El Sacro Imperio Romano Germánico
El Sacro Imperio Romano Germánico
El Sacro Imperio Romano Germánico
En su época de apogeo, en el siglo XI, el imperio abarcaba unos 950.000 km² y comprendía los
actuales territorios de Alemania, Austria, Suiza, Luxemburgo, Liechtenstein, Países Bajos,
Bélgica, la República Checa, Eslovenia, el este de Francia, el norte de Italia y el oeste de
Polonia.
Tras la firma del Tratado de Verdún, en el 843, los sucesores de Carlomagno gobernaron el
reino de Francia Oriental o Germania hasta la muerte del rey Luis el Niño, en el 911.
Luego del reinado de Conrado I, de estirpe franca, los príncipes germanos eligieron al conde de
Sajonia, Enrique I el Pajarero, como rey de Germania. Así se rompieron los lazos que unían a
este reino con el de los francos occidentales, donde todavía gobernaban los carolingios.
Enrique I fue sucedido por su hijo Otón I, que fue elegido rey de Germania en el 936. Su
posterior coronación como emperador por el papa Juan XII, en el 962, marcó la fundación
del Sacro Imperio Romano Germánico.
Era un Estado supranacional habitado por diversos pueblos, entre ellos alemanes,
italianos, suizos, flamencos, checos, austriacos, etc.
Su idioma oficial era el latín, pero se hablaba también una gran cantidad de
dialectos que con el paso del tiempo dieron origen al alemán, al italiano y
a algunas lenguas eslavas.
Su primera capital fue Aquisgrán, la ciudad elegida por Carlomagno para ser el
centro de su imperio. Con el paso del tiempo, los sucesivos emperadores residieron
en otras ciudades, como Ratisbona y Viena.
Su moneda oficial era el penique, una moneda de plata.
Hasta la irrupción de la Reforma protestante, en 1517, fue un Estado
mayoritariamente católico. A partir de entonces, comenzaron a extenderse
el luteranismo y el calvinismo.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Las principales características de la organización política del Sacro Imperio fueron las
siguientes:
Estaba integrado por alrededor de 300 Estados que podían
ser principados, ducados, obispados y ciudades libres.
Su máxima autoridad era un emperador, cuya elección estaba a cargo de un
conjunto de príncipes electores, que la Bula de Oro de 1356 fijó en 7.
Hasta 1508, los reyes elegidos como autoridad del Sacro Imperio solo eran
considerados emperadores si eran coronados por el papa.
Tenía un poder legislativo, llamado Dieta o Reichtag, que se reunía a pedido del
emperador, sin una periodicidad preestablecida y en distintas sedes. Este se
encargaba de sancionar las leyes. En 1663 se transformó en una asamblea
permanente con sede en Ratisbona.
El Tribunal de la Cámara Imperial y el Consejo Áulico eran los máximos
tribunales de justicia, con competencias superpuestas.
Corona utilizada por los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
Durante la Alta Edad Media, la del Sacro Imperio fue una sociedad
estamental constituida por una monarquía electiva, la nobleza feudal (laica o religiosa) y los
campesinos, que podían ser siervos o libres. Los siervos debían pagar tributo en productos o en
trabajo a su señor feudal, quien residía en un castillo o monasterio.
A partir de la Baja Edad Media, una burguesía ligada al comercio y las finanzas fue
progresando en las ciudades. Este nuevo sector social adquirió cada vez mayor peso y terminó
erosionando la sociedad feudal, durante los siglos XIV y XV.
Economía del Sacro Imperio Romano Germánico
Durante la Alta Edad Media las principales actividades de la economía feudal del Sacro
Imperio eran la agricultura y la ganadería.
A partir del siglo XII, el comercio y las actividades artesanales regidas por los gremios
fueron cobrando fuerza hasta transformarse en las principales actividades económicas. En 1358
se fundó la Liga Hanseática, que integró a unas 200 ciudades de Europa del Norte. La Liga
era una federación mercantil que comerciaba maderas, pieles, resina, miel, centeno, trigo,
cobre y hierro.
Durante los siglos XVI y XVII, la expansión del comercio ultramarino y el creciente
poderío naval de Inglaterra y las Provincias Unidas provocaron el declive de los intercambios
mercantiles en la cuenca del Báltico.
PROTAGONISTAS DEL SACRO IMPERIO ROMANO
GERMÁNICO
Entre los principales protagonistas de la historia del Sacro Imperio Romano Germánico se
encuentran: