T E S I S: Y Artes de Chiapas

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UNIVERSIDAD DE CIENCIAS

Y ARTES DE CHIAPAS
CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE
MÉXICO Y CENTROAMÉRICA

TESIS
EL ACOMPAÑAMIENTO FEMINISTA
DURANTE EL PROCESO DE
ABORTO
LA CONSTRUCCIÓN DE UN MANUAL
SORORARIO A PARTIR DE LAS
EXPERIENCIAS Y VOCES DE LAS MUJERES
QUE ACOMPAÑAN
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE

MAESTRA EN ESTUDIOS E
INTERVENCIÓN
FEMINISTAS
PRESENTA

NADIA HELENA GUERRA GARDIDA

DIRECTORA DRA. SARAÍ MIRANDA JUÁREZ

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas Junio de 2019


UNIVERSIDAD DE CIENCIAS
Y ARTES DE CHIAPAS
CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE
MÉXICO Y CENTROAMÉRICA

TESIS
EL ACOMPAÑAMIENTO FEMINISTA
DURANTE EL PROCESO DE
ABORTO
LA CONSTRUCCIÓN DE UN MANUAL
SORORARIO A PARTIR DE LAS
EXPERIENCIAS Y VOCES DE LAS MUJERES
QUE ACOMPAÑAN
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE

MAESTRA EN ESTUDIOS E
INTERVENCIÓN
FEMINISTAS
PRESENTA

NADIA HELENA GUERRA GARDIDA


COMITÉ TUTORIAL
DIRECTORA DRA. SARAÍ MIRANDA JUÁREZ
DRA. MARIA GEORGINA RIVAS BOCANEGRA
MTRA. LILIANA LÓPEZ ARELLANO
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas Junio de 2019
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN…………………………………………….………………………………...5

CAPÍTULO I……………………………………………………………….………………13
Nociones teóricas a partir de la práctica médica del aborto………………………………….13
1. El habitus médico…………………………………………………………………...13
1.1 El Habitus en el acompañamiento feminista de aborto……………………………....14
1.2 Prácticas del acompañamiento feminista…………………………………………….15
1.2.1 Afiddamento y sororidad………………………………………………….....16
1.2.2 Complicidad…………………………………………………………………17
1.2.3 Buentrato……………………………………………………………………17
1.2.4 Escucha activa………………………….……………………………………18
1.2.5 Empatía y contención emocional…….………………………………………18
1.3 ¿Qué se ha escrito sobre Acompañamiento y aborto? …….…………………………20
1.4 Aborto y derechos humanos…….…………………………………………………...28
1.4.1. Aborto como problema de salud pública…….………………………………32
1.4.1.1 El concepto de Salud integral de la OMS…….………………………………34
1.5 Acompañamiento como vía para el ejercicio de un derecho…….……….…………...40
1.5.1 Aborto, feminismo y acompañamiento…….………………………………...41
1.5.2 ¿Qué es el acompañamiento durante un aborto inducido? …………………..46
1.5.3 ¿Consejería, orientación o acompañamiento? …………….………………….47
1.6 Acompañamiento psicológico post aborto…………………………………………..48

CAPÍTULO II…………………………………………………………………………….…...51
2. El aborto un problema de justicia social en México………………………………….51
2.1. Avances y retrocesos en Derechos Sexuales y Aborto en México……………………52
2.2. Legislación sobre el aborto en la República Mexicana………………………………..54
2.3. Algunos datos sobre aborto en México………………………………………….…...56
2.4. La despenalización del aborto en la Ciudad de México………………………………58
2.4.1 La "protección de la vida desde la concepción"……………………………...59
2.5 Las luchas feministas a favor del derecho al aborto en México y Chiapas..…………..60
2.6 El aborto en Chiapas………………………………………………………………..64
2.6.1 Causales para abortar legalmente en Chiapas……………………………… 65
2.6.2. El contexto Chiapas- San Cristóbal de las Casas…………………………………… 67

CAPÍTULO III…………………………………………………………………………….74
3 Metodología de investigación e intervención………………………………………..74
3.1 Acompañantes entrevistadas………………………………………………………..82
3.2. ¿Porqué un Manual Sororario para acompañantes de aborto? ………………………84
3.3. El acompañamiento durante el aborto ¿activismo político feminista? ………………85
CAPÍTULO IV…………………………………………………………………………..…87
4. El acompañamiento durante un aborto en México………………………………......87
4.1. ¿El aborto inducido con medicamentos, es seguro? ………………………………...88
4.2. El trabajo de las Organizaciones de la Sociedad Civil y colectivas que acompañan
abortos en México. …………………………………………………………………89
4.2.1. De “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto
legal para no morir” a “Aborto en la casa y con amigas” ……………………91
4.3. Categorías de análisis/ acompañamiento…………………………………………….93
Sofía Mora…………………………………………………………………………..98
Julia………………………………………………………………………………...103
Margarita…………………………………………………………………………...110
Karla…………………………………………………………………………….…117
Grupo Focal con acompañantes de la CDMX……………………………………...123
4.4. Católicas por el Derecho a Decidir, México………………………………………...127
4.4.1. Otras formas de ser católicas.
Teoría de la Liberación en Chiapas…………………………………………129
4.4.2. Acompañamiento que brinda la Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a
Decidir ……………………………………………………………………..132
4.4.3. Alcances de la Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir…………135

5. REFLEXIONES FINALES……………………………………………………….137

6. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………..146

7. ANEXOS………………………………………………………………………….149

Guía de entrevista Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir………..……………150


Guía de Entrevista diversas Organizaciones de las Sociedad Civil………………………….158
Tabla comparativa Organizaciones de la Sociedad Civil y acompañamiento que brindan…...159
Manual Sororario para Acompañantes de aborto…………………………………………...171
DEDICATORIA

A las acompañantes que destinan gran parte de sus vidas a resignificar el aborto mediante
su activismo feminista. Esta tesis visibiliza su “poner el cuerpo”, para que las mujeres ejerzan su
derecho a decidir.

3
AGRADECIMIENTOS

A todas las personas que amorosamente me han acompañado en este proceso.


Especialmente a Citlalli, Estefanía, Flor, Frida, Guiet, Irlanda, Lilith, Samantha, Silvia,
Sonia, Tania, Violeta y Yazmin, por compartirme su tiempo, sus saberes y conocimientos, pues
éstos fueron la clave para construir el Manual Sororario para Acompañantes de Aborto.
A mi aliada y acompañante de vida, mi mamá Leti Gardida. Sin ti sería imposible cumplir
mis metas y sueños.
A mi tía Rosa, quien me enseñó a creer en mí misma y en mis decisiones. Gracias por
todo tía querida, descansa en paz.
A mi amiga y directora Saraí Miranda, quien pacientemente me ha acompañado hasta el
final de este proyecto. Estoy segura de que sin su apoyo incondicional no habría concluido esta
tesis.
A mis dos lectoras la Dra. Georgina Rivas y a la Dra. Liliana Arellano quienes me han
leído pacientemente durante todo el proceso.
A la organización con la cual colaboro en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la Red de
Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir, gracias por permitirme aproximarme a la realidad
del aborto en este contexto.
También agradezco a la vida y a mis circunstancias personales, por haberme permitido
ejercer mi derecho a decidir sobre mi cuerpo, algo que no debiera ser un privilegio. Estas
experiencias me permitieron visibilizar la importancia del acompañamiento durante un aborto.

4
INTRODUCCIÓN

“¿Podemos conmovernos en conjunto por algo


que sucede remotamente?”
––Susan Sontag, Ante el dolor de los demás

Este trabajo de investigación tiende un puente entre el activismo feminista y la academia.


Si bien el aborto ha sido un tema central en los estudios de género, el tema del acompañamiento de
aborto es un tema relativamente nuevo. Esto se debe a que es una práctica realizada fuera de la
hegemonía médica y en los bordes de la legalidad, de ahí que este trabajo pretende visibilizar y
legitimar al acompañamiento de aborto.

Es importante puntualizar que, pese a las restricciones legales y morales, el aborto


inducido siempre ha existido1, al mismo tiempo que la figura de la acompañante, siendo las parteras,
amigas, hermanas o vecinas, la vía para la consecución de éste. No obstante, en años recientes,
el uso de medicamentos –misoprostol y mifepristona–, ha transformado el aborto volviéndolo
más accesible, pues su uso no requiere hospitalización. Estos fármacos han sido declarados como
“medicamentos esenciales” por la Organización Mundial de la Salud2 (OMS).

El acercamiento al tema del acompañamiento tiene que ver con mi subjetividad y con mi
experiencia personal, durante el 2005 en la Ciudad de México, una amiga que no deseaba seguir
con su embarazo, me pidió que la acompañase en su aborto medicamentoso –ambas teníamos
21 años de edad-. Tiempo después al reflexionar juntas sobre cómo este acompañamiento había
sido importante en su vida; me compartió que “sentí que tú también sentías mi dolor, me sentí
acompañada, comprendida, segura y lo más importante es que no juzgaste mi decisión”.

1
Hammurabi (1730-1688 a. C.) rey de Babilonia promulgó un conjunto de leyes en las que se nombraba al aborto
“si un hombre golpea a una mujer embarazada, lo que le provoca el aborto, entonces deberá pagar 10 shekels por
su pérdida”. San Agustín (1- 600 d.C.), consideraba que “el acto del aborto no se considera homicidio, porque aún
no se puede decir que hay un alma viva en un cuerpo que carece de sensación, ya que todavía no se ha formado la
carne y no está dotada de sentidos”.
2
En el 2005, la OMS incluyó al misoprostol en la “Lista de medicamentos esenciales”. En ese mismo año declaró
a la mifepristona como medicamento esencial, no obstante, su aprobación, disponibilidad y accesibilidad siguen
limitadas.

5
Si bien, esta experiencia fue en su momento una práctica entre amigas, me llevó a dar
información y consejería sobre el uso de medicamentos para abortar en la Universidad. Me
desempeñaba de manera empírica y autónoma, porque había una necesidad de consejería de las
mujeres a mi alrededor, sin embargo, no era consciente de que el acompañamiento de aborto es
activismo político feminista. La sensación de incertidumbre de esas primeras experiencias de
acompañamiento se veía compensada con la satisfacción de que las mujeres pusieran fin a un
futuro incierto en sus vidas, pues practicarse un aborto les libraba de una gran dificultad en ese
momento y en su futuro.

En el 2007, el panorama respecto al aborto cambió en la Ciudad de México al


despenalizarse hasta las 12 semanas de gestación y bajo libre decisión de la mujer. La
despenalización se aprobó bajo el argumento de que el aborto es un derecho, parte de los
derechos sexuales y reproductivos. Además de una práctica que protege a la salud de las mujeres
y parte del derecho a “recibir información y atención oportuna y de calidad respecto a su salud reproductiva”.
De esta manera, puede considerársele como una práctica legal y determinante en el acceso a la
salud, sobre todo para aquellas mujeres más vulnerables por razón de clase, etnia y lugar de
residencia.

La despenalización abrió la puerta a que distintas Organizaciones de la Sociedad Civil


expresaran abiertamente que acompañan a mujeres durante sus abortos, pese a que tenían años
de experiencia brindando información y consejería bajo diversas causales. Fue en esta coyuntura
política que me uní a Fondo MARIA (Mujeres, Aborto, Reproducción, Información y
Acompañamiento) donde vinculé mis conocimientos adquiridos como estudiante de licenciatura
en psicología con el activismo feminista. Esta organización de la sociedad civil, funciona a
manera de fondo revolvente3 en el que se les brinda acompañamiento emocional, económico y
logístico a mujeres de todo el país que requieren abortar. Fondo MARIA, intenta empoderar a las
mujeres que acceden a un aborto, así como a las activistas que acompañamos.

El acompañamiento de aborto devuelve el carácter de respeto a la dignidad humana, que

3Un fondo revolvente, es un fondo de préstamo para las mujeres que no cuentan con recursos económicos
suficientes para solventar sus gastos de aborto. Las mujeres que han recibido este apoyo, eventualmente regresan
una parte del dinero para que éste sea reutilizado.

6
enuncian las diversas conferencias mundiales de Derechos Humanos. No es lo mismo abortar
en un entorno hospitalario bajo el orden médico, autoritario, que eventualmente devendrá en
prácticas violentas –propias de la medicina hegemónica–, que abortar fuera de este orden. Con
esto no sostengo que todos los médicos sean autoritarios, no obstante, puede argumentarse que
el campo médico tiene ciertas características, asentadas en una estructura de poder, que legitiman
dichas prácticas autoritarias “los profesionales médicos, profesan saber más que los otros sobre la naturaleza
de ciertas cosas” (Hughes, 1993:375). El habitus médico, se expresa mediante posturas, emociones,
actitudes conductas y predisposiciones, producto de una estructura social que se ha hecho cuerpo
(Castro, 2013). Dicho habitus, incorporado en la subjetividad de los profesionales, tiene ciertos
símbolos muy eficaces que legitiman su poder y naturalizan la violencia hacia las pacientes. Esto
se confirma en diversas recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos4, que
dan cuenta de la frecuencia de las violaciones a los derechos de las mujeres dentro de las
instituciones de salud.

Este habitus médico se contrapone al habitus de las acompañantes de aborto. Las prácticas
del acompañamiento, facilitan ambientes de buentrato, donde se atiendan las emociones –culpa,
remordimiento, tristeza, ira– de las mujeres. La escucha una de las prácticas primordiales del
acompañamiento, pone en primer lugar sus necesidades, evitando asumir roles de poder
aconsejándolas, para que sean ellas mismas las que encuentren sus soluciones.

Respecto a las acompañantes, éstas se posicionan como agentes de derechos, la mayoría


se asumen activistas feministas, como resultado de un devenir histórico sobre sus cuerpos.
Siendo el ejemplo vivo de que lo personal es político, pues sus historias dan cuenta de vivencias de
abortos en sus cuerpos o en los de mujeres cercanas, donde el sufrimiento, la desprotección y la
vulnerabilidad, las han atravesado de tal forma que han decidido accionar mecanismos para
revertir este maltrato. La relación de poder entre acompañantes y mujeres busca ser horizontal,

4 En el 2017, la CNDH emitió la Recomendación General 31/2017 para que las autoridades de salud combatan
violaciones a los derechos humanos de las mujeres en la atención obstétrica y eliminar toda vulneración a los
derechos humanos de las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio en las instituciones de salud. Esta
recomendación es producto del análisis de diversas llamadas de atención que la CNDH ha emitido sobre el tema
entre el 2015 y 2017. En la misma investigación, se concluyó que los derechos humanos que se trasgreden con
mayor frecuencia son: protección a la salud, una vida libre de violencia, a la información y al libre consentimiento
informado, a la libertad y autonomía reproductiva, a la igualdad y no discriminación, a la integridad personal y a la
vida. En: http://informe.cndh.org.mx/menu.aspx?id=30105 [Consultada: 1 de marzo del 2019]

7
aunque no siempre es así5. Se busca que el acompañamiento favorezca la autonomía de las
mujeres y que sean ellas que tomen sus propias decisiones de manera informada. El
acompañamiento, es un espacio de empatía en el que se busca formar redes y sumar recursos,
económicos, legales, psicológicos, para que un aborto llegue a término.

Los avances legales en torno al derecho al aborto en la capital del país, han evidenciado
condiciones inequitativas en la práctica, pues en el interior de la república mexicana, las mujeres
siguen abortando, pero de manera clandestina y desinformada. A pesar de que se promulgó la
constitucionalidad del aborto en la Ciudad de México, en otras entidades se sigue persiguiendo,
encarcelando y discriminando a mujeres por decidir en su esfera íntima.6 El Estado no puede
ostentar los títulos de “democrático” y “constitucional” si la mitad de la población no goza de
los mismos derechos, por vivir en una u otra entidad. En este sentido, el acceso a un aborto
seguro es también un tema de justicia social.

No obstante, a estas injerencias del Estado en la esfera íntima, también existe una base
social activa y comprometida, que “pone en movimiento” estos derechos negados para un sector
de la población. En las entidades federativas, son las diversas asociaciones de la sociedad civil, o
activistas feministas las que han tendido los puentes entre las instancias para que las mujeres
accedan a este derecho. Su trabajo no es menor, si se toma en cuenta que el acompañamiento
implica escuchar a las mujeres, ser cómplices de ellas –por tratarse de una práctica estigmatizada e
ilegal– y ser sororas bajo circunstancias de mayor estigma y de ilegalidad. El acompañamiento en
estas circunstancias, se puede considerar como un acto de resistencia que abona en la
construcción de un derecho alterno. Citando a Martha Rosenberg, feminista argentina “la práctica
crea un espacio de derecho”, es decir, las prácticas aún por fuera de la ley, producen pautas
emancipadoras, hay una apropiación de derechos de parte de las mujeres que acompañan y las que
abortan convencidas. Asimismo, este activismo feminista ha logrado resignificar estas prácticas

5 Las acompañantes cuentan con mayor información sobre derechos sexuales y reproductivos y sobre el uso de los
medicamentos para abortar, no obstante, son las mujeres las que conocen su cuerpo. En ese sentido, se busca que
el acompañamiento sea un intercambio de información y de conocimientos recíproco.
6 Un ejemplo es el estado de Guanajuato, que se ha caracterizado por tener una de las legislaciones más restrictivas

y punitivas del país. Las Libres, organización de la sociedad civil en el estado, ha documentado casos de mujeres
acusadas injustamente de “homicidio en razón de parentesco” pese a haber sufrido abortos espontáneos. Estos
casos ponen en evidencia la grave intromisión del Estado y de la autoridad médica en la esfera privada de las mujeres
(Madrazo, 2011).

8
al generar lazos afectivos entre mujeres –acompañantes y mujeres–, con estos vínculos afectivos,
se ha logrado revertir el secreto, la vergüenza y la incertidumbre que antes generaba un aborto.

En San Cristóbal de las Casas también se realizan acompañamientos de aborto, pero bajo
condiciones de ilegalidad y de estigma, lo que vuelve el quehacer de los agentes –las colectivas y
organizaciones de la sociedad civil– más complejo. La ciudad es un centro político y social
neurálgico del estado de Chiapas, donde confluyen muchas voces. Los pobladores de San
Cristóbal, se conforman por culturas ancestrales mayas de la región denominada Altos de Chiapas,
pobladores nacionales, extranjeros y mestizos. El lugar es escenario de desigualdad social y
exclusión sobre todo hacia los indígenas, lo que ha dado lugar –entre otros factores–, a varios
movimientos sociales. Como ejemplo el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional de 1994, que estimuló el surgimiento de organizaciones de la sociedad civil, críticas
antes dichas condiciones de injusticia. La ciudad tiene entre sus principales problemáticas
insuficientes servicios de salud para la población. En este escenario, son las diversas
organizaciones de la sociedad civil, las que han jugado un papel importante para transformar
dichas desigualdades.

En Chiapas, el aborto está permitido bajo tres causales; a) si el embarazo es producto de


violación, b) si la vida de la mujer corre peligro y c) si el producto tiene graves alteraciones genéticas o congénitas.
No obstante, no existen protocolos de atención para aquellas mujeres que acudan a los servicios
de salud pidiendo una interrupción legal. Además, la ciudad cuenta con una gran población rural
e indígena hablante de lenguas tsotsil y tseltal. Aunado a la barrera de lenguaje, los determinantes
sociales, generadores su vez de desigualdades sociales, provocan que se obstaculice el acceso a
los servicios públicos, dificultando el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos. Las
activistas trabajan de manera clandestina, fuera de los márgenes de la ley y fuera de los servicios
de salud pública.

Considerando este panorama de injusticia social, la investigación que aquí presento tiene como
Objetivo general: Ahondar, describir y analizar las prácticas, los conocimientos y saberes de las
acompañantes de aborto de San Cristóbal de las Casas y de la Ciudad México, para construir un
Manual Sororario para acompañantes de aborto.

9
Los objetivos específicos son los siguientes:
a. Analizar las nociones teóricas de habitus médico, distinguiéndolo del habitus del
acompañamiento de aborto.
b. Discutir al acompañamiento de aborto como un tema de derechos humanos.
c. Distinguir el acompañamiento de aborto de la consejería y de la orientación.
d. Describir los avances y retrocesos en materia jurídica sobre el tema del aborto.
e. Señalar al aborto seguro como un problema de justicia social en México.
f. Visibilizar los saberes, experiencias y subjetividades de las acompañantes por medio del análisis
de las entrevistas realizadas.
g. Elaborar una categorización de acompañantes en función de sus saberes, estrategias y su
definición personal de acompañamiento
h. Crear un manual de acompañamiento, recuperando las prácticas, los conocimientos y saberes
de las acompañantes de aborto.

Para el logro de los objetivos planteados, se ponen en práctica una estrategia


metodológica de orden cualitativo basada en la recuperación de las experiencias de las
acompañantes. Se centra en las subjetividades de las principales protagonistas de la práctica del
acompañamiento. Me interesaba ahondar en los conocimientos, los comportamientos, las
actitudes y los valores de las acompañantes, pues sólo así lograría captar la realidad social “a
través de los ojos” de la gente estudiada, es decir, a partir de la percepción que tiene el sujeto de
su propio contexto (Bonilla y Rodríguez, 1997 en Monje 2011).

El principal resultado de este proceso es un Manual Sororario para Acompañantes de Aborto


que tiene como propósito invitar a reflexionar sobre aborto sin prejuicios y a des estigmatizar el
acompañamiento como algo prohibido e ilegal, dejando y manifestando que a esta práctica es
activismo político. Dicho activismo, se sustenta en el hecho de que son mujeres organizadas las
que facilitan el cumplimiento de decisiones personales, incluso por fuera del orden legal, en
hechos políticos. Tanto en la tesis como en el manual logrado, resalto que el acompañamiento es
una vía para ejercer el derecho a la salud, en el entendido de que la salud es un bien público. La salud
como bien social debe estar al alcance de todos/as, y puede ser modificado colectivamente para
hacerlo “más afín a nuestras creencias y más conforme a nuestras aspiraciones, menos amenazante o más justo”

10
(Fassin, 2008:7). Bajo este entendido, todo problema de salud, –incluso el aborto, que es
considerado ilegal en el estado de Chiapas–, concierne a la colectividad y por tanto podrá
intervenir en el restablecimiento y resolución de dicho problema.

La tesis que presento está organizada en cuatro capítulos. En el primero se presentan las
nociones teóricas relacionadas con las prácticas abortivas. En primer lugar, se habla sobre la
Medicina hegemónica y se describe el habitus médico. En un segundo momento, se describe el
habitus de las acompañantes de aborto y se definen las prácticas propias de un acompañamiento
realizado desde el feminismo, de manera que se separa el acompañamiento de la consejería y la
orientación.

En el segundo capítulo, problematizo el tema del aborto como un tema de justicia social.
Analizo el contexto legal del aborto en México, dando a conocer los avances y retrocesos en
materia legal, además de aportar algunos datos que ayudan a comprender por qué el tema del
acompañamiento de aborto es un tema de injusticia social. Además, presento una genealogía de
las luchas feministas por el aborto en México y en Chiapas. El capítulo finaliza dando a conocer
el contexto de esta investigación, la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

En el tercer capítulo se explica el porqué de la metodología utilizada. Se dan a conocer a


las sujetas de investigación; las acompañantes de aborto, justificando la elección de los casos. En este
capítulo, se desmenuzan las categorías de análisis utilizadas para esta investigación, dando cuenta
de cómo a través de ellas, ahondé en las prácticas de las acompañantes.

En el capítulo cuarto, se analizan las entrevistas realizadas, revelándose las experiencias,


saberes, así como el origen del activismo político de las sujetas de esta investigación. También,
profundizo en los conocimientos y saberes de las acompañantes de la Ciudad de México. Dado
que se desenvuelven en un contexto de despenalización del aborto desde el 2007, me interesaba
saber si existen contrastes en su labor. Antes de finalizar el capítulo, profundizo en el trabajo de
Católicas por el Derecho a Decidir, organización de la sociedad civil que labora en san Cristóbal
de las Casas principalmente.

Finalmente se presentan las reflexiones de este trabajo. Intento hacer un balance entre

11
los objetivos iniciales y los logrados. El Manual sororario para acompañantes de aborto se presenta
anexo a la tesis.

12
CAPÍTULO I
Nociones teóricas a partir de la práctica médica del aborto

Esta investigación toma en cuenta la noción teórica de habitus, y la contrasta con la


práctica médica. El habitus de las acompañantes de aborto es opuesto al habitus médico
dominante, caracterizada por ser violento y patriarcal. El acompañamiento se da en un entorno
de horizontalidad, buentrato y brinda a las mujeres información necesaria ante su decisión,
configurando una contra resistencia política y haciendo la salud pública Fassin (2005).

1. EL HABITUS MÉDICO

En los servicios médicos hospitalarios, el buentrato, la dignidad, el respeto por el cuerpo


y los derechos de las mujeres no tienen cabida. Rosario Caballero (2012), realiza un ejercicio
metafórico en el que compara el ingreso a un hospital con la migración. Al entrar en un hospital
expresa “todos somos migrantes”, pues el lenguaje médico, jerarquiza, segrega y demarca posiciones,
la rigidez de los protocolos, parecen “perder eficacia sanadora si no se reproducen ritualmente”. En su
metáfora el paciente es el extranjero y el profesional o médico es la persona autóctona, entre
ellos se establece una relación de dependencia, pues la entrega al médico con la esperanza de la
sanación, es casi total (Caballero, 2012:35).

Si a estas circunstancias se le agrega el factor de género, el maltrato hacia las mujeres que
desean interrumpir un embarazo, se dispara (Castro, 2014).

Siguiendo a Castro (2010), quien define el habitus médico como:

“el conjunto de predisposiciones incorporadas –esto es, que teniendo un génesis social y material
específicas, han pasado a formar parte del propio cuerpo y de la subjetividad de los profesionales
que, a través de un largo periodo de socialización, iniciando en los años de formación y sostenido en
la práctica profesional rutinaria, llenan de contenido las practicas concretas de los médicos, en su
quehacer cotidiano” (Castro, 2010:59).

13
El concepto del autor da cuenta del origen de las prácticas médicas, las cuales suelen
estar acompañadas desde violencias sutiles hasta las más directas. Su génesis se remonta a los
años de formación, y dichas prácticas médicas se reafirman en su quehacer cotidiano.

La relación asimétrica entre el médico, que ostenta la autoridad, domina las técnicas y
procedimientos de aborto y las pacientes que no las saben, se agudiza. Ante estas circunstancias
no asombra que las mujeres opten cada vez más por los abortos medicamentosos, en entornos
más cálidos, fuera del ámbito hospitalario, incluso en contextos de “despenalización del aborto”,
que cuentan con servicios especializados en interrupción legal del embarazo, como la Ciudad de
México.

Si bien el habitus médico es el conjunto de predisposiciones incorporadas, éste se


sostiene a través de las prácticas de los médicos, quienes tienen mayor agencia que las pacientes,
-por ejemplo-, en un hospital (Salazar, 2012).

1.1. EL HABITUS EN EL ACOMPAÑAMIENTO FEMINISTA DE ABORTO

Por otro lado, y contrarrestando el maltrato institucional, propio del habitus médico, se
encuentran las acompañantes de aborto. Las acompañantes formamos parte de un habitus
(Bourdieu, 1991). La naturaleza de este habitus, responde a un conjunto de jerarquías (escolares,
de género y profesionales) que han sido incorporadas profundamente y se han vuelto
constitutivas de sus esquemas dominantes de percepción y apreciación del a realidad que les
rodea (Castro, 2014). Algunas de las características propias de este habitus:

a. Las acompañantes, formamos una contra resistencia ante la hegemonía médica. El


acompañamiento de aborto propicia ambientes de buentrato donde se atiendan las
necesidades emocionales –culpa, remordimiento, tristeza, ira– de las mujeres.
b. Hemos sido capacitadas y profesionalizadas para acompañar y escuchar activamente.
c. Somos un respaldo, al margen de los prejuicios morales propios de los contextos
médicos altamente patriarcales y maltratantes.
d. Pese a que hemos sido educadas en la ética del cuidado, re significamos el ser para otros
en un activismo político.

14
e. Somos conscientes de que el aborto es un derecho ganado a través de años de luchas
feministas.
f. Acercamos información que permite a las mujeres decidir sobre su cuerpo, considerando
sus contextos, creencias, sentires y pensares.
g. Conocemos las leyes y tratados nacionales e internacionales que legitiman al aborto.
h. Nos respaldamos en manuales de acompañamiento, así como en saberes no
considerados científicos para ejercer nuestra labor.

1.2. PRÁCTICAS DEL ACOMPAÑAMIENTO FEMINISTA

Líneas telefónicas, sitios en la web o encuentros personales operan como vehículos para
revertir el secreto o la vergüenza que suele acompañar a la construcción de sentidos de las
prácticas abortivas (Vaggione, en Bellucci 2014). Las prácticas propias del acompañamiento
tienen como eje primordial al buentrato hacia las mujeres en proceso de aborto (Sanz, 2016). La
información que otorgan sobre aborto sin prejuicios, rompe con uno de los aprendizajes más
arraigados en las mujeres -el tener miedo y el de no ser solidarias unas con otras.

La salud colectiva, se construye según Jairnilson Paim como “proyectos, luchas, sueños,
subjetividades, ingenio, trabajo y arte”. La coyuntura actual, como expresa Edmundo Granda (2004),
reclama que la salud pública ponga en práctica conocimientos, lo suficientemente amplios para
interpretar y explicar la situación actual de la salud, que apoye en el avance de las condiciones de
vida y salud cada vez más deteriorados de la población, promoviendo y fortaleciendo diversas
expresiones individuales y colectivas progresistas, que buscan impulsar a la salud y apoyar en la
construcción de un estado democrático.

Es en este sentido, que encuentro que las prácticas de las acompañantes de aborto,
transgresoras también podrían enmarcarse dentro del concepto de salud colectiva, al rescatar los
saberes, los contextos socioculturales y las luchas organizativas de sujetas sociales que construyen
su salud y su bienestar.

15
1.2.1. AFIDDAMENTO Y SORORIDAD

Affidamento, es un concepto surgido a partir del activismo intelectual de la Librería de las


Mujeres de Milán. Hace referencia a la práctica de mediación entre mujeres, de forma que unas
puedan apoyarse en el valor o en el saber de otras (Colectivo de las Mujeres de Milán, 1991).
Parto de la premisa de que son las acompañantes las que poseen saberes imprescindibles en la
consecución de un aborto seguro, –esta confianza en otra– es una herramienta de lucha que
implica confiar en una mujer para darse valor, tomando en cuenta que las mujeres somos
distintas.
Según este colectivo, en este caso las acompañantes son mujeres con educación y
consciencia de género, la mayoría se asumen feministas y cuentan con conocimientos y
experiencias invaluables que las mujeres en situación de aborto, no tienen a la mano en ese
momento de sus vidas. Es en esos conocimientos técnicos y en ese apoyo moral, en el que se
apoyan para dar fin a un embarazo no deseado.

También en el acompañamiento una práctica es la sororidad, entendiéndola como una:

“experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencial y
política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, que contribuye a la eliminación
social de todas las formas de opresión, y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al
empoderamiento vital de cada mujer” (Lagarde, 2006: 3- 4).

El concepto de Sororidad, va más allá de la solidaridad, pues busca modificar las


relaciones entre mujeres. La existencia de una cierta solidaridad –o sororidad– como le ha
llamado Marcela Lagarde (2006) ha permitido tejer lazos entre mujeres con características
propias, reivindican la autonomía, la horizontalidad, la autodeterminación, la independencia y
cuestionan los poderes dominantes, sus reglas y estructuras (Hernes, 2003).

Las acompañantes generan lazos con las mujeres que acompañaron, este proceso se da
debido a la complicidad que las mujeres generan en torno a un evento que ha sido históricamente
estigmatizado y criminalizado. El espacio de escucha y de contención que se genera en los
acompañamientos, hace que se les dé valor a las decisiones que toman las mujeres.

16
1.2.2. COMPLICIDAD

Según Carmen Alborch (2011), el sistema patriarcal actual, ha provocado el efecto


perverso de la desvalorización de las mujeres por las propias mujeres. Por sobrevivencia las
mujeres se han vuelto enemigas potenciales: “disputando a las demás un lugar en el mundo a partir del
reconocimiento del hombre y de su relación con él, de su pertenencia en instituciones sociales y al amparo del poder”.

Ante tal rivalidad, la complicidad, la cual es entendida como la solidaridad entre mujeres,
incorpora una mirada de respeto y de dignidad entre nosotras. Es un punto de referencia para
entender que las mujeres debemos ser leales entre nosotras, que no siempre debemos pensar que
los hombres son más importantes (Alborch, 2011).

La complicidad entre mujeres también se caracteriza por su horizontalidad. El propio


término da cuenta de una relación distinta a la propia de la jerarquía médica, donde las pacientes
se subordinan al poder médico hegemónico quedando en una posición de dependencia y de
indefensión. Acompañantes y mujeres se vinculan en una relación de complicidad, en la cual son
las mujeres las que poseen los conocimientos sobre su cuerpo y las acompañantes cuentan
información sobre la toma de pastillas.

1.2.3. BUENTRATO

Las relaciones en la cultura patriarcal se basan en el poder y el maltrato, este sistema


patriarcal, nos atraviesa a todas y a todos en las esferas personal, relacional y social. En oposición
a este modelo, Fina Sanz (2016) propone uno de convivencia desde y para el buentrato. El
buentrato, es la forma de expresión del amor y una forma de vincularnos con los demás.

Sanz (2016), lo conceptualiza como sigue;

“Buentrato es la expresión de respeto y amor que merecemos y podemos manifestar con el


entorno como un deseo de vivir en paz, armonía, equilibrio, desarrollándonos en salud,
bienestar y gozo” (Sanz, 2016)

17
El acompañamiento de aborto, se caracteriza por ser cálido, sororo, amoroso. Atiende a
la necesidad social de las mujeres ante una crisis, la de un embarazo no deseado y la consecuente
resolución en un aborto. Los vínculos sororarios que se tejen entre mujeres acompañadas y
acompañantes, aunque de corta duración, son imprescindibles para la consecución del derecho
al aborto, pero sobre todo valida el derecho de las mujeres a la autonomía sexual.

Ante un sistema patriarcal opresivo y violento, donde prima la injusticia social, el racismo,
el clasismo, la misoginia, acompañar amorosamente, horizontalmente y con buentrato es
político, pues acerca a las mujeres a su derecho a la salud. Hacer la salud pública de manera
amorosa y con buentrato es quizás la característica principal del acompañamiento de aborto.

1.2.4. ESCUCHA ACTIVA

La escucha activa es un término que hace referencia a una serie de comportamientos y


actitudes que preparan al receptor para escuchar, a concentrarse en la persona que habla y a
proporcionar respuestas. Es un “arte” que requiere “disponibilidad, interés por la persona,
comprensión del mensaje, espíritu crítico y prudencia en los consejos” (Estanqueiro, 2006:63).
Escuchar activamente requiere atención física, psicológica y verbal.

1.2.5. EMPATÍA Y CONTENCIÓN EMOCIONAL

La empatía, busca la horizontalidad y respeto por los procesos de la otra persona,


permitiendo observar el dolor y sufrimiento de la otra persona, pero desde fuera. Cuando se
empatiza con la otra persona, se sintonizan los sentimientos de la otra persona durante su proceso
de crisis y se comprenden sus necesidades (Slaikeu, 2000).

La contención emocional es clave en el acompañamiento de las personas, pues busca


reducir el efecto de las crisis en la vida de las personas, mediante el contacto humano sensible y
humano, facilita la expresión y elaboración de sus emociones y sentimientos (Martínez, 2018).

Para dicha contención emocional, es necesaria la comunicación asertiva, la escucha activa


y la empatía. El acompañamiento emocional, es aquel que se da cuando una persona está junto

18
a otra, en un momento crítico, vital, significativo de su vida. Brinda seguridad, sostén, apoyo y
contención emocional (Martínez, 2018). El acompañamiento de aborto, valida la decisión de
abortar de las mujeres y les proporciona la información y apoyo necesario para ejercer su derecho
al aborto y a la autonomía sexual.

1.2.6. AUTOCUIDADO

El activismo feminista sin la vivencia placentera que


genera, pierde sentido
––Apuntes sobre feminismos, placer y militancia

El poder tradicional, autoritario, para dominar a otros/as, reduce a la otra/o en objeto,


el activismo feminista, en cambio, busca que las mujeres ejerzan un poder no para dominar, sino
para ayudar a otras mujeres a desarrollar sus propios poderes, para lograr una ciudadanía plena
(Lagarde, 1997).

El autocuidado para acompañantes de aborto realizado desde el feminismo es


fundamental y debiera colocarse en primer plano. Un activismo, que deja exhaustas, saturadas o
con una “carga emocional” excesiva a las mujeres, coloca a las mujeres de nueva cuenta en una
relación de poder, en la que es la institución u organización de la sociedad civil, la figura de
autoridad y la acompañante la que sigue órdenes (Gómez y López, 2015).

Un componente fundamental del autocuidado es la identificación de límites, pues


identificándolos se pueden tomar medidas de precaución antes de que el desgaste emocional
ocurra. El acompañamiento de aborto, es en sí misma una práctica que se torna desgastante por
el sistema patriarcal que estigmatiza al aborto, por eso, la necesidad de crear espacios colectivos,
donde se puedan expresar y escuchar las dificultades en la labor de acompañamiento (Ortiz,
2010).

19
1.3. ¿QUÉ SE HA ESCRITO SOBRE ACOMPAÑAMIENTO Y ABORTO?

A pesar de que en casi toda América Latina el aborto es criminalizado, existen


organizaciones de la sociedad civil que acercan información a las mujeres que requieren realizarse
un aborto fuera de los márgenes de la ley. La Organización Mundial de la Salud (2007) colocó al
misoprostol en su lista de medicamentos esenciales para la interrupción del embarazo, dejando
en claro que el aborto con medicamentos es seguro y que las mismas mujeres pueden
administrárselo.

Legitimándose en este hecho, diversas colectivas y organizaciones divulgan el uso del


misoprostol como abortivo, también se respaldan en el derecho a la información sobre salud, la
libertad de expresión y el derecho a la confidencialidad, así como en leyes internacionales que
legitiman el derecho al aborto.

En Argentina, donde el contexto es altamente restrictivo en materia de aborto, –es


descrito en su código penal como “delito contra la vida”– existen varios documentos que
visibilizan el activismo feminista. Del 2013: El aborto lesbiano que se hace con la mano. Continuidades y
rupturas en la militancia por el derecho al aborto en Argentina (2009-2012). Este documento sistematiza
la experiencia de lesbianas y feministas, que construyen un nuevo discurso del aborto:
desmedicalizador, autogestivo y empoderante.

Enmarcándose en la Campaña por un Aborto Libre de Argentina, relatan que “el aborto
con misoprostol, con la información correcta y el acceso a los medicamentos, emerge como una
revancha al heteropatriarcado capitalista que disciplina a las mujeres” (Mines et al, 2013:134).
Este documento recaba las experiencias de las militantes que atienden la Línea Aborto (más
información, menos riesgos). En un primer momento las autoras contextualizan históricamente su
militancia desde su visión de feministas lesbianas, inconformes con los discursos de las ONG´s
e instituciones.

En un segundo momento, se cuestionan ¿quiénes son las sujetxs políticas del feminismo?,
¿quiénes tienen voz y voto en las definiciones de las estrategias?, Las lesbianas ¿podían hablar de aborto? ¿y las
y los trans?. Estos cuestionamientos surgen luego de que las lesbianas feministas se vieran fuera

20
de las luchas argentinas por el aborto libre y seguro. El lema: “Educación sexual para decidir,
anticonceptivos para no abortar y aborto legal para decidir”, hace referencia a una concepción de la
sexualidad heteronormativa y se instala en un imaginario que criminaliza al aborto siendo este es
un problema de falta de acceso a una educación sexual integral, producto de la ignorancia,
pobreza, falta de oportunidades. Esta causa miedo e instala la noción de que el aborto es un
procedimiento peligroso, cuando la OMS ha dicho que el aborto medicamentoso es tan seguro
que las mujeres pueden auto gestionarse.

Las autoras de dicho documento, abrevian un ideario racista, paternalista y católico, que
invisibiliza los deseos, experiencias, aprendizajes y trayectorias de las mujeres que abortan. Los
dichos, conocimientos y saberes que las mujeres y sus acompañantes recaban, producto de sus
abortos –elegidos-, no son puestos en el debate por la legalización del aborto (Mines et al,
2013:13). Esta colectiva, crítica a la legalización del aborto, pues según estas autoras, este cambio
en las leyes, despolitiza las luchas por el aborto libre, y deja de lado los conocimientos de las
acompañantes.

Sobre la incidencia feminista que han tenido las líneas que dan información sobre el uso
de aborto con medicamentos, existen varios escritos que sistematizan dichos aprendizajes y
saberes tanto de las acompañantes, como de las mujeres “Líneas telefónicas de información sobre aborto
seguro: una estrategia efectiva para incrementar el acceso de las mujeres a los abortos seguros en América Latina”
de Raquel Irene Drovetta (2015), en este documento se rescatan las experiencias de las mujeres
con el uso de medicamentos abortivos en Argentina.

La autora subraya la importancia del activismo político de las socorristas –acompañantes–


de la línea de aborto seguro en ese país, pues éstas construyen ciudadanía al ser una vía para el
ejercicio del derecho al aborto, siendo una estrategia que ha dado resultados positivos, al
incrementar los abortos seguros –con misoprostol– en el contexto argentino.

Ruth Zurbriggen, activista feminista de la colectiva La Revuelta en Argentina, subraya la


importancia de ser activistas y académicas para así rescatar los conocimientos que se han
generado producto del acompañamiento feminista de aborto. El aborto como derecho de las mujeres.
Otra historia es posible (2013), visibiliza cómo necesario el movimiento feminista en las calles, pero

21
también en universidades, hospitales, centros de salud, organismos de Derechos Humanos,
medios de comunicación, en aras de construir otro imaginario, el del aborto como derecho de
las mujeres. Subraya como fundamental la tarea de acompañamiento a mujeres que abortan
desde un trato digno. Es importante saber que este libro se publica posterior a la Campaña
Nacional por el Derecho al Aborto Legal y Seguro y gratuito en Argentina.

Desde su visión como académica y activista Ruth Zurbriggen (2016), subraya la


importancia de las alianzas entre acompañantes de Socorristas en Red, con otras colectivas como
La Revuelta y el Sistema de Salud de Neuquén, provincia de Argentina, estas asociaciones,
permiten que las mujeres accedan de manera más rápida a servicios de aborto, de acuerdo a sus
contextos particulares.

Asimismo, reflexiona sobre la incongruencia de la etiqueta o rótulos “amigable” en los


servicios de salud, puesto que “se puede ser garantista de derechos, más no amigable en el sentido profundo
del término […] garantizar un ILE, sin embargo, hacerlo desde prácticas prejuiciosas, paternalistas,
maternalistas, racistas, etc.” (Grosso & Zurbriggen, 2016:8). A manera de cierre se posicionan como
colectiva, insistiendo en que mantienen un doble juego: demandar en la esfera pública la
despenalización y legalización del aborto y, por otro lado, mantener una práctica feminista de
autogestión en la salud comunitaria.

Encuentro a los manuales revisados como un ejemplo a seguir para el caso de México,
que no cuenta con un manual propio realizado desde la experiencia de las activistas feministas
que ejercen su labor desde antes de la despenalización del aborto en la Ciudad de México (2007).
El lenguaje coloquial que utilizan, posibilita que el uso del misoprostol para abortar como
tecnología segura y asequible a más mujeres.

En México aún no se ha dado el salto de teorizar desde la práctica –de aborto– rescatando
los conocimientos de las acompañantes de diversas colectivas, así como de las líneas de aborto
existentes en el país.

Existe una división entre la producción academicista y la práctica, los conocimientos


producto del activismo feminista son tan válidos como los conocimientos que provienen de la

22
perspectiva académica. Son una de las principales bases que generan la acumulación del
conocimiento sobre la temática. Asimismo, son necesarios para las luchas por el aborto libre,
seguro y gratuito en México, así como para solventar las brechas de injusticia social que se
evidencian en los tipos de abortos a los cuales las mujeres acceden.

Sobre los Derechos sexuales y Reproductivos y su intersección con la ciudadanía, “La


creación Feminista de los Derechos Sexuales y Reproductivos y la Ciudadanía de las mujeres en
México” de Juana Alma Rosas Olvera (2002), aporta un amplio panorama del trabajo de las
Organizaciones de la sociedad civil principales en el país. Analiza la ciudadanía de las mujeres
como un concepto dinámico que se construye en la práctica social, concreción de derechos,
deconstrucción de identidades patriarcales. Toma a la sexualidad como el elemento fundante de
la ciudadanía de las mujeres, que atraviesa nuestros cuerpos “manipulados, reprimidos, controlados,
dominados, sin conciencia de derechos para decidir sobre él”. Analiza el proceso de conciencia de derechos
y de reconocimiento de las mujeres como ciudadanas, a través de las luchas feministas por el
derecho al aborto.

Al respecto, la práctica del aborto en sí misma, no irá modificando estas leyes que
reproducen injusticia social, pues “las mujeres ricas se realizan abortos en secreto, y las pobres mueren a
causa de abortos inseguros”. Son las luchas y el activismo por el aborto seguro, las que abrirán una
brecha, un espacio de derecho en el que construirá una nueva “ética y un nuevo derecho
alternativo”, como enuncia Martha Rosenberg (2014).

De entre de las Organizaciones de la Sociedad Civil mexicanas que acompañan a mujeres


en sus procesos pre- durante y post aborto, pueden nombrarse: Fondo MARIA, en la Ciudad de
México, con presencia en todo el país mediante la línea telefónica, Católicas por el Derecho a
Decidir con presencia en varios estados y en Chiapas, así como otras La Red por los Derechos
Sexuales y Reproductivos en México (DDSER). Estas Organizaciones no cuentan con manuales
que permitan que esta información sea aprovechada por las mujeres que deciden abortar fuera
de la Ciudad de México o incluso dentro de ella, pero fuera de clínicas médicas especializadas en
Interrupción legal del embarazo (ILE).

23
El Fondo de Aborto para la Justicia Social MARIA cuenta con una guía: “Acompañar para
empoderar”, dicha publicación del 2010, sistematiza –parcialmente– la experiencia de las
acompañantes en su labor, para que dichos conocimientos y saberes puedan ayudar a otras que
quieran formarse como acompañantes. Esta publicación es para uso interno de organización, no
para las mujeres que buscan información sobre cómo abortar, en este no se menciona el protocolo
de ingesta de medicamentos que se requiere para lograr un aborto seguro.

Dicha guía elaborada por Olivia Ortiz (2010), quien es una activista y psicóloga feminista
que teoriza desde la práctica, contextualiza al aborto y lo mira desde distintos lentes; el de la
salud pública, el feminista y de derechos sexuales y reproductivos, vinculándolos con el problema
de justicia social mexicano. Asimismo, mira la relación del aborto con la ética, el estigma social
y los problemas de las juventudes, por ser un fragmento vulnerable que no cuenta con educación
sexual adecuada ni acceso a anticonceptivos.

Ortiz (2010), argumenta que para que el acompañamiento pueda nombrarse feminista, no
puede desvincularse de las condiciones históricas y culturales en las que las mujeres vivimos.
Habla de la cultura patriarcal, los estereotipos y roles de género desiguales. Expresa que la
estructura familiar en la que las mujeres nos desarrollamos, es en sí misma una estructura
violenta, que no nos deja decidir sobre nuestro cuerpo.

Visibiliza las situaciones de vulnerabilidad a las que las mujeres embarazadas se enfrentan:
las condiciones de marginación, escasez de recursos y los condicionantes de género. Frente al
panorama adverso al que se enfrentan, algunas, con un proyecto de vida establecido, deciden
desde la autonomía sexual y reproductiva: interrumpir su embarazo. Otras, –la gran mayoría
creo yo-, abortan pues un embarazo no deseado no está en sus planes inmediatos, abortan sin
conciencia de derechos.

También toca el tema del aborto desde la mirada de los hombres; parejas, amigos o
familiares de las mujeres en situación de aborto: cuáles son sus percepciones, su papel en la
decisión de abortar, así como la exclusión a la cual se ven enfrentados por no ser dueños del
cuerpo en el que se lleva a cabo el embarazo no deseado/no planeado. Argumenta que los

24
varones colaboran ya sea en: lo emocional, económico, con información, cuidando o
responsabilizándose temporalmente de las tareas de cuidados (Ortiz, 2010).

La premisa del manual “acompañar para empoderar” evidencia que el acompañamiento


a mujeres en situación de aborto, posibilita el fortalecimiento personal para la toma de decisiones
y el ejercicio de un derecho. Este empoderamiento se logra mediante un protocolo de atención que
responda a las múltiples necesidades de las mujeres, relacionadas con aspectos: individuales,
familiares y sociales, en los diferentes momentos en los transitan las mujeres cuando eligen un
aborto: conocimiento del embarazo, toma de decisión, búsqueda de información,
procedimiento, post aborto.

Dicho protocolo; “debe reflejar un marco teórico, conceptual y práctico que defina el acompañamiento”
(Ortiz, 2010;40). Asimismo, considera al acompañamiento como un proceso de
empoderamiento en dos sentidos: el de la persona que acompaña, como el de la persona
acompañada. Ambas crecen en conocimientos y experiencias, lo que resulta en su seguridad y
capacidad de acción: “el ejercicio del derecho a decidir de la mujer acompañada, brinda certeza en la mujer
que acompaña sobre su propia determinación” (Ortiz, 2010; 37).

El último capítulo ahonda sobre el acompañamiento desde un enfoque feminista y de


derechos. Hace hincapié en que el formarse como acompañante requiere hacer un ejercicio
introspectivo de revisión de valores y creencias de la sexualidad, para así respetar los valores y
creencias de las mujeres que se acompaña.

Formarse implica además tener conocimientos en el campo legal del aborto en México,
adquirir nociones básicas sobre embarazo y desarrollo intrauterino, autonomía de las mujeres,
aborto y salud mental, cuáles son los servicios de salud especializados en ILE, adquirir
herramientas básicas de escucha activa para así brindar a las mujeres mejores opciones y que ellas
decidan en base a sí mismas. Enlista los factores que pueden indicar que una mujer requiera
atención psicológica post aborto. Al final del capítulo subraya la importancia de estrategias de
autocuidado, como premisa básica de la labor de acompañamiento.

25
Olivia Ortiz (2010) enuncia ciertas pautas que marcan para que un acompañamiento
pueda nombrarse como feminista; a) reconocer la inequidad de género y las relaciones de poder
entre hombres y mujeres, b) valorar el aporte de las mujeres al desarrollo y el bienestar de otras,
c) impulsar la responsabilidad del cuidado compartida con los hombres; y d) apoyar –desde el
acompañamiento– para lograr que cada mujer tome la mejor decisión sobre su vida y acceda a
una atención de manera libre y segura.

Esta guía constituye en sí misma un protocolo de acción, útil para acompañantes y


mujeres en situación de aborto. Fundamenta al acompañamiento dentro de los derechos sexuales
y reproductivos y visibiliza la agencia de las activistas- acompañantes. Sin embargo, está acotada
al contexto de despenalización y permisividad del aborto de la CDMX, la información que brinda
vía telefónica es sólo eso: mujeres brindando información sobre aborto medicamentoso,
resguardándose legalmente en el derecho a la libertad de expresión y a proporcionar información
sobre salud sexual y reproductiva.

Sin embargo, su falta de divulgación deja a las mujeres acompañantes de otros estados –
como Chiapas– más vulnerables, pues éstas actúan en contextos de ilegalidad y clandestinidad-
y se arriesgan más. Valoro que el autocuidado al que la autora hace referencia como premisa del
acompañamiento feminista no está presente de manera formal en las acompañantes de Chiapas,
pues no están bien informadas sobre sus derechos, ni cuentan con sesiones de contención
emocional y de autoanálisis en las que puedan explorar cuáles son sus límites para acompañar a
otras, lo que deja de lado su salud mental y su bienestar integral.

El contexto san cristobalense, Angélica Aremy Evangelista García, en el 2013, rescata el


trabajo de jóvenes en el área de Derechos Sexuales y Reproductivos y al camino que encontraron
en sus procesos de ciudadanía al agenciarse estos derechos. Ante el panorama desalentador en
términos de derechos en Chiapas, la autora subraya la importancia de los proyectos dirigidos a
jóvenes como agentes de derechos que promuevan que las personas –no sólo las mujeres– estén
educadas e informadas sobre sus derechos, y que controlen su cuerpo y su vida. Da cuenta cómo
esta articulación entre jóvenes y organizaciones les da mayor amplitud a las acciones a favor de
los Derechos Sexuales y Reproductivos, observando que estos agentes de derechos son privilegiados
en cuanto a posición socioeconómica y sólo equivalen a una proporción mínima de la población.

26
Tras el discurso de derechos sexuales y reproductivos que estos agentes portan, subyace
una noción de sujetos con autonomía y determinación que tal y como corrobora, distan mucho
de las condiciones de riesgo y vulnerabilidad en la que viven la mayoría de las sujetas reales,
concretas y cotidianas de San Cristóbal de las Casas, Chiapas (Evangelista, 2013).

La autora analiza el activismo que realizan estos jóvenes, formadas como agentes de
derechos, pues no conforman un movimiento social sólido que presione cambios profundos en
cuanto a legislación, sobre derechos sexuales y reproductivos “las organizaciones de la sociedad civil
focalizan tanto su promoción de los derechos sexuales y reproductivos, que dejan de lado la reflexión sobre las
condiciones que posibilitan su apropiación, pero sobre todo la autorización de sí para ejercerlos” (Evangelista
2013: 229).

Georgina Rivas (2009), quien estudió el embarazo no deseado en el contexto san


cristobalense, identifica que este problema social se encuentra invisibilizado y acarrea daños a la
salud mental de las mujeres. El daño a la salud de las mujeres se encuentra vinculado a las
condiciones precarias de vida de las mujeres cristobalenses, sin embargo, son los mandatos
culturales, las normas sociales y las subjetividades que reproducen el “deber ser”, es decir son las
inequidades de género, las que acarrean mayores afectaciones a la salud mental de las mujeres,
pues son ellas las que viven en su cuerpo un embarazo no deseado. Problematiza la injusticia
social a la que se enfrentan las mujeres precarizadas que desean abortar, pues son ellas las que
mueren por causa de abortos clandestinos. Sólo las mujeres de clases favorecidas acceden a
abortos en mejores condiciones.

Encuentro que no existen documentos académicos que revisen el activismo político que
ofrece el acompañamiento del aborto en México. Diversos documentos hacen referencia a la
construcción de ciudadanía a través de la promoción de los derechos sexuales y reproductivos,
así como al tema del aborto en todas sus facetas; el aspecto legal, el biomédico, desde la mirada
antropológica, médica, etc. Sin embargo, éstas no ofrecen una mirada desde el feminismo, que
logre visibilizar lo que los movimientos que luchan por el aborto libre y seguro han afincado: el
acompañamiento a mujeres que deciden abortar y como tal el logro se minimiza, pues no se ve
el panorama completo que ofrece este; evitar muertes maternas y el que las mujeres accedan a
abortos seguros. Considero que este acompañamiento, logrado a través de Organizaciones de la

27
Sociedad Civil construyen ciudadanía pues son estas agentes de derechos –en su mayoría
mujeres–, las que por medio de su activismo logran que las mujeres ejerzan su derecho al aborto.

1.4. ABORTO Y DERECHOS HUMANOS

Los Derechos sexuales y reproductivos surgen como resultado de un intenso y crítico


cuestionamiento de las carencias y desigualdades a nivel mundial en materia de sexualidad y
reproducción que afectan a la población más desfavorecida; mujeres indígenas, las que residen
en contextos marginados –tanto rurales como urbanos–. Se ha criticado a su vez, la ambigüedad
de las políticas públicas, así como la insuficiencia de medidas y programas que atiendan a las
necesidades y demandas reales de las mujeres (Lerner et al, 2016).

Las críticas en torno a la expresión “Derechos sexuales y reproductivos” giran en torno


al infinito de derechos a los cuales esta hace referencia, y la falsa noción de que los derechos
sexuales son un subconjunto de los derechos reproductivos. Remite a la “mujer heterosexual en
edad reproductiva”, –y con útero–, quedando limitada a las problemáticas “femeninas” de
embarazo, parto, puerperio, climaterio (Burin, 2010). Además, esta noción excluye del marco de
protección a las personas LGBTTI, a los hombres adultos, adolescentes y personas de la tercera
edad. Por este motivo es pertinente hacer una distinción entre los derechos sexuales y los
derechos reproductivos.

Los derechos sexuales, reconocen del ejercicio de la sexualidad como un derecho


humano donde se respeta la diversidad sexual. Los derechos reproductivos, por su parte, buscan
proteger la libertad y autonomía de las personas para decidir con responsabilidad si tener hijos o
no, cuántos, en qué momento y con quién. Esto es, trasladan a las personas el poder de decisión
sobre su vida reproductiva y sobre su cuerpo. Los derechos sexuales incluyen el derecho a
obtener información precisa sobre estos asuntos; acceder a servicios de salud sexual y
reproductiva, incluidos los de anticoncepción; elegir si se desea casarse, cuándo y con quién;
decidir si se quiere tener hijos y cuántos (Maciness y Díaz, 2008).

Estos derechos –sexuales y reproductivos-, han conseguido aceptación gracias a los


movimientos de mujeres que han reivindicado la maternidad como elección y no como destino,

28
con ello el derecho a decidir libremente si tener o no tener hijos y a contar con información
necesaria sobre el uso de anticonceptivos.

Los derechos sexuales no se limitan a un enfoque solamente de salud sexual, sino que
incluyen el derecho a buscar, recibir e impartir información sobre la sexualidad, a recibir
educación sexual, el derecho a que se respete la integridad física, el derecho a elegir pareja a
decidir si ser o no sexualmente activa, el derecho a mantener relaciones sexuales de mutuo
acuerdo, el derecho a contraer matrimonio de mutuo acuerdo y el derecho a llevar una vida
sexual satisfactoria, segura y placentera (OMS, 2002).

Los tratados internacionales que respaldan a los derechos sexuales y reproductivos son:
la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, en Viena, Austria, en 1993, la Conferencia
Mundial de Población y Desarrollo, realizada en El Cairo, Egipto, en 1994; y la Conferencia
Mundial sobre la Mujer, en Beijing, China, en 1995, estos son considerados imprescindibles para
el desarrollo integral de las mujeres (Guillaume y Lerner, 2007).

Dentro de los Derechos Sexuales y Reproductivos, se incluyen: el derecho a la


información sobre salud, a la educación sexual, a los servicios de salud, a una vida libre de
violencia sexual, a la igualdad y a ser libres de toda discriminación, a decidir sobre su cuerpo, a
beneficiarse del progreso científico y tecnológico, y el derecho a la libertad de conciencia y
religión (Brenes, 2004).

A partir de la Conferencia sobre Población y Desarrollo de el Cairo 1994, se superan los


conceptos de "planificación familiar" y “anticoncepción" como sinónimos de natalidad -en
manos de los gobiernos y sus leyes- para definirla como el hecho de llevar una vida sexual
satisfactoria, segura, responsable y autónoma (Maciness y Pérez, 2008; Lerner et al, 20016). En
la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing 1995, se ratifican estos acuerdos. A
partir de estas dos conferencias se estableció una Plataforma de Acción.

Los derechos humanos de la mujer incluyen su derecho a tener control sobre las
cuestiones relativas a su sexualidad, incluida su salud sexual y reproductiva, y decidir libremente
respecto de estas cuestiones, sin verse sujeta a la coerción, la discriminación y la violencia. Las

29
relaciones igualitarias entre la mujer y el hombre respecto de las relaciones sexuales y su
discriminación, incluido el pleno respeto de la integridad de la persona, exigen respeto y el
consentimiento recíproco y la voluntad de asumir conjuntamente la responsabilidad de las
consecuencias del comportamiento sexual7 (ONU, 1995; pár. 96).

A nivel internacional, los Derechos Sexuales y Reproductivos, están ratificados por los
siguientes pactos y declaraciones: La declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos
y Sociales, La Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Americana de Derechos
Humanos. La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (Convención Belem Do Pará), es el único instrumento internacional que trata el
problema de la violencia hacia la(s) mujeres, el cual ha sido esencial para sustentar los Derechos
Sexuales y Reproductivos en Latinoamérica.

La creación en 1928 de la Comisión Interamericana de la Mujer (CIM), fue el primer


esfuerzo por consolidar una institución oficial intergubernamental que velara por el reconocimiento
de los derechos civiles y políticos de las mujeres. En 1994 se creó la “relatoría para la Condición
de la Mujer en las Américas” en el seno de esta Comisión. Su primer informe evidenció que,
pese a los cambios normativos en la región, persisten graves problemas que afectan la condición
legal, social, política y económica de las mujeres (Lerner et al, 2016).

En lo que respecta al marco normativo, los derechos reproductivos, han sido


desarrollados por diversos instrumentos internacionales suscritos por el estado mexicano. Su
formulación y su contenido son más claros que los derechos sexuales, en el sentido que
encuentran su fundamento constitucional en el artículo 4º, segundo párrafo, y provienen del
derecho a elegir libremente el número y espaciamiento de los hijos y a contar con métodos
contraceptivos, incluyen el derecho a tener información necesaria para estar en condiciones
reales de decidir sobre reproducción.

7 ONU. Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, de la reunión celebrada en Beijing del 4 al 15 de
septiembre de 1995.

30
No obstante, la legitimación de los derechos reproductivos y sexuales, las leyes vigentes
aún no admiten una gama amplia de posibilidades de control de la fecundidad, ni reconocen
explícitamente el derecho de la mujer a decidir sobre los asuntos que afectan su reproducción,
como la posibilidad de tener un aborto seguro (Ávalos, 2013).

La salud reproductiva pone énfasis en el ejercicio de los Derechos Humanos, en


específico en los Derechos Sexuales y Reproductivos, en la autonomía sexual y reproductiva de
las mujeres, así como en las igualdades y equidades sociales y de género (Lerner y Szasz, en
Lerner et al, 2016). El reconocimiento del aborto como ejercicio de derechos humanos, se
sustenta a su vez en el derecho a la vida y a la salud integral de las mujeres (Ortiz, 2010).

El 23 de octubre del 2007, en la primer Conferencia Global sobre aborto seguro llevada
a cabo en Londres, se refirió por primera vez al aborto como un “derecho humano que debe
garantizarse en todo el mundo”. Para hablar del aborto como un derecho se tiene que anteponer a
los derechos reproductivos, y su vinculación con los derechos a la vida y a la salud que tienen
todas las mujeres, los cuales son contemplados en numerosos tratados internacionales. El
derecho al aborto seguro, no se encuentra aislado de otros derechos, pues está vinculado con el
derecho a la vida privada, el derecho a la salud que tienen todas las mujeres, a la integridad
personal y a la no discriminación. (Ávalos, 2013). Asimismo, el derecho al aborto se enmarca
dentro de los Derechos Sexuales y Reproductivos, se sustenta en el derecho a la vida y a la salud
integral de las mujeres (Ortiz, 2010).

Elizabeth Maier (2010), refiere que el derecho al aborto se sustenta en tres argumentos
primordiales; a) el primero se relaciona con la constitución del sujeto femenino moderno y el
derecho a ejercer el control sobre su cuerpo y fecundidad; el derecho a las mujeres a la
autonomía de su propio cuerpo, b) el segundo, responde a la consolidación histórica de nuevos
sujetos- sujetas, que emerjan posicionándose como agentes en carne viva de derechos, en este
caso de derechos sexuales y reproductivos, en específico agentes de derecho al aborto; y c) el
tercer argumento remite a la justicia social, sosteniendo que existe el acceso diferencial a aborto
según estrato socioeconómico, siendo las mujeres pobres de los sectores mayoritarios de México,
las que abortan en condiciones insalubres y precarias, incrementando con ello, la posibilidad de
complicaciones que arriesguen su salud y su vida (Maier, 2010: 27).

31
Lo que subyace a la aprobación del aborto como derecho es la ponderación de que la
vida de las mujeres es importante y de que son sujetas de derechos. Por ende, es prioritario
defender sus vidas y sus derechos fundamentales; así lo pronunció el ministro Vals Hernández
(2008) durante la sentencia que legitimó la constitucionalidad del aborto en la Ciudad de México;
“no es constitucionalmente admisible que el legislador, con la finalidad de proteger la vida en gestación, sacrifique,
en forma absoluta, los derechos fundamentales de la mujer embarazada, considerándola como un mero instrumento
de la vida en gestación” (GIRE, 2009).

El derecho es dinámico, en este sentido, las nuevas prácticas; aborto con misoprostol,
acompañado de mujeres conscientes de derechos, produce normas: “mientras que el derecho
positivo, estatal legaliza, el derecho insurgente desde las prácticas, genera contra-discursos a
favor de la legalización” (Vaggione, 2014, en Belluci, 2014). Este proceso insurgente de agencia
de derechos lo construyen las feministas que acompañan abortos inducidos, la mayoría de ellas
al margen de la ley, construyendo con estas prácticas en un derecho vivo.

1.4.1. ABORTO COMO PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA

El protocolo adicional a la Convención Americana en materia de Derechos Económicos,


Sociales y Culturales o Protocolo de San Salvador, reconoce en su artículo diez, el derecho de
toda persona a gozar del nivel más alto posible de salud física y mental, y establece que los
estados parte reconocen a la salud como un “bien público”. En el inciso a, hace referencia a la
atención primaria de la salud, entendida como “asistencia sanitaria” esencial, que debe ponerse
al alcance de todos los individuos y familiares de la comunidad 8.

Por salud pública se entiende el bienestar colectivo de poblaciones y actividades


emprendidas por una sociedad para asegurar condiciones en las cuales las personas puedan ser
saludables. Esto abarca los esfuerzos comunitarios organizados para evitar y contrarrestar las
amenazas a la salud del público.

8 http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/PI2.pdf Consultado el 20 de marzo del


2017

32
El concepto de salud pública, presenta varios problemas y limitaciones. Surgido a partir
del método positivista y bajo el presupuesto filosófico- teórico de la enfermedad y la muerte, se
comprendía, que sólo el Estado podía asegurar la prevención de enfermedades en la sociedad.
Con el paso del tiempo el concepto de salud pública se ha transformado a la par de la
globalización, buscando que el proceso salud- enfermedad mire más allá de sortear las
enfermedades y que se mire a la salud poblacional en su realidad histórica, en su matriz
conceptual y en su fundamentación vital (Granda, 2004).

En este sentido retomo lo propuesto por Fassin (2005), quien diferencia de la salud
pública de la medicina, en el sentido de que la salud pública tiene como principal objetivo,
preservar y promover la salud de una sociedad en el marco de las acciones públicas, de las
políticas de las salud, donde el término de lo público es el reconocimiento al bien común,
entendiendo este como la organización de vivir conjuntamente alrededor no solo de bienes
compartidos sino también de normas contradictorias y conflictivas.

Por tanto, la salud pública no puede limitarse a una realidad epidemiológica


correspondiente al estado de salud de una población, sino a una forma de gestión pública de la
salud que tiene como objetivo primordial, proporcional a los individuos las condiciones
necesarias para hacerse responsables y en consecuencia controlar su propia salud y llevar a cabo
sus proyectos de vida (Fassin, 2005 en Lerner et al, 2016).

Fassin (2005) cuestiona ¿qué conduce a que una realidad social se convierta en un problema de salud
pública? A partir de este cuestionamiento, insiste en la importancia de tener en cuenta el contexto
social, cultural y político en el cual las desigualdades sociales se entrelazan con la salud pública.
A partir sus planteamientos que hacen referencia a la construcción social del aborto como
problema de salud pública, de justicia social y de discriminación.

Inscribo el problema del aborto como problema de salud pública, en tanto que este
corresponde a una situación de alto riesgo ante un marco jurídico restrictivo, que orilla a las
mujeres a recurrir a la práctica clandestina e insegura del aborto, esta situación se manifiesta en
las tasas de mortalidad y morbilidad materna debidas a abortos inseguros, así como a serias
afectaciones a la salud física y mental de las mujeres y no se puede desconocer que el contexto

33
de injusticia y desigualdad social del aborto, que afecta de manera distinta a las mujeres, siendo
las más vulnerables las mujeres en entornos sociales marginados.

Las transformaciones sociales han dado paso al surgimiento de otros conceptos como el
de salud colectiva. Este nuevo concepto, da mayor poder a la acción social y las nuevas
identidades que luchan por la salud como es el caso de las acompañantes de aborto.

Me adhiero a la argumentación discursiva en torno al aborto como problema de salud


pública pues desde la psicología feminista, tomo en cuenta que la mirada de la salud integral de
las mujeres debe ampliarse, en tanto que abarque comprensivamente que es un derecho a la
mujer a decidir sobre su cuerpo, así como a su autonomía reproductiva.

1.4.1.1. EL CONCEPTO DE SALUD INTEGRAL DE LA OMS

El primer concepto de salud acuñado por la Organización Mundial de la Salud en 1948,


entiende no sólo la ausencia de enfermedad, sino “un estado de completo bienestar físico, mental y social
y no solamente la ausencia de afecciones”, en un sentido más amplio, “es la capacidad de adaptarse a un
medio ambiente, tomar decisiones y desarrollarse con autonomía” (OMS, 1948:84).

Este concepto, incorpora a los determinantes sociales que condicionan el estado de salud de
una población vinculándolos con las conductas, acciones y comportamientos de los individuos
en el contexto cultural (Lerner et al, 2016).

En el 2013 la OMS añade que la salud es: “un estado de bienestar en el cual el individuo es
consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma
productiva y es capaz de hacer contribuciones a su comunidad” (OMS, 2013: s.p.).

Además, respecto al primer concepto, el de Salud integral, cabría preguntarse si es


asequible lograr ese completo estado ya que cualquier malestar que tenga origen interno o
externo puede vulnerarlo. El segundo concepto también genera cuestionamientos sobre todo
respecto a las aptitudes de cada persona, ¿cuáles serían estas? Y sobre todo ¿cuáles serían las

34
presiones normales de la vida? Además, la OMS generaliza en cuanto a considerar a todos los
individuos como iguales sin distinguir su sexo.

Algunas críticas en relación a los conceptos y al quehacer de la Organización Mundial de


la salud, argumentan que, en estos espacios, la salud poco tiene que ver con el mejoramiento o
con la garantía de adecuadas condiciones de vida, con el acceso a tecnologías médicas o psicológicas
específicas que faciliten el bienestar en situaciones de complejidad orgánica o psíquica. Según
estos autores, la preocupación fundamental de los programas de escala mundial, está entendida
como la garantía reproductiva y productiva en el marco del sistema capitalista (Cuello y
Contreras, 2016).

La OMS enunció el concepto de Salud Reproductiva en 1994 en el marco de las


Conferencia Internacional de Población y Desarrollo celebrada en el Cairo. El concepto de
Salud Reproductiva, vincula visiblemente a las mujeres con su aparato reproductor y a
problemáticas de las mujeres como embarazo, parto, puerperio, climaterio. Los temas más
frecuentes además estaban vinculados a la psicoprofilaxis obstétrica, así como a la depresión
puerperal, lactancia etc. (Burin, 2010). Dejaban de lado a la salud emocional de las mujeres y
cómo las vicisitudes y las violencias a las cuales se enfrentan las mujeres hacen mella de la salud
integral y no solo a su salud reproductiva. Y aunque enuncian un nuevo concepto que hace
nuevamente referencia al completo estado de bienestar mental de las mujeres, hace énfasis en las
capacidades reproductivas de las mujeres;

La salud reproductiva es el completo bienestar físico, mental, social, y no meramente la ausencia de


enfermedad o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus
funciones y procesos. Implica que las personas sean capaces de llevar una vida sexual segura y
satisfactoria, que tenga la capacidad de reproducción y la libertad de decidir sí y con qué frecuencia
procrean, derecho a ser informados y tener acceso a métodos de regulación de la fecundidad de su
elección, seguros, efectivos, sostenibles y aceptables, así como acceso a otros métodos de regulación
de la fecundidad, y el derecho a tener servicios de salud apropiados que capaciten a la mujer a tener
un embarazo y parto seguros y provean a las parejas de mayores posibilidades de tener un hijo
saludable (OMS-CIPD, El Cairo, 1994).

La Salud Mental de las mujeres implica poner atención a su capacidad reproductiva, así
como a los mandatos sociales y culturales impuestos y las tareas de cuidado que indudablemente
desgastan su salud emocional, considerando, además, las dificultades que las mujeres atraviesan

35
producto de embarazos no deseados. Tomar a las mujeres como sujetas activas en su propia
salud se vincula con el concepto original de la OMS; las personas deben tomar decisiones autónomamente
sobre su salud.

Mabel Burin (1987), quien reconoce que existe una desigual distribución de la
responsabilidad en las tareas de cuidados, dentro de los vínculos de pareja, familiares y de
atención de los niños. También reconoce a las mujeres como sujetas activas, su concepción de
salud se enmarca dentro de una orientación participativa, que observa las necesidades de la
población con la cual trabajan, definiendo acciones y criterios de salud mental desde sus mismas
protagonistas, con la colaboración de equipos de salud mental multidisciplinarios.

Esta perspectiva reconoce la salud mental como una noción que sus mismas
protagonistas –las mujeres- van construyendo en diferentes momentos de sus vidas. Tanto ellas
como las personas que inciden en la construcción de esta salud comunitaria, tienen una
perspectiva centrada en la concientización y la transformación de las condiciones de vida de las
mujeres, así como de los factores opresivos que hacen que su salud mental se deteriore (Burin,
1987).

Asimismo, Burin (1987), toma en cuenta la cultura patriarcal en las que las mujeres nos
desarrollamos, pues es ésta con sus particulares normas y valores y su influencia sobre los roles
y el papel de las mujeres quienes constituyen factores enfermantes. No obstante, estas
condiciones opresivas, Burin considera que las mujeres presentan modos de resistencia por
medio de las cuales se adecuan a las condiciones de opresión. Muchos de los trastornos de salud
mental femeninos tradicionales podrían ser comprendidos desde la perspectiva de la resistencia
que oponen las mujeres.

Una revisión sobre los estudios de salud mental de las mujeres y su relación con el aborto,
indican que la interrupción de un embarazo es un acontecimiento íntimo e intenso, cuya vivencia
-al tocar puntos muy sensibles de la vida de las mujeres- puede contener una profunda carga
emocional. El impacto emocional y mental del aborto y la diversidad de reacciones están
asociadas a diversas características y condiciones que enfrentan las mujeres.

36
No son las mismas consecuencias para las mujeres sanas, emocional y mentalmente, que
en las que se reúnen factores de riesgo (Lafaurie et al, 2005). En entornos estigmatizados y de
rechazo en la sociedad, donde el aborto se encuentra penalizado, las mujeres pueden
experimentarlo de manera negativa e incluso traumática (Rondón, 2009). Estudios realizados en
población estadounidense como los de Munk- Olsen (2011), muestran que las mujeres
experimentan una gran variedad de emociones después del aborto, cuando el embarazo no fue
planeado y/o deseado, el alivio es la emoción más reportada, aunque algunas mujeres también
experimentan sentimientos de tristeza o culpa (Munk-Olsen et al, 2011). Las mujeres, con
problemas previos de salud mental, baja autoestima y deseos de tener hijos, presentan mayores
indicios de depresión (Robinson et al, 2009).

Para diagnosticar la situación mental de las personas, se necesita indagar sobre sus
historias de vida, sus condiciones y una variedad de factores que inciden en su bienestar físico y
mental. Diagnosticar la salud mental de las mujeres requiere tener en cuenta sus trayectorias en
sus trayectorias sexuales y reproductivas, así como las condiciones subjetivas que enfrentan ante
un embarazo no deseado y optan por un aborto. No se puede evaluar mentalmente a las mujeres
sin indagar con anterioridad en estos factores, además, los criterios de enfermedad o trastorno
mental son muy subjetivos y dependen enormemente de los contextos en los que se desarrollan
las mujeres.

Por otro lado, diversas investigaciones en México (Rivas 2009; Ortiz y Troncoso, 2012;
Maldonado 2012; Lamas, 2014) hacen referencia al aborto voluntario como un evento que
posibilita a las mujeres decidir sobre sus cuerpos, les fortalece y les permite construirse como
sujetas autónomas.

Las consecuencias psicológicas del aborto pueden llegar a ser positivas cuando la mujer
pone fin a un embarazo en buenas condiciones sanitarias y, sobre todo, cuando ella opta por
esta práctica de manera consciente, libre e informada (GIRE, 2005). En un estudio sobre el
aborto clandestino en México (Amuchástegui y Rivas 2002, en Guillame & Lerner 2007), las
autoras incluyen testimonios de mujeres que declararon sentir una sensación de gran tranquilidad
después de interrumpir un embarazo al margen de la ley, pero practicado de manera segura y
siendo tratadas con respeto por el personal médico que las atendió.

37
Entre los factores que inciden en la estigmatización del aborto, así como en la vivencia
negativa de éste, se encuentra la penalización. La estigmatización del aborto está ligada a la
percepción de este no como un delito, en entornos legales restrictivos, como es el caso de
México, el estigma aún prevalece.

La penalización lo significa como un procedimiento “malo e intrínsecamente perjudicial


para la sociedad” (Cook et al, 2016: 438), el efecto de este simbolismo refleja su origen histórico,
al percibirlo como un procedimiento pecaminoso que debe castigarse. Asimismo, la penalización
de la práctica marca a las mujeres que lo solicitan como “anormales”, a los médicos como
“abortistas” y a las personas que las acompañan y apoyan como “negligentes” o “ineptas” (Cook
et al, 2016: 441). El estado estigmatiza a las mujeres que abortan al poner en tela de juicio sus
capacidades y su sexualidad, poniendo en evidencia ideas preconcebidas de ellas. Con la
penalización, el estado contribuye a la animosidad por motivos de género (Pollvogt, citado por
Cook et al 2016).

El estigma en torno al aborto, aplica tanto a las personas que ejecutan un aborto –
personal de servicios de salud, parteras, enfermeras/os–, así como a las mujeres que abortan. El
estigma opera marcando a las mujeres interna y externamente como inferiores a los ideales de la
feminidad.

Las suposiciones más comunes de lo que debe o no debe ser una mujer varían de una
cultura a otra, no obstante, todas ellas presuponen que hay una “condición esencial de la mujer”.
Los ideales que se transgreden con el aborto son: 1) la sexualidad de la mujer únicamente con
fines reproductivos, 2) La inevitabilidad de la maternidad, 3) el cuidado y atención instintivos de
la mujer hacia quienes son vulnerables o ética del cuidado (Kumar et al 2009, citado en Cook
2016).

Bruce Link y Jo Phelan (2006), han estudiado la forma en la que funciona el estigma, así
como sus implicaciones en Salud Pública. Sus investigaciones pueden ayudar a comprender
cómo éste opera al penalizarse al aborto.

38
El estigma en lo que se refiere al aborto está compuesto de cinco elementos: 1) la
penalización marca como distintas a aquellas personas que se realizan abortos o los practican, 2)
se estereotipa estas diferencias vinculándolas a características indeseables, 3) las separa del resto
de la cultura dominante, 4) resultado de esta separación se justifica la pérdida de estatus social y
la discriminación hacia ellas, 5) finalmente se ejerce poder hacia las personas estigmatizadas (Link
y Phelan, citados/as por Cook et al 2016).

Como puede observarse, la estigmatización señala a las mujeres que abortan al separarlas
del resto, el estigma que las mujeres perciben influye negativamente en ellas al hacer que retarden
la búsqueda de ayuda o acompañamiento, así como de servicios pos aborto cuando los
consideren necesarios. El estigma percibido, hace que las mujeres oculten su aborto, “resultando
en menores posibilidades de que la mujer encuentre apoyo emocional y social” (Cook et al, 2016:
449). Las repercusiones de la internalización del estigma en las mujeres que abortan, hacen que
éstas no se perciban con el derecho de cambiar su situación, a consecuencia de esto ocultan y
silencian su experiencia (Ortiz, 2010).

La información proveniente de varios estudios (Freyermuth, 2008; Ortiz, 2008; Lamas,


2014), expone que las mujeres están muy motivadas para regular el tamaño de su familia y utilizar
anticonceptivos posteriores a un aborto, por esta razón, se recomienda que las intervenciones
mejoren la cobertura y la calidad de los servicios de anticoncepción después de un aborto
inducido, así como los servicios de consejería y acompañamiento durante el aborto (Juárez et al,
2008).

1.5. ACOMPAÑAMIENTO COMO VÍA PARA EL EJERCICIO DE UN DERECHO

La premisa del acompañamiento durante el aborto es que todas las mujeres deben tener
acceso a servicios de aborto seguro y legal, así como a cualquier tipo de apoyo que necesiten
durante la experiencia de aborto. Al acompañamiento se le identifica como la orientación y la
atención durante el proceso de aborto elegido de la mujer, que puede ser llevado a cabo por
distintas personas, ya sea enfermeras, trabajadoras sociales, familiares o las parejas de las mujeres
que abortan. La persona que brinda acompañamiento ofrece apoyo emocional, físico y logístico

39
a una mujer durante su experiencia de aborto (Barcklow y Reyes, 2010:170 citado por Börjensson
et al 2015).

El acompañamiento desde el feminismo, promueve la solidaridad a mujeres en situación


de aborto sin caer en prácticas asistencialistas. La relación que se establece entre acompañantes
y mujeres se da en un plano horizontal. El acompañamiento feminista reconoce en primer
término las inequidades históricas de género, así como las relaciones de poder existentes entre
hombres y mujeres. Valora a las relaciones solidarias entre mujeres pues considera que éstas
conlleven al desarrollo y el bienestar común (Ortiz, 2010).

El acompañamiento ayuda a des estigmatizar la práctica de aborto y a visibilizar al aborto


como ejercicio de derechos sexuales y reproductivos al proveer información sin prejuicios,
desnaturalizando con esto el que el aborto sea siempre una práctica negativa en la vida de las
mujeres.

Este acompañamiento aunado al apoyo emocional post aborto son espacios donde las
mujeres reconocen y validan sus deseos, pues a éste activismo feminista, le interesa desarticular
los discursos que han evitado que las mujeres tomen decisiones por sí mismas y les proporciona
una perspectiva afirmativa del aborto como ejercicio de derechos sexuales, reconociendo que
tuvieron que enfrentar un aborto para tomar consciencia del ejercicio del derecho a decidir sobre
su cuerpo, así como de su autonomía sexual (Ortiz, 2008).

40
1.5.1. ABORTO, FEMINISMO Y ACOMPAÑAMIENTO

“Apenas constituidos, los grupos de mujeres tuvieron que


enfrentarse con un viejo problema: el del aborto”.
––Manifiesto Rivolta Femminile

“Tenemos que habitar orgullosas la casa de la diferencia…”


––Audre Lorde

“En nuestra situación –como feministas– esa casa es el aborto”


––Mabel Bellucci

El aborto es el único lugar donde convergen todas las tendencias del feminismo,
históricamente todas han pugnado por la libertad de las mujeres para decidir sobre sus cuerpos.
Si se toma en cuenta que el eje fundamental de la identidad de las mujeres es ser para los otros
–ética del cuidado- y ser madre, el aborto se sitúa como la mayor desobediencia al sistema patriarcal.
A las mujeres se les ha formado para el ajuste y la adaptación sexual a su papel ancestral: la
maternidad y la sumisión al esposo. La esencia de la femineidad radica en aspectos negativos
como la debilidad del cuerpo, la torpeza de la mente y la incapacidad para ejercer otro trabajo
que no sea el doméstico. Esto las mantiene dentro de su papel de reproductora y trabajadora
doméstica. Como Graciela Hierro afirma: “la condición femenina parte de la biología, obedece a las
necesidades culturales y se sanciona con la doble moralidad positiva en todos los regímenes patriarcales” (Hierro,
1998: 57).

A través del aborto, muchas mujeres expresaron su voluntad de ser las protagonistas de
sus vidas, rechazando su rol materno como única forma de autorrealización femenina. Cabe
destacar que el aborto siempre ha sido posible, las mujeres lo han practicado en todas las épocas y
culturas como un medio para desasirse de un destino no deseado y que cobraba forma en la
maternidad impuesta (Deveraux, 1976).

41
Según Carla Lonzi, las mujeres no hemos logrado una sexualidad propia. Es evidente,
que las luchas por el aborto legal dentro del feminismo quisieran manifestar la búsqueda de la
autonomía en las mujeres, además de pugnar por la legalización del aborto, no obstante, desde
1974, cuando la Rivolta Femminile publica su manifiesto, evidenciaban que la legalización del
aborto no haría que las mujeres se liberen de la opresión de la que eran objeto.

La Rivolta Femminile tomaba como punto de partida para el cambio y la liberación de las
mujeres a los grupos de autoconciencia –feminista–. En dichos grupos se tenía como premisa el
diálogo y la validación con otras mujeres. Era a través del diálogo y de preguntas que
posibilitarían la toma de conciencia feminista, que las mujeres lograrían su liberación. La
pregunta desencadenante en relación al aborto era ¿Por el placer de quién he quedado embarazada?,
¿por el placer de quién estoy abortando? Estas interrogantes ponían en evidencia al patriarcado
hegemónico y a la magnitud de la opresión de las mujeres. Rivolta Femminile, trabajaban por un
cambio profundo mediante la toma de conciencia de las mujeres, y el empoderamiento mediante
sus abortos.

Coincido con el manifiesto de las Rivolta Femminile, en el sentido de que un aborto sin
información y sin consciencia de derechos no empodera a las mujeres, para que haya cambios
profundos en ellas, necesitan iniciarse en un proceso psicológico de concientización que varía
de acuerdo a sus contextos particulares, en el que reciban la información que les permita conocer
que el aborto que ejercieron es un derecho, posibilitando con esto un verdadero ejercicio
reflexivo.

Las preguntas generadoras que las Rivolta Femminile planteaban era muy reveladoras y
posibilitaban catarsis en las mujeres que se acercaban a ellas para abortar, sin embargo, no eran
respetuosas a sus procesos de vida, así como de sus tiempos –psicológicos–.

Mabel Belluci (2010) reflexiona al acompañamiento feminista como transcendental en tanto


que ha ido resignificando el aborto, haciéndolo parte de una lucha y generando comunidades de
afecto entre acompañantes y mujeres anónimas. El acompañamiento feminista revierte la
clandestinidad, el secreto y el estigma que rodea al aborto (Bellucci, 2010).

42
En “Historia de una desobediencia, aborto y feminismo”, Bellucci hace una genealogía de esta
desobediencia, distinguiendo cómo a través de la creciente legalización desde abajo –práctica del
aborto como derecho vivo–, las mujeres se insubordinan al sistema heteropatriarcal donde la
maternidad es obligatoria.

Como primeros antecedentes al Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM), surgido


después de la segunda guerra mundial, a este movimiento se le conoce como feminismo de la
segunda ola. Llama “marginalidades dinámicas”, a las luchas que acontecieron junto a este
movimiento como son la lucha por los derechos civiles entre la comunidad negra de Estados
Unidos de Norteamérica, las luchas de los estudiantes a nivel mundial y las luchas por los
derechos de las mujeres. Es en el contexto de posguerra que el feminismo surge como una
necesidad de instalar en el debate público la noción de la diferencia sexual y teniendo como
antesala a El segundo Sexo de Simone de Beauvoir (1949).

Más tarde, con la invención de la píldora anticonceptiva en los años 60´s, se resquebraja
la noción de maternidad como único destino para algunas mujeres privilegiadas, Bellucci (2010)
señala que junto con esta tecnología surgen injusticias sociales debidas a cuestiones de clase, raza,
etnia.

Solo un pequeño porcentaje de mujeres son las que se beneficiaron con esta tecnología,
siendo las mujeres latinas –con quienes se probó la píldora– las mayores afectadas por los efectos
indeseados de la píldora anticonceptiva. Agatha Ignaciuk (2002) hace referencia a que, si bien la
píldora fue la “inauguradora del feminismo de la segunda ola”, también trajo la instauración de
la anticoncepción como tarea preventiva sólo de las mujeres.

Es hasta 1967, que el movimiento de Mujeres Radicales de Nueva York (NYRW) ponen
en el debate al aborto. La dialéctica del Sexo (1968) de Schulamith Firestone, una de sus integrantes,
hace referencia a la sexualidad en términos del placer de las mujeres. Firestone consideraba
necesario un replanteamiento total de la sexualidad femenina en aras de que ésta fuera placentera
y satisfactoria para ellas.

43
También en el contexto estadounidense, Pan y Rosas surgido en 1969, inaugura el lema
feminista del derecho a decidir de las mujeres. Pan y Rosas afirmaba categóricamente “debemos
insistir en el derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos”. Esta colectiva, problematizaba el contexto
de injusticia social al cual se enfrentaban las mujeres chicanas, negras y puertorriqueñas de Nueva
York, quienes se enfrentaban en un 75% más a las muertes por abortos clandestino, en tanto
que sólo el 25% de las mujeres blancas morían por abortos.

Mabel Belluci (2010), distingue cómo desde aquella época, las colectivas transmitían los
conocimientos de la práctica abortiva contra el orden médico, jurídico y político, lo que
potenciaba la autonomía y el empoderamiento de las mujeres. En 1969 el tribunal de Nueva
York llamó a varias personas que proporcionaban información sobre aborto a comparecer ante
un jurado de acusación. Tales hechos presionaron al Movimiento de Liberación de las Mujeres
(MLM) a entrar en contacto con la comunidad sanitaria femenina, organizando el Proyecto
Femenino de Aborto, que fungió como un catalizador para mantener el tema del aborto en el debate.

Este movimiento convocó a las mujeres a desfilar por las calles de Nueva York el 28 de
marzo de 1970 para presionar al gobierno de Nueva York a reparar en el tema de aborto como
un tema de justicia social, en sus carteles, estas feministas enunciaban “quinientos dólares por
aborto equivale a su prohibición”. Meses después esta efervescencia política se disolvió al
cambiar la legislación sobre aborto. El 1 de julio de 1970, se permitió la interrupción del
embarazo en NY, siempre que la efectuase un médico antes de las 24 semanas. El Proyecto
Femenino de Aborto no se dio por vencido al exigir al gobierno la debida capacitación de los
médicos, educación integral sobre educación sexual y abortos gratuitos.

Tres años después el caso Roe vs. Wade, finalmente se permitió abortar legalmente a las
mujeres en Estados Unidos. Un tribunal federal consideró que las mujeres podían elegir un
aborto en el primer trimestre del embarazo en función de su derecho a la privacidad. La corte no
confirmó el derecho por el cual las feministas de aquella época exigían: el derecho a la autonomía
sobre el cuerpo (Bellucci, 2010).

Como antepasadas de las colectivas feministas actuales que acompañan abortos, las
JANE, colectiva afín al movimiento punk londinense, con la consigna “Hazlo tú misma”, operaron

44
en Chicago desde 1968 hasta la decisión de la corte norteamericana de legalizar el aborto –Roe
vs. Wade– en 1973. Sus cifras indican que realizaron 11 mil abortos, bajo un exhaustivo protocolo
de seguridad, con hincapié en los componentes médicos, de acompañamiento y consejería. Su
experiencia, evidencia que es posible desplegar una organización autónoma, eficiente,
disciplinada, fuera de la medicina y moral tradicional occidental. JANE como colectiva
autónoma, satisfacía las necesidades de acompañamiento durante un aborto, que no cubría el
estado ni los médicos de la época y visibiliza cómo los conocimientos y saberes abortivos pasaron
de una mujer a otra, en un continuum de aprendizaje que generó su práctica, fuera de los márgenes
de la ley.

Jane no abogaba por la legalización del aborto, de hecho, la criticaba como única forma
de acceder a un aborto legal y seguro, argumentando que el proceso de legalización trae como
resultado la mecanización, deshumanización y cooptación de la salud de las mujeres. Debatieron
el que se esperara a la legalización para que el gobierno tomara cartas en el asunto respecto al
acompañamiento de mujeres durante sus abortos. Insistían en omitir y resistir a las leyes y abogar
por la autogestión y la organización entre mujeres (JANE, 2015).

A esta colectiva feminista se le suman diversas colectivas a nivel mundial que se respaldan
en el derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos, pero también en los derechos y tratados
internacionales que legitiman el derecho al aborto.

En Sudamérica, las colectivas feministas “Línea de aborto” en Chile y la “Línea de


Aborto: Más Información, Menos Riesgos” de Argentina, han aprendido a través de la
aproximación telefónica diaria con mujeres, sobre sus necesidades e incertidumbres frecuentes.
Ambas han propuesto sus propios manuales “Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con
pastillas” (2012) en Argentina y “El Manual” (2012) en Chile.

Estos han sido imprescindibles en su quehacer como activistas. Recuperan sus


aprendizajes cotidianos y democratizan la información al publicar sus contenidos de manera
digital e impresa “para las mujeres que no tienen acceso expedito a internet, ni el dinero suficiente para hacer
una llamada telefónica o que requieren información más detallada sobre cómo realizar un aborto con pastillas”.
En estos manuales se retoman las voces de las mujeres que abortan, así como las de las

45
acompañantes que han aprendido a través de la información que entregan 365 días al año vía
telefónica.

1.5.2. ¿QUÉ ES EL ACOMPAÑAMIENTO DURANTE UN ABORTO INDUCIDO?

“La figura de la acompañante siempre ha existido, es la vecina, amiga, madre, hermana,


novia, prima, siempre hay alguien que facilita algo para que otra pueda abortar”

––Alma Osiris de Gante, Acompañante


activa de Missovarias

Autoras como Joaquina Erviti, quién ha estudiado la experiencia de aborto en mujeres


pobres, subraya la importancia de las redes sociales, familiares o amistades en sus procesos de
aborto. La autora, señala que al menos en las mujeres entrevistadas, las que tienen una red social
amplia, suelen interrumpir de manera más rápida un embarazo no deseado (Erviti, 2005).

El acompañamiento, se da en una relación de horizontalidad, sólo esta relación de iguales


puede enunciarse feminista, en tanto que toma a las mujeres como sujetas activas de derechos.
Son ellas las que conocen su cuerpo y saben con qué herramientas personales cuentan, saben,
además, quienes serán sus aliados en la consecución de su aborto.

Para el caso de México, Fondo MARIA ha aprendido de su activismo feminista posterior


a la despenalización del aborto en la Ciudad de México en el 2007 y ha hecho un ejercicio auto
reflexivo de su activismo feminista, así como de su quehacer como OSC. Han enunciado un
concepto de acompañamiento;

“Es una oportunidad que permite a la mujer tomar conciencia de su autonomía, de la fuerza que
radica en ella. El acompañamiento, en todas sus facetas (antes, durante y después del aborto), puede
ser visto como una herramienta sustentada en el respeto de la autonomía de las mujeres y que
mediante una relación acciona y promueve tomar contacto con dicha fuerza, siendo respetuosa del
momento en el que cada mujer se encuentra cuando decide la interrupción de su embarazo, es decir,
aun cuando no todas lo perciban así porque aún no han cobrado cabal conciencia de esa autonomía
en sí mismas” (Ortiz, 2010: 72).

46
El acompañamiento feminista, posibilita el acceso al derecho a la información sobre su
salud, a la privacidad, a tener acceso a las tecnologías que hacen más fácil el aborto –misoprostol–
respetando las creencias y las condiciones socioeconómicas de cada una. Este acompañamiento,
pone a las mujeres como protagonistas de su aborto, pues ellas deciden que decisiones y cómo
lo llevarán a cabo, –ya sea medicamentoso o por AMEU–. En ese sentido, son las acompañantes
una guía y respaldo que los escucha activamente sin los prejuicios morales de los contextos
médicos altamente patriarcales y violentos.

El acompañamiento es activismo político pues conduce a las mujeres a ejercer un derecho


ganado a través de históricas batallas por el movimiento feminista. A este derecho lo legitiman
diversas leyes y tratados internacionales, las acompañantes son conscientes de estas leyes y su
función es fundamentalmente acercar información que permita a las mujeres decidir sobre su
cuerpo de la mejor forma posible, tomando en consideración sus creencias, sentires y pensares
y de acuerdo a sus contextos.

1.5.3. ¿CONSEJERÍA, ORIENTACIÓN O ACOMPAÑAMIENTO?

En el trabajo de acompañamiento, va más allá de ofrecer un servicio, pues también se


presta compañía, escucha activa y solidaridad, además es un trabajo centrado en las necesidades
de las personas (Hamson et al, 2014).

El término acompañamiento da cuenta de una relación de horizontalidad propia del


feminismo, así como de complicidad y empoderamiento de ambas partes; tanto de la mujer que
aborta, como de su acompañante. A diferencia de éste, la orientación y consejería se da en una
relación desigual donde una de las partes enseña y aconseja a la persona en cuestiones de salud
según el paradigma positivista actual de la salud mental. Por estos motivos, considero que el
término conveniente para esta investigación es acompañamiento, donde la salud es vista como un
derecho humano al cual todas y todos debiéramos acceder.

47
A través de otros ejemplos de acompañamiento, como el de Las Libres, organización
asentada en Guanajuato, se puede apreciar el valor de depositar la confianza en las mujeres y los
lazos de apoyo entre ellas. De manera que tanto las afectadas -en su caso mujeres criminalizadas
por abortar-, como las mujeres defensoras de derechos logran hacer vínculos de confianza y de
solidaridad, amortiguando la victimización. Estas prácticas potencian la transformación social
pues logran concienciar a las mujeres sobre sus derechos y empoderan a las mujeres (Madrazo,
2011).

En Argentina, se ha retomado el término de Socorrismos, en honor a la colectiva italiana


–Socorro rosa– que realizaba interrupciones de embarazo en clandestinidad. Las feministas
italianas pertenecientes a este grupo, realizaban abortos gratuitos con médicos integrantes del
Partido Comunista en el sótano de una casa. Con ello, las feministas ponían de manifiesto la
necesidad de generar lazos de solidaridad entre mujeres evitando el negocio y el maltrato. Las
socorristas argentinas, dados sus lazos históricos con las activistas italianas, lo han retomado como
un tributo.

1.6. ACOMPAÑAMIENTO PSICOLÓGICO POST ABORTO

Sobre el acompañamiento emocional después de un aborto o post aborto, se encuentra


la iniciativa de Acompañamiento Después de un Aborto Seguro (ADAS). En 2006 se elabora la
propuesta teórica y en 2007, a partir de la despenalización del aborto en la Ciudad de México se
presenta abiertamente como una opción de atención para las mujeres que han interrumpido un
embarazo.

Este espacio terapéutico y feminista, busca evitar y disminuir el silencio y el aislamiento


que provoca en muchas mujeres un embarazo no deseado y la posibilidad de interrumpirlo, dada
la estigmatización hacia el aborto, abonándose en la resignificación de dicha experiencia. En
palabras de Olivia Ortiz, psicóloga clínica iniciadora de esta intervención;

“es una intervención profesional con un marco de referencia que toma elementos de la psicoterapia
narrativa, el psicoanálisis, el feminismo y las teorías de género, para que la mujer clarifique el dilema
de la situación embarazo-aborto y las condiciones en las que lo enfrentó. ADAS ofrece un espacio
confidencial, respetuoso, con escucha atenta y sin juicios al decir de cada mujer, que protege y
promueve los derechos sexuales y reproductivos” (Ortíz, 2016:1).

48
Esta revisión psicológica post aborto se desarrolla en sesiones individuales, presenciales
o por video conferencia, y a lo largo de doce sesiones se reflexiona y analiza sobre los diversos
aspectos que la situación embarazo-aborto visibilizó en ese momento de vida de la mujer (Ortiz,
2016).

La revisión también recupera las preguntas, las reflexiones, las emociones, los
sentimientos, las condiciones familiares, sociales y personales que surgieron en cada mujer y
estuvieron presentes en ese momento. Desde 2007 hasta el 2017, ADAS ha brindado apoyo
emocional a más de 200 mujeres. La sistematización de las experiencias relatadas por 38 mujeres
atendidas por Olivia Ortiz (2016), recupera varios aspectos que aportan al conocimiento de la
experiencia emocional de las mujeres, por ejemplo, la diversidad de condiciones que enfrentaron
en el momento del embarazo, la influencia de los mandatos de género en la construcción de su
identidad y el replanteamiento que ha implicado en sus planes de vida un embarazo no deseado
y que han elegido interrumpir. A continuación, se refieren cuatro categorías de análisis que ha
reportado:

Condición de la mujer antes del embarazo: Las mujeres dan cuenta en su narración de
una educación orientada en el deber ser femenino; así como una historia familiar en la que han
experimentado diversos tipos de violencia. Estos aspectos, entre otros, favorecieron un contexto
familiar que socavó sus aspiraciones de autonomía, libertad e independencia.

Condición general de vida al momento del embarazo: El embarazo confrontó a las


mujeres con una situación que no estaban dispuestas a enfrentar y que ponía en riesgo aspectos
o condiciones de vida que no querían perder. En ese sentido el aborto fue la posibilidad para
evitar afectaciones mayores, por ejemplo, continuar un embarazo de una relación de pareja
violenta; o en condiciones económicas limitadas que afectarían el nivel y calidad de vida de
hijos/as a su cargo.

Percepción de sí mismas: La ruptura o distanciamiento de los mandatos de género que


plantean la maternidad como ineludible y principal camino de expresión de su identidad estuvo
presente en casi la totalidad de las mujeres. Para algunas representó un proceso reciente y menos
conocido, para otras más ejercitado y por tanto más comprendido que exige una mayor confianza

49
en sí misma para poner límites a acciones que representen un apego al rol de género tradicional.
En común registraron su interés por un plan de vida orientado a la autonomía; una
determinación a postergar la maternidad en aras de obtener un grado de confianza y desarrollo
personal; así como su aspiración a relaciones personales mediadas por el buen trato, donde se
respeten sus decisiones y su plan de vida.

Significados del embarazo y aborto: El aborto confrontó a las mujeres entrevistadas con
situaciones críticas y dolorosas que habían identificado previamente pero que no habían resuelto
por diversos motivos. Su proyecto de vida ante esta situación cobró una importancia vital,
pasando la maternidad a un segundo término.

La intervención ADAS argumenta que el acompañamiento post aborto permite que la


mujer reconozca la influencia de los diversos factores que participaron en su proceso embarazo-
aborto. Ha significado;

“la posibilidad de cambiar patrones de comportamiento, establecidos antes como propios de ser
mujer, y les permite decidir por sí mismas, ejerciendo su libertad a un nivel más alto”, además “al
decir que no a la continuación de un embarazo, la mujer afirma otros aspectos de su vida que ella
considera importantes, generalmente asociados a la gestión de su autonomía” (Ortiz y Troncoso,
2012:10).

El acompañamiento y apoyo emocional post aborto son espacios donde algunas mujeres
han reconocido y validado sus deseos, pese a la cultura patriarcal que impone la maternidad
como único camino válido de ser mujer. En estos espacios de acompañamiento psicológico, han
desarticulado los discursos que les restan autonomía sobre sus vidas. Algunas mujeres han
logrado resignificar su experiencia para alcanzar una perspectiva afirmativa del aborto, al
reconocer que “tuvieron que enfrentarlo para abrir los ojos a otras circunstancias que les permitieron tomar
mayor control de su vida, o un rumbo más apegado a la conciencia de sí mismas” (Ortíz, 2016:3).

50
Capítulo II

2. EL ABORTO UN PROBLEMA DE JUSTICIA SOCIAL EN MÉXICO

“Las ricas abortan,


Las pobres mueren,
Basta de hipocresía”

––Consigna feminista

En México, el ejercicio del derecho a un aborto no es una realidad para todas las mujeres,
pues su práctica –un derecho que la Organización Mundial de la Salud legitima-, sólo puede
realizarse legalmente hasta las 12 semanas de gestación, dentro de la Ciudad de México
(Gamboa– Montejano y Valdés–Robledo, 2014). Esta situación de injusticia social se evidencia
en lo referido la Constitución Política en su artículo 4°, donde se expresa como garantía
individual el derecho de las personas a la protección de su salud y a decidir de forma libre,
responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos, dejando ver que las
mujeres con falta de recursos y altos índices de marginación como las habitantes del estado de
Chiapas no pueden decidir libremente sobre el ejercicio de este derecho.

Estas variaciones entre leyes federales y estatales relativas al derecho al aborto en México,
aúnan más la injusticia social en lo relativo al aborto. Según Cook (2016), la penalización es
discriminatoria y funciona como catalizador de las desigualdades sociales y étnicas. México, al
ser un país de evidentes desigualdades socioeconómicas, potencia las problemáticas presentadas
por abortos con marcos jurídicos restrictivos, realizados en contextos de alto estigma frente al
aborto. Surge la pregunta ¿Acaso puede hablarse de igualdad cuando por medio de las leyes, se crean
ciudadanas más libres o menos libres de acuerdo a la entidad federativa en la que viven?

Además, las adolescentes y jóvenes, así como las indígenas que no cuentan con parejas
formales, son las mujeres más vulnerables ante el aborto inseguro (Lerner et al, 2016). La

51
interrupción legal del embarazo, abona a los esfuerzos por disminuir la mortalidad materna
provocada por un embarazo inseguro, contrarrestando con esto la injusticia social que significa
abortar en clandestinidad. Las mujeres más vulnerables son las que menos tienen acceso a
servicios de salud y por lo tanto a abortos seguros, lo que hace necesario buscar estrategias –
como el acompañamiento y la información durante el proceso de aborto– tratando de
contrarrestar los efectos de éstas desigualdades sociales (Ortíz, 2010).

Sólo cuando el aborto voluntario esté totalmente despenalizado en todo México será una
realidad la garantía constitucional de que todas las personas son iguales ante la ley y será real el
respeto a la libertad reproductiva, como lo enuncia el Artículo 4° de la Constitución Mexicana.

2.1. AVANCES Y RETROCESOS EN DERECHOS SEXUALES EN MÉXICO

El Estado Mexicano ha firmado todos los tratados en materia de Derechos Sexuales y


Reproductivos, lo que lo obliga a cumplir con dichos acuerdos. En la práctica, ha incurrido en
el incumplimiento de ellos, debido en parte a la falta de políticas públicas en materia de Derechos
Sexuales y Reproductivos, a la fuerte cultura patriarcal que identifica al país y permea a la
legislación, así como al influjo de la religión católica (Guillaume y Lerner, 2007).

El cumplimiento de tales acuerdos requiere de voluntad política para impulsar los


cambios legislativos que promuevan una nueva práctica en el ejercicio del poder, así como los
cambios de conducta, prácticas, ideologías, estructuras y voluntad. Otras medidas necesarias para
el eficaz goce de los derechos humanos, implican que los defensores, fiscales, secretarios de
juzgado, jueces y magistrados, reciban capacitación especializada en el conocimiento, manejo y
utilización de los instrumentos internacionales en las decisiones que adopten en el desarrollo de
sus funciones.

A su vez, los derechos reproductivos están consagrados en el art. 4 de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos “toda persona tiene derecho a decidir de manera libre,
responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos”.

52
Un avance en materia legislativa, en la Ciudad de México, se sitúa en diciembre de 2003,
cuando el Pleno de la Asamblea legislativa del distrito Federal aprobó reformas, en el tema de
aborto, al Nuevo Código Penal (CPDF) y adiciones a la Ley de Salud para el DF (LSDF). Estas
modificaciones se publicaron en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 27 de enero de 2004 y
entraron en vigor el día siguiente. Las reformas fueron moderadas, pero con implicaciones
profundas. Entre los aspectos clave de estas reformas –respecto a la autonomía de las mujeres–
fueron:

a) Establecer que las instituciones públicas de salud en el DF debían realizar, en un plazo


no mayor de cinco días, gratuitamente y en condiciones de calidad, la interrupción del embarazo,
en los casos permitidos por la ley, a la mujer que lo solicitara y cumpliera con los requisitos
establecidos (Artículo 16 Bis 6 de la LSDF).

b) Regular la objeción de conciencia de los médicos, de manera que la mujer que solicite
un aborto legal tenga garantizado ese servicio. Para ello se determinó que la Secretaría de Salud
del DF deberá contar permanentemente con personal no objetor, aunque se reconozca el
derecho (individual) de los médicos a negarse a realizar abortos legales, con base en sus creencias
personales (Artículo 16 Bis 7 de la LSDF).

c) Eliminar el carácter de delito del aborto, estableciendo que las causales eran
excluyentes de responsabilidad penal en los casos ya contemplados en el Código Penal (Artículo
148 del CPDF). Uno de los cambios más significativos es que las instituciones de salud, al igual
que las instancias de procuración de justicia, deberán garantizar la interrupción del embarazo, así
como proporcionar a la mujer información oportuna y veraz sobre otras alternativas, y los
posibles riesgos a su salud, garantizando el consentimiento informado.

d) Las reformas a los artículos 145 y 148 del CPDF reconocen la libertad reproductiva
de las mujeres en la Ciudad de México, establecida en la Constitución, afirmando su derecho a
decidir si continúan o no, un embarazo. El aumento de los años de cárcel (entre cinco y diez),
para quienes afecten la voluntad de la mujer forzándola a abortar, fortalece la libertad
reproductiva.

53
En cuanto a la objeción de conciencia, estas reformas respetaron la libertad de trabajo
de los médicos, pero se garantizan también los derechos reproductivos de las mujeres, pues se
establece que se deberá referir a la mujer con un médico no objetor y que no se podrá objetar
cuando su vida o su salud estén en riesgo. Las instancias públicas de salud deben garantizar la
permanente disponibilidad de médicos no objetores en materia de interrupción legal del
embarazo. Las adiciones antes señaladas representaron un importante paso para garantizar el
acceso a servicios de salud gratuitos y de calidad, que permitan a las mujeres de la Ciudad la
interrupción de un embarazo, en los supuestos previstos por la ley, sin cometer ningún delito.

El 24 de abril de 2007 el pleno de la Asamblea Legislativa aprobó las reformas por 46


votos a favor. La ley fue publicada el 26 de abril de 2007 en la Gaceta Oficial del DF y entró en
vigor al día siguiente (Gire, 2007).

Ante esta reforma, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la


Procuraduría General de la República (PGR), presentaron acciones de inconstitucionalidad.
Quince meses después el 28 de agosto del 2008, la Corte Suprema emitió su veredicto y decidió
por ocho votos a favor y tres en contra, que la interrupción del embarazo es constitucional
(GIRE, 2009).

La suprema corte de justicia de la Nación, se posicionó a favor de la reforma en la Ciudad


de México que despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación. Las razones a las cuales
consideró como fines constitucionalmente válidos son los siguientes; a) validó la voluntad de
mejorar los servicios para las mujeres de bajos recursos, para lograr la igualdad y el disfrute de
los derechos sexuales y reproductivos, b) consideró que es necesario que existan opciones
seguras para interrumpir embarazos que representan un riesgo de salud para las mujeres, y c)
concluyó que la despenalización del aborto es una medida idónea para salvaguardar “la libertad
de las mujeres de decidir respecto de su cuerpo, su salud física y mental e, incluso, respecto de
su vida” (Ávalos, 2013).

2.2. LEGISLACIÓN SOBRE EL ABORTO EN LA REPÚBLICA MEXICANA

54
Con base en el artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
el aborto es considerado un delito de competencia local, es decir, cada entidad establece si es un
delito o no y cuáles son las causales por las que las mujeres pueden solicitar una interrupción de
embarazo (GIRE, 2013).

Las legislaciones de todos los estados de la República aceptan, en menor o mayor medida,
alguna de siete causales para permitir el aborto. En 32 entidades es legal que una mujer aborte
por un embarazo producto de una violación; 30 estados -a excepción de Chiapas y Nuevo León-
aceptan el aborto imprudencial y 29 no penalizan la interrupción del embarazo cuando la mujer
se encuentra en riesgo de muerte. Las legislaciones más adelantadas se encuentran en Baja
California Sur, Colima y la Ciudad de México, donde la práctica está despenalizada; le siguen
Veracruz y Yucatán, donde se permite el aborto por razones socioeconómicas, pero
manteniendo penas menores si la mujer intenta abortar un producto de una relación extramarital
(Cook et al, 2016).

El aborto es, en todas las entidades federativas, un delito con causales de exclusión de
responsabilidad penal. La normativa de la mayoría de los estados carece de perspectiva de género
y de bases científicas. En más de diez códigos penales se refieren a la mujer que aborta como “la
madre”; en 28 definen al aborto como la “muerte del producto de la concepción”, cuando según
la Organización Mundial de la Salud aborto es la interrupción del embarazo y el embarazo inicia
con la implantación y no con la “concepción”, es decir, cuando el óvulo fecundado se adhiere
a la pared del útero y no en el momento de la fecundación, cuando se unen el óvulo y el
espermatozoide, a lo que pareciera referirse el término “concepción” (Gire, 2013).

La causal de aborto en casos donde el embarazo es producto de una violación sexual, es


la única causal legal que existe en todo el país; en diez estados de la República se establece
expresamente que durante el primer trimestre del embarazo se puede llevar a cabo el aborto por
esta causal, mientras que en las 22 entidades restantes no existe tal disposición, es decir no se
establecen plazos para la interrupción, hecho que protege los derechos humanos pues permite a
las mujeres a las que se les presenten situaciones que pongan en peligro su salud o su vida, decidir
no continuar con el embarazo sin presión de plazos.

55
Sólo en la Ciudad de México está despenalizado el aborto hasta las doce semanas de
gestación. El aborto en casos de embarazos producto de violación está legalizado en todo el país.

2.3. ALGUNOS DATOS SOBRE ABORTO EN MÉXICO

En México, las tasas insatisfechas de anticonceptivos presentan rezagos importantes en


dos grupos poblacionales: las mujeres adolescentes e indígenas. El último informe que concentra
GIRE, revela que el embarazo entre mujeres de 15 a 19 años prevalece e incluso ha aumentado,
posicionando a México como el país con la tasa de natalidad más alta entre adolescentes, con
64,2 nacimientos por cada mil mujeres (Tamés, 2015).

Los datos por los cuales se sabe de la incidencia del aborto en México, es a través de los
índices de Mortalidad Materna. Las causas directas de la mortalidad materna incluyen la
eclampsia y pre eclampsia, las hemorragias, las infecciones, así como los abortos inseguros. La
Razón usada para medir la Mortalidad Materna es la (RMM), que expresa el número de mujeres
que mueren durante el embarazo, parto o puerperio por cada 100,000 nacidos vivos (Andión y
Ramos, 2013). Las cifras de Mortalidad Materna (MM) que recoge el Observatorio de Mortalidad
Materna para Chiapas, muestran que, durante el 2014 de las 77 muertes de mujeres debido a
cualquier causa relacionada con el embarazo o su atención, 11.7% corresponden a muertes
relacionadas con abortos inseguros (Freyermuth et al, 2016).

En México, la RMM en 2008 fue de 57.2, en 2009 de 62.2, en 2010 de 51.5 y en 2011 de
50.7 por cada 100,000 nacimientos. En números absolutos, la Razón de Mortalidad Materna
indica que de 1990 a 2011 fallecieron 28,042 mujeres por complicaciones durante el embarazo,
aborto, parto o puerperio (Andión y Ramos, 2013).

En el 2010, en cinco entidades federativas se concentraba el mayor porcentaje de muerte


materna en mujeres hablantes de una lengua indígena: Oaxaca (55.9%), Guerrero (47.2%),
Chihuahua (35.9%), Yucatán (25.0%) y Chiapas (24.6%). Según registros actualizados de GIRE,
Chiapas ocupó durante el 2016 el segundo lugar a nivel nacional en mortalidad materna.

56
(Secretaría de Salud, 2016) Estas cifras se recogen de datos oficiales de la Secretaría de Salud
Federal.

Según GIRE, de las mujeres que recurren a un aborto en la Ciudad de México a partir
del 2007, 97% son residentes de la Ciudad de México o el Estado de México y sólo el 3% son
del resto del país. El 56% de estas mujeres tienen estudios de preparatoria o universitarios.

Los datos estadísticos sobre el aborto, evidencian, además, que el número de embarazos
no planeados que finalizaron en abortos se ha incrementado a 874, 747. Estos datos revelados
por el Instituto Guttmacher en el 2008, muestran sólo los abortos llevados a cabo en un contexto
de legalidad, dadas las dificultades para medir el fenómeno realizado de manera clandestina.

La ilegalidad del aborto en la mayor parte del país no impide que las mujeres interrumpan
un embarazo pues la tasa de abortos inducidos en México ha aumentado hasta colocarse en las
más altas del mundo:

Cifras de aborto clandestino en México


No. total de abortos Tasa de aborto por
Año
clandestinos cada mil mujeres
1990 500, 000 25
2006 874,747 32
2009 1,025,669 38
**Elaboración propia a partir de datos de Juárez, et al. (2008).
Estimaciones del aborto inducido en México.

Los datos referidos reflejan que en México el aborto sigue siendo una práctica común en
todos los estados, en mujeres en edad reproductiva (15- 49 años). Las estimaciones que hace
GIRE, indican que, durante el 2009, 159,000 mujeres acudieron a un servicio de salud por
complicaciones relacionadas con abortos inseguros en el interior de la República Mexicana. En
base a estas cifras, se recomienda mejorar la cobertura de métodos anticonceptivos, así como de
servicios de post aborto (Juárez, et al 2012).

57
2.4. LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN LA CIUDAD DE MÉXICO

En el 2007, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), aprobó una reforma al
Código Penal para la Ciudad de México, estableciendo una nueva definición de aborto. Así se
despenalizó la interrupción legal del embarazo para las mujeres y las personas que las auxilien,
antes de que se cumplan las doce semanas de gestación.

Tal reforma fue acompañada de modificaciones a la ley de Salud para la Ciudad de


México, que establecen la obligación de las instituciones de salud para atender dichas solicitudes
de interrupción. Se modifica la definición que penalizaba el aborto, la definición por tanto cambia
y se hace alusión a ésta como interrupción del embarazo. Esta definición queda asentada en la
Gaceta oficial del Distrito Federal en el artículo 144, como “Aborto es la interrupción del
embarazo después de la décima segunda semana de gestación” (Gamboa- Montejano y Valdés-
Robledo, 2014).

La interrupción legal del embarazo abona a los esfuerzos por disminuir la mortalidad
materna provocada por un embarazo inseguro, contrarrestando con esto la injusticia social que
significa abortar en clandestinidad. Las mujeres más vulnerables son las que menos tienen acceso
a servicios de salud y por lo tanto a abortos seguros, lo que hace necesario buscar estrategias –
como el acompañamiento y la información durante el proceso de aborto- tratando de
contrarrestar los efectos de éstas desigualdades sociales (Ortíz, 2010).

Las reformas, que fueron aprobadas en 2007 y que actualmente operan para el ejercicio
de Interrupción Legal del Embarazo en la CDMX consisten en:

1. Reformular la definición jurídica penal del aborto: «Aborto es la interrupción del


embarazo después de la décimo segunda semana de gestación». Por lo tanto, el aborto
únicamente puede penalizarse a partir de la semana 13 de gestación, siendo lícitos los abortos
consentidos o procurados dentro de las primeras 12 semanas de gestación (artículo 144 del
Código Penal del DF, CPDF).

58
2. Definir el embarazo, para efectos del Código Penal, como «la parte del proceso de la
reproducción humana que comienza con la implantación del embrión en el endometrio». Con
esto, se refrenda la legalidad de los métodos anticonceptivos poscoitales, como la anticoncepción
de emergencia (artículo 144 CPDF).

3. Reducir las sanciones para las mujeres que se practiquen un aborto (artículo 145
CPDF).

4. Proteger a las mujeres que fueran obligadas a abortar. Se estableció la figura del
«aborto forzado», que se define como «la interrupción del embarazo, en cualquier momento, sin
el consentimiento de la mujer embarazada» (artículo 146 CPDF).

5. Reformar la Ley de Salud del DF (LSDF) para ofrecer servicios de asesoramiento y


contención (pre y postaborto) y brindar información objetiva a las mujeres que soliciten la
interrupción legal del embarazo (artículo 16 bis 8 LSDF).

A partir de la despenalización del aborto en la Ciudad de México, se modifica la


definición que penalizaba el aborto por la de: interrupción legal del embarazo (ILE). Esta definición
queda asentada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal en el artículo 144, como “Aborto es la
interrupción del embarazo después de la décima segunda semana de gestación” (Gamboa, 2014).

2.4.1. LA "PROTECCIÓN DE LA VIDA DESDE LA CONCEPCIÓN"

Martha Lamas (2015), desde su postura como académica y activista por el derecho al
aborto, considera que las reformas constitucionales estatales que dieron origen a la “protección
de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”, han funcionado como
dispositivos dirigidos a “blindar” a las entidades federativas contra el aborto legal. Actualmente
se ha legislado en dieciséis de las 32 entidades federativas a favor de esta ley (Sonora, Baja
California, Morelos, Colima, Puebla, Jalisco, Nayarit, Quintana Roo, Guanajuato, Durango, San
Luis Potosí, Yucatán, Querétaro, Oaxaca, Tamaulipas Campeche y Chiapas), lo que ha
provocado que exista “incertidumbre jurídica” en todo el país.

59
A consecuencia de estas reformas, el imaginario médico se ha visto afectado de manera
que se les niega proporcionarles atención médica urgente a las que llegan con abortos
espontáneos y son remitidas a la justicia. Lamas (2015) afirma que esta ley también aparece como
una acción simbólica para complacer al vaticano dada la influencia de la iglesia católica en
México.

Tales reformas han sido criticadas por violar varios derechos de las mujeres; a la dignidad
(art. 1 de la Constitución), a los derechos reproductivos, (art. 4 de la Constitución) y el derecho
a la salud (art. 4 de la Constitución y 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Culturales y Sociales). Además, la Academia Mexicana de las Ciencias (2008) hizo pública su
postura en cuanto al retroceso y el riesgo representado por estas reformas.

A partir de la aprobación de estas reformas constitucionales, en varios estados que


protegen la vida desde la concepción, durante el periodo 2009-2011, 679 mujeres han sido
denunciadas por el delito de aborto, es decir, 226.3 mujeres en promedio al año. Ello implica un
incremento significativo, ya que, en el comparativo entre ambos períodos, un promedio de 163.8
mujeres más son denunciadas cada año (GIRE, 2013).

2.5. LAS LUCHAS FEMINISTAS A FAVOR DEL DERECHO AL ABORTO EN MÉXICO Y


CHIAPAS.

En México, la reivindicación del aborto salió del debate público en la medida en la que
el Frente Único Pro Derechos de la Mujer, creado en 1935 luchaba por el derecho al voto. Las
feministas mexicanas estaban ocupadas en la persecución del sufragio femenino. No es hasta la
década de los 70´s cuando el activismo de los grupos que se unieron en la Coalición de Mujeres
Feministas, se articuló en torno al derecho al propio cuerpo (Lau, 1987; Gonzáles, 2001; Lamas
2001). Con el lema lo personal es político, la irrupción de la segunda ola del feminismo, puso en
evidencia a las demandas que tenían que ver con el cuerpo y sus afectos (Lamas, 20015). Hasta
ese momento de la historia mexicana, el modelo predominante de ciudadanía, no incluía los
derechos sexuales y reproductivos.

60
Martha Lamas (2015) ubica como inicio de las reivindicaciones feministas en torno a la
sexualidad y a la reproducción a partir de la premisa “mi cuerpo es mío”. Esta premisa surge con
el grupo de Mujeres en Acción Solidaria (MAS) en 1972. Más tarde “el derecho a decidir de las mujeres
sobre el propio cuerpo” fue el hilo conductor que unió a las distintas corrientes feministas que
coincidieron en la Coalición de Mujeres Feministas (CMF). Los propósitos de esta coalición
giraban en torno a la lucha contra la violencia hacia las mujeres, a favor del respeto a la opción
sexual y por la “maternidad voluntaria”. Con la lucha por la maternidad voluntaria se enfatizaba:
a) la educación sexual dirigida a distintas edades y niveles sociales, b) anticonceptivos seguros y
baratos, c) aborto como último recurso y d) rechazo a la esterilización forzada.

En 1976, se organizaron las primeras Jornadas Nacionales sobre Aborto. A raíz de estas
jornadas, las feministas de aquella época lograron que el gobierno se interesara en el tema. El
gobierno decidió estudiar las implicaciones del aborto por medio de la formación de un Grupo
Interdisciplinario para el estudio del aborto en México (GIA). Tal grupo, formado por 80
especialistas de todo tipo, se pronunció por la supresión de toda sanción penal en torno al aborto.
A pesar de estos pronunciamientos, el gobierno hizo caso omiso a sus resoluciones. A la sazón
la coalición de Mujeres Feministas adoptó el lema “por un aborto libre y gratuito”. Decidieron
emprender la lucha por la conquista de la despenalización del aborto por medio de diversos actos
académicos, políticos y de alianzas. En 1978 el MNM decidió marchar en una procesión de luto
rumbo a Reforma, desde la columna del Monumento a la Madre, con la finalidad de visibilizar a
las mujeres muertas por abortos inseguros.

La creación del Frente nacional de Lucha por la Liberación y los Derechos de las Mujeres
y su alianza con la Coalición de Mujeres fructificaron en torno a los años 1980- 1981. No
obstante, la oposición de la derecha y de la iglesia mermaron todos los intentos por poner el
tema del aborto en el debate. Aunado a esto el temblor de 1985 significó todo un reacomodo en
cuanto a las prioridades sociales. Lamas (2015), enuncia cómo el movimiento feminista de esa
época no logró ser una respuesta política a las mujeres que se organizaron para exigir sus
demandas en cuanto a derecho a la vivienda digna. El año siguiente 1987, la Red de Mujeres por
los Derechos Sexuales y Reproductivos proclamaron el 28 de mayo como el “Día mundial de
acción por la salud de las mujeres”. Desde ese entonces distintas organizaciones de mujeres, han

61
elegido ese día para la denuncia de muerte de mujeres en el parto y se han dedicado a mejorar la
atención en cuanto a calidad de la salud de las mujeres.

En 1989 ocurre un evento en el Distrito Federal que pone en la mesa de debate al aborto.
La violación a los Derechos Humanos de mujeres que abortaron en una clínica clandestina de la
ciudad, obligó a la sociedad a expresar su indignación por la tortura y extorsión que ejercieron
policías en contra de ellas. El movimiento feminista emitió un comunicado en el que visibilizaba
todo lo que implicaba abortar en clandestinidad: “la extorsión, la enfermedad y la muerte”
(Lamas, 2015: 51). Además, hacía referencia a que un aborto realizado en condiciones
psicológicas y emocionales adecuadas, abonaría en la salud –integral– de las mujeres.

En el caso particular del estado de Chiapas, en diciembre de 1990, se intentó ampliar las
razones por las que se podía abortar: a) a petición de la pareja con fines de “planificación
familiar”, b) si lo pedía una mujer soltera, o c) si lo solicitaba una mujer por razones económicas.
Las condiciones del estado de Chiapas “sus 16 mil comunidades indígenas y campesinas, su alta
tasa de mortalidad infantil”, parecían razones suficientes para ampliar la legalidad del aborto en
el estado, sin embargo, la presión de la iglesia católica logró minar la ley. El congreso local la
paralizó y la turnó a dictamen (Lamas, 2015:54). En mayo de 1991, se formó el Frente por la
Maternidad Voluntaria (FNMV), su primera acción fue realizar un plantón en la sede de la
representación del gobierno de Chiapas en la Ciudad de México, para exigir que no se diera
marcha atrás a las reformas de Chiapas.

En 1991, durante el gobierno priista de Salinas de Gortari se reformó el artículo 130 de


la Constitución. Dicha reforma permitió que las iglesias se mostrasen e hicieran
pronunciamientos públicos, motivando a la formación del Grupo de Información en
Reproducción Elegida (GIRE), que, según Marta Lamas “se fundó como un grupo de incidencia
ciudadana que promoviera la despenalización del aborto en la Ciudad de México”.

En el mismo año se fijó el 28 de septiembre como el día por la Despenalización del


Aborto de las Mujeres en América Latina y el Caribe, siguiendo el esquema del 28 de mayo, del
Día Internacional por la Salud de las Mujeres. El 28 de mayo de 1993, más de veinte
organizaciones constituyeron la Red por la Salud de las Mujeres en el Distrito Federal, adoptando

62
los lemas: “Anticonceptivos para no abortar, aborto para no morir”, “Las mujeres deciden, la
sociedad respeta y el estado garantiza”, lema al que católicas por el Derecho a Decidir agrega
“… y la iglesia no interviene”.

El año 2000 fue clave en el debate sobre el aborto en México. El paradigmático caso
Paulina puso el tema del aborto en discusión gracias a su mediatización. El impulso a la campaña
para la reparación del daño a Paulina, llevada a cabo por el grupo Alaide Foppa de Baja California
y GIRE, logró que se acordara una solución amistosa entre el Gobierno Federal y Paulina,
firmado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington
(Lamas, 2009).

Más tarde en julio del 2000, luego de que el PRD perdiera las elecciones en la Ciudad de
México, las feministas ejercieron presión para que el aborto se convirtiera en un tema central. La
gobernadora interina de la Ciudad de México, Rosario Robles, convocó a una sesión
extraordinaria de la Asamblea Legislativa para reformar el Código Penal en materia de aborto.

Esta reforma, conocida como la Ley Robles, incluyó tres ampliaciones: 1) de peligro de muerte
se pasó a grave riesgo a la salud de la mujer; 2) se autorizó el aborto por malformaciones del
producto; y 3) se planteó la invalidez de un embarazo por una inseminación artificial no
consentida. Además, se estableció en el Código de Procedimientos Penales del DF que el
Ministerio Público sería el encargado de autorizar el aborto cuando este fuera legal. El 18 de
agosto la mayoría perredista aprobó la reforma (GIRE, 2007).

La Procuraduría General de Justicia como la Secretaría de Salud del DF emitieron


diversas normas para regular los procedimientos, servicios y obligaciones de los servidores
públicos respecto a la realización del aborto legal. En 2002, la Ciudad de México se convirtió en
la entidad federal con los procedimientos más claros en materia de interrupción legal del
embarazo (GIRE, 2007).

En diciembre de 2003, el Pleno de la ALDF aprobó reformas sobre el tema de aborto,


al Nuevo Código Penal (CPDF) y adiciones a la Ley de Salud para el DF(LSDF), con los votos
a favor del PRD, PAN y México Posible, el voto en contra del PRI y la abstención del PVEM.

63
Estas modificaciones se publicaron en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 27 de enero de
2004 y entraron en vigor el día siguiente.

2.6. EL ABORTO EN CHIAPAS

Según estimaciones del Consejo Nacional de Población del 2010, Chiapas ocupa el
primer lugar a nivel nacional en marginación, este fenómeno muestra la exclusión de grupos
sociales del desarrollo y del disfrute de sus beneficios. El Índice de Marginación para el estado
es de (31.51). Este índice se obtiene mediante el porcentaje de las carencias registradas (población
analfabeta, nivel de ingresos, ausencia de servicios básicos como agua, luz, drenaje) dando cuenta
de la exclusión en diversos aspectos, como el acceso a servicios de salud que limita las
posibilidades de desarrollo de las potencialidades humanas (Almejo et al, 2015).

Esto visibiliza, una vez más las brechas en torno al acceso a Derechos Sexuales y
Reproductivos y a servicios de Salud del estado. Al respecto, Herrera (2006) refiere que “ser
mujer, indígena y pobre en Chiapas es una tríada que implica un alto riesgo de morir” pues las
complicaciones del embarazo, el parto, el puerperio o el aborto en Chiapas, son muy altas: 52%
de las muertes por esta causa son de mujeres indígenas. En Chiapas éstos índices son de gran
relevancia, pues la población indígena representa 24,6% de la población total del estado (Herrera,
2006).

Las cifras a las que se tiene acceso sobre incidencia de aborto en el estado se obtienen a
través de los reportes de salud sexual y reproductiva realizados por el Consejo Nacional de
Población (CONAPO), éstas muestran que entre el año 1997 y el 2009, el porcentaje de mujeres
que reportaron haber tenido al menos un aborto en su vida en el estado, bajó de 13.9% a 11.9%.
En esta encuesta no se reporta si el aborto fue espontáneo o inducido.

El aborto es considerado un delito en Chiapas a excepción de tres causales de


despenalización: 1) aborto por violación, 2) por peligro de muerte o 3) alteraciones genéticas
graves del producto. En la práctica, es casi nulo el acceso que tienen las mujeres a la interrupción
legal del embarazo bajo estas causales, pues no están reglamentados los procedimientos para
acceder a este derecho (Tamés, 2015).

64
De acuerdo con GIRE 2015, en el periodo comprendido entre el 2007 al 2012 la
Secretaría de Salud del Estado de Chiapas, así como la Procuraduría de Justicia del estado, no
reportó ninguna autorización de Interrupción Legal del embarazo (ILE), lo que da cuenta de las
brechas que hay entre las causas legales que permiten la interrupción del embarazo y el acceso al
aborto legal y seguro. Recientemente Chiapas ha reformado su constitución para proteger la vida
desde la concepción, dando preferencia a la vida del feto antes de su nacimiento dejando de lado
con esto los derechos reproductivos de las mujeres (Tamés, 2015).

Sobre el acompañamiento que reciben las mujeres con embarazos no deseados en San
Cristóbal de las Casas Chiapas, son las mujeres indígenas inmigrantes las más vulnerables en
términos de clase social y etnia, no así las mujeres mestizas quienes disponen de más redes de
apoyo y por lo tanto acompañamiento durante la decisión de continuar o no con un embarazo
no deseado (Rivas, 2009). Este panorama indica como necesidad, poner atención a este sector
de la población, proveyendo información sobre Derechos Sexuales y Reproductivos y formando
redes de apoyo que enfoquen sus esfuerzos en ellas.

2.6.1. CAUSALES PARA ABORTAR LEGALMENTE EN CHIAPAS

En Chiapas existen tres causales legales por las cuales se puede abortar; si el embarazo
es producto de una violación, si la mujer corre peligro de muerte y si su embarazo sufre
alteraciones genéticas o congénitas, éstas se señalan en el Código Penal del estado, artículo 181;

Artículo 181.- No es punible el aborto cuando el embarazo sea consecuencia de violación, si éste se
verifica dentro de los noventa días a partir de la concepción o cuando la madre embarazada corra
peligro de muerte, o pueda determinarse que el producto sufre alteraciones genéticas o congénitas
que den por necesario el nacimiento de éste con trastornos físicos o mentales graves, previo dictamen
del médico que la asista, oyendo el dictamen de otros médicos especialistas, cuando fuere posible y
no sea peligrosa la demora (C.P. Chiapas).

A pesar de contar con estas excepciones por las cuales las mujeres podrían abortar, estas
no son aplicadas debido a diversos factores; la ausencia de protocolos de atención en casos de
embarazos producto de violación, al desconocimiento de estas entre el personal médico y a la

65
falta de consciencia de derechos de parte de las mujeres y de la población en general. Según
registros de la Secretaría de Salud de Chiapas, no se ha realizado ningún aborto por algunas de
las tres causales legales durante el 2016-2017.

La reciente actualización a la Norma 046, que permite a las mujeres víctimas de violencia
sexual acceder a un aborto sin acudir a un ministerio público a denunciar, confiando así en su
palabra y evitando que a las mujeres se les re victimice en los ministerios públicos o en los
hospitales, también es desconocida entre el personal de salud de Chiapas, por lo que diversas
Organizaciones de la Sociedad Civil, (GIRE, CDD, Ddser) se han dado a la tarea de sensibilizar
al personal de salud para que así se cumpla la norma.

Además, Chiapas no cuenta con la causal salud que podría ampliar el derecho al aborto.
La ausencia de la causal salud para interrumpir un embarazo afecta a muchas mujeres del país,
pues ésta hace referencia a la salud mental de las mujeres que se ve afectada con un embarazo
no deseado.

Por otro lado, en la Ley Revolucionaria de las Mujeres, difundida en enero de 1994, a
raíz del Levantamiento zapatista de liberación nacional, las mujeres indígenas expresan su
derecho a decidir el número de hijos que puedan tener y cuidar. Lo que sienta un referente
histórico en México. Más tarde en 1996, en una propuesta de ampliación de dicha ley, las mujeres
zapatistas añadieron:

Las mujeres casadas tienen derecho a utilizar los métodos de planificación familiar, sea natural o artificial lo
que ellas decidan, sin que el hombre se oponga, sino tienen que entenderse y hacer acuerdos […]. Ninguna
mujer podrá recibir maltrato, insulto o golpes de su esposo solo por no tener hijos varones […] Las madres
solteras tienen derecho a ser respetadas y a ser consideradas una familia (Documento electrónico Red
Internacional de Mujeres).

Según la red de Democracia y Sexualidad DEMYSEX (2011), en México cada año se


practican cerca de un millón de abortos en forma clandestina, esta cifra puede ser mucho mayor,
pues solo se pueden contabilizar aquellos abortos que terminan en complicaciones en los
hospitales pertenecientes a la Secretaría de Salud. Únicamente se registran los abortos que
producen complicaciones producidas por malas prácticas o los que produjeron Muerte Materna.

66
Datos de la Redfine (2004) indican que de los abortos registrados –1000 abortos al mes–, sólo
se contabilizan cerca de 30% del total real.

Chiapas ocupa el segundo lugar en Muerte Materna a nivel nacional, 20% de éstas
Muertes son resultado de un aborto mal practicado, según estimaciones del 2014 de diversas
Organizaciones de la Sociedad Civil.

El aborto visto desde los márgenes de la ley –clandestinidad– permite entenderlo como
un problema de salud pública y un asunto de justicia social.

Las cifras que se han registrado en contextos hospitalarios de la SS (hasta abril del 2017)
son 144 en total para el estado y 63 sólo en el municipio de San Cristóbal de las Casas, contexto
de esta investigación, cabe destacar que estas cifras distan mucho de la realidad, pues los abortos
que se registran corresponden a los que se llevan a cabo solo dentro de contextos hospitalarios.

2.6.2. EL CONTEXTO CHIAPAS- SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS

San Cristóbal de las Casas, es cabecera municipal del municipio del mismo nombre y
pertenece al estado de Chiapas. Se ha caracterizado por ser muy diverso en tanto que conviven
poblaciones indígenas, mestizas, con población migrante extranjera y nacional, además
convergen universidades, diversas Organizaciones de la sociedad civil (OSC), con turismo
nacional y extranjero. A San Cristóbal de las Casas, se le considera la “capital cultural del estado”,
lo que ha atraído gran afluencia turística.

La entrada en 1994 del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), consiguió


que el contexto sociopolítico san cristobalense se modificara. El EZLN surgió con el objetivo
de crear un nueva realidad chiapaneca y mexicana, donde las comunidades indígenas fueran
incluidas en la toma decisiones y se respete sus derechos y obligaciones y que sus propias formas
de gobierno y cultura fueran reconocidas. Este hecho histórico marcó además la entrada de
diversas Organizaciones de la Sociedad Civil al Estado.

67
Se ubica en la región económica V denominada "Altos Tsotsil-Tseltal". Tiene una
extensión territorial de 484.00 km² que representa el 12.83% de la superficie de la región Altos.
Los altos de Chiapas, es una región conformada por 17 municipios; Aldama, Amatenango del
Valle, Chalchihuitán, San Juan Chamula, Chanal, Chenalhó, Huixtán, San Andrés Larrainzar,
Mitontic, Oxchuc, Pantelhó, San Cristóbal de las Casas, San Juan Cancuc, Santiago el Pinar,
Tenejapa, Teopisca, y Zinacantán, con altos índices de población indígena. Según datos del
INEGI (2013) en la región V una de cada tres habitantes, son indígenas del millón y medio
totales.

En el año 2000, el municipio presentó un índice de analfabetismo del 17.74%. De la


población mayor de 15 años, 16.02% tiene primaria incompleta, 17.38% completó los estudios
de primaria y 47.77% cursó algún grado de instrucción posterior a este nivel.

La religión más profesada en el municipio de San Cristóbal de las Casas, es la católica (8,
018), protestante con 15,152, bíblica no evangélica con 3,275, sin religión: 5,512. Según la
encuesta intercensal del INEGI (2015) el total de mujeres es de 351,689, de los cuales 176,811
están en edad reproductiva.

Respecto a la "salud reproductiva" de las mujeres indígenas de la región –Región Altos


de Chiapas– esta puede estimarse por medio de la Encuesta de Salud y Derechos de las Mujeres
Indígenas (ENSADEMI) del 2008, realizada para conocer su situación en cuanto al "bienestar y
calidad de vida". La ENSADEMI tiene un apartado que permite aproximarse a la salud y los
derechos reproductivos, conocer sus necesidades y demandas para así satisfacerlas.

Para la región altos, se observa que el inicio de la vida reproductiva de la población está
ligado con el inicio de los matrimonios. El 83% de las mujeres tuvieron su primera unión antes
de los 19 años y el 73% tuvieron embarazos a edades tempranas. Asimismo, se observa que las
parteras continúan siendo importantes en la atención de partos, pues el 73% de las mujeres de
los Altos se atendieron con ellas. En esta encuesta, el porcentaje de abortos es de 11.03%. Todos
ellos espontáneos.

68
Los datos que ofrece la ENSADEMI, revelan que hay notables brechas de desigualdad
en los Altos de Chiapas, caracterizada por condiciones de alta y muy alta marginación. Además
de presentar niveles de mortalidad infantil y materna que se disparan del resto de las regiones;
Istmo, Chinateca, Costa y Sierra Sur, Mazahua- Otomí, Huasteca, Zongolica y Maya.

Dichas brechas se intensifican debido en parte a la prevalencia de "usos y costumbres"


en la región, que impactan de mayor manera a las mujeres indígenas, reflejándose en los altos
índices de embarazo adolescente y mortalidad materna, producto de matrimonios a edades
tempranas.

Recientemente se han aprobado reformas al Código Civil de Chiapas, haciendo requisito


indispensable que los contrayentes cuenten con al menos 18 años. En los Altos, sin embargo,
los matrimonios con menores de edad prevalecen, pues las uniones se llevan a cabo con la
presencia de testigos y se sustentan en la oralidad comunitaria. La venta e intercambio de mujeres
está naturalizada.

El año 2000 fue clave en el debate sobre el aborto en México. El paradigmático caso
Paulina9 puso el tema del aborto en discusión gracias a su mediatización. El impulso a la campaña
para la reparación del daño a Paulina, llevada a cabo por el grupo Alaide Foppa de Baja California
y GIRE, logró que se acordara una solución amistosa entre el Gobierno Federal y Paulina,
firmado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington"
(Lamas, 2009)

Más tarde en julio del 2000, luego de que el PRD10 perdiera las elecciones en la Ciudad
de México, las feministas ejercieron presión para que el aborto se convirtiera en un tema central.
La gobernadora interina de la Ciudad de México, Rosario Robles, convocó a una sesión
extraordinaria de la Asamblea Legislativa para reformar el Código Penal en materia de aborto.

9 Paulina, es un nombre ficticio que se le dio a una niña de trece años, embarazada consecuencia de una violación
en su hogar. A Paulina le negaron su decisión de abortar funcionarios de Mexicali, Baja California. La
documentación del caso por el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) posibilitó
transformaciones legales y culturales sobre el aborto en México.
10 El Partido de la Revolución Democrático es un partido político de México.

69
Esta reforma, conocida como la Ley Robles, incluyó tres ampliaciones: 1) de peligro de
muerte se pasó a grave riesgo a la salud de la mujer; 2) se autorizó el aborto por malformaciones
del producto; y 3) se planteó la invalidez de un embarazo por una inseminación artificial no
consentida. Además, se estableció en el Código de Procedimientos Penales del DF que el
Ministerio Público sería el encargado de autorizar el aborto cuando este fuera legal. El 18 de
agosto la mayoría perredista aprobó la reforma (GIRE, 2007).

La Procuraduría General de Justicia como la Secretaría de Salud del DF emitieron


diversas normas para regular los procedimientos, servicios y obligaciones de los servidores
públicos respecto a la realización del aborto legal. En 2002, la Ciudad de México se convirtió en
la entidad federal con los procedimientos más claros en materia de interrupción legal del
embarazo (GIRE, 2007).

En diciembre de 2003, el Pleno de la ALDF aprobó reformas sobre el tema de aborto,


al Nuevo Código Penal (CPDF) y adiciones a la Ley de Salud para el DF(LSDF), con los votos
a favor del PRD, PAN y México Posible11, el voto en contra del PRI y la abstención del PVEM.
Estas modificaciones se publicaron en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 27 de enero de
2004 y entraron en vigor el día siguiente. Las reformas, fueron:

1. Incrementar el castigo para quien hiciera abortar a una mujer sin su consentimiento, y
un castigo mayor si además mediara violencia física o psicológica (Artículo 145 del CPDF).
2. Establecer que las instituciones públicas de salud en el DF debían realizar, en un plazo
no mayor de cinco días, gratuitamente y en condiciones de calidad, la interrupción del embarazo,
en los casos permitidos por la ley, a la mujer que lo solicitara y cumpliera con los requisitos
establecidos (Artículo 16 Bis 6 de la Ley de Salud del Distrito Federal).
3. Regular la objeción de conciencia de los médicos, de manera que la mujer que solicite
un aborto legal tenga garantizado ese servicio. Para ello se determinó que la Secretaría de Salud
del DF deberá contar permanentemente con personal no objetor, aunque se reconozca el
derecho (individual) de los médicos a negarse a realizar abortos legales, con base en sus creencias
personales (Artículo 16 Bis 7 de la LSDF).

11El Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN) y México Posible son
partidos políticos de México.

70
4. Eliminar el carácter de delito del aborto, estableciendo que las causales eran
excluyentes de responsabilidad penal en los casos ya contemplados en el Código Penal (Artículo
148 del CPDF).

Con el terreno histórico preparado y los avances alcanzados en términos de los derechos
sexuales, además del impulso de las organizaciones de la sociedad civil, se logró que el 24 de abril
de 2007 el pleno de la Asamblea Legislativa aprobara las reformas por 46 votos a favor (PRD,
PT, Convergencia, Alternativa, PRI y Partido Nueva Alianza). Se opusieron 19 legisladores del
PAN y el PVEM y hubo una abstención (del PRI). La ley fue publicada el 26 de abril de 2007 en
la Gaceta Oficial del DF y entró en vigor al día siguiente (Gire, 2007)12.

Por otro lado, la historia de las luchas por el aborto en el estado de Chiapas, se remontan
a la década de los 90´s. Teniendo como punto de partida el intento fallido de despenalización
del aborto en el estado de 1990.

Los diversos grupos existentes no trabajaban específicamente en el derecho a decidir de


las mujeres, estos trabajaban enfocándose en la cuestión de la violencia hacia las mujeres –Grupo
de mujeres de San Cristóbal–. Otros grupos como el Colectivo de Mujeres Autónomos en Lucha
(Ortiz-Ortega, 1991).

En 1989, a raíz de una violación tumultuaria a una mujer en San Cristóbal de las Casas,
un grupo de mujeres decidió organizarse y demandar condiciones para enfrentar una situación
de ese tipo, este proceso devino en la formación del Grupo de Mujeres de San Cristóbal
(COLEM). El Colem, insistió en que aún despenalizado el aborto en caso de violación (art. 136
del Código Penal), en la realidad esto no se cumplía debido a trámites legales burocráticos en los
que se pretendía determinar si existía violación o no (Comal, 1992).

El 19 de diciembre de 1990, Patrocinio Gonzáles Garrido, gobernador de Chiapas, lanza


una iniciativa de ley para despenalizar el aborto en la entidad. Esta medida respondía a la
preocupación por parte del gobernador por los altos niveles de fecundidad (entrevista a Graciela

12 Las mujeres deben presentarse antes de las 12 semanas de gestación y firmar un “Consentimiento informado para
la Interrupción Legal del Embarazo”.

71
Freyermuth, 2002), o a un ejercicio de poder autoritario por parte de Patrocinio Gonzáles
(Castro, 2014). Tal medida consistía en añadir al Código Penal del estado el artículo 136 que
establecía causales diversas por las que el aborto no era punible: a) en caso de un embarazo como
consecuencia de violación, b) cuando la madre corriese peligro de muerte, c) cuando el producto
sufriera alteraciones genéticas o congénitas, d) por planificación familiar, o bien por e)
“imprudencia” de la embarazada.

La respuesta de diversos grupos a esta medida aprobada por el Congreso del Estado fue
inmediata. Las primeras manifestaciones de rechazo a las reformas provinieron de las jerarquías
eclesiásticas de las Diócesis en el estado de Chiapas. El 28 de diciembre entregaron al Congreso
un documento que pedía la derogación total del artículo 136 y que se legislara “a favor de la vida,
desde la concepción de un nuevo ser, hasta el último instante de su existencia humana”. Para la Diócesis de
San Cristóbal la “planificación familiar” era por lo menos un desafortunado eufemismo; la
“agresión” –expresó- se dirigía a los indígenas y lo que se intentaba era evitar un crecimiento de
su población (Castro, 2014:550).

Inés Castro (2014), considera que las mujeres que apoyaron la medida a favor de la
despenalización fueron mujeres mestizas, de clase media provenientes de la Ciudad de México y
asentadas en San Cristóbal de las Casas, así como mujeres urbanas del magisterio de Chiapas, de
la Colectiva Mujeres Autónomas en lucha de COMAL "Citlamina". Todas ellas realizaron
"pintas" a favor del aborto en la ciudad durante los primeros días de enero de 1991. Destaca que
las mujeres integrantes de este grupo se habían separado del Grupo de Mujeres de San Cristóbal
(COLEM), debido a diferencias de clase, ideológicas y de preferencias sexuales, pues la consigna
usada para reivindicar la lucha por la despenalización del aborto era "no somos putas ni lesbianas",
clara reproducción de estereotipos del "ser mujer" y ser una "buena madre" (Castro, 2014).

El 20 de enero de 1991, se constituyó el Frente Chiapaneco por la Maternidad Voluntaria y la


Despenalización del aborto, formado por el taller de Investigación Antzetik de la UNACH, el
COLEM y el COMAL "Citlamina". Asimismo, se organizó un Foro Nacional el 10 de abril de
1991. Todos estos eventos permitieron que el término de "derechos reproductivos" comenzara
a constituirse en el imaginario local chiapaneco.

72
Inés Castro argumenta cómo la posibilidad de despenalización, constituyó un parteaguas
en el movimiento de mujeres chiapaneco y sus diferentes vertientes, considera que, a partir de
este hecho, se abrieron dos líneas conceptuales y prácticas: una abocada al análisis y combate de
la muerte materna; y otra centrada en el aborto. Ambas confluirán en la formación del Comité por
una Maternidad Voluntaria y Sin Riesgos, que seguía los pasos de la Iniciativa por una Maternidad
Sin Riesgos formada en 1987 (Castro, 2014:562).

El tema de derechos humanos, derechos de las mujeres, derechos reproductivos y


sexuales, así como el derecho a vivir una vida libre de violencia y a partir de 1994, el derecho de
las mujeres a la tierra, serán temas centrales en cuanto a que definen estrategias, prácticas políticas
y reivindicaciones en el contexto chiapaneco.

La coyuntura histórica de despenalización del aborto en Chiapas es emblemática pues


visibiliza un proceso organizativo de mujeres que, aunque no se nombraba feminista ni tenía
perspectiva de género, logró la participación de mujeres mestizas locales y mujeres de estructura
diocesana, determinante en las luchas futuras, pues lograron sensibilizar a la Diócesis de San
Cristóbal con amplio. No obstante, dichos procesos organizativos pasaron por alto a un sector
importante de la población chiapaneca, mujeres indígenas. Gisela Espinosa (2014), por su parte,
cuestiona el que se hable de derechos reproductivos en las agendas, dejando de lado a las mujeres
indígenas. Puesto que cuando hicieron su aparición en el Cairo en 1994, las mujeres indígenas
no estuvieron ahí. Además, se cuestiona la manera en que las mujeres han entendido los derechos
reproductivos y cómo lo han resignificado de acuerdo a su cultura.

Castro, concluye que en los años ochenta del siglo XX en México constituyen un periodo
clave para el estudio de los movimientos sociales de toda índole, en particular de las vertientes
feministas que se perfilarán con toda claridad en la década siguiente. En Chiapas, dada su
ubicación geográfica como zona fronteriza con Guatemala, las diversas corrientes políticas que
aquí arribaron desde los años setenta y la situación de extrema pobreza, dan lugar a la
conformación de escenarios para distintas luchas políticas. Define los años ochenta como el
escenario donde germinan las distintas vertientes del feminismo, que no se limitan a las
enunciadas o clasificadas por la propia Gisela Espinosa (2009).

73
En contraste, según Adriana Ortiz- Ortega (2001) en Chiapas, el aborto era un problema
que las feministas habían dejado de lado por estrategia política, el Grupo de Mujeres de San
Cristóbal, cuyo trabajo se enfocaba más en la violencia contra las mujeres y su mejoramiento de
status, veía como problemático involucrar el tema del aborto y su despenalización en la
comunidad, ya que habían creado confianza y habían introducido el tema de la lucha contra la
violencia.

CAPÍTULO III
3. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN E INTERVENCIÓN

La metodología que se propone, es de tipo cualitativa, rescata las experiencias y saberes


de las activistas feministas que han dedicado su tiempo al acompañamiento de mujeres en
procesos de aborto. Como alternativa al relativismo, pretendo generar un conocimiento situado,
pues “es justo en la política y en la epistemología de las percepciones parciales, donde se
encuentra la posibilidad de una búsqueda objetiva, sostenida y racional” (Haraway, 1991:329, en
Espinosa 2008). Coincido, asimismo, en lo argumentado por Eli Bartra (2002:143), cuando
argumenta que el campo de la metodología feminista en México está neo colonizada, al menos
intelectualmente, pues las investigaciones de las cuales se parte, están realizadas en Estados
Unidos y en otros países llamados “desarrollados”.

El aborto voluntario es una decisión que la mujer toma sobre su propio cuerpo,
independientemente de la legalidad o ilegalidad de éste. Considero al acompañamiento a mujeres
en procesos de aborto, seguido de un protocolo definido, como una vía que posibilita en las
mujeres si no la conciencia del derecho al aborto, si el ejercicio de derechos sexuales y
reproductivos. La experiencia de aborto cambia significativamente cuando una mujer tiene
acceso a redes de apoyo, pues “rompen con la sensación de soledad, acceden a más y mejor información sobre
sus opciones, intercambian experiencias, amplían sus contactos sociales y perciben confianza de tener un respaldo”
(Ortiz, 2010:37). El acompañamiento feminista, promueve la solidaridad entre mujeres en
situación de aborto sin caer en prácticas asistencialistas. Este acompañamiento reconoce las
inequidades históricas de género, así como las relaciones de poder entre hombres y mujeres. La

74
premisa del acompañamiento durante un aborto es que todas las mujeres deben tener acceso a
servicios de aborto seguro y legal (Börjesson et al, 2015).

El acompañamiento promueve una relación de horizontalidad, de manera que toma a las


mujeres como sujetas activas de derechos. Son ellas las que conocen su cuerpo y saben con qué
herramientas personales cuentan, saben a su vez quienes serán sus aliados en la consecución de
su aborto.

El acompañamiento feminista, posibilita el acceso al derecho a la información sobre su


salud, a la privacidad, a tener acceso a las tecnologías que hacen más fácil el aborto –misoprostol–
respetando las creencias y las condiciones socioeconómicas de cada una. Son las mujeres las
protagonistas de su aborto. Las acompañantes son una guía y un respaldo que les acompaña sin
los prejuicios morales propios de los contextos médicos altamente patriarcales y violentos.

Asimismo, el acompañamiento, considera que el contexto socio-político y cultural es


desigual y opresivo hacia las mujeres, lo que vuelve necesario un cambio hacia un cambio de
creencias y mandatos, en coherencia con lo que sienten y creen, para así restaurar su salud
emocional vulnerada –al embarazarse fuera de sus planes de vida–. Se cuestionan los mandatos
de género predominantes, donde la maternidad es vista como única vía de superación para las
mujeres.

Cuando al acompañamiento se apoya de un apoyo emocional post aborto, las mujeres


reconocen y validan sus deseos, puesto que a ésta, le interesa desarticular los discursos que han
evitado que las mujeres tomen decisiones por sí mismas y les proporciona una perspectiva
afirmativa del aborto como un ejercicio de derechos sexuales, al reconocer que tuvieron que
enfrentar un aborto para tomar consciencia del ejercicio a decidir sobre sus propio cuerpo, así
como de su autonomía sexual (Ortiz, 2008).

Adoptar una mirada crítica feminista, que pone en entre dicho los valores tradicionales
de neutralidad, objetividad y universalidad de la ciencia, me permitió formular las siguientes
preguntas y objetivos de investigación:

75
Preguntas de Objetivo Objetivos Metodología Producto
investigación general específicos final

Ahondar, a. Analizar las Entrevistas Manual


1. ¿Qué
describir y nociones teóricas de Sororario
características tiene analizar las habitus médico, Grupo focal para
prácticas, los distinguiéndolo del acompañantes
el acompañamiento
conocimientos y habitus del Categorías de de aborto
de aborto hecho saberes de las acompañamiento de análisis:
acompañantes de aborto.
desde el feminismo?
aborto de San b. Discutir al 1) Conocimientos y
Cristóbal de las acompañamiento de saberes necesarias
Casas y de la aborto como un tema para ejercer su labor
Ciudad México, de derechos
para construir un humanos. 2) Estrategias de
Manual Sororario c. Distinguir el autocuidado
2. ¿De qué formas
para acompañamiento de utilizadas y
se contrapone el acompañantes de aborto de la
aborto. consejería y de la 3) Definición de
habitus de las
orientación. acompañamiento.
acompañantes al d. Describir los
avances y retrocesos
habitus médico
en materia jurídica
hegemónico? sobre el tema del
aborto.
e. Señalar al aborto
seguro como un
problema de justicia
social en México.
f. Visibilizar los
saberes, experiencias
y subjetividades de
las acompañantes
por medio del análisis
de las entrevistas
realizadas.
g. Elaborar una
categorización de
acompañantes en
función de sus
saberes, estrategias y
su definición
personal de
acompañamiento
h. Crear un manual
de acompañamiento,
recuperando las
prácticas, los
conocimientos y
saberes de las
acompañantes de
aborto.

76
Considerando que el aborto es un Derecho Humano de las mujeres, que tiene como
premisa central a la libertad y responsabilidad para decidir sobre sus cuerpos, me ubico dentro
de una posición liberal: por los derechos humanos de las mujeres, la salud pública y la justicia
social. Estas tres perspectivas están estrechamente vinculadas a) derechos humanos –derechos
sexuales y reproductivos–, b) aborto como problema de salud pública y c) aborto y justicia social.
Posicionarme de esta manera, me ha permitido tener un panorama integral del aborto.

Ubicar a esta investigación dentro de la perspectiva de Derechos humanos implica el


reconocimiento del derecho de las mujeres a ejercer libremente su sexualidad, a decidir sobre el
número y esparcimiento de los hijos y consecuentemente obliga a los gobiernos a poner en
disposición de la población, la información, educación y comunicación necesarias para garantizar
el ejercicio de estos derechos (Lerner et al, 2016).

En los tratados y conferencias internacionales, incluidos en los planes y programas del


gobierno mexicano, se incluyen los Derechos a la Salud Sexual y Reproductiva, estos son: el
derecho a la información sobre salud, a la educación sexual, a los servicios de salud, a una vida
libre de violencia sexual y a la igualdad y a ser libres de toda discriminación, a decidir sobre su
cuerpo, a beneficiarse del progreso científico y tecnológico y a la libertad de conciencia y religión
(Brenes, 2004). Si se toma en cuenta que el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, enuncia que “toda persona tiene derecho a decidir de forma libre,
responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos […] y tiene derecho a la
protección a la salud”. Podemos argumentar que la constitución mexicana garantiza el derecho
a la salud y a la libre decisión sobre la salud, sin embargo –de facto– estos derechos no se cumplen,
pues no hay conciencia de ellos entre la población. En este sentido las acompañantes de aborto
son una vía para la concientización y el ejercicio de éstos.

Observo que el concepto de salud mental adoptado por la Organización Mundial de la


Salud (OMS, 1948) es, además de positivista, difícil de cumplir; “un estado de bienestar en el
cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales
de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución
a su comunidad”, así como “un estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la
ausencia de afecciones o enfermedades” (OMS, 1948:84). Bajo este concepto tradicional de

77
salud, nadie podría estar saludable, pues cualquier malestar afectaría ese estado de completo
bienestar.

Por esta razón, en esta investigación retomo un concepto de salud que tome en cuenta a
las mujeres como sujetas sociales activas, capaces de construir su bienestar. Vinculo al bienestar
con la autoestima, la autonomía, la felicidad y con las condiciones socioeconómicas que
posibilitan una vida satisfactoria. Considero, asimismo, que las acompañantes con su activismo
feminista, van construyendo este estado de bienestar social, pues plantean el acceso al aborto seguro
y legal como una medida que contribuye a este bienestar, poniendo a su alcance herramientas e
información para abortar de forma segura. Concuerdo con Mabel Burin (1991), cuando expresa
que la salud mental de las mujeres no sólo se asocia a factores internos –intrapsíquicos–, pues
existen factores económicos, ambientales, sociales culturales y familiares que contribuyen a la
pérdida de la salud mental.

De acuerdo con Mabel Burin, quien considera el sufrimiento femenino como un


“malestar de las mujeres” –una sensación subjetiva de padecimientos psíquicos que no se
encuadran dentro de los criterios clásicos de salud o enfermedad– (Burin, 1991:60). Pienso a la
salud mental, como aquella que permite realizar y poner en práctica un proyecto de vida adecuado
a la realidad de cada mujer y ajustado a sus necesidades, pasando por el reconocimiento de sus
derechos.

Es necesario que las mujeres sean conscientes de sus derechos y de los mandatos y roles
de género impuestos; ser para los otros y la maternidad como único destino de (Burin, 1991).
De esta manera las mujeres ejercerán sus abortos como ejercicio de derechos y como un primer
acto de poner límites a un embarazo no deseado que acarreará mayores problemas a las mujeres
de llevarse a término y que vulnerará su estado de bienestar integral.

Retomo la premisa de “hacer la salud pública” de Didier Fassin (2005). Para este autor, la
salud pública tiene como principal objetivo preservar y promover la salud de una sociedad en el
marco de las acciones públicas, de las políticas de salud, donde el término de lo público es el
reconocimiento al bien común. En ese sentido considero que las acompañantes de aborto como
actoras sociales, identifican un problema de salud y lo inscriben en la agenda política.

78
El lugar de investigación e intervención es en la ciudad de San Cristóbal de las Casas,
Chiapas. A partir de mi vinculación con la Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir
(RJCDDD) en agosto del 2016, me enriquecí de las experiencias de las jóvenes en este contexto.
También recupero los conocimientos y saberes que he acumulado a través de mi experiencia
como acompañante en la CDMX.

Esta realizada desde mi mirada de psicóloga feminista. La experiencia, los conocimientos


y las propuestas de las acompañantes son parte fundamental de esta investigación, pues pretendo
comprender y visibilizar su labor, como vía del ejercicio del derecho al aborto. Asimismo,
comprendo que son ellas las que conocen el contexto en la que se desempeñan. Esta
investigación tiene como premisa conocer las necesidades de las acompañantes, y en base a éstas,
crear un Manual para acompañantes, de manera que sea un intercambio de información
bidireccional.

Respecto a las acompañantes, considero que son, –somos– mujeres urbanas,


privilegiadas que hemos accedido a educación universitaria y con consciencia de derechos,
además se posicionan como activistas feministas. Sabemos que históricamente a las mujeres se
nos ha negado el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y vidas, además tenemos consciencia
de género.

En su labor como activistas, abonan en la creación de un estado de derecho que,


retomando a Fassin (2005); tiene como principal objetivo preservar y promover la salud de una
sociedad en el marco de las acciones públicas.

La metodología es de corte feminista y plantea caminos propios para conocer la realidad.


De esta manera diseñé una entrevista semiestructurada que guío las reuniones con las diez
acompañantes. Cinco de ellas pertenecientes a la “Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir”
(N=5), tres acompañantes y ex acompañantes de “Fondo MARIA” (N=3), una acompañante
perteneciente la colectiva llamada “Missovarias” (N=1), que trabaja bajo un protocolo propuesto
por la colectiva Las Libres de Guanajuato, y una acompañante (N=1), de INCODESI,
organización de la sociedad civil que trabaja por los derechos sexuales y reproductivos en

79
diversas comunidades de los altos de Chiapas. Todas ellas son acompañantes activas, se
posicionan como activistas feministas y consideran que el trabajo que realizan es necesario para
disminuir las brechas de desigualdad e injusticia social. Actualmente ellas son aliadas de la Red de
Jóvenes por el Derecho a Decidir en San Cristóbal.

En esta entrevista me interesaba conocer ocho aspectos del acompañamiento, por lo cual
dividí la información surgida de las entrevistas en tres categorías de análisis;

1) Conocimientos y saberes necesarias para ejercer su labor,


2) Estrategias de autocuidado utilizadas y
3) Definición de acompañamiento.

Asimismo, propuse un grupo focal en el que cinco acompañantes de la Ciudad de


México, dialogaron sobre la pertinencia de establecer un protocolo de acompañamiento acotado
al contexto de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. En éste, se les invitó a que reflexionaran sobre
su labor como acompañantes y su repercusión de ésta en las vidas de las mujeres, tomando en
cuenta que han adquirido conocimientos a través de cada experiencia de acompañamiento
realizada, dentro y fuera de la OSC.

Me interesaba conocer su experiencia como acompañantes, pues al pertenecer en su


mayoría a la Organización Fondo MARIA, han obtenido capacitación especializada como
acompañantes de aborto, lo que la diferencia de otras OSC´s que promueven los derechos
sexuales y reproductivos y no únicamente acompañan a mujeres durante sus abortos.

Algunas de las asistentes no continúan actualmente dentro de la organización, sin


embargo, se encuentran realizando acompañamientos en otras instituciones de la Ciudad de
México como CIPA Acompáñame, o en colectivas feministas autogestivas como Misovarias.
Asimismo, me interesaba que me aportaran sus conocimientos en aras de enriquecer el protocolo
de acompañamiento para la Red Jóvenes Católicas de San Cristóbal de las Casas, quienes iniciaron
el proyecto de acompañamiento en el 2015.

80
Otra herramienta metodológica para la obtención de datos fue la observación
participante. A partir de que me vinculé con la OSC de Católicas desde agosto del 2016 en San
Cristóbal de las Casas, visibilicé y me adentré en el quehacer de las acompañantes en este
contexto. Esta OSC no sólo se dedica a acompañar a mujeres durante sus abortos, también
dedica gran parte de su tiempo a difundir y “hacer la salud pública” en aras de que los derechos
sexuales y reproductivos se concienticen entre la población. Una de sus tareas principales es
acercar a las mujeres información sobre el uso seguro de medicamentos para para interrumpir
un embarazo no deseado, así como la capacitación de mujeres aliadas que están conscientes del
derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos y del derecho al aborto. Dichas capacitaciones,
me permitieron visibilizar junto con las integrantes, las necesidades de dicha Red.

Al acudir a un Campamento para acompañantes de aborto, organizado por las


integrantes de la colectiva Línea de aborto Chiapas en octubre del 2017, me di cuenta de que las
acompañantes de la RJCDDD no conocíamos los vacíos legales por los cuales acompañar a las
mujeres no es un delito, ni tampoco proporcionarles el medicamento (misoprostol). Lo que
genera en un miedo entre acompañantes, por encontrarnos en un contexto donde el aborto es un
delito. Ante este contexto restrictivo, esta colectiva ha hecho una revisión del Código Penal de
Chiapas y no ha encontrado ningún enunciado que declare como delito al acompañamiento, ni
proporcionar información sobre los efectos del medicamento para abortar.

Este hecho me motivó a proponer como parte del Manual Sororario para acompañantes de
aborto, un apartado que incluya porqué estos vacíos nos sitúa como agentes que “hacemos la salud
pública”. Considero que la información es poder, en consecuencia, el conocer que las
acompañantes no caemos en ningún delito al acompañar y proporcionar información a las
mujeres que desean abortar, redundará en nuestro bienestar emocional y hará que el miedo que
algunas acompañantes expresan tener, se reduzca.

Durante esta participación en el campamento, pude detectar que las acompañantes de la


RJCDDD no contamos con asideros sobre nuestros derechos legales –como acompañantes– a
los cuales sujetarnos, pues contamos con muchos saberes sobre nuestra labor, no obstante, no
contamos con información suficiente sobre los códigos penales de Chiapas que nos permitan

81
situarnos o como agentes de derechos o en el otro extremo; ejerciendo una labor en los márgenes
de la ley.

Por esta razón diseñé el manual con referencias a las leyes y derechos internacionales que
declaran porqué el aborto es un derecho humano, así como las recomendaciones que se le ha
hecho al gobierno mexicano por incumplir con éstos. Nombra los artículos del Código Penal de
Chiapas en los cuales hay vacíos legales que permite la labor del acompañamiento durante un
aborto pues este sólo implica dar información para la salud sexual y reproductiva. Este manual
abonará a que las acompañantes nos situemos como agentes de derechos y de justicia social,
pues considero que la información empodera.

3.1. ACOMPAÑANTES ENTREVISTADAS

Las acompañantes entrevistadas son activistas dentro de diversas organizaciones, 7 de


las 10 entrevistadas viven y ejercen en San Cristóbal de las Casas, lo que me permitió observar
su labor de manera directa.

Cinco de ellas pertenecientes a la “Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir”


(N=5), tres acompañantes y ex acompañantes de “Fondo MARIA” (N=3), una acompañante
perteneciente la colectiva llamada “Missovarias” (N=1), que trabaja bajo un protocolo propuesto
por la colectiva Las Libres de Guanajuato, y una acompañante (N=1), de INCODESI,
organización de la sociedad civil que trabaja por los derechos sexuales y reproductivos en San
Juan Chamula y Zinacantán principalmente.

Las contacté por medio de una petición informal, asegurándoles que la entrevista sólo
sería usada con fines académicos, les entregué una copia firmada del consentimiento informado.
Los nombres que usaron son seudónimos que las mismas entrevistadas eligieron. Subrayo que
todas deseaban ser nombradas por sus nombres reales, sin embargo, dadas las restricciones
impuestas por sus protocolos de seguridad, decidieron proporcionarme estos seudónimos.

82
Las organizaciones a las cuales pertenecen, así como sus características socioeconómicas,
y los números aproximados de acompañamientos que han realizado, se enuncian en la tabla que
se presenta a continuación;

Acompañantes entrevistadas

# Seudónimo OSC Tiempo como Edad Estado Formación


acompañante/ # Civil
acompañamientos
1 Sofía Mora Coordinadora de la 3 años 22 años Soltera Lic. Sociología
“Red de jóvenes UNACH
Católicas por el
Derecho a Decidir” San
Cristóbal + de 100

2 Maya Red de jóvenes 2 años 22 años Soltera Lic. En artes


Católicas por el Visuales
Derecho a Decidir— UNICACH
Tuxtla 15

3 Julia Ex Acompañante 10 años 37 años Unión Maestría


“católicas por el libre Estudios de la
derecho a decidir en mujer UAM
CDMX” Xochimilco

+ 100 Lic. En RI

4 Ágatha “Red de Católicas” en 1 año 23 años Soltera Estudiante de


SCC medicina 2 año
UNICH San
Cristóbal
6
5 Margarita “Red de Católicas”, 10 años como 24 años Soltera Lic. Medicina
Yuc. acompañante Veterinaria en la
Universidad
ahora acompañante Autónoma de
independiente en San s/n Yucatán,
Cristóbal Técnica en
urgencias
médicas

6 Karla Misovarias 1 año 31 años Soltera Psicóloga


Red Autogestiva Estudiante de la
CDMX Maestría

83
3 Estudios de
Género UAM
7 Flor INCODESI 4 años 29 años Soltera Lic. En
(Organización que Desarrollo
trabaja temas de Sustentable
derechos sexuales y UNICH
reproductivos en zona
altos

y
aliada de la Red de
Jóvenes Católicas por el
Derecho a Decidir

3
8 Yólotl Fondo MARIA en 4 años 31 años Unión Lic. En RI
CDMX Libre UNAM
(2009 a 2012)
---
9 Carolina Fondo MARIA 1 25 años Soltera Lic. Gestión
(embajadora en Turística
Chiapas)

Red Libre y Sororaria


5

10 Nayeli Autogestiva y 6 años 33 años Soltera Lic. Sociología


ex en Fondo MARIA
Mujer Trans
70

3.2. ¿POR QUÉ UN MANUAL SORORARIO PARA ACOMPAÑANTES DE ABORTO?

Al vincularme con la Red de Católicas, me percaté de la pertinencia de un protocolo de,


pues las acompañantes –que en ese momento eran tres– no contaban con un manual- que les
guiara en su labor. Sus conocimientos y aprendizajes me parecen enriquecedores pues se
alimentaban de la experiencia que han acumulado, el inconveniente de éstos es no encontrarse
sistematizados formalmente, lo que traía como consecuencia que tuvieran olvidos u omisiones en
alguno de los pasos imprescindibles en la labor.

Además, si bien la OMS ha dicho que el aborto medicamentoso es tan seguro que las
propias mujeres pueden auto gestionárselo, y que la información sobre misoprostol debe

84
divulgarse entre la población en aras de que esta tecnología esté al alcance de todas las mujeres,
también tiene como estrategia primordial; “Ampliar las políticas, guías y protocolos para la prestación de
servicios, en base a los protocolos de FLASOG –Federación Mexicana de Sociedades de Ginecología y
Obstetricia– para elaborar normas nacionales y protocolos para la prestación de servicios de aborto inducido, con
un enfoque en seguridad y calidad de la atención” (IPAS, 2010).

Simultáneamente al participar con ellas en diversas capacitaciones sobre derechos


sexuales y reproductivos y escuchar sus necesidades, me relataban sentir angustia cuando, al
enfrentarse a algún caso complejo no contaban con un protocolo de seguridad que les amparar
en casos difíciles. Comenzamos entonces, la tarea colectiva de construcción de un protocolo
acotado al contexto de Chiapas, destaco que éste parte de un protocolo generado en la Ciudad
de México, donde Católicas por el Derecho a Decidir tiene sus sedes. Éste nos fue enviado para su
revisión y adaptación a mediados del 2017 tomando en cuenta el contexto en el que nos
desempeñamos, no obstante, aunque se alimenta de saberes y experiencias de las acompañantes
y activistas de la CDMX no puede retomarse completamente o reproducirse. Este merece apoyarse
de los saberes que las acompañantes han adoptado a sus contextos. Mi tarea entonces, como
aliada de la Red consiste en aportarles herramientas que considere pertinentes y que puedan
ayudarles a fortalecer dicho protocolo, como el compendio de derechos locales e internacionales
que legitiman al acompañamiento, lo que redundará –considero– en su fortalecimiento como
acompañantes.

3.3. EL ACOMPAÑAMIENTO DURANTE EL ABORTO ¿ACTIVISMO POLÍTICO


FEMINISTA?

En México, el acompañamiento durante un aborto no se ha problematizado como un intento


de hacer “salud pública”, por ende, no existen suficientes investigaciones que den cuenta de la
importancia de éste como activismo feminista. Existe un vacío en las investigaciones respecto a
cómo fungen las acompañantes de éstas mujeres que abortan en contextos de ilegalidad, y cómo
éste ejercicio abona en su salud y bienestar integral.

85
Adriana Ortiz- Ortega (2001) concibe a las luchas por la legalización del aborto, como
una búsqueda de autodeterminación personal y de integridad corporal que tiene como eje la
conquista del propio cuerpo. Como tal en México, esta búsqueda se refleja en el activismo
político de acompañamiento.

Además, los aprendizajes y reflexiones hasta ahora estudiados, no dan cuenta de las
problemáticas específicas de acompañamiento a mujeres en contextos rurales, o en las zonas
conurbadas de las ciudades, donde la práctica del aborto aún se lleva a cabo en clandestinidad.
Según Fondo MARIA (2009), cuando las mujeres deciden abortar, las brechas de desigualdad se
vuelven más grandes, respecto al derecho a la salud, el derecho a la información, la libertad de
expresión y el derecho a la educación, pues son las mujeres más vulnerables; indígenas,
adolescentes y las que viven en contextos rurales o zonas conurbadas de las ciudades, las que se
están más alejadas del acceso a todos los derechos.

En esta investigación, se considera al acompañamiento durante el aborto como una forma


de activismo político, pues al acompañar a una mujer a decidir sobre su cuerpo, se reivindica la
soberanía sobre el propio cuerpo y la libertad para decidir sobre él.

86
CAPÍTULO IV

4. EL ACOMPAÑAMIENTO DURANTE UN ABORTO EN MÉXICO

En México, diversas organizaciones y colectivas feministas como DDSER, Fondo


MARIA, Católicas por el Derecho a Decidir, realizan acompañamiento antes, durante y después
de realizado el aborto, estas OSC proveen información sobre el aborto con medicamentos,
acompañan vía telefónica durante el procedimiento o bien realizan seguimiento post aborto.

Fondo MARIA, explica en su página web13 que “En la mayoría de los estados, el aborto
es cuestión de justicia social, ya que las mujeres adineradas pueden pagar por prestadores de
servicios particulares o viajar a lugares donde los servicios seguros están disponibles, mientras
que las mujeres pobres son forzadas a poner su salud y su vida en riesgo al recurrir a abortos
clandestinos”.

En el caso de la ONG: Fondo MARIA, la cobertura de los protocolos y esfuerzos son


limitados, pues éstos se enfocan a mujeres en situación de vulnerabilidad económica
provenientes del interior de la República (1600 usuarias de 10 a 46 años de edad), quienes a
menudo se encuentran en el límite de las 12 semanas de gestación requeridas para acceder a un
aborto en la Ciudad de México, debido a esto, se opta por apoyarlas financieramente para viajar
a la capital14. Este hecho deja de lado a mujeres que se encuentran en la misma situación, pero

13 www.fondomaria.org
14 Cifras del 2009 al 2013 aportadas por Fondo MARIA.

87
en etapas más tempranas de gestación, lo que las coloca de nueva cuenta en un escenario de
desigualdad.

En sus informes reflejan que de la mayoría de las mujeres que reciben ayuda optan por
el aborto por medicamentos, por tal motivo creen fundamental capacitar no sólo a las voluntarias
de la OSC, si no también a las personas que fungen como acompañantes, ya sean madres, amigas,
hermanas o parejas, presentes en el proceso de aborto15. Respecto al trabajo de acompañamiento
posterior al aborto, este es mínimo. La dificultad yace en que una vez que las mujeres confirman
el éxito del procedimiento, prefieren no atender a la consejería posterior. Esta reacción es
entendible por el estigma que prevalece respecto al aborto (Ortíz, en Freyermut 2008).

4.1. ¿EL ABORTO INDUCIDO CON MEDICAMENTOS, ES SEGURO?

La Organización Mundial de la Salud, incluyó al misoprostol en su lista de medicamentos


esenciales en el 2012, asegurando que “el uso de misoprostol ha transformado radicalmente el manejo del
aborto inducido. Por primera vez, en lugares donde no se dispone de otros servicios de aborto seguro, las mujeres
tienen acceso a un método no invasivo, muy seguro y eficaz, que no requiere la participación de terceras partes”.
Lo que puede leerse entre líneas es que el aborto inducido con medicamentos, auto gestionado
por las mujeres es una forma segura, eficaz de procurarse un aborto.

El costo del misoprostol para inducir abortos es muy bajo, en México antes de la
legalización en el año 2007, el costo promedio del tratamiento de complicaciones graves del
aborto inseguro era de $209 dólares estadounidenses por cada mujer. Después de la legalización,
el costo aproximado fue sólo de 98 dólares para cada mujer (IPAS, 2010).

En gran parte de Latinoamérica, las mujeres informadas y con acceso a internet, recurren
al aborto con medicamentos, pues este es de mayor acceso, menos doloroso y riesgoso. Las
ventajas de este método, incluyen el que se evite la cirugía y pueda realizarse en un lugar privado.
Entre las desventajas se cuentan que a pesar de que se facilite el acceso al aborto, se suele
incrementar las condiciones de vulnerabilidad en las que se vive el procedimiento, pues muchas

15 Informe final “Ampliando el acceso a la interrupción legal del embarazo para adolescentes como grupo
vulnerable en México a través del Fondo de Aborto para la Justicia Social MARIA”.

88
mujeres relatan vivir el proceso solas, sin el apoyo de sus parejas y con poca información. Estas
mujeres no construyen al aborto desde una perspectiva de derechos humanos y desconocen el
funcionamiento de su cuerpo (Lafaurie et al, 2005)
En México, frente a las desigualdades sociales para recurrir a un aborto, ha crecido el uso
del misoprostol, este ayuda a reducir las muertes maternas, las complicaciones debidas a su uso
son prácticamente nulas y su precio es reducido (Victoria et al, citado en Lerner 2016).

Su uso data de los años 80´s cuando comenzó a usarse el misoprostol (prostaglandina
para el tratamiento de úlcera gástrica). Dada la baja tasa de efectos secundarios, su fácil acceso,
así como su eficacia del 88% su uso se extendió rápidamente (GIRE, 2009). Años más tarde se
combinó el misoprostol con la mifepristona, a partir de la despenalización del aborto en Ciudad
de México, esto produjo que la efectividad del aborto subiera hasta el 90%.

Su uso dio lugar a un cambio en la práctica del aborto, pues esta biotecnología redujo
costos hospitalarios e incluso disminuyó las diferencias en cuanto a clase social de las mujeres
que interrumpen un embarazo. Las mujeres legitimaron la práctica al ser usuarias de un servicio
público, en vez de ser vistas como delincuentes. El uso del medicamento: “las posicionó como capaces
de asumir una responsabilidad en el proceso de toma de medicamentos” (Lamas, 2014:59).

Sobre el aborto con medicamentos, Martha Lamas (2014), refiere que el uso de este
método, tiene el valor agregado de posicionar a las usuarias como sujetas capaces de asumir una
corresponsabilidad en el proceso, y obliga a confiar en que llevarán a cabo adecuadamente las
instrucciones en sus hogares y regresarán a la revisión.

Esto marca un cambio de paradigma en la experiencia de aborto, pues si a esta práctica


se le agrega consejería e información sobre derechos sexuales y reproductivos, las mujeres
estarían más conscientes de que están llevando a cabo el ejercicio de un derecho (Lamas, 2014).

4.2. EL TRABAJO DE LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y


COLECTIVAS QUE ACOMPAÑAN ABORTOS EN MÉXICO.

89
En México es a partir de la despenalización del aborto en la capital, que se empieza a
visibilizar el acompañamiento de diversas colectivas y organizaciones de la sociedad civil a
mujeres en proceso de aborto. La despenalización, permitió que algunas mujeres que “entraban”
en el marco legal que permite la interrupción hasta las 12 semanas en la CDMX, experimentaran
corpóreamente los abortos medicamentosos, en las clínicas de salud especializadas en
Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Algunas otras se hicieron acompañantes, adquiriendo
más conocimientos biomédicos, herramientas de seguridad, apropiándose del discurso de
derechos, etc. Quienes ya acompañábamos desde antes del 2007 también nos fortalecimos de
las nuevas experiencias, generamos alianzas, redes de apoyo, uso de tecnologías, etc.

Entre las organizaciones que acompañan en México pueden nombrarse el Grupo de


Información sobre Reproducción Elegida (GIRE), Católicas por el Derecho a Decidir (CDD),
mediante su red de Jóvenes por el Derecho a Decidir, Fondo MARIA, Acompañamiento
Después de un Aborto Seguro (ADAS), etc. Por otro lado, las colectivas autogestivas, las cuales
son incontables y se encuentran en todo el país realizando acompañamientos, muchas veces sin
protocolos de acompañamiento ni estrategias de seguridad. Una de ellas en el contexto
chiapaneco, es la colectiva Línea Aborto Chiapas que retoma muchos de los aprendizajes de la
Línea de Aborto Chile.

A partir de que los acompañamientos se han institucionalizado, existe mayor control y


seguimiento de los abortos medicamentosos, pues a las mujeres atendidas se les da un protocolo
de medicamentos seguro, efectivo, ampliamente estudiado y respaldado por la Organización
Mundial de la Salud. Es importante este respaldo legal hacia las acompañantes, pues esta práctica
sigue siendo criminalizada. Las acompañantes que realizan su labor en distintas OSC´s ganan
respaldo en su quehacer y no se arriesgan tanto a nivel individual.

Observo como desventaja, que las acompañantes institucionalizadas tienden a saturarse


de acompañamientos, pues existe una urgencia por reportarlos e incrementar los números de
atenciones, con la consigna de “rescatar las cifras de mujeres que abortan de manera segura” y
de llegar más mujeres. La autonomía en la toma de decisiones, por parte de las acompañantes de
aborto, uno de los ejes fundamentales del feminismo, se va socavando y se minimizan sus
conocimientos adquiridos anteriormente de manera autónoma.

90
Asimismo, existe una tendencia a homogeneizar los acompañamientos, no obstante que
todas las mujeres, y por ende todos los casos y todas las acompañantes son distintas, requiriendo
de un actuar diferente por parte de las acompañantes. Las acompañantes, que son la vía para que
las mujeres ejerzan su derecho a un aborto seguro, realizan su labor sin remuneración económica
alguna, ni contención emocional suficiente para los casos más complejos.

4.2.1. DE “EDUCACIÓN SEXUAL PARA DECIDIR, ANTICONCEPTIVOS PARA NO


ABORTAR Y ABORTO LEGAL PARA NO MORIR” A “ABORTO EN LA CASA Y CON

AMIGAS”.

Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir, fue una
consigna utilizada por muchos años para referirse al aborto como última instancia ante un
embarazo no deseado y dado el poco acceso de las mujeres a anticonceptivos. Además, daba
cuenta de que el aborto ilegal era siempre riesgoso, pues aún no estaba legitimado el uso de
misoprostol que vendría a revolucionar y a desdramatizar al aborto como expresa Marta Lamas
(2014).

Ha habido un cambio de paradigma en cuanto a la vivencia del aborto entre las mujeres.
El uso del misoprostol o del misoprostol en combinación con la mifepristona, y la autogestión de
abortos medicamentosos ha hecho que el acompañamiento sea visto como algo más asequible.
Lejos quedaron los legrados altamente riesgosos para las mujeres, que sólo podían ser realizados
por personal altamente capacitado, como las JANE, en Chicago en los años 70´s –durante los
años de penalización del aborto en el contexto estadounidense–, que habían aprendido ha hacer
curetajes ellas mismas.

Es importante subrayar cómo las redes sociales han brindado seguridad a quien está
abortando y a quién acompaña, pues ya no se trata de “poner el cuerpo” y arriesgarse de manera tan
riesgosa por la otra. Las líneas telefónicas, el uso de tecnologías de la información y redes sociales
como whats app, telegram, etc, favorece el anonimato y la distancia física de las mujeres y sus
acompañantes.

91
Las mujeres que acompañan han resignificado el proceso de aborto, no obstante, las leyes
locales que obstaculizan la práctica en los estados donde está penalizado el aborto. Considero
que al Estado hay que tomarlo como un instrumento, tomar lo que sirve en la consecución de la
salud, en aras de “hacer la salud pública” como enuncia Fassin (2005). En ese sentido considero
que hay que visibilizar que son las mismas acompañantes, como agentes de derechos, las que
permiten que el aborto se resignifique. El acompañamiento es una respuesta al incumplimiento del
Estado en proporcionar abortos seguros a las mujeres lejos de la Ciudad de México y como tal
ayudan a solventar esas brechas de desigualdad.

En México, existen diversas organizaciones feministas que reciben recursos de


organismos internacionales –que antes provenían de Estados Unidos y ahora de Europa-. Una
de las críticas que hago es que tienden a imponer visiones y esquemas de atención en el aborto.
Algunos modelos de acompañamiento retoman esquemas clasistas, colonialistas además de
paternalistas. Desde mi experiencia, creer que sin su ayuda las mujeres no encontrarán respuestas
a sus necesidades es equivocado, las mujeres tienen agencia, son ellas las que mejor conocen sus
cuerpos y sus experiencias corpóreas. Las Organizaciones debieran tomar en cuenta que sólo
son un vehículo que facilita y promueve las avances científicos –misoprostol y mifepristona– a
las mujeres, para que accedan a abortos seguros.

A Fondo MARIA se les reconoce su capacidad organizativa para gestionar recursos y


apoyar a mujeres a que viajen a la CDMX para ejercer su derecho al aborto, sin embargo,
considero que las mujeres no debieran viajar, esta no es una solución al problema de la injusticia
social que prevalece en México y que se visibiliza cuando una mujer de Chiapas o cualquier
estado en el que el aborto está penalizado, decide abortar. Las mujeres indígenas, con poca
información sobre sus derechos, o mujeres de las periferias de las ciudades –incluso de las
periferias de la Ciudad-de México, en contextos altamente marginados, continúan enfrentándose
a abortos inseguros, al no contar con la información sobre los protocolos recomendados para
la ingesta del misoprostol. Hay que tomar en cuenta que algunas mujeres, en contextos rurales
aún abortan de maneras riesgosas y no hay cifras que den cuenta de ello.

92
No cabe romantizar a los acompañamientos, sería muy positivo que los abortos pudieran
realizarse “en la casa y con amigas”, nombre que retoma una Organización de la Sociedad Civil que
acompaña a mujeres en Ecuador, sin embargo, por el momento, estos se encuentran fuera de la
realidad dado el contexto de desigualdad social mexicano.

La despenalización del 2007, permitió que muchos de los acompañamientos se


institucionalizaron, posibilitando alianzas con instituciones y colectivas que abogan por los
derechos sexuales, con quienes se socializan las dudas entre médicos, enfermeras o
acompañantes. Estas alianzas permiten resolver casos de manera especializada y articulada entre
Osc´s. Si se requiere acompañamiento legal se acude al Grupo de Información sobre Reproducción
Elegida (GIRE), de detectarse dudas o culpa vinculada a un conflicto religioso, las expertas son
Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), si la mujer requiere apoyo económico para acudir a la
Ciudad de México se recurre a Fondo MARIA, si posterior al acompañamiento se evidencian
conflictos emocionales y psicológicos, las mujeres se canalizan a psicólogas aliadas como Olivia
Ortiz de Acompañamiento Después de un Aborto Seguro (ADAS), etc.

Existe mayor control y seguimiento de los abortos medicamentosos, pues a las mujeres
atendidas se les da un protocolo de medicamentos seguro, efectivo, ampliamente estudiado y
respaldado por la Organización Mundial de la Salud. Es importante este respaldo legal de
organizaciones hacia acompañantes, pues esta práctica sigue siendo criminalizada en la mayor
parte del país. Las acompañantes que realizan su labor en distintas OSC´s ganan respaldo en su
quehacer y no se arriesgan tanto a nivel individual.

4.3. CATEGORÍAS DE ANÁLISIS/ ACOMPAÑAMIENTO

En el presente capítulo, analizo las entrevistas de cuatro mujeres acompañantes de


aborto. Me centro en sus significaciones personales de la labor que realizan, los conocimientos
o saberes que han recogido a lo largo de su experiencia y las estrategias de autocuidado que
despliegan, dado el contexto de penalización y estigma de aborto.

93
Realicé diez entrevistas a profundidad a acompañantes de Chiapas y de la Ciudad de
México, centrándome en cuatro casos paradigmáticos de acompañantes. El criterio de selección
de los casos fue la diversidad de sus experiencias y saberes, todas tienen distintas edades y niveles
de escolaridad. Aportaron insumos al Manual sororario para acompañar abortos, que presento como
producto final de esta tesis16.

Además de las entrevistas a acompañantes, realicé un grupo focal con cinco


acompañantes de la Ciudad de México, quienes ponen en evidencia la injusticia social de su labor,
pues ellas realizan los acompañamientos en un contexto de despenalización. Dichos saberes
abonaron al Manual Sororario para acompañantes de aborto.

Sobre las acompañantes entrevistadas, destaco que todas se nombran feministas, con
consciencia de género, han internalizado al aborto como un derecho, así como un evento más
en la vida sexual y reproductiva de las mujeres. Todas han desplegado estrategias creativas para
ejercer su labor ante un contexto restrictivo, no obstante, no todas tuvieron participación activa
en la construcción del protocolo.

Observo que las acompañantes elegidas para el análisis se localizan en un habitus17 de


acompañantes. Reconozco que, así como hay un habitus propio de los médicos o de las
enfermeras, las acompañantes de aborto, también se localizan en un habitus específico, el cual
está caracterizado por tener mayor “carga emocional” que otras labores o profesiones, y por ser
activismo político feminista.

El análisis de la información surgida de las entrevistas a profundidad, giran en torno a


tres grandes categorías; 1) Conocimientos y saberes necesarias para ejercer su labor, 2)
Estrategias de autocuidado utilizadas y 3) Definición de acompañamiento. Asimismo, estos tres
grandes categorías se subdividen en otras subcategorías;

16 Las significaciones personales de acompañamiento de las cinco acompañantes restantes, así como la información
suministrada por el grupo focal, fueron utilizadas para construir la definición de acompañamiento utilizada como punto
de partida del Manual Sororario para acompañantes de aborto.
17 Bourdieu, P. (1991). Estructuras, habitus, prácticas. El sentido práctico, 91-111.

94
1. Conocimientos y saberes necesarios para realizar su labor
En esta categoría compilo todas las experiencias, saberes y herramientas que nombran
como esenciales para realizar acompañamientos. Asimismo, exploro los conocimientos que han
recogido en su andar, saberes “no científicos”18 ni sistematizados, pero claves para realizar su
labor.

a) Primeras experiencias de acompañamiento


Describo las primeras experiencias en su devenir acompañantes. Ya sea porque tuvieron
que acompañar a alguna amiga o conocida en sus procesos de aborto, o porque la vivieron en
sus cuerpos. Estas prácticas privadas, les han dejado aprendizajes corpóreos y han sido
fundamentales en su activismo político.

b) Protocolos utilizados –seguridad e ingesta de medicamentos–


Nombro el protocolo de ingesta de medicamentos que cada una utiliza. Pese a que se ha
homogeneizado el uso de una combinación de mifepristona y misoprostol, o en su defecto
misoprostol solo. Me interesaba profundizar en su experiencia en el uso de estos protocolos en
dos sentidos; a) porque sistematizar estos aprendizajes y saberes es importante para la
construcción de un protocolo/manual de acompañamiento, y b) para validar a las acompañantes
como sujetas de conocimientos.

En este apartado, también cuestiono el apego que las acompañantes tienen al protocolo
de seguridad, no en el sentido de adherirse a normativas institucionales, sino en cómo en la
medida en que se apegan a ellos, su autocuidado y bienestar aumentan.

c) Capacitaciones recibidas por sus organizaciones.


Examino cuáles son las capacitaciones que han recibido que les han sido de ayuda en su
labor. Si bien algunas prácticas son una constante en el habitus de las acompañantes entrevistadas,

18 Con saberes no científicos a los que me refiero son las “creencias, valores, normas, conocimientos y
comportamientos ligados a la salud, que sin ser necesariamente coherentes o estar científicamente fundados,
tampoco son erróneos” (Aguirre, 1994). Estas creencias y saberes, se oponen al Modelo Médico Hegemónico
entendido como “…el conjunto de prácticas, saberes y teorías generadas por el desarrollo de lo que se conoce como medicina científica,
el cual desde fines del S. XVIII ha ido logrando dejar como subalternos al conjunto de prácticas, saberes e ideologías que dominaban en
los conjuntos sociales, hasta lograr identificarse como la única forma de atender la enfermedad, legitimada tanto por criterios científicos
como por el Estado” (Menéndez, 1990).

95
–buentrato y empatía–, otras prácticas como la escucha activa o la habilidad para poner límites,
pueden aprenderse con capacitaciones específicas, brindadas por sus organizaciones o colectivas.

2. Estrategias de autocuidado al laborar en un contexto de criminalización


En esta categoría exploro sus estrategias personales de autocuidado, tomando en
cuenta que cada una ha identificado sus límites personales para acompañar o no, a las mujeres
en situación de aborto. Fundamento que para que un acompañamiento de aborto sea feminista,
se requiere de comprensión, respeto mutuo, así como buentrato de ambas partes (Sanz, 2017).
Identificar sus límites, evita su sobrecarga emocional, pues no hay nada más patriarcal que
reprimir las emociones y negar los límites (Oliveira y Dordevic, 2015).

a) Limites personales para realizar su labor


Nombro los límites espirituales, emocionales, los miedos y las barreras que cada
acompañante identifica al realizar acompañamientos. Estos son importantes pues
identificándolos, evitan la sobrecarga en su labor, ayudándoles a conformar un código de ética
personal que abona en su autocuidado.

3. Definición de acompañamiento
Las significaciones que las acompañantes tiene de su labor, sirvieron para crear un
concepto de acompañamiento, acotado al entorno de San Cristóbal de las Casas. Las pautas que
subrayé en sus narrativas, fueron;

a) Que en su significación de acompañamiento se nombre al respeto a las creencias y


saberes de las mujeres, en un entorno de horizontalidad y buentrato (Sanz, 2016).
b) Que consideren a las mujeres como sujetas activas en sus procesos.
c) Que nombren al acompañamiento como una vía de derecho de las mujeres sobre sus
cuerpos.
d) Las estrategias de autocuidado también son importantes en aras de que el
acompañamiento no se torne en una práctica desgastante física y emocionalmente.

a) Posicionamiento feminista respecto a la labor que realizan.

96
Discuto con los argumentos de Didier Fassin (2008) de “hacer la salud publica”. Hacer la
salud pública, va más allá de tratar enfermedades y curar a individuos, pues promueve la salud de una
sociedad en el marco de acciones públicas, –incluso fuera de los marcos legales–, como es el
caso del acompañamiento feminista de aborto.
Exploro el modo de acompañamiento que realizan. Si este es más asistencialista, y
nombran a su acompañamiento como “ayuda” a otras mujeres, o si más bien se inclinan hacia el
activismo político, motivando a las mujeres a realizar sus abortos de maneras más autónomas,
brindando la información necesaria, pero poniendo énfasis en que el acompañamiento feminista es
aquel que empodera a las mujeres que se acompaña y a las activistas feministas; un proceso en dos
sentidos: el de la persona que acompaña, como el de la persona acompañada (Ortiz, 2010).

Considero, además que las acompañantes se sitúan en un habitus opuesto al de la


Hegemonía Médica actual, la naturaleza de este habitus, responde a un conjunto de jerarquías
(escolares, de género y profesionales) que han sido incorporadas profundamente y se han vuelto
constitutivas de sus esquemas dominantes de percepción y apreciación del a realidad que les
rodea (Castro, 2014).

b) Estilo personal de acompañamiento.


Distingo los estilos personales de acompañar. Algunas mujeres hacen uso de su
capacidad de empatía, otras de su capacidad de liderazgo, del respeto hacia las creencias religiosas
de cada mujer, de sus habilidades de escucha emocional. Mi interés fue el de nombrar los recursos
personales que les sirven en el momento en el que acompañan a las mujeres durante sus abortos.

97
SOFÍA MORA19

“…Acompañar es estar inmersa en el círculo de la mujer que aborta”

Sofía es la coordinadora de la Red Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir San Cristóbal de las
Casas. Desde el 2015, además de acompañar a mujeres en sus abortos, realiza tareas de logística
y gestiona el trabajo de Católicas a favor de los derechos sexuales y reproductivos en el estado.
Actualmente tiene 23 años y ha acompañado más de 100 abortos, lo que da cuenta de su amplia
experiencia como acompañante.

1. Conocimientos y saberes necesarios para ejercer su labor

a) Primeras experiencias de acompañamiento

La acompañante relató una experiencia previa de acompañamiento, fuera de su


Organización, en ese entonces, ella no se sintió preparada para acompañar, pero aún así estuvo
presente como cómplice de una compañera. En la actualidad señala; "si yo me embarazara si
interrumpiría". Esta declaración parte de la experiencia y de la empatía. "Lo personal es político".

Ha aprendido que "entre más informada esté la mujer, su dolor y ansiedad en el proceso, bajará".
Este conocimiento producto de su experiencia en el activismo de acompañamiento, no ha sido
sistematizado en los manuales de la Organización Mundial de la Salud, ni de ningún Organismo
Internacional, pues se han obtenido fuera del Modelo Médico Hegemónico. Este hallazgo, –el

19
Los nombres de las acompañantes son ficticios. Los seudónimos que aparecen fueron elegidos por las
acompañantes.

98
cual he escuchado en otros discursos de acompañantes–, es de vital importancia en la
disminución de la experiencia subjetiva del dolor.

Relata que "Todas las mujeres tienen un cuerpo distinto […]me preguntan, “¿cuánto voy a sangrar?”
y les digo que cada cuerpo es distinto", con base en esta afirmación, constato que no se puede unificar
una única manera de acompañar a las mujeres, tampoco se puede exigir el estricto apego a un
protocolo de acompañamiento, pues todas las mujeres son distintas en cuanto a personalidades
y a sensaciones corpóreas. no obstante, dicho protocolo debe incluir una lista de pasos
imprescindibles al acompañar.

"En católicas les decimos que nadie las va a castigar, les mencionamos que incluso hubo un Santo a
favor del aborto, San Antonino". Estos conocimientos, los cuales les han sido impartidos a las
acompañantes del Católicas por el Derecho a decidir, son vitales a la hora de informar a las
mujeres católicas, en proceso de aborto –o que fueron educadas en la fe católica– pues sus
creencias religiosas juegan un papel muy importante en su proceso.

"Les aclaramos que en la Constitución de la iglesia hay atenuantes de culpa para las mujeres que
abortan, estas son cuatro; si la mujer es menor de 16 años, si fue violada, si tiene miedo o si lo hizo sin su
consentimiento". Asimismo darles información que les ayude a reducir la culpa y la creencia de que
están cometiendo un pecado, es respetar sus creencias, requisito fundamental para un
acompañamiento feminista.

b) Protocolos utilizados –seguridad e ingesta de medicamentos–

Las acompañantes de la Red de Jóvenes Católicas sólo acompañan a mujeres en abortos


medicamentosos. El régimen de medicamentos consiste en ingerir dos tipos de fármacos;
mifepristona de 400 mg. acompañado por una dosis de misoprostol de 400mg. Para las
acompañantes de la red, es de vital importancia conocer el funcionamiento a nivel farmacológico
de dichos medicamentos, para preparar a las mujeres ante los síntomas y el dolor del proceso.

Su Organización subraya la importancia de la consejería sobre el uso de anticonceptivos


a la par de dar información sobre aborto con medicamentos. La acompañante brinda esta

99
consejería desde un inicio “yo les digo que luego luego puede regresar su fertilidad, así es que necesitan decidir
un método desde ya…”.

c) Capacitaciones recibidas por su organización

En Católicas, le han proporcionado talleres para la implementación de estrategias de


atención a mujeres, derechos sexuales y reproductivos, acompañamiento emocional a mujeres
en sus abortos. Católicas ha formado a las activistas por los derechos sexuales en incidencia
política, no sólo en acompañamiento.

Sobre la capacitación que más refiere haberle servido: “vimos la parte religiosa, es decir que
hacer si una mujer es católica y se siente muy mal, “¿por donde entrarle?,” en esos casos… que comentarios
hacerle, que material brindarle, la parte de contención psicológica, o de cómo poner límites y qué decir”.

La Red de Católicas, al ser una organización de la sociedad civil que tiene como misión
"defender los derechos humanos de mujeres y jóvenes, en especial sus derechos sexuales y reproductivos, incluyendo
el acceso al aborto seguro y legal, desde una perspectiva ética, católica y feminista"20 capacita a sus integrantes
para respetar las creencias de las mujeres católicas que buscan interrumpir sus embarazos e
informarles que el Derecho Canónico, el máximo referente legal del catolicismo, si se analiza a
profundidad, no condena el aborto pues existen atenuantes para esta práctica.

Esta información puesta en manos de las mujeres que buscan interrumpir sus
embarazos, que se sienten culpables y en un dilema moral es de gran ayuda, pues hace que estos
sentimientos disminuyan.

2. Estrategias de autocuidado al laborar en un contexto de criminalización

El protocolo de seguridad de RJCDDSCC21 marca pautas a seguir como son; a) utilizar


un correo encriptado –en caso de comunicarse por este medio con las mujeres–, a) usar un
celular alterno para acompañamientos, b) Evitar dar los medicamentos personalmente c) hablar

20 Misión de (http://catolicasmexico.org/ns/?page_id=4121) Consultado el 25 de Septiembre del 2018.


21 Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

100
en clave al nombrar el proceso medicamentoso y d) pedir un ultrasonido para verificar que las
mujeres efectivamente se encuentren embarazadas.

Sin embargo en el caso de Sofía, al ser una acompañante conocida en San Cristóbal de
las Casas por su activismo feminista, prefiere no seguir al pie de la letra estas pautas. Expresa
"Yo no uso lenguaje en clave, me parece que es importante ser claras con la información que se les está dando a
las mujeres". En este caso y desde mi experiencia como acompañante, no utilizar las palabras
adecuadas; aborto, misoprostol, coágulos, en definitiva no genera confianza en las mujeres en
momentos de crisis.

Sofía realiza una gran cantidad de acompañamientos en la Ciudad de San Cristóbal,


corriendo el riesgo de sobrecargarse emocional y físicamente. Una alternativa, sería establecer
un número límite de acompañamientos y referirlos a otras activistas.

3. Definición de acompañamiento

“Para mi acompañar, no sólo es estar pendiente, es estar inmersa en el círculo de la mujer que
aborta, es estar preocupada por el proceso de aborto.

Acompañar es activismo político porque le das herramientas a las chavas, al decirles “tú también
tienes derecho a decidir sobre tu propio cuerpo”, validas una decisión que ellas ya tomaron”.

En su definición de acompañamiento, refleja el que las acompañantes, estamos inmersas en


el círculo, dando cuenta de la complicidad, propia de la tarea del acompañamiento, pero poniendo
límites, para su autocuidado. Al respecto, Carmen Alborch (2011) conceptualiza a la complicidad
entre mujeres como la solidaridad entre mujeres, incorporando una mirada de respeto y de
dignidad entre nosotras.

También expresa la necesidad de que las mujeres exterioricen sus necesidades, pues no
todas requieren el mismo tipo de acompañamiento. De ahí la necesidad de flexibilizar el
protocolo para adaptarlo a cada caso.

101
La primera pregunta que ella hace es: ¿Qué necesitas de mi? precisando los recursos, –
económicos, materiales o de información– que requieren. Evita así caer en prácticas paternalistas,
opuestas al feminismo.

Retomando a Ortiz (2010) quien expresa que el acompañamiento, para que empodere a
ambas partes, debe darse en un plano de horizontalidad con las mujeres en situación de aborto,
considero que esta estrategia, les invita a observar sus herramientas, pues no son personas
carentes de recursos, tienen redes de apoyo y recursos económicos, psicológicos, emocionales
que en mayor o menor medida activan en estos momentos de crisis.

Por lo tanto el acompañar sería por un lado complicidad con las mujeres en situación
de aborto, brindarles información de manera confidencial pero también un aliciente que "activa"
los recursos sociales con los que cada una de ellas cuenta (Ervitti, 2015).

a) Posicionamiento feminista respecto a su labor

Sofía expresa que el acompañamiento es activismo político, pues al acompañar, se


informa a las mujeres para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos. Ve al acompañamiento
como una vía de derechos.

b) Estilo personal de acompañamiento.

Su estilo personal da cuenta de su pragmatismo, pues afirma "me enfoco más en la onda médica
[...] más que en la psicológica". En su caso –ya que atiende a gran cantidad de mujeres– es necesario
priorizar y dar la información sobre el protocolo de ingesta de medicamentos, de la manera más
clara posible. Lo primordial es brindar la información sobre el uso de los medicamentos de
manera completa y clara desde el inicio, pues algunas mujeres no concluyen el acompañamiento.

"Yo no soy católica, [...] pero estoy con católicas porque considero que los españoles nos influenciaron
muchísimo, nuestros actos culturales tienen que ver con nuestros aprendizajes católicos y judeocristianos". Está
convencida de que acompañar debe pasar por un conocimiento del contexto cultural y religioso

102
en el que están inmersas las mujeres que acompaña y por tanto su estilo personal, aunque no es
el de una feminista católica como tal, respeta a las mujeres y sus creencias.

Observo también que Sofía está consciente de la necesidad espiritual de las mujeres de
validar su proceso de aborto. En el contexto san cristobalense, de fuerte influencia católica e
ilegalidad, las mujeres abortan con culpas y con la conciencia de que están cometiendo, más que
un delito que será perseguido, un pecado (Rivas et al, 2009), por esta razón validar y solventar esa
necesidad lo vuelve una forma de hacer la salud pública (Fassin, 2008), respetando además sus
creencias religiosas, clave en un acompañamiento feminista de aborto.

JULIA

“…se piensa que las mujeres no van a poder resolver su


aborto y eso no es cierto, ellas buscan opciones y lo resuelven,
nosotras les acercamos información y las acompañamos en el
proceso”

Al momento de la entrevista Julia era tesista de la maestría en Estudios de la mujer de la


Universidad Autónoma de México. La entrevista giró en torno a su experiencia como
acompañante de abortos en los diez años que laboró en Católicas por el Derecho a Decidir, donde
observó la necesidad de acompañar a mujeres en sus proceso de abortos, antes de la
despenalización en la Ciudad de México.

Rescato sus conocimientos y saberes como activista católica, pues participó en el diseño
de protocolos de acompañamiento adaptados a las diversas necesidades y contextos de las mujeres. En
la entrevista, menciona una diversidad de experiencias de acompañamiento de mujeres en sus
abortos, ya sea en la Montaña de Guerrero o en Tijuana, esta diversidad de experiencias y saberes
nutren al Manual Sororario de Acompañamiento.

1. Conocimientos y saberes necesarios para realizar su labor

103
Julia ha acumulado notable experiencia dentro de Católicas por el Derecho a Decidir.
Mucha de esta información, no se encuentra sistematizada y menciona que es “propiedad de pocas
personas o instituciones”. Esta reflexión se vincula directamente con el objetivo principal de esta
tesis: rescatar los conocimientos y saberes en manos de algunas personas, para socializarlo con otras personas
que quieran formarse como acompañantes o bien personas que requieran información básica
sobre cómo acompañar a mujeres en sus procesos de aborto.

Argumenta que ciertos casos de acompañamiento fueron emblemáticos dentro de su


OSC, las rutas de atención que siguieron, fueron claves para detectar la necesidad de crear
protocolos de acompañamiento acotados a los distintos contextos y características de las mujeres.

En cada contexto, las barreras para garantizar los derechos de las mujeres son distintas,
en la montaña de Guerrero, donde narra varios casos de embarazos por violación, los
determinantes sociales22, la injusticia social, obligaban a la OSC a trasladar a las mujeres a la Ciudad
de México para finalizar sus abortos.

Julia menciona otro aprendizaje adquirido: el trabajar en conjunto con personas o


instituciones aliadas, –desde su perspectiva, es imposible atender en su totalidad los
acompañamientos dentro de sus organizaciones–, siempre se requiere de la ayuda de las parteras,
otras OSC´s, aliadas sociales, acompañantes, teniendo como actoras principales a las mujeres en
proceso de aborto.

En el trato con las mujeres, la recomendación de Julia es la de hacer preguntas retóricas


para detectar sus necesidades, muchas de ellas dicen “Estar bien”, pero, al encontrarse inmersas
en un conflicto vital, el de un embarazo no deseado, es necesario que la acompañante, que se
encuentra fuera de este conflicto, averigüen por medio de preguntas retóricas, cuáles son sus
necesidades reales. Ante la expresión de “estoy bien”, recomienda ganarse la confianza de las
mujeres, platicar más con ellas ahondando en sus procesos y escucharlas activamente.

22Se entiende por determinantes sociales; estilo de vida, biología humana, medio ambiente y el sistema sanitario
(Palomino, Grande y Linares, 2014).

104
Asimismo, Julia recomienda indagar en sus dilemas religiosos, pues “las cuestiones de
maternidad y la vida que se está gestando pesan mucho en las mujeres”. La recomendación y el aprendizaje
aquí, es el de reafirmarles que no están cometiendo ningún pecado –con argumentos tomados
del Código de Derecho Canónico–, y asegurar que la acompañante estará en todo momento con
ellas para disipar dudas y darles confianza. De esta manera “cierran” su proceso más rápidamente,
a nivel emocional, psicológico e incluso físico.

a) Primeras experiencias de acompañamiento

En esta parte de la entrevista, Julia relata cómo percibieron, –dentro de su organización


Católicas por el Derecho a Decidir–, la necesidad de acompañar a mujeres en sus abortos. A partir
del años 2000 a través de la Ley Robles y del caso Paulina, hubo cambios en la legislación,
lográndose que el aborto por violación se legalizara en todo el país. Producto de estos cambios,
los casos de acompañamiento se multiplicaron.

Al crearse la Línea ILE de violencia sexual, dentro de CDD23, se detecta que hay mujeres
que requieren asesoría para interrumpir sus embarazos al ser víctimas de violación, pues al
acabárseles sus opciones, se les canalizaba a Católicas por el Derecho a Decidir. Un primer paso
era discernir las necesidades de cada mujer.

El segundo paso, en este acompañamiento desde Católicas, era ubicar los casos dentro
de una causal, para que así sus abortos fueran legales, casi todos eran ubicados en la causal salud,
pues se enfatizaba en la “pérdida de la salud integral de las mujeres a consecuencia de un embarazo no
deseado”.

b) Protocolos utilizados

Julia, relata que en su OSC no utilizaban como tal un protocolo único de


acompañamiento, pues en cada caso se procedía a identificar cuales eran las necesidades de las
mujeres, para así proporcionar un protocolo medicamentoso con mifepristona y misoprostol o

23 Julia laboró por diez años en las oficinas de Católicas por el Derecho a Decidir, en la Ciudad de México.

105
únicamente con misoprostol, además del acompañamiento legal o psicológico que se seguiría,
se tenía la libertad de adaptarse a las necesidades de cada mujer.
Según la experiencia de Julia, cada acompañamiento al ser tan especializado, requería
mayores esfuerzos materiales y humanos, razón por la cual se procedió a diseñar distintos
protocolos; de seguridad y de acompañamiento en casos de violación. Todos los protocolos
contextualizados, pues las causales legales son distintas en cada estado.

c) Capacitaciones recibidas por sus organizaciones

Las capacitaciones recibidas por su OSC giraban en torno a formarla como activista por
los derechos sexuales y reproductivos, apelando a la deconstrucción de las ideas preconcebidas de la fe
católica y a examinar sus límites como acompañante.

Las capacitaciones que menciona como significativas, están las que se situaba a las
activistas frente al tema del aborto, para que ellas tomaran una postura política frente al tema. Se
trataba de explorar los límites de las activistas frente al activismo que realizaban, esta estrategia
de su organización, funcionaba a manera de autocuidado para ambas partes, las activistas y la
institución (Ortiz, 2010:60).

También relata cómo importantes las capacitaciones sobre escucha emocional y sobre
cómo dirigir las llamadas de mujeres que buscaban información para abortar. Su importancia
radica en que las mujeres hablaban “angustiadas, desesperadas pues ya habían agotado todas sus demás
alternativas”, las acompañantes tenían que responder de manera empática y poner en práctica su
escucha emocional, pero esta práctica no se da espontáneamente, hay que practicarla primero en
una misma, detectar cuales son las necesidades individuales –de las acompañantes–, para así
escuchar a la otra mujer que llama desde el otro lado en crisis (Martínez, 2008).

2. Estrategias de autocuidado al laborar en un contexto de criminalización del aborto

Dentro de las capacitaciones brindadas por CDD, Julia reconoce que era fundamental la
exploración de límites personales para ejercer su labor. Asimismo la retroalimentación de otras
compañeras parte de la red, es de vital importancia, pues reconociendo que el tema del aborto,

106
“interpela partes muy intimas de la creencia de las mujeres” es necesario compartir las dificultades y
platicar los casos, hallando soluciones conjuntas.

a) Limites personales para realizar su labor.

Sobre sus límites, reconoce que en primer término ella no aceptaba acompañar procesos
que se salieran de las causales legales, sin embargo, conociendo los contextos de las mujeres y
los determinantes sociales por los cuales recurrían a abortar, sus motivaciones fueron cambiando,
hasta aceptar acompañar a mujeres que incluso salían de estas causales.

“Lo que pasa en los acompañamientos, es algo que interpela cosas muy importantes en tu vida, a veces
te genera enojo la demanda de la chava porque pregunta muchas cosas”. Julia identifica como una necesidad
importante en la formación de las acompañantes el autoconocimiento para así identificar límites
al acompañar.

Uno de los límites de Julia eran los embarazos de segundo trimestre, es decir, ella no
acompañaba abortos tardíos, pues aprendió que esos procesos representaban una carga
emocional muy grande que no podría solventar. Otra de sus negativas para acompañar, eran los
casos de mujeres muy jóvenes con dudas –aunque mínimas– para continuar o no sus embarazos.

De acuerdo a Ortiz (2010), es importante identificar los límites como acompañantes,


para así saber, hasta donde acompañar y hasta donde delegar casos a otras compañeras, o incluso
a otras organizaciones como GIRE, quien realiza acompañamientos legales de una forma más
especializada, o a Las Libres, en Guanajuato quienes aceptan abiertamente, dar información a
mujeres con embarazos tardíos. Ante las emociones de frustración, enojo, que producen los
casos complicados, la recomendación es el respeto a las decisiones de las mujeres (Ortiz,
2010:65).

3. Definición de acompañamiento

Para Julia;
“Cuando una mujer está decidida a abortar, lo va a hacer, con lo que tenga […] en donde sea”

107
“…se piensa que las mujeres no van a poder resolver su aborto y eso no es cierto, ellas buscan
opciones y lo resuelven, nosotras les acercamos información y las acompañamos en el proceso”

“El acompañar, más que su traducción en números, es una actividad que haces por satisfacción
personal, […] también para ayudarte a ti misma”

Nombró al acompañamiento como una vía para que las mujeres lleven a cabo su proceso
de aborto de una mejor manera, porque, como ella destacó a lo largo de la entrevista, ellas van a
llevar a cabo su aborto a como dé lugar, por tal motivo, es necesario acercarles información. Ve
como primordial estar profesionalizadas y especializadas en derechos sexuales y reproductivos
(Ortiz, 2010:40), para garantizar el bienestar y el derecho a la salud.

Para Julia, el acompañamiento es una actividad de satisfacción personal, pues se ayuda a


otras mujeres en la consecución de su aborto, al mismo tiempo que “te ayudas a ti misma”. Nombró
a la formación como acompañante como un proceso de autodescubrimiento y de
autoconocimiento, en el que ahondamos en los límites personales para acompañar. De esta forma
enfatiza que no puede dejarse de lado el autocuidado, cuando se es acompañante.

a) Posicionamiento feminista respecto a la labor que realiza

Para Julia el acompañamiento de aborto es sólo una parte de el trabajo a favor de


los derechos sexuales y reproductivos, pues el trabajo dentro de Católicas por el Derecho a
Decidir es “generar argumentos religiosos para responder a las groserías de la iglesia católica”. En su
concepción, el trabajo principal de la OSC, es por los derechos y por la despenalización del
aborto, pues ella fue una de las actoras en la despenalización del 2007 en la CDMX.

Por tanto, más que un activismo político, Julia conceptualiza al acompañamiento


como un módulo dentro de las funciones que realiza Católicas a favor de los derechos sexuales y
reproductivos, lo que la organización busca es que se reconozca que hay inequidad en el tema
de derechos. El aborto no es un tema aislado, se busca reconocer a los derechos sexuales y
reproductivos en su conjunto.

b) Estilo personal de acompañamiento.

108
El acompañamiento que realizaba, al enmarcarse dentro del código de Católicas por el
Derecho a Decidir, gira en torno al respeto a la parte espiritual. Por tanto en su acompañar,
reconcilia la fe de las mujeres con sus creencias, disipando sus conflictos religiosos con
argumentos tomados del Código de Derecho Canónico.

En su estilo de acompañamiento puede reflejarse una inclinación hacia la escucha emocional,


expresa “más que decir bien el protocolo, es importante hablar con las mujeres de sus emociones”. Al mismo
tiempo, subraya como importante la contención emocional de las acompañantes como parte
fundamental del activismo, porque “la experiencia de acompañamiento es fuerte, es íntima, por este motivo
es importante revisarse emocionalmente junto a otras acompañantes”.

Los aprendizajes de Julia como acompañante, se pueden resumir en tres significativos; el


esmero que pone en el autocuidado, entendido como la identificación de límites de las
acompañantes, así como la detección de las necesidades de las mujeres en proceso de aborto,
posibilitando un empoderamiento de ambas partes (acompañante y acompañada). Julia tiene
claro que para ser activista, es necesario, en primer plano, no ponerse en riesgo, para no traicionar
con esto, uno de los principios éticos del yo, que menciona Marcela Lagarde (1997).

En segundo lugar, el valor a la parte espiritual, es importante discernir si existen conflictos


religiosos y sentimientos de culpa para hablarlos y aclararlos. Un tercer aprendizaje, es la
necesidad de construir protocolos de acompañamiento, contextualizados, pues para Julia “México
es un mosaico de desigualdades”, es necesario que cada colectiva, organización o institución diseñen
sus propios protocolos, con las estrategias que mejor les sirvan.

Estos tres aprendizajes, no pueden dejarse de lado en un acompañamiento feminista que


respeta las creencias de las mujeres, al mismo tiempo que respeta el tiempo y activismo de las
acompañantes.

109
MARGARITA

“…acompañar es hacerlas sentir que no están


solas, a veces solo necesitan validación sobre su decisión”

Margarita fue acompañante de Reflexión y Acción Feminista (RAE) y de la Red Jóvenes


Católicas por el Derecho a Decidir, ambas en Mérida, Yucatán. Actualmente es acompañante
independiente en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Tiene 23 años y ha
acompañado a mujeres en sus procesos de aborto desde que tenía trece.

La experiencia de Margarita cobra singular importancia debido a que ha ido modificando


su activismo al ir cambiando de organizaciones, además ha desplegado diferentes estrategias de
comunicación al acompañar mujeres migrantes centroamericanas y de comunidades originarias
no hablantes de castellano, como en el caso que aquí se analiza, el de una mujer hablante de Maya.

1. Conocimientos y saberes necesarios para realizar su labor

Margarita ha sido líder social en Mérida y deportista desde que tenía diez años, este
liderazgo le ha servido para motivar a otras compañeras a denunciar las injusticias, el acoso
sexual, la violencia hacia las mujeres etc. La capacidad de motivar a otras y su cultura de la
denuncia, han sido claves para no permanecer sólo como observadora.

Sobre los acompañamientos que ha realizado a mujeres de comunidades originarias,


menciona que la clave en éstas es el respeto. Al atender a una mujer maya, aprendió que se deben
respetar creencias y adaptarse a sus contextos.

Margarita relata que la mujer maya se expresó con la siguiente frase: “quiero que me ayuden
a que me regrese la menstruación”, es decir, no mencionó la palabra aborto.

110
Es preciso escuchar primero a las mujeres, para así responder a sus necesidades específicas.
Este caso se resolvió trasladando a la mujer a la Ciudad de México, pues rebasaba las diez
semanas de embarazo, límite para acompañar según el protocolo de seguridad de Católicas por
el Derecho a Decidir. En esta experiencia, narra varios aprendizajes importantes; en primer lugar,
el respeto a las creencias y la adaptación a los contextos de las mujeres. La diferencia de clase
social y de etnia hicieron que desconfiara de obtener ayuda de alguien a quien apenas conocía.
enuncia que éstas son las mujeres que “no tienen a un barrio feminista que las respalde, al contrario tienen
a toda una comunidad que las señala”.

Otro de los aprendizajes que obtuvo de esta experiencia, es la de la necesidad de


reafirmarle que se estará de su lado de principio a fin en su proceso: “le dijimos que no se preocupara
que no la íbamos a dejar sola”.

En los casos de mujeres centroamericanas migrantes, expresa que la constante es la


violencia sexual. Hay que ser sensibles, pues, pese a que éstas mujeres “ya están preparadas para
ser violentadas sexualmente”, ganarse su confianza resulta más complejo, por tanto reconoce
que es necesario tratarlas amablemente, e ir poco a poco con ellas.

a) Primeras experiencias de acompañamiento

El primer acompañamiento de Margarita fue cuando tenía doce años, sin ser consciente
de lo que estaba realizando, sirvió como apoyo de una compañera de su equipo de hockey con
un embarazo no deseado. Esta experiencia, fue un catalizador en su activismo político feminista.
Asimismo su capacidad de liderazgo quedó evidenciada, pues sus compañeras le expresaban
“tenemos fe en que tú lo vas a resolver”.

La ignorancia de los protocolos medicamentosos, así como el adultocentrismo de la


médica que atendió el caso, hicieron que el aborto se alargara. El aborto de esta chica, se resolvió
en manos de una médica que les cobró ocho mil pesos24 por un aborto medicamentoso.

24 Este suceso ocurrió en el 2008.

111
Esta primera experiencia le dejó dos aprendizajes; que es necesario formar redes
solidarias con otras mujeres, pues una mujer adulta con un matrimonio forzado les apoyó en la
consecución del aborto. También aprendió que es necesario conocer las dosis correctas para
obtener un aborto completo.

b) Protocolos utilizados –seguridad e ingesta de medicamentos–

Gracias a su amplia experiencia y a su capacitación en temas biomédicos, Margarita puede


adaptarse a las necesidades de las mujeres. Señala que en Mérida, ha habido casos de mujeres
que recurren a abortos tardíos –en el segundo trimestre de embarazo– y que se ha vuelto
necesario aprender los protocolos medicamentosos para esos casos. Habla de que son estas
mujeres las más vulnerables, con panoramas de mucha violencia y pocas redes de apoyo.

c) Capacitaciones recibidas en sus organizaciones.

Margarita habla de una capacitación en específico para aclarar sus límites que le ha sido
de gran ayuda, en los casos en los que siente que está arriesgando demasiado. Se trata de un
ejercicio de autorreflexión y de cuestionarse ¿qué estoy dispuesta a arriesgar?, ¿estoy arriesgando
demasiado?

Las capacitaciones de su organización, le han servido para dar argumentos a las chicas
contrarrestando las dudas que les genere su decisión. Menciona que ella utiliza el siguiente
argumento “mira si tú crees en dios y tomaste esta decisión desde tu corazón, él sabrá que es lo mejor para ti,
dios lo va a entender, sabe que no estás haciendo algo malo”.

Reconoce que dentro de Católicas por el Derecho a Decidir, ha ampliado sus


conocimientos como acompañante, pues gracias a las alianzas que ha tejido dicha organización,
ha podido capacitarse con especialistas en diversos temas; con Olivia Ortiz, sobre
acompañamiento emocional, sobre Teología Feminista con Fray Julián y ha podido revisar cual
es el funcionamiento de cada protocolo, con la Organización Marie Stopes.

112
2. Estrategias de autocuidado al laborar en un contexto de criminalización del aborto

Al situarse en diversos escenarios de acompañamiento, Margarita ha explorado sus


límites y sabe cuando si y cuando no está dispuesta a arriesgarse. Sabe que el acompañamiento
es activismo y que se hace de manera voluntaria.

“Dentro de las Organizaciones si hay jerarquías y cuando ves la disparidad entre acompañantes y las
que están arriba que reciben sueldos, que viven bien, yo creo que si es justo y necesario [poner límites] porque una
se desgasta dejas de lado muchas cosas personales”. Al enunciar esta frase, Margarita no pierde de vista
que la explotación del tiempo y de las mujeres es una estrategia más del patriarcado para dominar
a las mujeres, por tales motivos poner límites dentro del activismo que realiza es básico en su
ejercicio feminista (Oliveira y Dordevic, 2015).

Reconoce que hubo momentos en los que se saturó en las organizaciones a las cuales
pertenecía, pues reportaba acompañar a siete mujeres a la semana, lo que tuvo como
consecuencia una sobrecarga emocional.

Sobre este aspecto, si se toma en cuenta que acompaña a mujeres en situación de aborto
implica tener una primera entrevista personal, darles seguimiento vía WhatsApp, estar pendientes
de la expulsión, indicar correctamente el protocolo de ingesta de medicamentos, etc. El
acompañamiento se torna un trabajo de tiempo completo, con su consecuente sobrecarga
emocional, la cual se ha nombrado como “un conjunto de problemas de origen físico, psíquico, emocional,
social o económica que experimentan los adultos que cuidan” (George y Gwyter, 1986).

Al nombrar a esta sobrecarga emocional, se comprende la importancia del autocuidado


dentro del acompañamiento sororario.

a) Limites personales para realizar su labor

Al acompañar observa que no se trate de casos donde hay violencia de pareja de por
medio, ya que ha tenido experiencias adversas. Tampoco acompaña abortos de más de cuatro

113
meses. En estos casos prefiere dar información y canalizar con organizaciones aliadas, pues
comenta “es un parto lo que tendrán, además se presenta el dilema de ¿qué hacer con el producto?”.

Diversas colectivas que acompañan abortos de segundo y tercer trimestre han


exteriorizado que, al expulsar el producto, las mujeres no saben qué hacer con los restos. Sobre
este aspecto, diversos autores, han expresado que; “el sangrado y la visualización de los coágulos enfrenta
a las mujeres a un registro corporal vívido” (Zamberlin y Raiher, 2010). Al tratarse de abortos de
segundo y tercer trimestre, visualizar los restos, enfrenta tanto a las mujeres en proceso de aborto
como a las acompañantes en dilemas bioéticos y morales.

Margarita si ha acompañado a mujeres en sus procesos de más de doce semanas de


embarazo. Distingue a las mujeres que están empoderadas y fuertes, son ellas las que no presentan
dificultades para la consecución de su aborto, aunque éste rebase las doce semanas de embarazo.

3. Definición de acompañamiento

“Acompañar es facilitar información, que en algún momento esperemos que esté al alcance
de todas…”.

“Las acompañantes ponemos el cuerpo por las mujeres cuando hacemos nuestro trabajo”.

“Las mujeres de comunidades originarias no tienen todo un barrio feminista que las
respalde, en cambio tienen toda una comunidad que las señala”.

“…acompañar es hacerlas sentir que no están solas, a veces sólo necesitan validación sobre
su decisión porque ya tienen todo lo demás”.

Para Margarita acompañar es activismo político, pues facilita información sobre salud
sexual y reproductiva y sobre el derecho al aborto. Asimismo está consciente de que esta
información, la cual debiera estar disponible para todas, no lo está, es por eso un poner el cuerpo,
por las mujeres que no tienen un “barrio feminista”, como las activistas feministas, –mujeres
empoderadas y con más redes de apoyo–.

Acompañar a mujeres hablantes de maya, significa validar la decisión en su contexto, que


estigmatiza al aborto. Es validar los conocimientos corpóreos, las intuiciones sobre sus cuerpos.

114
Acompañar no significa solucionarle todo a las mujeres, porque “dar todo por la otra, es arrogante y
una práctica patriarcal”.

a) Posicionamiento feminista respecto a la labor que realiza

A lo largo de toda la entrevista critica los “acompañamientos” que se realizan dentro de


instituciones privadas. Señala el que exista un interés en lucrar con la vida y la salud de las mujeres
“tuve un conflicto con una médica en Mérida […] su molestia era que nosotras realizábamos muchos
acompañamientos con medicamentos y le quitábamos trabajo”.

Ante esta experiencia, reflexionó sobre ¿a quién beneficia que el aborto siga siendo ilegal?, las
clínicas privadas claramente se benefician al lucrar con las necesidades básicas de las mujeres,
pues el derecho a un aborto tendría que ser accesible para todas. La clandestinidad del aborto
permite que la desigualdad social siga creciendo.

Las acciones que realizamos las acompañantes se contraponen a la hegemonía médica.


Nuestro habitus y nuestras prácticas, son distintas. Puede observarse cómo las jerarquías y la
desigualdad de género que aprenden los médicos desde su formación, catalizan el autoritarismo
y la violencia en sus prácticas (Castro, 2014). A pesar de estas diferencias, Margarita menciona
que sería importante tejer alianzas con médicas en los casos de riesgo que encontremos, pese a
que sólo acompañamos los abortos medicamentosos, los cuales raramente tienen consecuencias
adversas.

Por tanto, las acciones públicas que realiza abonan en la re significación del aborto, al
mismo tiempo que se intenta hacer la salud pública (Fassin, 2008).

b) Estilo personal de acompañamiento

En el acompañamiento que Margarita realiza, hace uso de su empatía con las historias de
violencia sexual hacia las mujeres. Menciona cómo a partir de una violación sexual que sufrió

115
cuando niña, comenzó a concientizarse sobre la injusticia con las historias de las víctimas, cómo
se les culpabiliza o simplemente no se les cree.

Esta experiencia posibilitó su activismo feminista. A través de un proceso personal de


reflexión “me refugié en la lectura, en el arte, me topé con las primeras teóricas como Simone de Beauvoir”, se
concientizo sobre su opresión de género y su vulnerabilidad sexual. Esta conciencia le sirvió
como aliciente para encontrar respuestas a estas injusticias por medio del activismo feminista.

Joan Scott (1986) en su libro Weapons of the Weak o “Armas de los débiles”, define la
conciencia como los símbolos, normas y formas ideológicas que la gente crea para dar significado
a sus actos. En este caso en particular puede aseverarse que a través de la conciencia de su
opresión, Margarita convirtió la violencia sufrida en acciones feministas concretas como el
activismo de acompañamiento feminista, transcendiendo su dolor en sororidad.

Margarita realiza un mapeo sobre las mujeres que llegan a ella, distinguiendo sus
necesidades específicas de las mujeres. Pues, si no se toman en cuenta las desigualdades sociales,
el lenguaje que hablan, su clase, raza, el acompañamiento que realizamos se quedaría corto. En
el caso de la mujer maya que acompañó, donde no mencionó la palabra aborto, respetar sus
ideas, para no colonizarlas.

Sobre su experiencia personal, expresa “desde los doce años me hice más aventada, acompañar
era algo que tuve que hacer sin pensarlo mucho”. Además, pertenecer a varias organizaciones ha hecho
que sus límites personales se flexibilicen, teniendo siempre en cuenta que el activismo que realiza
es voluntario y no debe perderse de vista, las motivaciones y satisfacciones personales del
activismo político que realiza.

Sabe que el acompañamiento se realiza para mejorar la vida de las mujeres, en un entorno
en el que el cuidado de las personas se ha vuelto un tipo de mercadería, la cual se vende a quién
pueda pagar el precio (Oliveira y Dordevic, 2015). Las mujeres más vulnerables no pueden
pagarse un aborto seguro, aun cuando los medicamentos se han vuelto más asequibles, lo que
hace que éste acompañamiento tome una dimensión de justicia social.

116
En el modelo patriarcal en el que vivimos, el autocuidado entre activistas –incluso
feministas–, se deja en segundo plano. El acompañamiento feminista, apuesta por el cuidado
entre mujeres, ella lo conceptualiza como una “forma de resistencia y de lograr que más mujeres sean
libres”. En este sentido, puede decirse que las colectivas y organizaciones que acompañan
escriben una política desde abajo pues resisten, haciéndolo al margen de la ley (Bellucci, 2014) y lo
hacen de una manera amorosa, horizontal, que busca el buentrato (Sanz, 2016).

KARLA

“El acompañamiento feminista debe ser


horizontal con las mujeres”

Karla es acompañante activa en Missovarias, colectiva independiente situada en la Ciudad


de México, desde ahí realiza acompañamientos vía telefónica a todo el país.

Es psicóloga y maestra en Estudios de la Mujer por la UAM. Su tesis de maestría trata la


genealogía del acompañamiento de aborto en México. Hemos mantenido comunicación a lo
largo de la escritura de la tesis, por este motivo era importante retomar y legitimar sus
conocimientos en este tema.

Además, dentro de su colectiva han reunido aprendizajes, producto de otras colectivas


aliadas como Las Libres, ubicadas en Guanajuato, Mexfam y Marie Stopes, quienes las han
capacitado, no obstante, Missovarias se considera independiente, pues no reciben financiamiento
alguno.

117
1. Conocimientos y saberes necesarios para realizar su labor

Karla ha trabajado como investigadora en el tema de aborto y estigma, desde la Teoría


de Koffman, indagando en las trayectorias de atención de mujeres en situación de aborto, dentro
de las instituciones de salud de la Ciudad de México. Un aprendizaje que obtuvo fue el de que
en el caso de los abortos espontáneos, las mujeres se encuentran con sentimientos de tristeza y
de pérdida, pues se encuentran en un duelo, en contraste, las mujeres que decidieron abortar se
encuentran aliviadas.

Sobre los aprendizajes que obtuvo de esta experiencia, relata que en un primer momento
“me metí en el discurso de los médicos […], lo mejor es que le hagas caso a los médicos, ponte el implante si eso
te indican ”, más tarde, ya con una toma de consciencia feminista y con la capacitación que le
brindaron Las Libres en el 2015, se concientizó sobre el derecho de las mujeres a elegir sobre
métodos anticonceptivos de acuerdo a su estilo de vida.

Posteriormente, en el proceso de escritura de la tesis, se percató de que los


acompañamientos siempre han existido, incluso fuera de los márgenes de la ley, pues “las mujeres
siempre hemos abortado y necesitado información, orientación y acompañamiento”. Sin embargo es hasta el
2007 con la despenalización del aborto en la Ciudad de México, que esta actividad se hace visible.

El acompañamiento que realizan diversas instituciones tiene sus puntos débiles, pues
someten a diversas violencias a las mujeres. Una de ellas es el de presionarlas a elegir un método
anticonceptivo, incluso si éste no se adapta a su estilo de vida; “su modelo es más orientativo pues al
final del proceso presionan mucho a las mujeres sobre el uso de anticonceptivos, esto toma una dimensión de castigo
para ellas”.

Debido a que Karla es experta en el tema de estigma y aborto, confirma que un modelo
que hace énfasis en el uso de anticonceptivos, más que incidir en el autocuidado de la salud
sexual y reproductiva de las mujeres, fomenta el estigma de que “abortar es malo” y que no debiera
volver a suceder.

118
Quizás el aprendizaje más significativo que ha obtenido de la organización Las Libres
es que “las mujeres que están acompañadas y tranquilas tienen un aborto más rápido, menos doloroso, con menos
síntomas adversos”. Este conocimiento es fundamental para las acompañantes de aborto, si se toma
en cuenta que los abortos medicamentosos han sido catalogados incluso por la OMS como
abortos seguros. Sin embargo esta información no es del conocimiento de la población, por esta
razón, son las acompañantes vías de ejercicio de derechos, acercando la salud a la población
(Fassin, 2008).

a) Primeras experiencias de acompañamiento

Su primer acercamiento en el acompañamiento feminista es dentro de la academia, pues


es en la Universidad Autónoma de México donde conoce a una compañera interesada en fundar
una colectiva de acompañamiento, una red autogestiva fuera del ámbito académico. Es ahí donde
toma una capacitación con Las Libres donde “nos empoderó en el sentido de que nos dio el protocolo de
acompañamiento que utilizan ellas, nos dijo que no es sensato tener miedo…”.

b) Protocolos utilizados –seguridad e ingesta de medicamentos–

El protocolo que utiliza es el mismo de la organización Las Libres. Es decir un régimen


medicamentoso conformado únicamente con misoprostol. Este protocolo lo adaptan a las
necesidades de las mujeres, pues algunas ya han tomado los medicamentos incluso antes de llegar
con las Libres.

No se puede obligar a las mujeres, a seguir un protocolo medicamentoso, lo que se hace


en cambio, es proporcionarles toda la información clara y precisa para que ellas decidan que es
lo que mejor les viene, de acuerdo a sus tiempos y estilo de vida.

Un aprendizaje que han retomado de Las Libres, para asegurar que no hayan quedado
restos en la matriz de las mujeres, es el de pedirles que tomen una última dosis de misoprostol
para desechar los posibles restos en el útero. En consideración de que no todas las mujeres
cuentan con recursos económicos para realizarse un ultrasonido y bajo el aprendizaje que les ha
dado su experiencia en el uso del misoprostol.

119
c) Capacitaciones recibidas por su organización

La colectiva en la cual acompaña a mujeres –Missovarias– es autogestiva. Dentro de


Missovarias se ha capacitado con Las Libres, retomando sus saberes y experiencias. Las
capacitaciones han girado en torno a la legislación y a la injusticia social en torno al aborto, y
sobre cómo acompañar para reducir el estigma social existente.

Es de recalcarse la labor de Las Libres en el contexto altamente estigmatizante del aborto


en Guanajuato. Lo que han aprendido en sus años activas, es que “A mayor acompañamiento social,
menor estigma”. Han buscado hacer parte de este acompañamiento a parejas que han abortado, a
familiares y a otras mujeres, reduciendo el estigma social. Eso implica darles información
actualizada, que les permita; vivir la experiencia sin miedo, sin prejuicios, con información de sus
derechos25.

2. Estrategias de autocuidado al laborar en un contexto de criminalización del aborto

Tomando en cuenta que nos encontramos en un entorno de criminalización del aborto


y de injusticia social pues el aborto solo está permitido en la Ciudad de México hasta las doce
semanas, Karla asevera que todas las mujeres del país se encuentran criminalizadas y
estigmatizadas si deciden abortar.
Por tal motivo, es necesario ser sororarias unas con otras, entendiendo a la sororidad no
como el sacrificio por la otra, si no como el apoyo de unas a otras; en palabras de Karla: “apoyarse
de una amiga que si pueda acompañar en los casos en los que no puedas, o de otras organizaciones o médicos, no
puedes cargar tú sola con el acompañamiento”.

a) Limites personales para realizar su labor

Karla elige no acompañar si se siente emocionalmente desgastada, poniendo en evidencia


que el acompañamiento, además de ser activismo político es una tarea de autorreflexión y de

25 Conferencia impartida el 17 de marzo 2016 por Verónica Cruz Sánchez de Las Libres “El acompañamiento
social reduce el estigma asociado al aborto”.

120
escucha personal (Ortíz, 2010). “Yo no acompañaría si me siento mal emocionalmente, ni daría dinero que
no tengo porque me desgastaría”.

3. Definición de acompañamiento

“Tener consciencia de clase, raza y etnia es lo que hace a un acompañamiento feminista,


porque se sabe de las relaciones de poder que guarda la biomedicina ”

“Las acompañantes no estamos legitimadas como los médicos o las enfermeras”

“Las mujeres saben que es lo que tienen que hacer para no volver a embarazarse, ellas saben
y ellas aprenden…”

El primer concepto que ella utiliza es el de la horizontalidad con las mujeres, enfatiza que
para que se dé un acompañamiento feminista es un requisito tener consciencia de clase, raza, etc.
Como bien afirma Castro (2014) una de las principales jerarquías que opera en la relación que
los médicos establecen con las pacientes, además de la profesional y la de clase, es la de género.
En este sentido Karla es profundamente reflexiva y muestra un amplio nivel de comprensión de
las diferencias sociales entre las mujeres.

Para Karla, si no se toman en cuenta dichas diferencias lo que se da es orientación o


consejería, no acompañamiento. Karla además es muy crítica con el papel de ciertas instituciones
pues considera que ya sea MEXFAM, CIPA, o Marie Stopes, no dan acompañamientos, pues
hay jerarquías de poder.

Menciona el término acompañamiento, como el más adecuado pues, pertenecemos a otro


habitus, distinto al de las enfermeras o médicos. No estamos legitimadas26, pero contamos con
información y capacitación necesarias para proporcionar información y dar seguimiento a
abortos medicamentosos.

Reconoce que las mujeres conocen sus cuerpos y por este motivo lo que se hace es
acompañarlas en el proceso, ellas toman todas las decisiones y nosotras las validamos.

26 El Modelo médico hegemónico, se encuentra legitimado por la ciencia y por el Estado (Menéndez, 1990).

121
a) Posicionamiento feminista respecto a la labor que realiza

“Yo no quería a mi cuerpo y cuando encontré el feminismo hice clic, todo hizo sentido en mi vida,
el feminismo me ordenó […] yo ya tenía una causa”

Karla menciona dos aspectos importantes, en primer lugar, que a través del feminismo
logró ordenar ciertas cosas en su vida, romper con los esquemas de lo que se cree que tiene que
ser una mujer “me di cuenta de las injusticias [de género] que había y de que parte de mi timidez y mi depresión
tienen que ver con que soy mujer no tanto algo que estaba mal conmigo”.

Por otro lado encontró una causa política, como ella menciona acompañar es activismo
político y le da un sentido a los conocimientos teóricos que tiene. En ese sentido considera, que
quien debe decidir sobre su salud son ellas mismas, lo que le da al acompañamiento de aborto
un sentido político (Castro y López Gómez 2010).

Enfatiza que “no porque la medicina imponga los métodos más eficaces para abortar, estos deban
imponérseles a las mujeres”. Acompañar es validar los procesos de las mujeres, empoderándolas,
tomando al empoderamiento como Empoderamiento entendido como “sentirse y considerarse
con poder para tomar decisiones sexuales y reproductivas autónomas y responsables,
respetuosas e informadas” (López, 2000).

b) Estilo personal de acompañamiento

Subraya que el acompañamiento feminista debe ser ante todo flexible para con las mujeres
pues “debemos tener consciencia de las relaciones de poder, las mujeres son muy distintas y su contexto las marca,
algunas no tienen la libertad de salirse de sus casas para hacerse un ultrasonido, a veces eres controlada en tus
horarios y en el dinero”.

122
Por eso en su estilo personal da cuenta de la importancia de la raza, la clase y la etnicidad,
sólo así se considerarán las especificidades de las mujeres y el acompañamiento responderá a sus
necesidades.

GRUPO FOCAL CON ACOMPAÑANTES DE LA CIUDAD DE MÉXICO

Acompañante Edad Formación Experiencia dentro de su


Profesional Organización

Silvia 30 Lic. Relaciones 3 años en Fondo MARIA


Internacionales
Lilia 31 Psicóloga 1 año en LAS LIBRES
Citlalli 32 Lic. Trabajo 8 años en Fondo MARIA
Social
Guiet 31 Psicóloga 3 años en Fondo María
Actualmente en clínica
CIPA; Acompáñame
Tania 31 Psicóloga 1 año en FONDO
MARIA

El grupo focal lo realicé entre acompañantes de diversas colectivas de la Ciudad de México,


con el objetivo de conocer sus experiencias y saberes. Además quise ahondar en la utilidad de los
protocolos o manuales que utilizan en sus organizaciones. Las mujeres convocadas realizan
acompañamientos de manera voluntaria, sólo Guiet recibe remuneración por el trabajo realizado.
Subrayo que todas se declaran a sí mismas feministas y consideran que el acompañamiento en
proceso de aborto es activismo político, pues es una vía para que otras mujeres ejerzan su derecho
a decidir sobre su cuerpo.

1. Conocimientos y saberes necesarios

Sobre las capacitaciones recibidas, todas han sido formadas en técnicas médico- legales
sobre aborto inducido, tienen conciencia de que el aborto forma parte de un derecho humano y
utilizan un protocolo de acompañamiento propuesto por sus organizaciones. Subrayo que pese
a la importancia de estas capacitaciones ellas enuncian que la práctica de acompañamiento es un
continuum de aprendizaje en el que escuchar las experiencias de las mujeres es “de donde más

123
se aprende”.

Tania enunció que para ser acompañante, más que posicionarse como feminista, es importante
“tener conciencia de derechos, es importante ser feminista –pero no imprescindible–, pues esto
ayuda a ir rompiendo estereotipos de género”. Con esta toma de conciencia, hace referencia, al
primer paso en el cuestionamiento de las estructuras de poder, es decir, para ser activista por los
derechos de las mujeres, específicamente, los derechos sexuales, es necesaria una toma de
consciencia que de paso posteriormente a hacer transformaciones en la sociedad (Facio, 2005).

2. Estrategias de autocuidado

Resalto una frase emitida por Citlali, referente al carácter voluntario de su labor:

“Para ser acompañante es necesaria la voluntad de serlo […] ser voluntaria es brindar parte de tu tiempo,
hacer el esfuerzo de estar sin remuneración económica, es necesario un proceso de revisión y negociación
personal para así decidir de que forma estás dispuesta y qué porcentaje de tu tiempo brindarás…”

La referencia al tiempo invertido al acompañar, así como al carácter voluntario de la


labor, es importante puesto que este trabajo produce desgaste emocional. Si se toma en cuenta
el estigma alrededor del tema del aborto, así como las emociones surgidas alrededor del
procedimiento, el trabajo de acompañamiento puede tornarse más complejo. En otras palabras
no sólo se trata de conocer los procedimientos sobre la toma de pastillas, si no también dar
contención emocional. No todos los acompañamientos producen tal desgaste emocional, debido a
que no todas las mujeres se encuentran emocionalmente debilitadas por su decisión, sin
embargo, las activistas, al acompañar tienen que hacer un balance entre su tiempo

Otro aspecto es relativo al desgaste en el tiempo de las acompañantes, pues si bien lo


realizan de forma voluntaria y busca la satisfacción propia del activismo político feminista,
también es necesario hacer un balance entre el tiempo libre disponible y el tiempo invertido en
la labor. Desde que las feministas afirmaron que lo personal es político, de diferentes formas se
esta plantando cara a la disociación entre razón y emoción que prepondera en la esfera pública

124
y reina en los espacios de poder y decisión. Esta separación falaz esconde, en realidad, la
explotación del tiempo y de la energía de las mujeres de la cual el patriarcado capitalista depende
para lucrarse y poder dominar (Olivera y Dordevic, 2015).Al respecto Tania enuncia que es
importante “conocer tus propios límites para acompañar porque el desgaste emocional y mental existe”.

3. Definición de acompañamiento

Lilith: “Compartir mis conocimientos, ser empática con las mujeres y saber escuchar”.
Tania: Validar su decisión de abortar, e informarles sobre el procedimiento medicamentoso, pues
de cualquier manera lo realizarán. Acompañar implica escuchar activamente, empatizar con las
mujeres para ir rompiendo los prejuicios patriarcales, la culpa, los roles y estereotipos, sin
juzgarles.
Guiet: Auto cuidado amoroso a las mujeres en un proceso doloroso –aborto–.
Silvia: Gratificación personal y activismo político.
Citlali: Validar la intuición de las mujeres, ellas conocen sus recursos, su cuerpo y sus procesos.
Aclárales que el medicamento es seguro y resolver sus dudas pues tienen todo un imaginario
negativo sobre el aborto medicamentoso.

Todas coinciden en ciertos aspectos: Acompañamiento para tranquilizar a las mujeres, pues
tienen todo un imaginario negativo sobre el uso de medicamentos. Acompañar para validar sus
decisiones.
Es necesario tener conciencia de género, y de que se está ejerciendo un derecho, no es
imprescindible ser feminista.

Sobre el protocolo las acompañantes en que este es necesario como un encuadre: Es necesario
protegernos como acompañantes diciendo que están en su derecho de saber información sobre su salud
sexual y reproductiva desde el primer contacto para así enmarcar la relación entre mujer
acompañada y acompañante.

Contrastes en el acompañamiento que realizan

125
Sobre el costo del medicamento en Chiapas, una de las acompañantes enuncia que su
costo no es tan asequible dado el contexto. Asimismo cuestiona “¿que mujeres pueden pagar el costo
de un AMEU con sedación total?, muy pocas, sólo las mujeres urbanas y de clase alta”.

Asimismo Guiet enuncia que más que buscar acompañar a sus abortos a las mujeres
indígenas o de comunidades originarias. Sería una mejor idea que sean las mismas mujeres del
lugar las que se formen sobre el uso de medicamentos para que así tengan más confianza con las
mujeres. “Es necesario que ellas formen sus propias redes, dentro de su comunidad”.

Sobre la concepción de la palabra aborto y su origen occidental, Lilith, integrante de


Missovarias, expresa que “en algunas comunidades no se tiene la concepción de la palabra aborto, existen
otras formas de llamarle; regresar la regla, tirar el embarazo. La palabra aborto es una concepción occidental y
urbana”.

Un contraste con el significado de la palabra es aborto es que en la Ciudad de México, gracias a


la despenalización, algunas mujeres ya han empezado a resignificarlo llamándolo de otras formas
menos estigmatizadas, en palabras de Citlali “La palabra plantea todo un cambio en el la concepción del
aborto, por ejemplo en la ciudad de México tiende a re significarse pues aquí se ha empezado a nombrar al aborto,
ILE, –interrupción legal del embarazo”.

126
4.4. CATÓLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR, MÉXICO

“Nosotras nos reclamamos de la tradición de las buscadoras


olvidadas, aquellas que, movidas por el deseo, hacen otra experiencia
de Dios y resulta ser una experiencia de liberación. Una experiencia
libre, peligrosa para cualquier poder, asumiendo el propio destino y
el ser que se es, en libertad".
––Paloma Alfonso

Católicas por el Derecho a Decidir, tiene su origen en la Teoría de la Liberación y las


enseñanzas del Concilio Vaticano II27. Esta OSC, con presencia internacional, fue fundada el 3
de agosto de 1994, en el marco de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo
efectuada en el Cairo.

Su principal compromiso político es por los derechos de las mujeres y la equidad en las
relaciones de género. Buscan modificar patrones culturales y religiosos en la sociedad, que
afectan principalmente al ejercicio pleno de los derechos humanos. Apelan a que religión es una
construcción humana, interpretada, entretejida con la cultura, la ideología, lo social, lo
económico, lo político y que debido a estos vínculos tiene enormes consecuencias (Varela, 2005).

Su ética es: católica, feminista y laica. Trabajan en cinco áreas interrelacionadas: derechos
reproductivos y despenalización del aborto, salud y derechos sexuales y reproductivos de
jóvenes, violencia contra las mujeres, laicidad del Estado y medios sociales y de comunicación28.

Las Católicas por el Derecho a Decidir se han comprometido especialmente en la


campaña para retirarle al Vaticano el estatus de país dentro de Naciones Unidas “porque se causa
daño cuando se permite que las religiones se disfracen de estados”. Esta postura se afianza en
tres razones: la muerte innecesaria de mujeres en el embarazo y el parto, evitar la expansión del

27
Entrevista a María Consuelo Mejía, Directora de Católicas por el Derecho a Decidir. Artículo publicado en
Página/12, el 28 de octubre de 2007.
28 La visión de Católicas por el Derecho a Decidir puede consultarse en

http://catolicasmexico.org/ns/?page_id=4059

127
SIDA, -dentro de la ONU, la Iglesia Católica obstruye las decisiones sobre políticas públicas
internacionales sobre educación y uso del preservativo- y el derecho al aborto (Varela, 2005).

El aborto seguro y legal para todas las mujeres, una de sus luchas principales, se centra
en el acompañamiento a mujeres que solicitan servicios de aborto. Declaran que en el caso del
aborto, lo que se plantea es un debate sobre valores, reconociendo la capacidad de las mujeres
para tomar decisiones justas, adecuadas y morales, así como su derecho a la vida, al disfrute de
su sexualidad y de su salud (Hurst, 1998).

Los argumentos que tiene Católicas por el Derecho a Decidir para apoyar el aborto son
los siguientes:

a) La decisión de interrumpir un embarazo es un dilema ético serio y complejo para las


mujeres, quienes no recurren a un aborto con “alegría en sus corazones, lo hacen como último
recurso al considerar todas las consecuencias, y toman esa decisión responsablemente, de
acuerdo a los dictados de sus consciencias”. (Mejía en Carbajal 2009:222). La doctrina católica
no ha hecho ninguna declaración oficial que convierta las enseñanzas morales en dogma.

c) Las mujeres que se practican un aborto lo hacen por “compasión y misericordia, sin
odio, cólera ni codicia y para evitar un mal mayor”. Aunque sea una decisión dolorosa y contraria
al pensamiento de otras personas, puede traer bienestar y disminuir el sufrimiento de esa mujer
y su familia.

d) El Código de Derecho Canónico29, la ley interna de la iglesia católica, establece


atenuantes que exculpan de la pena de excomunión a la gran mayoría de las mujeres que abortan.
Esto está establecido en los cánones 1321 al 1324:

(a) Cuando “no le es gravemente imputable por dolo o culpa”,


(b) “Si aún no había cumplido los 17 años”,
(c) “si ignoraba que estaba incumpliendo la ley”,

29 Resumen de “La iglesia católica y el aborto” de Católicas por el Derecho a Decidir, consultado el [5 de enero de
2017] disponible en: http://catolicasmexico.org/ns/wpcontent/uploads/2014/10/codigoderechocanonico.pdf

128
(d) “si actuó por miedo grave”,
(e) “por necesidad o para evitar un prejuicio”.

4.4.1. OTRAS FORMAS DE SER CATÓLICAS. TEORÍA DE LA LIBERACIÓN EN


CHIAPAS

"…hay dos tipos de iglesia católica: una preocupada por la justicia


social, con una misión de servicio y otra elitista, formal, acartonada,
inclinada a disfrutar de los privilegios que da el poder"
––Consuelo Mejía

En Chiapas, como en todo México, las Católicas por el Derecho a Decidir, trabajan bajo la
llamada “Teoría de la Liberación”, la cual tiene sus raíces históricas en la injusticia social que deja
en evidencia la opresión hacia los pueblos indígenas del país.

En la Conferencia Episcopal Latinoamericana celebrada en Medellín en 1968, los


religiosos que mantenían contacto directo con el pueblo dan cuenta de que la Iglesia, al no
mantener una postura ante las de las injusticias, agravios, despojos y pobreza que padecían
millones de habitantes del campo y la ciudad, era cómplice, pues legitimaba los sistemas de
dominio político e ideológico (García, 2015:68).

Ante este panorama latinoamericano, surge la preocupación por redefinir el significado


de las Sagradas Escrituras y la misión de la Iglesia en el mundo. Entre las razones de ser de la
Teología de la Liberación, destacan:

a) Utilizar la fuerza histórica y moral de la iglesia para luchar contra la injusticia social
prevaleciente en Latinoamérica.

129
b) Coadyuvar en el desarrollo de los pueblos, especialmente los del Tercer Mundo, a
partir de las afirmaciones del Concilio Vaticano II: “el progreso humano era una señal de la labor
celestial en la historia”.

c) La utilización de la “palabra celestial” como vehículo para concienciar al pueblo y


alcanzar su redención en este mundo; redención que consistía en luchar contra la pobreza y a
favor de la justicia. Los sacerdotes comenzaron a utilizar la palabra “liberación” como sinónimo
de “desarrollo genuino” y como el paso de una condición menos humana a otra más generosa
para todos (Berryman, 1976:27 en García 2015).

d) Los siguientes hechos históricos; la efervescencia política del triunfo de la Revolución


cubana en 1959, la aparición de guerrillas rurales en Venezuela, Guatemala, Uruguay, Perú y
México, el triunfo del peronismo en Argentina; la reacción de grupos conservadores que
patrocinaron golpes de Estado militares en Brasil, Chile y Bolivia, que confluyeron en la
implantación de dictaduras represivas; y del consecuente fracaso de los intentos por exportar la
revolución a otros países (García, 2015).

Desde la academia, se formuló la teoría de la dependencia que rompe con los esquemas
explicativos occidentales y asocia los orígenes de la pobreza latinoamericana a las condiciones
históricas de colonialismo, dominación y exclusión que de más de cuatro siglos (García, 2015).

El panorama latinoamericano, daba cuenta de que la reproducción de las enseñanzas de


la iglesia católica, provenientes de Europa no bastaba para solucionar los problemas locales, por
lo tanto era necesario ampliar la teoría a la realidad social, para intentar poner fin a la pobreza e
injusticia de los pueblos (Dussel, 1976: 53, en García 2015).

La ampliación de la tarea a la realidad social, es llevada a cabo por medio de las


Comunidades Eclesiales de Base (CEBs), las cuales surgen partir de la renovación del Concilio
Vaticano II, buscando ser “focos de evangelización y motores de liberación en América Latina”
(Peralta, 2004: 28 en García, 2015). Su método de acción consiste en ver, juzgar, actuar, evaluar
y celebrar para despertar un grado de conciencia que lleve al desarrollo integral de las
comunidades, en acuerdo con la Iglesia de los Pobres, bajo cuatro líneas estratégicas de acción,

130
en las que destaca el potenciar el liderazgo de las mujeres y la equidad de género, reformar la
identidad y orientación del trabajo de la iglesia hacia las necesidades de la sociedad, impulsar la
conciencia y la participación ciudadana priorizando los movimientos que luchan por la justicia
social, la democracia, la defensa y promoción de los derechos humanos, de manera que se
generen proyectos alternativos que favorezcan la organización popular (García, 2015:79).

Chiapas fue un terreno fértil para la misión evangelizadora de la teología de la liberación,


debido a las condiciones históricas de abandono por parte del gobierno. Samuel Ruiz García
obispo que llegó a la entidad en 1959, y quien participó en el Concilio Vaticano II y en la II
Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín, adoptó la idea de que la Iglesia Católica
debe conducir al pueblo pobre y oprimido hacia su liberación a través de métodos pacíficos y de
lucha; se pronunció por una “evangelización contraria a la acción dominadora y la destrucción
de las culturas”. Percatándose de la realidad del lugar; pérdida de adeptos dentro de la iglesia
católica, extrema pobreza, marginación, racismo, injusticia y falta de democracia, realizó varias
acciones para contrarrestar dichas problemáticas:

a) División de la diócesis de Chiapas en dos: Tuxtla y San Cristóbal de las Casas,


subdividida a su vez en seis zonas de acuerdo a criterios etnolingüísticas; chol, tsotsil, centro,
sur, sureste y tseltal.

b) Intensificación de labor misional, reforzada con la llegada de jesuitas y dominicos a


Bachajón-Altamirano y Chamula.
c) Acciones de beneficio social.

d) Catequización a través del método tijwanej, “sembrar preguntas y cosechar respuestas”,


adaptación de la Pedagogía del Oprimido, de Paulo Freire, a la realidad chiapaneca, pues recreaba
el sentido indígena de las asambleas y de los acuerdos de las comunidades tradicionales (Leyva
1995, en García 2015).

A través de estas acciones, se logró conformar una forma autóctona de Teología de la


Liberación, la cual coadyuvó a que la población indígena se percatase de que sus adversarios eran
el gobierno federal, el gobierno chiapaneco y los finqueros. Otro de los logros, fue que la

131
población aprendió a cohesionarse para encarar problemas estructurales cuyas raíces más
profundas se encuentran en la época colonial (García, 2015:83).

4.4.2. ACOMPAÑAMIENTO QUE BRINDA LA RED DE JÓVENES CATÓLICAS POR EL


DERECHO A DECIDIR

El acompañamiento que brinda la Red de Jóvenes Católicas por el derecho a Decidir


tiene como marco de referencia a los Derechos Sexuales y Reproductivos. La RJCDD se
posicionan dentro de un marco liberal- moderado. En sus discursos Católicas por el Derecho a
Decidir no promueve el aborto, da información sobre aborto seguro y legal.

El límite en cuanto a semanas de gestación para acompañar a mujeres es hasta las 9


semanas de gestación. Bajo ciertas pautas se les acompaña en la decima semana, dentro del estado
de Chiapas. Cuando algunas mujeres rebasan este número de semanas, se las canaliza a
organizaciones aliadas para que aborten por medio de aspiración endouterina (AMEU) en la
Ciudad de México.

La Red, promueve que las mujeres aborten bajo las tres causales legales de Chiapas. Las
cuales se comunican durante el primer encuentro presencial; a) por violación, b) por
malformaciones, c) por peligro de muerte de la madre. Subrayan la causal salud, ausente en el
estado, pues ésta abona a la concepción de salud integral de las mujeres y abona en la des
estigmatización del aborto.

Evita caer en prácticas “paternalistas” informando y permitiendo que las mujeres decidan
conscientemente sobre su forma de interrupción, se intenta que mediante sus herramientas
personales decidan sobre la manera de llevar a cabo su aborto. Informan sobre el grado de
efectividad de misoprostol solo y del combo de medicamentos –misoprostol y mifepristona–.
También mencionan la posibilidad de tener un aborto mediante Aspiración Manual Endouterina
(AMEU), opción rápida y efectiva pero más costosa, pues se realiza dentro de un entorno médico
con anestesia local. Conociendo estas opciones las mujeres deciden cual les conviene más, pues
son ellas las que conocen su cuerpo y su umbral del dolor. El acompañamiento se da en dos
etapas; presencial en primera instancia para conocer a las mujeres e informarles sobre las

132
opciones de interrupción disponibles, así como el marco de derechos en el cual se da el
acompañamiento y vía telefónica (WhatsApp), en un segundo momento, durante el proceso de
aborto y seguimiento.

Católicas por el Derecho a Decidir, por medio de la Red de Jóvenes Católicas, en los estados,
capacitan a las acompañantes como agentes de derechos y les instruyen con argumentos útiles
en caso de que las mujeres refieran culpa al abortar. Toma en cuenta que México, pese a ser un
estado laico, tiene gran influencia de la iglesia católica y de la tradición judeocristiana. Sustentan
sus argumentos en el Código Canónico (Constitución de la Iglesia Católica). En este se objeta
que el aborto sea un pecado pues hay atenuantes de culpa; a. Si la mujer es menor de 16 años,
b. Si actuó con ignorancia de que estaba infringiendo una ley, c. si actuó para evitar un “mal
mayor”.

La experiencia de la Red de Católicas indica que prevenirles sobre el dolor que sentirán
al utilizar los medicamentos, permite que las mujeres decidan de manera más asertiva sobre el
método que mejor les ajusta. Asimismo son ellas las que acomodan sus tiempos para interrumpir
su embarazo pues un aborto con medicamentos implica reposo de al menos dos días.

Se pide a las mujeres que diseñen un plan de acción para su proceso de aborto, en éste
repasarán quiénes son sus aliadas/os, las clínicas a las cuales acudir, los recursos económicos con
los que cuentan de haber alguna emergencia, etc.

Para la RJCDD es importante detectar conflictos religiosos en las mujeres, por tal
motivo se les pregunta directamente si tienen algún sentimiento negativo por la decisión que
están tomando. En caso afirmativo, se les expone una imagen de un dios amoroso, que es un
apoyo ante situaciones adversas y que las entenderá por la decisión que están tomando. Se les
invita a que una vez concluido su aborto, escriban un exvoto, este es un agradecimiento a dios o
a un santo que fungió como apoyo moral durante la circunstancia adversa que atravesaron. Este
testimonio de agradecimiento, es particularmente importante para las mujeres católicas o devotas
a un santo, pues re significa su vivencia de aborto, al mismo tiempo que se respetan sus creencias
religiosas.

133
Católicas insta a que las mujeres se politicen a través de su aborto. Se les invita a que
posterior a su experiencia escriban en la plataforma llamada Focos30. En ésta, mujeres de distintas
partes del país se posicionan como sujetas de derechos y hablan sobre sus abortos en primera
persona. Esta estrategia funciona en dos sentidos; a) visibilizando las cifras de aborto clandestino
en los estados, b) poniendo en voz de las mujeres sus experiencias de aborto, evidenciando al
aborto como un evento más en la trayectoria sexual de las mujeres.

La Red de Jóvenes Católicas brinda consejería sobre anticonceptivos durante todo el


acompañamiento. Se menciona a las mujeres que la fertilidad regresa inmediatamente después
de que el aborto se lleve a cabo, por lo cual es necesario que tomen los cuidados respectivos.

Respecto al protocolo de seguridad y de autocuidado que utilizan, se busca que este a)


proteja su privacidad por medio de un seudónimo y un celular alterno para dar
acompañamientos, b) limita el dar información sobre el protocolo medicamentoso vía correo
electrónico o redes sociales, hasta comprobar la referencia de la mujer, c) no entregan
medicamento directamente a las mujeres. Se les informa dónde pueden conseguirlo y el costo
del mismo, d) como primer filtro para atenderlas, se les solicita un ultrasonido para comprobar
su número de semanas de embarazo y que éste se encuentre dentro del útero, este filtro permite
distinguir los casos que si se pueden acompañar de los que habrá que delegar con médicos
aliados, e) indaga sobre su el estado general de salud, con la finalidad de detectar posibles riesgos,
f) propone manejar claves para referirse a aborto, medicamentos (mifepristona y misoprostol),
sangrado, etc. g) el protocolo da pauta a las mujeres sobre el discurso que tienen que dar en caso
de emergencia, en caso de tener que recurrir a un centro de salud. El personal de salud no pueden
obligarles a que digan algo que no quieren decir.

30 www.focos.org

134
4.4.3. ALCANCES DE LA RED DE JÓVENES CATÓLICAS POR EL DERECHO A
DECIDIR

La Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir, ha adquirido experiencia en el


acompañamiento dentro del contexto san cristobalense. Se ha posicionado como organización
que promueve los derechos sexuales y reproductivos en el municipio y es ampliamente conocida
por adoptar una postura crítica frente a la iglesia católica, de gran influencia en el municipio. Sus
limitaciones son el que sólo llegan a mujeres universitarias de estratos económicos medios y
altos, quienes tienen acceso a las tecnologías de la información, redes sociales y que cuentan con
una red social aliada que les comunica que existe la opción de vivir un aborto acompañadas. Aún
no se ha llegado a mujeres de comunidades indígenas de los Altos de Chiapas, en parte debidas
a las barreras culturales y de lenguaje y debidas a que los protocolos de acompañamiento, aún en
construcción, están acotados a mujeres urbanas.

Una tarea pendiente es promover los derechos sexuales y reproductivos entre las mujeres de
comunidades indígenas, así como construir un protocolo de acompañamiento enfocado a estas
mujeres que requieran abortar.

4.5. MANUAL SORORARIO PARA ACOMPAÑANTES DE ABORTO (VER ANEXO)

El protocolo de acompañamiento que se esboza ha sido construido gracias a la


observación participante en la Red, y por medio de la detección de sus necesidades, las cuales
fueron detectadas en las entrevistas semi estructuradas, realizadas a las acompañantes. Asimismo
los saberes de las acompañantes del grupo focal fueron utilizadas para construir este manual

En este se retoman las premisas del acompañamiento feminista como son el


acompañamiento como vía para el empoderamiento de las mujeres, los derechos en los cuales
se respalda el derecho al aborto, la confidencialidad del acompañamiento, retoma las habilidades
emocionales para establecer confianza con las mujeres, el protocolo de seguridad al que se deben
ceñir las acompañantes, así como el protocolo medicamentoso. En este protocolo se enumeran

135
algunas de los conocimientos biomédicos útiles al momento de acompañar y se marcan
claramente los límites por los cuales no se puede acompañar a las mujeres, esto funciona a manera
de seguridad para las acompañantes pues no debe olvidarse que el contexto en el cual se trabaja
es de penalización del aborto.

Más que un protocolo rígido, este es una guía útil para las acompañantes de la Red de
Jóvenes Católicas de San Cristóbal de las Casas, quienes poseen la habilidad de discernir las
necesidades de cada mujer y adaptarse de acuerdo a dichas necesidades.

136
5. REFLEXIONES FINALES

Con estas reflexiones finales, quisiera hacer un balance entre los objetivos planteados y
los logrados. Asimismo, quisiera dejar asentados los giros en el proceso de investigación.

Al ingresar a la Maestría en Estudios e Intervención Feministas, mi intención era vincular


praxis con teoría. El tema del aborto me atraviesa corpóreamente; siendo adolescente aborté y
mas tarde, desde el 2005 practiqué el acompañamiento sororario; en el 2007 con la
despenalización del aborto en la Ciudad de México, ejercí un derecho como ciudadana, en una
clínica especializada y de forma gratuita. En un primer momento consideré el tema de la
resignificación del aborto como tema de investigación, sin embargo se presentaban varios
cuestionamientos: ¿de qué manera cuantificar la resignificación del aborto?, ¿quiénes serían las
sujetas de investigación?, ¿cómo podría intervenir sobre un tema tan complejo? Me vi orillada
entonces a un proceso de autorreflexión y de delimitación del tema de investigación.

Cabe mencionar que desde hace relativamente poco tiempo me posiciono como
feminista (2011), este devenir –así como mi activismo político– ha seguido el camino que aquí
describo; primero tomé consciencia sobre las desigualdades y las opresiones a las que me he
enfrentado a lo largo de mi vida, en un segundo momento di paso a la lectura y análisis de textos
que me abrieran posibles caminos para la autonomía y en un tercer momento di paso a acciones
concretas para acceder a los derechos negados –me convertí en activista–. Aunado a este
camino/devenir, la práctica de acompañamiento, la comencé a realizar antes de considerarme
feminista y sin ser consciente de que se trataba de activismo político. Es importante hacer esta
reflexión dado que el tema elegido cubría mi deseo de vincular teoría con praxis feminista.

En este activismo político, enmarcado en la Ciudad de México, aprendí ciertas prácticas,


que se vieron influenciadas por el contexto legal, social, cultural y político del lugar. En dicho
escenario, la despenalización del aborto del 2007, abonó en la resignificación de las prácticas
abortivas, pues las mujeres pasaron de ser abortistas a ser usuarias de un servicio de salud (Lamas,
2014). Este hecho, asimismo, permitió que las acompañantes nos empoderáramos de nuestras
prácticas y las resignificáramos.

137
Más tarde, al llegar a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, una ciudad multicultural, con
referentes históricos de despenalización del aborto (1991), pude constatar que existen prácticas
a favor de los derechos sexuales y reproductivos. Desde mi postura como mujer urbana,
procedente de la capital administrativa del país, no concebía que una provincia se realizara el
acompañamiento del aborto desde una práctica política y feminista. Fue hasta que me involucré
más con la sociedad local que tuve la oportunidad de conocer ese aspecto. En la ciudad, diversas
organizaciones dan información y consejería a mujeres en sus abortos, de manera que existe un
habitus para acompañantes, donde se replican ciertos imaginarios y prácticas. En este contexto,
decido participar dentro de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, desde donde percibí
varias posibilidades para tender puentes entre teoría y práctica.

Uno de estos puentes, fue el de dar a conocer que la práctica de acompañamiento existe
y que es un derecho vivo. Me di a la tarea de reunir diversas voces de activistas- acompañantes.
Esto en sí mismo lo considero un logro dado que el entorno en el que se desenvuelven es de
estigma e ilegalidad. Ganarme la confianza de las activistas de San Cristóbal de las Casas, tomó
tiempo, pues tuve que implicarme en su quehacer, no cómo investigadora si no como una
compañera activista.

Respecto a la construcción de un concepto de acompañamiento, quisiera añadir que pese


a que las activistas acompañantes, conocemos el término pues nos hemos dedicado a este trabajo
político durante largo tiempo, somos pocas, –incluso dentro del activismo– las que conocemos
exactamente el lenguaje del acompañamiento, las leyes que respaldan la práctica, los riesgos que
conlleva la labor, etc. Dicho concepto, evita mal interpretaciones y aclara los mitos sobre el
aborto con medicamentos.

Asimismo, el producto final de esta tesis es una invitación al activismo político. El Manual
Sororario para Acompañantes de Aborto, siembra las bases para que el acompañamiento sea
considerado como una actividad placentera y satisfactoria, subrayando en la práctica del
autocuidado como parte esencial de cualquier activismo político, pues “Cuidar de nosotras
mismas, cuidarnos unas a otras, dejarnos cuidar y retribuir el cuidado recibido; […] es algo fuera
del orden, es algo subversivo” (Gómez y López, 2015).

138
El código ético para acompañantes de aborto, al estar situado al inicio del Manual, es un
manifiesto político, que sitúa al acompañamiento como una práctica fuera de la hegemonía
médica, además de ser una forma de resistencia. El Manual, está encaminado a identificar las
necesidades específicas de cada caso, más que a la homogeneización de los acompañamientos.
Homogeneizar los protocolos y manuales para acompañar, sería caer de nueva cuenta en la lógica
patriarcal de la lógica de las idénticas enunciada por Celia Amorós (1987)31, de manera que se
busca con este manual romper esta lógica patriarcal, respetando las diferencias entre ellas, así
como los procesos de cada una.

Se partió de una reflexión teórica de suma importancia: el habitus médico vs el habitus


de las acompañantes. A partir de la revisión de la literatura especializada, observé que las
acompañantes entrevistadas en efecto cuentan con un conjunto de esquemas generativos a partir
de los cuales perciben su entorno y en base a los que actúan. Esto contrasta con el habitus médico
caracterizado por la jerarquía médico – pacientes, caracterizado en ocasiones por el ejercicio de
la violencia. Asimismo, reflexioné sobre las acompañantes y sus subversiones frente al deber ser
de las mujeres; pues todas ellas han hecho conscientes las opresiones de género y se nombran
feministas. Sobre sus perfiles, descubrí que tienen procesos de vida resilientes, creativos y han
desarrollado empatía y sororidad por las mujeres en situación de aborto, al mismo tiempo que
respetan las diferencias en los procesos de aborto de cada una de ellas.

Sobre la importancia y transgresión del acompañamiento, este radica en que lo brindan


mujeres empoderadas e informadas a otras mujeres en una etapa crítica de sus vidas. La
información sobre salud sexual sin prejuicios, rompe con uno de los aprendizajes más arraigados
en las mujeres -el tener miedo- y el de no ser solidarias unas con otras.

A continuación, haré un recuento de cada una de las prácticas que llevan a cabo las
acompañantes. Las acompañantes, realizan un mapeo rápido de las mujeres que requieren el
acompañamiento de un aborto, indagando sobre algunas de sus características, por ejemplo

31 Para Amorós (1987) “la lógica de las idénticas” es una forma de relación entre mujeres que no distingue diferencias
entre ellas. En el mundo privado las mujeres se vuelven, “idénticas”, o sea sustituibles por otra que cumpla la
función femenina: procrear, atender la cría y el hogar.

139
¿cuáles es su clase social?, ¿habla alguna lengua indígena?, ¿quienes son sus aliadas -red de apoyo–
?, ¿cuentan con suficiente dinero para realizar el procedimiento?, ¿cuáles son sus herramientas
personales para enfrentar el dolor que implica el aborto medicamentoso?, ¿les irá mejor en un
aborto medicamentoso o en un AMEU?. Las acompañantes dialogamos con las mujeres y
escudriñamos cuál es su situación actual, es necesario pues se encuentran en crisis, –un embarazo
no deseado representa una crisis–, de manera que nosotras como acompañantes podemos “ver
más allá” de esta crisis pues nos encontramos fuera de ella. Sin embargo, son las mujeres las que
tomarán las decisiones, en concordancia con sus tiempos y su estilo de vida.

En cuanto a las prácticas de la escucha y la contención emocional, estas juegan un papel


fundamental en el acompañamiento. Acompañar, significa estar en contacto con una gama de
emociones, como la culpa o alivio como contraparte. Dicho “manejo emocional” puede terminar
por desgastar a las acompañantes y afectar su salud. Como ya quedó asentado en este trabajo de
investigación, el acompañamiento de aborto, al dejar de ser satisfactorio y representar un desgaste
emocional y una carga excesiva para las acompañantes, podría convertirse en una tarea más de
cuidados hacia otras/os patriarcal, de ahí que el autocuidado sea una tarea pendiente para varias
de las acompañantes entrevistadas, quienes en sus testimonios refirieron sentirse desgastadas y
sobrecargadas por la labor que realizan.

Quizás sería conveniente que las acompañantes lleven un proceso de reflexión anterior
a su labor. Algunos preguntas que podrían hacerse: ¿qué riesgos estoy dispuesta a tomar como
acompañante?, ¿qué es lo que busco como acompañantes de aborto?, ¿cuáles son mis límites
para acompañar a mujeres en situación de aborto?. Por otro lado, sería pertinente que las
organizaciones, crearan estrategias de autocuidado, tales como: espacios grupales de contención
emocional, desarrollo la comunicación entre acompañantes o incluso facilitar procesos
terapéuticos individuales para las acompañantes. Ahora bien, las acompañantes independientes
que nos pertenecen a ninguna Organización de la Sociedad Civil, han realizado un proceso de
reflexión en el que tienen claros sus límites, de manera que trazan estrategias de autocuidado de
acuerdo a sus tiempos y a valores. Por el contrario, las acompañantes que forman parte de
organizaciones, requieren cumplir con ciertos números de acompañamientos, pues la consigna
dentro de sus instituciones suele ser “rescatar las cifras de mujeres que abortan de manera
segura” para la obtención de financiamiento. Así pues, los acompañamientos realizados dentro

140
de OSC´s se realizan dentro de una lógica de productividad, donde a mayor número de
acompañamientos, mayores serán los recursos económicos obtenidos. Una reflexión personal es
que, una forma de retribuir simbólicamente a las acompañantes institucionalizadas, sería
garantizando su autocuidado, facilitándoles como mínimo procesos de contención emocional
grupal o individual.

En lo que respecta a el fortalecimiento de las acompañantes observo que pese a que


señalan como gratificante su labor en el sentido espiritual, emocional y moral, no puede afirmarse
que esta sea una actividad empoderante (Ortíz, 2010), la realidad es que las activistas realizan su
labor fuera de los márgenes de la ley y de forma clandestina. Simbólicamente la labor de
acompañamiento no es reconocida en la sociedad machista, clasista, racista, etc. Dado que el
acompañamiento se opone a la labor médica hegemónica, la cual goza de amplia aceptación y
legitimación en la sociedad, esta labor no reconocida ni valorada. Las acompañantes
entrevistadas no expresan abiertamente la labor que realizan, de forma que el espacio en el que
expresan su activismo es en el de la Internet, espacio que les permite el anonimato. Sería
interesante ahondar en la forma en la que esta herramienta tecnológica ha permitido a las
activistas, difundir su labor, pues es gracias a la red que pueden llegar a más mujeres.

Las acompañantes entrevistadas, además, no reciben remuneración económica por el


trabajo que realizan. Pese a que aceptan que el activismo político no retribuye monetariamente,
también manifiestan sentirse desgastadas y rebasadas en sus tiempos, algunas entrevistadas
refirieron hacer muchos acompañamientos en un corto periodo, además de realizar otras
actividades para solventar sus gastos económicos. Pude observar una molestia en los discursos
de las acompañantes hacia las Organizaciones de la Sociedad Civil, algunas refirieron sentir a un
abuso respecto al compromiso político que tienen como feministas de manera que otra tarea
pendiente por parte de las organizaciones sería retribuir de manera simbólica o económica el
compromiso y la inversión de tiempo y energía por parte de las acompañantes.

Una crítica a la figura del voluntariado, es el de que sin remuneración económica, las
acompañantes se subordinan, dejando de lado sus necesidades, al respecto, el voluntariado puede

141
confundirse con el asistencialismo, al paternalismo y la caridad32, en el que las personas dan sin
recibir nada a cambio. Idealmente, lo que se busca con el acompañamiento es que el proceso
sea de fortalecimiento para ambas partes, acompañante y mujer en proceso de aborto, de forma
que: “la persona que acompaña usa su propio poder para estimular el proceso de fortalecimiento
de la mujer acompañada, y la mujer acompañada incide en el empoderamiento de la que
acompaña. Ambas personas crecen en conocimientos y experiencias, lo que reditúa en su
seguridad y capacidad de acción futura” (Ortiz, 2010:37).

El trabajo por los derechos sexuales y reproductivos dentro de las Organizaciones de la


Sociedad Civil es importante pues visibiliza las situaciones de inequidad en el acceso a derechos
sexuales por parte de las mujeres. Paradójicamente, la vida de las acompañantes quienes ponen
el cuerpo son las más desgastadas. Las jerarquías dentro de las organizaciones y los ejercicios de
poder que estas jerarquías desencadenan, son en cierto sentido, una reproducción del sistema
capitalista neoliberal, patriarcal. Sería necesario que las organizaciones de la sociedad civil
realizaran un ejercicio auto reflexivo, puesto que se asumen como defensoras de derechos, con
perspectivas éticas feministas. Realizar estas auto reflexiones, sería también hacer un ejercicio
de congruencia con los postulados dentro de los cuales se enmarcan.

Todas las acompañantes entrevistadas son mujeres, lo cual es una muestra de que fuimos
socializadas en la ética del cuidado a otros/as. Si bien el derecho al aborto, ha sido una demanda
feminista, y el acompañamiento es una forma de llevar a la práctica este derecho. El
cuestionamiento sería ¿porqué es tarea sólo de mujeres el difundir este derecho?. De manera que
me adhiero a la afirmación de Mari Luz Esteban (2011), de que es necesaria una resignificación
de las tareas de cuidados: “Hay que abogar por una concepción de la tarea de cuidar mucho más
amplia, como una actividad compartida necesariamente entre mujeres y hombres y entre
distintos colectivos y ámbitos (doméstico, social, institucional). Revisar también cómo tiene que
ser la relación entre las personas que atienden y las personas que son atendidas” (Esteban,
2011:70).

Sobre el concepto de “acompañamiento en aborto”, este es un término relativamente

32 Con relaciones de caridad, hago referencia a una noción judeocristiana. Un sentimiento o actitud de ayuda que se da en
relaciones desiguales, donde el mas necesitado es ayudado por personas con mayor jerarquía o poder.

142
nuevo, utilizado para describir los acompañamientos que se hacen para interrumpir abortos con
medicamentos, en contextos urbanos, sin embargo, en comunidades indígenas de los Altos,
también existe el acompañamiento con otros nombres “llamar a la luna” es uno de ellos. De
acuerdo a María de Lourdes Pérez Enríquez, mujer de padre tsotsil y madre tseltal, originaria de
Huixtan, en su comunidad las mujeres se reúnen en círculos, como los llamados “círculos de
reflexión”, en éstos, las mujeres con más experiencia en herbolaria y partería, acompañan a
mujeres para que les regrese la menstruación. En estas reuniones no se nombra la palabra aborto,
el objetivo es que la menstruación de las mujeres vuelva a la normalidad. Esta anécdota evidencia
los obstáculos del lenguaje, así como un vacío los significantes culturales de comunidades
originarias, tema aquí investigado (Comunicación personal, 2019).

En este sentido, una de las temáticas que quedan abiertas a partir de esta investigación
tiene que ver con la práctica y el acceso al aborto de las mujeres indígenas, sobre todo en un
contexto regional como el estado de Chiapas. Tendríamos que explorar más allá de nuestros
esquemas occidentales y urbanos, sobre estos acompañamientos que se hacen –quizás– desde
antes de la colonización, para tener un escenario más completo. Posiblemente, el término esté
pasando por un proceso de apropiación cultural, como ha pasado con los textiles de
comunidades originarias, pues si bien el acompañamiento, pretende que las mujeres con un
embarazo no deseado vivan su experiencia de aborto de una manera más “amorosa”, rodeadas
de mujeres expertas en el uso de medicamentos, estos procedimientos ya se hacían desde antes
en comunidades indígenas.

Distingo también cierta romantización de la labor en las acompañantes de aborto así


como una ceguera de clase, raza, etnia. Me refiero a creencias paternalistas que aprecié en sus
narraciones. Creencias de que el acompañamiento es equiparable a una “ayuda”, así como
declaraciones referentes a la insatisfacción de “no poder apoyarlas lo suficiente”. Ante esta
aseveración, mi reflexión es que es innegable que la socialización de género ha jugado un papel
fundamental en el actuar de las acompañantes, así como la ética del cuidado. Dicha socialización
de género, tiene como consecuencia repetir la forma habitual de relacionarnos, desigualmente y
jerárquicamente, olvidando el objetivo primordial de la labor de acompañamiento; la
concientización de derechos, y la trascendencia de ésta práctica para hacer la salud pública.

143
Actualmente, hay un crecimiento en los acompañamientos frente a los diversos
obstáculos para acceder a un aborto seguro en México. Esto lo demuestran los diversos
Encuentros entre Acompañantes, organizados en distintas partes del país, realizados con la
finalidad de socializar los saberes recolectados entre acompañantes. El primero al que acudí, se
llevó a cabo en Mérida, en agosto del 2017, en éste se intentó visibilizar las necesidades de las
acompañantes a nivel nacional, concluyéndose que existe una necesidad de contención
emocional para acompañantes no cubierta. Se observó además, que la injusticia social para
acceder a un aborto seguro aún persiste y que somos las acompañantes las que cubrimos la
necesidad de información y acompañamiento. Acordamos seguir en contacto a través de redes
sociales, y de formar un grupo en el que resolviéramos nuestras dudas y nos mantuviéramos
comunicadas cuando tengamos dudas al resolver casos complejos, de esta manera resolvemos
muchos casos de manera colectiva. De nueva cuenta observo que la herramienta tecnológica que
nos ha ayudado a consumar casos complejos ha sido la Internet, pues todas nos encontramos en
distintas partes del país.

El otro encuentro, realizado en octubre de ese mismo año, fue organizado por la
colectiva Línea de aborto Chiapas, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas. En dicho
“Campamento de acompañantes de aborto”, la finalidad fue reflexionar sobre las formas en las
estrategias de autocuidado que implementamos las acompañantes. Además, conversamos sobre
nuestras experiencias dentro de nuestras organizaciones y como acompañantes autónomas.
Confluimos muchas voces, así como estilos de acompañar, todas concordamos en que nuestros
esfuerzos están encaminados en aras de que las mujeres tengan abortos seguros dentro de sus
contextos, para que cuenten con información verificada, que un acompañamiento sororario es
aquel en el que escuchamos, resolvemos sus dudas y las bientratamos. Identifico como
aprendizaje más significativo, el de permanecer en constante comunicación como colectivo,
dado el contexto legal restrictivo.

En este trabajo se da por sentado que las prácticas abortivas, son acciones emancipadoras
que ponen a las mujeres como protagonistas de sus vidas, pues rompen con el eje identitario de
la maternidad obligatoria. No obstante, en la práctica la mayoría de las mujeres que abortan no
son conscientes de ejercer un derecho, ni se consideran feministas, simplemente requieren
interrumpir un embarazo no deseado en ese momento de sus vidas. En contraste, quisiera

144
resaltar que las acompañantes entrevistadas, pretenden concientizar sobre el derecho al aborto
o el derecho a decidir, en varios de los relatos surge el tema, las siguientes frases dan cuenta de
ello “tú también tienes derecho a decidir sobre tu propio cuerpo”, “trabajo eso […] hacerles ver
que es su derecho y que es su decisión y que es su cuerpo y que el aspecto legal solo son leyes, y
de intereses personales”. Se pretende entonces, con el Manual Sororario para Acompañantes de
Aborto, concientizar o bien reforzar en las activistas el conocimiento sobre los alcances de su
labor evitando romantizar el trabajo de acompañamiento.

El reto del acompañamiento, es el de no imponer a las mujeres ninguna decisión, pues


cada una tiene su tiempo, conoce su cuerpo y sabe que le va mejor en su proceso de aborto. En
ese sentido las mujeres que acompañamos ya han decidido por sí mismas. El manual, producto
final de esta tesis, recuerda que la premisa del acompañamiento es acompañar sin juzgar. Otra
de las premisas es fortalecer la autonomía de las mujeres, brindándoles información sobre su
salud, todas las acompañantes mencionaron que, como parte de su compromiso político,
nombran a las mujeres que el aborto es un derecho. De esta forma dan un paso importante en
el empoderamiento de las mujeres haciendo de la salud un bien público.

145
6. BIBLIOGRAFÍA

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148
7. ANEXOS

1. Guía de entrevista acompañantes de la Red de Católicas por el derecho a decidir/


Consentimiento Informado

2. Guía de entrevista acompañantes de diversas Sociedades de la Sociedad Civil

3. Tabla comparativa tipos de acompañamiento brindados por Organizaciones de la


Sociedad Civil

4. Manual Sororario para Acompañantes de Aborto

149
GUÍA DE ENTREVISTA
RED DE JÓVENES CATÓLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR

El objetivo de esta entrevista es recopilar información sobre las particularidades de los


acompañamientos realizados a mujeres en situación de aborto. La entrevista está dirigida a
las acompañantes que colaboran en la Red de Católicas por el Derecho a Decidir de San Cristóbal de
las Casas.
Antes de comenzar cada entrevista se lee junto con la entrevistada el Consentimiento
Informado, se le da a firmar y se le da una copia.
Consentimiento informado Red Católicas

Muchas gracias por acceder a la siguiente entrevista.

La información que me proporciones será usada únicamente con fines académicos, en el marco
de investigación de la maestría en Estudios e Intervención Feministas de la Universidad de
Ciencias y Artes de Chiapas, en su centro de posgrado CESMECA.

El objetivo de estas investigación es construir un protocolo de acompañamiento para las


mujeres que acceden a un aborto inducido en San Cristóbal de Las Casas. Para ello, me
centro en el conocimiento y las experiencias que las acompañantes han recogido, así como las
necesidades que han hallado.

Tu participación es totalmente voluntaria. Es importante que sepas que tu nombre permanecerá


en el anonimato, dado el contexto restrictivo del aborto inducido en Chiapas. La información
que me proporciones, así como los casos que se mencionen en la entrevista se mantendrán
confidenciales. El audio de la entrevista será grabado para su posterior transcripción y análisis.

Finalmente, los conocimientos que se obtengan como resultado de estas entrevistas, serán
usados en beneficio de las mujeres que requieran un aborto en San Cristóbal de las Casas,
Chiapas, tomando en consideración que el aborto es un derecho enmarcado dentro de los
Derechos Sexuales y Reproductivos que avala la Organización Mundial de la Salud.

Si tienes cualquier pregunta puede hacerlas ahora o más tarde. Mis datos de contacto son los
siguientes:
Nadia Guerra Gardida
Nadia_guerra@hotmail.com
Celular: 5529191222

150
He leído la información proporcionada o me ha sido leída. He tenido la oportunidad de
preguntar sobre ella y se me ha contestado satisfactoriamente las preguntas que he realizado.
Consiento voluntariamente participar en esta investigación y entiendo que tengo el derecho de
retirarme en cualquier momento.
Nombre______________________________________

Firma______________________________________

Fecha____________________________Día/mes/año

Las siguientes secciones ayudan a ordenar los temas a tratar en la entrevista.


Contexto de la entrevista

¥ Datos generales de la entrevistada.


¥ Edad,
¥ Nivel educativo,
¥ Lugar de residencia,
¥ Ocupación actual,
¥ Estado civil,

Formación y capacitación previa

¥ Experiencia previa en atención a mujeres


¥ Formación profesional
¥ Estudios sobre género o feminismos
¥ Experiencias previas como activista o dentro del feminismo
¥ Creencias sobre el aborto antes de ingresar a la Red

¥ Conocimiento previos sobre acompañamiento


¥ Sobre la capacitación de la ONG como acompañante:

151
o Numero de sesiones y duración,
o ¿Quién las proporcionó?
¥ Conocimientos biomédicos que se les impartieron
¥ Conocimientos o saberes no científicos
¥ Conocimientos que resultaron útiles para relacionarte con las mujeres
¥ Apoyo de textos o manuales impresos
¥ Lineamientos elaborados por la ONG u otras instituciones de consulta
¥ Interés en seguir formación como acompañante

Mujeres que acuden a la Red de Católicas


¥ Razones principales por las cuales las mujeres buscan apoyo de la ONG
¥ Perfil de las mujeres que acuden a la Red (migrantes, extranjeras, indígenas…)
¥ Primer contacto con la Red de católicas, ¿quién les proporciona el contacto de la red?

Acompañamiento
¥ Número de acompañamientos, presenciales y a distancia
o Casos relevantes.
¥ Significación personal del acompañamiento
¥ Enfoque de acompañamiento. Estilo particular.
¥ Descripción del proceso de acompañamiento
¥ Actividades imprescindibles/ necesarias durante el acompañamiento
¥ Tipo de consejería, enfoque utilizado.
¥ Prevención/ charla sobre anticonceptivos. ¿Antes- Durante o Después?
¥ Aprendizajes generales sobre acompañamiento y aborto.
¥ ¿Consideras al acompañamiento que realizas como activismo?

Impacto del acompañamiento en Derechos Sexuales y Reproductivos

¿Crees que tu labor repercute en la vida de las mujeres?

152
¿De qué manera consideras que impacta en el ejercicio de sus derechos?

Obstáculos en la labor de acompañamiento

Antecedentes

¥ Acompañamiento antes de laborar en la ONG


¥ Ingreso a la red de Católicas;
o Razones personales para colaborar

Obstáculos

¥ Casos más complejos


¥ Dilemas al momento de acompañar a una mujer
¥ Complicaciones -límites al acompañar a otra mujer
¥ Razones personales o propias de la ONG para negar un acompañamiento
¥ Experiencias negativas al ofrecer acompañamientos (disgusto, frustración,
desesperación, angustia, tristeza)
¥ Experiencias positivas al realizar esta labor;

Condiciones de trabajo

¥ Principales responsabilidades con la ONG


¥ Tipo de apoyo recibido de la ONG;
¥ Salario o compensaciones económicas, apoyo emocional.
¥ Tipo de jerarquías dentro de la ONG,
¥ Aspectos a modificar dentro de la ONG
¥ Tipos de apoyo que te gustaría haber recibido o te gustaría recibir

153
GUÍA DE ENTREVISTA DIVERSAS OSC
ACOMPAÑANTES DE FONDO MARIA/ CIPA- ACOMPÁÑAME/ MISOVARIAS/
INCODESI

El objetivo de esta entrevista es recopilar información sobre las características de los


acompañamientos realizados a mujeres en situación de aborto. La entrevista está dirigida a las
acompañantes que han colaborado en Fondo MARIA/ Cipa- Acompáñame/ Misovarias.
Antes de comenzar cada entrevista se lee junto con la entrevistada el Consentimiento Informado,
se le da a firmar y se le da una copia.

Consentimiento informado

Muchas gracias por acceder a la siguiente entrevista.

La información que me proporciones será usada con fines académicos, en el marco de mi


investigación de maestría en Estudios e Intervención Feministas de la Universidad de Ciencias y
Artes de Chiapas, en su centro de posgrado CESMECA.

El objetivo de la investigación es construir un protocolo de acompañamiento para las


mujeres que acceden a un aborto inducido en San Cristóbal de Las Casas. Para ello, me
centro en el conocimiento y las experiencias que las acompañantes han recogido a través de su
labor en la CDMX, así como las necesidades que han hallado.

Tu participación es totalmente voluntaria. La información que me proporciones, sobre los casos


que se mencionen en la entrevista se mantendrán confidenciales. El audio de la entrevista será
grabado para su posterior transcripción y análisis.

Finalmente, los conocimientos que se obtengan como resultado de estas entrevistas, serán
usados en beneficio de las mujeres que requieran un aborto en San Cristóbal de las Casas,
Chiapas, tomando en consideración que el aborto es un derecho enmarcado dentro de los
Derechos Sexuales y Reproductivos que avala la Organización Mundial de la Salud.

Si tienes cualquier pregunta puede hacerlas ahora o más tarde. Mis datos de contacto son los
siguientes:
Nadia Guerra Gardida
Nadia_guerra@hotmail.com
Celular: 5529191222

He leído la información proporcionada o me ha sido leída. He tenido la oportunidad de


preguntar sobre ella y se me ha contestado satisfactoriamente las preguntas que he realizado.

154
Consiento voluntariamente participar en esta investigación y entiendo que tengo el derecho de
retirarme en cualquier momento.
Nombre______________________________________

Firma______________________________________

Fecha____________________________Día/mes/año

Entrevista Semiestructurada:
Las siguientes secciones ayudan a ordenar los temas a tratar en la entrevista.

Contexto de la entrevista

§ Datos generales de la entrevistada.


§ Edad,
§ Nivel educativo,
§ Lugar de residencia,
§ Ocupación actual,
§ Estado civil,
§ Hijos

Formación previa y capacitación para el acompañamiento

Formación y capacitación
§ Experiencia previa en DDSSyRR
§ Formación profesional
§ Estudios sobre género o feminismo
§ Experiencias previas de activismo e influencia como acompañante

155
§ Conocimiento previos sobre acompañamiento antes de laborar en la ONG
§ Acompañamiento antes de laborar en la ONG
§ Ingreso a la red de Católicas;
o Razones personales para colaborar
§ Sobre la capacitación de la ONG para acompañar a los servicios de aborto:
o Numero de sesiones y duración,
o ¿Quién las proporcionó?
§ Conocimientos biomédicos
§ Conocimientos o saberes no científicos
§ Conocimientos útiles para relacionarte con las mujeres.
§ Apoyo de textos o manuales impresos
§ Lineamientos elaborados por la ONG u otras instituciones de consulta
§ Interés en continuar formación como acompañante

Acompañamiento
§ Definición propia de acompañamiento
o Premisas básicas del acompañamiento
o Actividades imprescindibles
§ Importancia del contexto de legitimación de aborto de la CDMX
§ Sugerencias para acompañamiento en contextos restringidos
§ Significación personal del acompañamiento
§ Creencias sobre el aborto antes de… Fondo MARIA/ Cipa- Acompáñame/ Misovarias
§ Aprendizajes generales sobre acompañamiento y aborto
§ ¿Consideras al acompañamiento que realizas como activismo?
§ Descripción del acompañamiento Fondo MARIA
§ Razones principales por que las mujeres buscan apoyo de la ONG.
o Casos relevantes.
§ Enfoque de acompañamiento. Estilo particular.
§ Momento en el que se habla a las mujeres de anticonceptivos.
o Antes- Durante- Después

156
Protocolo
§ Relevancia del protocolo para el acompañamiento
o Importancia de adherencia al protocolo.
§ Protocolo de acompañamiento según Fondo MARIA/ Cipa- Acompáñame/
Misovarias

§ Protocolo de aborto con medicamentos para acompañamiento a distancia.

Obstáculos en la labor de acompañamiento

Obstáculos

§ Casos más complejos


§ Dilemas al momento de acompañar
§ Complicaciones -límites al acompañar
§ Razones personales o propias de la ONG para negar acompañamiento
§ Experiencias negativas al ofrecer acompañamientos (disgusto, frustración,
desesperación, angustia, tristeza).
§ Experiencias positivas al realizar esta labor;

Condiciones de trabajo

§ Principales responsabilidades dentro de la colectiva/ ONG.


§ Salario o compensaciones económicas, apoyo emocional.
§ Tipo de jerarquías dentro de la colectiva/ ONG.
§ Relación con otras compañeras.
§ Aspectos a modificar dentro de la colectiva/ ONG.
§ Tipos de apoyo que te gustaría haber recibido o te gustaría recibir.

§ Protocolo de seguridad para mujeres de estados restrictivos.


§ Protocolo de aborto con medicamentos para mujeres con más de doce semanas.

157
§ Protocolo para mujeres víctimas de violencia sexual.

Impacto del acompañamiento en Derechos Sexuales y Reproductivos


§ Repercusión de acompañamiento en la vida de las mujeres.
§ Acompañamiento y a aborto como el ejercicio de un derecho.

158
TABLA COMPARATIVA SOBRE LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y EL
ACOMPAÑAMIENTO QUE BRINDAN.

Organización Tipo de Acompañamiento Protocolo de Limite de Protocolo de Perfil de mujeres


medicamentos semanas de seguridad acompañadas
utilizado embarazo para utilizado por
acompañar las
acompañantes

Red de Jóvenes Católicas Tiene como marco de Kit suplido por 9 semanas Protegen su Mujeres
por el Derecho a Decidir referencia a los Derechos Marie Stopes para identidad por universitarias de
San Cristóbal de las Sexuales y Reproductivos. la región: Después de la 9º medio de un contexto urbano
Casas Católicas por el Derecho a semana se canaliza seudónimo. en edad
Decidir no promueve el 1 pastilla de a las mujeres a Utilizan un reproductiva
aborto, da información mifepristona organizaciones celular alterno
sobre aborto seguro y legal. 200 mg oral aliadas para para dar Edades de mujeres
+ Aspiración acompañamien atendidas:
Durante los 4 pastillas de manual tos. Mínima 13 años
acompañamientos que Misoprostol (200 Endouterina Máxima 40 años
realizan, comunican las 3 mcg) sublingual (AMEU). Se evita dar
causales legales por las de 24 a 48 horas información
cuales se puede abortar en después de sobre el
el estado de Chiapas; a) por ingesta de En Embarazos de protocolo
violación, b) por mifepristona más de 12 medicamentos
malformaciones, c) por semanas se o vía correo
peligro de muerte de la o propone a la electrónico o
madre. Subrayando la mujer viajar a la redes sociales,
importancia de la causal 3 dosis de 4 CDMX para hasta
salud, ausente en el estado. pastillas de AMEU con comprobar la
Misoprostol (200 organizaciones referencia
Evita caer en prácticas mcg) sublingual aliadas. confiable de la
“paternalistas” cada cuatro mujer.
informando y permitiendo horas.
que las mujeres decidan No entregan
conscientemente sobre su medicamento
forma de interrupción, se directamente a
intenta que mediante sus las mujeres. Se
herramientas personales les informa
decidan sobre la manera de dónde pueden
llevar a cabo su aborto. conseguirlo.

Acompañamiento en dos Como primer


etapas; presencial en paso se solicita
primera instancia para a las mujeres
conocer a las mujeres e un ultrasonido
informarles sobre las para
opciones de interrupción comprobar
disponibles y vía telefónica número de
(WhatsApp), en un segundo semanas de
momento, durante el embarazo y
proceso de aborto y que éste se
seguimiento. encuentre
dentro del
Capacitan a las útero, este
acompañantes como primer filtro

159
agentes de derechos y les permite
instruye con argumentos distinguir los
útiles en caso de que las casos que si se
mujeres refieran culpa al pueden
abortar. Toma en cuenta acompañar de
que México, pese a ser un los que habrá
estado laico, tiene gran que delegar
influencia de la iglesia con médicos
católica y de la tradición aliados.
judeocristiana.
Se les pregunta
Sustentan sus argumentos a las mujeres
en el Código Canónico sobre su
(Constitución de la Iglesia estado general
Católica). El aborto no es de salud, con
un pecado pues hay la finalidad de
atenuantes de culpa; detectar
posibles
a. Si la mujer es menor de riesgos.
16 años,
b. Si actuó con ignorancia Manejan claves
de que estaba infringiendo para referirse
una ley, a: aborto,
c. si actuó para evitar un medicamentos
“mal mayor”. (mifepristona y
misoprostol),
Informan sobre el grado de sangrado, etc.
efectividad de misoprostol
solo y del combo de Se instruye a
medicamentos – las mujeres
misoprostol y sobre el
mifepristona–. También discurso que
mencionan la posibilidad tienen que dar
de tener un aborto en caso de
mediante Aspiración emergencia, en
Manual Endouterina caso de tener
(AMEU), opción rápida y que recurrir a
efectiva pero más costosa, un centro de
pues se realiza dentro de un salud. El
entorno médico con personal de
anestesia local. salud no
pueden
Conociendo estas opciones obligarles a
las mujeres deciden cual les que digan algo
conviene más, pues son que no quieren
ellas las que conocen su decir.
cuerpo y su umbral del
dolor.

La experiencia de la Red de
Católicas indica que
prevenirles sobre el dolor
que sentirán al utilizar los
medicamentos , permite
que las mujeres decidan de
manera más asertiva sobre el
método que mejor les

160
ajusta. Asimismo son ellas
las que acomodan sus
tiempos para interrumpir
su embarazo pues un
aborto con medicamentos
implica reposo de al menos
dos días.

Se pide a las mujeres que


diseñen un plan de acción
para su proceso de aborto,
en éste repasarán quiénes
son sus aliadas/os, las
clínicas a las cuales acudir,
los recursos económicos
con los que cuentan de
haber alguna emergencia,
etc.

Para Católicas es
importante detectar
conflictos religiosos en las
mujeres, por tal motivo se
les pregunta directamente
si tienen algún sentimiento
negativo por la decisión
que están tomando. En
caso afirmativo, se les
reafirma a las mujeres la
imagen de un dios
amoroso, que es un apoyo
ante situaciones adversas y
que las entenderá por la
decisión que están
tomando.

Se les invita a que una vez


concluido su aborto,
escriban un exvoto, este es
un agradecimiento a dios o
santo que le sirvió de apoyo
moral durante su proceso
de aborto. Este testimonio
de agradecimiento, es
particularmente
importante para las
mujeres católicas o devotas
a un santo, pues re significa
su vivencia de aborto. Este
ejercicio tiene como
finalidad respetar sus
creencias religiosas.

Católicas insta a que las


mujeres se politicen a
través de su aborto. Se les
invita a que posterior a su

161
experiencia escriban en la
plataforma llamada Focos33.
En ésta mujeres de
distintas partes del país se
posicionan como sujetas
de derechos y hablan sobre
sus abortos en primera
persona. Esta estrategia
funciona en tres sentidos;
a) visibilizando las cifras de
aborto clandestino en los
estados, b) poniendo en
voz de las mujeres sus
experiencias de aborto y c)
evidenciando al aborto
como un evento más en la
trayectoria reproductiva de
las mujeres.

La consejería sobre
anticonceptivos se da
durante todo el
acompañamiento. Se
menciona a las mujeres que
la fertilidad regresa
inmediatamente después
de que el aborto se lleve a
cabo, por lo cual es
necesario que tomen los
cuidados respectivos.

Tipo de Acompañamiento Protocolo de Limite de Protocolo de Perfil de mujeres


medicamentos semanas de seguridad acompañadas
utilizado embarazo para utilizado por
acompañar las
acompañantes

Línea Aborto Acompañamiento 3 dosis de 4 Sin límite de Al contestar la Mujeres en edad


Chiapas telefónico e información pastillas de semanas de línea reproductiva de
sobre aborto con Misoprostol (200 embarazo para telefónica, Chiapas y
medicamentos desde un mcg) sublingual acompañamiento* enuncian un Latinoamérica con
enfoque lesbofeminista cada cuatro párrafo que las acceso a internet.
radical. horas. *algunas de las protege con
integrantes no “es tu derecho Para las mujeres
Se apegan a los siguientes acompañan a la hablantes de
derechos: a la salud abortos de más de información lengua indígena se
integral, a la información, a 12 semanas por sobre tu ha realizado un
la confidencialidad y a la motivos salud”. video
libertad y autonomía personales. ejemplificando la
reproductiva. Hablan en ingesta
tercera persona medicamentosa,
La línea de aborto Chiapas en todo este video se
intenta desvincularse de momento, para socializa vía
instituciones patriarcales WhatsApp.

33 www.focos.org

162
como; fondeadoras, evitar caer en
Organizaciones no la ilegalidad.
gubernamentales,
instituciones de salud etc. No utilizan la
El servicio que brindan es red social
una adaptación del modelo WhatsApp, por
de acompañamiento de la considerarla
Línea de Aborto de Chile, de insegura.
donde retoman sus Utilizan
experiencias y telegram, pues
aprendizajes. esta aplicación
encripta los
Respaldan su práctica en mensajes, lo
los vacíos legales del que garantiza
Código Penal de Chiapas; mayor
a) dar información sobre confidencialida
aborto no está penado y, d. Para enviar
b) entregar medicamentos correos
no es un delito. electrónicos
utilizan Riseup
Comprometidas con su por
postura lesbofeminista– considerarla
separatista, piden a las una alternativa
mujeres que no se segura.
acompañen de un hombre
durante su proceso de
aborto, sin ser insistentes
en este aspecto, pues son
ellas las que tomarán la
decisión de vivir su aborto
con quién decidan. Creen
que el acompañamiento
durante aborto debe ser
para mujeres y entre
mujeres, por esta razón,
sólo proporcionan
información sobre aborto
con medicamentos a
mujeres.

Defienden el aborto libre,


seguro y a bajo costo
mediante medicamentos
(misoprostol). Critican la
injusticia social que rodea a
la información sobre
aborto, pues son las
mujeres marginadas
históricamente por
motivos de raza, etnia,
posición económica y edad
quienes enfrentan más
barreras en el acceso a la
información en materia de
salud, éstas diferencias se
agudizan cuando la
información versa en

163
asuntos relacionados al
acceso al aborto.

Piensan al
acompañamiento feminista
como un acto político que
permite a las mujeres
rebelarse al régimen
heteropatriarcal donde la
maternidad es obligatoria;
“…Recomendamos
el lesbianismo
como una
propuesta cultural y
política de amor
entre mujeres,
donde existe el
potencial político
rebelde de
abandonar la
heterosexualidad
como régimen
político que no ha
hecho más que
arrebatarnos
nuestras energías y
existencias”34.

Apuestan por la
politización del
acompañamiento, creen
que el acompañamiento
favorecerá que las mujeres
hagan de lado a las
instituciones patriarcales
(iglesia, heterosexualidad,
familia y estado) que decide
sobre su cuerpo y sus
decisiones. Bajo esta
premisa, un aborto feminista
será aquel fuera de
contextos médicos, bajo
márgenes de seguridad y
autocuidado mínimos.

Consideran que el
acompañamiento servirá, a
su vez, para desmitificar al
aborto como un crimen
que las mujeres deban
cargar bajo sus espaldas.
No hacen referencia a las
tres causales por las cuales
las mujeres pueden abortar
legalmente en Chiapas,
para ellas carece de
importancia, pues insisten

34
http://sinfuero.com.mx/sociedad/decide-suspender-embarazo-llame-linea-aborto-chiapas/.

164
en la capacidad autogestiva
del aborto realizado por las
mismas mujeres en casa.

Para ellas el
acompañamiento es
“poner el cuerpo” por
otras mujeres. Consideran
que el aborto es ancestral y
por tanto, es necesario que
las acompañantes o
aborteras, –término que
reivindican–, formen redes
que les permita hacer
frente a la criminalización
socio-cultural.

No dan consejería sobre


anticonceptivos en ningún
momento del
acompañamiento.

Tipo de Acompañamiento Protocolo de Limite de Protocolo de Perfil de mujeres


medicamentos semanas de seguridad acompañadas
utilizado embarazo para utilizado por
acompañar las
acompañantes
-----
INCODESI Acompañamiento que se Sin límite de Sin protocolo Mujeres en edad
Instituto de respalda en los Derechos semanas de de seguridad. reproductiva de
Sexuales y Reproductivos, embarazo para San Juan Chamula
Cooperación para el el Derecho a la acompañamiento. y Zinacantán
Desarrollo con información y a la salud. El principalmente.
Igualdad A.C. acompañamiento es
adaptado a cada caso. El contacto con las
Comunidades de los mujeres es a través
altos de Chiapas Promocionan el acceso a la de aliadas (médicas
información entre las y enfermeras) que
comunidades indígenas, trabajan en
respetando sus creencias. comunidades de
los Altos de
Su incidencia ha sido Chiapas.
circunstancial. Gracias a el
vínculo de confianza que se
forma luego de los talleres
que imparten sobre
Derechos Sexuales y
Reproductivos, las mujeres
o parejas con un embarazo
no deseado se acercan y
piden asesoría para abortar,
por tal motivo no cuentan
con un protocolo de
acompañamiento definido.

165
Tipo de Acompañamiento Protocolo Limite de Protocolo de Perfil de mujeres
medicamentoso semanas de seguridad acompañadas
embarazo para utilizado por
acompañar las
acompañantes

Fondo MARIA para Acompañamiento con 3 dosis de 4 12 semanas de Utilizan su Mujeres en edad
la Justicia Social enfoque feminista, pastillas de gestación con nombre de pila reproductiva de
empodera a las mujeres Misoprostol (200 medicamentos. para dar todos los estratos
MARIA (Mujeres, mediante información mcg) sublingual información económicos y
Aborto, sobre su derecho al aborto, cada 4 horas. Mujeres de más vía telefónica. Estados de la
Reproducción, transformando el tabú que de 12 semanas de República.
Información y existe alrededor del tema embarazo se Emplean un
Acompañamiento). hacia uno que subraye los canalizan a la celular sólo
CDMX aspectos positivos al tomar CDMX a clínicas para
esta decisión de forma aliadas, para que acompañamien
digna y libre. interrumpan tos.
mediante AMEU.
Asimismo, son una vía para Enuncian un
que las mujeres decidan de párrafo al
acuerdo a sus posibilidades inicio de las
y se valgan de sus redes de conversaciones
apoyo. telefónicas que
las protege “Es
El acompañamiento que tu derecho a la
brindan es integral, en información sobre
tanto que apoyan a las tu salud y yo
mujeres no sólo en la estoy ejerciendo
logística para trasladarse a mi derecho a la
la CDMX y mediante libertad de
información, sino expresión”.
financiera y
emocionalmente, a las Solicitan un
mujeres que así lo ultrasonido
necesiten. para
comprobar el
Fondo MARIA es un número de
fondo revolvente. semanas de
Funciona mediante embarazo y
donaciones de que éste se
Organizaciones encuentre
Internacionales, donadores dentro del
personales y de las mismas útero.
mujeres apoyadas con
anterioridad, quienes Asimismo
contribuyen de acuerdo a exploran los
sus posibilidades factores de
socioeconómicas. riesgo en cada
caso, de
Intentan remediar las detectarse
brechas de injusticia social riesgos se
en el país, de manera que procede a
los abortos seguros sean trasladar a las
accesibles a todas las mujeres a la
mujeres, especialmente a CDMX.
las precarizadas del interior
de la república. Priorizan

166
casos complicados y se
procede a apoyarles para
viajar a clínicas
especializadas de
Interrupción Legal del
embarazo en la CDMX
donde el aborto está
despenalizado.

Cuenta con una línea


telefónica gratuita,35 que
opera como primer
contacto para muchas
mujeres sin acceso a
internet. En un segundo
momento, si las mujeres
deciden viajar a la CDMX,
la atención es personal. Las
acompañantes las reciben
desde el momento en el
que llegan a la ciudad hasta
que regresan a su estado de
origen.

Se manejan bajo la premisa


de que abortar no es
placentero y que es mejor
evitarlo. Orientan a las
mujeres sobre métodos
anticonceptivos para
prevenir un embarazo no
deseado en el futuro. Ellas
deciden cual utilizar de
acuerdo a sus condiciones
de vida.

Posterior a la interrupción
legal del embarazo, se les
aplica un cuestionario de
seguimiento que permite la
retroalimentación. Sin
embargo, muchas mujeres
no desean responder a éste.
Tipo de Acompañamiento Protocolo Limite de Protocolo de Perfil de mujeres
medicamentoso semanas de seguridad acompañadas
embarazo para utilizado por
acompañar las
acompañantes

Las Libres Guanajuato Empoderan a las mujeres 2 dosis de 4 Hasta la semana Las Mujeres de todos
con información sobre pastillas de 16 con acompañantes los estratos sociales
autonomía sexual, derecho Misoprostol (200 medicamentos. están de Guanajuato,
al acceso a tecnologías mcg) sublingual. Después se informadas Guanajuato.
médicas –uso de Cada cuatro canaliza a médicas sobre sus
misoprostol para abortar horas. aliadas derechos, en el

35 Desde el interior de la república 01 800 832 73 11/ En la CDMX: 52 43 50 54

167
en casa–. Acercan la capacitadas en estado de
tecnología del aborto *De no tener un AMEU. Guanajuato.
medicamentoso a las aborto completo,
mujeres que así lo decidan. se pide a las Están
Proporcionan las pastillas – mujeres tomar conscientes de
misoprostol– de manera una dosis que hay leyes
gratuita. Algunas mujeres adicional de internacionales
que no han ocupado las 3 misoprostol (200 que legitiman
dosis de misoprostol, las mcg) sublingual. el aborto,.
“donan” a otras. Laboran con
*Si después de la un protocolo
Las Libres, hablan tercera dosis no de seguridad
abiertamente sobre el arrojan todos los mínimo.
acompañamiento que restos toman una
realizan, su experiencia cuarta dosis de Utilizan un
indica que ser explícitas, misoprostol 24 celular alterno
reduce el estigma social horas. después. para
alrededor del aborto. acompañar.
Nombran a su labor como
“acompañamiento social”,
pues intenta disminuir el
estigma construyendo
redes alrededor de la mujer
o pareja por abortar. Estas
redes sirven a su vez como
estrategia pedagógica en la
que las mujeres comparten
sus experiencias de aborto
y aprenden unas de otras.
Éstos círculos de reflexión
entre mujeres, reducen el
estigma social y empodera
a las mujeres.

Se respaldan en leyes
internacionales que
legitiman el derecho al
aborto, pese a que laboran
en un contexto local
altamente restringido –
Guanajuato–, donde se ha
encarcelado a mujeres bajo
el delito de “homicidio en
razón de parentesco” por
abortos espontáneos.
Asimismo se apoyan en el
artículo 4º y 1º
Constitucional, afirman
que en estos artículos se
justifica el aborto como
derecho.

Han recogido las


experiencia de las mujeres
respecto a sus sensaciones
corpóreas durante sus
abortos medicamentosos;

168
las características del
sangrado, el tipo de dolor
al que se enfrentan, etc.
Dichos conocimientos
subjetivos han sido
socializados de boca en
boca, permitiéndoles
distinguir un aborto
completo de uno
incompleto. Han
implementado una última
dosis de medicamento (4
pastillas de misoprostol),
para los casos de abortos
incompletos, de esta
manera, las mujeres arrojan
todos los restos
intrauterinos, sin la
necesidad de recurrir a
clínicas para realizarse
AMEU. Esta última dosis,
además, baja los costos del
procedimiento de aborto.

No se da consejería sobre
anticoncepción, pues
consideran que son dos
procesos diferentes; vida
reproductiva y aborto. Su
postura es muy crítica
respecto a la doble moral
de la iglesia católica, que
influye negativamente en la
vida privada de las mujeres.
Afirman que dar consejería
sobre anticonceptivos
estigmatiza al aborto, pues
se le vincula con un
“castigo” por tener
relaciones sexuales sin
protección.
Tipo de Acompañamiento Protocolo de Limite de Protocolo de Perfil de mujeres
medicamentos semanas de seguridad acompañadas
utilizado embarazo para utilizado por
acompañar las
acompañantes
Missovarias Se respaldan en el derecho 2 dosis de 4 12 semanas, Dan Mujeres en edad
Colectiva autogestiva a la información sobre pastillas de algunas acompañamien reproductiva que
CDMX salud sexual y en el derecho Misoprostol (200 acompañantes tos a nombre las contactan vía
a la confidencialidad. mcg) sublingual. dan información a personal. No telefónica desde
Cada 4 horas las mujeres que dan sus distintas partes del
Las mujeres las contactan desean apellidos ni país.
por medio de Facebook o *De no arrojar interrumpir con otros datos
WhatsApp en un primer todos los restos, se embarazos en el personales.
momento y el da a las mujeres segundo trimestre
acompañamiento se da una dosis adicional de gestación.
de misoprostol
posteriormente vía

169
telefónica o de manera (400 mcg)
personal. sublingual.

No tienen miedo de
mostrarse públicamente
pues laboran en un
contexto donde el aborto
se encuentra despenalizado
desde el 2007.

Retoma las experiencias y


aprendizajes de Las Libres,
Guanajuato, adaptándolo al
perfil de las mujeres
atendidas.

No dan consejería sobre


anticoncepción.

Acompañamientos Acompañamientos muy 3 dosis de 4 Depende de los Cada mujer Cualquier mujer en
autogestivos diversos, en tanto que las pastillas de límites personales utiliza sus edad reproductiva.
mujeres que se acompañan Misoprostol (200 que definan las herramientas
son distintas y de varios mcg) sublingual. acompañantes personales;
estados. algunas
En ocasiones, si acompañan en
En la mayoría de los casos, tienen a la mano las casas de las
el contacto es por medio de el kit de MS de mujeres que
redes sociales, las mujeres miso + mife, abortan,
las contactan porque este es el creándose
buscan información sobre protocolo lazos de
aborto medicamentoso en utilizado. complicidad
las redes sociales, lo que entre mujeres.
eventualmente las lleva a
encontrar alguna Utilizan
acompañante que las aplicaciones
informe en su proceso de como telegram
aborto. para
comunicarse y
No dan consejería sobre como
anticoncepción, a menos protección
que las mujeres les ante casos de
pregunten sobre sus acoso
alternativas. cibernético.

IPAS y Centro Las Libres (productores) y Montaño G. (director). (2013). El imparable acompañamiento
[documental]. Guanajuato, México.

Lesbianas y Feministas por el Derecho a la información (2017) Sistematización de la experiencia del campamento
“Por la autonomía de nuestros cuerpos” Campamento entre acompañantes en aborto San Cristóbal de las Casas,
13,14 y 15 de Octubre 2017.

170
MANUAL SORORARIO PARA ACOMPAÑANTES
DE ABORTO

171
Manual sororario para acompañar abortos
ÍNDICE

1. ¿Qué es acompañar desde la sororidad? p. 2


2. Código ético de acompañantes p. 3
3. Objetivos de este manual p. 5
4. Consideraciones p. 6
5. Primer contacto p.8
6. Identificando el número de semanas de embarazo p.11
7. Antes de dar información sobre el uso de medicamentos para abortar p.14
8. Compra del medicamento p.15
9. ¿Cómo tomar el medicamento? p.17
10. Manejo del dolor y síntomas esperados p.23
11. Contención emocional p.25
12. Verificar que sea un aborto completo p.26
13. Seguimiento y cierre p.27
14. Autocuidado p.28
——————————————————————————————————
Leyes que protegen el Derecho al Aborto p. 30
Preguntas frecuentes p. 31
Lista de Colectivas y Organizaciones de la Sociedad Civil en Chiapas p.32
El acompañamiento feminista durante
procesos de aborto brinda seguridad, sostén e
información ante la decisión de abortar de las
mujeres, dentro de una relación de horizontalidad,
complicidad y empoderamiento de ambas partes.

Se da en un entorno de buentrato y de
empatía, pues reconoce a las mujeres como sujetas
1. ¿Qué es acompañar de derechos y protagonistas de su aborto, son
desde la sororidad? ellas las que conocen su cuerpo, sus herramientas
personales y saben quienes serán sus aliadas/os en
la consecución de su aborto.

Es activismo político pues conduce a las


mujeres a ejercer su derecho a la salud. Favorece
su autonomía sexual y el acceso a las tecnologías
que facilitan el abor to –misoprostol y
mifepristona–, respetando las creencias y
condiciones socio económicas de cada mujer.

2
2. Código ético de acompañantes
Las acompañantes construimos una nueva
ética feminista amorosa, una contra resistencia
ante la medicina hegemónica patriarcal y
violenta.1

Las acompañantes somos activistas


políticas feministas y hacemos este trabajo de
manera voluntaria.

Las acompañantes nos colocamos en un


plano horizontal con las mujeres que abortan.

1. Basado en “Los Principios éticos fundamentales del yo”, en Lagarde, M. (1998).


Claves feministas para el poderio y la autonomia de la mujeres: Memoria. Puentos de Encuentros.

3
Las acompañantes no nos ponemos en
riesgo. Conocemos cuáles son nuestros límites
para acompañar y sabemos decir no ante los
casos que nos rebasan emocional o físicamente.

Las acompañantes tomamos medidas de


autocuidado, pues sabemos que la labor que
realizamos es emocionalmente desgastante.

4
3. Objetivos de este manual

1. Brindar una guía básica para las acompañantes de 4. Proponer medidas de autocuidado para
abortos de Chiapas. acompañantes.

2. Difundir saberes que las acompañantes han reunido en 5. Reconocer y nombrar a las redes/ colectivas que
la experiencia. realizan acompañamientos en Chiapas.

3. Reconocer a la labor de acompañamiento como una


labor necesaria, que se apoya en el uso de medicamentos
eficaces y seguros para abortar.

5
4. Consideraciones

Esta guía está diseñada para las activistas que El misoprostol es un medicamento no invasivo,
acompañan abortos con medicamentos en el eficaz y seguro para una variedad de usos
estado de Chiapas. Se acompaña sólo a las mujeres obstétricos. Provoca contracciones en el útero,
que estén decididas a abortar. ocasionando la expulsión de su contenido, estos
efectos se comparan con los de un aborto
No pretende homogeneizar o estandarizar los espontáneo. Puede usarse fuera del sistema de
acompañamientos, se trata de una herramienta que salud y se consigue de manera relativamente fácil
busca ser de ayuda para las acompañantes y puede en las farmacias.
adaptarse a distintos casos.
La mifepristona es un medicamento creado en los
El trabajo de acompañamiento es legal y se apoya años 80´s para interrumpir embarazos. También se
en el derecho al aborto, nombrado en diversas utiliza para tratar la endometriosis, fibrosis e
leyes y tratados internacionales (ver anexo de inducción al parto. El uso combinado de
Leyes Internacionales que legitiman el derecho al misoprostol y mifepristona es más eficaz para
aborto). Es por tanto una labor de justicia social, abortar (su índice de efectividad es del 91%). La
pues sólo las mujeres de la CDMX tienen acceso a combinación de estos dos medicamentos es el
un aborto despenalizado. régimen utilizado en las clínicas especializadas para
interrumpir legalmente embarazos en la Ciudad de
El acompañamiento es distinto a la consejería, México desde el 2007, probando ser seguro.
pues se proporciona información a las mujeres
sobre como abortar y son ellas las que toman las
decisiones que mejor les convengan.

6
Antes de comenzar a dar información a las mujeres En esta guía se describen distintos métodos
es necesario establecer confianza y hacerles saber que medicamentosos para abortar. Asimismo, se menciona
se les acompañará de principio a fin en su proceso de el protocolo a seguir en embarazos de más de doce
aborto. semanas de gestación. La experiencia de varias
colectivas demuestra que existe una necesidad de
Algunos casos se saldrán de los límites que abortar en mujeres con embarazos tardíos. Es tu
previamente han identificado las acompañantes. Se les responsabilidad, identificar el límite de semanas que
comunica que es posible hallar una solución por estás dispuesta a acompañar. La Organización Mundial
medio de otras organizaciones o colectivas aliadas, de la Salud, ha publicado el régimen medicamentoso a
para que su aborto sea exitoso y no se comprometa seguir en estos casos, lo que demuestra que los
su salud. medicamentos funcionan2 y que estos procedimientos
son seguros.

2 Manual Aborto sin riesgos de la OMS, publicado en el 2014, página 43


https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/
10665/77079/9789243548432_spa.pdf ?sequence=1

7
5. Primer contacto
1. La primera vía de comunicación suele ser por redes
sociales (WhatsApp, FB, etc.), solicita al menos una llamada
telefónica con ella, para que el trato sea personal.

2. Hablar directamente con las mujeres que solicitan


información sobre aborto con medicamentos. Esto permitirá
crear un vínculo de confianza. También te permitirá
identificar sus necesidades y las herramientas con las que
cuentan para que su aborto sea exitoso. Si alguien más pide
información sobre el procedimiento, pedir comunicación
directa con ellas, pues son las que conocen su cuerpo.

3. Establece un clima de confianza utilizando un lenguaje


sencillo. Comunícale que su nombre y los datos que te
proporcione, serán confidenciales y que por ningún motivo
los utilizarás, ni siquiera con fines académicos o científicos.

4. Exprésale que la acompañarás de principio a fin, aún


cuando su caso sea complejo. Si identificas desde el principio
que su caso rebasa tus límites personales, dile que no se
preocupe, pues la pondrás en contacto con colectivas u
organizaciones aliadas que le pueden acompañar sin
prejuicios. Siempre hay una solución ante su decisión de
abortar.

8
5. Escucha atentamente sus necesidades. La experiencia
de las acompañantes, demuestra que la mayoría de ellas
se encuentran ansiosas debido a los mitos y al estigmas
alrededor del aborto. La mayoría de las personas,
incluso médicos, desconocen el funcionamiento de los
medicamentos para abortar.

6. Responde sus dudas con tranquilidad. Tu función


como acompañantes es dar información sin estigmas,
de esta manera las mujeres se tranquilizarán y harán la
comunicación más sencilla.

7. Se honesta sobre el procedimiento y explícale que es


un procedimiento sencillo pero más doloroso que una
menstruación.

8. Evita enjuiciarla sobre su situación, evita preguntar


sobre su contexto familiar, su pareja y sobre otras
cuestiones personales no relacionadas con su proceso.

9
9. Explícale que acompañas de manera voluntaria y que no eres médica. Comenta que
conoces esta información pues has acompañado otros casos o tú misma has abortado
utilizando este método (según sea el caso). También puedes decirle que los abortos con
medicamentos son sencillos pues incluso la Organización Mundial de la Salud ha declarado
que es seguro utilizar estos medicamentos para abortar en casa. Esta información ha
ayudado a mujeres de todo el mundo a abortar y consideras que es necesario que se difunda
en países como México, donde solo en la CDMX está despenalizado.

10. En los casos en los que las mujeres estén preocupadas por la situación legal del aborto,
puedes decirles que:

a. Hay leyes internacionales que protegen al aborto como derecho.


b. Es su derecho tener información sobre su salud.
c. Otro argumento es el de la injusticia social, pues las mujeres de la Ciudad de México
pueden abortar “legalmente” desde el 2007, utilizando el mismo procedimiento. En las
clínicas especializadas se les proporciona el medicamento de manera gratuita y la toma de
éstos la realizan en sus casas ¿por qué si ellas se encuentran en otro estado es ilegal?

10
6. Identificando el número de semanas de embarazo

1. Bajo el entendido de que son las mujeres las que conocen su cuerpo, pregúntale:

a) ¿Cómo es que te aseguraste de que estás embarazada? ¿Qué tipo de prueba se


realizó?, ¿fue una prueba de orina, de sangre o si se hizo un ultrasonido?, ¿cuántas
semanas arrojó el estudio?
b) Pregúntale ¿cuál fue su última fecha de menstruación? El embarazo se empieza a
contar a partir del primer día de su última menstruación. Hay calculadoras llamadas
gestogramas en línea, algunas páginas que ofrecen calcular el tiempo de embarazo llaman al
feto o producto “bebé”, también felicitan a las mujeres por ser madres, lo cual es
estigmatizante, por eso recomiendo seguir estos links:

• https://www.medicacenterfem.com/embarazo/calculadora-de-embarazo/

• https://es.calcuworld.com/calculadoras-de-embarazo/calculadora-de-semanas-de-
embarazo/

2. Si identificas que tienen menos de 12 semanas, es candidata para el aborto con


medicamentos.

11
3. Si averiguas junto con la mujer que tiene casi 12 semanas (semana 11),
explícale brevemente que el medicamento sólo funciona en 8 de cada 10
mujeres y que posiblemente tendrá que repetir la dosis, –de cualquier
manera los medicamentos son eficaces hasta el segundo trimestre–.

4. Para los casos en los que las mujeres puedan/decidan viajar a la


CDMX. Estos casos serán muy pocos pues son pocas las mujeres con
recursos suficientes para viajar (ver anexo con la lista de clínicas
especializadas en ILE de la CDMX). Para estos casos; explícales los
procedimientos que ofrecen las clínicas especializadas en Interrupción
Legal del Embarazo (ILE) de la Ciudad:
a) Para las mujeres de menos de 10 semanas, residentes de la
CDMX: mifepristona + misoprostol, sólo el mife lo toman en la
clínica, el miso lo toman en sus casas, regresando una semana más
tarde para segumiento médico.
b) Para las mujeres foráneas o de más de 10 semanas se les practica
AMEU (Aspiración manual endouterina), es una aspiración del útero
por medio de un tubo de plástico. En las clínicas de la CDMX todas
las mujeres tienen derecho a un aborto de manera gratuita, incluso
las mujeres que no son residentes. Los documentos a presentar en
original y copia son tres; identificación oficial, comprobante de
domicilio (presentando el del Chiapas se les da preferencia) e
identificación oficial de acompañante (es un requisito ir
acompañada).
12
5. Una vez identificado el número de semanas de gestación,
analiza si estás dispuesta a seguir adelante acompañando
este caso. Es necesario hacer esta pausa y recordar tus
límites personales previamente establecidos. Recuerda que a
pesar de que los medicamentos funcionan para embarazos
de segundo trimestre, el desgaste al acompañar a las
mujeres es mayor. Si es el caso canaliza a la mujer a alguien
más que tenga más experiencia dando información sobre
interrupciones de embarazo avanzadas y que esté dispuesta
(ver anexo de OSC y colectivas aliadas).

13
7. Antes de dar información sobre el uso de medicamentos para abortar
Identifica, junto con la mujer, si cumple con las condiciones para que el medicamento tenga efecto.
Es candidata para usar misoprostol o su combinación
(mifepristona + misoprostol) No es candidata
Ha comprobado que tiene un embarazo por medio de una No ha comprobado su embarazo por medio de una prueba
prueba de orina, sangre o ultrasonido. (orina, sangre o ultrasonido)

Su embarazo es menor a 12 semanas. Se puede utilizar Tuvo una cesárea recientemente (menos de 6 meses)
misoprostol de manera segura en embarazos de hasta 15-16
semanas, pero la efectividad baja.
Ha ubicado un servicio de emergencias en caso de tener Tiene un DIU. Debe retirárselo antes de seguir el
una hemorragia, (la posibilidad es mínima, sin embargo es procedimiento, si no lo retira la probabilidad de que queden
necesario ) restos en el útero incrementa. El DIU puede retirarse
fácilmente jalándolo fuera del canal cervical.

Cuenta con un espacio en el que descansar y ha identificado Tiene embarazo ectópico, en estos casos el medicamento no
a las personas aliadas que le pueden acompañar en el funcionará pues el embarazo se encuentra fuera de la matriz.
proceso de aborto. Preguntarle si ha tenido embarazos ectópicos antes o si tiene
un dolor repentino e intenso en el vientre. Otros síntomas
para detectar son sangrados vaginales, mareos, desmayos y
palidez. No obstante es necesario que se realice un
ultrasonido para descartar embarazo ectópico.

Tiene anemia severa o sabe que tiene un trastorno de la


sangre como Porfiria.

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8. Compra del medicamento
Una vez identificado el número de semanas de embarazo, así como las condiciones
necesarias para un aborto con medicamentos, puedes comenzar a dar información
sobre la compra del misoprostol o de su combinación (mifepristona + misoprostol).

El misoprostol es un medicamento no controlado, ya que se utiliza para la


artritis y para tratar úlceras gástricas, se puede conseguir sin receta médica en
cualquier farmacia. Los nombres bajo los cuales se comercializa, son los siguientes;

• Cytotec de Pfizer: ($1500- 3,300 aprox.).


• Taneciprol de DKT: ($569 aprox.) en Farmacias del Ahorro.
• Cyrux: ($550 aprox.) en Farmacias similares.
La recomendación es comprar el medicamento en supermercados o en grandes
cadenas (por ejemplo Chedraui, Farmacias Similares), no pueden negar la venta del
medicamento pues no es un antibiótico.

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Otra opción es conseguir la combinación misoprostol + mifepristona. Colectivas y
acompañantes de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, tienen acceso a un kit de mife más miso,
pero es necesario ponerse en contacto con ellas (ver directorio de organizaciones aliadas).
La ventaja de usar esta combinación es que la efectividad aumenta, y los síntomas adversos
del misoprostol solo, disminuyen.

Una vez tomada la mifepristona, el aborto comenzará pues este medicamento detiene la
producción de la progesterona, hormona del embarazo. El misoprostol, por su parte
produce contracciones que hacen que el útero se vacíe. Esta combinación tiene un índice de
efectividad del 98%. 3

3 Ramón Michel, A. y Ariza Navarrete, S. (2017). Misoprostol, Entre la indolencia y el sesgo, el derecho de las mujeres a beneficiarse
de los avances científicos en materia reproductiva, Consorcio Latinoamericano contra el aborto inseguro

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9. ¿Cómo tomar el medicamento?
Antes de explicar el protocolo de ingesta de medicamentos para inducir el aborto, dile que el
aborto es un derecho y que la información que les darás es importante para su salud.

Refuérzale la idea de que los medicamentos son seguros pues hasta la Organización Mundial
de la Salud ha declarado que las mujeres pueden usarlos sin consecuencias adversas en sus
casas. Las clínicas de ILE en la ciudad de México utilizan el mismo protocolo
medicamentoso.

Un ejemplo es este:

“La información que te daré es importante para tu salud, y es tu


derecho saberla. La forma de tomar los medicamentos ha sido
recomendada por la OMS y es la misma que utilizan las mujeres en las
clínicas especializadas de la CDMX, la experiencia de allá es que no
se requiere permanecer en una clínica, es decir puedes tomar los
medicamentos en tu casa sin ningún problema”.

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Antes de tomar los medicamentos:
• Asegúrate de seguir comunicada con la • Menciónale que es mejor tomar los medicamentos
mujer que acompañas. Dile que tú estarás durante el día, pues en la noche será más difícil notar
pendiente por whatsapp o por teléfono de la cantidad de sangrado que se está teniendo.
su proceso. Exprésale que es necesario por
la seguridad y la tranquilidad de ambas, el • Recomienda que coma ligero y tome muchos
permanecer en constante comunicación. líquidos, la efectividad de los medicamentos aumenta
Recomiéndale estar en un lugar en el que se cuando se toman más agua.
sienta cómoda con un baño cerca, pues
necesitará al menos 12 horas para comenzar • Diseña un plan de acción con la mujer, por si el
el sangrado y la expulsión. proceso llega a complicarse, contar con dinero extra
para tener a la mano el teléfono de un taxi o de
• Si es el caso, pídele que identifique a una alguien que pueda trasladarla a un hospital cercano (el
persona de confianza que esté pendiente del peligro de sangrar excesivamente es mínimo, pero
procedimiento; amiga, hermana, etc. (en existe).
algunos casos las mujeres no cuentan con
nadie que les acompañe o no quieren que • Además de los medicamentos (mife y miso),
nadie sepa de su aborto, el acompañamiento necesitarán toallas sanitarias normales, medicamentos
que se dará es más intenso y es más para el dolor (sólo ibuprofeno o ketorolako, no
responsabilidad para las acompañantes). En aspirina) y para controlar diarrea (lomotil) y náuseas
este momento, te sugiero que pienses de (dramamine).
nuevo en tus límites personales.
18
Dependiendo del caso, explicar el protocolo de ingesta para misoprostol
solo o la combinación de mifepristona + misoprostol recomendado aquí (es
el mismo de la OMS). En algunos casos, las mujeres llaman con un aborto
en curso y ya han tomado las pastillas, también puede darse el caso de
mujeres con embarazos avanzados, que están decididas a interrumpir aún
sin acompañamiento de ningún tipo.

Aquí se describen tres protocolos distintos:

1.Aborto con misoprostol solo.


2.Aborto con misoprostol y mifepristona.
3.Aborto con medicamentos para embarazos de entre doce y hasta
quince semanas.

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1. Aborto con misoprostol solo
(hasta doce semanas de gestación)
1. Colocar dos pastillas de 200 mcg (microgramos)
debajo de la lengua (Vía sublingual).

2. Esperar tres horas y colocar otras dos pastillas, de 200


mcg debajo de la lengua.

3. Repetir hasta completar cinco dosis de misoprostol.


En total son cinco dosis de 200 mcg.

4. Se utilizan 10 pastillas en total ( 5 dosis x 200mcg =


1000 mcg). El proceso empezará en las siguientes 24
horas.

Vía sublingual:

Misoprostol vía sublingüal

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Aborto con misoprostol + mifepristona
(hasta doce semanas de gestación)

1. Tomar mifepristona (200 miligramos) vía oral.

2. Después de 24 horas, colocar 4 pastillas de


misoprostol (200 mcg) vía bucal (2 pastillas de un
entre el cachete y la encía y dos del otro lado).
Después de media hora pasar los restos de las
pastillas con agua. En este momento se toman las
pastillas para el dolor.

3. En total una pastilla de mifepristona de 200 mg, 1. Mifepristona vía oral (tragadas)
más 4 pastillas de misoprstol (4 dosis x 200mg =
800mg).

21
2. Misoprostol vía bucal
Aborto con medicamentos para embarazos de más de doce semanas y hasta
15 semanas
Con misoprostol Con mifepristona y misoprostol.

1.Colocar dos pastillas de 200 mcg 1. Tomar una pastilla de mifepristona


debajo de la lengua (2x 200 mcg = 400mcg). (200 miligramos) vía oral.

2. Esperar cuatro horas y colocar otras 2. Después de 36- 48 horas de la toma del
dos pastillas debajo de la lengua. mife, colocar sublingualmente dos pastillas
de 200 mcg de misoprostol.
3. Repetir hasta completar 5 dosis de
misoprostol cada cuatro horas. En total 3. Repetir la toma del misoprostol tres
s o n c i n c o p a s t i l l a s d e 2 0 0 horas después hasta completar cinco dosis.
microgramos (mcg), se utilizan 10 Se utilizarán 10 pastillas de misoprostol
pastillas de misoprostol (5x200 mcg= de 200 microgramos (mcg) (5x200mcg =
1000mcg). El proceso empezará en las 1000 mcg).
siguientes 24 horas.

*Es importante conocer estos protocolos ya que en algunos casos, mujeres con
embarazos de más de doce semanas hacen contacto después de iniciar la ingesta de
medicamentos.

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10. Manejo del dolor y síntomas esperados
Todas las mujeres son distintas en cuanto a la cantidad de dolor que
experimentan, puedes decirle que el dolor que experimentará será
mayor al de una menstruación por las contracciones que produce el
miso. Ayuda decirles que los cólicos que experimentarán serán
mayores a los de una menstruación normal, pero no intolerables.

Si se evita hablar sobre este punto, la ansiedad y los dolores que


sientan, alargarán el proceso de expulsión y desviarán la atención de
las señales de alerta. Reafírmale que antes de iniciar la toma del
misoprostol es necesario que tomen ibuprofeno para el dolor o
ketorolaco.

Explícale que el misoprostol produce contracciones uterinas que


harán que se vacíe su útero, por consiguiente tendrá dolores mayores
a los de una menstruación normal. En una menstruación normal las
mujeres tomamos syncol para disminuir el dolor pero en este caso
harán que los cólicos disminuyan y no es el efecto que buscamos.
Reafírmale que evite el uso de syncol, en vez de este puede tomar
ibuprofeno (400 mg cada 6 horas) o si es el dolor es más intenso de
(800 mg cada 6 horas). También puede tomar ketorolaco (dos
pastillas debajo de la lengua de 30 mg).
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Los síntomas normales, derivados de la toma del misoprostol son:
• Sangrado más abundante que el de una menstruación, con coágulos y tejidos. El olor y el
sangrado son los mismos que los de una menstruación.
• Dolor y cólicos mayores a los de una menstruación. Se puede tomar ibuprofeno (de 400 o 600
mg) cada 6 horas. No tomar pastillas para cólicos menstruales pues reducen los efectos del
misoprostol.
• Diarrea, náuseas y escalofríos. Para evitar estos síntomas se aconseja tomar estos
medicamentos media hora antes de ingerir el miso:
o Para la diarrea tomar 2 pastillas de Loperamida (Lomotil).
o Para las náuseas tomar 1 pastilla de Dramamine.
o Fiebre leve de no más de 38 grados que dure un día.
o Escalofríos, tomar ibuprofeno (de 400 o 600 mg) cada 6 horas..

Después de estos síntomas el sangrado continuará unos días y hasta tres semanas. El sangrado varía
considerablemente en cada mujer. Aun con el sangrado, la fertilidad vuelve a la normalidad.
Los síntomas de alerta son:
• Fiebre de más de 38 grados por más de 24 horas, esto es signo de infección.
• Dolor fuerte en abdomen o en ovarios que no se quita después de 48 horas de usar
misoprostol.
• Olor y color de sangrado distinto al normal, puede tratarse de una infección.
• Llenar de sangre 4 toallas en dos horas seguidas.

Si presentan algún síntoma de alerta pueden presentarse en cualquier hospital diciendo que está
teniendo mucho sangrado acompañado de fiebre o escalofríos. Dile a la mujer que si llega a acudir a un
hospital público o privado exprese que no sabe que es lo que sucedió y que no sabía que estaba
embarazada en primera instancia, esto les dará seguridad pues el aborto medicamentoso es idéntico al de
un aborto espontáneo y no hay manera de identificar la toma de medicamentos.

24
11. Contención emocional
Algunas mujeres viven el aborto con culpas, remordimiento, tristeza o arrepentimiento por haberse
embarazado sin planearlo. El sistema patriarcal, hace que el proceso de aborto represente un conflicto
o una crisis en la vida de algunas mujeres, cuando en realidad tendrían que experimentar este proceso
como uno más en su salud y en su vida reproductiva.

Por tal motivo la labor de las acompañantes es reafirmarles que la decisión que tomaron es la
correcta pues son ellas las saben que es lo mejor para sus vidas. Algunas mujeres ya cuentan con los
recursos materiales y económicos para la consecución de su aborto, pero requieren la validación de
una persona externa. En estos casos el acompañamiento valida una decisión que ellas ya han tomado y
funge como vía para el ejercicio de sus derechos.

Otra de las labores es escucharles activamente, sin juicios. Es recomendable no hablar más de la
cuenta, es decir escucharles primero para contestarles según sus necesidades.
Se recomienda utilizar un lenguaje respetuoso con ellas, evitar el uso de palabras hirientes o
estigmatizantes.
En el contexto mexicano donde la mayor parte de la población sigue siendo católica, se vuelve
vital respetar las creencias religiosas. Por eso, si detectas que la mujer experimenta culpa sobre la
decisión que está tomando, puedes hablarle de un dios amoroso que comprende sus decisiones y las
respeta.

La contención emocional se puede adaptar a cada caso, pero en primera instancia tiene que
contener los elementos antes descritos, reafirmar la decisión de las mujeres, escucha activa y lenguaje
respetuoso.

25
12. Verificar que sea un aborto completo

Algunos de los síntomas que denotan que las pastillas no tuvieron efecto, son los siguientes:

• No se produjo sangrado, en tales casos no se expulsó el saco gestacional y no se


produjo un aborto. Puedes indicarles que repitan las dosis, pero esperando unos
días, a algunas mujeres los efectos de las pastillas tardan más de la cuenta.
• Si hay dolor en el estómago o en el bajo vientre y no se produjo sangrado, se debe
descartar la posibilidad de un embarazo ectópico, por medio de un ultrasonido.
Subráyales que en estos casos su aborto sólo se puede resolver asistiendo a una
clínica para que interrumpan su embarazo por medio de cirugía. El embarazo
ectópico es una emergencia médica y su caso será prioridad.

Dos semanas después del procedimiento con medicamentos se puede realizar un


ultrasonido para verificar que el útero esté vacío. Para las mujeres que no cuentan con dinero
para realizárselo, les puedes decir que compren una prueba de orina, estas pruebas detectan la
hormona presente en el embarazo, por tal motivo es necesario esperar tres semanas.

26
13. Seguimiento y cierre
Es importante mantenerse en comunicación con las mujeres que se acompaña, aún
cuando el aborto sea exitoso y sin complicaciones. Algunas mujeres, cuando verifican
que ya no están embarazadas, vuelven a su vida normal, algunas no quieren hablar más
del tema.

Sin embargo es necesario establecer desde un inicio, que la comunicación entre


acompañante y acompañada es muy importante pues de esta manera se resuelven las
posibles complicaciones de cada caso y las dos estarán tranquilas.

Acuerda con la mujer que acompañarás, cuál será el horario en el que se podrán
poner en contacto según sus tiempos y espacios. Asimismo acuerda una fecha tentativa
para hablarle y verificar que se encuentre bien, una vez completado su proceso de
aborto.

Cerrar cada caso es importante por autocuidado para ambas partes.

27
14. Autocuidado
El autocuidado es muy importante en un acompañamiento
sororario. El acompañamiento de aborto busca ser amoroso para
con las mujeres que buscan abortar y al mismo tiempo, busca que
las acompañantes como activistas no nos desgastemos
emocionalmente.

Algunas medidas de autocuidado que podemos adoptar son


las siguientes:

Analizar qué casos estamos dispuestos a acompañar y que


casos por nuestra historia de vida, no estamos dispuestas a
acompañar.

Disponer qué días de la semana estás dispuesta a invertir tu


tiempo y energía en el acompañamiento.

Acompañarte de otras mujeres y disfrutar de tu tiempo libre.


Evita hablar de los casos complejos que te ha tocado acompañar.
Recuerda poner en el centro a el disfrute.

Al mismo tiempo acompañarte de mujeres activistas de


aborto. Es necesario contar con una red de mujeres que cuenten
con los saberes y la información necesaria para resolver casos
complejos. No necesitas contar con toda la información para
acompañar. No necesitas resolver todo tú.

28
29
Leyes que respaldan el derecho al aborto:

Artículo 4
Constitucional
Principios
Derecho a acceder Democráticos:
a los avances Libertad de conciencia
tecnológicos: Laicismo
misoprostol y No intervención del
estado en la esfera
mifepristona privada

Derecho a
la salud
Derecho a recibir una
Derecho a la atención médica de
calidad y calidez, con
autonomía respeto a la dignidad
humana en embarazo,
sexual parto puerperio y
ABORTO.

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Preguntas frecuentes:
¿Pueden detectar qué tomé pastillas?
Ni médicos, ni enfermeras pueden distinguir entre un aborto
espontáneo y aborto inducido con pastillas.

¿Se puede complicar un aborto inducido con pastillas?


El misoprostol funciona con 9 de cada diez mujeres sin
ninguna complicación. El aborto con pastillas es seguro hasta
las 12 semanas.

Si tuve poco sangrado, ¿funcionaron las pastillas?


El misoprostol provoca sangrado abundante. Si no se presentaron
coágulos en el primer día, lo más probable es que no haya
funcionado, se puede repetir la dosis 48 horas después.

¿Se pueden usar los medicamentos después de la semana


12?
Sí pero las complicaciones aumentan. Es mejor ponerse en
contacto con acompañantes experimentadas.

¿Si me realizo una prueba de embarazo en orina, qué pasará?


Las pruebas de embarazo pueden pueden resultar positivas hasta 3-
4 semanas después del procedimiento. Las hormonas de embarazo
pueden seguir en sangre.Para mejorar el resultado se recomienda
realizarse un ultrasonido.

31
Organizaciones de la Sociedad Civil que Acompañan en Chiapas

Jóvenes
Línea aborto DDSER Chiapas
Católicas por
Chiapas
el Derecho a
Decidir San
Cristóbal de
Teléfono:
las Casas
Teléfono: 55 74 68 74 59
55 82 31 24 72
Teléfono:
967 142 78 59

32

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