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Folleto de Comunion

Este documento describe los ritos iniciales de una misa en la que varios niños recibirán su primera comunión. Incluye la monición de entrada, el canto de entrada, el saludo del sacerdote, el acto penitencial, la presentación de los candidatos y la profesión de fe de los niños. El objetivo es preparar a los niños y la congregación para la recepción del cuerpo y la sangre de Cristo durante la eucaristía.

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Folleto de Comunion

Este documento describe los ritos iniciales de una misa en la que varios niños recibirán su primera comunión. Incluye la monición de entrada, el canto de entrada, el saludo del sacerdote, el acto penitencial, la presentación de los candidatos y la profesión de fe de los niños. El objetivo es preparar a los niños y la congregación para la recepción del cuerpo y la sangre de Cristo durante la eucaristía.

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RITOS INICIALES

1. MONICIÓN DE ENTRADA
La celebración Eucarística de hoy es extraordinaria para todos. Lo es
para estos niños que se acercan a recibir a Jesús por primera vez en la
Sagrada Comunión. Lo es para ustedes padres que les dieron la vida y
la fe, que hoy los verán dar un paso tan importante en su camino
cristiano.
Lo es para nosotros los catequistas que hemos ayudado a estos niños a
conocer y seguir a Jesús en este sacramento que les va a ayudar
acercarse más él.
Nos ponemos de pie, uniendo nuestros corazones y nuestras voces
cantamos

2. CANTO DE ENTRADA
3. SALUDO DEL SACERDOTE
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión
del Espíritu Santo estén con todos vosotros.
Todos: Y con tu espíritu.

4. ACTO PENITENCIAL

Sacerdote: En nuestra vida hay muchas cosas que no son como


deberían ser. A menudo nos preocupamos sólo de nosotros
mismos y no vivimos con el amor que Jesús nos enseñó.
Ahora lo reconocemos delante de Él, para que nos dé su
fuerza y su gracia. (silencio breve).
Niño: Hoy te pido perdón Jesús, en nombre de todos los que te
recibiremos por primera vez en nuestros corazones, por las
veces que nos olvidamos de Ti, somos egoístas, no obedecemos o
decimos mentiras.

OH Señor, ten piedad de nosotros,


OH Señor, ten piedad de nosotros,

Papá: Te pido perdón Padre, en nombre de todos los papás, por todas
las veces que nos hemos apartado de ti, no hemos sabido darte a
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conocer a nuestros hijos, y no hemos tenido paciencia con ellos.

Cristo, Jesús ten piedad de nosotros,


Cristo, Jesús ten piedad de nosotros.

Catequista: Señor, hoy te pedimos perdón por las veces que no hemos
seguido tu ejemplo y nos hemos olvidado del compromiso con
nuestro prójimo.

OH Señor, ten piedad de nosotros,


OH Señor, ten piedad de nosotros,

Sacerdote: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone


nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Asamblea: Amén.

5. GLORIA
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
Tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.

6. ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el
misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe

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por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección,
recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Asamblea: Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monitor: El Señor alimenta a su pueblo y le da de beber para que viva
y no muera. El Deuteronomio nos recuerda cómo, al salir de Egipto,
Dios alimentó a Israel mientras atravesaba el desierto, nutriéndolo con
el maná y saciando su sed con el agua que brotó de la roca. El
evangelio de Juan, por su parte presenta a Jesús como el verdadero
pan bajado del cielo. Su carne y su sangre son el auténtico alimento
que procura la vida verdadera. Pablo, por su parte, saca las
consecuencias comunitarias que se derivan de la participación en la
mesa del Señor. Los que comen juntos de ese pan único que es Jesús
no pueden luego vivir desunidos. Escuchemos con atención.

7. PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio

Moisés habló al pueblo, diciendo: el camino que el Señor, tu Dios, te ha


hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto; para afligirte, para
ponerte a prueba y conocer tus intenciones: si guardas o no sus
preceptos.
Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el
maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres, para enseñarte que
no sólo vive el hombre de pan, sino de todo cuanto sale de la boca de
Dios.
No te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la esclavitud,
que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con dragones y
alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de
una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que
no conocían tus padres. Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor.
8. SALMO RESPONSORIAL

R. Alzaré la copa de la salvación, invocando tu nombre.

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?


Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre.

3
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo. /R.

Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.


Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava;
rompiste mis cadenas. /R.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,


invocando tu nombre Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo. /R.

9. SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios

Hermanos: El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión


con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el
cuerpo de Cristo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos,
formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan.
Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor.

10. CANTO INTERLECCIONAL


/Aleluya, aleluya Aleluya/
Yo soy el pan vivo bajado del cielo, el que come de este pan vivirá para
siempre.
/Aleluya, aleluya Aleluya/

11. EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 6, 51-58
Todos: Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha
bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan
que yo daré es mi carne para la vida del mundo”. Disputaban los judíos
entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”.
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Entonces Jesús les dijo: “Les aseguro que, si no comen la carne del
Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes.
Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna yo lo
resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es
verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí
y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del
mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha
bajado del cielo: no como el de sus padres, que lo comieron y
murieron; el que come este pan vivirá para siempre”. Palabra del
Señor
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

12. PRESENTACIÓN DE LOS CANDIDATOS


Catequista: Padre, los catequistas hemos cumplido con
responsabilidad y amor la misión que se nos confió, de preparar a estos
niños y niñas para que participen dignamente en la mesa del Señor.
Juntos hemos recorrido un camino de fe para hacernos discípulos de
Jesús. Yo, en nombre de sus padres, de sus catequistas y en el de toda la
Iglesia “San Felipe Apóstol”, pido que, como ministro del Señor,
admita a estos niños a recibir su Primera Comunión.
Niños: AQUÍ ESTOY, SEÑOR
Sacerdote: ¿Crees que son dignos?
Catequista: Por la fe que tienen en sus almas desde el día de su
bautismo y por la gracia que han recibido en el sacramento de la
penitencia, creo que son dignos.
Sacerdote: ¿Los crees suficientemente preparados?
Catequista: Los creo suficientemente preparados para recibir el
Cuerpo y la Sangre del Señor, y participar en adelante, como cristianos
mayores, en la Santa Misa y demás sacramentos.
Sacerdote: ¿Con que ayuda cuentan para perseverar en la vida cristiana
y en las responsabilidades que hoy toman?
Catequista: Con la gracia de Dios, que nunca les falta; con el consejo
y el ejemplo de sus padres; y con el testimonio de toda la comunidad
cristiana. Esperamos, además, que, desde hoy y para siempre, vivan
como buenos cristianos.
Sacerdote: Si es así, yo, en el nombre del Señor y en nombre de la
Iglesia, los admito a la Primera Comunión, y pido a Jesús que siempre
conserven la gracia y la alegría de este día. Y a ustedes, padres y

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miembros mayores de nuestra comunidad cristiana, les pido que
siempre les ayuden.
Todos: Demos gracias al Señor

Homilía

13. PROFESIÓN DE FE:


Catequista: Ahora, los niños se acercan a encender sus cirios en la luz
del Cirio Pascual que representa a Cristo presente entre nosotros. Él es
la luz del mundo. Ustedes niños, están llamados a ser como Cristo, luz
del mundo, a dar testimonio de la Persona de Jesús en sus vidas.
Sacerdote: Los invito a todos para que renovemos las promesas de
nuestro bautismo, acompañando a estos niños que de una manera
solemne lo hacen hoy.

¿Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?


R. Si renuncio.

¿Renuncian a todas las seducciones del mal, para que no domine


en vosotros el pecado?
R. Si renuncio.

¿Renuncian a Satanás, padre y príncipe del pecado?


R. Si renuncio.

¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, ¿creador del cielo y la tierra?


R. Si, creo.

¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de


santa María Virgen, murió, fue sepultado, ¿resucitó de entre los
muertos y está sentado a la derecha del Padre?
R. Si, creo.

¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la


comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la
resurrección de la carne y en la vida eterna?
R. Si, creo.

Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos


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regeneró por el agua y el Espíritu Santo y que nos concedió la remisión
de los pecados, nos guarde en su gracia, en el mismo Jesucristo nuestro
Señor, para la vida eterna.
Asamblea: Amén.

14. ORACIÓN DE LOS FIELES


Sacerdote: Oremos hermanos, al Padre, por estos niños que participan hoy
por primera vez del Banquete del Señor, y por todo el pueblo de
Dios, diciendo:

Todos: Tu que eres el Pan de la Vida, escúchanos Señor.

1. Por el papa Francisco, los obispos y sacerdotes, para que nuestro


Padre Celestial les conceda una profunda sabiduría mientras
llaman a la Iglesia a ser servidores del Señor. ROGUEMOS AL
SEÑOR.

2. Para que los niños y niñas que hacen hoy la Primera Comunión
sean amigos verdaderos de Jesús, para siempre. ROGUEMOS
AL SEÑOR.

3. Para que el Padre Adrián, las hermanas Bethlemitas y los


catequistas, quienes hemos ayudado a crecer en la fe a estos
niños, sigan haciendo esta labor con fidelidad y amor.
ROGUEMOS AL SEÑOR.

4. Para que sepamos, ser fieles a Jesús y vivamos, cada domingo, la


alegría de recibirlo en nuestras vidas. ROGUEMOS AL
SEÑOR.

Sacerdote: Concede Señor a tu Iglesia los dones de la paz y de la unidad, y


escucha nuestras oraciones. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Asamblea: Amén.

LITURGIA EUCARÍSTICA

15. MONICIÓN PARA LA PROCESIÓN DE LAS OFRENDAS


Hoy es un día grande para los niños y niñas. Ahora llega el

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momento de celebrar la presencia de Jesús en Cuerpo y Sangre.
Presentamos, junto al pan y el vino, las flores que embellecen el
altar, una vela encendida como símbolo de la Luz de Dios que nos
arranca de las tinieblas del error.
Te presentamos Señor.
Todos: Bendito seas por siempre Señor.

Canto ofertorio

Sacerdote: Oremos, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes,


sea agradable a Dios, Padre Todopoderoso

Todos: El señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y


gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa
iglesia.

16. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación,
te pedimos humildemente nos concedas
que este sacramento de amor sea siempre para nosotros
un signo de unidad y un vínculo de amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

17. PLEGARIA EUCARÍSTICA


Misa con niños II
Sacerdote: El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Sacerdote: Levantemos el corazón.
Todos: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Sacerdote: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Todos: Es justo y necesario.

Sacerdote: En verdad, Padre bueno, hoy estamos de fiesta: nuestro


corazón está lleno de agradecimiento y con Jesús te cantamos
nuestra alegría:

Todos: ¡Gloria a ti, Señor, ¡porque nos amas!

Sacerdote: Tú que tanto nos amas, que has hecho para nosotros este
mundo inmenso y maravilloso. Por eso te aclamamos:

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Todos: ¡Gloria a ti, Señor, ¡porque nos amas!

Sacerdote: Tú nos amas tanto, que nos das a tu Hijo, Jesús, para que él
nos acompañe hasta Ti. Por eso te aclamamos:

Todos: ¡Gloria a ti, Señor, ¡porque nos amas!

Sacerdote: Tú nos amas tanto, que nos reúnes con Jesús como a los hijos
de una misma familia. Por eso te aclamamos:

Todos: ¡Gloria a ti, Señor, ¡porque nos amas!

Sacerdote: Por ese amor tan grande queremos darte gracias y cantarte
con los ángeles y los Santos que te adoran en el cielo:
Canto

Sacerdote: Bendito sea Jesús, tu enviado, el amigo de los niños y de


los pobres. Él vino a enseñarnos cómo debemos amarte a Ti, y a
amarnos los unos a los otros. El vino para arrancar de nuestros
corazones el mal que nos impide ser amigos; y el odio, que no nos deja
ser felices. Él ha prometido que el Espíritu Santo estará siempre con
nosotros para que vivamos como verdaderos hijos tuyos.
A ti, Dios y Padre nuestro, te pedimos: que nos envíes tu Espíritu, para
que este pan y este vino se conviertan en el cuerpo + y la sangre de
Jesús, nuestro Señor.

El mismo Jesús poco antes de morir, nos dio la prueba de tu amor,


cuando estaba sentado a la mesa con sus discípulos, tomó el pan dijo
una oración para bendecirte y, darte gracias, lo partió y lo dio a sus
discípulos, diciéndoles:

«TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL,


PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES».

Después, tomó el cáliz lleno de vino, y dándote gracias de nuevo lo


paso a sus discípulos diciendo:

«TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL,

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PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES
Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS».
Y LES DIJO TAMBIÉN:
«HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA».

Por eso, Padre de bondad recordamos ahora la muerte y la resurrección


de Jesús, el Salvador del mundo, él se ha puesto en nuestras manos,
para que te lo ofrezcamos como sacrificio nuestro, y junto con él nos
ofrezcamos a Ti.

Todos: ¡Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias!

Escúchanos, Señor Dios nuestro, y danos el Espíritu de amor a los que


participamos en esta comida, para que vivamos cada día más unidos en
la Iglesia, con el Santo Padre N… con nuestro Obispo N…. con los
demás obispos y con todos los que trabajan por tu pueblo.

Todos: ¡Que todos seamos una sola familia para gloria tuya!

No te olvides de las personas que amamos, ni de aquellas a las que


deberíamos querer más. Acuérdate de nuestros amigos (N y N), que por
primera vez invitas en este día a participar del pan de vida y del cáliz de
salvación, en la mesa de tu familia. Concédeles crecer siempre en tu
amistad
Acuérdate también de los que ya murieron y recíbelos con amor en tu
casa

Todos: ¡Que todos seamos una sola familia para gloria tuya!

Y un día, reúnenos cerca de ti, con María, la Virgen Madre de Dios y


Madre nuestra, para celebrar en tu reino la gran fiesta del cielo,
entonces todos los amigos de Jesús, nuestro Señor, podremos cantarte
sin fin.

Por Cristo, con él y en él,


a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria

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por los siglos de los siglos.

Todos: Amén.

18. RITO DE COMUNIÓN


19. PADRENUESTRO

Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de


reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como el
Señor nos ha enseñado.

Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre;


venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra, como
en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no
nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Litúrgicamente no se dice Amén en el rezo del Padrenuestro de la


Eucaristía.
Líbranos de todos los males, Señor y concédenos la paz de nuestros
días, para que ayudados por tu misericordia vivíamos siempre libres de
pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la
gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

Todos: Tuyo es el reino, tuyo es el poder y la gloria, por siempre


Señor.

Sacerdote: Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles: «la paz les dejo, mi
paz les doy»; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe
de tu iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la
unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Todos: Amén

Sacerdote: La paz del Señor este siempre con ustedes

Todos: Y con tu Espíritu

Sacerdote: Podemos darnos un signo de paz.

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Fracción del Pan

Sacerdote: Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

Sacerdote: Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.


Dichosos los invitados a esta cena del Señor.

Todos: Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero, una palabra
tuya bastará para sanarme.

20. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Oremos: Señor, que la participación en este banquete celestial nos
santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de
Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo
nuestro señor.

21. CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN MARÍA

Oh Señora mía, ¡Oh Madre mía!


Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto, te
consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón,
en una palabra, todo mi ser, ya que soy tuyo.
¡Oh Madre de bondad!, guárdame y defiéndeme como hijo tuyo.
Amén.
BENDICION FINAL

Sacerdote: Que la Buena Noticia del Reino se extienda y enriquezca a


todos los pueblos y culturas por todas partes del mundo.
TODOS: Amén
Sacerdote: Que el Reino de Cristo crezca entre nosotros como un reino de
justicia, amor y paz.
TODOS: Amén
Sacerdote: Que la luz de la verdad de Cristo ilumine y que su amor
servicial esté vivo en todos nosotros.
TODOS: Amén

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Sacerdote: La bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para
siempre.
TODOS: Amén

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