Mensaje para El Fin Del Año

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Mensaje para el fin del año

TEXTO: “Al verlos, Pablo dio gracias a Dios, y se sintió animado” (Hch 28:15 VP)

LECTURA BÍBLICA: Hechos 28:11-16

INTRODUCCIÓN: Es siempre un momento solemne cuando nos aproximamos al fin de una


etapa de nuestras vidas. Es así para el estudiante que se gradúa. Lo es para el empleado que
termina su vinculación con la empresa donde ha trabajado por años. Es verdad en cuanto al
profesional que se muda a otra ciudad para ejercer su profesión en un nuevo ambiente. Es
solemne para cada uno de nosotros toda vez que tenemos que decir “adiós” a alguien o a algo
de importancia para nosotros. Y es solemne acercarnos al fin de otro año.

Al llegar al fin de año, miremos atrás y demos gracias a Dios por todas sus bondades.
Miremos adelante con fe y esperanza en lo que él seguirá siendo y haciendo para nosotros.

La porción bíblica que acabamos de leer describe un momento significativo en la vida del
apóstol Pablo. Su vida había sido de constante servicio, a veces coronado de éxito, a veces
signado con el fracaso. No fue una vida de brillante eficiencia y de triunfos heroicos a todo lo
largo del camino. Hubo experiencias y períodos en su labor capaces de sumirlo en el
desaliento y la depresión más desesperada. Estuvo preso en Cesárea por dos años,
soportando luego un viaje penoso hasta Roma para ser juzgado por el tribunal de César.

Podemos estar seguros de que sufría de agotamiento físico, y a veces de preocupación. Pero
vemos que en los momentos de incertidumbre, cuando afrontaba una etapa desconocida de
su vida, Dios le mandaba aliento. Leemos de cómo los creyentes de Roma, oyendo de su
llegada, salieron inmediatamente a recibirlo, algunos viajando 50 o 60 km. “Al verlos, Pablo
dio gracias a Dios y se sintió animado” (He 28:15 VP) La actitud de Pablo a esta altura de los
acontecimientos nos sirve de modelo para enfrentar el año venidero.

1. DEMOS GRACIAS A DIOS CON ÁNIMO, PORQUE DIOS NO CAMBIA


Por boca de Malaquías Dios habló a su pueblo así: “Porque yo Jehová no cambio” (Mal
3:6). El autor de Hebreos escribe acerca del Cristo que no cambia: “Jesucristo es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (He 13:8). Al enfrentarnos con los hechos inseguros
y desconocidos de este año que ahora pasa a la historia, podemos estar seguros de
que Dios no ha cambiado ni en su carácter ni en sus propósitos. No ha suspendido sus
promesas ni sus cuidados. Él es la roca sólida en la cual podemos confiar y sobre la
cual podemos afirmarnos y estar seguros cuando las tormentas de la vida nos azoten.
El salmista declara: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones” (Sal 46:1). Los hombres y las mujeres cambian en sus actitudes. Las
familias se desintegran. Los negocios quiebran. Las naciones cambian política y
económicamente. Los cambios siempre pueden encerrar una amenaza. En medio de
todo lo que pueda atemorizarnos podemos sentirnos animados y estar firmes en la fe
de que nuestro Dios, que se ha revelado en Jesucristo, seguirá siendo igual.
(xx)
2. DEMOS GRACIAS A DIOS PORQUE LA BIBLIA NOS SIGUE ALIMENTANDO
El Salmo 119 es un himno de alabanza por los beneficios que reciben los que se
deleitan en la Palabra de Dios y buscan su atención a sus necesidades más íntimas a
través de su ley, sus enseñanzas, y sus promesas. El apóstol Pedro exhorta a todos los
creyentes así: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada,
para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del
Señor” (1 P 2:2-3).Durante el año que fenece, y durante todos los años que han
transcurrido, Dios ha dirigido a sus hijos palabras de dirección, consuelo, y ayuda en la
medida en que se han alimentado de las palabras de su libro inspirado, la Biblia. Por el
estudio de la Biblia hemos hallado dirección para nuestros pasos en tiempos de
incertidumbre. Por la lectura de la Palabra de Dios hemos recibido fuerza para nuestros
momentos de debilidad. Por la meditación de la Palabra de Dios hemos recibido avisos
divinos en tiempos de peligro. Escuchando las palabras de la Biblia, nos han llegado
instrucciones divinas en cuanto a decisiones que debíamos tomar. En tiempos de
tristeza y dolor hemos hallado el consuelo y aliento que Dios tenía para ofrecernos.
Demos gracias a Dios al llegar al final de este año por los beneficios que nos han
llegado por el estudio de la Biblia. Enfrentemos el futuro con ánimo, pues la Palabra de
Dios seguirá hablándonos de acuerdo con nuestras necesidades individuales y como
fruto de la gran generosidad divina.

3. DEMOS GRACIAS A DIOS CON GOZO POR LA BUENA OBRA DEL ESPÍRITU
SANTO EN NOSOTROS
Una de las promesas más preciosas del Señor Jesús fue en relación a la presencia del
Espíritu Santo en el corazón del creyente y de la Iglesia. “Y yo rogaré al Padre, y os
dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad,
al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le
conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros” (Jn 14:16,17). El Señor
hacía un contraste entre el largo período en que el Espíritu Santo estaría en los
corazones de los creyentes y el tiempo breve de su permanencia personal con ellos en
la tierra. Iba a partir, pero el Espíritu había de venir para ser el compañero y consejero
permanente de ellos, como Jesús lo había sido por sólo tres años. Agradezcamos a
Dios y cobremos ánimo al mirar el futuro, pues Dios el Espíritu Santo obrará en
nosotros (ayudándonos a conocer la voluntad de Dios) lo que quiere que hagamos (Fil
2:13). Con el poder del Espíritu podemos soportar todo.

4. DEMOS GRACIAS A DIOS CON ÁNIMO PORQUE EL EVANGELIO SALVA A LOS


QUE CONFIAN EN JESÚS
Al afrontar Pabo la prueba de visitar la capital del imperio romano, lo hacía plenamente
confiado en el poder del evangelio para salvar a todo aquel que pusiera su fe en
Jesucristo como Salvador y Señor (Ro 1:16). No temamos ninguna disminución en el
poder divino que opera al predicarse el evangelio desde el púlpito, por la radio, etc.
Confiemos en el Señor para que nos ayude también a testificar personalmente a otros
de lo que Dios ha hecho y quiere hacer por medio de Jesucristo. Dios sigue ocupado
en la tarea de salvar a los hombres y las mujeres de la desilusión, la ruina, y la
perdición de la vida sin fe en Cristo. Demos gracias, cobremos ánimo y respondamos a
la verdad de que las personas aún se pueden salvar.

5. DEMOS GRACIAS A DIOS ANIMADOS: DIOS TODAVÍA INVITA


Muchas personas ven en la Biblia sólo restricciones y prohibiciones. Otros ven en la
Biblia sólo leyes y mandamientos. Pero podemos buscar en la Biblia, y las hallaremos,
miles de invitaciones que Dios nos extiende. Nos invita a entrar a la sala del trono en
oración. Nos invita a formar parte de su familia. Nos invita a ser socios en su programa
de redención. Descubramos y respondamos a las grandes invitaciones que Dios sigue
ofreciendo.

6. DEMOS GRACIAS A DIOS Y ANIMÉMONOS PORQUE EL FUTURO PERTENECE A


LOS CREYENTES EN CRISTO
Seguimos a un líder victorioso que ha derrotado a Satán, el pecado, la muerte, y la
tumba. Pablo da fin a su gran capítulo sobre la resurrección, 1 Corintios 15, con el grito
de triunfo: “Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro
Señor Jesucristo” (v 57). Hay momentos en que parecería que el diablo estuviera en el
trono y que la maldad reinara en el universo. Entonces se necesita el ojo de la fe para
ver que la batalla decisiva de la historia ya se peleó y se ganó en una cruz y en una
tumba vacía. Debido a que Jesucristo vive, nosotros también viviremos con él más allá
de la cortina que los hombres llaman la muerte (Jn 14:19; Ap 1:17-18; 14:13).
7.

CONCLUSIÓN.
Pablo escribió a la iglesia en Tesalónica así: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad
de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Ts 5:18). Si estamos realmente agradecidos por
el pasado, tendremos valor para enfrentar el futuro al comenzar un año nuevo.

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