecieron y funcionarios municipales son de vital importan-
en esta zona cercana a los grandes ríos. Ejemplo de cia en las gestiones de conservación.
algunos de éstos son: Campana, Zárate y San Ni- Es urgente concretar las reservas municipales que
colás. aún no están implementadas, como la Reserva
A lo largo de la barranca se estableció la zona de Natural y Monumento Histórico Vuelta de Obliga-
puertos, privados y públicos, más densa del país, do y efectivizar la protección y manejo de algunas
con pocos km de distancia entre ellos. De N a S se reservas municipales que se han degradado consi-
encuentran: Rosario, Villa Constitución, San Ni- derablemente desde su creación, como la Reserva
colás, Bunge S.A., Astilleros Martin, Ramallo, San Municipal Ramallo. Para ello se aconseja dotar de
Pedro, Papel Prensa S.A., Baradero, Lima (puerto guardaparques a esas áreas y crear un organismo
Noble), Zárate y Campana - entre ambas hay 9 que se ocupe efectivamente de su control.
terminales portuarias-, Tigre, San Fernando, San Se deberían implementar medidas para la creación
Isidro, Olivos y Buenos Aires. Hay que tener en de un rosario de reservas que pueda contener po-
cuenta que las instalaciones de cada puerto cortan blaciones viables de las especies que aún existen en
la barranca y afectan indirectamente a otro im- los remanentes de talares (Haene et al. 1996; FHNFA,
portante sector de ella. 2006 Conclusiones generales, presente volúmen).
Actualmente, en las cercanías de las ciudades im- La acelerada pérdida de estos bosques reclama un
portantes del nordeste bonaerense hay una cre- cambio de actitud para evitar su total desapari-
ciente tendencia inmobiliaria para la construcción ción. Estas acciones deberían ser incluidas en una
de countries y barrios cerrados en la terraza alta estrategia de alcance regional para la conservación
de la barranca, donde las casas importantes tie- del patrimonio natural y cultural, presente en los
nen miradores con vista al río y la posibilidad de talares de barranca del nordeste bonaerense.
navegación deportiva. Esto provoca discontinui-
dad de los ambientes naturales, «limpieza» y de-
terioro de la barranca. AGRADECIMIENTOS

A los integrantes del Grupo de relevamiento de


Desinterés y desinformación de la comunidad áreas naturales de Aves Argentinas/AOP con quie-
y autoridades nes iniciamos nuestros trabajos y gestiones en
Baradero, muchos de los cuales nos siguieron
Las autoridades, ocupadas en las relaciones socia- acompañando solidaria y consecuentemente:
les y políticas que se establecen con el manejo de la Eduardo Haene, María C. Berwyn, Guillermo
riqueza de la zona, no ven el valor de la notable Bodrati, Teresa Cutellé, Carlos Ferrari, Claudia
biodiversidad de estos bosques y sus ambientes Nardini, Ezequiel Núñez Bustos, Rosana
contiguos y la necesidad de conservarlos. De allí Rodríguez, Silvia Santisteban, María C. Smith,

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


María José Solís y Marisol Tcharian. Gastellu y la Fundación Arturo Figueroa Salas, por 77
A quienes colaboraron con las observaciones de su hospitalidad y por su decisión de conservar
campo y en la gestión: José Athor, Andrés Bosso, muestras de los talares de barranca de sus propie-
Juan Carlos Chebez, Roberto Güller, Enrique dades.
Hortigueras, Santiago Krapovickas, German A Miguel Germann, por iniciar desde el municipio
Pugnali, Claudia Rego, Claudio Restivo y Diego de Baradero la serie de relevamientos de sus áreas
Schültz. naturales.
A Enrique Sierra por sus observaciones y su ac- A la Fundación de Historia Natural «Félix de
ción consecuente por la conservación del talar de Azara», por asumir el compromiso de la conser-
Vuelta de Obligado y de la avifauna de San Pedro. vación y realización de los planes de manejo de las
A Julieta Gastellu, Gonzalo Zalaberry, la familia reservas La Barranca y Barranca Norte.

Listado de aves de la barranca de Baradero


Corresponde a las aves observadas en el talar de la estancia Los migrantes neárticas que llegan desde el hemisferio norte para
Álamos, en las reservas La Barranca y Barranca Norte y en los invernar, en el verano austral, en Argentina.
establecimientos lindantes. Incluye las aves que se han obser- VI= Visitantes invernales: especies que se reproducen mayor-
vado en las islas vecinas en vuelo y en los bajos del río Baradero. mente en Patagonia o el oeste argentino y que aparecen en el
Se siguió el ordenamiento sistemático y la nomenclatura de noreste de Buenos Aires en otoño e invierno.
Mazar Barnett y Pearman. 2001, con algunas modificaciones y PV= Visitantes parciales en una época determinada. Pueden
actualizaciones posteriores en la nomenclatura. ser PVE: cuando es más densa su poblaciones estivalmente o
PVI: cuando sus poblaciones se incrementan en invierno. Se le
REFERENCIAS: asigna esta categoría a especies que tienen complejos patro-
nes migratorios y pueden tener una población residente pero se
ABUNDANCIAS RELATIVAS: ABUND. incrementa en una época determinada en el área cuando recibe
O= Ocasional: no más de 1 ó 2 registros. ejemplares que llegan desde otra región.
R= Raro: entre 3 y 5 registros. PR= Parcialmente residente: se indica a las especies residentes
E= Escaso: 6 a 10 registros. que migran en parte, pero que permanece en el área una parte
F= Frecuente: 11 a 20 registros, se observó en la mayoría de las de su población.
salidas. I= Indeterminado: especies que debido a la escasa informa-
C= Común: se observó en casi todas de las salidas. ción con la que se cuenta fueron consideradas como de pre-
A= Abundante: varios registros en todas las salidas. sencia estacional no definida.

PRESENCIA ESTACIONAL: P.ESTAC. NIDIFICACIÓN: NIDIF.


R= Residente: especies que permanecen sin variar su densi- N= Nidificante: se incluye dentro de esta categoría a las espe-
dad poblacional a lo largo del ciclo anual. cies que fueron observadas con nidos activos, portando mate-
VE= Visitantes estivales: especies que alcanzan el área en pri- riales de construcción, individuos juveniles alimentados por
mavera y verano, donde mayormente nidifican, llegando desde adultos o ejemplares juveniles de la temporada en que se llevó
el norte. También se incluyen en esta categoría a especies a cabo la observación.

NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P. ESTAC. NIDIF.


FAMILIA: TINAMIDAE
Nothura maculosa Inambú común C R N
Rhynchotus rufescens Colorada R R
FAMILIA: PODICIPEDIDAE
Rollandia rolland Macá común O PR
Podicephorus major Macá grande E PR
Podylimbus podiceps Macá pico grueso O R
FAMILIA: PHALACROCORACIDAE
Phalacrocorax brasilianus Biguá C R
FAMILIA: ANHINGIDAE
Anhinga anhinga Aninga O R
FAMILIA: ARDEIDAE
Tigrisoma lineatum Hocó colorado R R N
Nycticorax nycticorax Garza bruja F R N
Syrigma sibilatrix Chiflón F R N
Egretta thula Garcita blanca C R
Ardea cocoi Garza mora F R N
Ardea alba Garza blanca A R N
Bubulcus ibis Garcita bueyera E R
Butorides striata Garcita azulada E VE N
Continúa

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


78
NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P. ESTAC. NIDIF.
FAMILIA: THRESKIORNITHIDAE
Phimosus infuscatus Cuervillo cara pelada E R
Plegadis chihi Cuervillo de cañada C R
Theristicus caerulescens Bandurria mora O VI?
Platalea ajaja Espátula rosada R R
FAMILIA: CICONIIDAE
Mycteria americana Tuyuyú R R
Ciconia maguari Cigüeña americana E R
FAMILIA: CATHARTIDAE
Coragyps atratus Jote cabeza negra O R
FAMILIA: PHOENICOPTERIDAE
Phoenicopterus chilensis Flamenco austral O I
FAMILIA: ANHIMIDAE
Chauna torquata Chajá F R N
FAMILIA: ANATIDAE
Dendrocygna viduata Sirirí pampa E R
Dendrocygna autumnales Sirirí vientre negro O I
Dendrocygna bicolor Sirirí colorado E R
Cygnus melanocorypha Cisne cuello negro R R
Amazonetta brasiliensis Pato cutirí F R N
Anas versicolor Pato capuchino F R
Anas flavirostris Pato barcino F R N
Anas georgica Pato maicero E R N
Netta peposaca Pato picazo F R N
Callonetta leucophrys Pato de collar R R
FAMILIA: ACCIPITRIDAE
Elanus leucurus Milano blanco E PR
Rosthramus sociabilis Caracolero C PR N
Circus buffoni Gavilán planeador F R
Circus cinereus Gavilán ceniciento R R
Accipiter erythronemius Esparvero común R R
Parabuteo unicinctus Gavilán mixto E R
Buteo magnirostris Taguató común C R N
Buteogallus urubitinga Águila negra O I
FAMILIA: FALCONIDAE
Caracara plancus Carancho C R N
Milvago chimango Chimango A R N
Falco sparverius Halconcito colorado C R N
Falco peregrinus Halcón peregrino R R
Falco femoralis Halcón plomizo E R N
FAMILIA: RALLIDAE
Laterallus melanophaius Burrito común R R
Laterallus leucopyrrhus Burrito colorado O R
Aramides cajanea Chiricote E R
Aramides ypecaha Ipacaá C R N
Pardirallus sanguinolentus Gallineta común E R
Pardirallus maculatus Gallineta overa O I
Gallinula chloropus Pollona negra E R N
Fulica leucoptera Gallareta chica R R
Fulica armillata Gallareta ligas rojas R R
Porphyrio martinicus Pollona azul R VE
FAMILIA: ARAMIDAE
Aramus guarauna Carau F R
FAMILIA: JACANIDAE
Jacana jacana Jacana F R N
FAMILIA: ROSTRATULIDAE
Nycticryphes semicollaris Aguatero R I
FAMILIA: RECURVIROSTRIDAE
Himantopus melanurus Tero-real F PR
FAMILIA: CHARADRIIDAE
Vanellus chilensis Tero común A R N
Charadrius collaris Chorlito de collar O PR
FAMILIA: SCOLOPACIDAE
Gallinago paraguaiae Becasina común F R
Bartramia longicauda Batitú O VE
Tringa flavipes Pitotoy chico F VE
Tringa melanoleuca Pitotoy grande E VE
Tringa solitaria Pitotoy solitario O VE
Actitis macularia Playerito manchado O VE
Calidris fuscicollis Playerito rabadilla blanca O VE

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


79
NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P. ESTAC. NIDIF.
Calidris bairdii Playerito unicolor O VE
Calidris melanotos Playerito pectoral R VE
Phalaropus tricolor Falaropo común O VE
Micropalama himantopus Playerito zancudo O VE
Numenius phaeopus Playero trinador O VE
Tryngites subruficollis Playerito canela O VE
FAMILIA: LARIDAE
Chroicocephalus cirrhocephalus Gaviota capucho gris E PVI
Chroicocephalus maculipennis Gaviota capucho café E PR
Larus dominicanus Gaviota cocinera R PR
Phaetusa simplex Atí R R
Sterna superciliaris Gaviotín chico común O I
FAMILIA: COLUMBIDAE
Columba livia Paloma doméstica C R
Patagioenas picazuro Paloma picazuró A R N
Patagioenas maculosa Paloma manchada E PR
Zenaida auriculata Torcaza A R N
Columbina picui Torcacita común A R N
Columbina talpacoti Torcacita colorada E PR
Leptotila verreauxi Yerutí común C R N
FAMILIA: PSITTACIDAE
Myiopsitta monachus Cotorra común C R N
FAMILIA: CUCULIDAE
Coccyzus melacoryphus Cuclillo canela F VE N
Coccyzus cinereus Cuclillo chico R VE
Guira guira Pirincho A R N
Piaya cayana Tingazú R/O R
Tapera naevia Crespín E VE
FAMILIA: TYTONIDAE
Tyto alba Lechuza de campanario F R N
FAMILIA: STRIGIDAE
Otus choliba Alilicucu común F R
Athene cunicularia Lechucita vizcachera C R N
Asio clamator Lechuzón orejudo R R N
Asio flammeus Lechuzón de campo O I
Glaucidium brasilianum Caburé chico R R N
FAMILIA: CAPRIMULGIDAE
Podager nacunda Ñacundá E PVE
Caprimulgus parvulus Atajacaminos chico E VE N
Hydropsalis torquata Atajacaminos tijera E VE N
Chordeiles minor Añapero boreal O VE
Caprimulgus longirostris Atajacaminos ñañarca R VI
FAMILIA: TROCHILIDAE
Chlorostilbon aureoventris Picaflor común C R N
Hylocharis chrysura Picaflor bronceado C R N
Leucochloris albicollis Picaflor garganta blanca E PR
Heliomaster furcifer Picaflor de barbijo R VE
FAMILIA: ALCEDINIDAE
Megaceryle torquata Martín pescador grande F R
Chloroceryle amazona Martín pescador mediano E R N
Chloroceryle americana Martín pescador chico C R N
FAMILIA: PICIDAE
Melanerpes candidus Carpintero blanco E R
Picoides mixtus Carpintero bataráz chico C R N
Colaptes campestris Carpintero campestre F R N
Colaptes melanochloros Carpintero real C R N
FAMILIA: FURNARIIDAE
Upucerthia certhioides Bandurrita chaqueña R R N
Cinclodes fuscus Remolinera común E VI
Furnarius rufus Hornero A R N
Leptasthenura platensis Coludito copetón F R N
Leptasthenura aegithaloides Coludito cola negra O VI
Schoeniophylax phryganophila Chotoy C R N
Synallaxis frontalis Pijuí frente gris C R
Synallaxis albescens Pijuí cola parda E PVE
Synallaxis spixi Pijuí plomizo E R N
Cranioleuca sulphurifera Curutié ocráceo R R
Cranioleuca pyrrhophia Curutié blanco C R N
Limnornis curvirostris Pajonalera pico curvo R R
Continua

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


80
NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P. ESTAC. NIDIF.
Certhiaxis cinnamomeus Curutié rojizo C R N
Asthenes pyrrholeuca Canastero coludo R VI
Asthenes baeri Canastero chaqueño R R N
Asthenes hudsoni Espartillero pampeano R VI?
Phacellodomus ruber Espinero grande R R
Phacellodomus sibilatrix Espinero chico C R N
Phacellodomus striaticollis Espinero pecho manchado C R N
Spartonoica maluroides Espartillero enano R R
Phleocryptes melanops Junquero E R
Anumbius annumbi Leñatero F R N
Syndactila rufosuperciliata Ticotico común R I/R?
FAMILIA: DENDROCOLAPTIDAE
Lepidocolaptes angustirostris Chinchero chico C R N
FAMILIA: THAMNOPHILIDAE
Thamnophilus ruficapillus Choca corona rojiza C R N
Thamnophilus caerulescens Choca común E R N
FAMILIA: TYRANNIDAE
Hemitriccus margaritaceiventer Mosqueta ojo dorado E R N
Camptostoma obsoletum Piojito silbón F R N
Suiriri suiriri Suirirí común F R N
Sublegatus modestus Suirirí pico corto R/O VE
Elaenia spectabilis Fiofío grande C VE N
Elaenia parvirostris Fiofío pico corto C VE N
Elaenia albiceps Fiofío silbón R VI
Serpophaga nigricans Piojito gris C PR N
Serpophaga subcristata Piojito común C R N
Serpophaga cf. griseiceps Piojito trinador R VI
Pseudocolopteryx flaviventris Doradito común O PVE
Tachuris rubrigastra Tachuri sietecolores R R N
Neoxolmis rufiventris Monjita chocolate R VI
Neoxolmis rubetra Monjita castaña O VI
Euscarthmus meloryphus Barullero C VE N
Phylloscartes ventralis Mosqueta común E R N
Pyrocephalus rubinus Churrinche F VE N
Myiophobus fasciatus Mosqueta estriada C VE N
Lathrotriccus euleri Mosqueta parda R VE
Xolmis coronatus Monjita coronada R VI
Xolmis irupero Monjita blanca E PVI N
Lessonia rufa Sobrepuesto común F VI
Knipolegus cyanirostris Viudita pico celeste F PVE
Hymenops perspicillatus Pico de plata F R N
Satrapa icterophrys Suirirí amarillo F PR N
Fluvicola albiventer Viudita blanca E VE
Machetornis rixosa Picabuey C R N
Myiarchus swainsoni Burlisto pico canela F VE N
Myiodynastes maculatus Benteveo rayado E VE N
Tyrannus melancholicus Suirirí real A VE N
Tyrannus savana Tijereta A VE N
Griseotyrannus aurantioatrocristatus Tuquito gris R VE
Pitangus sulphuratus Benteveo común A R N
FAMILIA: INCERTAE SEDIS
Pachyramphus polychopterus Anambé común C VE N
Pachyramphus viridis Anambé verdoso O I/R
Xenopsaris albinucha Tijerilla F VE N
FAMILIA: COTINGIDAE
Phytotoma rutila Cortarramas F PVI
FAMILIA:VIREONIDAE
Vireo olivaceus Chiví común E VE N
Cyclarhis gujanensis Juan chiviro F R N
FAMILIA: HIRUNDINIDAE
Petrochelidon pyrrhonota Golondrina rabadilla canela R VE
Progne chalybea Golondrina doméstica C VE N
Progne modesta Golondrina negra O PVE
Progne tapera Golondrina parda A VE N
Tachycineta leucorrhoa Golondrina ceja blanca A VE
Tachycineta meyeni Golondrina patagónica E VI
Notiochelidon cyanoleuca Golondrina barranquera E R
Stelgidopteryx ruficollis Golondrina ribereña O VE
Stelgidopteryx fucata Golondrina cabeza rojiza C R N
Hirundo rustica Golondrina tijerita C VE

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


81
NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P. ESTAC. NIDIF.
Riparia riparia Golondrina zapadora O VE
FAMILIA: TROGLODYTIDAE
Troglodytes aedon Ratona común A R N
FAMILIA: POLIOPTILIDAE
Polioptila dumicola Tacuarita azulada A R N
FAMILIA: TURDIDAE
Turdus rufiventris Zorzal colorado A R N
Turdus amaurochalinus Zorzal chalchalero C R N
FAMILIA: MIMIDAE
Mimus triurus Calandria real E VI
Mimus saturninus Calandria grande A R N
FAMILIA: MOTACILLIDAE
Anthus correndera Cachirla común E R
Anthus hellmayri Cachirla pálida O R
Anthus furcatus Cachirla uña corta E R
Anthus lutescens Cachirla chica E R
FAMILIA: PARULIDAE
Parula pitiayumi Pitiayumi E R N
Basileuterus culicivorus Arañero coronado chico O I/PVE
Geothlypis aequinoctialis Arañero cara negra F PR N
FAMILIA: THRAUPIDAE
Thraupis sayaca Celestino común F R N
Thraupis bonariensis Naranjero E PVI
Stephanophorus diadematus Frutero azul O PR
Pipraeidea melanonota Saíra de antifaz R PVI
Piranga flava Fueguero común E PR N
FAMILIA: EMBERIZIDAE
Saltatricula multicolor Pepitero chico O I
Coryphospingus cucullatus Brasita de fuego O I
Donacospiza albifrons Cachilo canela E PVE
Poospiza lateralis Monterita litoral R R
Poospiza nigrorufa Sietevestidos F R N
Poospiza melanoleuca Monterita cabeza negra F R N
Volatinia jacarina Volatinero R VE
Sporophila caerulescens Corbatita común C VE N
Sporophila collaris Corbatita dominó E PR
Sporophila ruficollis Capuchino garganta café R VE
Sporophila hypoxantha Capuchino canela R VE
Tiaris obscura Espiguero pardo O VI
Sicalis luteola Misto A PR N
Sicalis flaveola Jilguero dorado A R N
Embernagra platensis Verdón F R N
Paroaria coronata Cardenal común E R
Paroaria capitata Cardenilla E R N
Ammodramus humeralis Cachilo ceja amarilla E R
FAMILIA: CARDINALIDAE
Saltator aurantiirostris Pepitero de collar E R N
Saltator similis Pepitero verdoso R R
Saltator coerulescens Pepitero gris E R N
Cyanoloxia glaucocaerulea Reinamora chica O VE
Cyanocompsa brissonii Reinamora grande E R N
FAMILIA: ICTERIDAE
Icterus cayanensis Boyerito C R N
Cacicus solitarius Boyero negro R R N
Agelaius thilius Varillero ala amarilla F PVE N
Agelaius ruficapillus Varillero congo E PVE N
Agelaius cyanopus Varillero negro E R
Pseudoleistes virescens Pecho amarillo común F R N
Agelaioides badius Tordo músico A R N
Amblyramphus holosericeus Federal R R
Molothrus rufoaxillaris Tordo pico corto F R N
Molothrus bonariensis Tordo renegrido A R N
Sturnella loyca Loica común O I
Sturnella superciliaris Pecho colorado C PVE
FAMILIA: FRINGILIDAE
Carduelis magellanica Cabecitanegra común A R N
FAMILIA: PASSERIDAE
Passer domesticus Gorrión C R N

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


82 BIBLIOGRAFÍA Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». 2006. Con-
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provincia de Buenos Aires. C.I.C. 2 (14):39 pp. nos Aires.

Bosque de barranca afectado por la


extracción de tosca. Baradero. Foto:
Emilse Mérida.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


83

PERSPECTIVAS DE CONSERVACIÓN DE LOS Flavio N. Moschione 1


M. Isabel Barrios 2
«TALARES DE BARRANCA» Y «TALARES DE
ALBARDÓN» EN LA PROVINCIA DE
BUENOS AIRES, UTILIZANDO A LAS AVES
DE BOSQUE COMO INDICADORES
1
calancate@yahoo.com.ar; 2
monterita_pampa@yahoo.com.ar

EL APORTE DE LOS TALARES A LA RIQUEZA TALARES DE BARRANCA Y DE ALBARDÓN


DE LA AVIFAUNA BONAERENSE
Se distinguen dos unidades de talares que repre-
De las más de 400 especies de aves bonaerenses sentan en forma secuencial la penetración de am-
unas 148 son características de bosque, represen- bientes de estirpe chaqueña desde el norte: Talares
tando el 37% de la avifauna (1). de Barranca y Talares de Albardón.
En la Provincia existen tres formaciones boscosas Estos presentan diferencias fisonómicas y su pa-
naturales: los bosques higromórficos y los talares trón de diversidad se empobrece hacia el sur, si-
se disponen en el litoral noreste, mientras el espinal tuación apreciable para la vegetación (2) y algu-
penetra por el sudoeste. nos grupos animales, pero en menor medida para
A efectos de comparar estos bosques, se listaron las la avifauna.
especies de aves presentes en cada uno. (Figura 1).
Los talares, involucran el 65,5% de las especies Aves Árboles Arbustos
presentando 13,5% de exclusividades. S= 0,897 0,692 0,375
La similitud (S) de las avifaunas resulta mayor
entre las dos formaciones xeromórficas y menor Considerando este grupo, Talares de Barranca pre-
entre bosques húmedos y espinal sudoeste. senta 7,2% de exclusividades, con 3,1% para Talares
de Albardón, representando especies trepadoras
SIMILITUD (S) Bosques Higromórficos Espinal SO y tiránidos respectivamente. Diferencias aparen-
Espinal SO 0.101 tes en las comunidades de aves, estarían mayor-
Talares 0.306 0.527 mente relacionadas al distinto aporte de los am-
bientes circundantes.

Figura 1

Cita sugerida: Moschione., F. N. y M. I. Barrios. 2006. Perspectivas de conservación de los «talares de barranca» y «talares de
albardón» en la provincia de Buenos Aires, utilizando a las aves de bosque como indicadores. En: Mérida, E. y J. Athor (editores).
Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


84 ÁREAS PROTEGIDAS Y TALARES yor superficie. Otamendi, seguramente por meto-
dología, parecería levemente sobreestimada. Sa-
Existen seis áreas protegidas implementadas con lada-Grande, con menos especies por efecto lati-
porciones de bosque xeromórfico nordeste o talares tud, mantiene alta proporción de residentes justa-
en la Provincia. Las dos primeras representan mente por menor aporte de ocasionales.
Talares de Barranca; el resto Talares de Albardón Considerando las especies de talar, si bien dismi-
(Tabla 1) nuye la riqueza en sentido latitudinal (Salada-
Se seleccionaron del elenco avifaunístico de cada Grande =63%), se evidencia también mayor pro-
unidad, las especies presentes en los talares, com- porción de residentes en las áreas mayores (>74%).
parándose los listados con el total de cada área y Martín García, estaría subsidiada por el cercano
entre ellas. Se contrastan las especies residentes espinal uruguayo. 15 especies no están represen-
de talares contra las residentes totales, indicándose tadas a nivel de residentes, 4 (de “barranca”) no
también las exclusividades y la superficie total y están citadas.
la de talares (Log * ha) para cada área. (Figua 2)

CONCLUSIONES
RESULTADOS
Las áreas protegidas actuales resultan, de algún
Mayor proporción de residentes se observa en P. modo, efectivas para representar especies de aves
Costero y B. Samborombón (>64%), áreas con ma- del talar, aunque existen varias no representadas.

Reserva Natural Otamendi Superficie Superficie Talar Aves Citadas


APN (3) 3.000 ha 24 ha 282 (4)

Reserva Natural Isla Martín García


Ley 12.103/98 SANPPBA (5) 200 ha 40 ha 262 (6)

Reserva Natural Punta Lara


Ley 12.814/01 SANPPBA 6.000 ha 20 ha 282 (7)

Reserva de la Biosfera Parque Costero del Sur


Ley 12.016/97 SANPPBA Refugio de Vida Silvestre 32.000 ha 9.400 ha 284 (8)

Reserva Natural Bahía Samborombón


Ley 12.016/97 SANPPBA RVS y RNs 150.000 ha 5.500 ha 293 (9)

Reserva Natural Laguna Salada Grande


Ley Ley 12.594/00 SANPPBA 6.100 ha 50 ha 201 (10)

Tabla 1

Figura 2

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


Las superficies de bosque contenidas en las reser- Resulta estratégico declarar nuevas áreas prote- 85
vas suman 64 y 15000 ha para Talares de Barranca gidas de Talares de Barranca en el norte (Ramallo,
y Albardón respectivamente. Sin embargo, de este San Pedro, Baradero) y confirmar grandes espa-
último, sólo 70 ha son fiscales, encontrándose las cios en el sur, implementando el régimen Reservas
restantes miles de P. Costero y de B. Samborom- Privadas previsto en la Ley 10.907.
bón en dominio privado.

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Provincia de Buenos Aires. Dirección Provincial de Re- ral Laguna Salada Grande y alrededores, General Madariaga
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ducción. Ministerio de Asuntos Agrarios.
(6) Moschione F. y M. Barrios 2000. Las Aves de la Reserva
Natural Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires.
Sist. Prov. Áreas Naturales Protegidas. Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Alimetos.

Carpintero real (Colaptes melanocloros). Foto: Santiago Fernández

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


86

IMPORTANCIA Y CONSOLIDACIÓN Enrique Sierra1

DEL REFUGIO HISTÓRICO NATURAL


VUELTA DE OBLIGADO, SAN PEDRO,
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Voluntario de Aves Argentinas/ AOP kikesierra@yahoo.com.ar Caroni 55, CP 2930 San Pedro, Pcia. de Buenos Aires
1

RESUMEN

Vuelta de Obligado presenta uno de los últimos relictos de talar de barranca que incluye añosos algarrobos blancos y un
manchón casi puro de tembetarí.
Su diversidad en aves ha permitido su inclusión dentro de las AICAS. Es lugar histórico y contiene cuevas de interés. En este
trabajo se comenta su estatus como reserva natural y se describen gestiones y acciones de conservación.

Palabras clave: Talar, tembetarí, algarrobo blanco, carpinterito común, flamenco austral, capuchino garganta café, cavernas.

INTRODUCCIÓN Entre 1990 y 2005 observadores y el grupo de vo-


luntarios de relevamientos de Aves Argentinas
Vuelta de Obligado, a 19km al NO de la ciudad de realizaron monitoreos que se concretaron en in-
San Pedro, a orillas del río Paraná, km 299, presen- formes (Gómez 1995; Bodrati et al.1996-98; 2002;
ta uno de los últimos y más completos relictos de Moschione 2000), acciones de difusión (Haene y
talar de barranca (Espinal), recientemente decla- Chebez 1998; Nardini y Bodrati 1999; Mérida et al.
rado como AICAS (Áreas importantes para la Con- 2003; Sierra 2001, 2004; Anónimo, 2003, 2005;
servación de la Aves) (Bodrati et al. 2005), e intere- Chebez 2005) y concientización, así como gestio-
santes muestras de ambientes contiguos (delta del nes ante autoridades locales, provinciales y nacio-
río Paraná, bajos y pastizales ribereños), a este nales para la conservación de esta área, única en el
valor natural se agrega el hecho de ser el lugar partido de San Pedro, por su biodiversidad e im-
donde sucedió la batalla de Vuelta de Obligado, portancia a nivel nacional.
por lo que fue considerado Monumento Histórico. El monte conservado en el área municipal, que in-

Barranca sobre el río Paraná. Foto: nfoguiasanpedro.com

Cita sugerida: Sierra, E. 2006. Importancia y consolidación del Refugio Histórico Natural Vuelta de Obligado San Pedro provincia
de Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix
de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


cluye un camping y el Monumento y Faro de la diversidad de flora. Notables son: el algarrobo 87
Soberanía que conmemora la batalla (1845) entre blanco (Prosopis alba), el chucupí (Porliera microphylla),
tropas nacionales y anglo-francesas, contiene cue- el sombra de toro (Jodina rhombifolia), el chañar
vas, como La Salamanca, de origen erosivo de in- (Geoffroea decorticans), el cactus viborita (Rhipsalis
terés bioespeleológico (Juberthie et al. 1994; Lipps lumbricoides), el molle (Schinus molle), el chal chal
1995, Lipps et al. 1997; Voglino y Lipps, 2001; 2003). (Allophylus edulis), el congorosa (Maytenus ilicifolia),
En el área también se encuentran sitios arqueoló- el cardón (Cereus aethiops), el culandrillo (Adiantum
gicos reconocidos por el hallazgo de materiales raddianum), (Bodrati, 1996-1998; Liotta et al 1999;
fragmentarios pertenecientes a cerámica aborigen, Moschione, 2000). Se extiede hacia norte por la ba-
así como un importante yacimiento de fósiles, rranca hasta el partido de Ramallo. (Chebez y
(Beltrami y Voglino, 2001; Voglino 2001). Haene 1991; Fernández 1991; Haene y Krapovickas
1991; Krapovickas y Haene 1993; Haene y Chebez.
1998; Voglino et al. 2000; Voglino 2001; Maugeri y
BIODIVERSIDAD Montenegro 2002; FHNFA 2006 a; Sierra y Bodrati
2005).
El sitio comprende uno de los últimos relictos de La costa presenta pajonales y juncales del paisaje
talar del NE bonaerense, campos bajos inundables, deltaico. Los campos bajos, Bañado de Castro, abar-
pastizales y costas del río Paraná y se encuentra can 6 km, hacia el sur, sobre el río Paraná, inclu-
en terrenos municipales y privados. El conjunto yendo los valles de inundación de los arroyos
de ambientes lo convierte en uno de los últimos Espinillo, Espinillo Chico, Seco y de Los Cueros
sitios de mayor biodiversidad de la Provincia a hacia el valle superior hasta el límite del partido
pesar de su pequeña superficie (Moschione y Ba- de Ramallo. Los campos del arroyo citado se inun-
rrios, 2004 a y b; Núñez Bustos, 2004). Se han re- dan durante las crecientes del Paraná, actuando
gistrado 323 plantas vasculares, 50 mariposas, 272 como sitio congregatorio de aves acuáticas.
especies de aves, 31 mamíferos, 23 anfibios y 24
reptiles (Bodrati, et al. 1996-98, 2005; Moschione
2000). AVIFAUNA
El talar, con predomino de Celtis tala, se desarrolla
en el talud y terraza alta de la barranca del Paraná Se registraron para Vuelta de Obligado 272 espe-
y la desembocadura del Arroyo de los Cueros, lin- cies de aves, de los ambientes del Espinal, Delta y
dante con el pueblo Vuelta de Obligado. Posee un Pampa. Es importante indicar que de ellas, 93 pa-
denso bosque de tembetarí (Fagara hyemalis), y alta recen exclusivas de Vuelta de Obligado, teniendo

Arroyo Los Cueros cerca de su desembocadura en el río Paraná. Foto: Emilse Mérida.

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


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Carpinterito común (Picumnus cirratus). Foto: Guillermo Espinero grande ( Phacellodomus ruber). Foto: Guillermo
Bodrati. Bodrati,

en cuenta a todo el partido de San Pedro. Varias dental la loica pampeana (Sturnella defilippi) (Bodrati
especies son raras en la región, se encuentran en el et al.2005).
límite austral de su distribución y tienen en el área Las crecientes periódicas y la cercanía con el Ba-
poblaciones estables y nidificantes. Entre ellas es- ñado de Castro, entre los arroyos Seco y de Los
tán: el carpinterito común (Picumus cirratus), la Cueros, permiten la observación de la pollona azul
mosqueta ojo dorado (Hemitriccus margaritaceinventer), (Porphyrula martinica), el tuyuyú (Mycteria americana),
la torcacita colorada (Columbina talpacoti), el piojito la espátula rosada ( Platalea ajaja) , el hocó colorado
silbón (Camptostoma obsoletum), el espinero grande (Tigrisoma lineatum),el burrito común (Laterallus
(Phacellodomus ruber), la bandurrita chaqueña (Upu- melanophaius),el playerito unicolor (Calidris bairdii),
certhia certhioides), la tijerilla (Xenopsaris albinucha), el el atí (Phaetusa simplex), el gaviotín negro (Chlidonias
pepitero verdoso (Saltator similis), el caserote casta- niger), entre otras especies.(Bodrati et al. 1996-98;
ño (Pseudoseisura lophotes). En este lugar existe la 1997a; 2001a; 2001b; Ferrari y Henschke, 2002).
única población conocida para el norte de la pro-
vincia del caserote castaño (Bodrati 2001, Bodrati
et al. 1996-98, 1997, 2001a, 2001b; Bodrati y Sierra GESTIÓN
2003).
Además, se han registrado especies raras y de in- Aves Argentinas colaboró activamente en la pro-
terés como el charlatán (Dolichonyx oryzivorus), el tección legal del sitio, según Ley Provincial Nº
anó chico (Crotophaga ani), el burlisto pico negro 13.004/02 (Boletín Oficial de la Provincia de Bue-
(Myiarchus ferox), el chinchero grande (Drymornis nos Aires Nº 24.634/03) y en la redacción de la Or-
bridgesii), el suirirí pico corto (Sublegatus modestus) y denanza Municipal N° 5.333/03. La reserva reci-
el tuquito gris (Griseotyrannus aurantioatrocristatus) bió el apoyo de la Administración de Parques Na-
(Bodrati et al.2001). cionales, de la Secretaría de Ambiente y Desarro-
El talar cuenta con poblaciones nidificantes de es- llo Sustentable de la Nación, Conservación de la
pecies indicadoras de este ambiente (Fundaciòn de Biodiversidad, la Dirección de Áreas Naturales
Historia Natural Felix de Azara. Conclusiones de Protegidas de la Provincia de Buenos Aires. (DEM
la comisión «Biodiversidad del talar», presente 2002-03; HCD 2002-03). Así también recibió el apo-
volumen), como el curutié blanco (Cranioleuca yo de la Fundación de Historia Natural «Félix de
pyrrhophia), el barullero (Euscarthmus meloryphus), el Azara».
espinero chico (Phacellodomus sibilatrix), el suirirí En el texto de la Ordenanza se declara «Reserva
común (Suiriri suiriri), el coludito copetón Natural Histórica y Refugio de Vida Silvestre» al
(Leptasthenura platensis), el cortarramas (Phytotoma área núcleo, que comprende las 9 ha municipales,
rutila) y el canastero chaqueño (Asthenes baeri). donde está el bosque más antiguo. Declara tam-
En la zona se registró una especie de distribución bién, de interés municipal a un área de amorti-
restringida a nivel global, la monjita chocolate guación anexa de 28 ha, que comprende a manza-
(Neoxolmis rufiventris), que aparece como visitante nas y fracciones del ejido urbano, lindantes al NO
invernal y un endemismo de Argentina, el espar- del área núcleo, en la que se encuentran muestras
tillero pampeano (Asthenes hudsoni). Se registraron de talar aun en buenas condiciones. Esto suma a la
especies globalmente amenazadas, como el espar- protección del sitio un total de 37 ha.
tillero enano (Spartonoica maluroides), que reside en Es interesante, a futuro, considerar como reserva
la zona, el flamenco austral (Phoenicopterus chilensis), privada 19 ha pertenecientes a la Estancia Río
que usa los ambientes del sitio en forma ocasional Paraná, lindante al área núcleo al SO, que contiene
y el capuchino garganta café (Sporophila ruficollis), los siguientes ambientes: bosque de tembetarí, ta-
una especie migratoria. Se registró en forma acci- lar, bajos de los arroyos de Los Cueros y Seco y

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


pastizal. Esto posibilitaría ampliar el área núcleo do, San Pedro». Diciembre 2004. Bodrati A., G. 89
a un total de 56 ha. Bodrati, L. Cuenca, C. Ferrari, A. Leonardo, E.
Los antecedentes de estas gestiones se remontan a Mérida y A. Pérez Colaboradores del releva-
los siguientes informes y cartas: miento biológico: F. Moschione, E. Núñez y E.
Sierra. Asistencia: C. Nardini, M. Manzione y P.
- Acerca del valor para la conservación de un sec- Chamorro y coordinación general de E.
tor vecino al Mto. Histórico Vuelta de Obliga- Haene.Aves Argentinas/AOP. Buenos Aires. Pre-
do», septiembre 1995, Gómez, D., Dpto. de con- sentado en mayo de 2005 a las autoridades
servación de APN. municipales.

- Evaluación de Proyecto de Ley. Octubre de1998.


Dpto. de Conservación APN. Canevari M., a la CONSERVACIÓN
Dirección de Museos, Monumentos y Sitios His-
tóricos de la Provincia de Buenos Aires. Miguel La Ordenanza. Municipal N° 5.333/03 crea la Re-
Ángel Casadas. serva Natural Histórica y Refugio de Vida Silves-
tre Vuelta de Obligado, y sus complementarias
- Refugio Histórico Natural Vuelta de Obligado», 5184/00 «Ampliación de núcleo urbano de la loca-
1996 - 1998. Bodrati A., G. Bodrati y H. lidad, preservación de fauna - flora»; 5181/00 «Re-
Fernández. Aves Argentinas/ AOP, que funda- serva Natural Protegida» que incluyen el Bañado
mentan estos proyectos. de Castro, las islas y barrancas hacia el sur. Estas
normas permitirían la conservación de los ambien-
- Relevamiento y valoración de Vuelta de Obli- tes del NO del partido. Sin embargo carecen de
gado como sitio de conservación de la natura- aplicación y control por parte de las autoridades
leza.», febrero de 2000, Moschione F. Sistema municipales. Recientemente se ha presentado a las
Provincial de Áreas Naturales Protegidas Pro- autoridades municipales el Plan de Manejo del sec-
vinciales. Este último formó parte del estudio tor designado como Reserva y zona de amortigua-
de impacto ambiental que impidió la realiza- ción.
ción de proyectos inmobiliarios que hubieran La Ley provincial 13.004/02 declara Reserva y
degradado, irreversiblemente, los ambientes Monumento natural al paraje Vuelta de Obligado
allí representados. en un sentido más amplio, ya que incluiría el para-
je del mismo nombre en el partido de Ramallo
- Propuesta de lineamientos para el Plan de Ma- (Voglino et al. 2000; 2001) en su área sur. Se identi-
nejo de la Reserva Natural, Histórica y Refugio ficó como AICA con el nombre de Ramallo Sur
de Vida Silvestre Municipal Vuelta de Obliga- (Sierra y Bodrati 2005).

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


90 Lamentablemente, y pese a todo lo actuado, la pro- Paleontológico Fray Manuel Torres. San Pedro;
tección efectiva no ha llegado ni ha impedido el Museo de Ciencias Naturales Rvdo. Pablo Scasso.
deterioro progresivo del área. En los últimos años, San Nicolás; UNUR Humanidades y Arte (Arqueo-
se ha acelerado este deterioro debido a los siguien- logía); Universidad Nacional de Lujan (arqueolo-
tes problemas: avance de la urbanización; desmon- gía, antropología, historia, paleontología); GEA
te, bajo la forma de limpieza y quema, tanto en el Grupo Espeleológico Argentino (Cavernas,
bosque como el área de amortiguación; caza; pre- espleofauna); Instituto Nacional de Investigacio-
siones inmobiliarias; falta de control en activida- nes Históricas Juan Manuel de Rosas (Historia).
des de recreación y turismo y sobrepastoreo en
campos, bosques y humedales. (Gómez 1995;
Bodrati et al.1996-98, 2004, 2005; Moschione 2000; AGRADECIMIENTOS
Voglino et al. 2000; P.E 2002).
A Alejandro Bodrati, Guillermo Bodrati, Flavio
Moschione, Emilse Mérida, Claudia Nardini y Raúl
ESTUDIOS E INVESTIGACIONES EN EL ÁREA Ortega, por las salidas de campo y apoyo en todos
estos años.
Grupo de Conservación y Rescate de Aves Rapa- A los sanpedrinos que siempre apoyaron: al Hotel
ces, Fundación Bioandina Argentina (Recupera- de Turismo y a Eduardo Campos.
ción, liberación de rapaces autóctonas); KARST A Arturo Campos y familia, por los planos, dibu-
(Organización Argentina de Investigaciones jos y compaginación.
Espeleológicas); Universidad Nacional del La Pla- A Guillermo Bodrati, Emilse Mérida, Carlos Pire y
ta. Facultad de Ciencias Naturales y Museo (Flora, Gus Puy (infoguiasanpedro.com), por las fotogra-
fauna, arqueología, paleontología); GFC Museo fías.

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TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


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Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


92

SITUACIÓN DE LOS TALARES DE LA Mauro A. Zagel 1

BARRANCA DEL PARANÁ, DESDE EL


PARTIDO DE ESCOBAR HASTA EL
PARTIDO DE SAN PEDRO
1
Área Isla Botija, Departamento de Áreas protegidas, Dirección de Administración de Áreas Protegidas y Conservación de la Biodiversidad, Dirección
Provincial de Recursos Naturales, Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires

RESUMEN

El presente trabajo pretende hacer una interpretación integral sobre la situación ambiental del ecosistema «talar de barranca»
hallado en el nordeste de la provincia de Buenos Aires; en el mismo, y mediante varias recorridas de campo en distintos
períodos y diferentes sectores, se pretendió realizar un diagnóstico preliminar sobre la situación actual y así reconocer cuáles
son las principales problemáticas que atañen al talar de barranca.

Palabras clave: Ambiente, talar, uso, función, transformación.

ÁREA DE ESTUDIO de barranca estudiada; también se observa cómo


de manera sinérgica estos dos fenómenos geológi-
Las barrancas del río Paraná se extienden desde el cos (la barranca y el río) provocan el más impor-
partido de Belén de Escobar hasta el partido de tante corredor natural de flora y fauna de la pro-
San Pedro, en el nordeste de la provincia de Bue- vincia de Buenos Aireas, permitiendo de este modo
nos Aires. Precisamente a una parte de la comuni- el ingreso de los bosques que, entre otras cosas,
dad boscosa denominada talares, considerado dieron amparo a la construcción de la ciudad de
como un subdistrito del Algarrobal que se distri- Buenos Aires en la etapa colonial.
buye desde el partido de San Nicolás de los Arro-
yos hasta el partido de General Pueyrredón, se lo
encuentra como una extensa franja a lo largo de la PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL
ribera del Paraná, del Plata y del litoral Atlántico. TALAR DE BARRANCA
Las barrancas del Paraná se desplazan en direc-
ción NE-SE de manera paralela al río. En el presen- Se puede suponer que en los alrededores de Buenos
te plano se representa solamente la franja de talar Aires colonial, el ecosistema talar-algarrobal ocu-
paba las áreas elevadas no anegadizas y de rápido
escurrimiento, por lo tanto menos húmedas, con
un paisaje que estaba compuesto por fragmentos
de bosque (como verdaderas islas de árboles) ro-
deado de imponentes pastizales. Probablemente
estos bosques nunca cubrieron amplias extensio-
nes continuas sobre la parte de llanura pampeana,
pero sí fueron dominantes sobre la barranca de los
ríos Paraná y Paraná de las Palmas.
Si bien lo predominante en la provincia de Buenos
Aires es la llanura de gramíneas salpicada con la-
gunas, la conformación de la barranca y de la franja
costera del río, denominada bajíos ribereños, ori-
ginan una diversidad de ambientes en un tramo
muy pequeño, con suelos y vegetación caracterís-
ticos, cuyo valor económico para el rubro inmobi-
liario es cada vez más elevado por su paisaje y la
accesibilidad al río Paraná.
El Talar se halla establecido sobre un suelo limoso
y medianamente seco por el escurrimiento que cau-
sa la pendiente de las barrancas, ya que en ocasio-
nes supera los 60 metros de altura. Sobre este sec-
Area de estudio tor crece una vegetación de árboles bajos y espi-
nosos llamado «Talar», representante del Espinal,

Cita sugerida: Zagel, M. A. 2006. Situación de los talares de la barranca del Paraná, desde el partido de Escobar hasta el partido
de San Pedro. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix
de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


sos factores posibilitaron que en estas barrancas 93
se desarrollaran interesantes especies autóctonas
de los bosques secos (o xerófilos), como lo son el
tala (Celtis tala) como especie nativa dominante y
mas resistente a la trasformación, junto a diverso
numero de especies arbóreas asociadas como el
espinillo (Acacia caven), el ombú (Phytolacca dioica),
la cina cina (Parkinsonia aculeata), el curupí (Sapium
haematospermum), el chañar (Geoffroea decorticans), el
tembetarí (Fagara hiemalis), el quebrachillo
Estancias. La utilización de la barranca como mirador data
(Acanthosyris spinescens), el molle (Schinus longifolius),
desde la ocupación misma. Los antiguos cascos de estan- el sombra de toro (Jodina rhombifolia),el algarrobo
cias desde allí controlaban los bajíos ribereños, sus mue- (Prosopis alba) y el escaso coronillo (Scutia buxifolia),
lles y el ganado; además, desde el mismo se tenía una por citar algunas.
imponente vista del Delta del Paraná. En la actualidad los Entre los bosques de tala se encuentran matorra-
barrios cerrados utilizan las barrancas para aprovechar su les como la chilca, el saúco, las lantanas, especies
vista y su cercanía al río para la instalación de las dársenas de cactáceas, acompañados por numerosas espe-
náuticas. Foto: Zagel Mauro. (2005). Partido de Zárate cies herbáceas y epífitas. Se debe reconocer como
de importancia el impacto que ocasionan las espe-
cies introducidas que, según el sector, superan
expresión empobrecida de los conocidos bosques ampliamente en número y cantidad a las origina-
chaqueños del norte argentino. les, abarcando extensas superficies, provocando
También las barrancas del Paraná son un impor- un desplazamiento y transformación de la fisono-
tante divisor entre el ecosistema de pastizal pam- mía original, lo que conlleva a que se pierdan algu-
peano, hoy totalmente transformado en agro-sis- nos usos de estos espacios.
temas, y el Delta del Paraná precisamente los de-
nominados bajíos ribereños directamente en inte-
rrelación con la barranca. Además de la impor-
tante función de divisor entre estos dos biomas,
las características fitogeográficas que posee pro-
vocaron un enriquecimiento de la biodiversidad
al área, generando entonces la diversificación de
usos y actividades que se realizaron sobre este.
Esta antigua barranca, hoy separada en ocasiones
como en el partido de Campana (Otamendi) por
distancias superiores a los 6 km (hasta el río Paraná
de las Palmas), asociada a los bajíos ribereños son Frontera agrícola. El paisaje rural es dominado por la agri-
un importante corredor natural para las especies cultura. En las proximidades de la barranca del río Paraná
de fauna y es por ella donde especies animales y comienzan a apreciarse pequeños relictos de talares
vegetales típicas de ecosistemas de la región norte
entremedios de los cultivos y campos arados, los que per-
de la Argentina, encuentran la posibilidad de de-
duran gracias a las imperfecciones del terreno; lo mismo
sarrollo en estas latitudes. En otros sectores las
sucede sobre los bordes de caminos y alambrados. Foto:
distancias de la barranca al río varían considera-
blemente como lo es en el casco urbano de Zárate Zagel Mauro. (2005). Barrio Otamendi, partido de Campana.
donde sólo la separa unos 300 m.
Una variable dependiente más que importante
para el desarrollo de este ecosistema es el factor DIAGNÓSTICO PRELIMINAR SOBRE LOS
climático, que está condicionado principalmente TALARES DE LA BARRANCA DEL PARANÁ
por las grandes masas de agua de los ríos Paraná y
de la Plata y del Delta del Paraná. Se crea un Durante los últimos años se realizaron recorridas
microclima que afecta directamente a la franja del de campo sobre las barrancas del Paraná, siendo
talar por estar lindera a éste y es la causa de que común en los distintos sectores de barrancas, que
estas áreas estén menos expuestas a heladas, con el Talar se encuentra en un grado de degradación
una humedad ambiente elevada, temperaturas biológica significativo, especialmente en las áreas
mínimas más altas, menor amplitud térmica dia- urbanas e industriales, con la faltante de las espe-
ria y temperaturas máximas más moderadas en cies arbóreas consideradas más valiosas para el
relación a la terraza alta y a zonas alejadas de la hombre y con un elevado grado de invasión de
costa fluvial. Se configuran así condiciones especies exóticas que no permiten la renovación.
climáticas cercanas a las del tipo subtropical hú- Esto se da con tal velocidad de transformación que
medo, que provoca una interesante situación en en muchas áreas sólo queda su nombre de manera
un área de considerable humedad, si tenemos en folklórica, como lo es el «Talar de Pacheco» u otros
cuenta los 1000mm/año de precipitaciones y la lugares más específicos. Pese a la situación
humedad ambiente, con suelos medianamente se- vivenciada aun se hallan diferentes sectores de
cos por el escurrimiento que provoca la pendiente. interés ambiental, encontrándose pequeños
El clima, la pendiente, el suelo, la avifauna y diver- manchones o islas de talares de manera alineada;

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


94 esto le permite mantener, aunque de manera muy encontraron ejemplares adultos y renovales de
exigida para el ecosistema, la función social y na- algarrobo blanco. El asentamiento de industrias
tural que este cumple. sobre esta franja es significativo; también surgen
Es notable que el grado de degradación de las ba- en esta última década barrios cerrados donde jus-
rrancas es mayor en la parte sur-oeste del área de tamente Arturo Burkart (1957) menciona que se
estudio, donde se encuentra el Conurbano Bonae- hallaba el lugar mejor conservado de barrancas
rense, ya que pertenece al Gran Buenos Aires, y es de la región en las proximidades a la Estancia Las
apreciable que en la medida que nos alejamos de la Palmas, donde realizó un inventario de las espe-
Capital Federal hacia el denominado interior de la cies. Se comienza a notar que el Talar hacia el inte-
provincia es más común encontrar pequeños rior de la pampa ondulada no penetra más de unos
relictos o manchones con vegetación propia del cientos de metros apareciendo en pequeños oasis o
lugar con un mejor grado de conservación desde verdaderos muestrarios en un entorno artificial,
la óptica biológica y una mayor diversidad bioló- rodeados de tierras aradas o cultivadas.
gica, cuyas dimensiones son cada vez más exten- En el partido de Baradero la situación de conser-
sas y más próximas entre sí. vación es de mejoría respecto a los ubicados al sur,
pero se mantienen las mismas características y
condiciones de uso. Comienza aquí a notarse una
SITUACIÓN DE LA BARRANCA diferenciación en la densidad de industrias sobre
las barrancas y un mayor uso agrario de las tie-
En su mayoría, es común encontrar áreas degra- rras. Las problemáticas son comunes a todas las
dadas con cierto grado de erosión, con una impor- áreas aunque varían en el grado de intensidad; se
tante invasión de especies exóticas cuyo número ha encontrado un menor grado de intervención
aumenta con el transcurrir de los años, entremez- humana en la barranca de este partido.
cladas con ejemplares antiguos de las especies ori- En el partido San Pedro se hallan interesantes
ginarias; estas especies exóticas (ligustro, talares de barranca como lo es en la Vuelta de Obli-
ligustrina, cañas, paraíso, eucaliptos, por citar al- gado. En este lugar se encuentra un bosque de ta-
gunas) pasaron a ser dominantes y fueron favore- las con las especies más representativas de dicho
cidas por la realización de actividades económi- ecosistema y con cierto grado de protección. La
cas y culturales desarrolladas en el área. biodiversidad es la más elevada del área de estu-
Actualmente los talares de barranca solamente se dio y en esta región la frontera es frutícola con cier-
circunscriben a la parte de la pendiente de la ba- to grado de erosión.
rranca, donde es mas dificultosa la intervención
del hombre provocando que se haga un uso menos
intensivo; esto motivó que quedara sólo una del- PRINCIPALES CONFLICTOS AMBIENTALES
gada franja mucho más angosta de la que se supo-
ne originalmente ocupaba. El conflicto original, es el uso desmedido de los ár-
En el partido de Escobar las barrancas se encuen- boles de madera dura como leña (coronillo, alga-
tran muy alteradas por la ocupación humana, con rrobo), lo que dio lugar a que especies exóticas in-
vegetación exótica en su mayoría aunque siempre vasoras colonicen y desplacen a las originarias
aparecen ejemplares jóvenes y adultos de tala para creando de manera temprana un empobrecimien-
lo cual cumplen una función importante las aves. to en la biodiversidad nativa y una transforma-
La caña de Castilla (esp. exótica) afecta superficies ción de este ecosistema que en la actualidad lo lle-
importantes, casi siempre asociadas a antiguos va a una situación de gran vulnerabilidad. Entre
asentamientos humanos o intervenciones puntua- las principales especies exóticas invasoras se ha-
les. En esta área no se reconocieron especies llan la mora, el ligustro, el paraíso, la acacia negra
arbóreas raras encontrándose la más baja biodi- y la caña de Castilla, entre otras. El uso extractivo
versidad del área de estudio respecto al ecosistema del monte natural o silvestre se mantiene en ma-
original. En el barrio El Cazador se modificó casi yor o menor medida con el pasar de los años de
totalmente este ecosistema. acuerdo a la situación socioeconómica del país. Que
En el partido de Campana se encuentra la Reserva el Talar aun soporte este uso, demuestra una capa-
Natural (R N) Otamendi que conserva una peque- cidad importante de recuperación.
ña porción de barranca, en la que se hallan talares Asociada a la extracción de leña se encuentran las
interesantes, con presencia de ombúes, espinillos, actividades agrícolas, que ocuparon tierras perte-
cina cinas, chalchal y gran cantidad de especies necientes a los talares y que ejercen una importan-
exóticas, como la mora y el ligustro. En el resto del te presión sobre los lugares aun no ocupados por
partido la barranca mantiene características si- esta actividad; principalmente esto ocasiona una
milares a las de Otamendi, destacándose la pre- importante reducción del talar. Las actividades
sencia de chañar, la invasión de la caña de Castilla ganaderas aun se desarrollan sobre algunos sec-
y el avance de asentamientos humanos sobre un tores de barrancas y provocan la diseminación de
interesante sector de Talares de barrancas. especies asociadas a la ganadería bovina además,
En el partido de Zárate se encuentran relictos inte- con el pisoteo y pastoreo, se impide el crecimiento
resantes de talares de barrancas, manteniendo de renovales arbóreos y se aviva la erosión de la
características del mismo, con especies como el barranca, aunque la irregularidad de esta activi-
chañar, cina cina, ombú, molle, sombra de toro, dad ha provocado que se conserven en algunos
tembetarí, destacándose que, próximo a Lima, se sectores especies arbóreas de interés y ha impedi-

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


do que se haga un uso agrícola de las tierras. 95
También existe una práctica cultural de reempla-
zo intencionado de los árboles nativos por los exó-
ticos, esto es argumentado por el hecho de que los
árboles originarios son espinosos y brindan poca
sombra.
El asentamiento del corredor industrial Rosario-
La Plata se da de manera asociada al proceso de
urbanización y desarrollo industrial argentino. En
el área estudiada se hace más importante el men-
cionado proceso de radicación industrial con la
integración regional del MERCOSUR en la década
de 1990, favoreciendo fuertemente al desarrollo
económico de la región, provocando la radicación
de cientos de industrias sobre la barranca y una Erosión hídrica. La erosión hídrica producto de la
migración interna de trabajadores. Esto se da por- deforestación y las precipitaciones conduce a la formación
que la geografía de la región ofrecía rápido acceso de cárcavas de variadas magnitudes, provocando la pérdida
al transporte fluvial por medio del río Paraná y a de tierras fértiles y en ocasiones el derribo de alambrados.
las principales rutas viales del país, mano de obra Foto: Zagel Mauro. (2005). Partido de Zárate
y los servicios necesarios para llevar adelante tal
proyecto; este impacto provocó fundamentalmente utilizan la leña extraída del Talar como fuente de
el fraccionamiento del ecosistema con la instala- energía y justamente es la madera del tala la pre-
ción de las industrias y la contaminación de algu- ferida por ser la de mayor abundancia, si bien exis-
nos sectores, una expansión de los centros urba- ten otras que son de mayor rendimiento calórico
nos y de nuevas áreas pobladas como lo es «Las para la combustión, como el coronillo o el algarro-
Palmas» en Zárate. bo, estas son especies cuya presencia es rara para
la región como consecuencia de las transformacio-
nes del medio natural.
El importante crecimiento de barrios cerrados so-
bre las barrancas por su vista al delta, es la nueva
forma de urbanización sobre esta área; esto gene-
ra dos importantes problemáticas, la primera es
que cierran con alambrados tipo olímpico cortan-
do de esta manera este corredor natural y afectan-
do principalmente a la fauna y, en segundo lugar,
estos barrios generalmente eliminan las especies
arbóreas nativas para ser reemplazadas con espe-
cies exóticas como el paraíso, el pino y la mora.
La transformación total de ciertos sectores de ba-
rranca para la extracción de tosca es una práctica
Contaminación industrial. Imagen de «La Diana» y «Meteor»;
estas industrias instaladas sobre la barranca misma fueron
pioneras en su época y contribuyeron al progreso y la evolu-
ción de la ciudad de Zárate. No obstante, es importante des-
tacar que al mismo tiempo comprometieron en algunos as-
pectos la calidad ambiental y paisajística del área en que se
radicaron. Foto: Zagel Mauro. (2005). Partido de Zárate

La urbanización histórica de las ciudades cabece-


ra sobre las barrancas busca lugares que no se
inunden durante las crecidas del río Paraná y que
estén cercanos a los puertos naturales utilizados
para el comercio. Durante la consolidación de los
cascos urbanos reinó la desorganización y hasta
en la actualidad, el crecimiento de las ciudades es Tosqueras. La extracción de tosca en las barrancas es una
prácticamente sin planificación territorial. Esto actividad asociada al crecimiento industrial, comercial y
trae aparejado severos problemas para los que es- poblacional. Las tosqueras, en ocasiones, quedan en inacti-
tán asentados sobre el borde de la barranca, pro- vidad por largos períodos o son abandonadas en busca de
ducto de la erosión hídrica, ya que es común la
lugares más rentables produciendo impactos significativos,
eliminación de la vegetación.
siendo generalmente reutilizadas para circuitos de Moto
Lamentablemente crecen continuamente los asen-
Cross. En la presente imagen se puede observar la reutiliza-
tamientos de las clases pobres sobre las barran-
cas, tanto en número como en superficie y esto se ción de una antigua tosquera como estacionamiento de vehí-
da por ser las áreas sin ocupar más cercanas a los culos automotores para su comercialización vía portuaria.
centros urbanos. Estos asentamientos a su vez aun Foto: Zagel Mauro. (2005). Partido de Zárate

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


96 frecuente y en expansión; esta actividad económi- dor natural de especies animales y vegetales, la de
ca acompaña el crecimiento regional ya que la tos- albergar una diversidad importante de especies
ca es utilizada en su mayoría para la construcción de aves y mariposas; además de contener especies
de caminos y la instalación de industrias produ- arbóreas que son reconocidas en el folklore argen-
ciendo, como toda actividad minera, importantes tino.
impactos al ambiente. Aunque actualmente es difícil encontrar el bosque
primitivo, a lo largo de la barranca se siguen ob-
servando relictos o manchones con especies origi-
CONCLUSIÓN narias; este ecosistema en su conjunto aun man-
tiene el número de especies, aunque estas se en-
Si bien existen controversias sobre la extensión del cuentren de manera dispersa sobre toda el área de
talar, se cree que el área que ocupaba fue muy supe- estudio, siendo notorio el retroceso en el número
rior a la conocida actualmente. El ancho de la exten- de individuos.
sa franja que ocupaba fue lo más afectado, por lo Por ello se considera imprescindible la pronta pro-
que ya perdió parte importante de su superficie. tección, conservación y manejo del talar de barran-
El uso de este ecosistema extrayendo recursos na- ca en las áreas que así lo justifiquen, principalmen-
turales data desde la colonización misma hasta el te en los centros urbanos, de manera que no pierda
periodo actual; por su ubicación geográfica este sus características naturales, mediante la realiza-
sufrió el avance del agro, actualmente, por encon- ción de planes de manejo sostenible para las áreas
trarse ocupando un mismo espacio; el corredor donde se haga algún uso antrópico.
industrial Rosario-Buenos Aires causa un impac- Mediante prácticas de uso sostenible de las espe-
to importante por el desarrollo industrial y el cre- cies que demuestran mayor capacidad de respuesta
cimiento poblacional. a lo largo de toda el área de estudio, podrá asegu-
Conocidos son los múltiples beneficios ambienta- rarse que perduren las funciones ambientales de
les que este bosque brinda a una de las regiones este ecosistema; esta es la forma más conveniente
más pobladas del país; actualmente este cumple de conservar y lograr la recuperación del talar de
una función ambiental fundamental para las ur- barrancas.
banizaciones por ser un espacio verde inmerso en Entonces es posible y nos encontramos en condi-
el centro de las ciudades, además este es uno de los ciones de hacer un adecuado uso de este
ecosistemas de mayor importancia para la pro- ecosistema para evitar así los actuales y futuros
vincia de Buenos Aires, por ser un corredor natu- problemas ambientales, tratando de lograr que
ral de elevada biodiversidad. los beneficios que este brinda nos mejore la cali-
Este ecosistema nos brinda importantes beneficios. dad de vida, siendo necesario para ello como pri-
Entre las principales funciones existe la paisajísti- mera medida un cambio en las prácticas cultura-
ca, la de pulmón verde para las ciudades, la de les, un ordenamiento del territorio y una legisla-
brindar leña para las poblaciones más carenciadas, ción que dictamine los lineamientos de conserva-
la de evitar la erosión de las barrancas, la de corre- ción.

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TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Descripción y conservación de los talares bonaerenses


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Interior de talar de barranca. Baradero. Foto: Emilse Mérida

Pitiayumí (Parula pitiayumi). Foto: Roberto Güller

Descripción y conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


Chotoy (Schoeniophylax phryganophila) especie común en los talares. Foto Roberto Güller
BIODIVERSIDAD Y ÁREAS
PRIORITARIAS PARA LA
2.
CONSERVACIÓN DE LOS
TALARES BONAERENSES
100
CONCLUSIONES DE LA COMISIÓN: Coordinación y relator:
Flavio Moschione
BIODIVERSIDAD DEL TALAR

En la comisión se discutió acerca de bioindicadores, Se realizó entre los participantes una lista de espe-
especies abundantes, emblemáticas y sobre el con- cies por grupos:
cepto de talar.

PLANTAS VASCULARES OTRAS ESPECIES

Talares de Albardón Holmbergia tweedii


Lantana megapotamica camará de talar
Zona sudoeste Mar del Plata #Ephedra tweediana tramontana
Celtis tala tala Ligaria cuneifolia liga
Colletia paradoxa curro Berberis ruscifolia calafate del talar o uvilla
* Ligustrum lucidum ligustro Maytenus vitis-idaea carne gorda
* Phytolacca dioica ombú Maytenus ilicifolia congorosa
Baccharis spp. chilcas #Abutilon pausiflorum malvavisco
Dodonaea viscosa chirca #Opuntia aurantiaca tuna
#Cereus aethiops cardoncito
Zona Madariaga # Aloysia gratissima azahar de campo
Celtis tala tala Aloysia chacoensis
Scutia buxifolia coronillo Lyicium ciliatum
Schinus longifolius molle Justicia campestris quiebrarao
Jodina rhombifolia sombra de toro Baccharis ulkicina yerba de la oveja
Phytolacca dioica ombú
Sambucus australis saúco #También presentes en las sierras bonaerenses
Fagara hyemalis tembetarí * Especies introducidas en la zona

Zona Punta Indio LIANAS /ENREDADERAS


Colletia spinosissima crucerillo, barba de tigre
Acacia caven espinillo Araujia hortorum
* Celtis australis Passiflora coerulea mburucuyá
* Gleditsia triacanthos acacia negra
* Morus alba mora blanca ESPECIES DE VALOR ESPECIAL
Parkinsonia aculeata cina-cina
Phytolacca tetramera ombusillo
Más al norte y en transición con los talares de barranca
OTROS VEGETALES
Acacia bonariensis ñapinday
Prosopis alba algarrobo blanco Micorrhizas
Acanthosyris spinescens quebrachillo Racvenellia (específica del coronillo)

INVERTEBRADOS:
Talares de Barranca
MOLUSCOS
Fagara rhoifolia tembeterí Drymaeus sp. Caracol
Fagara hyemalis tembetarí (Ambas especies,
muy parecidas, están presentes ARANEIDOS
en los talares) Eriophora sp. Arañas comunales
Prosopis alba algarrobo blanco
Geoffroea decorticans chañar INSECTOS
Porlieria microphylla chucupí Xilófagos (no son visibles) Serían buenos indicadores, pero
Schaefferia argentinensis coca de monte faltan estudios
Caesalpinia gilliesi barba de chivo Acryson undulatum (típico de talar)
Trixis praestans
Grabowskia duplicata Escolítidos (surcadores)
Acanthosyris spinescens quebrachillo o quebradillo Cramesus sp.
Aspidosperma quebracho-blanco quebracho blanco
* Broussonetia papyrifera mora de papel
* Melia azedarach paraíso

Cita sugerida: Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». 2006. Conclusiones de la comisión: Biodiversidad del talar.
Jornadas por la conservación de los talares bonaerenses. 2004. Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
LEPIDÓPTEROS Cranioleuca pyrrhophia Curutié blanco (Indicador) 101
Phacellodomus sibilatrix Espinero chico (Indicador)
Morpho epistrophus Bandera argentina (Planta Phacellodomus striaticollis Espinero pecho manchado
argentinus nutricia: coronillo, única planta Asthenes baeri Canastero chaqueño (Indicador)
nutricia en los talares del sur) Pseudoseisura lophotes Cacholote castaño
Doxocopa laurentia Zafiro del talar (Única planta nutricia al Upucerthia certhioides Bandurrita chaqueña (Indicador)
sur: tala) Schoeniophylax Chotoy
Hypanartia bella Bella (Única planta nutricia al sur: tala) phryganophila
Thespieus catochra Brincadora (Indicadora y poco Synallaxis frontalis Pijuí frente gris
común sólo en el sur) Hemitriccus Mosqueta ojo dorado (Indicador)
Libytheana carinenta Picuda (Única planta nutricia al sur es margaritaceiventer
el tala podría ser indicadora especial Euscarthmus meloryphus Barullero (Indicador)
mente en la zona sur) Polioptila dumicola Tacuarita azul
Halisidota steinbachi Mariposa nocturna. Suiriri suiriri Suirirí común(Indicador)
Thespieus xarina Brincadora (Indicadora y poco co- Knipolegus cyanirostris Viudita pico celeste
mún sólo en el norte) Poospiza (lateralis) cabanisi
Monterita litoral (más frecuente en los
Thespieus jora Brincadora (Indicadora y poco co- bajos)
mún sólo en el norte) Saltatricula multicolor Pepitero chico
Strymon lucena Frotadora gris (Planta nutricia: clavel Saltator aurantiirostris Pepitero de collar (Indicador)
del aire). Presente en talares del norte. Xenopsaris albinucha Tijerilla
Pterourus hellanicus Helánica (Su planta nutricia es Cyanocompsa brissonii Reinamora grande
Berberis, la uvilla). Especie amenaza Cyanoloxia glaucocaerulea Reinamora chica
da en el norte. Paroaria coronata Cardenal (Indicador)
Phytotoma rutila Cortarramas (Indicador)
ANFIBIOS
MAMÍFEROS
Odontophrynus Escuercito Común. Ver si caen en
americanus trampas, em talares del sur Ctenomys talarum Tuco –tuco del talar (albardones de
conchilla y médanos en zona sur)
AVES Chaetophractus vellerosus Piche llorón (en albardones) .
Población relictual
Picumnus cirratus Carpinterito común * Axis axis Ciervo axis
Drymornis bridgesii Chinchero grande * Indica las especies exóticas introducidas.
Leptasthenura platensis Coludito copetón (Indicador)

ALGUNAS RECOMENDACIONES: b) Algunas especies blanco, perseguidas o utili-


zadas: Algunas aves, el tala, el algarrobo blan-
- Realizar las discusiones necesarias para poder co.
separar talares del contexto con la selección de c) Otras especies extracomunidad emblemáticas
especies. o amenazadas: Grindelia aegialitis, Colletia paradoxa.
- Rediscutir la definición del talar, como parte de - Realizar mayor cantidad de estudios con el fin
la profundización del tema. de conocer mayores indicadores, especialmente
- Se discriminan para los talares bonaerenses en artrópodos.
cuatro unidades: - Necesidad de compilar la información existen-
Talares de Barranca. te, sobre todo en cuanto a bibliografía y com-
Talares de Albardón. pletar listas de biodiversidad en general y por
Talares Colonizadores. sitios.
Talares de las Sierras.
- Se señalan
a) Algunas especies amenazadas: Pterourus
hellanicus y Phytolacca tetramera.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
102
CONCLUSIONES DE LA COMISIÓN: Coordinación y relator:
Flavio Moschione
ÁREAS PRIORITARIAS PARA LA
CONSERVACIÓN DE TALARES

El objetivo del trabajo de esta comisión fue discu- RESUMEN DE LAS RECOMENDACIONES DE
tir y elegir criterios para definir prioridades de LA COMISIÓN SURGIDAS DE LA
conservación en áreas puntuales de la Provincia. DISCUSIÓN Y ANÁLISIS DEL CUADRO
Ante todo, conviene aclarar que debe tenerse en
cuenta que hay distintas escalas de abordaje de - Priorización: Se presenta lista de prioridades de
las áreas naturales protegidas y se deben conside- acuerdo al cuadro. Talares de barranca con ame-
rar las distintas jurisdicciones: nacional, provin- naza inminente; los de albardón con tendencia,
cial, municipal y privada. Esto implica que pue- también creciente, de transformación.
den utilizarse distintos criterios en cada caso. - Consideración de prioridades como dos subsis-
Hay normativas ya vigentes: Paisaje protegido y temas diferentes (no subordinando uno al otro).
espacios verdes, leyes de bosques, bosque perma- - Recomendaciones especiales para la gestión de
nente, etc. dentro del marco legal de la Ley 10.907. algunas áreas. Ejemplos: Parque Costero del Sur,
Al tener en cuenta los criterios debe considerarse: Laguna de los Padres, etc.
- Sociabilización de la temática: participación de
Oportunidad y sustento técnico. la población en difusión, educación, gestión e
implementación.
- Responsabilidades: provincia de Buenos Aires - Gestión (o política definida) a nivel provincial,
emite un mensaje disociado. donde debería ser un tema de interés.
- Actores de conservación: Si bien hay distintos - Conformación de un proyecto (o dos), formal e
niveles de responsabilidad y de compromiso, interinstitucional, de relevamiento de talares.
puede entenderse la conservación como un pro-
ceso social, ya que la realizamos todos.
CUADRO DE IDENTIFICACIÓN DE ÁREAS
Durante las discusiones surgieron como recomen- DE TALARES
daciones:
El cuadro fue confeccionado durante el trabajo de
- Que los guardaparques y otros agentes de con- la comisión, como un medio de organizar la discu-
trol, tengan incumbencias para controlar flora sión. Después de finalizadas las Jornadas se agre-
y madera. La flora está desprotegida. garon datos aunque es incompleto y provisorio;
- Que la Provincia desarrolle una política de con- puede ser usado como esquema válido para otras
servación sobre bosques nativos. discusiones del tema.
- Que se encare el problema que plantea la ex- Se realizan tablas diferentes; una para los talares
tracción de conchilla en coordinación con Mine- de barranca del NE y otras zonas de transición y
ría y Desarrollo Forestal. otra para los de albardón del SE de la provincia de
Buenos Aires.
Se realizó como ejercicio de discusión la confec- Se incorporan a este ejercicio de identificación da-
ción de un cuadro de identificación de las áreas de tos de talares, que si bien no corresponden a las
talares de barranca y albardón. barrancas de los grandes ríos ni a los albardones
Las áreas se valoraron de acuerdo a su superficie, de conchillas del sudeste bonaerense, crecen en
al valor de conservación, a las posibilidades de suelos compactos, ondulados y con tosca u otros
gestión y a su valor cultural. materiales calcáreos. Algunos ya fueron descriptos
por Parodi (1940) dentro del área metropolitana.

Cita sugerida: Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». 2006. Conclusiones de la comisión: Áreas prioritarias para la
conservación de talares. Jornadas por la conservación de los talares bonaerenses. 2004. Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor
(editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
TALARES DE BARRANCA

REFERENCIAS

FIGURA DE PROTECCIÓN Y JURISDICCIÓN: Indica las figuras de protección reconocidas para el área, aclarando, en cada caso, el nivel de las mismas: internacional, nacional, provincial, o privada.
PROPIEDAD: indica si el área es fiscal (municipal o provincial) o privada
VALOR DE CONSERVACIÓN DEL TALAR: + : indica el estado de conservación bueno o muy bueno del bosque.; –: indica el estado de conservación regular o área bastante modificada; AICA : indica los sitios designados como Áreas Importantes
para la Conservación de las Aves en los talleres organizados por Aves Argentinas en 2003, como parte del programa de «Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves» liderado por Birdlife International; AVPs : indica la Áreas Valiosas
de Pastizal, de acuerdo al trabajo realizado por el Programa Pastizales de la Fundación Vida Silvestre Argentina.
SUPERFICIE: Se indica el valor conocido en ha de la superficie del área ocupada por talar, o bien una estimación aproximada del mismo.
En los «talares de barranca» y en «otros talares»: + indica superficie estimada en más de 20 ha; - indica superficie estimada en menos de 20 ha; En los «talares de albardón»; + indica superficie estimada en más de 200 ha; – indica
superficie menor que de 200 ha; ? indica falta de información.
FACILIDAD DE GESTIÓN: + indica gestiones de conservación avanzadas, con buenas perspectivas, o acciones encaminadas por grupos locales; –indica la existencia de amenazas e inconvenientes que generan dificultades en la gestión; ?
indica falta de información.
OTROS VALORES: Presencia en el área de otros factores de interés cultural, histórico, etc.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
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TALARES DE ALBARDÓN

REFERENCIAS

FIGURA DE PROTECCIÓN Y JURISDICCIÓN: Indica las figuras de protección reconocidas para el área, aclarando, en cada caso, el nivel de las mismas: internacional, nacional, provincial, o privada.
PROPIEDAD: indica si el área es fiscal (municipal o provincial) o privada
VALOR DE CONSERVACIÓN DEL TALAR: + : indica el estado de conservación bueno o muy bueno del bosque.; –: indica el estado de conservación regular o área bastante modificada; AICA : indica los sitios designados como Áreas Importantes
para la Conservación de las Aves en los talleres organizados por Aves Argentinas en 2003, como parte del programa de «Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves» liderado por Birdlife International; AVPs : indica la Áreas Valiosas
de Pastizal, de acuerdo al trabajo realizado por el Programa Pastizales de la Fundación Vida Silvestre Argentina.
SUPERFICIE: Se indica el valor conocido en ha de la superficie del área ocupada por talar, o bien una estimación aproximada del mismo.
En los «talares de barranca» y en «otros talares»: + indica superficie estimada en más de 20 ha; - indica superficie estimada en menos de 20 ha; En los «talares de albardón»; + indica superficie estimada en más de 200 ha; – indica
superficie menor que de 200 ha; ? indica falta de información.
FACILIDAD DE GESTIÓN: + indica gestiones de conservación avanzadas, con buenas perspectivas, o acciones encaminadas por grupos locales; –indica la existencia de amenazas e inconvenientes que generan dificultades en la gestión; ?
indica falta de información.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
OTROS VALORES: Presencia en el área de otros factores de interés cultural, histórico, etc.
OTROS TALARES

REFERENCIAS

FIGURA DE PROTECCIÓN Y JURISDICCIÓN: Indica las figuras de protección reconocidas para el área, aclarando, en cada caso, el nivel de las mismas: internacional, nacional, provincial, o privada.
PROPIEDAD: indica si el área es fiscal (municipal o provincial) o privada
VALOR DE CONSERVACIÓN DEL TALAR: + : indica el estado de conservación bueno o muy bueno del bosque.; –: indica el estado de conservación regular o área bastante modificada; AICA : indica los sitios designados como Áreas Importantes
para la Conservación de las Aves en los talleres organizados por Aves Argentinas en 2003, como parte del programa de «Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves» liderado por Birdlife International; AVPs : indica la Áreas Valiosas
de Pastizal, de acuerdo al trabajo realizado por el Programa Pastizales de la Fundación Vida Silvestre Argentina.
SUPERFICIE: Se indica el valor conocido en ha de la superficie del área ocupada por talar, o bien una estimación aproximada del mismo.
En los «talares de barranca» y en «otros talares»: + indica superficie estimada en más de 20 ha; - indica superficie estimada en menos de 20 ha; En los «talares de albardón»; + indica superficie estimada en más de 200 ha; – indica
superficie menor que de 200 ha; ? indica falta de información.
FACILIDAD DE GESTIÓN: + indica gestiones de conservación avanzadas, con buenas perspectivas, o acciones encaminadas por grupos locales; –indica la existencia de amenazas e inconvenientes que generan dificultades en la gestión; ?
indica falta de información.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
OTROS VALORES: Presencia en el área de otros factores de interés cultural, histórico, etc.
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POLINIZACIÓN EN EL TALAR Alicia M. Basilio 1


Juan Pablo Torretta 2
DE MAGDALENA
1
Apicultura, Departamento de Producción Animal.
2
Cátedra de Botánica Agrícola. Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires. Av. San Martín 4453 - C1417DSE - Buenos Aires - Argentina

RESUMEN

La polinización es una etapa de la reproducción de las plantas y la perpetuación de la comunidad, y los insectos que visitan
flores son centrales en este proceso. En nuestro trabajo reunimos información sobre la floración de las plantas del talar de
Magdalena, los insectos que visitan estas flores, y las redes tróficas que forman sus interacciones obtenidos entre 1998 y
2001. La comunidad de polinización estuvo activa todo el año. La primavera fue el momento de mayor actividad, gran parte
de los polinizadores durante esta estación fueron dípteros. En verano el número de plantas en flor y de insectos activos
disminuyó, aunque aumentó la proporción de abejas nativas. En otoño e invierno la actividad no se interrumpió debido a la
floración de la sombra de toro y la brusquilla. Las plantas que mayor diversidad de visitantes florales recibieron durante
nuestro estudio, con excepción del tala, son especies leñosas y arbustivas que caracterizan este bosque: brusquilla, incienso,
coronillo y sombra de toro, que no parecen sufrir limitantes durante la polinización que puedan afectar la reproducción y la
conservación del bosque.

Palabras clave: polinización, polinizadores, comunidad, red trófica, pollination community.

INTRODUCCIÓN los insectos y plantas con flores entomófilas en el


bosque, e intentar comprender el funcionamiento de
La formación de la mayoría de las semillas depen- esta comunidad, añadiendo nuestro esfuerzo a los
de de la llegada de granos de polen compatible a conocimientos sobre reproducción de los árboles de
los estigmas de las flores. La polinización cruzada este talar, que comenzaron con los trabajos Murrielo
es el transporte del polen desde las anteras de una et al., (1993) sobre la fenología de algunas de las espe-
planta, hasta el estigma de una flor de otra planta cies y de Arturi (1997) y de Ribichich y Protomastro
distinta. En variedades compatibles el grano de (1998) sobre el reclutamiento de renovales.
polen en contacto con el estigma, emite el tubo La cantidad y especificidad de las interacciones de
polínico y penetra en el ovario, se produce la fe- una red trófica, como la que se genera entre los
cundación el óvulo fecundado, se transforma en insectos que se alimentan de polen y néctar y las
semilla y el ovario en fruto. Durante el proceso plantas que son polinizadas por ellos, caracteri-
sexual que origina los nuevos individuos (embrio- zan su estructura y permiten inferir su vulnerabi-
nes en las semillas) hay flujo de genes entre los lidad (Valiente Banuet, 2002).
individuos parentales, que resulta en una mayor
heterogeneidad genética a la población. La polini-
zación y producción de semillas son cruciales para MÉTODOS
el mantenimiento de las poblaciones vegetales, es-
pecialmente para las especies que carecen de re- Los datos que presentamos provienen de dos cam-
producción vegetativa, es decir, aquellas que no se pos próximos ubicados en la localidad de Magda-
multiplican por gajos, ni generan plántulas nue- lena, provincia de Buenos Aires. En la estancia San
vas a lo largo de rizomas. Isidro, realizamos las observaciones de campo de
Vectores bióticos, insectos, aves y mamíferos y la temporada agosto de 1998 a enero de 1999, y en
abióticos, el viento y el agua, son los encargados el campo Carretero, desde enero de 1999 hasta la
de la polinización en comunidades naturales así primavera de 2001. En esta localidad del sudeste
como también en los cultivos de los cuales se ali- de Buenos Aires los talares se encuentran sobre
menta el ser humano. El mutualismo de poliniza- cordones de conchillas paralelos a la costa del río
ción vincula varias de las cadenas tróficas del de la Plata (Vervoorst 1967, Faggi y Encabo 1987,
ecosistema ya que las plantas recompensan a los Goya et al. 1992, Cagnoni y Faggi 1993, Murrielo et
vectores de polen con alimento, y los frutos y se- al. 1993, Cagnoni et al. 1996, Ribichich 1996,
millas que se producen como resultado de la poli- Ribichich y Protomastro 1998). La comunidad ve-
nización alimentan a muchos otros habitantes del getal está estructurada por 6 especies arbóreas
ecosistema. Los insectos son el grupo de nativas (Celtis tala, Scutia buxifolia, Schinus longifolia,
polinizadores más importantes especialmente en Jodina rhombifolia, Sambucus australis y Phytolacca dioica)
los ecosistemas templados (Proctor et al. 1996). acompañadas por varias especies de hierbas y ar-
En nuestro trabajo, nos propusimos realizar el re- bustos comunes (Parodi 1940, Vervoorst 1967,
levamiento de las relaciones de polinización entre Cabrera 1976). En algunos sectores degradados por

Cita sugerida: Basilio, A. M. y J. P. Torretta. 2006. Polinización en el talar de Magdalena. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
la acción del hombre aparecen también árboles a lo largo de todo el ciclo anual aunque el tamaño 107
exóticos como Ligustrum sinense, L. lucidum, Fraxinus del sistema (es decir, el conjunto de plantas y visi-
sp. y Gleditsia sp. entre otros. (Chichizola 1993, tantes florales interactivos) y la cantidad de inte-
Cagnoni et al. 1996, Ribichich y Protomastro 1998). racciones establecidas no fue estable (Figura 1). Las
Las visitas a los sitios de trabajo se realizaron redes planta-polinizador más complejas se esta-
aproximadamente cada 15 días. Los relevamien- blecieron en primavera, cuando el número de visi-
tos de plantas en flor y visitantes florales se reali- tantes fue máximo (Figura 2). Las plantas e insec-
zaron a lo largo de 3 transectas de unos 500 me- tos más abundantes interactuaron de manera
tros trazadas en forma paralela a la ruta 11 y 2 generalista. Algunas plantas fueron visitadas por
transectas perpendiculares hacia el bajío ribere- un gran número de los insectos presentes durante
ño. Se registraron la fenología de las plantas con su época de floración, mientras otras recibieron la
flor y los elencos de visitantes de esas flores a tra- visita de pocas especies de polinizadores. Las plan-
vés de observaciones de campo y captura con red. tas leñosas características del talar fueron las más
Se observó que durante la visita a las flores los interactivas. Hacia el final de invierno la brusquilla
insectos tuvieran contacto con anteras y/o estig- (Colletia spinossisima) fue el principal recurso floral.
ma, pero la efectividad del visitante como Durante la primavera el incienso (Schinus longifolia)
polinizador (que el polen acarreado fuera efectivo y el coronillo (Scutia buxifolia) fueron las flores más
para la producción de semillas) no fue evaluada. visitadas. La chinchilla (Tagetes minuta) dominó el
En una de las transectas paralelas a la ruta y dis- período de otoño, y durante el invierno los insec-
tante unos 300 metros de la misma se colocaron tos se concentraron en la floración de sombra de
periódicamente trampas para polinizadores cons- toro (Jodina rhombifolia).
tituidas por recipientes amarillos de 23 cm de diá- Los insectos que visitaron más plantas, fueron aque-
metro, con agua azucarada y con unas gotas de llos con períodos de actividad largos (Apis mellifera,
detergente. Las trampas se instalaron por la ma- la abeja doméstica, Toxomerus sp. mosca pequeña
ñana y se recolectaron por la tarde del día de que mimetiza abejas, y Astylus cuadrilineatus, un
muestreo. Los insectos así capturados se usaron coleóptero). Los individuos de estas especies tras-
para completar los datos de fenología de portaron abundante polen en su cuerpo pero el va-
polinizadores (por ejemplo un insecto que en una lor de cada uno de ellos como efectivo polinizador
fecha no se observó visitando flores, pero apareció de cada planta no se relevó. Los dípteros domina-
en las trampas, se consideró presente con respecto ron las visitas durante el invierno y la primavera
al ciclo anual de esta especie de polinizador y para mientras que los himenópteros fueron más abun-
proveernos de más ejemplares para el trabajo de dantes durante el verano (Figura 3)
determinación taxonómica).
Los datos de plantas en flor y los insectos que las
visitaban en cada período sirvieron para determi- DISCUSION Y CONCLUSIONES
nar el tamaño del sistema planta-polinizador en
el sito de trabajo estudiado, y para construir redes Las floraciones más importantes por la cantidad
de interacciones correspondientes a las diferentes de interacciones que sustentaron pertenecen a al-
estaciones del año. En la elaboración de los datos gunas de las especies leñosas características del
se incluyeron sólo las especies de plantas que du- talar, brusquilla (Colletia spinossisima), incienso (Schi-
rante el período de estudio tuvieron al menos un nus longifolia), coronillo (Scutia buxifolia) y sombra
visitante, y los insectos que, al menos una vez, fue- de toro (Jodina rhombifolia). No fue el caso del tala
ron observados visitando una planta. Esto limita (Celtis tala) que sólo fue visitado por un coleóptero.
el sistema analizado a aquellas especies que fue- La dispersión de polen sería anemófila en este ár-
ron suficientemente abundantes o conspicuas para bol, (Torretta et al. 2001). Los árboles característi-
ser registradas en nuestras visitas. Los colibríes cos del talar, carecen de propagación vegetativa,
presentes en la comunidad, a pesar de visitar flo- por eso la polinización y la producción de semillas
res y muy posiblemente polinizarlas, no fueron viables es la única forma de perpetuación y man-
incluidos en este trabajo. Algunas mariposas fre- tenimiento del bosque (y de las comunidades de
cuentemente mencionadas como habitantes de los aves, mamíferos e insectos asociadas)
talares, no han sido observadas interactuando con Durante la mayor parte del tiempo una o pocas
flores, por este motivo no se incluyen en el trabajo. especies vegetales interactuaron con un gran nú-
mero de visitantes mientras muchas plantas lo
hicieron con pocos. Algunas de las plantas más
RESULTADOS visitadas como la sombra de toro y la brusquilla
no florecen en el óptimo estacional determinado
Durante nuestro trabajo identificamos 37 plantas por la primavera (Basilio y Medan 2001). La red
con flores entomófilas que fueron visitadas por 94 trófica de plantas y polinizadores varió a lo largo
taxones de insectos. La fenología de floración de del año en composición específica, tamaño e inte-
cada especie que fue estudiada se informa en la racciones desarrolladas (Medan et al. 2006).
Tabla 1. Las épocas en las que los imagos de los La conectancia del sistema, es decir, la cantidad de
insectos se encontraron presentes en el bosque se interacciones efectivas sobre las interacciones po-
informan en la Tabla 2. sibles (Medan et al, en prensa) también respondió
En la comunidad boscosa y de claros aledaños, las a variaciones estacionales.
interacciones planta polinizador fueron continuas El recurso floral total por área que representan

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
108 árboles y arbustos (dispuesto en forma tridimen- todas las estaciones, que muestran diversidad taxo-
sional) posiblemente sea más importante que el nómica a nivel de Orden, y la poca especialización
que representan las hierbas (dispuesto en forma en las relaciones entre estos insectos y las plantas
casi bidimensional), a menudo pastoreadas. El pas- (algunas de ellas exóticas), puede interpretarse en
toreo, habitual en el Parque Costero del Sur puede relación a lo reciente que es, en tiempos evolutivos,
ser el motivo por el cual, plantas de gran valor esta comunidad (Thompson 1994, Waser et al. 1996).
apícola en otras zonas, apenas si registran visitas La estabilidad de los eventos de polinización, me-
en nuestro estudio. diada por la posibilidad de que varias especies sean
La influencia del ciclo estacional es marcada en la intercambiables no predice una crisis en este even-
comunidad de polinizadores. El tamaño del siste- to crucial de la reproducción de las especies que
ma planta-polinizador es mayor en primavera y estructuran la comunidad vegetal.
menor, pero persistente, durante el invierno. La La mayoría de las especies con flores entomófilas de
diapausa invernal de actividad se vio atenuada esta comunidad tiene frutos tiernos, dulces y colo-
debido a las floraciones de la sombra de toro y la ridos, que presentan todas las características de dis-
brusquilla. Estos bosques, cuyas floraciones se ex- persión por aves frugívoras, estando ligadas de esta
tienden en el tiempo, proveyendo sustento a los manera las comunidades de insectos polinizadores
visitantes florales durante muchos más meses que con las aves, y los eventos de la reproducción de
los pastizales que los rodean, contribuyen a pre- polinización con la dispersión de las semillas.
servar, actuando como refugio, los recursos natu- Sin embargo, en casi todos los momentos del año
rales de polinización de esta zona de la región de la hemos visto, pero no medido, exceso de frutos no
pampa húmeda, contribuyendo en la resiembra consumidos, momificados sobre las ramas o caí-
natural de las pasturas. dos en el suelo. Se sabe que la población de aves
La variedad de especies de insectos presentes en varía entre parches con distinto deterioro (Cueto,

Tabla 1. Época de floración de las especies cuyas flores fueron visitadas por insectos durante nuestras observaciones de
campo. La intensidad del color se refiere a la reincidencia temporal en registros de diferentes años, oscuro: floreció más de
una temporada en esa fecha, claro: sólo se observó floración en esa fecha en un año. Debido a la dificultad de reconocer las
especies en el campo Oxalis articulata / O. debilis y Geranium molle / G. dissectum fueron tratados juntos.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
1996), y el estudio de la limitante de este factor por facilitarnos el acceso a los campos, especial- 109
que podría resultar en la preservación del bosque mente a Rosalie Earnshaw y Naná.
todavía esta pendiente. A. Roig Alsina, D. Medan, J. Maldonado, J. C.
Mariluis y F. C. Thompson que han colaborado en
la determinación de los insectos.
AGRADECIMIENTOS: Agradecemos a la Sociedad Rural de Magdalena y
a Horacio Rocca el apoyo recibido durante la tarea
Agradecemos a los dueños de San Isidro y Carretero de campo.

Continúa
Tabla 2. Época de aparición del imago en especies (y morfoespecies) de insectos que visitan flores en la comunidad del
Talar. Código de pertenencia al Orden en la primera columna, inicial mayúscula C: Coleópteros, D: Dípteros, H:
Himenópteros y L: Lepidópteros. La frecuencia de registro en cada fecha esta dada por la intensidad de color. Oscuro
observaciones entre 4 y 9, gris mediano observaciones entre 4 y 1; claro un único registro. Debido a la dificultad de
diferenciarlas en el campo, los pares Anthrenoides sp. 1 / A. sp. 2, Tatochila autodice/T. vanvolxemii y Vanessa carye/ V.
braziliensis fueron tratados como morfoespecies. Datos reelaborados a partir de Basilio y Medan (2001).

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
110
Continuación - Tabla 2

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
111

Figura 1. Variación estacional del número de: especies de plantas en flor, imagos
de insectos, tamaño del sistema de polinización y número de interacciones
registradas en la comunidad de los talares de Magdalena durante el período de
estudio.

Figura 3. Variación estacional en la composición de elencos de visitantes florales.


Los dípteros constituyen el orden con más especies presentes durante el fin del
invierno y la primavera, mientras que los himenópteros son relativamente más
abundantes en el otoño.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
112 Figura 2. Redes tróficas de interacción entre los visitantes florales y plantas durante las distintas estaciones del año. Las
líneas más gruesas corresponden a interacciones relevadas en más de 5 fechas de muestreo. A. Red trófica durante la
primavera, se observa la mayor cantidad de protagonistas y de interacciones. Algunas especies participan de muchas
interacciones. B Red trófica en verano y C Red trófica en otoño, el sistema es reducido. D Red correspondiente al
invierno, presenta un gran número de especies e interacciones, sin embargo, la mayoría de ellas corresponden al último
mes del invierno (septiembre).

A. Red planta-polinizador en primavera

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
113

B. Red planta-polinizador en verano

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
114

C. Red planta polinizador en otoño

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
115

D. Red planta - polinizador en invierno

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
116 BIBLIOGRAFÍA: Medan, D., A. M. Basilio, M. Devoto, N. J. Bartoloni, J. P.
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why it matters. Ecology 77: 1043-1060.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
117

AVIFAUNA DEL TALAR DE VUELTA DE Alejandro Bodrati1


Emilse Mérida2
OBLIGADO Y DE SUS AMBIENTES Guillermo Bodrati3
Enrique Sierra4
CONTIGUOS. SAN PEDRO, PROVINCIA
DE BUENOS AIRES, ARGENTINA
1
alebodrati@yahoo.com.ar; 2emilsemerida@ciudad.com.ar; 3guillermoodrati@yahoo.com.ar. Aves Argentinas /AOP, 25 de Mayo 749, 2o 6 (1002)
Buenos Aires. Argentina.
4
kikesierra@yahoo.com.ar, Caroni 55, CP 2930 San Pedro, Provincia de Buenos Aires

RESUMEN

Existen pocos trabajos que comprendan el estudio integral, en un tiempo prolongado, de la avifauna de los bosques de tala de
barranca del noreste bonaerense. Vuelta de Obligado, en el partido de San Pedro, se encuentra en una de las zonas de mayor
diversidad de aves de la provincia de Buenos Aires. En el área se realizaron trabajos de relevamiento biológico desde
diciembre de 1990 (Bodrati et al. 1996-1998, Bodrati et al. 2001) hasta 2005, que incluyeron el estudio de las aves de la zona.
Los datos recogidos permitieron la selección del sitio como AICA, áreas importantes para la conservación de las aves,
(Bodrati et al. 2005) y apoyaron las gestiones para su protección como reserva. Se presenta un listado de aves con informa-
ción sobre abundancia, estacionalidad y nidificación obtenidos durante el período comprendido por este trabajo. Se detecta-
ron 272 especies de aves de las cuales 108 fueron confirmadas como nidificantes en el área. Unas 138 especies son residentes,
17 son visitantes invernales, 53 son visitantes estivales, 31 son parcialmente migratorias, 17 se consideraron visitantes
ocasionales y, en el caso de 16 especies, no se consiguió determinar el estatus estacional por contar con insuficiente
información.

Palabras clave: Talares, Vuelta de Obligado, avifauna, conservación, abundancia, estacionalidad y nidificación.

COMENTARIOS METODOLÓGICOS Y En estos trabajos de campo se acumuló considera-


LOCALIZACIÓN DEL ÁREA ble cantidad de datos que permitieron evaluar la
fenología, cambios de abundancia de las poblacio-
Vuelta de Obligado, en el partido de San Pedro, se nes y reproducción de las especies de aves presen-
encuentra en una de las zonas de mayor diversi- tes.
dad de aves de la provincia de Buenos Aires. Se detectaron varias especies cuya presencia es
La presencia de aves amenazadas a nivel mundial, novedosa en la región.
de distribución restringida a nivel global y de dis- Esta información ha sido parcialmente publicada
tribución restringida a un bioma, han justificado en artículos técnicos (Bodrati et al. 1997, Bodrati
su inclusión como un AICA (ver Bodrati et al. 2005). 2001, Bodrati et al. 2001a, Bodrati et al 2001b,
Esa diversidad obedece a la conjunción de ambien- Bodrati y Sierra 2003, Ferrari y Henschke 2002).
tes próximos entre sí: el talar de barranca, las islas Como aporte al conocimiento y conservación del
del Delta, los bajíos ribereños, sectores de pastizal área, una de las últimas muestras de talares bo-
y de costas del río Paraná. naerenses de barranca en aceptable estado de con-
Solamente una pequeña porción, de las más de 1300 servación, se presenta la lista de aves y los datos
ha seleccionadas como AICA, tiene protección le- de abundancia, estacionalidad y nidificación ob-
gal por Ordenanza Municipal desde el año 2003, tenidos.
como «Reserva Natural, Histórica y Refugio de Se utilizó el ordenamiento sistemático y la nomen-
Vida Silvestre Municipal Vuelta de Obligado» clatura de Mazar Barnett y Pearman (2001), con
(Bodrati et al.2005) algunas modificaciones y actualizaciones en la
Esta reserva se encuentra ubicada al noreste de la nomenclatura.
provincia de Buenos Aires, en el partido de San
Pedro, a 19 km de la ciudad homónima (33º 45’ 00’’
S 59º 45’ 00’’ O). Tiene 9 ha y una zona de amorti- DESCRIPCIÓN DE LOS AMBIENTES
guación que comprende manzanas del ejido urba- RELEVADOS Y SU UBICACIÓN GEOGRÁFICA
no y áreas rurales lindantes a la localidad de Vuel-
ta de Obligado (Sierra, presente volumen) Talares de barranca
La zona fue relevada desde 1990 hasta 2005 y se Se trata de bosques típicos de los talares de ba-
totalizaron, aproximadamente, 150 días de obser- rranca del noreste de la provincia de Buenos Ai-
vación durante los que se realizaron avistajes y res, que se desarrollan siguiendo la línea de la ba-
grabaciones de voces. rranca de los ríos Paraná y de la Plata.

Cita sugerida: Bodrati A., E. Mérida, G. Bodrati y E. Sierra. 2006. Avifauna del talar de Vuelta de Obligado y de sus ambientes
contiguos. San Pedro, provincia de Buenos Aires, Argentina. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su
conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
118 Los escasos relictos en buen estado de conserva- ALGUNAS CONCLUSIONES
ción se hallan en peligro de desaparecer a causa de
extracción de tosca para los caminos, invasión de Se detectaron 272 especies de aves correspondien-
plantas exóticas, desmonte, urbanización, frag- tes a 50 familias (30 No Passeriformes y 20 Passe-
mentación del hábitat, canalizaciones y turismo riformes); 108 nidifican en el área, 138 son residen-
de recreación descontrolado. tes, 17 son visitantes invernales, 53 son visitantes
En el partido de San Pedro este bosque está repre- estivales, 31 son parcialmente migratorias. En el
sentado en Vuelta de Obligado donde, desde el río área se encuentran poblaciones estables de las es-
Paraná se observa la abundante vegetación pecies indicadoras del talar, (Conclusiones de la
arbórea y arbustiva que corona la barranca en la comisión «Biodiversidad del talar», Jornadas por
zona de la reserva. Este bosque tiene continuidad la Conservación de los Talares Bonaerenses. Pre-
hacia el noroeste sobre fracciones de campos de sente volumen).
propiedad privada, hacia el partido de Ramallo. Son comunes el espinero pecho manchado (Phace-
Hacia el sur del Bañado de Castro, el bosque de llodomus striaticollis), el espinero chico (Phacellodomus
barranca corre paralelo al riacho San Pedro y se sibilatrix), el curutié blanco (Cranioleuca pyrrhophia),
extiende, más alterado, hasta la zona urbana (ba- el suirirí común (Suiriri suiriri), el barullero
jada de Chavez) donde está ya muy modificado. (Euscarthmus meloryphus), el cortarramas (Phytotoma
La formación boscosa continúa, en tramo corto, rutila) y especies típicas de los talares del noreste
sobre la terraza de la barranca que acompaña el de Buenos Aires como el carpinterito común
arroyo de Los Cueros, dentro de la Estancia Río (Picumnus cirratus), la bandurrita chaqueña (Upucer-
Paraná, lindante a la reserva. thia certhioides) y el cacholote castaño (Pseudoseisura
En el bosque predomina el tala (Celtis tala), asocia- lophotes). En la áreas abiertas del valle del arroyo
do con especies características de los talares de de Los Cueros, en cercanías a la reserva, se encuen-
barranca, entre ellas: molle (Schinus longifolius), tra la tijerilla (Xenopsaris albinucha).
sombra de toro (Jodina rhombifolia) e importantes También están presentes en el talar el coludito cope-
sectores de tembetarí (Fagara hyemalis). Sobre el tón (Leptasthenura platensis), la mosqueta ojo dorado
dosel se ven las copas de ombúes (Phytolacca dioica) (Hemitriccus margaritaceiventer), el canastero chaqueño
y añosos algarrobos blancos (Prosopis alba). (Asthenes baeri), el cardenal (Paroaria coronata) y el
pepitero de collar (Saltator aurantiirostris).
Islas del delta del Paraná Estos datos fueron útiles en la consideración de los
Los partidos de Baradero y San Pedro incluyen planes de manejo necesarios para la implementa-
áreas de islas del delta del Paraná que limitan con ción y uso de la reserva (Aves Argentinas.2005).
las islas Lechiguanas, en el departamento de En base a ellos se recomienda la ampliación del
Gualeguay, provincia de Entre Ríos. área protegida para incorporar el área de amorti-
En las islas que corresponden al partido de San guación de la reserva, el sector de la parcela 1031
Pedro y al sur frente a Vuelta de Obligado existe c.a. de la Estancia Río Paraná, y parte del Bañado
baja densidad de población humana. Ésta se asien- de Castro.
ta en albardones que lindan con riachos y arroyos Esto otorgaría mayor amplitud y continuidad a la
navegables. Los bañados y las lagunas interiores reserva aumentando, con ello, la protección de las
se hallan en mejor estado de conservación poblaciones existentes.

Bajos ribereños
En Vuelta de Obligado la barranca cae casi a pique AGRADECMIENTOS
sobre el río. Sin embargo, hay un corredor intere-
sante de pajonales y pastizales de inundación que A quienes nos acompañaron en el campo durante
se desarrollan al pie de la barranca del Paraná y estos años y que aportaron datos para este traba-
de los arroyos que desaguan en él, donde se obser- jo: Carlos Agulián, Hernán Fernández, Aldo
vó abundante avifauna acuática. Chiappe, Liliana Cuenca, Hugo Di Santo, Carlos
En la zona de la reserva este corredor permite el Ferrari, Carlos Gaüerke, Daniel Gómez, Roberto
acceso a las cuevas de Vuelta de Obligado. Se estu- Güller, Eduardo Haene, Enrique Hortigueras, Dante
diaron también los campos que abarcan el Bañado Insúa, Elena Insúa, Mario Laxalt, Roberto Landó,
de Castro. Ángeles Leonardo, Sergio Martínez, Flavio
Moschione, Claudia Nardini, Ezequiel Núñez Bus-
tos, Alejandra Pérez, Germán Pugnali, Adolfo
Renzi, Claudio Restivo, Rosana Rodríguez, Diego
Schültz, María José Solís y Rubén Tamasian.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
Listado de aves de Vuelta de Obligado 119

Corresponde a las aves observadas en las áreas mencionadas, PV= Visitantes parciales en una época determinada. Pueden
en el ejido urbano, las observadas en vuelo y las vistas desde ser PVE: cuando son de mayor densidad sus poblaciones
las terrazas del Paraná y del arroyo de Los Cueros en las islas y estivalmente, o PVI: cuando sus poblaciones se incrementan
bajos o Bañado de Castro. en invierno. Se le asigna esta categoría a especies que tienen
complejos patrones migratorios y pueden tener una población
REFERENCIAS: residente, pero que se incrementa en una época determinada
en el área cuando recibe ejemplares que llegan desde otra
ABUNDANCIAS RELATIVAS: ABUND. región.
Acc= Accidental: especies cuya presencia puede tratarse de PR= Parcialmente residente: especies que no migran de la
apariciones accidentales ya que su distribución conocida se región pero pueden desaparecer por cortos lapsos durante
halla muy distante del área estudiada en este trabajo. situaciones climáticas adversas, como sequías extremas o
O= Ocasional: especies con menos de 5 registros, que no inundaciones que las afecten.
habitan en forma permanente en el área de estudio ni aparecen I= Indeterminado: especies que debido a la escasa informa-
todos los años en forma regular durante migraciones. ción con la que se cuenta fueron consideradas como de
R= Raro: especies que cuentan con más de 5 registros pero presencia estacional no definida.
no superan los 10.
E= Escaso: especies con más de 10 registros, que han sido NIDIFICACIÓN: NIDIF.
vistas en menos de la mitad de las salidas. N= Nidificante: se incluye dentro de esta categoría a las espe-
F= Frecuente: especies registradas en más de la mitad de las cies que fueron observadas con nidos activos, portando ma-
salidas o en todas, aunque en bajo número. teriales de construcción, individuos juveniles alimentados por
C= Común: especies que se observan en casi todas las salidas, adultos o ejemplares juveniles de la temporada en que se llevó
o en todas en menor cantidad que en la categoría siguiente. a cabo la observación y, por el conocimiento previo de sus
A= Abundante: especies observadas repetidamente en todas requerimientos para nidificar, creemos que cuentan con con-
las salidas. diciones propicias en el área estudiada.
PN= Probable nidificante: especies que cuentan con pobla-
PRESENCIA ESTACIONAL: P.ESTAC. ciones y ambiente propicio para reproducirse, aunque no se
R= Residente: especies que permanecen sin variar su número cuenta con información que confirme su reproducción local.
poblacional a lo largo del ciclo anual. NN= No nidificante: se incluyen en esta categoría a especies
VE= Visitantes estivales: especies que alcanzan el área en pri- que nidifican en el hemisferio norte u otras áreas de su distri-
mavera y verano, donde mayormente nidifican, llegando desde bución (Ej.: Patagonia), y que por requerimientos ambientales
el norte del país y de Sudamérica. no cuentan con hábitat propicio para nidificar.
VEN= Visitante estival neártica. En esta categoría se señalan a I= Indeterminada: se señala de esta manera a especies que
especies migrantes neárticas que llegan desde el hemisferio cuentan con poca información para establecer su estatus
norte para invernar, durante el verano austral, en Argentina. nidificatorio e incluso su estacionalidad es incierta.
VI= Visitantes invernales: especies que se reproducen mayor- J= Juveniles: se indica de esta manera a individuos juveniles
mente en Patagonia o el oeste argentino y que aparecen en el observados dentro del área de estudio. Sin embargo, son es-
nordeste de Buenos Aires en otoño e invierno. pecies que no cuentan con hábitat propicio para nidificar en la
VO= Visitante ocasional: especies que aparecen en el área de zona estudiada y su reproducción puede producirse en sec-
estudio sin un claro patrón migratorio y sus apariciones pue- tores próximos a la misma.
den producirse en cualquier momento del año.

NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P.ESTAC. NIDIF.

FAMILIA TINAMIDAE
Nothura maculosa Inambú común C R N
FAMILIA: PODICIPEDIDAE
Rollandia rolland Macá común E R I
Podicephorus major Macá grande E R J
Podiceps occipitalis Macá plateado O VI NN
Podylimbus podiceps Macá pico grueso R R J
FAMILIA: PHALACROCORACIDAE
Phalacrocorax brasilianus Biguá C R J
FAMILIA: ANHINGIDAE
Anhinga anhinga Aninga R R J
FAMILIA: ARDEIDAE
Tigrisoma lineatum Hocó colorado E R PN
Ixobrychus involucris Mirasol común R VE PN
Botaurus pinnatus Mirasol grande O I I
Nycticorax nycticorax Garza bruja C R N
Syrigma sibilatrix Chiflón F R N
Egretta thula Garcita blanca C R J
Ardea cocoi Garza mora F R J
Ardea alba Garza blanca A R J
Bubulcus ibis Garcita bueyera F R J
Butorides striata Garcita azulada F VE N

Continúa

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
120
NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P.ESTAC. NIDIF.

FAMILIA:
THRESKIORNITHIDAE
Phimosus infuscatus Cuervillo cara pelada F R J
Plegadis chihi Cuervillo de cañada C R J
Platalea ajaja Espátula rosada R VO J
FAMILIA: CICONIIDAE
Mycteria americana Tuyuyú R R J
Ciconia maguari Cigüeña americana E R I
FAMILIA: CATHARTIDAE
Coragyps atratus Jote cabeza negra R I I
Cathartes aura Jote cabeza colorada O I I
FAMILIA: PHOENICOPTERIDAE
Phoenicopterus chilensis Flamenco austral O VO NN
FAMILIA: ANHIMIDAE
Chauna torquata Chajá F R J
FAMILIA: ANATIDAE
Dendrocygna viduata Sirirí pampa F PVE I
Dendrocygna bicolor Sirirí colorado E PVE I
Coscoroba coscoroba Coscoroba R PVE I
Cygnus melanocorypha Cisne cuello negro R PVE I
Amazonetta brasiliensis Pato cutirí C R J
Anas platalea Pato cuchara O I I
Anas bahamensis Pato gargantilla R VO I
Anas versicolor Pato capuchino F VO J
Anas flavirostris Pato barcino C VO I
Anas georgica Pato maicero F VO PN
Netta peposaca Pato picazo F VO PN
Callonetta leucophrys Pato de collar R VO I
Oxyura vittata Pato zambullidor chico O I I
Heteronetta atricapilla Pato cabeza negra O VO I
Nomonyx dominicus Pato fierro O VO PN
FAMILIA: ACCIPITRIDAE
Pandion haliaetus Águila pescadora O VEN NN
Elanus leucurus Milano blanco C R PN
Rosthramus sociabilis Caracolero C PR J
Circus buffoni Gavilán planeador C R J
Circus cinereus Gavilán ceniciento R R J
Accipiter erythronemius Esparvero común E R PN
Buteogallus urubitinga Águila negra O I I
Parabuteo unicinctus Gavilán mixto F R PN
Buteo magnirostris Taguató común C R N
Buteo swainsoni Aguilucho langostero O VEN NN
FAMILIA: FALCONIDAE
Caracara plancus Carancho C R J
Milvago chimango Chimango A R J
Spiziapteryx circumcinctus Halconcito gris O VO I
Falco sparverius Halconcito colorado E R N
Falco peregrinus Halcón peregrino R VE J
Falco femoralis Halcón plomizo E R PN
FAMILIA: RALLIDAE
Laterallus melanophaius Burrito común F R N
Laterallus leucopyrrhus Burrito colorado R R PN
Aramides cajanea Chiricote E R PN
Aramides ypecaha Ipacaá C R PN
Pardirallus sanguinolentus Gallineta común E R PN
Pardirallus maculatus Gallineta overa R R PN
Gallinula chloropus Pollona negra F R N
Gallinula melanops Pollona pintada R R PN
Fulica leucoptera Gallareta chica R R PN
Fulica rufifrons Gallareta escudete rojo R R PN
Fulica armillata Gallareta ligas rojas R R PN
Porphyrio martinicus Pollona azul R VE N
FAMILIA: ARAMIDAE
Aramus guarauna Carau F R J
FAMILIA: JACANIDAE
Jacana jacana Jacana F R N
FAMILIA: ROSTRATULIDAE
Nycticryphes semicollaris Aguatero R R PN

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
121
NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P.ESTAC. NIDIF.

FAMILIA: RECURVIROSTRIDAE
Himantopus melanurus Tero-real F R PN
FAMILIA: CHARARIDRIIDAE
Vanellus chilensis Tero común A R N
Pluvialis dominica Chorlo pampa O VEN NN
Charadrius collaris Chorlito de collar E PR PN
FAMILIA: SCOLOPACIDAE
Gallinago paraguaiae Becasina común E R PN
Bartramia longicauda Batitú E VEN NN
Tringa flavipes Pitotoi chico F VEN NN
Tringa melanoleuca Pitotoi grande E VEN NN
Tringa solitaria Pitotoi solitario E VEN NN
Actitis macularia Playerito manchado R VEN NN
Calidris fuscicollis Playerito rabadilla blanca O VEN NN
Calidris bairdii Playerito unicolor R VEN NN
Calidris melanotos Playerito pectoral O VEN NN
Phalaropus tricolor Falaropo común O VEN NN
FAMILIA: LARIDAE
Chroicocephalus cirrocephalus Gaviota capucho gris F PVI I
Chroicocephalus maculipennis Gaviota capucho café C PR I
Larus dominicanus Gaviota cocinera E VI NN
Chlidonias niger Gaviotín negro O VEN NN
Phaetusa simplex Atí E R PN
Sterna superciliaris Gaviotín chico común R R PN
Rynchops niger Rayador R VO NN
Sterna trudeaui Gaviotín lagunero R VO NN
FAMILIA: COLUMBIDAE
Columba livia Paloma doméstica F R N
Patagioenas picazuro Paloma picazuró A R N
Patagioenas maculosa Paloma manchada E R N
Zenaida auriculata Torcaza A R N
Columbina picui Torcacita común A R N
Columbina talpacoti Torcacita colorada F R N
Leptotila verreauxi Yerutí común C R N
FAMILIA: PSITTACIDAE
Aratinga leucophthalma Calancate ala roja R R? PN
Myiopsitta monachus Cotorra común A R N
FAMILIA: CUCULIDAE
Coccyzus melacoryphus Cuclillo canela F VE N
Coccyzus cinereus Cuclillo chico E VE N
Guira guira Pirincho A R N
Piaya cayana Tingazú R R PN
Crotophaga ani Anó chico O VO I
Tapera naevia Crespín C VE N
FAMILIA: TYTONIDAE
Tyto alba Lechuza de campanario F R N
FAMILIA: STRIGIDAE
Otus choliba Alilicucu común C R N
Bubo virginianus Ñacurutú R R N
Athene cunicularia Lechucita vizcachera C R N
Asio clamator Lechuzón orejudo R R N
Asio flammeus Lechuzón de campo O I I
Glaucidium brasilianum Caburé chico R R N
FAMILIA: CAPRIMULGIDAE
Podager nacunda Ñacundá E PVE PN
Caprimulgus parvulus Atajacaminos chico F VE PN
Hydropsalis torquata Atajacaminos tijera E VE N
Chordeiles minor Añapero boreal R VEN NN
Caprimulgus longirostris Atajacaminos ñañarca R VI NN
FAMILIA: TROCHILIDAE
Chlorostilbon aureoventris Picaflor común C PR N
Hylocharis chrysura Picaflor bronceado C PR N
Leucochloris albicollis Picaflor garganta blanca E PR PN
Heliomaster furcifer Picaflor de barbijo O VE PN
FAMILIA: ALCEDINIDAE
Megaceryle torquata Martín pescador grande C R PN
Chloroceryle amazona Martín pescador mediano F R N
Chloroceryle americana Martín pescador chico C R N
Continúa

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
122
NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P.ESTAC. NIDIF.

FAMILIA: PICIDAE
Picumnus cirratus Carpinterito común F R N
Melanerpes candidus Carpintero blanco O VO NN
Picoides mixtus Carpintero bataraz chico C R N
Colaptes campestris Carpintero campestre F R N
Colaptes melanochloros Carpintero real C R N
FAMILIA: FURNARIIDAE
Geositta cunicularia Caminera común O VI NN
Upucerthia certhioides Bandurrita chaqueña R R PN
Cinclodes fuscus Remolinera común E VI NN
Furnarius rufus Hornero A R N
Leptasthenura platensis Coludito copetón F R N
Leptasthenura aegithaloides Coludito cola negra R VI NN
Schoeniophylax phryganophilus Chotoy C R N
Synallaxis frontalis Pijuí frente gris C R N
Synallaxis albescens Pijuí cola parda E PVE PN
Synallaxis spixi Pijuí plomizo E PR PN
Cranioleuca sulphurifera Curutié ocráceo R R PN
Cranioleuca pyrrhophia Curutié blanco C R N
Limnornis curvirostris Pajonalera pico curvo O-R I I
Certhiaxis cinnamomeus Curutié rojizo C R N
Asthenes pyrrholeuca Canastero coludo F VI NN
Asthenes baeri Canastero chaqueño R R N
Asthenes hudsoni Espartillero pampeano R I I
Phacellodomus ruber Espinero grande F R N
Phacellodomus sibilatrix Espinero chico C R N
Phacellodomus striaticollis Espinero pecho manchado C R N
Spartonoica maluroides Espartillero enano R PR I
Phleocryptes melanops Junquero F R PN
Anumbius annumbi Leñatero F R N
Pseudoseisura lophotes Cacholote castaño E R N
Syndactila rufosuperciliata Ticotico común O I I
FAMILIA: DENDROCOLAPTIDAE
Drymornis bridgesii Chinchero grande O I I
Lepidocolaptes angustirostris Chinchero chico C R N
FAMILIA: THAMNOPHILIDAE
Thamnophilus ruficapillus Choca corona rojiza C R N
Thamnophilus caerulescens Choca común R R N
FAMILIA: TYRANNIDAE
Hemitriccus margaritaceiventer Mosqueta ojo dorado F R N
Camptostoma obsoletum Piojito silbón C PR N
Suiriri suiriri Suirirí común C R N
Sublegatus modestus Suirirí pico corto R VE PN
Elaenia spectabilis Fiofío grande C VE N
Elaenia parvirostris Fiofío pico corto C VE N
Serpophaga nigricans Piojito gris C PR N
Serpophaga subcristata Piojito común C R N
Serpophaga cf. griseiceps Piojito trinador F VI NN
Anairetes flavirostris Cachudito pico amarillo O VI NN
Pseudocolopteryx flaviventris Doradito común O I I
Tachuris rubrigastra Tachuri sietecolores E R PN
Neoxolmis rufiventris Monjita chocolate O VI NN
Neoxolmis rubetra Monjita castaña O VI NN
Euscarthmus meloryphus Barullero C VE N
Phylloscartes ventralis Mosqueta común E R PN
Pyrocephalus rubinus Churrinche C VE N
Myiophobus fasciatus Mosqueta estriada C PVE N
Lathrotriccus euleri Mosqueta parda R VE PN
Xolmis cinereus Monjita gris O I I
Xolmis coronatus Monjita coronada R VI NN
Xolmis irupero Monjita blanca E PVI PN
Muscisaxicola macloviana Dormilona cara negra O VI NN
Lessonia rufa Sobrepuesto común C VI NN
Knipolegus cyanirostris Viudita pico celeste E VE PN
Knipolegus aterrimus Viudita común O-Acc? VI NN
Hymenops perspicillatus Pico de plata F R N
Satrapa icterophrys Suirirí amarillo F PVE N
Fluvicola albiventer Viudita blanca E VE N
Machetornis rixosa Picabuey C R N

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
123
NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P.ESTAC. NIDIF.

Myiarchus swainsoni Burlisto pico canela F VE N


Myiarchus ferox Burlisto pico negro O?- Acc? VE?-VO? J
Myiodynastes maculatus Benteveo rayado F VE N
Tyrannus melancholicus Suirirí real A VE N
Tyrannus savana Tijereta A VE N
Griseotyrannus aurantioatrocristatus Tuquito gris R VE I-J
Pitangus sulphuratus Benteveo común A R N
FAMILIA: INCERTAE SEDIS
Pachyramphus polychopterus Anambé común C VE N
Pachyramphus viridis Anambé verdoso O I I
Xenopsaris albinucha Tijerilla F VE N
FAMILIA: COTINGIDAE
Phytotoma rutila Cortarramas C PVI I
FAMILIA:VIREONIDAE
Vireo olivaceus Chiví común C VE N
Cyclarhis gujanensis Juan chiviro F R N
FAMILIA: HIRUNDINIDAE
Petrochelidon pyrrhonota Golondrina rabadilla canela E VE I-J
Progne chalybea Golondrina doméstica C VE N
Progne modesta Golondrina negra O PVE I
Progne tapera Golondrina parda A VE N
Tachycineta leucorrhoa Golondrina ceja blanca A VE N
Tachycineta meyeni Golondrina patagónica E VI NN
Notiochelidon cyanoleuca Golondrina barranquera F R PN
Stelgidopteryx ruficollis Golondrina ribereña R VE PN
Stelgidopteryx fucata Golondrina cabeza rojiza C PR N
Hirundo rustica Golondrina tijerita C VE NN
Riparia riparia Golondrina zapadora E VE NN
FAMILIA: TROGLODYTIDAE
Troglodytes aedon Ratona común A R N
Cistothorus platensis Ratona aperdizada R I I
FAMILIA: POLIOPTILIDAE
Polioptila dumicola Tacuarita azulada A R N
FAMILIA: TURDIDAE
Turdus rufiventris Zorzal colorado A R N
Turdus amaurochalinus Zorzal chalchalero A R N
FAMILIA: MIMIDAE
Mimus triurus Calandria real F VI NN
Mimus saturninus Calandria grande A R N
FAMILIA: MOTACILLIDAE
Anthus correndera Cachirla común E R PN
Anthus hellmayri Cachirla pálida R R PN
Anthus furcatus Cachirla uña corta E R PN
Anthus lutescens Cachirla chica F R N
FAMILIA: PARULIDAE
Parula pitiayumi Pitiayumi E R PN
Basileuterus culicivorus Arañero coronado chico O PVI I
Geothlypis aequinoctialis Arañero cara negra F R N
FAMILIA: THRAUPIDAE
Thraupis sayaca Celestino común C R N
Thraupis bonariensis Naranjero E PVI PN
Stephanophorus diadematus Frutero azul R PVI PN
Pipraeidea melanonota Saíra de antifaz O PVI I
Piranga flava Fueguero común E R PN
FAMILIA: EMBERIZIDAE
Coryphospingus cucullatus Brasita de fuego O I I
Donacospiza albifrons Cachilo canela E R I
Poospiza lateralis Monterita litoral R R N
Poospiza nigrorufa Sietevestidos C R N
Poospiza melanoleuca Monterita cabeza negra F R N
Volatinia jacarina Volatinero O VE I
Sporophila caerulescens Corbatita común C VE N
Sporophila collaris Corbatita dominó E R PN
Sporophila ruficollis Capuchino garganta café O VE I
Sporophila hypoxantha Capuchino canela R VE I
Sicalis luteola Misto F PR N
Sicalis flaveola Jilguero dorado C R N

Continúa

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
124
NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN ABUND. P.ESTAC. NIDIF.

Embernagra platensis Verdón F R N


Paroaria coronata Cardenal común R R PN
Paroaria capitata Cardenilla F R N
Zonotrichia capensis Chingolo A R N
Ammodramus humeralis Cachilo ceja amarilla E R PN
FAMILIA: CARDINALIDAE
Saltator aurantiirostris Pepitero de collar E R N
Saltator similis Pepitero verdoso F R PN
Saltator coerulescens Pepitero gris F R N
Cyanoloxia glaucocaerulea Reinamora chica R PVE PN
Cyanocompsa brissonii Reinamora grande R R N
FAMILIA: ICTERIDAE
Icterus cayanensis Boyerito C R N
Cacicus solitarius Boyero negro R R N
Agelaius thilius Varillero ala amarilla F PVE J
Agelaius ruficapillus Varillero congo E VE J
Agelaius cyanopus Varillero negro F R J
Pseudoleistes virescens Pecho amarillo común C R N
Agelaioides badius Tordo músico A R N
Amblyramphus holosericeus Federal R R PN
Molothrus rufoaxillaris Tordo pico corto C R N
Molothrus bonariensis Tordo renegrido A R N
Dolichonyx oryzivorus Charlatán O VEN NN
Sturnella superciliaris Pecho colorado C PVE PN
Sturnella defilippi Loica pampeana Acc VO I
FAMILIA: FRINGILIDAE
Carduelis magellanica Cabecitanegra común A R N
FAMILIA: PASSERIDAE
Passer domesticus Gorrión C R N

BIBLOGRAFÍA

Aves Argentinas.2005. Propuesta de lineamientos para el Plan Bodrati, A. y E. Sierra. 2003. Situación actual del Cacholote
de Manejo de la Reserva Natural, Histórica y Refugio de Vida castaño (Pseudoseisura lophotes) en el norte de la provincia
Silvestre Municipal Vuelta de Obligado, San Pedro. Buenos de Buenos Aires. Nuestras Aves, 46: 41-43.
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Bodrati, A., G. Bodrati y H. Fernández. 1996-1998. Sobre la Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». 2004.
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provincia de Buenos Aires, Argentina. Nuestras Aves, 41: 29.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
125

PLANTAS DESTACADAS DE Gabriel Burgueño 1

LOS TALARES BONAERENSES


1
.Reserva Municipal Los Robles, Bto. Juárez y Williams (s/n), La Reja (1744), Moreno, Pcia. de Buenos Aires. gabrielburgue@yahoo.com.ar /
reservalosrobles@yahoo.com.ar

INTRODUCCIÓN equilibrio en la sucesión, en relación con las condi-


ciones de suelo, clima, relieve, entre otras.
La flora de la provincia de Buenos Aires alberga Los elementos dominantes del talar son: Celtis tala
más de 2100 especies (Zuloaga et al., 1999), de las (=C. spinosa), tala; Acacia caven, espinillo; Jodina
cuales se destacan más de un centenar de especies rhombifolia, sombra de toro, según descripciones de
que habitan los talares de la región. En esta contri- los alrededores de La Plata. (Cabrera, op. cit.). En
bución se presentan las especies principales de es- Martín García, se observan, además, Schinus
tos bosques xerófilos, ya sea por su dominancia en longifolius, molle y Scutia buxifolia, coronillo, entre
las comunidades, su carácter emblemático regio- otras principales (Lahitte y Hurrell, 2000). Parodi
nal o por presentar, además de su valor con poten- (1940-1-), cita para la localidad de Llavallol la exis-
cialidad utilitaria, antecedentes de cultivo y ma- tencia en esa década de ejemplares aislados de las
terial accesible para propagarlas. especies nombradas, sumadas a individuos de
El talar es un bosque denominado subclimáxico Phytolacca dioica, ombú. También se hallan talares
(Cabrera, 1949), es decir, según este autor, una co- con dominancia de coronillo en el sur de la región
munidad que ha llegado a un estado cercano al de distribución (Goya et al., 1992).

Cita sugerida: Burgueño, G. 2006. Plantas destacadas de los talares bonaerenses. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
126

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
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terísticas estructurales de los talares de la Reserva de
Biosfera «Parque Costero del Sur». Rev. Fac. Agro. La Pla-
ta 68: 53-64.

Sen de campo (Cassia corymbosa). Foto: Santiago Fernández.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
128

DIVERSIDAD DE CARÁBIDOS (INSECTA, Armando C. Cicchino 1

COLEOPTERA, CARABIDAE) DE DOS


ASOCIACIONES DE TALA EN LA
LAGUNA DE LOS PADRES, PARTIDO DE
GENERAL PUEYRREDÓN, PROVINCIA
DE BUENOS AIRES
1
Investigador científico del CONICET. Laboratorio de Artrópodos y Laboratorio de Parasitología, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales, Universidad Nacional de Mar del Plata, Deán Funes 3250, 7600 Mar del Plata, Buenos Aires. cicchino@copetel.com.ar

RESUMEN

Se estudiaron las carabidocenosis de dos asociaciones de «tala» (Celtis tala Gillies ex Planch) del margen occidental de la
Laguna de los Padres, representativas de numerosas áreas dentro del partido de General Pueyrredón, Buenos Aires. La
primera consistió en una asocación Celtis tala-Colletia paradoxa-Sambucus australis, y la restante una asociación Celtis tala-
Colletia paradoxa-Acacia melanoxylon, considerándose a cada una de ellas como una estación y fue muestreada mediante
trampas pitfall. En la primera se colectaron 374 individuos durante el ciclo anual enero-diciembre de 2000, pertenecientes a 11
especies distribuidas en 9 géneros y 6 tribus, y en la segunda un total de 136 individuos correspondientes a 9 especies en 7
géneros y 5 tribus durante el mismo período. Representan el 14,29% y 11,69% de la riqueza específica del sector intangible
de la Reserva Integral Laguna de los Padres, consistente en 77 especies en 38 géneros y 18 tribus relevadas hasta octubre de
2005. La estructura de dominancia de cada una de las dos estaciones estudiadas reflejan las diferencias entre ambos biotopos,
que tienen a la estructura y calidad de la cobertura vegetal como principal factor de la generación y mantenimiento de las
condiciones microambientales, y estos mismos factores limitan drásticamente la presencia de determinadas especies de
Carabidae. En la Estación 1 la dominancia está repartida entre tres especies (dos eudominantes y una subdominante), mientras
que las restantes 8 son minoritarias (subrecedentes). De ellas, 5 son mesófilas, 5 hidrófilas y la restante xerófila. A su vez, 2
especies son sinantrópicas (que también se comportan como hemisinantrópicas), 6 hemisinantrópicas y 2 ruderales. Cuatro
especies son eurítopas y ubicuistas, y dos ubicuistas. La composición de este ensamble carabidológico refleja una cierta
heterogeneidad microambiental de este biotopo. En la Estación 2 en cambio presenta otra estructura con dominancia más
repartida; una única especie es eudominante, mientras que otra es subdominante, cuatro recedentes, y las restantes minoritarias
(subrecedentes). Todas ellas son mesófilas. Cinco especies son sinantrópicas (que también se comportan como hemisinantró-
picas), una hemisinantrópica y dos ruderales. Ocho especies son eurítopas y ubicuistas (dos en común con la Estación 1) y
una ubicuista (en común con la Estación 1). La composición de este ensamble carabidológico refleja condiciones de mayor
homogeneidad de este biotopo, con menor humedad y estructura vegetal más abierta y simplificada. Por sus importantes roles
edáficos, y los servicios que prestan en los distintos agroecosistemas colindantes se sugiere que todos los esfuerzos de
protección y conservación estén destinados al mantenimiento efectivo de todas las asociaciones florísticas en los distintos
parches verdes como una unidad biocenológica.

Palabras clave: talares, Carabidae, asociaciones, dominancia, riqueza específica, conservación

INTRODUCCIÓN plificación del ambiente por las causas ya apunta-


das (Stupino et al., 2004). Conviene no obstante
Al presente, la mayor parte de la extensión del te- señalar que, tal como se estableció en ocasión de
rritorio bonaerense está muy modificada por ac- las sesiones de las Jornadas por la Conservación
ción antrópica como consecuencia de las activida- de los Talares Bonaerenses, los talares se extien-
des y prácticas agropecuarias intensivas o exten- den hoy mucho más al sur que lo establecido clási-
sivas (Cirio, 1991; Senigagliesi, 1991; Darwich, camente por Parodi (1940) y Cabrera (1945), lle-
1991; Glave 1991; Viglizzo et al., 2002). Además, gando al menos hasta las proximidades de
los espacios ocupados por las ciudades y demás Necochea (Deschamps et al., 2003), y están en ex-
centros urbanizados representan una superficie pansión hacia el oeste, iniciándose muchos de ellos
considerable, máxime cuando se constituyen en como «talares de alambrada» (Farina, 2006, este
centros administrativos o turísticos de relevan- volumen).
cia, como es el caso de la ciudad de Mar del Plata, El complejo de talares de la Laguna de los Padres
ciudad turística por excelencia a nivel local, nacio- constituye una de las comunidades extrazonales
nal e internacional (Cicchino, 2003). Dentro de este de Celtis tala Gillies ex Planch (Celtidaceae) del su-
contexto, los talares costeros del oriente bonaeren- deste de la provincia de Buenos Aires. Presenta un
se han sufrido distinto grado de reducción por sim- gran interés entomofaunístico debido a su asocia-

Cita sugerida: Cicchino, A. C. 2006. Diversidad de carábidos (insecta, coleoptera, carabidae) de dos asociaciones de tala en la
Laguna de los Padres, partido de General Pueyrredón, provincia de Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
útil acerca del estado sucesional de dichos siste- 129
mas (Agosti & Sciaky, 1998) y a su vez pueden
transformarse en buenos indicadores del estado
de alteración de hábitat particulares (Thiele, 1977;
Brandmayr, 1980; Lövei y Sunderland, 1996). Te-
niendo en cuenta las particularidades que ofrecen
las distintas especies de Carabidae presentes en el
área de la Reserva de la Laguna de los Padres, es el
propósito de este trabajo estudiar la carabidoce-
nosis existente en parche con la asociación «tala»-
»curro»-»saúco», típica de muchos ambientes den-
tro del partido de General Pueyrredón (Cabrera,
1945), comparándola con una segunda asociación
frecuente también en el mismo ámbito geográfico:
«curro»-»tala»-»acacia negra», planteándose los
siguientes objetivos: 1.-Identificar y cuantificar los
ensambles carabidológicos de una y otra asocia-
ción; 2.-Comparar la estructura de dominancia de
las carabidocenosis en ambas asociaciones; 3-Ca-
racterizar las especies con mayor dominancia por
sus preferencias a particulares condiciones del o los
hábitats frecuentados, sus roles ecológicos y su re-
lación con las actividades agropecuarias locales.

MATERIALES Y MÉTODOS

Situación de la Laguna de los Padres


Se encuentra ubicada en el ámbito de la Reserva
Integral Laguna de los Padres, en proximidades
del centro geográfico del partido de General
Pueyrredón (Lám. 1, fig. 1) (37º 56’ S, 57º 44’ W).
Tiene una superficie de 687 ha, con dimensiones
Lámina 1. Situación de la Laguna de los Padres (1) y locali- máximas de 2065 m de longitud y 1700 m de an-
zación de las dos estaciones de muestreo (2). En la figura 3 cho, respectivamente, y se sitúa en el centro de uno
se ha marcado el área de muestreo en un fotograma de un de los cinturones agrícolas de mayor importancia
vuelo fotogramétrico del año 1967, mostrando los talares y de la provincia de Buenos Aires (Lám. 1, fig. 2).
sus asociaciones, las que persisten hoy en día, y la ubica- Tiene un sector intangible, que constituye la reser-
ción de ambas estaciones (4). va estricta, que se extiende por todo su margen
centro y sudoccidental. Detalles de su geología,
ción con la citada laguna, la cual posee anteceden- geomorfología, pedología y climatología han sido
tes geomorfológicos que le son propios y el hecho aportados por Cicchino (2003).
de constituir uno de los 5 hábitats únicos de la
cuenca de pendiente atlántica de la provincia de
Buenos Aires (Gómez & Toresani en Canevari et Características florísticas generales
al.,. 1998). Por esta razón, se ha encarado un estu- La parcela correspondiente al sector intangible de
dio entomológico integral que se inició en el año la Reserva está caracterizada por diversas
2000 y continúa al presente. Una esfuerzo consi- gramíneas y latifoliadas que alternan con exten-
derable se focalizó en los representantes de la fa- siones de Stipa sp.y manchones de Colletia paradoxa
milia Carabidae por su íntima relación con los pro- (Spreng.) Escal. («curro»), arbusto leñoso, espino-
cesos biológicos y estructurales del suelo (Edwards so y subáfilo, especie autóctona de amplia difu-
et al., 1979; Sotherton, 1985; Marasas et al. 1997, sión en sectores vírgenes y Rubus sp. («Zarzamo-
2001; Tyler y Ellis 1979; Kroos y Schaefer, 1998; ra»), invasora de amplia difusión en las últimas
Brussaard, 1998; Thomas & Marshall, 1999; décadas y hoy una verdadera plaga en terrenos de
Camardelli Uzeda et al., 2000; Marasas, 2002; todo tipo. Alternando con todos ellos, hay parches
Cicchino et al., 2003; Cicchino et al., 2005). de distintas especies de Baccharis (Asteraceae), des-
El estudio de la carabidocenosis de los talares de la de sufruticosas hasta arbustivas y aun arbores-
Argentina está apenas en sus comienzos, siendo centes (B. dracunculifolia). Hay también pequeñas
no obstante sumamente interesantes los resulta- extensiones que conservan «talas» formando
dos preliminares obtenidos en talares del sudeste talares de barda que están en la actualidad en pau-
de la pProvincia de Buenos Aires (Cicchino 2004, latina expansión hacia los sectores más altos. Aquí
2005). Está bien documentado que las preferencias se observan asociaciones de tala con distintas es-
de hábitat de determinadas especies presentes y pecies arborescentes o arbóreas indígenas tales
su dominancia relativa dentro de la carabidoce- como «curro» (Lám. 2 fig. 1) y «saúco» (Sambucus
nosis propia de cada sistema brinda información australis Cham. et Schlecht.) (Lám. 2 fig. 2), y otras

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
130 introducidas como «acacia negra» (Acacia des, de 3-14 cm de diámetro de pecho (Lám.2 fig. 3),
melanoxylon R. Brown) y «eucalipto» (Eucalyptus sp.) flanqueados por algunos individuos de mayor por-
y «ligustro» (Ligustrum lucidum Aiton) (Lám. 2, fig. te. Forma parte de toda una serie concatenada de
1). Las asociaciones con las 2 primeras datan de parches que se extienden a través de todo el margen
más de 50 años, tal como constan en vuelos sudoccidental de la laguna (Lám. 1, fig. 4). El suelo
fotogramétricos de la época (Lám. 1, figs. 3 y 4). está cubierto por un espeso mantillo constituido
Algunos ejemplares de «tala» son antiguos, obser- mayoritariamente por fragmentos caulinares de
vándose individuos con diámetro de pecho -DAP- «curro» y «tala», el que hacia fines del verano al-
mayor de 40 cm, derechos y con altura superior a canza más de 3 cm de espesor. La vegetación herbá-
los 8 m. Éstas se desarrollan en los sectores más cea está constituida por el helecho (Blechnum
altos de las lomas loéssicas, así también como en auriculatum Cav.), persistente todo el año, y
las laderas de las mismas. En los parches con pre- estacionalmente la «flor de pitito» (Fumaria capreolata
eminencia de individuos más antiguos, escasean L.) (Lám. 2, figs. 4 a 6). Estación 2, un parche localiza-
los individuos jóvenes, probablemente debido a la do en la cima de una lomada y consistente en una
competencia entre individuos de diferentes eda- asociación de «tala» con «curro», formada por indi-
des, fenómeno que no se observa en aquellos cons- viduos jóvenes (diámetro de pecho 3-10 cm) ence-
tituidos casi con exclusividad por individuos jó- rrando un pequeño stand de «acacia negra» (Acacia
venes (Horlent et al., 2003). melanoxylon) de mucha mayor antigüedad (DAP >25
cm). El suelo está cubierto todo el año por un espeso
mantillo formado en su mayor parte por los filodios
Estaciones de muestreo de esta última y fragmentos caulinares de curro y
Se establecieron dos estaciones de muestreo, que tala. En primavera y parte del verano crece esparci-
corresponden a las dos asociaciones de tala a que se da y perimetralmente también Fumaria capreolata.
hiciera referencia, y que ofrecen las siguientes ca-
racterísticas particulares. Estación 1, un parche ubi- Método de muestreo
cado en una lomada en pendiente hacia la laguna, Para hacer un muestreo de las especies de
consistente en una asociación de tala con curros y Carabidae se utilizaron las clásicas trampas
saúco, y que incluye individuos de distintas eda- pitfall, como en anteriores estudios, las que, pese a

Lámina 2: 1, talar de barda del margen


occidental de la Laguna de los Padres,
asociado con matas de «curro» (a la
derecha) y «ligustro» (hacia la izquier-
da); 2, Otro sector, asociado con «saú-
co» (hacia el centro); 3, Estación 1, aso-
ciación «tala» (T)-»curro» (C)-»sauco»
(S), tomada durante en mes de octu-
bre; 4, suelo con densas matas de
Blechnum auriculatum entre individuos
de «tala» (T) y «curro» (C ), tomado en
el mes de febrero (la flecha indica la
localización de una trampa pitfall); 5,
suelo tomado en primavera temprana,
con matas de Blechnum (B) y Fumaria
capreolata (F), nótese el espeso y apre-
tado mantillo (M); 6, matas de Blechnum
creciendo entre el espeso mantillo de
más de 3 cm. de espesor formado por
restos caulinares de «curro» y «tala»

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
sus limitaciones continúan siendo de elección para lógicas. Se dispusieron un total de 5 trampas dis- 131
estudios de esta índole (ver Cicchino, 2003, 2005; puestas en una única transecta lineal en cada una
Cicchino et al., 2003, 2005). Éstas consisten en po- de las dos estaciones relevadas.
tes comerciales de plástico de 11 cm de diámetro
por 12 cm de alto y 850 cm3 de capacidad, los que Identificación de las especies capturadas
fueron enterrados de forma tal que la boca queda- Se llevó a cabo utilizando la bibliografía específica
se entre 1 y 2 cm por debajo de la superficie del y las claves confeccionadas por el autor para to-
suelo franco (mantillo excluido). Fueron provistos das las especies del área (Cicchino, inédito). Sola-
con 400 ml de una mezcla compuesta por salmue- mente se ha considerado el estado adulto debido a
ra conteniendo 2% de formalina y detergente do- que el conocimiento actual referido a las larvas de
méstico como agente tensioactivo. Su contenido se nuestras especies de Carabidae es aún insuficien-
recambió cada mes calendario aproximadamente, te. Para la caracterización de las especies según su
según lo permitieran las circunstancias meteoro- morfología, adaptaciones, diversidad de hábitat,

Tabla 1: elenco de las especies de Carabidae halladas en el sector intangible de la Reserva Integral Laguna de los
Padres al 8-X-2005. La sigla «T» indica las especies presentes en la asociación tala-curro-saúco y «A» en la asocia-
ción tala-curro-acacia negra

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
132 ubicuismo y preferencias de humedad se siguió a y 6 tribus, y en la Estación 2 un total de 136 indivi-
Cicchino (2003, 2005), Cicchino y Farina (2005) y duos correspondientes a 9 especies en 7 géneros y
Cicchino et a.l (2003, 2005). 5 tribus durante el mismo período. Representan el
14,29% y 11,69% de la riqueza específica del sector
Análisis de la dominancia intangible de la Reserva Integral Laguna de los
Para establecer la dominancia entre las especies Padres, consistente en 77 especies en 38 géneros y
de cada estación se procedió al cálculo de la distri- 18 tribus relevadas al 15-X-2005 (Tabla I).
bución porcentual de las mismas sobre el total de Un total de cuatro especies son compartidas por
los individuos capturados, comparando posterior- ambas asociaciones, aunque con actividad-densi-
mente los resultados según la escala propuesta por dad diferenciales. Las restantes 12 están represen-
Tischler (1949) (ver Rancati, 1996; Agosti & Sciaky tadas minoritariamente en ambas asociaciones
1998) según el siguiente detalle: Eudominante > 10 (Tabla II), y serán comentadas más adelante.
%, Dominante entre 5 y 10 %, Subdominante entre La estructura de dominancia para ambas estacio-
2 y 5 %, Recedente entre 1 y 2 %, y Subrecedente < nes muestra marcadas diferencias en composición
1 %. Esta dominancia, expresada en un histograma, y en dominancia relativa para tres de las cuatro
constituye la estructura de dominancia (también especies que tienen en común. (Lám.3, figs. 1 y 2).
denominada espectro de dominancia) de cada am- En la Estación 1 la dominancia está repartida en-
biente (o biotopo), y traduce adecuadamente las tre tres especies (dos eudominantes y una
relaciones existentes entre las especies más frecuen- subdominante), mientras que las restantes 8 son
tes en cada uno de ellos (Zelennkova y Hurka, 1990). minoritarias (subrecedentes). De ellas, 5 son
mesófilas, 5 hidrófilas y la restante xerófila. A su
Fenología vez, 2 especies son sinantrópicas (que también se
Los datos obtenidos por captura con trampas comportan como hemisinantrópicas), 6 hemisi-
pitfall permiten determinar el porcentaje aproxi- nantrópicas y 2 ruderales. Cuatro especies son
mado de individuos activos para un período dado, eurítopas y ubicuistas, y dos ubicuistas (Tabla III).
lo cual representa también un muy buen índice de En la Estación 2, en cambio, presenta otra estruc-
la densidad de cada una de las especies capturadas tura con dominancia más repartida; una única es-
en un ambiente o biotopo particular (Baars, 1979). pecie es eudominante, mientras que otra es
Para el tipo de análisis que se ha pretendido darle a subdominante, cuatro recedentes y las restantes
este trabajo se han agrupado y tabulado las mues- minoritarias (subrecedentes). Todas ellas son
tras por estación del año según el siguiente detalle: mesófilas. Cinco especies son sinantrópicas (que
verano (enero, febrero, marzo), otoño (abril, mayo, también se comportan como hemisinantrópicas),
junio), invierno (julio, agosto, septiembre) y prima- una hemisinantrópica y dos ruderales. Ocho espe-
vera (octubre, noviembre, diciembre). cies son eurítopas y ubicuistas (dos en común con
la estación 1) y una ubicuista (en común con la
Estación 1) (Tabla III).
RESULTADOS
DISCUSIÓN
En la Estación 1 se colectaron 374 individuos du-
rante el ciclo anual enero-diciembre de 2000, per- La calidad y estructura de la vegetación de un
tenecientes a 11 especies distribuidas en 9 géneros biotopo o ambiente particular son dos factores que

Tabla II: número de individuos capturados en las estaciones 1 y 2, agrupados por estación del año.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
133

Tabla III: Preferencias de Humedad (HU), Sinantropía, hemisinantropía preferencias de biotopo y ubicuismo de las
especies de Carabidae capturadas en la Estación 1 y Estación 2. Abreviaturas: H = hidrófila, M = mesófila, X = xerófila,
S = sinantrópica, Hs = hemisinantrópica, Eu = eurítopa, U = ubicuista. Datos de Cicchino, 2003; Cicchino et al., 2003:
Cicchino & Farina, 2005).

Lámina 3. Estructuras de
dominancia de la Estación
1 (1) y Estación 2 (2). Se
muestran fotografías de
las 16 especies captura-
das en ambas estaciones.

limitan drásticamente la presencia de determina- (Magura, 2002; Fournier & Loreau, 2002; Pfiffner &
das especies de Carabidae en él (Refseth, 1980), y a Luka, 2000), en la que juega un rol relevante la pro-
su vez puede constituir un obstáculo importante pia estructura del paisaje, la que también afecta en
para el desplazamiento de muchas de las especies gran medida su distribución temporal (French &
de mayor tamaño, con la consecuente reducción Elliot 1999, Landis et al. 2002, Niemelä 2001, Driscoll
de su actividad (Luff, 1986; Sciaky et al., 1993). Debe & Weir 2005). Todos estos factores también actúan
considerarse, además, que la multiplicidad de fac- desigualitariamente en los distintos niveles
tores ligados a que son producto de la cobertura y tróficos, siendo los predatores y omnívoros los
estructura vegetal, la composición y distribución más afectados (Purtauf et al. 2005).
del mantillo, la tipología edáfica, las característi- La estructura de dominancia de cada una de las
cas topográficas y climáticas, la disponibilidad de dos estaciones estudiadas refleja las diferencias
presas y el grado de antropización determinan los entre ambos biotopos, que tiene a la estructura y
patrones de distribución espacial de los carábidos calidad de la cobertura vegetal como principal fac-

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
134 tor de la generación y mantenimiento de las con- 25 mm (S. anthracinus). La estructura del mantillo y
diciones microambientales, visto la paridad en la vegetación herbácea no se evidencia como un obs-
estructura edáfica y geomorfológica ya comenta- táculo efectivo para el desplazamiento de las dis-
da. La Estación 1, merced a la disposición apreta- tintas especies de este ensamble, aun para las de
da con copas entrelazadas de «curro» con «tala» y mayor talla corporal. La especie eudominante, A.
«saúco», genera un microambiente con manteni- bonariensis, ya ha sido comentada, y por su euritopía
miento de condiciones de humedad relativamente y ubicuismo no nos brinda información de valor
alta, lo que facilita también la profusión del hele- acerca de las condiciones microambientales. Las
cho Blechnum auriculatum, que contribuye a mante- subdominantes comprenden 3 especies. Dos tie-
ner estas condiciones, con discreta variación, du- nen hábitos básicamente fitófagos u omnívoros:
rante todo el año; acción facilitada también por el N. A. cupripennis y A. posticus, ambas ubicuistas y
espeso mantillo ya descripto. En cambio, en la Es- hemisinantrópicas (no obstante que la primera sea
tación 2, la asociación «curro»-»tala» -con indivi- también eurítopa y se comporta como una especie
duos de distintas edades- rodea perimetralmente francamente sinantrópica, ver Cicchino, 2003). La
y de manera más laxa un parche de Acacia restante es predatora, Argutoridius sp. nº 1, una es-
melanoxylon con individuos que superan los 6 m de pecie nueva para la ciencia que frecuenta terrenos
altura, disposición que genera condiciones de ma- abiertos y cortaderales del sur y sudeste de la pro-
yor luminosidad y aireación, por lo que la conser- vincia de Buenos Aires y abundante en el ámbito
vación de la humedad a nivel del suelo es conside- de la laguna. Las recedentes comprenden 2 espe-
rablemente menor que en la Estación 1. cies ubicuistas, eurítopas y sinantrópicas, que por
En la Estación 1 la totalidad de las especies son de estas condiciones son ininformativas: S. anthracinus
tamaño mediano a pequeño (< 11 mm de longitud y L. simplex, ambas predatoras. La restante es una
corporal), muy probablemente debido a la altura interesantísima especie del género Apenes (proba-
y apretada disposición del mantillo que se consti- blemente una especie inédita), que habita funda-
tuye en un obstáculo insalvable para el desplaza- mentalmente terrenos abiertos con tenor de hu-
miento de las especies de mayor talla (Luff, 1986; medad importante tales como paspaletos lindan-
Sciaky et al., 1993), incluso para S. anceps, una espe- tes con humedales y los serranos del este y sudeste
cie de 9-11 mm abundante en los ambientes abier- de la provincia de Buenos Aires. La composición
tos aledaños (un único individuo capturado a lo de este ensamble carabidológico refleja condicio-
largo de un año). De las dos especies Eudominantes, nes de mayor homogeneidad de este biotopo, con
A. bonariensis es eurítopa y ubicuista, que se ha vuel- menor humedad y estructura vegetal más abierta
to sinantrópica (o hemisinantrópica según los ca- y simplificada, siendo las 9 especies que la inte-
sos) y es omnipresente tanto en ambientes natu- gran mesófilas.
rales, naturaliformes, simplificados y fragmenta- Desde el punto de vista funcional la visión de am-
dos (Cicchino, 2003; Cicchino et al., 2005; Cicchino bas carabidocenosis es, sin embargo, muy distin-
y Farina, 2005), siendo incluso una especie pionera ta. La totalidad del elenco específico que las com-
que recoloniza estos ambientes luego de incendios ponen, independientemente de sus preferencias de
en todo el ámbito de la Laguna de los Padres. La hábitat, son fundamentalmente edáficas y cum-
restante, I. discosulcatum, es una especie ubicuista y plen importantes funciones en el suelo. Como pre-
francamente hidrófila que se comporta como dadores específicos o inespecíficos podrían actuar
hemisinantrópica, prefiriendo sitios con abundan- como controladores naturales de determinadas
te cobertura vegetal que mantienen un tenor cons- especies consideradas plagas reales o potenciales
tante de humedad, incluyendo talares (Cicchino, en diferentes niveles de la cadena trófica (Krooss &
2005) y los parches verdes de las ciudades Schaefer, 1998; Edwards et al., 1979; Hengeveld,
(Cicchino, 2003). Estas dos especies son fundamen- 1980; Holliday & Hagley, 1978; Tyler & Ellis, 1979;
talmente predatoras bastante inespecíficas. La Sotherton, 1984). También tienen un rol prepon-
subdominante, A. posticus, es una especie ubicuista, derante en la incorporación de materia orgánica
mesófila y que se comporta como en sus fases iniciales (especies predominantemen-
hemisinantrópica. Es básicamente fitófaga, aun- te fitófagas), intermedias (especies detritívoras) o
que, como acontece con otros Harpalini más bien finales (especies omnívoras y predatoras). Todas
debe considerársela como omnívora oportunista ellas actúan, por lo tanto, en la degradación y des-
(Hinton, 1945). Las especies con dominancia composición de la materia orgánica y, por ende, en
recedente incluyen 4 que son hidrófilas, 3 mesófilas el reciclado de nutrientes del suelo (Cookson et al.,
y 1 xerófila. La composición de este ensamble 1998; Brussaard, 1998; Verhoef & Brussard, 1990;
carabidológico refleja una cierta heterogeneidad Camardelli Uzeda et al., 2000). Muchos, con la for-
microambiental de este biotopo (Cicchino et al., mación de cuevas y galerías (especies fosoras y
2003). Estas propiedades de mayor heterogenei- cavadoras), mejoran la estructura del suelo aumen-
dad y estabilidad microambiental, propia de las tado la aireación, infiltración del agua y penetra-
asociaciones nativas de este tipo, son adecuadas ción de las raíces (Gassen, 2000). Todos estos roles
como sitios de refugio, reproducción y dispersión favorecen la productividad de los cultivos (Juma,
de muchas especies de Carabidae que cumplen ro- 1993; Vreeken-Buijs et al., 1998). Por estas razones
les importantes dentro de todo el sistema (Thomas el mantenimiento de la abundancia y diversidad
& Marshall, 1999). de las Carabidae y otros Coleoptera edáficos en
La Estación 2 incluye especies con tamaño varia- estas asociaciones, así también como la protección
do, que van desde 4-5 mm (A. bonariensis) hasta 18- de los mismos en los demás ambientes vegetados

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
de todo el entorno de la Laguna de los Padres, se Necochea- (147 especies efectivamente relevadas 135
constituyen en elementos importantes al multi- hasta el 15-X-2005 dentro de los límites políticos
plicar proporcionalmente los protagonistas para de estos partidos). La protección efectiva de todos
cada rol funcional (Marasas et al, 2001). Este hecho estos sitios verdes de extensión relativamente re-
tiene una gran importancia debido a que este mo- ducida en el ámbito de la Reserva y zona de in-
saico de parches verdes se constituye en un fluencia, maximizan el mantenimiento de la beta
reservorio de grandes dimensiones para múltiples diversidad carabidológica en toda esta zona y
especies que colonizan y/o recolonizan los campos áreas colindantes, confrontando así la tendencia
de labor colindantes (Sortherton, 1984; Marasas, generalizada de dirigir los esfuerzos de conserva-
2002), en los cuales sus roles son fundamentales ción sólo a aquellas áreas con mayor extensión te-
para la sustentabilidad, máxime tratándose de rritorial (Tscharntke et al., 2002). Por esta razón es
ambientes simplificados y fragmentados por las que sugerimos que todos los esfuerzos de protec-
prácticas agrícolas, siendo estos terrenos, además, ción y conservación estén destinados al manteni-
los de mayor valor económico de todo el cinturón miento efectivo de todas ellas como una unidad
hortícola local. biocenológica.

CONCLUSIONES AGRADECIMIENTOS

Desde el punto de vista faunístico, los ensambles Al Instituto de Geología de Costas y del
carabidológicos ambas asociaciones de «tala» in- Cuaternario de la Universidad Nacional de Mar
cluyen 16 especies en 13 géneros y 8 tribus, repre- del Plata, por su buena disposición para la
sentando el 20,77% de la riqueza específica de todo efectivización de estos muestreos colaterales den-
el entorno circunlacunar, integrado por 77 espe- tro de un plan de relevamiento biológico integral
cies en 38 géneros y 18 tribus, lo que representa el de la Laguna de los Padres, y el apoyo logístico
52,38 % de la riqueza total de los cinco partidos del para su recolección y procesamiento en campaña
sudeste bonaerense -Mar Chiquita, General y laboratorio.
Pueyrredón, General Alvarado, Lobería y

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TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
137

DIVERSIDAD DE CARÁBIDOS (INSECTA, Armando C. Cicchino 1

COLEOPTERA, CARABIDAE) DE UN TALAR


JOVEN DE LA LAGUNA NAHUEL RUCÁ,
PARTIDO DE MAR CHIQUITA, PROVINCIA
DE BUENOS AIRES
1
Investigador científico del CONICET. Laboratorio de Artrópodos y Laboratorio de Parasitología, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales, Universidad Nacional de Mar del Plata, Deán Funes 3250, 7600 Mar del Plata, Buenos Aires. cicchino@copetel.com.ar

RESUMEN

Se estudió el ensamble de especies de carabidae de un talar joven (32 años de antigüedad y aproximadamente 0,4 ha) de
manera comparativa con el propio de un talar centenario aledaño de una extensión aproximada de 16 ha. En el talar joven se
colectaron un total de 48 especies en 27 géneros y 14 tribus. En el talar de mayor edad: 77 especies en 32 géneros y 17 tribus.
Representan el 58,54% y 93,90% de la riqueza específica de todos los talares de la Laguna Nahuel Rucá, consistente en 82
especies en 37 géneros y 17 tribus relevadas al 15-X-2005. El talar joven tiene 5 especies que aun no han sido colectadas en
el talar centenario, y este último cuenta con 31 especies que, a la fecha, no se han colectado en el primero. Las estructuras de
dominancia de estos dos talares estudiados reflejan las diferencias entre ambos biotopos, que tienen a la estructura y calidad
de la cobertura vegetal y a su ubicación y emplazamiento como principal factor de la generación y mantenimiento de las
condiciones microambientales, que limitan la actividad de determinadas especies y la presencia o ausencia de otras. Indican a
su vez condiciones de estabilidad, indicando que ambos constituyen comunidades subclimáxicas con características propias.

Palabras clave: Carabidae, talares, Nahuel Rucá, dominancia, faunística, conservación.

INTRODUCCIÓN 2002; Marasas et al., 1997, 2001; Cicchino et al.,


2003, 2005; Cicchino, 2006, este volumen) y su va-
El talar de Nahuel Rucá constituye una de las dos lor como bioindicadores de numerosas variables
comunidades extrazonales de Celtis tala Gillies ex microambientales y del estado de deterioro o re-
Planch (Celtidaceae) del sector sudeste de la pro- cupero del ambiente en que éstos desarrollan su
vincia de Buenos Aires. Este talar debe considerar- ciclo (Agosti & Sciaky, 1998; Thiele, 1977;
se como un complejo de talares que incluyen par- Brandmayr, 1980). Los primeros resultados sobre
ches puros y otros formando asociaciones típica- este particular han sido publicados por Cicchino
mente con Sambucus australis Cham. et Schlecht. (2004, 2005). Como su continuidad, la presente
(«saúco») y Colletia paradoxa (Spreng.) Escal. («cu- aportación tiene por principal objetivo dar a co-
rro») y distintas especies arbóreas introducidas y nocer los resultados emergentes de la compara-
naturalizadas como Eucalyptus sp. («eucalipto») y ción de los ensambles carabidológicos de un talar
Acacia melanoxylon R. Brown («acacia negra»), ade- joven -con historia y origen conocidos- y el corres-
más de los típicos «talares de alambrada» que se pondiente a un talar centenario aledaño y parcial-
trataran en ocasión de las sesiones de las Jornadas mente conexo con él, añadiendo algunos comenta-
por la Conservación de los Talares Bonaerenses, rios faunísticos y ecológicos de interés. Por último,
los que son pioneros en su expansión hacia el sur y se destaca el valor de estos talares como relicto
hacia el oeste (ver J. L. Farina, este volumen; A. C. faunístico y las razones que fundamentan su pro-
Cicchino, ídem). Este mismo complejo de talares tección y conservación.
ya había sido señalado por Parodi en su clásica
obra (1940: 51). Estos talares ofrecen un gran inte-
rés también desde el punto de vista faunístico de- MATERIALES Y MÉTODOS
bido a su asociación con la citada laguna, la cual
posee antecedentes históricos y geomorfológicos
propios. Por estas razones, se está llevando a cabo Ubicación geográfica, historia y principales
un estudio entomológico global, visto los pocos características
antecedentes locales en esta materia, que se inició Está localizado en el este de la laguna homónima
en 2000 y continúa a la fecha. Una parte se centró (37º35’ LS, 57º84’ LW) y forma parte de un estable-
en la fracción de insectos coleópteros de la familia cimiento ganadero de propiedad privada cuyos
Carabidae por su íntima relación con los procesos dueños muestran un especial interés en su conser-
biológicos y estructurales del suelo (ver Marasas, vación. Está situado hacia el N de un talar cente-

Cita sugerida: Cicchino, A. C. 2006. Diversidad de carábidos (insecta, coleoptera, carabidae) de un talar joven de la laguna Nahuel
Rucá, partido de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su
conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
138

Lámina 1. Vista satelital de la Laguna Nahuel Rucá y detalle de la ubicación de


los dos talares estudiados.

nario de mayor extensión, y separado 160 m de él en razón de los aportes aluviales, aunque con me-
por un pastizal espontáneo con uso ganadero par- nor tenor de humedad y más suelto que el del talar
cial (Cicchino, 2005) (Lám. 1). Tiene contorno lige- de mayor edad. En él crecen distintas latifoliadas
ramente reniforme con su parte más convexa orien- estacionales tales como Fumaria capreolata L., Geranium
tada hacia el cuerpo de la laguna (Lám. 2, fig. 5), sp. y Brassica sp. junto a unas pocas gramíneas (Lám.
siendo su longitud máxima de 116 m y su mayor 2, fig. 6). En los meses otoñales tardíos e invernales,
anchura llega a los 55 m, con una superficie aproxi- el suelo casi no presenta tapiz vegetal, estando par-
mada de 0,4 ha. Dista de la Ruta Provincial 11 cialmente cubierto por un mantillo suelto consti-
aproximadamente 350 m. Este talar se originó con tuido por la hojas de los mismos talas.
la construcción (1972) de una alambrada a partir
del talar de mayor edad, el extremo de la cual ter- Método y período de muestreo
minaba en una barda baja y mesetiforme (de unos Se utilizaron las clásicas trampas pitfall, como en
2 m por encima del nivel medio de la laguna) y allí anteriores estudios, las que pese a sus limitaciones
se implantaron unos pocos ejemplares de Acacia continúan siendo de elección para estudios de esta
dealbata, Populus nigra y Eucalyptus globulus. Rápida- índole (ver Cicchino, 2003, 2005; Cicchino et al.,
mente se generó un «talar de alambrada» a partir 2003, 2005). Éstas consisten en potes comerciales
del cual se realizó la colonización de esta barda, la de plástico de 11 cm de diámetro por 12 cm de alto
que actualmente continúa (Lám, 2, fig. 1). Al poco y 850 cm3 de capacidad, los que fueron enterrados
tiempo crecieron espontáneamente también saú- de forma tal que la boca quedase entre 1 y 2 cm por
cos, los que hoy están en proporción 3:5 a 3:10 se- debajo de la superficie del suelo franco (mantillo
gún los sectores, generando una asociación con excluido). Fueron provistos con 400 ml de una
estructura apretada, con individuos de distintas mezcla compuesta por salmuera conteniendo 2%
edades con un diámetro de pecho -DAP- que oscila de formalina y detergente doméstico como agente
entre 3 y 13cm (Lám. 2, fig. 3), y se conservan los tensioactivo. Su contenido se recambió cada mes
individuos de mayor edad que dieron origen al talar calendario aproximadamente. Se dispuso de 15
contra la alambrada (Lám. 2, fig. 4). Esta confor- trampas dispuestas en 3 transectas radiales de 5
mación apretada (Lám. 2, fig. 3) contrasta con la trampas cada una, con una distancia entre tram-
del talar antiguo, más abierta (Lám. 2, fig. 8) debi- pas de 5-8 m. El talar de mayor edad contó con 57
do tanto a la inhibición del crecimiento de indivi- trampas ubicadas en 5 estaciones en distintos
duos jóvenes desarrollada por los ejemplares de microambientes de su interior. En ambos el perío-
mayor edad (Horlent et al., 2003) como a alguna do de muestreo abarcó un ciclo anual, de septiem-
acción expoliatriz generada por el ganado, aunque bre de 2004 a septiembre de 2005 inclusive.
éste no pace dentro de ninguno de estos dos talares.
Hacia el N y el E limita con un juncal y totoral Identificación de las especies capturadas
densos (Lám.2, fig. 5), cuyo nivel de agua fluctúa Se utilizaron tanto la bibliografía específica como
con el régimen de la laguna, convirtiendo a estos las claves confeccionadas por el autor para todas
ambientes en altamente inestables pero de alta las especies del área (Cicchino, inédito). Solamente
productividad. Hacia el NE hay una pequeña frac- se ha considerado el estado adulto debido a que el
ción formando un potrero parcialmente alambra- conocimiento actual referido a las larvas de nues-
do y que es utilizado por el ganado como sitio de tras especies de Carabidae es aún insuficiente. Para
reposo, rumefacción y rascado, con el suelo suma- la caracterización de las especies según su morfo-
mente pisoteado por estas causas (Lám 2, fig. 7). logía, adaptaciones, diversidad de hábitat, ubicuis-
Hacia el SE se observa una paulatina invasión con mo y preferencias de humedad se siguió a Cicchino
individuos de distintas edades (Lám. 2, fig. 2). El (2003, 2005), Cicchino y Farina (2005) y Cicchino et
suelo presenta un horizonte superficial humífero al (2003, 2005).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
139

Lámina 2. Distintos aspectos del talar joven (1-7) y del talar centenario (8) de la Laguna Nahuel Rucá. 1, individuos jóvenes
ubicados en el margen S; 2, individuos de mayor edad hacia el SE; 3, estructura apretada constituida por individuos jóvenes
de distintas edades (el individuo en primer plano a la derecha es un «saúco»); 4, individuos de mayor edad constituyendo el
«talar de alambrada» a partir del cual se formó este talar; 5, vista del pajonal y totoral desde el margen NW; 6 , suelo en
primavera tardía (ver explicación en el texto); 7, Potrero del NE utilizado por el ganado (obsérvese el suelo pisoteado y el tala
en primer plano gastado por el rascado vacuno); 8, aspecto del interior del talar de mayor edad.

estructura de dominancia (también denominada


Análisis de la dominancia espectro de dominancia) de cada ambiente (o
Tal como se explicó en un trabajo previo (Cicchino, biotopo), y que traducen adecuadamente las rela-
este volumen) para establecer la dominancia en- ciones existentes entre las especies más frecuentes
tre las especies que integran los ensambles en cada uno de ellos (Zelennkova y Hurka, 1990).
carabidológicos del talar nuevo y talar antiguo, se Debido a las características de este trabajo y al
procedió al cálculo de la distribución porcentual espacio disponible, solamente se hizo un análisis
de las mismas sobre el total de los individuos cap- de la dominancia de todo el ciclo anual considera-
turados, comparando posteriormente los resulta- do como una unidad, sin tomar en cuenta las dis-
dos según la escala propuesta por Tischler (1949) tintas fenologías estacionales exhibidas por las
(ver Rancati y Sciaky, 1994; Rancati, 1996; Agosti especies particulares.
& Sciaky 1998) según el siguiente detalle: Eudomi-
nante > 10 %, Dominante entre 5 y 10 %,
Subdominante entre 2 y 5 %, Recedente entre 1 y 2 RESULTADOS
%, y Subrecedente < 1 %. Esta dominancia, expre-
sada en un histograma (Lámina 3) constituye la En el talar joven se colectaron un total de 48 espe-

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
140 cies en 27 géneros y 14 tribus. En el talar de mayor nes muestra marcadas diferencias en composi-
edad, 77 especies en 32 géneros y 17 tribus. (Tabla I). ción y en dominancia relativa para 6 de las 7
Representan el 58,54% y 93,90% de la riqueza es- especies que tienen en común. (Lám.3, figs. 1 y 2).
pecífica de todos los talares de la laguna, consis- En el talar joven la dominancia está repartida en-
tente en 82 especies en 37 géneros y 17 tribus tre 11 especies: 2 claramente eudominantes, 3 do-
relevadas al 15-X-2005. El talar joven tiene 5 es- minantes, 4 subdominantes y las restantes 2
pecies que aun no han sido colectadas en el talar recedentes. De ellas, 1 es francamente xerófila, 2
centenario, y este último cuenta con 31 especies hidrófilas y las restantes 8 mesófilas. A su vez, 5
que a la fecha no se han colectado en el primero especies son sinantrópicas (que también se com-
(Tabla I). Tomando en consideración aquellas es- portan como hemisinantrópicas), 3 hemisinantró-
pecies con dominancia recedente o superior, la picas y 1 exclusivamente ruderal y endémica del
estructura de dominancia para ambas estacio- SE de la provincia de Buenos Aires. Siete especies

Tabla I: elenco de las especies de Carabidae halladas en el Talar de Nahuel Rucá al 19-X-2005. La sigla,
«V» indica su presencia en la porción más antigua y «N» en la fracción joven del talar.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
141

Tabla II: Preferencias de Humedad (HU), Sinantropía, hemisinantropía preferencias de biótopo y ubi-
cuismo de las especies de Carabidae capturadas en la Estación 1 y Estación 2. Abreviaturas: H =
hidrófila, M = mesófila, X = xerófila, S = sinantrópica, Hs = hemisinantrópica, E = endémica del SE
bonaerense, Eu = eurítopa, U = ubicuista. Datos de Cicchino, 2003; Cicchino et al., 2003; Cicchino &
Farina, 2005).

son eurítopas y ubicuistas, y 3 sólo ubicuistas. cobertura vegetal como principal factor de la ge-
El talar centenario 2, en cambio, presentan otra neración y mantenimiento de las condiciones mi-
estructura con dominancia más repartida entre croambientales, aunque aquí la ubicación y em-
18 especies; 4 son claramente eudominantes, no plazamiento constituye un tercer factor gravitante.
hay dominantes, mientras que 7 especies son En el talar joven claramente favorece el escurri-
subdominantes, siendo las 7 restantes recedentes. miento de las precipitaciones, mientras en caso del
De ellas 11 son mesófilas y 7 hidrófilas. Siete espe- talar centenario se retienen, encharcándose. Esto
cies son sinantrópicas (que también se comportan favorece el mantenimiento de un tapiz verde todo
como hemisinantrópicas), 4 hemisinantrópicas y el año en este último, mientras que es estacional en
5 ruderales. Ocho especies son eurítopas y el primero. De esta manera, la estructura de domi-
ubicuistas (5 en común con el talar joven) y 5 nancia del talar joven tiene un marcado predomi-
ubicuistas (ninguna en común con el talar joven), nio de especies mesófilas (8) y xerófilas (1) sobre
y una endémica del SE bonaerense (Tabla II). las hidrófilas (2). El caso opuesto se manifiesta en
el caso del talar centenario, en que la relación entre
las especies mesófilas (11) e hidrófilas (7) está mu-
DISCUSIÓN cho más balanceado. De la misma forma, el tama-
ño del parche verde también resulta decisivo para
Tal como se ha puntualizado en un trabajo previo la oferta de múltiples microambientes (Niemelä,
(Cicchino, este volumen) tanto la calidad como la 2001; Niemelä et al., 1986). Esto resalta con clari-
estructura de la vegetación de un biotopo o am- dad si se tiene en cuenta que el talar joven tiene
biente particular son dos factores que limitan aproximadamente 0,4 ha y el talar centenario
drásticamente la presencia de determinadas espe- aproximadamente 16 ha.
cies de Carabidae en él (Refseth, 1980), y a su vez En el talar joven la eudominancia está compartida
puede constituir un obstáculo importante para el por dos especies. Una francamente xerófila y
desplazamiento de muchas de las especies de ma- marcadamente estenoica, abundante en pastizales
yor talla corporal, con la consecuente reducción abiertos xéricos y subxéricos de buena parte de la
de su actividad (Luff, 1986; Sciaky et al., 1993). Debe provincia de Buenos Aires y provincias centrales
considerarse, además, que la multiplicidad de fac- hasta Tucumán, P. vagans. Es activa todo el año, y
tores ligados a o que son producto de la cobertura encuentra en el ámbito de este talar condiciones
y estructura vegetal, la composición y distribu- adecuadas para su alimentación y reproducción
ción del mantillo, la tipología edáfica, las caracte- (se han colectado larvas de esta especie). La res-
rísticas topográficas y climáticas, la disponibili- tante, A. bonariensis, sinantrópica, eurítopa y
dad de presas y el grado de antropización deter- ubicuista, ampliamente repartida en el ámbito de
minan los patrones de distribución espacial de los la provincia de Buenos Aires y áreas colindantes
carábidos, en la que juega un rol relevante la pro- de las provincias limítrofes, ya ha sido amplia-
pia estructura del paisaje, la que también afecta en mente comentada en trabajos anteriores (Cicchino
gran medida su distribución (ver Cicchino, este et al, 2005; Cicchino, este volumen). La dominan-
volumen, y la literatura allí citada). Todos estos cia está repartida entre 3 especies, todas eurítopas,
factores también actúan de manera desigualitaria ubicuistas y sinantrópicas, y abundantes tanto en
en los distintos niveles tróficos, afectando mayo- terrenos naturales como en aquellos con distinto
ritariamente a los predatores y omnívoros grado de antropización y los de los centros urba-
(Purtauf et al. 2005). nos y suburbanos: P. striatulus, A. chilensis y L. simplex
Las estructuras de dominancia de estos dos talares (Cicchino et al., 2003, 2005; Cicchino, 2003, este
estudiados reflejan las diferencias entre ambos volumen). La subdominancia corresponde a 4 es-
biotopos, que tiene a la estructura y calidad de la pecies. Una es Pelmatellus sp. 2, probablemente una

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
142

Lámina 3. Estructuras de dominancia del talar joven (1) y del talar centenario (2)

Lámina 4. Especies representativas de Carabidae del talar joven y talar centenario de Nahuel Rucá (Las fotografías están a
distintas escalas). Figuras 1-20 especies con dominancia superior a recedente en ambos talares: 1 Pachymorphus striatulus,
2 Plagioplatys vagans, 3 Paranortes cordicollis, 4 Loxandrus simplex, 5 Argutoridius bonariensis, 6 Argutoridius chilensis, 7
Metius caudatus, 8 Metius circumfusus, 9 Polpochila flavipes, 10 Bradycellus viduus, 11 Pelmatellus sp. 2, 12 Anisostichus
posticus, 13 Notiobia (A.) cupripennis, 14 Incagonum discosulcatum, 15 Scarites anthracinus, 16 Brachinus sp. 1, 17 Brachinus
vicinus, 18 Brachinus intermedius, 19 Brachinus pallipes, 20 Rhytidognathus sp. nov. Figuras 21-25 especies que tienen en los
talares de N. Rucá el límite S de su distribución o bien tienen en ellos parte de su distribución disyunta: 21 Bradycellus
dimidiatus, 22 Argutoridius abacetoides, 23 Geobius pubescens, 24 Selenophorus pulcherrimus, 25 Trichopselaphus subiridescens.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
especie inédita, aparentemente es omnívora y tí- de abril hasta la primera mitad de diciembre, y 143
pica de pastizales abiertos, mesófila y endémica que encuentra en este talar también condiciones
del SE bonaerense, cuya población local presenta favorables para su reproducción (se colectaron sus
individuos alados y ápteros en proporciones se- singulares larvas entre agosto y octubre) y
mejantes. I. discosulcatum es francamente hidrófila estivación (desde fines de diciembre hasta la pri-
y ubicuista, y prefiere los biotopos que retengan mera mitad de abril inclusive). Su actividad en el
importante tenor de humedad (Cicchino, 2003, este talar joven es, por las condiciones apuntadas, mu-
volumen), hecho que justifica la baja actividad que chísimo menor y no se tiene evidencias que permi-
presenta en este talar (por estas mismas razones tan suponer que se reproduzca en él.
es eudominante en el talar centenario). N. cupripennis En resumen, en ambos talares las respectivas es-
es una especie sinantrópica, eurítopa y ubicuista, tructuras de dominancia indican condiciones de
presente en gran parte del territorio argentino al estabilidad, indicando que ambos constituyen co-
N del río Negro e infaltable en los agroecosistemas munidades subclimáxicas con características pro-
de toda la provincia de Buenos Aires, incluyendo pias, y que recrean su propia fauna a partir de ele-
los centros urbanos. En básicamente fitófaga, pero mentos de distintos abolengos biogeográficos y que
se comporta como omnívora oportunista, tal como reflejan, por una parte, la historia a nivel de escala
muchos otras especies de la misma tribu local -donde la distribución de las especies puede
(Harpalini) (Hinton, 1945). La restante especie, P. estar mayoritariamente determinada por las in-
cordicollis, tiene más del 95% de los individuos de teracciones interespecíficas-, y por otra, el devenir
las poblaciones locales micrópteros, es sinantró- a escala zonal y regional -donde la distribución
pica, eurítopa y ubicuista. Es mesófila, aunque puede estar prevalentemente influenciada por las
manifiesta una acusada preferencia por sitios hú- preferencias de hábitat de las especies particula-
medos como pastizales inundables y en general res- (Wiens, 1976). No obstante, en estos talares la
parches verdes de cualquier tipo con estas carac- distribución actual de las especies de Carabidae
terísticas, siendo abundante también en parque y parece estar determinada por un verdadero sín-
jardines de los centros urbanos (Cicchino, 2003; drome de factores concurrentes, involucrando pri-
Cicchino, et al., 2003, 2005). Su representación mi- mariamente a las preferencias de hábitat de las
noritaria dentro de esta carabidocenosis obedece, especies particulares, a los consecuentes de la frag-
precisamente, a las condiciones de escasa hume- mentación del hábitat, a los hábitat alternativos o
dad y cobertura de este talar (en cambio es eudo- neoecosistemas que se generan como producto de
minante en el telar centenario). Las recedentes, A. la acción antrópica, y a las complicadas interac-
posticus y M. circumfusus, son dos especies omnívo- ciones interespecíficas que en y entre ellos se gene-
ras, la primera mesófila y la última hidrófila, y ran (Cicchino, 2003).
solamente brindan alguna información acerca de Desde la óptica funcional, las carabidocenosis de
la presencia de algunos parches con más hume- ambos talares, independientemente de las prefe-
dad y otros más secos y áridos. rencias de hábitat de las especies particulares que
En el talar centenario la eudominancia está com- las componen, son fundamentalmente edáficas y
partida por 4 especies. Tres de ellas ya se han co- cumplen importantes funciones en el suelo, sea
mentado arriba (P. cordicollis, A. bonariensis e I. como predatores en diferentes niveles de la cade-
discosulcatum). La restante, Brachinus sp. 1, proba- na trófica o como incorporadores de materia orgá-
blemente una especie inédita, tiene gran interés nica y reciclado de nutrientes en sus distintas fa-
por ser netamente hidrófila y tiene importante ac- ses según su trofismo particular. Como predado-
tividad dentro de este talar precisamente por sus res específicos o inespecíficos podrían actuar como
condiciones de humedad, al igual que las otras tres controladores naturales de determinadas especies
especies del mismo género (B. immarginatus, B. pallipes consideradas plagas reales o potenciales en dife-
y B. intermedius), cuyo hábitat preferencial son los rentes niveles de la cadena trófica (Marasas, 2002;
juncales y totorales aledaños al talar. También uti- Cicchino, este volumen).
lizan las franjas marginales de este talar para Desde el punto de vista entomofaunístico, los
hibernar (Cicchino, 2003). Como contraparte, la talares de Nahuel Rucá tienen un interés muy es-
actividad que desarrollan en el talar joven es mí- pecial. Constituyen por una parte las localidades
nima precisamente por tener las condiciones a que más australes conocidas para 3 especies: Bradyce-
ya se hiciera referencia. La subdominancia corre llus dimidiatus (que viene de Brasil y a través de la
por cuenta de 7 especies. Dos pertenecen al género región chaqueña llega hasta la altura de la ciudad
Brachinus y se acaban de comentar. A. chilensis, P. de La Plata), Geobius pubescens (que se extiende des-
striatulus y S. anthracinus son especies sinantrópicas, de Entre Ríos hasta Villa Gesell en el partido ho-
eurítopas y ubicuistas, que no brindan otra infor- mónimo) y Selenophorus pulcherrimus, una hermosí-
mación de interés que no sea la disponibilidad de sima especie de coloración cefálica y torácica roji-
presas de distinta calidad y tamaño (Marasas, za con fuertes reflejos dorados y élitros violáceos,
2002; Cicchino et al., 2003, 2005). Rhytidognathus sp. conocida solamente para el SE de Brasil (van
nov. es una especie mesófila pero con preferencia Emden, 1949), llega también al N de la provincia
por biotopos frescos y húmedos, endémica del sec- de Misiones, de manera que su presencia puede
tor sudoriental de la provincia de Buenos Aires considerarse como relíctica (Cicchino, 2005).
(Cicchino, 2005), siendo un predator que consume Argutoridius abacetoides es una rara especie que tam-
distinta calidad de presas, desde larvas de lepi- bién parece tener distribución relíctica, conocién-
dópteros hasta ácaros de suelo, activa desde fines dose sólo de Córdoba, Montevideo, La Plata y la

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
144 Reserva del Puerto de Mar del Plata (Cicchino y son los «talares de alambrada» que aseguran la
Farina, 2005). Por último, Trichopselaphus conectividad entre estos talares. De esta manera se
subiridescens, una especie sumamente vistosa por minimizarían los efectos negativos que la simplifi-
su coloración pardusca con reflejos irisados (inde cación y fragmentación del hábitat ejerce sobre
nomen), tiene amplísima distribución en el aquellas especies con limitadas posibilidades de
neotrópico, llegando hasta el S de la provincia de desplazamiento, convirtiendo a éstas en especies
Buenos Aires, pero con distribuciones puntiformes localmente amenazadas (Cicchino, 2003). Por esta
en esta última (Ciudad de Buenos Aires, Miramar, razón, un racional manejo conservacionista de es-
Villarino) (Cicchino, 2005). tos Talares y humedales conexos a ellos es crucial
para la supervivencia de poblaciones importantes
de la mayoría de las especies locales de Carabidae.
CONCLUSIONES

Los dos talares de Nahuel Rucá estudiados inclu- AGRADECIMIENTOS


yen 82 especies en 37 géneros y 17 tribus relevadas
al 15-X-2005, que dan cuenta del 82,83% de la rique- A la familia Urrutia, propietarios del estableci-
za específica conocida para el Partido de Mar Chi- miento, por su buena disposición personal y to-
quita (99 especies colectadas a la misma fecha) y del das las facilidades e información que cotidiana-
el 57,14% de la riqueza total de los cinco partidos mente ponen a nuestro alcance y sin las cuales el
del sudeste bonaerense -Mar Chiquita, General desarrollo de la tarea de relevamiento no podría
Pueyrredón, General Alvarado, Lobería y ser llevada a cabo. A mi esposa, Daniela, quien a
Necochea- (147 especies efectivamente relevadas la par de cooperar protagónicamente en las ta-
hasta hoy). La protección efectiva de todos estos reas de campaña y laboratorio, se constituye en
sitios verdes de extensión relativamente reducida el cotidiano aliciente para llevar entusiastamente
en el ámbito del partido de Mar Chiquita, éstas y otras tantas tareas a buen puerto con todo
maximizan el mantenimiento de la beta diversidad empeño y alegría. A mi amigo Juan Luis Farina,
carabidológica en todos los talares de esta zona y por los provechosos intercambios de opiniones y
áreas colindantes. Debe existir una adecuada la ayuda que siempre prodiga con toda generosi-
conectividad entre ellos que asegure y aun mejore dad. Al Staff organizador de las Jornadas por la
la supervivencia de sus poblaciones de Carabidae, Conservación de los Talares Bonaerenses, quie-
que en este caso se materializa por los desplaza- nes merced a su estímulo y capacidad de gestión
mientos activos y pasivos, llevados a cabo también permitieron la publicidad de las presentes apor-
a través de verdaderos «corredores verdes» como taciones.

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Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
146

LAS ESPECIES VEGETALES INVASORAS Gustavo Delucchi 1


Silvia Torres Robles 1, 2
EN LOS TALARES BONAERENSES
Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Paseo del Bosque s/nº (1900). La Plata.
1
Becaria de Formación de Postgrado CONICET
2

RESUMEN

Los talares bonaerenses han sido afectados por las actividades humanas desde tiempos coloniales y han sufrido modificacio-
nes por el desarrollo de estas actividades. La desaparición, retracción y modificación de los talares, al cortarse la relativa
continuidad existente en el pasado a lo largo de las barrancas del Paraná y costa del río de la Plata, contribuye a convertirlos
en ambientes frágiles y relictuales, lo cual determina una mayor propensión a ser invadidos por especies exóticas.
El presente trabajo presenta un catálogo actualizado de las plantas vasculares invasoras en los talares bonaerenses y comuni-
dades asociadas, excluyendo a las plantas cultivadas. Los datos aportados provienen de relevamientos a campo y consulta de
material de herbario. Se encontraron 220 especies, de las cuales 110 están presentes en los talares del Norte (sobre las
barrancas del Río Paraná) y 189 en los talares del Sur (sobre cordones de conchilla y médanos muertos). En cuanto a la
agresividad, 61 especies presentan una agresividad baja, 69 media y 90 son de alta agresividad. Con respecto al origen
geográfico, se ha notado un gran predominio de las especies de origen europeo-mediterráneo.
Los datos obtenidos permiten inferir que los talares del Sur habrían sufrido un mayor impacto de las actividades humanas y, por
ende, serían más invasibles.

Palabras clave: talares, plantas adventicias, plantas invasoras, conservación.

INTRODUCCIÓN los bosques, se suman el uso de herbicidas y pesti-


cidas en los campos de cultivos, el sobrepastoreo,
Los talares, fisonomía boscosa dominada por Celtis la extracción de material calcáreo del suelo y la
tala Gillies ex Planch., se distribuyen desde San introducción de especies exóticas.
Nicolás de los Arroyos por las barrancas del Río La desaparición, retracción y modificación de los
Paraná; a lo largo de la ribera del Río de la Plata y talares de la provincia de Buenos Aires, al cortarse
costa atlántica, hasta la laguna de Mar Chiquita. la relativa continuidad existente en el pasado a lo
Están vinculados a situaciones de relieve y suelos largo de las barrancas del Paraná y costa del río de
particulares tales como barrancos, suelos compac- la Plata, contribuye a convertirlos en ambientes
tos con tosca, médanos muertos y depósitos de frágiles y relictuales, lo cual determina una mayor
conchilla (Parodi, 1940). propensión a ser invadidos por especies exóticas.
Los talares bonaerenses constituían una angosta Por esta razón se considera prioritario proteger,
línea de bosques más o menos continuos que limi- en toda su extensión, a los talares y comunidades
taban con la vasta llanura pampeana, desprovis- asociadas por su importancia en la biodiversidad
ta de árboles. y su escasísima representación actual en el siste-
A partir del siglo XVI con la instalación de los pri- ma nacional (Liotta, 1999).
meros pobladores de origen europeo en la zona, El presente trabajo presenta un catálogo actuali-
comienza el deterioro de estos bosques. Sus árbo- zado de las plantas consideradas invasoras en los
les constituían la principal (a veces la única) fuen- talares bonaerenses y pretende aportar informa-
te de madera, lo que motivó su sobreexplotación y, ción de interés para conocer en qué medida la in-
en ciertas zonas, su eliminación. A mediados del tervención del hombre ha transformado a los
siglo XVIII los campos lindantes a los talares co- talares bonaerenses y sobre la base de la misma,
menzaron a utilizarse como campos de pastoreo. podrían detectarse prioridades y establecer estra-
A partir de fines del siglo XIX, a la influencia del tegias de conservación de la biodiversidad.
pastoreo se le suma, en algunos sectores, la de la
agricultura. Dado que los talares son una de las
pocas comunidades que crecen en suelos altos, flo- METODOLOGÍA
jos y fértiles, se talaron para sembrar pasturas o
como campos de cultivo. Hacia 1880, con el traza- Se realizó un catálogo de especies exóticas. Los da-
do de las vías férreas, para favorecer las activida- tos aportados provienen de relevamientos a cam-
des agrícolas se agrega un elemento más de dis- po y consulta de material de los principales
turbio de la flora de los talares y comunidades aso- herbarios regionales. Para seleccionar las locali-
ciadas: la inmigración masiva y consecuente ur- dades donde coleccionar material botánico, se tuvo
banización (Delucchi y Correa, 1992). en cuenta que las áreas sean representativas de las
En la actualidad, a estos factores de presión sobre distintas particularidades ecológicas en las que se

Cita sugerida: Delucchi, G. y S. Torres Robles. 2006. Las especies vegetales invasoras en los talares bonaerenses. En: Mérida, E.
y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
desarrollan los talares de la provincia, que tengan Material de referencia: Se cita a un ejemplar de 147
algún status de reserva, ser sitios recomendados herbario seleccionado y revisado durante la con-
para crear una reserva, o áreas privadas con co- fección del catálogo como material de referencia,
munidades naturales en buen estado de conserva- mencionando el correspondiente acrónimo del her-
ción. El material coleccionado en estas áreas fue bario donde se encuentra depositada.
determinado y depositado como material de refe-
rencia en el Herbario del Museo de La Plata (LP).
Para cada especie se mencionan los siguientes RESULTADOS Y DISCUSIÓN
ítems:
En 1940 Lorenzo Parodi en su clásico trabajo so-
Familia a la que pertenece la especie. bre la distribución geográfica de los talares de Bue-
Nombre científico: los nombres científicos de es- nos Aires menciona unas 41 especies introduci-
pecies y taxones infraespecíficos aceptados siguen das. El presente relevamiento amplía este número
al Catálogo de Plantas Vasculares de la Argentina a 219 especies, de las cuales 109 están presentes en
(Zuloaga et al., 1994; Zuloaga & Morrone 1996, 1999) los talares de las barrancas del Río Paraná (Norte)
y al International plant names index (http:// y 188 en los talares sobre cordones de conchilla y
www.ipni.org/). médanos muertos (Sur). En cuanto a la agresivi-
Nombre vulgar: En el caso de que existiese, se men- dad, 60 especies presentan una agresividad baja,
ciona el nombre vulgar de la especie conocido en la 69 media y 90 son de alta agresividad.
región. Los datos obtenidos permiten inferir que los
Región de origen: Se indica la región geográfica de talares del Sur habrían sufrido un mayor impacto
distribución original de la especie. de las actividades humanas, y por ende serían más
Distribución: Se indica si la especie está presente invasibles. El principal factor de disturbio en las
en los talares del norte (talares de barrancas, ubi- zonas en las que aún quedan bosques en pie, es el
cados al norte de la Ciudad de Buenos Aires) o del pastoreo del ganado vacuno en los pastizales lin-
sur (talares sobre cordones de conchilla y médanos dantes a esta comunidad, representando el talar
muertos, ubicados al sur de la Ciudad de Buenos un lugar de reparo contra el sol en verano y el frío
Aires). en invierno. De esta manera, por influencia del ga-
Agresividad: se proponen tres tipos de agresivi- nado vacuno aparecen en el estrato herbáceo gran
dad 1) agresividad baja: cuando la especie aparece cantidad de malezas que pueden vivir tanto a ple-
en forma accidental y en ambientes restringidos; na luz como bajo la sombra de los árboles.
2) agresividad media: cuando la especie es más Tanto en el norte como en el sur se encontró una
abundante pero vive en ambientes muy mayor cantidad de especies de alto valor invasor,
antropizados (ruderales, viarios); 3) agresividad las que deben ser tomadas en cuenta cuando se
alta: cuando la especie se ha naturalizado y llega a evalúen criterios de conservación de los talares
dominar en las comunidades. bonaerenses.

Catálogo de las especies invasoras de los talares bonaerenses


ANGIOSPERMAS Familia AMARYLLIDACEAE.
Nombre científico: Amaryllis bella-donna L
MONOCOTILEDÓNEAS Nombre vulgar: «amaryllis», «belladona», «belladona del Cabo».
Región de origen: África del Sur.
Familia AGAVACEAE Distribución: Sur.
Nombre científico: Yucca aloifolia L. Agresividad: Baja.
Nombre vulgar: «yuca». Material de referencia: Pdo. Castelli: Estancia Rincón de López. 13/10/
Región de origen: México. 2002. Delucchi 2594 (LP).
Distribución: Sur.
Agresividad: Baja. Nombre científico: Crinum x powellii Hort ex Baker.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 22/ Nombre vulgar: «azucena blanca».
10/2002. Delucchi 2612 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 08/03/ Región de origen: híbrido artificial.
2004. Delucchi 2814 (LP). Distribución: Norte.
Agresividad: Baja.
Familia ALLIACEAE. Material de referencia: Pdo. Campana: Reserva Otamendi. 26/03/2003.
Nombre científico: Allium triquetrum L. Delucchi 2700 (LP).
Nombre vulgar: «lágrimas de la virgen».
Región de origen: Mediterráneo Occidental. Familia ARACEAE.
Distribución: Norte, Sur. Nombre científico: Arum italicum Mill.
Agresividad: Alta. Nombre vulgar: «cala japonesa».
Material de referencia: Pdo. Campana: Reserva Otamendi. 28/9/2003. Región de origen: Mediterráneo occidental, Islas Canarias, sur de
Hurrell et al. 5281 (LP). Pdo. de Magdalena: Reserva de la Biosfera Inglaterra, Europa central y occidental.
«Parque Costero del Sur». Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres Distribución: Sur.
Robles y N. García 982. (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. Sarandí. Agresividad: Media.
12/10/2002. Delucchi 2572 (LP).

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
148 Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola, frente Materia de referencia: Pdo. Ensenada: camino Villa Elisa-Boca Cerrada.
al ECAS. 07/10/1988. Delucchi 188 (BAA). Pdo. Ensenada: camino 27/12/1991. Delucchi 651 (LP, MO, NSW). Pdo. La Plata: Gonnet. 07/
Boca Cerrada-Villa Elisa. 22/05/1990. Delucchi 351 (LP). Pdo. 01/1992. Delucchi 657 (BAA).
Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia
«San Isidro». 23/11/2002. S. Torres Robles 1000 (LP). Pdo. Punta Nombre científico: Gladiolus communis L.
Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «Juan Nombre vulgar: «gladiolo».
Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González Región de origen: África del Sur.
1777 (LP). Distribución: Sur.
Agresividad: Media.
Nombre científico: Philodendron undulatum Engl. Material de referencia: Pdo. Magdalena: Magdalena, camino a Punta
Región de origen: Paraguay, Brasil y Norte de Argentina (Misiones). Indio. 29/09/1991. Delucchi 565 (BAA, LP).
Distribución: Sur.
Agresividad: Baja. Nombre científico: Iris pseudacorus L.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 22/ Nombre vulgar: «lirio amarillo».
10/2002. Delucchi 2613 (LP). Pdo. Chascomús: empalme rutas 11 y Región de origen: Eurasia y norte de África.
36. 08/03/2004. Delucchi 2818 (LP). Distribución: Sur.
Agresividad: Alta.
Nombre científico: Zantedeschia aethiopica (L.) Spreng. Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque
Nombre vulgar: «cala». Costero del Sur». Estancia «El Mirador». 12/10/2002. S. Torres Robles
Región de origen: África del Sur. 889 (LP).
Distribución: Sur.
Agresividad: Baja. Familia POACEAE
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Punta Indio. Sarandí. 12/10/ Nombre científico: Alopecurus pratensis L.
2002. Delucchi 2588 (LP). Nombre vulgar: «alopecuro de los prados, cola de zorro».
Región de origen: norte de Eurasia.
Familia ASPARAGACEAE. Distribución: Sur.
Nombre científico: Asparagus asparagoides (L.) Druce Agresividad: Baja.
Nombre vulgar: «helecho espárrago». Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. Estancia
Región de origen: África del Sur. San Juan. 03/11/1901. Spegazzini s/nº (BAA).
Distribución: Sur.
Agresividad: Alta. Nombre científico: Anthoxanthum odoratum L.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 08/ Nombre vulgar: «grama de olor».
10/1996. Delucchi 1267 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de la Biosfera Región de origen: Europa.
«Parque Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 23/11/2002. S. Torres Distribución: Sur.
Robles 1019 (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 09/1975. Agresividad: Baja.
Latug s/nº (BAA 15020). Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. Estancia
San Juan. 3/11/1901. Spegazzini s/nº (SI 13191).
Nombre científico: Asparagus officinalis L.
Nombre vulgar: «espárrago». Nombre científico: Arrhenatherum elatius (L.) P. Beauv. ex J. Presl.
Región de origen: Eurasia, África del Norte. Nombre vulgar: «fromental».
Distribución: Sur. Región de origen: Europa.
Agresividad: Baja. Distribución: Sur.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola.03/10/ Agresividad: Baja.
1998. Fernández y Ahumada 44 (LP). Material de referencia: Pdo. Lomas de Zamora: Santa Catalina,
«subespontánea en algunos potreros», 23/11/1914. Parodi 719 (BAA).
Nombre científico: Asparagus setaceaus (Kunth) Jessop. Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. Estancia San Juan. 3/11/
Nombre vulgar: «helecho plumoso». 1901. Spegazzini s/nº (SI 15421).
Región de origen: África del Sur.
Distribución: Sur. Nombre científico: Arundo donax L.
Agresividad: Baja Nombre vulgar: «caña de Castilla».
Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Región de origen: sur de Europa.
Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 23/11/2002. S. Torres Robles Distribución: Sur.
y C. De Gregorio 1006 (LP). Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. Ensenada: Punta Lara. 08/05/1932. Cabrera
Familia CYPERACEAE 2166 (LP).
Nombre científico: Carex divulsa Gooden.
Región de origen: Mediterráneo, centro y este de Europa, este de Asia Nombre científico: Avena barbata Pott. et Link.
y norte de África. Nombre vulgar: «avena».
Distribución: Sur. Región de origen: Europa.
Agresividad: Media. Distribución: Norte, Sur.
Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Agresividad: Alta.
Costero del Sur». Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres Robles y Material de referencia: Pdo. Ramallo: Ramallo, «barrancas». 27/11/
N. García 956 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque 1941. Burkart 12753 (SI). Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson.
Costero del Sur». Estancia «El Mirador». 12/10/2002. S. Torres Robles 17/11/1974. Zuloaga y Deginani 97 (LP). Pdo. Ensenada: Río Santiago.
875 (LP). Pdo. General Madariaga: Reserva Natural «Laguna Salada 19/10/1962. Torres 1052 (LP). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 10/11/
Grande». 14/10/2002. S. Torres Robles 928 (LP). 1931. Cabrera 1866 (LP).

Familia IRIDACEAE. Nombre científico: Avena sterilis L.


Nombre científico: Crocosmia x crocosmiiflora (Lemoine ex Nombre vulgar: «avena»
Anonymus) N. E. Br Región de origen: Mediterráneo.
Región de origen: híbrido artificial. Distribución: Norte, Sur.
Distribución: Sur. Agresividad: Media.
Agresividad: Baja.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
Material de referencia: Pdo. Campana: Reserva Natural Estricta Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». 149
«Otamendi». 01/11/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González Estancia «El Santuario». 28/11/2000. S. Torres Robles 249 (LP).
2070 (LP). Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson, «en praderas».
04/11/1924. Parodi 5881 (BAA). Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. Nombre científico: Desmazeria rigida (L.) Tutin ex Clapham
29/11/1944. Cabrera 8455 (LP). Región de origen: Europa.
Distribución: Sur.
Nombre científico: Briza minor L. Agresividad: Baja.
Nombre vulgar: «briza». Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson.11/
Región de origen: Europa. 1918. Spegazzini s/nº (LP).
Distribución: Norte, Sur.
Agresividad: Alta. Nombre científico: Digitaria sanguinalis (L.) Scop.
Material de referencia: Pdo. Baradero: Estancia «Los Álamos». Nombre vulgar: «pasto cuaresma, pata de gallina».
Fundación Figueroa Salas. 27/10/2003. S. Torres Robles 1503 (LP). Región de origen: Eurasia.
Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Distribución: Norte, Sur.
Estancia «El Santuario». 28/11/2000. S. Torres Robles 257 (LP). Pdo. Agresividad: Alta.
Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia Material de referencia: Pdo. San Pedro: San Pedro. 07/03/1963. (BAA
«El Mirador».12/10/2002. S. Torres Robles 884 (LP).Pdo. Ensenada: 3366). Pdo. Magdalena: Camino Magdalena-Punta Indio. 09/12/1961.
Punta Lara. 12/11/1939. Dawson 871 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón Fabris y Cullen 2515 (LP). Pdo. Chascomús: Samborombón, «abunda
de Viedma, Samborombón. 12/1933. Ringuelet 305 (LP). en terrenos altos y quebradas a al orilla del camino». 12/1933. Ringuelet
s/nº (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 16/02/1947. Rodrigo
Nombre científico: Bromus hordeaceus L. 3538 (LP).
Nombre vulgar: «cebadilla, triguillo»
Región de origen: Europa. Nombre científico: Echinochloa crusgalli (L.) P. Beauv.
Distribución: Sur. Nombre vulgar: «capín arroz, pasto colorado».
Agresividad: Alta. Región de origen: Eurasia.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 11/ Distribución: Sur.
1952. Gautier 2568 (LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 14/11/1974. Zuloaga Agresividad: Baja.
y Denigran 56 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Material de referencia: Pdo. Lomas de Zamora: Santa Catalina. 10/
Costero del Sur». Reserva «El Destino», «pastizal de intercordón». 30/ 1887. (LPS 18365). Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson. 10/
11/2002. S. Torres Robles 1064 (LP). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 4/1931. Parodi 9586 (BAA).
12/11/1931. Cabrera 1903 (LP). Pdo. Chascomús: Samborombón. Rincón
de Viedma. 10/1934. Ringuelet s/nº (LP). Pdo. Tordillo: Estancia La Nombre científico: Eragrostis cilianensis (All.) Janch.
Bagatela, entre Gral. Conesa y Gral. Lavalle. 09/01/1941. Nicora y Giardelli Nombre vulgar: «pasto hediondo».
41 (SI). Pdo. de la Costa: de Gral. Lavalle a Cabo San Antonio. 10/1966. Región de origen: Europa.
Fabris 6612 (LP). Distribución: Norte, Sur.
Agresividad: Media.
Nombre científico: Chloris gayana Kunth Material de referencia: Isla Martín García: 04/1937. (BAA 1147). Pdo.
Región de origen: Europa, África. San Pedro: San Pedro. 15/04/1962. Parodi 9178 (BAA). Pdo. Lomas
Distribución: Sur. de Zamora: Santa Catalina, «campos bajos». 01/04/1951. Correa s/nº
Agresividad: Baja. (SI). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur».
Material de referencia: Pdo. Berisso: Los Talas. 02/1940. Malecky s/ Estancia «San Isidro». 07/03/2001. S. Torres Robles 372 (LP). Pdo.
n (LP). Punta Indio: Pipinas. 25/03/1923. L. R. Parodi 4981 (BAA); Punta
Piedras. 22/2/1973. Boelcke et al. s/nº (BAA).
Nombre científico: Cynodon dactylon (L.) Pers.
Nombre vulgar: «pata de perdíz», «gramilla», «Bermuda-grass», Nombre científico: Eragrostis mexicana (Hornem.) Link.
«gramilla colorada». Región de origen: México.
Región de origen: Cercano Oriente. Distribución: Sur.
Distribución: Norte, Sur. Agresividad: Baja.
Agresividad: Alta. Material de referencia: Pdo. Berisso: Los Talas. 05/11/1932. Cabrera
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque 2488 (LP). Pdo. Magdalena: Camino Magdalena-Punta Indio. 09/03/
«Rafael de Aguiar», «bajío ribereño, pastizal inundado». 08/10/2001. S. 1961. Fabris y Cullen 2576 (LP). Pdo. Mar Chiquita: Mar Chiquita. 21/
Torres Robles y P. Simon 513 (LP). Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini», 03/1989. Villamil 6506 (BBB).
«estepa halófita, pastizal inundado». 22/12/2001. S. Torres Robles 659
(LP). Pdo. San Pedro: San Pedro. 27/3/1963. Corradi 326 (BAA). Pdo. Nombre científico: Festuca arundinacea Schreb.
Baradero: Estancia «Los Álamos», «estepa halófita». 07/12/2002. S. Nombre vulgar: «festuca alta».
Torres Robles y D. Voglino 1192 (LP). Pdo. Berazategui: Guillermo Región de origen: Europa.
Enrique Hudson. 19/11/1950. Petetin 786 (BAA). Pdo. Ensenada: Punta Distribución: Sur.
Lara. 11/1962, Fabris 3189 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera Agresividad: Baja.
«Parque Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 07/03/2001. S. Torres Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Robles 388 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 06/12/2000. S. Torres Robles
Costero del Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 19/03/2003. S. Torres 336 (LP); Reserva «El Destino». 23/11/2002. S. Torres Robles y C. De
Robles 1379 (LP). Pdo. Castelli: ruta 11 a 60 km. al sur de Punta Gregorio 1018 (LP).
Indio. 16/12/1979. Ex BACP 1332 (BAA).
Nombre científico: Gaudinia fragilis (L.) P. Beauv.
Nombre científico: Dactylis glomerata L. Región de origen: Europa.
Nombre vulgar: «pasto ovillo». Distribución: Sur.
Región de origen: Europa. Agresividad: Media.
Distribución: Sur. Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 5/12/
Agresividad: Media. 1950. Orbe s/n (BAA, SI 17461). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera
Material de referencia: Pdo. Lomas de Zamora: Santa Catalina. «terrenos «Parque Costero del Sur». Estancia «El Santuario». 28/11/2000. S.
húmedos y sombreados». 10/11/1914. Parodi 541 (BAA). Pdo. La Torres Robles 229 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 11/1959. León
Plata: Villa Elisa. Parque Ecológico. 28/11/1994. Delucchi 849 (LP). 21 (BAA).

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
150 Nombre científico: Hordeum murinum L. subsp leporinum (Link) Región de origen: China y Japón.
Arcang. Distribución: Sur.
Nombre vulgar: «cola de zorro». Agresividad: Alta.
Región de origen: Mediterráneo y SO Asia. Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque
Distribución: Sur. Costero del Sur». Bosque detrás de la casa del guardafauna, camino al
Agresividad: Alta. río. 12/10/2002. S. Torres Robles 858 (LP).
Material de referencia: Pdo. Lomas de Zamora: Santa Catalina. 07/
1914. Parodi 710 (BAA). Pdo. Berisso: Los Talas. 07/07/1944. Rodríguez
Nombre científico: Poa annua L.
663 (SI). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del
Nombre vulgar: «pastito de invierno».
Sur». Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres Robles y N. García
Región de origen: Eurasia.
966 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del
Distribución: Sur.
Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, P.
Agresividad: Alta.
Simon y N. González 1781 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma.
Material de referencia: Pdo. La Plata: Villa Elisa. Parque Ecológico. 12/
12/1933. Ringuelet 241 (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López».
09/1994.Otero y Hernández 8 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de
13/10/2002. S. Torres Robles 896 (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Laguna
Biosfera «Parque Costero del Sur». Reserva «El Destino». 30/10/2002.
La Salada. 13/10/1973. Zardini 209 (LP).
S. Torres Robles y N. García 961 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de
Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «El Mirador». 03/09/2002.
Nombre científico: Lagurus ovatus L.
S. Torres Robles 840 (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López».
Región de origen: Mediterráneo.
13/10/2002. S. Torres Robles 902 (LP).
Distribución: Sur.
Agresividad: Media.
Nombre científico: Poa trivialis L.
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: a 8 km de Punta Indio, «talar
Nombre vulgar: «poa escabrosa».
abierto y flechillar, junto a ruta 11». 15/12/1979. Boelcke et al. (EX
Región de origen: Eurasia.
BACP 1215). Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 17/11/1962.
Distribución: Sur.
Türpe 628 (BAA).
Agresividad: Baja.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson
Nombre científico: Lolium multiflorum Lam.
«habita en el sotobosque». 05/11/1923. Parodi 5300 (BAA). Pdo.
Nombre vulgar: «raigrás»
Magdalena: Magdalena. 02/1939. Malecky s/nº (LP).
Región de origen: Mediterráneo.
Distribución: Norte, Sur.
Nombre científico: Polypogon monspeliensis (L.)
Agresividad: Alta.
Nombre vulgar: «pajilla», «cola de zorro».
Material de referencia: Isla Martín García: Camino al arenal. 30/10/
Región de origen: Eurasia, África.
2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1972. (LP). Pdo.
Distribución: Norte, Sur.
Campana: Reserva Natural Estricta «Otamendi». 01/11/2004. S. Torres
Agresividad: Alta.
Robles, P. Simon y N. González. 2161 (LP). Pdo. Lomas de Zamora:
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Santa Catalina. 11/11/1914. Parodi 1003 (BAA). Pdo. Berazategui:
«Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 514 (LP).
Plátanos. 06/11/1912. Rodríguez 43 (SI). Pdo. Magdalena: Reserva de
Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/2001. S. Torres Robles 656
Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 06/12/2000.
(LP). Pdo. San Pedro: Refugio Histórico y Natural «Vuelta de Obligado».
S. Torres Robles 323 (LP). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz, «dunas
28/10/2003. S. Torres Robles 1541 (LP). Pdo. Baradero: Estancia
fijas». 11/11/1931. Cabrera 1896 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de
«Los Álamos». 07/12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino 1187 (LP).
Viedma. Ringuelet 223 (LP). Pdo. Tordillo: Estancia La Bagatela. 12/
Pdo. Punta Indio: Estancia Juan Gerónimo. Monte Veloz. 10/11/1931.
01/1941. Nicora y Giardelli 68 (LP). Pdo. de la Costa: San Clemente
A. L. Cabrera 1843 (LP). Pdo. Chascomús: Samborombón, «común en
del Tuyú. 01/02/1939. Cabrera 4957 (LP).
terrenos altos y bajos, cerca de los ríos y orillas de lagunas y
cañadones». 12/1933. Ringuelet 217 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar.
Nombre científico: Lolium perenne L.
01/1946. Cabrera 10117 (LP). Pdo. Tordillo: entre Gral. Conesa y
Nombre vulgar: «raigrás inglés», «raigrás perenne».
Gral. Lavalle, «barranca de la laguna». 26/01/1941. Nicora y Giardelli
Región de origen: Europa.
238 (SI). Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 02/12/1944. Cabrera
Distribución: Norte, Sur.
8563 (LP). Pdo. Mar Chiquita: Mar Chiquita. 12/1905. (SI 14769).
Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/2001. S.
Nombre científico: Rostraria cristata (L.) Tzvelev
Torres Robles 660 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Región de origen: Europa.
Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 06/12/2000. S. Torres Robles
Distribución: Norte, Sur.
305 (LP).
Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. Campana: Campana. 25/10/1938. Nicora
Nombre científico: Lolium temulentum L.
1985 (SI). Pdo. Punta Indio: Estancia Juan Gerónimo. Monte Veloz.
Nombre vulgar: «trigollo».
10/11/1931. A. L. Cabrera 1858 (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón
Región de origen: Europa.
de López». 27/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1819
Distribución: Sur.
(LP). Pdo. Punta Indio: Pipinas. 04/12/1944. Rodríguez 627 (SI); Monte
Agresividad: Baja.
Veloz, «dunas fijas». 10/11/1931. Cabrera 1850 (LP). Pdo. Mar Chiquita:
Material de referencia: Pdo. Magdalena: Magdalena. 11/1939. Malecky
Mar Chiquita. 12/1905 (SI).
235 (LP).
Nombre científico: Secale cereale L.
Nombre científico: Phalaris canariensis L.
Nombre vulgar: «centeno»
Nombre vulgar: «alpiste».
Región de origen: SO Asia, Cáucaso.
Región de origen: Mediterráneo Occidental, Islas Canarias.
Distribución: Sur.
Distribución: Sur.
Agresividad: Baja.
Agresividad: Baja.
Material de referencia: Pdo. de Punta Indio: Estancia Juan Gerónimo.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson.
Monte Veloz. 11/11/1931. A. L. Cabrera 1893 (LP).
05/12/1938. Dawson 399 (LP). Pdo. Magdalena: Bavio. 01/1899. LPS
16106.
Nombre científico: Setaria viridis (L.) P. Beauv.
Región de origen: regiones templadas del Viejo Mundo.
Nombre científico: Phyllostachys aurea A. et C. Riviere
Distribución: Norte.
Nombre vulgar: «bambú amarillo».

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
Agresividad: Baja. Región de origen: Eurasia. 151
Material de referencia: Pdo. de Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/ Distribución: Norte, Sur.
2001. S. Torres Robles 596 (LP). Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Nombre científico: Sorghum halepense (L.) Pers. Regional Forestal y Botánico «Rafael de Aguiar». 07/10/2001. S. Torres
Nombre vulgar: «sorgo de Alepo». Robles y P.Simon 502 bis. (LP). Pdo. Ensenada: Reserva Natural
Región de origen: Mediterráneo, Cercano Oriente. Estricta «Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y G. Sancho.
Distribución: Sur. 1658 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del
Agresividad: Alta. Sur». Ruta 36. Alvarez Jonte. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon
Material de referencia: Pdo. Lomas de Zamora: Santa Catalina. 03/ y N. González 1744. (LP); idem. Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/
1913. Parodi 234 (BAA); 28/03/1930. Cabrera 1394 (LP). Pdo. 2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1751 (LP). Pdo.
Ensenada: Punta Lara. 09/1936. Dawson 318 (LP). Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera 10081 (LP). Pdo. Gral. Madariaga:
Reserva Natural «Laguna Salada Grande». 28/10/2004. S. Torres Robles,
Nombre científico: Vulpia bromoides (L.) S. F. Gray P. Simon y N. González 1839. (LP).
Nombre vulgar: «pasto sedilla».
Región de origen: Europa. Nombre científico: Coriandrum sativum L.
Distribución: Sur. Nombre vulgar: «coriandro».
Agresividad: Baja. Región de origen: Asia templada y norte de África.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson, Distribución: Norte.
«en praderas». 05/11/1923. Parodi 5296 (BAA). Pdo. Magdalena: Agresividad: Baja.
Magdalena. 25/10/1936. Job 1376 (LP). Pdo. Punta Indio: Pipinas. Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: San Nicolás.
03/01/1926. Parodi 6815 (BAA). 10/1945. Cabrera 10055 (LP).

Nombre científico: Vulpia myurus (L.) Gmel Nombre científico: Foeniculum vulgare Mill.
Región de origen: Europa. Nombre vulgar: «hinojo».
Distribución: Sur. Región de origen: Europa.
Agresividad: Baja. Distribución: Norte.
Material de referencia: Pdo. Lomas de Zamora: Santa Catalina. 11/ Agresividad: Baja.
1914. Parodi 497 (BAA). Pdo. Punta Indio: Pipinas. 02/01/1926. L. R. Material de referencia: Pdo. Campana: Otamendi. 01/1964. Fabris 4992
Parodi 6788 (BAA); Estancia Juan Gerónimo. Monte Veloz. 11/11/ (LP).
1931. A. L. Cabrera 1882 (LP).
Nombre científico: Torilis nodosa (L.) Gaertn.
DICOTILEDONEAS Región de origen: Europa, NO África, oeste y centro de Asia.
Distribución: Norte, Sur.
Familia ACERACEAE. Agresividad: Alta.
Nombre científico: Acer negundo L. Material de referencia: Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/2001. S.
Nombre vulgar: «arce». Torres Robles 630, 641 (LP). Pdo. San Pedro: Refugio Histórico y
Región de origen: América del Norte. Natural «Vuelta de Obligado». 28/10/2003. S. Torres Robles 1548 (LP).
Distribución: Norte, Sur. Pdo. Baradero: Estancia «Los Álamos», «barranca, sotobosque». 27/
Agresividad: Media. 10/2003. S. Torres Robles 1435 (LP). Pdo. Campana: Otamendi. Martínez
Material de referencia: Pdo. Campana: Reserva Natural Estricta Crovetto 1393 (SI). Pdo. Berisso: Los Talas. 23/10/1941. Cabrera
«Otamendi». 26/3/2003, Delucchi 2678 (LP). Pdo. La Plata: Gonnet, 7256 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del
«naturalizado en un talar degradado, en las vías del ferrocarril». 07/11/ Sur. Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres Robles y N. García
1988. Delucchi 233 (BAA). Pdo. Berisso: Los Talas. 26/03/1933. A. L. 994 (LP). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 10/11/1931. Cabrera 1872
Cabrera 2785 (LP). (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López». 27/10/2004. S. Torres
Robles, P. Simon y N. González 1812, 1886. (LP).
Familia APIACEAE Pdo. Pinamar: Pinamar. 10/12/1950. Cabrera 10758 (LP). Pdo. Gral.
Nombre científico: Ammi majus L. Madariaga: Laguna La Salada, 02/12/1944. Cabrera 8571 (LP).
Nombre vulgar: «falsa biznaga», «cicuta negra».
Región de origen: Mediterráneo. Familia APOCYNACEAE
Distribución: Norte, Sur. Nombre científico: Vinca major L
Agresividad: Alta. Nombre vulgar: «vinca».
Material de referencia: Pdo. Campana: Otamendi. 01/1964. Fabris Región de origen: Mediterráneo central y occidental.
4953. (LP). Pdo. La Plata: Villa Elisa. Parque Ecológico. 28/11/1994. Distribución: Norte, Sur.
Delucchi 840 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Agresividad: Media.
Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 07/03/2001. S. Torres Robles Material de referencia: Pdo. Campana: Otamendi. 01/12/1977. Rotman
402 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 28/12/1945. Rodrigo 3473 et al. 70 (SI). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero
(LP). Pdo. General Madariaga: Reserva Natural «Laguna Salada del Sur». Detrás de la casa del guardafauna, camino al Río.. 12/10/
Grande». 28/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1861 2002. S. Torres Robles 874 (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Laguna La
(LP). Brava. 11/1965. Cabrera y Fabris 17169 (LP).

Nombre científico: Ammi visnaga (L.) Lam. Familia ARALIACEAE


Nombre vulgar: «biznaga». Nombre científico: Hedera helix L.
Región de origen: Mediterráneo. Nombre vulgar. «hiedra».
Distribución: Norte. Región de origen: Europa, Cáucaso, Asia.
Agresividad: Media. Distribución: Sur.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque Agresividad: Alta.
«Rafael de Aguiar». 22/12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino 1115 Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 20/
(LP). Pdo. San Pedro: San Pedro. 26/12/1953. Calderón 300 (BAA). 10/1998. Delucchi 1859, 1862 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 12/
10/2002. Delucchi 2577 (LP).
Nombre científico: Conium maculatum L.
Nombre vulgar: «cicuta»

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
152 Familia ASTERACEAE Nombre científico: Carduus thoermeri Weinm.
Nombre científico: Anthemis cotula L. Nombre vulgar: «cardo».
Nombre vulgar: «manzanilla». Región de origen: Eurasia.
Región de origen: Europa, oeste Asia. Distribución: Norte.
Distribución: Norte, Sur. Agresividad: Media.
Agresividad: Alta. Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Material de referencia: Pdo. San Pedro: San Pedro. 01/12/1939. Cabrera «Rafael de Aguiar». 22/12/2002. S. Torres Robles 1107 (LP). Pdo.
5606 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Ramallo: Ramallo. 27/12/1941. Burkart 12766 (SI).
Sur». Reserva «El Destino». 30/11/2002. S. Torres Robles 1052 (LP).
Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 12/1933. Ringuelet 226 (LP). Nombre científico: Carthamus lanatus L.
Pdo. de la Costa: Laguna de Juancho. 16/01/1933. Cabrera 2744 (LP). Nombre vulgar: «cardo cruz», «cardo chileno», «cardo lanudo».
Pdo. Pinamar: Pinamar. 09/12/1950. Cabrera 10682 (LP). Pdo. Villa Región de origen: Europa, Asia occidental y central.
Gesell: Villa Gesell. 07/12/1967. Boelcke s/nº (BAA 5954). Pdo. Gral. Distribución: Norte, Sur.
Madariaga: Gral. Madariaga. 01/1946. Cabrera 10068 (LP). Agresividad: Media.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Nombre científico: Artemisia verlotiorum Lamotte «Rafael de Aguiar», «pie de barranca». 22/12/2002. S. Torres Robles y
Nombre vulgar: «yuyo de San Vicente» D. Voglino 1081 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Región de origen: SO Asia, China. Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 07/03/2001. S. Torres Robles
Distribución: Sur. 394 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 12/1933. Ringuelet
Agresividad: Baja. 318 (LP).
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Pereyra. 14/03/1932. Cabrera
2064 (LP). Pdo. Berisso: Los Talas. 10/04/1938. Cabrera 4425 (LP). Nombre científico: Carthamus tinctorius L.
Nombre vulgar: «falso azafrán»
Nombre científico: Calendula officinalis L. Región de origen: Oeste de Asia.
Nombre vulgar: «caléndula», «virreina». Distribución: Norte.
Región de origen: desconocido. Agresividad: Baja.
Distribución: Sur. Material de referencia: Pdo. San Pedro: barrancas del Paraná. 26/12/
Agresividad: Baja. 1953. Calderón 278 (BAA).
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Berazategui. 12/09/1897.
Hicken 210 (SI). Nombre científico: Centaurea calcitrapa L.
Nombre vulgar: «abre puño».
Nombre científico: Carduus acanthoides L. Región de origen: Mediterráneo.
Nombre vulgar: «cardo» Distribución: Norte, Sur.
Región de origen: Europa. Agresividad: Alta.
Distribución: Norte, Sur. Material de referencia: Pdo. San Pedro: San Pedro. 26/12/1953. Calderón
Agresividad: Alta. 301 (BAA). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque Sur». Estancia «El Santuario». 28/11/2000. S. Torres Robles 293 (LP).
Regional Forestal y Botánico «Rafael de Aguiar» 08/10/2001. S. Torres Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur».
Robles y P. Simon 521 (LP). Pdo. San Pedro: Refugio Histório y Estancia «Juan Gerónimo». 04/02/2003. S. Torres Robles 1375 (LP).
Natural «Vuelta de Obligado». S. Torres Robles 1293 (LP). Pdo. Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma, 12/1933, Ringuelet 245 (LP).
Campana: Otamendi. 15/03/1940. A.T. Hunziker 3646 (d) (LP). Pdo. Pdo. Tordillo: La Bagatela. 09/01/1941. Nicora-Giardelli 31 (LP). Pdo.
Lomas de Zamora: Santa Catalina. 30/12/1926. Clos 2550 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera 10079 (LP).
Berisso: Los Talas. 05/03/1939. Mauri 101 (LP). Pdo. Magdalena:
Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «San Isidro». Nombre científico: Centaurea melitensis L.
07/03/2001. S. Torres Robles 391 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Nombre vulgar: «abrepuño amarillo».
Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 25/01/ Región de origen: Mediterráneo.
2003. S. Torres Robles 1385 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. Distribución: Norte, Sur.
03/1934.Ringuelet 378 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 03/1952. Cabrera Agresividad: Alta.
10986 (LP). Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
«Rafael de Aguiar». 22/12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino 1072
Nombre científico: Carduus pycnocephalus L. (LP). Pdo. San Pedro: San Pedro. 01/12/1939. Cabrera 5617 (LP).
Nombre vulgar: «cardo crespo». Pdo. Berazategui: G. E. Hudson. 05/12/1938. Dawson 389 (LP). Pdo.
Región de origen: Sur y SE Europa, NO África. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia
Distribución: Sur. «San Isidro». 06/06/2001. S. Torres Robles 421 (LP). Pdo. Punta
Agresividad: Media. Indio: Monte Veloz. 26/01/1929. Cabrera 627 (LP). Pdo. Chascomús:
Material de referencia: Pdo. de Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Rincón de Viedma. 12/1933. Ringuelet 253 (LP). Pdo. Mar Chiquita:
Costero del Sur». Estancia «El Santuario», «pastizal». 28/11/2000. S. Mar Chiquita. 22/01/1932. Hicken 612 (SI).
Torres Robles 238 (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Laguna Salada, 02/12/
1944. Cabrera 8559 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 09/12/1950. Cabrera Nombre científico: Centaurea solstitialis L.
10679 (LP). Nombre vulgar: «abrepuño amarillo».
Región de origen: sur de Europa, SO Asia.
Nombre científico: Carduus tenuiflorus Curtis Distribución: Norte, Sur.
Nombre vulgar: «cardo crespo». Agresividad: Alta.
Región de origen: Oeste Europa. Material de referencia: Pdo. San Pedro: San Pedro. 29/12/1943. Nicora
Distribución: Norte, Sur. 3557 (SI). Pdo. Lomas de Zamora: Santa Catalina. 02/1918 (LPS
Agresividad: Media. 13129). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 27/01/1929. Cabrera 653
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera 10082 (LP).
«Rafael de Aguiar». 07/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 501 (LP).
Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 12/1933. Ringuelet 316 (LP). Nombre científico: Cichorium intybus L.
Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López». 13/10/2002. S. Torres Nombre vulgar. «achicoria».
Robles 899 (LP). Región de origen: Mediterráneo, Asia hasta China.
Distribución: Sur.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
Agresividad: Alta. Nombre científico: Hedypnois cretica (L.) Dum. 153
Material de referencia: Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 16-18/ Región de origen: Mediterráneo.
02/1947. Rodrigo 3536 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera Distribución: Sur.
10072 (LP). Agresividad: Baja.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: G. E. Hudson. 26/10/1926.
Nombre científico: Cirsium vulgare (Savi) Ten. Cabrera 311 (LP). Pdo. Magdalena: Magdalena. 26/10/1882. León
Nombre vulgar: «cardo negro». 3267 (BAA). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 12/11/1931. Cabrera
Región de origen: Eurasia, norte África. 1889 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 12/1933. Ringuelet
Distribución: Norte, Sur. 293 (LP).
Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. Ramallo: Bajos de Obligado. 19/02/2002. Nombre científico: Helianthus tuberosus L.
S. Torres Robles y V. Trevisán 707 (LP). Pdo. San Pedro: Refugio Nombre vulgar: «topinambur».
Histório y Natural «Vuelta de Obligado». 15/02/2003. S. Torres Robles Región de origen: América del Norte.
1292 (LP). Pdo. Campana: Otamendi. 15/02/1940. A.T. Hunziker 369 Distribución: Sur.
(LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Agresividad: Media.
Estancia «San Isidro». 23/11/2002. S. Torres Robles y C. De Gregorio Material de referencia: Pdo. La Plata: City Bell. Delucchi 635 (LP).
1040 (LP). Pdo. de la Costa: San Clemente del Tuyú. 11/01/1939.
Cabrera 4947 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera 10078 Nombre científico: Hypochoeris radicata L.
(LP). Región de origen: Europa, norte de África.
Distribución: Sur.
Nombre científico: Cotula australis (Sieber ex Spreng.) Hook. f. Agresividad: Alta.
Región de origen: Australia y Nueva Zelandia. Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Distribución: Sur. Costero del Sur». Estancia «El Santuario». 28/11/2000. S. Torres Robles
Agresividad: Media. 251 (LP). Pdo. de Castelli: Estancia «Rincón de López». 13/10/2002.
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: camino Magdalena-Punta S. Torres Robles 916 (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga.
Indio. 14/12/1979. Martínez Laborde et al. EXBACP 1143 (BAA). 29/11/1944. Cabrera 8434 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 10/12/1950.
Cabrera 10703 (LP).
Nombre científico: Cotula coronopifolia L.
Región de origen: Australia y Nueva Zelandia. Nombre científico: Lactuca saligna L.
Distribución: Sur. Región de origen: Europa, Mediterráneo, Cáucaso.
Agresividad: Alta. Distribución: Norte, Sur.
Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Agresividad: Baja.
Costero del Sur». Reserva «El Destino». 23/11/2002. S. Torres Robles Material de referencia: Pdo. Campana: Otamendi. 15/02/1940. A. T.
y C. De Gregorio 1044 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera Hunziker 373 (LP). Pdo. Tordillo: Estancia «La Bagatela». 15/01/1941.
«Parque Costero del Sur». Estancia «El Mirador». 12/10/2002. S. Torres Nicora-Giardelli 95 (LP).
Robles 873 (LP); idem. Ruta 36. Alvarez Jonte. 26/10/2004. S. Torres
Robles, P. Simon y N. González 1743. (LP). Pdo. Chascomús: Rincón Nombre científico: Lactuca serriola L.
de Viedma, 12/1933. Ringuelet 285 (LP). Pdo. Castelli: Castelli. 22/ Región de origen: Eurasia, norte de África.
10/1976. Cartaginese s/nº (BA 70602). Pdo. Tordillo: Estancia La Distribución: Norte, Sur.
Bagatela. 14/01/1941. Nicora-Giardelli 94 (LP). Pdo. de la Costa: San Agresividad: Media.
Clemente del Tuyú. 24/11/1979. Tur 1712 (LP). Pdo. Gral. Lavalle: Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Laguna Salada Grande. 01/12/1950. Olivier 7 (LP). «Rafael de Aguiar». 22/12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino 1083
(LP). Pdo. Ramallo: Reserva Municipal «Ramallo». 22/02/2002. S.
Nombre científico: Crepis setosa Haller f. Torres Robles y V. Trevisán 769 (LP). Pdo. Punta Indio: camino Monte
Región de origen: Eurasia. Veloz y Pipinas. 26/01/1929. Cabrera 630 (LP).
Distribución: Norte, Sur.
Agresividad: Alta. Nombre científico: Leontodon taraxacoides (Vill.) Mérat
Material de referencia: Pdo. Ramallo: Ramallo. 28/12/1941. Burkart Región de origen: Europa, oeste de Asia.
12826 (SI). Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson 05/12/1938. Distribución: Sur.
Dawson 402 (LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 15/12/1960. Fabris Agresividad: Baja.
2460 (LP). Pdo. Tordillo: Estancia «La Bagatela». 17/01/1941. Nicora- Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Giardelli 133 (SI). Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 02/12/ Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 06/06/2001. S.Torres Robles
1944. Cabrera 8566 (LP); 16-18/2/1947. Rodrigo 3519 (LP). Pdo. 409 (LP). Pdo. Tordillo: «Estancia La Bagatela». 12/01/1941. Nicora-
Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera 10073 (LP). Giardelli 70 (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 20/11/1944.
Cabrera 8435 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera 10094
Nombre científico: Cynara cardunculus L. (LP).
Nombre vulgar: «cardo de Castilla», «cardo», «cardón».
Región de origen: España y norte de África. Nombre científico: Matricaria recutita L.
Distribución: Sur. Nombre vulgar: «manzanilla».
Agresividad: Alta. Región de origen: Eurasia.
Material de referencia: Pdo. de Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Distribución: Norte, Sur.
Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 07/03/2001. S. Torres Robles Agresividad: Alta.
390 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 12/1933. Ringuelet Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
320 (LP). «Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 532 (LP).
Pdo. de Baradero: Estancia «Los Álamos». 27/10/2003. S. Torres
Nombre científico: Gaillardia aristata Pursh. Robles 1412 (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López». 27/10/
Región de origen: América del Norte. 2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1818. (LP). Pdo.
Distribución: Norte. General Pueyrredón: Reserva Integral «Laguna de los Padres». 29/10/
Agresividad: Baja. 2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 2192. (LP).
Material de referencia: Pdo. de Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/
2001. S. Torres Robles 633 (LP). Nombre científico: Onopordum acanthium L.
Nombre vulgar: «cardo».

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
154 Región de origen: Eurasia. 225 (LP). Pdo. Tordillo: Estancia «La Bagatela». 06/01/1941. Nicora-
Distribución: Sur. Giardelli 18 (LP). Pdo. Villa Gesell: Villa Gesell. 07/12/1967. Boelcke
Agresividad: Baja. et al. 5928 (BAA).
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 26/01/1929.
Cabrera 622 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 12/1933. Nombre científico: Sonchus oleraceus L.
Ringuelet 317 (LP). Nombre vulgar: «cerraja».
Región de origen: Eurasia.
Nombre científico: Picris echioides L. Distribución: Norte, Sur.
Nombre vulgar: «pega-pega». Agresividad: Alta.
Región de origen: Mediterráneo. Material de referencia: Pdo. San Nicolás de lo Arroyos: Parque «Rafael
Distribución: Norte, Sur. de Aguiar». 07/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 480 (LP). Pdo.
Agresividad: Alta. Ramallo: Estancia «Cuini». 23/12/2001. S. Torres Robles 692 (LP).
Material de referencia: Pdo. Campana: Reserva Natural Estricta Pdo. San Pedro: Refugio Histório y Natural «Vuelta de Obligado». 15/
«Otamendi». 01/11/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 02/2003. S. Torres Robles 1252 (LP). Pdo. Ensenada: Reserva Natural
2164. (LP). Pdo. Ensenada: Reserva Natural Estricta «Punta Lara». Estricta «Punta Lara» 29/11/2003. S. Torres Robles y G. Sancho 1647
29/11/2003. S. Torres Robles y G. Sancho. 1675 (LP). Pdo. Berazategui: (LP). Pdo. Berazategui: Plátanos. 06/11/1912. Venturi 45 (SI). Pdo.
Parque Pereyra Iraola. 10/05/1978. Arriaga 64 (LP). Pdo. Magdalena: Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Ruta 36.
Camino Magdalena-Verónica. 22/01/1969. León 1707 (BAA). Pdo. Punta Vieytes. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1721
Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Ruta 36. Alvarez (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 12/1933. Ringuelet 215
Jonte. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1749. (LP). Pdo. de la Costa: San Clemente del Tuyú. 29/01/1939. Cabrera
(LP). Pdo. General Madariaga: Reserva Natural «Laguna Salada 4918 (LP). Pdo. Gral. Lavalle: Laguna de Juancho. 15/01/1933. Cabrera
Grande». 28/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1863. 2749 (LP). Pdo. General Pueyrredón: Reserva Integral «Laguna de los
(LP). Padres». 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 2205.
(LP).
Nombre científico: Senecio madagascariensis Poir.
Región de origen: África del Sur. Nombre científico: Tanacetum vulgare L.
Distribución: Norte, Sur. Región de origen: Europa, Asia templada.
Agresividad: Alta. Distribución: Sur.
Material de referencia: Isla Marín García: Camino al arenal. 30/10/ Agresividad: Baja.
2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 2019 (LP). Pdo. San Material de referencia: Pdo. Berisso: Los Talas. 13/05/1928. Cabrera
Nicolás de los Arroyos: Parque «Rafael de Aguiar». 07/10/2001. S. 245 (LP). Pdo. Magdalena: Magdalena. 21/03/1929. Cabrera 753 (LP).
Torres Robles y P. Simon 456 (LP). Pdo. Ramallo: Puerto Ramallo. 22/
02/2002. S. Torres Robles y V. Trevisán 820 (LP). Pdo. Baradero: Nombre científico: Taraxacum officinale G. H. Webber.
Estancia «Los Álamos». 07/12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino Región de origen: Europa.
1169 (LP). Pdo. Campana: Otamendi. 15/06/1956. Parodi s/nº (BAA). Nombre vulgar: «diente de león»
Pdo. Ensenada: Reserva Natural Estricta «Punta Lara». 29/11/2003. S. Distribución: Sur.
Torres Robles y G. Sancho. 1648 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Agresividad: Alta.
Biosfera «Parque Costero del Sur». Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004. S. Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Torres Robles, P. Simon y N. González 1704 (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 07/03/2001. S. Torres Robles
Gral. Madariaga.21/01/1983. León 3336 (BAA). Pdo. Mar Chiquita: 378 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 1938 (LP 37723). Pdo. Tordillo:
Estancia «Nahuel Rucá». 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. Estancia «La Bagatela». 16/01/1941. Nicora-Giardelli 120 (LP). Pdo.
González 1909 (LP). Mar Chiquita: Estancia «Nahuel Rucá». 29/10/2004. S. Torres Robles,
P. Simon y N. González 1941. (LP).
Nombre científico: Senecio mikanioides Otto ex Walp.
Región de origen: África del Sur. Familia BIGNONIACEAE
Distribución: Sur. Nombre científico: Tecoma stans (L.) Juss. Ex Kunth.
Agresividad: Baja. Nombre vulgar: «guarán amarillo».
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson. Región de origen: regiones tropicales de América.
17/08/1928. Cabrera 329 (LP). Distribución: Norte.
Agresividad: Baja.
Nombre científico: Silybum marianum (L.) Gaertn. Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Nombre vulgar: «cardo asnal», «cardo mariano». «Rafael de Aguiar», «talar de barranca». 08/10/2001. S. Torres Robles
Región de origen: Mediterráneo, SO Europa. 567 (LP); Parque San Martín, Arroyo de los cueros, «pendiente de la
Distribución: Sur. barranca». 29/10/2003. S. Torres Robles 1582 (LP).
Agresividad: Media. Obs.: Es la primera vez que se cita para la provincia de Buenos Aires.
Material de referencia: Pdo. Magdalena: Bavio. 01/1899 (LPS 13757).
Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 12/1933. Ringuelet 319 (LP). Familia BORAGINACEAE.
Nombre científico: Borago officinalis L.
Nombre científico: Sonchus asper (L.) Hill. Nombre vulgar: «borraja».
Región de origen: Europa, oeste de Asia, norte de África. Región de origen: Europa central y cuenca del Mediterráneo.
Distribución: Norte, Sur. Distribución: Norte.
Agresividad: Alta. Agresividad: Media.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque Material de referencia: Isla Martín García: Meseta Central. 22/10/
«Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 547 (LP). 1992. Hurrell et al.1255 (LP).
Pdo. Ramallo: Ramallo. 28/12/1941. Burkart 12849 (LP). Pdo. Ensenada:
Reserva Natural Estricta «Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y Nombre científico: Echium plantagineum L. Nombre vulgar: «flor
G. Sancho. 1647 (LP). Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola, 11/ morada».
1952, Gautier 15 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Región de origen: Europa, cuenca del Mediterráneo.
Costero del Sur». Reserva «El Destino» 30/10/2002. S. Torres Robles Distribución: Norte, Sur.
y N. García 993 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Agresividad: Alta.
Costero del Sur». Estancia «El Mirador». 12/10/2002. S. Torres Robles Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: San Nicolás.
854 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 12/1933. Ringuelet 13/10/1941 (LP). Pdo. Berisso: Los Talas. 02/11/1965. Dawson 3454

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
(LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 30/11/1944. Rodríguez s/nº (SI). Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson, 155
Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». «vías del ferrocarril». 04/11/1924. Parodi 5883 (BAA). Pdo. Berisso:
Estancia «El Santuario» 28/11/2000. S. Torres Robles 255 (LP). Pdo. Los Talas. 16/10/1932. Cabrera 2350 (LP). Pdo. Punta Indio: cerca de
Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia Punta Piedras. 23/09/1972 (BAA 11344).
«Juan Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González
1796 (LP). Pdo. Chascomús: Samborombón. 12/1933. Ringuelet 236, Nombre científico: Diplotaxis tenuifolia (L.) DC.
237 (LP). Nombre vulgar: «mostacilla».
Región de origen: centro y sur de Europa, norte de África, Asia Menor.
Nombre científico: Myosotis azorica H. C. Watson ex Hook. Distribución: Sur.
Nombre vulgar: «no me olvides». Agresividad: Alta.
Región de origen: Islas Canarias, Azores y norte de África. Material de referencia: Pdo. Magdalena: ruta 11. Punta Piedras. 23/09/
Distribución: Sur. 1972. Gómez s/nº (BAA 11341).
Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 22/ Nombre científico: Hirschfeldia incana (L.) Lagr.-Foss.
10/2002. Delucchi 2607 (LP). Nombre vulgar: «mostacilla».
Región de origen: Europa, SO de Asia.
Familia BRASSICACEAE Distribución: Sur.
Nombre científico: Brassica nigra (L.) Koch Agresividad: Alta.
Nombre vulgar: «mostaza negra» Material de referencia: Pdo. Ensenada: Punta Lara. 14/11/1974. Zuloaga
Región de origen: Centro y Sur Europa, oeste Asia, norte de África. y Deginani 49 (LP). Pdo. de la Costa: San Clemente del Tuyú. 09/12/
Distribución: Norte, Sur. 1961. Fabris y Cullen 2544 (LP).Pdo. Gral. Madariaga: dunas. 01/
Agresividad: Media. 1954. Boelcke 9045 (BAA). Pdo. Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: San Nicolás. 10112 (LP). Pdo. Villa Gesell: a 3 km de Villa Gesell. 07/12/1967.
13/10/1941. Cabrera 7214 (LP). Pdo. La Plata: Villa Elisa. Parque Boelcke et al. 5939 (BAA).
Ecológico. 20/09/1994. Delucchi 1018 (LP). Pdo. Ensenada: Punta
Lara. 01/11/1939. Cabrera 5418 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Nombre científico: Raphanus raphanistrum L.
Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia de la familia Earnshaw. Nombre vulgar: «mostacilla».
30/11/2002. S. Torres Robles 1051 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Región de origen: Eurasia.
Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «El Mirador». 12/10/2002. Distribución: Norte.
S. Torres Robles 863 (LP). Pdo. Villa Gesell: Villa Gesell. 30/01/1972. Agresividad: Baja.
Boelcke 14593 (BAA). Material de referencia: Pdo. Campana: Otamendi, «orillas del camino».
15/02/1940. Krapovickas 89 (BAA).
Nombre científico: Brassica rapa L.
Nombre vulgar: «nabo». Nombre científico: Raphanus sativus L.
Región de origen: Asia occidental y central. Nombre vulgar: «rábano», «nabón».
Distribución: Sur. Región de origen: Eurasia.
Agresividad: Alta. Distribución: Sur.
Material de referencia: Pdo. de Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Agresividad: Alta.
Costero del Sur». Estancia «El Santuario». 12/09/2001. S. Torres Robles Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson.
422 (LP). Pdo. Punta Indio: a 4 km de Punta Indio. 17/12/1979. 31/05/1945. Krapovickas 2261 (BAA). Pdo. Ensenada: Reserva Natural
Boelcke et al. EX BACP 1458 (BAA). Estricta «Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y G. Sancho.
1678 (LP). Pdo. Magdalena: Magdalena. 16/10/1940. Rodrigo 2345
Nombre científico: Capsella bursa-pastoris (L.) Medik. (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de la Biosfera «Parque Costero del
Nombre vulgar: «zurrón», «bolsa del pastor». Sur». Atrás de la casa del Guardafauna. 12/10/2002. S. Torres Robles
Región de origen: Europa, Asia occidental a central. 888 bis (LP). Pdo. Chascomús: Río Samborombón, «orillas de los
Distribución: Norte, Sur. caminos». 12/1933. Ringuelet 268 (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Gral.
Agresividad: Alta. Madariaga. 03/03/1961. Burkart 22369 (SI). Pdo. Pinamar: Pinamar.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque 22/10/1965. sin colector (BAA).
«Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 539 (LP).
Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». S. Torres Robles 1591 (LP). Pdo. Nombre científico: Rapistrum rugosum (L.) All.
Baradero: Estancia «Los Álamos». Sotobosque. 27/10/2003. S. Torres Nombre vulgar: «mostacilla».
Robles 1474 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Región de origen: Eurasia.
Costero del Sur». Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Distribución: Sur.
Simon y N. González 1731. (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera Agresividad: Alta.
«Parque Costero del Sur». Ruta 36. Alvarez Jonte. 26/10/2004. S. Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson.
Torres Robles, P. Simon y N. González 1738. (LP); Pdo. Castelli: 15/05/1944. Krapovickas 390 (BAA). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 14/
Estancia «Rincón de López». 13/10/2002. S. Torres Robles 903 (LP). 11/1974. Zuloaga y Deginani 57 (LP). Pdo. Villa Gesell: Villa Gesell.
Pdo. Chascomús: Samborombón, «orillas camino, terrenos altos». 09/ 02/1962. Boelcke 2812 (BAA).
1934. Ringuelet 405 (LP).
Nombre científico: Rorippa nasturtium-aquaticum (L.) Hayek
Nombre científico: Cardamine hirsuta L. Nombre vulgar: «berro».
Región de origen: Eurasia. Región de origen: Eurasia, norte de África.
Distribución: Sur. Distribución: Sur.
Agresividad: Media. Agresividad: Media.
Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Material de referencia: Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 22/10/
Costero del Sur». Estancia «El Santuario». 12/09/2001. STorres Robles 1965. Valla y Walter 16 (BAA). Pdo. Pinamar: Pinamar. 03/12/1944.
425 (LP). Cabrera 8602 (LP).

Nombre científico: Diplotaxis muralis (L.) DC. Nombre científico: Sisymbrium irio L.
Región de origen: Centro y sur de Europa, NO África, O de Asia. Nombre vulgar: «mostacilla», «nabillo».
Distribución: Sur. Región de origen: Mediterráneo, India y China.
Agresividad: Alta. Distribución: Norte.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
156 Agresividad: Media. Nombre científico: Silene dioica (L.) Clairv.
Material de referencia: Pdo. Campana: Campana, «orillas del ferrocarril». Región de origen: Eurasia.
09/10/1917. Parodi 12869 (BAA). Pdo. Escobar: Talar de Pacheco. 19/ Distribución: Sur.
08/1959. Lanfranchi 1038 (SI). Agresividad: Baja.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 2/10/
Nombre científico: Sisymbrium officinale (L.) Scop. 2002. Delucchi 2605(LP).
Nombre vulgar: «mostacilla».
Región de origen: Europa, NO África, Asia Menor. Nombre científico: Silene gallica L.
Distribución: Norte, Sur. Nombre vulgar: «calabacilla».
Agresividad: Alta. Región de origen: Eurasia.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque Distribución: Norte, Sur.
«Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 564 (LP). Agresividad: Alta.
Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/2001. S. Torres Robles 607 Material de referencia: Isla Marín García: Arenal, «bosque». 30/10/
(LP). Pdo. Campana: Otamendi. 25/10/1941. A. T. Hunziker 1487 (LP, 2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 2091 (LP). Pdo.
SI). Pdo. Escobar: El Talar. 14/11/1953. Lanfranchi 51 (SI). Pdo. Campana: Reserva Natural Estricta «Otamendi». 01/11/2004. S. Torres
Ensenada: Punta Lara. 28/10/1939.Cabrera 5389 (LP)Pdo. de Robles, P. Simon y N. González 2176 (LP). Pdo. Lomas Zamora: Santa
Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia Catalina. 21/11/1940. Nicora 2815 (SI). Pdo. Berazategui: Plátanos.
«San Isidro». 06/12/2000. S. Torres Robles 308 (LP). Pdo. Punta 30/11/1912. Rodríguez 34 (SI). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 1895.
Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «Juan Alboff s/nº (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero
Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González del Sur». Estancia «San Isidro». 06/12/2000. S. Torres Robles 319
1793 (LP). Pdo. de Castelli: Estancia «Rincón de López». 13/10/2002. (LP); idem. Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon
S. Torres Robles 907, 913 (LP). y N. González 1712 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera
«Parque Costero del Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/2004. S.
Familia CAPRIFOLIACEAE. Torres Robles, P. Simon y N. González 1794 (LP). Pdo. Castelli:
Nombre científico: Lonicera japonica Thunb. Estancia «Rincón de López». 27/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y
Nombre vulgar: «madreselva». N. González 1810, 1876 (LP). Pdo. Villa Gesell: a 3 km. de Villa
Región de origen: China y Japón. Gesell. 07/12/1967. Boelcke 5921 (BAA). Pdo. Gral. Madariaga: Gral.
Distribución: Norte, Sur. Madariaga. 29/11/1944. Cabrera 8452 (LP).
Agresividad: Alta.
Material de referencia: Isla Martín García: 16/12/1991. Hurrell et al. Nombre científico: Spergula arvensis L.
956 (LP). Pdo. Campana: Reserva Otamendi, 26/3/2003, Delucchi Región de origen: Europa.
2695 (LP). Pdo. Berisso: Los Talas. 05/03/1939. Mauri 94 (LP). Pdo. Distribución: Sur.
de Ensenada: Reserva Natural Estricta «Punta Lara». 29/11/2003. S. Agresividad: Baja.
Torres Robles y G. Sancho. 1650 (LP). Pdo. de Punta Indio: Reserva Material de referencia: Pdo. Lomas de Zamora: Santa Catalina. 15/11/
de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «El Mirador». 12/10/ 1942. (LP 76309).
2002. S. Torres Robles 872 (LP). Pdo. de Castelli: Estancia «Rincón
de López». 13/10/2002. S. Torres Robles 908 (LP). Nombre científico: Spergula bocconii (Scheele) Pedersen
Región de origen: SO Europa y Mediterráneo.
FAMILIA CARYOPHYLLACEAE. Distribución: Sur.
Nombre científico: Cerastium glomeratum Thuill. Agresividad: Baja.
Región de origen: Eurasia. Material de referencia: Pdo. Berisso: Los Talas. 01/11/1931. Cabrera
Distribución: Norte, Sur. 1824 (LP, SI).
Agresividad: Alta.
Material de referencia: Isla Martín García: camino al arenal central. Nombre científico: Stellaria media (L.) Cirillo.
25/10/1996. Hurrell et al. 3180 (LP). Pdo. San Nicolás: Parque «Rafael Nombre vulgar: «capiqui», «yerba del pajarero».
de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 543 (LP). Pdo. Región de origen: Eurasia, Mediterráneo.
San Pedro: Refugio Histórico y Natural «Vuelta de Obligado». 28/10/ Distribución: Norte, Sur.
2003. S. Torres Robles 1542 (LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 17/09/ Agresividad: Alta.
1932. Cabrera 2185 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Material de referencia: Isla Marín García: camino al arenal. 30/10/
Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 12/09/2001. S. Torres Robles 2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1949 (LP). Pdo.
438 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Berazategui: Parque Pereyra Iraola, 21/08/1983. Volponi 706 (LP).
Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Pdo. Ensenada: Punta Lara. 12/11/1939. Dawson 869 (LP). Pdo.
Simon y N. González 1762 (LP). Pdo. General Madariaga: Reserva Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia
Natural «Laguna Salada Grande». 15/10/2002. S. Torres Robles 944 «El Santuario». 12/09/2001. S. Torres Robles 426a (LP). Pdo. Punta
(LP). Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Ruta 36. Alvarez
Jonte. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1736 (LP).
Nombre científico: Polycarpon tetraphyllum (L.) L. Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López». 27/10/2004. S. Torres Robles,
Región de origen: Eurasia, norte de África. P. Simon y N. González 1828 (LP). Pdo. General Madariaga: Reserva
Distribución: Norte. Natural «Laguna Salada Grande». 28/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon
Agresividad: Media. y N. González 1849 (LP). Pdo. de Mar Chiquita: Estancia «Nahuel
Material de referencia: Pdo. de Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/ Rucá». 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1927 (LP).
2001. S. Torres Robles 578 (LP).
Familia CELTIDACEAE.
Nombre científico: Silene anthirrina L. Nombre científico: Celtis australis L.
Región de origen: América del Norte. Nombre vulgar: «almez».
Distribución: Norte. Región de origen: Cuenca del Mediterráneo.
Agresividad: Media. Distribución: Sur.
Material de referencia: Isla Martín García: Camino al arenal. 30/10/ Agresividad: Alta.
2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1956 (LP). Pdo. Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 07/
Campana: Campana. 01/11/1922. Parodi 5163 (BAA); Pdo. Baradero: 10/1988. Delucchi 176 (BAA). Pdo. La Plata: Camino Villa Elisa-Boca
Estancia «Los Álamos». Fundación Figueroa Salas. 27/10/2003. S. Cerrada. 05/12/1990. Delucchi 411 (BAA). Pdo. Castelli: Estancia
Torres Robles 1460 (LP). Rincón de López, «naturalizada en los bosques de tala». 13/10/2002.
Delucchi 2594 (LP).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
Familia CHENOPODIACEAE. Nombre científico: Ipomoea cairica (L.) Sweet. 157
Nombre científico: Atriplex patula L. Nombre vulgar: «campanilla», «suspiros».
Región de origen: Eurasia y norte de África. Región de origen: pantropical.
Distribución: Sur. Distribución: Norte, Sur.
Agresividad: Media. Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. Berisso: Los Talas. 18/04/1934. Cabrera Material de referencia: Isla Martín García: camino al arenal oriental.
2927 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio, «en talares», 21/02/1973 09/01/1995. Hurrell et al. 2265 (LP). Pdo. Ramallo: Reserva Municipal
(BAA 12675). Ramallo. S. 22/02/2002. S. Torres Robles y V. Trevisán 779 (LP). Pdo.
Ensenada: Punta Lara. 05/04/1942. Cabrera 7495 (LP).
Nombre científico: Atriplex prostrata Boucher ex DC.
Región de origen: Europa, SO Asia, norte de África. Nombre científico: Ipomoea indica (Burm. f.) Merr.
Distribución: Sur. Nombre vulgar: «campanilla».
Agresividad: Media. Región de origen: América tropical.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson. Distribución: Norte.
04/09/1924. Clos 1189 (BAB). Pdo. Berisso: Los Talas. 20/11/1945. Agresividad: Alta.
Boffa s/nº (SI 25865). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 27/01/1929. Material de referencia: Isla Martín García: camino del bosque
Cabrera 668 (LP). xeromórfico central a la pista de aterrizaje. 04/01/1992. Hurrell et al.
1271 (LP). Pdo. Campana: Reserva Otamendi. 26/03/2003. Delucchi
Nombre científico: Atriplex rosea L.. 2707 (LP).
Región de origen: Europa, Asia occidental.
Distribución: Sur. Familia CUCURBITACEAE.
Agresividad: Baja. Nombre científico: Momordica charantia L.
Material de referencia: Pdo. de Punta Indio: Reserva de Biosfera Región de origen: trópicos del Viejo Mundo.
«Parque Costero del Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 19/03/2003. S. Distribución: Norte.
Torres Robles 1377 (LP). Agresividad: Baja.
Material de referencia: Pdo. Zárate: Zárate, «escasa en un cerco de la
Nombre científico: Beta vulgaris L. var. perennis L. barranca del Río Paraná». Martínez Crovetto 9793 (CTES 4537).
Nombre vulgar: «acelga salvaje».
Región de origen: Mediterráneo. Familia: CUSCUTACEAE
Distribución: Sur. Nombre científico: Cuscuta indecora Choisy var. longisepala Yunck.
Agresividad: Media. Región de origen: SO de Estados Unidos, México hasta América del
Material de referencia: Pdo. Berisso: Los Talas. 05/11/1932. Cabrera Sur.
2489 (LP). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 21/01/1928. Cabrera 660 Distribución: Sur.
(LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma, «abunda en el terraplén a Agresividad: Baja.
orillas del camino y cerca de las vías». 11/1934. Ringuelet 450 (LP). Material de referencia: Pdo. de Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 16-18/02/1947. Rodrigo 3544 Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 07/03/2001. S. Torres Robles
(LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 13/11/1950. Cabrera 10727 (LP). 361 (LP).

Nombre científico: Chenopodium album L. Nombre científico: Cuscuta pentagona Engelm.


Región de origen: Eurasia, norte de África. Región de origen: Estados Unidos.
Distribución: Sur. Distribución: Norte, Sur.
Agresividad: Baja. Agresividad: Baja.
Material de referencia: Pdo. de Punta Indio: Reserva de Biosfera Material de referencia: Pdo. Campana: Otamendi. 15/12/1940, A. T.
«Parque Costero del Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 19/03/2003. S. Hunziker 393 (CORD). Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson.
Torres Robles 1387 (LP). 01/05/1944. Krapovickas s/nº (CORD). Pdo. Ensenada: Punta Lara.
21/01/1932. Cabrera 2133 (LP). Pdo. Berisso: Los Talas. 1905. Marelli
Nombre científico: Chenopodium murale L. 62 (SI).
Nombre vulgar: «quínoa negra», «yuyo negro».
Región de origen: Eurasia, África. Familia DIPSACACEAE
Distribución: Norte, Sur. Nombre científico: Dipsacus fullorum L.
Agresividad: Baja. Región de origen: Europa central y meridional, Asia occidental y norte
Material de referencia: Pdo. Ramallo: 20/02/2002. S. Torres Robles y de África.
V. Trevisán 759 (LP). Pdo. San Pedro: San Pedro. 01/12/1939. Cabrera Nombre vulgar: «carda».
5594 (LP). Pdo. Tordillo: Gral. Conesa. 08/03/1938. Cabrera 4242 (LP, Distribución: Norte.
SI). Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. de Campana: Reserva Natural Estricta
Familia CONVOLVULACEAE. «Otamendi». 01/11/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González
Nombre científico: Calystegia sepium (L.) R. Br. 2071 (LP).
Nombre vulgar: «corregüela mayor», «campanilla».
Región de origen: Desconocida, posiblemente América del Norte. Nombre científico: Dipsacus sativus (L.) Honck.
Distribución: Norte, Sur. Nombre vulgar: «carda de cardar», «cardera», «carencha».
Agresividad: Media. Región de origen: Mediterráneo hasta China.
Material de referencia: Isla Martín García: 22/10/1992. Hurrell et al. Distribución: Sur.
1253 (LP). Pdo. San Pedro: Refugio Histórico y Natural «Vuelta de Agresividad: Alta.
Obligado». 28/10/2003. S. Torres Robles 1543 (LP). Pdo. de Baradero: Material de referencia: Pdo. de Ensenada: Reserva Natural Estricta
Estancia «Los Álamos». Fundación Figueroa Salas. 27/10/2003. S. «Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y G. Sancho. 1642 (LP).
Torres Robles 1444 (LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 28/10/1939.
Cabrera 5381 (LP). Pdo. Berisso: Los Talas. 05/03/1939. Mauri 96 Nombre científico: Scabiosa atropurpurea L.
(LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio, Sarandí. 12/10/2002. Delucchi Nombre vulgar: «flor de viuda».
2591 (LP). Pdo. Gral. Lavalle: Gral. Lavalle. 01/12/1944. Cabrera Región de origen: sur de Europa.
8548 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. «cerca de las vías férreas». 08/12/ Distribución: Sur.
1967. Boelcke et al. 5991 (BAA). Pdo. Gral. Pueyrredón: Laguna de Agresividad: Media
Los Padres. 19/02/1970. Lanfranchi 1728 (SI).

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
158 Material de referencia: Pdo. Magdalena: camino Magdalena-Punta Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «Juan
Indio. 21/02/1973. Boelcke et al. 12605 (BAA). Pdo. Villa Gesell: Villa Gerónimo». 17/03/2003. S. Torres Robles 1334 (LP).
Gesell. 15/01/1985. Bottino 448 (LP).
Nombre científico: Lotus corniculatus L.
Familia EUPHORBIACEAE. Región de origen: Eurasia, norte de África.
Nombre científico: Euphorbia maculata L. Distribución: Sur.
Región de origen: América del Norte. Agresividad: Media.
Nombre vulgar: «lechetrezna». Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Distribución: Sur. Costero del Sur». Estancia «El Santuario». 28/11/2000. S. Torres Robles
Agresividad: Baja. 279 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del
Material de referencia: Pdo. Ensenada: Punta Lara, «abra en el bosque». Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 01/03/2003. S. Torres Robles 1350
28/01/1942. Cabrera 7430 (LP). Pdo. Berisso: Los Talas. 1905. Marelli (LP).
39 (SI 514).
Nombre científico: Lotus glaber Mill.
Nombre científico: Euphorbia peplus L. Nombre vulgar: «loto corniculado tenue», «trébol pata de pájaro».
Nombre vulgar: «lechetrezna». Región de origen: Eurasia, norte de África.
Región de origen: sur de Europa, oeste de Asia, norte de África. Distribución: Sur.
Distribución: Sur. Agresividad: Media.
Agresividad: Alta. Material de referencia: Pdo. de Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Material de referencia: Pdo. de Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 06/12/2000. S. Torres Robles
Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 12/09/2001. S. Torres Robles 294 (LP); idem. Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004. S. Torres Robles, P.
447 (LP). Pdo. de Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero Simon y N. González 1711 (LP).
del Sur». Estancia «El Mirador». 03/09/2002. S. Torres Robles 847
(LP). Pdo. Gral. Madariaga: camino a Juancho. 07/10/1961. Boelcke Nombre científico: Medicago arabica (L.) Huds.
8682 (BAA). Nombre vulgar: «carretilla manchada».
Región de origen: Eurasia, norte de África.
Familia FABACEAE Distribución: Norte.
Nombre científico: Acacia dealbata Link Agresividad: Alta.
Nombre vulgar: «aromo». Material de referencia: Isla Martín García: arenal central. 19/12/1991.
Región de origen: Australia. Hurrell et al. 1079 (LP). Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Gral. Rojo.
Distribución: Sur. 13/10/1941. Cabrera 7222 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera
Agresividad: Baja. «Parque Costero del Sur». Ruta 36. Alvarez Jonte. 26/10/2004. S.
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Verónica. 07/09/1986. Placci Torres Robles, P. Simon y N. González 1746 (LP). Pdo. Castelli:
45 (LP). Estancia «Rincón de López». 27/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y
N. González 1830, 1888 (LP).
Nombre científico: Acacia melanoxylon R. Br.
Nombre vulgar: «acacia negra», «aromo». Nombre científico: Medicago lupulina L.
Región de origen: Australia. Nombre vulgar: «lupulina».
Distribución: Sur. Región de origen: Eurasia, África.
Agresividad: Baja. Distribución: Norte, Sur.
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Verónica. 05/09/1986. Placci Agresividad: Alta.
44 (LP). Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
«Rafael de Aguiar». 07/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 475 (LP).
Nombre científico: Amorpha fruticosa L. Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/2001. S. Torres Robles 592,
Nombre vulgar: «falso índigo», «índigo bastardo». 1590 (LP). Pdo. San Pedro: Refugio Histórico y Natural «Vuelta de
Región de origen: Canadá, SE Estados Unidos y norte de México. Obligado». 28/10/2003. S. Torres Robles 1557 (LP). Pdo. Baradero:
Distribución: Sur. Estancia «Los Álamos». Fundación Figueroa Salas. 27/10/2003. S.
Agresividad: Media. Torres Robles 1405 (LP). Pdo. Lomas de Zamora: Santa Catalina,
Material de referencia: Pdo. La Plata: Gonnet, vías del ferrocarril. 07/ «ruderal». 15/11/1914. Parodi 1948 (BAA). Pdo. La Plata: Villa Elisa,
11/1991. Delucchi 570 (LP). Parque Ecológico. 12/09/1994. Otero-Hernández 9 (LP). Pdo.
Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia
Nombre científico: Galega officinalis L. «El Santuario». 28/11/2000. S. Torres Robles 256 (LP). Pdo. Punta
Nombre vulgar: «alfalfa gallega». Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «El
Región de origen: Europa, Asia occidental. Mirador». 12/10/2002. S. Torres Robles 877 (LP). Pdo. Gral. Lavalle:
Distribución: Sur. Laguna de Juancho. 15/01/1933. Cabrera 2729 (LP). Pdo. Pinamar:
Agresividad: Alta. Pinamar. 09/12/1950. Cabrera 10693 (LP). Pdo. Mar Chiquita: Mar
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 14/ Chiquita. 12/10/1962. Giusti et Mattei 3530 (BAA).
03/1932. Cabrera 2057 (LP). Pdo. Ensenada: Reserva Natural Estricta
«Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y G. Sancho. 1643 (LP). Nombre científico: Medicago minima (L.) Bartal.
Nombre vulgar: «trébol de carretilla».
Nombre científico: Gleditsia triacanthos L. Región de origen: Europa, oeste Asia, Norte de África.
Nombre vulgar: «acacia negra», «espina de Cristo». Distribución: Norte, Sur.
Región de origen: Centro y este de Estados Unidos. Agresividad: Alta.
Distribución: Norte, Sur. Material de referencia: Isla Martín García: 30/11/1920. Parodi 2534
Agresividad: Alta. (BAA). Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque «Rafael de Aguiar».
Material de referencia: Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». S. Torres Robles 07/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 492 (LP). Pdo. Campana:
1594 (LP). Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 20/04/1997. Reserva Natural Estricta «Otamendi». 01/11/2004. S. Torres Robles, P.
Delucchi 1515 (LP). Pdo. La Plata: Villa Elisa. Parque Ecológico, «común Simon y N. González 2169 bis (LP). Pdo. Berazategui: Guillermo E.
e invasor en todo el predio». 04/1997. Hernández 53 (LP). Pdo. Hudson, «terraplenes». 05/11/1923. Parodi 5299 (BAA). Pdo. Punta
Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Ruta 36. Indio: Monte Veloz. 10/11/1931. Cabrera 1852 (LP). Pdo. Castelli:
Vieytes. 26/10/2004. S. Torres Robles 1697 (LP). Pdo. Punta Indio: Estancia «Rincón de López». 13/10/2002. S. Torres Robles 919 (LP).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
Pdo. Mar Chiquita: Estancia «Nahuel Rucá». 29/10/2004. S. Torres Distribución: Norte, Sur. 159
Robles, P. Simon y N. González 1913 (LP). Agresividad: Alta.
Material de referencia: Isla Martín García: camino a la pista. 17/12/
Nombre científico: Medicago polymorpha L. 1991. Hurrell et al. 1031 (LP). Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/
Nombre vulgar: «trébol de carretilla», «carretilla». 2001. S. Torres Robles 627 (LP). Pdo. San Pedro: San Pedro. 01/12/
Región de origen: Mediterráneo. 1939. Cabrera 5594 (LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 14/01/1932.
Distribución: Sur. Cabrera 2011 (LP). Pdo. La Plata: Ringuelet. 06/12/1982. Amat 178
Agresividad: Alta. (LP). Pdo. Berisso: Los Talas. 12/1941. Boffa s/nº (LP 48094).
Material de referencia: Pdo. Ensenada: Punta Lara. 25/09/1973. Zardini Obs. : de indigenato dudoso en la provincia de Buenos Aires.
193 (LP). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 23/10/1938. Job 1394 (LP).
Pdo. Chascomús: Samborombón, «terrenos altos». 09/1934. Ringuelet Nombre científico: Prosopis affinis Spreng.
419 (LP). Pdo. Tordillo: Estancia La Bagatela, camino a Gral. Lavalle. Nombre vulgar: «ñandubay».
16/01/1941. Giardelli 112 (BAA). Pdo. Gral. Lavalle: Laguna de Juancho, Región de origen: Argentina.
«terrenos del ferrocarril». 11/1935. Cabrera 3390 (LP). Distribución: Norte.
Agresividad: Baja.
Nombre científico: Melilotus albus Desr. Material de referencia: Pdo. Campana: Campana, «bosque del camino
Nombre vulgar: «trébol de olor blanco». a las canteras». 20/12/1921. Castellanos s/nº (BA 51376).
Región de origen: Eurasia, norte de África. Obs.: de indigenato dudoso en la provincia de Buenos Aires.
Distribución: Sur.
Agresividad: Alta. Nombre científico: Robinia pseudo-acacia L.
Material de referencia: Isla Marín García: Reserva Natural y Sitio Nombre vulgar: «acacia blanca», «falsa acacia».
Histórico «Isla Martín García». 30/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon Región de origen: Estados Unidos.
y N. González 2108 (LP). Pdo. Punta Indio: Ruta Magdalena-Punta Distribución: Sur.
Indio. 15/12/1979. EX BACP 11310 (BAA). Pdo. de La Costa: San Agresividad: Media.
Clemente del Tuyú. 10/09/1961. Fabris y Cullen 2530 (LP). Pdo. Pinamar: Material de referencia: Pdo. Berazategui: Plátanos. Estación del
Pinamar. 01/1946. Cabrera 19110 (LP). Pdo. Villa Gesell: a 3 km. de ferrocarril. 18/02/1992. Delucchi 695 (BAA). Pdo. Mar Chiquita: Estancia
Villa Gesell. 07/12/1962. (5729 BAA). Pdo. Mar Chiquita: Mar Chiquita. «Nahuel Rucá». 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González
12/10/1962. Giusti y Mattei 3523 (BAA). 1940 (LP).

Nombre científico: Melilotus indicus (L.) All. Nombre científico: Spartium junceum L.
Nombre vulgar: «trébol de olor». Nombre vulgar: «retama», «retama amarilla».
Región de origen: Europa, oeste de Asia, norte de África. Región de origen: Eurasia, norte África.
Distribución: Norte, Sur. Distribución: Sur.
Agresividad: Alta. Agresividad: Media.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque Material de referencia: Pdo. La Plata: Villa Elisa, Parque Ecológico. 12/
«Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 534 (LP). 09/1994. Otero y Hernández 11 (LP). Pdo. Magdalena: Magdalena. 08/
Pdo. Campana: Reserva Natural Estricta «Otamendi». 01/11/2004. S. 03/2004. Delucchi 2812 (LP).
Torres Robles, P. Simon y N. González 2169 (LP). Pdo. Ensenada:
Reserva Natural Estricta «Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y Nombre científico: Trifolium pratense L.
G. Sancho. 1668 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Nombre vulgar: «trébol rojo», «trébol de los prados», «trébol morado».
Costero del Sur». Estancia «El Santuario». 28/11/2000. S. Torres Robles Región de origen: Eurasia, NO África.
232 (LP). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 10/11/1931. Cabrera 1868 (LP, Distribución: Sur.
SI). Pdo. Chascomús: Chascomús. 12/11/1973. Tur 1553 (LP). Pdo. de Agresividad: Media.
La Costa: San Clemente del Tuyú. 29/01/1929. Cabrera 4911 (LP, SI). Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Pdo. General Madariaga: Reserva Natural «Laguna Salada Grande». Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 07/03/2001. S. Torres Robles
28/10/2004. S. Torres Robles, P. Simón y N. González 1864 (LP). 377 (LP). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 10/11/1931. Cabrera 1830
(LP).
Nombre científico: Melilotus messanensis (L.) All.
Nombre vulgar: «trébol de olor». Nombre científico: Trifolium repens L.
Región de origen: Mediterráneo. Nombre vulgar: «trébol blanco».
Distribución: Sur. Región de origen: Eurasia, norte de África.
Agresividad: Alta. Distribución: Norte, Sur.
Material de referencia: Pdo. La Plata: Villa Elisa. Parque Ecológico. 12/ Agresividad: Alta.
09/1994. Otero y Hernández 8 (LP); Camino a Ensenada. 06/11/1942. Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Cabrera 7617 (LP). Pdo. Berisso: Los Talas. 05/11/1932. Cabrera «Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 518 (LP).
2485 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de la Biosfera «Parque Costero Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini» Barranca. S. Torres Robles 1625 (LP).
del Sur». Atrás de la casa del Guardafauna. 12/10/2002. S. Torres Pdo. La Plata: Villa Elisa. Parque Ecológico. 12/09/1994. Otero y
Robles 877 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma, «en bañados y Hernández 10 (LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 12/11/1939. Dawson
terraplenes de conchilla». 12/1933. Ringuelet 227 (SI). Pdo. Pinamar: 855 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del
Pinamar. 09/12/1950. Cabrera 10687 (LP). Sur». Estancia «San Isidro». 06/12/2000. S. Torres Robles 333 (LP);
idem. Ruta 36.Vieytes. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N.
Nombre científico: Melilotus officinalis (L.) Lam. González 1722 (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López». 27/10/
Nombre vulgar: «trébol de olor amarillo». 2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1887 (LP). Pdo. Tordillo:
Región de origen: Eurasia, norte de África. Entre Gral. Conesa y Gral. Lavalle, 12/01/1941. Nicora y Giardelli 73
Distribución: Sur. (BAA). Pdo Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera 10071 (LP).
Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 14/12/1979. EX Familia FUMARIACEAE.
BACP 1124 (BAA). Pdo. Villa Gesell: Villa Gesell. 06/03/1961. Burkart Nombre científico: Fumaria agraria Lag.
22385 (SI). Región de origen: Europa, oeste de Asia, norte de África.
Distribución: Norte.
Nombre científico: Parkinsonia aculeata L. Agresividad: Baja.
Nombre vulgar: «cina-cina». Material de referencia: Pdo. Campana: Otamendi, «barrancas». 27/10/
Región de origen: América cálida hasta el norte de Argentina. 1935. Nicora 536 (SI).

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
160 Nombre científico: Fumaria capreolata L. Simon y N. González 1706 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera
Nombre vulgar: «flor de pajarito», «perejilillo». «Parque Costero del Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/2004. S.
Región de origen: Europa. Torres Robles, P. Simon y N. González 1765 (LP). Pdo. Castelli:
Distribución: Norte, Sur. Estancia «Rincón de López». 27/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y
Agresividad: Alta. N. González 1881 (LP). Pdo. Mar Chiquita: Estancia «Nahuel Rucá».
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1908, 1914 (LP).
«Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 519 (LP).
Pdo. Baradero: Estancia «Los Álamos». 27/10/2003. S. Torres Robles Nombre científico: Geranium molle L.
1478 (LP). Pdo. Magdalena: Estancia «El Destino». 02/11/1947. Cabrera Región de origen: Eurasia.
10398 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero Distribución: Norte, Sur.
del Sur». Estancia «El Mirador». 12/10/2002. S. Torres Robles 867 Agresividad: Alta.
(LP); idem. Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, Material de referencia: Pdo. Campana: Otamendi. 01/12/1977. Rotman
P. Simon y N. González 1789 (LP). et al. 65 (SI). Pdo. Lomas de Zamora: Lavallol. Santa Catalina. 08/10/
1932. Parodi 10541 (BAA). Pdo. Ensenada: Ensenada. 17/10/1897.
Nombre científico: Fumaria officinalis L. (LPS 2548). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero
Nombre vulgar: «flor de pajarito», «perejilillo». del Sur». Estancia «San Isidro». 06/12/2000. S. Torres Robles 309
Región de origen: Cuenca del Mediterráneo. (LP). Pdo. Punta Indio: Monte Veloz, «en los talares». 10/11/1931.
Distribución: Norte. Cabrera 1865 (LP). Pdo. Chascomús: Samborombón, «caminos y
Agresividad: Baja. terrenos altos». 12/1933. Ringuelet 290 (LP). Pdo. Gral. Madariaga:
Material de referencia: Pdo. Baradero: Baradero, «yuyo en cultivos de Juancho. 07/10/1961. Boelcke et al. 8687 (BAA).
alberjas al pie de la barranca». 20/11/1937. Burkart 8556 (SI).
Nombre científico: Geranium purpureum Vill.
Familia GENTIANACEAE. Región de origen: Viejo Mundo.
Nombre científico: Centaurium pulchellum (Sw.) Druce. Distribución: Norte, Sur.
Nombre vulgar: «yuyo amargón». Agresividad: Baja.
Región de origen: Eurasia y Norte de África. Material de referencia: Pdo. San Pedro: Refugio Histórico y Natural
Distribución: Norte, Sur. «Vuelta de Obligado». 28/10/2003. S. Torres Robles 1533 (LP). Pdo.
Agresividad: Alta. Baradero: Estancia «Los Álamos». Fundación Figueroa Salas. 27/10/
Material de referencia: Isla Martín García: «bosque xerófilo-arenoso». 2003. Torres Robles 1479 (LP). Pdo. General Madariaga: Reserva
30/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 2114 (LP). Pdo. Natural «Laguna Salada Grande». 14/10/2002. S. Torres Robles 925
San Nicolás de los Arroyos: Parque «Rafael de Aguiar». 22/12/2002. (LP). Pdo. Gral. Lavalle: Laguna Salada. 13/10/1973 Zardini 205 (LP).
S. Torres Robles y D. Voglino 1075 (LP). Pdo. Ramallo: Reserva
Municipal «Ramallo». 23/12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino 1134 Familia LAMIACEAE
(LP). Pdo. Baradero: Estancia «Los Álamos». 15/12/2002. S. Torres Nombre científico: Lamium amplexicaule L.
Robles y D. Voglino 1234 (LP). Pdo. Campana: Otamendi. 01/1964. Región de origen: Europa, norte de África.
Fabris 4994 (LP). Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 10/04/ Distribución: Sur.
1953. Gautier 31 (LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 04/01/1940. Dawson Agresividad: Alta.
930 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Sur». Estancia «San Isidro». 07/03/2001. S. Torres Robles 366 (LP). Costero del Sur». Estancia «El Santuario». 12/09/2001. S. Torres Robles
Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 28/12/1945. Rodrigo 3457 (LP). Pdo. 423 (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López». 27/10/2004. S.
Tordillo: Gral. Conesa, «muy abundante». 18/02/1947. Burkart 15676 Torres Robles, P. Simon y N. González 1824 (LP). Pdo. Gral. Lavalle:
(SI). Pdo. de la Costa: San Clemente del Tuyú. 22/01/1979. Tur 1691 Laguna La Salada. 03/10/1973. Zardini 206 (LP). Pdo. Villa Gesell:
(LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera 10106 (LP). Pdo. Villa Gesell. 07/10/1961. Boelcke 8680 (BAA).
Gral. Madariaga: Gral. Madariaga, «abunda en los médanos». 05/03/
1961. Burkart 22378 (SI). Nombre científico: Leonurus cardiaca L.
Región de origen: Eurasia.
Familia GERANIACEAE. Distribución: Norte.
Nombre científico: Erodium cicutarium (L.) L’Her. ex Aiton Agresividad: Baja.
Nombre vulgar: «alfilerillo». Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: San Nicolás.
Región de origen: zonas templadas del Viejo Mundo. 10/1945. Cabrera 10056 (LP).
Distribución: Sur.
Agresividad: Alta. Nombre científico: Leonurus sibiricus L.
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Monte Veloz, «dunas». 10/11/ Nombre vulgar: «cola de león».
1931. Cabrera 1864 (LP). Pdo. Mar Chiquita: Mar Chiquita, «dunas Región de origen: China y Siberia.
costeras». 12/10/1962. Boelcke et al. 2362 (BAA). Pdo. Gral. Distribución: Norte.
Pueyrredón: Laguna de los Padres. 11/11/1962. Boelcke et al. 9302 Agresividad: Baja.
(BAA). Material de referencia: Pdo. San Pedro: San Pedro, «barrancas». 26/
12/1953. Calderón 272 (BAA).
Nombre científico: Erodium malacoides (L.) L’Hér. ex Aiton
Nombre vulgar: «alfilerillo». Nombre científico: Marrubium vulgare L.
Región de origen: Mediterráneo e Irán. Nombre vulgar: «malvarrubia».
Distribución: Sur. Región de origen: Eurasia y norte de África.
Agresividad: Baja. Distribución: Norte, Sur.
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Ruta 11. Punta Piedras. 23/ Agresividad: Alta.
09/1972. (BAA 11350). Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 02/ Material de referencia: Isla Martín García: meseta central. 25/10/
1947. Rodrigo 3528 (LP). 1992. Hurrell et al. 1308 (LP). Pdo. San Nicolás de los Arroyos:
Parque «Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon
Nombre científico: Geranium dissectum L. 553 (LP). Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/2001. S. Torres Robles
Distribución: Sur. 604 (LP). Pdo. Zárate: Las Palmas. «en un talar». 30/11/1951. Boelcke
Región de origen: Europa, oeste de Asia. 5074 (SI). Pdo. La Plata: Villa Elisa, Parque Ecológico. 20/09/1995.
Agresividad: Media. Delucchi 1027 (LP). Pdo. de Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «El Santuario». 28/11/2000. Torres Robles
Costero del Sur». Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. 271 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 19/03/2003. S. Torres Robles 1339 Agresividad: Alta. 161
(LP). Pdo. Gral. Madariaga: Reserva Natural «Laguna Salada Grande». Material de referencia: Pdo. Ramallo: Reserva Municipal «Ramallo».
28/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1833 (LP). Pdo. 23/12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino 1131 (LP). Pdo. La Plata:
Castelli: Estancia «Rincón de López». 27/10/2004. S. Torres Robles, P. Gonnet, «vías del ferrocarril». 23/10/1986. Delucchi 109 (BAA). Pdo.
Simon y N. González 1872 (LP). Pdo. Mar Chiquita: Estancia «Nahuel Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Reserva
Rucá». 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1936 «El Destino». 30/10/2002. S. Torres Robles y N. García 985 (LP). Pdo.
(LP). Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia
«Juan Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González
Nombre científico: Mentha pulegium L. 1800 (LP).
Nombre vulgar: «menta».
Región de origen: Viejo Mundo. Familia MORACEAE.
Distribución: Norte, Sur. Nombre científico: Broussonetia papyrifera (L.) Vent.
Agresividad: Media. Nombre vulgar: «morera de papel».
Material de referencia: Pdo. San Pedro: San Pedro. 08/01/1955. Calderón Región de origen: SE Asia.
515 (BAA). Pdo. Berisso: Los Talas. 12/1944. Boffa s/nº (SI). Pdo. Distribución: Norte.
Punta Indio: Punta Indio. 10/1938 (LP 48540). Pdo. Tordillo: Camino Agresividad: Media.
Gral. Madariaga a Gral. Conesa. 28/01/1962. Nicora 6967 (BAA). Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
«Rafael de Aguiar». 07/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 453 (LP).
Nombre científico: Mentha x rotundifolia (L.) Huds. Pdo. Ramallo: Refugio Histórico y Natural «Vuelta de Obligado». 17/
Nombre vulgar: «menta». «yerba buena». 02/2003. S. Torres Robles 1309 (LP). Pdo. San Pedro: Refugio Histórico
Región de origen: híbrido. y Natural «Vuelta de Obligado». 28/10/2003. S. Torres Robles 1540
Distribución: Norte, Sur. (LP).
Agresividad: Media.
Material de referencia: Pdo. Campana: Campana, «bañados del Paraná». Nombre científico: Morus alba L.
13/04/1906 (BAA 8500). Pdo. Berisso: Los Talas. 05/03/1939. Mauri 89 Nombre vulgar. «morera blanca».
(LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. 02/02/1932. Hicken s/nº (SI Región de origen: China.
4006). Pdo. Tordillo: Gral. Conesa. 08/03/1938. Cabrera 4244 (LP). Distribución: Norte, Sur.
Agresividad: Alta.
Nombre científico: Prunella vulgaris L. Material de referencia: Isla Martín García: camino al arenal. 30/10/
Región de origen: regiones templadas del Viejo Mundo. 2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 2046 (LP). Pdo. de
Distribución: Sur. Ramallo: Estancia «Cuini». S. Torres Robles 1603 (LP). Pdo. San
Agresividad: Media. Pedro: Refugio Histórico y Natural «Vuelta de Obligado». 28/10/2003.
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. «en el S. Torres Robles 1531 (LP). Pdo. Baradero: Estancia «Los Álamos».
sotobosque, al borde del camino», 12/12/1990. Delucchi 425 (BAA). 27/10/2003. S. Torres Robles 1510 (LP). Pdo. Campana: Reserva
Pdo. Ensenada: Punta Lara. 19-20/01/1930. Cabrera 1326 (LP). Natural Estricta «Otamendi». 01/11/2004. S. Torres Robles, P. Simon y
N. González 2083, 2146 (LP). Pdo. La Plata: Parque Ecológico. 12/09/
Nombre científico: Salvia verbenaca L. 1994. Otero y Hernández 6 (LP). Pdo. Ensenada: Camino Boca Cerrada-
Región de origen: Mediterráneo, oeste de Europa. Villa Elisa, 30/11/1984. Delucchi 23 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de
Distribución: Sur. Biosfera «Parque Costero del Sur», Ruta 36, Vieytes, 26/10/2004, S.
Agresividad: Baja. Torres Robles, P. Simon y N. González 1694 (LP). Pdo. Punta Indio:
Material de referencia: Pdo. Gral. Madariaga: Juancho. «vías del Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur», «bosque detrás de la
ferrocarril». 16/01/1933. Cabrera 2735 (LP). casa del guardafauna». 12/10/2002. S. Torres Robles 862 (LP). Pdo.
Castelli: Estancia «Rincón de López». 13/10/2002. S. Torres Robles
Nombre científico: Stachys arvensis L. 909 (LP).
Región de origen: Eurasia.
Distribución: Norte. Familia MYOPORACEAE.
Agresividad: Media. Nombre científico: Myoporum laetum G. Forst.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque Nombre vulgar. «transparente».
«Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 572 (LP). Región de origen: Nueva Zelandia.
Pdo. Baradero: Estancia «Los Álamos». 07/12/2002. S. Torres Robles Distribución: Sur.
y D. Voglino 1209 (LP). Agresividad: Media.
Material de referencia: Pdo. Magdalena: Estancia San Isidro,
Familia MALVACEAE. «naturalizada en un talar». 16/10/1989. Delucchi 335 (BAA). Pdo.
Nombre científico: Malva parviflora L. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur», «bosque
Nombre vulgar: «malva». detrás de la casa del guardafauna». 12/10/2002. S. Torres Robles 857
Región de origen: SO Europa, Mediterráneo, oeste de Asia. (LP). Pdo. Mar Chiquita: Estancia «Nahuel Rucá», «borde del bosque».
Distribución: Norte. 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1939 (LP).
Agresividad: Media.
Material de referencia: Isla Martín García: meseta central. 17/10/ Familia OLEACEAE.
1929 s/nº (SI). 25/10/1992. Hurrell et al. 1305 (LP). Nombre científico: Fraxinus pennsylvanica Marshall.
Nombre vulgar: «fresno americano».
Nombre científico: Malva sylvestris L. Región de origen: América del Norte.
Nombre vulgar: «malva». Distribución: Norte, Sur.
Región de origen: Europa, norte de África y Asia occidental. Agresividad: Media.
Distribución: Sur. Material de referencia: Pdo. Campana: Reserva Otamendi. 26/03/2003.
Agresividad: Baja. Delucchi 2685 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 12/10/2002. Delucchi
Material de referencia: Pdo. Berisso: Los Talas. 02/11/1937. Boffa s/ 2585 (LP).
nº (LP 6945).
Nombre científico: Ligustrum lucidum Ait. f.
Familia MELIACEAE. Nombre vulgar: «ligustro».
Nombre científico: Melia azedarach L. Región de origen: China.
Región de origen: Himalaya. Distribución: Norte, Sur.
Distribución: Norte, Sur. Agresividad: Alta.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
162 Material de referencia: Pdo. Campana: Reserva Otamendi. 26/03/2003. Agresividad: Alta.
Delucchi 2676 (LP). Pdo. Ensenada: Reserva Natural Estricta «Punta Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y G. Sancho 1644 (LP). «Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 545 (LP).
Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/2001. S. Torres Robles 661
Nombre científico: Ligustrum sinense Lour. (LP). Pdo Ensenada: Punta Lara. 11/1938. (LP 47578). Pdo. Berisso:
Nombre vulgar: «ligustrina». Los Talas. 12/1944. Boffa s/nº (SI). Pdo. Gral. Madariaga: Gral.
Región de origen: China. Madariaga. 16-18/02/1947. Rodrigo 3526 (LP).
Distribución: Norte, Sur.
Agresividad: Alta.
Familia POLYGONACEAE.
Material de referencia: Isla Martín García: Camino al arenal. 30/10/
Nombre científico: Polygonum aviculare L.
2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 2009 (LP). Pdo.
Nombre vulgar: «sanguinaria».
Campana: Reserva Otamendi. 26/03/2003. Delucchi 2650 (LP). Pdo.
Región de origen: regiones templadas del Hemisferio Norte.
Ensenada: Reserva Natural Estricta «Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres
Distribución: Norte, Sur.
Robles y G. Sancho. 1661 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera
Agresividad: Media.
«Parque Costero del Sur». Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres
Material de referencia: Pdo. Ramallo: Bajos de Obligado. 19/02/2002.
Robles y N. García 990 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 12/10/
S. Torres Robles y V. Trevisán 696 (LP). Pdo. San Pedro: Barrancas de
2002. Delucchi 2574 (LP). Pdo. General Pueyrredón: Reserva Integral
San Pedro. 28/12/1953. Calderón 346 (BAA). Pdo. Ensenada: Punta
«Laguna de los Padres». 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N.
Lara. Rodrigo 2201 (LP). Pdo. Berisso: Los Talas. 12/1944. Boffa s/nº
González 2206 (LP).
(SI).Pdo. Punta Indio: Monte Veloz. 01/1929. Pérez Moreau s/nº (BA
8368). Pdo. Pinamar: Pinamar, «intermédanos». 01/1946. Cabrera
Familia OXALIDACEAE.
10067 (LP).
Nombre científico: Oxalis corniculata L.
Región de origen: Mediterráneo.
Nombre científico: Rumex conglomeratus Murray.
Distribución: Norte.
Región de origen: Eurasia, norte de África.
Agresividad: Media.
Distribución: Sur.
Material de referencia: Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 23/12/2001. S.
Agresividad: Media.
Torres Robles 687 (LP). Pdo. Baradero: Estancia «Los Álamos». 07/
Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque
12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino 1221 (LP). Pdo. Berazategui:
Costero del Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 19/03/2003. S. Torres
Plátanos, «terrenos altos». 29/12/1912. Rodríguez s/nº (SI).
Robles 1363 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar, «talares». 01/1946. Cabrera
10128 (LP).
Familia PAPAVERACEAE.
Nombre científico: Papaver rhoeas L.
Nombre científico: Rumex crispus L.
Nombre vulgar: «amapola de jardín».
Nombre vulgar: «lengua de vaca», «romanza».
Región de origen: Macaronesia al Mediterráneo oriental.
Región de origen: Eurasia, norte de África.
Distribución: Sur.
Distribución: Norte, Sur.
Agresividad: Media.
Agresividad: Alta.
Material de referencia: Pdo. Magdalena: camino costero. 14/10/1940.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Rodrigo 2341 (LP).
«Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 546 (LP).
Pdo. Baradero: Baradero. 22/11/1937. Burkart 8581 (SI). Pdo. La
Nombre científico: Papaver somniferum L.
Plata: Parque Ecológico. 28/11/1994. Delucchi 881 (LP). Pdo. Pinamar:
Nombre vulgar: «amapola». «adormidera».
Pinamar. 01/1946. Cabrera 10138 (LP).
Región de origen: Eurasia.
Distribución: Sur.
Nombre científico: Rumex pulcher L.
Agresividad: Media.
Región de origen: Sur y oeste de Europa, oeste de Asia.
Material de referencia: Pdo Magdalena: camino a Punta Indio. 29/10/
Distribución: Norte, Sur.
1991, Delucchi 566 (BAA).
Agresividad: Media.
Material de referencia: Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/2001. S.
Familia PHYTOLACCACEAE.
Torres Robles 654 (LP). Pdo. Baradero: Estancia «Los Álamos». 15/
Nombre científico: Phytolacca americana L.
12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino 1241 (LP). Pdo. Magdalena:
Región de origen: América del Norte.
Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «El Santuario».
Distribución: Sur.
28/11/2000. S. Torres Robles 284 (LP).
Agresividad: Media.
Pdo. Gral. Lavalle: Cari Lauquén, «talares». 30/11/1944. Cabrera 8501
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson,
(LP).
«en los bosques». 15/11/1919. Parodi 1215 (BAA). Pdo. Ensenada:
Punta Lara. 12/04/1992. Rossow et al. 4748 (BAF).
Familia PORTULACACEAE.
Nombre científico: Talinum paniculatum (Jacq.) Gaertn.
Familia PLANTAGINACEAE.
Nombre vulgar: «carne gorda».
Nombre científico: Plantago lanceolata L.
Región de origen: Estados Unidos al centro de Argentina.
Nombre vulgar: «llantén».
Distribución: Norte.
Región de origen: Eurasia.
Agresividad: Media.
Distribución: Sur.
Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Agresividad: Alta.
«Rafael de Aguiar». 22/12/2002. S. Torres Robles y D. Voglino 1127
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Parque Pereyra Iraola. 16/
(LP). Pdo. de Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/2001. S. Torres Robles
12/1939. Dawson 927 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera
587 (LP). Pdo. San Pedro: San Pedro, «barrancas». 29/12/1943. Nicora
«Parque Costero del Sur». Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004. S. Torres
3531 (SI). Pdo. Zárate: Lima, «barrancas del Paraná de Las Palmas».
Robles, P. Simon y N. González 1710 (LP). Pdo. Punta Indio: Monte
14/03/1976. Cabrera et al. 27613 (SI). Pdo. Campana: Campana,
Veloz, 11/11/1931. Cabrera 1876 (LP). Pdo. Villa Gesell: Villa Gesell.
«barrancas». 03/04/1906. BAA 8665.
07/12/1967. Boelcke et al. 5931 (BAA).
Obs.: de indigenato dudoso en la provincia de Buenos Aires.
Nombre científico: Plantago major L.
Familia PRIMULACEAE.
Nombre vulgar: «llantén», «torraja cimarrona».
Nombre científico: Anagallis arvensis L.
Región de origen: Eurasia.
Región de origen: Eurasia.
Distribución: Norte, Sur.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
Distribución: Norte, Sur. Distribución: Sur. 163
Agresividad: Alta. Agresividad: Media.
Material de referencia: Isla Marín García: camino al arenal. 30/10/ Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 12/10/2002.
2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1979, 1980 (LP). Pdo. Delucchi 2593 (LP).
San Nicolás de los Arroyos: San Nicolás. 12/10/1941. Cabrera 7185
(LP). Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson. 05/12/1938. Dawson Nombre científico: Pyracantha coccinea M. Roem.
398 (LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 02/11/1940. Dawson 1019 Región de origen: SE y centro de Europa, oeste Asia.
(LP). Pdo. Magdalena: Reserva de la Biosfera «Parque Costero del Nombre vulgar: «crataegus».
Sur». Estancia de la familia Earnshaw. 30/11/2002. S. Torres Robles Distribución: Norte, Sur.
1063 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 23/10/1938. Mauri 73 (LP). Agresividad: Media.
Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma. Bahía Samborombón. 12/1933. Material de referencia: Pdo. Campana: Reserva Otamendi. 26/03/2003.
Ringuelet 271 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 10/12/1950. Cabrera 10704 Delucchi 2681 (LP). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. 08/03/2004. Delucchi
(LP). Pdo. Villa Gesell: a 3 km. de Villa Gesell. 07/12/1967. Boelcke 2819 (LP).
et al. 50 (BAA).
Nombre científico: Rubus divaricatus P. J. Mühler
Nombre científico: Centunculus minimus L. Nombre vulgar: «zarzamora».
Región de origen: Eurasia, norte de África. Región de origen: Europa Central.
Distribución: Sur. Distribución: Norte.
Agresividad: Media. Agresividad: Media.
Material de referencia: Pdo. Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 30/11/ Material de referencia: Pdo. Campana: Otamendi. 01/12/1977. Rotman
1944. Cabrera 8472 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar. 01/1946. Cabrera et al. 62 (SI).
10147 (LP)
Nombre científico: Rubus ulmifolius Schott
Nombre científico: Samolus valerandi L. Nombre vulgar: «zarzamora».
Nombre vulgar: «berro», «carambola blanca». Región de origen: Europa, norte de África.
Región de origen: desconocida, actualmente cosmopolita Distribución: Sur.
Distribución: Sur. Agresividad: Alta.
Agresividad: Media. Material de referencia: Pdo. de Ensenada: Reserva Natural Estricta
Material de referencia: Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». 29/10/2003. S. «Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y G. Sancho. 1657 (LP).
Torres Robles 1618 (LP). Pdo. Baradero: Río Arrecifes al lado de las vías.
22/11/1937. Burkart 8568 (SI). Pdo. Punta Indio: Punta Indio. «sobre la Familia RUBIACEAE.
costa del río». 23/02/1973. Boelcke et al. (BAA 12551). Pdo. Villa Gesell: Nombre científico: Galium aparine L.
a 3 km. de Villa Gesell. 07/12/1967. Boelcke et al. (BAA 5941). Nombre vulgar: «pega-pega».
Región de origen: Eurasia, norte de África.
Familia RANUNCULACEAE. Distribución: Norte, Sur.
Nombre científico: Ranunculus muricatus L. Agresividad: Alta.
Región de origen: Mediterráneo. Material de referencia: Pdo. Campana: Reserva Natural Estricta
Nombre vulgar: «pata de gallo». «Otamendi». 01/11/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González
Distribución: Norte, Sur. 2067 bis (LP). Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson. 17/11/
Agresividad: Alta. 1974. Zuloaga y Deginani 90 (LP). Magdalena: Reserva de Biosfera
Material de referencia: Isla Martín García: meseta central. Cerca del «Parque Costero del Sur». Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres
camping. 23/10/1992 Hurrell et al. 1267 (LP). Pdo. Lomas de Zamora: Robles y N. García 984 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera
Santa Catalina, 21/11/1940. Nicora 2818 (SI). Pdo. Quilmes: Quilmes. «Parque Costero del Sur». Estancia «El Mirador». 12/10/2002. S. Torres
22/11/1912. Rodríguez 84 (SI). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 11/1931. Robles 870 (LP). Pdo. Villa Gesell: camino a Villa Gesell. 07/10/1961.
(SI). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Boelcke s/nº (BAA 17016). Pdo. Pdo. General Madariaga: Reserva
Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres Robles y N. García 975 Natural «Laguna Salada Grande». 14/10/2002. S. Torres Robles 924
(LP); idem. Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon (LP).
y N. González 1728 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera
«Parque Costero del Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/2004. S. Nombre científico: Galium palustre L. Nombre vulgar: «pega-pega».
Torres Robles, P. Simon y N. González 1763 (LP). Pdo. de Castelli: Región de origen: Europa, Asia Menor.
Estancia «Rincón de López». 13/10/2002. S. Torres Robles 901 (LP). Distribución: Sur.
Pdo. General Madariaga: Reserva Natural «Laguna Salada Grande». Agresividad: Baja.
28/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1868 (LP). Pdo. Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
Mar Chiquita: Estancia «Nahuel Rucá». 29/10/2004. S. Torres Robles, Costero del Sur». Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres Robles
P. Simon y N. González 1911 (LP). y N. García 969 (LP).

Familia ROSACEAE. Familia RUTACEAE.


Nombre científico: Duchesnea indica (Andrews) Focke. Nombre científico: Citrus sinensis (L.) Osbeck
Región de origen: India, este de Asia. Nombre vulgar: «naranjo dulce».
Nombre vulgar: «frutilla silvestre». Región de origen: SE Asia y Malasia.
Distribución: Norte, Sur. Distribución: Norte.
Agresividad: Media. Agresividad: Baja.
Material de referencia: Pdo. de Ramallo: Estancia «Cuini». 22/12/ Material de referencia: Isla Marín García: Camino al arenal. 30/10/
2001. S. Torres Robles 666 (LP). Pdo. de Campana: Reserva Natural 2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1993 (LP).
Estricta «Otamendi». 01/11/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N.
González 2086 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Nombre científico: Poncirus trifoliata (L.) Raf.
Costero del Sur». Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres Robles Nombre vulgar: «naranjo trébol».
y N. García 957 (LP); idem. Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004. S. Torres Región de origen: China.
Robles, P. Simon y N. González 1700 (LP). Distribución: Norte, Sur.
Agresividad: Baja.
Nombre científico: Pyracantha angustifolia (Franch.) C. Schneider. Material de referencia: Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini,. 29/10/2003,
Región de origen: China. Torres Robles 1635 (LP). Pdo. Zárate: camino a Zárate, cerca del
Nombre vulgar: «crataegus». Paraná de las Palmas, 25/11/2002, Mollard 10 (SI); Arroyo Pesquerías,

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
164 8/12/2003. Hurrell et al. 5418 (SI). Pdo. La Plata: Villa Elisa, Parque Material de referencia: Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque
Ecológico, 20/2/1995, Delucchi 898 (LP); 20/9/95, Delucchi 1038 (LP). Costero del Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres
Robles, P. Simon y N. González 1766 bis (LP).
Nombre científico: Ruta chalepensis L.
Nombre vulgar: «ruda». Familia SOLANACEAE.
Región de origen: Mediterráneo. Nombre científico: Datura ferox L.
Distribución: Sur. Nombre vulgar: «chamico».
Agresividad: Media. Región de origen: este de Asia.
Material de referencia: Pdo. La Plata: Gonnet. «Camino Centenario y Distribución: Norte, Sur.
vías del ferrocarril». 14/10/1988. Delucchi 204 (BAA). Pdo. Punta Agresividad: Media.
Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur», bosque detrás Material de referencia: Isla Martín García: 4/1935. Pastore 337 (LP).
de la casa del guardafauna. 12/10/2002. S. Torres Robles 856 (LP); Pdo. Berisso: Los Talas. 26/03/1933. Cabrera 2783 (LP). Pdo. Chascomús:
idem. Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Rincón de Viedma, «orillas del camino». 02/1934. Ringuelet 375 (SI).
Simon y N. González 1801 (LP). Pdo. Tordillo: Gral. Conesa. 08/03/1938. Cabrera 4251 (LP, SI).

Familia SCROPHULARIACEAE. Nombre científico: Solanum pseudocapsicum L.


Nombre científico: Verbascum virgatum Stokes in With. Nombre vulgar: «revienta caballos».
Nombre vulgar: «barbasco», «polillera». Región de origen: América cálida.
Región de origen: oeste de Europa, norte de África. Distribución: Norte, Sur.
Distribución: Norte, Sur. Agresividad: Media.
Agresividad: Baja. Material de referencia: Isla Martín García: camino a Punta Cañón. 12/
Material de referencia: Isla Martín García: camino al arenal. 30/10/ 01/1995. Hurrell et al. 2335 (LP). Pdo. Campana: Otamendi. 10/1942.
2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 2125 (LP). Pdo. San «talares». Martínez Crovetto 1422 (SI). Pdo. Ensenada: Reserva Natural
Nicolás de los Arroyos: Parque «Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Estricta «Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y G. Sancho 1646
Torres Robles y P. Simon 524 (LP). Pdo. Ramallo: Ramallo. 22/12/ (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur».
1941. Burkart 12743 (SI). Pdo. Berisso: Los Talas. 16/11/1965. Dawson Reserva «El Destino». 30/10/2002. S. Torres Robles y N. García 960
3467 (LP). Pdo. Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma, «común en terrenos altos».
Sur». Estancia «Juan Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, P. 12/1933. Ringuelet 249 (SI). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López».
Simon y N. González 1802 (LP). 27/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1879 (LP). Pdo.
Gral. Madariaga: Gral. Madariaga. 16-18/02/1947. Rodrigo 3504
Nombre científico: Veronica arvensis L.
Región de origen: Eurasia, norte de África. Familia URTICACEAE.
Distribución: Norte, Sur. Nombre científico: Parietaria officinalis L.
Agresividad: Media. Región de origen: Viejo Mundo.
Material de referencia: Isla Martín García: meseta central. 25/10/ Distribución: Sur.
1992. Hurrell et al. 1303 (LP). Pdo. Berazategui: Plátanos. 08/10/ Agresividad: Alta.
1912. Venturi 13 (LP). Pdo. Ensenada: Punta Lara. 17/09/1932. Cabrera Material de referencia: Pdo. Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque
2186 (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de López». 13/10/2002. S. Costero del Sur». Estancia «El Santuario 28/11/2000. S. Torres Robles
Torres Robles 904 (LP). Pdo. Gral. Madariaga: Macedo. 12/10/1925. 243 (LP).
Castellanos s/nº (BA 2572510). Pdo. Mar Chiquita: Estancia «Nahuel
Rucá». 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1922 bis Nombre científico: Urtica urens L.
(LP). Nombre vulgar: «ortiga», «ortiga chica», «rupá chico», «ortiga negra».
Región de origen: Eurasia, norte de África.
Nombre científico: Veronica persica Poir. Distribución: Norte, Sur.
Región de origen: Europa, oeste de Asia. Agresividad: Alta.
Distribución: Sur. Material de referencia: Pdo. San Nicolás de los Arroyos: Parque
Agresividad: Media. «Rafael de Aguiar». 08/10/2001. S. Torres Robles y P. Simon 559 (LP).
Material de referencia: Pdo. Berazategui: Guillermo Enrique Hudson, Pdo. Ramallo: Estancia «Cuini». S. Torres Robles 1604 (LP). Pdo. San
17/11/1974, Zuloaga y Deginani 93 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva de Pedro: Refugio Histórico y Natural «Vuelta de Obligado». 28/10/2003.
Biosfera «Parque Costero del Sur». Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004. S. S. Torres Robles 1576 (LP). Pdo. Baradero: Estancia «Los Álamos».
Torres Robles, P. Simon y N. González 1724 (LP). Pdo. Mar Chiquita: 27/10/2003. S. Torres Robles 1417 (LP). Pdo. Berazategui: Parque
Estancia «Nahuel Rucá». 29/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. Pereyra Iraola. 03/12/1968. Sánchez 281 (BA 71918). Pdo. Berisso:
González 1921 (LP). Los Talas. 05/11/1932. Cabrera 2492 (LP). Pdo. Magdalena: Reserva
de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «San Isidro». 06/12/
Nombre científico: Veronica polita Fries 2000. S. Torres Robles 307 (LP); idem. Ruta 36. Vieytes. 26/10/2004.
Región de origen: Eurasia, norte de África. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1715 (LP). Pdo. de Punta
Distribución: Norte, Sur. Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero del Sur». Estancia «Juan
Agresividad: Media. Gerónimo». 26/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González
Material de referencia: Pdo. de Ramallo: Estancia «Cuini». S. Torres 1791 (LP). Pdo. Chascomús: Rincón de Viedma, «común en terrenos
Robles 1598 (LP). Pdo. de Magdalena: Reserva de Biosfera «Parque altos». 09/1934. Ringuelet 404 (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón
Costero del Sur». Estancia «El Santuario». 12/09/2001. S. Torres Robles de López». 13/10/2002. S. Torres Robles 900 (LP). Pdo. Gral.
434 (LP). Pdo. de Punta Indio: Reserva de Biosfera «Parque Costero Madariaga: camino de Villa Gesell a Juancho. 07/10/1961. Boelcke
del Sur». Ruta 36. Alvarez Jonte. 26/10/2004. S. Torres Robles, P. 8684 (BAA).
Simon y N. González 1734 (LP). Pdo. Castelli: Estancia «Rincón de
López». 27/10/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1827, Familia VERBENACEAE.
1880 (LP). Pdo. Mar Chiquita: Estancia «Nahuel Rucá». 29/10/2004. Nombre científico: Lantana camara L.
S. Torres Robles, P. Simon y N. González 1922 (LP). Nombre vulgar: «lantana», «camará», «verbena».
Región de origen: América tropical.
Nombre científico: Veronica serpyllifolia L. Distribución: Norte, Sur.
Región de origen: Eurasia templada. Agresividad: Alta.
Distribución: Sur. Material de referencia: Isla Martín García: Camino al arenal. 30/10/
Agresividad: Baja. 2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González 2026 (LP). Pdo. San
Nicolás de los Arroyos: Parque Aguiar. 07/10/2001. S. Torres Robles

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
y P.Simon 455 (LP). Pdo. Campana: Reserva Natural Estricta Familia VIOLACEAE. 165
«Otamendi». 01/11/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González Nombre científico: Viola odorata L.
2154 (LP). Pdo. Berazategui: Parque Provincial y Reserva Forestal Nombre vulgar: «violeta».
Pereyra Iraola. 22/10/2002. S. Torres Robles 950 (LP). Pdo. Ensenada: Región de origen: Europa, Asia Menor, NO de África.
Reserva Natural Estricta «Punta Lara». 29/11/2003. S. Torres Robles y Distribución: Norte, Sur.
G. Sancho. 1645 (LP). Agresividad: Media.
Obs.: de dudoso indigenato en la provincia de Buenos Aires. Material de referencia: Pdo. de Campana: Reserva Natural Estricta
«Otamendi». 01/11/2004. S. Torres Robles, P. Simon y N. González
2049 (LP). Pdo. Pinamar: Pinamar, «talares». 01/1946. Cabrera 10125
(LP).

BIBLIOGRAFIA

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Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
166

INSECTOS ASOCIADOS AL TALA Juan L. Farina1

(CELTIS TALA), EN EL LÍMITE SUR DEL ESPINAL


Área Entomología. Museo Municipal de Ciencias Naturales «Lorenzo Scaglia», Plaza España. 7600 – Mar del Plata. Provincia de Buenos Aires
E-mail: juanlfarina@yahoo.com.ar

RESUMEN

Hasta hoy, se hallaron 32 especies de insectos asociados a Celtis tala Gill. ex Planch. (celtidaceae) en los talares de la Reserva
Integral Laguna de los Padres, partido de General Pueyrredon, provincia de Buenos Aires, Argentina. Allí se constituye el
extremo sur del Distrito del Tala en la Provincia Fitogeográfica del Espinal. Se contabilizaron doce especies de Coleoptera,
trece de Lepidoptera, cuatro de Hymenoptera y dos de Hemiptera, cuyos ciclos de vida transcurren en la planta. Se reportan
por primera vez en esta latitud Doxocopa laurentia (Godart, 1824) y Hypanartia bella (Fabricius, 1793) (Lepidoptera), cuyos
avistajes son usuales desde el año 2003 en el talar del área de estudio.

Palabras Clave: Espinal, Celtis tala, insectos, Laguna de los Padres, Buenos Aires.

INTRODUCCIÓN na Nahuel Rucá, en la provincia de Buenos Aires,


en el vecino partido de Mar Chiquita.
La provincia fitogeográfica del Espinal se extiende En este trabajo se dan a conocer los insectos que se
en forma de arco desde centro de Corrientes, norte hallan asociados a Celtis tala en el límite sur de su
de Entre Ríos, centro de Santa Fe, Córdoba y La distribución.
Pampa, parte de San Luis, hasta el sur de Buenos
Aires (Cabrera & Willink, 1980), en donde rodea
en casi su totalidad a la estepa pampeana (Mapa MATERIALES Y MÉTODOS
N°1). Su área excede a la Argentina, penetrando en
Uruguay y muy probablemente el sur de Brasil Los muestreos fueron realizados en la Reserva In-
(Lewis & Collantes, 1973). Su vegetación dominan- tegral Laguna de los Padres, partido de General
te es el bosque xerófilo, similar al de la Provincia Pueyrredon, situada a 16 km. al oeste de la ciudad
Chaqueña pero empobrecido en tamaño y número de Mar del Plata, desde el año 2001 al 2005.
de especies (Lewis & Collantes, 1973). Sus límites Los insectos fueron obtenidos mediante captura
no son precisos y forma ecotonos cuando avanza directa y cría a partir de larvas halladas alimen-
sobre otras provincias fitogeográficas. En el extre- tándose a expensas de la planta. Las larvas
mo sur forma un ecotono con la provincia pam- folívoras fueron trasladadas al laboratorio y ali-
peana, y al oeste, con la del monte. En la provincia mentadas con hojas de la planta hasta la fase de
del Espinal se distinguen dos distritos, el del adultos, permitiendo así ser identificados. Las es-
Caldén (Prosopis caldenia), que forma parte del pecies de xilófagos se obtuvieron a partir de ra-
espinal periestépico y el distrito del Tala (Celtis tala), mas con signos de actividad, las que fueron remo-
situado en el sector costero nordoriental de la pro- vidas de la planta y alojadas en receptáculos has-
vincia de Buenos Aires, cuyo límite austral reco- ta la emergencia de los insectos. Los ejemplares se
nocido se encuentra en el partido de Gral. hallan depositados en la Colección Entomológica
Pueyrredon, más precisamente en la Reserva Inte- del Museo Municipal de Ciencias Naturales «Lo-
gral Laguna de los Padres (Cabrera, 1945), donde renzo Scaglia».
es posible hallar esta comunidad subclimáxica
determinada por la humedad y presencia de car-
bonato de calcio del suelo. Área de estudio
En cuanto al conocimiento de la entomofauna del
Espinal periestépico no está bien caracterizada y La Reserva Integral de Laguna de los Padres (Foto
los datos sobre asociaciones planta-insecto exis- N°1) está ubicada en el partido de General
tentes no han sido relevados en toda su extensión. Pueyrredon, provincia de Buenos Aires, situada a
El aporte más significativo es el de Di Dorio (1996- 16 Km. al Oeste de la ciudad de Mar del Plata (Mapa
1997) sobre Cerambycidae y sus plantas N°2), desde donde se puede acceder por la Ruta
hospedadoras. Otros datos sobre este grupo de Nacional 226 a través de 5 caminos alternativos.
xilófagos para el extremo sur del Espinal fueron Ha sido declarada bien protegido por Ordenanza
reportados por Farina (1998). En cuanto a la 5383/82, tanto para preservar el humedal y su bio-
entomofauna de los talares, Cicchino (2005) carac- diversidad como por el patrimonio histórico que
teriza la carabidocenosis de los talares de la Lagu- representa, ya que en este sitio fue fundada en el

Cita sugerida: Farina, J. L. 2006. Insectos asociados al tala (Celtis tala), en el límite sur del espinal. En: Mérida, E. y J. Athor
(editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
167

año 1746 la Misión de Nuestra Señora del Pilar por sustrato de sedimentos limo-arenosos de origen
los padres jesuitas Tomás Falkner y José Cardiel, a eólico, atribuidos al Cenozoico (Cionchi, 1984).
orillas de la denominada entonces por los españo- Además de los talas del sector protegido existen
les «Laguna de las Cabrillas» y actualmente otros bosquecitos en las áreas destinadas a recrea-
rebautizada en homenaje a los citados sacerdotes ción, incluso un sector de fogones de uso público
(Gascón, 1942; Barili, 1962). Ocupa una superficie está instalado en el interior de uno de estos bos-
aproximada de 688 ha (Foto N°2) en donde 320 ha ques, que a la vez está dividido en dos por un ca-
corresponden al espacio acuático y 368 ha al espa- mino asfaltado. Este bosque, está invadido por
cio terrestre, de las cuales 89 ha son ocupadas por Ligustrum sp. (Foto N°4). Otros bosquecillos aisla-
la denominada Reserva Provincial del Curral, en dos se encuentran tanto en proximidades de la la-
el sector occidental de la laguna, donde el arroyo guna como al borde de alambrados, generalmente
homónimo forma un delta, constituyéndose una en asocies con el curro (Colletia paradoxa) y saúco
importante zona de nidificación de aves (Foto N°6). (Sambucus australis) (Foto N°5) y en sectores de unos
Actualmente el talar de esta zona está invadido 10 m de ancho de extensión variable, delimitados
por la «zarzamora» (Rubus sp), especie con una gran por caminos entre bosques de Eucalyptus spp (Foto
capacidad de expansión que está comprometien- N°3). Hacia la desembocadura del A° de los Padres
do seriamente la integridad del bosque y arbustal el talar se encuentra asociado al «sauce criollo»
nativos. (Salix humboldtiana), sector de mayor densidad de
Los bosques de tala se hallan en un ambiente de esta especie.
planicies y lomadas de escasa pendiente, sobre un Existen además, en la reserva, extensas áreas con

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
168

especies exóticas, forestadas por el Ministerio de Cerambycidae (5 spp), Cleridae (1sp), Trogossitidae
Asuntos Agrarios de la Provincia, que datan del (2sp), Laemophloeidae (1sp), Bostrichidae (2sp) (ver
año 1953. Estos montes están compuestos princi- Tabla N°2); Orden Hemiptera: Familia Miridae
palmente por pinos (Pinus spp), eucaliptos (1sp), Familia Pentatomidae (1sp.). Orden
(Eucalyptus spp), álamos (Populus spp), sauces (Salix Hymenoptera, Familia Eumenidae (1sp), Fam.
spp), olmos (Ulmus spp) y acacias (Acacia spp), entre Formicidae (2sp), Familia Vespidae (1sp.) (ver Ta-
otros. Actualmente se observan renovales de tala bla N°3). Se registra por primera vez en esta lati-
y curro en la periferia e interior de bosques de tud la presencia de Hypanartia bella (Fabricius) y
Eucalyptus spp. Doxocopa laurentia (Hübner) (Lep. Nymphalidae),
cuyo establecimiento en los bosques de tala del
sudeste bonaerense es reciente.
RESULTADOS

Los resultados de estas observaciones son los si- CONCLUSIÓN


guientes:
Orden Lepidoptera: Familia Nymphalidae (3 spp), El establecimiento reciente en la zona de Hypanartia
Geometridae (3 spp), Gracillariidae (1sp), bella y Doxocopa laurentia, comunes en los talares
Tortricidae (1 sp), Psychidae (2 spp), Oecophoridae del nordeste de la provincia, hace reflexionar en
(1 sp), Arctiidae (3 spp) (ver Tabla N° 1); Orden cuanto a las causas que permitieron su expansión,
Coleoptera: Familia Curculionidae (1sp), considerando que su planta hospedadora existió

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
169

en el ambiente desde tiempos inmemoriales y como dio, como Phoebis neocypris, P. sennae (Pieridae), cu-
ya se ha mencionado, su existencia en esta latitud yas larvas se alimentan de Senna corymbosa, planta
obedece a una condición edáfica. Cabe destacar asociada a este ambiente y reportada histórica-
también que en el año 1985, habían sido observa- mente para la zona de estudio (Cabrera, 1945).
das larvas de la mariposa «bandera argentina» Es posible que esta expansión sea una consecuen-
(Morpho epistrophus argentina Frhustorfer, 1907) so- cia del cambio climático, cuyas evidencias en la
bre coronillo (Scutia buxifolia), en el majestuoso ta- pampa bonaerense ha sido estudiado a partir del
lar de la Reserva Laguna Salada Grande (com. pers. análisis de datos de las precipitaciones de los últi-
Olavarría) aunque entonces, la mariposa allí no era mos tres siglos (Deschamps et al, 2003) y de los
conocida. Esta especie ya está instalada desde hace eventos ENSO, que provocan anomalías en el vo-
poco más de 5 años en el sitio (com. pers. A. Leiss) y lumen de las mismas. Estudios recientes han reve-
ha sido coleccionada recientemente a la altura del lado no solo variaciones en los límites de aridez-
paralelo 37 de lat.S., entre Pinamar y Madariaga. humedad en el ecotono espinal-pastizal pampea-
Evidentemente los talares de la costa este de la pro- no, sino también un aumento en la intensidad del
vincia de Buenos Aires actuarían a modo de corre- evento en los últimos años (Isla et al, 2003). Las
dor biológico por donde se desplazan elementos inundaciones frecuentes en el litoral arrastran in-
tropicales hasta el final de su distribución. numerables especies de animales y plantas que
Otras especies de mariposas, cuyo límite sur esta- viajan muchos kilómetros de su origen y desem-
ba dado para Punta Lara, fueron observadas re- bocan en el delta del Río Paraná, incluso llegan a la
cientemente asociadas al talar en el área de estu- costa bonaerense por el mar. Asimismo, el intenso

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
170 viento N-E predominante en la zona en el mes de donde se han originado nuevos bosques, ya que los
febrero, juega un rol muy importante en la disper- pastizales nativos de su entorno y la flora acompa-
sión de insectos, sobre todo de aquellos grupos ñante, son cortados periódicamente como mante-
buenos voladores, como mariposas y escarabajos. nimiento para fines recreativos. De esta manera,
Si bien hay una idea generalizada en cuanto a que muchas de las comunidades de invertebrados, prin-
los talares están en retroceso y que en épocas pa- cipalmente artrópodos edáficos, que tienen vincu-
sadas la extensión de los mismos era mucho ma- lación con el ecosistema, no se verían afectados.
yor, como ha sido documentado por datos de via-
jeros y cronistas (Parodi, 1940), en el área del su-
deste bonaerense se observan estaciones secunda- AGRADECIMIENTOS
rias tanto hacia el oeste, por la Ruta Nacional 226,
donde el tala es común en las sierras septentriona- Deseo expresar mi agradecimiento a Patricio
les, como hacia el sur, donde se observan talas ais- Bellagamba por las fotos aéreas de la Laguna de
lados al borde de alambrados por la Ruta Provin- los Padres; a Alejandro Leiss, por compartir sus
cial 88 hasta la altura de Mar del Sud (partido de observaciones sobre los avistajes del Morpho
General Alvarado) y en terraplenes de caminos que epistrophus argentina en la Reserva Laguna Salada
comunican las rutas 88 y 11, habiéndose citado en Grande y a Estefanía Martinowskyj quien me apor-
las proximidades de Necochea (Deschamps et al, tó un ejemplar de esta especie coleccionado en
2003). Las estaciones secundarias se originarían a proximidades de la localidad de Pinamar; a
partir de la germinación de las semillas que son di- Osvaldo Di Iorio, por la determinación de las espe-
seminadas por las aves frugívoras a partir de sus cies de Cerambycidae y sus comentarios críticos
deyecciones. Las plantas prosperan en aquellos te- del manuscrito; a Diego Carpintero, por las identi-
rrenos carentes de prácticas agrícola-ganaderas o ficaciones de Hemiptera; a Armando Cicchino por
donde el arado y los animales no llegan, como los sus valiosos comentarios sobre el área de estudio
bordes de alambrados (Vervoorst, 1967). y lectura crítica del trabajo.
Si bien existe un plan de manejo para el área de Especialmente quiero agradecerles a mi esposa
estudio que contempla una zona de conservación y Carla y a mis hijos Dana y Julián, con quienes he
está delimitada en la misma un área intangible, compartido gran parte de las salidas de campo y
debieran evaluarse otras zonas a proteger, sobre han contribuido tanto en las recolecciones de ma-
todo aquellos sectores fuera del área de reserva, terial como en la realización de este trabajo.

Continua

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
171

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TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
173

LAS AVES QUE FRECUENTAN EL Santiago R. Fernández1

TALAR DE ESCOBAR
1
Mendoza 3728 (1665) José C. Paz. guiraguira1@hotmail.com

RESUMEN

Este trabajo sintetiza las observaciones realizadas desde el año 1983 a 2004, de las aves que frecuentan las áreas del talar, en
la localidad de Escobar, provincia de Buenos Aires. Si bien la invasión de especies exóticas en el área es notoria, entre las
autóctonas que sobreviven se valora la presencia del tala Celtis tala, último sobreviviente del bosque xerófilo, ya de por sí
empobrecido a medida que desciende hacia el sur. He registrado la existencia de un total de 76 especies de aves, donde 36 de
ellas son nidificantes, 18 de probable nidificación, 51 especies residentes, 3 exóticas, 32 comunes, 25 escasas y 7 abundantes.
El trabajo permite valorar la riqueza de lo que fueron estos bosques, donde aun queda un pequeño relicto.

Palabras claves: Buenos Aires, Belén de Escobar, espinal, talares, conservación, Celtis tala, avifauna.

DESARROLLO vada. Se ha catalogado a cada especie de acuerdo a


su estacionalidad coincidiendo con los registros
La localidad de Escobar (34º 22’S 58º 48' O), se en- de las observaciones de campo: Residente, espe-
cuentra a 53 km al noroeste de la ciudad de Buenos cies observadas en la mayoría de las estaciones
Aires, en la margen derecha del río Luján. A partir del año. Visitante invernal, especies migratorias
del sábado 29 de octubre de 1983, que fue el primer observadas durante las estaciones de otoño e in-
día de observación en la zona, he continuado con vierno. Visitante estival, especies migratorias ob-
las observaciones por un período de 21 años, en servadas durante las estaciones de primavera y
salidas de un día. Las jornadas se intensificaron, verano. (Tabla 1)
entre los años 1983 a 1991 y de 1999 a 2004, cu- La zona de unas 300 hectáreas, se caracteriza por
briendo todos los períodos estacionales. Para ela- poseer una rica y variable cantidad de ambientes,
borar este informe, sobre las aves que frecuentan pajonal, pastizal, aguas de curso léntico como la
el talar, hemos recorrido, con la compañía de ami- Cañada del Cazador, monte ribereño y bosque de
gos y familiares, la barranca y aquellos lugares tala; en su conjunto alberga a 151 especies de aves,
donde aun se «conservan» muestras de la vegeta- siendo el monte ribereño y luego el bosque de tala
ción del espinal. Cabe destacar que si bien se deli- los que menor superficie abarcan, y los que mayor
mitó la zona del talar para el estudio y el registro degradación presentan, debido a la extracción de
está confeccionado con las aves observadas en el importantes árboles e invasión de especies exóti-
bosque, se recorrió además, la zona comprendida cas, y este, a su vez, es el ambiente más rico en
entre la terraza alta hasta el río Luján, y desde la avifauna. La presente lista resume el elenco de es-
ruta provincial número 25 o Camino de los Isleños, pecies de aves observadas que frecuentan el talar;
hasta el límite norte del partido, tratando de cu- de ningún modo se debe interpretar a todas estas
brir la mayor cantidad posibles de ambientes que especies como típicas del talar; ya que la mayoría
ofrece la zona. de ellas frecuentan otros ambientes arbolados
La identificación de las especies se realizó en ob- como el monte ribereño, distante a unos 500 me-
servaciones directas, mediante el uso de prismáti- tros del talar, y como canales arbolados, haciendo
cos y oyendo sus voces. No se ha recogido ninguna un interesante corredor biológico entre ambos.
piel y se ha realizado un número importante de Las 76 aves observadas en zona del talar, repre-
fotografías en la mayoría de las salidas al campo. senta el 49,67% de las aves observadas en la zona,
En el nombre vulgar o común del ave, he seguido a siendo la familia Tyrannidae la de mayor presen-
Navas et al. (1991), en la nomenclatura científica a cia de especies 18,42% (14), de las cuales el 50% son
Mazar Barnett y Pearman (2001), quienes han se- visitantes estivales. Tres son las especies introdu-
guido la secuencia de especies y familias según los cidas, (1) de Eurasia y África, y (2 y 3) de Europa.
más modernos especialistas científicos. (Tabla 2).
La abundancia de cada especie la he distribuido en
6 categorías: Accidental o fuera de su distribución
conocida. Ocasional, especie hasta con dos regis- NIDIFICACIÓN
tros. Rara, especie con pocos registros. Escasa, es-
pecie con varios registros pero que no ha sido ob- Los registros de nidificación, son todos registros
servada frecuentemente. Común, especie común- propios, de observación directa, y celosamente
mente observable. Abundante, especie muy obser- cuidados para no interferir en su evolución. Para

Cita sugerida: Fernández, S. R. 2006. Las aves que frecuentan un talar de Escobar. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
174 su determinación se tuvo en cuenta a Babarskas y (Eucalyptus sp.), sauce colorado (Salíx humboldtiana),
López Lanús 1993 y De La Peña, 1987. Los sopor- chilca (Baccharis sp.), en el suelo, entre gramíneas.
tes de los nidos fueron tala (Celtis tala), ombú El 50 % de las especies, (38) se ha comprobado que
(Phytolacca dioica), cina cina (Parkinsonia aculeata), nidifican en el lugar, mientras que el 19,8 % de las
seibo (Erythrina crista-galli), ligustro (Ligustrum especies, (15) son probables nidificantes en el lugar
lucidum), madreselva (Lonicera japónica), eucalipto (Tabla 3).

Continua en página siguiente

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
175

Tabla1. Lista de aves registradas en los talares de Escobar, provincia de Buenos Aires.

Tabla2. Especies de aves introducidas, registradas en los talares de Escobar, provincia de Buenos Aires.

CONSERVACION ficativos: la extracción de especies arbóreas nativas,


el reemplazo por especies exóticas, y la construcción
«Para el que mira sin ver, de viviendas, dio lugar a la pérdida de hábitat para
la tierra es tierra, nomás. aquellas especies silvestres. La continua reducción
Nada le dice la pampa, de estos pequeños relictos de bosques nativos,
ni el arroyo, ni el sauzal». contribuye a la disminución rápida y segura del
Atahualpa Yupanqui elenco hasta hoy numeroso de su avifauna. El ligustro
(Ligustrum lucidum), y las moras (Morus sp), entre otros,
En todo este período en que he recorrido la zona, los por su mayor regeneración y rápido crecimiento,
cambios observados en el ambiente, han sido signi- están dominando lo poco que queda del bosque.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
176

Tabla3. Especies de aves nidificantes regsitradas en los talares de Escobar, provincia de Buenos Aires.

Las áreas de las reservas naturales privadas Raúl dencha (Dipsacus fullonum) avanza a pasos agigan-
«Lalo» Mandojana y El Cazador, que comprenden tados, los cardos negros (Cirsium vulgare) y (Carduus
parte de las barranca alta, baja y bajos inunda- acanthoides), el de castilla (Cynara cardunculus) se ex-
bles, aunque no tienen un plan de manejo, presen- panden entre las hierbas como las flechillas (Stipa
tan mejor estado de conservación, allí es posible sp.) A la sombra de los talas crece una hierba ras-
observar pequeños grupos de lo que fue el monte, trera autóctona, la oreja de ratón (Dichondra
con talas (Celtis tala) centenarios, única xerófila que microcalyx), cuyas hojas circulares llegan a medir
sobrevivió, y parte de esa vegetación asociada, con casi 40 milímetros de diámetro. Dos especies de
el ombú (Phytolacca dioica), y el duraznillo negro trébol invaden el lugar (Trifolium sp.), otras enreda-
(Cestrum parquii). Enredaderas como la uña de gato deras nativas trepan por sus ramas como el tasi
(Bignonia ungis-cati), epífitas, como los claveles de (Araujia hortorum), el mburucuyá (Passiflora caerulea)
aire (Tillandsia aëranthos) y (T. recurvata), arbustos, y el jazmín de Córdoba (Solanum amygdalifolium).
como las dos camará presentes en la zona (Lantana Cinco estanques fueron construidos a principio de
camara) y (L. megapotamica), unas pocas cactáceas, la década de 1980; cada uno consta de una superfi-
herbáceas, musgos y varias especies de líquenes. cie cercana a una hectárea, acumulando agua de
En suelos de barranca alta y baja, víctimas de la lluvia, gracias a un suelo mal drenado. En aquellas
acción humana, que se preocupó por «limpiar» ese épocas de abundantes precipitaciones, el desbor-
monte, se observan un pastizal, con pequeños par- de era inevitable, llegando hasta el borde del
ches de chilcas (Baccharis sp), y algunos talas solita- talar, produciendo como consecuencia la muerte
rios. En un paisaje totalmente modificado, esos de aquellos talas más expuestos. La vegetación
suelos fueron ocupados por otras especies vegeta- acuática fue tomando forma y creando un
les, tanto exóticas como autóctonas, donde la car- ambiente rico en vegetales y animales asociados

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
a este nuevo ecosistema. En el borde elevado de tierras al sistema de áreas naturales protegidas 177
los estanques, y con terreno bien drenado por la por medio de un convenio con la parte privada,
pendiente del mismo, es posible observar involucrada en el proyecto; se podrían restaurar
retoños de talas que llegan al metro cincuenta de los ecosistemas degradados e iniciar campañas de
altura, en este caso acompañados por otros concientización en las escuelas y ONGs del parti-
retoños de la introducida palmera fénix (Phoenix do de Escobar.
canariensis).
Tal vez estemos en los últimos días del talar y de
los bajos de El Cazador. El «Proyecto Cazador» AGRADECIMIENTOS
propone el desarrollo urbanístico de una ciudad
satélite, donde están a la venta las últimas 250 hec- A Alberto Niño, con quien comenzamos a reco-
táreas. Como en la mayoría de nuestros ecosiste- rrer los suelos de este lugar.
mas, las luces del recuerdo están encendidas. A todos aquellos que han compartido las jornadas
Es de vital importancia conservar la muestra de lo de observación; mi hijo Santiago, mi señora
que fue el talar, difundiendo el valor que poseen Gladys, Nelfo Ceci, Mauricio Rocha, José Rocha,
estos talares para la existencia de la vida silvestre, David Rocha, Claudio Rocha y Enrique Bertolotto.
teniendo en cuenta que este lugar, alberga casi el A José Athor, por los datos aportados, compartir
8% de las aves argentinas, y, además, en conjunto salidas de observación y fomentar la protección
con los bajos inundables y monte ribereño, ese de los talares bonaerenses.
porcentaje llega al 17%, con dos especies que tie- A Marcelo Canevari y Claudio Bertonatti, profeso-
nen su existencia amenazada. res de la Escuela Argentina de Naturalistas (EAN),
Por la proximidad a la Reserva Natural Otamendi de Aves Argentinas, por fomentar la difusión de
y a la Reserva Natural de Uso Múltiple río Luján, observaciones.
y considerando al río Lujan como un importantí- A Eduardo Haene, Claudia Nardini, y profesores
simo corredor biológico, se podría catalogar a esta de la EAN de Aves Argentinas, donde se forman
zona, como, de amortiguación, incorporando esas los «Naturalistas del Plata».

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Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
178

Enrique Lipps 1
OBSERVACIONES BIOLÓGICAS EN LA Jorge Austin 1
«CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS». VUELTA Abel Pérez González 1

DE OBLIGADO, PROVINCIA DE BUENOS


AIRES, REPÚBLICA ARGENTINA. (*)
1
KARST, Organización Argentina de Investigaciones Espeleológicas.
Grupo BIOKARST, Sociedad Espeleológica de Cuba.

(*)Presentado en: III Congreso Espeleológico de América Latina y el Caribe (III-CEALC) Malargüe, Argentina, 2 al 8 de
febrero de 1997. (Actualizado al 2006.)

RESUMEN

Se da una lista de los organismos encontrados en una cueva de las barrancas del río Paraná, se discuten algunos hallazgos que
hacen a la importancia de mencionar todo lo hallado, tanto para descripciones biogeográficas como para futuros trabajos
ecológicos.

INTRODUCCIÓN donde se recolectaron los coleópteros coprófagos


y Trox bifurcatus. El guano no es el único aporte or-
La Vuelta de Obligado, donde el río Paraná forma gánico, ya que en épocas de crecidas es arrastrado
un recodo, está situada 22 km al Norte de la ciu- al interior más material orgánico como lo demues-
dad de San Pedro. Su acceso es fácil, excepto en tra la presencia de las conchas de Ampullaria
días lluviosos, cuando los caminos no se hallan insularum. Zelurus sp, estafilínidos, carábidos e isó-
habilitados para vehículos comunes. podos que se encontraron bajo las rocas. En la zona
En este recodo el río tiene unos 800 m de ancho y la parietal se capturaron opiliones y arañas, mien-
costa firme, en la margen derecha, es una alta ba- tras que con trampas con cebo (queso de rallar)
rranca cubierta con una flora similar a la tropical recogimos ejemplares de Catopidae e Histeridae.
típica que fue arrastrada desde las nacientes del Es de notar que los nichos de estos organismos de
río. Este presenta crecidas que inundan y dejan la macro y mesofauna casi se corresponden con
anegadas su zona de influencia. los de la red alimentaria propuestas para caver-
Al pie de las barrancas y como consecuencia de la nas del sudeste brasilero (Trajano y Gnaspini –
erosión hídrica, se formó una serie de pequeñas Netto 1991). Debido a que el río Paraná, al ser colec-
cuevas y, la elegida como objeto de estudio, se ha- tor de una cuenca hidrográfica con afluentes que
lla situada en las proximidades del paraje «Las nacen en aquella zona, seguro que por su influencia
Tres Bocas» (33º 35´ 38´´ LS – 59º 49´ 10´´ LW). Se puede hacer repetir la distribución de los nichos y
encuentra en un terreno geológico de arcillas ma- hábitats ligados a ambientes similares (por alimen-
rinas de la Ingresión Querandí, con una longitud tos, temperatura, humedad, tipo de sustrato, com-
total de 26,90 m y sin formaciones secundarias. Su petencia, etc.) y que serán ocupados por organis-
desarrollo es horizontal con una sala central don- mos equivalentes. Así también explicamos la pre-
de se observan, en el techo, pequeñas cámaras don- sencia de Physalaemus cuvieri, cuya área comprende
de duermen los murciélagos. Aquí se detectó ma- en la Republica Argentina a las provincias de Cha-
yor temperatura que en el suelo, que favorece al co y Misiones (Barrio, 1965), (Cei 1993) y ahora de-
mantenimiento de la colonia. bemos señalar su presencia en esta localidad como
ampliación de su distribución geográfica.
El hallazgo de Bufo fernandezae dentro de la cueva,
CONSIDERACIONES si bien accidental y a pesar de tener gran ayuno,
tampoco es extraño ya que el lugar lo protegía de
La elección de esta cueva se debió a que era la me- los factores atmosféricos externos además de ofre-
nos poluída y que, por poseer una colonia de mur- cerle suficiente alimento.
ciélagos, encontraríamos guano y toda una La presencia de estrigiformes (adultos y crías) en
entomofauna asociada, que podría ser recolectada la parte superior externa de la entrada de la cueva
en el momento, mientras que también dejaríamos hace suponerlos como predadores de roedores,
cebos para colectas posteriores. El relevamiento quirópteros, aves, batracios e insectos que se acer-
surgió de una serie de visitas; una de las cuales can a la caverna. Estudios de sus egagropilas con-
hicimos en conjunto con el Grupo Espeleológico firmarán su posición en la cadena trófica dándole
Argentino en el año 1982. Debajo de las cámaras la importancia que se merecen en el control de roe-
donde viven los murciélagos, se acumula el guano, dores nocivos.
Cita sugerida: Lipps, E., J. Austin y A. Perez Gonzalez. 2006. Observaciones biológicas en la «Cueva de los Murciélagos». Vuelta de
Obligado, provincia de Buenos Aires – República Argentina. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su
conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
LISTADO DE ESPECIES Y TAXONES Por la presencia de luz, penumbra en la mayor 179
SUPERIORES A LOS CUALES LLEGARON LAS parte del ambiente, esta cueva no puede ser carac-
DETERMINACIONES terizada como una caverna, pero por las caracte-
CONCLUSIONES rísticas de las especies halladas consideramos su
inclusión para estudios bioespeleológicos dada la
Mollusca importancia que tuvo el hallazgo de una fauna afín
Ampullariidae al medio cavernícola.
Ampullaria insularum D´Orbigny Si bien es obvio que algunas de las especies halla-
Crustacea das se debe a que han sido arrastradas por el río en
Isopoda las épocas de crecidas, del mismo (incluso hay un
Arachnida charco intermitente) algunos son pobladores per-
Opilionida manentes, como los murciélagos y los del guanobio
Gonyleptidae
y otros son invasores temporales como los anuros.
Discocyrtus testudineus (Holmberg)
Por ello los organismos hallados, trogloxenos y
Araneae
Insecta
troglófilos como era de esperar por el tamaño, ca-
Coleoptera racterísticas y situación de la caverna, nos pare-
Chrysomelidae cen interesantes por las asociaciones que presen-
Carabidae tan. Asimismo la descripción de todo lo hallado
Catopidae tiene gran importancia para que estos trabajos pue-
Histeridae dan determinar nuevas zonas biogeográficas.
Staphylinidae Además, debido a la explosión turística que se pro-
Scarabidae duce durante el verano y su particular impacto
Ontherus sulcator (Fabricius) sobre la frágil ecología de los organismos estudia-
Uroxis sp Westwood dos, más el deterioro por contaminación en los sue-
Trox bifurcatus Vaurie los debilitando su posterior recolonización, ya hace
Heteroptera necesario pensar en la formulación de proyectos
Reduviidae de conservación y selección de alternativas de
Zelurus sp Hahn manejo racional de esta área.
Dictyoptera
Blattidae
Orthoptera
AGRADECIMIENTOS:
Grilloidea
Vertebrata
Amphibia
Expresamos nuestros agradecimientos por el aus-
Anura picio de estas recolecciones al Dr. O. R. Vidal
Bufonidae (PRICIC) y al Dr. J. M. Gallardo (Anuros-MCNBR),
Bufo fernandezae Gallardo al Dr. A. Martínez (Coleópteros-IES) y al Prof. E.
Leptodactylidae Massoia (Quirópteros-MCNBR), quienes en su
Physalaemus cuvieri Fitzinger momento, colaboraron para la identificación de
Aves los materiales.
Strigidae
Tyto alba
Mammalia
Chiroptera
Vespertilionidae
Myotis levis levis (Geoffroy)

BIBLIOGRAFÍA

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Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
180

DIVERSIDAD DE MARIPOSAS DIURNAS Ezequiel Núñez Bustos1

(LEPIDÓPTERA - RHOPALOCERA)
EN LOS TALARES BONAERENSES
1
Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Gestión Mariposas en peligro. V. Virasoro 732 - (C1405BDB) - Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
e-mail: argentinebutterflies@hotmail.com
RESUMEN

Procurando contribuir al conocimiento de las mariposas y otros lepidópteros que vuelan en los talares bonaerenses, se
presenta este trabajo con un listado de las mariposas diurnas (Rhopalocera) y algunas observaciones sobre la biología de las
especies del área.

Palabras clave: conservación de mariposas, riqueza de especies, plantas nutricias, indicadores

DESARROLLO yense; además, como se trata de una isla pequeña,


las mariposas están en general por todos los am-
Los talares están incluidos dentro de la formación bientes.
fitogeográfica del Espinal. Esta ecorregión procede En primer lugar se advierte una disminución de
de la región chaqueña y es la zona más biodiversa especies de mariposas a medida que vamos hacia
en lepidópteros después de la selva paranaense y el sur del distrito. Esto es coincidente con la dismi-
las yungas, si bien no cuenta con muchas especies nución del número de especies de plantas hacia
de mariposas exclusivas de ese ambiente, sino más zonas más australes. Así por ejemplo, en Vuelta de
bien compartidas con las otras dos ecorregiones. Obligado y Baradero se hallan varias especies no
Para toda la provincia de Buenos Aires encontra- vistas más al sur, incluso hay especies que están
mos cerca de 200 especies de mariposas (Núñez presentes en una zona y no en otra y viceversa.
Bustos, inf. inéd.), de las cuales la gran mayoría Una de las áreas con datos más completos es la
están presentes en la porción noreste de la provin- R.N.E. Otamendi, que posee gran parte de su ba-
cia (cerca del 90 %). En esta porción se halla la zona rranca invadida por plantas exóticas como la mora
más húmeda y cálida correspondiente a la selva (Morus alba) y el ligustro (Ligustrum lucidum) y esto
marginal de la ribera platense, el Delta del Paraná debe influir seguramente en las poblaciones de cier-
y la Isla Martín García. Los talares bonaerenses tas mariposas locales, perjudicándolas a la larga,
son el segundo ambiente con mayor diversidad de al no haber espacio para las plantas nativas espe-
mariposas en la Provincia. cíficas de las que depende la oruga.
El autor ha trabajado por su cuenta haciendo rele- Lo mismo pasa en la Estancia El Destino, cerca de
vamientos y listados en muchos partidos bonae- Punta Indio, con el ligustro, el cual ya cubre tanto
renses con presencia de talares desde 1990. Los espacio con su sombra que no deja crecer al
lugares más prospectados fueron: coronillo (Scutia buxifolia), única planta nutricia de
la oruga de la mariposa argentina (Morpho
-Punta Indio y alrededores (Partidos de Magdale- epistrophus argentinus), y esto acarrea seguramente
na y Punta Indio) la disminución de la mariposa, por lo menos local-
-Quinta Pueyrredón y alrededores (Partido de San mente. Ya hay muchos lugares donde esta esplén-
Isidro) dida mariposa no vuela más, y muchos otros don-
-El Cazador (Partido de Escobar) de está por correr igual suerte. Sin embargo, la zona
-RNE. Otamendi y alrededores (Partido de Cam- de Punta Indio es una de las que más poblaciones
pana) contiene de esta especie (junto con la de la Isla
-Varios lugares públicos y privados del partido de Martín García) debido a la gran abundancia de
Baradero coronillos.
-Vuelta de Obligado (Partido de San Pedro) Esta especie es un símbolo de nuestra fauna pues
se trata de la mariposa nacional, llamada así por
También fueron visitados otros lugares de menor su colorido. Tanto la mariposa como las orugas
diversidad como los talares de Castelli, la estancia son de una belleza poco común. Son bastantes co-
El Palenque (Partido de Gral. Lavalle) y la laguna nocidos los ramilletes de orugas que pasan el in-
La Salada Grande (Partido de Gral. Madariaga). vierno suspendidos en agrupaciones con su her-
La Isla Martín García, si bien tiene bosques de tala, moso color rojo punzó con pelos blancos. Estas
coronillo y muchas otras especies, no se incluye orugas recién comienzan a crecer hacia octubre y
pues tiene mucha influencia paranaense y urugua- entre noviembre y diciembre alcanzan su tamaño

Cita sugerida: Núñez Bustos, E. 2006. Diversidad de mariposas diurnas (lepidóptera-rhopalocera) en los talares bonaerenses. En:
Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos
Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
181

Hembra de Acróbata parda (Emesis lupina melancholica). Ninfa doble línea (Parypthimoides poltys). Se halla a esta
Es mucho más escasa y menos voladora que el macho. Foto especie dentro o en los bordes de talares, posándose a
Karen Batchelder menudo en las hojas o el suelo.Foto: Kim Garwood

máximo. Desde este último mes hasta marzo es En las barrancas que dan al río Paraná parece no
cuando vuela la mariposa, hallándosela a veces hallarse, aunque sí en barrancas más alejadas del
hasta abril, si la temporada es calurosa. río; por ejemplo, no se la encuentra en Vuelta de
Esta mariposa encuentra en los talares uno de sus Obligado, pues este lugar es muy húmedo y tiene
últimos refugios, pues si bien también vuela en mucha influencia paranaense. En el pasado esta
zonas más húmedas del delta y ribera platense, es mariposa se hallaba más al sur y en mayor núme-
en los talares por donde llega a la zona más aus- ro (un ejemplar fue colectado en las barrancas de
tral de su distribución geográfica: los alrededores Martínez en la década de 1920). Debido a la des-
de la Laguna la Salada Grande. trucción de los talares de barranca, y con ellos su
La especie vegetal dominante en los talares bonae- planta nutricia, la uvilla (Berberis ruscifolia), esta
renses (que le da su nombre) es el tala (Celtis tala). mariposa ahora escasea mucho y se ha convertido
Es un árbol muy importante para la ecología de en una rareza.
muchas especies de mariposas, pues oficia de plan- Es interesante señalar que en el distrito del caldén
ta nutricia de las orugas de varias especies, como (zona de la Laguna Chasicó, en el SO de la provin-
la picuda (Libytheana carinenta), la ochenta (Diaethria cia) no se han hallado muchas especies propias de
candrena), la zafiro (Doxocopa laurentia), la tornaso- ese ambiente, excepto algunas especies del género
lada (Doxocopa kallina) y la bella (Hypanartia bella). Aricoris (Riodinidae) y Haywardella edmondsii
Además, hay gran cantidad de mariposas noctur- (Nymphalidae), muy común en la zona y sólo pre-
nas (Heterocera) que ponen sus huevos sobre esta sente en el SO de la provincia. Esta especie está
planta en esta región, tales como el conocido bicho asociada a los bosques de caldén (Prosopis caldenia),
canasto (Oiketicus platensis), (Psychidae), Zeuzera siendo muy común en las provincias de La Pam-
melanoleuca (Cossidae), Aeschropteryx tetragonata pa, San Luis y Córdoba. Curiosamente no se la
(Geometridae), Tolype pauperata (Lasiocampidae), halla en el NE bonaerense, en el área de los talares,
Leucanella aspera, Eacles imperialis opaca (Saturniidae), aunque sí la encontramos nuevamente en el sur de
Hippia talae (Notodontidae), Halisidota ruscheweghi, Entre Ríos, donde llega por el distrito del ñandubay
H. steinbachi, Tessella sertata (Arctiidae), y la isoca (Prosopis affinis). Es posible que sea así por cuestio-
militar tardía (Spodoptera frugiperda), (Noctuidae). nes de humedad, ya que la especie vuela en áreas
Estas especies, si bien algunas pueden poner sus de terrenos yermos con algunos arbustos y árbo-
huevos en otras especies de Celtis, como en el tala les espinosos. También es probable que su planta
gateador (Celtis iguanea), en esta región es proba- nutricia no se encuentre en esta área, la cual, aún
blemente el Celtis tala su única planta nutricia. es desconocida, como en muchos otros casos.
El tala provee refugio también a otras plantas como En la siguiente lista se citan 100 especies presentes
los claveles del aire (Tillandsia aeränthos), planta en los talares de la provincia. Las especies más aso-
nutricia de la oruga de la frotadora gris (Strymon ciadas a los talares (indicadoras) están marcadas
lucena), que mina a la planta desde su base, comien- con un *, si bien la mayoría no son exclusivas de
do sus duras hojas. este ambiente, muchas vuelan en ambientes con-
Entre las especies indicadoras de ambientes salu- tiguos al talar y, por lo tanto, hacen incursiones
dables hallamos a la helánica (Pterourus hellanichus), frecuentes. Se indica entre paréntesis la cantidad
muy rara hoy en día en toda su área de distribu- de especies por familia. En el listado se mencionan
ción. Esta mariposa vuela en el centro y centro-este todas las especies más ampliamente distribuidas
de Argentina y Uruguay, en ambientes xerófilos y y más representativas de esta formación boscosa
preferentemente en bordes de bosques o claros de en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo es
esa formación. En la provincia de Buenos Aires vue- posible que falten especies por citar en este am-
la en la barranca de la zona comprendida entre biente, en algún lugar no relevado.
Alsina y Baradero, lugar donde aún quedan algu-
nos bosques en buen estado de conservación. En
esa zona hay al menos dos generaciones: una en
octubre-diciembre y otra en enero-febrero.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
182
Listado sistemático de las especies de mariposas diurnas
(Lepidóptera-Rhopalocera) de los talares bonaerenses
+Familia Hesperiidae (33) +Familia Lycaenidae (12)
Subfamilia Pyrginae Subfamilia Theclinae
-Epargyreus tmolis (Burmeister) -Rekoa malina (Hewitson)
-Phocides polybius phanias (Burmeister) -Arawacus ellida (Hewitson)
-Urbanus proteus (Linnaeus) -Chlorostrymon simaethis (Drury)
-Urbanus zagorus (Plötz) * -Cyanophris acaste (Prittwitz) *
-Achlyodes mithridates thraso (Hübner) -Cyanophrys remus (Hewitson)
-Chiomara asychis autander (Mabille) -Lamprospilus argentinensis (K. Johnson & Kroenlein)
-Erynnis funeralis (Scudder & Burgess) -Calycopis caulonia (Hewitson)
-Heliopetes omrina (Butler) -Strymon bazochi (Godart)
-Heliopyrgus americanus bellatrix (Plötz) -Strymon eurytulus (Hübner)
-Oechydrus chersis (Herrich-Schäffer) -Strymon lucena (Hewitson) *
-Pyrgus orcus (Stoll) -Ministrymon sanguinalis (Burmeister) *
-Pyrgus orcynoides (Giacomelli)
-Staphylus musculus (Burmeister) Subfamilia Polyommatinae
-Theagenes dichrous (Mabille) -Leptotes cassius (Cramer)
-Viola minor (Hayward)
+Familia Riodinidae (6)
Subfamilia Hesperiinae Subfamilia Riodininae
-Ancyloxypha nitedula (Burmeister) -Riodina lysippoides Berg
-Conga urqua (Schaus) -Emesis russula Stichel
-Corticea immocerinus (Hayward) -Emesis lupina melancholica Stichel*
-Cymaenes odilia (Burmeister) -Aricoris signata (Stichel)
-Cymaenes gisca Evans - Aricoris hubrichi (Stichel)
-Hylephila phyleus (Drury) -Adelotypa tinea (H. W. Bates) *
-Lerodea eufala (W. H. Edwards)
-Monca telata penda Evans +Familia Nymphalidae (32)
-Panca subpunctuli (Hayward) Subfamilia Libytheinae
-Panoquina ocola (W. H. Edwards) -Libytheana carinenta (Cramer) *
-Polites vibex catilina (Plötz)
-Quinta cannae (Herrich-Schäffer) Subfamilia Danainae
-Thespieus catochra (Plötz) * -Danaus eresimus plexaure (Godart)
-Thespieus jora Evans * -Danaus erippus (Cramer)
-Thespieus xarina Hayward *
-Vehilius stictomenes (Butler) Subfamilia Ithomiinae
-Vinius pulcherrimus Hayward -Episcada hymenaea (Prittwitz)
-Wallengrenia premnas (Wallengren)
Subfamilia Morphinae
+Familia Papilionidae (7) -Morpho epistrophus argentinus Frühstorfer *
Subfamilia Papilioninae -Opsiphanes invirae amplificatus Stichel
-Battus polydamas (Linnaeus)
-Parides bunichus damocrates (Guenée) Subfamilia Satyrinae
-Heraclides thoas thoantiodes (Burmeister) -Pampasatyrus periphas (Godart)
-Heraclides astyalus (Godart) -Hermeuptychia hermes (Fabricius)
-Heraclides anchisiades capys (Hübner) -Parypthimoides poltys (Prittwitz) *
-Heraclides hectorides (Esper) -Parypthimoides zeredatha (Butler) *
-Pterourus hellanichus (Hewitson) * -Ypthimoides celmis (Godart)
+Familia Pieridae (10)
Subfamilia Coliadinae Subfamilia Biblidinae
-Colias lesbia (Fabricius) -Biblis hyperia nectanabis (Frühstorfer)
-Phoebis sennae marcellina (Cramer) -Eunica eburnea Frühstorfer
-Phoebis neocypris (Hübner) -Dynamine myrrhina (Doubleday)
-Eurema albula (Cramer) -Diaethria candrena (Godart)
-Eurema deva (Doubleday)
Subfamilia Apaturinae
Subfamilia Pierinae -Doxocopa laurentia (Godart) *
-Glutophrissa drusilla (Cramer) -Doxocopa kallina (Staudinger) *
-Tatochila autodice (Hübner)
-Tatochila mercedis vanvolxemii (Capronnier) Subfamilia Nymphalinae
-Theochila maenacte (Boisduval) -Hypanartia bella (Fabricius)
-Ascia monuste automate (Burmeister) -Vanessa carye (Hübner)

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses
-Vanessa braziliensis (Moore) Subfamilia Heliconiinae 183
-Junonia genoveva hilaris C. Felder & R. Felder -Euptoieta hortensia (Blanchard)
-Ortilia ithra (W. F. Kirby) -Actinote mamita (Burmeister)
-Ortilia velica durnfordi (Godman & Salvin) -Actinote carycina Jordan
-Tegosa claudina (Eschscholtz) -Actinote pellenea Hübner
-Tegosa orobia (Hewitson) -Agraulis vanillae maculosa (Stichel)
-Heliconius erato phyllis (Fabricius)
Subfamilia Limenitidinae
-Adelpha syma (Godart) NOTA: listado extractado de las observaciones y anotaciones de
campo personales del autor. La lista sigue el orden dado en Lamas
(2004).

BIBLIOGRAFÍA

Hayward, K. J. 1969. Datos para el estudio de la ontogenia de Heppner, J. B. (ed.) 1996. Checklist: Part 4 B Drepanioidea –
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dad Nacional del Tucumán, Fundación e Instituto M. Lillo, ra. Association for Tropical Lepidoptera. Gainesville.
San Miguel de Tucumán. Lamas, G. (ed.) 2004. Checklist: Part 4 A Hesperioidea –
Hayward, K. 1973. Catálogo de los Rhopalóceros argenti- Papilionoidea. In: Heppner, J. B. Atlas of Neotropical Lepi-
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Núñez Bustos, E. Las mariposas diurnas de la provincia de
Buenos Aires. Informe Inédito.

Biodiversidad y áreas prioritarias para la conservación de los talares bonaerenses / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN
Visita guiada al arroyo de Los Cueros. Vuelta de Obligado, San Pedro. Foto: Marcelo Cavicchia
3.
RESERVAS URBANAS CON TALARES
Y EDUCACIÓN AMBIENTAL
186
CONCLUSIONES DE LA COMISIÓN: Coordinación:
Carlos Fernández Balboa
EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA Relatores:
Gabriel Burgueño
LA CONSERVACIÓN DE LOS TALARES Julio Milat

En esta comisión se trabajaron estrategias para ya definido. Intuitivamente podemos pensar que
comunicar la situación de los talares. determinados «productos» (materiales) y
metodologías (estrategias) son las adecuadas para
INTRODUCCIÓN TEÓRICA determinados públicos. Por ejemplo:

Determinar: - Mensajes radiales para pobladores rurales · Ma-


1) ¿Qué queremos comunicar/ educar? terial educativos para docentes, etc.
2) ¿A quién queremos comunicar/ educar? - Material especialmente adaptado para niños, ·
3) ¿De qué manera? (metodologías) Videos · etc.
4) ¿Cómo vamos a evaluar?
Sin embargo estas metodologías y estrategias no
1) ¿Qué queremos comunicar? deberían ser excluyentes a otras posibilidades, en
Tenemos en claro el tópico de nuestra estrategia de función de nuestro interés en transmitir el mensaje.
comunicación que es: «Los talares bonaerenses». Proponemos, entonces, analizar seriamente cuáles
No sabemos todavía qué queremos decir de los pueden ser estos productos y metodologías, sin caer
talares bonaerenses: Cuál va a ser nuestro «Tema», en cuestiones obvias, o tratando de superarlas.
(recordar siempre que el tema es el mensaje y, por
lo tanto, un mensaje es una oración completa con 4) ¿Cómo vamos a evaluar?
sujeto, predicado y verbo). Esta instancia generalmente se obvia o se despre-
También es importante destacar que para que la cia. Lo que es un grave error en la secuencia de la
comunicación sea efectiva, se recomienda no dar educación. Si no evaluamos no sabemos cuán im-
más de tres mensajes (o temas) en una estrategia portante fue nuestro logro, ni tampoco si alcanza-
de comunicación. mos los objetivos propuestos, como tampoco qué
Por lo tanto, la segunda parte de nuestra activi- cosas hay que modificar en una próxima instan-
dad consistirá en seleccionar «el tema» (o hasta cia. La evaluación es lo que define que un progra-
tres temas) a transmitir. ma de educación ambiental sea educativo o sea,
simplemente, una estrategia de marketing o de
2) ¿A quién queremos comunicar/ educar? comunicación, que no es peor, ni mala, sino básica-
Existe una idea errónea de que hay un «público mente distinta. La actividad es educativa cuando
general» al que transmitir nuestro mensaje. Esto se evalúa el cambio producido en la persona desti-
es un error estratégico, ya que cuanto más identi- nataria de esa actividad.
ficado tengamos el público-meta, objeto de nues- Los procesos educativos resultan muchas veces difi-
tra campaña educativa, más efectivos seremos. No cultosos y costosos, pero son fundamentales. La acti-
existen «productos generales» y generalmente es- vidad de educación no termina cuando el producto
tos son malos o poco efectivos. (el afiche, el folleto) o la estrategia (el taller, la clase, el
Entonces, hay que seleccionar según una planifi- programa televisivo) están terminados. Al contra-
cación y un objetivo concreto. ¿A quién dirigire- rio en educación este proceso recién comienza.
mos nuestros «Temas / Mensajes»? ¿A alumnos de Por lo tanto, proponemos determinar claramente,
escuela primaria? ¿A políticos y administradores para esta actividad ¿Cómo se evaluará? Es necesa-
de los recursos? ¿A estudiantes de nivel medio? ¿A rio tener en cuenta todas las instancias, tanto en la
pobladores rurales? toma de datos como en la posterior categorización
Al seleccionar el público-meta estamos también de dicha evaluación.
seleccionando (intuitivamente) el modo y los me-
dios de transmitir nuestro mensaje. DESARROLLO DE LOS TRABAJOS Y
CONCLUSIONES:
3) ¿De qué manera vamos a comunicar / educar?
Existen un sinnúmero de metodologías para co- Los integrantes de la comisión se distribuyeron en
municar/educar en relación a los diferentes tópi- cuatro equipos de trabajo cuyos resultados se
cos y temas ambientales. La metodología está con- transcriben:
dicionada, muchas veces, por cuestiones económi-
cas, logísticas, políticas, etc. EQUIPO 1:
En un principio sugerimos no limitarse ante esta
serie de condicionamientos y establecer las Elección de los mensajes:
metodologías más efectivas teniendo en cuenta 1) Los talares son formaciones boscosas nativas
nuestro Tema (mensaje) y nuestro público- meta poco conocidas actualmente.
Cita sugerida: Fundación de Historia Natural «Félix de Azara» 2006. Conclusiones de la comisión: Reservas urbanas con talares.
Jornadas por la conservación de los talares bonaerenses. 2004. Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


2) Los talares son fuente de riqueza en cuanto a A quién va dirigido: A las poblaciones rurales cer- 187
salud, alimentación y protección. canas a los talares.
De qué manera (metodologías):
A quién va dirigido: Alumnos de los colegios de - Fiesta popular existente o generada (por ejem-
nivel medio de las zonas de los talares. plo: fiesta de la «Vuelta de Obligado», payadas
De qué manera (metodologías): Un programa alusivas al talar).
para vivenciar y conocer los talares. - Jornadas de actividades para los niños (Obras
1era etapa: acercar a los docentes una guía para de títeres/ cuentos basados en la historia local).
investigar a distintos niveles. - Invitación a talleres para generar actividades
redituables.
Ejemplo: - Micro-emprendimientos turísticos: Dulce-
Familias y conocidos (Historia-Ciencias sociales). Plantines- Artesanías.
Ecosistema –Biodiversidad (Ciencias naturales). Estrategias de evaluación:
Poesía – Narración (Lengua). Observar acerca de la continuidad de los festejos
sin distorsión de los objetivos (si es generado por
2da etapa: Salida. Para vivenciar y aplicar lo in- la gente, mejor).
vestigado. Prosecución de los micro-emprendimientos.
3era etapa: Presentación de resultados a nivel Si se jerarquiza el uso del recurso (conciencia). Por
Inter-colegial / Posibilidad de formación de gru- ejemplo: no vender rodajitas de árboles más año-
pos de voluntarios. sos como artesanía.
Estrategia de evaluación: Se realiza monitoreo y Que la gente del lugar se convierta en multiplica-
evaluación por etapas para corregir el tema (1). El dora.
trabajo realizado a través de los años puede rever- Lograr que se jerarquice el talar, que se visite el
tir la situación y pueden surgir micro emprendi- talar.
mientos (fabricación de mermeladas, viveros, etc.)

EQUIPO 4:
EQUIPO 2:
Elección del mensaje
Elección de los mensajes: 1) La conservación de los talares bonaerenses debe
1) Los talares son los bosques más representativos garantizar la continuidad del ambiente en su franja
de la región costera de la provincia de Buenos Aires. costera.
2) La distribución de los talares está asociada a A quién va dirigido: Políticos (intendentes, secre-
suelos elevados y a las barrancas. tarios de medio ambiente y de recursos naturales)
3) La importancia de la conservación de los talares De qué manera (metodologías):
se basa en su rica flora y fauna asociada. Charla introductoria del ambiente (diapositivas y
A quién va dirigido: Docentes de niveles primario mapas históricos y actuales)
y medio. En la misma se tratará:
De qué manera (metodologías): Elegir una locali- Beneficios económicos (ecológicos y sociales).
dad e informar a las escuelas de la zona asignada Historia ambiental de la provincia.
brindándole información sobre los talares, para Consecuencias ambientales para municipios.
luego organizar un taller con puntaje para los do- Consecuencias sociales.
centes, explicándole qué son los talares, su valor y 2do Proyecto de Reserva Urbana (ejemplo: El Des-
el por qué de la importancia de su conservación tino) explicando los procesos y beneficios de su
para que, más adelante, los docentes se lo transmi- creación.
tan a los alumnos en una salida de campo. Materiales: diapositivas y videos / mapas históri-
Estrategia de evaluación: cos y actuales.
Hacer un seguimiento de las actividades que los Estrategias de Evaluación
docentes llevan o llevaron a cabo después del ta- Brindar los relevamientos del área a proteger de
ller; es decir, cómo armarán la clase. cada municipio que fundamenten la creación de la
Encuesta a los alumnos para observar cómo y qué reserva. Planteamos volver cada seis meses du-
les llegó del mensaje dado por el docente rante dos años para evaluar la evolución del área.
Proponer la elaboración de un vivero de plantas Para el área educativa proponemos una jornada
nativas. intermunicipal de talares, donde las escuelas pue-
dan expresar lo incorporado.

EQUIPO 3:

Elección de los mensajes:


1) Los talares son el bosque nativo que sobrevive
en Buenos Aires.
2) En el «Martín Fierro» se cita al tala.
3) El talar talado que vamos a recuperar.
4) Los animales que viven en los bosques de tala
son únicos y especiales.

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


188
CONCLUSIONES DE LA COMISIÓN: Coordinación:
Claudia Nardini
RESERVAS URBANAS CON TALARES Relatora:
Marta Murga

La comisión consideró a las reservas y el medio - Tratamiento de temas que tengan que ver con la
urbano. Se tuvo en cuenta a la comunidad y su mejor calidad de vida de los vecinos.
identificación con el ambiente natural y cultural - Caminatas guiadas por guías lugareños.
bonaerense. - Charlas para docentes.
El trabajo de la comisión tuvo como objetivo con- - Actividades con alumnos.
siderar y discutir planes y acciones de uso público - Zonas de recreación.
de reservas con talares. - Programas de rehabilitación médica.
¿Qué se está haciendo y qué podría realizarse? - Revalorización de sitios históricos vinculados
Se consideraron las reservas naturales urbanas a los talares.
con talares y se trabajó en la consolidación de las
reservas y su relación con la comunidad.
Entre los asistentes se formaron tres grupos de tra- Sugerencia:
bajo, de los que surgieron los siguientes resultados:
La creación del «mes provincial del talar». Duran-
- Las reservas deben convertirse en un lugar de te él todos los municipios que tuvieran reservas
encuentro para todos, en un paisaje «nuestro». con talares, realizarán en forma intensiva activi-
- Es importante que la gente se acerque a las re- dades dentro de las reservas: venta de artículos
servas a disfrutarlas, con la consigna de pre- realizados por lugareños cuya materia prima fue-
servar el lugar para las generaciones futuras. ra extraída de los talares (dulces, bebidas, mates,
- Las reservas urbanas son de todos y son gratis. artesanías, etc.), venta de plantas del talar, entre
otras.
Se expusieron algunas de las posibilidades que debe Como atracción local, fuera de la reserva y en la
brindar una reserva para favorecer el acercamiento comunidad más próxima a la misma, se podrán
de las personas: realizar en ese mes festivales folklóricos, payadas,
asados, etc., que estén relacionados con el talar.
- Avistajes de aves.
- Viveros de plantas del talar atendidos por lu-
gareños.

Cita sugerida: Fundación de Historia Natural «Félix de Azara» 2006. Conclusiones de la comisión: Reservas urbanas con talares.
Jornadas por la conservación de los talares bonaerenses. 2004. Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


189

BIODIVERSIDAD Y ESTADO DE Julián E. M. Baigorria 1


Alberto A. De Magistris 2
CONSERVACIÓN DE LOS TALARES DE
SANTA CATALINA (LLAVALLOL,
PROVINCIA DE BUENOS AIRES)
1
Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Gestión Talares Bonaerenses. V. Virasoro 732 - (C1405BDB) - Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
2
Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Ruta 4 Km. 2 (1836) Llavallol, Provincia de Buenos Aires.

RESUMEN

Santa Catalina constituye el último reducto rural del partido de Lomas de Zamora. El predio posee una
superficie de 380 ha y una amplia variedad de ambientes: relictos de talar, pastizal pampeano, bajos y
lagunas, plantaciones forestales y parcelas agropecuarias. Se sitúa a 34° 47’ LS, 58° 26’ LO y está rodeado
por conglomerados urbanos. En este lugar aun subsiste parte de la estancia original cuya historia se
remonta a cuatro siglos atrás. La riqueza biológica es un factor significativo al momento de evaluar la
necesidad de preservar este espacio natural. El objetivo de este trabajo es relevar los sectores del predio
que poseen talares, a fin de conocer su biodiversidad y estado de conservación, y establecer las bases
para su preservación. La diversidad botánica asciende a 668 especies. Los extensos talares de Santa
Catalina fueron citados inicialmente por Lorenzo Parodi en 1940. Nuestro estudio indica la presencia de
tala (Celtis tala) en todos los ambientes del predio. La superficie total de talares se estima en 3 ha, conser-
vando parte de la flora y fauna típicas. Se registraron 35 plantas nativas, entre ellas Fagara rhoifolia y
Scutia buxifolia y 43 exóticas. Algunas de estas últimas son invasoras y conformarían la principal causa
actual de disturbio. El inventario de fauna, con más de 160 especies de aves y 15 de mamíferos, refleja la
variedad de hábitats. El naranjero (Thraupis bonariensis), el fueguero (Piranga flava) y la reinamora grande
(Cyanocompsa cyanea) son atraídos por los frutos del tala. Frecuentan también estos árboles insectívoros
como la tacuarita azul (Polioptila dumicola) y el pitiayumí (Parula pitiayumi).

Palabras Clave: biodiversidad; conservación; especies autóctonas; reservas urbanas.

INTRODUCCIÓN establece el punto de partida para los estudios


agronómico-veterinarios del país. Pero la riqueza
Santa Catalina constituye actualmente uno de los biológica es el factor más significativo al momento
últimos reductos rurales del conurbano-sur bo- de evaluar la necesidad de preservar este espacio
naerense (34° 47’ S - 58° 26’ O - 15 m.s.n.m.). Se sitúa natural. El sitio fue declarado Lugar Histórico Na-
hacia la cabecera suroeste del Partido de Lomas de cional en 1961 y comprende desde 1981 la Reserva
Zamora, en la localidad de Llavallol y lindando con Micológica «Dr. Carlos Spegazzini», la cual alber-
Esteban Echeverría, destacándose como una isla ga varios cientos de especies de hongos y constitu-
verde rodeada de urbanizaciones (Fig. 1). Sus cami- ye una figura de conservación casi única en Suda-
nos y senderos son recorridos a menudo por estu- mérica.
diantes de diferentes instituciones durante visitas El dominio de las tierras de Santa Catalina es na-
guiadas, así como también por alumnos e investi- cional, dependiendo administrativamente de la
gadores universitarios, y por ciudadanos que bus- Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Se dis-
can un momento de contacto con un ambiente na- tinguen dos sectores fisonómica y funcionalmente
tural. En una superficie cercana a las 380 ha se con- distintos: el de la «Antigua Estancia» y el de «La
juga una amplia variedad de ambientes, tales como Laguna», el cual representa el relicto más oriental
pastizal pampeano, bajos y lagunas, relictos del de los bañados periféricos asociados al río Matan-
talar nativo, plantaciones forestales, parcelas za. La UNLP cuenta aquí con distintos institutos
agropecuarias, áreas parquizadas con edificacio- de investigación: Instituto Fitotécnico y Centro de
nes históricas y sectores del ex Jardín Agrobotánico. Investigaciones Genéticas y el Instituto de Zootec-
En este solar aún subsiste parte de la estancia ori- nia y Veterinaria, cada uno de los cuales tienen
ginal, cuya historia se remonta a más de cuatro asignados sus respectivos sectores. A su vez, las
siglos atrás. Luego de 200 años de actividad gana- Facultades y el Rectorado de la Universidad Na-
dera extensiva, en 1825 se radica una colonia de cional de Lomas de Zamora ocupan sus respecti-
granjeros escoceses y posteriormente, en 1883, se vas porciones de terreno.

Cita sugerida: Baigorria, J. E. M. y A. A. De Magistris. 2006. Biodiversidad y estado de conservación de los talares de Santa Catalina
(Llavallol, provincia de Buenos Aires). En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de
Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


190 Los trabajos sobre la vegetación de Santa Catalina del predio, basados en observaciones directas a
se inician en 1989, culminando con el primer rele- campo e identificación de cantos. Para la determi-
vamiento florístico y mapa del área. (De Magistris, nación de la flora asociada a los talares, se lleva-
1996). Una serie de estudios posteriores tuvieron ron a cabo recorridas periódicas durante la pri-
el objetivo de reunir información de campo para mavera y verano de 2003-2004, estableciendo pre-
acrecentar el conocimiento florístico del área (De sencia de especies, aspectos de la regeneración e
Magistris et al., 1997). Siguieron los inventarios de invasión por parte de especies exóticas. Para la
aves y finalmente el resto de los integrantes de la delimitación y la cuantificación del área ocupada
fauna (De Magistris y De Souza, 2001; De Magistris por talares se utilizaron fotografías aéreas y se
et al., 2004a, 2004b, 2004c; Baigorria, 2005). corroboraron los datos con recorridas a campo y
La flora fanerogámica comprende 668 especies. El empleo de GPS.
número de plantas exóticas alcanza a 414 espe-
cies, de las cuales 264 son Dicotiledóneas, 105
Monocotiledóneas y 45 Gimnospermas. Las nati- RESULTADOS
vas suman 254 especies, distribuidas en 187 Dico-
tiledóneas, 64 Monocotiledóneas y 3 Gimnosper- Nuestro estudio indica la presencia de tala (Celtis
mas. Por su parte, los helechos y otras Pteridofitas tala) en todos los ambientes del predio. En algu-
están representados por 10 especies (De Magistris nos de estos se conserva parte de la flora y fauna
y Baigorria 2005). típicas.
Desde el punto de vista de las formaciones nativas
de la zona, los talares remanentes en el medio urba-
nizado representan hábitats que albergan una no-
table biodiversidad. Los extensos talares de Santa
Catalina fueron citados inicialmente por el botáni-
co L. R. Parodi, en publicaciones de 1940 y 1942.
Antiguas cortinas e individuos aislados persisten
aun en los alrededores, especialmente en el Partido
de E. Echeverría. Sin embargo, los talares de Santa
Catalina, al estar enmarcados dentro de un predio
de dominio nacional y administración universita-
ria, ofrecen óptimas posibilidades de conservación.

Figura 2. Vista general del borde de un talar, junto a los


potreros ganaderos.

Superficie, fisonomía y flora de los talares

La superficie total de talares se estima en al menos


3 ha, distribuidas en: a) talares en franjas macizas
(5.400 m2); b) cercos de tala interiores (17.850 m2) y
c) cercos de tala exteriores (7.000 m2).
Los talares del tipo a), que componen franjas más o
menos macizas y anchas, se ubican en dos sitios
distantes 1.200 m entre sí y contienen en el estrato
Figura 1. Vista aérea del predio Santa Catalina, sector de la arbóreo una asociación de tala, tembetarí (Fagara
Antigua Estancia, donde es posible apreciar las masas de rhoifolia), molle (Schinus longifolius) y coronillo (Scutia
vegetación leñosa y la parte de las urbanizaciones periféricas. buxifolia). Por su parte, Pavonia malvacea, Abutilon
pauciflorum, Lantana camara y Solanum bonariensis do-
minan el estrato arbustivo. Es notable la presen-
El objetivo de este trabajo es relevar los sectores cia de troncos secos de 10-18 cm de diámetro per-
del predio que poseen talares, a fin de conocer su tenecientes a individuos de talilla (Lycium cestroides-
biodiversidad y estado de conservación, y esta- Solanáceas). Estos crecían, hasta hace poco tiem-
blecer las bases para su preservación. Asimismo, po, junto a la base de grandes ejemplares de tala.
los inventarios de biodiversidad forman parte de Aunque en el predio es una especie frecuente, no se
una serie de estudios destinados a abordar de han registrado otros individuos tan longevos (Fi-
modo detallado y con fundamentos técnicos el co- gura 2).
nocimiento del área. Las formaciones con talar del tipo b) se hallan dis-
tribuidas en potreros agroganaderos del predio y
están compuestos por ejemplares asociados a los
MATERIALES Y MÉTODOS alambrados divisorios de los lotes. Estos cercos
poseen generalmente, además de tala, duraznillo
Desde 1995 hasta el presente se realizaron releva- negro (Cestrum parqui) y chilca (Baccharis punctulata).
mientos frecuentes de aves en los distintos hábitats Los talares de tipo c), constituidos por cercos

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


perimetrales exteriores, muestran actualmente des de refugio características, los talares albergan 191
distintos signos de deterioro originados en el con- una gran variedad de vertebrados e invertebra-
tacto con el espacio público urbano. Las periódi- dos. Se contabilizaron al menos 50 familias de in-
cas tareas de poda de mantenimiento de tendidos vertebrados, 3 especies de anfibios, 4 de reptiles, 6
aéreos y operaciones de limpiezas y desmalezado de mamíferos y 50 especies de aves representantes
llevadas a cabo por las empresas de servicios y el de 21 familias (Tabla 3), asociadas a los relictos de
municipio, junto a la continua descarga de resi- talar existentes en el predio.
duos desde las banquinas, condujeron a la pérdi- Entre los insectos podemos destacar la presencia
da gradual de la estructura original los talas y al de la hormiga Camponotus punctulatus, que suele uti-
empobrecimiento de los restantes estratos vege- lizar los troncos de ejemplares añosos de tala para
tales. Entre las leñosas asociadas a este tipo se en- construir sus nidos. Otro representante notable
cuentra molle (Schinus longifolius). de esta clase es la mariposa zafiro (Doxocopa
Finalmente, existen numerosos ejemplares de seraphina), un ropalócero que en su estadio de larva
tala aislados, algunos de los cuales alcanzan di- se alimenta de árboles del género Celtis y que mues-
mensiones inusuales. Uno de ellos, situado en tra, en el macho, un hermoso color azul zafiro con
medio de especies exóticas, posee 17 m de altura reflejos verde tornasolados. El «bicho canasto»
y una circunferencia del tronco a la altura del (Oiketicus kirbyi) suele construir su conspicuo en-
pecho de 2,3 m. Sin embargo, el ejemplar más voltorio con las ramitas de los talas, adornando
alto, hoy caído pero aun vivo, alcanza los 20 las copas con su presencia.
metros de fuste. Entre los mamíferos, suele verse durante el día a la
A través de relevamientos realizados en un sector comadreja overa (Didelphis albiventris) merodeando
con talar de tipo a) durante la primavera de 2003, en los huecos existentes en los troncos de los talas
se registraron 35 plantas nativas y 41 especies exó- más grandes. Este marsupial se torna más activo
ticas, las cuales de indican en las tablas 1 y 2. Los durante el crepúsculo, cuando abandona su escon-
ejemplares de tembetarí presentes en el predio han dite en procura de frutos, diversos invertebrados
sido citados como los más australes dentro de la y vertebrados pequeños como alimento. Los repti-
distribución natural de la especie en la Argentina les tienen su representante más llamativo en el la-
(Haene y Aparicio, 2001). En efecto, hasta el mo- garto overo (Tupinambis merianae), el cual suele
mento asumimos que dichos ejemplares son re- asolearse en los bordes del talar e ingresa a los
manentes de las poblaciones que integraban los mismos en busca de alimento y refugio.
extensos talares de la zona. Excepto el sombra de La clase mejor representada de vertebrados es la
toro (Jodina rhombifolia), en Santa Catalina se encuen- de las aves. Existen algunas especies que, dentro
tran las típicas especies leñosas que acompañan a de Santa Catalina, sólo se encuentran en los relictos
Celtis tala. La orquídea terrestre Chloraea membrana- de talar existentes. Entre ellas podemos destacar a
cea, es abundante en el talar. En sectores de talar la reinamora grande (Cyanocompsa brissonii), el na-
denso y cercos de tala se registraron previamente ranjero (Thraupis bonariensis) y el fueguero (Piranga
densidades de entre 3,5 y 5,5 individuos por cada flava). Estas aves se alimentan de los sabrosos fru-
15 m2, respectivamente (De Magistris et al., 2004). tos del tala y el coronillo (Scutia buxifolia), a la vez
Por su parte, Cyclopogon elatus, cuyo último ejem- que utilizan este hábitat para la construcción de
plar vivo había sido observado en 1998, fue re- sus nidos y la crianza de los pichones. Los peque-
cientemente reconfirmada para el predio y se ha ños insectívoros como la tacuarita azul (Polioptila
incorporado a un plan de conservación ex situ de dumicola), el piojito común (Serpophaga subcristata) y
algunas especies raras. el pitiayumí (Parula pitiayumi) muestran una prefe-
rencia hacia este tipo de ambiente, debido al ca-
racterístico follaje enmarañado y la numerosa ofer-
Aspectos particulares de la vegetación leñosa ta de insectos y arañas que se encuentran en el
dominante mismo. El picaflor garganta blanca (Leucochloris
albicollis) y el picaflor bronceado (Hylocharis
Las plantaciones circundantes poseen, en su ma- chrysura) suelen encontrarse asociados a estos
yor parte, especies exóticas como el ligustro ambientes, donde se alimentan de insectos y del
(Ligustrum lucidum), el laurel (Laurus nobilis), el olmo néctar de diversas flores, entre ellas las del clavel
europeo (Ulmus procera), el celtis (Celtis occidentalis), del aire (Tillandsia aeranthos). La monterita cabeza
la acacia negra (Gleditsia triacanthos) y la morera de negra (Poospiza melanoleuca) y el pijuí frente gris
papel (Broussonetia papyrifera). En particular, en los (Synallaxis frontalis) se desplazan dentro o en las
talares, se suma la especie Maclura pomifera, emplea- inmediaciones de los talares, sin ingresar nunca
da en el pasado para la construcción de cercos. La a los bloques de vegetación exótica, lo que indica-
acacia negra parece ser la especie introducida con ría una marcada dependencia de las formaciones
mayor capacidad para apropiarse de nuevos te- boscosas nativas.
rrenos, mientras Ailanthus altissima y Acer negundo
prosperan con frecuencia en los claros del talar.
CONCLUSIONES

Fauna La regeneración espontánea de especies leñosas


exóticas invasoras, el ingreso de personas con fi-
Debido a la rica oferta en alimento y a las cualida- nes de vandalismo, la descarga de residuos, la caza

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


192 de aves, las podas y extracciones de ejemplares y go, los manchones de tala existentes dentro de los
la caída de antiguos especímenes durante las tor- potreros ganaderos, así como los cercos divisorios
mentas, han sido identificadas como las causas de potreros (talares del tipo (b)) parecen permane-
comunes de deterioro del hábitat y disturbios en cer sin marcadas variaciones bajo la actividad ga-
los fragmentos de talares remanentes. Sin embar- nadera.

ESPECIE NOMBRE COMÚN FAMILIA

Tillandsia recurvata Clavel del aire BROMELIACEAE


T. aeränthos Clavel del aire BROMELIACEAE
Chloraea membranacea Orquídea ORCHIDACEAE
Cyclopogon elatus Orquídea ORCHIDACEAE
Bromus catharticus Cebadilla criolla POACEAE
Stipa hyalina Flechilla POACEAE
Carex divulsa Cárex CYPERACEAE
Urtica circularis Ortiga URTICACEAE
Celtis tala Tala CELTIDACEAE
Iresine diffusa —- AMARANTHACEAE
Rivina humilis Sangre de toro PHYTOLACCACEAE
Phytolacca dioica Ombú PHYTOLACCACEAE
Pavonia malvacea Pavonia MALVACEAE
Abutilon pauciflorum —- MALVACEAE
Geranium molle Alfilerillo GERANIACEAE
Fagara rhoifolia Tembetarí RUTACEAE
Manihot flabellifolia Falso café EUPHORBIACEAE
Schinus longifolius Molle ANACARDIACEAE
Passiflora caerulea Pasionaria PASSIFLORACEAE
Scutia buxifolia Coronillo RHAMNACEAE
Araujia hortorum Tasi ASCLEPIADACEAE
Asclepiadacea 2 —- ASCLEPIADACEAE
Macfadyena ungis-cati Uña de gato BIGNONIACEAE
Dicliptera tweediana Canario rojo ACANTHACEAE
Verbena intermedia Verbena VERBENACEAE
Lantana camara Lantana VERBENACEAE
Cestrum parqui Duraznillo negro SOLANACEAE
Lycium cestroides Talilla SOLANACEAE
Solanum pseudocapsicum Revienta Caballos SOLANACEAE
Solanum af. sarachoides ? —- SOLANACEAE
Ipomoea mutabilis Campanilla CONVOLVULACEAE
Sambucus australis Sauco CAPRIFOLIACEAE
Baccharis punctulata Chilca ASTERACEAE
Baccharis articulata Carqueja ASTERACEAE
Chaptalia ignota —- ASTERACEAE

Tabla 1. Especies nativas presentes en un sector de talar del tipo a).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


193
ESPECIE NOMBRE COMÚN FAMILIA

Arum italicum Arum ARACEAE


Tradescantia fluminensis Tradescantia COMMELINACEAE
Allium triquetrum Cebollón LILIACEAE
Poa annua Pastito de invierno POACEAE
Sorghum halepense Sorgo de Alepo POACEAE
Parietaria debilis —- URTICACEAE
Urtica urens Ortiga URTICACEAE
Humulus japonicus Lúpulo salvaje URTICACEAE
Maclura pomifera Naranjo osage MORACEAE
Broussonetia papyrifera Morera de papel MORACEAE
Morus alba Morera común MORACEAE
Celtis occidentalis Celtis CELTIDACEAE
Laurus nobilis Laurel común LAURACEAE
Rumex crispus Lengua de vaca POLYGONACEAE
Stellaria media Capiquí CARIOPHYLACEAE
Cardamine hirsuta —- BRASSICACEAE
Fumaria capreolata Flor de pajarito FUMARIACEAE
Duchesnea indica Frutilla silvestre ROSACEAE
Trifolium repens Trébol blanco FABACEAE
Galega officinalis Alfalfa gallega FABACEAE
Gleditsia triacanthos Acacia negra FABACEAE
Hedera helix Hiedra común ARALIACEAE
Melia azedarach Paraíso MELIACEAE
Ailanthus altissima Árbol del cielo SIMAROUBACEAE
Euphorbia peplus Yerba de la golondrina EUPHORBIACEAE
Oxalis articulata Vinagrillo OXALIDACEAE
Acer negundo Arce negundo ACERACEAE
Ligustrum lucidum Ligustro OLEACEAE
Ligustrum sinensis Ligustrina OLEACEAE
Lamium amplexicaule —- LAMIACEAE
Stachys arvensis —- LAMIACEAE
Veronica polita —-
SCROPHULARIACEAE
Veronica peregrina —-
SCROPHULARIACEAE
V. p. ssp. xalapensis —-
SCROPHULARIACEAE
Salpichroa origanifolia Huevito de gallo SOLANACEAE
Lonicera maaki Lonicera CAPRIFOLIACEAE
Lonicera japonica Madreselva CAPRIFOLIACEAE
Galium aparine Pega-pega RUBIACEAE
Dipsacus fulonum Carda DIPSACAEAE
Arctium minus Bardana ASTERACEAE
Taraxacum officinale Diente de león ASTERACEAE

Tabla 2. Lista de las especies exóticas inventariadas en talares remanentes de Santa Catalina.

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


194
FAMILIA NO. DE ESPECIES FAMILIA NO. DE ESPECIES

Accipitridae 2 Troglodytidae 1
Columbidae 4 Mimidae 1
Cuculidae 2 Turdidae 2
Strigidae 1 Sylviidae 1
Caprimulgidae 1 Vireonidae 2
Trochilidae 4 Parulidae 3
Picidae 2 Thraupidae 5
Dendrocolaptidae 1 Emberizidae 6
Furnariidae 3 Fringillidae 1
Tyrannidae 4 Icteridae 3
Phytotomidae 1 Total 50

Tabla 3. Familias de aves asociadas a los talares en el predio de Santa Catalina.

BIBLIOGRAFÍA

Baigorria, J. 2005. Comentarios sobre la fauna de vertebrados De Magistris, A. A., J. E. M. Baigorria, J. B. Medina J. De
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De Magistris, A. A., D. G. Liñan, S. J. Quattrocchi, J. M. Lus, Grazia y P. Tittonel. 2004b. Diversidad, ambientes y esta-
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de Chloraea membranacea y Cyclopogon elatus (Orchidaceae) Aires. Darwiniana 4: 33-65.
dos orquídeas terrestres de talar en el predio Santa Catali- Parodi, L. R. 1942. ¿Por qué no existen bosques naturales en
na (Llavallol, Buenos Aires). II Congreso Nacional de la llanura bonaerense si los árboles crecen en ella cuando
Orquideología. Montecarlo, Misiones. se los cultiva? Agronomía Año XXXIII, no. 160: 387-390.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


195

PLAN DE MANEJO DEL ÁREA Gabriel Burgueño 1


Mario Vicente Torrano 1
NATURAL PROTEGIDA DIQUE ING.
ROGGERO, RELICTO DE BOSQUES
XERÓFILOS Y PASTIZALES
1
Reserva Municipal Los Robles, Bto. Juárez y Williams (s/n), La Reja (1744), Moreno, Provincia de Buenos Aires. burg501@hotmail.com /
mariotorrano19@hotmail.com /reservalosrobles@yahoo.com.ar

RESUMEN

En este trabajo se presentan los elementos para el Plan de Manejo del Área Natural Protegida Dique Ing. Roggero. Estos
elementos consisten en una descripción breve, un diagnóstico y un listado de acciones para potenciar el manejo adecuado del
sitio. El documento base que aquí se presenta será utilizado para consensuar el plan definitivo con los actores pertinentes.

Palabras clave: Ambiente, comunidad, conservación, cuenca, educación ambiental, fauna, flora, nativo, patrimonio, Plan de
Manejo, status jurídico, talar, zonificación.

INTRODUCCIÓN Cultural) y Programa de Utilización Sustentable


(Subprogramas de Producción Privada Sustenta-
El Área Natural Protegida Dique Ing. Roggero, se ble, de Uso Estatal Sustentable). Finalmente pro-
ubica a 45 km de la Ciudad de Buenos Aires, en la pone una zonificación integral.
localidad de La Reja, partido de Moreno (34° 40´ de
latitud S y 58° 52´ de longitud W), en la transición
entre las regiones biogeográficas del espinal y pam- CONTENIDO
peana. Este hecho se verifica a través de las fisono-
mías de bosques xerófilos y pastizales presentes. A. Introducción
El sitio con una superficie total de alrededor de
1000 hectáreas, se ubica entre las áreas de mayor B. Generalidades
superficie del Área Metropolitana de Buenos Aires - Los relictos de paisaje prístino en la región.
(AMBA), luego de Punta Lara (6000 ha) y Otamendi Importancia de las áreas naturales protegidas.
(3000 ha). - El sistema nacional de áreas protegidas y la ma-
Está comprendida por la actualmente denomina- triz de reservas.
da Reserva Municipal Los Robles; el Lago San Fran- - El plan de manejo: documento base de las áreas
cisco con el humedal que lo enmarca y el Museo de protegidas.
Sitio F. Muñiz, rodeado de bosques xerófilos (talar,
espinillar y sabana de cina-cina) y pastizales. C. Objetivos
Las valoraciones ecológicas y funcionales compa-
rativas con otras áreas, arrojan cifras que ponen D. Materiales y métodos
de manifiesto la potencialidad del sitio, conside-
rando la ubicación dentro del AMBA y como parte Parte I. Información general del sitio
de la red de reservas urbanas.
1.1. Ubicación geográfica

ESTRUCTURA DEL PLAN DE MANEJO 1.2. Marco biogeográfico

La Propuesta de Manejo Integral, incluye los obje- 1.3. Límites y accesos


tivos que deberá cumplir el área e implica 4 pro-
gramas, a saber: Operaciones (Subprogramas de 1.4. Descripción del área
Administración, Obras y Mantenimiento, de Con-
trol, Vigilancia y Emergencias); Programa de Ma- 1.5. Contexto sociocultural: la presencia del ser
nejo Biológico (Subprogramas de Manejo del Re- humano en el área natural
curso Paisajístico, de Manejo de la Vegetación, de 1.5.1. Población del entorno
Manejo Faunístico y de Investigación y Monitoreo); 1.5.2. Público visitante
Programa de Uso Público (Subprogramas de Re- 1.5.3. Personal municipal
creación y Turismo, de Educación e Interpretación, 1.5.4. Pobladores
de Extensión y de Conservación del Patrimonio 1.5.5. Patrimonio edilicio

Cita sugerida: Burgueño, G. y M. V. Torrano. 2006. Plan de manejo del área natural protegida Dique Ing. Roggero, relicto de
bosques xerófilos y pastizales. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia
Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


196 1.6. Antecedentes históricos y legales 4.3. Programa de Uso Público
1.6.1. Reseña histórica 4.3.1. Subprograma de Recreación y Turismo
1.6.2. Normativa vigente y propuesta 4.3.2. Subprograma de Educación e Interpre-
tación
4.3.3. Subprograma de Extensión
Parte II. Características ambientales del sitio 4.3.4. Subprograma de Conservación del Pa-
trimonio Cultural
2.1. Fisonomía del paisaje
2.1.1. El paisaje original 4.4. Programa de Utilización Sustentable
2.1.2. El paisaje actual 4.4.1. Subprograma de Producción Privada
Sustentable
2.2. Hidrología 4.4.2. Subprograma de Uso Estatal Susten-
table
2.3. Topografía
4.5. Zonificación propuesta
2.4. Geología y edafología
4.6. Evaluación de Gestión
2.5. Clima
4.7. Masterplan
2.6. Flora

2.7. Fauna Parte V. Plan Operativo Anual y Plan Estratégico

Bibliografía
Parte III. Resultados
Anexos
3.1. Relevamientos
3.1.1. Descripción de los tipos de vegetación
principales
3.1.2. Flórula del área MANEJO DEL TALAR

3.2. Diagnóstico
3.2.1. El sitio en relación con las áreas prote- Talar del sitio
gidas de la región y su estado de conserva-
ción El talar del Área Natural Protegida Dique Ing.
3.2.2. Valoraciones utilitaria, de funciona- Roggero, se halla en el Museo de Sitio F. Muñiz,
miento administrativo y ecológica creado por ordenanza 2736/1990, que lo declara
3.2.3. Conflictos de manejo Parque Ecológico y Museo de Historia Natural del
3.2.4. Potencialidades partido de Moreno, «Francisco J. Muñiz». El paisa-
3.2.5. Elementos a conservar je se halla compuesto por pastizales, bosquecillos
3.2.6. Funciones actuales del área xerófilos y cavas a orillas del embalse («Lago San
3.2.7. Status jurídico del área. La falta de Francisco») originado por el Dique Ing. Roggero,
marco legal, como conflicto de manejo naciente del río de la Reconquista.
3.2.8. Zonificación actual El talar ocupa una franja paralela al alambra-
3.2.9. Conclusiones do del sector a la que se suman ejemplares ais-
lados, de una superficie aproximada de 10 hec-
táreas.
Parte IV. Propuesta de Manejo Integral

4.1. Programa de operaciones Importancia cultural


4.1.1. Objetivos que deberá cumplir el Área
Natural Protegida Dique Roggero La especie dominante de este bosque, el tala, se halla
4.1.2. Subprograma de Administración presente en el repertorio folklórico regional, al
4.1.3. Subprograma de Obras y Manteni- menos desde el siglo XVIII, mencionado en el Mar-
miento tín Fierro de José Hernández (Valla et al. 2001).
4.1.4. Subprograma de Control, Vigilancia y Se cultiva como ornamental y tiene aplicaciones
Emergencias forestales (madera amarillo ocre, dura y pesada,
su peso específico es 0,800Kg/dm3) y medicinales
4.2. Programa de Manejo Biológico (para catarros, tos y para dolores de cabeza, hí-
4.2.1. Subprograma de Manejo del Recurso gado, diarreas e indigestiones, entre otros usos).
Paisajístico Tiene frutos comestibles. Su raíz tiñe de color
4.2.2. Subprograma de Manejo de la Vegetación café. Es usado para leña y para fabricar mangos
4.2.3. Subprograma de Manejo Faunístico de herramientas (Valla et al. 2001). Su importan-
4.2.4. Subprograma de Investigación y cia cultural se pone de manifiesto en los nume-
Monitoreo rosos topónimos en el país (Coluccio, 2001).

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


El paisaje original miento de las especies, se han indicado cuadrados 197
de 2 metros de lado, con diferentes tratamientos
Las comunidades presentes, indican que el sitio en el suelo y la vegetación presente.
contó con fisonomía de pastizales principalmen-
te y matorrales tales como chilcales (comunida- Especies presentes
des de Baccharis spp.) en sitios elevados y
duraznillares (Solanum glaucophyllum) en sitios Acacia caven. Fabaceae- espinillo
bajos, entre otros elementos. Además, los vesti- Araujia hortorum. Asclepiadaceae- tasi
gios de bosques xerófilos, existentes en manchas Baccharis salicifolia. Compositae- chilca
aisladas, ponen de relieve la ubicación del sitio Baccharis trimera. Compositae- carqueja
en el ecotono entre la región pampeana y la re- Bacharis articulata. Compositae- carquejilla
gión del espinal, representada por bosques de tala Celtis tala. Celtidaceae- tala
con espinillos. Eupatorium inulifolium. Compositae- chilca de olor
Parodi, describió los talares de la Región Metropo- Gleditsia triacanthos. Fabaceae- acacia negra
litana de Buenos Aires, poniendo de relieve que los Parkinsonia aculeata. Fabaceae- cina-cina
talares de Moreno (al igual que en los partidos ve- Passiflora coeulea. Passifloraceae- mburucuyá
cinos), (...) «existen ya sea en suelos ondulados o en Schizachirium condensatum. Gramineae- pasto colo-
barrancas de riachos, grupos de talas aislados o rado
formando bosquecillos» (...), considerándolos aná- Solidago chilensis. Compositae- vara amarilla
logos a los que describe con detalle para las Ba- Stipa neesiana. Gramineae- flechilla
rrancas del Paraná y las localidades de Victoria,
Santa Catalina, entre otras (Parodi, 1940).
Este autor considera estos talares, como los pro- Resultados a esperar
pios de suelos compactos, ondulados, cubiertos de
gramíneas, cuyo subsuelo contiene tosca. A este - Forma más adecuada a fin de disminuir el efec-
tipo se suman los presentes en suelos con depósi- to de parche lineal, aumentando su superficie.
tos de conchillas, los que habitan barrancas y los - Mayor riqueza de especies vegetales.
que se observan en médanos muertos. - Mayor diversidad de fauna silvestre.
Asimismo han sido citados para la terraza alta del - Visitas guiadas con mayor contenido para el vi-
río de la Reconquista, en asociaciones de tala y sitante.
espinillo (Schreiber, 1997).
Suelen tener unos 7-8 metros de altura y es un bos-
que predominantemente caducifolio y espinoso. Tareas a llevar a cabo
Las principales especies pueden observarse en la
tabla 1. - Extracción de especies invasoras.
- Control de especies exóticas.
- Cultivo en vivero de especies indígenas.
Objetivos de restauración - Plantación de ejemplares adultos de especies in-
dígenas.
- Potenciar el talar presente en el sitio, como re- - Plantación de ejemplares juveniles de especies
presentación de uno de los ecosistemas más indígenas.
emblemáticos de la provincia. - Siembra in situ de especies indígenas.
- Sumar elementos florísticos característicos de - Tutorado.
este ambiente, aun ausentes en el bosque del - Riego.
área.
- Ofrecer mayor sustrato para fauna silvestre.
- Disponer de otros elementos naturales típicos Especies a incorporar en la primera etapa
de este bosque xerófilo, a fin de complementar el
muestrario actual para la experiencia del visi- Acacia bonariensis. Fabaceae- ñapinday
tante. Abutilon grandifolium. Malvaceae- malvavisco
Caesalpinia gilliesi. Fabaceae- barba de chivo
Celtis tala. Celtidaceae- tala *
MATERIALES Y METODOS Cestrum parqui. Solanaceae- duraznillo negro
Jodina rhombifolia. Santalaceae- sombra de toro
Como referencia para planificar la restauración Phytolacca dioica. Phytolaccaceae- ombú *
propuesta, se han considerado las descripciones Prosopis alba. Fabaceae- algarrobo blanco *
de Parodi (1940), Cabrera (1949) y Burkart (1957), Rivina humilis. Phytolaccaceae- sangre de toro
por ser trabajos elaborados en base a comunida- Sambucus australis. Caprifoliaceae- saúco
des en estado de conservación más cercano al ori- Schinus longifolius. Anacardiaceae- molle
ginal. Scutia buxifolia. Rhamnaceae- coronillo
A modo de guía para elaborar el proyecto de res- Senna corymbosa. Fabaceae- sen del campo *
tauración se ha seguido la elaborada por la Society Sphaeralcea bonariensis. Malvaceae- malvavisco
for Ecological Restoration International (Society * Especies existentes en el área.
for Ecological Restoration, 2004).
A fin de registrar las respuestas para el estableci-

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


198 Origen de las plantas a incorporar - Individuos que se plantarán luego de una etapa
de vivero (Cuerpo Municipal de Guardapar-
Las especies a incorporar poseen dos orígenes a ques), con siembras de material proveniente de
saber: la provincia de Buenos Aires, preferentemente
- Ejemplares que se transplantarán de las inme- de ambientes cercanos y análogos al sitio de tra-
diaciones del sitio de trabajo (Reserva Munici- bajo.
pal Los Robles, campos contiguos, entre otros). - Ejemplares que se obtengan de canje o
Este es el caso de los ejemplares de Celtis tala, donaciones de los viveros especializados de la
Acacia caven, Baccharis spp. región metropolitana de Buenos Aires.

Tabla 1: especies principales del bosque de tala.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


BIBLIOGRAFÍA 199
Burkart, A. E. 1957. Ojeada sinóptica sobre la vegetación del Schrieber, E. 1997. Historia, Medio Ambiente y Ecología de
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Parodi, L. 1940. La distribución geográfica de los talares de Biota Rioplatense. Volumen VI. LOLA, Buenos Aires.
la Provincia de Buenos Aires. Darwiniana, 4 (1): 33-56.

Visita a la reserva «Los Robles». Foto: Aldo Chiappe

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


200

Enrique F. Lipps 1
EL USO DE LAS CAVERNAS DE LAS
BARRANCAS DEL RÍO PARANÁ,
VUELTA DE OBLIGADO, SAN PEDRO,
COMO AULAS DE ECOLOGÍA Y
CONSERVACIÓN POR LA SOCIEDAD
ARGENTINA DE ESPELEOLOGÍA
1
KARST, Organización Argentina de Investigaciones Espeleológicas. Adherida a la Sociedad Argentina de Espeleología.

Las cavernas de Vuelta de Obligado por su cerca- lógicos (sustratos, formaciones) y climáticos (os-
nía con la ciudad de Buenos Aires y por la biodi- curidad, humedad, temperatura, movimientos de
versidad que presentan, nos permiten utilizarlas aire) de los ecosistemas subterráneos. Los orga-
como aulas de los ambientes cavernícolas y poder nismos que colonizarán desde la zona de entrada
exponer las estrategias para su conservación. Es- (iluminada) a la zona de penumbra y hasta la zona
tas características también nos facilitan llevar a de oscuridad, nos permiten explicar las cadenas y
especialistas que, de paso por Buenos Aires, de- redes tróficas donde la base de la pirámide de la
sean ver cavernas, en este caso, en un ambiente red (detritos, guano más los hongos y bacterias),
representativo de la provincia de Buenos Aires. Ya por su bajo contenido energético relativo, será muy
hemos tenido la oportunidad de visitarlas con el grande para poder soportar y mantener los esca-
Dr. Abel Pérez González, bioespeleólogo cubano y lones superiores de consumidores (detritívoros,
el Dr. José Palacios Vargas, bioespeleólogo y guanobios y predadores). Una descripción parcial
acarólogo mexicano. Se accede a ellas desde San de la biodiversidad, que está aumentando con cada
Pedro, ciudad a 179 km de Buenos Aires, y por un visita, se puede hallar en la bibliografía.
camino asfaltado que, con un recorrido de 22 km La inclusión de los organismos en los listados no
termina en Vuelta de Obligado. Las cavernas se se hace sobre la base de la clasificación relativa de
hallan al pie de las barrancas del río Paraná y, si su adaptación al medio cavernícola, sino por su
bien se inundan sólo con las crecientes excepcio- ocurrencia en el mismo y cuya frecuencia de ha-
nales, su acceso está asegurado, aunque dificulto- llazgo demuestra cierto grado de afinidad o algu-
so, aun en las crecientes normales. Se encuentran na asociatividad con este ambiente. Por ejemplo
en un paisaje entre el bosque tipo chaqueño, donde las lechuzas (Tyto alba), que acumulan en el piso de
se destacan talares relictos como vestigios de la estas cavernas sus regurgitados (egagrópilas), han
presión antrópica (agricultura, leña) y el valle flu- proporcionado gran cantidad de información so-
vial del río Paraná. bre ratones y murciélagos y se han transformado
La más extensa es la «Cueva de la Salamanca», con en la fuente principal para la investigación de la
50 m de desarrollo horizontal que sólo tiene deli- distribución de los micromamíferos de la región,
cadas formaciones erosivas. Una descripción de- que incluso permitió detectar un incremento en la
tallada y muy interesante hipótesis de formación captura de aves pequeñas (ornitofagia), según
y desaparición de estas cavernas, está dada por Voglino (2000). Los murciélagos, emblemáticos
Voglino en su trabajo sobre la «Geología Superfi- habitantes de las cavernas, las utilizan como refu-
cial y Paleontología de las barrancas del Río gio y hábitat. Se hallan especies de vespertiliónidos
Paraná». A propósito del ciclo de vida de estas ca- y molosos que dan origen al guano interno. La
vernas, tuvimos la oportunidad de ver en la déca- artropodofauna está ampliamente representada
da pasada cómo, por derrumbes sucesivos y en por arañas, opiliones, pseudoescorpiones,
forma natural, desapareció la «Cueva de los Mur- diplópodos e insectos (Lipps et al. 1997). Voglino
ciélagos». En las restantes cuevas, pocas zonas den- (2000) halló una posible nueva especie de grillo
tro de ellas son completamente afóticas y, en todas (Endecous sp.), lo que aumenta la red trófica presen-
ellas, sus accesos permiten la entrada copiosa de te en las cavernas.
materia orgánica e individuos que buscan refugio Buscar las interrelaciones de los organismos entre
que, a su vez, originan guano, que es otra forma de sí y con el ambiente cavernícola, nos dan ejemplos
generar más aporte de energía al ecosistema ca- que servirán para actividades de Educación
vernícola. Ej.: las colonias de murciélagos. Las ca- Ambiental, ya que servirán para mostrar causas
vernas, además de servirnos como «laboratorios y efectos que se producen naturalmente, o por la
de campo» para explicar la toma de datos ecológi- actividad antrópica (turística o vandálica), y que,
cos, nos sirven de aulas de ecología, ya que se pue- con los residuos y la contaminación que esta
den mostrar y «sentir» los factores abióticos: geo- genera, provocan un deterioro ambiental que, no
Cita sugerida: Lipps, E. F. 2006. El uso de las cavernas de las barrancas del río Paraná, Vuelta de Obligado San Pedro, como aulas
de ecología y conservación por la sociedad argentina de espeleología. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses
y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


solo afecta lo estético desde el punto de vista con su grupo «especies en peligro y áreas 201
turístico o recreativo que se podría aprovechar, protegidas», el Museo de Ciencias Naturales Rvdo.
sino que también afecta a la biodiversidad que P. A. Scasso (San Nicolás) y los grupos locales que
busca refugio y vive en estos frágiles ecosistemas. estudian constantemente la flora y fauna regional.
Por ello son de destacar las tareas de difusión que A todos ellos, la Sociedad Argentina de Espeleología
para su conservación de estas zonas, ya relictas, les agradece su labor y la posibilidad de trabajar
llevan a cabo la Asociación Ornitológica del Plata, mancomunadamente.
la Fundación de Historia Natural Félix de Azara

BIBLIOGRAFÍA

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Lipps, E. 1995. Sinopsis de la fauna subterránea de la Repúbli- Voglino, D. y E. Lipps. 2003. Las cavernas naturales del Río
ca Argentina. Memoires de Biospeologie, Tome XXII, Moulis. Paraná (Bs. As. Argentina)
Francia. Actas 1º Congreso Nacional Áreas Naturales Protegidas, Huerta
Grande Córdoba.

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


202

JUEGO DE INTERACCIONES EN EL TALAR Claudia Nardini 1

1
Aves Argentinas/ Asociación Ornitológica del Plata 25 de mayo 749 2°6 (1.002 ABO), Buenos Aires, Argentina Correo electrónico:
nardini@avesargentinas.org.ar

RESUMEN

La comprensión, por medio del juego, de las relaciones entre la flora y fauna del talar contribuye a la identificación con el
ambiente natural y a generar actitudes de conservación.
Como contribución a estas acciones, se relata una experiencia realizada con grupos de diversa composición que visitan un
vivero de plantas nativas.

Palabras clave: Plantas nativas, talar, relaciones, juego.

En el año 1997 estuve a cargo del área educativa del los componentes del ambiente en donde estemos o
vivero A.N.A. (Árboles Nativos Argentinos) en la del cual vamos a referirnos.
localidad de Luján, donde desarrollé algunas las
actividades educativas, entre ellas, visitas guiadas. Edades: Es un juego para todas las edades.
Los objetivos de las mismas eran: que los visitan-
tes pudieran ver, tocar y oler las plantas nativas Número de participantes: De 15 a 40 personas; el
que se producían en el vivero, en su gran mayoría número ideal es 30.
árboles, arbustos y enredaderas de los talares bo-
naerenses; que apreciaran sus cualidades orna- Duración: De 10 a 15 minutos. Está relacionado
mentales; que conocieran el funcionamiento del con el número de participantes.
vivero y que comprendieran la importancia
ecológica que cumplen como base de los ambien- Materiales: Los cartones numerados de especies
tes naturales. La fauna: insectos, aves, mamíferos, nativas y los no numerados de especies exóticas
reptiles, crustáceos, entre otros, dependen directa que se detallan más abajo.
o indirectamente de las plantas nativas para vi-
vir. Este último objetivo era el más importante y Desarrollo: Se pide a los participantes que formen
constituía el mayor desafío. un círculo. Se reparten los cartones. Si por ejemplo
Quienes visitaban el vivero eran, en general, gru- tenemos 30 personas podremos repartir 10 no nu-
pos de diversas edades y conocimientos sobre el merados (especies exóticas) y 20 numerados. El
tema. ¿Cómo hacer para que comprendieran las coordinador del juego deberá «plantar» un bos-
interacciones que se tejen en los ambientes natu- que con las especies exóticas solicitando a cada
rales, o cuál es la diferencia que existe entre plan- participante que diga en voz alta quién es y de dón-
tar especies nativas o exóticas, en apenas una o de viene. A continuación pediremos a quienes ten-
dos horas? gan los cartones numerados que, en orden, a par-
Jugar es algo que todos sabemos. Creo que es un tir del número 1 y de a uno por vez, lean en voz
componente indispensable a la hora de enseñar y alta el texto escrito en el cartón que les ha tocado.
de aprender. Y así fue que se me ocurrió el juego Luego se tomarán de la mano con los que tienen
que relataré a continuación. cartones de plantas o animales con quienes están
Este juego está basado en el ambiente del talar bo- relacionados.
naerense; pero sólo basta con investigar las rela-
ciones que se tejen a partir de las plantas nativas Cierre: Al final del juego quedará una gran mara-
para, recrear, con él, cualquier otro ambiente (in- ña de personas divertidas por un lado y otras bien
cluso acuático). Puede servir tanto para el comien- aburridas por el otro.
zo de una charla, clase o visita guiada, como para Seguramente todos habrán comprendido y
su cierre. vivenciado, la diferencia en diversidad de especies
que hay entre los dos bosques.
Muchas serán las conclusiones y debates que pue-
DESCRIPCIÓN DEL JUEGO de generar esta actividad. Servirá para alentar a
los participantes a decidir, por ejemplo, qué espe-
Lugar: Puede jugarse en cualquier lugar. Es ideal cies plantar en sus jardines o balcones; qué lugar
hacerlo en ambientes naturales o reservas; tam- elegir para ir a observar fauna, etc.
bién en ambientes cerrados (ej.: aulas). En cual- Si tenemos tiempo, podremos pedirle a los partici-
quier caso, lo importante es preparar el juego con pantes que se pregunten qué pasó en el juego.

Cita sugerida: Nardini, C. 2006. Juego de interacciones en el talar. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su
conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


Se podrán hacer preguntas disparadoras hacia ecosistema, comenzar a «talar los árboles» sacan- 203
otros temas: ¿Por qué creen ustedes que se reem- do del juego a quienes los representan mientras
plazaron los bosques nativos por exóticos? ¿Por que solicitamos se retiren todas las especies aso-
qué no se utilizan las especies nativas en los jardi- ciadas con ellos. De la misma forma podemos cam-
nes, plazas y parques?, entre otras. biar un árbol nativo por uno exótico.
Los cartones pueden tener dibujos en lugar de tex-
Modificaciones: Pueden utilizarse solamente las to, para adaptar el juego a niños que aun no saben
tarjetas de plantas nativas y, una vez armado el leer. ¡Buena suerte!

FICHAS DE ESPECIES NATIVAS

01- TALA: Árbol típico del bosque de la barranca del noreste bonaerense, que le da a este el nombre de TALAR.
02- ALGARROBO: Árbol del TALAR.
03- OMBÚ: Árbol del TALAR y de la Selva Marginal.
04- DAMA DE NOCHE: Soy una enredadera que abre sus perfumadas flores durante la noche; estoy trepada al ALGARRO-
BO y al OMBÚ.
05- MARIPOSA NOCTURNA: Libo néctar de las flores de la DAMA DE NOCHE.
06- MURCIÉLAGO: Mi dormidero está en un hueco del OMBÚ y me alimento de MARIPOSAS NOCTURNAS.
07- LECHUZA: Mi dormidero está en un viejo TALA y me alimento de MURCIÉLAGOS.
08- FLOR DE PITITO: Soy una enredadera y estoy trepada al ALGARROBO.
09- LARVA DE MARIPOSA ZAFIRO: Me alimento exclusivamente de hojas de TALA.
10- PICAFLOR VERDE: Libo néctar de la FLOR DE PITITO.
11- BENTEVEO: Mi nido está en el ALGARROBO y me alimento con LARVAS DE LA MARIPOSA ZAFIRO.
12- NIÑO: Me encanta comer los frutos maduritos del TALA.
13- MOLLE: Soy un árbol del TALAR.
14- MBURUCUYÁ: Soy una enredadera y estoy trepada al MOLLE.
15- LARVA DE MARIPOSA ESPEJITO: Me alimento sólo de hojas de MBURUCUYÁ.
16- FRUTERO AZUL: Como frutos de TALA y de MBURUCUYÁ.
17- REINA MORA GRANDE: Como los frutos de la FLOR DE PITITO y del MOLLE.
18- ZORZAL: Me alimento de frutos de TALA y de LARVAS DE MARIPOSA ZAFIRO.
19- ESPINILLO: Soy un arbolito del TALAR; mis flores perfumadas son las primeras del talar que florecen en primavera.
20- CAMOATÍ: Somos avispas que hicimos nuestro original nido de «cartón» en el ESPINILLO y libamos néctar de las
flores del ALGARROBO.
21- TACUARITA AZUL: Tengo mi nidito en el TALA y como avispas CAMOATÍ.
22- LARVAS DE ESCARABAJO: Vivo en los frutos del ESPINILLO.
23- LARVA DE AVISPA: Vivo en los frutos del ESPINILLO y me alimento de LARVAS DE ESCARABAJO de este árbol.
24- MUJER: Con los frutos del ALGARROBO preparo un rico arrope y disfruto del canto del JILGUERO.
25- PICHONES DE CALANDRIA: Somos dos y nuestro nido está en el OMBÚ.
26- COMADREJA COLORADA: Tengo mi madriguera bajo el ESPINILLO y me alimento, entre otras cosas, de PICHONES
DE CALANDRIA.
27- SEN DEL CAMPO: Arbusto típico del TALAR.
28- LARVA DE MARIPOSA LIMONCITO: Me alimento exclusivamente de SEN DEL CAMPO.
29- JUAN CHIVIRO: Me alimento de LARVAS DE MARIPOSA LIMONCITO.
30- CLEMATIS: Soy una enredadera y estoy trepada al ESPINILLO.
31- JILGUERO: Me alimento de semillas de CLEMATIS.
32- HOMBRE: Puedo observar más de cien especies de aves en el talar.

FICHAS DE ESPECIES EXÓTICAS

FRESNO AMERICANO: Árbol originario de Norteamérica.


PARAÍSO: Árbol originario de Asia.
PLÁTANO: Árbol originario de Europa.
TILO: Árbol originario de Europa.
PINO: Árbol originario de Norteamérica.
ARCE: Árbol originario de Norteamérica.
ÁLAMO: Árbol originario de Norteamérica.
OLMO: Árbol originario de Europa.
EUCALIPTUS: Árbol originario de Australia.
ÁRBOL DEL CIELO: Árbol originario de China.

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VEINTICINCO TALAS: «MUCHO Eduardo Zanin¹


Alicia Do Campo²
MÁS QUE UN JARDÍN»
¹Chapeaurouge 1283 (1661) Bella Vista, Pcia. Buenos Aires, Argentina
²Maturin 2276, piso 1(1416), Capital Federal, Argentina. www.25talas.com.ar

RESUMEN

Situado en Bella Vista (ex partido de Gral. Sarmiento), antigua zona de talares, el terreno de 930 m2 junto a tres parcelas baldías,
formaba parte, en 1994, de una superficie de 3.700m2. Había una buena cantidad de talas (Celtis tala), algún espinillo (Acacia
caven), arbustos, enredaderas, hierbas, epífitas y algunas exóticas.
Hoy, por nuevas edificaciones sólo quedan 880 m2, pero aun se conservan unos 25 talas de más de 3 m de altura, 6 de ellos
de 7 a 8 m y buen porte, junto a una infinidad de menor altura. Los acompañan un espinillo de 6 m, enredaderas típicas de talar
como uña de gato (Macfadyena unguis-cati) entre otras. Arbustos, hierbas y epífitas citadas por Parodi en su trabajo de 1940,
completan este ambiente de talar modificado.
Es hábitat hoy de mamíferos, como la comadreja overa (Didelphis albiventris), cuises (Cavia aperea), micromamíferos silves-
tres, seis especies de anfibios identificados hasta el presente, y reptiles.
Su mayor riqueza son las aves; existen entre 80 y 90 especies, algunas nidificantes. Sobresalen el taguató (Buteo magnirostris)
y el gavilán mixto (Parabuteo unicintus). Se ve gran cantidad de insectos poco comunes en ambientes urbanos, destacándose
las mariposas típicas de talar. El terreno a pesar de su escasa superficie, tiene un alto porcentaje de especies del talar. La fauna
recala en él como parte de un recorrido cotidiano y programado a través de varios sitios de características similares, aún
presentes en la zona, que mantienen en funcionamiento el ecosistema.
El continuo avance de la urbanización plantea la urgente necesidad de tomar medidas para detener este deterioro ambiental. El
desconocimiento y la apatía hacen que cada año se vean menos talas y sus acompañantes en la región. La conservación de
esta parcela es una acción poco común, y que en sí misma no será de gran ayuda. La necesidad de que otros propietarios
acompañen, aunque sea parcialmente esta idea, es imperativa para la conservación de la flora y la fauna de este distrito. La
intervención del municipio, con medidas que apoyen y estimulen este tipo de proyectos, seria fundamental para el éxito de
estas propuestas.

Palabras clave: 25 talas, jardín, talar, micro reservas, Celtis tala, conservación, Parabuteo unicinctus

FUNDAMENTACIÓN DEL PROYECTO UBICACIÓN

El deterioro permanente de los ecosistemas natura- El jardín está situado en Bella Vista, partido de
les ocasionado por diversas razones, incluido el San Miguel (ex partido de Gral. Sarmiento), anti-
avance de la urbanización, justifica, requiere y va- gua zona de talares. Esta ciudad se ubica a la vera
lora iniciativas puntuales e individuales que, sin del río Reconquista, recientemente saneado, lin-
renunciar al confort, armonizan nuestras necesi- dando con el camino Parque del Buen Aire con sus
dades con la conservación de la naturaleza. Los em- parques y reservas, Campo de Mayo; y no muy
prendimientos colectivos con grandes presupues- lejos del INTA Castelar. El terreno fue comprado en
tos no son la única manera de salvaguardar nues- 1994 y ocupa una superficie de 930 m2. Junto a tres
tro ambiente. Este proyecto que presentamos fue parcelas baldías más, cubría una superficie de
diseñado para vivir en un espacio donde las espe- 3.700 m2, con una buena cantidad de talas, algún
cies de plantas y animales autóctonos fueran con- espinillo, arbustos, enredaderas, hierbas, epífitas
servadas y convocadas a través de los años. Más y pocos árboles exóticos. Su aspecto emulaba al de
allá de la satisfacción y bienestar personal que sig- un talar. Se encuentra en una zona de casas con
nifica recrear y disfrutar de un ambiente de estas terrenos amplios y arbolados. Al frente, calle me-
características, existen incuestionables beneficios diante, se ubica el Buenos Aires Golf Club, un área
para la comunidad que lo alberga: el mejoramiento verde de buena cantidad de hectáreas, con algu-
de la calidad ambiental del municipio (fácilmente nos talas, aislados o en grupos, que se han conser-
traducible a pesos, por ejemplo mayor tasación in- vado en el diseño de la cancha y posee también
mobiliaria); el efecto relajante que ejerce sobre toda lagunas de importante superficie. A 80 metros ha-
persona una masa verde como la propuesta; el cons- cia el oeste hay otra gran área verde; un campo de
tituirse en «micro reservas» a las que se puede acu- actividad agrícola-ganadera que posee pequeños
dir en busca de especies desaparecidas en otros la- bosquecillos en los cuales se observan talas.
dos, para solaz, educación o aprovechamiento ra-
cional. Y si eso no fuera suficiente para algunos, vale
el generar espacios para la vida y la belleza dentro HISTORIA Y ACTUALIDAD
de un mundo que parece, a veces, alejarse de los
valores esenciales. Ocho o diez mil años atrás el terreno probable-

Cita sugerida: Zanin, E. y A. Do Campo. 2006. Veinticinco talas: «mucho más que un jardín». En: Mérida, E. y J. Athor (editores).
Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

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mente era recorrido por mastodontes, armadillos NO a SE. Se encuentran enterrados restos de edifi- 205
gigantes, y tigres dientes de sable. Cuatrocientos o caciones antiguas de las que por ahora se descono-
quinientos años atrás, paseaba por esas soledades ce su origen.
seguramente un tigre que cazaba carpinchos en el Aun se conservan unos veinticinco talas (Celtis tala)
río Reconquista. de más de 3 m de altura; seis de ellos de aproxima-
En épocas previas al descubrimiento de América damente 6 m y buen porte, y una infinidad de me-
la zona estuvo poblada por indios cazadores – nor altura. Los acompañan un espinillo (Acacia ca-
recolectores. Se la describía como «tierras llanas, ven) de 6 m, enredaderas típicas de talar como uña
con sitios de lomas y hondonadas, cubiertos de de gato (Macfadyena unguis-cati), tasi (Araujia
pastizales y numerosos bosquecillos pequeños y hortorum), mburucuyá (Passiflora coerulea); arbustos
frondosos» (talares). Posteriormente con la llega- como: chilca (Baccharis salicifolia), duraznillo negro
da de Garay estas tierras fueron adjudicadas a (Cestrum parqui); hierbas típicas de talar como: Carex
Pedro Morán, su destino era la ganadería, ya que sp y oreja de ratón (Dichondra repens), Stipa spp, Verbe-
los vacunos abandonados por la expedición de na spp, huevito de gallo (Salpichroa origanifolia),
Mendoza ocupaban estas tierras. Pasaron sucesi- macachín (Oxalis articulata); orquídeas como
vos dueños hasta que en 1837 fueron adquiridas Chloraea menbranacea; epífitas como los claveles del
por el ciudadano francés Fortunato Poucel, unos aire (Tillandsia aerantos y T. recurvata), etc. Hay tam-
años después su amigo Adolfo Sourdeaux le pro- bién flora exótica típica de talar como moras (Morus
pone urbanizar parte del terreno dividiéndolo en sp.), ligustro (Ligustrum lucidum), ligustrina (Ligustrum
dos zonas, una como pueblo y cabecera y otra para sinense), madreselva (Lonicera japonica), hiedra (Hedera
residencia veraniega de las familias francesas. Así helix), frutilla silvestre (Duchesnea indica) que convi-
nació en 1865 Bella Vista. Se levantaron chalets y, ven con plantas añosas de maclura (Maclura
como dice la crónica, «se los rodearon por gracio- pomifera) y acacia blanca (Robinia pseudoacacia).
sas arboledas». Sourdeaux sostenía que había que Actualmente, hay mamíferos que habitan o tran-
rodear a Buenos Aires por bosques y parques por sitan el jardín, como comadreja overa (Didelphis
razones ambientales, de esta manera llevó adelan- albiventris), cuis (Cavia aperea) y ratón de Azara
te un verdadero culto al árbol, fomentando la plan- (Akodon azarae). Seis especies de anfibios identifica-
tación de los mismos en lugares públicos, calles y dos. Según Gallardo esta era una zona rica en rep-
viviendas. La zona se completó con chacras y lotes tiles; se ha observado Anops kingi, de tamaño pe-
más grandes, donde se cultivaban cereales y se queño y hábitos subterráneos y otros no identifi-
explotaban tambos. Hoy casi toda la zona está ur- cados que en los últimos años están en franco re-
banizada con casas, barrios privados, clubes y troceso numérico o extintos a nivel local, porque
caminos que cambiaron drásticamente la fisono- no se los ha vuelto a ver.
mía del paisaje donde prima actualmente, además Su mayor riqueza son las aves entre las que se des-
de las edificaciones, árboles exóticos y césped. tacan el taguató común (Buteo magnirostris) y el ga-
vilán mixto (Parabuteo unicinctus) por su tamaño y
hábitos predatorios.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL En conjunto, es como un talar a escala con todas
TERRENO sus virtudes y problemas. Se puede ver un fueguero
(Piranga flava), o deleitarse con las múltiples visi-
El terreno tiene 20 metros de frente por 46 de fon- tas diarias de una pareja de cardenales (Paroaria
do y su orientación es de noreste a sudoeste y la coronata), pero también se debe luchar contra la
superficie que ocupa la casa es de aproximadamen- invasión de ligustro, ligustrina, moras e hiedra.
te 60 m2. Esta delimitado por los alambrados teji-
dos convencionales de 1.50 m. La superficie no edi-
ficada suma 870 m2 . OBJETIVOS PROPUESTOS
El suelo es rico en humus por haber pasado mu-
chos años inculto, con pendiente hacia el NE y de 1. Construir una vivienda
2. Preservar y restaurar el ecosistema de un ta-
lar
3. Evaluar la evolución de la fauna a través del
tiempo
4. Descubrir la forma de atraer la fauna y mante-
nerla de una manera más fácil y eficiente
5. Favorecer la diseminación de la flora a través
de sus semillas en el área de influencia del jar-
dín
6. Presentar el jardín como modelo a imitar

OBJETIVOS ALCANZADOS Y ESTRATEGIAS


UTILIZADAS

Vista del punto NO. Foto: Eduardo Zanin 1. Construir una vivienda
El proyecto de construcción estaba regido por los

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206 siguientes lineamientos: las nuevas plantas, las estimularían a ganar altu-
ra más rápidamente y brindarían otro beneficio:
- La construcción tendría que llevar a la sensa- protección a las especies más sensibles al frío en
ción de estar inmerso dentro de un talar o bos- los crudos inviernos de Bella Vista. Como ya se dijo,
que, y por momentos el habitante debería pen- en un principio se pensó en especies, pero más tarde
sar que está dentro de la naturaleza y no den- la idea evolucionó a ambientes. Uno de ellos sería el
tro de una casa. talar con sus acompañantes, enriquecido con algu-
- Se buscaría el mejor lugar en el terreno, tratan- nas especies de espinal de la provincia de Entre Ríos
do de conciliar; menor impacto, mejores vistas (conservación ex situ). Este se ubicaría en la parte
y mayor habitabilidad. NO del terreno, más alta y más seca, con alto por-
- La forma de la casa se haría tratando de respe- centaje de talas. Allí el ambiente no debía ser crea-
tar los árboles existentes, aun a costa de redu- do, ya existía naturalmente. Otro ambiente a re-
cir el tamaño de los ambientes crear sería la selva marginal y el lugar ideal para
- Grandes y numerosas ventanas tendrían que eso era la parte SE, naturalmente más húmeda y
proveer una buena visibilidad hacia las zonas más baja, con pocos talas, también más sombría, se
de interés. adecuaba al crecimiento de una selva hidrófila. Por
- El producto final debería tener un aspecto rús- último la inclusión de especies de un ambiente inun-
tico, en íntima relación con el ambiente que lo dado siempre suscitó problemas, la falta de un sitio
rodeaba. con niveles altos y constantes de humedad y con
una alta radiación solar, provocó algunos fracasos.
Se inició en julio de 2001 y finalizó en octubre de Los senderos que recorren el jardín son naturales:
2003. se delimitaron como se hace en los bosques silves-
tres, sólo por el tránsito de animales y humanos; se
le agregaron en algunos tramos por donde corre
2. Preservar y restaurar el ecosistema de talar agua, por riego y las lluvias, algunas piedras de buen
El proyecto original era habitar un lugar con mu- tamaño para facilitar el acceso en todo momento.
chos árboles, éste fue el motivo de la elección en la La formación de los nuevos cercos y setos se reali-
compra. Posteriormente gracias a la lectura de un zó tratando de respetar el ambiente lindante de
artículo de Ricardo Barbetti publicado en la revis- talar o selva marginal, pero por razones de lumi-
ta de la Asociación Ornitología del Plata, se deci- nosidad o para favorecer una estética de jardín
dió crear un ambiente más atractivo para las aves, más tradicional se realizaron algunas concesiones
con la introducción de plantas nativas de Buenos en la elección de especies, siempre nativas. Una
Aires y Entre Ríos. Se valorizó la presencia de los prioridad era ocultar las edificaciones vecinas. En
talas y sus acompañantes y se pensó en algo más lugares sombríos las especies típicas de talar pros-
integral, la formación de ambientes, teniendo en peran lentamente o no prosperan: por lo tanto se
cuenta no sólo a las aves sino también al resto de utilizó especies que tuvieran un buen crecimiento
la biota. A través de la observación constante se en esa condición.
confirmaba que las aves preferían las plantas na- El riego se realiza por tendidos subterráneos y pe-
tivas, pero sobre todo, los talas y el espinillo. Era queños canales, aprovechando el declive natural,
curioso ver aves que deambulaban de tala en tala, desde el frente hacia el fondo del terreno; estos son
esquivando las plantas exóticas, y sólo usaban és- alimentados por siete salidas de agua, de diferente
tas como percha, o, como excepción, el ligustro y la caudal, tres de ellas forman pequeñas caídas de agua.
ligustrina para el consumo de sus frutos en época En el centro se encuentran dos estanques de dis-
de escasez. Pero la mayor sorpresa radicó en los tinto tamaño, uno de 60 cm por 150 cm, con una
insectos y arañas. Insectos totalmente desconoci- lámina de plástico negro como impermeabilizante.
dos aparecían y desaparecían. Grandes y peque- Este se utilizó como banco de pruebas para la cons-
ños, solitarios o en grupos, algunos de aspecto muy trucción de uno mayor de 2 metros por 3, que no
llamativo contrastaban con otros de aspecto te- tiene láminas impermeabilizantes; sólo se
mible. Así mariposas, larvas, avispas, sírfidos, li- compactó el fondo y se lo dotó de una alimenta-
bélulas etc. se sucedían de acuerdo a las estaciones ción de agua constante.
y al pasar los años uno esperaba la llegada de tal o El típico inconveniente de las larvas de mosquito
cual, que aparecía en determinado momento de un fue solucionado con la incorporación de unos pe-
mes del año y después de un tiempo desaparecía queños peces llamados madrecitas (Jenynsia sp), co-
hasta el año siguiente. mercializados habitualmente como carnada viva
El primer problema que se debía resolver era la usada por los pescadores; y para protegerlos de las
política hacia las exóticas arbóreas. La disyunti- aves se adicionaron algunas plantas acuáticas.
va: era eliminar toda la población, conservar al- Desde su incorporación al jardín, el estanque fue
gunas o dejar que siguieran su vida como hasta inmediatamente utilizado por las aves, ya sea para
ahora. La decisión que se adoptó fue que se conser- consumo de agua, como para el baño que no era
varían, con algunas podas, los árboles de mayor suspendido por bajas temperaturas en el invier-
edad de especies no invasoras; los demás se irían no, ni por días de lluvia. Los anfibios, como la rana
reemplazando por flora nativa a medida que estu- criolla (Leptodacylus ocellatus) hacen uso del estan-
vieran disponibles las nuevas especies; de esta que sobre todo por la noche y, de a poco, van apa-
manera permanecería la estructura de bosque. Los reciendo libélulas, caballitos del diablo y escara-
árboles de mayor edad servirían de nodrizas de bajos acuáticos.

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En este tipo de jardines naturales sería ideal no in- calidad de un proyecto. Por ejemplo el celestino 207
cluir a perros o gatos para favorecer la existencia de (Thraupis sayaca) consume, además de los frutos
mamíferos silvestres y mejorar la supervivencia de como ya se ha citado, las hojas tiernas de sen de
los pichones de aves en las épocas de cría. De todas campo (Senna corimbosa), algo que realmente llama
maneras es inevitable la visita de gatos de zonas la atención.
vecinas atraídos por un ambiente propicio para la
búsqueda de presas o de nuevos territorios. Los in-
secticidas se usarán sólo en situaciones extremas, 5. Favorecer la diseminación de la flora a través
generalmente en invasiones masivas de pulgones de sus semillas en el área de influencia del jardín
que pongan en peligro alguna especie, o contra hor- Se ha empezado a ver la reproducción de ciertas
migas podadoras negras cuando sus hormigueros plantas y su diseminación. A pesar de ser una plan-
tomen dimensiones exageradas. tación joven, ha comenzado la multiplicación na-
tural dentro y fuera de los límites del predio. Es
importante para las especies asociadas al talar y
3. Evolución de la fauna a través del tiempo que han desaparecido de la zona, volver a
En 1994, con una superficie de 3.700 m2 la cantidad recolonizarla, aunque sea de un modo casi furtivo.
de mamíferos era importante. Los cuises eran
abundantes y sus crías a veces eran predadas por
rapaces, como el chimango (Milvago chimango). Los 6. Presentar el jardín como modelo a imitar
ratones de campo eran fáciles de observar, y las Cualquier persona que quiera visitar el jardín será
comadrejas estaban presentes. En años subsiguien- bienvenida. La gente que lo ha visitado se ha sor-
tes los cuises fueron disminuyendo probablemen- prendido gratamente del ambiente. Les cuesta en-
te por la caza para consumo humano y por la dis- tender cómo es que en tan poca superficie hay tan-
minución de la superficie de su ambiente en los tos pájaros y se maravillan de la sensación de paz
terrenos linderos. Las comadrejas debido a la apa- en que se ven inmersos mientras lo recorren. Pre-
rición de los perros en sus territorios, se dejaron tende el jardín ser también un puente que va des-
de ver. La población de ratones aparentemente se de el disfrute y la fascinación hacia un conocimien-
mantuvo estable. En el año 2005 las comadrejas to más profundo de los actores y fenómenos que
reaparecieron; pero al ser la superficie global me- alberga. La intención es que los visitantes sean
nor, los ratones se hicieron menos espectables y no «portadores sanos» de esta propuesta y la multi-
se volvieron a ver cuises. Entre las aves que deja- pliquen e impulsen para su propio disfrute como
ron de aparecer y eran habituales en 1994 -95 te- aporte a la conservación.
nemos al carpinterito bataraz (Picoides mixtus) y la
reinamora chica (Cyanoloxia glaucocaerulea). Espo-
rádicamente se habían visto al chiví común (Vireo CONCLUSIÓN
olivaceus), fiofío pico corto (Elaenia parvirostris) y al
espinero chico (Phacellodomus sibilatrix). La desapa- Dentro unos pocos cientos de años probablemente
rición no se explica si es por el deterioro del am- las especies nativas ya hayan abandonado el lu-
biente, responde a actos individuales o a una com- gar y queden sólo prados y jardines exóticos, como
binación de ambos. Como acto individual toma- los que ya hace un siglo atrás William Henry
mos a un individuo que en su rutina diaria tiene Hudson consideraba muy aburridos.
un determinado recorrido durante el cual es Veinticinco Talas es mucho más que un jardín. Es
espectable, desaparecido éste por cualquier moti- una esperanza tangible. Es un intento que funcio-
vo y al no ser parte de una población numerosa, na. Es una invitación a la acción.
no vuelve a ser visto. Otro evento llamativo son La única oportunidad que tienen los talares para
las aves que se ven por única vez o durante tres o su supervivencia es lograr un lugar, no sólo en el
cuatro días para luego desaparecer, aparentemen- terreno, sino en la mente y el corazón de la gente.
te haciendo un alto en sus viajes o migración. Los Que sientan y perciban su belleza, como la de los
casos mas recordados son las apariciones del cardenales y de la espectacular mariposa zafiro
chiricote (Aramides cajanea), reinamora grande (Cya- (Doxocopa laurentia); y piensen y conozcan los bene-
nocompsa brissonii), cortarramas (Phytotoma rutila), ficios que nos prodigan. Que sepan que tener un
pepitero de collar (Saltator aurantiirostris), torcacita ecosistema funcionando delante de nuestros ojos
colorada (Columbina talpacoti), etc. que después de es algo increíblemente complejo, sofisticado y de-
habitar el jardín por un tiempo desaparecieron. seable. Que hay razones de todo tipo para conser-
varlos. Si «Veinticinco Talas» logra esto en unas
pocas personas, su objetivo más importante ha-
4. Descubrir la forma de atraer la fauna y brá sido logrado.
mantenerla de una manera más fácil y eficiente
De esta manera el jardín funcionaría como un la-
boratorio de pruebas para seleccionar las especies AGRADECIMIENTOS
más requeridas por la fauna autóctona de la zona
y así poder elaborar un listado para recrear luga- A Sergio Fernández, Marcelo Montenegro y Leticia
res de la forma más eficiente posible. Esto es im- Forte.
portante, sobre todo cuando el presupuesto y las
escasas dimensiones se unen para disminuir la

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


208 LISTADO DE ESPECIES DE VEINTICINCO TALAS

En las plantas se tuvo en cuenta la nomenclatura de Burkart y Mimosa ostendi


Bacigalupo, 1969, 1973, 1978, 1987, 2005; y Cabrera y Berberis laurina-Espina amarilla
Zardini 1993. Caesalpinia gilliesii-Barba de chivo
Castella tweediei
LISTADO DE PLANTAS Sambucus australis-Sauco
Lycium cestroides-Cornetita azul
Talar original Maytenus ilicifolia-Congorosa
Grabowskia duplicata
Celtis tala-Tala Sphaeralcea bonariensis-Malvavisco
Acacia caven-Espinillo Aloysia gratissima-Cedrón de monte
Baccharis salicifolia-Chilca Senna corymbosa-Sen de campo
Eupatorium inulaefolium-Chilca de olor Lantana montevidesis
Cestrum parqui-Duraznillo negro Lantana megapotamica-Camará morado
Sphaeralcea bonariensis-Malvavisco Lantana x entrerriensis
Macfadyena unguis-cati-Uña de gato Dolichandra cynanchoides
Araujia hortorum-Tasi Pithecoctenium cynanchoides -Peine de mono
Passiflora coerulea-Mburucuyá Camptosema rubicunda-Seibito
Dichondra repens-Oreja de ratón Heliotropium amplexicaudale
Dicliptera tweediana-Canario rojo Solanum laxum-Jazmín de Córdoba
Oxalis articulata-Macachín Clematis montevidensis-Cabello de ángel
Carex uruguensis Cissus striata-Uva del diablo
Stipa neesiana-Flechilla mansa Smilax campestris-Zarzaparrilla blanca
Stipa hyalina-Flechilla brava Ipomoea bonariensis-Campanilla
Bromus unioloides-Cebadilla criolla Tropaeolum pentaphyllum-Flor de pitito
Bowlesia incana-Victorita Mikania cordifolia-Guaco
Tradescantia fluminensis Serjania meridionalis
Commelina erecta-Flor de Santa Lucía Urvillea uniloba-Cipó
Tillandsia aeranthos-Clavel del aire Buddleja stachyodes
Tillandsia recurvata-Clavel del aire Justicia tweediana-Boca de conejo
Chloraea membranacea-Orquídea Pavonia striata
Pavonia sepium-Malva de monte
Exóticas Aristoloquia fimbriata-Patito
Oncidium bifolium-Patito
Ligustrum sinense-Ligustrina Adiantum raddianum-Culandrillo
Ligustrum lucidum-Ligustro Tillandsia usneoides-Barba del monte
Morus sp-Mora Cereus aethiops-Cardoncito
Maclura pomifera-Maclura Rhipsalis lumbricoides
Robinia pseudoacacia-Acacia blanca
Latana camara-Bandera española
Hedera helix-Hiedra A incluir próximamente
Lonicera japonica-Madreselva
Jasminum polyanthum-Jazmín de China Schinus weimannifolia
Duchesnea indica-Falsa frutilla Lithraea molleoides
Gallium aparine-Pega-pega Acacia atramentaria
Acacia praecox
Aspidosperma quebracho-blanco
Talar-espinal introducidas

Scutia buxifolia-Coronillo
Acanthosyris spinescens-Quebrachillo
LISTADO DE AVES
Zanthoxylum rhoifolium-Tembetarí
Zanthoxylum hyemale-Tembetarí colorado
Realizado teniendo en cuenta el orden sistemático y la
Prosopis caldenia-Caldén
nomenclatura de Narosky e Yzurieta. 2003
Prosopis alba-Algarrobo blanco
Prosopis nigra-Algarrobo negro
1. Nothura maculosa-Inambú común, portón de entrada
Prosopis affinis-Ñandubay
2. Phalacrocorax olivaceus-Biguá, en vuelo
Jodina rhombifolia-Sombra de toro
3. Syrigma sibilatrix-Chiflón, en vuelo
Schinus longifolius-Molle
4. Egretta alba-Garza blanca
Solanum granulosum-leprosum-Fumo bravo
5. Egretta thula-Garcita blanca, en vuelo
Xylosma venosum-Espina colorada
6. Plegadis chihi-Cuervillo de cañada, en vuelo
Allophilus edulis-Chal chal
7. Dendrocygna viduata-Sirirí pampa, en vuelo
Phytolocca dioica-Ombú
8. Cygnus melancoryphus-Cisne cuello negro, en vuelo
Tritrinax campestris-Caranday
9. Elanus leucurus-Milano Blanco, en vuelo
Celtis iguanea-Tala gateador
10. Parabuteo unicinctus- Gavilán mixto
Baccharis trimera-Carqueja
11. Buteo magnirostris-Taguató común
Porliera microphila-Chucupí
12. Polyborus plancus-Carancho

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


13. Milvago chimango-Chimango 58. Progne modesta -Golondrina negra 209
14. Falco sparverius-Halconcito colorado 59. Progne chalybea-Golondrina doméstica
15. Aramides cajanea-Chiricote 60. Phaeoprogne tapera-Golondrina parda
16. Himantopus melanurus- Tero real, en vuelo 61. Tachycineta leucorrhoa-Golondrina ceja blanca
17. Vanellus chilensis-Tero común, en vuelo 62. Troglodytes aedon-Ratona común
18. Larus dominicanus-Gaviota cocinera, en vuelo 63. Mimus triurus-Calandria real
19. Larus cirrocephalus- Gaviota capucho gris, en vuelo, 64. Mimus saturninus-Calandria grande
comiendo en campo 65. Turdus amaurochalinus-Zorzal chalchalero
20. Larus maculipennis-Gaviota capucho café, en vuelo, 66. Turdus rufiventris-Zorzal colorado
comiendo en campo 67. Polioptila dumicola-Tacuarita azul
21. Columba picazuro-Paloma picazuro 68. Vireo olivaceus-Chiví común
22. Columba maculosa-Paloma manchada 69. Parula pitiayumi-Pitiayumí
23. Columba livia-Paloma doméstica 70. Thraupis sayaca-Celestino común
24. Zenaida auriculata-Torcaza 71. Piranga flava-Fueguero común
25. Columbina picui-Torcacita común 72. Saltator aurantiirostris-Pepitero de collar
26. Columbina talpacoti-Torcacita colorada 73. Paroaria coronata-Cardenal común
27. Leptotila verreauxi-Yerutí común 74. Paroaria capitata-Cardenilla
28. Aratinga acuticaudata-Calancate común 75. Cyanocompsa brissonii-Reinamora grande
29. Myopsitta monachus-Cotorra 76. Cyanoloxia glaucocaerulea-Reinamora chica
30. Brotogeris versicolurus-Catita chirirí 77. Sicalis flaveola-Jilguero dorado
31. Coccyzus melacoryphus-Cuclillo canela 78. Zonotrichia capensis-Chingolo
32. Guira guira-Pirincho 79. Poospiza lateralis-Monterita litoraleña
33. Athene cunicularia-Lechucita vizcachera, en el jardín 80. Poospiza melanoleuca-Monterita cabeza negra
vecino 81. Carduelis magellanica-Cabecitanegra común
34. Otus choliba-Alilicucu común 82. Icterus cayanensis-Boyerito
35. Glaucidium brasilianum-Caburé chico 83. Molothrus rufoaxillaris-Tordo pico corto
36. Tyto alba-Lechuza de campanario 84. Molothrus bonariensis-Tordo renegrido
37. Leucochloris albicollis-Picaflor garganta blanca 85. Molothrus badius-Tordo músico
38. Chlorostilbon aureoventris-Picaflor común 86. Pseudoleistes virescens-Pecho amarillo común, en vuelo
39. Hylocharis chrysura- Picaflor bronceado 87. Passer domesticus-Gorrión
40. Colaptes campestris-Carpintero campestre 88. Sturnus vulgaris-Estornino pinto
41. Colaptes melanolaimus-Carpintero real común
42. Picoides mixtus-Carpintero bataraz chico
43. Lepidocolaptes angustirostris-Chinchero chico LISTADO DE ANFIBIOS
44. Furnarius rufus-Hornero
45. Phacellodomus sibilatrix-Espinero chico 1. Bufo arenarum-Sapo común
46. Phytotoma rutila-Cortarramas 2. Bufo fernandezae-Sapito común
47. Pachyramphus polychopterus-Anambé común 3. Leptodactylus latinasus-Urnero
48. Myiodynastes maculatus-Benteveo rayado 4. Leptodactylus ocellatus-Rana criolla
49. Machetornis rixosus-Picabuey 5. Hyla pulchella-Rana trepadora
50. Pitangus sulphuratus-Benteveo común 6. Ololyon x-signata-Rana hocicuda chica
51. Tyrannus melancholicus-Suirirí real
52. Tyrannus savana-Tijereta
53. Suiriri suiriri -Suirirí común LISTADO DE MAMIFEROS
54. Phylloscartes ventralis-Mosqueta común
55. Serpophaga subcristata-Piojito común Didelphis albiventris-Comadreja overa
56. Elaenia parvirostris-Fiofío pico corto Cavia aperea-Cuis
57. Camptostoma obsoletum-Piojito silbón Akodon azarae-Ratón de campo

BIBLIOGRAFIA

Burkart, A. E. y A. Bacigalupo. 1969, 1973, 1978, 1987, 2005. Cei, J. M. 1993. Reptiles del noroeste, nordeste, y este de la Repúbli-
Flora ilustrada de Entre Ríos. Parte II, Parte VI, Parte V, ca Argentina. Museo Regionale de Scienze Naturale.
Parte III, Parte IV. INTA. Buenos Aires. Torino.
Brookes, J. 1998. Jardinería y paisaje. La nueva guía para crear
el mejor jardín en función de su entorno natural. La Isla. Bue- Chinery, M. 1986. El Naturalista en el Jardín. Hermann Blume.
nos Aires. Barcelona.
Cabrera, A. 1961. Catálogo de los mamíferos de América del Narosky, T. y D. Yzurieta. 2003. Guía para la identificación de
Sur. Revista del Museo Argentino de Ciencias Naturales aves de Argentina y Uruguay. Edición de Oro. Vázquez
«Bernardino Rivadavia», Zool., 4 (2): i-xxii+309-732. Bue- Mazzini Editores. Buenos Aires.
nos Aires. Parodi, L. R. 1940. La distribución geográfica de los talares
Cabrera, A. y E. Zardini. 1993. Manual de la flora de los alrede- en la Prov. de Buenos Aires. Darwiniana 4 (1): 33-69.
dores de Buenos Aires. ACME. Buenos Aires. Stevens, D. 1996. Diseñar el jardín. Guía completa de materia-
Canals, G. 2000. Mariposas Bonaerenses. LOLA. Buenos Aires. les y estructuras. La Isla. Buenos Aires.

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


210

Eduardo Zanin¹
MICRO RESERVAS URBANAS Alicia Do Campo²

¹Chapeaurouge 1283 (1661) Bella Vista, Pcia. Buenos Aires, Argentina


²Maturin 2276, piso 1(1416), Capital Federal, Argentina.

RESUMEN

Las ‘’microreservas’’ constituirían un aporte valioso para la conservación de nuestra biodiversidad en áreas urbanas y periurbanas.
Sitios de menos de 5 ha, y en su mayoría de propiedad privada, suman una superficie considerable que no está contemplada,
en general, en ningún plan de conservación y que albergan una significativa cantidad de talas.
Si se logra una alta densidad de estas micro-áreas en zonas que aún están poco alteradas, servirían como ‘’cadenas de islas’’ que
favorecerían el tránsito biológico hacia reservas de mayor superficie. El bajo costo de creación y mantenimiento, más una
‘’administración’’ personalizada, simplificaría operativamente la tarea. Instituciones públicas y privadas con superficies impor-
tantes, como campos de golf, colegios, etc., podrían también favorecer este tipo de iniciativas y sumarse a esta propuesta que
contempla como unidad de conservación, por ejemplo, un jardín.
Los ambientes a tener en cuenta son:
Ambientes naturales poco modificados.
Ambientes medianamente modificados y/o enriquecidos.
Ambientes recreados.
La creación de estos sitios debería estimularse con exenciones impositivas y asesoramiento técnico. El manejo de estas
unidades de conservación debería unificarse a través de planes de manejo con principios rectores comunes y un alto grado
de contacto e intercambio. Debe procurarse, además del aporte a la biodiversidad, que estas micro - reservas puedan
articularse con proyectos o planes educativos y técnicos de las comunidades donde estén insertas.
Para zonas urbanas y periurbanas que antiguamente estaban cubiertas por talares, hoy altamente urbanizadas, las micro -
reservas serían una forma factible de retener la biodiversidad local, que aún no se ha perdido del todo.

Palabras clave: Microreservas, conservación, tala, talares, jardín

CONSERVACIÓN AL ALCANCE DE TODOS sin tener conciencia del daño que se produce. Las
alternativas para urbanizar estos nuevos terrenos
El bosque de talas a lo largo de la costa fluvial y son muy poco variadas; siempre terminan en lu-
marítima de la provincia de Buenos Aires, se dis- gares con mucho césped y unos pocos árboles exó-
pone formando una franja más o menos paralela a ticos, de aspecto aparentemente más seguro y con-
la costa, de unos pocos cientos de metros de ancho, fortable que el ambiente original, pero que contras-
tal como lo señala Parodi (1940); mientras que pe- tan sensiblemente con la vida de todo tipo que se
queños «manchones» del mismo se distribuyen en veía antes del cambio para «mejorar». Esta forma
lo alto de las lomas o donde las características del de sobreexplotación de la naturaleza produce una
suelo y la escorrentía lo favorecen (albardones, pérdida de la estructura del ecosistema y de las
dunas, etc.), a veces hasta más de 20 km hacia el especies más sensibles, que las lleva a la extinción.
interior del territorio. Estos «parches» o «isletas» Con los terrenos ocupados por talares, el proble-
de bosque permitirían tratar a sus poblaciones ma se agudiza. Generalmente altos y bien drenados,
componentes bajo las teorías de Metapoblaciones son los más buscados para las nuevas construc-
y Biogeográfica de islas, ambas complementarias ciones; su alto valor los convierte en «excelentes»
entre sí, y que estudian la evolución de poblacio- para el negocio inmobiliario.
nes en ambientes con determinadas característi- De esta manera, los últimos relictos de talares van
cas. Como es sabido, el efecto de insularización de desapareciendo para convertirse en un gran pára-
estos «parches» se aceleró con la transformación mo, donde la vida va camino a remitirse a su míni-
humana del paisaje y plantea dudas sobre su su- ma expresión, en que la flora y fauna autóctonas
pervivencia futura. irán desapareciendo. Los nuevos habitantes hu-
Con la urbanización de nuevos terrenos valiosos manos desconocerán totalmente una infinidad de
para la conservación van desapareciendo, poco a increíbles criaturas que allí habitaban porque es-
poco, lugares habitados por cientos de especies sil- tarán extintas para esa región. Estas zonas de biota
vestres, que por miles de años los poblaron y lle- muy empobrecida se van uniendo una a otra, for-
varon adelante un ecosistema único e irrepetible. mando grandes superficies con un ecosistema to-
La mayoría no son de aspecto exuberante, lo que talmente modificado, inhóspito, tanto para
redunda en la falta de conocimiento de su existen- habitarlo en forma permanente como para usarlo
cia y función, aunque la falta de interés también de escala en migraciones. Los procesos de inmigra-
alcanza a las de gran tamaño y características lla- ción, emigración y colonización van a ir en franca
mativas. Por estas razones, entre otras, lugares a disminución entre los pequeños parches que aun
priori muy valiosos, son destruidos; «se limpian» están en buen estado. Con la urbanización de los

Cita sugerida: Zanin, E. y A. Do Campo. 2006. Micro reservas urbanas. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y
su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


mismos y su posterior desaparición, los eventos tencial para conservar el ecosistema del talar. 211
migratorios descienden aun más y se va camino a El bajo costo de creación y mantenimiento, en la
la extinción. mayoría de los casos, sumado a una «administra-
Muchas especies van a ir acortando su distribu- ción» personalizada, simplificaría de manera im-
ción hacia el sur porque su viaje tendrá escalas portante la instrumentación de este tipo de pro-
más largas; y la flora y la fauna se irán empobre- yectos. Desde individuos motivados, con una su-
ciendo paulatinamente, aun en zonas que no han perficie en su casa que pueda destinarse a este fin,
sido modificadas directamente. o instituciones públicas o privadas con superfi-
La solución propuesta para esta problemática es cies importantes como campos de golf, colegios,
la creación de reservas que mantengan la biodi- countries, dependencias municipales, etc., pueden
versidad de las zonas de talares. Pero en las áreas favorecer este tipo de iniciativas y sumarse a esta
urbanas son muy difíciles de implementar ya sea propuesta que contempla, como unidad de con-
por falta de interés de las autoridades, el alto costo servación, por ejemplo, un jardín.
de los predios, problemas burocráticos, o la inexis-
tencia en la actualidad de espacio físico para ha- Los ambientes a tener en cuenta para la creación
cerlo. de micro reservas son:
Pareciera que las áreas urbanizadas estarían con-
denadas a no tener esperanza de alguna solución - Ambientes naturales poco modificados: gene-
para la conservación de sus especies nativas; a no ralmente terrenos que se mantuvieron baldíos
ser que se piense en una solución flexible, que apro- o incultos, donde los talas y sus acompañantes
veche hasta el más mínimo recurso que esté a mano: todavía se mantienen como dominantes; las exó-
esta solución es la creación de «Microreservas». ticas son minoría y fácilmente erradicables. Son
Estas se constituirían con pequeños espacios que aquellos que, al recorrerlos todavía hoy, dan
van de 300 m2 hasta 5 ha. Hoy, en su mayoría de sorpresas a los especialistas en flora y fauna
propiedad privada, sumarían una superficie con- por sus virtudes, sorpresas que es necesario y
siderable que no está contemplada, en general, en deseable compartir.
ningún plan de conservación, y que alberga una - Ambientes medianamente modificados y/o en-
gran cantidad de talas. Si se logra una alta densi- riquecidos: espacios con suelos no alterados, que
dad de estas micro áreas en zonas que aún están alternan especies nativas con especies exóticas,
poco alteradas o con posibilidades de ser recrea- pero que predominan en forma natural las pri-
das, servirían como «cadena de islas» que favore- meras, u otros en las cuales en forma activa fue-
cerían el tránsito biológico hacia reservas de ma- ron sumadas especies nativas en número y va-
yor superficie. Se formaría una red, lo suficiente- riedad.
mente densa, que podría llenar algunos requisitos - Ambientes recreados: partiendo de lugares to-
de reserva propiamente dicha, la cual tendría po- talmente artificiales, se recrea un ambiente na-

Representación de la función de las micro reservas como cadena de islas que favorecen el tránsito biológico.

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


212 tural. Se parte desde un suelo apto para el talar principios rectores comunes para cada categoría
y se introducen hierbas, arbustos y árboles pro- de proyecto; con un alto grado de contacto e inter-
pios del talar, tratando de respetar la propor- cambio entre los participantes, sobre todo a nivel
ción de especies, para que el producto final sea zonal. Que cada uno conozca y, hasta participe en
lo más parecido a un talar original. La fauna el proyecto de su vecino más cercano; que se
llegará por sus propios medios a medida que instrumenten reuniones periódicas en las que se
transcurra el tiempo. divulguen los logros y se comenten los problemas
para que, de esta manera, se optimicen cada uno
La creación de estos sitios debería estimularse des- de los proyectos.
de los ámbitos gubernamentales y no guberna- Debe procurarse, además del aporte a la biodi-
mentales: versidad, que estas micro reservas puedan
articularse con proyectos o planes educativos y
- Mediante exenciones impositivas, parciales o to- técnicos en las comunidades que están insertas,
tales de acuerdo a la calidad del proyecto. reportando múltiples beneficios que van desde lo
- Asesoramiento técnico, folletos gacetillas o ma- estético a lo económico. Sin un apoyo y conoci-
nuales, que guiarían al interesado en la elabo- miento del resto de la población, las dificultades
ración de su proyecto serán mayores.
- Cambios en el diseño urbano; por ejemplo, co- Para zonas urbanas y periurbanas que antigua-
rredores de 3 metros que se crucen en forma de mente estaban cubiertas por talares, hoy altamen-
cruz dentro de una manzana, para que la flora te urbanizadas o en camino de estarlo, las comu-
y la fauna no se vea restringida en los nuevos nidades que ya han perdido todos sus talas y en
emprendimientos habitacionales. las que solamente los recuerda su toponimia, las
- Manejo más natural y responsable de los cur- micro reservas serían una forma factible de rete-
sos de agua, con posibilidades de incorporarlos ner o recuperar la biodiversisdad local y, de esa
como reservas. manera, no recordarla con nostalgia cuando la
- Obligatoriedad de microreservas o parquiza- hayamos perdido del todo.
ción autóctona en caminos, rutas y autopistas.
- Respaldo financiero por parte de empresas pri-
vadas para proyectos de esta naturaleza. AGRADECIMIENTOS

El manejo de estas unidades de conservación de- A Sergio Fernández, Marcelo Montenegro y Leticia
bería unificarse mediante planes de manejo con Forte.

Sendero en el talar. Foto: José Athor

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Reservas urbanas con talares y educación ambiental


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Hanski, I. y Simberloff, D. 1997. The metapopulation approach, 213
its history, conceptual domain, and application to
Levins, R. 1969. Some demographic and genetic conservation. En: Hanski, I. y Gilpin, M. (eds.)
consequences of environmental heterogeneity for Metapopulation biology, ecology, genetics, and evolution. pp.
biological control. Bulletin of the Entomological Society of 5-26, Academic Press, San Diego, USA.
America 15: 237-240. Parodi, L. R. 1940. La distribución geográfica de los talares
Hanski, I. 1994. Patch-occupancy dynamics in fragmented en la Prov. de Buenos Aires. Darwiniana 4 (1): 33-69.
landscapes. Trends in Ecology and Evolution 9: 131-135.
Hanski, I. 1999. Metapopulation ecology. Oxford University
Press, New York, USA.

Ombú (Phytolacca dioica) en el parque del «Talar de Bélen», Escobar. Foto: Santiago Fernández

Reservas urbanas con talares y educación ambiental / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


Visita al talar de Vuelta de Obligado. Foto: Marcelo Cavicchia
4.
VALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO
CULTURAL DE LOS TALARES BONAERENSES
Y SU APROVECHAMIENTO ECOTURÍSTICO
216
CONCLUSIONES DE LA COMISIÓN: Coordinación y relator:
Raúl L. Carman
PATRIMONIO CULTURAL DEL TALAR.

Patrimonio cultural del talar significa: historia, En su disertación sobre «Presiones urbanas y con-
tradiciones, cultura popular enraizada con el pai- servación de talares», el Dr. Jorge Morello señaló
saje nativo de nuestros bosques. que en la actualidad los talares suelen formar «una
cadena larga y angosta al borde de las ciudades».
Esta Comisión propone: Pensamos entonces que esta característica
periurbana otorga especial importancia a nuestro
1.- Instar a la búsqueda de la presencia del tala en objetivo de estrechar y fortalecer la relación hu-
la historia, leyenda, literatura, poesía, pintura, es- mana cultural con los talares.
cultura y música, con el propósito de sumar, así, Esta Comisión adhiere al pensamiento de los auto-
razones espirituales y culturales a la conservación res mencionados y reitera la importancia de in-
de los talares bonaerenses. corporar, a través de la historia y el arte, razones
En su «Tratado de la Pintura», el gran Leonardo espirituales y culturales que contribuyan a la con-
da Vinci afirma en varios pasajes que el arte com- servación de los talares bonaerenses.
pleta, supera y engrandece las obras de la Natu-
raleza. 2.- Promover el conocimiento del talar y de su en-
También Alejandro de Humboldt, en su obra «Cos- torno natural, poniendo especial énfasis en la edu-
mos», ha sostenido que el espectáculo de la Natu- cación primaria y en las comunidades vecinas a
raleza queda incompleto si no mostramos cómo se los talares.
refleja en el pensamiento y la imaginación poética:
«Profundo error- agrega el célebre viajero- es creer 3.- En consideración a los valores naturales y cul-
que el estudio de las ciencias exactas debe necesa- turales de este árbol, proponer se declare al tala
riamente enfriar el sentimiento y disminuir los «Árbol provincial» y a los talares «Comunidad
placeres de la contemplación de la naturaleza». natural de interés provincial».

Ejemplar de añoso tala (Celtis tala). Foto: Eduardo Haene

Cita sugerida: Fundación de Historia Natural «Félix de Azara» 2006. Conclusiones de la comisión: Patrimonio cultural del talar.
Jornadas por la conservación de los talares bonaerenses. 2004. Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico


217
CONCLUSIONES DE LA COMISIÓN: Coordinación y relator:
Alejandro Ronchetti
APROVECHAMIENTO
SUSTENTABLE Y ECOTURISMO.

La comisión discutió sobre las actividades que per- Ecoturismo:


miten sustentar una reserva, el ecoturismo y las
oportunidades que ofrece. El potencial ecoturístico que poseen los talares está
dado por ser bienes escasos, por su grado de rare-
za, por su proximidad a los centros urbanos de
Conclusiones: demanda potencial y por estar próximos a vías de
comunicación. A pesar de ello, la actividad no se
- Jerarquizar el talar como recurso natural en re- ha desarrollado. Por ello se propone:
gresión que presta servicios ambientales, bioló- - Realizar un relevamiento de aquellas áreas con
gicos y productivos. mayor potencial turístico y con posibilidades
- Evaluar los relictos de talares que se encuentran concretas de desarrollo.
en propiedades privadas, sus formas de uso y - Informar a los propietarios de tierras con talares
explotación. y municipios acerca de los beneficios económi-
- Realizar estudios que permitan efectuar pro- cos del ecoturismo, presentando la actividad
puestas concretas de usos sustentables de los como una alternativa de diversificación produc-
talares a los productores rurales como alterna- tiva del medio rural.
tiva a la tala rasa. - Brindar asistencia técnica a aquellos producto-
- Trabajar conjuntamente con la Sociedad Rural, res rurales, y municipios interesados en incor-
el INTA y los organismos provinciales de recur- porar al ecoturismo dentro de sus actividades,
sos naturales para la divulgación de la proble- entendiendo que la actividad requiere planifi-
mática del talar y las alternativas de uso sus- cación, capacitación y monitoreo en todas sus
tentable. etapas.
- Trabajar con los municipios en la creación de
nuevas áreas protegidas y en la consolidación
En cuanto a las áreas protegidas ya creadas por ley: de las existentes, ya que la conservación puede
ser el punto de partida de nuevas alternativas
- Evaluar las causas de la no implementación efec- económicas.
tiva y la carencia de planes de manejo. - Vincular a los organismos oficiales de turismo
- Trabajar con la Secretaría de Recursos Natura- cultura y conservación, porque el éxito del de-
les de la provincia de Buenos Aires en la crea- sarrollo sostenible sólo es posible en un marco
ción de un marco legal que jerarquice al talar de integración y trabajo conjunto.
como recurso natural y ambiente en regresión, - Estimular la creación de corredores regionales
por medio de una figura que no entre en choque de turismo como base para solicitar asistencia
con los intereses de los productores. técnica y líneas de crédito para la implementa-
- Ley de conservación de los talares bonaerenses. ción de áreas protegidas
- Generar estímulos para que los privados adhie-
ran a acciones de conservación: Ej. Exención
impositiva aplicada a superficies en conserva-
ción.

Cita sugerida: Fundación de Historia Natural «Félix de Azara» 2006. Conclusiones de la comisión: Aprovechamiento sustentable
y ecoturismo. Jornadas por la conservación de los talares bonaerenses. 2004. Buenos Aires. En: Mérida, E. y J. Athor (editores).
Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


218

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS José Athor 1

HISTÓRICAS QUE DELATAN LA


PRESENCIA DEL TALAR EN LA CIUDAD
DE BUENOS AIRES
1
Fundación de Historia Natural Félix de Azara - Gestión Talares Bonaerenses- V. Virasoro 732 - (C1405BDB)- Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
athor@speedy.com.ar

RESUMEN

En el presente trabajo se rescatan citas bibliográficas que aportan referencias para confirmar la presencia original del talar en
la ciudad de Buenos Aires. Si bien la recopilación es parcial, ya que las posibilidades de búsqueda son casi inagotables, el
trabajo pretende dar comienzo a esta temática y alentar a continuar con esta búsqueda, cuya máxima finalidad es reconstruir
nuestro paisaje natural, revalorizar al talar por sus antecedentes histórico-culturales y sumar elementos para su conservación.

Palabras clave: Árboles, bosque, madera, leña, historia, conquistadores, Buenos Aires.

INTRODUCCIÓN SUCESOS CRONOLÓGICOS

«El talar es el bosque más ligado al desarrollo urbano de Luego del descubrimiento de América en 1492, se
Buenos Aires y sus alrededores. Fue definido como «nues- desarrolla una serie de viajes de expedición y con-
tro paisaje natural» y, a pesar de ello, no está presente en la quista del Nuevo Mundo. La zona del Plata comien-
conciencia del ciudadano.»(1). Esta es una de las con- za a ser visitada en el 1500.
clusiones generales a que se llegó en las Jornadas Para algunos autores entre 1501 y 1502, en uno de
por la Conservación de los Talares Bonaerenses en sus viajes, Américo Vespucio habría pasado a la
2004. Una de las conclusiones de la comisión sobre altura del Río de la Plata, pero esta afirmación no
el Patrimonio Cultural del Talar, coordinada por tiene consenso en la totalidad de los estudiosos del
Raúl Carman, propuso: «Instar a la búsqueda de la tema.
presencia del tala en la historia, leyenda, literatura, poesía, El descubrimiento de dicho río se le atribuye a Juan
pintura, escultura y música, con el propósito de sumar, así, Díaz de Solís, quien en 1516, llega a estas costas e
razones espirituales y culturales a la conservación de los ingresa al río al que denomina Mar Dulce. La expe-
talares bonaerenses» (2). He tomado la iniciativa de dición desembarca en una isla donde es enterrado
realizar una búsqueda para tratar de encontrar- el fallecido despensero Martín García, siendo éste
nos con ese «paisaje natural» que fueron los talares el origen del nombre de la misma.
de antaño, hoy desaparecidos. Reanuda su viaje y vuelve a hacer tierra en las
La consulta de la bibliografía antigua para desci- playas del actual territorio uruguayo, donde Solís
frar pasajes que nos delaten la presencia de los muere a manos de indios charrúas.
bosques de tala en el actual territorio de la ciudad En 1520 llega hasta estos parajes la expedición de
de Buenos Aires y el gran Buenos Aires, no es tarea Hernando de Magallanes, cuya meta es conseguir
sencilla. La gran cantidad de obras de recopila- un paso hacia el Océano Pacífico. Participó de esta
ción y estudios sobre la conquista de esta parte del empresa Antonio Pigafetta quién es conocido por
continente no describe el entorno natural con la sus relatos que describen parte de este viaje, cen-
precisión requerida para reconstruir, con certeza, tralizando sus observaciones sobre la Patagonia.
cómo fue el paisaje original. La mayoría de las cró- En 1536 ingresa al Río de la Plata Don Pedro de
nicas de viajeros están escritas con una gran carga Mendoza, primer fundador de la ciudad, a la que
emocional y mucho de fantasía, lo que hace más llamó Santa María de los Buenos Aires.
difícil aún la tarea.
El presente trabajo es una aproximación a esta te-
mática que tiene referencias en escritos de época LA PRIMERA BUENOS AIRES
surgidas de conquistadores, soldados, misioneros,
viajeros y las propias leyes de la incipiente ciudad La opinión más aceptada ubica el emplazamiento
en pleno crecimiento. Se centraliza en la etapa que de la ciudad en las cercanías del actual Parque
abarca desde el arribo de Don Pedro de Mendoza Lezama. El soldado alemán Ulrico Schmidl, que fue
en 1536, hasta fines del 1700. integrante de esta expedición y considerado el pri-

Cita sugerida: Athor, J. 2006. Referencias bibliográficas históricas que delatan la presencia del talar en la ciudad de Buenos Aires.
En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara».
Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico


mer cronista del Río de La Plata, dejó plasmadas 219
sus memorias en un libro, en el que encontramos
el siguiente párrafo: «Allí hemos levantado un asiento,
que llamamos Buenos Aires; esto, dicho en alemán, es: buen
viento. También hemos traído desde España sobre los
sobredichos catorce barcos setenta y dos caballos y yeguas
y han llegado al susodicho asiento de Buenos Aires; ahí
hemos encontrado un lugar de indios los cuales se han
llamado Querandís; ellos han sido alrededor de tres mil hom-
bres formados con sus mujeres e hijos y nos han traído
pescados y carne para comer.».(3)
Mendoza llega con la consigna de levantar un po-
blado en estos lugares. Para la construcción del
asentamiento, los ranchos, el fuerte, los corrales,
etc., necesitaron de lo que la tierra les proveía, «...las
tres fortalezas que debía construir don Pedro de Mendoza -
de acuerdo con la capitulación del 21 de mayo de 1534 que
lo autorizaba adelantado del Río de la Plata- debían ser de
piedra. Pero la tierra donde desembarcó con su gente nada
que ver tenía con la de México y Perú, ni zona de relación
con estos territorios y culturas. En estas Del Plata no en-
contrarían sino agua, árboles paja y tierra...». «...troncos,
arbustos juncos y hierbas diversas, que cubrían extensos
bajíos formando grandes fachinales, fueron los primeros
materiales empleados para construir las viviendas.»(4)
Podemos entender claramente que no se trataba
sólo de una llanura o «mar de pastos» como siem-
pre fue descrito Buenos Aires. Desde ya que el pas-
tizal era dominante, pero cercano a las costas, se
encontraban bosques en galería que acompañaban Figuras 1 y 2. Imágenes de Levino Hulsio en La Admirable
a los cursos de aguan y en las barrancas bosques navegación realizada por el Nuevo Mundo entre Brasil y el
de especies del espinal. No encontramos relatos Río de la Plata entre los años 1534 al 1554 de Ulrico
fehacientes que describan estos bosques pero sí Schmidl.
indicios que nos permiten mantener esta afirma-
ción.
En los primeros días del asentamiento de la em- En una carta que Bartolomé García envía al Real
presa colonizadora, la relación con los nativos fue Consejo de Indias, en oportunidad de abatir a un
buena, pero las hostilidades no tardaron en apa- jaguar cebado que merodeaba en las inmediacio-
recer y el precario fuerte fue sitiado por los indios. nes del fuerte, escribió: «... vuestra merced bien vido y
En la segunda edición alemana del libro de Schmidl supo que los tigres que entraban en la empalizada y mata-
aparecen dos grabados hechos por Levino Hulsio, ban a la gente, yo aguardé uno que hacía mucho daño,
Fig. 1 y 2, a los cuales Lorenzo Parodi se refiere en dende un árbol, fuera de la palizada, contra la voluntad de
su trabajo de distribución de los talares en esta Francisco Ruiz, habiéndoselo suplicado y pedido por mer-
forma «...las figuras del viaje al Río de La Plata de Schmidl, ced que me dejase aguardallo, yo lo maté...»(7)
hechas probablemente por un dibujante de aquella época, Aquí se refiere a una «empalizada»; es de imagi-
bajo la dirección de su autor, representan el mismo sitio, nar de dónde ha salido el material para levantar-
visto desde dos lugares diferentes donde Mendoza emplazó la. Reconfirma, además, la presencia de árboles,
Buenos Aires, los árboles representados en varios grupos ya que, subido a uno de ellos, logra matar al ja-
parecen ser talas...»(5) guar.
Si bien podemos o no coincidir con que la especie
en cuestión es el tala, lo interesante es que el gra-
bado nos muestra árboles que indefectiblemente LA SEGUNDA BUENOS AIRES
estaban en los alrededores del fuerte.
Sobre la misma situación de sitio al fuerte, Ruy En 1541, Irala, ya instalado en Asunción, manda
Díaz de Guzmán nos dice «...hizo un fuerte de tapias de despoblar Buenos Aires, y, en 1580, Don Juan de
poco mas de un solar en cuadro, donde se pudiese recoger la Garay funda la ciudad de Santa Trinidad y Puerto
gente, y poderse defender de los indios de guerra; que luego de Buenos Aires.
que sintieron a los españoles, vinieron a darles algunos Se repite la historia del emplazamiento de la nue-
rebatos por impedirles su población y no pudiéndolo estor- va ciudad, con los elementos propios de la zona.
bar, se retiraron sobre el Riachuelo, de donde salieron un día Sólo diez años de asentamiento de la nueva pobla-
y mataron como diez españoles, que estaban haciendo car- ción bastaron para que el talar se viera seriamente
bón y leña...» (6) comprometido; así se manifiesta en las ordenan-
Con esta cita además de reconfirmar la presencia zas del cabildo de 1590, donde se lee: «…Mateo
de los árboles, el autor nos anticipa el destino que Sánchez. Procurador desta ciudad parezco ante vuestras
les cupo a los mismos. mercedes y digo que en el exido desta ciudad hazia el Ria-

Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


220 chuelo de los navíos ay algunos algarrobos chicos y los la prisa que estos años se a dado en sacar leña y maderas
van cortando algunos vecinos desta ciudad y no los dexan dellos…» (15). Es importante destacar que el propio
criar y es de gran daño della a las chacaras del pueblo y asi Cabildo toma como medida paliativa a la falta de
Vuesas Mercedes deben mandar con pena que no se corten leña la siembra de una especie foránea el duraznero,
los dichos espinos ni otro monte si lo ubiese por el abrigo «…agora se ba muy lexos por leña y ay gran falta y necesi-
que ay del ganado vacuno. dad della y combiene se ponga remedio brebe y que se cometa
A Vuesas Mercedes pido y suplico manden con pena no se a quien lo execute y completa a todos los chacareros y estan-
corten los dichos espinos ni otro genero de monte por causa cieros a que siembren gruesos de duraxnos por ser arboles que
ques abrigo del ganado vacuno y en ello haran Vuesas con brevedad crecen y buenos para leña…» (16).
Mercedes justicia lo cual pido...»(8). También en la reducción de Quilmes, que se insta-
Aquí por primera vez en los escritos revisados la en 1666, se construye un horno de cal que se usó
aparece el nombre del algarrobo, esta palabra apa- para la fortificación de Buenos Aires donde, evi-
rece luego en un documento de 1606, donde se tra- dentemente, se consumió una enorme cantidad de
ta la mensura de la ciudad en éstos términos «… materia vegetal. (17)
luego, sobre el río del Espíritu Santo, que por otro nombre se
llama el Río de las Palmas, Rodrigo de Ibarrola y Domingo
de Arcamendia han de tener sus tierras y estancias: Ibarrola EN EL NUEVO SIGLO
hacia la parte del riachuelo, y Arcamendia hacia el río arri-
ba, y han de partirse lindes donde está una cruz en un A comienzos del siglo XVIII, la leña en los alrede-
algarrobo....»(9) dores de Buenos Aires era escasísima, en un diario
Es importante mencionar que en las mensuras de de viajero de 1705, que describe la ciudad se cuen-
ese año hay varias referencias a la zona de la que ta ,»...la razón es que no teniendo ni piedras ni madera, los
actualmente es Vicente López, San Isidro y San habitantes están obligados a servirse de tierra que apisonan
Fernando, indicadas como Monte Grande, «... se entre dos tablas, o de ladrillos secados al sol, a falta de leña
midió desde la barranquilla donde bate el agua del río, la para cocerlos..», «...la leña es muy rara, sólo se queman
tierra adentro, la legua de largo que señaló y dio el funda- huesos de vacas y cardos de Castilla, de los que está cubier-
dor para el dicho égido, y se puso un mojón junto al camino ta la campaña, los mas ricos queman leña de duraznero que
real que va al Monte Grande. Y acabada la dicha legua, se es muy cara…»(18). Recordemos que fue el Cabildo
puso otro mojón, desde el cual se tomó el rumbo para la el que recomendó que se cultive el duraznero. En
derecera de las cabezadas del dicho égido, y se midieron y 1708, otro viajero refiere, «...casi todos los muebles de
echaron veinticuatro cuerdas, y se puso otro mojón, que las casas están hechos de cuero de vaca...», «...en este país
vino a caer en frente del Corral viejo de las Vacas.»(10). la carne es mas abundante que la leña para cocinarla, por
Esta denominación de «Monte Grande», nos da una eso se tiene mucho cuidado en acumular los huesos de las
idea de magnitud. Es evidente que esa barranca cabezas de las vacas después que los perros han comido la
estaría poblada con un talar de consideración y, carne, se las hace secar al sol y se las emplea para calentar
seguramente, similar a los que aun quedan bas- el horno para cocer el pan.».(19)
tante mas al norte de la provincia. El naturalista Félix de Azara, se refirió así sobre
Hacia 1607 el Cabildo vuelve a hacer referencia a estas tierras «...Desde el Río de La Plata hasta las Misio-
la protección del mismo, dándole ya un valor eco- nes no se encuentran bosques mas que a orillas de los arro-
nómico a la leña «...que no se tale el monte por aver de yos y los ríos, pero estos bosques se destruyen a medida que
ordinario traydo Francisco Romero del Río Bermexo canti- el país se puebla..» (20) .Mucha razón tenía el natura-
dad con sus carretas a bender y que se mande con pena no lo lista. Si observamos la figura 3. de la reproducción
haga y se le executen los sendas y autos que en razon dello del «Plan de la Ville de Buenos Ayres», de 1744, se
esta preveído y otros cazos...»(11); « Su Señoría deste Ca- aprecia que en la incipiente ciudad, si bien aun no
bildo dixeron que por cuanto por otros antecesores este pro- tiene una gran cantidad de construcciones, es im-
tegido y mandado que todos los navíos que a este puerto portante el avance del damero de unas 20 manza-
llegaren y entren en el Riachuelo desta ciudad pagen de
cada batelada de leña que corten y lleven dos reales acorda-
ron que se lleve a debida ejecución y por cuanto no se pueda
tener en cuenta con las bateladas que cargen y ser muchas
se notifique a los maestros de los dichos navíos...»(12).
En 1608, es considerado en el Cabildo un pedido
para «…construir un horno de quemar ladrillo y ramada,
para bien y aumento de esta ciudad y república…»(13). Si
bien no contamos con referencias fehacientes de la
construcción del horno y su funcionamiento, es casi
evidente que fue realizado. Hacia 1610 sigue inter-
viniendo el Cabildo para proteger, ya no sólo el
talar, sino también el bosque costero «…en este Ca-
bildo se trató que atento a que se a tenido en el que algunas
personas cortan renuevos de sauce de los que ay en esta
costa mandaron y acordaron que ninguna persona corte los
dichos renuevos en ninguna parte pena de diez pesos…»
Fig. 3: Plan de la Ville de Buenos Ayres, de aproximada-
(14). En 1619 el Cabildo declara «…que los montes
mente el año 1744.
circunvezinos de esta ciudad estan talados y gastados por

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico


nas por la costa del río y de unas 15 manzanas mo de que no quedan rastros del mismo. Más gra- 221
hacia el oeste, «disciplinando» así el entorno natu- ve aun es que no han quedado rastros en la con-
ral y creando un área rural de producción. ciencia de la población; el ciudadano ignora su pre-
Para fin de este siglo las citas más elocuentes sobre sencia. Se dice que Buenos Aires siempre dio la es-
los talares los ubican en las áreas periurbanas. Y la palda al río, lo cual es cierto; pero no solo a río le ha
más precisa la hallamos en el relato de dado la espalda, también a sus costas y barrancas
Concolorcorvo en 1771, cuando describe al talar del con la flora y fauna asociadas.
Monte Grande, ya mencionado que, por su magni- No negamos el progreso, pero en una ciudad que
tud, para esos años aun tenía una respetable super- no deja de crecer no quedó espacio para una sola
ficie, «...se encuentra un monte poco espeso de árboles que plaza que contenga la flora que caracterizó sus co-
llaman tala, y se dilata por espacio de dos leguas. El dueño mienzos y no hay avenida que se arbole con espe-
tiene su casa dentro del propio monte, cerca del camino real, cies propias. Se brinda un permanente culto a lo
en una ensenada muy agradable, le hallé en su patio rajando exótico, con la consecuente pérdida de biodiversi-
leña, sin más vestido que unos andrajosos calzones. Dijo que dad que ello implica.
tenía ochenta y cinco años y su mujer igual edad, ambos Hace sólo 66 años que el botánico Lorenzo Parodi
españoles y con porción de hijos y nietos que se mantenían hizo un relevamiento donde lamentaba la pérdida
del producto de la leña de aquel monte, a donde iban a com- de los talares, a pesar que aun por esos años, des-
prar los carretones de Buenos Aires…»(21) cribía los de Pacheco, Martín Coronado e, incluso,
Otras citas de consideración e importancia se en- del bajo de Flores en la ciudad de Buenos Aires.
cuentran en la descripción del Padre Falkner, quien Esos talares hoy son sólo recuerdos, y, a este paso,
residió en el país entre los años 1730 a 1767, en la en 60 años más los talares sólo habrán sumado
descripción de «río Saladillo», hoy río Salado, se más recuerdos.
refiere así: «A sus orillas, a cosa de ocho leguas de su Un final optimista es posible. Aun en varios luga-
boca, hay muchos bosques de un árbol llamado tala, que res hay remanentes de talares en muy buenas con-
solo sirve para el fuego o hacer vallados. El último de estos diciones que pueden ser conservados y otros pue-
bosques, llamado de la isla Larga, llega hasta cerca de tres den ser rehabilitados. Varios de estos bosques po-
leguas de la entrada del Río de la Plata». seen algún grado de protección pero ciertamente
También hace referencia de bosques más al sur. «…al insuficiente. Todas las herramientas de la conser-
sur de la villa de la Concepción, que está sobre la parte meri- vación deberían ponerse en práctica para salva-
dional del Río de la Plata, está el monte de la Víbora, con dos guardar un ambiente natural tan cercano a nues-
bosques espesos casi redondos. Cerca de cuatro leguas al sur tra historia, cultura y desarrollo y, la vez, tan olvi-
de ellos está el monte del Tordillo, que consiste en un gran dado.
número de bosques situados sobre un ribazo rodeado de un
valle. Sus árboles son como los de los bosques del Saladillo.
Lo más es bajo y llano con yerba alta y aguanosa, donde se
crían armadillos, ciervos, avestruces, caballos silvestres, así AGRADECIMIENTOS
como en los bosques, leones y tigres...», «...He rodeado algu-
na parte de esta laguna, y pasado los canales por los cuales A Raúl Carman, por redescubrir mi interés en este
otros tienen comunicación con la bahía; pero fue con gran tema.
peligro, no sólo por los pantanos, sino también por los tigres, Al Dr. Jorge Morello, por sus sabios consejos.
que son más numerosos de lo que he visto en parte alguna. A Beatriz Patti, por facilitarme el camino de la bús-
Sobre los bordes de estas lagunas hay bosques muy espesos, queda.
de tala y saúco, donde se refugian estos animales, cuyo ali- Al personal de la Biblioteca del Museo
mento es el pescado…» (22). Antropológico «Juan B. Ambrosetti».
A Juan Carlos Chebez, por su permanente apoyo.
A Emilse Mérida y Julián Baigorria, incondiciona-
REFLEXIÓN FINAL les compañeros de gestión.
A Mercedes Salvia por su colaboración.
Buenos Aires nació en un talar; de él se nutrió y A todos los que colaboran el la conservación de los
utilizó sus recursos hasta acabarlos casi al extre- talares.

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

(1)-Conclusiones Generales de las Jornadas por la Conservación de (3)-La primera edición de la obra de Ulrico Schmidl fue en el
los Talares Bonaerenses. Realizadas por la Fundación Félix 1567 y se llamó La admirable navegación realizada por el
de Azara en el CAECE, en marzo del 2004. Impresas en el Nuevo Mundo entre Brasil y el Río de La Plata entre los
presente Volumen. años 1534 a 1554, la cita es de la edición de Emecé.1997.
(2)-Conclusiones de la Comisión «Patrimonio Cultural del Talar» «Viaje al Río de la Plata» p22
de las Jornadas por la conservación de los Talares Bonae- (4)-Así lo describió Cordero, en «El primitivo Buenos Aires».
renses. Realizadas por la Fundación Félix de Azara en el 1986. Plus Ultra. p 69 -70. Buenos Aires.
CAECE, en marzo del 2004. Impresas en el presente Volu- (5)-Parodi, 1940, en «La distribución geográfica de los talares en la
men. Provincia de Buenos Aires» Darwiniana 4:1.p42. Buenos Aires.

Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


222 (6)-Ruy Díaz de Guzmán, terminó de escribir su obra en (14)-Cita en: Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires.
1612, pero fue publicada por primera vez en 1836, la cita Libro II. Publicados bajo dirección del Dr. Vicente López.
corresponde a la edición de Emecé. «La Argentina» 1998. Cabildo del 21 de noviembre de 1610 (Foja 116 del libro
p79. original). Litograf, Imprenta y encuadernación de G. Kraft
(7)-Carta de Bartolomé García al Real Consejo de Yndias, en 1895. Buenos Aires.
la que se queja de lo mal que el gobernador Domingo de (15)- Cita en: Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires.
Yrala había recompensado sus servicios, de los cuales Libro III. Publicados bajo dirección del Dr. Vicente López.
acompaña una Memoria. En: Cartas de Indias. Ministerio Pág. 591. Cabildo del 16 de junio de 1619 (Foja 243 del
de Fomento, Madrid 1877, publicado por Carman, R. L. libro original). Litograf, Imprenta y encuadernación de G.
1973 «De la fauna bonaerense» Edición del autor. Kraft 1895. Buenos Aires.
p121.Buenos Aires. (16)- Cita en: Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires.
(8)-Cita en: Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires. Libro III. Publicados bajo dirección del Dr. Vicente López.
Libro 1.Publicados bajo dirección del Dr. Vicente López. Pág. 591. Cabildo del 16 de junio de 1619 (Foja 243 del
p71 –Cabildo del 2 de julio de 1590-(Foja 32 del libro libro original). Litograf, Imprenta y encuadernación de G.
original). Litograf, Imprenta y encuadernación de G. Kraft Kraft 1895. Buenos Aires.
1895. Buenos Aires. (17)-Matteucci et al. En: El crecimiento de la metrópoli y los
(9)- Cita de: Fundación de la ciudad de Buenos Aires, con otros cambios de biodiversidad: El caso Buenos Aires., En: Matteucci,
documentos de aquella época. Edición digital a partir de Pe- S. D., O. Solbrig, O. J. Morello y H. Gonzalo. 1999.
dro de Angelis, Colección de obras y documentos relativos a Biodiversidad y uso de la tierra. Conceptos y ejemplos de
la Historia Antigua y Moderna de las provincias del Río de La Latinoamérica. EUDEBA. Buenos Aires.
Plata. Tomo Tercero, Buenos Aires, Imprenta del Estado, (18)-Cita de un anónimo francés (1703-1705) En: «Diario de
1836.Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2002. Ali- un viaje a las costas de África y las Indias Occidentales de la
cante. América Meridional» en Rípodas Ardanaz D. 2002. «Viaje-
(10)-Idem anterior. ros al Río de la Plata 1701-1725 «, p95. Academia Nacional
(11)-Cita en: Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires. de la Historia. Buenos Aires.
Libro 1.Publicados bajo dirección del Dr. Vicente López. (19)-Cita de Louis Feuillée O. M. Fr. (1708) «Diario de obser-
p365, Cabildo del 5 de marzo de 1607 (Foja 182 del libro vaciones físicas, matemáticas y botánicas en las costas orien-
original). Litograf, Imprenta y encuadernación de G. Kraft tales de la América Meridional», en Rípodas Ardanaz D.
1895. Buenos Aires. 2002. «Viajeros al Río de la Plata 1701-1725 «, p202. Acade-
(12)-Cita en: Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires. mia Nacional de la Historia. Buenos Aires.
Libro 1.Publicados bajo dirección del Dr. Vicente López. (20)-Félix de Azara, residió en Sudamérica entre 1781 y 1801,
p 427–Cabildo del 22 de octubre de 1607 (Foja 219 del la cita es de «Viajes por la América Meridional» Tomo I Ed.
libro original). Litograf, Imprenta y encuadernación de G. El Elefante Blanco p90. Buenos Aires.
Kraft 1895. Buenos Aires. (21) Concolorcorvo, 1773. «El Lazarillo de ciegos caminan-
(13)-Cita en: Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires. tes». Ed. Emecé 1997 p.48-49. Buenos Aires.
Libro 1.Publicados bajo dirección del Dr. Vicente López. (22) Falkner, Tomás, Descripción de Patagonia y de las partes
p365, Cabildo del 17 de noviembre de 1608 (Foja 296 del contiguas de la América del Sur. 2003. Nueva Dimensión
libro original). Litograf, Imprenta y encuadernación de G. Argentina. pp120, 135-136. Buenos Aires.
Kraft 1895. Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico


223

José Athor 1
LOS TALARES Y SU POTENCIAL Adriana Romero 2
ECOTURÍSTICO
1
Fundación de Historia Natural Félix de Azara - Gestión Talares Bonaerenses. V. Virasoro 732 - (C1405BDB)- Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
athor@speedy.com.ar;
2
Foro de Profesionales en Turismo – México 1714 – 4º «2» 1100 Buenos Aires. profesionalesenturismo@yahoo.com.ar

RESUMEN

Los talares de la provincia de Buenos Aires son unos de los escasos recursos boscosos de la provincia y constituyen una
oportunidad excelente para la práctica del ecoturismo o turismo vinculado a la naturaleza.
Nuestro país experimenta, en general, una creciente demanda turística involucrando en ella al ecoturismo, que requiere un
acercamiento a la naturaleza sin descuidar los aspectos culturales y el patrimonio local. Los talares poseen una riquísima
historia, un patrimonio cultural que proteger junto con el natural.
Es obvio que con el recurso no alcanza; a las ventajas comparativas hay que añadir las ventajas competitivas, que consisten
en una red de equipamiento, servicios e instalaciones.
Los dueños de establecimientos privados que poseen talares, pueden encontrar en ellos una visible oportunidad económica;
pueden, con un adecuado manejo de su riqueza, natural aprender a mostrarlos, interpretarlos y valorarlos, abriendo las puertas
a un turista ávido de conocimientos y de acercamiento a medios naturales.

Palabras Clave: Ecoturismo, talares, turista, área protegida, desarrollo sustentable.

INTRODUCCIÓN a la actividad comprende varios productos cuya


oferta está siendo desarrollada paulatinamente. Se
Los talares constituyen uno de los escasos recur- presentan las dificultades propias de la diversi-
sos boscosos de la provincia de Buenos Aires y se dad de ambientes que posee nuestro país como
encuentran entre el pastizal pampeano y los ba- macrodestino. Influye en esto el hecho de ser una
jíos ribereños. Esta diversidad de ambientes enri- modalidad que requiere mayor especialización de
quece la biodiversidad, la mayor de la provincia, los recursos humanos y, en ciertos casos, mayor
constituyendo así una oportunidad excelente para inversión en equipos de comunicación y seguros.
la práctica del ecoturismo o turismo vinculado a
la naturaleza.
Nuestro país experimenta una creciente demanda LOS TALARES, UNA VENTAJA
turística en general, debido a las condiciones eco- COMPARATIVA PARA LA PRÁCTICA DEL
nómicas favorables para el visitante extranjero y ECOTURISMO
una cierta estabilidad conseguida en los últimos
años. Dentro de esta corriente turística, el En su distribución original, los talares de la pro-
ecoturismo encuentra una gran posibilidad de de- vincia de Buenos Aires se hallaban en el NE de la
sarrollo que debería ser acompañada por campa- provincia, asentados sobre las barrancas del río
ñas de marketing específicas. La promoción dada Paraná, en la actual Ciudad de Buenos Aires, acom-

Algarrobo blanco en la Quinta de


Pueyrredón. San Isidro. Provincia de
Buenos Aires. Foto: Eduardo Haene

Cita sugerida: Athor, J. y A. Romero. 2006. Los talares y su potencial ecoturístico. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares
bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


224 pañando al río de la Plata (barrancas aun hoy recurso distintivo, único, es una oportunidad que
reconocibles en Belgrano, microcentro o Parque permite a un municipio, área, o sitio turístico, dife-
Lezama). Estos bosques continuaban hacia el sur, renciarse de los productos similares y ser identifi-
siempre por terrenos altos sobre cordones de con- cado rápidamente por los mercados emisores. Para
chillas o de médanos antiguos, llegando hasta las algunas regiones o incluso países (Australia, Belice,
cercanías de Mar del Plata, además de algunas in- Costa Rica) el ecoturismo es una estrategia de con-
cursiones más continentales sobre suelos bien servación, de extensión de la red de áreas protegi-
drenados. (San Miguel del Monte, Lobos, Santa das o de asociativismo con las comunidades loca-
Catalina). Es fácil apreciar que esta área de distri- les. Es una oportunidad, asimismo, para enriquecer
bución es coincidente con el mayor desarrollo del el «saber hacer» (know how o savoir faire) de los
país. En su gran mayoría fueron reemplazados por agentes comercializadores, para que puedan ven-
ciudades u otros usos urbanos, quedando rema- der otra cosa que productos turísticos banales. Un
nentes en distinto estado de conservación. talar es una valiosa oportunidad de innovar en el
Hoy su presencia se revaloriza por la cercanía a marco de exacerbación de la competencia entre des-
las ciudades, motivo por el cual muchas de estas tinos con diferentes ofertas e imágenes.
áreas podrían constituirse en Reservas Urbanas Es obvio que con el recurso no alcanza; a las venta-
dado que, por lo general, tienen fácil acceso, ele- jas comparativas hay que añadir las ventajas competiti-
mento que motiva la actividad turística. vas, que consisten en una red de equipamiento, ser-
Debido a la alta biodiversidad de los talares, el vicios e instalaciones destinadas a mejorar la cali-
ecoturista encuentra en ellos una gran variedad dad de vida local y a transformarse en la «planta
de prácticas; fotografía, observación de flora y fau- de producción» del área.
na, senderismo, cabalgatas, recorridos en bicicle- Los talares de San Pedro y Ramallo, tienen en sus
ta, etc. barrancas cuevas de interés espeleológico, que su-
El ecoturismo es un concepto ético que nos limita man otro atractivo a los visitantes y agregan una
en su aplicación, pero es además una forma de re- actividad para incluirla en la programación.
ferirse, en el ámbito comercial, a un segmento del El ecoturista está naturalmente interesado en los
mercado, porque los operadores del mercado y los aspectos culturales y el patrimonio local, y los
promotores de los destinos lo han adoptado como talares poseen una riquísima historia. Basta pen-
un concepto de marketing. Ello no es casual. Un sar que la ciudad de Buenos Aires nació dentro de
un talar, y de él se nutrieron los primeros habitan-
tes, encontrándose registros del mismo ya en la
época de la conquista.
A lo largo de la historia aparecen ejemplos vincu-
lados a ellos. Vuelta de Obligado es un talar (aún
conservado), que dio el marco a esa importante
gesta patriótica, en la quinta Pueyrredòn, de San
Isidro, se mantiene aún hoy con vida un algarro-
bo, testigo mudo del paso de la historia.
No son pocas las citas que en la bibliografía
gauchesca lo recuerdan; así por ejemplo José
Hernández en el «Martín Fierro» nos dice:

«El hombre, hasta el más soberbio,


con más espinas que un tala
aflueja andando en la mala
Cueva en Vuelta de Obligado. San Pedro. Provincia de Bue- y es blando como manteca:
nos Aires. Foto: José Athor hasta la hacienda baguala
cai al jagüel en la seca.»
O Rafael Obligado en «El Hogar Paterno», en refe-
rencia al paraje «Obligado», en San Pedro.

«¡Oh mis islas amadas, dulce asilo


de mi primera edad!
¡Añosos algarrobos, viejos talas
donde el boyero me enseñó a cantar !»

También es cita recurrente en nuestro folklore; José


Larralde nos dice:

«Yo que crecí despacio como el tala


no desperdicio tiempo en ser hermoso
por el tronco doblado se me resbala
algún que otro por qué muy caviloso.»
Visita a la casa natal de Guillermo E. Hudson. Florencio
Varela. Provincia de Buenos Aires. Foto: José Athor En General Madariaga todos los años se realiza la

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico


Escuela en Punta Indio, provincia 225
de Buenos Aires, cuyo patio se en-
galana con este añoso tala. Foto:
José Athor

fiesta «Del Talar», encuentro de actividades crio- misión, si con ello siente que ayuda a la conserva-
llas que se realizan en esta zona. Estos bosques de ción del lugar. El poblador local, por su parte, de-
talas ya habían despertado el interés de Tomás bería ser considerado por los planificadores, para
Falkner en el 1700. que pueda acceder a descuentos especiales y no
Estos pocos ejemplos dejan bien en claro el aprecio debe ser soslayado en las acciones de educación
que los lugareños han tenido, y conservan, por los que se emprendan: la educación ambiental es uno
talares. Aún hoy son, una forma de ilustrar al visi- de los pilares del ecoturismo.
tante sobre cómo eran nuestras pampas antes de Las actividades que este segmento demanda no
la llegada del europeo. Es habitual constatar que requieren un desarrollo de infraestructura o
los turistas adultos, de un cierto perfil socio-eco- equipamiento sofisticados: con lo básico, y en bue-
nómico, y procedentes de países desarrollados, nas condiciones, alcanza. Los elementos importan-
hacen inevitablemente la pregunta: ¿Cuáles son las tes del viaje son los paisajes, y la observación de la
especies nativas de este lugar? vida silvestre. Los ecoturistas experimentados –
dispuestos a gastar más que el turista tradicional-
desean disfrutar del paisaje y la naturaleza y apro-
EL ECOTURISMO, UNA VENTAJA PARA LA vechar la nueva experiencia y los nuevos lugares.
PROTECCIÓN DEL TALAR Hay operadores turísticos que basan su estrategia
promocional en el «learning and discovery»
En el ecoturismo, los ambientes naturales encuen- (aprendizaje y descubrimiento) que pueden ofre-
tran un motivo más para ser conservados. La cer- cer a sus pasajeros.
canía a las grandes urbes genera, en las áreas na- El ecoturismo resulta una visible oportunidad para
turales, una gran presión inmobiliaria provenien- aquellos establecimientos privados que poseen es-
te de distintas clases sociales según la zona en que tos bosques, ya que con un adecuado manejo de
se encuentran. En algunos casos son lugares de sus riquezas, pueden aprender a mostrarlos, in-
asentamientos precarios, rellenos con basura u terpretarlos y valorarlos, abriendo las puertas a
otros usos marginales, por considerarlos baldíos. un turista ávido de conocimientos y de acercamien-
El aprovechamiento turístico-recreativo puede to a medios naturales.
revalorizar estos ambientes si se los acondiciona Por lo general, los pobladores locales desestiman a
y se recrean como ambientes originales. los talares porque, para ellos, es algo común y de
No hay áreas protegidas exclusivamente de escaso valor; por ello pasan desapercibidos para
talares, pero sí reservas que contienen muestras los visitantes, porque nadie les explica la impor-
de los mismos (ver cuadro Nº 1), que ya dan un tancia de los mismos. Así, por ejemplo, en el Par-
marco de protección que podría afianzarse con un que Costero del Sur, los nuevos propietarios de
buen uso del turismo. Para ello es necesario contar casas de fin de semana cortan los árboles del talar
con un plan de manejo y utilizar las herramientas para plantar especies exóticas considerando que
del mismo. Dicho plan deberá contemplar el uso valorizan la propiedad cuando, en realidad es al
turístico y los proyectos derivados tendrán el plan revés, porque las especies que sacaron poseen un
marketing y la comercialización adecuada. valor superior al de las que pusieron.
La planificación y ordenamiento de los flujos de Los gobiernos locales deberían poner el énfasis en
visitantes, deberían contemplar el cobro de una explicar y sensibilizar a la comunidad acerca del
entrada, que por mínima que fuere, tiene la finali- valor de este patrimonio natural y su potencial
dad de evidenciar y provocar la valorización del como atractivo turístico.
sitio que se visita. El ecoturista contribuye de muy El ecoturismo es una disciplina que, en esencia, va-
buena voluntad con el pago de un derecho de ad- lora los atractivos naturales propios de la región.

Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


226 CONCLUSIONES - El ecoturismo es un creador de empleo genuino
que puede contribuir a mitigar la pobreza.
- El talar es un ambiente natural y propio de la - Las autoridades locales deben esforzarse por
región, que puede ser restaurado y mantenido contar con un plan que se inserte en los planes
con relativa facilidad. más amplios a nivel provincial y nacional (por
- La falta de difusión y puesta en valor hace que ejemplo, el Plan Federal Estratégico de Desa-
la mayoría de las personas no los perciba como rrollo Sustentable), y que involucre a empre-
un patrimonio a preservar. sas, comunidades, ecoturistas y ONG).
- El talar es un recurso básico para la formación
de un auténtico patrimonio turístico.

Cuadro 1: Las siguientes áreas protegidas están listadas según su categoría de conservación: Nacional,
provincial, municipal y privada y de norte a sur. En descripción se indica como: (T) = contienen muestras de
talares; (ET) = con considerables elementos de talar y (TM) = áreas de talares hoy muy modificados. Se
indica con: AICA, Áreas importantes para la conservación de las aves; y con AVPs, Áreas valiosas de pastizal.
Se indica también como Sitio RAMSAR, cuando el área integra un lugar declarado como tal por la convención
sobre los humedales de importancia internacional.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico


BIBLIOGRAFIA: 227
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cambios de biodiversidad: El caso Buenos Aires. En:
Matteucci, S. D., O. Solbrig, J. Morello y G. Halffer, Bio-
diversidad y uso de la tierra, Conceptos y ejemplos de
Latinoamérica. 549:576. Eudeba. Buenos Aires.

Algarrobos blancos (Prosopis alba) junto al monumento que conmemora la batalla de Vuelta de Obligado, en la barranca
del río Paraná. Foto: José Athor.

Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


228

Ricardo Barbetti 1
TALARES: EL PAISAJE NEGADO,
Y QUÉ HACER
1
ricardo@macn.gov.ar

«Cuando llegaron los primeros europeos a donde deran que la única forma de hacer Botánica es en
ahora está Buenos Aires, no había nada» dijo un un gabinete o Laboratorio con plantas muertas en
ing. agrónomo, alto funcionario de la Facultad de herbarios, o en formol o alcohol. Creen que tener
Agronomía, en ocasión de asesorar a la Legislatu- plantas vivas es cosa de jardineros, que es un ho-
ra de la Ciudad de Buenos Aires. «No había nada bby, cosa de aficionados despreciables, y muchos
verde» dijo en las mismas circunstancias una ase- creen que decir Naturaleza (si es con mayúscula
sora de un legislador muy conocido. (Nota: no es peor) es cosa de energúmenos ecologistas penden-
mi intención criticar porque sí, y menos ofender, cieros, ignorantes y sensibleros. Creen que es serio
sino poner en evidencia realidades muy impor- decir que estudian... «el no - equilibrio»...
tantes). Dan la misma importancia a malezas invasoras
Muchos participan de este prejuicio de que «no gravísimas (no las llaman así) como el «paraíso»,
había nada» diciendo que en Buenos Aires hay la acacia negra, el ligustro, la madreselva, la hie-
ceibos porque sus semillas llegan por dra (que están exterminando a las especies nati-
«lavíafluvialparanáplata» (les gusta esta frase he- vas), que la importancia que le dan a las especies
cha); esto es un error porque en Buenos Aires hay, nativas, como el tala, el coronillo, el espinillo, el
desde hace mucho, miles de ceibos grandes que han molle, el sombra de toro o peje. Parece que, al con-
dado millones de semillas desde hace milenios - o trario de lo que sucede en otros países, no tienen
millones de años - , de las cuales nacieron muchos conciencia de la gravedad de la invasión por espe-
otros ceibos. Lo mismo pasa con mas de cuarenta cies exóticas, dicen ingenuamente que están
otras especies de árboles, y se las considera con el «asilvestradas», esto es un error muy grosero.
mismo prejuicio. Le dan mas valor a cualquier obra humana, por
Otra forma en que se expresa este prejuicio es en el mediocre, errada y rudimentaria que sea (por ejem-
concepto que en Buenos Aires el ambiente natural plo a que alguien dijo que una verbenácea es «la
era el «pastizalpampeano» (otra frase hecha que margarita punzó», o que una leguminosa es el
muchos repiten; su primera parte parece una imi- «lapachillo», a la introducción del lirio amarillo
tación de la palabra inglesa «grassland», en caste- (Iris pseudacorus), del sur de Europa, que se hizo una
llano normal existen desde hace mucho las pala- plaga terrible), que al mundo, la naturaleza, esa
bras «prado» y «pradera»). Hay muchos mapas realidad que es anterior al ser humano y que es lo
que enseñan que en la provincia de Buenos Aires que hizo posible que surgiera el ser humano y que
hay nada más que ese «pastizalpampeano», y sea como es y hace posible que siga existiendo. Y
muchos consideran esto como un hecho científico como todo esto se dice en libros y cursos, muchos
definitivo. Así se niega a los árboles nativos, a los lo aceptan con satisfacción, creyendo que apren-
bosques primordiales, y también a la vegetación dieron algo muy importante y valioso. Otros lo
especial de las sierras y la de las lagunas, ríos y absorben sin darse cuenta del prejuicio popular,
arroyos, y la de los lugares salobres y los arenales. conversando con personas que se permiten afir-
La naturaleza es mucho mas variada que los con- mar cosas que a su vez oyeron, pero que nunca
ceptos humanos. comprobaron.
Muchos creen que el tala es un arbusto y que «hay Sin perder tiempo en averiguar el origen de estos
que» cortarlos, eliminarlos, porque «pinchan» o prejuicios muy comunes, es evidente que hay que
«son una plaga». tener muy en cuenta que, a veces donde uno me-
Se dice comúnmente que el bosque natural hay que nos lo espera, todo tipo de personas los defienden
«limpiarlo» (¿es suciedad?). intensamente y con orgullo, como si fueran verda-
Algunos diseñadores profesionales de paisajes afir- des fundamentales. Lo valioso de tener en cuenta
man muy convencidos/as que paisaje es obra hu- todo esto es que hace entender que, en cualquier
mana, eso es decir que el paisaje natural no existe. situación en que se comunique algo relacionado
Otros dicen que les gusta plantar una línea recta con la vegetación originaria o el paisaje natural,
de pinos o eucaliptos «en medio de la nada» (lla- hay que enseñar, ser muy claro, ser didáctico. Ser
man «la nada» al paisaje natural). insistente pero no aburrir ni ofender. Hay que ser
Demasiados botánicos parece que no se interesan consciente de que la «contra», los que desprecian a
por la naturaleza, sino por la botánica como Acti- la naturaleza, está en los lugares mas inesperados
vidad Humana importante y prestigiosa, y consi- y hasta insospechables, es enorme, fuerte y segura

Cita sugerida: Barbetti, R. 2006.Talares: el paisaje negado, y qué hacer. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses
y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico


de sí misma, por más que un maestro de maestros Por eso una de las necesidades más urgentes es 229
de la botánica, el Ing. Lorenzo Parodi, se interesó ayudar a despertar y avivar la sensibilidad en to-
mucho por la naturaleza y publicó varios textos das las personas que se pueda. ¿Cómo se hace? Des-
sobre la distribución originaria de los bosques tacando los aspectos estéticos y emotivos, el afec-
nativos en la prov. de Buenos Aires, y otros botá- to, la amistad, la admiración, hacia la naturaleza;
nicos notables, como el Dr. Lucien Haumann - de todo eso nace el respeto verdadero, que no es el
Merck, y más recientemente el Ing. Arturo Burkart, miedo como muchos creen.
se expresaron muy claramente sobre la necesidad Muchos van a decir «pero así no se puede vivir»,
de cuidar la naturaleza. Hay que ayudar, a todos cuando es exactamente lo contrario. Pero en esa fra-
los que se pueda, a darse cuenta, del modo más se hay algo de verdad: lo que pasa es que la existen-
ameno y hasta divertido, que la naturaleza es va- cia moderna, con su artificialidad cada vez mayor
liosa y hermosa y que en la naturaleza las plantas y en consecuencia su falsedad, su violencia, su caos,
crecen perfectas en su lugar exacto. y su competencia cruel, para soportarla es necesa-
Por ejemplo, enseñar que cada planta de helecho rio disminuir la sensibilidad. En cambio en la natu-
puede dar millones de esporas por año, cada or- raleza, que es el verdadero Mundo Real, es necesa-
quídea millones de semillas, no hace falta sembrar rio desarrollar y despertar la sensibilidad al máxi-
porque algunas llegan a lugares que les resultan mo, para percibir incluso cosas muy sutiles.
perfectos en humedad (no hace falta regar), en luz, Con todos estos objetivos, en 1976 acepté la invi-
en calor (no hacen falta invernaderos ni calefac- tación del Ing. Agr. Ricardo Montgomery Pearson-
ción), suelo (no hace falta fertilizar), en los anima- Hale de hacer un libro sobre plantas silvestres de
les que hay (no hace falta poner plaguicidas), ahí la reserva que mantenía en su estancia «El Desti-
crecen sin que ningún humano haga nada. no», ahora administrada por la fundación «Elsa
Que lo mismo pasa con los árboles, las lianas, los Shaw de Pearson», en el partido llamado de Mag-
arbustos, las plantas acuáticas; las semillas de al- dalena, en la prov. de Buenos Aires.
gunas las distribuye el agua (no es necesario decir Fui a esa reserva cientos de veces, sin planes mas
«dispersión hidrócora»), otras el aire, otras los que el de observar, dejando que el lugar se muestre
pájaros y otros animales (no es motivo de orgullo espontáneamente, en todas las épocas del año, a
saber decir «zoócora»). Algunas encuentran luga- todas las horas del día y de la noche. Tomando
res perfectos. Así está armado el paisaje natural, muchas fotos, consultando en libros y con el Ing.
es el mejor ordenamiento. Pero muchos no lo apre- Pearson y otras personas, escribiendo apuntes y
cian porque no le ven ese «orden» de origen indus- revisándolos. Así pude conocer y entender algu-
trial al que están acostumbrados desde chicos por nas cosas sobre el talar y otros ambientes y sus
estar en la civilización moderna: las líneas rectas integrantes.
y los ángulos rectos, las medidas repetidas, todo Uno de los resultados de todo esto fue que en 1982
eso que vemos casi todo el tiempo en las baldosas, fue publicado mi libro «ALGUNAS PLANTAS
los muebles, las máquinas y los edificios que nos AUTÓCTONAS DE MAGDALENA» por la Funda-
encierran. ción Elsa Shaw de Pearson, de 44 páginas, 27 foto-
La mayoría de las personas modernas, o por lo grafías en color tomadas por mi y 10 dibujos que
menos la mayoría de los que tienen poder, cuando hice. En ese momento fue una de las pocas publica-
se encuentran con un paisaje natural, selva, bos- ciones en el país dirigidas a despertar el interés del
que, prado o desierto, o el que sea (muchos no se público general sobre las plantas nativas.
encuentran nunca: dan órdenes desde un escrito- Desde entonces los talares han seguido siendo in-
rio en una oficina) casi siempre lo único que se les vadidos cada vez mas por el «paraíso», la acacia
ocurre es destruirlo, exterminarlo, dicen «limpiar- negra, el ligustro, la madreselva, la hiedra, y mu-
lo», «emprolijarlo», «nivelarlo», «ordenarlo», ha- chas otras especies, exterminados en grande con
cer una «explotación racional» (en esta última ex- topadora para extraer la «conchilla», cortados para
presión, que muchos consideran como algo positi- leña o para plantar eucaliptos, y desconocidos o
vo, ¿qué posibilidades quedan para el afecto y el despreciados por la mayoría.
respeto, la admiración, por la naturaleza???). Es evidente que hay que hacer mucho más que lo
Ni sospechan las cualidades del paisaje natural, que todos hicieron para proteger los talares.
que hacen que funcione por sí mismo sin que haya Es necesario conseguir que se aprueben en la legis-
que gastar dinero, trabajo ni energía ni materia- latura los presupuestos mínimos para llevar a la
les, sin regar ni podar ni poner fertilizante ni práctica (reglamentación, etc.) todos los temas de
plaguicidas, sin sembrar, no hacen falta inverna- la constitución nacional nueva sobre cuidado del
deros ni calefacción. No entienden (ni sospechan) ambiente. Si no son solo intenciones.
que ese funcionamiento es lo que hizo posible que Es necesario conseguir que se cambien disposicio-
surja el ser humano y todos los seres. El moderno nes negativas del código civil, que defienden la pro-
cree que en el paisaje natural «no hay nada», el piedad privada pero casi garantizan la destrucción
indio sabe que hay todo. de los árboles, el paisaje y los edificios notables.
A los animales que están en el paisaje natural, no Pero antes de eso (y después también), y para que
hace falta que se les dé comida, ni remedios, ni ca- eso sea posible, es necesario enseñar a apreciar la
lefacción, ni que se los bañe. naturaleza, a percibirla, a considerarla con afecto,
Todo esto, que es tan valioso, no es percibido ni amistad, amor, admiración,
amado, esto pasa porque hay muy poca sensibili- - a la mayor cantidad y variedad posible de
dad y, como resultado de esto, muy poco respeto. personas

Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


230 - a través de todos los modos disponibles: pro- La mayoría tiene muy pocas oportunidades para
gramas de televisión, cursos, conferencias, vi- participar en el orden de la naturaleza, muy pocas
sitas guiadas, excursiones, exploraciones, vi- veces se relacionan con personas por motivos hu-
deos... manos, afectivos, casi nunca caminan descalzos
No para inculcar teorías científicas, ni ideologías sobre tierra blanda y pasto, ven muy poco el cielo,
políticas ni filosóficas, no para «interpretar» ni casi no oyen ni ven pájaros libres, no toman agua
jugar juegos ni entretenerse, ni hacer «recreación de manantiales, no comen fruta que sacan de ár-
pasiva», ni «aumentar el vocabulario» con frases boles silvestres. Todo lo compran envasado, hasta
hechas y palabras extrañas que están de moda, las «mascotas», en vez de ser amigos de animales
sino para percibir la naturaleza del modo mas di- libres vecinos.
recto posible con todo el ser humano completo: los Son situaciones donde el orden natural está defor-
sentidos, los sentimientos, el intelecto, las emocio- mado, incompleto, roto.
nes, percibir el misterio, la aventura, de lo que va No es así como debe ser la existencia humana.
mas allá de lo humano. Casi todos se acostumbran a todo esto, aunque
En el fondo, la destrucción de la naturaleza es por causa enfermedades físicas y mentales, angustia,
egoísmo, el ser humano fascinado consigo mismo, tristeza, miedo, disgusto, desgano, amargura, agre-
despreciando a todos los otros seres, sin darse cuen- sividad, mal humor. Se resignan, creyendo que las
ta que, por estar todo unido de un modo insepara- cosas no pueden ser de otra manera. Y así las si-
ble, eso que hace es suicidarse. ¿Cómo está unido? tuaciones van empeorando hasta llegar a extre-
El aire, el agua y la comida nos unen al mundo, a la mos de absurdo, crueldad y sufrimiento que son
naturaleza, también las experiencias de ver, oír y innecesarios, evitables.
tocar el paisaje las plantas, los animales. Si nos Uno de los casos más graves es el de los
separamos de esas cosas, dejamos de ser humanos transgénicos, porque con ellos están haciendo el
vivientes, completos. El paisaje natural modera el exterminio del paisaje natural necesario, para re-
clima y lo forma, y controla las plagas (que au- emplazarlo por negocios - que es la negación del
mentan cuando las acciones de la humanidad mo- ocio, y el ocio es necesario para percibir y conocer
derna trastornan o eliminan el paisaje natural). el orden natural. Un caos grotesco hecho por per-
No es el fracaso, sino el éxito del «aprovechamien- sonas que niegan que exista el orden de la natura-
to racional», del «progreso» entendido solo como leza o dicen que vale más lo que se puede hacer de
industria y comercio, lo que está destruyendo el ahora en adelante, por eso no solo son ignorantes
mundo, aumentando el caos y el sufrimiento de del orden de la naturaleza, son personas enfermas.
los humanos y de todos los seres. Para poner las cosas como deben ser y volver a lo
La mejor manera de cuidarnos a nosotros mismos sano y lo normal, lo primero es darse cuenta de
es cuidar la Naturaleza. todo esto y tomar la determinación de hacer las
cosas bien. Entonces se puede empezar a ver que
pasos se pueden tomar, subiendo escalón por es-
EL ORDEN DE LA NATURALEZA calón, desde el disparate hasta la sabiduría, desde
el caos al orden.
El orden de la naturaleza es una realidad inmensa Lo que hay que hacer no es improvisar, es conocer,
que sólo pueden negar los que no lo conocen, como no es usar la imaginación, que puede ser delirio,
un ciego que negase que existe la luz. Lamentable- sino usar la percepción, la sensibilidad, que nos
mente son la mayoría. ponen en contacto con la realidad que supera a la
Ese orden es necesario para la humanidad. imaginación en complicación, en perfección, y por-
Muchos no lo conocen porque en esta época mo- que es real.
derna la mayoría de las personas pasan días en- Es necesario despertar la percepción, activarla
carceladas en lo más artificial: paredes, máquinas, completamente. Esto se hace con la práctica, ob-
cemento, acero, vidrio, plástico, juntados con otras servando. Mirando el cielo, las aves, el mar, du-
personas casi siempre por motivos burocráticos o rante mucho tiempo, descubriendo cada vez más,
económicos. las mariposas, la lluvia, las nubes.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico


231

Raúl Leonardo Carman 1


SIGAMOS BUSCANDO
1
carmanm@infovia.com.ar

En oportunidad de las Jornadas por la Conserva- En el poema hernandiano también aparece el tala
ción de los Talares Bonaerenses, la comisión sobre en los recordados versos: «El hombre, hasta el más
Patrimonio Cultural del Talar, que tuve el honor soberbio, / Con más espinas que un tala, / Aflueja andando
de integrar, propuso, entre otras cosas, «Instar a la en la mala/ Y es blando como manteca. / Hasta la hacienda
búsqueda de la presencia del tala en la historia, baguala/ Cai al jagüel en la seca».
leyenda, literatura, poesía, pintura, escultura y En lo referente a la pintura, me es grato citar como
música, con el propósito de sumar, así, razones es- «hallazgo» a mi pariente Alfredo Carman (1881-
pirituales y culturales a la conservación de los 1953), un enamorado del campo bonaerense y sus
talares bonaerenses». talares. Elogiado por críticos como Julio Payró y
Algunos participantes de la reunión preguntaron José León Pagano, algunos lo apodaron «el pintor
entonces dónde podía hallarse esa presencia del de los talas», por la frecuente presencia de este ár-
tala en la cultura nacional. Hoy, para responder a bol en su pintura. Hay obras de Carman en el Mu-
aquella inquietud y con el deseo de que sirvan de seo Nacional de Bellas Artes, Museo Municipal
estímulo a continuar la búsqueda, menciono, a Fernández Blanco, Bristol Muesum and Art
manera de ejemplo, algunos hallazgos concretos: Gallery de Inglaterra, Museo de Luján, Museo Ri-
El tala aparece en los primeros versos del poema cardo Güiraldes y otros. Recuerdo algunos de sus
precursor de la poesía gauchesca: «Aquí me pongo a óleos: «Montecito de talas» (1916), «En la loma de
cantar/ debajo de aquestas talas/ del maior guaina del mun- los talas» (1940), «Vacas y talas» (1942).
do». Así comienza el romance payadoresco titula- También revisando viejas publicaciones, podemos
do «Canta un guaso en estilo campestre los triun- rescatar la presencia del tala en nuestro acervo
fos del Excmo. Señor Don Pedro de Ceballos», es- cultural. Así, en «La Nación» del 9 de septiembre
crito en 1777. Esta obra, del fraile santafecino Juan de 1945, encontré una interesante nota de Beatriz
Baltazar Maziel (1727-1788), por su metro, la rima, Gallardo de Ordóñez, con este expresivo final: «Si
el tono, la presencia del «guaso» y algunas notas desapareciera nuestra civilización, y nosotros con ella, so-
de color local, es considerada la primera manifes- bre las ruinas ciclópeas de Buenos Aires volvería a formar-
tación de la poesía gauchesca. se, lento y paciente, un denso bosque de talas»
Como puede observarse, además de mencionar al Sirvan estos breves ejemplos como estímulo para
tala, el primer verso del precursor Maziel es exac- seguir buscando, como propusimos en aquellas
tamente el mismo con que un siglo más tarde co- Jornadas, «razones espirituales y culturales para
menzará José Hernández su famoso Martín Fierro. la conservación de los talares bonaerenses».

Ganado pastando en un talar. Foto: José Athor

Cita sugerida: Carman, R. L. 2006. Sigamos buscando. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación.
Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Patrimonio cultural y aprovechamiento ecoturístico / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


Talar de barranca en buen estado de conservación. Foto: Eduardo Haene.
5.
CONSERVACIÓN Y
RECUPERACIÓN DE TALARES
234
CONCLUSIONES DE LA COMISIÓN: Coordinación y relator:
Gabriel Burgueño
CONSERVACIÓN EX-SITU.
REHABILITACIÓN DE TALARES.
VIVEROS DE PLANTAS NATIVAS.
CORREDORES Y CONECTIVIDAD.

Se transcriben a continuación las principales con- 3. Acciones para lograr conectividad. Se sugirie-
clusiones: ron las siguientes acciones:

1. Especies prioritarias para cultivar. Se detecta- - Organizar una red de reservas de talares bonae-
ron algunas especies prioritarias (ver Tabla): renses.
- Elaborar Planes de manejo de la red de talares de
- Por ser estructurales de la comunidad. la región bonaerense, en forma interdisciplinaria
- Por ser endémicas o de distribución restringida. y con enfoque de escala regional.
- Por atraer aves, insectos y otras especies de fau- - Generar intercambio de información sobre este
na silvestre. bosque: publicaciones existentes de organismos
públicos y privados, formato electrónico, otros
2. Sitios para cultivo y plantaciones de algunas encuentros.
especies de talar: - Fomentar plantaciones en las zonas de corredor.
- Solicitar apoyo gubernamental para tareas que
- Alambrados entre cultivos o hacienda. consoliden las zonas núcleo y conectoras.
- Áreas naturales públicas. - Diseñar campañas de educación sobre estos con-
- Balcones. ceptos clave.
- Barrios cerrados. - Promover el uso de cercos vivos con las especies
- Corredores existentes y potenciales. de talar.
- Escuelas. - Promover la conservación de los remanentes li-
- Huertas barriales. neales de talares espontáneos en alambrados
- Jardines botánicos. entre potreros en áreas rurales con las especies
- Jardines urbanos. características.
- Parques urbanos. - Elaborar un proyecto de ley para incluir los te-
- Plazas. mas relacionados a flora y fauna silvestre en las
- Reservas privadas. currículas de enseñanza superior.
- Terraplenes y parrillas ferroviarias.
- Terrenos vacantes.
- Veredas.

Especies prioritarias para cultivar.

Cita sugerida: Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Conclusiones de la comisión: Conservación ex-situ. 2006. Jornadas
por la conservación de los talares bonaerenses. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». 2004. Buenos Aires. En: Mérida,
E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Conservación y recuperación de talares


235

Gabriel Burgueño 1
MANEJO Y CONSERVACIÓN EX-SITU
DE TALARES
1
.Reserva Municipal Los Robles, Bto. Juárez y Williams (s/n), La Reja (1744), Moreno. Provincia de Buenos Aires. gabrielburgue@yahoo.com.ar
/ reservalosrobles@yahoo.com.ar

RESUMEN

En este trabajo se ponen de relieve lineamientos de manejo de los talares. Los criterios de manejo incluyen en escalas
reducidas estrategias ex situ, rehabilitación y restauración, como así también manejo para aumentar el valor de muestrario. En
escala regional puede sumarse la implementación de corredores que aporten conectividad entre los fragmentos de talares
existentes.

Palabras clave: Manejo. Conservación ex situ. Restauración. Rehabilitación. Viveros de plantas nativas. Corredores y
conectividad.

INTRODUCCIÓN espacio verde. La mayor parte de las especies de


talares, posee atributos ornamentales que poten-
El crecimiento urbano en el Área Metropolitana de cian su cultivo y algunos ejemplos pueden obser-
Buenos Aires, con consecuencias irreversibles, se varse en los viveros tradicionales donde se encuen-
produce a costa de la desaparición de las tran a la venta especies indígenas al igual que las
ecorregiones pampeana y de bosques ribereños plantas cultivadas industrialmente. Paralela-
(Matteucci et al. 1999) y con importantes modifica- mente, dado que la vegetación cumple con finali-
ciones en la ecorregión del espinal, representada dades de tipo funcional para los usuarios –som-
por talares, espinillares y algarrobales. bra, cortina de viento, reparo de polvos y conta-
Las formaciones leñosas de la Región Metropolita- minantes, barrera de ruidos, entre otros- es fre-
na de Buenos Aires ocupaban originariamente sólo cuente la necesidad de cultivar plantas en los sec-
porcentajes entre el 3 y el 20 % de la superficie del tores de permanencia y circulación. Como es sabi-
mosaico de paisajes (Matteucci et al. 1999). Los do, en numerosos casos la vegetación exótica in-
talares en particular se hallan en la región en por- troducida para estas funciones se ha naturalizado
centajes menores, por ejemplo, de 11.4 % en el área desplazando a la flora y fauna autóctonas regio-
de la Reserva El Destino (Cagnoni et al., 1996). La- nales. Por lo tanto es recomendable que los servi-
mentablemente estos valores tienden a decrecer cios que se esperan de la vegetación, se consigan
cuando nos encontramos en localidades pobladas con las especies locales.
densamente y los habitantes de los centros urba- Algunas especies ornamentales destacadas para
nos se hallan imposibilitados de visitar remanen- aumentar el valor de muestrario, pueden verse en
tes de talares en sus inmediaciones. la Tabla 1.
La restauración y rehabilitación de talares son
acciones posibles gracias a la resiliencia de estos
sistemas y deben considerarse de alta prioridad Cultivo de especies amenazadas
por tratarse de una de las comunidades más El papel educativo y de conservación de un sitio
emblemáticas de la provincia de Buenos Aires. puede complementarse con el cultivo de especies
Paralelamente, el cultivo de las especies de talares con algún grado de amenaza. Para el caso de la re-
aumenta las posibilidades de muestrario de las gión de la provincia de Buenos Aires se cuenta con
áreas naturales, jardines botánicos y jardines edu- listas de especies amenazadas (Delucchi y Correa,
cativos en general. Estos criterios pueden aplicar- 1992 y Villamil et al. 1996). Algunas de estas espe-
se al diseño de espacios verdes públicos y priva- cies se hallan en etapa experimental de cultivo, como
dos en los que los objetivos de conservación y edu- el caso de Cypella coelestis, extinta para la provincia
cación converjan con los propios de recreación. pero presente en las provincias del litoral.

ESTRATEGIAS EX SITU Y MUESTRARIO Endemismos


Las plantas con distribuciones muy restringidas,
Introducción de especies nativas en parques y jerarquizan las áreas naturales, parques educati-
jardines vos y jardines botánicos por tratarse de especies
Numerosas especies nativas pueden introducirse exclusivas que en parte dependen de la existencia
según las condiciones de suelo, relieve y usos del de relictos conservados. Lamentablemente, es fre-

Cita sugerida: Burgueño, G. 2006. Manejo y conservación ex-situ de talares. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaeren-
ses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

Conservación y recuperación de talares / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


236

Observaciones: 1. Plantas atractivas para mariposas/ 2. Plantas atractivas para aves (nutricias, para nidos, etc.)

Tabla 1. Algunas especies ornamentales destacadas para aumentar el valor de muestrario.

cuente que no coincidan las áreas de distribución Además de estas tres finalidades, los viveros son
de las especies con la ubicación de las reservas ur- sitios de actividad educativa en sí mismos, ya que
banas, por lo cual especies endémicas bonaeren- sumadas a las actividades contemplativas, pue-
ses como el ombusillo (Phytolacca tetramera), no den desarrollarse trabajos prácticos de planta-
se encuentran incluidas en un área protegida. ción, multiplicación, siembras, entre otras. Ade-
(Zuloaga et al.1999). más de los viveros propios de las reservas urba-
nas, existen viveros privados especializados en
Jardines de plantas nutricias para aves o especies nativas. Como ejemplos de viveros po-
mariposas demos citar:
En las áreas naturales la vegetación cumple con el
servicio indirecto de refugio y alimento para fau- - Árboles Autóctonos Argentinos- Fundación La
na silvestre; esta función puede recuperarse en los Choza.- Ruta 24 Km. 7, (1748) Gral. Rodríguez.
espacios verdes al cultivar jardines con especies Provincia de Buenos Aires. (0237) 490- 4020 -
nutricias. Estos sitios deben diseñarse en espacios fundacionlachoza@infovia.com.ar.
soleados, poco transitados y generando diversi-
dad de ambientes, a saber: pastizales bajos, pra- - Vivero Ecológico La Sombra. V. Alsina 243 (1846)
deras floridas, individuos numerosos de cada es- Adrogué. Provincia de Buenos Aires. (011) 4294-
pecie para que los macizos sean más visibles para 0364/ viveroecologico@lasombra.arg.net.ar
la fauna visitante, espejos de agua con vegetación
palustre y flotante, espejos de agua libres, mato- - Vivero de Reserva Natural Otamendi. Ruta 9
rrales de plantas con flores, a fin de ofrecer sustra- Km 68, Calle Cordero s/n Barrio Otamendi.
to para animales de hábitos diversos. Numerosas Campana. Provincia de Buenos Aires. (03489)
sugerencias para armar estos jardines pueden 44-7505/ otamendi@utenet.com.ar
obtenerse en el sitio de la organización Audubon
(www.audubon.org) - Vivero de Reserva Ecológica Vicente López.
Calle Paraná (s/n) y el Río de la Plata. La Lucila.
Cultivos en viveros Vicente López. Provincia de Buenos Aires. (011)
Algunas unidades de conservación de la región 4795- 7445/ 6652. reservavlopez@yahoo.com.ar
metropolitana poseen viveros con el objeto de cul-
tivar las especies a reintroducir en el área; culti- - Vivero Refugio Natural Ribera Norte. Av. El
var ejemplares para plantaciones en las localida- Fomentista (s/n) entre López y Planes y
des del entorno del área natural y cultivar espe- Almafuerte, San Isidro. Provincia de Buenos Ai-
cies que aumenten el valor de muestrario del sitio. res. (011) 4747-6179. ariberanorte@hotmail.com

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Conservación y recuperación de talares


- Vivero Luis Delvenne. Ituzaingó. tablecerse los objetivos de la intervención de acuer- 237
Provincia de Buenos Aires. (011) 4692-1756. do a las posibilidades de alcanzar el estado origi-
ldelvenne@ciudad.com.ar nario del sistema natural en tratamiento y del uso
a que se someterá.
- Vivero Instituto Municipal de Desarrollo Eco- La restauración trata de lograr sistemas estables
nómico Local de la Reserva Municipal Los Ro- semejantes a los primarios y originarios a partir
bles. Moreno. Benito Juárez y Williams (s/n). La del manejo de la sucesión (Frangi et al. 2003). De
Reja, Moreno. Provincia de Buenos Aires. este modo, se establecerá un proyecto de restaura-
(1744) (0237)466-4352/ Telfax: 466-3786. ción cuando:
imdel@moreno.gov.ar
- El grado de modificación sea relativamente bajo.
- Vivero Cuerpo Municipal de Guardaparques de - El parche de trabajo posea conectividad con
la Reserva Municipal Los Robles. Moreno. Be- otros parches similares.
nito Juárez y Williams (s/n). La Reja, Moreno. - Existan ecosistemas maduros de manera de po-
Provincia de Buenos Aires. (1744) (0237) 463- der definir el ecosistema objetivo.
0796. reservalosrobles@yahoo.com.ar - El grado de disturbios a posteriori de la restau-
ración sea bajo o cercano a nulo.
Arboretums - La escala se halle dentro de las posibilidades de
El arboretum es una colección de árboles ubicados manejo de la unidad de conservación.
según criterios relacionados con los objetivos del
área. De este modo los ejemplares podrán dispo- Vale agregar que deberán definirse los tipos de
nerse con un criterio biogeográfico, por su valor proyectos de restauración a efectuar, según las
utilitario, por morfologías, por grupos taxonómi- posibilidades del sitio. Algunas alternativas suge-
cos, entre otros. Ejemplos de estas colecciones son ridas por SER -Society for Ecological Restoration -
las propias de la Facultad de Agronomía de la Uni- (2004):
versidad Nacional de Lomas de Zamora (Reserva
Santa Catalina) y la presente en la Reserva Muni- - Reparación de un ecosistema dañado: para que el
cipal Los Robles (Moreno). manejo tienda a la condición histórica o preexis-
tente. Por ejemplo, la restauración de ecosistemas
Souvenirs que poseen elementos y propiedades similares a
Los parques naturales y reservas ecológicas de la las condiciones originarias. Por ejemplo, talares
región reciben público abundante que potencial- en matrices con talares en buen estado (como los
mente pueden adquirir un mensaje educativo del propios de Punta Indio y Magdalena).
sitio que visitan. Una estrategia de mensaje es la - Creación de un ecosistema del mismo tipo: para
producción de un souvernir que puede consistir reemplazar el que ha sido removido totalmente.
en un plantín, un sobre de semillas, un paquete de Por ejemplo, la restauración de un talar en áreas
gajos, un set de bulbos, entre otros, que, acompa- con entorno de talares (talares de barrancas
ñados por un folleto y/o una charla informativa, como Baradero, Otamendi u otras localidades
podrán ser útiles como emisión del discurso con con talares altamente modificados).
los objetivos del sitio y como difusión de los valo- - Creación de un ecosistema de distinto tipo pro-
res de una determinada especie emblemática de la pio de la región: en ciertos casos sólo podrá
reserva urbana propia de los talares bonaerenses. crearse un ecosistema nuevo debido a que el
originario ha sido removido totalmente y las
Estrategias de cultivos en instituciones de la condiciones han cambiado irreversiblemente
región metropolitana (talares con especies de existencia originaria
El vivero como proyecto educativo y de integra- dudosa).
ción con la comunidad es una forma de generar - Creación de un ecosistema de reemplazo: se apli-
«sucursales» de áreas protegidas en escuelas, so- ca para los casos en los que las condiciones son
ciedades barriales, centros religiosos, entre otros, muy diferentes a las de origen y no posibilitan la
que funcionan como sedes para extensión y como existencia de ecosistemas de los tipos origina-
sitios de inclusión de actores que se hallan ausen- rios o la información de la vegetación natural no
tes en el funcionamiento de las reservas e institu- se encuentra disponible. Por ejemplo, los sitios
ciones dedicadas a la conservación. Un vivero edu- de alta modificación como las áreas urbanas o
cativo puede desarrollarse con elementos mínimos de relleno sanitario, en los que la recreación de
(tirantes hechos con árboles invasores del sitio, un talar se posibilita a partir de condiciones nue-
plástico, media sombra, alambre, macetas con en- vas de sustrato o relieve.
vases reciclados) por lo cual es posible montar en
localidades de recursos escasos. Cuando las condiciones para restauración men-
cionadas arriba no son las reinantes, se debe pro-
poner un proyecto de rehabilitación. En este caso,
REHABILITACIÓN Y RESTAURACIÓN se trata de una estrategia con más alternativas,
por medio del manejo sucesional de un área de-
Dado que la mayor parte de los talares locales se gradada para lograr un sistema útil, quitando prio-
hallan modificados, estos requieren grados dife- ridad a la composición de especies del sistema a
rentes de intervención. En primer lugar, deben es- obtener (Frangi et al. 2003).

Conservación y recuperación de talares / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


238 CONTROL DE ESPECIES INVASORAS plantas madre.
- Evitar el cultivo de especies exóticas invasoras
«La vieja idea de que a más intangibilidad se logra mejor (ver lista de especies invasoras principales en Ta-
conservación de la naturaleza, no ha dado resultado en bla 2).
aquellas áreas en que los ecosistemas protegidos habían - Controlar los materiales que sean posibles vehí-
estado sujetos a modificaciones importantes durante su his- culos de propágulos (semillas, resacas, abonos,
toria de uso» (Maranta, 2004). Este es el caso de las entre otros que ingresen al área).
reservas urbanas, por lo cual una parte importan- - Evitar los movimientos de suelo que suelen trans-
te del manejo de la vegetación en las áreas urba- portar semillas, gajos u órganos subterráneos de
nas o cercanas a fuentes de propágulos consiste en plantas adventicias.
el control o erradicación de plantas invasoras. - Limitar, en lo posible, el ingreso de vehículos a
Entre otras acciones, las plantas invasoras pue- las áreas de mayor valor biológico, ya que los
den alterar los regímenes de fuego, los ciclos de neumáticos y partes de las carrocerías transpor-
nutrientes, la hidrología y los balances de energía tan semillas y otras diásporas.
de un ecosistema, convirtiéndose en malezas para
la agricultura y vectores de enfermedades y pla-
gas (Mack et al., 2000). CORREDORES
Para que una especie se establezca como adventi-
cia en una región determinada, debe atravesar 4 Los remanentes de talares en la región metropoli-
estadíos de invasión: introducción, dispersión, co- tana se hallan fragmentados, aislados y en mu-
lonización y establecimiento (Vankat y Graham chos casos son apenas porciones relictuales. Se-
Roy, 2002). Es clave detectar especies invasoras gún el modelo de Forman (1997), los elementos
tempranamente, dado que es mucho más econó- básicos del paisaje pueden plantearse en función
mico e implica mayor posibilidad de éxito contro- de una matriz que contiene parches conectados por
lar especies cuando los ejemplares son poco nu- corredores. Este esquema simple puede aplicarse a
merosos y se hallan en áreas reducidas; es decir, en este caso, donde la matriz es principalmente área
la fase de introducción o dispersión. urbana, suburbana o rural, pero lo clave es que los
remanentes de paisaje natural son apenas parches
Las técnicas de control son variadas e incluyen: de dimensiones reducidas.
- Reducción de introducción de organismos. La conectividad de estos parches podría ofrecer
- Control con extracción manual de juveniles. vínculos entre las áreas naturales de modo que las
- Corte con elementos de poda. migraciones, intercambio de genes y otros flujos
- Remoción de renovales de raíz. naturales potencien la biodiversidad que se requie-
- Control con fuegos. re conservar.
- Control químico (herbicidas). En los sistemas de corredores existen 3 elementos
básicos a saber: el núcleo, el área de transición y el
A fin de prevenir nuevas invasiones en las áreas corredor propiamente dicho (Hobbs, 2002). Para
naturales, se recomienda: la región metropolitana deben considerase los par-
- Ubicar los ejemplares que actúen como plantas ches –reservas y otras fracciones de paisaje natu-
madre en el sitio y entorno. ral y seminatural- como los núcleos de elementos
- Diseñar un plan de control de las especies con y procesos que requieren conectividad. Estos nú-

Tabla 2. Lista de especies invasoras principales

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Conservación y recuperación de talares


cleos están rodeados por áreas de transición que también las potencialidades de corredores a 239
hacen las veces de buffer -regulador- con el entor- implementarse.
no. A su vez, estas unidades de parche y su área de Entre los corredores de posible implementación
transición se hallan conectadas por los corredores podemos mencionar:
biológicos. - Las vías de ferrocarril.
Debido a que son escasos los corredores que unen - Los ríos y arroyos.
áreas de talares, deberán investigarse las funcio- - Las rutas y autopistas suburbanas.
nes reales de los corredores existentes, como así

BIBLIOGRAFÍA

Cagnoni, M., A. M. Faggi y A. Ribichich. 1996. La vegeta- Maranta, A. 2004. Una tarea temeraria. La invasión de árboles
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Prov. de Buenos Aires). Parodiana 9(1-2): 25-44. les. Año 1. N° 1:18-19.
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cos en Ecología. Ecological Society of America. Número 5. Botánica: 517.
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biodiversidad en plantas vasculares de la Argentina.
Kurtziana 27 (1):17-167.

Conservación y recuperación de talares / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


240

Alejandro Galup 1
LOS ÚLTIMOS TALARES DEL SUDOESTE
DE MAGDALENA
1
viveroecologico@lasombra.arg.net.ar

RESUMEN

El campo al cual me referiré, se encuentra al sudoeste del partido de Magdalena, a orillas del río Samborombón. Fue adquirido
por mi abuelo materno en el año 1938; de un total de 493 ha, poco más de 200 ha son terrenos altos con talas dispersos a lo
largo de los alambrados y presenta un añoso talar de 9 ha, que se pretende conservar y restaurar.
En el año 1986 se creó un jardín botánico con el objeto de preservar la diversidad florística de los bosques del nordeste
bonaerense. Actualmente cuenta con 174 especies que se han convertido en la fuente de materia prima para restaurar algunos
sectores del monte y para el funcionamiento de un vivero comercial, con cuyos ingresos se financian los proyectos de
conservación. Asiduamente realizo viajes exploratorios en busca de nuevas especies, dándole vital importancia a las endémi-
cas y/o en peligro de extinción y, así mismo, experimento en la búsqueda de los métodos más convenientes para propagarlas.
El vivero funciona actualmente en el Parque Costero del Sur, en el partido de Punta Indio.
Si bien el campo posee gran diversidad de animales silvestres, he liberado ejemplares de varias de ellas. Este talar, junto a
otros dos similares en campos vecinos, son los únicos sobrevivientes en un radio superior a los 20 km. Tan sólo 40 ha de
talares quedan en la zona. Al valor biológico del campo también debe sumarse el arqueológico y el paleontológico. En el
mismo monte funcionó una posta durante el siglo XIX y, a pocos metros de allí, hay vestigios de la existencia de un antiguo
asentamiento indígena. Además, a 1500 m de este lugar, a orillas del río, se han encontrado huesos fosilizados del periodo
Pleistoceno.

Palabras clave: Ferrari, talares, vivero, restauración, conservación.

INTRODUCCION los únicos sobrevivientes en un radio de aproxi-


madamente 20 km. El más extenso es el del esta-
El distrito Ferrari se encuentra al oeste del partido blecimiento El Coraje (aprox. 30 ha); le sigue el del
de Magdalena, y el campo al cual nos referiremos, establecimiento La Sombra (con 9 ha) y por últi-
está en el extremo sudoeste del mismo a orillas del mo, el del establecimiento El Ombú (con algunos
río Samborombón. grupitos y ejemplares dispersos).
El establecimiento La Sombra con una superficie A continuación se detallan algunas otras caracte-
de 493 ha sorprende por la diversidad de ambien- rísticas del talar que se encuentra en el estableci-
tes que posee; pastizales, bañados, lagunas miento La Sombra, y los trabajos que se efectúan
temporarias, 3500 m de costa sobre el río Sambo- relacionados con la conservación del mismo.
rombón, un arroyo afluente del mismo, de 1800 m
de largo rodeado de extensos juncales y, en las zo-
nas más altas de la propiedad, algunos grupitos JARDÍN BOTÁNICO
de talas; una arboleda de la misma especie alinea-
da sobre 2700 m de alambrados, (o donde antes los En el año 1986 se creó un jardín botánico con el
hubo). Y, por ultimo, un añoso bosque de talas de 9 objetivo de preservar la diversidad florística del
ha, el cual se pretende preservar. nordeste bonaerense. Se le dio prioridad a las es-
A diferencia de los talares de la costa rioplatense pecies de árboles, arbustos, enredaderas, a las es-
(distante a 50 km) estos no crecen sobre bancos de pecies que están en peligro de extinción y a todas
conchilla fósil; lo hacen sobre las lomas más altas aquellas que evidencian algún tipo de interacción
y fértiles. De las 8 especies de árboles que hay en con aves, mariposas, etc.
los primeros, aquí sólo están presentes el ombú, el Se tuvieron en cuenta no sólo las especies del bos-
tala y el saúco. que xerófilo (talar), sino también las de la selva
A pesar de la escasa diversidad florística del cam- marginal y el pastizal. Muchas de estas han colo-
po, se han observado más de 180 especies de aves nizado espontáneamente las zonas cercanas al jar-
y, entre las más representativas de este tipo de dín, e incluso el talar, distante 600 m de este lugar.
bosque es frecuente observar el cortarramas o Para poder materializar este proyecto, se recorrie-
quejón (Phytotoma rutila), el coludito copetón ron la mayoría de las reservas naturales de la re-
(Leptasthenura platensis), el pepitero de collar (Saltator gión en busca de materia prima.
aurantiirostris) y, con un poco mas de suerte, alguna Actualmente hay 174 especies y se siguen explo-
monjita blanca (Xolmis irupero). rando nuevas áreas, en la búsqueda de nuevos es-
Este talar, junto a dos similares en campos veci- pecímenes.
nos, cubren una superficie de más de 40 ha y son A continuación se detallan algunas especies del

Cita sugerida:
Galup, A. 2006. Los últimos talares del sudoeste de Magdalena. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses y su
conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Conservación y recuperación de talares


talar con que cuenta el jardín botánico. CONTROL DE ESPECIES EXÓTICAS 241
Algarrobo blanco (Prosopis alba), algarrobo dulce
(Prosopis flexuosa), coronillo (Scutia buxifolia), espinillo La introducción de especies vegetales nativas de
(Acacia caven), ombú (Phytolacca dioica), tala (Celtis otras regiones naturales puede ocasionar daños
tala), molle (Schinus longifolius), sombra de toro enormes en un ecosistema. Al no tener aquí sus
(Jodina rhombifolia), tembetarí (Fagara hyemalis), enemigos naturales, que controlan su crecimiento,
tembetarí (Fagara rhoifolia), sauco (Sambucus algunas de éstas se convierten en invasoras y de-
australis), chañar (Geoffroea decorticans), quebrachillo bido a que por esta misma razón se desarrollan
(Acanthosyris spinescens), congorosa (Maytenus mucho más rápido que las especies autóctonas
ilicifolia), barba de chivo (Caesalpinia gilliesii), etc. compitiendo por el espacio. Como resultado (cuan-
do son árboles) a mediano o largo plazo, el bosque
nativo sucumbe ahogado por sus competidores
VIVERO foráneos y, de este modo, se pierden decenas de
especies de plantas nativas y muchísimas más de
Desde el año 1985 hasta el año 2004, funcionó aquí animales, que dependen de estas últimas para so-
un vivero de plantas autóctonas que tuvo la finali- brevivir.
dad de satisfacer la creciente demanda comercial. En esta zona las especies más peligrosas son el li-
El mismo funciona actualmente en el Parque Cos- gustro (Ligustrum lucidum) y el paraíso (Melia
tero del Sur, en el partido de Punta Indio. azedarach), ambas originarias de Asia.
La mayor parte de los ingresos son reinvertidos En la propiedad, actualmente, estas especies están
en el vivero y en trabajos de exploración. bajo control, y para eso fue necesario eliminar
En la actualidad se dispone de 95 especies para la medio centenar de ejemplares adultos y cientos de
venta, y esto es posible, en gran parte, gracias al plantines desperdigados a lo largo de los alam-
autoabastecimiento de materia prima. brados y en los montes de todo el campo.
Se han donado miles de semillas a colegios y a otras El método de control utilizado fue el de cortar los
instituciones con el fin de concientizar a los niños árboles con motosierra y la fumigación de los mis-
sobre la importancia de proteger nuestros bosques. mos en el rebrote con glifosato.
También se entregaron cientos de plantas a reservas Pero, como también encontramos árboles de estas
naturales, con el fin de reintroducir especies que has- especies en los campos vecinos, se ofreció a los pro-
ta ese momento habían desaparecido del lugar. pietarios la entrega de 5 árboles nativos a cambio de
En el año 2000 se donaron 500 algarrobos blancos cada árbol invasor (adulto) eliminado. A pesar de la
a la reserva La Saladita, en Avellaneda. aceptación del proyecto el mismo quedó estancado
por la falta de presupuesto para llevarlo a cabo.
Algo similar de lo que ocurre con la invasión de
AL RESCATE DEL OMBUSILLO plantas exóticas, puede suceder cuando se intro-
ducen animales nativos de otras regiones. El cier-
El Ombusillo (Phytolacca tetramera), es una especie vo Axis (Axis axis), originario de la India y Nepal,
endémica de una angosta franja costera, de no más ha colonizado casi todos los talares del sudeste bo-
de 100.000 ha desde el sudeste del partido de La naerense, atentando contra el normal funciona-
Plata hasta el sudeste del partido de Punta Indio. miento del bosque, puesto que acostumbra comer
Crece en la zona de transición, entre los talares la corteza de los árboles más jóvenes y a destro-
costeros y el pastizal pampeano. zarlos con su cornamenta. Es difícil encontrar un
Con motivo de su frágil situación, dado que se en- árbol joven que no haya sido dañado o muerto por
cuentra en peligro de extinción, en el año 2001 se esta causa.
hicieron varias excursiones para analizar su si- En los talares de La Sombra, El Coraje, y El Ombú,
tuación y rescatar algunos de los ejemplares más habitan unos 150 ejemplares de ciervo axis.
expuestos. Estos trabajos fueron posibles gracias Como método preventivo, se está utilizando experi-
a la valiosa información brindada por la botánica mentalmente un electrificador de alambrados para
Rosa Guaglianone del instituto Darwinion y a la evitar que ingresen al jardín botánico. En el futuro se
incondicional colaboración de Roberto Rodríguez piensa aplicar el mismo método en el talar.
y Amanda Hummell.
Se recolectaron ejemplares, de tres lugares dife-
rentes para favorecer así la diversidad genética de REINTRODUCCIÓN DE ESPECIES ANIMALES
los especimenes. Varios de estos fueron plantados
en la reserva privada La Amanda en Punta Indio y Debido a que se prohibió la caza y se combatió acti-
en el jardín botánico de La Sombra. vamente al furtivismo, a los pocos años de esta ini-
Los restantes, previamente enmacetados fueron ciativa el lugar comenzó a poblarse de especies que,
donados a la Reserva Natural de Punta Lara, a la hasta ese momento, eran inexistentes o escasas.
Reserva Natural Otamendi, a la Reserva Ribera El resultado de ello fue el poblamiento paulatino
Norte en San Isidro y a varios conservacionistas. de gatos monteses (Oncifelis geoffroyi), hurones
Recientemente logramos reproducir al ombusillo (Galictis cuja), lagartos overos (Tupinambis merianae),
exitosamente por semillas cosechadas en la últi- culebras marrones (Clelia rustica), zorros grises
ma población recientemente descubierta en la pro- (Dusicyon gymnocercus), carpinchos (Hydrochaeris
piedad «El Seibo», partido de Chascomús, propie- hydrochaeris) etc.
dad del señor Julio Bottino. Al mismo tiempo se programó la liberación de ejem-

Conservación y recuperación de talares / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


242 plares de algunas especies, como el cardenal común El talar de La Sombra está siendo colonizado pau-
(Paroaria coronata), del cual se soltaron 3 parejas en el latinamente por especies arbóreas selváticas como
año 1980; actualmente pueden observarse el tarumá (Citharexylum montevidensis), el anacahuita
bandaditas de hasta 14 individuos. También se de- (Blepharocalyx salicifolius), el laurel criollo (Ocotea
jaron libres 16 zorzales colorados (Turdus rufiventris), acutifolia) y el fumo bravo (Solanum granuloso-
7 naranjeros (Thraupis bonariensis), 2 gatos monteses leprosus), común en los talares de los alrededores
(Oncifelis geoffroyi) 2 parejas de reina mora grande de Chascomús. Lamentablemente el ramoneo cons-
(Cyanocompsa brissonii) 6 cardenillas (Paroaria capitata), tante del ganado y de los ciervos da cuenta de la
3 celestinos comunes (Thraupis sayaca) y 2 parejas de mayoría de los ejemplares y sólo sobreviven aque-
cardenal amarillo (Gubernatrix cristata). llos que tienen la protección de las ramas espino-
También se reintrodujeron varias especies de lepi- sas de los talas.
dópteros con posterioridad a la plantación de sus Al tratarse de un talar donde los árboles perennes
respectivas plantas hospedadoras, como por ejem- son escasos, en invierno es notable observar cómo
plo la bandera argentina (Morpho epistrophus argen- los pájaros se disputan estos sitios para pernoctar.
tina) con el coronillo (Scutia buxifolia), la polydamas
(Battus polydamas) y la viudita (Parides bunichus
damocrates), con la flor de patito (Aristolochia fimbriata.) ARQUEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

Durante gran parte del siglo XIX en el extremo oes-


RESTAURACIÓN DEL TALAR te del monte, funcionó una posta que, como no ha-
bía alambrados en esa época, estaba rodeada de
Muchos de los talas más añosos se han caído con profundos fosos con la finalidad de evitar el ingre-
las fuertes tormentas, pero por fortuna es una es- so o egreso del ganado. Estos fosos, aunque mucho
pecie que no muere cuando esto sucede y, lejos de menos profundos, estuvieron visibles hasta 2001,
ser un perjuicio para el talar es un beneficio, pues- año en el que fueron borrados con el arado, afec-
to que su intrincado y espinoso ramaje, al quedar tando 700 m de estos, junto a 6 ha de talar en for-
contra el suelo, se convierte en una barrera infran- mación, con el objetivo de sembrar en estas tie-
queable para el ganado y los ciervos axis. rras. Lamentablemente, ni el valor histórico ni el
Gracias a ello, está siendo posible restaurar el bos- natural del lugar, fueron motivos suficientes para
que, enriqueciéndolo con especies vegetales de los revertir el desinterés en protegerlo. El trazado de
talares de albardón que, en su mayoría, crecen y se estas zanjas formaba cuatro corrales de aproxi-
reproducen sin ninguna dificultad. madamente 2 ha cada uno. El único de éstos, que
Otro beneficio de estos talas caídos es que, con el aún existe, se encuentra en la zona más densa del
tiempo, el interior del tronco se pudre y ahueca bosque y en ese mismo lugar se han encontrado
ofreciendo, de este modo, refugio a infinidad de fragmentos de platos de porcelana, de porrones de
animales silvestres que, como el zorro gris y el gato ginebra, de botellas antiguas etc.
montes, se lo disputan. No lejos de ahí, también se han descubierto restos

Pepitero de collar (Saltator aurantiirostris) en un tala. Foto: Roberto Güller.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Conservación y recuperación de talares


de utensilios aborígenes que delatan la presencia gustro y paraíso, también lo hace con decenas de 243
de un antiguo asentamiento, pedazos de vasijas especies nativas, que desaparecen de igual modo; se
de diferente diseño y restos variados de artefactos convierte así el sotobosque en un simple pastizal
confeccionados con distintos tipo de roca, fueron sin helechos, orquídeas, ni muchas otras plantas.
hallados gracias a los peludos (Chaetophractus Sería recomendable realizar nuevos relevamien-
villosus) que al remover la tierra de sus cuevas, tos, especialmente de peces, insectos, anfibios y
sacaron a la luz estos objetos. reptiles.
A 1300 m de este lugar, todavía hoy es posible di-
visar una hondonada a orillas del río Samborom-
bón que los lugareños llaman el «Paso de las Ca- AGRADECIMIENTOS
rretas», que es un tramo sobreviviente de un anti-
guo camino de postas. A 200 m de allí, debajo de A mis Padres Titi y Nene (por concretar mi sueño
un barranco de tosca, se recolectaron restos fósi- de continuar mis proyectos en el Parque Costero
les de mamíferos del período Pleistoceno. del Sur); a Ricardo Barbetti (por ser mi principal
referente y mi inspiración en todos los trabajos
que realizo); a Roberto y Nuni (por apoyarme in-
PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN Y condicionalmente en esta nueva etapa); a Gabriel
PRINCIPALES AMENAZAS Carrozzino (por la lectura del texto y sus certeras
recomendaciones); a la memoria de Bebe Redruello
Los principales problemas son: el desmonte por el (que vivió más de 40 años en La Sombra, que me
avance de la agricultura, la caza furtiva, la sobre contó infinidad de historias y me legó su sabidu-
población de ciervos axis y el sobrepastoreo de ga- ría) y a todos aquellos que me han acompañado en
nado. Este último, si bien consume renovales de li- las buenas y sobre todo en las malas.

BIBLIOGRAFÍA
Narosky T. y D. Izurieta. 2003. Guía para la Identificación de
Cabrera A. L. y E. M. Zardini. 1993. Manual de la Flora de los las Aves de Argentina y Uruguay. Vázquez Mazzini Edit.
Alrededores de Buenos Aires. Editorial Acme S.A.C.I. Bue- Buenos Aires.
nos Aires. Canals G. R. 2000. Mariposas Bonaerenses. Editorial L.O.L.A.
Buenos Aires.

Interior de talar. Foto: Amanda Hummel

Conservación y recuperación de talares / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


244

EL OMBUSILLO, UNA FIGURA Alejandro Galup 1

EMBLEMÁTICA
1
viveroecologico@lasombra.arg.net.ar

DESCRIPCIÓN del talar, es muchísimo más frecuente en la zona


de transición entre los talares costeros y el pasti-
El Ombusillo (Phytolacca tetramera), este pariente zal pampeano. Crece así, casi siempre en terrenos
cercano del Ombú (Phytolacca dioica), es un altos, bien drenados y con plena exposición solar.
subarbusto perenne de hasta 1,60 m de altura. Es Tiene una adaptabilidad sorprendente a diferen-
una especie dioica, es decir, con ejemplares «ma- tes tipos de suelos, pueden ser estos, ricos en hu-
chos» y ejemplares «hembras». Sus hojas son algo mus (como en Chascomús), arenosos (como en
carnosas, ovado lanceoladas y verde claras, con Pipinas), con conchilla (como en Atalaya) y hasta
pecíolo rosa pálido. Pese a que el destacado botá- arcillosos (como en Arditi).
nico Ángel Cabrera mencionó ejemplares con ho-
jas de hasta 40cm, en la actualidad sólo se obser-
van ejemplares con hojas de 10 a 20cm de largo PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN
por 3 a 5cm de ancho. Sus flores son de color ama-
rillo pálido, de un solo sexo y están dispuestas en La mayor parte de estas poblaciones se encuentra
racimos erectos de 5 a10 cm de largo. Sus fuera de áreas protegidas, a la vera de rutas y cami-
infrutescencias, de igual longitud, pueden poseer nos, quedando expuestas en varios casos al
hasta 40 frutitos con 6 a 10 semillitas negras cada desmalezamiento constante de las máquinas via-
uno. Florece en verano y fructifica en otoño. Sus les. Otro factor perturbador es el pisoteo del gana-
tallos tienen un diámetro en la base de 1 a 3 cm. En do, que destroza las plantas, muchas veces cuando
invierno se hiela totalmente, sobreviviendo úni- éstas están en plena floración. Tal vez no sea casua-
camente sus raíces. Los ejemplares más añosos lidad que los ejemplares más grandes se encuen-
poseen una raíz principal de hasta 18 cm de diá- tren en Pipinas (Punta Indio), precisamente en un
metro, que se hunde a más de un metro de profun- lugar inaccesible para máquinas y ganado. Algu-
didad. Una red de raíces secundarias largas y su- nos productores agropecuarios hacen también lo
perficiales le da un aspecto que recuerda los tentá- posible por erradicar estas plantas de sus propie-
culos de un pulpo. Estas raíces se alejan varios dades por considerarla una especie inservible. Y por
metros alrededor de la planta y, como son último, otro problema que enfrenta la especie, es la
gemíferas, de ellas crecen nuevos ombusillos. aparente escasez de ejemplares femeninos.
En realidad, es el mismo ejemplar que se expande.
De ese modo, lo que puede parecer una población
importante de esta planta, es un único ejemplar. MEDIDAS DE CONSERVACIÓN TOMADAS
La especie fue descubierta por el gran naturalista
Lucien Hauman, a principios del siglo XX. El ejem- En 1998, el botánico Marcelo Hernández de la Fa-
plar vivo (masculino) que existe en la Facultad de cultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata
Agronomía (UBA) es el mismo que colectó en aque- logró reproducir al ombusillo exitosamente por
lla expedición a Atalaya (Magdalena) en 1906. división de meristemas. Algunas de esas plantas
fueron ubicadas en la Estación de Cría de Anima-
les Silvestres, ECAS, en Villa Elisa. Desafortunada-
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA mente, el mismo método no dio resultados en la
Facultad de Farmacia de Rosario, como consecuen-
La especie es endémica de la provincia de Buenos cia de un ataque de hongos (micosis). Allí se buscó
Aires y se la puede hallar en una superficie de estudiar sus posibles propiedades medicinales.
aproximadamente 200.000 ha desde el sudeste del El Ing. Agr. Juan José Valla de la Facultad de Agro-
partido de La Plata hasta el extremo noreste del nomía de la UBA y el Vivero Ecológico La Sombra
partido de Chascomús. (VELS) lograron reproducirlo con éxito, a partir de
Actualmente se conocen sólo 15 poblaciones sil- semillas. En el año 2001 el VELS organizó un ope-
vestres, 3 en el partido de La Plata, 6 en el partido rativo de rescate de los ejemplares más vulnera-
de Magdalena, 4 en el partido de Punta Indio y 2 en bles de 3 sitios diferentes (para garantizar una
el partido de Chascomús. mayor diversidad genética). Esto fue posible gra-
La cantidad aparente de ejemplares en cada sitio, cias al asesoramiento de la Dra. Rosa Guaglianone
varía desde una decena (diseminados en unos 400 (Instituto de Botánica Darwinion) y a la asistencia
m2), a varios cientos (en unos 5.000 m2). de un grupo de voluntarios. Los ejemplares resca-
Si bien se la puede hallar creciendo en el interior tados fueron derivados a áreas protegidas bonae-

Cita sugerida: Galup, A. 2006. El ombusillo, una figura emblemática. En: Mérida, E. y J. Athor (editores). Talares bonaerenses
y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Conservación y recuperación de talares


Detalle de la flor del 245
ombusillo (Phytolacca
tetramera), y plantín.
Fotos: Roberto
Rodríguez y Osvaldo
Vázquez.

renses, como «Reserva Ribera Norte»(San Isidro),» gemíferas (preferentemente recién brotadas) de
Reserva Natural Otamendi»(Campana), «Reserva unos 10cm de largo y enterrarlas superficialmen-
Natural Punta Lara»(Ensenada y Berazategui), te en las macetas. Ubicarlas a media sombra y re-
«Reserva Privada La Amanda» (Punta Indio) y a garlas semanalmente.
varios jardines botánicos privados. Actualmente Por semillas: Mezclar bien 2 partes de tierra negra
el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia y 1 de arena; con este sustrato preparar un almá-
de Buenos Aires, por medio de su cuerpo de cigo en un recipiente chato y con orificios de dre-
guardaparques, está abocado al estudio del estado naje en su parte inferior. Sembrar las semillas (a
de conservación de la especie. media sombra) superficialmente a fines de septiem-
bre, tapándolas con una fina capa de resaca de río,
y regándolas con posterioridad para que se asien-
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PROPUESTAS ten. En menos de un mes ya habrán nacido las plan-
titas, las cuales tienen un gran poder germinativo
Es notable el desconocimiento popular sobre la (más del 70%). Necesitarán estar un mes más, para
existencia de esta especie. Esto hace necesario el poder ser transplantadas a las macetas. Según da-
diseño de un proyecto educativo o bien de una tos aportados por el naturalista Diego Mergen, existe
campaña de divulgación (por ejemplo, a través un ejemplar en Magdalena cuya raíz principal tie-
carteles, afiches o folletos) para que, además de ne un diámetro aproximado de 30cm y una longi-
darla a conocer, el poblador local pueda aportar tud de 2m (observable a simple vista, por estar ubi-
datos sobre poblaciones no conocidas por la cien- cado éste, en una banquina erosionada de la Ruta11).
cia (algo muy probable en las decenas de miles de
hectáreas privadas todavía sin explorar). También Referentes
es muy importante la traslocación de los ejempla- Instituto de Botánica Darwinion (Labarden
res en situación de mayor vulnerabilidad a las re- 200,CP:1642, San Isidro),Facultad de Agronomía
servas estatales o privadas que se encuentren den- UBA (Av. Chorroarín s/n, CP:1427, Capital Fede-
tro de su área de distribución. Por último, dado ral), Facultad de Ciencias Naturales y Museo UNLP
que la especie es fácil de propagar por gajo y divi- (Paseo del Bosque s/n CP: 1900, La Plata), Ministe-
sión de mata, resulta importante clonar de este rio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos
modo los pocos ejemplares femeninos existentes. Aires, Museo Argentino de Ciencias Naturales
Así, podrán ser reproducidos por semilla, que es el «Bernardino Rivadavia» (Av. Ángel Gallardo 470,
método ideal para garantizar la diversidad CP: 1405 Capital Federal), Vivero Ecológico La
genética de la especie. Sombra (Valentín Alsina 243 Adrogué, CP: 1846)

Métodos para propagarlo


Por gajos: Cortar en primavera trocitos de tallos AGRADECIMIENTOS
de unos 15 a 20cm de largo y no menos de 1cm de
ancho. Dejarles tan sólo una hoja en el extremo A Ricardo Barbetti, Diego Mergen, Santiago De
superior y enterrarlos hasta la mitad en una ma- Rosa, Cristian Parodi, Claudio Bertonatti, Amanda
ceta (preferentemente de 4 litros) con tierra buena. Hummel, Roberto Rodríguez y muy especialmen-
Ubicarlos a media sombra y regarlos únicamente te al Ing. Agr. Juan José Valla, a la Dra. Rosa
cuando el sustrato se reseque. Guaglianone, al Lic. Gustavo Delucchi, a Daniel
Por división de mata: Cortar fragmentos de raíces Novoa y a Osvaldo Di Croce.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Cabrera, Á. L.1967. Flora de la Provincia de Buenos Aires. Co- Haene, E. 1998. El desconcertante Ombú, un hermano en
lección Científica del INTA, Parte III: 169. problemas: el Ombusillo, Vida Silvestre (64)20.
Cabrera, Á. L y E. M. Zardini.1993. Manual de la Flora de los Hauman –Merck, L.1909. Phytolaccae Novae Argentine.
alrededores de Buenos Aires: 157, Ed. ACME SACI. Apuntes de Historia Natural (1):106-110.
Galup, A. R. 2004. Nuestro Libro Rojo «El Ombusillo». Vida Parodi, L .R.1940. La Distribución Geográfica de los Talares en
Silvestre (89)39. la Provincia de Buenos Aires. Darwiniana, Tomo IV (1):47.

Conservación y recuperación de talares / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


246

LA AMANDA: UN MUESTRARIO Amanda E. Hummel


Roberto A. Rodríguez 1
DEL TALAR BONAERENSE
1
robertoarodriguez@speedy.com.ar

RESUMEN

«La Amanda» es una reserva natural privada de unas seis hectáreas, ubicada en el partido de Punta Indio, dentro del Parque
Costero del Sur (PCS). Está destinada a preservar el talar existente con fines educativos, conservacionistas y de recreación,
en la esperanza de ser imitada por otros amantes de la naturaleza. Al adquirir el predio ya contaba con un talar casi puro, aunque
todo el lugar era ocupado por ganado. Luego de alambrarlo, se reconstruyó la arboleda, se reintrodujeron especies y muchas
otras aparecieron espontáneamente; asimismo, la fauna fue descubriendo este lugar y hoy, pese a su escasa superficie, es
posible observar gran parte del elenco faunístico del Parque.

Palabras clave: Talar, Punta Indio, conservación, Parque Costero del Sur, reserva privada.

HISTORIA DEL LUGAR evolucionado y otras inquietudes dan origen a


nuevas actividades, la mágica combinación del
En los comienzos geológicos esta zona estaba cu- bosque con las costas del río, comienza a desper-
bierta por el mar. En el holoceno (período que re- tar, en la década del ’30, un interesante desarrollo
presenta los últimos 10.000 años) se produjo el re- turístico. La zona es loteada para constituir, en
tiro del mar, dejando como característica la for- buena parte, casas de fin de semana; desarrollo
mación de cordones con alta proporción de frag- que se fue apagando cuando el mejoramiento de
mentos de conchilla; estos cordones pueden alcan- las rutas hizo cada vez mas fácil el acceso hacia las
zar varios km y una altura de hasta 4 ó 5 metros. playas del mar y fue paulatinamente quedando en
La Ruta 11 corre justamente sobre uno de estos una etapa de olvido.
cordones; esta conchilla está compuesta principal- Nuevas expectativas de desarrollo llegan a la zona
mente por conchas de gasterópodos y bivalvos. cuando en 1984, por convenio del Municipio, (por
(Nabel y Pereyra, 2002) entonces Magdalena) y la provincia de Buenos Ai-
Estos albardones fueron colonizados por los res, con el apoyo del Programa sobre el Hombre y
talares, dando así un corte entre la vegetación her- la Biosfera (MaB) de la UNESCO, se crea el Parque
bácea, casi infinita, de la pampa y la costa del río. Costero del Sur, importante declaración que pre-
Este magnífico bosque se constituyó en uno de los tendía lograr el desarrollo en armonía con la natu-
pocos que tiene la provincia, donde el tala (Celtis raleza y la cultura local. Aunque todo queda en un
tala) es la especie dominante. Otros árboles lo acom- manual de buenas intenciones, el Parque está crea-
pañan, además de arbustos, enredaderas y herbá- do, pero nunca tuvo un manejo a la altura de las
ceas para definir un ambiente rico en especies que, expectativas.
a su vez, alberga a una no menos variada fauna, Hacia 1994, un sector del partido de Magdalena se
constituyendo una de las áreas de mayor biodi- separa, constituyendo el partido de Punta Indio;
versidad de la provincia. para el PCS, nada cambiaría, y los talares segui-
La presencia aborigen en la zona está testimonia- rían en pie con su fauna asociada casi intacta.
da por la toponimia (Pilía, 2003). El nombre del
partido «Punta Indio» y varios yacimientos ar-
queológicos son muestra de este pasado. NACE «LA AMANDA»
Desde mediados del siglo XVII se lo llamó «Pago de
La Magdalena», (Salvadores, 1930). El mismo so- Este es el contexto en el cual, en marzo de 1999, se
portó varios malones en el siglo XVIII. En ese en- adquiere esta fracción, de una superficie aproxi-
tonces se peleaba por expandir la frontera hacia mada de 6 ha, en el km 143 de la Ruta 11, Barrio El
territorios indios. En el siglo XIX y principios del Sarandí del partido de Punta Indio. A esa fecha
XX, el crecimiento de las ciudades necesitó mate- contaba ya con un talar casi puro alrededor de la
rias primas y el talar fue proveedor de madera, casa, numerosos montes de tala (Celtis tala), molle
principalmente para leña y carbón utilizados en (Schinus longifolius), coronillo (Scutia buxifolia) y som-
los hornos de ladrillo. Más tarde la agricultura bra de toro (Jodina rhombifolia) diseminados en el
también buscaría extender sus dominios, realizán- pastizal, y un bosque en el fondo donde predomi-
dose importantes desmontes en la zona. nan los molles y coronillos, que se continúa en los
En épocas más modernas, en que la sociedad ha terrenos vecinos. Hacia el frente se desarrolla un

Cita sugerida: Hummel, A. E. y R. A. Rodríguez. 2006. La Amanda: un muestrario del talar bonaerense. En: Mérida, E. y J. Athor
(editores). Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural «Félix de Azara». Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


pastizal parcialmente desmontado para cultivo. garzas, biguáes, cuervillos, etc.) y también de al- 247
Todo el predio estaba ocupado por ganado. gún carpincho. Se diseñaron senderos, de una ex-
A partir del alambrado (mayo de 1999), se comen- tensión aproximada de mil trescientos metros, que
zó a trabajar en la repoblación y reintroducción en forma zigzagueante recorren los distintos am-
de especies ausentes del talar, según las indicadas bientes, ayudando a descubrir el paisaje natural a
por Ricardo Barbetti (1982). Al mismo tiempo apa- cada paso.
recieron espontáneamente muchas especies que Un rústico puente de madera y un pequeño dique
eran ramoneadas o pisoteadas por los vacunos, permiten completar el circuito, además de mante-
como mburucuyá (Passionaria coerulea), tasi (Araujia ner este último, el nivel del agua en forma perma-
hortorum y Morrenia odorata), chilcas (Baccharis sp.), nente.
Solanum bonariensis, Cayaponia bonariensis, etc. Antes de abandonar el predio, el arroyo atraviesa
el bosque de molles y coronillos. Desde allí, hasta
un grupo aislado de esas especies, situado sobre
MANEJO una de sus márgenes, corría sin vegetación arbórea.
Por tal motivo, se planeó la creación de una peque-
Se buscó reconstruir la arboleda, que seguramen- ña «selva marginal» con especies de dicho ambien-
te ocupaba el sector sudoeste de la casa, con espe- te: laurel criollo (Ocotea acutifolia), mataojo (Pouteria
cies del talar, como el espinillo (Acacia caven), el molle salicifolia), canelón (Myrsine laetevirens), higuerón
y el tala. (Ficus luschnathiana), blanquillo (Sebastiania
Además, se introdujeron otras especies, como brasiliensis), palo amarillo (Terminalia australis),
Colletia spinosissima y ñapinday (Acacia bonariensis). anacahuita (Blepharocalyx salicifolius), protegidos por
Luego del cambio producido, comenzaron a verse sauces criollos (Salix humboldtiana) que, con su rápi-
más especies de aves, anfibios, reptiles y mamífe- do crecimiento, brindan amparo de los vientos y
ros que se sumaron a las observadas desde un prin- el sol excesivos. Si bien en los textos la mayoría de
cipio; entre ellas, un endemismo: el tucu- tuco del estas especies están citadas con una distribución
talar (Ctenomys talarum). que, hacia el sur no supera Punta Lara, en las cer-
Asimismo, se introdujeron para su protección, dos canías de La Amanda existen dos ejemplares de
endemismos de flora: el ombusillo (Phytolacca tetra- laurel criollo que, por su antigüedad, denotan que
mera) y la Mimosa bonplandii. llegaron hasta allí en forma espontánea.
Un arroyo de curso temporal atraviesa el predio, Hacia el fondo, un paredón o albardón de conchi-
y en él conviven renacuajos, peces, tortugas y lla compactada, quizás testigo mudo de una can-
coipos; sirviendo además de lugar de cría y retozo tera abandonada, hace de límite natural de la re-
de diferentes especies de aves acuáticas (patos, serva. Su conformación irregular, agrietada por

Talar en «La Amanda». Foto: Amanda Hummel

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


248 doquier y semicubierta de vegetación, constituye dación de Historia Natural «Félix de Azara», don-
un excelente refugio natural de lagartos, zorros y de La Amanda pasó a ser parte del programa de
zorrinos y contiene además restos arqueológicos Reservas Privadas de la Fundación, buscando así
de poblaciones aborígenes (los Tubichá-miníes), reforzar el estatus de conservación como reserva
que tenían su asiento en el lugar. privada y llenar, modestamente, un vacío ya que
En las copas de los árboles se distribuyeron cajas Punta Indio no posee ningún sector protegido como
nido para pequeños pájaros y se construyó sobre Reserva Municipal, en el PCS que, además de ser
el galpón un nicho, con la esperanza de que sea Reserva de Biosfera de la UNESCO y debido a su
ocupado por una lechuza de campanario (Tyto alba). importancia, ha sido declarado AICA, (Área de In-
En las tardes de verano, mientras los tucu-tuco, en terés para la Conservación de las Aves), (Hummel
arrítmica forma, baten imaginarios parches, las y Rodríguez, 2005) y AVPs, (Áreas Valiosas de Pas-
mariposas «zafiro del talar» (Doxocopa seraphina) y tizal) (Torres Robles et al.2004).
«bandera argentina» (Morpho epistrophus) aletean Como podemos ver, declaraciones de interés no
plácidamente bajo el bosque. le faltan al lugar. La Amanda pretende que dejen
Las medidas de manejo del lugar son permanen- de ser sólo declaraciones y se constituyan en he-
tes y abarcan, desde alejar a pescadores y algún chos reales y poder, de algún modo, dar cumpli-
cazador furtivo, pasando por perseguir a perros y miento a las palabras de Parodi en su clásico tra-
gatos domésticos, hasta el combate directo contra bajo de 1940: «Si se cercara bien un bosque, aunque fuese
la flora exótica, cardos, cardas, laureles, ligustros, de 30 ó 40 hectáreas, para impedir la entrada del ganado, se
madreselvas y otras. restablecería en pocos años no la vegetación climax, pero sí
una peniclímax que permitiría efectuar estudios científicos
importantes. Las generaciones venideras disfrutarían de un
COMO CONTRIBUCIÓN A LA CONSERVACIÓN documento más para comprender mejor nuestra historia y la
naturaleza de nuestro suelo.»(Parodi, 1940).
La Amanda busca, en primera instancia, consti-
tuirse en un lugar donde se demuestre que es posi-
ble recuperar y mantener un sector de talar; que AGRADECIMIENTOS
su visita y contemplación resulten altamente
atractivas y que la fauna logra recuperarse cuan- A Ricardo Barbetti, por habernos alentado y acon-
do las condiciones del medio lo permiten. Este pe- sejado en la recuperación de La Amanda.
queño lugar que hemos reconstruido con mucho A Alejandro Galup, por su constante apoyo y amis-
esfuerzo ya es visitado por naturalistas de renom- tad.
bre; es utilizado por grupos de especialistas en la A Gerardo y Silvia Soto, por su lucha para la con-
observación de aves y plantas y constituye un área servación de Punta Indio.
de alto valor educativo, tanto para la comunidad A Juan Carlos Chébez, Emilse Mérida y José Athor.
local como foránea. A la Escuela Argentina de Naturalistas de Aves
En el año 2005 firmamos un convenio con la Fun- Argentinas/Asociación Ornitológica del Plata.

BIBLIOGRAFIA

Barbetti, R. 1982. Algunas plantas autóctonas de Magdalena, Pilía, Guillermo. 2003. Toponimia de la Provincia de Buenos
Edic. del autor. Buenos Aires. Aires. Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires.
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Sur. En: A. S. Di Giacomo (editor), Áreas importantes para Salvadores, A. 1930. Ensayo sobre el pago de la Magdalena
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en la Prov. de Buenos Aires. Darwiniana 4 (1): 33-69.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Conservación y recuperación de talares


249

Anexo Gabriel Burgueño 1


José Athor 2

BIBLIOGRAFÍA RELACIONADA
CON LOS TALARES BONAERENSES
1
.Reserva Municipal Los Robles, Bto. Juárez y Williams (s/n), La Reja (1744), Moreno, Provincia de Buenos Aires.
gabrielburgue@yahoo.com.ar / reservalosrobles@yahoo.com.ar
2
Fundación de Historia Natural Félix de Azara - Gestión Talares Bonaerenses, Valentín Virasoro 732. Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
athor@speedy.com.ar

RESUMEN

En el presente aporte se enumeran las fuentes bibliográficas principales referidas a talares o relacionadas con su conserva-
ción y manejo. Si bien no representa una lista exhaustiva y definitiva, se han incluido los trabajos que describen estos
bosques, como también los relativos a conservación, flora, fauna y manejo.

Palabras Clave: Bibliografía, talar, tala, Celtis tala, manejo, conservación, uso sustentable.

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TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Anexoo


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Anexo / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN


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conservación de los «Talares de barranca» y «Talares de súmenes 110-111. Buenos Aires.
albardón» en la provincia de Buenos Aires, utilizando a las
aves de bosque como indicadores. Resúmenes de las Jorna-
das por la Conservación de los Talares Bonaerenses. Fundación
de Historia Natural Félix de Azara. 10, Buenos Aires.

TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN / Anexoo


59. -Voglino, D., G. Maugeri y R Herrera. 2001. Reserva 63. -Voglino, D. y E. F. Lipps. 2001. Cavernas en las barran- 259
natural urbana proyectada «Puerto Ramallo» (Ramallo cas del río Paraná, un recurso con posibilidades turísti-
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Urbanas. Aves Argentinas /AOP – Avina, Libro de Resúme- Argentinas /AOP – Avina, Libro de Resúmenes 115. Buenos
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60. -Voglino, D., R. Herrera y G. Maugeri. 2001. Reserva 64. -Voglino, D. y E. F. Lipps. 2003. Las cavernas naturales
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del extremo de la provincia. Primeras Jornadas de Reser- 65. -Voglino, D. y R. Herrera. 2001. Estado de conservación
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61. -Voglino, D., R. Herrera, G. Maugeri, S. Navas, L. cionales sobre Reservas Naturales Urbanas Aves Argentinas
Balarino, C. Achiorno, F. Andreucci, F. Ahrtz, J. Liotta, /AOP – Avina, Libro de Resúmenes 113-114. Buenos Aires.
B. Giacosa y J. All. 2001. Relevamientos sobre biodi- 66. -Zagel, Mauro. 2004. Situación de los talares de barranca
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fael de Aguiar» de San Nicolás, provincia de Buenos partido de Baradero. Resúmenes de las Jornadas por la Con-
Aires. Primeras Jornadas de Reservas Naturales Urbanas. servación de los Talares Bonaerenses. Fundación de Histo-
Aves Argentinas /AOP – Avina, Libro de Resúmenes 112- ria Natural Félix de Azara. 13, Buenos Aires.
113. Buenos Aires. 67. -Zanin, E. y A. do Campo. 2004. Micro reservas urbanas:
62. -Voglino, D. y R. Herrera. 2001. Estado de conservación Una opción. Resúmenes de las Jornadas por la Conservación
de la Reserva Municipal Ramallo (Pcia. de Buenos Ai- de los Talares Bonaerenses. Fundación de Historia Natural
res) a once años de su creación. Primeras Jornadas Na- Félix de Azara. 13-14, Buenos Aires.
cionales sobre Reservas Naturales Urbanas Aves Argentinas 68. -Zanin, E. y A. do Campo. 2004. 25 Talas: Mucho más
/AOP – Avina, Libro de Resúmenes 118. Buenos Aires. que un jardín. Resúmenes de las Jornadas por la Conserva-
ción de los Talares Bonaerenses. Fundación de Historia
Natural Félix de Azara. 14, Buenos Aires.

Anexo / TALARES BONAERENSES Y SU CONSERVACIÓN

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