T E S I S: Y Artes de Chiapas
T E S I S: Y Artes de Chiapas
T E S I S: Y Artes de Chiapas
Y ARTES DE CHIAPAS
CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE
MÉXICO Y CENTROAMÉRICA
TESIS
EL ACOMPAÑAMIENTO FEMINISTA
DURANTE EL PROCESO DE
ABORTO
LA CONSTRUCCIÓN DE UN MANUAL
SORORARIO A PARTIR DE LAS
EXPERIENCIAS Y VOCES DE LAS MUJERES
QUE ACOMPAÑAN
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
MAESTRA EN ESTUDIOS E
INTERVENCIÓN
FEMINISTAS
PRESENTA
TESIS
EL ACOMPAÑAMIENTO FEMINISTA
DURANTE EL PROCESO DE
ABORTO
LA CONSTRUCCIÓN DE UN MANUAL
SORORARIO A PARTIR DE LAS
EXPERIENCIAS Y VOCES DE LAS MUJERES
QUE ACOMPAÑAN
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
MAESTRA EN ESTUDIOS E
INTERVENCIÓN
FEMINISTAS
PRESENTA
INTRODUCCIÓN…………………………………………….………………………………...5
CAPÍTULO I……………………………………………………………….………………13
Nociones teóricas a partir de la práctica médica del aborto………………………………….13
1. El habitus médico…………………………………………………………………...13
1.1 El Habitus en el acompañamiento feminista de aborto……………………………....14
1.2 Prácticas del acompañamiento feminista…………………………………………….15
1.2.1 Afiddamento y sororidad………………………………………………….....16
1.2.2 Complicidad…………………………………………………………………17
1.2.3 Buentrato……………………………………………………………………17
1.2.4 Escucha activa………………………….……………………………………18
1.2.5 Empatía y contención emocional…….………………………………………18
1.3 ¿Qué se ha escrito sobre Acompañamiento y aborto? …….…………………………20
1.4 Aborto y derechos humanos…….…………………………………………………...28
1.4.1. Aborto como problema de salud pública…….………………………………32
1.4.1.1 El concepto de Salud integral de la OMS…….………………………………34
1.5 Acompañamiento como vía para el ejercicio de un derecho…….……….…………...40
1.5.1 Aborto, feminismo y acompañamiento…….………………………………...41
1.5.2 ¿Qué es el acompañamiento durante un aborto inducido? …………………..46
1.5.3 ¿Consejería, orientación o acompañamiento? …………….………………….47
1.6 Acompañamiento psicológico post aborto…………………………………………..48
CAPÍTULO II…………………………………………………………………………….…...51
2. El aborto un problema de justicia social en México………………………………….51
2.1. Avances y retrocesos en Derechos Sexuales y Aborto en México……………………52
2.2. Legislación sobre el aborto en la República Mexicana………………………………..54
2.3. Algunos datos sobre aborto en México………………………………………….…...56
2.4. La despenalización del aborto en la Ciudad de México………………………………58
2.4.1 La "protección de la vida desde la concepción"……………………………...59
2.5 Las luchas feministas a favor del derecho al aborto en México y Chiapas..…………..60
2.6 El aborto en Chiapas………………………………………………………………..64
2.6.1 Causales para abortar legalmente en Chiapas……………………………… 65
2.6.2. El contexto Chiapas- San Cristóbal de las Casas…………………………………… 67
CAPÍTULO III…………………………………………………………………………….74
3 Metodología de investigación e intervención………………………………………..74
3.1 Acompañantes entrevistadas………………………………………………………..82
3.2. ¿Porqué un Manual Sororario para acompañantes de aborto? ………………………84
3.3. El acompañamiento durante el aborto ¿activismo político feminista? ………………85
CAPÍTULO IV…………………………………………………………………………..…87
4. El acompañamiento durante un aborto en México………………………………......87
4.1. ¿El aborto inducido con medicamentos, es seguro? ………………………………...88
4.2. El trabajo de las Organizaciones de la Sociedad Civil y colectivas que acompañan
abortos en México. …………………………………………………………………89
4.2.1. De “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto
legal para no morir” a “Aborto en la casa y con amigas” ……………………91
4.3. Categorías de análisis/ acompañamiento…………………………………………….93
Sofía Mora…………………………………………………………………………..98
Julia………………………………………………………………………………...103
Margarita…………………………………………………………………………...110
Karla…………………………………………………………………………….…117
Grupo Focal con acompañantes de la CDMX……………………………………...123
4.4. Católicas por el Derecho a Decidir, México………………………………………...127
4.4.1. Otras formas de ser católicas.
Teoría de la Liberación en Chiapas…………………………………………129
4.4.2. Acompañamiento que brinda la Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a
Decidir ……………………………………………………………………..132
4.4.3. Alcances de la Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir…………135
5. REFLEXIONES FINALES……………………………………………………….137
6. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………..146
7. ANEXOS………………………………………………………………………….149
A las acompañantes que destinan gran parte de sus vidas a resignificar el aborto mediante
su activismo feminista. Esta tesis visibiliza su “poner el cuerpo”, para que las mujeres ejerzan su
derecho a decidir.
3
AGRADECIMIENTOS
4
INTRODUCCIÓN
El acercamiento al tema del acompañamiento tiene que ver con mi subjetividad y con mi
experiencia personal, durante el 2005 en la Ciudad de México, una amiga que no deseaba seguir
con su embarazo, me pidió que la acompañase en su aborto medicamentoso –ambas teníamos
21 años de edad-. Tiempo después al reflexionar juntas sobre cómo este acompañamiento había
sido importante en su vida; me compartió que “sentí que tú también sentías mi dolor, me sentí
acompañada, comprendida, segura y lo más importante es que no juzgaste mi decisión”.
1
Hammurabi (1730-1688 a. C.) rey de Babilonia promulgó un conjunto de leyes en las que se nombraba al aborto
“si un hombre golpea a una mujer embarazada, lo que le provoca el aborto, entonces deberá pagar 10 shekels por
su pérdida”. San Agustín (1- 600 d.C.), consideraba que “el acto del aborto no se considera homicidio, porque aún
no se puede decir que hay un alma viva en un cuerpo que carece de sensación, ya que todavía no se ha formado la
carne y no está dotada de sentidos”.
2
En el 2005, la OMS incluyó al misoprostol en la “Lista de medicamentos esenciales”. En ese mismo año declaró
a la mifepristona como medicamento esencial, no obstante, su aprobación, disponibilidad y accesibilidad siguen
limitadas.
5
Si bien, esta experiencia fue en su momento una práctica entre amigas, me llevó a dar
información y consejería sobre el uso de medicamentos para abortar en la Universidad. Me
desempeñaba de manera empírica y autónoma, porque había una necesidad de consejería de las
mujeres a mi alrededor, sin embargo, no era consciente de que el acompañamiento de aborto es
activismo político feminista. La sensación de incertidumbre de esas primeras experiencias de
acompañamiento se veía compensada con la satisfacción de que las mujeres pusieran fin a un
futuro incierto en sus vidas, pues practicarse un aborto les libraba de una gran dificultad en ese
momento y en su futuro.
3Un fondo revolvente, es un fondo de préstamo para las mujeres que no cuentan con recursos económicos
suficientes para solventar sus gastos de aborto. Las mujeres que han recibido este apoyo, eventualmente regresan
una parte del dinero para que éste sea reutilizado.
6
enuncian las diversas conferencias mundiales de Derechos Humanos. No es lo mismo abortar
en un entorno hospitalario bajo el orden médico, autoritario, que eventualmente devendrá en
prácticas violentas –propias de la medicina hegemónica–, que abortar fuera de este orden. Con
esto no sostengo que todos los médicos sean autoritarios, no obstante, puede argumentarse que
el campo médico tiene ciertas características, asentadas en una estructura de poder, que legitiman
dichas prácticas autoritarias “los profesionales médicos, profesan saber más que los otros sobre la naturaleza
de ciertas cosas” (Hughes, 1993:375). El habitus médico, se expresa mediante posturas, emociones,
actitudes conductas y predisposiciones, producto de una estructura social que se ha hecho cuerpo
(Castro, 2013). Dicho habitus, incorporado en la subjetividad de los profesionales, tiene ciertos
símbolos muy eficaces que legitiman su poder y naturalizan la violencia hacia las pacientes. Esto
se confirma en diversas recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos4, que
dan cuenta de la frecuencia de las violaciones a los derechos de las mujeres dentro de las
instituciones de salud.
Este habitus médico se contrapone al habitus de las acompañantes de aborto. Las prácticas
del acompañamiento, facilitan ambientes de buentrato, donde se atiendan las emociones –culpa,
remordimiento, tristeza, ira– de las mujeres. La escucha una de las prácticas primordiales del
acompañamiento, pone en primer lugar sus necesidades, evitando asumir roles de poder
aconsejándolas, para que sean ellas mismas las que encuentren sus soluciones.
4 En el 2017, la CNDH emitió la Recomendación General 31/2017 para que las autoridades de salud combatan
violaciones a los derechos humanos de las mujeres en la atención obstétrica y eliminar toda vulneración a los
derechos humanos de las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio en las instituciones de salud. Esta
recomendación es producto del análisis de diversas llamadas de atención que la CNDH ha emitido sobre el tema
entre el 2015 y 2017. En la misma investigación, se concluyó que los derechos humanos que se trasgreden con
mayor frecuencia son: protección a la salud, una vida libre de violencia, a la información y al libre consentimiento
informado, a la libertad y autonomía reproductiva, a la igualdad y no discriminación, a la integridad personal y a la
vida. En: http://informe.cndh.org.mx/menu.aspx?id=30105 [Consultada: 1 de marzo del 2019]
7
aunque no siempre es así5. Se busca que el acompañamiento favorezca la autonomía de las
mujeres y que sean ellas que tomen sus propias decisiones de manera informada. El
acompañamiento, es un espacio de empatía en el que se busca formar redes y sumar recursos,
económicos, legales, psicológicos, para que un aborto llegue a término.
Los avances legales en torno al derecho al aborto en la capital del país, han evidenciado
condiciones inequitativas en la práctica, pues en el interior de la república mexicana, las mujeres
siguen abortando, pero de manera clandestina y desinformada. A pesar de que se promulgó la
constitucionalidad del aborto en la Ciudad de México, en otras entidades se sigue persiguiendo,
encarcelando y discriminando a mujeres por decidir en su esfera íntima.6 El Estado no puede
ostentar los títulos de “democrático” y “constitucional” si la mitad de la población no goza de
los mismos derechos, por vivir en una u otra entidad. En este sentido, el acceso a un aborto
seguro es también un tema de justicia social.
No obstante, a estas injerencias del Estado en la esfera íntima, también existe una base
social activa y comprometida, que “pone en movimiento” estos derechos negados para un sector
de la población. En las entidades federativas, son las diversas asociaciones de la sociedad civil, o
activistas feministas las que han tendido los puentes entre las instancias para que las mujeres
accedan a este derecho. Su trabajo no es menor, si se toma en cuenta que el acompañamiento
implica escuchar a las mujeres, ser cómplices de ellas –por tratarse de una práctica estigmatizada e
ilegal– y ser sororas bajo circunstancias de mayor estigma y de ilegalidad. El acompañamiento en
estas circunstancias, se puede considerar como un acto de resistencia que abona en la
construcción de un derecho alterno. Citando a Martha Rosenberg, feminista argentina “la práctica
crea un espacio de derecho”, es decir, las prácticas aún por fuera de la ley, producen pautas
emancipadoras, hay una apropiación de derechos de parte de las mujeres que acompañan y las que
abortan convencidas. Asimismo, este activismo feminista ha logrado resignificar estas prácticas
5 Las acompañantes cuentan con mayor información sobre derechos sexuales y reproductivos y sobre el uso de los
medicamentos para abortar, no obstante, son las mujeres las que conocen su cuerpo. En ese sentido, se busca que
el acompañamiento sea un intercambio de información y de conocimientos recíproco.
6 Un ejemplo es el estado de Guanajuato, que se ha caracterizado por tener una de las legislaciones más restrictivas
y punitivas del país. Las Libres, organización de la sociedad civil en el estado, ha documentado casos de mujeres
acusadas injustamente de “homicidio en razón de parentesco” pese a haber sufrido abortos espontáneos. Estos
casos ponen en evidencia la grave intromisión del Estado y de la autoridad médica en la esfera privada de las mujeres
(Madrazo, 2011).
8
al generar lazos afectivos entre mujeres –acompañantes y mujeres–, con estos vínculos afectivos,
se ha logrado revertir el secreto, la vergüenza y la incertidumbre que antes generaba un aborto.
En San Cristóbal de las Casas también se realizan acompañamientos de aborto, pero bajo
condiciones de ilegalidad y de estigma, lo que vuelve el quehacer de los agentes –las colectivas y
organizaciones de la sociedad civil– más complejo. La ciudad es un centro político y social
neurálgico del estado de Chiapas, donde confluyen muchas voces. Los pobladores de San
Cristóbal, se conforman por culturas ancestrales mayas de la región denominada Altos de Chiapas,
pobladores nacionales, extranjeros y mestizos. El lugar es escenario de desigualdad social y
exclusión sobre todo hacia los indígenas, lo que ha dado lugar –entre otros factores–, a varios
movimientos sociales. Como ejemplo el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional de 1994, que estimuló el surgimiento de organizaciones de la sociedad civil, críticas
antes dichas condiciones de injusticia. La ciudad tiene entre sus principales problemáticas
insuficientes servicios de salud para la población. En este escenario, son las diversas
organizaciones de la sociedad civil, las que han jugado un papel importante para transformar
dichas desigualdades.
Considerando este panorama de injusticia social, la investigación que aquí presento tiene como
Objetivo general: Ahondar, describir y analizar las prácticas, los conocimientos y saberes de las
acompañantes de aborto de San Cristóbal de las Casas y de la Ciudad México, para construir un
Manual Sororario para acompañantes de aborto.
9
Los objetivos específicos son los siguientes:
a. Analizar las nociones teóricas de habitus médico, distinguiéndolo del habitus del
acompañamiento de aborto.
b. Discutir al acompañamiento de aborto como un tema de derechos humanos.
c. Distinguir el acompañamiento de aborto de la consejería y de la orientación.
d. Describir los avances y retrocesos en materia jurídica sobre el tema del aborto.
e. Señalar al aborto seguro como un problema de justicia social en México.
f. Visibilizar los saberes, experiencias y subjetividades de las acompañantes por medio del análisis
de las entrevistas realizadas.
g. Elaborar una categorización de acompañantes en función de sus saberes, estrategias y su
definición personal de acompañamiento
h. Crear un manual de acompañamiento, recuperando las prácticas, los conocimientos y saberes
de las acompañantes de aborto.
10
(Fassin, 2008:7). Bajo este entendido, todo problema de salud, –incluso el aborto, que es
considerado ilegal en el estado de Chiapas–, concierne a la colectividad y por tanto podrá
intervenir en el restablecimiento y resolución de dicho problema.
La tesis que presento está organizada en cuatro capítulos. En el primero se presentan las
nociones teóricas relacionadas con las prácticas abortivas. En primer lugar, se habla sobre la
Medicina hegemónica y se describe el habitus médico. En un segundo momento, se describe el
habitus de las acompañantes de aborto y se definen las prácticas propias de un acompañamiento
realizado desde el feminismo, de manera que se separa el acompañamiento de la consejería y la
orientación.
En el segundo capítulo, problematizo el tema del aborto como un tema de justicia social.
Analizo el contexto legal del aborto en México, dando a conocer los avances y retrocesos en
materia legal, además de aportar algunos datos que ayudan a comprender por qué el tema del
acompañamiento de aborto es un tema de injusticia social. Además, presento una genealogía de
las luchas feministas por el aborto en México y en Chiapas. El capítulo finaliza dando a conocer
el contexto de esta investigación, la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Finalmente se presentan las reflexiones de este trabajo. Intento hacer un balance entre
11
los objetivos iniciales y los logrados. El Manual sororario para acompañantes de aborto se presenta
anexo a la tesis.
12
CAPÍTULO I
Nociones teóricas a partir de la práctica médica del aborto
1. EL HABITUS MÉDICO
Si a estas circunstancias se le agrega el factor de género, el maltrato hacia las mujeres que
desean interrumpir un embarazo, se dispara (Castro, 2014).
“el conjunto de predisposiciones incorporadas –esto es, que teniendo un génesis social y material
específicas, han pasado a formar parte del propio cuerpo y de la subjetividad de los profesionales
que, a través de un largo periodo de socialización, iniciando en los años de formación y sostenido en
la práctica profesional rutinaria, llenan de contenido las practicas concretas de los médicos, en su
quehacer cotidiano” (Castro, 2010:59).
13
El concepto del autor da cuenta del origen de las prácticas médicas, las cuales suelen
estar acompañadas desde violencias sutiles hasta las más directas. Su génesis se remonta a los
años de formación, y dichas prácticas médicas se reafirman en su quehacer cotidiano.
La relación asimétrica entre el médico, que ostenta la autoridad, domina las técnicas y
procedimientos de aborto y las pacientes que no las saben, se agudiza. Ante estas circunstancias
no asombra que las mujeres opten cada vez más por los abortos medicamentosos, en entornos
más cálidos, fuera del ámbito hospitalario, incluso en contextos de “despenalización del aborto”,
que cuentan con servicios especializados en interrupción legal del embarazo, como la Ciudad de
México.
Por otro lado, y contrarrestando el maltrato institucional, propio del habitus médico, se
encuentran las acompañantes de aborto. Las acompañantes formamos parte de un habitus
(Bourdieu, 1991). La naturaleza de este habitus, responde a un conjunto de jerarquías (escolares,
de género y profesionales) que han sido incorporadas profundamente y se han vuelto
constitutivas de sus esquemas dominantes de percepción y apreciación del a realidad que les
rodea (Castro, 2014). Algunas de las características propias de este habitus:
14
e. Somos conscientes de que el aborto es un derecho ganado a través de años de luchas
feministas.
f. Acercamos información que permite a las mujeres decidir sobre su cuerpo, considerando
sus contextos, creencias, sentires y pensares.
g. Conocemos las leyes y tratados nacionales e internacionales que legitiman al aborto.
h. Nos respaldamos en manuales de acompañamiento, así como en saberes no
considerados científicos para ejercer nuestra labor.
Líneas telefónicas, sitios en la web o encuentros personales operan como vehículos para
revertir el secreto o la vergüenza que suele acompañar a la construcción de sentidos de las
prácticas abortivas (Vaggione, en Bellucci 2014). Las prácticas propias del acompañamiento
tienen como eje primordial al buentrato hacia las mujeres en proceso de aborto (Sanz, 2016). La
información que otorgan sobre aborto sin prejuicios, rompe con uno de los aprendizajes más
arraigados en las mujeres -el tener miedo y el de no ser solidarias unas con otras.
La salud colectiva, se construye según Jairnilson Paim como “proyectos, luchas, sueños,
subjetividades, ingenio, trabajo y arte”. La coyuntura actual, como expresa Edmundo Granda (2004),
reclama que la salud pública ponga en práctica conocimientos, lo suficientemente amplios para
interpretar y explicar la situación actual de la salud, que apoye en el avance de las condiciones de
vida y salud cada vez más deteriorados de la población, promoviendo y fortaleciendo diversas
expresiones individuales y colectivas progresistas, que buscan impulsar a la salud y apoyar en la
construcción de un estado democrático.
Es en este sentido, que encuentro que las prácticas de las acompañantes de aborto,
transgresoras también podrían enmarcarse dentro del concepto de salud colectiva, al rescatar los
saberes, los contextos socioculturales y las luchas organizativas de sujetas sociales que construyen
su salud y su bienestar.
15
1.2.1. AFIDDAMENTO Y SORORIDAD
“experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencial y
política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, que contribuye a la eliminación
social de todas las formas de opresión, y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al
empoderamiento vital de cada mujer” (Lagarde, 2006: 3- 4).
Las acompañantes generan lazos con las mujeres que acompañaron, este proceso se da
debido a la complicidad que las mujeres generan en torno a un evento que ha sido históricamente
estigmatizado y criminalizado. El espacio de escucha y de contención que se genera en los
acompañamientos, hace que se les dé valor a las decisiones que toman las mujeres.
16
1.2.2. COMPLICIDAD
Ante tal rivalidad, la complicidad, la cual es entendida como la solidaridad entre mujeres,
incorpora una mirada de respeto y de dignidad entre nosotras. Es un punto de referencia para
entender que las mujeres debemos ser leales entre nosotras, que no siempre debemos pensar que
los hombres son más importantes (Alborch, 2011).
1.2.3. BUENTRATO
17
El acompañamiento de aborto, se caracteriza por ser cálido, sororo, amoroso. Atiende a
la necesidad social de las mujeres ante una crisis, la de un embarazo no deseado y la consecuente
resolución en un aborto. Los vínculos sororarios que se tejen entre mujeres acompañadas y
acompañantes, aunque de corta duración, son imprescindibles para la consecución del derecho
al aborto, pero sobre todo valida el derecho de las mujeres a la autonomía sexual.
Ante un sistema patriarcal opresivo y violento, donde prima la injusticia social, el racismo,
el clasismo, la misoginia, acompañar amorosamente, horizontalmente y con buentrato es
político, pues acerca a las mujeres a su derecho a la salud. Hacer la salud pública de manera
amorosa y con buentrato es quizás la característica principal del acompañamiento de aborto.
18
a otra, en un momento crítico, vital, significativo de su vida. Brinda seguridad, sostén, apoyo y
contención emocional (Martínez, 2018). El acompañamiento de aborto, valida la decisión de
abortar de las mujeres y les proporciona la información y apoyo necesario para ejercer su derecho
al aborto y a la autonomía sexual.
1.2.6. AUTOCUIDADO
19
1.3. ¿QUÉ SE HA ESCRITO SOBRE ACOMPAÑAMIENTO Y ABORTO?
Enmarcándose en la Campaña por un Aborto Libre de Argentina, relatan que “el aborto
con misoprostol, con la información correcta y el acceso a los medicamentos, emerge como una
revancha al heteropatriarcado capitalista que disciplina a las mujeres” (Mines et al, 2013:134).
Este documento recaba las experiencias de las militantes que atienden la Línea Aborto (más
información, menos riesgos). En un primer momento las autoras contextualizan históricamente su
militancia desde su visión de feministas lesbianas, inconformes con los discursos de las ONG´s
e instituciones.
En un segundo momento, se cuestionan ¿quiénes son las sujetxs políticas del feminismo?,
¿quiénes tienen voz y voto en las definiciones de las estrategias?, Las lesbianas ¿podían hablar de aborto? ¿y las
y los trans?. Estos cuestionamientos surgen luego de que las lesbianas feministas se vieran fuera
20
de las luchas argentinas por el aborto libre y seguro. El lema: “Educación sexual para decidir,
anticonceptivos para no abortar y aborto legal para decidir”, hace referencia a una concepción de la
sexualidad heteronormativa y se instala en un imaginario que criminaliza al aborto siendo este es
un problema de falta de acceso a una educación sexual integral, producto de la ignorancia,
pobreza, falta de oportunidades. Esta causa miedo e instala la noción de que el aborto es un
procedimiento peligroso, cuando la OMS ha dicho que el aborto medicamentoso es tan seguro
que las mujeres pueden auto gestionarse.
Las autoras de dicho documento, abrevian un ideario racista, paternalista y católico, que
invisibiliza los deseos, experiencias, aprendizajes y trayectorias de las mujeres que abortan. Los
dichos, conocimientos y saberes que las mujeres y sus acompañantes recaban, producto de sus
abortos –elegidos-, no son puestos en el debate por la legalización del aborto (Mines et al,
2013:13). Esta colectiva, crítica a la legalización del aborto, pues según estas autoras, este cambio
en las leyes, despolitiza las luchas por el aborto libre, y deja de lado los conocimientos de las
acompañantes.
Sobre la incidencia feminista que han tenido las líneas que dan información sobre el uso
de aborto con medicamentos, existen varios escritos que sistematizan dichos aprendizajes y
saberes tanto de las acompañantes, como de las mujeres “Líneas telefónicas de información sobre aborto
seguro: una estrategia efectiva para incrementar el acceso de las mujeres a los abortos seguros en América Latina”
de Raquel Irene Drovetta (2015), en este documento se rescatan las experiencias de las mujeres
con el uso de medicamentos abortivos en Argentina.
21
también en universidades, hospitales, centros de salud, organismos de Derechos Humanos,
medios de comunicación, en aras de construir otro imaginario, el del aborto como derecho de
las mujeres. Subraya como fundamental la tarea de acompañamiento a mujeres que abortan
desde un trato digno. Es importante saber que este libro se publica posterior a la Campaña
Nacional por el Derecho al Aborto Legal y Seguro y gratuito en Argentina.
Encuentro a los manuales revisados como un ejemplo a seguir para el caso de México,
que no cuenta con un manual propio realizado desde la experiencia de las activistas feministas
que ejercen su labor desde antes de la despenalización del aborto en la Ciudad de México (2007).
El lenguaje coloquial que utilizan, posibilita que el uso del misoprostol para abortar como
tecnología segura y asequible a más mujeres.
En México aún no se ha dado el salto de teorizar desde la práctica –de aborto– rescatando
los conocimientos de las acompañantes de diversas colectivas, así como de las líneas de aborto
existentes en el país.
22
perspectiva académica. Son una de las principales bases que generan la acumulación del
conocimiento sobre la temática. Asimismo, son necesarios para las luchas por el aborto libre,
seguro y gratuito en México, así como para solventar las brechas de injusticia social que se
evidencian en los tipos de abortos a los cuales las mujeres acceden.
Al respecto, la práctica del aborto en sí misma, no irá modificando estas leyes que
reproducen injusticia social, pues “las mujeres ricas se realizan abortos en secreto, y las pobres mueren a
causa de abortos inseguros”. Son las luchas y el activismo por el aborto seguro, las que abrirán una
brecha, un espacio de derecho en el que construirá una nueva “ética y un nuevo derecho
alternativo”, como enuncia Martha Rosenberg (2014).
23
El Fondo de Aborto para la Justicia Social MARIA cuenta con una guía: “Acompañar para
empoderar”, dicha publicación del 2010, sistematiza –parcialmente– la experiencia de las
acompañantes en su labor, para que dichos conocimientos y saberes puedan ayudar a otras que
quieran formarse como acompañantes. Esta publicación es para uso interno de organización, no
para las mujeres que buscan información sobre cómo abortar, en este no se menciona el protocolo
de ingesta de medicamentos que se requiere para lograr un aborto seguro.
Dicha guía elaborada por Olivia Ortiz (2010), quien es una activista y psicóloga feminista
que teoriza desde la práctica, contextualiza al aborto y lo mira desde distintos lentes; el de la
salud pública, el feminista y de derechos sexuales y reproductivos, vinculándolos con el problema
de justicia social mexicano. Asimismo, mira la relación del aborto con la ética, el estigma social
y los problemas de las juventudes, por ser un fragmento vulnerable que no cuenta con educación
sexual adecuada ni acceso a anticonceptivos.
Ortiz (2010), argumenta que para que el acompañamiento pueda nombrarse feminista, no
puede desvincularse de las condiciones históricas y culturales en las que las mujeres vivimos.
Habla de la cultura patriarcal, los estereotipos y roles de género desiguales. Expresa que la
estructura familiar en la que las mujeres nos desarrollamos, es en sí misma una estructura
violenta, que no nos deja decidir sobre nuestro cuerpo.
Visibiliza las situaciones de vulnerabilidad a las que las mujeres embarazadas se enfrentan:
las condiciones de marginación, escasez de recursos y los condicionantes de género. Frente al
panorama adverso al que se enfrentan, algunas, con un proyecto de vida establecido, deciden
desde la autonomía sexual y reproductiva: interrumpir su embarazo. Otras, –la gran mayoría
creo yo-, abortan pues un embarazo no deseado no está en sus planes inmediatos, abortan sin
conciencia de derechos.
También toca el tema del aborto desde la mirada de los hombres; parejas, amigos o
familiares de las mujeres en situación de aborto: cuáles son sus percepciones, su papel en la
decisión de abortar, así como la exclusión a la cual se ven enfrentados por no ser dueños del
cuerpo en el que se lleva a cabo el embarazo no deseado/no planeado. Argumenta que los
24
varones colaboran ya sea en: lo emocional, económico, con información, cuidando o
responsabilizándose temporalmente de las tareas de cuidados (Ortiz, 2010).
Dicho protocolo; “debe reflejar un marco teórico, conceptual y práctico que defina el acompañamiento”
(Ortiz, 2010;40). Asimismo, considera al acompañamiento como un proceso de
empoderamiento en dos sentidos: el de la persona que acompaña, como el de la persona
acompañada. Ambas crecen en conocimientos y experiencias, lo que resulta en su seguridad y
capacidad de acción: “el ejercicio del derecho a decidir de la mujer acompañada, brinda certeza en la mujer
que acompaña sobre su propia determinación” (Ortiz, 2010; 37).
Formarse implica además tener conocimientos en el campo legal del aborto en México,
adquirir nociones básicas sobre embarazo y desarrollo intrauterino, autonomía de las mujeres,
aborto y salud mental, cuáles son los servicios de salud especializados en ILE, adquirir
herramientas básicas de escucha activa para así brindar a las mujeres mejores opciones y que ellas
decidan en base a sí mismas. Enlista los factores que pueden indicar que una mujer requiera
atención psicológica post aborto. Al final del capítulo subraya la importancia de estrategias de
autocuidado, como premisa básica de la labor de acompañamiento.
25
Olivia Ortiz (2010) enuncia ciertas pautas que marcan para que un acompañamiento
pueda nombrarse como feminista; a) reconocer la inequidad de género y las relaciones de poder
entre hombres y mujeres, b) valorar el aporte de las mujeres al desarrollo y el bienestar de otras,
c) impulsar la responsabilidad del cuidado compartida con los hombres; y d) apoyar –desde el
acompañamiento– para lograr que cada mujer tome la mejor decisión sobre su vida y acceda a
una atención de manera libre y segura.
Sin embargo, su falta de divulgación deja a las mujeres acompañantes de otros estados –
como Chiapas– más vulnerables, pues éstas actúan en contextos de ilegalidad y clandestinidad-
y se arriesgan más. Valoro que el autocuidado al que la autora hace referencia como premisa del
acompañamiento feminista no está presente de manera formal en las acompañantes de Chiapas,
pues no están bien informadas sobre sus derechos, ni cuentan con sesiones de contención
emocional y de autoanálisis en las que puedan explorar cuáles son sus límites para acompañar a
otras, lo que deja de lado su salud mental y su bienestar integral.
26
Tras el discurso de derechos sexuales y reproductivos que estos agentes portan, subyace
una noción de sujetos con autonomía y determinación que tal y como corrobora, distan mucho
de las condiciones de riesgo y vulnerabilidad en la que viven la mayoría de las sujetas reales,
concretas y cotidianas de San Cristóbal de las Casas, Chiapas (Evangelista, 2013).
La autora analiza el activismo que realizan estos jóvenes, formadas como agentes de
derechos, pues no conforman un movimiento social sólido que presione cambios profundos en
cuanto a legislación, sobre derechos sexuales y reproductivos “las organizaciones de la sociedad civil
focalizan tanto su promoción de los derechos sexuales y reproductivos, que dejan de lado la reflexión sobre las
condiciones que posibilitan su apropiación, pero sobre todo la autorización de sí para ejercerlos” (Evangelista
2013: 229).
Encuentro que no existen documentos académicos que revisen el activismo político que
ofrece el acompañamiento del aborto en México. Diversos documentos hacen referencia a la
construcción de ciudadanía a través de la promoción de los derechos sexuales y reproductivos,
así como al tema del aborto en todas sus facetas; el aspecto legal, el biomédico, desde la mirada
antropológica, médica, etc. Sin embargo, éstas no ofrecen una mirada desde el feminismo, que
logre visibilizar lo que los movimientos que luchan por el aborto libre y seguro han afincado: el
acompañamiento a mujeres que deciden abortar y como tal el logro se minimiza, pues no se ve
el panorama completo que ofrece este; evitar muertes maternas y el que las mujeres accedan a
abortos seguros. Considero que este acompañamiento, logrado a través de Organizaciones de la
27
Sociedad Civil construyen ciudadanía pues son estas agentes de derechos –en su mayoría
mujeres–, las que por medio de su activismo logran que las mujeres ejerzan su derecho al aborto.
28
con ello el derecho a decidir libremente si tener o no tener hijos y a contar con información
necesaria sobre el uso de anticonceptivos.
Los derechos sexuales no se limitan a un enfoque solamente de salud sexual, sino que
incluyen el derecho a buscar, recibir e impartir información sobre la sexualidad, a recibir
educación sexual, el derecho a que se respete la integridad física, el derecho a elegir pareja a
decidir si ser o no sexualmente activa, el derecho a mantener relaciones sexuales de mutuo
acuerdo, el derecho a contraer matrimonio de mutuo acuerdo y el derecho a llevar una vida
sexual satisfactoria, segura y placentera (OMS, 2002).
Los tratados internacionales que respaldan a los derechos sexuales y reproductivos son:
la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, en Viena, Austria, en 1993, la Conferencia
Mundial de Población y Desarrollo, realizada en El Cairo, Egipto, en 1994; y la Conferencia
Mundial sobre la Mujer, en Beijing, China, en 1995, estos son considerados imprescindibles para
el desarrollo integral de las mujeres (Guillaume y Lerner, 2007).
Los derechos humanos de la mujer incluyen su derecho a tener control sobre las
cuestiones relativas a su sexualidad, incluida su salud sexual y reproductiva, y decidir libremente
respecto de estas cuestiones, sin verse sujeta a la coerción, la discriminación y la violencia. Las
29
relaciones igualitarias entre la mujer y el hombre respecto de las relaciones sexuales y su
discriminación, incluido el pleno respeto de la integridad de la persona, exigen respeto y el
consentimiento recíproco y la voluntad de asumir conjuntamente la responsabilidad de las
consecuencias del comportamiento sexual7 (ONU, 1995; pár. 96).
A nivel internacional, los Derechos Sexuales y Reproductivos, están ratificados por los
siguientes pactos y declaraciones: La declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos
y Sociales, La Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Americana de Derechos
Humanos. La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (Convención Belem Do Pará), es el único instrumento internacional que trata el
problema de la violencia hacia la(s) mujeres, el cual ha sido esencial para sustentar los Derechos
Sexuales y Reproductivos en Latinoamérica.
7 ONU. Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, de la reunión celebrada en Beijing del 4 al 15 de
septiembre de 1995.
30
No obstante, la legitimación de los derechos reproductivos y sexuales, las leyes vigentes
aún no admiten una gama amplia de posibilidades de control de la fecundidad, ni reconocen
explícitamente el derecho de la mujer a decidir sobre los asuntos que afectan su reproducción,
como la posibilidad de tener un aborto seguro (Ávalos, 2013).
El 23 de octubre del 2007, en la primer Conferencia Global sobre aborto seguro llevada
a cabo en Londres, se refirió por primera vez al aborto como un “derecho humano que debe
garantizarse en todo el mundo”. Para hablar del aborto como un derecho se tiene que anteponer a
los derechos reproductivos, y su vinculación con los derechos a la vida y a la salud que tienen
todas las mujeres, los cuales son contemplados en numerosos tratados internacionales. El
derecho al aborto seguro, no se encuentra aislado de otros derechos, pues está vinculado con el
derecho a la vida privada, el derecho a la salud que tienen todas las mujeres, a la integridad
personal y a la no discriminación. (Ávalos, 2013). Asimismo, el derecho al aborto se enmarca
dentro de los Derechos Sexuales y Reproductivos, se sustenta en el derecho a la vida y a la salud
integral de las mujeres (Ortiz, 2010).
Elizabeth Maier (2010), refiere que el derecho al aborto se sustenta en tres argumentos
primordiales; a) el primero se relaciona con la constitución del sujeto femenino moderno y el
derecho a ejercer el control sobre su cuerpo y fecundidad; el derecho a las mujeres a la
autonomía de su propio cuerpo, b) el segundo, responde a la consolidación histórica de nuevos
sujetos- sujetas, que emerjan posicionándose como agentes en carne viva de derechos, en este
caso de derechos sexuales y reproductivos, en específico agentes de derecho al aborto; y c) el
tercer argumento remite a la justicia social, sosteniendo que existe el acceso diferencial a aborto
según estrato socioeconómico, siendo las mujeres pobres de los sectores mayoritarios de México,
las que abortan en condiciones insalubres y precarias, incrementando con ello, la posibilidad de
complicaciones que arriesguen su salud y su vida (Maier, 2010: 27).
31
Lo que subyace a la aprobación del aborto como derecho es la ponderación de que la
vida de las mujeres es importante y de que son sujetas de derechos. Por ende, es prioritario
defender sus vidas y sus derechos fundamentales; así lo pronunció el ministro Vals Hernández
(2008) durante la sentencia que legitimó la constitucionalidad del aborto en la Ciudad de México;
“no es constitucionalmente admisible que el legislador, con la finalidad de proteger la vida en gestación, sacrifique,
en forma absoluta, los derechos fundamentales de la mujer embarazada, considerándola como un mero instrumento
de la vida en gestación” (GIRE, 2009).
El derecho es dinámico, en este sentido, las nuevas prácticas; aborto con misoprostol,
acompañado de mujeres conscientes de derechos, produce normas: “mientras que el derecho
positivo, estatal legaliza, el derecho insurgente desde las prácticas, genera contra-discursos a
favor de la legalización” (Vaggione, 2014, en Belluci, 2014). Este proceso insurgente de agencia
de derechos lo construyen las feministas que acompañan abortos inducidos, la mayoría de ellas
al margen de la ley, construyendo con estas prácticas en un derecho vivo.
32
El concepto de salud pública, presenta varios problemas y limitaciones. Surgido a partir
del método positivista y bajo el presupuesto filosófico- teórico de la enfermedad y la muerte, se
comprendía, que sólo el Estado podía asegurar la prevención de enfermedades en la sociedad.
Con el paso del tiempo el concepto de salud pública se ha transformado a la par de la
globalización, buscando que el proceso salud- enfermedad mire más allá de sortear las
enfermedades y que se mire a la salud poblacional en su realidad histórica, en su matriz
conceptual y en su fundamentación vital (Granda, 2004).
En este sentido retomo lo propuesto por Fassin (2005), quien diferencia de la salud
pública de la medicina, en el sentido de que la salud pública tiene como principal objetivo,
preservar y promover la salud de una sociedad en el marco de las acciones públicas, de las
políticas de las salud, donde el término de lo público es el reconocimiento al bien común,
entendiendo este como la organización de vivir conjuntamente alrededor no solo de bienes
compartidos sino también de normas contradictorias y conflictivas.
Fassin (2005) cuestiona ¿qué conduce a que una realidad social se convierta en un problema de salud
pública? A partir de este cuestionamiento, insiste en la importancia de tener en cuenta el contexto
social, cultural y político en el cual las desigualdades sociales se entrelazan con la salud pública.
A partir sus planteamientos que hacen referencia a la construcción social del aborto como
problema de salud pública, de justicia social y de discriminación.
Inscribo el problema del aborto como problema de salud pública, en tanto que este
corresponde a una situación de alto riesgo ante un marco jurídico restrictivo, que orilla a las
mujeres a recurrir a la práctica clandestina e insegura del aborto, esta situación se manifiesta en
las tasas de mortalidad y morbilidad materna debidas a abortos inseguros, así como a serias
afectaciones a la salud física y mental de las mujeres y no se puede desconocer que el contexto
33
de injusticia y desigualdad social del aborto, que afecta de manera distinta a las mujeres, siendo
las más vulnerables las mujeres en entornos sociales marginados.
Las transformaciones sociales han dado paso al surgimiento de otros conceptos como el
de salud colectiva. Este nuevo concepto, da mayor poder a la acción social y las nuevas
identidades que luchan por la salud como es el caso de las acompañantes de aborto.
Este concepto, incorpora a los determinantes sociales que condicionan el estado de salud de
una población vinculándolos con las conductas, acciones y comportamientos de los individuos
en el contexto cultural (Lerner et al, 2016).
En el 2013 la OMS añade que la salud es: “un estado de bienestar en el cual el individuo es
consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma
productiva y es capaz de hacer contribuciones a su comunidad” (OMS, 2013: s.p.).
34
presiones normales de la vida? Además, la OMS generaliza en cuanto a considerar a todos los
individuos como iguales sin distinguir su sexo.
La Salud Mental de las mujeres implica poner atención a su capacidad reproductiva, así
como a los mandatos sociales y culturales impuestos y las tareas de cuidado que indudablemente
desgastan su salud emocional, considerando, además, las dificultades que las mujeres atraviesan
35
producto de embarazos no deseados. Tomar a las mujeres como sujetas activas en su propia
salud se vincula con el concepto original de la OMS; las personas deben tomar decisiones autónomamente
sobre su salud.
Mabel Burin (1987), quien reconoce que existe una desigual distribución de la
responsabilidad en las tareas de cuidados, dentro de los vínculos de pareja, familiares y de
atención de los niños. También reconoce a las mujeres como sujetas activas, su concepción de
salud se enmarca dentro de una orientación participativa, que observa las necesidades de la
población con la cual trabajan, definiendo acciones y criterios de salud mental desde sus mismas
protagonistas, con la colaboración de equipos de salud mental multidisciplinarios.
Esta perspectiva reconoce la salud mental como una noción que sus mismas
protagonistas –las mujeres- van construyendo en diferentes momentos de sus vidas. Tanto ellas
como las personas que inciden en la construcción de esta salud comunitaria, tienen una
perspectiva centrada en la concientización y la transformación de las condiciones de vida de las
mujeres, así como de los factores opresivos que hacen que su salud mental se deteriore (Burin,
1987).
Asimismo, Burin (1987), toma en cuenta la cultura patriarcal en las que las mujeres nos
desarrollamos, pues es ésta con sus particulares normas y valores y su influencia sobre los roles
y el papel de las mujeres quienes constituyen factores enfermantes. No obstante, estas
condiciones opresivas, Burin considera que las mujeres presentan modos de resistencia por
medio de las cuales se adecuan a las condiciones de opresión. Muchos de los trastornos de salud
mental femeninos tradicionales podrían ser comprendidos desde la perspectiva de la resistencia
que oponen las mujeres.
Una revisión sobre los estudios de salud mental de las mujeres y su relación con el aborto,
indican que la interrupción de un embarazo es un acontecimiento íntimo e intenso, cuya vivencia
-al tocar puntos muy sensibles de la vida de las mujeres- puede contener una profunda carga
emocional. El impacto emocional y mental del aborto y la diversidad de reacciones están
asociadas a diversas características y condiciones que enfrentan las mujeres.
36
No son las mismas consecuencias para las mujeres sanas, emocional y mentalmente, que
en las que se reúnen factores de riesgo (Lafaurie et al, 2005). En entornos estigmatizados y de
rechazo en la sociedad, donde el aborto se encuentra penalizado, las mujeres pueden
experimentarlo de manera negativa e incluso traumática (Rondón, 2009). Estudios realizados en
población estadounidense como los de Munk- Olsen (2011), muestran que las mujeres
experimentan una gran variedad de emociones después del aborto, cuando el embarazo no fue
planeado y/o deseado, el alivio es la emoción más reportada, aunque algunas mujeres también
experimentan sentimientos de tristeza o culpa (Munk-Olsen et al, 2011). Las mujeres, con
problemas previos de salud mental, baja autoestima y deseos de tener hijos, presentan mayores
indicios de depresión (Robinson et al, 2009).
Para diagnosticar la situación mental de las personas, se necesita indagar sobre sus
historias de vida, sus condiciones y una variedad de factores que inciden en su bienestar físico y
mental. Diagnosticar la salud mental de las mujeres requiere tener en cuenta sus trayectorias en
sus trayectorias sexuales y reproductivas, así como las condiciones subjetivas que enfrentan ante
un embarazo no deseado y optan por un aborto. No se puede evaluar mentalmente a las mujeres
sin indagar con anterioridad en estos factores, además, los criterios de enfermedad o trastorno
mental son muy subjetivos y dependen enormemente de los contextos en los que se desarrollan
las mujeres.
Por otro lado, diversas investigaciones en México (Rivas 2009; Ortiz y Troncoso, 2012;
Maldonado 2012; Lamas, 2014) hacen referencia al aborto voluntario como un evento que
posibilita a las mujeres decidir sobre sus cuerpos, les fortalece y les permite construirse como
sujetas autónomas.
Las consecuencias psicológicas del aborto pueden llegar a ser positivas cuando la mujer
pone fin a un embarazo en buenas condiciones sanitarias y, sobre todo, cuando ella opta por
esta práctica de manera consciente, libre e informada (GIRE, 2005). En un estudio sobre el
aborto clandestino en México (Amuchástegui y Rivas 2002, en Guillame & Lerner 2007), las
autoras incluyen testimonios de mujeres que declararon sentir una sensación de gran tranquilidad
después de interrumpir un embarazo al margen de la ley, pero practicado de manera segura y
siendo tratadas con respeto por el personal médico que las atendió.
37
Entre los factores que inciden en la estigmatización del aborto, así como en la vivencia
negativa de éste, se encuentra la penalización. La estigmatización del aborto está ligada a la
percepción de este no como un delito, en entornos legales restrictivos, como es el caso de
México, el estigma aún prevalece.
El estigma en torno al aborto, aplica tanto a las personas que ejecutan un aborto –
personal de servicios de salud, parteras, enfermeras/os–, así como a las mujeres que abortan. El
estigma opera marcando a las mujeres interna y externamente como inferiores a los ideales de la
feminidad.
Las suposiciones más comunes de lo que debe o no debe ser una mujer varían de una
cultura a otra, no obstante, todas ellas presuponen que hay una “condición esencial de la mujer”.
Los ideales que se transgreden con el aborto son: 1) la sexualidad de la mujer únicamente con
fines reproductivos, 2) La inevitabilidad de la maternidad, 3) el cuidado y atención instintivos de
la mujer hacia quienes son vulnerables o ética del cuidado (Kumar et al 2009, citado en Cook
2016).
Bruce Link y Jo Phelan (2006), han estudiado la forma en la que funciona el estigma, así
como sus implicaciones en Salud Pública. Sus investigaciones pueden ayudar a comprender
cómo éste opera al penalizarse al aborto.
38
El estigma en lo que se refiere al aborto está compuesto de cinco elementos: 1) la
penalización marca como distintas a aquellas personas que se realizan abortos o los practican, 2)
se estereotipa estas diferencias vinculándolas a características indeseables, 3) las separa del resto
de la cultura dominante, 4) resultado de esta separación se justifica la pérdida de estatus social y
la discriminación hacia ellas, 5) finalmente se ejerce poder hacia las personas estigmatizadas (Link
y Phelan, citados/as por Cook et al 2016).
Como puede observarse, la estigmatización señala a las mujeres que abortan al separarlas
del resto, el estigma que las mujeres perciben influye negativamente en ellas al hacer que retarden
la búsqueda de ayuda o acompañamiento, así como de servicios pos aborto cuando los
consideren necesarios. El estigma percibido, hace que las mujeres oculten su aborto, “resultando
en menores posibilidades de que la mujer encuentre apoyo emocional y social” (Cook et al, 2016:
449). Las repercusiones de la internalización del estigma en las mujeres que abortan, hacen que
éstas no se perciban con el derecho de cambiar su situación, a consecuencia de esto ocultan y
silencian su experiencia (Ortiz, 2010).
La premisa del acompañamiento durante el aborto es que todas las mujeres deben tener
acceso a servicios de aborto seguro y legal, así como a cualquier tipo de apoyo que necesiten
durante la experiencia de aborto. Al acompañamiento se le identifica como la orientación y la
atención durante el proceso de aborto elegido de la mujer, que puede ser llevado a cabo por
distintas personas, ya sea enfermeras, trabajadoras sociales, familiares o las parejas de las mujeres
que abortan. La persona que brinda acompañamiento ofrece apoyo emocional, físico y logístico
39
a una mujer durante su experiencia de aborto (Barcklow y Reyes, 2010:170 citado por Börjensson
et al 2015).
Este acompañamiento aunado al apoyo emocional post aborto son espacios donde las
mujeres reconocen y validan sus deseos, pues a éste activismo feminista, le interesa desarticular
los discursos que han evitado que las mujeres tomen decisiones por sí mismas y les proporciona
una perspectiva afirmativa del aborto como ejercicio de derechos sexuales, reconociendo que
tuvieron que enfrentar un aborto para tomar consciencia del ejercicio del derecho a decidir sobre
su cuerpo, así como de su autonomía sexual (Ortiz, 2008).
40
1.5.1. ABORTO, FEMINISMO Y ACOMPAÑAMIENTO
El aborto es el único lugar donde convergen todas las tendencias del feminismo,
históricamente todas han pugnado por la libertad de las mujeres para decidir sobre sus cuerpos.
Si se toma en cuenta que el eje fundamental de la identidad de las mujeres es ser para los otros
–ética del cuidado- y ser madre, el aborto se sitúa como la mayor desobediencia al sistema patriarcal.
A las mujeres se les ha formado para el ajuste y la adaptación sexual a su papel ancestral: la
maternidad y la sumisión al esposo. La esencia de la femineidad radica en aspectos negativos
como la debilidad del cuerpo, la torpeza de la mente y la incapacidad para ejercer otro trabajo
que no sea el doméstico. Esto las mantiene dentro de su papel de reproductora y trabajadora
doméstica. Como Graciela Hierro afirma: “la condición femenina parte de la biología, obedece a las
necesidades culturales y se sanciona con la doble moralidad positiva en todos los regímenes patriarcales” (Hierro,
1998: 57).
A través del aborto, muchas mujeres expresaron su voluntad de ser las protagonistas de
sus vidas, rechazando su rol materno como única forma de autorrealización femenina. Cabe
destacar que el aborto siempre ha sido posible, las mujeres lo han practicado en todas las épocas y
culturas como un medio para desasirse de un destino no deseado y que cobraba forma en la
maternidad impuesta (Deveraux, 1976).
41
Según Carla Lonzi, las mujeres no hemos logrado una sexualidad propia. Es evidente,
que las luchas por el aborto legal dentro del feminismo quisieran manifestar la búsqueda de la
autonomía en las mujeres, además de pugnar por la legalización del aborto, no obstante, desde
1974, cuando la Rivolta Femminile publica su manifiesto, evidenciaban que la legalización del
aborto no haría que las mujeres se liberen de la opresión de la que eran objeto.
La Rivolta Femminile tomaba como punto de partida para el cambio y la liberación de las
mujeres a los grupos de autoconciencia –feminista–. En dichos grupos se tenía como premisa el
diálogo y la validación con otras mujeres. Era a través del diálogo y de preguntas que
posibilitarían la toma de conciencia feminista, que las mujeres lograrían su liberación. La
pregunta desencadenante en relación al aborto era ¿Por el placer de quién he quedado embarazada?,
¿por el placer de quién estoy abortando? Estas interrogantes ponían en evidencia al patriarcado
hegemónico y a la magnitud de la opresión de las mujeres. Rivolta Femminile, trabajaban por un
cambio profundo mediante la toma de conciencia de las mujeres, y el empoderamiento mediante
sus abortos.
Coincido con el manifiesto de las Rivolta Femminile, en el sentido de que un aborto sin
información y sin consciencia de derechos no empodera a las mujeres, para que haya cambios
profundos en ellas, necesitan iniciarse en un proceso psicológico de concientización que varía
de acuerdo a sus contextos particulares, en el que reciban la información que les permita conocer
que el aborto que ejercieron es un derecho, posibilitando con esto un verdadero ejercicio
reflexivo.
Las preguntas generadoras que las Rivolta Femminile planteaban era muy reveladoras y
posibilitaban catarsis en las mujeres que se acercaban a ellas para abortar, sin embargo, no eran
respetuosas a sus procesos de vida, así como de sus tiempos –psicológicos–.
42
En “Historia de una desobediencia, aborto y feminismo”, Bellucci hace una genealogía de esta
desobediencia, distinguiendo cómo a través de la creciente legalización desde abajo –práctica del
aborto como derecho vivo–, las mujeres se insubordinan al sistema heteropatriarcal donde la
maternidad es obligatoria.
Más tarde, con la invención de la píldora anticonceptiva en los años 60´s, se resquebraja
la noción de maternidad como único destino para algunas mujeres privilegiadas, Bellucci (2010)
señala que junto con esta tecnología surgen injusticias sociales debidas a cuestiones de clase, raza,
etnia.
Solo un pequeño porcentaje de mujeres son las que se beneficiaron con esta tecnología,
siendo las mujeres latinas –con quienes se probó la píldora– las mayores afectadas por los efectos
indeseados de la píldora anticonceptiva. Agatha Ignaciuk (2002) hace referencia a que, si bien la
píldora fue la “inauguradora del feminismo de la segunda ola”, también trajo la instauración de
la anticoncepción como tarea preventiva sólo de las mujeres.
Es hasta 1967, que el movimiento de Mujeres Radicales de Nueva York (NYRW) ponen
en el debate al aborto. La dialéctica del Sexo (1968) de Schulamith Firestone, una de sus integrantes,
hace referencia a la sexualidad en términos del placer de las mujeres. Firestone consideraba
necesario un replanteamiento total de la sexualidad femenina en aras de que ésta fuera placentera
y satisfactoria para ellas.
43
También en el contexto estadounidense, Pan y Rosas surgido en 1969, inaugura el lema
feminista del derecho a decidir de las mujeres. Pan y Rosas afirmaba categóricamente “debemos
insistir en el derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos”. Esta colectiva, problematizaba el contexto
de injusticia social al cual se enfrentaban las mujeres chicanas, negras y puertorriqueñas de Nueva
York, quienes se enfrentaban en un 75% más a las muertes por abortos clandestino, en tanto
que sólo el 25% de las mujeres blancas morían por abortos.
Mabel Belluci (2010), distingue cómo desde aquella época, las colectivas transmitían los
conocimientos de la práctica abortiva contra el orden médico, jurídico y político, lo que
potenciaba la autonomía y el empoderamiento de las mujeres. En 1969 el tribunal de Nueva
York llamó a varias personas que proporcionaban información sobre aborto a comparecer ante
un jurado de acusación. Tales hechos presionaron al Movimiento de Liberación de las Mujeres
(MLM) a entrar en contacto con la comunidad sanitaria femenina, organizando el Proyecto
Femenino de Aborto, que fungió como un catalizador para mantener el tema del aborto en el debate.
Este movimiento convocó a las mujeres a desfilar por las calles de Nueva York el 28 de
marzo de 1970 para presionar al gobierno de Nueva York a reparar en el tema de aborto como
un tema de justicia social, en sus carteles, estas feministas enunciaban “quinientos dólares por
aborto equivale a su prohibición”. Meses después esta efervescencia política se disolvió al
cambiar la legislación sobre aborto. El 1 de julio de 1970, se permitió la interrupción del
embarazo en NY, siempre que la efectuase un médico antes de las 24 semanas. El Proyecto
Femenino de Aborto no se dio por vencido al exigir al gobierno la debida capacitación de los
médicos, educación integral sobre educación sexual y abortos gratuitos.
Tres años después el caso Roe vs. Wade, finalmente se permitió abortar legalmente a las
mujeres en Estados Unidos. Un tribunal federal consideró que las mujeres podían elegir un
aborto en el primer trimestre del embarazo en función de su derecho a la privacidad. La corte no
confirmó el derecho por el cual las feministas de aquella época exigían: el derecho a la autonomía
sobre el cuerpo (Bellucci, 2010).
Como antepasadas de las colectivas feministas actuales que acompañan abortos, las
JANE, colectiva afín al movimiento punk londinense, con la consigna “Hazlo tú misma”, operaron
44
en Chicago desde 1968 hasta la decisión de la corte norteamericana de legalizar el aborto –Roe
vs. Wade– en 1973. Sus cifras indican que realizaron 11 mil abortos, bajo un exhaustivo protocolo
de seguridad, con hincapié en los componentes médicos, de acompañamiento y consejería. Su
experiencia, evidencia que es posible desplegar una organización autónoma, eficiente,
disciplinada, fuera de la medicina y moral tradicional occidental. JANE como colectiva
autónoma, satisfacía las necesidades de acompañamiento durante un aborto, que no cubría el
estado ni los médicos de la época y visibiliza cómo los conocimientos y saberes abortivos pasaron
de una mujer a otra, en un continuum de aprendizaje que generó su práctica, fuera de los márgenes
de la ley.
Jane no abogaba por la legalización del aborto, de hecho, la criticaba como única forma
de acceder a un aborto legal y seguro, argumentando que el proceso de legalización trae como
resultado la mecanización, deshumanización y cooptación de la salud de las mujeres. Debatieron
el que se esperara a la legalización para que el gobierno tomara cartas en el asunto respecto al
acompañamiento de mujeres durante sus abortos. Insistían en omitir y resistir a las leyes y abogar
por la autogestión y la organización entre mujeres (JANE, 2015).
A esta colectiva feminista se le suman diversas colectivas a nivel mundial que se respaldan
en el derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos, pero también en los derechos y tratados
internacionales que legitiman el derecho al aborto.
45
acompañantes que han aprendido a través de la información que entregan 365 días al año vía
telefónica.
“Es una oportunidad que permite a la mujer tomar conciencia de su autonomía, de la fuerza que
radica en ella. El acompañamiento, en todas sus facetas (antes, durante y después del aborto), puede
ser visto como una herramienta sustentada en el respeto de la autonomía de las mujeres y que
mediante una relación acciona y promueve tomar contacto con dicha fuerza, siendo respetuosa del
momento en el que cada mujer se encuentra cuando decide la interrupción de su embarazo, es decir,
aun cuando no todas lo perciban así porque aún no han cobrado cabal conciencia de esa autonomía
en sí mismas” (Ortiz, 2010: 72).
46
El acompañamiento feminista, posibilita el acceso al derecho a la información sobre su
salud, a la privacidad, a tener acceso a las tecnologías que hacen más fácil el aborto –misoprostol–
respetando las creencias y las condiciones socioeconómicas de cada una. Este acompañamiento,
pone a las mujeres como protagonistas de su aborto, pues ellas deciden que decisiones y cómo
lo llevarán a cabo, –ya sea medicamentoso o por AMEU–. En ese sentido, son las acompañantes
una guía y respaldo que los escucha activamente sin los prejuicios morales de los contextos
médicos altamente patriarcales y violentos.
47
A través de otros ejemplos de acompañamiento, como el de Las Libres, organización
asentada en Guanajuato, se puede apreciar el valor de depositar la confianza en las mujeres y los
lazos de apoyo entre ellas. De manera que tanto las afectadas -en su caso mujeres criminalizadas
por abortar-, como las mujeres defensoras de derechos logran hacer vínculos de confianza y de
solidaridad, amortiguando la victimización. Estas prácticas potencian la transformación social
pues logran concienciar a las mujeres sobre sus derechos y empoderan a las mujeres (Madrazo,
2011).
“es una intervención profesional con un marco de referencia que toma elementos de la psicoterapia
narrativa, el psicoanálisis, el feminismo y las teorías de género, para que la mujer clarifique el dilema
de la situación embarazo-aborto y las condiciones en las que lo enfrentó. ADAS ofrece un espacio
confidencial, respetuoso, con escucha atenta y sin juicios al decir de cada mujer, que protege y
promueve los derechos sexuales y reproductivos” (Ortíz, 2016:1).
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Esta revisión psicológica post aborto se desarrolla en sesiones individuales, presenciales
o por video conferencia, y a lo largo de doce sesiones se reflexiona y analiza sobre los diversos
aspectos que la situación embarazo-aborto visibilizó en ese momento de vida de la mujer (Ortiz,
2016).
La revisión también recupera las preguntas, las reflexiones, las emociones, los
sentimientos, las condiciones familiares, sociales y personales que surgieron en cada mujer y
estuvieron presentes en ese momento. Desde 2007 hasta el 2017, ADAS ha brindado apoyo
emocional a más de 200 mujeres. La sistematización de las experiencias relatadas por 38 mujeres
atendidas por Olivia Ortiz (2016), recupera varios aspectos que aportan al conocimiento de la
experiencia emocional de las mujeres, por ejemplo, la diversidad de condiciones que enfrentaron
en el momento del embarazo, la influencia de los mandatos de género en la construcción de su
identidad y el replanteamiento que ha implicado en sus planes de vida un embarazo no deseado
y que han elegido interrumpir. A continuación, se refieren cuatro categorías de análisis que ha
reportado:
Condición de la mujer antes del embarazo: Las mujeres dan cuenta en su narración de
una educación orientada en el deber ser femenino; así como una historia familiar en la que han
experimentado diversos tipos de violencia. Estos aspectos, entre otros, favorecieron un contexto
familiar que socavó sus aspiraciones de autonomía, libertad e independencia.
49
en sí misma para poner límites a acciones que representen un apego al rol de género tradicional.
En común registraron su interés por un plan de vida orientado a la autonomía; una
determinación a postergar la maternidad en aras de obtener un grado de confianza y desarrollo
personal; así como su aspiración a relaciones personales mediadas por el buen trato, donde se
respeten sus decisiones y su plan de vida.
Significados del embarazo y aborto: El aborto confrontó a las mujeres entrevistadas con
situaciones críticas y dolorosas que habían identificado previamente pero que no habían resuelto
por diversos motivos. Su proyecto de vida ante esta situación cobró una importancia vital,
pasando la maternidad a un segundo término.
“la posibilidad de cambiar patrones de comportamiento, establecidos antes como propios de ser
mujer, y les permite decidir por sí mismas, ejerciendo su libertad a un nivel más alto”, además “al
decir que no a la continuación de un embarazo, la mujer afirma otros aspectos de su vida que ella
considera importantes, generalmente asociados a la gestión de su autonomía” (Ortiz y Troncoso,
2012:10).
El acompañamiento y apoyo emocional post aborto son espacios donde algunas mujeres
han reconocido y validado sus deseos, pese a la cultura patriarcal que impone la maternidad
como único camino válido de ser mujer. En estos espacios de acompañamiento psicológico, han
desarticulado los discursos que les restan autonomía sobre sus vidas. Algunas mujeres han
logrado resignificar su experiencia para alcanzar una perspectiva afirmativa del aborto, al
reconocer que “tuvieron que enfrentarlo para abrir los ojos a otras circunstancias que les permitieron tomar
mayor control de su vida, o un rumbo más apegado a la conciencia de sí mismas” (Ortíz, 2016:3).
50
Capítulo II
––Consigna feminista
En México, el ejercicio del derecho a un aborto no es una realidad para todas las mujeres,
pues su práctica –un derecho que la Organización Mundial de la Salud legitima-, sólo puede
realizarse legalmente hasta las 12 semanas de gestación, dentro de la Ciudad de México
(Gamboa– Montejano y Valdés–Robledo, 2014). Esta situación de injusticia social se evidencia
en lo referido la Constitución Política en su artículo 4°, donde se expresa como garantía
individual el derecho de las personas a la protección de su salud y a decidir de forma libre,
responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos, dejando ver que las
mujeres con falta de recursos y altos índices de marginación como las habitantes del estado de
Chiapas no pueden decidir libremente sobre el ejercicio de este derecho.
Estas variaciones entre leyes federales y estatales relativas al derecho al aborto en México,
aúnan más la injusticia social en lo relativo al aborto. Según Cook (2016), la penalización es
discriminatoria y funciona como catalizador de las desigualdades sociales y étnicas. México, al
ser un país de evidentes desigualdades socioeconómicas, potencia las problemáticas presentadas
por abortos con marcos jurídicos restrictivos, realizados en contextos de alto estigma frente al
aborto. Surge la pregunta ¿Acaso puede hablarse de igualdad cuando por medio de las leyes, se crean
ciudadanas más libres o menos libres de acuerdo a la entidad federativa en la que viven?
Además, las adolescentes y jóvenes, así como las indígenas que no cuentan con parejas
formales, son las mujeres más vulnerables ante el aborto inseguro (Lerner et al, 2016). La
51
interrupción legal del embarazo, abona a los esfuerzos por disminuir la mortalidad materna
provocada por un embarazo inseguro, contrarrestando con esto la injusticia social que significa
abortar en clandestinidad. Las mujeres más vulnerables son las que menos tienen acceso a
servicios de salud y por lo tanto a abortos seguros, lo que hace necesario buscar estrategias –
como el acompañamiento y la información durante el proceso de aborto– tratando de
contrarrestar los efectos de éstas desigualdades sociales (Ortíz, 2010).
Sólo cuando el aborto voluntario esté totalmente despenalizado en todo México será una
realidad la garantía constitucional de que todas las personas son iguales ante la ley y será real el
respeto a la libertad reproductiva, como lo enuncia el Artículo 4° de la Constitución Mexicana.
52
Un avance en materia legislativa, en la Ciudad de México, se sitúa en diciembre de 2003,
cuando el Pleno de la Asamblea legislativa del distrito Federal aprobó reformas, en el tema de
aborto, al Nuevo Código Penal (CPDF) y adiciones a la Ley de Salud para el DF (LSDF). Estas
modificaciones se publicaron en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 27 de enero de 2004 y
entraron en vigor el día siguiente. Las reformas fueron moderadas, pero con implicaciones
profundas. Entre los aspectos clave de estas reformas –respecto a la autonomía de las mujeres–
fueron:
b) Regular la objeción de conciencia de los médicos, de manera que la mujer que solicite
un aborto legal tenga garantizado ese servicio. Para ello se determinó que la Secretaría de Salud
del DF deberá contar permanentemente con personal no objetor, aunque se reconozca el
derecho (individual) de los médicos a negarse a realizar abortos legales, con base en sus creencias
personales (Artículo 16 Bis 7 de la LSDF).
c) Eliminar el carácter de delito del aborto, estableciendo que las causales eran
excluyentes de responsabilidad penal en los casos ya contemplados en el Código Penal (Artículo
148 del CPDF). Uno de los cambios más significativos es que las instituciones de salud, al igual
que las instancias de procuración de justicia, deberán garantizar la interrupción del embarazo, así
como proporcionar a la mujer información oportuna y veraz sobre otras alternativas, y los
posibles riesgos a su salud, garantizando el consentimiento informado.
d) Las reformas a los artículos 145 y 148 del CPDF reconocen la libertad reproductiva
de las mujeres en la Ciudad de México, establecida en la Constitución, afirmando su derecho a
decidir si continúan o no, un embarazo. El aumento de los años de cárcel (entre cinco y diez),
para quienes afecten la voluntad de la mujer forzándola a abortar, fortalece la libertad
reproductiva.
53
En cuanto a la objeción de conciencia, estas reformas respetaron la libertad de trabajo
de los médicos, pero se garantizan también los derechos reproductivos de las mujeres, pues se
establece que se deberá referir a la mujer con un médico no objetor y que no se podrá objetar
cuando su vida o su salud estén en riesgo. Las instancias públicas de salud deben garantizar la
permanente disponibilidad de médicos no objetores en materia de interrupción legal del
embarazo. Las adiciones antes señaladas representaron un importante paso para garantizar el
acceso a servicios de salud gratuitos y de calidad, que permitan a las mujeres de la Ciudad la
interrupción de un embarazo, en los supuestos previstos por la ley, sin cometer ningún delito.
54
Con base en el artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
el aborto es considerado un delito de competencia local, es decir, cada entidad establece si es un
delito o no y cuáles son las causales por las que las mujeres pueden solicitar una interrupción de
embarazo (GIRE, 2013).
Las legislaciones de todos los estados de la República aceptan, en menor o mayor medida,
alguna de siete causales para permitir el aborto. En 32 entidades es legal que una mujer aborte
por un embarazo producto de una violación; 30 estados -a excepción de Chiapas y Nuevo León-
aceptan el aborto imprudencial y 29 no penalizan la interrupción del embarazo cuando la mujer
se encuentra en riesgo de muerte. Las legislaciones más adelantadas se encuentran en Baja
California Sur, Colima y la Ciudad de México, donde la práctica está despenalizada; le siguen
Veracruz y Yucatán, donde se permite el aborto por razones socioeconómicas, pero
manteniendo penas menores si la mujer intenta abortar un producto de una relación extramarital
(Cook et al, 2016).
El aborto es, en todas las entidades federativas, un delito con causales de exclusión de
responsabilidad penal. La normativa de la mayoría de los estados carece de perspectiva de género
y de bases científicas. En más de diez códigos penales se refieren a la mujer que aborta como “la
madre”; en 28 definen al aborto como la “muerte del producto de la concepción”, cuando según
la Organización Mundial de la Salud aborto es la interrupción del embarazo y el embarazo inicia
con la implantación y no con la “concepción”, es decir, cuando el óvulo fecundado se adhiere
a la pared del útero y no en el momento de la fecundación, cuando se unen el óvulo y el
espermatozoide, a lo que pareciera referirse el término “concepción” (Gire, 2013).
55
Sólo en la Ciudad de México está despenalizado el aborto hasta las doce semanas de
gestación. El aborto en casos de embarazos producto de violación está legalizado en todo el país.
Los datos por los cuales se sabe de la incidencia del aborto en México, es a través de los
índices de Mortalidad Materna. Las causas directas de la mortalidad materna incluyen la
eclampsia y pre eclampsia, las hemorragias, las infecciones, así como los abortos inseguros. La
Razón usada para medir la Mortalidad Materna es la (RMM), que expresa el número de mujeres
que mueren durante el embarazo, parto o puerperio por cada 100,000 nacidos vivos (Andión y
Ramos, 2013). Las cifras de Mortalidad Materna (MM) que recoge el Observatorio de Mortalidad
Materna para Chiapas, muestran que, durante el 2014 de las 77 muertes de mujeres debido a
cualquier causa relacionada con el embarazo o su atención, 11.7% corresponden a muertes
relacionadas con abortos inseguros (Freyermuth et al, 2016).
En México, la RMM en 2008 fue de 57.2, en 2009 de 62.2, en 2010 de 51.5 y en 2011 de
50.7 por cada 100,000 nacimientos. En números absolutos, la Razón de Mortalidad Materna
indica que de 1990 a 2011 fallecieron 28,042 mujeres por complicaciones durante el embarazo,
aborto, parto o puerperio (Andión y Ramos, 2013).
56
(Secretaría de Salud, 2016) Estas cifras se recogen de datos oficiales de la Secretaría de Salud
Federal.
Según GIRE, de las mujeres que recurren a un aborto en la Ciudad de México a partir
del 2007, 97% son residentes de la Ciudad de México o el Estado de México y sólo el 3% son
del resto del país. El 56% de estas mujeres tienen estudios de preparatoria o universitarios.
Los datos estadísticos sobre el aborto, evidencian, además, que el número de embarazos
no planeados que finalizaron en abortos se ha incrementado a 874, 747. Estos datos revelados
por el Instituto Guttmacher en el 2008, muestran sólo los abortos llevados a cabo en un contexto
de legalidad, dadas las dificultades para medir el fenómeno realizado de manera clandestina.
La ilegalidad del aborto en la mayor parte del país no impide que las mujeres interrumpan
un embarazo pues la tasa de abortos inducidos en México ha aumentado hasta colocarse en las
más altas del mundo:
Los datos referidos reflejan que en México el aborto sigue siendo una práctica común en
todos los estados, en mujeres en edad reproductiva (15- 49 años). Las estimaciones que hace
GIRE, indican que, durante el 2009, 159,000 mujeres acudieron a un servicio de salud por
complicaciones relacionadas con abortos inseguros en el interior de la República Mexicana. En
base a estas cifras, se recomienda mejorar la cobertura de métodos anticonceptivos, así como de
servicios de post aborto (Juárez, et al 2012).
57
2.4. LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN LA CIUDAD DE MÉXICO
En el 2007, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), aprobó una reforma al
Código Penal para la Ciudad de México, estableciendo una nueva definición de aborto. Así se
despenalizó la interrupción legal del embarazo para las mujeres y las personas que las auxilien,
antes de que se cumplan las doce semanas de gestación.
La interrupción legal del embarazo abona a los esfuerzos por disminuir la mortalidad
materna provocada por un embarazo inseguro, contrarrestando con esto la injusticia social que
significa abortar en clandestinidad. Las mujeres más vulnerables son las que menos tienen acceso
a servicios de salud y por lo tanto a abortos seguros, lo que hace necesario buscar estrategias –
como el acompañamiento y la información durante el proceso de aborto- tratando de
contrarrestar los efectos de éstas desigualdades sociales (Ortíz, 2010).
Las reformas, que fueron aprobadas en 2007 y que actualmente operan para el ejercicio
de Interrupción Legal del Embarazo en la CDMX consisten en:
58
2. Definir el embarazo, para efectos del Código Penal, como «la parte del proceso de la
reproducción humana que comienza con la implantación del embrión en el endometrio». Con
esto, se refrenda la legalidad de los métodos anticonceptivos poscoitales, como la anticoncepción
de emergencia (artículo 144 CPDF).
3. Reducir las sanciones para las mujeres que se practiquen un aborto (artículo 145
CPDF).
4. Proteger a las mujeres que fueran obligadas a abortar. Se estableció la figura del
«aborto forzado», que se define como «la interrupción del embarazo, en cualquier momento, sin
el consentimiento de la mujer embarazada» (artículo 146 CPDF).
Martha Lamas (2015), desde su postura como académica y activista por el derecho al
aborto, considera que las reformas constitucionales estatales que dieron origen a la “protección
de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”, han funcionado como
dispositivos dirigidos a “blindar” a las entidades federativas contra el aborto legal. Actualmente
se ha legislado en dieciséis de las 32 entidades federativas a favor de esta ley (Sonora, Baja
California, Morelos, Colima, Puebla, Jalisco, Nayarit, Quintana Roo, Guanajuato, Durango, San
Luis Potosí, Yucatán, Querétaro, Oaxaca, Tamaulipas Campeche y Chiapas), lo que ha
provocado que exista “incertidumbre jurídica” en todo el país.
59
A consecuencia de estas reformas, el imaginario médico se ha visto afectado de manera
que se les niega proporcionarles atención médica urgente a las que llegan con abortos
espontáneos y son remitidas a la justicia. Lamas (2015) afirma que esta ley también aparece como
una acción simbólica para complacer al vaticano dada la influencia de la iglesia católica en
México.
Tales reformas han sido criticadas por violar varios derechos de las mujeres; a la dignidad
(art. 1 de la Constitución), a los derechos reproductivos, (art. 4 de la Constitución) y el derecho
a la salud (art. 4 de la Constitución y 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Culturales y Sociales). Además, la Academia Mexicana de las Ciencias (2008) hizo pública su
postura en cuanto al retroceso y el riesgo representado por estas reformas.
En México, la reivindicación del aborto salió del debate público en la medida en la que
el Frente Único Pro Derechos de la Mujer, creado en 1935 luchaba por el derecho al voto. Las
feministas mexicanas estaban ocupadas en la persecución del sufragio femenino. No es hasta la
década de los 70´s cuando el activismo de los grupos que se unieron en la Coalición de Mujeres
Feministas, se articuló en torno al derecho al propio cuerpo (Lau, 1987; Gonzáles, 2001; Lamas
2001). Con el lema lo personal es político, la irrupción de la segunda ola del feminismo, puso en
evidencia a las demandas que tenían que ver con el cuerpo y sus afectos (Lamas, 20015). Hasta
ese momento de la historia mexicana, el modelo predominante de ciudadanía, no incluía los
derechos sexuales y reproductivos.
60
Martha Lamas (2015) ubica como inicio de las reivindicaciones feministas en torno a la
sexualidad y a la reproducción a partir de la premisa “mi cuerpo es mío”. Esta premisa surge con
el grupo de Mujeres en Acción Solidaria (MAS) en 1972. Más tarde “el derecho a decidir de las mujeres
sobre el propio cuerpo” fue el hilo conductor que unió a las distintas corrientes feministas que
coincidieron en la Coalición de Mujeres Feministas (CMF). Los propósitos de esta coalición
giraban en torno a la lucha contra la violencia hacia las mujeres, a favor del respeto a la opción
sexual y por la “maternidad voluntaria”. Con la lucha por la maternidad voluntaria se enfatizaba:
a) la educación sexual dirigida a distintas edades y niveles sociales, b) anticonceptivos seguros y
baratos, c) aborto como último recurso y d) rechazo a la esterilización forzada.
En 1976, se organizaron las primeras Jornadas Nacionales sobre Aborto. A raíz de estas
jornadas, las feministas de aquella época lograron que el gobierno se interesara en el tema. El
gobierno decidió estudiar las implicaciones del aborto por medio de la formación de un Grupo
Interdisciplinario para el estudio del aborto en México (GIA). Tal grupo, formado por 80
especialistas de todo tipo, se pronunció por la supresión de toda sanción penal en torno al aborto.
A pesar de estos pronunciamientos, el gobierno hizo caso omiso a sus resoluciones. A la sazón
la coalición de Mujeres Feministas adoptó el lema “por un aborto libre y gratuito”. Decidieron
emprender la lucha por la conquista de la despenalización del aborto por medio de diversos actos
académicos, políticos y de alianzas. En 1978 el MNM decidió marchar en una procesión de luto
rumbo a Reforma, desde la columna del Monumento a la Madre, con la finalidad de visibilizar a
las mujeres muertas por abortos inseguros.
La creación del Frente nacional de Lucha por la Liberación y los Derechos de las Mujeres
y su alianza con la Coalición de Mujeres fructificaron en torno a los años 1980- 1981. No
obstante, la oposición de la derecha y de la iglesia mermaron todos los intentos por poner el
tema del aborto en el debate. Aunado a esto el temblor de 1985 significó todo un reacomodo en
cuanto a las prioridades sociales. Lamas (2015), enuncia cómo el movimiento feminista de esa
época no logró ser una respuesta política a las mujeres que se organizaron para exigir sus
demandas en cuanto a derecho a la vivienda digna. El año siguiente 1987, la Red de Mujeres por
los Derechos Sexuales y Reproductivos proclamaron el 28 de mayo como el “Día mundial de
acción por la salud de las mujeres”. Desde ese entonces distintas organizaciones de mujeres, han
61
elegido ese día para la denuncia de muerte de mujeres en el parto y se han dedicado a mejorar la
atención en cuanto a calidad de la salud de las mujeres.
En 1989 ocurre un evento en el Distrito Federal que pone en la mesa de debate al aborto.
La violación a los Derechos Humanos de mujeres que abortaron en una clínica clandestina de la
ciudad, obligó a la sociedad a expresar su indignación por la tortura y extorsión que ejercieron
policías en contra de ellas. El movimiento feminista emitió un comunicado en el que visibilizaba
todo lo que implicaba abortar en clandestinidad: “la extorsión, la enfermedad y la muerte”
(Lamas, 2015: 51). Además, hacía referencia a que un aborto realizado en condiciones
psicológicas y emocionales adecuadas, abonaría en la salud –integral– de las mujeres.
En el caso particular del estado de Chiapas, en diciembre de 1990, se intentó ampliar las
razones por las que se podía abortar: a) a petición de la pareja con fines de “planificación
familiar”, b) si lo pedía una mujer soltera, o c) si lo solicitaba una mujer por razones económicas.
Las condiciones del estado de Chiapas “sus 16 mil comunidades indígenas y campesinas, su alta
tasa de mortalidad infantil”, parecían razones suficientes para ampliar la legalidad del aborto en
el estado, sin embargo, la presión de la iglesia católica logró minar la ley. El congreso local la
paralizó y la turnó a dictamen (Lamas, 2015:54). En mayo de 1991, se formó el Frente por la
Maternidad Voluntaria (FNMV), su primera acción fue realizar un plantón en la sede de la
representación del gobierno de Chiapas en la Ciudad de México, para exigir que no se diera
marcha atrás a las reformas de Chiapas.
62
los lemas: “Anticonceptivos para no abortar, aborto para no morir”, “Las mujeres deciden, la
sociedad respeta y el estado garantiza”, lema al que católicas por el Derecho a Decidir agrega
“… y la iglesia no interviene”.
El año 2000 fue clave en el debate sobre el aborto en México. El paradigmático caso
Paulina puso el tema del aborto en discusión gracias a su mediatización. El impulso a la campaña
para la reparación del daño a Paulina, llevada a cabo por el grupo Alaide Foppa de Baja California
y GIRE, logró que se acordara una solución amistosa entre el Gobierno Federal y Paulina,
firmado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington
(Lamas, 2009).
Más tarde en julio del 2000, luego de que el PRD perdiera las elecciones en la Ciudad de
México, las feministas ejercieron presión para que el aborto se convirtiera en un tema central. La
gobernadora interina de la Ciudad de México, Rosario Robles, convocó a una sesión
extraordinaria de la Asamblea Legislativa para reformar el Código Penal en materia de aborto.
Esta reforma, conocida como la Ley Robles, incluyó tres ampliaciones: 1) de peligro de muerte
se pasó a grave riesgo a la salud de la mujer; 2) se autorizó el aborto por malformaciones del
producto; y 3) se planteó la invalidez de un embarazo por una inseminación artificial no
consentida. Además, se estableció en el Código de Procedimientos Penales del DF que el
Ministerio Público sería el encargado de autorizar el aborto cuando este fuera legal. El 18 de
agosto la mayoría perredista aprobó la reforma (GIRE, 2007).
63
Estas modificaciones se publicaron en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 27 de enero de
2004 y entraron en vigor el día siguiente.
Según estimaciones del Consejo Nacional de Población del 2010, Chiapas ocupa el
primer lugar a nivel nacional en marginación, este fenómeno muestra la exclusión de grupos
sociales del desarrollo y del disfrute de sus beneficios. El Índice de Marginación para el estado
es de (31.51). Este índice se obtiene mediante el porcentaje de las carencias registradas (población
analfabeta, nivel de ingresos, ausencia de servicios básicos como agua, luz, drenaje) dando cuenta
de la exclusión en diversos aspectos, como el acceso a servicios de salud que limita las
posibilidades de desarrollo de las potencialidades humanas (Almejo et al, 2015).
Esto visibiliza, una vez más las brechas en torno al acceso a Derechos Sexuales y
Reproductivos y a servicios de Salud del estado. Al respecto, Herrera (2006) refiere que “ser
mujer, indígena y pobre en Chiapas es una tríada que implica un alto riesgo de morir” pues las
complicaciones del embarazo, el parto, el puerperio o el aborto en Chiapas, son muy altas: 52%
de las muertes por esta causa son de mujeres indígenas. En Chiapas éstos índices son de gran
relevancia, pues la población indígena representa 24,6% de la población total del estado (Herrera,
2006).
Las cifras a las que se tiene acceso sobre incidencia de aborto en el estado se obtienen a
través de los reportes de salud sexual y reproductiva realizados por el Consejo Nacional de
Población (CONAPO), éstas muestran que entre el año 1997 y el 2009, el porcentaje de mujeres
que reportaron haber tenido al menos un aborto en su vida en el estado, bajó de 13.9% a 11.9%.
En esta encuesta no se reporta si el aborto fue espontáneo o inducido.
64
De acuerdo con GIRE 2015, en el periodo comprendido entre el 2007 al 2012 la
Secretaría de Salud del Estado de Chiapas, así como la Procuraduría de Justicia del estado, no
reportó ninguna autorización de Interrupción Legal del embarazo (ILE), lo que da cuenta de las
brechas que hay entre las causas legales que permiten la interrupción del embarazo y el acceso al
aborto legal y seguro. Recientemente Chiapas ha reformado su constitución para proteger la vida
desde la concepción, dando preferencia a la vida del feto antes de su nacimiento dejando de lado
con esto los derechos reproductivos de las mujeres (Tamés, 2015).
Sobre el acompañamiento que reciben las mujeres con embarazos no deseados en San
Cristóbal de las Casas Chiapas, son las mujeres indígenas inmigrantes las más vulnerables en
términos de clase social y etnia, no así las mujeres mestizas quienes disponen de más redes de
apoyo y por lo tanto acompañamiento durante la decisión de continuar o no con un embarazo
no deseado (Rivas, 2009). Este panorama indica como necesidad, poner atención a este sector
de la población, proveyendo información sobre Derechos Sexuales y Reproductivos y formando
redes de apoyo que enfoquen sus esfuerzos en ellas.
En Chiapas existen tres causales legales por las cuales se puede abortar; si el embarazo
es producto de una violación, si la mujer corre peligro de muerte y si su embarazo sufre
alteraciones genéticas o congénitas, éstas se señalan en el Código Penal del estado, artículo 181;
Artículo 181.- No es punible el aborto cuando el embarazo sea consecuencia de violación, si éste se
verifica dentro de los noventa días a partir de la concepción o cuando la madre embarazada corra
peligro de muerte, o pueda determinarse que el producto sufre alteraciones genéticas o congénitas
que den por necesario el nacimiento de éste con trastornos físicos o mentales graves, previo dictamen
del médico que la asista, oyendo el dictamen de otros médicos especialistas, cuando fuere posible y
no sea peligrosa la demora (C.P. Chiapas).
A pesar de contar con estas excepciones por las cuales las mujeres podrían abortar, estas
no son aplicadas debido a diversos factores; la ausencia de protocolos de atención en casos de
embarazos producto de violación, al desconocimiento de estas entre el personal médico y a la
65
falta de consciencia de derechos de parte de las mujeres y de la población en general. Según
registros de la Secretaría de Salud de Chiapas, no se ha realizado ningún aborto por algunas de
las tres causales legales durante el 2016-2017.
La reciente actualización a la Norma 046, que permite a las mujeres víctimas de violencia
sexual acceder a un aborto sin acudir a un ministerio público a denunciar, confiando así en su
palabra y evitando que a las mujeres se les re victimice en los ministerios públicos o en los
hospitales, también es desconocida entre el personal de salud de Chiapas, por lo que diversas
Organizaciones de la Sociedad Civil, (GIRE, CDD, Ddser) se han dado a la tarea de sensibilizar
al personal de salud para que así se cumpla la norma.
Además, Chiapas no cuenta con la causal salud que podría ampliar el derecho al aborto.
La ausencia de la causal salud para interrumpir un embarazo afecta a muchas mujeres del país,
pues ésta hace referencia a la salud mental de las mujeres que se ve afectada con un embarazo
no deseado.
Por otro lado, en la Ley Revolucionaria de las Mujeres, difundida en enero de 1994, a
raíz del Levantamiento zapatista de liberación nacional, las mujeres indígenas expresan su
derecho a decidir el número de hijos que puedan tener y cuidar. Lo que sienta un referente
histórico en México. Más tarde en 1996, en una propuesta de ampliación de dicha ley, las mujeres
zapatistas añadieron:
Las mujeres casadas tienen derecho a utilizar los métodos de planificación familiar, sea natural o artificial lo
que ellas decidan, sin que el hombre se oponga, sino tienen que entenderse y hacer acuerdos […]. Ninguna
mujer podrá recibir maltrato, insulto o golpes de su esposo solo por no tener hijos varones […] Las madres
solteras tienen derecho a ser respetadas y a ser consideradas una familia (Documento electrónico Red
Internacional de Mujeres).
66
Datos de la Redfine (2004) indican que de los abortos registrados –1000 abortos al mes–, sólo
se contabilizan cerca de 30% del total real.
Chiapas ocupa el segundo lugar en Muerte Materna a nivel nacional, 20% de éstas
Muertes son resultado de un aborto mal practicado, según estimaciones del 2014 de diversas
Organizaciones de la Sociedad Civil.
El aborto visto desde los márgenes de la ley –clandestinidad– permite entenderlo como
un problema de salud pública y un asunto de justicia social.
Las cifras que se han registrado en contextos hospitalarios de la SS (hasta abril del 2017)
son 144 en total para el estado y 63 sólo en el municipio de San Cristóbal de las Casas, contexto
de esta investigación, cabe destacar que estas cifras distan mucho de la realidad, pues los abortos
que se registran corresponden a los que se llevan a cabo solo dentro de contextos hospitalarios.
San Cristóbal de las Casas, es cabecera municipal del municipio del mismo nombre y
pertenece al estado de Chiapas. Se ha caracterizado por ser muy diverso en tanto que conviven
poblaciones indígenas, mestizas, con población migrante extranjera y nacional, además
convergen universidades, diversas Organizaciones de la sociedad civil (OSC), con turismo
nacional y extranjero. A San Cristóbal de las Casas, se le considera la “capital cultural del estado”,
lo que ha atraído gran afluencia turística.
67
Se ubica en la región económica V denominada "Altos Tsotsil-Tseltal". Tiene una
extensión territorial de 484.00 km² que representa el 12.83% de la superficie de la región Altos.
Los altos de Chiapas, es una región conformada por 17 municipios; Aldama, Amatenango del
Valle, Chalchihuitán, San Juan Chamula, Chanal, Chenalhó, Huixtán, San Andrés Larrainzar,
Mitontic, Oxchuc, Pantelhó, San Cristóbal de las Casas, San Juan Cancuc, Santiago el Pinar,
Tenejapa, Teopisca, y Zinacantán, con altos índices de población indígena. Según datos del
INEGI (2013) en la región V una de cada tres habitantes, son indígenas del millón y medio
totales.
La religión más profesada en el municipio de San Cristóbal de las Casas, es la católica (8,
018), protestante con 15,152, bíblica no evangélica con 3,275, sin religión: 5,512. Según la
encuesta intercensal del INEGI (2015) el total de mujeres es de 351,689, de los cuales 176,811
están en edad reproductiva.
Para la región altos, se observa que el inicio de la vida reproductiva de la población está
ligado con el inicio de los matrimonios. El 83% de las mujeres tuvieron su primera unión antes
de los 19 años y el 73% tuvieron embarazos a edades tempranas. Asimismo, se observa que las
parteras continúan siendo importantes en la atención de partos, pues el 73% de las mujeres de
los Altos se atendieron con ellas. En esta encuesta, el porcentaje de abortos es de 11.03%. Todos
ellos espontáneos.
68
Los datos que ofrece la ENSADEMI, revelan que hay notables brechas de desigualdad
en los Altos de Chiapas, caracterizada por condiciones de alta y muy alta marginación. Además
de presentar niveles de mortalidad infantil y materna que se disparan del resto de las regiones;
Istmo, Chinateca, Costa y Sierra Sur, Mazahua- Otomí, Huasteca, Zongolica y Maya.
El año 2000 fue clave en el debate sobre el aborto en México. El paradigmático caso
Paulina9 puso el tema del aborto en discusión gracias a su mediatización. El impulso a la campaña
para la reparación del daño a Paulina, llevada a cabo por el grupo Alaide Foppa de Baja California
y GIRE, logró que se acordara una solución amistosa entre el Gobierno Federal y Paulina,
firmado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington"
(Lamas, 2009)
Más tarde en julio del 2000, luego de que el PRD10 perdiera las elecciones en la Ciudad
de México, las feministas ejercieron presión para que el aborto se convirtiera en un tema central.
La gobernadora interina de la Ciudad de México, Rosario Robles, convocó a una sesión
extraordinaria de la Asamblea Legislativa para reformar el Código Penal en materia de aborto.
9 Paulina, es un nombre ficticio que se le dio a una niña de trece años, embarazada consecuencia de una violación
en su hogar. A Paulina le negaron su decisión de abortar funcionarios de Mexicali, Baja California. La
documentación del caso por el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) posibilitó
transformaciones legales y culturales sobre el aborto en México.
10 El Partido de la Revolución Democrático es un partido político de México.
69
Esta reforma, conocida como la Ley Robles, incluyó tres ampliaciones: 1) de peligro de
muerte se pasó a grave riesgo a la salud de la mujer; 2) se autorizó el aborto por malformaciones
del producto; y 3) se planteó la invalidez de un embarazo por una inseminación artificial no
consentida. Además, se estableció en el Código de Procedimientos Penales del DF que el
Ministerio Público sería el encargado de autorizar el aborto cuando este fuera legal. El 18 de
agosto la mayoría perredista aprobó la reforma (GIRE, 2007).
1. Incrementar el castigo para quien hiciera abortar a una mujer sin su consentimiento, y
un castigo mayor si además mediara violencia física o psicológica (Artículo 145 del CPDF).
2. Establecer que las instituciones públicas de salud en el DF debían realizar, en un plazo
no mayor de cinco días, gratuitamente y en condiciones de calidad, la interrupción del embarazo,
en los casos permitidos por la ley, a la mujer que lo solicitara y cumpliera con los requisitos
establecidos (Artículo 16 Bis 6 de la Ley de Salud del Distrito Federal).
3. Regular la objeción de conciencia de los médicos, de manera que la mujer que solicite
un aborto legal tenga garantizado ese servicio. Para ello se determinó que la Secretaría de Salud
del DF deberá contar permanentemente con personal no objetor, aunque se reconozca el
derecho (individual) de los médicos a negarse a realizar abortos legales, con base en sus creencias
personales (Artículo 16 Bis 7 de la LSDF).
11El Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN) y México Posible son
partidos políticos de México.
70
4. Eliminar el carácter de delito del aborto, estableciendo que las causales eran
excluyentes de responsabilidad penal en los casos ya contemplados en el Código Penal (Artículo
148 del CPDF).
Con el terreno histórico preparado y los avances alcanzados en términos de los derechos
sexuales, además del impulso de las organizaciones de la sociedad civil, se logró que el 24 de abril
de 2007 el pleno de la Asamblea Legislativa aprobara las reformas por 46 votos a favor (PRD,
PT, Convergencia, Alternativa, PRI y Partido Nueva Alianza). Se opusieron 19 legisladores del
PAN y el PVEM y hubo una abstención (del PRI). La ley fue publicada el 26 de abril de 2007 en
la Gaceta Oficial del DF y entró en vigor al día siguiente (Gire, 2007)12.
Por otro lado, la historia de las luchas por el aborto en el estado de Chiapas, se remontan
a la década de los 90´s. Teniendo como punto de partida el intento fallido de despenalización
del aborto en el estado de 1990.
En 1989, a raíz de una violación tumultuaria a una mujer en San Cristóbal de las Casas,
un grupo de mujeres decidió organizarse y demandar condiciones para enfrentar una situación
de ese tipo, este proceso devino en la formación del Grupo de Mujeres de San Cristóbal
(COLEM). El Colem, insistió en que aún despenalizado el aborto en caso de violación (art. 136
del Código Penal), en la realidad esto no se cumplía debido a trámites legales burocráticos en los
que se pretendía determinar si existía violación o no (Comal, 1992).
12 Las mujeres deben presentarse antes de las 12 semanas de gestación y firmar un “Consentimiento informado para
la Interrupción Legal del Embarazo”.
71
Freyermuth, 2002), o a un ejercicio de poder autoritario por parte de Patrocinio Gonzáles
(Castro, 2014). Tal medida consistía en añadir al Código Penal del estado el artículo 136 que
establecía causales diversas por las que el aborto no era punible: a) en caso de un embarazo como
consecuencia de violación, b) cuando la madre corriese peligro de muerte, c) cuando el producto
sufriera alteraciones genéticas o congénitas, d) por planificación familiar, o bien por e)
“imprudencia” de la embarazada.
La respuesta de diversos grupos a esta medida aprobada por el Congreso del Estado fue
inmediata. Las primeras manifestaciones de rechazo a las reformas provinieron de las jerarquías
eclesiásticas de las Diócesis en el estado de Chiapas. El 28 de diciembre entregaron al Congreso
un documento que pedía la derogación total del artículo 136 y que se legislara “a favor de la vida,
desde la concepción de un nuevo ser, hasta el último instante de su existencia humana”. Para la Diócesis de
San Cristóbal la “planificación familiar” era por lo menos un desafortunado eufemismo; la
“agresión” –expresó- se dirigía a los indígenas y lo que se intentaba era evitar un crecimiento de
su población (Castro, 2014:550).
Inés Castro (2014), considera que las mujeres que apoyaron la medida a favor de la
despenalización fueron mujeres mestizas, de clase media provenientes de la Ciudad de México y
asentadas en San Cristóbal de las Casas, así como mujeres urbanas del magisterio de Chiapas, de
la Colectiva Mujeres Autónomas en lucha de COMAL "Citlamina". Todas ellas realizaron
"pintas" a favor del aborto en la ciudad durante los primeros días de enero de 1991. Destaca que
las mujeres integrantes de este grupo se habían separado del Grupo de Mujeres de San Cristóbal
(COLEM), debido a diferencias de clase, ideológicas y de preferencias sexuales, pues la consigna
usada para reivindicar la lucha por la despenalización del aborto era "no somos putas ni lesbianas",
clara reproducción de estereotipos del "ser mujer" y ser una "buena madre" (Castro, 2014).
72
Inés Castro argumenta cómo la posibilidad de despenalización, constituyó un parteaguas
en el movimiento de mujeres chiapaneco y sus diferentes vertientes, considera que, a partir de
este hecho, se abrieron dos líneas conceptuales y prácticas: una abocada al análisis y combate de
la muerte materna; y otra centrada en el aborto. Ambas confluirán en la formación del Comité por
una Maternidad Voluntaria y Sin Riesgos, que seguía los pasos de la Iniciativa por una Maternidad
Sin Riesgos formada en 1987 (Castro, 2014:562).
Castro, concluye que en los años ochenta del siglo XX en México constituyen un periodo
clave para el estudio de los movimientos sociales de toda índole, en particular de las vertientes
feministas que se perfilarán con toda claridad en la década siguiente. En Chiapas, dada su
ubicación geográfica como zona fronteriza con Guatemala, las diversas corrientes políticas que
aquí arribaron desde los años setenta y la situación de extrema pobreza, dan lugar a la
conformación de escenarios para distintas luchas políticas. Define los años ochenta como el
escenario donde germinan las distintas vertientes del feminismo, que no se limitan a las
enunciadas o clasificadas por la propia Gisela Espinosa (2009).
73
En contraste, según Adriana Ortiz- Ortega (2001) en Chiapas, el aborto era un problema
que las feministas habían dejado de lado por estrategia política, el Grupo de Mujeres de San
Cristóbal, cuyo trabajo se enfocaba más en la violencia contra las mujeres y su mejoramiento de
status, veía como problemático involucrar el tema del aborto y su despenalización en la
comunidad, ya que habían creado confianza y habían introducido el tema de la lucha contra la
violencia.
CAPÍTULO III
3. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN E INTERVENCIÓN
El aborto voluntario es una decisión que la mujer toma sobre su propio cuerpo,
independientemente de la legalidad o ilegalidad de éste. Considero al acompañamiento a mujeres
en procesos de aborto, seguido de un protocolo definido, como una vía que posibilita en las
mujeres si no la conciencia del derecho al aborto, si el ejercicio de derechos sexuales y
reproductivos. La experiencia de aborto cambia significativamente cuando una mujer tiene
acceso a redes de apoyo, pues “rompen con la sensación de soledad, acceden a más y mejor información sobre
sus opciones, intercambian experiencias, amplían sus contactos sociales y perciben confianza de tener un respaldo”
(Ortiz, 2010:37). El acompañamiento feminista, promueve la solidaridad entre mujeres en
situación de aborto sin caer en prácticas asistencialistas. Este acompañamiento reconoce las
inequidades históricas de género, así como las relaciones de poder entre hombres y mujeres. La
74
premisa del acompañamiento durante un aborto es que todas las mujeres deben tener acceso a
servicios de aborto seguro y legal (Börjesson et al, 2015).
Adoptar una mirada crítica feminista, que pone en entre dicho los valores tradicionales
de neutralidad, objetividad y universalidad de la ciencia, me permitió formular las siguientes
preguntas y objetivos de investigación:
75
Preguntas de Objetivo Objetivos Metodología Producto
investigación general específicos final
76
Considerando que el aborto es un Derecho Humano de las mujeres, que tiene como
premisa central a la libertad y responsabilidad para decidir sobre sus cuerpos, me ubico dentro
de una posición liberal: por los derechos humanos de las mujeres, la salud pública y la justicia
social. Estas tres perspectivas están estrechamente vinculadas a) derechos humanos –derechos
sexuales y reproductivos–, b) aborto como problema de salud pública y c) aborto y justicia social.
Posicionarme de esta manera, me ha permitido tener un panorama integral del aborto.
77
salud, nadie podría estar saludable, pues cualquier malestar afectaría ese estado de completo
bienestar.
Por esta razón, en esta investigación retomo un concepto de salud que tome en cuenta a
las mujeres como sujetas sociales activas, capaces de construir su bienestar. Vinculo al bienestar
con la autoestima, la autonomía, la felicidad y con las condiciones socioeconómicas que
posibilitan una vida satisfactoria. Considero, asimismo, que las acompañantes con su activismo
feminista, van construyendo este estado de bienestar social, pues plantean el acceso al aborto seguro
y legal como una medida que contribuye a este bienestar, poniendo a su alcance herramientas e
información para abortar de forma segura. Concuerdo con Mabel Burin (1991), cuando expresa
que la salud mental de las mujeres no sólo se asocia a factores internos –intrapsíquicos–, pues
existen factores económicos, ambientales, sociales culturales y familiares que contribuyen a la
pérdida de la salud mental.
Es necesario que las mujeres sean conscientes de sus derechos y de los mandatos y roles
de género impuestos; ser para los otros y la maternidad como único destino de (Burin, 1991).
De esta manera las mujeres ejercerán sus abortos como ejercicio de derechos y como un primer
acto de poner límites a un embarazo no deseado que acarreará mayores problemas a las mujeres
de llevarse a término y que vulnerará su estado de bienestar integral.
Retomo la premisa de “hacer la salud pública” de Didier Fassin (2005). Para este autor, la
salud pública tiene como principal objetivo preservar y promover la salud de una sociedad en el
marco de las acciones públicas, de las políticas de salud, donde el término de lo público es el
reconocimiento al bien común. En ese sentido considero que las acompañantes de aborto como
actoras sociales, identifican un problema de salud y lo inscriben en la agenda política.
78
El lugar de investigación e intervención es en la ciudad de San Cristóbal de las Casas,
Chiapas. A partir de mi vinculación con la Red de Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir
(RJCDDD) en agosto del 2016, me enriquecí de las experiencias de las jóvenes en este contexto.
También recupero los conocimientos y saberes que he acumulado a través de mi experiencia
como acompañante en la CDMX.
79
diversas comunidades de los altos de Chiapas. Todas ellas son acompañantes activas, se
posicionan como activistas feministas y consideran que el trabajo que realizan es necesario para
disminuir las brechas de desigualdad e injusticia social. Actualmente ellas son aliadas de la Red de
Jóvenes por el Derecho a Decidir en San Cristóbal.
En esta entrevista me interesaba conocer ocho aspectos del acompañamiento, por lo cual
dividí la información surgida de las entrevistas en tres categorías de análisis;
80
Otra herramienta metodológica para la obtención de datos fue la observación
participante. A partir de que me vinculé con la OSC de Católicas desde agosto del 2016 en San
Cristóbal de las Casas, visibilicé y me adentré en el quehacer de las acompañantes en este
contexto. Esta OSC no sólo se dedica a acompañar a mujeres durante sus abortos, también
dedica gran parte de su tiempo a difundir y “hacer la salud pública” en aras de que los derechos
sexuales y reproductivos se concienticen entre la población. Una de sus tareas principales es
acercar a las mujeres información sobre el uso seguro de medicamentos para para interrumpir
un embarazo no deseado, así como la capacitación de mujeres aliadas que están conscientes del
derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos y del derecho al aborto. Dichas capacitaciones,
me permitieron visibilizar junto con las integrantes, las necesidades de dicha Red.
Este hecho me motivó a proponer como parte del Manual Sororario para acompañantes de
aborto, un apartado que incluya porqué estos vacíos nos sitúa como agentes que “hacemos la salud
pública”. Considero que la información es poder, en consecuencia, el conocer que las
acompañantes no caemos en ningún delito al acompañar y proporcionar información a las
mujeres que desean abortar, redundará en nuestro bienestar emocional y hará que el miedo que
algunas acompañantes expresan tener, se reduzca.
81
situarnos o como agentes de derechos o en el otro extremo; ejerciendo una labor en los márgenes
de la ley.
Por esta razón diseñé el manual con referencias a las leyes y derechos internacionales que
declaran porqué el aborto es un derecho humano, así como las recomendaciones que se le ha
hecho al gobierno mexicano por incumplir con éstos. Nombra los artículos del Código Penal de
Chiapas en los cuales hay vacíos legales que permite la labor del acompañamiento durante un
aborto pues este sólo implica dar información para la salud sexual y reproductiva. Este manual
abonará a que las acompañantes nos situemos como agentes de derechos y de justicia social,
pues considero que la información empodera.
Las contacté por medio de una petición informal, asegurándoles que la entrevista sólo
sería usada con fines académicos, les entregué una copia firmada del consentimiento informado.
Los nombres que usaron son seudónimos que las mismas entrevistadas eligieron. Subrayo que
todas deseaban ser nombradas por sus nombres reales, sin embargo, dadas las restricciones
impuestas por sus protocolos de seguridad, decidieron proporcionarme estos seudónimos.
82
Las organizaciones a las cuales pertenecen, así como sus características socioeconómicas,
y los números aproximados de acompañamientos que han realizado, se enuncian en la tabla que
se presenta a continuación;
Acompañantes entrevistadas
+ 100 Lic. En RI
83
3 Estudios de
Género UAM
7 Flor INCODESI 4 años 29 años Soltera Lic. En
(Organización que Desarrollo
trabaja temas de Sustentable
derechos sexuales y UNICH
reproductivos en zona
altos
y
aliada de la Red de
Jóvenes Católicas por el
Derecho a Decidir
3
8 Yólotl Fondo MARIA en 4 años 31 años Unión Lic. En RI
CDMX Libre UNAM
(2009 a 2012)
---
9 Carolina Fondo MARIA 1 25 años Soltera Lic. Gestión
(embajadora en Turística
Chiapas)
Además, si bien la OMS ha dicho que el aborto medicamentoso es tan seguro que las
propias mujeres pueden auto gestionárselo, y que la información sobre misoprostol debe
84
divulgarse entre la población en aras de que esta tecnología esté al alcance de todas las mujeres,
también tiene como estrategia primordial; “Ampliar las políticas, guías y protocolos para la prestación de
servicios, en base a los protocolos de FLASOG –Federación Mexicana de Sociedades de Ginecología y
Obstetricia– para elaborar normas nacionales y protocolos para la prestación de servicios de aborto inducido, con
un enfoque en seguridad y calidad de la atención” (IPAS, 2010).
85
Adriana Ortiz- Ortega (2001) concibe a las luchas por la legalización del aborto, como
una búsqueda de autodeterminación personal y de integridad corporal que tiene como eje la
conquista del propio cuerpo. Como tal en México, esta búsqueda se refleja en el activismo
político de acompañamiento.
Además, los aprendizajes y reflexiones hasta ahora estudiados, no dan cuenta de las
problemáticas específicas de acompañamiento a mujeres en contextos rurales, o en las zonas
conurbadas de las ciudades, donde la práctica del aborto aún se lleva a cabo en clandestinidad.
Según Fondo MARIA (2009), cuando las mujeres deciden abortar, las brechas de desigualdad se
vuelven más grandes, respecto al derecho a la salud, el derecho a la información, la libertad de
expresión y el derecho a la educación, pues son las mujeres más vulnerables; indígenas,
adolescentes y las que viven en contextos rurales o zonas conurbadas de las ciudades, las que se
están más alejadas del acceso a todos los derechos.
86
CAPÍTULO IV
Fondo MARIA, explica en su página web13 que “En la mayoría de los estados, el aborto
es cuestión de justicia social, ya que las mujeres adineradas pueden pagar por prestadores de
servicios particulares o viajar a lugares donde los servicios seguros están disponibles, mientras
que las mujeres pobres son forzadas a poner su salud y su vida en riesgo al recurrir a abortos
clandestinos”.
13 www.fondomaria.org
14 Cifras del 2009 al 2013 aportadas por Fondo MARIA.
87
en etapas más tempranas de gestación, lo que las coloca de nueva cuenta en un escenario de
desigualdad.
En sus informes reflejan que de la mayoría de las mujeres que reciben ayuda optan por
el aborto por medicamentos, por tal motivo creen fundamental capacitar no sólo a las voluntarias
de la OSC, si no también a las personas que fungen como acompañantes, ya sean madres, amigas,
hermanas o parejas, presentes en el proceso de aborto15. Respecto al trabajo de acompañamiento
posterior al aborto, este es mínimo. La dificultad yace en que una vez que las mujeres confirman
el éxito del procedimiento, prefieren no atender a la consejería posterior. Esta reacción es
entendible por el estigma que prevalece respecto al aborto (Ortíz, en Freyermut 2008).
El costo del misoprostol para inducir abortos es muy bajo, en México antes de la
legalización en el año 2007, el costo promedio del tratamiento de complicaciones graves del
aborto inseguro era de $209 dólares estadounidenses por cada mujer. Después de la legalización,
el costo aproximado fue sólo de 98 dólares para cada mujer (IPAS, 2010).
En gran parte de Latinoamérica, las mujeres informadas y con acceso a internet, recurren
al aborto con medicamentos, pues este es de mayor acceso, menos doloroso y riesgoso. Las
ventajas de este método, incluyen el que se evite la cirugía y pueda realizarse en un lugar privado.
Entre las desventajas se cuentan que a pesar de que se facilite el acceso al aborto, se suele
incrementar las condiciones de vulnerabilidad en las que se vive el procedimiento, pues muchas
15 Informe final “Ampliando el acceso a la interrupción legal del embarazo para adolescentes como grupo
vulnerable en México a través del Fondo de Aborto para la Justicia Social MARIA”.
88
mujeres relatan vivir el proceso solas, sin el apoyo de sus parejas y con poca información. Estas
mujeres no construyen al aborto desde una perspectiva de derechos humanos y desconocen el
funcionamiento de su cuerpo (Lafaurie et al, 2005)
En México, frente a las desigualdades sociales para recurrir a un aborto, ha crecido el uso
del misoprostol, este ayuda a reducir las muertes maternas, las complicaciones debidas a su uso
son prácticamente nulas y su precio es reducido (Victoria et al, citado en Lerner 2016).
Su uso data de los años 80´s cuando comenzó a usarse el misoprostol (prostaglandina
para el tratamiento de úlcera gástrica). Dada la baja tasa de efectos secundarios, su fácil acceso,
así como su eficacia del 88% su uso se extendió rápidamente (GIRE, 2009). Años más tarde se
combinó el misoprostol con la mifepristona, a partir de la despenalización del aborto en Ciudad
de México, esto produjo que la efectividad del aborto subiera hasta el 90%.
Su uso dio lugar a un cambio en la práctica del aborto, pues esta biotecnología redujo
costos hospitalarios e incluso disminuyó las diferencias en cuanto a clase social de las mujeres
que interrumpen un embarazo. Las mujeres legitimaron la práctica al ser usuarias de un servicio
público, en vez de ser vistas como delincuentes. El uso del medicamento: “las posicionó como capaces
de asumir una responsabilidad en el proceso de toma de medicamentos” (Lamas, 2014:59).
Sobre el aborto con medicamentos, Martha Lamas (2014), refiere que el uso de este
método, tiene el valor agregado de posicionar a las usuarias como sujetas capaces de asumir una
corresponsabilidad en el proceso, y obliga a confiar en que llevarán a cabo adecuadamente las
instrucciones en sus hogares y regresarán a la revisión.
89
En México es a partir de la despenalización del aborto en la capital, que se empieza a
visibilizar el acompañamiento de diversas colectivas y organizaciones de la sociedad civil a
mujeres en proceso de aborto. La despenalización, permitió que algunas mujeres que “entraban”
en el marco legal que permite la interrupción hasta las 12 semanas en la CDMX, experimentaran
corpóreamente los abortos medicamentosos, en las clínicas de salud especializadas en
Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Algunas otras se hicieron acompañantes, adquiriendo
más conocimientos biomédicos, herramientas de seguridad, apropiándose del discurso de
derechos, etc. Quienes ya acompañábamos desde antes del 2007 también nos fortalecimos de
las nuevas experiencias, generamos alianzas, redes de apoyo, uso de tecnologías, etc.
90
Asimismo, existe una tendencia a homogeneizar los acompañamientos, no obstante que
todas las mujeres, y por ende todos los casos y todas las acompañantes son distintas, requiriendo
de un actuar diferente por parte de las acompañantes. Las acompañantes, que son la vía para que
las mujeres ejerzan su derecho a un aborto seguro, realizan su labor sin remuneración económica
alguna, ni contención emocional suficiente para los casos más complejos.
AMIGAS”.
Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir, fue una
consigna utilizada por muchos años para referirse al aborto como última instancia ante un
embarazo no deseado y dado el poco acceso de las mujeres a anticonceptivos. Además, daba
cuenta de que el aborto ilegal era siempre riesgoso, pues aún no estaba legitimado el uso de
misoprostol que vendría a revolucionar y a desdramatizar al aborto como expresa Marta Lamas
(2014).
Ha habido un cambio de paradigma en cuanto a la vivencia del aborto entre las mujeres.
El uso del misoprostol o del misoprostol en combinación con la mifepristona, y la autogestión de
abortos medicamentosos ha hecho que el acompañamiento sea visto como algo más asequible.
Lejos quedaron los legrados altamente riesgosos para las mujeres, que sólo podían ser realizados
por personal altamente capacitado, como las JANE, en Chicago en los años 70´s –durante los
años de penalización del aborto en el contexto estadounidense–, que habían aprendido ha hacer
curetajes ellas mismas.
Es importante subrayar cómo las redes sociales han brindado seguridad a quien está
abortando y a quién acompaña, pues ya no se trata de “poner el cuerpo” y arriesgarse de manera tan
riesgosa por la otra. Las líneas telefónicas, el uso de tecnologías de la información y redes sociales
como whats app, telegram, etc, favorece el anonimato y la distancia física de las mujeres y sus
acompañantes.
91
Las mujeres que acompañan han resignificado el proceso de aborto, no obstante, las leyes
locales que obstaculizan la práctica en los estados donde está penalizado el aborto. Considero
que al Estado hay que tomarlo como un instrumento, tomar lo que sirve en la consecución de la
salud, en aras de “hacer la salud pública” como enuncia Fassin (2005). En ese sentido considero
que hay que visibilizar que son las mismas acompañantes, como agentes de derechos, las que
permiten que el aborto se resignifique. El acompañamiento es una respuesta al incumplimiento del
Estado en proporcionar abortos seguros a las mujeres lejos de la Ciudad de México y como tal
ayudan a solventar esas brechas de desigualdad.
92
No cabe romantizar a los acompañamientos, sería muy positivo que los abortos pudieran
realizarse “en la casa y con amigas”, nombre que retoma una Organización de la Sociedad Civil que
acompaña a mujeres en Ecuador, sin embargo, por el momento, estos se encuentran fuera de la
realidad dado el contexto de desigualdad social mexicano.
Existe mayor control y seguimiento de los abortos medicamentosos, pues a las mujeres
atendidas se les da un protocolo de medicamentos seguro, efectivo, ampliamente estudiado y
respaldado por la Organización Mundial de la Salud. Es importante este respaldo legal de
organizaciones hacia acompañantes, pues esta práctica sigue siendo criminalizada en la mayor
parte del país. Las acompañantes que realizan su labor en distintas OSC´s ganan respaldo en su
quehacer y no se arriesgan tanto a nivel individual.
93
Realicé diez entrevistas a profundidad a acompañantes de Chiapas y de la Ciudad de
México, centrándome en cuatro casos paradigmáticos de acompañantes. El criterio de selección
de los casos fue la diversidad de sus experiencias y saberes, todas tienen distintas edades y niveles
de escolaridad. Aportaron insumos al Manual sororario para acompañar abortos, que presento como
producto final de esta tesis16.
Sobre las acompañantes entrevistadas, destaco que todas se nombran feministas, con
consciencia de género, han internalizado al aborto como un derecho, así como un evento más
en la vida sexual y reproductiva de las mujeres. Todas han desplegado estrategias creativas para
ejercer su labor ante un contexto restrictivo, no obstante, no todas tuvieron participación activa
en la construcción del protocolo.
16 Las significaciones personales de acompañamiento de las cinco acompañantes restantes, así como la información
suministrada por el grupo focal, fueron utilizadas para construir la definición de acompañamiento utilizada como punto
de partida del Manual Sororario para acompañantes de aborto.
17 Bourdieu, P. (1991). Estructuras, habitus, prácticas. El sentido práctico, 91-111.
94
1. Conocimientos y saberes necesarios para realizar su labor
En esta categoría compilo todas las experiencias, saberes y herramientas que nombran
como esenciales para realizar acompañamientos. Asimismo, exploro los conocimientos que han
recogido en su andar, saberes “no científicos”18 ni sistematizados, pero claves para realizar su
labor.
En este apartado, también cuestiono el apego que las acompañantes tienen al protocolo
de seguridad, no en el sentido de adherirse a normativas institucionales, sino en cómo en la
medida en que se apegan a ellos, su autocuidado y bienestar aumentan.
18 Con saberes no científicos a los que me refiero son las “creencias, valores, normas, conocimientos y
comportamientos ligados a la salud, que sin ser necesariamente coherentes o estar científicamente fundados,
tampoco son erróneos” (Aguirre, 1994). Estas creencias y saberes, se oponen al Modelo Médico Hegemónico
entendido como “…el conjunto de prácticas, saberes y teorías generadas por el desarrollo de lo que se conoce como medicina científica,
el cual desde fines del S. XVIII ha ido logrando dejar como subalternos al conjunto de prácticas, saberes e ideologías que dominaban en
los conjuntos sociales, hasta lograr identificarse como la única forma de atender la enfermedad, legitimada tanto por criterios científicos
como por el Estado” (Menéndez, 1990).
95
–buentrato y empatía–, otras prácticas como la escucha activa o la habilidad para poner límites,
pueden aprenderse con capacitaciones específicas, brindadas por sus organizaciones o colectivas.
3. Definición de acompañamiento
Las significaciones que las acompañantes tiene de su labor, sirvieron para crear un
concepto de acompañamiento, acotado al entorno de San Cristóbal de las Casas. Las pautas que
subrayé en sus narrativas, fueron;
96
Discuto con los argumentos de Didier Fassin (2008) de “hacer la salud publica”. Hacer la
salud pública, va más allá de tratar enfermedades y curar a individuos, pues promueve la salud de una
sociedad en el marco de acciones públicas, –incluso fuera de los marcos legales–, como es el
caso del acompañamiento feminista de aborto.
Exploro el modo de acompañamiento que realizan. Si este es más asistencialista, y
nombran a su acompañamiento como “ayuda” a otras mujeres, o si más bien se inclinan hacia el
activismo político, motivando a las mujeres a realizar sus abortos de maneras más autónomas,
brindando la información necesaria, pero poniendo énfasis en que el acompañamiento feminista es
aquel que empodera a las mujeres que se acompaña y a las activistas feministas; un proceso en dos
sentidos: el de la persona que acompaña, como el de la persona acompañada (Ortiz, 2010).
97
SOFÍA MORA19
Sofía es la coordinadora de la Red Jóvenes Católicas por el Derecho a Decidir San Cristóbal de las
Casas. Desde el 2015, además de acompañar a mujeres en sus abortos, realiza tareas de logística
y gestiona el trabajo de Católicas a favor de los derechos sexuales y reproductivos en el estado.
Actualmente tiene 23 años y ha acompañado más de 100 abortos, lo que da cuenta de su amplia
experiencia como acompañante.
Ha aprendido que "entre más informada esté la mujer, su dolor y ansiedad en el proceso, bajará".
Este conocimiento producto de su experiencia en el activismo de acompañamiento, no ha sido
sistematizado en los manuales de la Organización Mundial de la Salud, ni de ningún Organismo
Internacional, pues se han obtenido fuera del Modelo Médico Hegemónico. Este hallazgo, –el
19
Los nombres de las acompañantes son ficticios. Los seudónimos que aparecen fueron elegidos por las
acompañantes.
98
cual he escuchado en otros discursos de acompañantes–, es de vital importancia en la
disminución de la experiencia subjetiva del dolor.
Relata que "Todas las mujeres tienen un cuerpo distinto […]me preguntan, “¿cuánto voy a sangrar?”
y les digo que cada cuerpo es distinto", con base en esta afirmación, constato que no se puede unificar
una única manera de acompañar a las mujeres, tampoco se puede exigir el estricto apego a un
protocolo de acompañamiento, pues todas las mujeres son distintas en cuanto a personalidades
y a sensaciones corpóreas. no obstante, dicho protocolo debe incluir una lista de pasos
imprescindibles al acompañar.
"En católicas les decimos que nadie las va a castigar, les mencionamos que incluso hubo un Santo a
favor del aborto, San Antonino". Estos conocimientos, los cuales les han sido impartidos a las
acompañantes del Católicas por el Derecho a decidir, son vitales a la hora de informar a las
mujeres católicas, en proceso de aborto –o que fueron educadas en la fe católica– pues sus
creencias religiosas juegan un papel muy importante en su proceso.
"Les aclaramos que en la Constitución de la iglesia hay atenuantes de culpa para las mujeres que
abortan, estas son cuatro; si la mujer es menor de 16 años, si fue violada, si tiene miedo o si lo hizo sin su
consentimiento". Asimismo darles información que les ayude a reducir la culpa y la creencia de que
están cometiendo un pecado, es respetar sus creencias, requisito fundamental para un
acompañamiento feminista.
99
consejería desde un inicio “yo les digo que luego luego puede regresar su fertilidad, así es que necesitan decidir
un método desde ya…”.
Sobre la capacitación que más refiere haberle servido: “vimos la parte religiosa, es decir que
hacer si una mujer es católica y se siente muy mal, “¿por donde entrarle?,” en esos casos… que comentarios
hacerle, que material brindarle, la parte de contención psicológica, o de cómo poner límites y qué decir”.
La Red de Católicas, al ser una organización de la sociedad civil que tiene como misión
"defender los derechos humanos de mujeres y jóvenes, en especial sus derechos sexuales y reproductivos, incluyendo
el acceso al aborto seguro y legal, desde una perspectiva ética, católica y feminista"20 capacita a sus integrantes
para respetar las creencias de las mujeres católicas que buscan interrumpir sus embarazos e
informarles que el Derecho Canónico, el máximo referente legal del catolicismo, si se analiza a
profundidad, no condena el aborto pues existen atenuantes para esta práctica.
Esta información puesta en manos de las mujeres que buscan interrumpir sus
embarazos, que se sienten culpables y en un dilema moral es de gran ayuda, pues hace que estos
sentimientos disminuyan.
100
en clave al nombrar el proceso medicamentoso y d) pedir un ultrasonido para verificar que las
mujeres efectivamente se encuentren embarazadas.
Sin embargo en el caso de Sofía, al ser una acompañante conocida en San Cristóbal de
las Casas por su activismo feminista, prefiere no seguir al pie de la letra estas pautas. Expresa
"Yo no uso lenguaje en clave, me parece que es importante ser claras con la información que se les está dando a
las mujeres". En este caso y desde mi experiencia como acompañante, no utilizar las palabras
adecuadas; aborto, misoprostol, coágulos, en definitiva no genera confianza en las mujeres en
momentos de crisis.
3. Definición de acompañamiento
“Para mi acompañar, no sólo es estar pendiente, es estar inmersa en el círculo de la mujer que
aborta, es estar preocupada por el proceso de aborto.
Acompañar es activismo político porque le das herramientas a las chavas, al decirles “tú también
tienes derecho a decidir sobre tu propio cuerpo”, validas una decisión que ellas ya tomaron”.
También expresa la necesidad de que las mujeres exterioricen sus necesidades, pues no
todas requieren el mismo tipo de acompañamiento. De ahí la necesidad de flexibilizar el
protocolo para adaptarlo a cada caso.
101
La primera pregunta que ella hace es: ¿Qué necesitas de mi? precisando los recursos, –
económicos, materiales o de información– que requieren. Evita así caer en prácticas paternalistas,
opuestas al feminismo.
Retomando a Ortiz (2010) quien expresa que el acompañamiento, para que empodere a
ambas partes, debe darse en un plano de horizontalidad con las mujeres en situación de aborto,
considero que esta estrategia, les invita a observar sus herramientas, pues no son personas
carentes de recursos, tienen redes de apoyo y recursos económicos, psicológicos, emocionales
que en mayor o menor medida activan en estos momentos de crisis.
Por lo tanto el acompañar sería por un lado complicidad con las mujeres en situación
de aborto, brindarles información de manera confidencial pero también un aliciente que "activa"
los recursos sociales con los que cada una de ellas cuenta (Ervitti, 2015).
Su estilo personal da cuenta de su pragmatismo, pues afirma "me enfoco más en la onda médica
[...] más que en la psicológica". En su caso –ya que atiende a gran cantidad de mujeres– es necesario
priorizar y dar la información sobre el protocolo de ingesta de medicamentos, de la manera más
clara posible. Lo primordial es brindar la información sobre el uso de los medicamentos de
manera completa y clara desde el inicio, pues algunas mujeres no concluyen el acompañamiento.
"Yo no soy católica, [...] pero estoy con católicas porque considero que los españoles nos influenciaron
muchísimo, nuestros actos culturales tienen que ver con nuestros aprendizajes católicos y judeocristianos". Está
convencida de que acompañar debe pasar por un conocimiento del contexto cultural y religioso
102
en el que están inmersas las mujeres que acompaña y por tanto su estilo personal, aunque no es
el de una feminista católica como tal, respeta a las mujeres y sus creencias.
Observo también que Sofía está consciente de la necesidad espiritual de las mujeres de
validar su proceso de aborto. En el contexto san cristobalense, de fuerte influencia católica e
ilegalidad, las mujeres abortan con culpas y con la conciencia de que están cometiendo, más que
un delito que será perseguido, un pecado (Rivas et al, 2009), por esta razón validar y solventar esa
necesidad lo vuelve una forma de hacer la salud pública (Fassin, 2008), respetando además sus
creencias religiosas, clave en un acompañamiento feminista de aborto.
JULIA
Rescato sus conocimientos y saberes como activista católica, pues participó en el diseño
de protocolos de acompañamiento adaptados a las diversas necesidades y contextos de las mujeres. En
la entrevista, menciona una diversidad de experiencias de acompañamiento de mujeres en sus
abortos, ya sea en la Montaña de Guerrero o en Tijuana, esta diversidad de experiencias y saberes
nutren al Manual Sororario de Acompañamiento.
103
Julia ha acumulado notable experiencia dentro de Católicas por el Derecho a Decidir.
Mucha de esta información, no se encuentra sistematizada y menciona que es “propiedad de pocas
personas o instituciones”. Esta reflexión se vincula directamente con el objetivo principal de esta
tesis: rescatar los conocimientos y saberes en manos de algunas personas, para socializarlo con otras personas
que quieran formarse como acompañantes o bien personas que requieran información básica
sobre cómo acompañar a mujeres en sus procesos de aborto.
En cada contexto, las barreras para garantizar los derechos de las mujeres son distintas,
en la montaña de Guerrero, donde narra varios casos de embarazos por violación, los
determinantes sociales22, la injusticia social, obligaban a la OSC a trasladar a las mujeres a la Ciudad
de México para finalizar sus abortos.
22Se entiende por determinantes sociales; estilo de vida, biología humana, medio ambiente y el sistema sanitario
(Palomino, Grande y Linares, 2014).
104
Asimismo, Julia recomienda indagar en sus dilemas religiosos, pues “las cuestiones de
maternidad y la vida que se está gestando pesan mucho en las mujeres”. La recomendación y el aprendizaje
aquí, es el de reafirmarles que no están cometiendo ningún pecado –con argumentos tomados
del Código de Derecho Canónico–, y asegurar que la acompañante estará en todo momento con
ellas para disipar dudas y darles confianza. De esta manera “cierran” su proceso más rápidamente,
a nivel emocional, psicológico e incluso físico.
Al crearse la Línea ILE de violencia sexual, dentro de CDD23, se detecta que hay mujeres
que requieren asesoría para interrumpir sus embarazos al ser víctimas de violación, pues al
acabárseles sus opciones, se les canalizaba a Católicas por el Derecho a Decidir. Un primer paso
era discernir las necesidades de cada mujer.
El segundo paso, en este acompañamiento desde Católicas, era ubicar los casos dentro
de una causal, para que así sus abortos fueran legales, casi todos eran ubicados en la causal salud,
pues se enfatizaba en la “pérdida de la salud integral de las mujeres a consecuencia de un embarazo no
deseado”.
b) Protocolos utilizados
23 Julia laboró por diez años en las oficinas de Católicas por el Derecho a Decidir, en la Ciudad de México.
105
únicamente con misoprostol, además del acompañamiento legal o psicológico que se seguiría,
se tenía la libertad de adaptarse a las necesidades de cada mujer.
Según la experiencia de Julia, cada acompañamiento al ser tan especializado, requería
mayores esfuerzos materiales y humanos, razón por la cual se procedió a diseñar distintos
protocolos; de seguridad y de acompañamiento en casos de violación. Todos los protocolos
contextualizados, pues las causales legales son distintas en cada estado.
Las capacitaciones recibidas por su OSC giraban en torno a formarla como activista por
los derechos sexuales y reproductivos, apelando a la deconstrucción de las ideas preconcebidas de la fe
católica y a examinar sus límites como acompañante.
Las capacitaciones que menciona como significativas, están las que se situaba a las
activistas frente al tema del aborto, para que ellas tomaran una postura política frente al tema. Se
trataba de explorar los límites de las activistas frente al activismo que realizaban, esta estrategia
de su organización, funcionaba a manera de autocuidado para ambas partes, las activistas y la
institución (Ortiz, 2010:60).
También relata cómo importantes las capacitaciones sobre escucha emocional y sobre
cómo dirigir las llamadas de mujeres que buscaban información para abortar. Su importancia
radica en que las mujeres hablaban “angustiadas, desesperadas pues ya habían agotado todas sus demás
alternativas”, las acompañantes tenían que responder de manera empática y poner en práctica su
escucha emocional, pero esta práctica no se da espontáneamente, hay que practicarla primero en
una misma, detectar cuales son las necesidades individuales –de las acompañantes–, para así
escuchar a la otra mujer que llama desde el otro lado en crisis (Martínez, 2008).
Dentro de las capacitaciones brindadas por CDD, Julia reconoce que era fundamental la
exploración de límites personales para ejercer su labor. Asimismo la retroalimentación de otras
compañeras parte de la red, es de vital importancia, pues reconociendo que el tema del aborto,
106
“interpela partes muy intimas de la creencia de las mujeres” es necesario compartir las dificultades y
platicar los casos, hallando soluciones conjuntas.
Sobre sus límites, reconoce que en primer término ella no aceptaba acompañar procesos
que se salieran de las causales legales, sin embargo, conociendo los contextos de las mujeres y
los determinantes sociales por los cuales recurrían a abortar, sus motivaciones fueron cambiando,
hasta aceptar acompañar a mujeres que incluso salían de estas causales.
“Lo que pasa en los acompañamientos, es algo que interpela cosas muy importantes en tu vida, a veces
te genera enojo la demanda de la chava porque pregunta muchas cosas”. Julia identifica como una necesidad
importante en la formación de las acompañantes el autoconocimiento para así identificar límites
al acompañar.
Uno de los límites de Julia eran los embarazos de segundo trimestre, es decir, ella no
acompañaba abortos tardíos, pues aprendió que esos procesos representaban una carga
emocional muy grande que no podría solventar. Otra de sus negativas para acompañar, eran los
casos de mujeres muy jóvenes con dudas –aunque mínimas– para continuar o no sus embarazos.
3. Definición de acompañamiento
Para Julia;
“Cuando una mujer está decidida a abortar, lo va a hacer, con lo que tenga […] en donde sea”
107
“…se piensa que las mujeres no van a poder resolver su aborto y eso no es cierto, ellas buscan
opciones y lo resuelven, nosotras les acercamos información y las acompañamos en el proceso”
“El acompañar, más que su traducción en números, es una actividad que haces por satisfacción
personal, […] también para ayudarte a ti misma”
Nombró al acompañamiento como una vía para que las mujeres lleven a cabo su proceso
de aborto de una mejor manera, porque, como ella destacó a lo largo de la entrevista, ellas van a
llevar a cabo su aborto a como dé lugar, por tal motivo, es necesario acercarles información. Ve
como primordial estar profesionalizadas y especializadas en derechos sexuales y reproductivos
(Ortiz, 2010:40), para garantizar el bienestar y el derecho a la salud.
108
El acompañamiento que realizaba, al enmarcarse dentro del código de Católicas por el
Derecho a Decidir, gira en torno al respeto a la parte espiritual. Por tanto en su acompañar,
reconcilia la fe de las mujeres con sus creencias, disipando sus conflictos religiosos con
argumentos tomados del Código de Derecho Canónico.
109
MARGARITA
Margarita ha sido líder social en Mérida y deportista desde que tenía diez años, este
liderazgo le ha servido para motivar a otras compañeras a denunciar las injusticias, el acoso
sexual, la violencia hacia las mujeres etc. La capacidad de motivar a otras y su cultura de la
denuncia, han sido claves para no permanecer sólo como observadora.
Margarita relata que la mujer maya se expresó con la siguiente frase: “quiero que me ayuden
a que me regrese la menstruación”, es decir, no mencionó la palabra aborto.
110
Es preciso escuchar primero a las mujeres, para así responder a sus necesidades específicas.
Este caso se resolvió trasladando a la mujer a la Ciudad de México, pues rebasaba las diez
semanas de embarazo, límite para acompañar según el protocolo de seguridad de Católicas por
el Derecho a Decidir. En esta experiencia, narra varios aprendizajes importantes; en primer lugar,
el respeto a las creencias y la adaptación a los contextos de las mujeres. La diferencia de clase
social y de etnia hicieron que desconfiara de obtener ayuda de alguien a quien apenas conocía.
enuncia que éstas son las mujeres que “no tienen a un barrio feminista que las respalde, al contrario tienen
a toda una comunidad que las señala”.
El primer acompañamiento de Margarita fue cuando tenía doce años, sin ser consciente
de lo que estaba realizando, sirvió como apoyo de una compañera de su equipo de hockey con
un embarazo no deseado. Esta experiencia, fue un catalizador en su activismo político feminista.
Asimismo su capacidad de liderazgo quedó evidenciada, pues sus compañeras le expresaban
“tenemos fe en que tú lo vas a resolver”.
111
Esta primera experiencia le dejó dos aprendizajes; que es necesario formar redes
solidarias con otras mujeres, pues una mujer adulta con un matrimonio forzado les apoyó en la
consecución del aborto. También aprendió que es necesario conocer las dosis correctas para
obtener un aborto completo.
Margarita habla de una capacitación en específico para aclarar sus límites que le ha sido
de gran ayuda, en los casos en los que siente que está arriesgando demasiado. Se trata de un
ejercicio de autorreflexión y de cuestionarse ¿qué estoy dispuesta a arriesgar?, ¿estoy arriesgando
demasiado?
Las capacitaciones de su organización, le han servido para dar argumentos a las chicas
contrarrestando las dudas que les genere su decisión. Menciona que ella utiliza el siguiente
argumento “mira si tú crees en dios y tomaste esta decisión desde tu corazón, él sabrá que es lo mejor para ti,
dios lo va a entender, sabe que no estás haciendo algo malo”.
112
2. Estrategias de autocuidado al laborar en un contexto de criminalización del aborto
“Dentro de las Organizaciones si hay jerarquías y cuando ves la disparidad entre acompañantes y las
que están arriba que reciben sueldos, que viven bien, yo creo que si es justo y necesario [poner límites] porque una
se desgasta dejas de lado muchas cosas personales”. Al enunciar esta frase, Margarita no pierde de vista
que la explotación del tiempo y de las mujeres es una estrategia más del patriarcado para dominar
a las mujeres, por tales motivos poner límites dentro del activismo que realiza es básico en su
ejercicio feminista (Oliveira y Dordevic, 2015).
Reconoce que hubo momentos en los que se saturó en las organizaciones a las cuales
pertenecía, pues reportaba acompañar a siete mujeres a la semana, lo que tuvo como
consecuencia una sobrecarga emocional.
Sobre este aspecto, si se toma en cuenta que acompaña a mujeres en situación de aborto
implica tener una primera entrevista personal, darles seguimiento vía WhatsApp, estar pendientes
de la expulsión, indicar correctamente el protocolo de ingesta de medicamentos, etc. El
acompañamiento se torna un trabajo de tiempo completo, con su consecuente sobrecarga
emocional, la cual se ha nombrado como “un conjunto de problemas de origen físico, psíquico, emocional,
social o económica que experimentan los adultos que cuidan” (George y Gwyter, 1986).
Al acompañar observa que no se trate de casos donde hay violencia de pareja de por
medio, ya que ha tenido experiencias adversas. Tampoco acompaña abortos de más de cuatro
113
meses. En estos casos prefiere dar información y canalizar con organizaciones aliadas, pues
comenta “es un parto lo que tendrán, además se presenta el dilema de ¿qué hacer con el producto?”.
3. Definición de acompañamiento
“Acompañar es facilitar información, que en algún momento esperemos que esté al alcance
de todas…”.
“Las acompañantes ponemos el cuerpo por las mujeres cuando hacemos nuestro trabajo”.
“Las mujeres de comunidades originarias no tienen todo un barrio feminista que las
respalde, en cambio tienen toda una comunidad que las señala”.
“…acompañar es hacerlas sentir que no están solas, a veces sólo necesitan validación sobre
su decisión porque ya tienen todo lo demás”.
Para Margarita acompañar es activismo político, pues facilita información sobre salud
sexual y reproductiva y sobre el derecho al aborto. Asimismo está consciente de que esta
información, la cual debiera estar disponible para todas, no lo está, es por eso un poner el cuerpo,
por las mujeres que no tienen un “barrio feminista”, como las activistas feministas, –mujeres
empoderadas y con más redes de apoyo–.
114
Acompañar no significa solucionarle todo a las mujeres, porque “dar todo por la otra, es arrogante y
una práctica patriarcal”.
Ante esta experiencia, reflexionó sobre ¿a quién beneficia que el aborto siga siendo ilegal?, las
clínicas privadas claramente se benefician al lucrar con las necesidades básicas de las mujeres,
pues el derecho a un aborto tendría que ser accesible para todas. La clandestinidad del aborto
permite que la desigualdad social siga creciendo.
Por tanto, las acciones públicas que realiza abonan en la re significación del aborto, al
mismo tiempo que se intenta hacer la salud pública (Fassin, 2008).
En el acompañamiento que Margarita realiza, hace uso de su empatía con las historias de
violencia sexual hacia las mujeres. Menciona cómo a partir de una violación sexual que sufrió
115
cuando niña, comenzó a concientizarse sobre la injusticia con las historias de las víctimas, cómo
se les culpabiliza o simplemente no se les cree.
Joan Scott (1986) en su libro Weapons of the Weak o “Armas de los débiles”, define la
conciencia como los símbolos, normas y formas ideológicas que la gente crea para dar significado
a sus actos. En este caso en particular puede aseverarse que a través de la conciencia de su
opresión, Margarita convirtió la violencia sufrida en acciones feministas concretas como el
activismo de acompañamiento feminista, transcendiendo su dolor en sororidad.
Margarita realiza un mapeo sobre las mujeres que llegan a ella, distinguiendo sus
necesidades específicas de las mujeres. Pues, si no se toman en cuenta las desigualdades sociales,
el lenguaje que hablan, su clase, raza, el acompañamiento que realizamos se quedaría corto. En
el caso de la mujer maya que acompañó, donde no mencionó la palabra aborto, respetar sus
ideas, para no colonizarlas.
Sobre su experiencia personal, expresa “desde los doce años me hice más aventada, acompañar
era algo que tuve que hacer sin pensarlo mucho”. Además, pertenecer a varias organizaciones ha hecho
que sus límites personales se flexibilicen, teniendo siempre en cuenta que el activismo que realiza
es voluntario y no debe perderse de vista, las motivaciones y satisfacciones personales del
activismo político que realiza.
Sabe que el acompañamiento se realiza para mejorar la vida de las mujeres, en un entorno
en el que el cuidado de las personas se ha vuelto un tipo de mercadería, la cual se vende a quién
pueda pagar el precio (Oliveira y Dordevic, 2015). Las mujeres más vulnerables no pueden
pagarse un aborto seguro, aun cuando los medicamentos se han vuelto más asequibles, lo que
hace que éste acompañamiento tome una dimensión de justicia social.
116
En el modelo patriarcal en el que vivimos, el autocuidado entre activistas –incluso
feministas–, se deja en segundo plano. El acompañamiento feminista, apuesta por el cuidado
entre mujeres, ella lo conceptualiza como una “forma de resistencia y de lograr que más mujeres sean
libres”. En este sentido, puede decirse que las colectivas y organizaciones que acompañan
escriben una política desde abajo pues resisten, haciéndolo al margen de la ley (Bellucci, 2014) y lo
hacen de una manera amorosa, horizontal, que busca el buentrato (Sanz, 2016).
KARLA
117
1. Conocimientos y saberes necesarios para realizar su labor
Sobre los aprendizajes que obtuvo de esta experiencia, relata que en un primer momento
“me metí en el discurso de los médicos […], lo mejor es que le hagas caso a los médicos, ponte el implante si eso
te indican ”, más tarde, ya con una toma de consciencia feminista y con la capacitación que le
brindaron Las Libres en el 2015, se concientizó sobre el derecho de las mujeres a elegir sobre
métodos anticonceptivos de acuerdo a su estilo de vida.
El acompañamiento que realizan diversas instituciones tiene sus puntos débiles, pues
someten a diversas violencias a las mujeres. Una de ellas es el de presionarlas a elegir un método
anticonceptivo, incluso si éste no se adapta a su estilo de vida; “su modelo es más orientativo pues al
final del proceso presionan mucho a las mujeres sobre el uso de anticonceptivos, esto toma una dimensión de castigo
para ellas”.
Debido a que Karla es experta en el tema de estigma y aborto, confirma que un modelo
que hace énfasis en el uso de anticonceptivos, más que incidir en el autocuidado de la salud
sexual y reproductiva de las mujeres, fomenta el estigma de que “abortar es malo” y que no debiera
volver a suceder.
118
Quizás el aprendizaje más significativo que ha obtenido de la organización Las Libres
es que “las mujeres que están acompañadas y tranquilas tienen un aborto más rápido, menos doloroso, con menos
síntomas adversos”. Este conocimiento es fundamental para las acompañantes de aborto, si se toma
en cuenta que los abortos medicamentosos han sido catalogados incluso por la OMS como
abortos seguros. Sin embargo esta información no es del conocimiento de la población, por esta
razón, son las acompañantes vías de ejercicio de derechos, acercando la salud a la población
(Fassin, 2008).
Un aprendizaje que han retomado de Las Libres, para asegurar que no hayan quedado
restos en la matriz de las mujeres, es el de pedirles que tomen una última dosis de misoprostol
para desechar los posibles restos en el útero. En consideración de que no todas las mujeres
cuentan con recursos económicos para realizarse un ultrasonido y bajo el aprendizaje que les ha
dado su experiencia en el uso del misoprostol.
119
c) Capacitaciones recibidas por su organización
25 Conferencia impartida el 17 de marzo 2016 por Verónica Cruz Sánchez de Las Libres “El acompañamiento
social reduce el estigma asociado al aborto”.
120
escucha personal (Ortíz, 2010). “Yo no acompañaría si me siento mal emocionalmente, ni daría dinero que
no tengo porque me desgastaría”.
3. Definición de acompañamiento
“Las mujeres saben que es lo que tienen que hacer para no volver a embarazarse, ellas saben
y ellas aprenden…”
El primer concepto que ella utiliza es el de la horizontalidad con las mujeres, enfatiza que
para que se dé un acompañamiento feminista es un requisito tener consciencia de clase, raza, etc.
Como bien afirma Castro (2014) una de las principales jerarquías que opera en la relación que
los médicos establecen con las pacientes, además de la profesional y la de clase, es la de género.
En este sentido Karla es profundamente reflexiva y muestra un amplio nivel de comprensión de
las diferencias sociales entre las mujeres.
Reconoce que las mujeres conocen sus cuerpos y por este motivo lo que se hace es
acompañarlas en el proceso, ellas toman todas las decisiones y nosotras las validamos.
26 El Modelo médico hegemónico, se encuentra legitimado por la ciencia y por el Estado (Menéndez, 1990).
121
a) Posicionamiento feminista respecto a la labor que realiza
“Yo no quería a mi cuerpo y cuando encontré el feminismo hice clic, todo hizo sentido en mi vida,
el feminismo me ordenó […] yo ya tenía una causa”
Karla menciona dos aspectos importantes, en primer lugar, que a través del feminismo
logró ordenar ciertas cosas en su vida, romper con los esquemas de lo que se cree que tiene que
ser una mujer “me di cuenta de las injusticias [de género] que había y de que parte de mi timidez y mi depresión
tienen que ver con que soy mujer no tanto algo que estaba mal conmigo”.
Por otro lado encontró una causa política, como ella menciona acompañar es activismo
político y le da un sentido a los conocimientos teóricos que tiene. En ese sentido considera, que
quien debe decidir sobre su salud son ellas mismas, lo que le da al acompañamiento de aborto
un sentido político (Castro y López Gómez 2010).
Enfatiza que “no porque la medicina imponga los métodos más eficaces para abortar, estos deban
imponérseles a las mujeres”. Acompañar es validar los procesos de las mujeres, empoderándolas,
tomando al empoderamiento como Empoderamiento entendido como “sentirse y considerarse
con poder para tomar decisiones sexuales y reproductivas autónomas y responsables,
respetuosas e informadas” (López, 2000).
Subraya que el acompañamiento feminista debe ser ante todo flexible para con las mujeres
pues “debemos tener consciencia de las relaciones de poder, las mujeres son muy distintas y su contexto las marca,
algunas no tienen la libertad de salirse de sus casas para hacerse un ultrasonido, a veces eres controlada en tus
horarios y en el dinero”.
122
Por eso en su estilo personal da cuenta de la importancia de la raza, la clase y la etnicidad,
sólo así se considerarán las especificidades de las mujeres y el acompañamiento responderá a sus
necesidades.
Sobre las capacitaciones recibidas, todas han sido formadas en técnicas médico- legales
sobre aborto inducido, tienen conciencia de que el aborto forma parte de un derecho humano y
utilizan un protocolo de acompañamiento propuesto por sus organizaciones. Subrayo que pese
a la importancia de estas capacitaciones ellas enuncian que la práctica de acompañamiento es un
continuum de aprendizaje en el que escuchar las experiencias de las mujeres es “de donde más
123
se aprende”.
Tania enunció que para ser acompañante, más que posicionarse como feminista, es importante
“tener conciencia de derechos, es importante ser feminista –pero no imprescindible–, pues esto
ayuda a ir rompiendo estereotipos de género”. Con esta toma de conciencia, hace referencia, al
primer paso en el cuestionamiento de las estructuras de poder, es decir, para ser activista por los
derechos de las mujeres, específicamente, los derechos sexuales, es necesaria una toma de
consciencia que de paso posteriormente a hacer transformaciones en la sociedad (Facio, 2005).
2. Estrategias de autocuidado
Resalto una frase emitida por Citlali, referente al carácter voluntario de su labor:
“Para ser acompañante es necesaria la voluntad de serlo […] ser voluntaria es brindar parte de tu tiempo,
hacer el esfuerzo de estar sin remuneración económica, es necesario un proceso de revisión y negociación
personal para así decidir de que forma estás dispuesta y qué porcentaje de tu tiempo brindarás…”
124
y reina en los espacios de poder y decisión. Esta separación falaz esconde, en realidad, la
explotación del tiempo y de la energía de las mujeres de la cual el patriarcado capitalista depende
para lucrarse y poder dominar (Olivera y Dordevic, 2015).Al respecto Tania enuncia que es
importante “conocer tus propios límites para acompañar porque el desgaste emocional y mental existe”.
3. Definición de acompañamiento
Lilith: “Compartir mis conocimientos, ser empática con las mujeres y saber escuchar”.
Tania: Validar su decisión de abortar, e informarles sobre el procedimiento medicamentoso, pues
de cualquier manera lo realizarán. Acompañar implica escuchar activamente, empatizar con las
mujeres para ir rompiendo los prejuicios patriarcales, la culpa, los roles y estereotipos, sin
juzgarles.
Guiet: Auto cuidado amoroso a las mujeres en un proceso doloroso –aborto–.
Silvia: Gratificación personal y activismo político.
Citlali: Validar la intuición de las mujeres, ellas conocen sus recursos, su cuerpo y sus procesos.
Aclárales que el medicamento es seguro y resolver sus dudas pues tienen todo un imaginario
negativo sobre el aborto medicamentoso.
Todas coinciden en ciertos aspectos: Acompañamiento para tranquilizar a las mujeres, pues
tienen todo un imaginario negativo sobre el uso de medicamentos. Acompañar para validar sus
decisiones.
Es necesario tener conciencia de género, y de que se está ejerciendo un derecho, no es
imprescindible ser feminista.
Sobre el protocolo las acompañantes en que este es necesario como un encuadre: Es necesario
protegernos como acompañantes diciendo que están en su derecho de saber información sobre su salud
sexual y reproductiva desde el primer contacto para así enmarcar la relación entre mujer
acompañada y acompañante.
125
Sobre el costo del medicamento en Chiapas, una de las acompañantes enuncia que su
costo no es tan asequible dado el contexto. Asimismo cuestiona “¿que mujeres pueden pagar el costo
de un AMEU con sedación total?, muy pocas, sólo las mujeres urbanas y de clase alta”.
Asimismo Guiet enuncia que más que buscar acompañar a sus abortos a las mujeres
indígenas o de comunidades originarias. Sería una mejor idea que sean las mismas mujeres del
lugar las que se formen sobre el uso de medicamentos para que así tengan más confianza con las
mujeres. “Es necesario que ellas formen sus propias redes, dentro de su comunidad”.
126
4.4. CATÓLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR, MÉXICO
Su principal compromiso político es por los derechos de las mujeres y la equidad en las
relaciones de género. Buscan modificar patrones culturales y religiosos en la sociedad, que
afectan principalmente al ejercicio pleno de los derechos humanos. Apelan a que religión es una
construcción humana, interpretada, entretejida con la cultura, la ideología, lo social, lo
económico, lo político y que debido a estos vínculos tiene enormes consecuencias (Varela, 2005).
Su ética es: católica, feminista y laica. Trabajan en cinco áreas interrelacionadas: derechos
reproductivos y despenalización del aborto, salud y derechos sexuales y reproductivos de
jóvenes, violencia contra las mujeres, laicidad del Estado y medios sociales y de comunicación28.
27
Entrevista a María Consuelo Mejía, Directora de Católicas por el Derecho a Decidir. Artículo publicado en
Página/12, el 28 de octubre de 2007.
28 La visión de Católicas por el Derecho a Decidir puede consultarse en
http://catolicasmexico.org/ns/?page_id=4059
127
SIDA, -dentro de la ONU, la Iglesia Católica obstruye las decisiones sobre políticas públicas
internacionales sobre educación y uso del preservativo- y el derecho al aborto (Varela, 2005).
El aborto seguro y legal para todas las mujeres, una de sus luchas principales, se centra
en el acompañamiento a mujeres que solicitan servicios de aborto. Declaran que en el caso del
aborto, lo que se plantea es un debate sobre valores, reconociendo la capacidad de las mujeres
para tomar decisiones justas, adecuadas y morales, así como su derecho a la vida, al disfrute de
su sexualidad y de su salud (Hurst, 1998).
Los argumentos que tiene Católicas por el Derecho a Decidir para apoyar el aborto son
los siguientes:
c) Las mujeres que se practican un aborto lo hacen por “compasión y misericordia, sin
odio, cólera ni codicia y para evitar un mal mayor”. Aunque sea una decisión dolorosa y contraria
al pensamiento de otras personas, puede traer bienestar y disminuir el sufrimiento de esa mujer
y su familia.
29 Resumen de “La iglesia católica y el aborto” de Católicas por el Derecho a Decidir, consultado el [5 de enero de
2017] disponible en: http://catolicasmexico.org/ns/wpcontent/uploads/2014/10/codigoderechocanonico.pdf
128
(d) “si actuó por miedo grave”,
(e) “por necesidad o para evitar un prejuicio”.
En Chiapas, como en todo México, las Católicas por el Derecho a Decidir, trabajan bajo la
llamada “Teoría de la Liberación”, la cual tiene sus raíces históricas en la injusticia social que deja
en evidencia la opresión hacia los pueblos indígenas del país.
a) Utilizar la fuerza histórica y moral de la iglesia para luchar contra la injusticia social
prevaleciente en Latinoamérica.
129
b) Coadyuvar en el desarrollo de los pueblos, especialmente los del Tercer Mundo, a
partir de las afirmaciones del Concilio Vaticano II: “el progreso humano era una señal de la labor
celestial en la historia”.
Desde la academia, se formuló la teoría de la dependencia que rompe con los esquemas
explicativos occidentales y asocia los orígenes de la pobreza latinoamericana a las condiciones
históricas de colonialismo, dominación y exclusión que de más de cuatro siglos (García, 2015).
130
en las que destaca el potenciar el liderazgo de las mujeres y la equidad de género, reformar la
identidad y orientación del trabajo de la iglesia hacia las necesidades de la sociedad, impulsar la
conciencia y la participación ciudadana priorizando los movimientos que luchan por la justicia
social, la democracia, la defensa y promoción de los derechos humanos, de manera que se
generen proyectos alternativos que favorezcan la organización popular (García, 2015:79).
131
población aprendió a cohesionarse para encarar problemas estructurales cuyas raíces más
profundas se encuentran en la época colonial (García, 2015:83).
La Red, promueve que las mujeres aborten bajo las tres causales legales de Chiapas. Las
cuales se comunican durante el primer encuentro presencial; a) por violación, b) por
malformaciones, c) por peligro de muerte de la madre. Subrayan la causal salud, ausente en el
estado, pues ésta abona a la concepción de salud integral de las mujeres y abona en la des
estigmatización del aborto.
Evita caer en prácticas “paternalistas” informando y permitiendo que las mujeres decidan
conscientemente sobre su forma de interrupción, se intenta que mediante sus herramientas
personales decidan sobre la manera de llevar a cabo su aborto. Informan sobre el grado de
efectividad de misoprostol solo y del combo de medicamentos –misoprostol y mifepristona–.
También mencionan la posibilidad de tener un aborto mediante Aspiración Manual Endouterina
(AMEU), opción rápida y efectiva pero más costosa, pues se realiza dentro de un entorno médico
con anestesia local. Conociendo estas opciones las mujeres deciden cual les conviene más, pues
son ellas las que conocen su cuerpo y su umbral del dolor. El acompañamiento se da en dos
etapas; presencial en primera instancia para conocer a las mujeres e informarles sobre las
132
opciones de interrupción disponibles, así como el marco de derechos en el cual se da el
acompañamiento y vía telefónica (WhatsApp), en un segundo momento, durante el proceso de
aborto y seguimiento.
Católicas por el Derecho a Decidir, por medio de la Red de Jóvenes Católicas, en los estados,
capacitan a las acompañantes como agentes de derechos y les instruyen con argumentos útiles
en caso de que las mujeres refieran culpa al abortar. Toma en cuenta que México, pese a ser un
estado laico, tiene gran influencia de la iglesia católica y de la tradición judeocristiana. Sustentan
sus argumentos en el Código Canónico (Constitución de la Iglesia Católica). En este se objeta
que el aborto sea un pecado pues hay atenuantes de culpa; a. Si la mujer es menor de 16 años,
b. Si actuó con ignorancia de que estaba infringiendo una ley, c. si actuó para evitar un “mal
mayor”.
La experiencia de la Red de Católicas indica que prevenirles sobre el dolor que sentirán
al utilizar los medicamentos, permite que las mujeres decidan de manera más asertiva sobre el
método que mejor les ajusta. Asimismo son ellas las que acomodan sus tiempos para interrumpir
su embarazo pues un aborto con medicamentos implica reposo de al menos dos días.
Se pide a las mujeres que diseñen un plan de acción para su proceso de aborto, en éste
repasarán quiénes son sus aliadas/os, las clínicas a las cuales acudir, los recursos económicos con
los que cuentan de haber alguna emergencia, etc.
Para la RJCDD es importante detectar conflictos religiosos en las mujeres, por tal
motivo se les pregunta directamente si tienen algún sentimiento negativo por la decisión que
están tomando. En caso afirmativo, se les expone una imagen de un dios amoroso, que es un
apoyo ante situaciones adversas y que las entenderá por la decisión que están tomando. Se les
invita a que una vez concluido su aborto, escriban un exvoto, este es un agradecimiento a dios o
a un santo que fungió como apoyo moral durante la circunstancia adversa que atravesaron. Este
testimonio de agradecimiento, es particularmente importante para las mujeres católicas o devotas
a un santo, pues re significa su vivencia de aborto, al mismo tiempo que se respetan sus creencias
religiosas.
133
Católicas insta a que las mujeres se politicen a través de su aborto. Se les invita a que
posterior a su experiencia escriban en la plataforma llamada Focos30. En ésta, mujeres de distintas
partes del país se posicionan como sujetas de derechos y hablan sobre sus abortos en primera
persona. Esta estrategia funciona en dos sentidos; a) visibilizando las cifras de aborto clandestino
en los estados, b) poniendo en voz de las mujeres sus experiencias de aborto, evidenciando al
aborto como un evento más en la trayectoria sexual de las mujeres.
30 www.focos.org
134
4.4.3. ALCANCES DE LA RED DE JÓVENES CATÓLICAS POR EL DERECHO A
DECIDIR
Una tarea pendiente es promover los derechos sexuales y reproductivos entre las mujeres de
comunidades indígenas, así como construir un protocolo de acompañamiento enfocado a estas
mujeres que requieran abortar.
135
algunas de los conocimientos biomédicos útiles al momento de acompañar y se marcan
claramente los límites por los cuales no se puede acompañar a las mujeres, esto funciona a manera
de seguridad para las acompañantes pues no debe olvidarse que el contexto en el cual se trabaja
es de penalización del aborto.
Más que un protocolo rígido, este es una guía útil para las acompañantes de la Red de
Jóvenes Católicas de San Cristóbal de las Casas, quienes poseen la habilidad de discernir las
necesidades de cada mujer y adaptarse de acuerdo a dichas necesidades.
136
5. REFLEXIONES FINALES
Con estas reflexiones finales, quisiera hacer un balance entre los objetivos planteados y
los logrados. Asimismo, quisiera dejar asentados los giros en el proceso de investigación.
Cabe mencionar que desde hace relativamente poco tiempo me posiciono como
feminista (2011), este devenir –así como mi activismo político– ha seguido el camino que aquí
describo; primero tomé consciencia sobre las desigualdades y las opresiones a las que me he
enfrentado a lo largo de mi vida, en un segundo momento di paso a la lectura y análisis de textos
que me abrieran posibles caminos para la autonomía y en un tercer momento di paso a acciones
concretas para acceder a los derechos negados –me convertí en activista–. Aunado a este
camino/devenir, la práctica de acompañamiento, la comencé a realizar antes de considerarme
feminista y sin ser consciente de que se trataba de activismo político. Es importante hacer esta
reflexión dado que el tema elegido cubría mi deseo de vincular teoría con praxis feminista.
137
Más tarde, al llegar a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, una ciudad multicultural, con
referentes históricos de despenalización del aborto (1991), pude constatar que existen prácticas
a favor de los derechos sexuales y reproductivos. Desde mi postura como mujer urbana,
procedente de la capital administrativa del país, no concebía que una provincia se realizara el
acompañamiento del aborto desde una práctica política y feminista. Fue hasta que me involucré
más con la sociedad local que tuve la oportunidad de conocer ese aspecto. En la ciudad, diversas
organizaciones dan información y consejería a mujeres en sus abortos, de manera que existe un
habitus para acompañantes, donde se replican ciertos imaginarios y prácticas. En este contexto,
decido participar dentro de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, desde donde percibí
varias posibilidades para tender puentes entre teoría y práctica.
Uno de estos puentes, fue el de dar a conocer que la práctica de acompañamiento existe
y que es un derecho vivo. Me di a la tarea de reunir diversas voces de activistas- acompañantes.
Esto en sí mismo lo considero un logro dado que el entorno en el que se desenvuelven es de
estigma e ilegalidad. Ganarme la confianza de las activistas de San Cristóbal de las Casas, tomó
tiempo, pues tuve que implicarme en su quehacer, no cómo investigadora si no como una
compañera activista.
Asimismo, el producto final de esta tesis es una invitación al activismo político. El Manual
Sororario para Acompañantes de Aborto, siembra las bases para que el acompañamiento sea
considerado como una actividad placentera y satisfactoria, subrayando en la práctica del
autocuidado como parte esencial de cualquier activismo político, pues “Cuidar de nosotras
mismas, cuidarnos unas a otras, dejarnos cuidar y retribuir el cuidado recibido; […] es algo fuera
del orden, es algo subversivo” (Gómez y López, 2015).
138
El código ético para acompañantes de aborto, al estar situado al inicio del Manual, es un
manifiesto político, que sitúa al acompañamiento como una práctica fuera de la hegemonía
médica, además de ser una forma de resistencia. El Manual, está encaminado a identificar las
necesidades específicas de cada caso, más que a la homogeneización de los acompañamientos.
Homogeneizar los protocolos y manuales para acompañar, sería caer de nueva cuenta en la lógica
patriarcal de la lógica de las idénticas enunciada por Celia Amorós (1987)31, de manera que se
busca con este manual romper esta lógica patriarcal, respetando las diferencias entre ellas, así
como los procesos de cada una.
A continuación, haré un recuento de cada una de las prácticas que llevan a cabo las
acompañantes. Las acompañantes, realizan un mapeo rápido de las mujeres que requieren el
acompañamiento de un aborto, indagando sobre algunas de sus características, por ejemplo
31 Para Amorós (1987) “la lógica de las idénticas” es una forma de relación entre mujeres que no distingue diferencias
entre ellas. En el mundo privado las mujeres se vuelven, “idénticas”, o sea sustituibles por otra que cumpla la
función femenina: procrear, atender la cría y el hogar.
139
¿cuáles es su clase social?, ¿habla alguna lengua indígena?, ¿quienes son sus aliadas -red de apoyo–
?, ¿cuentan con suficiente dinero para realizar el procedimiento?, ¿cuáles son sus herramientas
personales para enfrentar el dolor que implica el aborto medicamentoso?, ¿les irá mejor en un
aborto medicamentoso o en un AMEU?. Las acompañantes dialogamos con las mujeres y
escudriñamos cuál es su situación actual, es necesario pues se encuentran en crisis, –un embarazo
no deseado representa una crisis–, de manera que nosotras como acompañantes podemos “ver
más allá” de esta crisis pues nos encontramos fuera de ella. Sin embargo, son las mujeres las que
tomarán las decisiones, en concordancia con sus tiempos y su estilo de vida.
Quizás sería conveniente que las acompañantes lleven un proceso de reflexión anterior
a su labor. Algunos preguntas que podrían hacerse: ¿qué riesgos estoy dispuesta a tomar como
acompañante?, ¿qué es lo que busco como acompañantes de aborto?, ¿cuáles son mis límites
para acompañar a mujeres en situación de aborto?. Por otro lado, sería pertinente que las
organizaciones, crearan estrategias de autocuidado, tales como: espacios grupales de contención
emocional, desarrollo la comunicación entre acompañantes o incluso facilitar procesos
terapéuticos individuales para las acompañantes. Ahora bien, las acompañantes independientes
que nos pertenecen a ninguna Organización de la Sociedad Civil, han realizado un proceso de
reflexión en el que tienen claros sus límites, de manera que trazan estrategias de autocuidado de
acuerdo a sus tiempos y a valores. Por el contrario, las acompañantes que forman parte de
organizaciones, requieren cumplir con ciertos números de acompañamientos, pues la consigna
dentro de sus instituciones suele ser “rescatar las cifras de mujeres que abortan de manera
segura” para la obtención de financiamiento. Así pues, los acompañamientos realizados dentro
140
de OSC´s se realizan dentro de una lógica de productividad, donde a mayor número de
acompañamientos, mayores serán los recursos económicos obtenidos. Una reflexión personal es
que, una forma de retribuir simbólicamente a las acompañantes institucionalizadas, sería
garantizando su autocuidado, facilitándoles como mínimo procesos de contención emocional
grupal o individual.
Una crítica a la figura del voluntariado, es el de que sin remuneración económica, las
acompañantes se subordinan, dejando de lado sus necesidades, al respecto, el voluntariado puede
141
confundirse con el asistencialismo, al paternalismo y la caridad32, en el que las personas dan sin
recibir nada a cambio. Idealmente, lo que se busca con el acompañamiento es que el proceso
sea de fortalecimiento para ambas partes, acompañante y mujer en proceso de aborto, de forma
que: “la persona que acompaña usa su propio poder para estimular el proceso de fortalecimiento
de la mujer acompañada, y la mujer acompañada incide en el empoderamiento de la que
acompaña. Ambas personas crecen en conocimientos y experiencias, lo que reditúa en su
seguridad y capacidad de acción futura” (Ortiz, 2010:37).
Todas las acompañantes entrevistadas son mujeres, lo cual es una muestra de que fuimos
socializadas en la ética del cuidado a otros/as. Si bien el derecho al aborto, ha sido una demanda
feminista, y el acompañamiento es una forma de llevar a la práctica este derecho. El
cuestionamiento sería ¿porqué es tarea sólo de mujeres el difundir este derecho?. De manera que
me adhiero a la afirmación de Mari Luz Esteban (2011), de que es necesaria una resignificación
de las tareas de cuidados: “Hay que abogar por una concepción de la tarea de cuidar mucho más
amplia, como una actividad compartida necesariamente entre mujeres y hombres y entre
distintos colectivos y ámbitos (doméstico, social, institucional). Revisar también cómo tiene que
ser la relación entre las personas que atienden y las personas que son atendidas” (Esteban,
2011:70).
32 Con relaciones de caridad, hago referencia a una noción judeocristiana. Un sentimiento o actitud de ayuda que se da en
relaciones desiguales, donde el mas necesitado es ayudado por personas con mayor jerarquía o poder.
142
nuevo, utilizado para describir los acompañamientos que se hacen para interrumpir abortos con
medicamentos, en contextos urbanos, sin embargo, en comunidades indígenas de los Altos,
también existe el acompañamiento con otros nombres “llamar a la luna” es uno de ellos. De
acuerdo a María de Lourdes Pérez Enríquez, mujer de padre tsotsil y madre tseltal, originaria de
Huixtan, en su comunidad las mujeres se reúnen en círculos, como los llamados “círculos de
reflexión”, en éstos, las mujeres con más experiencia en herbolaria y partería, acompañan a
mujeres para que les regrese la menstruación. En estas reuniones no se nombra la palabra aborto,
el objetivo es que la menstruación de las mujeres vuelva a la normalidad. Esta anécdota evidencia
los obstáculos del lenguaje, así como un vacío los significantes culturales de comunidades
originarias, tema aquí investigado (Comunicación personal, 2019).
En este sentido, una de las temáticas que quedan abiertas a partir de esta investigación
tiene que ver con la práctica y el acceso al aborto de las mujeres indígenas, sobre todo en un
contexto regional como el estado de Chiapas. Tendríamos que explorar más allá de nuestros
esquemas occidentales y urbanos, sobre estos acompañamientos que se hacen –quizás– desde
antes de la colonización, para tener un escenario más completo. Posiblemente, el término esté
pasando por un proceso de apropiación cultural, como ha pasado con los textiles de
comunidades originarias, pues si bien el acompañamiento, pretende que las mujeres con un
embarazo no deseado vivan su experiencia de aborto de una manera más “amorosa”, rodeadas
de mujeres expertas en el uso de medicamentos, estos procedimientos ya se hacían desde antes
en comunidades indígenas.
143
Actualmente, hay un crecimiento en los acompañamientos frente a los diversos
obstáculos para acceder a un aborto seguro en México. Esto lo demuestran los diversos
Encuentros entre Acompañantes, organizados en distintas partes del país, realizados con la
finalidad de socializar los saberes recolectados entre acompañantes. El primero al que acudí, se
llevó a cabo en Mérida, en agosto del 2017, en éste se intentó visibilizar las necesidades de las
acompañantes a nivel nacional, concluyéndose que existe una necesidad de contención
emocional para acompañantes no cubierta. Se observó además, que la injusticia social para
acceder a un aborto seguro aún persiste y que somos las acompañantes las que cubrimos la
necesidad de información y acompañamiento. Acordamos seguir en contacto a través de redes
sociales, y de formar un grupo en el que resolviéramos nuestras dudas y nos mantuviéramos
comunicadas cuando tengamos dudas al resolver casos complejos, de esta manera resolvemos
muchos casos de manera colectiva. De nueva cuenta observo que la herramienta tecnológica que
nos ha ayudado a consumar casos complejos ha sido la Internet, pues todas nos encontramos en
distintas partes del país.
El otro encuentro, realizado en octubre de ese mismo año, fue organizado por la
colectiva Línea de aborto Chiapas, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas. En dicho
“Campamento de acompañantes de aborto”, la finalidad fue reflexionar sobre las formas en las
estrategias de autocuidado que implementamos las acompañantes. Además, conversamos sobre
nuestras experiencias dentro de nuestras organizaciones y como acompañantes autónomas.
Confluimos muchas voces, así como estilos de acompañar, todas concordamos en que nuestros
esfuerzos están encaminados en aras de que las mujeres tengan abortos seguros dentro de sus
contextos, para que cuenten con información verificada, que un acompañamiento sororario es
aquel en el que escuchamos, resolvemos sus dudas y las bientratamos. Identifico como
aprendizaje más significativo, el de permanecer en constante comunicación como colectivo,
dado el contexto legal restrictivo.
En este trabajo se da por sentado que las prácticas abortivas, son acciones emancipadoras
que ponen a las mujeres como protagonistas de sus vidas, pues rompen con el eje identitario de
la maternidad obligatoria. No obstante, en la práctica la mayoría de las mujeres que abortan no
son conscientes de ejercer un derecho, ni se consideran feministas, simplemente requieren
interrumpir un embarazo no deseado en ese momento de sus vidas. En contraste, quisiera
144
resaltar que las acompañantes entrevistadas, pretenden concientizar sobre el derecho al aborto
o el derecho a decidir, en varios de los relatos surge el tema, las siguientes frases dan cuenta de
ello “tú también tienes derecho a decidir sobre tu propio cuerpo”, “trabajo eso […] hacerles ver
que es su derecho y que es su decisión y que es su cuerpo y que el aspecto legal solo son leyes, y
de intereses personales”. Se pretende entonces, con el Manual Sororario para Acompañantes de
Aborto, concientizar o bien reforzar en las activistas el conocimiento sobre los alcances de su
labor evitando romantizar el trabajo de acompañamiento.
145
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148
7. ANEXOS
149
GUÍA DE ENTREVISTA
RED DE JÓVENES CATÓLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR
La información que me proporciones será usada únicamente con fines académicos, en el marco
de investigación de la maestría en Estudios e Intervención Feministas de la Universidad de
Ciencias y Artes de Chiapas, en su centro de posgrado CESMECA.
Finalmente, los conocimientos que se obtengan como resultado de estas entrevistas, serán
usados en beneficio de las mujeres que requieran un aborto en San Cristóbal de las Casas,
Chiapas, tomando en consideración que el aborto es un derecho enmarcado dentro de los
Derechos Sexuales y Reproductivos que avala la Organización Mundial de la Salud.
Si tienes cualquier pregunta puede hacerlas ahora o más tarde. Mis datos de contacto son los
siguientes:
Nadia Guerra Gardida
Nadia_guerra@hotmail.com
Celular: 5529191222
150
He leído la información proporcionada o me ha sido leída. He tenido la oportunidad de
preguntar sobre ella y se me ha contestado satisfactoriamente las preguntas que he realizado.
Consiento voluntariamente participar en esta investigación y entiendo que tengo el derecho de
retirarme en cualquier momento.
Nombre______________________________________
Firma______________________________________
Fecha____________________________Día/mes/año
151
o Numero de sesiones y duración,
o ¿Quién las proporcionó?
¥ Conocimientos biomédicos que se les impartieron
¥ Conocimientos o saberes no científicos
¥ Conocimientos que resultaron útiles para relacionarte con las mujeres
¥ Apoyo de textos o manuales impresos
¥ Lineamientos elaborados por la ONG u otras instituciones de consulta
¥ Interés en seguir formación como acompañante
Acompañamiento
¥ Número de acompañamientos, presenciales y a distancia
o Casos relevantes.
¥ Significación personal del acompañamiento
¥ Enfoque de acompañamiento. Estilo particular.
¥ Descripción del proceso de acompañamiento
¥ Actividades imprescindibles/ necesarias durante el acompañamiento
¥ Tipo de consejería, enfoque utilizado.
¥ Prevención/ charla sobre anticonceptivos. ¿Antes- Durante o Después?
¥ Aprendizajes generales sobre acompañamiento y aborto.
¥ ¿Consideras al acompañamiento que realizas como activismo?
152
¿De qué manera consideras que impacta en el ejercicio de sus derechos?
Antecedentes
Obstáculos
Condiciones de trabajo
153
GUÍA DE ENTREVISTA DIVERSAS OSC
ACOMPAÑANTES DE FONDO MARIA/ CIPA- ACOMPÁÑAME/ MISOVARIAS/
INCODESI
Consentimiento informado
Finalmente, los conocimientos que se obtengan como resultado de estas entrevistas, serán
usados en beneficio de las mujeres que requieran un aborto en San Cristóbal de las Casas,
Chiapas, tomando en consideración que el aborto es un derecho enmarcado dentro de los
Derechos Sexuales y Reproductivos que avala la Organización Mundial de la Salud.
Si tienes cualquier pregunta puede hacerlas ahora o más tarde. Mis datos de contacto son los
siguientes:
Nadia Guerra Gardida
Nadia_guerra@hotmail.com
Celular: 5529191222
154
Consiento voluntariamente participar en esta investigación y entiendo que tengo el derecho de
retirarme en cualquier momento.
Nombre______________________________________
Firma______________________________________
Fecha____________________________Día/mes/año
Entrevista Semiestructurada:
Las siguientes secciones ayudan a ordenar los temas a tratar en la entrevista.
Contexto de la entrevista
Formación y capacitación
§ Experiencia previa en DDSSyRR
§ Formación profesional
§ Estudios sobre género o feminismo
§ Experiencias previas de activismo e influencia como acompañante
155
§ Conocimiento previos sobre acompañamiento antes de laborar en la ONG
§ Acompañamiento antes de laborar en la ONG
§ Ingreso a la red de Católicas;
o Razones personales para colaborar
§ Sobre la capacitación de la ONG para acompañar a los servicios de aborto:
o Numero de sesiones y duración,
o ¿Quién las proporcionó?
§ Conocimientos biomédicos
§ Conocimientos o saberes no científicos
§ Conocimientos útiles para relacionarte con las mujeres.
§ Apoyo de textos o manuales impresos
§ Lineamientos elaborados por la ONG u otras instituciones de consulta
§ Interés en continuar formación como acompañante
Acompañamiento
§ Definición propia de acompañamiento
o Premisas básicas del acompañamiento
o Actividades imprescindibles
§ Importancia del contexto de legitimación de aborto de la CDMX
§ Sugerencias para acompañamiento en contextos restringidos
§ Significación personal del acompañamiento
§ Creencias sobre el aborto antes de… Fondo MARIA/ Cipa- Acompáñame/ Misovarias
§ Aprendizajes generales sobre acompañamiento y aborto
§ ¿Consideras al acompañamiento que realizas como activismo?
§ Descripción del acompañamiento Fondo MARIA
§ Razones principales por que las mujeres buscan apoyo de la ONG.
o Casos relevantes.
§ Enfoque de acompañamiento. Estilo particular.
§ Momento en el que se habla a las mujeres de anticonceptivos.
o Antes- Durante- Después
156
Protocolo
§ Relevancia del protocolo para el acompañamiento
o Importancia de adherencia al protocolo.
§ Protocolo de acompañamiento según Fondo MARIA/ Cipa- Acompáñame/
Misovarias
Obstáculos
Condiciones de trabajo
157
§ Protocolo para mujeres víctimas de violencia sexual.
158
TABLA COMPARATIVA SOBRE LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y EL
ACOMPAÑAMIENTO QUE BRINDAN.
Red de Jóvenes Católicas Tiene como marco de Kit suplido por 9 semanas Protegen su Mujeres
por el Derecho a Decidir referencia a los Derechos Marie Stopes para identidad por universitarias de
San Cristóbal de las Sexuales y Reproductivos. la región: Después de la 9º medio de un contexto urbano
Casas Católicas por el Derecho a semana se canaliza seudónimo. en edad
Decidir no promueve el 1 pastilla de a las mujeres a Utilizan un reproductiva
aborto, da información mifepristona organizaciones celular alterno
sobre aborto seguro y legal. 200 mg oral aliadas para para dar Edades de mujeres
+ Aspiración acompañamien atendidas:
Durante los 4 pastillas de manual tos. Mínima 13 años
acompañamientos que Misoprostol (200 Endouterina Máxima 40 años
realizan, comunican las 3 mcg) sublingual (AMEU). Se evita dar
causales legales por las de 24 a 48 horas información
cuales se puede abortar en después de sobre el
el estado de Chiapas; a) por ingesta de En Embarazos de protocolo
violación, b) por mifepristona más de 12 medicamentos
malformaciones, c) por semanas se o vía correo
peligro de muerte de la o propone a la electrónico o
madre. Subrayando la mujer viajar a la redes sociales,
importancia de la causal 3 dosis de 4 CDMX para hasta
salud, ausente en el estado. pastillas de AMEU con comprobar la
Misoprostol (200 organizaciones referencia
Evita caer en prácticas mcg) sublingual aliadas. confiable de la
“paternalistas” cada cuatro mujer.
informando y permitiendo horas.
que las mujeres decidan No entregan
conscientemente sobre su medicamento
forma de interrupción, se directamente a
intenta que mediante sus las mujeres. Se
herramientas personales les informa
decidan sobre la manera de dónde pueden
llevar a cabo su aborto. conseguirlo.
159
agentes de derechos y les permite
instruye con argumentos distinguir los
útiles en caso de que las casos que si se
mujeres refieran culpa al pueden
abortar. Toma en cuenta acompañar de
que México, pese a ser un los que habrá
estado laico, tiene gran que delegar
influencia de la iglesia con médicos
católica y de la tradición aliados.
judeocristiana.
Se les pregunta
Sustentan sus argumentos a las mujeres
en el Código Canónico sobre su
(Constitución de la Iglesia estado general
Católica). El aborto no es de salud, con
un pecado pues hay la finalidad de
atenuantes de culpa; detectar
posibles
a. Si la mujer es menor de riesgos.
16 años,
b. Si actuó con ignorancia Manejan claves
de que estaba infringiendo para referirse
una ley, a: aborto,
c. si actuó para evitar un medicamentos
“mal mayor”. (mifepristona y
misoprostol),
Informan sobre el grado de sangrado, etc.
efectividad de misoprostol
solo y del combo de Se instruye a
medicamentos – las mujeres
misoprostol y sobre el
mifepristona–. También discurso que
mencionan la posibilidad tienen que dar
de tener un aborto en caso de
mediante Aspiración emergencia, en
Manual Endouterina caso de tener
(AMEU), opción rápida y que recurrir a
efectiva pero más costosa, un centro de
pues se realiza dentro de un salud. El
entorno médico con personal de
anestesia local. salud no
pueden
Conociendo estas opciones obligarles a
las mujeres deciden cual les que digan algo
conviene más, pues son que no quieren
ellas las que conocen su decir.
cuerpo y su umbral del
dolor.
La experiencia de la Red de
Católicas indica que
prevenirles sobre el dolor
que sentirán al utilizar los
medicamentos , permite
que las mujeres decidan de
manera más asertiva sobre el
método que mejor les
160
ajusta. Asimismo son ellas
las que acomodan sus
tiempos para interrumpir
su embarazo pues un
aborto con medicamentos
implica reposo de al menos
dos días.
Para Católicas es
importante detectar
conflictos religiosos en las
mujeres, por tal motivo se
les pregunta directamente
si tienen algún sentimiento
negativo por la decisión
que están tomando. En
caso afirmativo, se les
reafirma a las mujeres la
imagen de un dios
amoroso, que es un apoyo
ante situaciones adversas y
que las entenderá por la
decisión que están
tomando.
161
experiencia escriban en la
plataforma llamada Focos33.
En ésta mujeres de
distintas partes del país se
posicionan como sujetas
de derechos y hablan sobre
sus abortos en primera
persona. Esta estrategia
funciona en tres sentidos;
a) visibilizando las cifras de
aborto clandestino en los
estados, b) poniendo en
voz de las mujeres sus
experiencias de aborto y c)
evidenciando al aborto
como un evento más en la
trayectoria reproductiva de
las mujeres.
La consejería sobre
anticonceptivos se da
durante todo el
acompañamiento. Se
menciona a las mujeres que
la fertilidad regresa
inmediatamente después
de que el aborto se lleve a
cabo, por lo cual es
necesario que tomen los
cuidados respectivos.
33 www.focos.org
162
como; fondeadoras, evitar caer en
Organizaciones no la ilegalidad.
gubernamentales,
instituciones de salud etc. No utilizan la
El servicio que brindan es red social
una adaptación del modelo WhatsApp, por
de acompañamiento de la considerarla
Línea de Aborto de Chile, de insegura.
donde retoman sus Utilizan
experiencias y telegram, pues
aprendizajes. esta aplicación
encripta los
Respaldan su práctica en mensajes, lo
los vacíos legales del que garantiza
Código Penal de Chiapas; mayor
a) dar información sobre confidencialida
aborto no está penado y, d. Para enviar
b) entregar medicamentos correos
no es un delito. electrónicos
utilizan Riseup
Comprometidas con su por
postura lesbofeminista– considerarla
separatista, piden a las una alternativa
mujeres que no se segura.
acompañen de un hombre
durante su proceso de
aborto, sin ser insistentes
en este aspecto, pues son
ellas las que tomarán la
decisión de vivir su aborto
con quién decidan. Creen
que el acompañamiento
durante aborto debe ser
para mujeres y entre
mujeres, por esta razón,
sólo proporcionan
información sobre aborto
con medicamentos a
mujeres.
163
asuntos relacionados al
acceso al aborto.
Piensan al
acompañamiento feminista
como un acto político que
permite a las mujeres
rebelarse al régimen
heteropatriarcal donde la
maternidad es obligatoria;
“…Recomendamos
el lesbianismo
como una
propuesta cultural y
política de amor
entre mujeres,
donde existe el
potencial político
rebelde de
abandonar la
heterosexualidad
como régimen
político que no ha
hecho más que
arrebatarnos
nuestras energías y
existencias”34.
Apuestan por la
politización del
acompañamiento, creen
que el acompañamiento
favorecerá que las mujeres
hagan de lado a las
instituciones patriarcales
(iglesia, heterosexualidad,
familia y estado) que decide
sobre su cuerpo y sus
decisiones. Bajo esta
premisa, un aborto feminista
será aquel fuera de
contextos médicos, bajo
márgenes de seguridad y
autocuidado mínimos.
Consideran que el
acompañamiento servirá, a
su vez, para desmitificar al
aborto como un crimen
que las mujeres deban
cargar bajo sus espaldas.
No hacen referencia a las
tres causales por las cuales
las mujeres pueden abortar
legalmente en Chiapas,
para ellas carece de
importancia, pues insisten
34
http://sinfuero.com.mx/sociedad/decide-suspender-embarazo-llame-linea-aborto-chiapas/.
164
en la capacidad autogestiva
del aborto realizado por las
mismas mujeres en casa.
Para ellas el
acompañamiento es
“poner el cuerpo” por
otras mujeres. Consideran
que el aborto es ancestral y
por tanto, es necesario que
las acompañantes o
aborteras, –término que
reivindican–, formen redes
que les permita hacer
frente a la criminalización
socio-cultural.
165
Tipo de Acompañamiento Protocolo Limite de Protocolo de Perfil de mujeres
medicamentoso semanas de seguridad acompañadas
embarazo para utilizado por
acompañar las
acompañantes
Fondo MARIA para Acompañamiento con 3 dosis de 4 12 semanas de Utilizan su Mujeres en edad
la Justicia Social enfoque feminista, pastillas de gestación con nombre de pila reproductiva de
empodera a las mujeres Misoprostol (200 medicamentos. para dar todos los estratos
MARIA (Mujeres, mediante información mcg) sublingual información económicos y
Aborto, sobre su derecho al aborto, cada 4 horas. Mujeres de más vía telefónica. Estados de la
Reproducción, transformando el tabú que de 12 semanas de República.
Información y existe alrededor del tema embarazo se Emplean un
Acompañamiento). hacia uno que subraye los canalizan a la celular sólo
CDMX aspectos positivos al tomar CDMX a clínicas para
esta decisión de forma aliadas, para que acompañamien
digna y libre. interrumpan tos.
mediante AMEU.
Asimismo, son una vía para Enuncian un
que las mujeres decidan de párrafo al
acuerdo a sus posibilidades inicio de las
y se valgan de sus redes de conversaciones
apoyo. telefónicas que
las protege “Es
El acompañamiento que tu derecho a la
brindan es integral, en información sobre
tanto que apoyan a las tu salud y yo
mujeres no sólo en la estoy ejerciendo
logística para trasladarse a mi derecho a la
la CDMX y mediante libertad de
información, sino expresión”.
financiera y
emocionalmente, a las Solicitan un
mujeres que así lo ultrasonido
necesiten. para
comprobar el
Fondo MARIA es un número de
fondo revolvente. semanas de
Funciona mediante embarazo y
donaciones de que éste se
Organizaciones encuentre
Internacionales, donadores dentro del
personales y de las mismas útero.
mujeres apoyadas con
anterioridad, quienes Asimismo
contribuyen de acuerdo a exploran los
sus posibilidades factores de
socioeconómicas. riesgo en cada
caso, de
Intentan remediar las detectarse
brechas de injusticia social riesgos se
en el país, de manera que procede a
los abortos seguros sean trasladar a las
accesibles a todas las mujeres a la
mujeres, especialmente a CDMX.
las precarizadas del interior
de la república. Priorizan
166
casos complicados y se
procede a apoyarles para
viajar a clínicas
especializadas de
Interrupción Legal del
embarazo en la CDMX
donde el aborto está
despenalizado.
Posterior a la interrupción
legal del embarazo, se les
aplica un cuestionario de
seguimiento que permite la
retroalimentación. Sin
embargo, muchas mujeres
no desean responder a éste.
Tipo de Acompañamiento Protocolo Limite de Protocolo de Perfil de mujeres
medicamentoso semanas de seguridad acompañadas
embarazo para utilizado por
acompañar las
acompañantes
Las Libres Guanajuato Empoderan a las mujeres 2 dosis de 4 Hasta la semana Las Mujeres de todos
con información sobre pastillas de 16 con acompañantes los estratos sociales
autonomía sexual, derecho Misoprostol (200 medicamentos. están de Guanajuato,
al acceso a tecnologías mcg) sublingual. Después se informadas Guanajuato.
médicas –uso de Cada cuatro canaliza a médicas sobre sus
misoprostol para abortar horas. aliadas derechos, en el
167
en casa–. Acercan la capacitadas en estado de
tecnología del aborto *De no tener un AMEU. Guanajuato.
medicamentoso a las aborto completo,
mujeres que así lo decidan. se pide a las Están
Proporcionan las pastillas – mujeres tomar conscientes de
misoprostol– de manera una dosis que hay leyes
gratuita. Algunas mujeres adicional de internacionales
que no han ocupado las 3 misoprostol (200 que legitiman
dosis de misoprostol, las mcg) sublingual. el aborto,.
“donan” a otras. Laboran con
*Si después de la un protocolo
Las Libres, hablan tercera dosis no de seguridad
abiertamente sobre el arrojan todos los mínimo.
acompañamiento que restos toman una
realizan, su experiencia cuarta dosis de Utilizan un
indica que ser explícitas, misoprostol 24 celular alterno
reduce el estigma social horas. después. para
alrededor del aborto. acompañar.
Nombran a su labor como
“acompañamiento social”,
pues intenta disminuir el
estigma construyendo
redes alrededor de la mujer
o pareja por abortar. Estas
redes sirven a su vez como
estrategia pedagógica en la
que las mujeres comparten
sus experiencias de aborto
y aprenden unas de otras.
Éstos círculos de reflexión
entre mujeres, reducen el
estigma social y empodera
a las mujeres.
Se respaldan en leyes
internacionales que
legitiman el derecho al
aborto, pese a que laboran
en un contexto local
altamente restringido –
Guanajuato–, donde se ha
encarcelado a mujeres bajo
el delito de “homicidio en
razón de parentesco” por
abortos espontáneos.
Asimismo se apoyan en el
artículo 4º y 1º
Constitucional, afirman
que en estos artículos se
justifica el aborto como
derecho.
168
las características del
sangrado, el tipo de dolor
al que se enfrentan, etc.
Dichos conocimientos
subjetivos han sido
socializados de boca en
boca, permitiéndoles
distinguir un aborto
completo de uno
incompleto. Han
implementado una última
dosis de medicamento (4
pastillas de misoprostol),
para los casos de abortos
incompletos, de esta
manera, las mujeres arrojan
todos los restos
intrauterinos, sin la
necesidad de recurrir a
clínicas para realizarse
AMEU. Esta última dosis,
además, baja los costos del
procedimiento de aborto.
No se da consejería sobre
anticoncepción, pues
consideran que son dos
procesos diferentes; vida
reproductiva y aborto. Su
postura es muy crítica
respecto a la doble moral
de la iglesia católica, que
influye negativamente en la
vida privada de las mujeres.
Afirman que dar consejería
sobre anticonceptivos
estigmatiza al aborto, pues
se le vincula con un
“castigo” por tener
relaciones sexuales sin
protección.
Tipo de Acompañamiento Protocolo de Limite de Protocolo de Perfil de mujeres
medicamentos semanas de seguridad acompañadas
utilizado embarazo para utilizado por
acompañar las
acompañantes
Missovarias Se respaldan en el derecho 2 dosis de 4 12 semanas, Dan Mujeres en edad
Colectiva autogestiva a la información sobre pastillas de algunas acompañamien reproductiva que
CDMX salud sexual y en el derecho Misoprostol (200 acompañantes tos a nombre las contactan vía
a la confidencialidad. mcg) sublingual. dan información a personal. No telefónica desde
Cada 4 horas las mujeres que dan sus distintas partes del
Las mujeres las contactan desean apellidos ni país.
por medio de Facebook o *De no arrojar interrumpir con otros datos
WhatsApp en un primer todos los restos, se embarazos en el personales.
momento y el da a las mujeres segundo trimestre
acompañamiento se da una dosis adicional de gestación.
de misoprostol
posteriormente vía
169
telefónica o de manera (400 mcg)
personal. sublingual.
No tienen miedo de
mostrarse públicamente
pues laboran en un
contexto donde el aborto
se encuentra despenalizado
desde el 2007.
Acompañamientos Acompañamientos muy 3 dosis de 4 Depende de los Cada mujer Cualquier mujer en
autogestivos diversos, en tanto que las pastillas de límites personales utiliza sus edad reproductiva.
mujeres que se acompañan Misoprostol (200 que definan las herramientas
son distintas y de varios mcg) sublingual. acompañantes personales;
estados. algunas
En ocasiones, si acompañan en
En la mayoría de los casos, tienen a la mano las casas de las
el contacto es por medio de el kit de MS de mujeres que
redes sociales, las mujeres miso + mife, abortan,
las contactan porque este es el creándose
buscan información sobre protocolo lazos de
aborto medicamentoso en utilizado. complicidad
las redes sociales, lo que entre mujeres.
eventualmente las lleva a
encontrar alguna Utilizan
acompañante que las aplicaciones
informe en su proceso de como telegram
aborto. para
comunicarse y
No dan consejería sobre como
anticoncepción, a menos protección
que las mujeres les ante casos de
pregunten sobre sus acoso
alternativas. cibernético.
IPAS y Centro Las Libres (productores) y Montaño G. (director). (2013). El imparable acompañamiento
[documental]. Guanajuato, México.
Lesbianas y Feministas por el Derecho a la información (2017) Sistematización de la experiencia del campamento
“Por la autonomía de nuestros cuerpos” Campamento entre acompañantes en aborto San Cristóbal de las Casas,
13,14 y 15 de Octubre 2017.
170
MANUAL SORORARIO PARA ACOMPAÑANTES
DE ABORTO
171
Manual sororario para acompañar abortos
ÍNDICE
Se da en un entorno de buentrato y de
empatía, pues reconoce a las mujeres como sujetas
1. ¿Qué es acompañar de derechos y protagonistas de su aborto, son
desde la sororidad? ellas las que conocen su cuerpo, sus herramientas
personales y saben quienes serán sus aliadas/os en
la consecución de su aborto.
2
2. Código ético de acompañantes
Las acompañantes construimos una nueva
ética feminista amorosa, una contra resistencia
ante la medicina hegemónica patriarcal y
violenta.1
3
Las acompañantes no nos ponemos en
riesgo. Conocemos cuáles son nuestros límites
para acompañar y sabemos decir no ante los
casos que nos rebasan emocional o físicamente.
4
3. Objetivos de este manual
1. Brindar una guía básica para las acompañantes de 4. Proponer medidas de autocuidado para
abortos de Chiapas. acompañantes.
2. Difundir saberes que las acompañantes han reunido en 5. Reconocer y nombrar a las redes/ colectivas que
la experiencia. realizan acompañamientos en Chiapas.
5
4. Consideraciones
Esta guía está diseñada para las activistas que El misoprostol es un medicamento no invasivo,
acompañan abortos con medicamentos en el eficaz y seguro para una variedad de usos
estado de Chiapas. Se acompaña sólo a las mujeres obstétricos. Provoca contracciones en el útero,
que estén decididas a abortar. ocasionando la expulsión de su contenido, estos
efectos se comparan con los de un aborto
No pretende homogeneizar o estandarizar los espontáneo. Puede usarse fuera del sistema de
acompañamientos, se trata de una herramienta que salud y se consigue de manera relativamente fácil
busca ser de ayuda para las acompañantes y puede en las farmacias.
adaptarse a distintos casos.
La mifepristona es un medicamento creado en los
El trabajo de acompañamiento es legal y se apoya años 80´s para interrumpir embarazos. También se
en el derecho al aborto, nombrado en diversas utiliza para tratar la endometriosis, fibrosis e
leyes y tratados internacionales (ver anexo de inducción al parto. El uso combinado de
Leyes Internacionales que legitiman el derecho al misoprostol y mifepristona es más eficaz para
aborto). Es por tanto una labor de justicia social, abortar (su índice de efectividad es del 91%). La
pues sólo las mujeres de la CDMX tienen acceso a combinación de estos dos medicamentos es el
un aborto despenalizado. régimen utilizado en las clínicas especializadas para
interrumpir legalmente embarazos en la Ciudad de
El acompañamiento es distinto a la consejería, México desde el 2007, probando ser seguro.
pues se proporciona información a las mujeres
sobre como abortar y son ellas las que toman las
decisiones que mejor les convengan.
6
Antes de comenzar a dar información a las mujeres En esta guía se describen distintos métodos
es necesario establecer confianza y hacerles saber que medicamentosos para abortar. Asimismo, se menciona
se les acompañará de principio a fin en su proceso de el protocolo a seguir en embarazos de más de doce
aborto. semanas de gestación. La experiencia de varias
colectivas demuestra que existe una necesidad de
Algunos casos se saldrán de los límites que abortar en mujeres con embarazos tardíos. Es tu
previamente han identificado las acompañantes. Se les responsabilidad, identificar el límite de semanas que
comunica que es posible hallar una solución por estás dispuesta a acompañar. La Organización Mundial
medio de otras organizaciones o colectivas aliadas, de la Salud, ha publicado el régimen medicamentoso a
para que su aborto sea exitoso y no se comprometa seguir en estos casos, lo que demuestra que los
su salud. medicamentos funcionan2 y que estos procedimientos
son seguros.
7
5. Primer contacto
1. La primera vía de comunicación suele ser por redes
sociales (WhatsApp, FB, etc.), solicita al menos una llamada
telefónica con ella, para que el trato sea personal.
8
5. Escucha atentamente sus necesidades. La experiencia
de las acompañantes, demuestra que la mayoría de ellas
se encuentran ansiosas debido a los mitos y al estigmas
alrededor del aborto. La mayoría de las personas,
incluso médicos, desconocen el funcionamiento de los
medicamentos para abortar.
9
9. Explícale que acompañas de manera voluntaria y que no eres médica. Comenta que
conoces esta información pues has acompañado otros casos o tú misma has abortado
utilizando este método (según sea el caso). También puedes decirle que los abortos con
medicamentos son sencillos pues incluso la Organización Mundial de la Salud ha declarado
que es seguro utilizar estos medicamentos para abortar en casa. Esta información ha
ayudado a mujeres de todo el mundo a abortar y consideras que es necesario que se difunda
en países como México, donde solo en la CDMX está despenalizado.
10. En los casos en los que las mujeres estén preocupadas por la situación legal del aborto,
puedes decirles que:
10
6. Identificando el número de semanas de embarazo
1. Bajo el entendido de que son las mujeres las que conocen su cuerpo, pregúntale:
• https://www.medicacenterfem.com/embarazo/calculadora-de-embarazo/
• https://es.calcuworld.com/calculadoras-de-embarazo/calculadora-de-semanas-de-
embarazo/
11
3. Si averiguas junto con la mujer que tiene casi 12 semanas (semana 11),
explícale brevemente que el medicamento sólo funciona en 8 de cada 10
mujeres y que posiblemente tendrá que repetir la dosis, –de cualquier
manera los medicamentos son eficaces hasta el segundo trimestre–.
13
7. Antes de dar información sobre el uso de medicamentos para abortar
Identifica, junto con la mujer, si cumple con las condiciones para que el medicamento tenga efecto.
Es candidata para usar misoprostol o su combinación
(mifepristona + misoprostol) No es candidata
Ha comprobado que tiene un embarazo por medio de una No ha comprobado su embarazo por medio de una prueba
prueba de orina, sangre o ultrasonido. (orina, sangre o ultrasonido)
Su embarazo es menor a 12 semanas. Se puede utilizar Tuvo una cesárea recientemente (menos de 6 meses)
misoprostol de manera segura en embarazos de hasta 15-16
semanas, pero la efectividad baja.
Ha ubicado un servicio de emergencias en caso de tener Tiene un DIU. Debe retirárselo antes de seguir el
una hemorragia, (la posibilidad es mínima, sin embargo es procedimiento, si no lo retira la probabilidad de que queden
necesario ) restos en el útero incrementa. El DIU puede retirarse
fácilmente jalándolo fuera del canal cervical.
Cuenta con un espacio en el que descansar y ha identificado Tiene embarazo ectópico, en estos casos el medicamento no
a las personas aliadas que le pueden acompañar en el funcionará pues el embarazo se encuentra fuera de la matriz.
proceso de aborto. Preguntarle si ha tenido embarazos ectópicos antes o si tiene
un dolor repentino e intenso en el vientre. Otros síntomas
para detectar son sangrados vaginales, mareos, desmayos y
palidez. No obstante es necesario que se realice un
ultrasonido para descartar embarazo ectópico.
14
8. Compra del medicamento
Una vez identificado el número de semanas de embarazo, así como las condiciones
necesarias para un aborto con medicamentos, puedes comenzar a dar información
sobre la compra del misoprostol o de su combinación (mifepristona + misoprostol).
15
Otra opción es conseguir la combinación misoprostol + mifepristona. Colectivas y
acompañantes de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, tienen acceso a un kit de mife más miso,
pero es necesario ponerse en contacto con ellas (ver directorio de organizaciones aliadas).
La ventaja de usar esta combinación es que la efectividad aumenta, y los síntomas adversos
del misoprostol solo, disminuyen.
Una vez tomada la mifepristona, el aborto comenzará pues este medicamento detiene la
producción de la progesterona, hormona del embarazo. El misoprostol, por su parte
produce contracciones que hacen que el útero se vacíe. Esta combinación tiene un índice de
efectividad del 98%. 3
3 Ramón Michel, A. y Ariza Navarrete, S. (2017). Misoprostol, Entre la indolencia y el sesgo, el derecho de las mujeres a beneficiarse
de los avances científicos en materia reproductiva, Consorcio Latinoamericano contra el aborto inseguro
16
9. ¿Cómo tomar el medicamento?
Antes de explicar el protocolo de ingesta de medicamentos para inducir el aborto, dile que el
aborto es un derecho y que la información que les darás es importante para su salud.
Refuérzale la idea de que los medicamentos son seguros pues hasta la Organización Mundial
de la Salud ha declarado que las mujeres pueden usarlos sin consecuencias adversas en sus
casas. Las clínicas de ILE en la ciudad de México utilizan el mismo protocolo
medicamentoso.
Un ejemplo es este:
17
Antes de tomar los medicamentos:
• Asegúrate de seguir comunicada con la • Menciónale que es mejor tomar los medicamentos
mujer que acompañas. Dile que tú estarás durante el día, pues en la noche será más difícil notar
pendiente por whatsapp o por teléfono de la cantidad de sangrado que se está teniendo.
su proceso. Exprésale que es necesario por
la seguridad y la tranquilidad de ambas, el • Recomienda que coma ligero y tome muchos
permanecer en constante comunicación. líquidos, la efectividad de los medicamentos aumenta
Recomiéndale estar en un lugar en el que se cuando se toman más agua.
sienta cómoda con un baño cerca, pues
necesitará al menos 12 horas para comenzar • Diseña un plan de acción con la mujer, por si el
el sangrado y la expulsión. proceso llega a complicarse, contar con dinero extra
para tener a la mano el teléfono de un taxi o de
• Si es el caso, pídele que identifique a una alguien que pueda trasladarla a un hospital cercano (el
persona de confianza que esté pendiente del peligro de sangrar excesivamente es mínimo, pero
procedimiento; amiga, hermana, etc. (en existe).
algunos casos las mujeres no cuentan con
nadie que les acompañe o no quieren que • Además de los medicamentos (mife y miso),
nadie sepa de su aborto, el acompañamiento necesitarán toallas sanitarias normales, medicamentos
que se dará es más intenso y es más para el dolor (sólo ibuprofeno o ketorolako, no
responsabilidad para las acompañantes). En aspirina) y para controlar diarrea (lomotil) y náuseas
este momento, te sugiero que pienses de (dramamine).
nuevo en tus límites personales.
18
Dependiendo del caso, explicar el protocolo de ingesta para misoprostol
solo o la combinación de mifepristona + misoprostol recomendado aquí (es
el mismo de la OMS). En algunos casos, las mujeres llaman con un aborto
en curso y ya han tomado las pastillas, también puede darse el caso de
mujeres con embarazos avanzados, que están decididas a interrumpir aún
sin acompañamiento de ningún tipo.
19
1. Aborto con misoprostol solo
(hasta doce semanas de gestación)
1. Colocar dos pastillas de 200 mcg (microgramos)
debajo de la lengua (Vía sublingual).
Vía sublingual:
20
Aborto con misoprostol + mifepristona
(hasta doce semanas de gestación)
3. En total una pastilla de mifepristona de 200 mg, 1. Mifepristona vía oral (tragadas)
más 4 pastillas de misoprstol (4 dosis x 200mg =
800mg).
21
2. Misoprostol vía bucal
Aborto con medicamentos para embarazos de más de doce semanas y hasta
15 semanas
Con misoprostol Con mifepristona y misoprostol.
2. Esperar cuatro horas y colocar otras 2. Después de 36- 48 horas de la toma del
dos pastillas debajo de la lengua. mife, colocar sublingualmente dos pastillas
de 200 mcg de misoprostol.
3. Repetir hasta completar 5 dosis de
misoprostol cada cuatro horas. En total 3. Repetir la toma del misoprostol tres
s o n c i n c o p a s t i l l a s d e 2 0 0 horas después hasta completar cinco dosis.
microgramos (mcg), se utilizan 10 Se utilizarán 10 pastillas de misoprostol
pastillas de misoprostol (5x200 mcg= de 200 microgramos (mcg) (5x200mcg =
1000mcg). El proceso empezará en las 1000 mcg).
siguientes 24 horas.
*Es importante conocer estos protocolos ya que en algunos casos, mujeres con
embarazos de más de doce semanas hacen contacto después de iniciar la ingesta de
medicamentos.
22
10. Manejo del dolor y síntomas esperados
Todas las mujeres son distintas en cuanto a la cantidad de dolor que
experimentan, puedes decirle que el dolor que experimentará será
mayor al de una menstruación por las contracciones que produce el
miso. Ayuda decirles que los cólicos que experimentarán serán
mayores a los de una menstruación normal, pero no intolerables.
Después de estos síntomas el sangrado continuará unos días y hasta tres semanas. El sangrado varía
considerablemente en cada mujer. Aun con el sangrado, la fertilidad vuelve a la normalidad.
Los síntomas de alerta son:
• Fiebre de más de 38 grados por más de 24 horas, esto es signo de infección.
• Dolor fuerte en abdomen o en ovarios que no se quita después de 48 horas de usar
misoprostol.
• Olor y color de sangrado distinto al normal, puede tratarse de una infección.
• Llenar de sangre 4 toallas en dos horas seguidas.
Si presentan algún síntoma de alerta pueden presentarse en cualquier hospital diciendo que está
teniendo mucho sangrado acompañado de fiebre o escalofríos. Dile a la mujer que si llega a acudir a un
hospital público o privado exprese que no sabe que es lo que sucedió y que no sabía que estaba
embarazada en primera instancia, esto les dará seguridad pues el aborto medicamentoso es idéntico al de
un aborto espontáneo y no hay manera de identificar la toma de medicamentos.
24
11. Contención emocional
Algunas mujeres viven el aborto con culpas, remordimiento, tristeza o arrepentimiento por haberse
embarazado sin planearlo. El sistema patriarcal, hace que el proceso de aborto represente un conflicto
o una crisis en la vida de algunas mujeres, cuando en realidad tendrían que experimentar este proceso
como uno más en su salud y en su vida reproductiva.
Por tal motivo la labor de las acompañantes es reafirmarles que la decisión que tomaron es la
correcta pues son ellas las saben que es lo mejor para sus vidas. Algunas mujeres ya cuentan con los
recursos materiales y económicos para la consecución de su aborto, pero requieren la validación de
una persona externa. En estos casos el acompañamiento valida una decisión que ellas ya han tomado y
funge como vía para el ejercicio de sus derechos.
Otra de las labores es escucharles activamente, sin juicios. Es recomendable no hablar más de la
cuenta, es decir escucharles primero para contestarles según sus necesidades.
Se recomienda utilizar un lenguaje respetuoso con ellas, evitar el uso de palabras hirientes o
estigmatizantes.
En el contexto mexicano donde la mayor parte de la población sigue siendo católica, se vuelve
vital respetar las creencias religiosas. Por eso, si detectas que la mujer experimenta culpa sobre la
decisión que está tomando, puedes hablarle de un dios amoroso que comprende sus decisiones y las
respeta.
La contención emocional se puede adaptar a cada caso, pero en primera instancia tiene que
contener los elementos antes descritos, reafirmar la decisión de las mujeres, escucha activa y lenguaje
respetuoso.
25
12. Verificar que sea un aborto completo
Algunos de los síntomas que denotan que las pastillas no tuvieron efecto, son los siguientes:
26
13. Seguimiento y cierre
Es importante mantenerse en comunicación con las mujeres que se acompaña, aún
cuando el aborto sea exitoso y sin complicaciones. Algunas mujeres, cuando verifican
que ya no están embarazadas, vuelven a su vida normal, algunas no quieren hablar más
del tema.
Acuerda con la mujer que acompañarás, cuál será el horario en el que se podrán
poner en contacto según sus tiempos y espacios. Asimismo acuerda una fecha tentativa
para hablarle y verificar que se encuentre bien, una vez completado su proceso de
aborto.
27
14. Autocuidado
El autocuidado es muy importante en un acompañamiento
sororario. El acompañamiento de aborto busca ser amoroso para
con las mujeres que buscan abortar y al mismo tiempo, busca que
las acompañantes como activistas no nos desgastemos
emocionalmente.
28
29
Leyes que respaldan el derecho al aborto:
Artículo 4
Constitucional
Principios
Derecho a acceder Democráticos:
a los avances Libertad de conciencia
tecnológicos: Laicismo
misoprostol y No intervención del
estado en la esfera
mifepristona privada
Derecho a
la salud
Derecho a recibir una
Derecho a la atención médica de
calidad y calidez, con
autonomía respeto a la dignidad
humana en embarazo,
sexual parto puerperio y
ABORTO.
30
Preguntas frecuentes:
¿Pueden detectar qué tomé pastillas?
Ni médicos, ni enfermeras pueden distinguir entre un aborto
espontáneo y aborto inducido con pastillas.
31
Organizaciones de la Sociedad Civil que Acompañan en Chiapas
Jóvenes
Línea aborto DDSER Chiapas
Católicas por
Chiapas
el Derecho a
Decidir San
Cristóbal de
Teléfono:
las Casas
Teléfono: 55 74 68 74 59
55 82 31 24 72
Teléfono:
967 142 78 59
32