Las Razones Del Ateismo

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FICHA – LAS RAZONES DEL ATEÍSMO “CIENTÍFICO” - I SEMESTRE

EDUCACIÓN DE LA FE

NOMBRE Y APELLIDO: ___________________________________________


IV SEC Y SECCIÓN: ___ FECHA: ____________PROF: Sergio Alvarado Silva

● Construye su identidad como persona humana amada por Dios, digna, libre y trascendente,
comprendiendo la doctrina de su propia religión, abierto al diálogo con los que le son cercanas.
COMPETEENCIA
● Asume la experiencia del encuentro personal y comunitario con Dios en su proyecto de vida en
coherencia con su creencia religiosa.
CI2 Confronta las posturas en relación con lo divino, para que dé razón de su fe, analizando la realidad,
priorizando necesidades, planteando y analizando alternativas, seleccionando y presentando su
DESEMPEÑO propuesta, revisando su actitud y compromiso ante la vida por medio de un PNI.

Lee, resalta y sumilla las lecturas.

LAS RAZONES DEL ATEÍSMO "CIENTÍFICO"1


Autor: Javier Sánchez Cañizares
Publicado en: Revista "Palabra", pp. 56-59
Fecha de publicación: junio 2012

El pasado 23 de febrero tuvo lugar en la Universidad de Oxford un encuentro singular. El


biólogo Richard Dawkins y el primado anglicano Rowan Williams conversaron durante una
hora y media sobre la naturaleza y el origen de los seres humanos. Numerosos medios de
comunicación se hicieron eco del acontecimiento. Se daba además la circunstancia de que
en el mismo escenario había tenido lugar, hacía más de 150 años, una discusión entre
Thomas Huxley y el arzobispo Wilberforce que acabó más bien en desencuentro: el clérigo
preguntó a Huxley si era descendiente del mono por parte de madre o de padre.

Gracias a Dios, el debate entre Dawkins y Williams resultó un ejemplo de buenas maneras.
Ambos pudieron exponer sus puntos de vista de manera pacífica, interpelarse para pedir
aclaraciones e incluso mostrar su acuerdo sobre determinados aspectos. El debate contó
con una enorme audiencia, lo que muestra el interés que despierta el debate entre ciencia
y religión en el mundo contemporáneo. Ahora bien, ¿cuáles son los puntos de conflicto en

1
https://www.unav.edu/web/ciencia-razon-y-fe/las-razones-del-ateismo-cientifico

1
la actualidad? ¿Han evolucionado los argumentos en los últimos años? ¿Estamos ante un
diálogo de sordos que nunca llegarán a entenderse?

La imagen de Dios en juego


Hoy día puede decirse que la relación entre ciencia y religión no es en absoluto conflictiva.
Pero también es cierto que en determinados círculos religiosos fundamentalistas se
rechaza a la ciencia como enemiga de la revelación divina y que algunos científicos
presentan periódicamente arengas a favor del ateísmo, supuestamente avalados por su
prestigio intelectual. ¿Cuáles son las razones que esgrimen estos últimos?

Para entender las razones del ateísmo "científico" de personalidades como Richard
Dawkins o Stephen Hawking, conviene tener presente la imagen de Dios que atacan con
su argumentación: el llamado "Dios de los agujeros".

El ateísmo científico considera que, a lo largo de la historia, los creyentes recurren a Dios
siempre que se hallan ante un fenómeno que no pueden explicar o dominar. Así, rezan a
Dios para que los libre de la peste negra, dé buen tiempo a las cosechas o sane a un
enfermo incurable. Por el contrario, los avances en el conocimiento científico mostrarían
que las verdaderas causas de esos fenómenos son exclusivamente naturales, sin que haya
ninguna necesidad de invocar a un ser sobrenatural: en vez de rezar para que haga sol en
la excursión de mañana sería mejor consultar la predicción meteorológica de los expertos.

La expresión "Dios de los agujeros" enfatiza que Dios resultaría únicamente un recurso
para rellenar aquellos huecos del conocimiento científico que aún existen. El ateísmo
científico está convencido de que la ciencia es, en última instancia, capaz de descubrir las
causas naturales que explican todos los fenómenos. Ciertamente, tras enfrentarse con los
cambios gnoseológicos provocados por la mecánica cuántica y la teoría del caos, la ciencia
actual ya no presume del ingenuo determinismo del s. XIX, pero lo sustancial de las
posiciones del ateísmo científico permanece inalterable: el progreso en el conocimiento
científico supondrá finalmente la desaparición de todos los agujeros epistemológicos y,
con ellos, la desaparición de Dios del pensamiento humano.

El argumento genérico del ateísmo científico se ha concentrado en los últimos años en dos
cuestiones fundamentales: el origen del universo y el origen del hombre.

Una de las cuestiones que más asombran a los cosmólogos es el "ajuste fino" de las
constantes fundamentales del universo. Si el valor de las mismas hubiese sido ligeramente
distinto, el cosmos resultaría radicalmente diferente a como lo observamos hoy (sería
probablemente un gran vacío sin galaxias o un enorme agujero negro). El ajuste fino es
algo que muchos han visto como un argumento a favor de la existencia de un ser superior,
que fijaría los valores oportunos de las constantes antes de poner en marcha el universo.

El libro "The Grand Design" de Stephen Hawking y Leonard Mlodinow rechaza esta visión
proponiendo un escenario científico alternativo. En realidad, nuestro universo no sería
sino uno de los muchos posibles dentro del gran multiverso (el conjunto de todos los

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potenciales universos en una teoría unificada de supercuerdas). Los universos nacerían a
partir de fluctuaciones cuánticas y el nuestro no tendría nada de especial; procedería
simplemente de una fluctuación que se amplifica hasta desarrollar un universo capaz de
albergar seres humanos conscientes de ello.

Una perspectiva análoga se da en torno al problema del origen del hombre. La teoría
general de la evolución ofrece una explicación de la aparición de las especies sobre la
tierra a partir de mutaciones en el código genético de los seres vivos y la selección natural
de los que mejor se adaptan al ambiente. Dicha teoría es respaldada por la mayoría de los
científicos y es la que ofrece una mejor explicación de la ingente cantidad de datos
paleontológicos, morfológicos y genéticos de que disponemos en la actualidad.

Ahora bien, algunos biólogos como Dawkins y neurofilósofos como Patricia Churchland
defienden, dentro de dicho marco, que el hombre sería una especie más, proveniente de
complicados fenómenos de autoorganización de la materia e interacción con el ambiente.
En ese sentido, lo que llamamos capacidades superiores del ser humano: autoconciencia,
inteligencia o libertad no serían más que complejas dinámicas cerebrales. En otras
palabras, meras ilusiones similares a la de creer que el sol gira en torno a la tierra.

Niveles de realidad
¿Qué podemos decir ante todo esto? Hay que reconocer el grado de persuasión de ciertas
apreciaciones del ateísmo científico. Desde luego, no han faltado ocasiones a lo largo de la
historia en que la ciencia ha purificado a la creencia religiosa de meras supersticiones y —
en momentos puntuales como en el caso Galileo— de interpretaciones erróneas de la
Sagrada Escritura. Esto no es sorprendente pues, si bien la fe purifica a la razón, también
se da un «papel purificador y vertebrador de la razón respecto a la religión. Se trata de un
proceso en doble sentido» (Benedicto XVI, Discurso en Westminster Hall, 17-IX-2010).

El conocimiento científico avanza y la ciencia tiene sus propios mecanismos para desechar
las falsas teorías. Ahora bien, ¿abarca la ciencia todos los niveles de la realidad? La ciencia
da una explicación muy fundamental de la realidad que percibimos, ¿pero se puede
reducir todo a ciencia? Un ejemplo claro lo encontramos en la creación artística. Podemos
descomponer en ondas acústicas una interpretación del Réquiem de Mozart, determinar
la composición química de la pintura de Las Meninas y calcular la distribución de cargas
que se da en la Basílica de san Pedro; ¿pero ofrece cada una de esas descripciones una
explicación completa de la realidad a la que nos enfrentamos?

La imagen del "Dios de los agujeros" que presenta el ateísmo científico tiene su parte de
verdad. No obstante, considera iguales a todos los agujeros: simples vacíos de
conocimiento que terminará colmando la comprensión científica. Sin embargo no todos
son iguales. El ateísmo científico parte de una comprensión inicial reduccionista: pensar
que solo la ciencia es capaz de dar una explicación racional y completa del mundo.

Desde un punto de vista estrictamente científico, los intentos de dar una explicación
natural del origen del universo a partir de la teoría del multiverso o de la aparición de la

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conciencia humana desde la autoorganización de la materia son, hoy por hoy, pura ciencia
ficción, como reconocen todos los científicos (incluidos Hawking y Dawkins). Pero, aun si
llegaran a dar una explicación científica de estos fenómenos, ¿se estaría dando una
explicación completa de la realidad? ¿Se estaría explicando la razón de la existencia del
mundo o de la búsqueda de sentido que lleva a cabo el ser humano? No se puede explicar
lo que a priori se rechaza. Y sin embargo — parafraseando a Galileo— existe.

El ateísmo científico pide a la ciencia más de lo que puede dar. La ciencia no es teísta ni
atea. No se debe utilizar para hacer teísmo o ateísmo. Filosofía y teología son los modos
de la racionalidad humana que pueden indagar los porqués últimos de la existencia. En
último término, el ateísmo científico se contradice a sí mismo pues, si fuese cierto, no
tendría que tomarse el trabajo de refutar una ilusión. Paradójicamente, el hombre es el
único animal que hace ciencia y busca convencer a quienes reconoce la capacidad de
rectificar: de ser libres, ni más, ni menos.

CARTA A QUIENES CRITICAN A LAS PERSONAS QUE CREEN


EN DIOS 2

Por: Diana Ravelo Opinión Vida 25 de Abril de 2017 Publicado en: La travesía

Debo confesar que a veces me siento aburrida de ser el blanco de burlas de quienes no
comparten mi fe, pero sí se dicen defensores de las libertades. Soy cristiana hace más de
10 años y diferente a lo que muchos podrían pensar, porque se supone vivimos en un
mundo que hace alarde de su libertad de culto, creer en Dios es cada vez más difícil.

Pienso en quienes han dado su vida en pos de vivir con plena libertad su fe, compartirla a
otros o ayudando a sus comunidades en medio de vetos, conflictos y guerras y me
pregunto por qué no volvimos a hablar de esos héroes anónimos. Porque aunque no sea
un tema que ocupe las primeras planas de los medios a diario, la verdad es que siguen
muriendo o siendo perseguidas personas por confesar sus creencias.

Tan solo por dar un dato, citando a Emilio Cárdenas en su texto ‘Incesante persecución a
los cristianos en el mundo‘, publicado en el diario La Nación:

En el 2016, las persecuciones más intensas contra los cristianos ocurrieron en: Corea del
Norte, Somalía, Afganistán, Pakistán, Sudán, Siria, Irak e Irán. Lamentablemente hay,
entre los 50 países del mundo en los que las persecuciones contra los cristianos fueron las
más intensas el año pasado, dos países latinoamericanos: esto son México y Colombia, que
ocupan los lugares 41° y 50°, respectivamente de ese sórdido listado.

2
http://blogs.eltiempo.com/la-travesia/2017/04/25/cristianos-en-colombia/

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He entendido el valor de respetar a quienes piensan diferente a mí esperando recibir lo
mismo de vuelta, pero, para ser sincera, es cada vez más común soportar el ser
descalificada por otros simplemente por decir que creo en Dios.

Sé que escribir sobre estos temas en un medio de comunicación es llamar a una


“tormenta de arena virtual”, pues más de uno, sin siquiera leer el texto, te va a ofender y
sacará a relucir los lugares comunes que siempre adornan este tipo de conversaciones.
Por eso, lejos de hacer de este post en mi blog un debate por quién tiene la razón, es una
invitación a que nos escuchemos y nos hablemos con respeto de parte y parte.

Nos tratan de “godos”, “cerrados de la cabeza”, “ignorantes”, “estúpidos” entre otras


expresiones que demuestran que en ocasiones se nos olvida que el termino tolerancia se
debería aplicar no solo para esas comunidades a las que somos afines sino también a
aquellas que no entendemos o que simplemente desconocemos.

No, no soy de los que creen porque sí, de los que van a una iglesia cristiana por
convención social o heredad familiar, ni tampoco me extirparon el cerebro en mi camino a
Dios. Al contrario, he logrado entender que Él no quiere que deje mi cerebro en la puerta
sino que sea una mujer intelectualmente preparada en todos los roles de mi vida: como
hija, hermana, amiga, vecina, ciudadana y en mi oficio como periodista. Seguir a Jesús me
desafía a diario a amar a los otros, a tratar de ser coherente y a promulgar mi fe con
argumentos fuertes (no perfecta, porque al fin y al cabo seguimos siendo humanos).

Trabajo para aprender a escuchar a los demás así como me gustaría ser escuchada: con
atención y respeto. Creo que seguir a Dios no se trata de religión, sino de una relación
diaria para conocerle y experimentarlo personalmente, alejada de tradiciones o
protocolos replicados a control remoto.

No me gusta el licor (de hecho repudio su olor) o el cigarrillo, no me divierten las fiestas
porque sencillamente no es mi ambiente y sí, creo en eso de esperar hasta el matrimonio.
No lo hago por obligación, nadie me está presionando o me lo ha prohibido, lo hago por
convicción.

¿Por qué es tan difícil de entender? ¿Qué le hace creer a las personas que por ser esa mi
opción de vida soy menos feliz o no disfruto lo suficiente mi juventud? Y de paso, si alguna
vez le causó curiosidad, le respondo: ¡Me siento feliz y plena viviendo así! Entre más pasan
los años más convencida estoy de que ha sido mi mejor decisión. Por eso, apreciaría que
en vez de insistir una y otra vez en que cambie mi elección, decida respetar mis creencias.

Sé que en ocasiones las iglesias han cometido errores como institución, que hay
testimonios que desilusionan, pero: ¿Por qué culpar a Dios de las fallas de las personas?
¿Por qué medir a todos los que seguimos a Jesús por equivocaciones individuales? ¿Qué
tal si nos da una segunda oportunidad y nos conocemos sin prevenciones o estigmas?

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Aunque parece que el decir que se cree en Dios para algunos está pasado de moda o es
impopular, vuelvo y lo escribo: sí, creo en Dios, leo la Biblia, voy a una Iglesia y no me da
pena decirlo.
Por eso le pido que la próxima vez que esté frente a alguien que cree, en vez de tratarlo
de ‘bobo’ o de sacar su lista de argumentos para intentar matarle la fe, ponga en práctica
la tolerancia y por qué no, escuche lo que tiene para decir, conozca su historia de vida.
Una última pregunta: ¿podría respetar el que piensen diferente a usted sin burlarse o
hacer chistes irrespetuosos sobre su fe?

Revisar los siguientes enlaces y hacer un mapa mental al respecto con la información
recabada:
 https://www.youtube.com/watch?v=p-kTc273dOI
 https://www.youtube.com/watch?v=DzXUSyR-fNM
 https://www.youtube.com/watch?v=8SInZ2LT-SE
 https://www.youtube.com/watch?
v=wVeO0mASDeE&list=PLIcePO_eJb29N9A8jilhxdVa_nyZVhEnT&index=5
 https://www.youtube.com/watch?
v=3TOOs9gDJkA&list=PLIcePO_eJb29N9A8jilhxdVa_nyZVhEnT&index=12
 https://www.youtube.com/watch?
v=VDseNGrcFoQ&list=PLIcePO_eJb29N9A8jilhxdVa_nyZVhEnT&index=22
 https://www.youtube.com/watch?time_continue=32&v=XX4MvZfZmto
 https://www.tumblr.com/search/ciencia%20y%20fe?ref_url=https://catholic-link.com/
video-relacion-entre-la-fe-razon/

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