Consideraciones de Bombas Calor
Consideraciones de Bombas Calor
Consideraciones de Bombas Calor
El gasto medio en calefacción puede ser de 200€ a 1.000€ por hogar. ¿Cómo es posible
que exista un rango tan amplio de coste? Esto se debe principalmente por dos motivos, la
gran variedad de demanda energética que hay en las viviendas (que se puede disminuir
con un sistema de aislamiento térmicos) y la gran diversidad de ahorro energético que
se puede conseguir con un sistema eficiente de calefacción.
Esto quiere decir que debemos saber elegir muy bien cual es el sistema eficiente que más
conviene a nuestro hogar.
En nuestro artículo explicaremos cómo es posible que una bomba de calor, que emplea
energías renovables para su funcionamiento, tenga una gran variedad de eficiencia y
ahorro dependiendo de su tipo y clase. Aunque tal y como veremos, va a depender mucho
de cual sea la demanda de energía que tenemos en la vivienda y cuales sean las
circunstancias climatológicas del lugar.
Fuente: AFEC
Pero tal y como veremos en los diferentes tipos de bombas de calor, no todos los
sistemas pueden servir para todo, por ejemplo algunos se usarán únicamente para
calentar el agua e incluso los sistemas reversibles de bombas de calor sirven tanto para
calentar como para enfriar el ambiente.
Pero si recogemos, por ejemplo, el aire en invierno para tener calefacción o agua caliente
en el hogar, el aire que hemos extraído es frío, así que ¿Cómo se transforma? Aquí es
cuando se presenta el funcionamiento de la bomba de calor. A continuación mostramos
un ejemplo de cómo funciona una bomba de calor aire-agua.
1º Captación exterior. El calor ambiente que hemos extraído del exterior se transfiere
en las tuberías.
2º El fluido anticongelante (líquido bajo presión), se junta con el calor ambiente y extrae
el calor en el evaporador. Es obligatorio que el líquido anticongelante sea muchísimo
más frío que el calor ambiente sino no podrá extraer todo el calor.
3º El calor obtenido debe incrementar su temperatura. Para ello, el refrigerante que tiene
el calor se evapora en el evaporador (sí, consigue evaporarse aunque este a baja
temperatura).
4º Esta evaporación llamada vapor baja presión entra al compresor que funciona
gracias a la energía eléctrica, de esta forma conseguimos que se incremente mucho más
su temperatura.
Junto a la tecnología inverter en los equipos bomba de calor significa que su compresor
dispone de velocidad variable, lo que le permiten modular su potencia en función de la
demanda, otorgándoles una elevada eficiencia estacional.
Las bombas de calor tienen multitud de beneficios, son una de las tecnologías que se
seguirán empleando en el futuro por su nivel de eficiencia energética y porque utiliza
las energías renovables.
Entre sus mayores virtudes es importante destacar que tienen escaso nivel de
mantenimiento, añade valor al inmueble y es flexible, pudiéndose emplear por ejemplo
en suelo radiante o en aires acondicionados.
Si estás pensando en instalar este sistema de calefacción en casa te contamos Por qué
elegir una bomba de calor.
Es una de las grandes preguntas y controversias ya que es cierto que las bombas de calor
suelen utilizar electricidad para funcionar. Pero también es cierto que las bombas de
calor emplean energías renovables para producir energía: aerotérmica, geotérmica e
hidrotérmica.
Fuente: AFEC
El calor (o el frío) que se toma del aire se transporta directamente al aire de la zona que
queramos calentar (o enfriar).
Este tipo de bomba de calor suele ser la más usada, siendo la más económica y barata
por excelencia, al menos de forma general, aunque hay otros tipos de bomba de calor que
están en la misma banda económica.
Vitocal 359-A
Esta bomba usa el calor del aire del ambiente para calentar el agua. Podremos pensar que
este tipo de bombas solamente se pueden utilizar para calentar el agua de nuestro hogar o
nuestra piscina, pero lo cierto es que hay tecnologías que calientan el ambiente utilizando
el agua, hablamos del suelo radiante que nos promete en muchas ocasiones ahorrar entre
un 15% a un 20% más que otras tecnologías.
Este tipo de bomba de calor se emplea muchísimo menos que la bomba de calor aire-
aire y aire-agua. Esto no se debe a que sea menos eficiente, es más suele ser
precisamente al contrario, pero lo que ocurre es que requiere de unos condicionantes
específicos más difíciles de cumplir.
La bomba intercambia el calor (o frío) de una fuente de agua externa al agua de nuestro
hogar.
Se calcula que una familia de 4 miembros puede ahorrar 800 euros cada año y que pasado
los 4 años es cuando ya se consigue un retorno del coste de la bomba.
Estas bombas, realmente son bombas de calor agua-agua. Transfieren el calor obtenido
del subsuelo que se encuentra en el agua.
Las bombas de calor geotérmicas son las más eficientes por excelencia, tiene un
rendimiento extremadamente elevado en comparación con los demás tipos de bombas.
Sin embargo tiene otros inconvenientes, tiene una instalación costosa y tiene que cumplir
unos requisitos muy específicos, pues no todos los hogares pueden disfrutar de energía
geotérmica.
Cómo ya hemos tratado, por norma general suele ser la bomba de calor geotérmica a
pesar de que tiene otras desventajas. Sin embargo, no podemos basarnos únicamente en
el tipo de bomba de calor para decir cual es más eficiente o menos.
Entonces, ¿En qué tenemos que basarnos para medir su nivel de eficiente? En su COP y
EER.
Sí, la elección de una bomba de calor debe de basarse también en el clima. En países con
temperaturas templadas no hace falta una bomba de calor con una gran inercia, sin
embargo en países con temperaturas muy extremas sí.
Por norma general en países mediterráneos como es España funcionan bien la bomba de
calor aire-aire, por ejemplo. Sin embargo en países con temperaturas muy extremas, se
emplean las bombas de calor geotérmicas que al utilizar la energía del subsuelo, ya que
el terreno tiene más inercia térmica, por tanto las bombas de calor geotérmicas son
muchísimo mejores en temperaturas extremas.
Que en países del mediterráneo funcionen bien con sistemas de bombas de calor con
menos inercia térmica, no quiere decir que no se recomiende la utilización de bombas de
calor geotérmicas. Se calcula que en España el calor geotérmico puede alcanzar una
COP superior a 4,5 mientras que en bombas de calor aerotermicas tienen un promedio
de 3,5 a 4,5.
¿El nivel de eficiencia de una bomba de calor depende del sistema al que vaya
conectado?
Como ya sabemos, la bomba de calor no puede emitir el calor o frió sin utilizar otro tipo
de sistema, ya sea un radiador, suelo radiante, sistemas split…
Pues bien, el sistema más conveniente para “combinar” con nuestro sistema de bomba
eficiente, es la tecnología que opere a temperaturas más bajas, ya que la bomba de calor
es más eficiente a temperaturas más bajas que altas.
Por lo tanto, la tecnología más apta para emplear generalmente es el suelo radiante. Pero
esto no quiere decir que no se pueda emplear en otro tipo de sistemas, pues existen
radiadores a baja temperatura.
Las bombas de calor aire-aire y agua-aire, no pueden usar el suelo radiante, pues el
suelo radiante funciona con agua. Así que en estos casos se usan sistemas split o
multisplit.
En modo calefacción, las bombas de calor aire-agua toman el calor del aire exterior y lo
transfieren a un circuito de agua, que puede ser distribuido a otros sistemas como
radiadores, unidades de tratamiento de aire, suelo radiante o fancoils,..que a su vez ceden
el calor de ese agua al ambiente.
Las bombas de calor aire agua son combinables con diferentes sistemas de generación de
calor como calderas y captadores solares.
La eficiencia de una bomba de calor se mide a través del ratio del COP:
Que una bomba de calor ofrezca un COP = 4 significa que por cada kW de potencia
eléctrica consumida la potencia térmica emitida es de 4 kW. Sería una caldera de un 4000
% de rendimiento.
Los fabricantes ofrecen el dato del COP nominal en unas determinadas condiciones que
deben venir indicadas, así como la Norma bajo la cual se ha obtenido.
A través de un compresor la bomba de calor tiene una zona de baja presión, que favorece
la absorción de calor (evaporador) y otra zona de alta presión, que favorece la cesión del
calor tomado del aire exterior (condensador). Este condensador intercambia la energía
con el circuito de agua, pudiendo usarse para suministrar servicio de calefacción y/o ACS.
Para que se produzca este bombeo de calor de un foco que está a baja temperatura hacia
otro foco a mayor temperatura se precisa el cambio de presión del fluido refrigerante que
absorberá calor a baja presión en la que es más fácil la evaporación, y lo cederá a alta
presión en la que es más fácil la condensación.
Pero debe tenerse en cuenta que consume de una fuente energética cara, con un bajo
rendimiento global y altas emisiones. Por tanto la parte renovable deberá ser alta en
comparación del consumo eléctrico (especialmente del compresor) necesario para que se
produzca el bombeo de energía.
Para bombas de calor accionadas eléctricamente el valor del rendimiento estacional, SPF,
de la bomba de calor debe ser superior a: 2,5
El IDAE nos facilita una Guía Técnica (Prestaciones medias estacionales de las bombas
de calor para producción de calor en edificios) para corregir el valor nominal del COP de
una bomba de calor, y así determinar el SPF en condiciones de trabajo aplicando unos
coeficientes correctores por zona climática, FP, y por temperatura de condensación, FC.
Si aplicamos este último método, el fabricante debe aportar el valor del COP nominal de
la máquina obtenido en base a las Normas de ensayo: UNE-EN 1451, UNE-EN 15316,
SPF = COPnominal x FP x FC
Factor de ponderación, FP
Recordemos que la bomba de calor debe conseguir calor del ambiente exterior, y por tanto
a medida que disminuye la temperatura exterior la cantidad de energía absorbida será
menor, aumentando el consumo eléctrico de la misma.
La mayor parte del territorio nacional está dividido en 5 zonas climáticas, tal y como
muestra la imagen adjunta.
Estas zonas climáticas se pueden consultar en el apéndice B del Documento HE1 del
Código Técnico de la Edificación, pues cada provincia tiene zonas con distinta altitud, y
consecuentemente climatología.
Observamos que los factores de ponderación, FP, dependen también del tipo de bomba
de calor. Además por esta metodología se toman valores conservadores obtenidos en los
casos más desfavorables.
El fabricante ofrece datos del COP a una temperatura de condensación que puede no ser
la temperatura de utilización del equipo. Es fácil pensar que a menor temperatura de
trabajo, facilitará la condensación del refrigerante (entra en fase gas y sale licuado).
Ejemplo
Datos de la instalación:
Albacete (zona climática D).
Instalación de suelo radiante con una temperatura de trabajo de 45 ºC.
Resultado:
Aplicando: SPF = COPnominal x FP x FC
Obtenemos: SPF = 4,59 x 0,75 x 0,77 = 2,65 > 2,5 à RENOVABLE
Existen varias fórmulas para hacer un cálculo aproximado de la potencia calorífica que
se necesita para calentar cada estancia de nuestra vivienda si no tienes calefacción central.
Para realizar el cálculo de los Vatios (W) de calefacción eléctrica que va a necesitar tu
vivienda, desde Caloryfrio.com te proponemos que realices esta sencilla operación.
Coge papel, lápiz y calculadora porque tendrás que trasladar los valores de 5 variables a
la fórmula de cálculo: la superficie de la estancia (m2), la orientación de la vivienda, su
nivel de aislamiento, la zona climática en la que se encuentra.
Para calcular la potencia de calefacción que necesitaremos por metros cuadrados (en W),
plantearemos la siguiente fórmula de cálculo que será válida para estancias con una
altura menor de 2,5 metros cuadrados:
B = Orientación
De la orientación de la vivienda depende que reciba una mayor o menor cantidad de luz
solar. Una casa con orientación Sur siempre es más soleada y por tanto, está más caliente.
Así, elige entre cuatro opciones y tranfiere el dato a la fórmula:
C = Aislamiento
D = Zona climática
Para esta habitación necesitamos un radiador eléctrico o una bomba de calor que tenga al
menos 2.064,4 W vatios de potencia calorífica.
No hay una sóla respuesta correcta a esta pregunta ya que, como hemos explicado
anteriormente, la necesidad de potencia no sólo viene definida por el espacio a calentar,
sino por la orientación del edificio, el aislamiento de su fachada o la zona climática en la
que nos hayemos.
Sin embargo, siguiendo con el ejemplo anterior, podemos realizar un cálculo para saber
cuántos kW se necesitan para calentar un metro cuadrado de una habitación de 20 metros
cuadrados situada en Bilbao, con orientación sur y un buen aislamiento.
Sabemos que necesitamos 2.064,4 W para calentar 20 m2 por tanto, necesitaremos 103,2
W, o lo que es lo mismo, 0,103 kW para calentar un metro cuadrado.
Para saber cuántos radiadores debemos instalar en una habitación, conviene realizar el
cálculo por m3 ya que la altura es un aspecto muy importante a valorar. A continuación,
explicamos los pasos para conseguir el cálculo de radiadores por m3.
3. Calcula los elementos del radiador: las kcal/h o kW/h obtenidas habrá que
dividirlas por la potencia calefactora de cada elemento del radiador y el resultado
es la cantidad de elementos que seran necesarios en el radiador.
Haremos para saber cuántos radiadores necesitaremos para calentar una casa de 75 m2,
con una altura de 2,5 m, nos da 187,5 m3
De todas formas, volvemos a recordar que estamos hablando de unos cálculos muy
simples. Para que las potencias realmente se correspondan con las necesidades de una
vivienda, el cálculo debe realizarse mediante la valoración de ubicación de vivienda,
orientación, m2 de aberturas acristaladas, m2 de pared exterior, m2 suelo exterior o con
vecinos, m2 techo con vecinos o exterior, coeficientes de transmisión, etc ... algo que
recomendamos pedir a un instalador profesional para que se realice un cálculo real y sobre
todo eficiente de la calefacción que necesita su vivienda.
Además, deberá añadirse unos suplementos por orientación norte, intermitencia y por dos
o más paredes al exterior. Para facilitar y determinar, de un modo rápido y aproximado,
la potencia calorífica de una vivienda, es importante tener en cuenta distintos factores,
como son:
Factor A
Factor B
Factor C
Factor que regula las necesidades a partir del tipo de construcción, basándonos en la
antigüedad del edificio.
De esta forma, uno de los métodos más eficientes para calcular las necesidades térmicas
de nuestro hogar, consiste en multiplicar la superficie del local (habitación) por estos tres
factores, variables en función de las características y situación de la vivienda.
Prestando un poco de atención a las condiciones de nuestro hogar y siguendo una serie
de consejos para ahorrar en calefacción simples pero muy útiles, podemos conseguir un
ahorro muy considerable en la factura energética.
Revise los aislamientos de ventanas y persianas. Una medida muy eficiente es instalar
sistemas de doble ventana (o, al menos, el doble acristalamiento), ya que reducen
prácticamente a la mitad la pérdida de calor con respecto al cristal sencillo. Procure
asimismo que los cajetines de las persianas no tengan rendijas y estén convenientemente
aislados. Colocar cortinas gruesas también ayuda a mantener el calor.
Una vivienda mal aislada necesita más energía; pequeñas mejoras en el aislamiento entre
muros pueden conllevar ahorros energéticos y económicos de hasta un 30% en
calefacción.
Aunque la sensación de confort sea subjetiva, se puede asegurar que, en invierno, una
temperatura de entre 19ºC y 21ºC es suficiente para la mayoría de personas. Por la noche,
basta tener una temperatura de 15ºC a 17ºC para sentirnos bien. Por cada grado que
aumentemos la temperatura, se incrementa el consumo de energía aproximadamente en
un 7%.
Para los sistemas de caldera y radiadores de agua caliente, un procedimiento sencillo para
mantener la temperatura deseada en cada una de las habitaciones consiste en la instalación
de válvulas termostáticas sobre los propios radiadores.
Es conveniente apagar la calefacción durante la noche, salvo en zonas muy frías, y hacer
vida en la parte de la casa en la que de el sol. En aquellas habitaciones que sean menos
utilizadas, se puede bajar la temperatura o incluso apagar o cerrar el radiador.
Si se ausenta por unas horas, reduzca la posición del termostato a 15ºC (la posición
"economía" de algunos modelos corresponde a esta temperatura), y si va a dejar la
vivienda por unos días, apágela.
Para ventilar completamente una habitación es suficiente con abrir las ventanas alrededor
de 10 minutos: no se necesita más tiempo para renovar el aire y se malgasta energía.
Las calderas deben someterse a revisiones periódicas (tanto las calderas de gasoil como
las demás). Es aconsejable una revisión anual al inicio de la temporada de calefacción.
Una caldera sucia tiene dificultades para la combustión y, por tanto, consume más y lo
mismo ocurre si no sacamos el aire de los radiadores periodicamente. Un mantenimiento
adecuado le ahorrará hasta un 15% de la energía.
Procure no tapar ni obstruir los radiadores para aprovechar al máximo el calor que emiten.
En el caso de que estén situados en huecos u hornacinas, es importante colocar elementos
reflectantes detrás de los mismos.
A tener en cuenta:
El calor en la vivienda fluye desde las habitaciones calientes hacia las más frías, y desde
abajo hacia arriba.
En promedio, el calor de la casa se pierde por las siguientes vías: paredes (35%); techo
(25%); rendijas normales (15%); piso (15%); ventanas (10%). Una rendija o hendidura
anormalmente grande puede aumentar mucho la proporción de calor perdido por esa vía.
En la práctica común, se utiliza como base del cálculo de frigorías unas 100 frigorías
por metro cuadrado.
Si el recinto tiene una gran carga térmica por disponer de una gran superficie acristalada
o por el color oscuro de la pared exterior que absorbe más radiación o el recinto esta en
una zona calurosa, etc., se recomienda incrementar la base del cálculo de 100 a 130
frigorías metro cuadrado.
Otra opción para calcular las frigorías de aire acondicionado que necesitamos es
multiplicar los metros cúbicos de la estancia por 50.
Para saber cuántos metros cúbicos tiene una habitación tenemos que multiplicar los
metros cuadrados por la altura de la misma. Por ejemplo: una habitación de 20 m2 por
una altura de 2,5 m2 resulta una estancia de 50 m3.
En caso de habitaciones muy soleadas o áticos se deben incrementar los valores en 15%.
Si existen fuentes de calor (como por ejemplo, la cocina) hay que aumentar la potencia
en 1 Kw.
*Los cálculos que presentamos en este artículo son orientativos. Recomendamos acudir
a los expertos de Salvador Escoda que te ofrecerán un estudio exacto de tus necesidades.
Calor sensible es aquel que sirve para aumentar la temperatura de un objeto. Calor latente
es el calor que sirve para cambiar de estado un material (solido->liquido, liquido->
vapor,…).
El más importante es tener en cuenta todas las ganancias de calor que puede contener en
el recinto a ser climatizado tanto procedentes del ambiente exterior como interior del
edificio, así como:
• Ubicación.
• Orientación geográfica.
• Condiciones exteriores de humedad y temperatura.
• Condiciones internas requeridas de humedad y temperatura, recomendada, 24º en
verano y 22º en invierno.
• Superficie y altura del recinto a ser climatizado.
• Dimensiones en m2 de las paredes y cristales.
En caso de no disponer de todos los datos necesarios o no necesite tanta precisión y detalle
en los cálculos que expondremos a continuación, se puede utilizar los siguientes ratios
generales de climatización:
Para poder ayudar a la comprensión de cada etapa del cálculo de cargas, suponemos el
siguiente ejemplo para saber la potencia en refrigeración necesaria según condiciones
requeridas.
DATOS DE CÁLCULO:
Aforo: 25 personas.
Ordenadores: 25 uds.
U tejado:1,05 w/m2.
Todas las zonas con vidrios hacia el exterior deben tener en cuenta el cálculo de ganancia
solar en el cristal con la siguiente formula:
Q = 280,32 w/m2
Q paredes interiores = 91,2m2 (4 x (6,4 + 10 + 6,4))x 2,39 w/m2 x 3,5ºC (7ºC /2)
Tener en cuenta la actividad en el recinto a ser climatizado es muy importante, dado que
la tasa metabólica cambia con relación al tipo de actividad desempeñada, así como,
oficina, sala de espera, aula, comercio, etc. A continuación, obtenemos el calor sensible
y latente de aporte por la ocupación.
Los datos de calor sensible y latente por persona en función del tipo de actividad ejercida,
puede ser extraído del RITE.
En caso de no disponer de dichos datos, se puede considerar los factores por metro
cuadrado.
Panadería: 35 W/m2
Q equipos = 3000 W
El cálculo de potencia instalada en iluminación interior sigue el mismo criterio del cálculo
de potencia de equipos electrónicos, dado que, si no dispone de valor de calor disipado,
puede tener en cuenta los ratios de iluminación del CTE:
Administrativo: 12 W/m2
Hospitalario: 15 W/m2
Q iluminación = 1264 W
Para asegurar la calidad del aire, se debe considerar en cálculo de cargas la aportación de
aire exterior. El CTE establece un caudal mínimo en función de la tipología del edificio:
Para hospitales, clínicas, laboratorios y guarderías -Calidad Óptima (IDA 1): 20 L/s (72
m3/h) por persona
Para saber la carga térmica del aire de renovación e infiltración, necesitamos tener en
cuenta las cargas sensibles y latentes a través de las siguientes formulas:
Q = Caudal (m3/h) x ρ (densidad del aire) x Ce aire (calor especifico del aire) x ΔT
Q = Caudal (m3/h) x ρ (densidad del aire) x Ce agua (calor especifico del agua) x Δw
Q latente ventilación = 1125 m3/h (IDA 2 - 45 m3/h * 25 personas) x 1,18 kg/m3 x 0,54
kcal/kgºC x 7 g/Kg AS (19 - 12)
•
Caudal: Es calculado multiplicando la cantidad de personas por una de las IDAs
especificadas en el CTE. En caso de infiltración, necesita calcular el caudal de
aire infiltrado.
• ρ (densidad del aire): 1,18 kg/m3
• Ce aire (calor especifico del agua): 2257 J/KgºC = 0.54 Kcal/KgºC
• ΔT: Diferencia de la humedad absoluta entre el ambiente exterior y el interior que
se puede localizar utilizando la tabla psicométrica.
El calor que el aire acondicionado debe extraer del espacio acondicionado es la suma
del total de cargas sensibles y cargas latentes del espacio, pero para mantener la
condición de diseño no es simplemente suficiente extraer del espacio la misma cantidad
de calor que la que gana éste por hora. Deben extraerse las cantidades correctas de calor
sensible y de calor latente, y de ahí la importancia del punto de rocío del aparato.
La relación del calor sensible del espacio al calor total del espacio se llama factor de
calor sensible y puede expresarse en la forma:
Es decir, las diferencias inmediatas que se derivan de las definiciones de los coeficientes
COP/EER y SCOP/SEER son:
Alcance y relevancia
•
• Eficiencia energética estacional de refrigeración de espacios (ηs,c), que se
expresa también en % y está directamente relacionado con el coeficiente SEER
según la fórmula siguiente:
Puede asegurarse que, el esfuerzo de I+D+i que requiere un equipo actual tiene poco que
ver con el que tenía hace apenas una década. Actualmente los criterios de diseño de los
equipos son mucho más exigentes, teniendo especial relevancia los rendimientos de los
equipos a cargas parciales, que es la condición en la que trabajan la mayor parte del
tiempo, así como el gasto energético de los elementos que funcionan permanentemente,
como es el caso de los ventiladores o las bombas.
En esta línea, los sistemas con modulación de la capacidad, como es la tecnología inverter,
se convierten en elementos casi imprescindibles para alcanzar unos elevados ratios de
eficiencia, y estos sistemas han de estar incorporados no solo en los compresores, sino en
cualquier elemento conectado un motor eléctrico. Es decir, el dicho tradicional de
“adaptar la capacidad a la demanda” ha derivado en un imprescindible “adaptar el
consumo a la demanda”.
Conclusión
Son los valores de los factores de eficiencia estacional ηs,h y ηs,c , o igualmente de SCOP
y SEER, los que realmente reflejan el comportamiento energético de los equipos de
climatización. Y de hecho, los coeficientes de rendimiento instantáneo COP/EER tienden
a tener un papel cada vez más intrascendente y de hecho cada vez se recurre menos a su
utilización.
Como complemento al post, al final del mismo podéis encontrar una hoja de cálculo de
Google Sheets en la que se aplica lo expuesto. No obstante, si lo que necesitas es calcular
las cargas térmicas para el proyecto de una instalación nueva, lo procedente es que
emplees un software de cálculo que aplique un método horario. Si te interesa, tienes a
tu disposición el curso de Cálculo de cargas térmicas con Tekton3D en el que te enseño
a utilizar uno.
Cargas sensibles
Cargas latentes
Cargas sensibles
Cargas por transmisión a través de cerramientos opacos
Siendo:
Donde:
Δt: diferencia de temperaturas entre las caras interior y exterior del cerramiento (ºC)
La radiación solar atraviesa los elementos traslucidos y transparentes e incide sobre las
superficies interiores de los locales, calentándolas. Esto incrementa la temperatura del
ambiente interior. Las cargas por radiación se obtienen como:
Siendo:
R: radiación solar que atraviesa un vidrio sencillo en w/·m2, tabulada para cada latitud.
En la tabla siguiente se resumen los valores de las máximas aportaciones solares a través
de vidrio sencillo (Manual de Aire Acondicionado de Carrier, tabla 6)
La carga térmica sensible por ventilación o infiltración de aire exterior se determina como
sigue:
Donde:
Esta carga se determina en multiplicando una valoración del calor sensible emitido por la
persona tipo por el número de ocupantes previstos para el local. La cantidad de calor
emitido por persona se obtiene de la tabla siguiente, en W por ocupante.
En la hoja de cálculo que he dejado al final aparecen las tablas insertadas en el post.
Lámparas de descarga:
Donde:
Donde:
Cargas latentes
Carga latente por ventilación o infiltración de aire exterior
La carga térmica latente por ventilación o infiltración de aire exterior se determina como
sigue:
Donde:
0,63: producto de la densidad estándar del aire (1,2 kg/m3) por el calor latente de
vaporización del agua (0,52 Wh/g)
Esta carga se determina en multiplicando una valoración del calor latente emitido por la
persona tipo por el número de ocupantes previstos para el local. La cantidad de calor
emitido por persona se obtiene de la tabla que aparece en el apartado donde se describe
la Carga sensible por ocupación del local.