Las Bienaventuranzas
Las Bienaventuranzas
Las Bienaventuranzas
MATEO 5, 3-12
1 – Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
2 – Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
3 – Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
4 – Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
5 – Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
6 – Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
7 – Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
8 – Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
9 – Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
10 – Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos.
Las bienaventuranzas recogen y perfeccionan las promesas de Dios desde Abraham, ordenándolas al Reino de los cielos. Responden al deseo de felicidad
que Dios ha puesto en el corazón del hombre.
Según las escrituras griegas, el término bienaventurado, es reservado a una etapa de los dioses, en la que pueden expresar su condición de seres que se
encuentran situados por encima de las fatigas y penas propias de la vida en la tierra. Son, por tanto, afortunados, no sufren ningún mal y viven en un estado
de satisfacción y felicidad
El agua es el símbolo esencial del
bautismo, es signo de purificación y
regeneración.