Efecto Estético 3 Medio
Efecto Estético 3 Medio
Efecto Estético 3 Medio
DEPARTAMENTO DE LENGUAJE
LENGUA Y LITERATURA
EDA MODINGER
GUIA CENTRAL N° 2
UNIDAD 1:
DIÁLOGO: LITERATURA Y EFECTO ESTÉTICO
Nombre: Curso: 3° medio B Fecha: 12
-JUNIO/2023
OA 2: Reflexionar sobre el efecto estético de las obras leídas: Contenido: Tiempo: 4 horas
Cómo la obra dialoga con las experiencias personales del Literatura
lector. Cómo los recursos y técnicas literarias de la obra inciden Efecto estético
en el efecto estético producido.
OA 6: Producir textos (escritos o audiovisuales) coherentes y
cohesionados.
Instrucciones generales:
Destaca los conceptos más importantes, lee atentamente cada pregunta antes de contestar, al
responder utiliza lápiz grafito, cuida tu redacción y ortografía.
1. Reflexiona sobre cuáles son las lecturas que más te han impactado en tu trayectoria lectora y porqué lo han
hecho.
Preguntas para antes de la lectura:
¿Consideras que es importante para un niño crecer y convivir junto a sus padres?, ¿por qué?
¿Qué consecuencias podría tener para un niño no crecer en un ambiente en que lo amen? Justifica tu
respuesta.
Mi madre murió al momento que yo nací, y así, durante toda mi vida, no hubo nunca nada entre la eternidad y
yo; a mi espalda soplaba siempre un viento negro y desolador. Al principio de mi existencia, yo no podía saber
que iba a ser así: no lo supe hasta llegar a la mitad de mi vida, justo en el momento en que había dejado de ser
joven y descubrí que había perdido algunas de las cosas que siempre había tenido de sobra, y que poseía más
de algunas otras de las que apenas había disfrutado en absoluto. Y ese descubrimiento de pérdida y de
recompensa me hizo reflexionar acerca del pasado y del futuro: en mi origen estaba esa mujer cuyo rostro
nunca había visto, pero al final no había nada, nadie entre mi persona y ese negro espacio que es el mundo.
Sentí entonces que durante toda mi vida había estado al borde de un precipicio, que mi pérdida me había hecho
vulnerable, dura y desvalida; tomar conciencia de ello me permitió vencer la tristeza y la autocompasión.
Cuando mi madre murió dejándome a mí, una vulnerable criatura, enfrentada al mundo entero, mi padre me
puso al cuidado de la misma mujer a la que pagaba para que le lavase la ropa. Cabe la posibilidad de que le
recalcara la diferencia entre los dos bultos: uno de ellos era su hija, que no era la única criatura que había traído
al mundo, pero sí la única que había tenido con la única mujer con la que se había casado hasta entonces; el
otro contenía su ropa sucia. Habría llevado con más suavidad uno que el otro, le habría dado a ella
instrucciones precisas de que fuera más cuidadosa con uno que con el otro, habría esperado que se tratara con
mayor delicadeza uno que el otro, pero no sé cuál de los dos sería, porque era un hombre vanidoso, y su
aspecto era algo muy importante para él. Que yo era una carga para él, lo sé; que su ropa sucia constituía una
carga para él, lo sé, y que no era capaz de cuidar de mí, ni tampoco de lavar su propia ropa, lo sé.
Había vivido con mi madre en una casa pequeña. Era pobre, pero no porque fuera buena persona; aún no
había cometido suficientes maldades para hacerse rico. La casa estaba en una colina, y él había bajado por la
ladera llevando en equilibrio en una mano a su hija y en la otra su ropa, y había entregado los dos bultos, el
fardo de ropa y la hija, a una mujer. No era familiar de él ni de mi madre; se llamaba Eunice Paul, y tenía ya seis
hijos, de los cuales el último era todavía un bebé.
Por eso le quedaba algo de leche en los pechos para darme, pero a mí me sabía amarga y no la mamaba. Vivía
en una casa alejada de todas las demás, desde la que se divisaba una amplia vista del mar y las montañas y,
cuando yo me mostraba irritable y desconsolada, me envolvía en trapos viejos y me dejaba apoyada a la
sombra de un árbol y, ante la panorámica de aquel mar y aquellas montañas, despiadada, yo me deshacía en
lágrimas hasta quedar exhausta. Ma Eunice no era mala: me trataba exactamente igual que a sus propios
hijos...aunque eso no significa que fuera tierna con sus propios hijos. En un lugar como ese, la brutalidad es la
única herencia verdadera, y a veces la crueldad es lo único que se ofrece gratis. Ella no me gustaba, y echaba
de menos el rostro que nunca había visto; miraba por encima del hombro para ver si se acercaba alguien, como
su esperase que fuera a llegar alguien, y Ma Eunice me preguntaba qué estaba mirando, al principio en broma,
pero poco tiempo después, cuando empecé a hacerlo continuamente, creyó que eso significaba que era capaz
de ver espíritus. Yo no veía ni espíritus ni fantasmas, solo buscaba aquel rostro, el rostro que jamás vería,
aunque viviera eternamente.
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Glosario:
Fardo: Lío grande de ropa u otra cosa, muy apretado, para poder llevarlo de una parte a otra. Se hace
regularmente con las mercancías que se han de transportar, cubriéndolas con arpillera o lienzo embreado o
encerado, para que no se maltraten.
2. ¿Qué te parece a ti la decisión que tomó el padre sobre su hija?, ¿qué sensación te produjo esta decisión?
3. ¿Qué emoción te provoca que la niña anhele encontrarse con su madre? Justifica tu respuesta.
4. ¿Qué tipo de narrador es usado en esta historia?, ¿por qué el autor habrá tomado esta decisión?
5. ¿Qué tipo de ordenamiento temporal está presente en la obra?
6. Modifica el relato y reescríbelo desde la perspectiva de Ma Eunice. Luego, compártelo con tus compañeros.
7. ¿Qué te parece a ti la actitud de Ma Eunice ante los infantes?, ¿consideras que los padres pueden seguir
manteniendo ese tipo de actitudes en la actualidad?
8. ¿Por qué la narradora insistirá en describir ambos bultos que su padre entregaba a Ma Eunice?, ¿cuál es su
real intención comunicativa?
1. Considerando el texto leído ¿qué significa la siguiente expresión?: “a mi espalda soplaba siempre un viento
negro y desolador”