Como Se Come La Ortografía

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¿Qué es Diptongo?

El diptongo es la combinación de dos vocales en una sílaba dentro de una palabra. Puede haber
un diptongo conformado por dos vocales cerradas o débiles, recordemos que las vocales cerradas
son la i y la u, una cerrada y una abierta, en este caso, las abiertas son a, e y o, o al revés, una
abierta y una cerrada.
Es preciso mencionar que dos vocales abiertas no conforman diptongo, sino que deben ser
separadas en sílabas y forman otro fenómeno llamado hiato, que es la separación de dos vocales
dentro de una palabra.
La letra h en medio de las vocales, no evita que se produzca el diptongo. También es posible formar
diptongo con la letra y por su sonido vocálico.
Ver además: Acento.

1. Tipos de diptongo
Los tipos de diptongo pueden ser:
• Diptongo Homogéneo: Formado por dos vocales débiles o cerradas.
• Diptongo Creciente: Formado por una vocal débil y una fuerte.
• Diptongo Decreciente: Formado por una vocal fuerte y una débil.

1. Ejemplos de diptongos

• Dos vocales cerradas: Pueden combinarse la i con la u para formar iu como por ejemplo en
viuda, ciudad, oriundo. Por otro lado podemos forma la combinación ui (u más i) como
aparece por ejemplo en las palabras juicio, ruido, cuidar.
• Una vocal cerrada y una abierta: Las combinaciones son tres para la i y tres para la u. así
tenemos, ia, como en anciano, hacia; ie, como en miedo, tierra y tiempo; io, como en inicio,
novio, piojo. Por otro lado tenemos la combinación ua, como en mensual, suave, acuario;
ue, como en huelo, bueno, hueso; uo, como en individuo, residuo, monstruo.
• Una vocal abierta y una cerrada: Tenemos en este caso dos combinaciones para la vocal a,
dos para la e y dos para la o. Así es que podemos formar los diptongos: ai, como en baile,
paisaje y aire; au, como en aurora, auto, Laura; ei, como en veinte, aceite, pleito; eu, como
en feudo, euforia, deuda; oi, como en oigo, coima, boina; y ou, como en Soufflé, Round,
Lourdes.

El hiato y el diptongo son causas muy comunes de errores ortográficos en lingüística. Y es que,
cuando nos encontramos con dos vocales juntas, sobre todo al momento de hacer una división
silábica, nos invade la confusión y la duda acerca de la manera correcta de proceder.
Dado que conocemos este problema, hoy queremos explicar cómo reconocer y diferenciar los
hiatos de los diptongos. Pero, para ello, habrá que tener claro qué es cada cosa.

Lingüística: Tipos de vocales


Ante todo, es bueno saber que las vocales españolas se dividen en dos categorías: las vocales
abiertas o fuertes (A, E, O) y las vocales cerradas o débiles (I, U).
Para dividir las sílabas como es debido, es importante conocer estos tipos de vocales. Y es
que, dependiendo de éstas, determinaremos si se trata de hiatos y diptongos y así es como
sabremos si dividimos la sílaba o no.

Una vez que sabemos cuáles son las vocales abiertas y cuáles las cerradas, a continuación te
aclaramos cuál es la diferencia entre hiato y diptongo.

¿Qué es un hiato?
Un hiato es la unión de dos vocales en la misma palabra, pero en diferentes sílabas. Por tanto, se
pronuncian interrumpidas, en dos sílabas distintas.
Estas vocales pueden ser:
• Vocal abierta (A,E,O) + Vocal cerrada (I,U )
• Vocal cerrada (I, U) + Vocal abierta (A,E,O )
• Vocal abierta (A,E,O) + Vocal abierta (A,E,O)
Ejemplos de hiatos:
• caer
• teatro
• mareo
También se da cuando una vocal débil lleva acento ortográfico y le sigue una vocal fuerte, como
en:
• río
• país
• biología
¿Qué es un diptongo?
Nos encontramos un diptongo cuando en una misma sílaba hay dos vocales, una de ellas cerrada
o débil (I, U) y la otra abierta o fuerte (A, E, O), o viceversa. También se da el diptongo cuando
se unen en la misma sílaba dos vocales cerradas distintas.
Estas vocales pueden ser:
• Vocal abierta (a, e, o) + Vocal cerrada (i, u) átona.
• Vocal cerrada átona + Vocal abierta.
• Vocal cerrada + Vocal cerrada (es decir, las secuencias iu o ui).
Ejemplos de diptongos:
• Paisaje
• Magia
• Pausa
• Pseudo
• Ahilar
• Reina
• Lourdes
• Individuo
Y, entonces, ¿qué son los triptongos? Descúbrelo en la siguiente página…

¿Qué es un triptongo?
Según la Real Academia de la Lengua, un triptongo es la combinación, en una sola sílaba, de
tres vocales.
Los triptongos están formados por una vocal abierta (A, E, O) que ocupa la posición intermedia
entre dos vocales cerradas (I, U), siempre que ninguna de éstas últimas sea tónica.
Según esta definición, pueden darse las siguientes combinaciones para formar un triptongo:

iau iai uai uau ieu iei


uei ueu iou ioi uoi uou

Algunas de ellas no se dan en ninguna palabra, por ello, las más usadas en español son:

iai a-viáis ex-piáis a-so-ciáis


iei a-viéis ex-piéis a-so-ciéis
uai a-mor-ti-guáis a-tes-ti-guáis a-ve-ri-guáis
uei a-mor-ti-güéis a-tes-ti-güéis a-ve-ri-güéis
ioi d-ioi-co
Hiato

Un hiato son dos vocales juntas que se pronuncian en sílabas distintas.


La pronunciación del español exhibe una notable variación con las secuencias vocálicas, que
frecuentemente son articuladas como hiatos o diptongos. Tal sucede con vocal cerrada átona
seguida de abierta tónica, o dos cerradas distintas:
enviar [en.viar] / [en.vi.ar]
incluido [in.clui.do] / [in.clu.i.do]

Por otra parte, en el habla coloquial se da una marcada tendencia antihiática, particularmente con
vocales abiertas distintas:
aerolínea [a.e.ro.lí.ne.a] / [ae.ro.lí.nea]
teatro [te.a.tro] / [tea.tro]

Existen únicamente dos secuencias vocálicas cuya articulación es inequívoca:


• siempre hiato: vocal cerrada tónica y abierta átona
hacía [ha.cí.a]

cacatúa [ca.ca.tú.a]
• siempre diptongo: vocal abierta tónica seguida de cerrada átona -en ese orden-
teméis [te.méis]

causa [cau.sa]

Cualquier otra combinación vocálica podría pronunciarse como hiato o diptongo, según hablantes y
países.
Estas vacilaciones repercuten en la acentuación como ilustra muy bien el caso de la palabra
«guion»:
[gui.on] (hiato)
• Aguda acabado en «n» que debería llevar tilde en la vocal tónica → guión.

[guion] (diptongo)
• Monosílabo, que no se tilda → guion

La Ortografía de 1999 afrontó este problema estableciendo el concepto de hiato ortográfico, del que
depende la tildación de una palabra sin ambigüedades.

1 Hiato ortográfico
Desde el punto de vista normativo, y con independencia de su articulación en el lenguaje real, son
hiatos las siguientes secuencias vocálicas:
• 1. Dos vocales iguales:
azahar [a.za.har], duunviro [du.un.vi.ro]
• 2. Dos vocales abiertas distintas:
teatro [te.a.tro], roedor [ro.e.dor]
• 3. Vocal cerrada tónica (/i/,/u/) seguida o precedida de una abierta (/a/,/e/,/o/):
envío [en.ví.o], transeúnte [tran.se.ún.te]

1.1 Tildación
• Las palabras con hiato de dos vocales iguales (1) o de dos vocales abiertas distintas (2) se
acentúan conforme a las reglas generales de acentuación.
Por ejemplo, «eo»:
• En [a.cor.de.on] se acentúa, por ser palabra aguda acabada en «n»: acordeón

• pero en [le.o.na] no, por ser llana acabada en vocal: leona

• Tratándose de cerrada tónica seguida o precedida de abierta (3) se acentúan siempre con
tilde en la vocal cerrada, aunque no le corresponda según las normas generales.
[en.vi.o] o [a.u.no] no deberían acentuarse porque son llanas acabadas en vocal. Sin
embargo sí se tildan, por ser tónica la vocal cerrada:

envio, envío
auno, aúno

COMPAREMOS:

Hiato Diptongo
dos vocales iguales
• portaaviones [por.ta.a.vio.nes]
• leer [le.er] dos cerradas distintas (iu, ui)
• nihilismo [ni.hi.lis.mo] • ciudad [ciu.dad]
• zoólogo [zo.ó.lo.go] • descuido [des.cui.do]
dos abiertas (a,e,o) distintas • imbuido [im.bui.do]
• aéreo [a.é.re.o]
• raedera [ra.e.de.ra]
cerrada átona + abierta (en cualquier orden)
cerrada tónica + abierta (en cualquier orden)
• aula [au.la]
• transeúnte [tran.se.ún.te]
• justicia [jus.ti.cia]
• ríen [rí.en]
• cantáis [can.táis]

Un hiato es cuando dos vocales seguidas se pronuncian en dos golpes de voz, es decir, están en dos
sílabas diferentes. Para entender estos dos conceptos mejor habrá que saber los tipos de vocales que
hay: vocales débiles o cerradas y vocales fuertes o abiertas. Un diptongo se forma con una vocal
débil o cerrada más cualquier vocal (débil o fuerte). En cambio, un hiato se formará con dos vocales
fuertes o una vocal fuerte más una débil con acento gráfico. Esta explicación la entenderéis mucho
mejor en el vídeo a través de los ejemplos que os mostraré.
Pero para entender que son los hiatos lo mejor es ver muchos ejemplos de palabras que tienen hiatos
y en esos casos ejemplos de como separarlos. A continuación te mostramos muchísimos ejemplos
separados por en que vocal es el hiato. Si tienes dudas o quieres compartir con todos los usuarios
ejemplos de hiatos lo puedes hacer usando el campo de comentarios y estaré encantada en
responderte y ayudarte a diferenciar los hiatos.
También te puede interesar: Ejemplos de diptongos
Índice
1. ¿Qué es el hiato? Con ejemplos
2. Las combinaciones de vocales que son Hiatos
3. Ejemplos de hiato í-a
4. Ejemplo de hiato con í-o
5. Ejemplos de oraciones con hiato
6. Ejemplo de hiatos con h intermedia
7. Ejemplo de hiatos con vocales fuertes
8. Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una débil acentuada
9. Ejemplo de hiato con í-o:
10. 13 palabras con hiato separadas en silabas
11.Otros ejemplos de hiatos
¿Qué es el hiato? Con ejemplos
Para saber qué es un hiato es importante que tengamos en cuenta cuál es la clasificación de las
vocales en lengua castellana. Debes saber que las vocales pueden ser de 2 tipos:
• Abiertas: a, e, o
• Cerradas: i, u
Una vez que tengas claro este concepto, es importante que sepas que el hiato es cuando algunas de
estas combinaciones de vocales (abiertas y cerradas, abiertas y abiertas, etcétera) se encuentran
unidas pero van en sílabas independientes. El hiato separa, el diptongo une.

Clases de hiatos en español


Dependiendo del tipo de vocal que se una, nos encontramos ante un tipo de hiato u otro. Aquí te
descubrimos cuáles son las 3 clases de hiatos que nos podemos encontrar en lengua española. Son
los siguientes:
1. Vocal abierta y cerrada o viceversa con tilde en la cerrada. Sería el ejemplo de BAÚL que
se separaría ba-úl
2. Vocal abierta con abierta. Algún ejemplo de este tipo de hiato sería la palabra CAOS que
se separa ca-os
3. Vocales iguales. En estos casos, las vocales son las mismas y se encuentran unidas en la
palabra (dos a, dos o, dos u, etcétera). Un ejemplo de hiato de este tipo es la palabra LEER
que se separa le-er

Las combinaciones de vocales que son Hiatos


Hay dos tipos de hiatos:
• El Hiato Acentual (o hiato por disolvencia, provocadoo adiptongo) es un tipo de hiato que
resulta del encuentro entre una vocal abierta (a,e,o) con unavocal cerrada (i,u) que va
acentuada por lo que debe llevar tilde obligatoriamente. Algunos ejemplos de hiato
acentual: sa-ú-com, sa-bí-a, dí-a, cal-ma-rí-a, ve-hí-culo, Ma-rí-a
• El Hiato Simple es aquel que consiste en la separación en sílabas distintas de dos vocales
abiertas (a, e, o) o de dos vocales cerradas (i, u) iguales. Algunos ejemplos de hiato simple:
ca-o-ba, sa-e-ta, se-mi-in-cons-cien-te, zo-ó-lo-go, a-or-ta, co-or-di-nar
Ejemplos de hiato í-a
Miles de palabras en español tiene el hiato í-a por este motivo este va a ser el ejemplo de hiato más
común, a continuación ponemos decenas de palabras separadas por sílabas para que veas como
se separan:
• País: Pa-ís
• Paraíso: Pa-ra-í-so
• Maíz: Ma-íz
• Caín: Ca-ín
• Raíz: Ra-íz
• Cocaína: Co-ca-í-na
• Extraíble: Ex-tra-í-ble
• Estantería: Es-tan-te-rí-a
• Etiología: E-tio-lo-gí-a
• Geografía: Ge-o-gra-fí-a
• Bahía: Ba-hí-a
• Cirugía: Ci-ru-gí-a
• Cerrajería: Ce-rra-je-rí-a

Ejemplo de hiato con í-o


Muchas palabras se escriben con í-o, a continuación veremos algunos ejemplos de las palabras que
tienen este tipo de hiato:
• Frío: Frí-o
• Período: Pe-rí-o-do
• Judío: Ju-dí-o
• Río: Rí-o
• Sombrío: som-brí-o
• Etíope: e-tí-o-pe
• Lío: lí-o
• Mío: mí-o
• Tío: tí-o
• Crío: crí-o

Ejemplos de oraciones con hiato


Una de las mejores formas de identificar un hiato es detectandolo en una frase, a continuación te
ponemos varios ejemplos de palabras que contienen hiato en una frase:
• No me quiero CAER en las escaleras.
• Mi mamá se MAREÓ.
• Las notas ESTARÍAN para mañana
• Cuando suena el RÍO siempre TRAE agua
• Juan fue al TEATRO.
• Hay un pez en el RIO
• España es un PAÍS
• Eduar estudia GEOMETRÍA en casa de María.
• Mi hermano es muy EGOÍSTA con sus cosas.
• Mi mamá es profesora de BIOLOGÍA.
• Lo MÍO me pertenece

Ejemplo de hiatos con h intermedia


La h intermedia o intercalada no influye en absoluto en la consideración como diptongo o como
hiato de una secuencia vocálica; así, hay grupos de vocales con h intermedia que forman diptongo.
A continuación algunos ejemplos de hiatos con la h intercalada:
• Ahínco
• Ahorrar
• Búho
• Alcohol
• Ahorcar
• Albahaca
• Ahorrador
• Ahorcado
• Prohíbo
• Turbohélice

Ejemplo de hiatos con vocales fuertes


Cuando las vocales formen cada sílaba por separado una emisión de voz, se tendrá un hiato. Esto se
produce cuando estén juntas dos vocales fuertes (a, e, o), o una vocal fuerte con una débil tónica
(í, ú), o bien, dos vocales débiles iguales que requiera doble pronunciación de la vocal (ii, uu):
• Zoológico
• Arqueólogo
• Caoba
• Teatro
• Aéreo
• Deseo
• Héroe
• Línea
• Diarrea
• Cacao

Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una


débil acentuada
Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una débil acentuada, si quieres ver la tabla
de como combinan las vocales lo puedes ver en el punto anterior:
• Río
• Sonríe
• Licúo
• Reúno
• Baúl
• Maíz
• País
• Corría
• Dormía
• Oído

Ejemplo de hiato con í-o:


• Baldío
• Bravío
• Caserío
• Confío
• Estío
• Montepío
• Navío
• Vocerío

13 palabras con hiato separadas en silabas


Para que puedas terminar de comprender mejor esta lección sobre los hiatos en español, a
continuación queremos dejarte un completo listado con palabras con hiato separadas en silabas. De
esta manera, podrás poner en práctica tus conocimientos y hacer tus deberes de una forma mucho
más sencilla. ¡Toma nota!
1. Abstraído: ABS - TRA - Í - DO
2. Caída: CA - Í - DA
3. Judaísmo: JU - DA - ÍS - MO
4. Maíz: MA - ÍZ
5. Ataúd: A - TA - ÚD
6. Laúd: LA - ÚD
7. Ateo: A - TE - O
8. Cafeína: CA - FE - Í - NA
9. Egoísta: E - GO - ÍS - TA
10. Taoísta: TA - O - ÍS - TA
11.Bahía: BA - HÍ - A
12. Vehículo: VE - HÍ - CU - LO
13. Agonía: A - GO - NÍ - A

Otros ejemplos de hiatos


Aquí tienes muchos ejemplos de hiatos:
• Mareo
• Geología
• Baúl
• Caer
• Zoológico
• Búho
• Ahorrar
• Chiita
• Vacío
• Hacía
• Baúl
• Ataúd
• Raíz
• Reír
• Tranvía
• Caída
• Maíz
• María
• Freír
• Veníamos
• Continúo
• Capicúa
• Ganarías
• Garúa
• Eólico
• Mareo
• Ortografía

Eufemismo
Sustitución de una palabra o frase por otra para disimular la crudeza, vulgaridad o gravedad de la
original, es decir, dulcificación. Es el mecanismo opuesto al disfemismo o la demonización, en
tanto que intenta hacer pasar o tolerar algo intrínsecamente malo:
Interrupción voluntaria del embarazo / Aborto
Paseo / Ejecución
Daños colaterales / Muerte de civiles
Relaciones impropias / Adulterio
Desaconsejar / Prohibir
Relevo / Cese
Recluso o interno / Preso
Establecimiento penitenciario / Cárcel
Limpieza étnica / Matanza racista

El lenguaje coloquial lo utiliza para esquivar realidades que impresionan fuertemente a los seres
humanos: la muerte, la locura y el sexo. Un ejemplo de esta dulcificación es que la palabra
“cadáver” queda proscrita y en su lugar hay que referirse a “cuerpo”. También se evita tener que
decir “morir” y parece más fino referirse a que las personas “fallecen”, aunque sea de forma
violenta. Los “muertos” en un accidente o atentado no son tales sino “víctimas”. A las realidades
anteriores se añaden también hechos desagradables u ofensivos, como las bajas funciones
corporales o lo estéticamente feo; sin embargo, existen razones no sólo psicológicas, sino sociales
que impulsan el eufemismo. El zapatero, por ejemplo, pondrá de letrero a su establecimiento
“clínica del calzado”, y el panadero llamará orgullosamente a su panadería “boutique del pan”, y el
delegado de limpieza o de basuras es todo un “jefe del área de eliminación de residuos sólidos
urbanos”. Especialmente sensible es el lenguaje de la publicidad: así, por los anuncios de aparatos
gimnásticos puede uno enterarse de que no tenemos culo, ni siquiera nalgas, sino glúteos, que
alguien también llamó eufemísticamente donde la espalda pierde su nombre o hipocorísticamente
(infantilmente) pompis. Joder o follar, considerados palabrotas, se disimularon invistiéndose del
galicismo hacer el amor, que en la inmediata posguerra se usaba sólo como sinónimo de “cortejar”
o “tirar los tejos”. A los homosexuales se alude como gente que entiende, es del ramo o pierde
aceite.
Pasar a mejor vida / Morirse
Doblar el petate / Morirse
Padecer de los nervios / Estar loco.
La técnica para expresar este disimulo y evadir el rechazo o incomodidad en quien habla y/o
escucha puede ser semántica o formal. Así existen prodedimientos semánticos como la sinonimia
(purgar por ‘reprimir’), el circunloquio y la perífrasis (persona de movilidad reducida por
‘tullido’), la sinécdoque (vientre por ‘sexo’), la antonomasia meliorativa (carrera u oficio por
‘prostitución’), la metáfora (báculo por ‘pene’), el cultismo (Euménide por ‘Furia’), el
infantilismo, que Cela denomina ñoñismo (pipí por ‘orina’), la antífrasis (pacificación por
‘aplastamiento militar’), la litote (no apto por ‘suspenso’), la negación (invidente por ‘ciego’,
descomer por ‘cagar’), el tecnicismo o el extranjerismo (water, toilette por ‘cagadero’), el uso de
expresiones comodín como “eso” o “aquello que te dije” etc…
También se emplean procedimientos formales fonéticos de semejanza o supresión (cordones por
‘cojones’), morfológicos (cabroncete por ‘cabrón’), sintácticos de atenuación o litotes, elipsis,
zeugma etc… y gráficos o no estrictamente lingüísticos.
En el lenguaje político y, por contagio de éste, en el periodístico, es frecuente hallar el llamado
eufemismo de lo “políticamente correcto”. Así, en Norteamérica está mal considerado llamar
negros a los afroamericanos, y en España estos prefieren que los llamen morenos. Por ejemplo, al
salario justo se ha llamado sucesivamente salario suficiente, salario familiar, salario vital, salario
mínimo y salario razonable. A los “contratos a tiempo parcial” se reaccionó con la denominación
despectiva sindical “contratos basura”, que caló en el público, por lo que la autoridad ingenió la
denominación “contratos no ordinarios”, que es la que ha servido para los documentos oficiales.
Durante la dictadura de Franco, la palabra “huelga” no podía aparecer en los medios de
comunicación, por lo cual la denominación semántica utilizaba era sumamente variable y
eufemística: “conflicos colectivos”, “anormalidades laborales”, “inasistencias al trabajo”,
“ausencias injustificadas”, “paros parciales”, “abandonos colectivos”, “paros voluntarios”,
“irregularidades laborales”, “fricciones sociales” y un extenso y pintoresco etcétera.

Definición de Eufemismo:

El Eufemismo es una figura retórica que consiste en sustituir una palabra o expresión desagradable
por otra de connotaciones menos negativas:

Hay numerosas bajas civiles → eufemismo de "muertos"

El Eufemismo se emplea para tratar con suavidad o decoro cuestiones como la violencia, guerra,
muerte, sexualidad, defectos físicos, tabúes o cualquier otra cosa que pueda resultar molesta,
inadecuada o vergonzosa.

Se suele usar el Eufemismo para conseguir:

un "lenguaje políticamente correcto" que evite ofender a determinados individuos:


hombre de color → negro
mujer rellenita → gorda
manipular a un público para que sea más favorable a una acción negativa:
intervención militar → guerra, invasión
ajustes económicos → recortes de salarios y prestaciones sociales

El Eufemismo pertenece al grupo de figuras de pensamiento. Etimológicamente proviene del griego


"Eupheme" formado por "Eu" (bien, bueno) y "pheme" (hablar). Es la figura contraria al
Disfemismo.

Ejemplos de Eufemismo:

Servicio, lavabo, baño, aseo, escusado... (son eufemismos de retrete)


Nos dejó, pasó a mejor vida, fallecer, descansar en paz... (morir)
Países en vías de desarrollo (países pobres)
Dar a luz, alumbrar (parir)
Técnico de residuos sólidos urbanos (barrendero, basurero)
Empleada del hogar (criada)
Sin techo (vagabundo)
Persona de desarrollo tardío (retrasado mental)
Rellenito, robusto (gordo)
Chato, bajito (enano)
Poco agraciado (feo)
Invidente (ciego)
Persona de la tercera edad (viejo)
Pasado de copas (borracho)
Mujer de la calle o mujer pública (prostituta)
Cine para adultos (pornografía)
Partes íntimas (órganos sexuales)
Hacer el amor (sexo)
Relaciones impropias (adulterio)
En paños menores (desnudo)
Miembro viril (pene)
Trasero, colita, donde la espalda pierde su honesto nombre (culo)
Persuasión física (tortura)
Confrontación (pelea)
Neutralizar (matar)
Muerte voluntaria (suicidio)
Interrupción del embarazo (aborto)
Limpieza étnica (genocidio)
Zonas de conflicto (zonas de guerra)
Regulación de empleo, racionalización de la plantilla (despidos masivos)
Coyuntura negativa, periodo de ajustes, desaceleración (crisis económica)

Nota: El Eufemismo suele perder su efecto con el tiempo. La palabra "subnormal" fue eufemismo
de "idiota". Hoy su significado es igual de negativo y se considera un insulto. Para sustituirla han
surgido nuevos eufemismos como "discapacitado o disminuido".

Ejercicios de Eufemismo:

Ejercicio 1: Encontrar las tres figuras de Eufemismo escondidas:

El sabor está en los oídos del que contempla


La ciudad le recibió cálidamente
interrupción voluntaria del embarazo
hay algunos que son como los olivos, que solo a palos dan fruto
daños colaterales
un rebaño de mil cabezas
es tan corto el tiempo y larga la espera que mientras en ti pienso tú desesperas
pasar a mejor vida
Trabajar para ganarse el pan

Los eufemismos son los términos que se usan para reemplazar algo que queremos expresar pero
que puede resultar un tanto duro o malsonante a los oídos de las demás personas. Por ejemplo:
reducción de personal (despido).
Los eufemismos se utilizan entonces para suavizar o matizar la carga negativa, despectiva u
ofensiva que pueden tener ciertas palabras. Hacemos esto al tener que referirnos,
fundamentalmente, a cuestiones sexuales, fisiológicas o escatológicas y a toda realidad
desagradable o vulgar que por delicadeza se evita nombrar.
El empleo de eufemismos se vincula así con los grandes temas tabú del ser humano. Pero también el
llamado discurso “políticamente correcto” ha instalado en el habla una buena cantidad de
eufemismos vinculados con cuestiones raciales o étnicas, sociales, etarias y aún con discapacidades
físicas.

Ejemplos de eufemismos
Se dan a continuación algunos eufemismos, se indica entre paréntesis la palabra a la que reemplaza:
1. Reducción de personal (despido)
2. Edad dorada o tercera edad (vejez)
3. Pasar a mejor vida (morir)
4. Persona de color (negro)
5. Persona con capacidades diferentes (discapacitado)
6. No vidente (ciego)
7. Establecimiento penitenciario (cárcel)
8. Conflicto armado (guerra)
9. Residencia para la tercera edad (geriátrico)
10. Interrupción voluntaria del embarazo (aborto)
11.Ebrio (borracho)
12. Demente (loco)
13. Dormir el sueño eterno (morir)
14. Daños colaterales (muertes de civiles)
15. Empinar el codo (beber en exceso)
16. Salivar (escupir)
17. Miembro viril (pene)
18. Hacer el último viaje (morir)
19. Pasar al toilette (ir al baño)
20. Tener la regla (menstruar)

Características de los eufemismos


• Un eufemismo no puede ser sustituido por ninguna otra palabra de modo que conserve
íntegramente los mismos efectos cognitivos, estilísticos y sociales. Esto ocurre porque casi no
existen en español sinónimos estrictos y absolutos.
• Una palabra puede funcionar como eufemismo solo si su interpretación permanece
ambigua a cargo del oyente, quien la interpretará en sentido literal o bien eufemísticamente.
• Cuando se extiende mucho el uso de un eufemismo, pasa a comportarse más como un
sinónimo que como un eufemismo.
• Los eufemismos solo pueden ser detectados en el contexto en el que son proferidos y su
comprensión depende de varios factores, entre ellos, los conocimientos, los usos sociales y
las creencias de los interlocutores implicados en el intercambio lingüístico.

Disfemismos
El disfemismo es lo contrario al eufemismo. Se trata de un tipo de sarcasmo que consiste en utilizar
expresiones negativas o peyorativas para describir cosas, hechos o personas.
Por ejemplo:
• comida chatarra (para referirse a la comida rápida).
• caja tonta (para referirse al televisor).
Tanto el eufemismo como el disfemismo son una clase especial de metáforas, habitualmente
estudiadas desde el análisis del discurso.
Los eufemismos conservan su sentido normal, además del sentido que se les asigna cuando se los
emplea en reemplazo de otros términos. Por este motivo pueden resultar equívocos en ciertas
circunstancias.
Sigue con:
Alusión Metáforas puras
Analogías Metonimia
Antítesis Oxímoron
Palabras
Antonomasia
crecientes
Elipsis Paralelismo
Exageración Personificación
Gradación Polisíndeton
Hipérbole Símil
Imágenes
Sinestesia
sensoriales
Metáforas Comparación

Seguro que alguna vez escuchaste decir algo como «es un eufemismo«… tal vez del contexto de la
conversación hayas comprendido más o menos el sentido de la palabra, pero te quedan dudas: ¿qué
son los eufemismos? Hoy te lo vamos a explicar, y te vamos a dar muchos ejemplos para que te
quede bien claro.
Ya sea que hayas llegado hasta aquí por curiosidad personal, o porque en el cole te hayan pedido
como tarea que busques la definición de eufemismo, en este post vas a encontrar toda la
información que necesitas.
• 1 ¿Qué es un eufemismo?
• 1.1 Definición de eufemismo según la RAE
• 2 Usos de los eufemismos
• 2.1 Expresiones groseras y blasfemias
• 2.2 Términos que pueden ser ofensivos para ciertos grupos
• 2.3 Nombres sagrados o secretos
• 2.4 Palabras que generan incomodidad
• 3 Características de los eufemismos
• 4 Disfemismo: ¿qué es?
• 5 Ejemplos de eufemismo

¿Qué es un eufemismo?

Un eufemismo es una palabra o expresión que se utiliza para sustituir a otra palabra o expresión
ofensiva o de mal gusto.

Definición de eufemismo según la RAE


Según el Diccionario de la Real Academia Española, un eufemismo es una «Manifestación suave o
decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante»
¿Qué significa? Que los eufemismos se utilizan para expresar de manera menos ofensiva y más
delicada una idea que puede ofender al oyente, por resultarle de mal gusto, peyorativa, ofensiva, etc.
También se pueden utilizar para «disfrazar» o disimular la realidad.

Usos de los eufemismos


Normalmente, los eufemismos se utilizan para sustituir:
Expresiones groseras y blasfemias
Expresiones como «jolín», «caramba», «joroba» reemplazan a la «mala palabra» o grosería. A veces
lo hacen partiendo de la modificación fonética de la palabra que se quiere evitar, como es el caso de
«jolín» o «joroba».

Términos que pueden ser ofensivos para ciertos grupos


Algunos términos pueden crear malestar en ciertos grupos de personas, o al menos quien habla cree
que puede ser así. Por eso en vez de decir «viejo» dice «persona de la tercera edad», o «no vidente»
en lugar de «ciego». Estos tipos de eufemismos entran en el terreno de lo «políticamente correcto»,
es decir de lo que está aceptado o visto con buenos ojos por la sociedad.

Nombres sagrados o secretos


En ocasiones, para evitar nombrar algo sagrado que no puede ser nombrado, o para no revelar dicha
palabra a los «no iniciados», se utilizan eufemismos.

Palabras que generan incomodidad


Para suavizar la realidad dura o difícil a la que algunas palabras aluden, se utilizan eufemismos. Así,
se dice «pasar a mejor vida» en lugar de «morir». En este caso los eufemismos pueden ser cómicos,
como «estirar la pata».

Características de los eufemismos


• Un eufemismo suele tener interpretación ambigua: la interpretación dependerá del oyente,
que puede interpretarlo de manera literal o eufemísticamente. Un buen ejemplo es «hacer el
amor»: su significado literal no tiene sentido, solo se entiende si se lo interpreta como
eufemismo.
• Cuando los eufemismos entran a formar parte del vocabulario habitual, deja de comportarse
como tal y pasa a ser un sinónimo. Es el caso de «fallecer», que antiguamente se usaba como
sinónimo de «faltar», y por consiguiente como eufemismo de «morir». Hoy en día se ha
convertido en sinónimo de «morir».
• Los eufemismos son compresibles solo en un contexto de usos sociales compartidos por los
interlocutores. Es decir que una palabra o expresión que es un eufemismo en España, puede
no tener ningún sentido en México.

Disfemismo: ¿qué es?


Disfemismo es lo opuesto de eufemismo: es decir una palabra o expresión despectiva o insultante
que deliberadamente se elige para sustituir a una más neutral, como por ejemplo «matasanos» para
referirse a los médicos.
Los eufemismos y los disfemismos son clases especiales de metáforas.

Ejemplos de eufemismo
Ya hemos entendido el significado de eufemismo o sustituto eufemístico, otra denominación con
la que puedes toparte. Ha llegado el momento de ver muchos ejemplos que te aclararán aún más el
panorama:
1. «Reducción de plantilla» o «Redimensionamento del personal» (despidos)
2. «Dar a luz» (parir)
3. «Pasar a mejor vida» (morir)
4. «Persona de color» (negro)
5. «Persona en situación de calle» o «sintecho» (vagabundo)
6. «Dormir el sueño eterno» (morir)
7. «Empinar el codo» (beber en exceso)
8. «Edad dorada» o «Tercera edad» (vejez)
9. «Emprender el último viaje» (morir)
10. «Tener la regla» (menstruar)
11.«Miembro viril» (pene)
12. «Amigo de lo ajeno» (ladrón)
13. «De hueso ancho» (gordo)
14. «Desaceleración económica» (crisis)
15. «Persona mayor» o «entrado en años» (viejo)
16. «Poco agraciado» (feo)
17. «Bajas» (muertos)
18. «País en vías de desarrollo» (país pobre)
19. «Pasado de copas» (borracho)
20. «Mujer de la calle» (prostituta)
21. «Hacer el amor» (tener sexo)
22. «En paños menores» (desnudo)
23. «Tener una aventura» (sen infiel)
24. «Centros de readaptación social» (cárcel)
25. «Daños colaterales» (muertes entre los civiles)
26. «Desamparado» o «Persona en riesgo de exclusión social» (pobre)

Acento prosódico

El acento prosódico es aquel que nos permite identificar sobre qué sílaba recae el acento tónico
en una palabra.
No todas las sílabas de una palabra se pronuncian con igual fuerza o intensidad, sino que una de
ellas tiende a predominar sobre las demás que la acompañan.
A esta diferencia en la pronunciación de una sílaba en relación con el resto de las que integran la
palabra se conoce como acento.
El acento es una propiedad prosódica, pues es un rasgo sonoro que afecta unidades lingüísticas
superiores al fonema, de allí que también se le conozca como acento prosódico.
La sílaba sobre la que recae el acento prosódico se denomina sílaba tónica o acentuada, y la que
carece de él se llama átona o inacentuada. A continuación, se dan varios ejemplos donde la sílaba
tónica de la palabra es destacada con negritas:
• Casa
• Insípido
• Busqué
• Pensar
Para marcar el acento prosódico, el sistema ortográfico del español cuenta con un signo diacrítico
conocido como tilde o acento gráfico u ortográfico (´), que se rige por un conjunto de reglas de
acentuación gráfica en función de las cuales el acento prosódico de una palabra puede o no ser
indicado gráficamente, como en los siguientes ejemplos:
• Involucrar
• Indagué
• Espero
• Implícito
El acento prosódico es útil porque nos permite diferenciar palabras que solo varían en su
acentuación, pero significan cosas distintas o son tiempos diferentes de un mismo verbo, como, por
ejemplo:
• Válido
• Valido
• Validó
• Solícito
• Solicito
• Solicitó
Dependiendo la sílaba en que se encuentre el acento prosódico, las palabras pueden clasificarse en
agudas u oxítonas; llanas, graves o paroxítonas; esdrújulas o proparoxítonas, y sobreesdrújulas o
superproparoxítonas.
Las agudas u oxítonas tienen la sílaba tónica en la última sílaba de la palabra:
• Hacer
• Comité
• Rezar
• Pensé
Las graves, llanas o paroxítonas tienen la sílaba tónica en la penúltima sílaba de la palabra:
• Casa
• Revólver
• Amigo
• Mármol
Las esdrújulas o proparoxítonas tienen la sílaba tónica en la antepenúltima sílaba de la palabra:
• Solícito
• Geógrafo
• Técnico
• Clásico
Las sobreesdrújulas o superproparoxítonas tienen la sílaba tónica en cualquier sílaba que preceda
a la antepenúltima:
• Mínimamente
• Anatómicamente
• Ábremelo
• Apréndetelo

El acento es la intensidad que se aplica a una sílaba en una palabra para diferenciarla del resto de las
sílabas que no son pronunciadas con dicha energía. En la lengua española el acento prosódico y
el acento ortográfico son los dos tipos principales de acentos; la diferencia es sencilla en su
definición porque el acento ortográfico se marca con la tilde y el acento prosódico no.
El acento prosódico se evidencia en la sílaba donde recae la mayor fuerza al pronunciar una palabra,
o la sílaba tónica. Por ejemplo:
El acento prosódico existe solamente en el habla; no ocurre lo mismo con los acentos ortográficos,
ya que estos llevan tilde sobre la sílaba en la que recae el acento. Por ejemplo, la sílaba tónica "má"
de la palabra "informática" requiere el uso de la tilde para indicar la mayor intensidad para
pronunciar dicha sílaba (es una palabra esdrújula y por eso siempre lleva tilde).
• Ta-ble-ta (el acento prosódico recae en la sílaba "ble").
• Cu-chi-llo (el acento prosódico recae en la sílaba "chi").
• Com-pu-ta-dor (el acento prosódico recae en la sílaba "dor").
• E-di-fi-cio (el acento prosódico recae en la sílaba "fi").

El acento prosódico según la nueva ortografía española


La ortografía de la lengua española se refiere al acento prosódico como la forma general de acentuar
y que, por tanto, engloba a todos los tipos de acentos. Palabras como "papá", "café", u "ordenador"
poseen el acento prosódico, porque todas tienen una sílaba donde se hace énfasis en la
pronunciación, independiente de la tilde.

Ejemplos
• Bo-te-lla (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Ba-ca-la-o (el acento prosódico recae en la sílaba "la).
• Con-ge-la-dor (el acento prosódico recae en la sílaba "dor").
• Ha-cha (el acento prosódico recae en la sílaba "ha").
• Bi-blio-te-ca (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Te-sis (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Ta-bla (el acento prosódico recae en la sílaba "ta").
• Ne-ve-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "ve").
• Pa-ne-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "ne").
• Tri-ci-clo (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").
• Sua-ve (el acento prosódico recae en la sílaba "sua").
• Ri-a-chue-lo (el acento prosódico recae en la sílaba "chue").
• Mu-ñe-co (el acento prosódico recae en la sílaba "ñe").
• Pan-ta-lla (el acento prosódico recae en la sílaba "ta").
• Ci-ne (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").
• E-las-ti-ci-dad (el acento prosódico recae en la sílaba "dad").
• Mo-vi-mien-to (el acento prosódico recae en la sílaba "mien").
• Te-cla-do (el acento prosódico recae en la sílaba "cla").

• Cu-bier-ta (el acento prosódico recae en la sílaba "bier").


• Chi-me-ne-a (el acento prosódico recae en la sílaba "ne").
• Ca-fe-te-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Mo-ja-do (el acento prosódico recae en la sílaba "ja").
• O-ses-no (el acento prosódico recae en la sílaba "ses").
• Ho-ja (el acento prosódico recae en la sílaba "ho").
• E-le-fan-te (el acento prosódico recae en la sílaba "fan").
• Ma-ra-vi-llo-so (el acento prosódico recae en la sílaba "llo").
• Re-cli-na-do (el acento prosódico recae en la sílaba "").
• Ca-ma-ro-te (el acento prosódico recae en la sílaba "ro").
• A-la-ce-na (el acento prosódico recae en la sílaba "ce").
• Pocillo (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").

Acento prosódico en palabras


No hay una terminología universal que caracterice el acento prosódico. Hay dos corrientes a este
respecto:
• La que considera que todas las sílabas de que consta una palabra tienen acento. De ordinario
una sola sílaba lo tiene fuerte, y las demás lo llevan débiles. La sílaba que tiene acento
fuerte, se llama tónica; la que lo tiene débil recibe el nombre de átona. Las vocales que
preceden a la sílaba acentuada se llaman protónicas, y las que la siguen, reciben el nombre
de metatónicas. Desde este punto de vista, todas las palabras tienen acento prosódico, ya
sea débil o fuerte, y también lo tienen todas las sílabas de una palabra.
• También se suele decir que las sílabas o palabras que son tónicas tienen acento prosódico,
mientras que las átonas carecen de él. Esta es la forma preferida en el DRAE, pues la voz
átona se define como ‘que se pronuncia sin acento prosódico’. Desde este punto de vista,
hay palabras que no tienen acento prosódico.
Puede ocurrir que en una sola palabra dos sílabas lleven acento fuerte. Nos ofrecen ejemplo de ello
las voces compuestas de dos palabras íntegras, como decimoséptimo, que consta de dos esdrújulos,
y destripaterrones que se forma de dos palabras graves o llanas. En estos casos, sin embargo, tiene
más peso el último acento, mientras que los anteriores son más débiles; se habla así, en función de
la intensidad, de acento principal, acento secundario y acento terciario.
Los acentos secundarios suelen ir en sílabas alternas. Por ejemplo, cantará tiene el acento principal
en la última sílaba y otro secundario en la primera, es decir, dos sílabas antes.
Los adverbios en -mente como buenamente o abiertamente también tienen varios acentos, pero al
contrario que en los casos anteriores, hay dos principales (es la única clase de palabras con dos
acentos principales).

2 Clasificación
Por razón del lugar que ocupa el acento, se dividen las palabras tónicas con más de una sílaba en
agudas, graves o llanas, esdrújulas y sobresdrújulas. Las agudas llevan el acento fuerte en la última
sílaba (publicó), las graves o llanas lo tienen en la penúltima (árbol), las esdrújulas en la
antepenúltima (ánimo) y las sobresdrújulas en cualquiera de las que preceden a la antepenúltima
(págueseme).
También reciben los nombres de oxítonas, paroxítonas, proparoxítonas y superproparoxítonas.
En la escritura, la posición del acento prosódico se indica por medio del acento ortográfico
mediante las reglas de acentuación.
No se incluyen en esta clasificación las palabras que siempre son átonas (como el prefijo super), las
de una sílaba y las formadas con -mente.

3 Acento prosódico en la oración


El acento prosódico influye en la armonía del lenguaje, y al formarse la frase se modifica dicho
acento por lo que se llama en ocasiones acento de expresión o enfático, mediante el cual se marca
la importancia ideológica de las palabras, su valor gramatical, su sentido, la intención con que se
pronuncian (acento ideológico), así como diversas emociones (acento oratorio). Al pronunciar una
frase, los acentos de unas palabras suenan con intensidad y los de otras quedan oscurecidos o
incluso desaparecen.
Las palabras monosílabas que desempeñan diferentes oficios gramaticales llevan acento fuerte
cuando es más alta su jerarquía gramatical, y su acento es débil cuando su papel es menos
importante (estas últimas se denominan clíticos). Por esta razón se oye acento fuerte en las voces sé,
verbo; él, pronombre; sí, adverbio de afirmación; y se percibe débil en de, preposición; se,
pronombre; el, artículo; si, conjunción condicional. Las voces que, quien, como, etc., también son
átonas cuando no tienen valor interrogativo, pero tienen acento fuerte si lo tienen. Esta es la base de
la tilde diacrítica.
La intensidad del acento fuerte puede variar en palabras homónimas; así se pronuncian con mayor
fuerza las sílabas so, en y pa en los verbos sobre (de sobrar), entre (de entrar) y para (de parar),
que en las mismas voces cuando hacen oficio de preposiciones.

4 Reglas
Los verbos con afijos conservan sus vocales tónicas, pero si eran voces agudas, se convierten en
llanas o esdrújulas; si eran voces llanas, se convierten necesariamente en esdrújulas o
sobresdrújulas:
escribirle, hallándome, díctamelo
Las voces llanas que terminan en consonante normalmente se convierten en esdrújulas en el plural:
árboles, álbumes, mármoles, órdenes

Se exceptúan las invariables (crisis, búmeran), las palabras carácter, cuyo plural es caracteres,
régimen, cuyo plural es regímenes, y espécimen, cuyo plural es especímenes, así como las que
forman el plural con la adición de una s (cómic, cómics).
Las voces agudas se convierten en ocasiones, pero no siempre, en graves al pasar a plural:
corazones, tisúes

pero cafés, sofás

Cuando una u otra parte en las voces compuestas es latina, griega o de otro origen, el acento
prosódico principal se carga a veces en el segundo elemento y a veces en el primero. Se acentúan en
el segundo elemento epigrama, telegrama, kilogramo, monosílabo, neoplatónico, paquidermo,
omnipotente, petrificado, etc., pero en el primero carnívoro, febrífugo, salutífero, epígrafe,
kilómetro, telégrafo, etc.
Son raras las palabras esdrújulas acabadas en diptongo: ventrílocuo, grandílocuo.

Sílaba tónica y átona


Las sílabas de una palabra pueden dividirse en función de la intensidad con que sean pronunciadas
en sílabas tónicas y átonas.
La tonicidad o atonicidad de una sílaba es fonológicamente relevante en español, pues la
posición del acento en una palabra tiene un valor léxico distintivo. Así, pues, son las sílabas tónicas
y átonas lo que nos permite diferenciar “revolver” de “revólver”, o “ánimo” de “animo” o “animó”.
A continuación, te explicamos en detalle qué son la sílaba tónica y la sílaba átona y cómo
indentificarlas.
Vea también ¿Qué es una Sílaba?

Sílaba tónica
La sílaba tónica, también llamada sílaba acentuada, es aquella que presenta mayor prominencia
fonética en una palabra. En este sentido, coincide siempre con el acento prosódico de la palabra.
En todas las palabras, salvo algunas excepciones, existe solamente una sílaba tónica, siendo el resto
sílabas átonas, como en los siguientes vocablos, donde podemos ver la sílaba tónica destacada en
negritas:
Por ejemplo:
• Buscar
• Ideal
• Acné
• Nevera
• Independencia
• Fénix
• Legítimo
• Brújula
• Máximo
Como podemos observar, de los componentes que forman la sílaba tónica, el elemento más afectado
es la vocal o vocales que constituyen el núcleo silábico, no así las consonantes.
De allí que la tilde, que es el signo gráfico que en español sirve para indicar, conforme a las reglas
de acentuación, que una sílaba es tónica, vaya siempre sobre la vocal nuclear de la sílaba tónica.
Por ejemplo:
• Canción
• Busqué
• Amílcar
• Árbol
• Súbito
• Terráqueo

Sílaba átona
La sílaba átona, también conocida como sílaba inacentuada, es toda aquella sílaba sobre la que no
recae el acento prosódico de una palabra, es decir, toda aquella sílaba distinta a la sílaba tónica
de una palabra. Así, en las siguientes palabras, son sílabas atonas aquellas destacadas en negritas.
Por ejemplo:
• Amistad
• Enfrentar
• Expansión
• Relevo
• Detrimento
• Apuro
• Andrógino
• Impertérrito
• Lógico
Asimismo, hay palabras consideradas enteramente como átonas, como ciertos monosílabos y
pronombres, como, por ejemplo, de, mi, tu, el, mas, te, si, tu, etc.
Tilde o acento gráfico
La tilde es la representación gráfica del acento en la lengua española. Como tal, es un signo
diacrítico que se representa con una rayita oblicua (´).
La tilde tiene la función de indicar, en la lengua escrita, el lugar donde se hace mayor fuerza
vocal cuando se pronuncia una palabra. Esa mayor fuerza vocal se denomina acento. El acento es
un rasgo prosódico de la lengua, pues afecta a unidades más amplias que el fonema (de allí que se le
conozca también como acento prosódico).
Vea también ¿Qué es el Acento prosódico?
Pero, ¿por qué el acento es un rasgo importante? Pues, porque el acento tiene valor distintivo en
nuestra lengua, ya que nos permite diferenciar grupos de palabras cuya única variante es la
posición de su acento, como, por ejemplo: ánimo, animo y animó.
Así, pues, la tilde o acento gráfico es el signo que nos permite identificar la sílaba que porta el
acento prosódico de la palabra en determinado casos.
Por ejemplo:
• Café
• Almacén
• Canción
• Alcázar
• Caníbal
• Legítimo
• Máximo
• Muéstrame
Pero no todas las palabras tienen una tilde o acento gráfico que nos indique la sílaba sobre la que
recae el acento prosódico de la palabra. Por ello, en español tenemos un conjunto de reglas de
acentuación gráfica que nos permite reconocer la sílaba tónica de una palabra al leerla y, sin
necesidad de haberla visto u oído nunca, nos dice cómo pronunciarla correctamente.
Por ejemplo:
• Ser
• Hacer
• Computador
• Casa
• Iluso
• Extremo
Acentuación
Véase también
Tilde diacrítica » para voces como tu, de, cuando, donde...

Lista de palabras que no se acentúan » para casos como ésto, fluído, tí, gratuíto...

En español, las reglas de acentuación tienen como principal objeto señalar la vocal tónica con
ayuda del signo de la tilde (también llamado acento ortográfico y, en tipografía, acento agudo).
Por esta razón también se las llama reglas de atildación o de tildación.
Guiadas por un principio de economía, permiten identificar inequívocamente la vocal tónica de
una palabra dada sin necesidad de ningún signo ortográfico en la mayoría de los casos.

1 Norma general.

Una de las páginas de la ortografía académica de 1826 dedicada a la acentuación.


A continuación se dan las normas generales. Hay que tener en cuenta que estas normas presentan
las excepciones de la tilde diacrítica (como en cuántos, llana) y de la tilde hiática (dormíos,
también llana).
Se acentúan:
• Las palabras agudas terminadas en vocal, o en «n» o «s» no precedidas de consonante.
cantó, león, confort, mamuts, minigolf, compás
• Las palabras llanas o graves terminadas:
• En consonante distinta de «n» o «s».
• En más de una consonante o del dígrafo «ch».
• En «y».
crisis, récords, tórax, yóquey, tribu, fórceps, crómlech

• Todas las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas.


rápido, expóngaselo, hábitat, análisis

Consecuentemente, no se acentúan:
• Las palabras con la penúltima sílaba tónica (palabras llanas o graves) que terminan en
vocal o en n o s precedida de vocal.
• Las palabras con la última sílaba tónica (palabras agudas) que terminan en consonante
que no sea n o s o en dos consonantes (las que sean)
• Los monosílabos.
El resto de palabras se escriben con tilde, incluyendo las esdrújulas y sobresdrújulas (la vocal
tónica está en negrita).
Hay por tanto dos pautas:

Terminación Esdrújulas Llanas o graves Agudas Monosílabas


chiita, paulino, Oraa, Feijoo, faena,
agrísimo, chií, alauí,
Vocal anchoa, continuo, miasma, baile, miau
tórtola, área estudié
zooide
n joven camión, acción buen
limpiáis,
jóvenes,
s marchaos, lejos samuráis, dais
diócesis
rondós
Terminación Esdrújulas Llanas o graves Agudas Monosílabas
conceder, coautor,
r máuser, César, Otívar ir
veedor
verdad, piedad,
d césped, huésped
Madrid
cárcel, dátil, mármol, árbol, fácil,
l manual, sutil, tonel
túnel
j, c, g, x, m currículum fénix, cómic, médium reloj, vivac, zigzag boj
z Fernández, cáliz exquisitez, feliz
acimut, cenit
t cénit (también cenit) (también cénit),
argot
fórceps, bíceps, cómics, pívots,
Varias robots, tictacs,
currículums siémens, volavérunt, Sáenz,
consonantes iceberg, tedeums
referéndums
Una forma alternativa de formular las normas generales es la siguiente:
Se consideran llanas las palabras sin acento gráfico que terminan en vocal o en las letras s y
n precedidas de vocal. Se consideran agudas el resto de las palabras sin acento gráfico.
Esta formulación es anterior a la más habitual en la actualidad y se emplea a menudo en la
enseñanza del español como lengua extranjera (ELE).
A estas normas hay que añadir otra complementaria, que se aplica siempre y con independencia de
las anteriores:
• Se acentúa toda vocal cerrada (i, u) tónica pegada a una vocal abierta (a, e, o):
rehúsa, caída, huíamos, cortaúñas

Tradicionalmente se ha dicho que esta tilde «deshace» el diptongo.

1.1 Casos de la y y la ü
La letra y, a los efectos de las reglas de acentuación, se considera, como norma general, consonante:
convoy, jersey, Paraguay, caray

póney, vóley

En algunos nombres con ortografía arcaica, la letra y equivale a una i tónica, que según la
Ortografía del 2010 (OLE, p. 222-223) llevará tilde si las normas de acentuación lo piden. Estos
apellidos también pueden aparecer grafiados con i tildada:
Comýn / Comín, Monteserýn / Monteserín

Aýna / Aína, Laýna / Laína, Ýñigo / Íñigo

Hasta la Ortografía del 2010 no había norma al respecto y lo normal era no añadir ninguna tilde:
Ayna[1]. Cuando la forma arcaica o tradicional lleva una y átona, su presencia no tiene
implicaciones a efectos de la acentuación: Aymerich, Yrigoyen.
La u de las agrupaciones gue y gui solo se considera vocal si lleva diéresis (átona), o tilde (tónica):
antigüedad, güito, ambigúes.

1.2 La h
La letra h no impide la formación de diptongos:
búho, buhito, truhan

En truhan hay diptongo ortográfico; por tanto, al ser monosílaba no se acentúa, aunque la Academia
admitió hasta el 2010 la forma truhán. En buhito, el grupo uhi forma diptongo, que no se
«deshace», por lo que es llana o grave acabada en vocal, es decir, sin tilde.
Se considera consonante, por lo que las adaptaciones que terminan en h se acentúan si son llanas o
esdrújulas.

2 Combinaciones de vocales
En castellano, las vocales se pueden combinar con bastante libertad y puede haber incluso cinco
vocales unidas (rehuíais). Sin embargo, para la acentuación solo es necesario tener en cuenta los
grupos de uno, dos o tres vocales.
Dos vocales separadas por una h se consideran en contacto directo.
El caso más simple es cuando hay una vocal cerrada tónica unida a una vocal abierta; en tal caso, la
vocal tónica siempre lleva tilde:
oír, tenía, paleografía, huía, comíais, chiíes, limpiaúñas

Las vocales cerradas átonas pertenecen siempre a la misma sílaba que la vocal abierta a la que van
directamente unidas; es decir, a efectos de acentuación es como si las vocales cerradas no
existieran:
apreciáis, despreciéis

proteico, cantabais, pusierais

La prolongación de vocales por razones expresivas cuenta como una única vocal:
Menudo exameeeen... (sigue siendo llana ~ examen)

2.1 Alargamiento de una vocal acentuada


Si una vocal que lleva tilde se repite por razones expresivas, todas ellas llevan tilde (OLE, 222):
Sííííí, sí que lo quiero

3 La tilde en palabras de una sola unidad


▶ Artículo principal: Monosílabos ortográficos
Las palabras que solo tengan una sílaba, es decir, las palabras con una vocal o un único grupo de
vocales que forman diptongo o triptongo ortográfico, no llevarán tilde, salvo aquellas que se
relacionan en el apartado Tilde diacrítica.
Ejemplos:
guau, miau, fiais, pio, guion, fue, truhan, bou, a, muy, rio, crio, puar, criar, guiar,
fui, hui, ay, hay, hoy, cuy, me, sol, sed, buey, Luis, dios, Juan, huir, dio, vio, Tuy,
Sanz, Saiz, Sainz, ya, paz, Pla.

La RAE, en sus normas vigentes, considera incorrecto tildar algunas palabras con una sola unidad
vocálica en aquellos casos en que colectivos de hablantes puedan percibir dos unidades. No llevan,
por tanto, tilde guion, pio, rio, Ruan, guio, truhan, crio, etc. Aunque en ocasiones se siguen tildando
estas palabras (×guión, ×pió, ×truhán...), la RAE prefiere grafiarlos sin tilde, pues son monosílabos
ortográficos.
Esta norma no afecta a palabras como hinduismo, chiismo o fluido, pues tienen más de una unidad
vocálica y tanto si se consideran hiatos como diptongos carecen de tilde en aplicación de las reglas
generales.

4 Diptongos e hiatos
En la acentuación, solo se tiene en cuenta el valor ortográfico de los diptongos y los hiatos.
aéreo [ae.reo], [a.ė.re.o]

deán [dean], [de.án]


león [leon], [le.ón]

5 Tilde diacrítica
▶ Artículo principal: Tilde diacrítica
El signo ortográfico llamado tilde diacrítica se emplea para evitar posibles ambigüedades en ciertas
palabras. Según la Ortografía, su cometido es diferenciar determinadas palabras que tienen igual
forma pero un significado distinto.
Te dije que no me pusieras poleo sino té.

A él no le gusta el cine.

También llevan tilde diacrítica las palabras qué, cuál/les, quién/es, cómo, cuán, cuánto/os/as,
cuándo, dónde y adónde, cuando tienen un sentido interrogativo o exclamativo:
No sé cuántos mensajes recibo al día.

Hay que saber el cómo, el cuándo, el qué, el quién y el dónde.

Lista de monosílabos con tilde diacrítica:


1. Tú (pronombre personal), tu (adjetivo posesivo):
Tú me tienes que dejar tu coche.

2. Él (pronombre personal), el (artículo):


Él quiere que le dejes el coche.

3. Mí (pronombre personal), mi (adjetivo posesivo):


Para mí es importante que no cojas mi coche.

4. Sí (pronombre personal, adverbio de afirmación o sustantivo), si (conjunción o nota musical):


Sí, te dejaré el coche si tú me dejas la moto.

5. Té (sustantivo ‘infusión’), te (pronombre o letra te):


Te hice un té verde, pero tú lo querías rojo.

6. Dé (forma del verbo dar), de (preposición o letra de):


Quiero que me dé su coche porque me gusta, pero si me diera el de su amigo sería
mejor.

7. Sé (forma del verbo ser o saber), se (pronombre, indicador de impersonalidad o de marca refleja):
Él nunca le dejaría su coche, pero sí sé que se lo vendería.

8. Más (adverbio, adjetivo, pronombre, conjunción con valor de suma o sustantivo), mas
(conjunción adversativa equivalente a pero):
No quiero coger tu coche más, mas no me siento con fuerza para ir andando.
6 Palabras compuestas
Las palabras compuestas de otras y que no están unidas por guion solo llevan acento en la última de
ellas, si lo necesita según las reglas generales:
asimismo, decimoséptimo, metomentodo, guardamanos, buscapiés

decimotercero, baloncesto, tiovivo, fisicoquímico, semidiós

En algunos casos, puede ser necesario añadir un acento si hay que indicar un hiato:
cortaúñas

En los compuestos de dos o más adjetivos unidos con guion, cada elemento conservará la tilde
original, si la tuviera:
histórico-crítico, hispano-suizo, franco-alemán, dálmato-romano

Los adverbios formados por un adjetivo más el sufijo –mente solo tienen tilde si el adjetivo, tomado
aisladamente, la lleva.
fácilmente, merecidamente, cortésmente, fielmente

7 Verbos con pronombres enclíticos


Las formas verbales que lleven enclíticos pronominales (es decir, pronombres pospuestos) serán
tomadas como palabras autónomas y les serán de aplicación las normas generales, prescindiendo de
que las formas verbales desnudas lleven tilde o no:
dame/dámelo, dio/diome/dióselos, abandonó/abandonole, está/estate, pon/ponme

Lo mismo se aplica a dé (con tilde diacrítica): deme, déselo.


Hasta la Ortografía de 1999, la tilde se conservaba si la tenía la forma verbal sin pronombres:
está/estáte.

8 La tilde y las letras mayúsculas


Todas las letras mayúsculas deben escribirse con tilde si les corresponde llevarla según las reglas de
acentuación gráfica del español, tanto si se trata de palabras escritas en su totalidad con mayúsculas
como si se trata únicamente de la mayúscula inicial:
LINGÜÍSTICA, Ángel, PARÍS

Tampoco se omite en las abreviaturas de nombres de persona:


M. Á. ~ Miguel Ángel

9 Palabras que no se acentúan


▶ Artículo principal: Lista de palabras que no se acentúan
Aunque la omisión de la tilde es la falta ortográfica más habitual, en ocasiones se da el fenómeno
opuesto, con la adición de una tilde que no corresponde. Puede deberse a dos razones:
• La palabra se pronuncia mal, como caracter porque se dice /caractér/; aquí hay además un
error de prosodia. Véase la lista de palabras con acento desplazado.
• La palabra se pronuncia bien, pero la tilde no se ajusta a las normas ortográficas. Por
ejemplo, viéseis o construído se corresponden con la pronunciación, pues son una palabra
llana acabada en ese y vocal, respectivamente, y por tanto le sobra la tilde. Véase la Lista de
palabras que no se acentúan.
Al imitar la lengua hablada, no es raro ver acentuadas palabras monosílabas, sobre todo si son
tónicas:
Cree que sirve pa tó, pero no sirve pa ná, porque no tié sesera

Cree que sirve pa to, pero no sirve pa na, porque no tie sesera

10 Arcaísmos y palabras desusadas


La Ortografía no establece excepciones en estos casos, por lo que si se emplean en un texto actual
siguen la norma general. Cuando se trata de un edición de una obra antigua, se adoptan los criterios
que el editor considere adecuados, sin que haya una norma fija.

11 Acentuación de palabras extranjeras


11.1 Préstamos y neologismos
Los préstamos y neologismos que adaptan su grafía y fonética al castellano se acentúan siguiendo
las reglas de acentuación generales, aunque no llevaran tilde en la lengua de origen.
bidé.

láser.

11.2 Nombres propios


En general, a los nombres propios extranjeros no se les añade ningún acento gráfico que en su
origen no tengan.
Wagner pero no *Wágner.

Si el nombre se ha adaptado a la pronunciación y la escritura del español, sí se pueden acentuar.


Este caso se da sobre todo con nombres transcritos de otras escrituras, los personajes de la
Antigüedad o los reyes y santos:
Tolstói (transcrito del ruso)

Platón (de la Antigüedad)

Abderramán (nombre tradicional en español de Abd Al-Rahman)

Tomás Moro (nombre tradicional en español de Thomas Moore)


11.3 Topónimos
Los nombres geográficos que ya están acuñados en castellano o adaptados a su fonética ya no son
tratados como extranjeros, por lo que se acentúan siguiendo las reglas generales.
París.

Támesis.

Afganistán.

11.4 Palabras latinas


Las palabras latinas utilizadas corrientemente en español y que en su forma se ajustan al sistema
ortográfico del español se someten a las reglas de acentuación:
tedeum, referéndum, memorándum, ídem, fórum

Las locuciones latinas, por el contrario, se suelen consideran extranjerismos y en tal caso van sin
tilde:
curriculum vitae, ad infinitum, habeas corpus, alma mater

12 La conjunción o
Hasta la Ortografía del 2010, la conjunción o podía llevar tilde diacrítica entre cifras con el objeto
de no ser confundida con el número cero: 2 ó 3. Sin embargo, en las últimas normas recomiendan
prescindir de ella: 2 o 3.

Reglas de acentuación gráfica en español


La lengua española se rige por un conjunto de reglas de acentuación gráfica que nos permiten, en la
escritura, determinar sobre cuál sílaba de una palabra recae la mayor fuerza de pronunciación.
La tilde o acento gráfico es el signo diacrítico que refleja la acentuación, rasgo prosódico de nuestra
lengua, y que, en consecuencia, nos ayuda a realizar una correcta pronunciación de las palabras.
El acento gráfico o tilde es una rayita oblicua (´) que se escribe sobre la vocal tónica de una palabra.
En el español, la posición del acento puede variar, pues no tiene un sistema acentual rígido. Vale
destacar que dos palabras semejantes pueden incluso tener significados distintos dependiendo del
lugar donde vayan acentuadas (por ejemplo, revólver o revolver, ánimo o animó).
A continuación expondremos, una a una, las reglas que debemos observar para acentuar
correctamente las palabras en la lengua castellana.

1) En palabras agudas
Las palabras agudas solamente llevarán acento cuando terminen en vocal (a, e, i, o, u) o en las
consonantes n o s. En el resto de los casos, no irán acentuadas gráficamente.
Por ejemplo:
• Con tilde: mamá, así, satén, comí, averigüé, luchó, estés.
• Sin tilde: hacer, involucrar, baobab, feliz, papel, pared, estoy.
No llevarán tilde, sin embargo, las palabras agudas terminadas en más de una consonante. Por
ejemplo: iceberg, esnobs, confort.

2) En palabras graves
Las palabras graves o llanas solamente llevarán tilde en caso de terminar en una consonante
diferente de n o s.
Por ejemplo:
• Con tilde: lápiz, cráter, carácter, revólver, clímax, tórax, currículum.
• Sin tilde: libreta, quise, estaba, senderos, fruta, pendiente, naranja.
Sin embargo, una excepción la constituyen las palabras llanas terminadas en dos consonantes,
siendo que la última de ellas resulte una n o una s. Por ejemplo: wéstern, bíceps, récords.

3) En palabras esdrújulas y sobreesdrújulas


Las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas siempre se acentúan gráficamente.
Por ejemplo:
• Esdrújulas: rápido, pálpito, rústico, insólito, miércoles, terráqueo,
• Sobreesdrújulas: hágaselo, cómpremelo, piénsatelo.

4) En palabras monosílabas
Las palabras monosílabas no llevan tilde. Por ejemplo: dos, fe, pan, ser, mil, pie, guion, bien, fue.
Constituyen una excepción a esta regla los monosílabos que se escriben con tilde diacrítica, como
dé, qué, tú, él, etc.
Vea también Acento diacrítico.

5) En diptongos
En palabras cuya sílaba tónica sea un diptongo constituido por una vocal abierta (a, e, o) y otra
cerrada (i, u), la tilde irá sobre la vocal más abierta del grupo. Por ejemplo: miércoles, corrió,
estáis, senséi, huésped, diálogo.
Cuando las dos vocales son cerradas, la tilde se colocará sobre la segunda vocal. Por ejemplo:
casuística, jesuítico, veintiún.

6) En triptongos
En los triptongos, al igual que en los diptongos, la tilde irá siempre en la vocal abierta de la sílaba
tónica. Por ejemplo: confiáis, averiguáis, anunciáis.
7) En hiatos
En palabras en las que se produce un hiato entre una vocal cerrada tónica (í, ú) junto a una vocal
abierta (a, e, o), la sílaba tónica llevará siempre tilde, independientemente de las reglas de
acentuación: Por ejemplo: anatomía, gentío, oír, reír, búho, transeúnte, raíz.

Palabras que ya no llevan tilde

Con la última edición de la Ortografía Española se eliminó la necesidad de acentuar algunas


palabras, que por uso muchas personas siguen acentuando aunque ya se considera innecesario:
• Los pronombres demostrativos: Se trata del grupo de palabras formado por "este", "estos",
"estas". Anteriormente, las mismas debían llevar tilde en la primera sílaba. Con la nueva
ortografía, se ha suprimido la necesidad de tildarlas. Por tanto, enunciados con dichos
términos no debe escribirse con acento: "Estos irán directo a la cárcel por mal
comportamiento".
• Solo: Este vocablo puede funcionar como adverbio (solo hice lo que me correspondía) o
como adjetivo (en este momento me encuentro solo). Se utilizaba la tilde diacrítica en estas
palabras con el objetivo de diferenciarlas. La norma ortográfica establece ahora que la
necesidad de la tilde diacrítica solo tiene justificación cuando se pretende distinguir dos
palabras de distinta tonalidad. Es decir, una debe ser considera átona y la otra tónica. En el
caso de "solo", en ambos usos, mantiene su carácter tónico, por tanto, no puede llevar
acento ortográfico.
• La conjunción "o": En el anterior manual de ortografía, se recomendaba utilizar la tilde en
la conjunción "o" cuando es escrita entre cifras para poder diferenciarla del cero. Ejemplo:
¿Debo pagar 120 o 100 pesos? La actual norma establece que no existe necesidad de
utilizar la tilde, ya que dicha conjunción, por un lado, es átona, y por otro, no se justifica el
hecho de diferenciarla del cero, pues claramente, la letra "o" tiene un tamaño menor. A todo
esto, se le suma el contexto del enunciado que permite también identificar qué tipo de
palabra es.
• Monosílabos: Términos como guion, truhan, fie, liais eran considerados polisílabos y por
tanto, llevaban tilde. Sin embargo, la normativo actual ha dispuesto que, en verdad, se trata
de palabras que deben ser consideradas monosílabas. Por tanto, acorde a las normas
generales de acentuación, dicho tipo de palabras no llevan tilde, salvo en los casos de tilde
diacrítica (ejemplo: para diferenciar té, como infusión, del pronombre te).
Otras palabras que no tienen tilde son:
• "Imagen", "examen", "volumen", "resumen", "origen", "joven", "margen" es escriben sin
tilde aunque sus plurales sí tienen tilde.
• "Acabose", "ponme", "heroico", "estoico" son palabras graves terminadas en vocal y por
eso no llevan tilde.
• "Hubierais", "hubieseis", "fuerais", "fueseis" así como "construido","incluido", "influido",
"gratuito", "huida", "hinduismo", "altruismo" son palabras graves terminadas en s y por
eso no llevan tilde.
6. Ti no lleva acento
A diferencia de mí y sí que se escriben con acento cuando se trata de pronombres personales o
afirmación, en el segundo caso, el pronombre personal "ti" no se acentúa. Por ejemplo: Este regalo
es para ti; lo que tu rostro dice de ti.
7. Conjunción “o” no lleva acento
Anteriormente se recomendaba acentuar la “o” cuando se escribía entre cifras, a fin de evitar
confundirse con el cero. Pero la actual Ortografía de la lengua española señala que la “o” siempre
se escribe sin acento. Por ejemplo: Prefieres agua o refresco; te veo entre las 4 o 5 de la tarde.
8. Solo no lleva acento
La palabra “solo” ya sea como adjetivo o adverbio no se acentúa. Anteriormente se acentuaba
cuando se trataba de un adverbio para evitar la ambigüedad; sin embargo, la actual Ortografía de la
lengua española señala que “solo” no lleva acento en ningún caso.
9. Adverbios con terminación -mente
Los adverbios acabados en –mente solo llevan tilde si el adjetivo del que derivan también la lleva.
Por ejemplo: cortés / cortésmente.
10. “Fe” y “guion” sin acento
Al tratarse de monosílabos, las palabras “fe” y “guion” no se acentúan.

Fonema
Cuando hablamos, producimos sonidos, y cada uno esos sonidos del habla es un fonema. Los
fonemas, al combinarse, forman palabras y enunciados.
El fonema, por lo tanto, es la unidad fonológica mínima de una lengua, pues no puede ser
descompuesta en unidades más pequeñas.
El fonema es, asimismo, una unidad segmental de la lengua, ya que es una unidad aislable que se
manifiesta de forma lineal o sucesiva en la cadena hablada.
Los fonemas pueden también considerarse unidades distintivas, pues nos permiten distinguir
palabras y, en consecuencia, significados. Así, por ejemplo, podemos diferenciar palabras que solo
varían en un fonema, como, por ejemplo, con las siguientes palabras: cosa, rosa, losa, fosa, sosa o
posa.
Cada lengua posee un inventario limitado de sonidos, cada uno de los cuales corresponde a una o
varias letras, también conocidas como grafemas. Algunos, incluso, corresponden a dígrafos (como
el caso de ch, ll, gu, qu o rr). El conjunto de los sonidos que conforman una lengua constituye el
sistema fonológico.
Vea también Dígrafos.

Fonemas en español
El español tiene aproximadamente treinta fonemas distintos, de los cuales cinco son de tipo
vocálico y veinticinco de tipo consonántico. Puesto que los fonemas son una idealización del
sonido real, conviene acotar que, dependiendo de la región, algunos de estos fonemas pueden
realizarse de maneras ligeramente distintas, aunque sin producir cambio de significado.

Fonemas vocálicos
• /a/: fonema vocálico de mayor abertura.
• /e/: fonema vocálico anterior palatal de abertura media.
• /i/: fonema vocálico anterior palatal de abertura mínima.
• /o/: fonema vocálico posterior o velar de abertura media.
• /u/: fonema vocálico posterior o velar de abertura mínima.

Fonemas consonánticos
• /b/: fonema obstruyente, labial, sonoro (corresponde a las grafías b, v, w).
• /ch/: fonema africado, palatal, sordo (corresponde a la grafía ch).
• /d/: fonema obstruyente, dental, alveolar, sonoro.
• /f/: fonema obstruyente, fricativo, labial, sordo.
• /g/: fonema obstruyente, velar, sonoro (corresponde a grafías g, gu).
• /j/: fonema obstruyente, fricativo, velar, sordo (corresponde a grafías g, j).
• /k/: fonema obstruyente velar sordo (corresponde a grafías c, qu, k).
• /l/: fonema sonante, oral, lateral, alveolar.
• /ll/: fonema sonante, oral, lateral, palatal.
• /m/: fonema sonante, nasal, labial.
• /n/: fonema, sonante, nasal, alveolar.
• /ñ/: fonema, sonante, nasal, palatal.
• /p/: fonema obstruyente, oclusivo, labial, sordo.
• /r/: fonema sonante, oral, vibrante, simple (corresponde a grafías -r-, -r).
• /rr/: fonema sonante, oral, vibrante, múltiple (corresponde a grafías r-, -rr-).
• /s/: fonema obstruyente, fricativo, alveolar o dental-alveolar, sordo (corresponde a grafía s y,
en la mayor parte del mundo hispanohablante donde se sesea, a c, z).
• /t/: fonema obstruyente, oclusivo, dental, sordo.
• /y/: fonema obstruyente, palatal, sonoro.
• /z/: fonema obstruyente, fricativo, dental, sordo (corresponde a grafías c, z en la variedad del
español peninsular).

Como padre de un niño es probable que usted sienta que debe ayudarlo a aprender las letras del
alfabeto. Al ser el fundamento de todas las palabras escritas, las letras son importantes porque son
los símbolos de las pequeñas acciones que su boca hace cuando dice palabras. Sin embargo, es
igualmente importante que su niño aprenda el sonido asociado a cada letra. Estos sonidos
individuales se llaman fonemas, y los niños que saben algo acerca de la relación entre una letra y
su fonema muestran que les hace más fácil aprender a leer.
Estos cuatro consejos inicialmente fueron escritos para los maestros, pero aquí se han adaptado para
los padres.

Consejo #1: Centrarse en un sonido a la vez.


Ciertos sonidos, como /s /, / m /, /f/ son buenos sonidos para comenzar. El sonido es distinto y
puede ser exagerado con facilidad. "Por favor mira la mmmmmmmmano". "¡Mira! Hay una
sssssssssserpiente!" "Tienes marcadores fffffffestivos sobre la mesa". También es fácil describir
cómo se hace el sonido con la boca. "Cierra la boca y los labios para hacer el sonido. Ahora pon tu
mano en la garganta. ¿Sientes la vibración?" Una vez que su niño aprenda unos fonemas, le
resultará más fácil seguir hablando de letras y sonidos.

Consejo #2: ¡Vuelva el aprendizaje algo inolvidable!


Diviértanse con las letras y los sonidos. Algunos gestos, como el de una boca que "se mueve y
mastica" realizados con la mano pueden hacer que el sonido la /m / sea mucho más divertido. El
movimiento de una "serpiente deslizándose" hecho con el brazo o la mano puede hacer más fácil el
acordarse del sonido de la/s /. Los trabalenguas, también llamados palabras aliterativas, en los que
el sonido en el que uno se enfoca se repite una y otra vez, también pueden ser una divertida manera
de ofrecer la práctica de un sonido. ¡Haga la prueba con los siguientes, en inglés!
• Para la M: Miss Mouse makes marvelous meatballs!
• Para la S: Silly Sally sings songs about snakes and snails.
• Para la F: Freddy finds fireflies with a flashlight.

Consejo #3: Ayude a su niño a escuchar los sonidos.


Una parte del aprendizaje de las letras y los sonidos es poder averiguar si una palabra contiene un
sonido en particular. "¿Oímos /mmmmmmm/ en la palabra mmmmmmano? ¿Escuchamos
/mmmmmmm/ en la palabra torta?" Este tipo de actividades, al realizarlas oralmente con su hijo, le
pueden ayudar a empezar a tratar de escuchar y oír los sonidos en las palabras.

Consejo #4: Aplique las habilidades para identificar las letras y los sonidos a la
lectura.
El poner en práctica estas habilidades con un libro es una poderosa manera de ayudar a su hijo a ver
la relación entre las letras, los sonidos y las palabras. Al ir leyendo juntos, busquen lugares en el
libro para señalar las letras y los sonidos en los que han estado trabajando. "¡Mira! Esta página dice
'Red fish, blue fish'." Tiene el sonido /fffffff/ con el que nos hemos estado divirtiendo. Está al
principio de la palabra fish."
Estos sencillos consejos pueden ayudarle a su hijo a cobrar conciencia de los fonemas, algo
importante que le servirá bien al empezar a aprender a leer.
Este Growing Reader se basó en un artículo escrito para los maestros. Para leer el artículo completo,
diríjase a:
Murray, B. (2012). Tell me about Fred's fat foot again: Four tips for successful PA lessons. The
Reading Teacher, 66, 139-144. Y visite el sitio web del Dr. Murray, The Reading Genie.
• Descargue este artículo en la forma de PDF.
1. INTRODUCCIÓN
Como bien advertía Nunberg (1990: 9), son pocas las razones que poseemos para revisar la
apreciación de Gleason (1965) según quien, hace ya casi medio siglo, resultaban insuficientes
los estudios descriptivos acerca del uso de los signos de puntuación en inglés y en otras
lenguas -como es, en nuestro caso, el español-. Por el contrario, sí eran entonces algo más
numerosos -y siguen siéndolo ahora- los trabajos que han abordado las cuestiones sobre la
puntuación desde una perspectiva básicamente normativa. Tanto es así que la presente
investigación participa de un criterio fuertemente normativo.

En la actualidad, observamos varios intentos de combinar ambas perspectivas -la normativa y


la descriptiva- (Peñalver 1998, 2002). El análisis que llevamos a cabo en este artículo aúna las
dimensiones cualitativa y cuantitativa. A la vez, el estudio tiene por objeto describir el uso y
reprobar los errores de puntuación más frecuentes que cometen los estudiantes universitarios
de primer año cuando realizan aportaciones escritas en dos foros académicos, los cuales
fueron alojados en la plataforma de enseñanza virtual de una asignatura -precisamente,
Español Normativo I-.

Sin lugar a equívocos, la puntuación es un factor del que depende buena parte de la
comprensión de los mensajes escritos; dicho de otro modo, el uso de los signos de puntuación
repercute inevitablemente en la comprensión lectora. Desde un punto de vista textual, tal
repertorio de signos constituye un recurso elemental a la hora de organizar con claridad las
ideas que expresamos en los textos. A pesar del componente subjetivo que aparece ligado a la
puntuación, en español existen criterios normativos muy concretos que no deben pasarle
inadvertidos al usuario competente en el idioma.

Tampoco podemos perder de vista el marco que adoptan las producciones escritas de las que
nos ocupamos en este artículo. Nos referimos a un género electrónico como es el foro virtual.
Con todo, se trata de foros académicos que, además, fueron concebidos para la asignatura
obligatoria de Español Normativo I, del primer curso de Grado en Lengua y Literatura
Españolas. Por consiguiente, es preciso asumir que, en tales (con)textos, debemos obviar el
anormativismo ortográfico que define y caracteriza a estas modalidades mixtas, a medio
camino entre la oralidad y la escritura.

En otras palabras, las intervenciones del alumnado debían ceñirse a la norma culta propia de la
modalidad escrita y, en ese sentido, no consideramos que el uso indiscriminado de los signos
de puntuación represente una suerte de heterografía -esto es, la desviación ex profeso de la
norma ortográfica; tan frecuente, por otra parte, en los géneros que corresponden a los textos
electrónicos (Martínez de Sousa 2004)-. En tales casos, nos encontraríamos ante verdaderas
faltas ortográficas.

2. LOS CRITERIOS DE PUNTUACIÓN Y SU EVOLUCIÓN A TRAVÉS DE


LOS TIEMPOS
La explicación de un buen número de errores asociados a los signos de puntuación en español
hay que buscarla en las tensiones de dos tendencias antagónicas que han convivido
aproximadamente desde el Renacimiento. Se trata, en primer lugar, de las tradiciones
grecolatina y medieval que privilegiaban el aspecto fónico de la lengua. Según dicho
planteamiento, los signos de puntuación no son sino la traducción de las pausas y de la
entonación orales en la modalidad escrita. En segundo lugar, y a partir del siglo XVI, surge una
tendencia que antepone el discurso escrito al oral y, en ese sentido, se afana en la
identificación de las unidades sintácticas y semánticas de los textos.

Más específicamente, es durante los siglos XVIII y XIX cuando se consolida la lectura silenciosa
y, por ende, el carácter prosódico de la puntuación -es decir, el objetivo de materializarse en la
oralidad para indicar los silencios o el tono- quedará relegado a un segundo plano. A partir de
ese momento, sus usos y aplicaciones se harán corresponder con las estructuras sintácticas y
de contenido de las que se componen las producciones escritas (Cassany 1999).

De este modo, han coexistido dos criterios distintos sobre los que se ha apoyado la puntuación
en español; a saber: el criterio prosódico y el criterio sintáctico-semántico. De acuerdo con la
nueva Ortografía de la lengua española (RAE 2010: 292) -en adelante, ORAE-, el último
criterio es el que prevalece en el sistema de puntuación contemporáneo. No obstante, autores
como Sánchez Avendaño (2004) han señalado que dicha indistinción de criterios se extiende
hasta la más inmediata actualidad.

Desde otro enfoque, resulta evidente que hay signos de puntuación que presentan mayor
frecuencia de uso que otros, si bien esta cifra varía a lo largo del tiempo. La Tabla 1, tomada
de Miller (1969) (cf. Cassany 1995: 179), reproduce, en términos de frecuencia absoluta, la
recurrencia a los signos de puntuación a través de algunos de los literatos más representativos
de los siglos XVIII, XIX y XX.

Tabla 1. Recurrencia a los signos de puntuación en los siglos XVIII, XIX y XX a partir de una
selección de escritores

Como venimos señalando, el transcurso del tiempo conlleva modificaciones en las tendencias
de puntuación. A propósito de la Tabla 1, subrayamos que alrededor del 80% de los signos
utilizados son el punto y la coma. Más específicamente, con el paso de los años, observamos
un mayor uso del punto frente a la coma, lo que implica una tendencia de acortar las
oraciones. A la par, se produce un descenso en el empleo del punto y coma, mientras que el
uso de los puntos suspensivos se incrementa en el siglo XX. Por su parte, aumenta la
frecuencia de aparición de los signos de interrogación y exclamación, probablemente como
consecuencia de la moda de incluir diálogos y discursos en estilo directo en la modalidad
escrita (Cassany 1995: 179-180).
En otro orden de datos, no podemos ignorar la supremacía que los diferentes tratados
ortográficos han concedido tradicionalmente a la correcta escritura de las letras. Esta tendencia
letrista ha desplazado, a lo largo del tiempo, el interés fundamental que encierran los signos
de puntuación en el marco de la ortografía. De esta situación, como también advierte Peñalver
(1998, 2002), se percatan, por ejemplo, Palacios y Bueno (1996: 12) cuando quieren hacer del
capítulo dedicado a la puntuación el más importante de su Buena ortografía.

En síntesis, los criterios que se han relacionado con el uso de los signos de puntuación en
español son -a nuestro juicio- un reflejo de las funciones principales que desempeñan en la
escritura; a saber:

a. La representación prosódica: pensemos en los signos de interrogación


(¿?) y de exclamación (¡!) que producen claros efectos en el plano de la
entonación, con evidentes repercusiones en la modalidad oracional.

b. La facilitación sintáctico-semántica: la organización de las ideas en un


texto y las relaciones de contenido que existen entre ellas se traducen en
la preferencia de unos signos de puntuación sobre otros; por lo tanto, tales
marcas ortográficas facilitan el procesamiento sintáctico-semántico de la
información escrita.

c. La manifestación de la subjetividad: aunque se trate de una función


secundaria, es preciso advertir que los signos de puntuación pueden
poseer, en ocasiones, carácter modalizador; esto es, en ocasiones traslucen
la actitud del emisor. Por ejemplo, las comillas pueden resaltar usos
especiales de algunas palabras (coloquialismos, metáforas, eufemismos,
tabúes, etc.); los paréntesis y los guiones pueden encerrar juicios
personales u opiniones; y los puntos suspensivos pueden indicar duda,
perplejidad o temor, entre otros valores.

3. LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN EN EL ESPAÑOL ACTUAL


En palabras de Peñalver (1998: 278), "con una clasificación ordenada y bien organizada de la
ortografía, podemos estudiar con más rigor y exhaustividad las dudas y dificultades más
frecuentes en el español actual". De acuerdo con la ORAE (2010), los signos de puntuación que
actualmente utilizamos al escribir en español y las principales reglas asociadas a ellos son:

a. El punto (.) señala el final de un enunciado, un párrafo o un texto.


Después del punto, la norma es escribir en mayúscula.

b. La coma (,) delimita unidades inferiores al enunciado; puede tener o no


función distintiva -pensemos en Su vida acabó lamentablemente frente a
Su vida acabó, lamentablemente-. Tras la coma, la norma es escribir en
minúscula, con unas pocas excepciones -por ejemplo, si se trata de un
nombre propio-.

c. El punto y coma (;), al igual que la coma, delimita unidades inferiores al


enunciado. Sin embargo, depende de la longitud y de la complejidad de las
secuencias que separa, así como de la presencia de otros signos de
puntuación. Por tanto, su uso está fuertemente vinculado al criterio de
quien escribe. Tras el punto y coma, la norma es comenzar a escribir en
minúscula, exceptuando unos pocos casos.

d. Los dos puntos (:) delimitan unidades sintácticas jerárquicamente


inferiores al enunciado, sean o no oracionales; detienen el discurso para
llamar la atención sobre lo que se escribe. Con frecuencia, aparecen en las
enumeraciones y en el discurso directo. Como norma general, tras los dos
puntos se empieza a escribir en minúscula.

e. Los paréntesis ( ) se utilizan habitualmente para insertar una


información complementaria o aclaratoria; es decir, son delimitadores y
aíslan incisos en el texto.

f. Los corchetes [ ], en la mayoría de contextos, se emplean de forma


análoga a los paréntesis, aunque casi siempre tienen un carácter auxiliar;
por ejemplo, en la escritura convencional, debe escribirse entre corchetes
la información que se inserta en un paréntesis.

g. La raya (-) se usa como signo simple o doble; en este segundo caso,
aísla la información complementaria que se inserta en el discurso principal,
enmarca incisos dentro de otros incisos, aparece en diálogos -con raya
simple al inicio de cada intervención- o en enumeraciones con forma de
lista.

h. Las comillas atienden a tres tipologías fundamentales: las angulares,


latinas o españolas (« »), las inglesas (" ") y las simples (' '). Entre sus
usos, sirven para insertar un discurso secundario en el principal, señalar
citas textuales, reproducir pensamientos, marcar el carácter especial de
una palabra o expresión, con fines metalingüísticos y en expresiones
denominativas (títulos y apodos).

i. Los signos de interrogación (¿?) y los de exclamación (¡!) -desarrollados


posteriormente los segundos, a partir del siglo XVI- son claros indicadores
de modalidad y se utilizan para enmarcar enunciados interrogativos y
exclamativos directos. En la escritura del español, nunca debe elidirse el
primero de estos elementos.

j. Los puntos suspensivos (...) que antiguamente podían representarse en


su forma simple (......) o doble (::::::) y permitían un número indefinido,
en la actualidad son tres y solo tres puntos consecutivos los que han de
escribirse. Señalan una omisión en el discurso y, al mismo tiempo, son
marcadores de modalidad, ya que pueden emplearse para expresar duda,
temor, vacilación o expectación, entre otros usos.

Aparte de los signos diacríticos (la tilde y la diéresis) y los ya descritos signos de puntuación,
la ORAE (2010) reúne en un tercer grupo otros signos ortográficos: los denominados signos
auxiliares. Estos son de carácter accesorio y cumplen funciones muy diversas:

a. Los guiones (-) se utilizan para dividir palabras a final de línea, para unir
nombres propios y apellidos, dos o más adjetivos (teórico-práctico), o dos
o más sustantivos (espacio-tiempo), entre otras funciones.

b. La barra (/), la barra doble (//), la barra inversa (\), la barra vertical o
pleca (|) y la doble barra vertical o pleca doble (||).

c. La llave, con su variante de apertura ({) y cierre (}).

d. El asterisco, con forma de estrella (*).

e. Las flechas (—T—I^t).

f. El calderón (¾ hoy en desuso.


g. El signo de párrafo (§).

4. LA ADQUISICIÓN DE LA PUNTUACIÓN
La investigación de Baldwin y Coady (1978), de filiación psicolingüística, mostró
experimentalmente que la puntuación es una destreza tardía en la adquisición de la escritura.
A su vez, Ferreiro y Zucchermaglio (1996) evidencian esta premisa a partir de diferentes
estudios en los que examinan la producción y la distribución de los signos de puntuación en
niños hispano e italohablantes. Entre otros aspectos, observan que la recurrencia a la
puntuación aumenta conforme los escolares van ascendiendo de curso.

En efecto, la mayoría de los autores está de acuerdo en que es infrecuente encontrar signos de
puntuación en las producciones escritas de los niños escolarizados en el primer año de
educación elemental o primaria (Fayol 1981; Lur$at 1973). Sin embargo, a partir del segundo
curso aumenta rápidamente la frecuencia de uso y el repertorio de signos que emplean es más
variado. Así mismo, es habitual que, durante los primeros años de escolarización, los niños
apliquen anómalamente algunas reglas asociadas a la puntuación; por ejemplo, suele aparecer
el punto sin ir seguido de mayúscula o, a la inversa, la mayúscula sin ir precedida del punto
(Fayol 1997). Tales alteraciones en la puntuación no son exclusivas de las primeras etapas de
adquisición, pues no podemos olvidar que constituyen un rasgo frecuente del ciberlenguaje
(Pérez Sabater 2007; Yus 2010, 2011; Zhou y Zhang 2005).

En cuanto al uso de los signos de puntuación en adultos, estudios como el que lleva a cabo
Fayol (1997: 168-175) sugieren que, a medida que se va consolidando el hábito de la
puntuación en los usuarios de una lengua, se establece una jerarquía más estricta entre los
diferentes signos que se utilizan; principalmente, para organizar las ideas de las que consta un
texto escrito. Esta jerarquía operaría en el plano del contenido, porque, por ejemplo, la
asociación semántica entre las ideas que aparecen yuxtapuestas por coma tendría que ser, en
principio, mayor que la de los segmentos separados por punto y seguido, y aún mayor que la
relación semántica que existiría entre párrafos separados por punto y aparte.

5. CORPUS
Para la descripción del uso de los signos de puntuación por parte de los estudiantes
universitarios, tuvimos en cuenta dos foros virtuales que organizamos en Español Normativo I,
asignatura obligatoria de primer año del Grado en Lengua y Literatura Españolas en la
Universidad de Murcia. El primer foro giraba temáticamente en torno al concepto de norma
dictado por Coseriu (1981) y a la posterior crítica formulada por Fernando Lara (1999), si bien
los alumnos dilataron el discurso a la posible creación de una lengua estándar. En cambio, el
centro temático del segundo foro se acotó a la estrecha relación existente entre la
comunicación verbal y la no verbal, situando el análisis en encuentros comunicativos cuyos
protagonistas eran conocidos políticos españoles.

La cifra de estudiantes matriculados en esta asignatura ascendía a 91. Las participaciones


escritas podían ser realizadas de manera colectiva o individual. Se dio con mayor asiduidad el
trabajo personal, pues fueron pocas las aportaciones trabajadas en grupo. En total, analizamos
128 intervenciones, lo que en párrafos suma un total de 198 y, en palabras, 23916. En la Tabla
2 ofrecemos datos más detallados sobre el corpus:
Tabla 2. Datos cuantitativos generales de los foros analizados

6. ANÁLISIS SOBRE EL USO Y LOS ERRORES DE PUNTUACIÓN EN


FOROS ACADÉMICOS VIRTUALES
En consonancia con estudios precedentes (Fayol 1981, 1997; Ferreiro y Pontecorvo 1999;
Ferreiro y Zucchermaglio 1996; Lur$at 1973), el empleo de la puntuación siempre ha sido
analizado desde las vertientes cuantitativa y cualitativa, no debiéndose entender como
independientes, sino que propician el análisis conjunto. Por ello, en el presente artículo damos
continuidad a los patrones establecidos.

6.1. DIMENSIÓN DESCRIPTIVO-CUANTITATIVA

En este apartado nos proponemos ofrecer datos numéricos -tanto cifras reales como
estadísticas- de los signos de puntuación utilizados por los participantes de los mencionados
foros académicos virtuales. En la Tabla 3 distinguimos, en un eje, la tipología de signos de
puntuación, de entonación y auxiliares existentes en español, y, desde el otro eje, mostramos
la información hallada en cada uno de los foros, así como las cifras totales de ambos.
Presentamos los datos siguiendo un orden de clímax descendente:
Tabla 3. Datos cuantitativos del empleo de los signos de puntuación en los foros

A tenor de las cifras anteriores, apreciamos que la coma es el signo que se utiliza con mayor
asiduidad, hasta el punto de que casi uno de cada dos signos representados es, precisamente,
una coma. Estos datos, en cierto modo, discrepan de los ofrecidos por Cassany (1995: 179),
quien observaba una tendencia del predominio del punto frente a la coma. A continuación, por
orden de frecuencia, encontramos la utilización del punto, existiendo mayor predisposición por
el empleo del punto y seguido (17.10%) que por el punto y aparte (8.06%).

Si sumamos los valores porcentuales relativos a la coma y al punto, constatamos que


ascienden al 72.3% de los signos utilizados. También hemos de resaltar el alto porcentaje de
las dobles comillas inglesas -un 9.76%-; este hecho lo justificamos por el tema de debate
(recordemos, versa sobre el concepto de norma), ya que en el Foro I encontramos una cifra
mucho más elevada que en el Foro II. Después, le siguen por frecuencia de uso las comillas
simples inglesas (1.91%) y, por último, hallamos la utilización de las comillas latinas (1.27%).
Para interpretar esta información coherentemente, hemos de indicar que la plataforma
informática donde se celebraron los foros virtuales no permite la utilización de cursivas, de ahí
que los estudiantes tuvieran que recurrir a las comillas, si bien la elección entre estos tres
tipos de comillas fue personal.

Al mismo tiempo, nos percatamos de un mayor empleo de los dos puntos -un 3.06%- que del
punto y coma -un 1.45%-. En este último caso, se trata de un signo de puntuación cuya
frecuencia de utilización se caracteriza por un continuo proceso de declive. Por su parte, hay
cifras más elevadas en el uso de signos de cierre tanto de interrogación como de exclamación,
frente a los de apertura, a causa de la tendencia de extrapolar al español modelos de
puntuación propios de otras lenguas como el inglés; dicha moda está muy generalizada,
especialmente, en la comunicación por Internet.

La utilización de signos auxiliares de puntuación con funciones aclaratorias -como es el caso de


los paréntesis y de los dobles guiones-destaca por arrojar unas cifras poco representativas, en
concreto el 5.79% y el 0.36% respectivamente. Así mismo, son muy bajos los porcentajes de
uso que les corresponden a los puntos suspensivos -0.54%-, al guion simple -0.24%- y a la
barra -0.21%-. Por último, no hallamos ningún caso de empleo de corchetes, ya sea el de
apertura o el de cierre.

6.2. DIMENSIÓN NORMATIVO-CUALITATIVA

Desde una perspectiva normativa, hemos de señalar que encontramos tanto casos donde el
uso de los signos de puntuación resulta abusivo, como situaciones totalmente contrarias. La
intervención [1] representa un ejemplo extremo en el que no hallamos ni un solo signo de
puntuación:

[1]
yo opino igual que muchos de mis compañeros Fernando Lara es mas
concreto y argumenta mas la norma ya que Coseriu a mi parecer se queda
un poco escaso. [Foro I, intervención 62]

Por otro lado, según apreciamos en [2] y en [3], tampoco parece quedar
clara la colocación de los signos de puntuación frente al respeto de los
espacios en blanco que exigen en la escritura:

[2]
(...) superan.Las palabras solo son palabras;es como esas veces que
dices una cosa y quieres decir otra:no son muy fiables. [Foro II,
intervención 19]

[3]
Yo creo que la no verbal es una ayuda para la verbal . Sea cierta o no la
información que se muestra verbalmente es una forma de comunicación.
Si tuviesemos que elegir entre una u otra todo el mundo escogería la
verbal. Para expresarnos con gestos ,algo más complejo que miedo o si
es mentira o verdad lo dicho,necesitamos las palabras. [Foro II,
intervención 40]

Procedamos, a continuación, a analizar los errores de puntuación de acuerdo con cada uno de
los signos empleados en los textos escritos:

6.2.1. La coma

Como es lógico, la coma -el signo de puntuación por excelencia del corpus elegido- suma los
mayores casos de utilización incorrecta. Así, en [4] nos percatamos de una recurrencia
excesiva al uso de la coma:

[4]
La comunicación no verbal nos expresa una información importante, pero
pienso que se le da demasiada importancia a la comunicación no verbal,
es verdad que es importante, pero hasta un cierto grado ya que la
palabra, según mi parecer, está por encima de los gestos, porque
estos ademanes dependen de lo que quieras expresar, es decir, no vas a
estar hablando con una amiga sobre las vacaciones, y moviendo los
brazos bastante como si estuvieras exponiendo una materia. [Foro II,
intervención 6]
Otras veces, la coma se intercala de manera incorrecta entre el sujeto y el verbo de la oración,
como comprobaremos en [5], donde la coma debería colocarse después del marcador
discursivo por otro lado:

[5]
Por otro lado el lenguaje no verbal, posee la virtud o la maldición de dar a
conocer datos mucho más complejos que los que da el lenguaje verbal.
[Foro II, intervención 49]
Con mayor frecuencia, existen frases en las que deberían aparecer más comas. Los ejemplos
[6] y [7] presentan una carencia acusada de comas, como consecuencia de un problema
mayor de redacción, pues los alumnos se han servido de manera excesiva de proposiciones
circunstanciales para nutrir informativamente el texto:

[6]
Me resultan chocante que diga lo importante que es realizar una conclusión
tajante, rotunda sobre el tema tratado en cuanto a los políticos se refiere,
ya que en un debate hablado es algo muy difícil ya que no depende de los
asesores sino del propio político y es en este punto donde podemos
descubrir si realmente se cree lo que nos dice y donde puede acabar por
convencernos. [Foro II, intervención 53]

[7]
Se supone que las personas cifran sus esperanzas e ilusiones en lo que
ellos puedan conseguir por lo que me resulta muy artificial que no se
esmeren por aprender lo que quieren comunicar para poderlo expresar con
convicción y con sentimientos que calen hondo en los oyentes. [Foro II,
intervención 56]

En [8] también deberían aparecer comas entre las distintas estructuras sintácticas de las que
consta la intervención escrita:

[8]
No obstante, como ha señalado con anterioridad algún compañero hay
personas que saben actuar muy pero ello no implica que se les escape en
algún momento algo que defina su intención. [Foro II, intervención 20]
En [9] sería conveniente que la proposición subordinada condicional acabara con una coma:

[9]
Si no conseguimos esta primera fase no sirve de nada que mueva la mano
de tal forma o que lleve el pelo peinado de aquella manera. [Foro II,
intervención 53]
Junto a ello, hay casos en que los errores se deben a la mala ubicación de la coma, resultando
bastante incoherente su posición, como ocurre en [10], pues lo lógico sería situarla con
anterioridad:

[10]
Es decir, la norma es algo general y establecido mientras que, el uso son
las características específicas de cada sociedad. [Foro I, intervención 43]
En [11] resulta bastante extraña la colocación de la coma antes de un paréntesis, en lugar de
incorporarla al cerrar el paréntesis:

[11]
Según Lara, la norma corresponde al debe ser, a si el uso es correcto o
incorrecto, pues bien, yo pienso que ese debe ser (por ejemplo músico,
como ya han citado anteriormente algunos de mis compañeros) es
simplemente una de las posibilidades que el sistema recoge y que la
sociedad acepta, (como dice Coseriu) al igual que podía haber aceptado
otra palabra, porque de lo contrario hoy diríamos musiquero de la misma
manera que decimos camionero; hemos aceptado que lo correcto es
músico y no musiquero. [Foro I, intervención 26]
6.2.2. El punto

Como observamos en [12], es un error bastante generalizado que los alumnos no pongan
punto al final de sus intervenciones:

[12]
Por todas estas cosas es importante que prestemos especial atención al
lenguaje no verbal pues como hace mucho tiempo se viene diciendo: 'una
imagen vale más que mil palabras'. [Foro II, intervención 29]
En otras ocasiones, como ocurre en [13], el problema se genera por la utilización del punto
donde debería aparecer más propiamente una coma:

[13]
Respecto a las diversas opiniones sobre el castellano estándar, no llego a
estar de acuerdo totalmente con su establecimiento. Pues conllevaría a
la pérdida de palabras y expresiones que forman nuestra lengua. [Foro II,
intervención 34]
Frente al caso que acabamos de exponer, en [14] se produce el fenómeno inverso; esto es, el
estudiante ha preferido emplear una coma en lugar de un punto:

[14]
Por un lado, considero más adecuado el concepto de norma propuesto por
Fernando Lara, ya que me parece más específico a lo que todo el mundo
entiende por el vocablo norma, esta palabra según la RAE significa: regla
que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas,
actividades, etc. [Foro I, intervención 68]
6.2.3. Las comillas

Los principales fallos que presentan los textos incluidos en los foros, en cuanto a la utilización
de las comillas, destacan por su mal uso tipográfico. Dichos errores podemos estructurarlos en
tres bloques: (1) la confusión entre << >> y « »; (2) relacionado con la tipología anterior,
hallamos el uso de < > por « »; y (3) la sustitución de la comilla simple de apertura (') por el
acento grave C). Los ejemplos [15], [16] y [17] ilustran los defectos -o descuidos- que
acabamos de apuntar:

[15]
Sobre la última pregunta que ha lanzado Susana, yo creo que hay ciertas
personas que sí que utilizan esta comunicación con fines estratégicos; de
ahí el refrán: <<No creas nada de lo que escuches o leas y solamente cree
la mitad de lo que veas>>. [Foro II, intervención 44]

[16]
Este concepto de norma es definido por él como un <deber ser>, es decir,
como debemos usar el lenguaje correctamente, mientras que Coseriu lo
define como la manera común de hablar, ya sea de forma correcta o
incorrecta. A este concepto de norma Lara le da el nombre de <uso>.
[Foro I, intervención 22]

[17]
Además, con los gestos se puede "pillar' una mentira rápidamente, e
intuir que está haciendo alguien que mira para arriba (si esta pensando o
recordando, por ejemplo). [Foro II, intervención 17]
De acuerdo con la información cuantitativa, en estos foros los usuarios han optado
frecuentemente por el uso de las comillas simples, el cual, en bastantes ocasiones [18],
podemos calificar de innecesario e incluso de abusivo:

[18]
Por ejemplo, cuando un profesor que acaba de terminar la carrera llega por
primera vez a un aula, utiliza una serie de gestos (explica sobre la tarima,
utiliza el 'usted',...) de manera estratégica ante sus alumnos, con el
objetivo de 'mantener' las distancias entre ambos, de marcar el límite
entre 'estudiante' y 'profesor'. Nosotros captamos una serie de gestos
que nos transmiten una 'imagen' de él [...]. [Foro II, intervención 44]

[19]
La comunicación verbal puede realizarse de dos formas: oral: a través de
signos orales y palabras habladas o escrita: por medio de la
representación gráfica de signos, pero en nuestro tiempo cada vez tienen
más importancia los sistemas de comunicación no verbal. [Foro II,
intervención 41]

[20]
Hola chicos. [Foro II, intervención 41]

[21]
Y lo tercero es que no me parece bien concebir el lenguaje meramente
como un "instrumento", me refiero: que lo que importa del lenguaje es
que sea práctico, sin otras consideraciones. [Foro I, intervención 29]

[22]
Por ello que Rajoy se aferre durante un debate a un boli o que no pare de
mirar la pared son datos que si que aportan información, pero que un
político esté nervioso, inseguro y quiera controlar los tiempos es algo MUY
natural, ya que pone mucho en juego, y esas emociones en todo caso lo
definen como humano y lo hacen más cercano. (y no es que tenga
ninguna afinidad a este hombre, la política no es algo que me entusiasme).
Volviendo a la idea inicial, el lenguaje no verbal debería utilizarse para
corroborar que lo que se dice es cierto. (insisto en que no me interesa
saber si un político está nervioso o inseguro, ya que esto también puede
ser causa de la presión ante las cámaras). [Foro II, intervención 53]

[23]
Coseriu distingue la norma como nivel de la aceptación social de los usos
lingüísticos; (musiquero) puede ser sistemáticamente posible pero no es
(normal), es decir, queda excluido por la norma social. [Foro I,
intervención 43]

[24]
Sé que probablemente esto nunca va ocurrir puesto que presenta una gran
dificultad y como bien habéis apuntado algunos daría lugar a "guerrillas"
entre los diferentes países hispanohablantes, pero bueno, pese a todo
mantengo mi idea y respeto las demás, pero es mi opinión, pese a no ser
compartida por ninguno de vosotros :( [Foro I, intervención 38]

[25]
En mi opinión, tanto la definición de Coseriu como la de Lara no son del
todo acertadas, o por lo menos se presentan incompletas, no obstante,
he de reconocer que me decanto más por la de Fernando Lara, puesto que
es más específica. [Foro I, intervención 26]
A su vez, en [26] ilustramos la acción contraria, en la que se recurre al punto y coma de
manera poco apropiada, puesto que debería haberse incluido más convenientemente una
coma:

[26]
Yo pienso que no es malo que nuestro país vaya tomando algunas
costumbres de fuera pero con un cierto límite, tenemos que saber exaltar
lo nuestro; lo que nos hace diferentes. [Foro I, intervención 63]
6.2.7. Las interrogaciones y las exclamaciones

Hemos detectado errores de puntuación excesiva relacionados con los signos de cierre tanto de
interrogación como de exclamación; en concreto, son hechos en los que, tras estos signos de
cierre, el alumno incluye también un punto final, ignorando que dicha información ya está
contenida en los signos de cierre propios de la interrogación y la exclamación. En el fragmento
[27] observamos dicha anomalía:

[27]
¿No debería acabar afirmando la importancia del lenguaje no verbal?. Por
favor, que alguien me lo explique. [Foro II, intervención 53]
Como ocurre en [28], es muy frecuente encontrar interrogaciones y exclamaciones que tan
solo contemplan los signos de cierre, obviando los de apertura, en consonancia con el idioma
inglés y tantos otros -o por contagio con los géneros electrónicos-, pero en discrepancia con
las normas de puntuación propias de la lengua española:

[28]
Os adjunto mi participación chicos. Feliz navidad! [Foro II, intervención
53]
Debemos tener en cuenta que nuestros alumnos suelen ser usuarios de otras formas de
comunicación híbrida que se han desarrollado a raíz de la generalización de Internet. Por ello,
en [29] hallamos una intervención más propia del lenguaje utilizado en páginas informales de
este revolucionario medio que de un foro académico alojado en una plataforma de enseñanza
virtual:

[29]
jajajajaaj!!!!!!!! anda que vaya tela Maria!! haz un comentario nuevo! [Foro
I, intervención 55]
6.2.8. Los puntos suspensivos

Los alumnos recurren a los puntos suspensivos con mediana asiduidad, frente al uso de
"etcétera" o de otras expresiones con valor similar, como puede ser "entre otros". Hemos
observado casos, como [30], donde los discentes incluyen tanto la abreviación "etc." como los
puntos suspensivos:

[30]
Creo conveniente, para empezar a tratar el tema, que no podemos olvidar
que, tal y como señala Lara en su artículo, la unidad de la lengua española
se formó (fijándose por lo tanto sus reglas ortográficas, gramaticales etc..)
alrededor de lo que el denomina 'autoridades', que no son más que las
grandes obras que el pueblo español, así como la Real Academia,
consideran como piedra filosofal o fuente oficial del español, remarcándose
así que la unidad en la lengua española proviene directamente del habla
popular. [Foro I, intervención 66]
Cuando suprimimos parte de un texto que citamos literalmente, los puntos suspensivos deben
ir acompañados de paréntesis o corchetes, falta que observamos, por ejemplo, en [31], si bien
se trata de una práctica bastante extendida en los textos actuales:

[31]
"...excepto Rajoy, a quien también aquí volvió a jugarle una mala pasada la
tentación de mirar al lateral de la cámara para echar un vistazo al reloj que
marca el tiempo de intervención...". [Foro II, intervención 57]
6.2.9. Los guiones

Ejemplificado en [32], los fallos sobre la colocación de los espacios en blanco que deben llevar
los signos de puntuación -cuestión con la que abríamos este apartado- son especialmente
frecuentes en el empleo de los guiones con fines aclaratorios:

[32]
No contento con esto, se decide a criticarlo:"el significado equívoco de la
palabra "norma" en la lingüística hispánica, según el cual toda manera
habitual o común de hablar es una "norma" - a partir de las concepciones
de Coseriu - debe quedar excluido de la comprensión de este artículo (y
ojalá se excluyera de la terminología lingüística hispánica). [Foro I,
intervención 4]
Además, como sucede en los extractos [33] y [34], existen casos en los que se utilizan los
guiones en lugar de las comillas, tanto para referirse a un concepto, como para citar
literalmente las palabras de un autor:

[33]
Pues como expone Fernando Lara, la norma es un -deber ser-, mientras
que Coseriu dice que nos da varias posibilidades para que la sociedad
seleccione unas normas frente a otras. [Foro I, intervención 11]

[34]
Por tanto, las diferencias se hacen más notorias al emplear un registro
menos culto, es decir, se aprecian menos en la escritura, como dice
Fernando Lara -La diversidad hispánica se manifiesta sobre todo en el
léxico, aunque la mayor parte del léxico de la lengua culta literaria, es
común a todos los países hispánicos-. [Foro I, intervención 40]

A su vez, en ejemplos como [35], echamos en falta el empleo de los guiones aclaratorios
cuando el cotexto es propicio para su aparición:

[35]
Mi opinión acerca de este tema es que la norma tal como nosotros la
pensamos se acerca más al concepto de norma que tiene Fernando
Lara;pues como han dicho algunos de mis compañeros ya, este concibe la
norma como un "debe ser". [Foro I, intervención 8]
6.2.10. La barra

En lugar de recurrir al símbolo || con el fin de separar las distintas acepciones que aparecen en
el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española vinculadas a un mismo lema, los
estudiantes, como ocurre en [36], optan por el uso de las dobles barras invertidas:

[36]
Definición según el DRAE de norma: 1: Conjunto de criterios lingüísticos
que regulan el uso considerado correcto. // 2: Variable lingüística que se
considera preferible por ser más culta. [Foro I, intervención 3]
7. CONCLUSIONES
Con esta investigación hemos aportado información relevante de cara al estudio cuantitativo-
descriptivo y cualitativo-normativo de la puntuación en estudiantes adultos de primer año del
Grado en Lengua y Literatura Españolas. Por lo tanto, nos hemos situado ante un usuario que
consideramos competente -si bien aún no podemos elevarlo a la condición de especialista-en el
manejo de la ortografía del español. El género discursivo en el que hemos enmarcado nuestras
indagaciones se aleja de otros más convencionales que han presidido este tipo de análisis,
pues se trata de foros virtuales en los que no debía "desvirtuarse" el carácter académico y, por
consiguiente, la normatividad que había de prevalecer en las distintas intervenciones.
Los principales resultados que se desprenden del análisis señalan que la coma fue el signo de
puntuación más empleado por el alumnado participante, pues su porcentaje de uso representó
el 47.14 %. Ello implica que hay una evidente predilección por utilizar periodos bastante
largos. En cambio, las estadísticas pertenecientes al punto suman el 25.16 % del total. En
cuanto a los dos puntos y al punto y coma, destacamos su bajo nivel de aparición. Por el
contrario, hemos de indicar el uso relativamente frecuente de las comillas.

Si atendemos a los errores detectados, ponemos en aviso equivocaciones emanadas tanto del
exceso como de la falta de signos de puntuación y de signos auxiliares, así como la confusión
relativa a sus usos. Gran parte de estos fallos se debió a problemas de redacción, puesto que
con asiduidad se presentaron muchas ideas escritas en pocas palabras, lo que conlleva una
lectura complicada. Así, hallamos una tendencia bastante acusada de introducir comas,
creando oraciones demasiado largas. Además, encontramos pocos guiones con fines
aclaratorios, y la mayoría de ellos mal utilizados. Del mismo modo, se produjeron fallos en el
empleo de los paréntesis y las comillas que podemos calificar de bastante graves.

Futuras investigaciones cuantitativas y cualitativas sobre el manejo de los signos de


puntuación por parte de usuarios adultos del español podrán aportar nueva información sobre
cuáles son los usos que se apartan de la norma escrita establecida. Solo así será posible
proponer pautas coherentes de actuación pedagógica que prevengan tales anomalías
ortográficas.

Sílaba tónica y átona


Las sílabas de una palabra pueden dividirse en función de la intensidad con que sean pronunciadas
en sílabas tónicas y átonas.
La tonicidad o atonicidad de una sílaba es fonológicamente relevante en español, pues la
posición del acento en una palabra tiene un valor léxico distintivo. Así, pues, son las sílabas tónicas
y átonas lo que nos permite diferenciar “revolver” de “revólver”, o “ánimo” de “animo” o “animó”.
A continuación, te explicamos en detalle qué son la sílaba tónica y la sílaba átona y cómo
indentificarlas.
Vea también ¿Qué es una Sílaba?

Sílaba tónica
La sílaba tónica, también llamada sílaba acentuada, es aquella que presenta mayor prominencia
fonética en una palabra. En este sentido, coincide siempre con el acento prosódico de la palabra.
En todas las palabras, salvo algunas excepciones, existe solamente una sílaba tónica, siendo el resto
sílabas átonas, como en los siguientes vocablos, donde podemos ver la sílaba tónica destacada en
negritas:
Por ejemplo:
• Buscar
• Ideal
• Acné
• Nevera
• Independencia
• Fénix
• Legítimo
• Brújula
• Máximo
Como podemos observar, de los componentes que forman la sílaba tónica, el elemento más afectado
es la vocal o vocales que constituyen el núcleo silábico, no así las consonantes.
De allí que la tilde, que es el signo gráfico que en español sirve para indicar, conforme a las reglas
de acentuación, que una sílaba es tónica, vaya siempre sobre la vocal nuclear de la sílaba tónica.
Por ejemplo:
• Canción
• Busqué
• Amílcar
• Árbol
• Súbito
• Terráqueo

Sílaba átona
La sílaba átona, también conocida como sílaba inacentuada, es toda aquella sílaba sobre la que no
recae el acento prosódico de una palabra, es decir, toda aquella sílaba distinta a la sílaba tónica
de una palabra. Así, en las siguientes palabras, son sílabas atonas aquellas destacadas en negritas.
Por ejemplo:
• Amistad
• Enfrentar
• Expansión
• Relevo
• Detrimento
• Apuro
• Andrógino
• Impertérrito
• Lógico
Asimismo, hay palabras consideradas enteramente como átonas, como ciertos monosílabos y
pronombres, como, por ejemplo, de, mi, tu, el, mas, te, si, tu, etc.
Acento prosódico
El acento prosódico es aquel que nos permite identificar sobre qué sílaba recae el acento tónico
en una palabra.
No todas las sílabas de una palabra se pronuncian con igual fuerza o intensidad, sino que una de
ellas tiende a predominar sobre las demás que la acompañan.
A esta diferencia en la pronunciación de una sílaba en relación con el resto de las que integran la
palabra se conoce como acento.
El acento es una propiedad prosódica, pues es un rasgo sonoro que afecta unidades lingüísticas
superiores al fonema, de allí que también se le conozca como acento prosódico.
La sílaba sobre la que recae el acento prosódico se denomina sílaba tónica o acentuada, y la que
carece de él se llama átona o inacentuada. A continuación, se dan varios ejemplos donde la sílaba
tónica de la palabra es destacada con negritas:
• Casa
• Insípido
• Busqué
• Pensar
Para marcar el acento prosódico, el sistema ortográfico del español cuenta con un signo diacrítico
conocido como tilde o acento gráfico u ortográfico (´), que se rige por un conjunto de reglas de
acentuación gráfica en función de las cuales el acento prosódico de una palabra puede o no ser
indicado gráficamente, como en los siguientes ejemplos:
• Involucrar
• Indagué
• Espero
• Implícito
El acento prosódico es útil porque nos permite diferenciar palabras que solo varían en su
acentuación, pero significan cosas distintas o son tiempos diferentes de un mismo verbo, como, por
ejemplo:
• Válido
• Valido
• Validó
• Solícito
• Solicito
• Solicitó
Dependiendo la sílaba en que se encuentre el acento prosódico, las palabras pueden clasificarse en
agudas u oxítonas; llanas, graves o paroxítonas; esdrújulas o proparoxítonas, y sobreesdrújulas o
superproparoxítonas.
Las agudas u oxítonas tienen la sílaba tónica en la última sílaba de la palabra:
• Hacer
• Comité
• Rezar
• Pensé
Las graves, llanas o paroxítonas tienen la sílaba tónica en la penúltima sílaba de la palabra:
• Casa
• Revólver
• Amigo
• Mármol
Las esdrújulas o proparoxítonas tienen la sílaba tónica en la antepenúltima sílaba de la palabra:
• Solícito
• Geógrafo
• Técnico
• Clásico
Las sobreesdrújulas o superproparoxítonas tienen la sílaba tónica en cualquier sílaba que preceda
a la antepenúltima:
• Mínimamente
• Anatómicamente
• Ábremelo
• Apréndetelo

El acento es la intensidad que se aplica a una sílaba en una palabra para diferenciarla del resto de las
sílabas que no son pronunciadas con dicha energía. En la lengua española el acento prosódico y
el acento ortográfico son los dos tipos principales de acentos; la diferencia es sencilla en su
definición porque el acento ortográfico se marca con la tilde y el acento prosódico no.
El acento prosódico se evidencia en la sílaba donde recae la mayor fuerza al pronunciar una palabra,
o la sílaba tónica. Por ejemplo:
El acento prosódico existe solamente en el habla; no ocurre lo mismo con los acentos ortográficos,
ya que estos llevan tilde sobre la sílaba en la que recae el acento. Por ejemplo, la sílaba tónica "má"
de la palabra "informática" requiere el uso de la tilde para indicar la mayor intensidad para
pronunciar dicha sílaba (es una palabra esdrújula y por eso siempre lleva tilde).
• Ta-ble-ta (el acento prosódico recae en la sílaba "ble").
• Cu-chi-llo (el acento prosódico recae en la sílaba "chi").
• Com-pu-ta-dor (el acento prosódico recae en la sílaba "dor").
• E-di-fi-cio (el acento prosódico recae en la sílaba "fi").
El acento prosódico según la nueva ortografía española
La ortografía de la lengua española se refiere al acento prosódico como la forma general de acentuar
y que, por tanto, engloba a todos los tipos de acentos. Palabras como "papá", "café", u "ordenador"
poseen el acento prosódico, porque todas tienen una sílaba donde se hace énfasis en la
pronunciación, independiente de la tilde.

Ejemplos
• Bo-te-lla (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Ba-ca-la-o (el acento prosódico recae en la sílaba "la).
• Con-ge-la-dor (el acento prosódico recae en la sílaba "dor").
• Ha-cha (el acento prosódico recae en la sílaba "ha").
• Bi-blio-te-ca (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Te-sis (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Ta-bla (el acento prosódico recae en la sílaba "ta").
• Ne-ve-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "ve").
• Pa-ne-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "ne").
• Tri-ci-clo (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").
• Sua-ve (el acento prosódico recae en la sílaba "sua").
• Ri-a-chue-lo (el acento prosódico recae en la sílaba "chue").
• Mu-ñe-co (el acento prosódico recae en la sílaba "ñe").
• Pan-ta-lla (el acento prosódico recae en la sílaba "ta").
• Ci-ne (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").
• E-las-ti-ci-dad (el acento prosódico recae en la sílaba "dad").
• Mo-vi-mien-to (el acento prosódico recae en la sílaba "mien").
• Te-cla-do (el acento prosódico recae en la sílaba "cla").

• Cu-bier-ta (el acento prosódico recae en la sílaba "bier").


• Chi-me-ne-a (el acento prosódico recae en la sílaba "ne").
• Ca-fe-te-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Mo-ja-do (el acento prosódico recae en la sílaba "ja").
• O-ses-no (el acento prosódico recae en la sílaba "ses").
• Ho-ja (el acento prosódico recae en la sílaba "ho").
• E-le-fan-te (el acento prosódico recae en la sílaba "fan").
• Ma-ra-vi-llo-so (el acento prosódico recae en la sílaba "llo").
• Re-cli-na-do (el acento prosódico recae en la sílaba "").
• Ca-ma-ro-te (el acento prosódico recae en la sílaba "ro").
• A-la-ce-na (el acento prosódico recae en la sílaba "ce").
• Pocillo (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").
Acento prosódico en palabras
No hay una terminología universal que caracterice el acento prosódico. Hay dos corrientes a este
respecto:
• La que considera que todas las sílabas de que consta una palabra tienen acento. De ordinario
una sola sílaba lo tiene fuerte, y las demás lo llevan débiles. La sílaba que tiene acento
fuerte, se llama tónica; la que lo tiene débil recibe el nombre de átona. Las vocales que
preceden a la sílaba acentuada se llaman protónicas, y las que la siguen, reciben el nombre
de metatónicas. Desde este punto de vista, todas las palabras tienen acento prosódico, ya
sea débil o fuerte, y también lo tienen todas las sílabas de una palabra.
• También se suele decir que las sílabas o palabras que son tónicas tienen acento prosódico,
mientras que las átonas carecen de él. Esta es la forma preferida en el DRAE, pues la voz
átona se define como ‘que se pronuncia sin acento prosódico’. Desde este punto de vista,
hay palabras que no tienen acento prosódico.
Puede ocurrir que en una sola palabra dos sílabas lleven acento fuerte. Nos ofrecen ejemplo de ello
las voces compuestas de dos palabras íntegras, como decimoséptimo, que consta de dos esdrújulos,
y destripaterrones que se forma de dos palabras graves o llanas. En estos casos, sin embargo, tiene
más peso el último acento, mientras que los anteriores son más débiles; se habla así, en función de
la intensidad, de acento principal, acento secundario y acento terciario.
Los acentos secundarios suelen ir en sílabas alternas. Por ejemplo, cantará tiene el acento principal
en la última sílaba y otro secundario en la primera, es decir, dos sílabas antes.
Los adverbios en -mente como buenamente o abiertamente también tienen varios acentos, pero al
contrario que en los casos anteriores, hay dos principales (es la única clase de palabras con dos
acentos principales).

2 Clasificación
Por razón del lugar que ocupa el acento, se dividen las palabras tónicas con más de una sílaba en
agudas, graves o llanas, esdrújulas y sobresdrújulas. Las agudas llevan el acento fuerte en la última
sílaba (publicó), las graves o llanas lo tienen en la penúltima (árbol), las esdrújulas en la
antepenúltima (ánimo) y las sobresdrújulas en cualquiera de las que preceden a la antepenúltima
(págueseme).
También reciben los nombres de oxítonas, paroxítonas, proparoxítonas y superproparoxítonas.
En la escritura, la posición del acento prosódico se indica por medio del acento ortográfico
mediante las reglas de acentuación.
No se incluyen en esta clasificación las palabras que siempre son átonas (como el prefijo super), las
de una sílaba y las formadas con -mente.

3 Acento prosódico en la oración


El acento prosódico influye en la armonía del lenguaje, y al formarse la frase se modifica dicho
acento por lo que se llama en ocasiones acento de expresión o enfático, mediante el cual se marca
la importancia ideológica de las palabras, su valor gramatical, su sentido, la intención con que se
pronuncian (acento ideológico), así como diversas emociones (acento oratorio). Al pronunciar una
frase, los acentos de unas palabras suenan con intensidad y los de otras quedan oscurecidos o
incluso desaparecen.
Las palabras monosílabas que desempeñan diferentes oficios gramaticales llevan acento fuerte
cuando es más alta su jerarquía gramatical, y su acento es débil cuando su papel es menos
importante (estas últimas se denominan clíticos). Por esta razón se oye acento fuerte en las voces sé,
verbo; él, pronombre; sí, adverbio de afirmación; y se percibe débil en de, preposición; se,
pronombre; el, artículo; si, conjunción condicional. Las voces que, quien, como, etc., también son
átonas cuando no tienen valor interrogativo, pero tienen acento fuerte si lo tienen. Esta es la base de
la tilde diacrítica.
La intensidad del acento fuerte puede variar en palabras homónimas; así se pronuncian con mayor
fuerza las sílabas so, en y pa en los verbos sobre (de sobrar), entre (de entrar) y para (de parar),
que en las mismas voces cuando hacen oficio de preposiciones.

4 Reglas
Los verbos con afijos conservan sus vocales tónicas, pero si eran voces agudas, se convierten en
llanas o esdrújulas; si eran voces llanas, se convierten necesariamente en esdrújulas o
sobresdrújulas:
escribirle, hallándome, díctamelo

Las voces llanas que terminan en consonante normalmente se convierten en esdrújulas en el plural:
árboles, álbumes, mármoles, órdenes

Se exceptúan las invariables (crisis, búmeran), las palabras carácter, cuyo plural es caracteres,
régimen, cuyo plural es regímenes, y espécimen, cuyo plural es especímenes, así como las que
forman el plural con la adición de una s (cómic, cómics).
Las voces agudas se convierten en ocasiones, pero no siempre, en graves al pasar a plural:
corazones, tisúes

pero cafés, sofás

Cuando una u otra parte en las voces compuestas es latina, griega o de otro origen, el acento
prosódico principal se carga a veces en el segundo elemento y a veces en el primero. Se acentúan en
el segundo elemento epigrama, telegrama, kilogramo, monosílabo, neoplatónico, paquidermo,
omnipotente, petrificado, etc., pero en el primero carnívoro, febrífugo, salutífero, epígrafe,
kilómetro, telégrafo, etc.
Son raras las palabras esdrújulas acabadas en diptongo: ventrílocuo, grandílocuo.

Tilde o acento gráfico


La tilde es la representación gráfica del acento en la lengua española. Como tal, es un signo
diacrítico que se representa con una rayita oblicua (´).
La tilde tiene la función de indicar, en la lengua escrita, el lugar donde se hace mayor fuerza
vocal cuando se pronuncia una palabra. Esa mayor fuerza vocal se denomina acento. El acento es
un rasgo prosódico de la lengua, pues afecta a unidades más amplias que el fonema (de allí que se le
conozca también como acento prosódico).
Vea también ¿Qué es el Acento prosódico?
Pero, ¿por qué el acento es un rasgo importante? Pues, porque el acento tiene valor distintivo en
nuestra lengua, ya que nos permite diferenciar grupos de palabras cuya única variante es la
posición de su acento, como, por ejemplo: ánimo, animo y animó.
Así, pues, la tilde o acento gráfico es el signo que nos permite identificar la sílaba que porta el
acento prosódico de la palabra en determinado casos.
Por ejemplo:
• Café
• Almacén
• Canción
• Alcázar
• Caníbal
• Legítimo
• Máximo
• Muéstrame
Pero no todas las palabras tienen una tilde o acento gráfico que nos indique la sílaba sobre la que
recae el acento prosódico de la palabra. Por ello, en español tenemos un conjunto de reglas de
acentuación gráfica que nos permite reconocer la sílaba tónica de una palabra al leerla y, sin
necesidad de haberla visto u oído nunca, nos dice cómo pronunciarla correctamente.
Por ejemplo:
• Ser
• Hacer
• Computador
• Casa
• Iluso
• Extremo

Acentuación
Tilde diacrítica » para voces como tu, de, cuando, donde...

Lista de palabras que no se acentúan » para casos como ésto, fluído, tí, gratuíto...
En español, las reglas de acentuación tienen como principal objeto señalar la vocal tónica con
ayuda del signo de la tilde (también llamado acento ortográfico y, en tipografía, acento agudo).
Por esta razón también se las llama reglas de atildación o de tildación.
Guiadas por un principio de economía, permiten identificar inequívocamente la vocal tónica de
una palabra dada sin necesidad de ningún signo ortográfico en la mayoría de los casos.

1 Norma general.

Una de las páginas de la ortografía académica de 1826 dedicada a la acentuación.


A continuación se dan las normas generales. Hay que tener en cuenta que estas normas presentan
las excepciones de la tilde diacrítica (como en cuántos, llana) y de la tilde hiática (dormíos,
también llana).

Se acentúan:
• Las palabras agudas terminadas en vocal, o en «n» o «s» no precedidas de consonante.
cantó, león, confort, mamuts, minigolf, compás

• Las palabras llanas o graves terminadas:


• En consonante distinta de «n» o «s».
• En más de una consonante o del dígrafo «ch».
• En «y».
crisis, récords, tórax, yóquey, tribu, fórceps, crómlech

• Todas las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas.


rápido, expóngaselo, hábitat, análisis

Consecuentemente, no se acentúan:
• Las palabras con la penúltima sílaba tónica (palabras llanas o graves) que terminan en
vocal o en n o s precedida de vocal.
• Las palabras con la última sílaba tónica (palabras agudas) que terminan en consonante
que no sea n o s o en dos consonantes (las que sean)
• Los monosílabos.
El resto de palabras se escriben con tilde, incluyendo las esdrújulas y sobresdrújulas (la vocal
tónica está en negrita).

Hay por tanto dos pautas:


Terminación Esdrújulas Llanas o graves Agudas Monosílabas
chiita, paulino, Oraa, Feijoo, faena,
agrísimo, chií, alauí,
Vocal anchoa, continuo, miasma, baile, miau
tórtola, área estudié
zooide
n joven camión, acción buen
limpiáis,
jóvenes,
s marchaos, lejos samuráis, dais
diócesis
rondós
Terminación Esdrújulas Llanas o graves Agudas Monosílabas
conceder, coautor,
r máuser, César, Otívar ir
veedor
verdad, piedad,
d césped, huésped
Madrid
cárcel, dátil, mármol, árbol, fácil,
l manual, sutil, tonel
túnel
j, c, g, x, m currículum fénix, cómic, médium reloj, vivac, zigzag boj
z Fernández, cáliz exquisitez, feliz
acimut, cenit
t cénit (también cenit) (también cénit),
argot
fórceps, bíceps, cómics, pívots,
Varias robots, tictacs,
currículums siémens, volavérunt, Sáenz,
consonantes iceberg, tedeums
referéndums

Una forma alternativa de formular las normas generales es la siguiente:


Se consideran llanas las palabras sin acento gráfico que terminan en vocal o en las letras s y
n precedidas de vocal. Se consideran agudas el resto de las palabras sin acento gráfico.

Esta formulación es anterior a la más habitual en la actualidad y se emplea a menudo en la


enseñanza del español como lengua extranjera (ELE).
A estas normas hay que añadir otra complementaria, que se aplica siempre y con independencia de
las anteriores:
• Se acentúa toda vocal cerrada (i, u) tónica pegada a una vocal abierta (a, e, o):
rehúsa, caída, huíamos, cortaúñas

Tradicionalmente se ha dicho que esta tilde «deshace» el diptongo.

1.1 Casos de la y y la ü
La letra y, a los efectos de las reglas de acentuación, se considera, como norma general, consonante:
convoy, jersey, Paraguay, caray

póney, vóley

En algunos nombres con ortografía arcaica, la letra y equivale a una i tónica, que según la
Ortografía del 2010 (OLE, p. 222-223) llevará tilde si las normas de acentuación lo piden. Estos
apellidos también pueden aparecer grafiados con i tildada:
Comýn / Comín, Monteserýn / Monteserín

Aýna / Aína, Laýna / Laína, Ýñigo / Íñigo


Hasta la Ortografía del 2010 no había norma al respecto y lo normal era no añadir ninguna tilde:
Ayna[1]. Cuando la forma arcaica o tradicional lleva una y átona, su presencia no tiene
implicaciones a efectos de la acentuación: Aymerich, Yrigoyen.
La u de las agrupaciones gue y gui solo se considera vocal si lleva diéresis (átona), o tilde (tónica):
antigüedad, güito, ambigúes.

1.2 La h
La letra h no impide la formación de diptongos:
búho, buhito, truhan

En truhan hay diptongo ortográfico; por tanto, al ser monosílaba no se acentúa, aunque la Academia
admitió hasta el 2010 la forma truhán. En buhito, el grupo uhi forma diptongo, que no se
«deshace», por lo que es llana o grave acabada en vocal, es decir, sin tilde.
Se considera consonante, por lo que las adaptaciones que terminan en h se acentúan si son llanas o
esdrújulas.

2 Combinaciones de vocales
En castellano, las vocales se pueden combinar con bastante libertad y puede haber incluso cinco
vocales unidas (rehuíais). Sin embargo, para la acentuación solo es necesario tener en cuenta los
grupos de uno, dos o tres vocales.
Dos vocales separadas por una h se consideran en contacto directo.
El caso más simple es cuando hay una vocal cerrada tónica unida a una vocal abierta; en tal caso, la
vocal tónica siempre lleva tilde:
oír, tenía, paleografía, huía, comíais, chiíes, limpiaúñas

Las vocales cerradas átonas pertenecen siempre a la misma sílaba que la vocal abierta a la que van
directamente unidas; es decir, a efectos de acentuación es como si las vocales cerradas no
existieran:
apreciáis, despreciéis

proteico, cantabais, pusierais

La prolongación de vocales por razones expresivas cuenta como una única vocal:
Menudo exameeeen... (sigue siendo llana ~ examen)

2.1 Alargamiento de una vocal acentuada


Si una vocal que lleva tilde se repite por razones expresivas, todas ellas llevan tilde (OLE, 222):
Sííííí, sí que lo quiero

3 La tilde en palabras de una sola unidad


▶ Artículo principal: Monosílabos ortográficos
Las palabras que solo tengan una sílaba, es decir, las palabras con una vocal o un único grupo de
vocales que forman diptongo o triptongo ortográfico, no llevarán tilde, salvo aquellas que se
relacionan en el apartado Tilde diacrítica.
Ejemplos:
guau, miau, fiais, pio, guion, fue, truhan, bou, a, muy, rio, crio, puar, criar, guiar,
fui, hui, ay, hay, hoy, cuy, me, sol, sed, buey, Luis, dios, Juan, huir, dio, vio, Tuy,
Sanz, Saiz, Sainz, ya, paz, Pla.

La RAE, en sus normas vigentes, considera incorrecto tildar algunas palabras con una sola unidad
vocálica en aquellos casos en que colectivos de hablantes puedan percibir dos unidades. No llevan,
por tanto, tilde guion, pio, rio, Ruan, guio, truhan, crio, etc. Aunque en ocasiones se siguen tildando
estas palabras (×guión, ×pió, ×truhán...), la RAE prefiere grafiarlos sin tilde, pues son monosílabos
ortográficos.
Esta norma no afecta a palabras como hinduismo, chiismo o fluido, pues tienen más de una unidad
vocálica y tanto si se consideran hiatos como diptongos carecen de tilde en aplicación de las reglas
generales.

.
.

4 Diptongos e hiatos
En la acentuación, solo se tiene en cuenta el valor ortográfico de los diptongos y los hiatos.
aéreo [ae.reo], [a.ė.re.o]

deán [dean], [de.án]

león [leon], [le.ón]


El hiato y el diptongo son causas muy comunes de errores ortográficos en lingüística. Y es que,
cuando nos encontramos con dos vocales juntas, sobre todo al momento de hacer una división
silábica, nos invade la confusión y la duda acerca de la manera correcta de proceder.
Dado que conocemos este problema, hoy queremos explicar cómo reconocer y diferenciar los
hiatos de los diptongos. Pero, para ello, habrá que tener claro qué es cada cosa.

Lingüística: Tipos de vocales


Ante todo, es bueno saber que las vocales españolas se dividen en dos categorías: las vocales
abiertas o fuertes (A, E, O) y las vocales cerradas o débiles (I, U).

Para dividir las sílabas como es debido, es importante conocer estos tipos de vocales. Y es
que, dependiendo de éstas, determinaremos si se trata de hiatos y diptongos y así es como
sabremos si dividimos la sílaba o no.

Una vez que sabemos cuáles son las vocales abiertas y cuáles las cerradas, a continuación te
aclaramos cuál es la diferencia entre hiato y diptongo.
¿Qué es un hiato?
Un hiato es la unión de dos vocales en la misma palabra, pero en diferentes sílabas. Por tanto, se
pronuncian interrumpidas, en dos sílabas distintas.

Estas vocales pueden ser:


• Vocal abierta (A,E,O) + Vocal cerrada (I,U )
• Vocal cerrada (I, U) + Vocal abierta (A,E,O )
• Vocal abierta (A,E,O) + Vocal abierta (A,E,O)
Ejemplos de hiatos:
• caer
• teatro
• mareo
También se da cuando una vocal débil lleva acento ortográfico y le sigue una vocal fuerte, como
en:
• río
• país
• biología
Un hiato son dos vocales juntas que se pronuncian en sílabas distintas.
La pronunciación del español exhibe una notable variación con las secuencias vocálicas, que
frecuentemente son articuladas como hiatos o diptongos. Tal sucede con vocal cerrada átona
seguida de abierta tónica, o dos cerradas distintas:
enviar [en.viar] / [en.vi.ar]
incluido [in.clui.do] / [in.clu.i.do]

Por otra parte, en el habla coloquial se da una marcada tendencia antihiática, particularmente con
vocales abiertas distintas:
aerolínea [a.e.ro.lí.ne.a] / [ae.ro.lí.nea]
teatro [te.a.tro] / [tea.tro]

Existen únicamente dos secuencias vocálicas cuya articulación es inequívoca:


• siempre hiato: vocal cerrada tónica y abierta átona
hacía [ha.cí.a]

cacatúa [ca.ca.tú.a]

• siempre diptongo: vocal abierta tónica seguida de cerrada átona -en ese orden-
teméis [te.méis]

causa [cau.sa]

Cualquier otra combinación vocálica podría pronunciarse como hiato o diptongo, según hablantes y
países.

Estas vacilaciones repercuten en la acentuación como ilustra muy bien el caso de la palabra
«guion»:
[gui.on] (hiato)
• Aguda acabado en «n» que debería llevar tilde en la vocal tónica → guión.

[guion] (diptongo)
• Monosílabo, que no se tilda → guion

La Ortografía de 1999 afrontó este problema estableciendo el concepto de hiato ortográfico, del que
depende la tildación de una palabra sin ambigüedades.

1 Hiato ortográfico
Desde el punto de vista normativo, y con independencia de su articulación en el lenguaje real, son
hiatos las siguientes secuencias vocálicas:
• 1. Dos vocales iguales:
azahar [a.za.har], duunviro [du.un.vi.ro]
• 2. Dos vocales abiertas distintas:
teatro [te.a.tro], roedor [ro.e.dor]
• 3. Vocal cerrada tónica (/i/,/u/) seguida o precedida de una abierta (/a/,/e/,/o/):
envío [en.ví.o], transeúnte [tran.se.ún.te]

1.1 Tildación
• Las palabras con hiato de dos vocales iguales (1) o de dos vocales abiertas distintas (2) se
acentúan conforme a las reglas generales de acentuación.
Por ejemplo, «eo»:
• En [a.cor.de.on] se acentúa, por ser palabra aguda acabada en «n»: acordeón

• pero en [le.o.na] no, por ser llana acabada en vocal: leona

• Tratándose de cerrada tónica seguida o precedida de abierta (3) se acentúan siempre con
tilde en la vocal cerrada, aunque no le corresponda según las normas generales.
[en.vi.o] o [a.u.no] no deberían acentuarse porque son llanas acabadas en vocal. Sin
embargo sí se tildan, por ser tónica la vocal cerrada:

envio, envío

auno, aúno

¿Qué es el hiato? Con ejemplos


Para saber qué es un hiato es importante que tengamos en cuenta cuál es la clasificación de las
vocales en lengua castellana. Debes saber que las vocales pueden ser de 2 tipos:
• Abiertas: a, e, o
• Cerradas: i, u
Una vez que tengas claro este concepto, es importante que sepas que el hiato es cuando algunas de
estas combinaciones de vocales (abiertas y cerradas, abiertas y abiertas, etcétera) se encuentran
unidas pero van en sílabas independientes. El hiato separa, el diptongo une.

Clases de hiatos en español


Dependiendo del tipo de vocal que se una, nos encontramos ante un tipo de hiato u otro. Aquí te
descubrimos cuáles son las 3 clases de hiatos que nos podemos encontrar en lengua española. Son
los siguientes:
1. Vocal abierta y cerrada o viceversa con tilde en la cerrada. Sería el ejemplo de BAÚL que
se separaría ba-úl
2. Vocal abierta con abierta. Algún ejemplo de este tipo de hiato sería la palabra CAOS que
se separa ca-os
3. Vocales iguales. En estos casos, las vocales son las mismas y se encuentran unidas en la
palabra (dos a, dos o, dos u, etcétera). Un ejemplo de hiato de este tipo es la palabra LEER
que se separa le-er

Las combinaciones de vocales que son Hiatos


Hay dos tipos de hiatos:
• El Hiato Acentual (o hiato por disolvencia, provocadoo adiptongo) es un tipo de hiato que
resulta del encuentro entre una vocal abierta (a,e,o) con unavocal cerrada (i,u) que va
acentuada por lo que debe llevar tilde obligatoriamente. Algunos ejemplos de hiato
acentual: sa-ú-com, sa-bí-a, dí-a, cal-ma-rí-a, ve-hí-culo, Ma-rí-a
• El Hiato Simple es aquel que consiste en la separación en sílabas distintas de dos vocales
abiertas (a, e, o) o de dos vocales cerradas (i, u) iguales. Algunos ejemplos de hiato simple:
ca-o-ba, sa-e-ta, se-mi-in-cons-cien-te, zo-ó-lo-go, a-or-ta, co-or-di-nar

Ejemplos de hiato í-a


Miles de palabras en español tiene el hiato í-a por este motivo este va a ser el ejemplo de hiato más
común, a continuación ponemos decenas de palabras separadas por sílabas para que veas como
se separan:
• País: Pa-ís
• Paraíso: Pa-ra-í-so
• Maíz: Ma-íz
• Caín: Ca-ín
• Raíz: Ra-íz
• Cocaína: Co-ca-í-na
• Extraíble: Ex-tra-í-ble
• Estantería: Es-tan-te-rí-a
• Etiología: E-tio-lo-gí-a
• Geografía: Ge-o-gra-fí-a
• Bahía: Ba-hí-a
• Cirugía: Ci-ru-gí-a
• Cerrajería: Ce-rra-je-rí-a

Ejemplo de hiato con í-o


Muchas palabras se escriben con í-o, a continuación veremos algunos ejemplos de las palabras que
tienen este tipo de hiato:
• Frío: Frí-o
• Período: Pe-rí-o-do
• Judío: Ju-dí-o
• Río: Rí-o
• Sombrío: som-brí-o
• Etíope: e-tí-o-pe
• Lío: lí-o
• Mío: mí-o
• Tío: tí-o
• Crío: crí-o
Ejemplos de oraciones con hiato
Una de las mejores formas de identificar un hiato es detectandolo en una frase, a continuación te
ponemos varios ejemplos de palabras que contienen hiato en una frase:
• No me quiero CAER en las escaleras.
• Mi mamá se MAREÓ.
• Las notas ESTARÍAN para mañana
• Cuando suena el RÍO siempre TRAE agua
• Juan fue al TEATRO.
• Hay un pez en el RIO
• España es un PAÍS
• Eduar estudia GEOMETRÍA en casa de María.
• Mi hermano es muy EGOÍSTA con sus cosas.
• Mi mamá es profesora de BIOLOGÍA.
• Lo MÍO me pertenece

Ejemplo de hiatos con h intermedia


La h intermedia o intercalada no influye en absoluto en la consideración como diptongo o como
hiato de una secuencia vocálica; así, hay grupos de vocales con h intermedia que forman diptongo.
A continuación algunos ejemplos de hiatos con la h intercalada:
• Ahínco
• Ahorrar
• Búho
• Alcohol
• Ahorcar
• Albahaca
• Ahorrador
• Ahorcado
• Prohíbo
• Turbohélice

Ejemplo de hiatos con vocales fuertes


Cuando las vocales formen cada sílaba por separado una emisión de voz, se tendrá un hiato. Esto se
produce cuando estén juntas dos vocales fuertes (a, e, o), o una vocal fuerte con una débil tónica
(í, ú), o bien, dos vocales débiles iguales que requiera doble pronunciación de la vocal (ii, uu):
• Zoológico
• Arqueólogo
• Caoba
• Teatro
• Aéreo
• Deseo
• Héroe
• Línea
• Diarrea
• Cacao
Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una
débil acentuada
Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una débil acentuada, si quieres ver la tabla
de como combinan las vocales lo puedes ver en el punto anterior:
• Río
• Sonríe
• Licúo
• Reúno
• Baúl
• Maíz
• País
• Corría
• Dormía
• Oído

Ejemplo de hiato con í-o:


• Baldío
• Bravío
• Caserío
• Confío
• Estío
• Montepío
• Navío
• Vocerío

13 palabras con hiato separadas en silabas


Para que puedas terminar de comprender mejor esta lección sobre los hiatos en español, a
continuación queremos dejarte un completo listado con palabras con hiato separadas en silabas. De
esta manera, podrás poner en práctica tus conocimientos y hacer tus deberes de una forma mucho
más sencilla. ¡Toma nota!
1. Abstraído: ABS - TRA - Í - DO
2. Caída: CA - Í - DA
3. Judaísmo: JU - DA - ÍS - MO
4. Maíz: MA - ÍZ
5. Ataúd: A - TA - ÚD
6. Laúd: LA - ÚD
7. Ateo: A - TE - O
8. Cafeína: CA - FE - Í - NA
9. Egoísta: E - GO - ÍS - TA
10. Taoísta: TA - O - ÍS - TA
11.Bahía: BA - HÍ - A
12. Vehículo: VE - HÍ - CU - LO
13. Agonía: A - GO - NÍ - A

Otros ejemplos de hiatos


Aquí tienes muchos ejemplos de hiatos:
• Mareo
• Geología
• Baúl
• Caer
• Zoológico
• Búho
• Ahorrar
• Chiita
• Vacío
• Hacía
• Baúl
• Ataúd
• Raíz
• Reír
• Tranvía
• Caída
• Maíz
• María
• Freír
• Veníamos
• Continúo
• Capicúa
• Ganarías
• Garúa
• Eólico
• Mareo
• Ortografía
¿Qué es un diptongo?
Nos encontramos un diptongo cuando en una misma sílaba hay dos vocales, una de ellas cerrada
o débil (I, U) y la otra abierta o fuerte (A, E, O), o viceversa. También se da el diptongo cuando
se unen en la misma sílaba dos vocales cerradas distintas.
Estas vocales pueden ser:
• Vocal abierta (a, e, o) + Vocal cerrada (i, u) átona.
• Vocal cerrada átona + Vocal abierta.
• Vocal cerrada + Vocal cerrada (es decir, las secuencias iu o ui).
Ejemplos de diptongos:
• Paisaje
• Magia
• Pausa
• Pseudo
• Ahilar
• Reina
• Lourdes
• Individuo

El diptongo es la combinación de dos vocales en una sílaba dentro de una palabra. Puede haber
un diptongo conformado por dos vocales cerradas o débiles, recordemos que las vocales cerradas
son la i y la u, una cerrada y una abierta, en este caso, las abiertas son a, e y o, o al revés, una
abierta y una cerrada.
Es preciso mencionar que dos vocales abiertas no conforman diptongo, sino que deben ser
separadas en sílabas y forman otro fenómeno llamado hiato, que es la separación de dos vocales
dentro de una palabra.
La letra h en medio de las vocales, no evita que se produzca el diptongo. También es posible formar
diptongo con la letra y por su sonido vocálico.

1. Tipos de diptongo
Los tipos de diptongo pueden ser:
• Diptongo Homogéneo: Formado por dos vocales débiles o cerradas.
• Diptongo Creciente: Formado por una vocal débil y una fuerte.
• Diptongo Decreciente: Formado por una vocal fuerte y una débil.

1. Ejemplos de diptongos

• Dos vocales cerradas: Pueden combinarse la i con la u para formar iu como por ejemplo en
viuda, ciudad, oriundo. Por otro lado podemos forma la combinación ui (u más i) como
aparece por ejemplo en las palabras juicio, ruido, cuidar.

• Una vocal cerrada y una abierta: Las combinaciones son tres para la i y tres para la u. así
tenemos, ia, como en anciano, hacia; ie, como en miedo, tierra y tiempo; io, como en inicio,
novio, piojo. Por otro lado tenemos la combinación ua, como en mensual, suave, acuario;
ue, como en huelo, bueno, hueso; uo, como en individuo, residuo, monstruo.

• Una vocal abierta y una cerrada: Tenemos en este caso dos combinaciones para la vocal a,
dos para la e y dos para la o. Así es que podemos formar los diptongos: ai, como en baile,
paisaje y aire; au, como en aurora, auto, Laura; ei, como en veinte, aceite, pleito; eu, como
en feudo, euforia, deuda; oi, como en oigo, coima, boina; y ou, como en Soufflé, Round,
Lourdes.

COMPAREMOS:
Hiato Diptongo
dos vocales iguales
• portaaviones [por.ta.a.vio.nes]
• leer [le.er] dos cerradas distintas (iu, ui)
• nihilismo [ni.hi.lis.mo] • ciudad [ciu.dad]
• zoólogo [zo.ó.lo.go] • descuido [des.cui.do]
dos abiertas (a,e,o) distintas • imbuido [im.bui.do]
• aéreo [a.é.re.o]
• raedera [ra.e.de.ra]
cerrada átona + abierta (en cualquier orden)
cerrada tónica + abierta (en cualquier orden)
• aula [au.la]
• transeúnte [tran.se.ún.te]
• justicia [jus.ti.cia]
• ríen [rí.en]
• cantáis [can.táis]

Un diptongo se forma con una vocal débil o cerrada más cualquier vocal (débil o fuerte). En
cambio, un hiato se formará con dos vocales fuertes o una vocal fuerte más una débil con acento
gráfico.

Y, entonces, ¿qué son los triptongos? Descúbrelo en la siguiente página…

¿Qué es un triptongo?
Según la Real Academia de la Lengua, un triptongo es la combinación, en una sola sílaba, de
tres vocales.
Los triptongos están formados por una vocal abierta (A, E, O) que ocupa la posición intermedia
entre dos vocales cerradas (I, U), siempre que ninguna de éstas últimas sea tónica.

Según esta definición, pueden darse las siguientes combinaciones para formar un triptongo:

iau iai uai uau ieu iei


uei ueu iou ioi uoi uou

Algunas de ellas no se dan en ninguna palabra, por ello, las más usadas en español son:

iai a-viáis ex-piáis a-so-ciáis


iei a-viéis ex-piéis a-so-ciéis
uai a-mor-ti-guáis a-tes-ti-guáis a-ve-ri-guáis
uei a-mor-ti-güéis a-tes-ti-güéis a-ve-ri-güéis
ioi d-ioi-co
5 Tilde diacrítica
▶ Artículo principal: Tilde diacrítica
El signo ortográfico llamado tilde diacrítica se emplea para evitar posibles ambigüedades en ciertas
palabras. Según la Ortografía, su cometido es diferenciar determinadas palabras que tienen igual
forma pero un significado distinto.
Te dije que no me pusieras poleo sino té.

A él no le gusta el cine.

También llevan tilde diacrítica las palabras qué, cuál/les, quién/es, cómo, cuán, cuánto/os/as,
cuándo, dónde y adónde, cuando tienen un sentido interrogativo o exclamativo:
No sé cuántos mensajes recibo al día.

Hay que saber el cómo, el cuándo, el qué, el quién y el dónde.

Lista de monosílabos con tilde diacrítica:


1. Tú (pronombre personal), tu (adjetivo posesivo):
Tú me tienes que dejar tu coche.

2. Él (pronombre personal), el (artículo):


Él quiere que le dejes el coche.

3. Mí (pronombre personal), mi (adjetivo posesivo):


Para mí es importante que no cojas mi coche.

4. Sí (pronombre personal, adverbio de afirmación o sustantivo), si (conjunción o nota musical):


Sí, te dejaré el coche si tú me dejas la moto.

5. Té (sustantivo ‘infusión’), te (pronombre o letra te):


Te hice un té verde, pero tú lo querías rojo.

6. Dé (forma del verbo dar), de (preposición o letra de):


Quiero que me dé su coche porque me gusta, pero si me diera el de su amigo sería
mejor.

7. Sé (forma del verbo ser o saber), se (pronombre, indicador de impersonalidad o de marca refleja):
Él nunca le dejaría su coche, pero sí sé que se lo vendería.

8. Más (adverbio, adjetivo, pronombre, conjunción con valor de suma o sustantivo), mas
(conjunción adversativa equivalente a pero):
No quiero coger tu coche más, mas no me siento con fuerza para ir andando.

6 Palabras compuestas
Las palabras compuestas de otras y que no están unidas por guion solo llevan acento en la última de
ellas, si lo necesita según las reglas generales:
asimismo, decimoséptimo, metomentodo, guardamanos, buscapiés

decimotercero, baloncesto, tiovivo, fisicoquímico, semidiós

En algunos casos, puede ser necesario añadir un acento si hay que indicar un hiato:
cortaúñas

En los compuestos de dos o más adjetivos unidos con guion, cada elemento conservará la tilde
original, si la tuviera:
histórico-crítico, hispano-suizo, franco-alemán, dálmato-romano

Los adverbios formados por un adjetivo más el sufijo –mente solo tienen tilde si el adjetivo, tomado
aisladamente, la lleva. Ejemplo: fácilmente, merecidamente, cortésmente, fielmente

7 Verbos con pronombres enclíticos


Las formas verbales que lleven enclíticos pronominales (es decir, pronombres pospuestos) serán
tomadas como palabras autónomas y les serán de aplicación las normas generales, prescindiendo de
que las formas verbales desnudas lleven tilde o no:
dame/dámelo, dio/diome/dióselos, abandonó/abandonole, está/estate, pon/ponme

Lo mismo se aplica a dé (con tilde diacrítica): deme, déselo.


Hasta la Ortografía de 1999, la tilde se conservaba si la tenía la forma verbal sin pronombres:
está/estáte.

8 La tilde y las letras mayúsculas


Todas las letras mayúsculas deben escribirse con tilde si les corresponde llevarla según las reglas de
acentuación gráfica del español, tanto si se trata de palabras escritas en su totalidad con mayúsculas
como si se trata únicamente de la mayúscula inicial:
LINGÜÍSTICA, Ángel, PARÍS

Tampoco se omite en las abreviaturas de nombres de persona:


M. Á. ~ Miguel Ángel

9 Palabras que no se acentúan


▶ Artículo principal: Lista de palabras que no se acentúan
Aunque la omisión de la tilde es la falta ortográfica más habitual, en ocasiones se da el fenómeno
opuesto, con la adición de una tilde que no corresponde. Puede deberse a dos razones:
• La palabra se pronuncia mal, como caracter porque se dice /caractér/; aquí hay además un
error de prosodia. Véase la lista de palabras con acento desplazado.
• La palabra se pronuncia bien, pero la tilde no se ajusta a las normas ortográficas. Por
ejemplo, viéseis o construído se corresponden con la pronunciación, pues son una palabra
llana acabada en ese y vocal, respectivamente, y por tanto le sobra la tilde. Véase la Lista de
palabras que no se acentúan.
Al imitar la lengua hablada, no es raro ver acentuadas palabras monosílabas, sobre todo si son
tónicas:
Cree que sirve pa tó, pero no sirve pa ná, porque no tié sesera

Cree que sirve pa to, pero no sirve pa na, porque no tie sesera

10 Arcaísmos y palabras desusadas


La Ortografía no establece excepciones en estos casos, por lo que si se emplean en un texto actual
siguen la norma general. Cuando se trata de un edición de una obra antigua, se adoptan los criterios
que el editor considere adecuados, sin que haya una norma fija.

11 Acentuación de palabras extranjeras


11.1 Préstamos y neologismos
Los préstamos y neologismos que adaptan su grafía y fonética al castellano se acentúan siguiendo
las reglas de acentuación generales, aunque no llevaran tilde en la lengua de origen.
bidé.

láser.
11.2 Nombres propios
En general, a los nombres propios extranjeros no se les añade ningún acento gráfico que en su
origen no tengan.
Wagner pero no *Wágner.

Si el nombre se ha adaptado a la pronunciación y la escritura del español, sí se pueden acentuar.


Este caso se da sobre todo con nombres transcritos de otras escrituras, los personajes de la
Antigüedad o los reyes y santos:
Tolstói (transcrito del ruso)

Platón (de la Antigüedad)

Abderramán (nombre tradicional en español de Abd Al-Rahman)

Tomás Moro (nombre tradicional en español de Thomas Moore)

11.3 Topónimos
Los nombres geográficos que ya están acuñados en castellano o adaptados a su fonética ya no son
tratados como extranjeros, por lo que se acentúan siguiendo las reglas generales.
París.

Támesis.

Afganistán.

11.4 Palabras latinas


Las palabras latinas utilizadas corrientemente en español y que en su forma se ajustan al sistema
ortográfico del español se someten a las reglas de acentuación:
tedeum, referéndum, memorándum, ídem, fórum

Las locuciones latinas, por el contrario, se suelen consideran extranjerismos y en tal caso van sin
tilde:
curriculum vitae, ad infinitum, habeas corpus, alma mater

12 La conjunción o
Hasta la Ortografía del 2010, la conjunción o podía llevar tilde diacrítica entre cifras con el objeto
de no ser confundida con el número cero: 2 ó 3. Sin embargo, en las últimas normas recomiendan
prescindir de ella: 2 o 3.

Reglas de acentuación gráfica en español


La lengua española se rige por un conjunto de reglas de acentuación gráfica que nos permiten, en la
escritura, determinar sobre cuál sílaba de una palabra recae la mayor fuerza de pronunciación.
La tilde o acento gráfico es el signo diacrítico que refleja la acentuación, rasgo prosódico de nuestra
lengua, y que, en consecuencia, nos ayuda a realizar una correcta pronunciación de las palabras.
El acento gráfico o tilde es una rayita oblicua (´) que se escribe sobre la vocal tónica de una palabra.
En el español, la posición del acento puede variar, pues no tiene un sistema acentual rígido. Vale
destacar que dos palabras semejantes pueden incluso tener significados distintos dependiendo del
lugar donde vayan acentuadas (por ejemplo, revólver o revolver, ánimo o animó).
A continuación expondremos, una a una, las reglas que debemos observar para acentuar
correctamente las palabras en la lengua castellana.

1) En palabras agudas
Las palabras agudas solamente llevarán acento cuando terminen en vocal (a, e, i, o, u) o en las
consonantes n o s. En el resto de los casos, no irán acentuadas gráficamente.
Por ejemplo:
• Con tilde: mamá, así, satén, comí, averigüé, luchó, estés.
• Sin tilde: hacer, involucrar, baobab, feliz, papel, pared, estoy.
No llevarán tilde, sin embargo, las palabras agudas terminadas en más de una consonante. Por
ejemplo: iceberg, esnobs, confort.

2) En palabras graves
Las palabras graves o llanas solamente llevarán tilde en caso de terminar en una consonante
diferente de n o s.
Por ejemplo:
• Con tilde: lápiz, cráter, carácter, revólver, clímax, tórax, currículum.
• Sin tilde: libreta, quise, estaba, senderos, fruta, pendiente, naranja.
Sin embargo, una excepción la constituyen las palabras llanas terminadas en dos consonantes,
siendo que la última de ellas resulte una n o una s. Por ejemplo: wéstern, bíceps, récords.

3) En palabras esdrújulas y sobreesdrújulas


Las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas siempre se acentúan gráficamente.
Por ejemplo:
• Esdrújulas: rápido, pálpito, rústico, insólito, miércoles, terráqueo,
• Sobreesdrújulas: hágaselo, cómpremelo, piénsatelo.

4) En palabras monosílabas
Las palabras monosílabas no llevan tilde. Por ejemplo: dos, fe, pan, ser, mil, pie, guion, bien, fue.
Constituyen una excepción a esta regla los monosílabos que se escriben con tilde diacrítica, como
dé, qué, tú, él, etc.
Vea también Acento diacrítico.
5) En diptongos
En palabras cuya sílaba tónica sea un diptongo constituido por una vocal abierta (a, e, o) y otra
cerrada (i, u), la tilde irá sobre la vocal más abierta del grupo. Por ejemplo: miércoles, corrió,
estáis, senséi, huésped, diálogo.
Cuando las dos vocales son cerradas, la tilde se colocará sobre la segunda vocal. Por ejemplo:
casuística, jesuítico, veintiún.

6) En triptongos
En los triptongos, al igual que en los diptongos, la tilde irá siempre en la vocal abierta de la sílaba
tónica. Por ejemplo: confiáis, averiguáis, anunciáis.

7) En hiatos
En palabras en las que se produce un hiato entre una vocal cerrada tónica (í, ú) junto a una vocal
abierta (a, e, o), la sílaba tónica llevará siempre tilde, independientemente de las reglas de
acentuación: Por ejemplo: anatomía, gentío, oír, reír, búho, transeúnte, raíz.

Palabras que ya no llevan tilde

Con la última edición de la Ortografía Española se eliminó la necesidad de acentuar algunas


palabras, que por uso muchas personas siguen acentuando aunque ya se considera innecesario:
• Los pronombres demostrativos: Se trata del grupo de palabras formado por "este", "estos",
"estas". Anteriormente, las mismas debían llevar tilde en la primera sílaba. Con la nueva
ortografía, se ha suprimido la necesidad de tildarlas. Por tanto, enunciados con dichos
términos no debe escribirse con acento: "Estos irán directo a la cárcel por mal
comportamiento".
• Solo: Este vocablo puede funcionar como adverbio (solo hice lo que me correspondía) o
como adjetivo (en este momento me encuentro solo). Se utilizaba la tilde diacrítica en estas
palabras con el objetivo de diferenciarlas. La norma ortográfica establece ahora que la
necesidad de la tilde diacrítica solo tiene justificación cuando se pretende distinguir dos
palabras de distinta tonalidad. Es decir, una debe ser considera átona y la otra tónica. En el
caso de "solo", en ambos usos, mantiene su carácter tónico, por tanto, no puede llevar
acento ortográfico.
• La conjunción "o": En el anterior manual de ortografía, se recomendaba utilizar la tilde en
la conjunción "o" cuando es escrita entre cifras para poder diferenciarla del cero. Ejemplo:
¿Debo pagar 120 o 100 pesos? La actual norma establece que no existe necesidad de
utilizar la tilde, ya que dicha conjunción, por un lado, es átona, y por otro, no se justifica el
hecho de diferenciarla del cero, pues claramente, la letra "o" tiene un tamaño menor. A todo
esto, se le suma el contexto del enunciado que permite también identificar qué tipo de
palabra es.
• Monosílabos: Términos como guion, truhan, fie, liais eran considerados polisílabos y por
tanto, llevaban tilde. Sin embargo, la normativo actual ha dispuesto que, en verdad, se trata
de palabras que deben ser consideradas monosílabas. Por tanto, acorde a las normas
generales de acentuación, dicho tipo de palabras no llevan tilde, salvo en los casos de tilde
diacrítica (ejemplo: para diferenciar té, como infusión, del pronombre te).
Otras palabras que no tienen tilde son:
• "Imagen", "examen", "volumen", "resumen", "origen", "joven", "margen" es escriben sin
tilde aunque sus plurales sí tienen tilde.
• "Acabose", "ponme", "heroico", "estoico" son palabras graves terminadas en vocal y por
eso no llevan tilde.
• "Hubierais", "hubieseis", "fuerais", "fueseis" así como "construido","incluido", "influido",
"gratuito", "huida", "hinduismo", "altruismo" son palabras graves terminadas en s y por
eso no llevan tilde.

6. Ti no lleva acento
A diferencia de mí y sí que se escriben con acento cuando se trata de pronombres personales o
afirmación, en el segundo caso, el pronombre personal "ti" no se acentúa. Por ejemplo: Este regalo
es para ti; lo que tu rostro dice de ti.
7. Conjunción “o” no lleva acento
Anteriormente se recomendaba acentuar la “o” cuando se escribía entre cifras, a fin de evitar
confundirse con el cero. Pero la actual Ortografía de la lengua española señala que la “o” siempre
se escribe sin acento. Por ejemplo: Prefieres agua o refresco; te veo entre las 4 o 5 de la tarde.
8. Solo no lleva acento
La palabra “solo” ya sea como adjetivo o adverbio no se acentúa. Anteriormente se acentuaba
cuando se trataba de un adverbio para evitar la ambigüedad; sin embargo, la actual Ortografía de la
lengua española señala que “solo” no lleva acento en ningún caso.
9. Adverbios con terminación -mente
Los adverbios acabados en –mente solo llevan tilde si el adjetivo del que derivan también la lleva.
Por ejemplo: cortés / cortésmente.
10. “Fe” y “guion” sin acento
Al tratarse de monosílabos, las palabras “fe” y “guion” no se acentúan.

Tipos de signos de puntuación


Los signos de puntuación principales son:
La coma (,)
El punto (.)
El punto y coma (;)
Hay otros, como los signos de interrogación (¿?), los dos puntos (:), los signos de exclamación (!¡),
etcétera. Todos ellos operan sobre la misma base y existen para hacer de la escritura un lenguaje
mucho más rico y preciso. Otro signo de puntuación muy habitual son los puntos suspensivos, estos
tienen múltiples usos que puedes conocer con mayor detalle en el post donde se explica el uso
correcto de los puntos suspensivos. Aquí vamos a centrarnos únicamente en los tres principales: el
punto, la coma y el punto y coma.
Un símil que me encanta para explicar la diferencia entre estos tres elementos es el lenguaje
musical. La coma equivaldría a una corchea, que equivale a medio tiempo, el punto y coma
equivaldría a una negra, pues equivale a un tiempo. Mientras que el punto sería una blanca, que
equivale a dos tiempos.

La coma
La coma se usa para separar y hacer pequeñas pausas en un texto, párrafo u oración, salvo los
que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni. Es una forma de aislar las
ideas. Por ejemplo:
Tengo manzanas, plátanos, melocotones y kiwis.

Hay excepciones que admiten su uso previo a una conjunción, como por ejemplo:
Compró cerveza, queso, patatas fritas y nachos, y llamó a sus amigos.

Otro de los usos más comunes de la coma es para especificar. Por ejemplo:
En Whitechapel cuando cae la noche el legendario asesino comienza su cacería.

Esta frase es correcta aún careciendo de comas, pero podemos ayudar al lector y ordenar la
información con el uso de comas. Este uso es totalmente opcional, pero favorece la lectura, por lo
que es muy aconsejable llevarlo a cabo. En el ejemplo anterior, podría realizarse la acotación del
siguiente modo.
En Whitechapel, cuando cae la noche, el legendario asesino comienza su cacería.

Todo lo que está entre las comas es una acotación, una oración subordinada. Un truco muy útil para
entender esto: puedes omitir lo que está entre las comas, leer la frase y aún así sigue teniendo
sentido.
Yo, sintiéndolo mucho, no puedo aceptar la invitación.

Yo no puedo aceptar la invitación.

El punto y coma
Se usa en oraciones compuestas o enumeraciones complejas. En general, para separar los
elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas.
Es tremendamente útil a la hora de hacer descripciones detalladas. Por ejemplo:
La chaqueta es azul; los pantalones, grises; la camisa, blanca; y el abrigo, negro.

Otro uso consiste en separar oraciones sintácticamente independientes entre las que existe una
estrecha relación semántica:
Era necesario que el hospital permaneciese abierto toda la noche; hubo que establecer
turnos.
Todo el mundo a casa; ya no hay nada más que hacer.

El punto
Existen tres clases de puntos: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final.
El punto y seguido separa enunciados que integran un párrafo. Después de un punto y seguido se
continúa escribiendo en la misma línea. Por ejemplo:
Diego y Clara estaban dando un paseo por el parque. El Sol brillaba con fuerza en el
cielo. El otoño cubría el paseo con sus hojas.

El punto y aparte separa dos párrafos. Es decir, separa dos ideas totalmente distintas. Dentro de la
unidad del texto, aportan contenidos diferentes. En una novela, cada párrafo describiría una acción
diferente. Por ejemplo:
Aquel día, la mañana estaba espesa. El barco, perdido en mitad del océano y rodeado
por la niebla, aguardaba por un atisbo de esperanza. Entonces llegaron los piratas.
Incluso a día de hoy, todavía tengo pesadillas sobre lo que ocurrió aquel día.

El punto final cierra el texto. Es simple, pone fin al texto.

Comillas – uso, reglas y ejemplos


Se trata de un signo ortográfico doble que sirve para destacar alguna parte del texto. Existen tres
tipos de comillas:
• Comillas angulares o comillas latinas o comillas españolas («»)
• Comillas inglesas (“”)
• Comillas simples (‘’)

La función de las comillas. Reglas de su escritura


Las comillas tienen por objeto diferenciar un texto que está inserto en otro. Ayuda a entender que
lo escrito entre ellas no pertenece al autor de la obra. Esto ocurre especialmente en las citas
textuales.
Ese era su finalidad tradicional. Sin embargo, con el tiempo ha ido adquiriendo también otros
usos, aunque siempre otorgando un carácter especial a todo lo que enmarca.
¿Cuál es la regla para su escritura? Las comillas, al igual que el paréntesis, se escriben pegadas a
la primera y última letra del enunciado al cual enmarcan, y deben estar separadas por un espacio
del elemento siguiente.<
br/>
Su uso se debe preferir en el mismo orden en que las hemos presentado: las comillas simples
aparecerán dentro de un texto entrecomillado por comillas inglesas y, a su vez, las comillas
inglesas aparecerán dentro de un texto entrecomillado por comillas angulares.
Ejemplo:
• «El titular del noticiero dijo: “El encargado de la economía nacional es un ‘genio’ no
reconocido”».
• «El gerente de recursos humanos me dijo: “Cuando le menciono la palabra ‘sueldo’ sus
ojos se iluminan”».
Las comillas se usan para:
1. Señalar citas textuales o dichos populares.
Ejemplos:
• Bien los dice el refrán: «El león no es como lo pintan».
• Maurice Maeterlinck decía: «… raras veces se equivocará el que se pone como deber
primero quitarle un sufrimiento al más débil…»
2. Para distinguir palabras extranjeras, vulgares o con sentido irónico.
Ejemplos:
• Sus familiares le ayudan a «ahorrar» el dinero.
• La paloma se fue volando por los «aigres».
• Ella perdió el único «souvenir» de su último viaje.
• La «fiesta» fue muy aburrida.
3. Para comentar una palabra.
Ejemplos:
• La interjección «ay» expresa estados de ánimo.
• La palabra «mármol» es grave.
• La voz «leitmotiv» es alemana.
4. Para citar alguna parte de una obra como son el título de un artículo, un capítulo de un libro, un
poema, etc. Es recomendable que los títulos de los libros se destaquen en cursiva y sin comillas
cuando aparecen en un texto de letra redonda y viceversa.
Ejemplos:
• Su poema favorito es «Táctica y estrategia» de Mario
• Mi novela favorita es Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
• «El tramo moderno» es el cuarto capítulo de la Historia mínima de México.
5. Para comentar los significados.
Ejemplos:
• El elemento compositivo de origen griego -logía ‘tratado’, ‘estudio’, ‘ciencia’ ha dado
lugar a un sinfín de palabras para designar disciplinas científicas: antropología,
arqueología, bacteriología, dermatología, endocrinología, geología, hidrología, etc.
• Hiper- es un elemento compositivo que significa ‘exceso’.
• El elemento compositivo hidro- significa ‘agua’.
• El sufijo -itis significa ‘inflamación’.
Si el texto entrecomillado corresponde a un enunciado interrogativo o exclamativo, entonces, los
signos de interrogación y exclamación se escriben dentro de las comillas. En este caso, debe
escribirse punto después de las comillas de cierre.
Ejemplos:
• Cuando la encontré le dije: «¡Qué gusto volver a verte!».
• Él le pregunto: «¿Cuándo regresarás de tu largo viaje?».
Se puede escribir cualquier signo de puntuación después de las comillas de cierre.
Ejemplos:
• Ella dijo: «Hasta luego»; pero nunca la volvimos a ver.
• «Me voy». Estas dos palabras bastaron para que terminara la discusión que ella había
comenzado.

Uso de comillas en la expresión de pensamientos.


Este uso tiene su principal aplicación en las obras de carácter narrativo. Se utilizan comillas
cuando se reproducen lo que piensan los personajes.
Ejemplo;
“Este chico está aprendiendo rápido”, pensó el abuelo.
Cuando el pensamiento del personaje ocupa varios párrafos, se escriben comillas de cierre (») al
comienzo de cada uno de ellos.
Ejemplo:
«—¡Oh, a él, a don Álvaro Mesía le pasaba aquello! ¿Y el ridículo? ¡Qué diría Visita, qué diría
Obdulia, qué diría Ronzal, qué diría el mundo entero! »Dirían que un cura le había derrotado.
¡Aquello pedía sangre! Sí, pero ésta era otra. «Si don Álvaro se figuraba al Magistral vestido de
levita, acudiendo a un duelo a que él le retaba... sentía escalofríos.»
La Regenta, de Leopoldo Alas “Clarín”

Uso de las comillas para resaltar el carácter especial de un texto.


A veces el redactor desea llamar la atención del lector para que este note el particular carácter del
texto que se encuentra entrecomillado.<
br/>Es como decirle que se detenga y analice con atención todo lo que está escrito en comillas.
Ejemplo:
Tú solo me mencionas “ese tema” cuando quieres empezar una discusión.
Ese “trabajo” parece muy sospechoso.

Al intercalar un comentario literal de un personaje dentro de un discurso referido o indirecto: Juan


me dijo ayer que yo era "la mujer más guapa que había visto nunca", para señalar que las
palabras que están entrecomilladas son exactamente las mismas que ha dicho la persona antes.

(El paréntesis es un signo ortográfico doble (de abertura y cierre) con la forma de una línea curva
dibujando una figura semicóncava ().
Los paréntesis actúan como un signo delimitador, pues permiten aislar y enmarcar unidades
lingüísticas, como palabras, grupos sintácticos, oraciones e, incluso, párrafos enteros.)

Para qué sirven los paréntesis


Los paréntesis son usados, por lo general, para insertar información complementaria o aclaratoria
de la oración principal.
De este modo, entre los paréntesis podemos poner lo que no es parte central del mensaje, aunque
constituya una suerte de segundo discurso complementario.
Incisos, precisiones, ampliaciones, rectificaciones, acotaciones, entre otros enunciados, pueden
encerrarse entre paréntesis.
Por ejemplo:
• La novela del colombiano (publicada en 1967) celebraba cincuenta años de su primera
edición.
• Como el dinero nunca le faltó (venía de una familia acomodada), ni siquiera en ese
momento desesperado, con el negocio en quiebra, se preocupó.
• Luis se había enterado (a mí nadie me había dicho nada) de que Mónica había abandonado
la universidad.
• Aunque le gustaba mucho la ciudad (su río, sus puentes, la luz dorada del final de la tarde),
había algo que le impedía terminar de sentirse a gusto.
• La multitud aplaudió su discurso (yo no).
• Los presidentes se reúnen en la ONU (siglas de la Organización de las Naciones Unidas)
para debatir sobre el calentamiento global.
• La película le había recordado otra que había visto hacía tiempo (sobre vampiros) donde el
protagonista desaparecía en la mitad y no se volvía a saber de él hasta el final.
Si bien la función del paréntesis para aislar estas unidades lingüísticas es compartida con otros
signos, como las comas y los guiones, el paréntesis indica un mayor grado de aislamiento de la
unidad lingüística. Sin embargo, conviene apuntar que la elección de uno u otro signo responde,
muchas veces, a la voluntad del autor.

Cómo se usan los paréntesis


Los paréntesis deben escribirse pegados al primer y último carácter de la frase que encierran.
Además, se debe dejar un espacio entre ellos y el elemento que los antecede y los sigue.
Sin embargo, si lo que sigue al signo de cierre del paréntesis es un signo de puntuación, no hay que
dejar el espacio entre este y el paréntesis.
Por otro lado, conviene apuntar que dentro del paréntesis no debe iniciarse con mayúscula,
exceptuando los casos en que este sea precedido por un punto.
Por ejemplo:
• El libro (tanto hablaba de él que era imposible no saberlo) se llamaba La broma infinita.
• La chica que nos atendió (Lucía, según creo recordar), nos dijo que esperáramos sentados.
• Los viernes cerraban más temprano. (Había que darles un poco de holgura a los chicos,
que tanto trabajan durante la semana).

Otros usos del paréntesis


Los paréntesis, además, pueden ser usados con otros tipos de funciones, sobre todo como signos
auxiliares.
• Para indicar distintas opciones de lectura en un texto: La(s) persona(s) seleccionada(s)
deberá(n) rellenar la planilla de solicitud.
• Para desarrollar abreviaturas: OEA (siglas de Organización de Estados Americanos).
• Para reconstruir palabras incompletas: tele(visión), cel(ular).
• Para indicar la omisión de un fragmento en una cita textual: “En un lugar de La Mancha
(…), no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo”.
• Para destacar algún elemento en temas lingüísticos. Por ejemplo, elementos que pueden ser
omitidos: “Mientras (yo) agonizo”; “Se viró de espalda(s)”; o para explicar determinados
procesos: am(ar) + aba > amaba.
• Para marcar letras o números en una enumeración: 1) tijeras, 2) papel...; (a) evaporación,
(b) condensación, (c) precipitación...
• Para fórmulas matemáticas: (a + b)3.
Para intercalar aclaraciones, datos, precisiones, significado de palabras extranjeras o palabras
técnicas.
Ejemplos:
• El escritor nació en Guadalajara (España).
• Atacaron a especialistas de la ONU (Organización de Naciones Unidas).

3. Para precisar acotaciones en las obras de teatro o narrativas.


Ejemplo tomado de Don Juan Tenorio de José Zorrilla:
• Don Gonzalo: Cúbrome, pues, y me siento. (Se sienta a una mesa a la derecha, y se pone el
antifaz.)
4. Para dar lugar a opciones en un texto.
Ejemplo:
• El (los) prestador(es) prestará(n) el (los) servicio(s) en el (los) domicilio(s) señalado(s) en
el Anexo I.
d) Cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones con abreviaturas, se pueden
utilizar los paréntesis para reconstruir las palabras completas o los elementos que faltan en el
original y se suplen.
Ejemplo:

Imp(eratori) Caes(ari).

e) En la trascripción de textos se utilizan tres puntos entre paréntesis para dejar constancia de que
se omite en la cita un fragmento del texto (en este uso suelen alternar con los corchetes).
Ejemplo:

Hasta aquí ( ... ) la obra visible de Menard, en su orden cronológico. Paso ahora a la
otra: la subterránea, la interminablemente heroica, la impar. También, ¡ay de las
posibilidades del hombre!, la inconclusa. Esa obra (... ) consta de los capítulos
noveno y trigésimo octavo de la primera parte del don Quijote y de un fragmento
del capítulo veintidós.
(Jorge Luis Borges: "Ficciones").

g) Combinación de los paréntesis con otros signos


Los signos de puntuación correspondientes al periodo en el que va inserto el texto entre paréntesis
se colocan siempre después del de cierre.
Ejemplos:

Tenía varios hermanos (era el primogénito de una numerosa familia), pero no los veía
desde hacía años.
¿En qué año se creó la ONU (Organización de las Naciones Unidas)?
.
.
.

Punto y coma – uso, reglas y ejemplos


El punto y coma indica una pausa más larga que la coma y más corta que el punto. Se escribe
punto y coma:
1. Para separar oraciones independientes pero que pertenecen a una unidad de pensamiento.
Ejemplo:
«De niño fue pastor, de joven soldado; después cultivó una pequeña heredad, patrimonio de sus
padres, hasta que, por último, le faltaron las fuerzas y se sentó tranquilo a esperar la muerte, que
ni temía ni deseaba». El gnomo de Gustavo Adolfo Bécquer.
2. Para separar los elementos de una enumeración cuando existen comas entre los elementos de la
misma. Ejemplo:
«Había joyas de un valor inestimable, collares y gargantillas de perlas y piedras finas; ánforas de
oro, de forma antiquísima, llenas de rubíes; copas cinceladas, armas ricas, monedas con bustos y
leyendas imposibles de conocer o descifrar; tesoros, en fin, tan fabulosos e inmensos, que la
imaginación apenas puede concebirlos». El gnomo de Gustavo Adolfo Bécquer.
3. Antes de las conjunciones adversativas pero y mas cuando la frase que sigue es larga. Ejemplo:
«-Cuando el Moncayo se cubre de nieve, los lobos, arrojados de sus guaridas, bajan en rebaños
por su falda, y más de una vez los hemos oído aullar en horroroso concierto, no sólo en los
alrededores de la fuente, sino en las mismas calles del lugar; pero no son los lobos los huéspedes
más terribles del Moncayo: en sus profundas simas, en sus cumbres solitarias y ásperas, en su
hueco seno, viven unos espíritus diabólicos que durante la noche bajan por sus vertientes como un
enjambre, y pueblan el vacío, y hormiguean en la llanura, y saltan de roca en roca, juegan entre las
aguas o se mecen en las desnudas ramas de los árboles». El gnomo de Gustavo Adolfo Bécquer.

Regla para usar el punto y coma


Este signo se escribe siempre pegado a la palabra u otro signo que lo precede, y se halla separado
por un espacio de la palabra o signo que lo sigue. Dicha palabra posterior, debe ir en minúscula.
Los únicos casos en que dichas palabras se escriben en mayúsculas se da en aquellas oraciones
c[omo por ejemplo: Un manual de gramática, al indicarnos ejemplos del sujeto en la oración,
puede realizarlo de la siguiente forma: José juega en el parque; Marcos es un buen alumno; Todos
iremos de paseo.
El punto y coma es un signo de puntuación que la ortografía de la lengua española sitúa entre los
llamados “delimitadores principales”.
¿Para qué sirve y cuándo usar el punto y coma?
El punto y coma tiene dos funciones principales
. Jerarquizador de la información. Para comprender como el punto y coma funciona como
jerarquizador, veamos el siguiente ejemplo:
• “Afuera, las murallas altas, grises, encajonan el predio de su casa como si fuera una
prisión; dentro, la sala grande, las habitaciones vacías, un silencio sepulcral...”
En este ejemplo, vemos que la primera oración describe las características exteriores que rodean a
la casa. Cuando termina esa oración, luego del punto y coma, se comienza a describir la parte
interior de dicha casa. Es decir, se comienza hablando de un nivel (afuera) y luego de otro (dentro).

2. Relación semántica entre las diversas oraciones. El punto y coma es un signo intermedio entre la
coma y el punto y seguido.
¿Por qué?
Tiene como función establecer una pausa más continua que la realizada por la coma, sin embargo,
dicha pausa no es tan larga como lo es cuando usamos el punto y seguido.
Ello es debido que se procura mantener una similitud y conexión entre las varias oraciones que
pueden encontrarse separados por el punto y coma.

Ejemplo:
• Todo me parecía hermoso; el viento acariciándome el rostro, el cielo azul...

Uso del punto y coma en las oraciones yuxtapuestas


Cuando queremos separar oraciones que tienen un sentido muy similar, pero no lo queremos hacer
mediante el punto y seguido ya que ambas, por más que sean oraciones independientes, están muy
relacionadas entre sí por el significado que expresan. En tales casos, es conveniente el uso del
punto y coma.
Ejemplos:
• Usted puede marcharse; ahora solo queda resignarse.
• Juan se ha esforzado mucho; pero tú no has hecho lo mismo.
• Su chaqueta es negra; el pantalón, azul marino.
• A altas horas de la noche aun permanecía despierta; quizás pensaba en su pasado.

Ejemplos del uso del punto y coma en la literatura


• Al sonar las campanadas en el reloj del pasillo, se despertó de repente; cerró la ventana, de
donde entraba nauseabundo olor a establo de la vaquería de la planta baja; dobló los
paños, salió con un rimero de platos y los dejó sobre la mesa del comedor; luego guardó los
cubiertos, el mantel y el pan sobrante en un armario; descolgó la candileja y entró en el
cuarto, en cuyo balcón dormía la patrona. - Pio Baroja, La lucha por la vida, Wikisource.
• Cada palabra consta de uno o más miembros, cada uno de los cuales puede proferirse por
sí solo perfectamente, y es indivisible en otros en que pueda hacerse lo mismo;
reproduciendo todos juntos la palabra entera.

Diferencia entre el punto y coma, la coma, y el punto.


Es frecuente la confusión al momento de utilizar el punto y coma debido a su analogía con otros
signos de puntuación, como la coma (,) y el punto y seguido (.).
Todos estos signos ortográficos tienen la similitud de que señalan determinadas pausas dentro de
la oración. Sin embargo, se diferencia de la coma en que esta última se utiliza para dar a entender
al lector una pausa breve en la oración, como cuando decimos “Tengo en mi casa dos perros, un
gato, un loro”.
Las palabras o frases separadas por la coma, no son, en la mayoría de los casos, oraciones
independientes entre sí.
Ejemplo:
• El ligero resplandor, parecido a un fuego de bengala, pasó sin ruido en la atmósfera
extraña de aquel tiempo; el esfuerzo heroico desalojó de la capital del virreinato a la fuerte
raza conquistadora; Montevideo recibió la recompensa de su abnegado denuedo... -
Eduardo Acevedo Díaz, Ismael, Wikisource
Como se ve en el ejemplo, las oraciones separadas por el punto y coma son independientes y hasta
incluso las mismas podrían estar separadas por un punto y seguido. Sin embargo, como se ha
indicado el uso de uno u otro signo ortográfico dependerá del contexto que exprese la oración como
se ha indicado más arriba al hablar de las funciones de este signo.

El punto es un signo ortográfico que se usa principalmente como signo de puntuación para
marcar el final de un enunciado, párrafo o texto.
Es un signo circular de pequeñas dimensiones (.). Se escribe siempre junto al elemento que lo
precede, sea este una palabra, un número o cualquier otro signo, y separado por un espacio del
elemento que lo sigue.
El punto debe usarse, por un lado, por una cuestión sintáctica: se emplea para delimitar enunciados
y párrafos en un texto.
Pero, por otra parte, el punto también se relaciona el criterio que se emplee para la organización de
la información y la agrupación y jerarquización de las ideas en el texto, para que este sea claro y
coherente.
En este sentido, el uso del punto también responde al criterio del autor y la forma en que este crea
más conveniente o más ajustado a su propósito organizar la información en un texto, según lo que
pretende que los lectores interpreten.
El punto, dependiendo del tipo de unidad discursiva que se encuentre delimitando, podrá recibir
distintos nombres: punto y seguido, punto y aparte o punto final.
Asimismo, el punto puede usarse como signo de puntuación propiamente dicho o como signo de
abreviación (sr. EE.UU., etc.), así como con expresiones numéricas (1.2, 3.).

El punto es el signo gramatical (.), que destaca la finalización de un enunciado y el eventual


comienzo del otro. Entre todos los signos de puntuación gramaticales, el punto es la pausa más
prolongada del discurso.
En cualquier caso, el punto siempre significa la finalización de una idea con más fuerza que la
coma (,) o que el punto y coma (;). A diferencia de lo que ocurre con estos dos signos de
puntuación menos potentes, luego del punto siempre se comienza escribiendo la siguiente
palabra con la primera letra en mayúsculas: esto es la evidencia máxima del comienzo de una
nueva idea.

¿Cuáles son los principales usos del punto?


• Punto seguido. Se utiliza para separar una idea de otra en el mismo párrafo. Es habitual
utilizarlo cuando se está haciendo referencia a una situación en un tiempo y espacio, y simplemente
se modificó la acción que se quiere retratar: nada ha cambiado del contexto, pero sí es otra idea la
que se explicita.
• Punto y aparte. Se utiliza para cambiar el contexto, y no tiene ninguna diferencia en la
grafía con el anterior, pero además de separar dos oraciones separa dos párrafos.
• Punto final. Se utiliza cuando el párrafo que está culminando es el último del texto.

Tipos de punto
Existen tres tipos de punto dependiendo de su posición en el texto y su función: el punto y seguido,
el punto y aparte y el punto final.

Punto y seguido
El punto y seguido es aquel que se escribe al final de un enunciado a continuación del cual, en la
misma línea o renglón, se inicia otro enunciado. Es el punto que se utiliza para separar enunciados
dentro de un mismo párrafo.
Por ejemplo:
Una historia, cualquiera, se desvanece, pero la vida que ha sido rozada por esa historia
queda por toda la eternidad. El recuerdo se borra, pero queda otra cosa en su lugar.

César Aira. Una novela china (1987).

Punto y aparte
Se llama punto y aparte aquel que se pone al final de un párrafo a continuación del cual se inicia
otro enunciado en un párrafo nuevo. Es el punto que se usa para separar dos párrafos distintos.
Por ejemplo:
—Nadie me entiende —dijo Esperanto.

Y abrió los ojos.


Y volvió a cerrarlos.

Ahora Esperanto regresaba desde el mismo sueño de siempre pero una cosa era más o
menos segura: esta vez no volvía al lugar de costumbre o, por lo menos, a alguno de los
posibles lugares de costumbre.

Rodrigo Fresán. Esperanto (1996)

Punto final
Como punto final denominamos aquel que se emplea al final de un escrito o de una división
relevante de este, como un capítulo o parte.
Por ejemplo:
No sonaron doce campanadas en las iglesias de París; pero dejó de nevar, y al día
siguiente brilló un frío sol.

Carlos Fuentes. Final de la novela Terra nostra (1975)

Punto y seguido es el que separa dos enunciados diferentes dentro de un mismo párrafo. Esto es lo
que ocurre al escribir cuando cerramos un enunciado con punto y, a continuación, en el mismo
párrafo, empezamos otro. El que cambiemos de párrafo o nos mantengamos en el mismo es una
cuestión de contenido. Los párrafos tienen que tener contenido unitario. Desarrollan una idea
completa o, por lo menos, un aspecto unitario dentro de una idea con muchas ramificaciones.
Vamos a ver cómo funciona todo esto en un par de párrafos de ejemplo:
Don Sisebuto Nonato era un gran amante de la ortografía. Todas las mañanas, antes de desayunar,
se leía dos o tres ortografías de lenguas diferentes. Eso le daba fuerzas para empezar el día.
Un buen día, nuestro amigo Sisebuto tuvo un contratiempo. Fue a buscar las ortografías que había
dejado preparadas por la noche encima de su escritorio, pero no las encontró por ningún lado. Solo
podía pensar que se las habían robado.
[…]
Cada uno de los puntos que quedan en el interior del párrafo en el ejemplo de arriba es un punto y
seguido. En cambio, el que se queda ya al borde del párrafo se denomina punto y aparte (y eso es
harina de otro costal). Como vemos, después de un punto y seguido se escribe mayúscula. Entre el
primer párrafo y el segundo hay un salto en lo que estamos contando. En el primero estamos
hablando de cosas que hace habitualmente el bueno de Sisebuto, mientras que en el segundo hemos
empezado a contar una cosa concreta que le pasa un día determinado. Por eso cambiamos de
párrafo.

Uso de los puntos suspensivos


Los puntos suspensivos son signos de puntuación formados por tres puntos escritos de manera
consecutiva (...)
Son utilizados, principalmente, para señalar en el discurso un suspenso (de ahí su nombre), pero
también pausas, dudas, o para marcar una supresión de una parte que no interese referir por
diferentes motivos.
Los puntos suspensivos se escriben pegados a la palabra o signo que los precede, y separados por un
espacio del signo que los sigue (excepto si los sigue otro signo de puntuación).
A continuación de los puntos suspensivos solamente se inicia con mayúscula si enunciado no
continúa después de ellos. En caso contrario, sí se escribe mayúsculas.

Cómo usar los puntos suspensivos


Los puntos suspensivos pueden utilizarse para marcar en el discurso distintas cosas: una pausa,
suspenso, vacilación, la supresión de parte de un texto, entre otras cosas. A continuación te
explicamos en detalle cómo usarlos y los motivos de su utilización.
Para indicar una pausa en el discurso que expresa duda, vacilación, temor o suspenso. Por
ejemplo:
• No me esperaba esto... Eh... Bueno...
• Si supieras lo que me dijo...
• Y cuando llegamos ahí no vimos a nadie. Pero oímos un ruido... detrás de los arbustos... Y
nos acercamos. Era él.
Para señalar una interrupción voluntaria en el discurso, ya que el resto se da por conocido por
el interlocutor. Por ejemplo:
• De tal palo... Así que no me vuelvas a recordar que soy hijo de mi padre.
• Buscamos el libro por todos lados. Hasta tratamos de contactar a la familia del autor... Pero
ya sabes cómo acabó todo.
Para evitar repetir títulos largos de una obra que debe volver a mencionarse a lo largo de un
texto. Por ejemplo: “El coronel no tiene quien le escriba es un relato que cuenta la historia de una
pareja anciana. La obra El coronel... es una de las narraciones más famosas de su autor”.
Para evitar palabras o expresiones vulgares o malsonantes, pero insinuándolas con los puntos
suspensivos. Por ejemplo:
• ¡Qué hijo de p...!
• Te puedes ir a la m...
Para dejar el enunciado en suspenso, independientemente del motivo. Por ejemplo: “Pasó todo
muy deprisa. La policía, los bomberos, los gritos de la gente... En fin. No quiero seguir hablando de
esto”.
Para hacer un énfasis expresivo, alargando entonativamente un texto. Por ejemplo: “Me acordé de
lo que me había dicho mi madre. 'Allá me oirás mejor. Estaré más cerca de ti. Encontrarás más
cercana la voz de mis recuerdos que la de mi muerte, si es que alguna vez la muerte ha tenido
alguna voz'. Mi madre… la viva.”
Para indicar, en enumeraciones, que la lista queda abierta o resulta incompleta (es equivalente a
la palabra etcétera). Por ejemplo: “Vamos de vacaciones. Queremos relajarnos, dar largos paseos,
dormir hasta tarde, comer hasta reventar...”
Para indicar la ausencia de una palabra o fragmento en una cita textual. Por ejemplo: “En un
lugar de la Mancha (...), no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo”.
Para señalar que el fragmento citado no corresponde al inicio del enunciado. Por ejemplo: “...
tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada”.
Para hacer notar que el fragmento citado continúa más allá de la última palabra reproducida.
Por ejemplo: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi
madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo...”

Cómo usar los puntos suspensivos


Los puntos suspensivos se componen de tres puntos juntos que van siempre pegados a la palabra
que los precede y separados por un espacio de la palabra que viene después.
Cuando los puntos suspensivos separan dos enunciados independientes, la segunda frase comienza
con mayúscula:
El caso es que si lloviese… Mejor no pensar en esa posibilidad.
Sin embargo, cuando los puntos suspensivos interrumpen el enunciado por la mitad para
continuarlo después, iría en minúsculas:
El caso es que si lloviese… tendríamos que buscar una alternativa.
Los puntos suspensivos y el punto. Los puntos suspensivos funcionan como punto final del
enunciado y nunca deben de ir seguidos de punto, excepto cuando la palabra que los precede es una
abreviatura. En este caso llevaría cuatro puntos:
Algunas abreviaturas con tilde son pág., cód., admón….
Los puntos suspensivos, la coma, los dos puntos y el punto y coma. Lo que sí puede ir después de
los puntos suspensivos son otros signos como la coma, el punto y coma o los dos puntos, sin dejar
espacio entre ellos:
Cuando quieras que avise a tus hermanos, tus primos, tus vecinos…, avísame.
Los puntos suspensivos y los signos de exclamación e interrogación. La normativa para colocar los
puntos suspensivos junto a un signo de exclamación depende del enunciado. Cuando no está
completo, los puntos van antes del signo de exclamación o interrogación:
¿No te dije que trajeses…? No sé por qué pierdo el tiempo, nunca me escuchas.
Sin embargo, cuando el enunciado está completo, los tres puntos se colocan después:
¿Habrá traído las cosas?… Seguro que sí.
¡OJO! Existe un caso muy concreto donde se puede dar un cierre de puntos suspensivos con
abreviatura (es decir, cuatro puntos) y signo de interrogación: ¿Viste al Sr….?
Hasta aquí los usos de los puntos suspensivos y su normativa. ¿Qué os parece? ¿Soléis usar mucho
este signo de puntuación?
¿Cuándo NO debo usar el signo de los puntos suspensivos?
Errores comunes del uso incorrecto de los puntos suspensivos:
▸El abuso de los puntos suspensivos:
Un exceso de puntos suspensivos ralentiza el ritmo del texto y genera falta de seriedad en el
texto. ¿Realmente es esa la impresión que quieres dar? Dosifica el uso de este signo de puntuación
tan lleno de significado.

La esperaba al final del camino… Su gesto estaba pálido… Cuando le dijo lo que
acababa de suceder, ella no daba crédito… Lloraron abrazados a la luz de la luna…

.
.
.
.

(El guion largo es un signo de puntuación diferente al guion corto (el que se usa
para separar palabras para continuarlas en la línea siguiente).
USOS DEL GUION LARGO O RAYA
• 1. Para hacer incisos que interrumpen el discurso. Se utilizan como si fueran paréntesis,
con una raya delante y otra detrás, pegadas al texto pero separadas por un espacio al
menos del resto de la frase.
Ejemplo: Para editar un libro —que es más fácil y barato de lo que piensas— puedes contactar
con info@editorialcuatrohojas.com.
• 2. Para iniciar cada una de las intervenciones de un diálogo en estilo directo, sin que sea
necesario mencionar al emisor. En este caso se escribe un guion largo delante de las
palabras que constituyen la intervención.
Ejemplo:
—¿Y es verdad que en Editorial Cuatro Hojas haceis también traducciones?
—Así, es. Nos dedicamos a todo tipo de servicios relacionados con la edición: traducción,
ilustración, maquetación, diseño gráfico, creación de contenido…
—¡Qué interesante!
• 3. Para encerrar comentarios del narrador dentro de una conversación en estilo directo
entre otros personajes. Pueden pasar dos cosas: Si detrás del comentario del narrador va
un punto (si acaba ahí la frase), se pone una sola raya al principio del comentario, detrás
de un espacio y pegado al comentario.
Ejemplo:
—Si tienes un proyecto que te interesa publicar, merece la pena consultar con nosotros —dije yo.
Si la frase continua, se colocan el comentario entre dos rayas, pegadas al comentario y con un
espacio de separación del resto de la frase, excepto para los signos de puntuación que puedan ir
detrás.
Ejemplo:
—¿Entonces? —pregunté—: ¿Te animas a publicar con nosotros?

Ahora vamos a comentar los incisos del narrador. Para hacer un buen uso de la raya, esta debe
separarse del último carácter escrito:
—Te creo —dijo Luis.
—¿Me crees? —preguntó Marisa.
—¡Es posible! —añadió Alfonso.
Está claro, ¿no? La raya pegada al principio del parlamento del personaje o pegada al inciso del
narrador. Ahora lo vamos a complicar un poquito. Imaginemos que sigue el parlamento del
personaje después del inciso. En este caso el inciso hay que cerrarlo con otra raya, también
pegada al último carácter escrito, así:
—Te creo —dijo Luis—, no hace falta que me lo demuestres.
Hay que advertir que después de la última raya del inciso puede ir cualquier signo de puntuación,
salvo otra raya, por supuesto, de este modo:
—Te creo —dijo Luis—. Mañana me ocuparé de ese asunto.
—Te creo —dijo Luis—; tu credibilidad te avala.
—Te creo —dijo Luis—: sé que no me mientes.
Para el correcto uso de la raya, vamos a introducir ahora un nuevo elemento. Cuando el inciso no
comienza por un verbo «dicendi» (responder, decir, afirmar, exclamar, concluir, gritar, etc.), la
primera letra se escribe en mayúscula. Ejemplos:
—Te creo —Se sentó en la butaca—. No sé qué haré a partir de hoy.
—Te creo —Se sentó en la butaca—. No sé que haré a partir de hoy —concluyó Luis.

Una observación pertinente, ya que se cometen muchos errores en este punto: como podemos
observar, el signo de puntuación correspondiente se coloca siempre después de la raya, nunca
antes.
MAL: —Te creo. —dijo Luis— Mañana miraré ese asunto.
BIEN: —Te creo —dijo Luis—. Mañana miraré ese asunto.
Otra observación al hilo: el cierre de un inciso, al final de la intervención de un personaje, siempre
es con un punto final. Ejemplos:
MAL: —Te creo —concluyó Luis—.
BIEN: —Te creo —concluyó Luis.
Por último, un uso de la raya que puede parecer contradictorio, pero que no lo es. Veamos un
ejemplo:
—Te creo —dijo Luis, y agregó—: No sé qué haré a partir de hoy.
Normalmente, salvo excepciones, después de los dos puntos, se inicia con minúscula. Esta es una
de las excepciones. Supongamos que el narrador, después de «Te creo», hace una pausa larga
(equivalente al punto). Entonces, al reanudar el parlamento, es normal que después de los dos
puntos se inicie con mayúscula: sería como una nueva frase.

La raya, también conocida como guion largo, es un signo de puntuación delimitador que se emplea
para enmarcar determinados incisos en un discurso.
La raya es representada gráficamente por un trazo horizontal (—) relativamente más largo que el
guion o guion corto (-).
Como tal, la raya puede usarse como signo doble (abertura y cierre) con carácter delimitador para
encerrar incisos dentro de un discurso.
También puede utilizarse la raya como signo simple para introducir los elementos de una lista o las
intervenciones de un diálogo.

Raya como signo doble


Las rayas, cuando funcionan como signo doble, se comportan igual que otros signos de este tipo
(interrogación, exclamación, paréntesis, comillas): enmarcan entre sí un periodo al que abren y
cierran.
En este sentido, las rayas son un signo delimitador que se emplea para introducir un segundo
discurso en el texto.
La función de las rayas es indicar que el discurso que delimita no forma parte central del mensaje,
sino que lo complementa.
Las rayas se escriben unidas a la primera y última letra del periodo que encierran, y van
separadas por un espacio del elemento que las precede y las sigue, salvo que se trate de otro signo
de puntuación (una coma, un punto, un punto y coma, dos puntos).
Por ejemplo:
• Los jugadores —dijo el entrenador— están animados.
• Las playas de Cancún son —¿quién lo duda?— las más hermosas de México.
• Le interesaba estudiar computación —una ciencia tan en boga—, pero solo por curiosidad;
no quería ejercer.
En su función delimitadora, las rayas tienen los usos que se señalan a continuación:

Para encerrar incisos


Son empleadas las rayas para encerrar incisos. Conviene apuntar que las rayas suponen un nivel
de aislamiento menor con respecto al texto del que implican los paréntesis, y mayor que el de los
incisos escritos entre comas.
Por ejemplo:
• La casa —grande y espaciosa como ninguna otra en la que hubiera vivido— lo hizo pensar
en el amor de su madre.
• José rio largamente del asunto, incluso cuando Patricia —que había estado presente— le
preguntó si no estaría exagerando.
• Había llegado por fin Luis —su amigo de la infancia—. Lo había esperado todo el fin de
semana, y aunque no arribó sino hasta la noche del domingo, sintió como si no hubiera
pasado el tiempo.
Se emplean rayas para insertar aclaraciones o explicaciones dentro de otro inciso ya introducido
por paréntesis. Por ejemplo: “Para solucionar otras dudas relacionadas con su computadora (de
la cual ya no hay ningún fabricante —ni siquiera en China— activo ) te aconsejo acudir con un
técnico retirado”.
Para introducir informaciones, datos o precisiones dentro de un inciso escrito ya entre rayas, en
cambio, se emplean paréntesis. Por ejemplo: “Doña Bárbara —novela de Rómulo Gallegos más
celebrada por la crítica desde su publicación ( en España en 1929)— fue llevada al cine en
México”.

Para enmarcar acotaciones


Se utilizan rayas para enmarcar los comentarios de un narrador o transcriptor en un texto que no
es suyo, sino que cita. Por ejemplo: “Es importante —afirmó el presidente— llevar el desarrollo
del país de forma pausada pero continua”.

Para introducir comentarios o intervenciones


Las rayas introducen comentarios del narrador o intervenciones de los personajes en un texto
narrativo.
Por ejemplo:
—¿Te despertó ese ruido? —dijo Aníbal en medio de la oscuridad.
—No he pegado un ojo —contestó Rita.

Raya como signo simple


Como signo simple, la raya se emplea para introducir las intervenciones de un diálogo o los
elementos de una enumeración, entre otras cosas. Su uso como signo simple implica que no haya
necesidad de usarlo con otro signo correspondiente de cierre.

En diálogos
Se usa para introducir las intervenciones en un diálogo que es reproducido por escrito. Se escribe
antes de la intervención de cada interlocutor.
Por ejemplo:
—¿Cuándo volverás?
—No tengo ni idea.
—¡No tardes mucho!
—Despreocúpate.

En obras teatrales
Se emplea la raya en obras teatrales para separar el nombre de cada personaje de su parlamento.
Por ejemplo:
MARÍA.— ¿Ya cenaste?
JUAN.— Sí. Fui con los chicos después del trabajo.
MARÍA.— Podías haberme avisado.

En enumeraciones
Se utiliza para introducir cada uno de los elementos de una enumeración cuando esta es escrita en
líneas distintas. Debe dejarse un espacio entre la raya y el texto en estos casos.
Por ejemplo:
Las figuras retóricas más empleadas son:
— la metáfora,
— el símil,
— la metonimia,
— la hipérbole,
— la alegoría.

En índices
La raya se usa en listas alfabéticas o índices para indicar que se omite un elemento común,
expresado en la primera de sus menciones.
Por ejemplo:
Alejo Carpentier, El reino de este mundo (1949).
— Los pasos perdidos (1953).
— El siglo de las luces (1962).
— Concierto barroco (1974).

· Para hacer incisos que interrumpen el discurso. Se utilizan como si fueran paréntesis, con
una raya delante y otra detrás, pegadas al texto pero separadas por un espacio al menos del
resto de la frase.
Ejemplo: Para editar un libro —que es más fácil y barato de lo que piensas— puedes contactar
con info@editorialcuatrohojas.com.
· . Para iniciar cada una de las intervenciones de un diálogo en estilo directo, sin que sea
necesario mencionar al emisor. En este caso se escribe un guion largo delante de las
palabras que constituyen la intervención.
Ejemplo:
—¿Y es verdad que en Editorial Cuatro Hojas haceis también traducciones?
—Así, es. Nos dedicamos a todo tipo de servicios relacionados con la edición: traducción,
ilustración, maquetación, diseño gráfico, creación de contenido…
—¡Qué interesante!
· . Para encerrar comentarios del narrador dentro de una conversación en estilo directo entre
otros personajes. Pueden pasar dos cosas: Si detrás del comentario del narrador va un
punto (si acaba ahí la frase), se pone una sola raya al principio del comentario, detrás de
un espacio y pegado al comentario.
Ejemplo:
—Si tienes un proyecto que te interesa publicar, merece la pena consultar con nosotros —dije yo.
Si la frase continua, se colocan el comentario entre dos rayas, pegadas al comentario y con un
espacio de separación del resto de la frase, excepto para los signos de puntuación que puedan ir
detrás.
Ejemplo:
—¿Entonces? —pregunté—: ¿Te animas a publicar con nosotros?

Ahora vamos a comentar los incisos del narrador. Para hacer un buen uso de la raya, esta debe
separarse del último carácter escrito:
—Te creo —dijo Luis.
—¿Me crees? —preguntó Marisa.
—¡Es posible! —añadió Alfonso.

Está claro, ¿no? La raya pegada al principio del parlamento del personaje o pegada al inciso del
narrador. Ahora lo vamos a complicar un poquito. Imaginemos que sigue el parlamento del
personaje después del inciso. En este caso el inciso hay que cerrarlo con otra raya, también
pegada al último carácter escrito, así:
—Te creo —dijo Luis—, no hace falta que me lo demuestres.
Hay que advertir que después de la última raya del inciso puede ir cualquier signo de puntuación,
salvo otra raya, por supuesto, de este modo:
—Te creo —dijo Luis—. Mañana me ocuparé de ese asunto.
—Te creo —dijo Luis—; tu credibilidad te avala.
—Te creo —dijo Luis—: sé que no me mientes.
Para el correcto uso de la raya, vamos a introducir ahora un nuevo elemento. Cuando el inciso no
comienza por un verbo «dicendi» (responder, decir, afirmar, exclamar, concluir, gritar, etc.), la
primera letra se escribe en mayúscula. Ejemplos:
—Te creo —Se sentó en la butaca—. No sé qué haré a partir de hoy.
—Te creo —Se sentó en la butaca—. No sé que haré a partir de hoy —concluyó Luis.
Una observación pertinente, ya que se cometen muchos errores en este punto: como podemos
observar, el signo de puntuación correspondiente se coloca siempre después de la raya, nunca
antes.
MAL: —Te creo. —dijo Luis— Mañana miraré ese asunto.
BIEN: —Te creo —dijo Luis—. Mañana miraré ese asunto.
Otra observación al hilo: el cierre de un inciso, al final de la intervención de un personaje, siempre
es con un punto final. Ejemplos:
MAL: —Te creo —concluyó Luis—.
BIEN: —Te creo —concluyó Luis.
Por último, un uso de la raya que puede parecer contradictorio, pero que no lo es. Veamos un
ejemplo:
—Te creo —dijo Luis, y agregó—: No sé qué haré a partir de hoy.
Normalmente, salvo excepciones, después de los dos puntos, se inicia con minúscula. Esta es una
de las excepciones. Supongamos que el narrador, después de «Te creo», hace una pausa larga
(equivalente al punto). Entonces, al reanudar el parlamento, es normal que después de los dos
puntos se inicie con mayúscula: sería como una nueva frase.

Los dos puntos


Reglas para el uso de los dos puntos
Los dos puntos son un signo de puntuación que se usa para llamar la atención o hacer una
pausa enfática sobre lo que sigue. Es representado con dos puntos, uno suspendido sobre el otro
(:).
Al igual que la coma, el punto y el punto y coma, los dos puntos son un signo delimitador, es decir,
que es utilizado para delimitar unidades sintácticas inferiores al enunciado.
Los dos puntos se escriben pegados a la palabra o signo que los precede y separados por un
espacio de la palabra o signo que los sigue.
A continuación de los dos puntos, puede escribirse con minúsculas si el enunciado que sigue es una
enumeración o tiene relaciones semánticas con la oración que lo precede; o con mayúsculas, si se
está introduciendo una cita o se encaja dentro de usos epistolares o jurídicos específicos.

Cómo usar los dos puntos


Los dos puntos aparecen en contextos muy específicos: en enumeraciones, estructuras sintácticas
con un elemento anunciativo, en discurso directo, oraciones yuxtapuestas, conectores, así como en
títulos, cartas y documentos.

En enumeraciones
Se usan dos puntos en enumeraciones que tienen un carácter explicativo. Este tipo de
enumeraciones se caracteriza por contener siempre un elemento anunciativo, que bien puede ser
una palabra o un grupo sintáctico que comprende el contenido de los miembros de la enumeración.
Por ejemplo:
• Te hice la cena: sopa y tortilla.
• El presidente hablará de cosas muy importantes para el país: el aumento del salario
mínimo y la seguridad nacional.
• Fresca, limpia y pura: así es el agua de manantial.

Con elemento anticipador


Los dos puntos pueden ser utilizados en ciertas estructuras no enumerativas, siempre y cuando
estén precedidos de un elemento anticipador, es decir, una palabra o un grupo de palabras que
anuncian lo que vendrá a continuación.
Por ejemplo:
• Solo falta saber una cosa: quién irá a hablar con el director.
• Se ha tomado la siguiente medida: la hora de cierre será a las 10:00 pm.
• Lo único que me interesó siempre fue eso: la literatura.
• Te lo aconsejo: para ya con esa actitud.
• Hay cosas que no te puedes permitir cuando estudias: reprobar un examen, por ejemplo.
• Que nos dividamos: eso es lo que quieren lograr.

En el discurso directo
Los dos puntos pueden emplearse para introducir discurso directo, lo cual supone la reproducción
de las palabras dichas por otra persona o de sus pensamientos. Es típico en diálogos o citas
textuales.
Por ejemplo:
• Me miró a los ojos y dijo: Está bien, lo acepto.
• Alicia me preguntó: ¿Qué quieres comer?
• Como dijo Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.

En oraciones yuxtapuestas
Los dos puntos también son utilizados para conectar, sin necesidad de usar otro nexo, oraciones
que tienen entre sí relaciones de causa y efecto, de conclusión o consecuencia, de verificación o
explicación, así como de oposición.
Por ejemplo:
• Causa y efecto: “Hay alerta de huracán: se han suspendido todos los vuelos”.
• Conclusión o consecuencia: “Hubo muchos errores en la ejecución del proyecto: al final lo
han cancelado”.
• Verificación o explicación: “Es una suite muy buena: sala, comedor, oficina, un baño
amplio y un jacuzzi”.
• Oposición: “Este empleo no es mi sueño: es un trabajo apenas”.

Con conectores
Los dos puntos también se utilizan a continuación de determinados conectores discursivos, que
pueden ser de distintos tipos:
• De explicación (a saber, es decir, esto es, o sea): “La oposición solo cuenta con dos
instrumentos, a saber: la constitución y las leyes”.
• De resumen o reelaboración (en conclusión, pues bien, en otras palabras, dicho de otro
modo): “¿Recuerdas lo que hablamos del proyecto? Pues bien: cancela”.
• De ampliación (más aún): “Luisa no responde mis mensajes. Más aún: no atiende ni mis
llamadas”.
• De contrargumentación (ahora bien): “Concuerdo con sus observaciones. Ahora bien: nada
de esto se ha aclarado”.

En títulos
Se usan los dos puntos para separar un aspecto general de otro parcial en un título.
Por ejemplo:
• Fernando Pessoa: estudio comparativo de los motivos recurrentes en sus heterónimos.
• Sociedad mexicana: un estudio desde la colonia hasta el presente.

En cartas y documentos
En las cartas, los dos puntos se emplean después de fórmulas de saludo. En este caso, la palabra
que sigue a los dos puntos se escribe con inicial mayúscula.
Por ejemplo:
Querido compadre:

¿Cómo vas sus cosas?

Estimado Dr. Pérez:

Reciba ante todo un cordial saludo.


En escritos jurídicos, como decretos, sentencias, certificados, instancias, se colocan dos puntos
después del verbo que presenta el objetivo fundamental del documento. Esta palabra va escrita
enteramente en mayúsculas. La palabra que lo sigue, va con mayúscula inicial.
Por ejemplo:
CERTIFICA:

Que el alumno Antonio Valera asistió a todas las clases del curso…

CONSIDERANDO:

Que el artículo 155 de la constitución española…

Se utilizan para pausar momentáneamente el discurso y dirigir la atención hacia la información


inmediatamente posterior, que, en la mayoría de las situaciones comunicativas, supone una
aclaración o clarificación de lo que se ha dicho anteriormente.
También se utilizan los dos puntos (:) cuando queremos establecer una separación entre una
ejemplificación y el resto de la oración anterior: Hemos discutido otra vez: me ha dicho que no
sabía cómo podía seguir siendo mi amiga.
• Con el mismo valor especificativo y ejemplificación, en ciertas ocasiones recurrimos al
empleo de los dos puntos (:) para establecer una pausa con mayor énfasis después de
locuciones o conectores del discurso como "dicho de otro modo", "en otras palabras",
"pues bien", "esto es", "ahora bien", "más aún", etc. En este caso, la oración siguiente no
debe comenzar con mayúsculas puesto que, en la gran mayoría de estos casos, los dos
puntos podrían ser sustituidos por una coma (,) sin causar ningún tipo de problema, con lo
cual no es correcto comenzar la siguiente frase con letra mayúscula. La principal diferencia
entre elegir el uso de la coma (,) y el uso de los dos puntos (:) es la pausa enfática que se
prefiera hacer en un caso o en otro.
• Por último, los dos puntos (:) se pueden utilizar con una función de nexo; es decir, para
unir oraciones entre sí: Tengo que darte una mala noticia: he perdido las llaves de casa.

Ejemplos del uso de los dos puntos:

Estas crisis del ánimo solían provocar las noticias del personal: el nombramiento de un Obispo
joven, por ejemplo...
(Leopoldo Alas “Clarín”, La Regenta)

... también una palabra sola puede denotar por entero un suceso o una acción: chitón, alborea,
obscurece, truena, etc.
(Ramón Campos, el Don de la palabra).

Reglas para el correcto uso de los dos puntos.


Las siguientes reglas deben tener en cuenta el momento de utilizar este signo de puntuación:

Oraciones que anuncian una enumeración: Cuando una oración da a entender que va a explicar
algo en forma enumerativa, es necesario el uso de los dos puntos:

Ejemplos: Irán de excursión dos personas: Iván y su hermana Andrea.


Correcto

Irán de excursión: Iván y su hermana Andrea. Incorrecto

La parte subrayada del primer enunciado constituye el elemento anunciador.


Los dos puntos preparan para que el lector comprenda fácilmente de que se habla de dos personas
determinadas.
En el segundo ejemplo, solamente se habla de que irán de excursión.
Se ha omitido la característica de anunciar “cuantos” irían a dicho paseo.

Oraciones que anuncian pero que no enumeran: Pueden también existir oraciones que, aunque no
poseen una característica como la anterior, conserven al aspecto de anunciar o anticipar una
explicación o discurso.
Ejemplo:
Hemos llegado a la conclusión de que se tomará la siguiente decisión: el viaje quedará suspendido.
La frase "la siguiente decisión" es un claro elemento anunciador, aunque seguidamente la oración
no hable de una cierta cantidad de cosas o personas. Es decir, en estos casos igualmente debe
utilizarse los dos puntos.

La coma
La coma es un signo de puntuación utilizado para señalar una breve pausa dentro de la oración.
Tiene la forma de un pequeño gancho (,) y se escribe pegada a la palabra o signo que le precede y
debe estar separada por un espacio de la palabra o signo que le sigue.

La coma es uno de los signos ortográficos más utilizados.


Ejemplos:
Al aparecer Augusto a la puerta de su casa extendió el brazo derecho, con la mano
palma abajo y abierta, y dirigiendo los ojos al cielo quedose un momento parado en
esta actitud estatuaria y augusta.
Extraído de "Niebla", de Miguel de Unamuno. Wikisource

Aquí no había bóveda gótica, ni ventana con primorosas labores, ni el fondo obscuro,
los misteriosos efectos de luz con que el artificio de la pintura nos presenta los
escondrijos de esos químicos aburridos, que, envueltos en ilustres telarañas, se inclinan
perpetuamente sobre un mamotreto lleno de garabatos.
Extraído de "La sombra", de Benito Pérez Galdós, Wikisource
La función de la coma
Si bien la función principal de la coma se ha definido siempre como una débil pausa en una
secuencia de palabras existirán algunos casos en que no será necesario indicar con la coma
determinadas pausas breves en la lectura.
Al respecto, la ortografía de la lengua española señala como ejemplo las comas que se utilizan
entre sujeto y predicado.
Por ejemplo, en el enunciado: Cuando Marcelo llegó, estaba tan cambiado que todos quedaron
sorprendidos.
En esta oración no existe la necesidad de una coma, por más que al pronunciarse se produce una
pausa y una inflexión tonal.

Uso obligatorio y opcional de la coma


Uso opcional
Existen casos en que el uso de la coma depende de quien escribe, del tono y el estilo que quiere dar
a lo redactado por él. La pausa que la coma puede proporcionar en estos casos no altera el
significado y el mensaje que la oración quiere dar a entender.
Ejemplos:
Roberto y yo íbamos a ir al partido(,) pero(,) al final(,) cambiamos de opinión.
Cuando mi tía llega a mi casa(,) a veces(,) salimos de compras.
A las diez de la mañana(,) tengo clases.
Desde temprana edad(,) Adolfo demostró interés por la música.

En los ejemplos citados, el uso de la coma es opcional porque su ausencia no afectará al sentido
del enunciado.

Uso obligatorio
En los usos obligatorios, sucede lo contrario. El uso de la coma en estos casos sirve para que se
pueda distinguir los diferentes significados que una oración puede tener.
Ejemplos:
Así debes arreglarte para la ceremonia (indica la idea que “de esa manera hay que arreglarse
para la ceremonia")
Hoy se casa Juan y Andrea. Así, debes arreglarte para la ceremonia. (en cambio en este caso, el
uso de la coma produce una consecuencia en particular. Es decir, la coma permite interpretar que,
debido a que “Juan y Andrea se casan, por consiguiente, debes arreglarte para la ceremonia")
Proferí el discurso, como me dijeron ( me han dicho que profiriera un discurso)
Proferí el discurso como me dijeron (me han dicho que cómo debía proferir el discurso)
En los anteriores ejemplos, el uso o la ausencia de la coma puede alterar completamente el
significado de la oración. Es decir, la coma tiene una función distintiva porque permite diferenciar
los diversos sentidos que una oración puede tener.

Uso de la coma y otros signos de puntuación


Habíamos dicho que la coma es utilizada para señalar la producción de una breve pausa en el
enunciado y otras veces su uso tiene un matiz expresivo, dependiendo de lo que se desee expresar
en la oración.
Existirán casos en que la coma, así como otros signos de puntuación como el punto y coma. puedan
ser utilizados en el mismo lugar en la oración y la elección de uno de ellos dependerá de la
voluntad de quien redacte.
Tomemos como ejemplo la oración:
Arnaldo tuvo éxito; ahora él tiene un nuevo futuro.
Arnaldo tuvo éxito, ahora él tiene un nuevo futuro.
En este enunciado el uso de la coma o del signo de puntuación dependerá de qué tipo de pausa
prefiere otorgarle quien escriba dicha oración.
Tampoco es recomendable abusar de la coma en detrimento de otros signos de puntuación. En
algunos enunciados es preferible utilizar el punto y coma para introducir una pausa y bien los dos
puntos.
Veamos un ejemplo:
Antonio sabia tocar la guitarra, se tomaba su tiempo en afinar aquel instrumento, grande,
hermoso, delicado.
La misma oración queda mejor redactada utilizando un punto y coma y los dos puntos:
Antonio sabia tocar la guitarra; se tomaba su tiempo en afinar aquel instrumento: grande,
hermoso, delicado.

No es lo mismo el lenguaje oral que el lenguaje escrito. Veamos-lo:


En el uso que le demos a la coma nos jugamos gran parte de nuestro prestigio como escritores (o al
menos como redactores): si la colocamos bien, tendremos ganado mucho en la redacción de un
texto; en caso contrario, el caos está garantizado. El asunto está en saber cuándo debemos escribir
la coma y cuándo hay que omitirla. Sencillo, ¿verdad?
Pues no tanto, porque –entre otras chinas en el zapato– saber que la coma sirve para indicar una
pausa breve es una buena pista pero no una solución definitiva: en la lengua oral no respetamos
ciertas pausas que en la lengua escrita han de estar forzosamente señaladas con la coma.
¿Os acordáis de esas películas americanas en las que el sargento instructor de turno obliga a los
sufridos soldados a cuadrarse ante él y espetar con mayúscula sumisión: “¡Señor, sí, señor!”?
Pues esos pobres soldados no pierden el tiempo haciendo una pausa (ellos dicen, o más bien,
gritan: ¡Señor sí señor!); y, sin embargo, al reproducir sus palabras en el lenguaje escrito hemos
de echar mano de la coma (dos, en este caso).

“Escribo demasiadas comas”


Algunas personas creen que escriben demasiadas comas y otras, todo lo contrario. Pero no se trata
de puntuar mucho o poco, sino de hacerlo correctamente. Vaya por delante que el castellano es una
lengua que se presta a la escritura al por mayor de la coma: la mayoría de las frases, exceptuando
quizá las de estructura simple, llevan alguna coma. En nuestro idioma la coma es como la sal en la
comida: casi imprescindible.
En esta lección vamos a ver algunos modelos de oraciones en los que la coma es necesaria (en un
post futuro veremos algunos ejemplos de cuándo no conviene escribirla).
Empecemos con una frase sencilla:
Juan peló una manzana.

Esta frase está articulada en una única unidad sintáctica. Tenemos un sujeto (Juan) y un predicado,
compuesto por un verbo con función de núcleo (peló) y un complemento directo (una manzana).
Nos ahorramos, pues, la coma. Pero habrá que complicarse un poco más la vida, ¿no? (Antes
muertos que sencillos):
Juan peló una manzana madura.
Juan peló una manzana porque empezaba a tener hambre.
Juan peló una manzana que había robado en el huerto de su tío.

En estos tres casos seguimos leyendo una única unidad sintáctica. Pronunciamos estas frases sin
tomar aire, sin hacer esa pausa breve de la que hablábamos antes. Las pronunciamos como esos
timoratos soldados americanos ante el sargento cafre de turno: ¡Señor sí señor!
Pero cuando empezamos a introducir otros elementos en el enunciado, claramente diferenciables,
la coma hace acto de presencia.
He aquí algunas funciones de la coma. Podréis notar que la pausa marcada por ella es (más o
menos) evidente.

La coma sirve:
1 Para separar los vocativos del resto de los elementos de la oración
Un vocativo (del verbo latino vocare: llamar) es la palabra que usamos para interpelar a alguien.
Esa persona a la que nos dirigimos es nuestro interlocutor: lo llamamos, nos dirigimos a él. Si el
vocativo va al comienzo de la frase, lleva la coma a continuación; y si también le precede texto,
lleva otra coma delante.
Rosa, abre el frigorífico.
¿Sabes, Mario, que Juan peló una manzana?
Le prometo, profesor, que voy a estudiar mucho a partir de ahora.
En el primer ejemplo, Rosa es el vocativo (a quien interpelamos), no el sujeto. Por tanto, no es que
Rosa esté abriendo el frigorífico: le estamos pidiendo que lo haga.

2 Para separar los elementos de un listado con palabras similares


Juan peló una manzana, un melocotón, un albaricoque, una pera…

En el colegio aprendimos el listado de los reyes godos: Ataúlfo, Sigerico, Walia,


Teodorico, Turismundo, Alarico II…

3 Para indicar la ausencia de un verbo que está implícito en la oración, unas veces
porque ha sido citado previamente y otras, porque el verbo elidido es obvio
Juan peló una manzana; yo, una pera. [Juan peló una manzana, yo pelé una pera].
Extremadura, tierra de conquistadores. [Extremadura es tierra de conquistadores].

4 Para separar adverbios o locuciones adverbiales (secuencia de dos o más


palabras que funcionan como un adverbio) del resto de la oración, si comienzan la
frase
De vez en cuando, Juan pela una manzana.
Probablemente, mi padre viajará a Moscú.

5 Para indicarnos en las oraciones condicionales que hay una anteposición, esto
es, la oración subordinada rompe el orden natural de la frase y se antepone a la
principal
Si Juan pela una manzana, yo perderé la apuesta.

Si la oración se articula mediante el orden natural (primero la oración principal y después la


subordinada), no se escribe la coma:
Yo perderé la apuesta si Juan Pela una manzana.

6 Para insertar incisos en la oración que suspenden temporalmente el discurso y


nos aportan una información extra. Son relativamente fáciles de identificar: si los
elimináramos (y con ellos las dos comas que los delimitan), la oración seguiría
teniendo sentido
Juan, de puro aburrimiento, pela una manzana. [Juan pela una manzana].
Andrés, el primo de Marta, es abogado. [Andrés es abogado].

7 Para separar conectores (esto es, a saber, en primer lugar, por último, por el contrario, no
obstante…). Si estos conectores van al principio de la oración, llevan una coma después. Si van en
medio, llevan coma antes y después (como ocurría con los vocativos)
Por último, Juan pela una manzana.
Mario hizo lo peor que cabría imaginar, esto es, cortar su relación con Silvia.

8 Para aislar expresiones u oraciones sintácticamente independientes del discurso


principal del enunciado
De repente, ¡hay que ser caradura!, se fue al baño para evitar pagar la cuenta.

Estas expresiones podrían ir también entre paréntesis o rayas (guiones largos) con función de
paréntesis.
De repente (¡hay que ser caradura!), se fue al baño para no pagar la cuenta.
De repente –¡hay que ser caradura!–, se fue al baño para no pagar la cuenta.

Si optas por los paréntesis o por las rayas, recuerda dos cosas: 1) Los signos de puntuación (punto,
punto y coma o dos puntos) se escriben después del paréntesis de cierre, no antes del de apertura.
En caso de usar rayas, debes escribir la coma después de la segunda raya. 2) El contenido
enmarcado por los paréntesis tiene su propia puntuación.

9 Para señalar las interjecciones o locuciones interjectivas


¡Bah, eso no hay quien se lo crea!

10 Para articular oraciones coordinadas adversativas introducidas por pero, mas,


aunque, sino (que)
Juan peló una manzana, pero no recuerdo si me ofreció compartirla.
Aunque estaba cansado, decidió tomarse otra copa con los amigos.

11 Para enfatizar complementos circunstanciales de cierta extensión al comienzo


de la frase. Cuanto más largo es el complemento, más justificado se hace el uso de
la coma
En el instante en que Mario salía de casa, Juan estaba pelando una manzana.
Ayer Juan peló una manzana.

En esta última frase es preferible no poner la coma porque el complemento circunstancial está
compuesto por pocas palabras, una en concreto: ayer. Pero en un complemento circunstancial más
largo, sobre todo a principio de frase, como decía, habría que poner la coma:
El día en que mataron a John Kennedy en Dallas, mi prima Ana estaba de vacaciones
en París.

[Mi prima estaba de vacaciones en París el día en que mataron a John Kennedy en
Dallas].
¡Y eso es todo, amigos! (“Amigos”, recordad, es el vocativo)
El uso de la coma está prescrito en muchas otras ocasiones, pero me parece que once recetas son
un buen punto de partida para comenzar a despejar ciertas brumas en la selva de la puntuación.
Os aconsejo familiarizaros con las partes sintácticas de la oración. Cuando la frase no es
estructuralmente muy básica, cabe suponer que la coma aparecerá antes o después.

Separa construcciones paralelas: Ella se peinaba, yo la admiraba. Los estudiantes resolvían el


examen, el profesor los observaba. Nos besábamos, el tenue fulgor de la Luna iluminaba nuestros
labios.
• También separa sintagmas coordinados, pero no paralelos (a diferencia del inciso
anterior): El crecimiento de la población mundial es exponencial y preocupante, y lo peor
es que los recursos del planeta son limitados.
• Separa el vocativo del resto de la oración: Hijo, termina la tarea para irnos al cine. Doctor,
en cuánto tiempo me recuperaré. Se nos hace tarde, Mario. Adolfo, termina de comer.
Hermana, salgamos ya. Señores, les doy la bienvenida. No dejes de venir, tío. Oye,
hermano, deja de molestar. Deseo que lo logres, cariño, lo más pronto posible.
• Se usa en las oraciones condicionales introducidas por si, en caso de que: Podrás hacerlo,
si te esfuerzas. Saldremos al parque, si no llueve. Viajaré, en caso de que me den unos días
libres en mi trabajo.
• Se usa en las oraciones concesivas introducidas por aunque, por más que: Debemos
hacerlo, por más que no nos guste. Lo haré, aunque no estoy de acuerdo.
• Se usa en las oraciones consecutivas introducidas por que: Ha dicha tantas mentiras, que
ya nadie le cree. Ha comido tanto, que se siente enfermo. La quería tanto, que perdí la
cabeza
• La conjunción pues va precedida de coma si aparece al final de la frase con sentido
consecutivo: Esto no funcionará; dejémoslo, pues., No hay una sola cafetería abierta; no
tomaremos café hoy, pues.
• Se usa en las oraciones causales introducidas por porque: Ganamos el torneo, porque
entrenamos todos los días. Tengo éxito, porque me concentro en mis objetivos.
• Separa las oraciones subordinadas que se anteponen a la principal: Cuando salga de
trabajar, pasaré a saludarte. Le gustaba bailar, lo practicaba frecuentemente. No lo pensó
mucho, lo hizo y ya. Salieron a jugar, el calor casi los sofoca.
• Elementos que se han desplazado de su lugar normal en la oración: El chocolate, eso es lo
que más me gusta. A vicepresidente, le gustaría llegar. Menos trabajar, todo lo hago.
• Se usa señalar que se ha omitido un verbo: Tú naciste para ser bella; yo, para admirarte.
Pasé la noche trabajando; tú, durmiendo. Ana come un pastel; Carlos, una gelatina. Ella
está trabajando; yo, en casa. Ellos llegaron temprano; tú, tarde. La escuela está a la
derecha; la iglesia, a la izquierda.
• Se usa en las expresiones adverbiales finalmente, o sea, efectivamente, por tanto, pues, por
consiguiente, en segundo lugar, sin embargo, en fin, en efecto, por último, en general, es
decir, esto es, sobre todo, naturalmente: Finalmente, obtuvimos un buen resultado, Me gustó
su trabajo, por tanto, lo contrataré, Tengo razón, naturalmente. Sin embargo, lo
intentaremos. En general, podemos decir que el equipo se desempeño adecuadamente.
Efectivamente, la acusación es grave. Son carnívoros, es decir, se alimentan de carne. Por
último, quiero subrayar los puntos relevantes que tratamos en esta reunión.
• Se emplea en las construcciones explicativas que interrumpen el sentido de la oración
principal como es el caso de la aposición: Cervantes, el célebre escritor español, nació en
1547. Frida, la chica bonita y simpática, me dio un beso cuando la encontré tomando café.
Mi hijo, que estudia en Alemania, me ha enviado hermosas postales. La ocasión, según
dicen, hace al ladrón. Fernando, el hijo de mi vecino, es un gran deportista. Quien quiera
asesoría hoy, o pasado mañana, debe presentarse antes de las cuatro.
• Se utiliza en las oraciones subordinadas adverbiales cuando preceden al principal: Si no lo
haces, puedes arrepentirte toda la vida. Cuando terminamos la tarea, fuimos al cine. Como
tú dijiste, el pasado no regresa.
• Se usa para separar modos oracionales en un mismo enunciado: Tómalo con calma,
pareces muy alterado. Espera, necesito hablar contigo. ¿Estás bien?, pareces enferma. ¡No
te preocupes!, lo resolveremos.
• Las conjunciones adversativas pero y mas si la frase que introducen es corta: Ella quería ir,
pero él no. Él creyó todo, pero su amigo lo engaño.
• También se usa para evitar confusiones: Insistir, poco sirvió. Insistir poco, sirvió.

Cómo usar la coma correctamente en un texto


literario
¡La coma! ¡Oh, la coma! Esa gran aliada que, puesta en el sitio correcto —o equivocado—, puede
cambiar el significado de una frase. Y si no acabáis de creéroslo, echadle un vistazo a este
divertido artículo: Comas que lo cambian todo.
Dicho esto, supongo que estaréis todos de acuerdo en la importancia de manejar bien este signo
ortográfico, ya que no siempre es fácil. Su uso, en muchos casos, depende de la apreciación
personal y del estilo de quien escribe, pero sí existen ciertos casos en los que es imperativo usarla,
y de ellos vamos a hablar a continuación.
Pero antes de comentar los puntos en los que la coma es obligatoria, quiero hacer mención a
cuándo NO debe colocarse en ningún caso, que es para separar un sujeto del predicado de la
oración. Por ejemplo:
Incorrecto: Los niños, fueron a la fiesta.
Correcto: Los niños fueron a la fiesta.

El vocativo
Cuando en un diálogo o en una narración en segunda persona, el personaje o narrador apela a
otra persona, el nombre ha de ir seguido —o precedido— de comas. Por ejemplo:
Pedro, acércame el maletín.
Escúchame, Pedro. Hace días que no la llamas.
Escúchame, Pedro, tengo que decirte algo importante.

Las enumeraciones
Siempre que en un texto se enumeren varios elementos, estos han de ir separados por comas —o
por punto y coma en algunos casos—, tal y como os mostramos en el siguiente ejemplo:
Pedro nos trajo dulces, globos, juguetes y muchos otros regalos.
Lo mismo ocurre aunque los elementos a separar consistan en frases independientes:
La fiesta estaba muy animada. Los niños jugaban, los padres reían, los maestros cantaban…

Incisos
Al introducir una aclaración o comentario en medio de una frase, este va colocado entre comas, al
igual que en los siguientes ejemplos:
La fiesta, que no estuvo demasiado animada, se acabó temprano.
Todos los invitados, incluido Pedro, estuvieron de acuerdo en empezar a bailar.
Este tipo de incisos entre comas tienen la particularidad de que, al leerlos en voz alta, se
pronuncian en un tono más grave que el del resto del enunciado.

Elipsis verbal
Cuando el mismo verbo va en dos oraciones seguidas, pero en la segunda se omite, en su lugar se
colocará una coma:
Pedro fue a la fiesta; Adrián, al cine.

Adverbios, conjunciones y locuciones


Siempre que en una oración empleemos conjunciones distributivas o disyuntivas —como bien…,
bien…; ora…, ora…; ya…, ya…—, las colocaremos precedidas de coma:
Organizaremos la fiesta, bien en casa de Pedro, bien en la de Adrián.
También van precedidas de comas las conjunciones pero, mas, aunque, sino (que), conque, así que,
de manera que, etc.:
Organizaremos la fiesta, aunque la tendrás que pagar tú.
Pedro va a venir, pero llegará tarde.
Los adverbios o locuciones como esto es, es decir, por último, además, sin embargo,por el
contrario, efectivamente, naturalmente, por regla general, en ese caso, a pesar de todo, y otras
similares, van siempre seguidos de coma:
Naturalmente, Pedro vendrá.
Pedro vendrá. Sin embargo, llegará tarde.
NOTA: a veces estas locuciones, si son de carácter anunciativo, pueden ir seguidas de dos puntos a
modo de énfasis: Pedro no va a venir. Es más: ha dicho que no piensa volver nunca.
También es importante tener en cuenta que, cuando la primera parte de las frases es más extensa,
estas conjunciones adversativas pueden ir precedidas de un punto y coma o de un punto y seguido.
Si quieres más información al respecto, puedes leer la entrada Cómo usar el punto y coma en un
texto literario.

Inversión
Al invertir el orden de una frase, la coma se ha de colocar separando la parte anticipada de la
oración. Pero como esto suena un poco complejo, mejor lo explicamos con un ejemplo:
Aunque él te lo haya pedido, no vayas a la fiesta.
Porque hacía demasiado frío, no me atreví a salir.

Bueno, estos son algunos de los casos más habituales para el uso de la coma. ¿Qué os parecen?
¿Los conocíais todos? ¿Alguna duda que no aparezca aquí resuelta?
¡Feliz escritura!

Lo cierto es que según donde coloquemos o dejemos de colocar las comas, el significado de la
frase puede resultar ambiguo. Esto es muy útil si trabajas como pitonisa en el oráculo de Delfos.
Tal vez conscientes de la imposibilidad de adivinar el futuro, estas adivinas ofrecían augurios que
el interesado podía interpretar a su gusto.
En un famoso ejemplo, un guerrero preguntó si debía combatir, a lo que se le respondió con el
texto: “Irás regresarás nunca perecerás”. El tipo, confiado, acudió a la lucha. Y murió. Porque la
frase se debería haber puntuado así: “Irás, regresarás nunca, perecerás”.
Dos incisos: primero, la frase podría ser latina en su origen. Y segundo, en favor de la pitonisa,
hay que tener en cuenta que los signos de puntuación comienzan a usarse a partir de la Edad
Media y no se extienden hasta la invención de la imprenta, si bien es cierto que los latinos usaban
signos para indicar la entonación de un texto.
Además de a las adivinas, el baile de comas también puede resultar útil a los abogados, como
vemos en este fragmento de Los intereses creados, de Jacinto Benavente.
DOCTOR: Mi previsión se anticipa a todo. Bastará con puntuar debidamente algún
concepto... Ved aquí: donde dice... “Y resultando que si no declaró...", basta una coma,
y dice: “Y resultando que si, no declaró. . . ” Y aquí: “Y resultando que no debe
condenársele”, fuera la coma, y dice: "Y resultando que no debe condenársele...”

CRISPÍN: ¡Oh, admirable coma! ¡Maravillosa coma! ¡Genio de la Justicia! ¡Oráculo


de la Ley! ¡Monstruo de la Jurisprudencia!

Lo que dice el Diccionario panhispánico de dudas:


” Es incorrecto escribir coma entre el sujeto y el verbo de una oración, incluso cuando el sujeto
está compuesto de varios elementos separados por comas: Mis padres, mis tíos, mis abuelos, me
felicitaron ayer.
Cuando el sujeto es largo, suele hacerse oralmente una pausa antes del comienzo del predicado,
pero esta pausa no debe marcarse gráficamente mediante coma: Los alumnos que no hayan
entregado el trabajo antes de la fecha fijada por el profesor || suspenderán la asignatura.
Dos son las excepciones a esta regla: cuando el sujeto es una enumeración que se cierra con
etcétera (o su abreviatura etc.) y cuando inmediatamente después del sujeto se abre un inciso o
aparece cualquiera de los elementos que se aíslan por comas del resto del enunciado. En esos
casos aparece necesariamente una coma delante del verbo de la oración: El novio, los parientes,
los invitados, etc., esperaban ya la llegada de la novia; Mi hermano, como tú sabes, es un
magnífico deportista.”

Cuando no hay información entre comas (inciso):


Después de ser interrogado, el testigo, no brindó declaraciones. MAL
Después de ser interrogado, el testigo no brindó declaraciones. BIEN
Cuando después del sujeto va información entre comas (inciso):
Después de ser interrogado, el testigo, quien tiene dos entradas a la cárcel por robo con
agravantes no brindó declaraciones. MAL
Después de ser interrogado, el testigo, quien tiene dos entradas a la cárcel por robo con
agravantes, no brindó declaraciones. BIEN
Cuando no hay información entre comas (inciso):
El promedio mensual de alumnos registró, un aumento del 8%. MAL
El promedio mensual de alumnos registró un aumento del 8%. BIEN
Cuando después del verbo va información entre comas (inciso):
El promedio mensual de alumnos registró, en el segundo trimestre un aumento del 8%. MAL
El promedio mensual de alumnos registró, en el segundo trimestre, un aumento del 8%. BIEN
Cuando el sujeto es una oración que empieza con un quien, el que, donde, adonde, como, cuando y
cuanto.
El que todos los días te recibe en la puerta, es tu perro. MAL
El que todos los días te recibe en la puerta es tu perro. BIEN
No confundir con los vocativos. Los vocativos se refieren al interlocutor y se emplean para
llamarlo o dirigirse a él de forma explícita.
Ministro denos una entrevista por favor. MAL
Ministro, denos una entrevista por favor. BIEN
Señores periodistas vamos a empezar la reunión. MAL
Señores periodistas, vamos a empezar la reunión. BIEN
Los usos de estos signos, por supuesto, se ajustan al estilo de las personas cuando acuden al
lenguaje. En cada una, hay unas características ineludibles y apenas tan modificables como los
rasgos físicos. Así, las alternativas para usar la lengua pueden variar en conformidad con la
naturaleza de cada quien, con los intereses que persiga y, claro, también con las influencias que ha
marcado quizás para siempre la propia cultura.
Con comas
Para empezar, hemos de citar una oración: “El presidente del consejo estableció las pautas para
organizar el proyecto”. En esta, el único signo de puntuación que debe marcarse es el punto final,
porque jamás debe separarse el sujeto del predicado, y la oración está ordenada. Sujeto: “El
presidente del consejo”; predicado: “estableció las pautas para organizar el proyecto”.
Sin embargo, si se quiere, se requiere o es necesaria una precisión a mitad de esa idea, pues
esta se inserta enmarcada entre comas. Ejemplo: “El presidente del consejo, justo esta mañana,
estableció las pautas para organizar el proyecto”; “el presidente del consejo, un señor muy gruñón,
estableció las pautas para organizar el proyecto”; “el presidente del consejo, más bien serio,
estableció las pautas para organizar el proyecto”; “el presidente del consejo, casi obligado,
estableció las pautas para organizar el proyecto”; “el presidente del consejo, y nadie lo notó,
estableció las pautas para organizar el proyecto”, etc.
En esas oraciones, el dato aclaratorio va entre el sujeto y el verbo, pero también (cuestión de gusto y
estilo) podemos situar el dato después del verbo. Ejemplo: “El presidente del consejo estableció,
con mucho cuidado, las pautas para organizar el proyecto”, “el presidente del consejo estableció,
con arbitrariedad, las pautas para organizar el proyecto”, “el presidente del consejo estableció, con
una delicada orden, las pautas para organizar el proyecto”, etc.
Con rayas
Otra opción consiste en situar esos mismos datos aclaratorios entre rayas. A diferencia del guion,
las rayas deben ocupar, más o menos, el espacio que ocupan dos letras, y también se usan para
acoger un dato aclaratorio. Ejemplos: “Patógeno Ferney cobró equivocadamente --yo tenía ese
presentimiento-- el penalti en el Mundial”; “La instrucción de los directores --mucha gente lo
sospechaba-- solo se centró en incentivar la participación”; “los mismos libros que la humanidad ha
reverenciado –todavía hay incrédulos-- permiten reflexionar a todas la generaciones y pueblos del
mundo”; “Gratinia --¡qué nombre tan bello!-- practicaba deporte todas las mañanas”.
Si una oración termina con rayas, se marca el punto final después de estas: “Al regresar del
cementerio, comprobó que el destino de la humanidad era el mismo --y tanta gente que evitaba
entenderlo--.”
Con paréntesis
Como hemos notado, los datos aclaratorios incluidos entre comas y entre rayas cambian de manera
intempestiva el ritmo de la lectura. Su aparición constituye un pequeño frenazo, a fin de tomar una
precisión y, luego, reanudar el trayecto de la lectura.
Con el paréntesis, la aplicación es muy semejante. Ejemplos: “Simón Bolívar (1783-1830) fue un
militar y político venezolano”; “las más altas cumbres del mundo (donde la frialdad es extrema)
solo han acogido a muy pocos hombres”; “las máquinas (y el mundo no reacciona) parecen
reemplazar la actividad cerebral humana”; “las frutas frescas (cómo me acuerdo de la vendedora de
frutas) despliegan alegría en el paladar”.
***
Aunque es evidente que los datos aclaratorios en una oración resultan muy útiles, exagerar
con este recurso puede dar un sentido enrevesado a las ideas; hay que dosificarlo. Esa
gradación de comas, rayas o paréntesis, en la práctica, es una decisión subjetiva. Cada quien
determinará qué tan distante o cercano es ese inciso, ese corte, con respecto a la idea general que se
expone. La gradación, entonces, va de coma a rayas, y de rayas a paréntesis.
También es posible usarlos todos a la vez en una oración, por supuesto atiborrándola de datos: “Esa
mañana, muy distinta a las otras, el caminante --siempre ingenuo-- tomaba los mismos trayectos
(hay que abrir los propios) y, claro, para transitar otra vez como borrego por los pasos de los otros”.

Recuerda que la coma señala una pausa sintáctica no relacionada con la pausa oral
que realizamos al leer y/o hablar. Hay que seguir sus reglas básicas de uso para
poder aplicarla de forma correcta. Si quieres saber más sobre su uso, lee este
artículo.

1. Cuando tenemos una enumeración se utiliza la coma para separar los distintos
términos que la componen. Delante del último, lo más normal es cerrar la
enumeración con una conjunción.
Ejemplo: Los perros, los gatos, los elefantes y los monos son animales.

2. La coma también debe utilizarse antes y después de oraciones explicativas o


incisos, aquellas oraciones o aclaraciones que explican algo acerca de lo que se
habla:
Ejemplo: Antonio, el hijo mayor de la casa, está de vacaciones.

3. En oraciones que expresan una condición, si la subordinada antecede a la


principal, esta debe escribirse entre comas. Es decir, se usa coma para separar
oraciones condicionales en las que el orden de las mismas aparece invertido.
Ejemplo: Si no vas a venir a cenar, llámanos.

4. Se usa la coma para separar los vocativos dentro de una oración, es decir,
apelativos para llamar la atención de alguien.
Ejemplo: Hola, María, ¿cómo estás?
5. Se usa la coma antes, después o antes y después de:
-adverbios
-conjunciones y locuciones conjuntivas
-aclarativas
-concesivas
-confirmativas
-consecutivas
Ejemplo: No como espaguetis, mejor dicho, no me gustan.

6. Las conjunciones adversativas "pero" y "sino" deben ir precedidas de coma.


Ej: No sabía nada, pero le gustaba hablar de ello.

7. La palabra "etcétera" y su abreviatura debe ir precedida de coma, aunque seguida


de punto.
Ejemplo: Es vegetariano porque come frutas, lechuga, pimiento, cebollas, etcétera.

8. Se usa coma en los textos hablados en los que se intercalan palabras comodín
para enlazar las dudas del hablante.
Ejemplo: La situación era difícil, quiero decir, insostenible para todos.

9. Se separan con una coma el lugar desde donde se escribe una carta y la fecha que
le sigue.
Ejemplo: Cádiz, 23 de noviembre de 1932

10. Se pone coma entre el nombre de una persona y su seudónimo y apodo.


Ejemplo: Antonio Martínez, el Alemán.

Nota: Se pone la coma entre una obra y el autor que la ha creado.


Ejemplo: El cuadro de La cena, de Leonardo da Vinci, fue pintado hace muchos años

El punto de interrogación: sirve para indicar, a la hora de escribir, que se trata de una
pregunta y que hay por tanto que leerla con entonación interrogativa. El de exclamación revela que
se debe de alzar la voz y enfatizar la frase, para de ese modo expresar sorpresa, asombro, alegría,
súplica, mandato, deseo… Pero, ¿qué tienen los signos de interrogación y de exclamación en
español que los hacen tan singulares? ¡Tienen una particularidad, algo que los hace absolutamente
únicos!
El español es la única lengua en la que los signos de interrogación y de exclamación son dobles, es
decir, se colocan no sólo al final de la frase (como ocurre en el inglés el francés o el alemán, por
citar sólo algunos ejemplos) sino también al inicio de la misma. Sólo en el castellano existen los
símbolos "¿" y "¡", los signos que se emplean como apertura de interrogación y al inicio de una
frase admirativa.
Lea: El misterioso origen del euskera, el idioma más antiguo de Europa
Carolingios
La historia de esos dos signos, sin embargo, es antigua. El signo de admiración ya se encuentra en
manuscritos latinos medievales y, a decir de la Real Academia de la Lengua, el de interrogación se
lo debemos a los carolingios, la dinastía de origen francés que dominó Europa Occidental entre los
siglos VIII y X.
Pero, en sus orígenes, esos dos signos se empleaban únicamente al final de las frases. Tardaron
bastante en empezar a utilizarse también en la apertura de las frases interrogativas y exclamativas.
De hecho, fue sólo en la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia de la Lengua,
publicada en 1754, cuando el signo de inicial de interrogación hizo su irrupción.
Los académicos estuvieron debatiendo largamente sobre el asunto y llegaron a la conclusión de que
el signo de interrogación final no bastaba, sobre todo en ciertas frases largas.
"Por lo tocante a la nota de interrogación se tuvo presente que, además del uso que tiene en fin de
oración, hay periodos o cláusulas largas en que no basta la nota que se pone al fin y es necesario
desde el principio indicar el sentido y tono interrogante con que debe leerse, por lo que la Academia
acuerda que, en estos casos, se use la misma nota interrogante poniéndola tendida sobre la primera
voz de la cláusula o periodo con lo que se evitará la confusión y aclarará el sentido y tono que
corresponde. Y aunque esto es novedad, ha creído la Academia no debe excusarla siendo necesaria y
conveniente", se lee en el acta de una de las reuniones que mantuvieron.
Con ese argumento, el 17 de octubre de 1753 los académicos tomaron una decisión histórica: habría
también signos de interrogación de apertura que se colocarían al comienzo de las frases
interrogativas, y que se señalaría con el mismo signo que ya existía pero invertido.
Relacionado: ¿Por qué mueren los idiomas?
Oraciones largas y cortas
Y así lo recogieron en la Ortografía de 1754, en la que el uso del signo de interrogación inicial se
restringía a las oraciones largas, mientras que en el caso de las breves se seguía empleando sólo el
signo interrogativo de cierre.
Pero, ¿cuándo una frase es corta y cuándo se convierte en larga? Cada uno lo interpretaba un poco a
su antojo, así que en 1870 la Academia decidió poner orden en el asunto y en la primera edición de
su prontuario de ortografía de la lengua castellana adoptó el criterio actual. Es decir: que el signo de
interrogación inicial se debe emplear en todas, absolutamente todas las frases interrogativas,
independientemente de su extensión.
"Esto no es más que otra muestra del tradicional deseo de los ortógrafos españoles por representar
la lengua de la manera más fiable y adecuada a la pronunciación", subraya María José Folgado,
experta en historia de la gramática e historiografía lingüística de la Universidad de Valencia en su
estudio "Los signos de interrogación en las ortografías del español".
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De admiración a exclamación
Respecto al signo de exclamación, llegó a los tratados de ortografía un poco más tarde que el de
interrogación, bajo el nombre de signo de admiración.
Es en el Diccionario de 1726 cuando se hace la primera referencia ortográfica a él: "se llama una
nota, que en el periodo significa el efecto de la admiración, y se escribe con una i vuelta al revés:
como Oh cuán bueno es Dios!".
Aunque ya en la siguiente edición, la de 1770, se subraya que "de algún tiempo a esta parte se
acostumbra poner inversa así (¡) antes de la voz en que comienza este sentido y tono, cuando los
periodos son largos".
Su reconocimiento oficial como signo doble llegó al Diccionario en 1884. Pero fue sólo en 2014, en
la 23ª edición del diccionario de la Real Academia, cuando ese signo fue rebautizado como signo de
exclamación en lugar de admiración, después de que varios autores subrayaran que la admiración es
sólo uno de los sentimientos que se pueden expresar con este signo y que lo que importante era su
tono exclamativo.
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Sólo en español
Al día de hoy, la Academia de la Lengua tiene muy claro el uso correcto de los signos de
interrogación y exclamación. Para empezar, subraya que "Los signos de apertura (¿ ¡) son
característicos del español y no deben suprimirse por imitación de otras lenguas en las que
únicamente se coloca el signo de cierre". Escribir por tanto "Qué hora es?" o "Qué alegría verte!" es
incorrecto, lo correcto es "¿Qué hora es?" y "¡Qué alegría verte!".
Los signos de interrogación y de exclamación se escriben pegados a la primera y la última palabra
del período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que los preceden o los siguen;
pero si lo que sigue al signo de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.
Un ejemplo: "¡Caramba!, ¿son ya las tres?; se me ha hecho tardísimo".
Tras los signos de cierre puede colocarse cualquier signo de puntuación, excepto un punto ya que,
como señala la Academia, cuando la interrogación o la exclamación terminan un enunciado sus
signos de cierre equivalen a un punto.
Los signos de apertura (¿ ¡) se han de colocar justo donde empieza la pregunta o la exclamación,
aunque no se corresponda con el inicio del enunciado. En ese caso, la interrogación o la
exclamación se inician con minúscula. ¿Un ejemplo? Ahí va: "Por lo demás, ¿qué aspecto tenía tu
hermano?". "Si encuentras trabajo, ¡qué celebración vamos a hacer!" Es posible escribir dos o
tres signos de exclamación para indicar mayor énfasis en la entonación exclamativa:
¡¡¡Traidor!!! Y, finalmente, también se pueden combinar los de interrogación con los de
exclamación, siempre y cuando los signos de cierres sean simétricos a los de apertura. ¡¡¿¿De
verdad piensas eso??!!

Los signos de interrogación y exclamación nos sirven, como es obvio, para hacer enunciados que
interrogan o exclaman. Es decir para preguntar (signo interrogación) o para poner énfasis (signo
exclamación)
Esto es muy sencillo y todos lo sabemos, pero lo que a veces se nos escapa es su uso correcto,
respetando las reglas de ortografía. Vamos a aclarar todas las dudas sobre el uso de los también
llamados signo pregunta y signo admiración.

¿Para qué sirven los signos de exclamación e interrogación?

Tanto el signo de interrogación (¿?) como el signo de exclamación (¡!) encierran enunciados que
interrogan o exclaman, como hemos dicho al principio. Los primeros se usan para enunciados
interrogativos directos (¿Quién dejó la puerta abierta?), y los segundos para enunciados
exclamativos directos (¡Qué increíble lo que me cuentas!) e interjecciones (¡Ay!)
Los signos de exclamación (también llamados signos de admiración) y los signos de
interrogación (o signos de pregunta) son siempre dos:
• los de apertura que indican el comienzo de la frase interrogativa o exclamativa: ¡ ¿
• los de cierre que indican el final de dicha frase: ! ?
Aunque últimamente, con el uso de la comunicación escrita veloz de chats, tendemos a poner un
solo signo al final de la frase, en español siempre se utilizan dos signos, el de apertura al inicio del
enunciado y el de cierre al final.
¿Quién dejó la puerta abierta? CORRECTO
Quién dejó la puerta abierta? INCORRECTO

Uso correcto del lenguaje escrito:


Usos incorrectos de palabras Homófonas:
Las palabras homófonas son aquellas que suenan igual al pronunciarse, pero que se escriben
diferente. Mira a continuación algunas de ellas:
• Haber, a ver
Haber es un verbo.
A ver es la combinación de la preposición a con el verbo ver.
Para evitar errores como: Haber qué pasa, debemos pensar a qué equivale haber o a ver. En este
caso: “Veamos que pasa”, por lo tanto, corresponde a: A ver qué pasa.
• Halla, haya, aya, allá
Halla es del verbo hallar/encontrar:
-Debemos hallar la X de la ecuación
Haya es del verbo haber:
-Espero que hayas ido al concierto
Aya es la persona encargada de cuidar y educar a un niño:
-El niño adora a su aya
Allá, con acento agudo, es un adverbio de lugar:
-Puse el cuaderno allá en la mesa.
• Ahí, hay, ¡ay!
Hay es una forma conjugada del verbo haber:
-Hay tres manzanas en la nevera
Ahí es un adverbio de lugar:
-Las manzanas están ahí, en frente tuyo.
¡Ay! Es una expresión que suele ir entre exclamaciones.
• Valla, vaya
Vaya puede ser tanto una interjección como ay, una expresión. También vaya viene de ir:
-Vaya al mercado.
No debes confundir tampoco con la ortografía de baya, que es una fruta.
Valla es una cerca hecha de tablas pegadas al suelo para delimitar un terreno. Es también un
elemento de la publicidad exterior.
• Hecho, echo
Hecho es el participio del verbo hacer.
Echo viene de la primera persona del presente del indicativo del verbo echar.
• Has, haz
Has es la conjugación del presente del indicativo de la segunda persona en singular del verbo
haber:
Ejemplos:
• ¿Has hecho tu tarea?
• Has preguntado dos cosas hoy.
• No has dicho la verdad.
Haz corresponde, comúnmente, al verbo hacer, con el que se expresan solicitudes o mandatos:
Ejemplos:
• Haz tu tarea.
• Haz el bien a los demás.

4. Uso del sujeto a lo largo del texto


Otro error que solemos cometer, es no ser coherente con el uso del sujeto a lo largo de los textos
que escribimos. Sucede que muchas veces combinamos varios de ellos dentro de un mismo texto sin
ser congruentes. Mira un ejemplo:
Soy consciente de que los errores que cometemos se debe … (Primera persona) Según citamos en
el texto … (Primera persona en plural) Y la investigación determina que … (Tercera persona)
5. Gerundio
Los gerundios son los verbos que terminan en –ando, iendo o yendo y se usa para describir dos
acciones simultáneas.
No se usa cuando la acción que describe es posterior al verbo principal de la oración. Para
identificar su forma correcta, podemos hacerle una pregunta al verbo. Si la respuesta la da el
gerundio, está bien empleado.
Ejemplos:
1. El río se desbordó, inundando las casas del barrio
¿Cómo se desbordó el río? ¿Inundando las casas? No lo creo.
La forma correcta de la oración sería:
El río se desbordó e inundó las casas del barrio.
1. Empezó su discurso dando las gracias al jurado.
¿Cómo empezó el discurso?
Dando las gracias al jurado

6. Tilde diacrítica
Hoy en día, contamos con palabras monosílabas, es decir, de una sola sílaba que a través del
tiempo, han perdido la tilde.
No obstante, aún se conservan algunas gracias a una regla que determina que hay palabras
homónimas y de vocablos idénticos pero que significan otras cosas.
Te presentamos a continuación las que llevan tilde y su por qué:
Más y mas
Más: adverbio de cantidad
Mas: conjunción adversativa, es como un “pero”.
Aún y aun
Aún: adverbio de tiempo, “aún no lo he decidido”
Aun: incluso
Sé y se
Sé: Verbo saber y ser: “No sé”, “Sé tú mismo”
Se: pronombre: “Se come con cuchara”.
Té y te
Té: Infusión, bebida
Te: pronombre: “Te quiero”
Quién y quien
Quién: Interrogativo, exclamativo
Quien: pronombre relativo
Cómo y como
Cómo: Adverbio interrogativo o exclamativo
Como: Adverbio de modo
Qué y que
Qué: Interrogativo, exclamativo
Que: pronombre relativo
Dónde y donde
Dónde: Interrogativo de lugar
Donde: adverbio relativo o conjunción
Cuándo y cuando
Cuándo: interrogativo de tiempo
Cuando: Adverbio relativo o conjunción
Dé y de
Dé: verbo dar: “Escribe la respuesta en cuanto te dé el resultado”.
De: preposición: “Esa camisa es de mi hermana”.
Sí y si
Sí: afirmación: “Sí, quiero dos paletas”.
Si: condicional: “Si me quieres, dímelo”.
Mí y mi
Mí: pronombre personal: “Lo quiero para mí”.
Mi: adjetivo posesivo: “Mi mamá”.
Tú y tu
Tú: pronombre personal: “Tú tienes tres casas”
Tu: adjetivo posesivo: “Ese es tu cuaderno”
Él y el
Él: pronombre personal: “¿Él es tu hermano?”
El: artículo: “El libro de matemáticas”.

7. Porqué/Por qué/Porque/Por que


Porqué:
Equivale a causa, motivo, razón.
No comprendo el porqué de tu presencia = la razón de tu presencia
Por qué
Introduce oraciones interrogativas y exclamativas directas e indirectas.
¿Por qué no viniste ayer a la fiesta?
No comprendo por qué te pones así
Porque
Se usa para introducir oraciones subordinadas que expresan causa y se pueden sustituir por puesto
que, debido a o ya que:
No fui a la fiesta porque no tenía ganas = no fui a la fiesta puesto que no tenía ganas.
Por que
En este caso, es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto, es decir: el que, la que, etc.

8. Dequeísmo
Solemos usar mucho la fórmula “de que” cuando no se debe. Bueno, cabe resaltar que no todas las
construcciones de esta fórmula son incorrectas. Es solo darse cuenta de cuando realmente necesita
ir acompañado por una preposición.
Uso incorrecto: A Juan le dijeron de que ella lo estaba esperando
Para evitar el error basta con hacer una pregunta que responda a esa oración: ¿Qué dijeron? O
¿de qué dijeron?
Por tanto: A Juan le dijeron que ella lo estaba esperando.

9. Cacofonía
Las cacofonías son combinaciones de sonidos que durante la lectura no suenan de forma
armónica.
Son fáciles de corregir. Solo es que tomemos un buen diccionario de sinónimos para cambiar la
palabra o que reformulemos la estructura de la frase.
Un par de ejemplos de cacofonía:
Le pusieron una sanción por robar la canción
Ya son muchos años trabajando en la construcción con motivación y perfección.

10. Y/o
Este error lo cometemos al desconocer los usos de la conjunción “o”. Creemos que es excluyente
cuando no lo es; de hecho, es una es disyuntiva que refleja, en muchos casos, una alternativa u
opción, pero no necesariamente la exclusión.
Por lo tanto, con solo decir “o” es suficiente.
Bueno, y hablando de las conjunciones “y” y “o” debemos recordar la regla:
Cuando la palabra que le sigue a la conjunción “y” empieza por “i” o “hi”, la conjunción se
cambia por “e”:
Ricardo e Isabel van al colegio juntos.
Y cuando la palabra que le sigue a la conjunción “o” empieza por la letra “o” u “ho”, se cambia
por la conjunción “u”:
¿Este color u otro?

11. Uso incorrecto de las frases prepositivas


Las frases prepositivas son los conjuntos de dos o más palabras que funcionan como una
preposición y le dan sentido a las oraciones.

FORMAS INCORRECTAS FORMAS CORRECTAS

De acuerdo a De acuerdo CON

En base a CON base EN

En relación a EN relación CON

Por el contrario por LO contrario

Bajo esa base SOBRE esa base

Bajo este punto de vista DESDE este punto de vista

12. Discordancias
Un error común entre nosotros, es generar discordancias entre el sujeto y el predicado, sobre todo
con sujetos que hacen referencia a un conjunto de individuos.
Por ejemplo:
Son gente honesta y se comportan como tal.
Gente es tercera persona en singular, que designa a un conjunto de individuos, por tanto, la
manera correcta sería:
Es gente honesta y se comporta como tal.

13. Los números


Esta es una duda que constantemente nos invade. ¿Debemos escribir los números con letras o con
cifras?
Según las reglas, es preferible escribirlos con letras, a excepción de los decimales o los números
excesivamente grandes.
Ejemplo:
Diez mil personas asistieron a la manifestación por la libertad, en lugar de: 10.000 personas
asistieron a la manifestación por la libertad.
14. Abreviaturas
Sabemos que las abreviaturas, de algún modo, sirven para hacer nuestra escritura un poco más
fluida y rápida. No obstante, no siempre conocemos el significado de todas cuando las vemos
escritas en un texto.
Por tanto, es recomendable escribir el término completo en un principio, utilizando, seguidamente,
la abreviatura entre paréntesis. De este modo, podemos seguir usándolas a lo largo del texto.

15. Anglicismos
Hemos escuchado mencionar que la lengua inglesa es quizás la más apropiada para unificar al
mundo, gracias a que, en general, no maneja palabras que designen a un género u otro, sino que
ciertamente logra ser neutral.
No obstante, si estamos escribiendo en español, debemos huir de los anglicismos. Si la palabra en
cuestión tiene su equivalente en español y son entendidos por nuestras personas, además de no
perder el sentido ni la fuerza en el texto, es mejor usar siempre el español.

«¿Debería poner una coma aquí? ¿Pongo una coma o un punto? ¿Aquí hay que poner punto y
coma o dos puntos?» ¿Te suena? Todos nos hemos peleado alguna vez con las normas de
puntuación, incluso los escritores más veteranos han llegado a estar en una encrucijada así en más
ocasiones de las que les gustaría admitir. No te sientas estúpido por tener dudas sobre los signos de
puntuación, créeme, es algo muy habitual. Por ello, voy a intentar esclarecer todo lo posible las
dudas más comunes que arroja la normativa de puntuación de la RAE. Quédate y sigue leyendo si
quieres dominar de una vez por todas estos tres elementos tan indispensables. Conocer bien el uso
de los signos de puntuación… salva vidas.
Finalmente, se denominan signos auxiliares todos los signos ortográficos que no son ni diacríticos
ni de puntuación. Los auxiliares no forman un grupo cerrado; por el contrario, este grupo
“constituye un inventario abierto, que puede variar según el tipo de texto y el ámbito o disciplina
en el que este se inscriba”. Algunos de los signos auxiliares más utilizados en el español son:
• apóstrofo;
• asterisco;
• barra;
• guion;
• llave;
• párrafo.

Antes de nada debes de tener muy claro el significado y el por qué del uso de los signos de
puntuación. No se trata de algo caprichoso, ni de unas normas establecidas que se cumplen
porque sí. Su aplicación atiende a una serie de razones muy sólidas:

Hay que evitar anacolutos, silepsis y solecismos que pueden romper tanto la
concordancia nominal como quebrantar las leyes de la concordancia en el género o el número
de las palabras. Es común leer “son gente” (en vez de usos correctos como “es gente” o “son
gentes”). También se acostumbra a escribir discordancias tales como “la mayoría de los
investigadores piensan” (en vez de usos correctos como “los investigadores piensan” o “la
mayoría […] piensa”).
Se ha de evitar usar catalanismos erróneos, por ejemplo, el del verbo auxiliar haber. Por
ejemplo, las expresiones “han habido estudios”, “aunque hayan habido investigadores” deben
sustituirse por el uso correcto del verbo, es decir, “ha habido estudios” y “aunque haya habido
investigadores”.
Recuérdese el uso correcto del adverbio. Se debería utilizar de forma comedida, sin abusar de
él, cuando es necesario, es decir, para modificar al verbo. Así, es correcto escribir “trabaja
duramente” (verbo + adverbio), mientras que es incorrecto “trabaja duro” (verbo + adjetivo).
El adjetivo complementa al sustantivo, así que si se quiere usar esa combinación sería
preferible decir “es un trabajo duro”.

Asimismo, se ha de huir de usos preposicionales incorrectos y vulgares como “en base a” (y


sustituir la expresión por algo correcto como “sobre la base de”), o como “por contra”, que une
de dos preposiciones modo incorrecto (lo correcto sería decir “por el contrario”). Otra
sugerencia: en vez de decir “en relación a”, dígase “en relación con” o “con relación a”. Consta
una orientación sobre las preposiciones en este mismo blog, donde también se accede a una
lista de preposiciones de la Findescu.
Se han de evitar tanto queísmos como dequeísmos. Para huir de los segundos, hay gente que
acaba cayendo en los primeros, error de la misma magnitud -y mérito- que el anterior.
Recuérdese que los verbos preposicionales requieren el uso de la preposición. Así, es correcto
escribir “acuérdense de que vamos todos” (e incorrecto “acuérdense que vamos todos”), “le
informamos de que ha de acudir” (e incorrecto “le informamos que ha de acudir”), así como
“le advierten de que es necesario” (e incorrecto “le advierten que es necesario”). Cabe recordar
que ciertos verbos cambian de sentido con o sin preposición. Este es el caso del verbo advertir,
que también se puede usar sin la preposición de, pero entonces su uso cambia. Así, es
correcta la frase “advirtió que había una mancha en el cuadro”, al igual que es correcta “el
docente advierten de que es preciso estudiar”.
El gerundio es una forma verbal no personal que en general indica una acción simultánea, o
de movimiento (“cuando llegué, Ana estaba estudiando”; “al llegar a clase entré silbando”). El
problema es que se usa y abusa del gerundio, sobre todo en publicaciones de jurisprudencia.
Mientras se desconozcan las excepciones y particularidades de su uso, es preferible evitarlo.
Para profundizar al respecto, se puede acudir a cualquier manual de estilo de los citados en
la bibliografía.
También se debe evitar la construcción errónea formada por “decir de + infinivo”, de donde
resulta por ejemplo la expresión “dijeron de ir”, que es errónea. Se puede sustituir por las
construcciones correctas basadas en las fórmulas “decir que + subjuntivo” (“dijeron que
fuésemos”), o “decir que + indicativo (“dijimos que iríamos”). Si se duda sobre cómo usarlo, es
fácil evitar esas construcciones usando el verbo hablar, pues “hablar de + infinitivo” sí es
correcto (“hablaron de eso, hablaron de ir”).
Es incorrecto usar el infinitivo introductor, que consiste en utilizar un infinitivo como si fuese
independiente de ninguna persona, sin indicación del sujeto. Así, es erróneo comenzar una
frase con las siguientes fórmulas: “Afirmar que […]”, “Empezar diciendo que […]”, o “Lo
primero, agradecer a los organizadores la invitación”. Su uso correcto ha de formar perífrasis,
como “Deseamos comenzar agradeciendo a […]” o “Quiero agradecer a los presentes […]”;
“Deseamos afirmar que […]” o “Quiero afirmar que […]”; “Para empezar, cabría decir que
[…]”.
Se debe prestar atención a los usos incorrectos de a + infinitivo (aceptados sólo en el lenguaje
administrativo), como “la documentación a entregar para solicitar la beca” o “el temario a
estudiar para el examen de la oposición”, o “los pasos a realizar son los siguientes”. Su uso
correcto se consigue con la preposición para o formando perífrasis, como: “la documentación
que se debe entregar”, “el temario que se ha de estudiar”, o “los pasos para realizar el estudio
son los siguientes”.
Se ha de distinguir el uso del verbo deber, que tiene sentido de obligación, del sentido del
verbo deber de, con sentido de duda o probabilidad. Es correcto escribir “debes estudiar para
conocer la materia” o “si ha aprobado el examen el vago de tu hermano, debe de ser fácil
aprobar”. Sin embargo, es incorrecto decir “debes de estudiar para conocer la materia”, o “si
ha aprobado el examen el vago de tu hermano, debe ser fácil aprobar”.
Los nombres de personas, en principio, deben respetar la fórmula original con la que firme -o
firmase cada quien-, sin ser traducidos al castellano (salvo en casos donde se usen otros
alfabetos, como el griego o el chino). En español es preferible decir William Shakespeare
(que no Guillermo Shakespeare), Jane Austen (en vez de Juana Austen), o Bernard Vincent (no
Bernardo Vicente). En cambio, los nombres de países y de ciudades sí se traducen cuando en
castellano cuentan con la correspondiente traducción. Por ejemplo, al redactar en esta lengua
se debe escribir Londres (no London), Inglaterra (no England), o Pekín (no Beijing). Con
respecto al uso dado referido a ciudades y lugares de España, hay diversas normas
contradictorias. En este blog recomiendo hacer un uso clásico recién citado, utilizando el
nombre en castellano para expresarse en castellano (por ejemplo, La Coruña, siguiendo el
mismo criterio con que digo Oporto), y usar las palabras en otro idioma para expresarse en el
otro idioma (como A Coruña en gallego, Porto en portugués, etc.).
Las comillas pueden utilizarse por diversas causas. Son necesarias cuando se desea recalcar
en cursivas algunos elementos del texto sobre palabras entrecomilladas (por ejemplo, las
cursivas en una cita). Asimismo, las comillas son útiles para combinar con cursivas, como en
se hace en el presente texto. Pero normalmente, en un trabajo universitario se puede
prescindir de muchas de ellas, pues son incómodas de leer. Cuando se usen varias comillas, se
seguirá un sistema de mayor a menor (« “ ‘ ’ ” »).
El abuso de comillas es otro mal común, pero hay casos donde se requiere su uso, aunque
muchas veces se tiende ya a sustituirlas por cursivas, para aligerar la lectura. Por ejemplo,
hoy día, en vez de usar comillas para citar palabras extranjeras no aceptadas por la Real
Academia de la Lengua Española, se tiende a usar cursivas, como “el resultado se sabía avant
la lettre”. El mismo sistema de cursivas se utiliza para recalcar o dar énfasis en ciertas
palabras (“el adjetivo con que le descalificó era demasiado explícito”).
Es aconsejable limitar el empleo de comillas a las citas literales cortas (de menos de cuatro
líneas). Las comillas exigen la reproducción textual. Por tanto, para señalar cualquier
elemento textual que conste en el texto, aunque sea erróneo o haya caído en desuso, se
indicará con el vocablo sic entre corchetes que la cita es textual (“La frase del códice decía
que ‘estaban en los tréminos [sic] de Madrid’ en tinta roja”).
Si la cita entrecomillada se interrumpe, y se omiten algunas palabras, se han de incluir
puntos suspensivos entre corchetes, así, […]. Valga por caso el siguiente ejemplo: “Entre mis
proyectos más sensatos […] sobresale el de organizar una multitudinaria rogativa que […]
clame por la liberación de nuestros viejos verbos faltar y quedar, hoy secuestrados por su
medio hermano restar”. Así, se omitiría la siguiente cita completa: “Entre mis proyectos más
sensatos, digno sin duda de amplios apoyos, sobresale el de organizar una multitudinaria
rogativa que, ante los déspotas del micro deportivo, clame por la liberación de nuestros
viejos verbos faltar y quedar, hoy secuestrados por su medio hermano restar”[1].
Es innecesaria la mímica acompañando a la expresión verbal que dice “entre comillas”. Es
redundante recalcar con las manos que se dice una palabra entre comillas. Para mí es una
incógnita adivinar quién se lo inventó, pues si lo hubiera patentado se hubiera hecho de oro.
El gesto ha triunfado; se ha puesto de moda en todo el orbe. En cualquier caso, y aunque de
modo coloquial se utilice, su uso ha de ser comedido en una exposición de un trabajo
universitario. Un buen discurso ha de saber defenderse con grandes argumentos verbales.
Además comentaré que creo que la gracia de ciertos gestos o frases singulares radica en su
originalidad, pero si se ponen de moda y la sociedad en masa lo imita, a veces puede cansar e
incluso empobecer el discurso, entre otras objeciones.
La barra tiene diversos usos en el lenguaje escrito. Principalmente se utiliza en algunas
abreviaturas (c/por calle); para separar la mención de día, mes y año en la expresión
numérica de las fechas (10/01/2012); para indicar una división en matemáticas; para
sustituir a una preposición en expresiones tales como 30 km/h; para separar versos en textos
poéticos (“Esto no es un libro: ¡qué encierran los libros, /esos sarcófagos y sudarios!”) y para
separar el cambio de línea del original en transcripciones de portadas de textos antiguos;
para separar las distintas páginas jerarquizadas de una dirección electrónica
(http://paleografia.hypotheses.org/on-line-archivos-digitales).
Además de esos y otros usos prácticos, el abuso de la barra en la redacción es un mal común
demasiado difundido actualmente. Si de mí dependiese, recomendaría prescindir de ella en
un texto normal, dado que el castellano es suficientemente rico como para tener que
depender de esos signos tan incómodos de leer. Opiniones aparte, la barra se suele utilizar de
modo tan abundante como erróneo para marcar pretendidas ambigüedades como el típico
y/o (que no existe en español correcto). Dicho uso se ha de sustituir mediante la elección
entre dos opciones opuestas, la y conjunción copulativa (inclusiva), o la conjunción
disyuntiva o. Así, es correcto escribir “los alumnos y profesores” pero incorrecto escribir “los
alumnos y/o profesores”. Otro ejemplo del uso de la o disyuntiva en una frase podría ser: “o
apruebas o suspendes”.
Guste o no (¡a mí, nada!), la Real Academia Española también ha admitido colocar la barra
entre dos palabras, o entre una palabra y un morfema, para indicar la existencia de varias
opciones posibles; en este caso se escribe sin espacios y puede sustituirse por paréntesis. Así,
según la RAE es correcto decir “los/as alumnos/as”, “los(as) profesores(as)”, “los(as)
alumnos(as)”. Este uso en mi opinión empobrece y ralentiza la lectura, y con las facilidades
que ofrece el ordenador no tiene mucho sentido su presencia. Para generalizar con el género
o el número propongo otras alternativas elegantes que hunden su raíz en el protocolo
tradicional (no hace falta ser una persona radical para proponer esto), que se pueden aplicar
a fórmulas usadas en cartas y correos electrónicos, del estilo de las siguientes: “Estimadas
alumnas, estimados alumnos” (serviría el ejemplo para profesoras y profesores, o amigas y
amigos), “Estimadas y estimados estudiantes” (aplíquese a docentes o a colegas). Una fórmula
aún más sencilla es suprimir las marcas de género buscando alternativas como “Buenos días”
(en vez de “Buenos días a todos”), o “el trabajo que debéis hacer” (en vez de “el trabajo que
los alumnos han de hacer”).
Es importante atender a los usos concretos de las mayúsculas, porque se tiende a abusar de
ellas cuando no corresponde. Es particularmente útil recordar ciertos ejemplos utilizados con
frecuencia en estudios de Humanidades[2]. Además de los consabidos nombres propios
(Antonio Domínguez Ortiz, San Lorenzo de El Escorial[3]), llevan mayúsculas los siguientes
nombres:
• Los sobrenombres y apodos que sustituyen o acompañan al nombre propio (el
escribano Luis Monzón “el Viejo” dijo eso).
• Los nombres de editoriales (Espasa-Calpe, Editorial Hernando), y no el sustantivo
editorial cuando no está incluido en el nombre propio.
• Los nombres y apellidos de dinastías (los Austrias).
• Los tratamientos abreviados (Vds., Ud., D., Dª., Dr.), que cuando se desarrollan han de
ir en minúsculas (ustedes, usted, don, doña, doctor).
• Los nombres geográficos que aglutinan pueblos con características comunes
(Centroamérica, Oriente Medio, Castilla-La Mancha, Tercer Mundo).
• Las palabras que designan divinidades únicas (Dios, Zeus) y los apelativos referidos a
Dios, Cristo y la Virgen o los libros sagrados (el Corán, la Biblia), pero no las
religiones (catolicismo, protestantismo).
• Los nombres de entidades o asociaciones (Real Academia de la Lengua, Fundación
Española de Historia Moderna).
• Los nombres de ciencias, disciplinas o materias de estudio (“A Juan le gustaba el arte y
estudió Historia del Arte”).
• Los nombres de fechas importantes escritas con letras y de edades, periodos y grandes
acontecimientos (el Barroco, el Dos de Mayo, la Edad Moderna, la Revolución
Francesa). Los adjetivos correspondientes se escriben en minúsculas (la sociedad
bajomedieval, la sociedad barroca). No se escriben con mayúsculas los nombres de
generaciones (generación del 27), ni tampoco los movimientos político-sociales o
ideologías (comunismo).
• Los nombres de exposiciones y jornadas de renombre (Feria del Libro, Exposición
Universal).
• Los nombres de textos legales (la Ley 16/85 del Patrimonio Histórico Español).
• La primera palabra de una obra literaria (“Cervantes escribió La ilustre fregona”. “He
leído La rebelión de las masas”).
• Las formas de gobierno que marcan una época (la II República), pero no la forma
genérica de gobierno (la monarquía española, la república francesa).
Es aconsejable completar estas breves indicaciones con manuales o monográficos sobre
redacción y estilo. También existen repertorios incluso en Internet, como se cita algún
ejemplo en otra pestaña de esta web.

Para que sirven los signos ortográficos??


1. Son pausas.
Los signos de puntuación detienen la lectura por un instante. Son indicaciones para el lector que le
guían y le permiten entender el texto con mayor facilidad.
2. Favorecen la lectura en voz alta.
Están ahí para que el lector pueda tomar aire. Un párrafo sin puntos ni comas terminaría matando
por asfixia a todo aquel que lo leyese.
3. Ordenan las ideas.
Los signos de puntuación sirven para ordenar las ideas de acuerdo a su valor, pues constituyen la
jerarquía del texto. Esto es de vital importancia, pues entender bien este concepto es esencial para
dominar el uso de estos signos.
4. Influyen en el ritmo narrativo.
Al ser pausas, afectan directamente al ritmo de las acciones que transcurren en el texto. Las
acciones descritas resultan más dinámicas a mayor brevedad. Los puntos y comas marcan el ritmo
narrativo.
5. Aportan claridad al texto.
Un texto, donde el uso de los signos de puntuación es correcto, será infinitamente más claro que
uno con ausencia de puntos y comas. Es muy común encontrarse con frases ambiguas y con ideas
malinterpretables cuando se carece de estos signos.

6 Poner una palabra en mayúscula tras dos puntos


Es 100% común ver listados en viñetas con esta estructura:
• Elemento 1: bla, bla, bla…
• Elemento 2: bla, bla, bla…
• Elemento 3: bla, bla, bla…
Es una gran forma de mejorar el diseño del contenido, resumir y dejar muy claras las ideas. Pero
la mayoría no lo hacen bien, ya que ponen la primera palabra tras los dos puntos en mayúsculas.
La única excepción común es cuando introduces una cita de alguien. Pongamos un ejemplo más:
• Debes hacer justo lo que me dijo mi amigo el otro día: «Javi, no seas tonto y empieza a
escribir…».
Salvo que introduzcas una cita, mata esa mayúscula.

7 Los problemas a la hora de escribir varias preguntas seguidas


¿Has escrito alguna vez varias preguntas seguidas en un texto? Seguro que sí. Pues bien, ¿y si te
dijera que probablemente has escrito todas mal muchas veces?
A la hora de introducir una pregunta en un texto se cometen muchos, muchos errores. También hay
que decir que la norma castellana para poner o no la tilde es bastante difusa, pero ahí está.
Vamos por partes:
1. ¿Cómo se escriben varias preguntas seguidas? Puedes escribirlas directamente sin separar
empezando por mayúscula (¿Quieres mejorar tu blog? ¿Te gustaría tener cientos de
visitas?) o en minúscula utilizando la coma o punto y coma (¿Quieres mejorar tu blog?, ¿te
gustaría tener cientos de visitas?). Personalmente prefiero la primera opción.
2. ¿Hay que poner una coma en una pregunta en medio de una frase? Sí, salvo que esa
pregunta venga precedida de pero, y u o (La duda está ahí, pero ¿cómo podemos
resolverla?). A mí me gusta poner la coma antes de pregunta siempre, pero eso es una
manía mía 😉
3. ¿Hay que poner un punto tras una pregunta? No. Los signos exclamativos (¡!) e
interrogativos (¿?) cierran las frases, salvo que utilices una coma al final como hemos visto
en el primer punto.

8 Falta de concordancia en las frases


Este problema va muy unido con el punto #2, ya que al usar indiscriminadamente las comas
acabamos por crear frases monstruosas y Frankensteins difíciles de manejar.
Al final lo que pasa es que, de tanto escribir, terminas por crear una frase que ni tiene sentido en sí
misma en términos de concordancia. La concordancia no es más que la relación entre los
diferentes elementos de una frase.
Como siempre, me explico con un ejemplo:
• Me alegra mucho ver la calidad de tus trabajos y proyectos, ya que me ha gustado mucho.
• Me alegra mucho ver la calidad de tus trabajos y proyectos, ya que me han gustado mucho.
Cuando montamos un monstruo lleno de comas, y no voy a poner ejemplos para no ofender a
nadie, tendemos a cargarnos esto.
Hablamos de un grupo en plural, luego en singular, luego es femenino, después masculino, etc.

9 No cerrar una frase


Si dejo esta frase así
Seguro que se ve rara, ¿verdad? Incluso diría que genera ansiedad (¡CIERRA ESA FRASE JAVI!).
Ahí falta un punto y está más que claro. Pero si hago lo mismo en una lista parece que ese
problema «desaparece» y no es así.
En las listas y viñetas tienes que poner un punto final en cada línea. Solo tienes que subir y revisar
las viñetas que he usado antes y ver que todas tienen un punto final.
A veces se olvidan y hasta a mí me pasa, pero deberías controlarlo para no dejar frases «sueltas»
por ahí.
El único lugar donde está «permitido» no usarla es en los títulos, encabezados y listas con un solo
elemento. No es que lo permita la Real Academia de la Lengua Española al 100% (quizás lo último
sí), sino que está aceptado por el mundo blogger porque el punto final no aporta nada ahí.

10 Uso de tildes donde ya no es necesario


La RAE se va actualizando y, con cada nueva edición, la verdad es que cada vez se están perdiendo
más tildes. Eso, que puede gustar más o menos, es lo que hay ahora mismo.
Por eso muchas tildes que antes se utilizaban hoy en día ya no son necesarias. Pondré algunos
ejemplos:
• Las tildes en los pronombres demostrativos «este», «esta», «esos», «aquellos», etc.
• La tilde en «solo».
• La tilde que antes iba entre los números para diferenciar la «o» del «0».
Cuando leo un texto y veo esas tildes a mí ya me huele a antiguo. Es una percepción personal y este
no es un «fallo» grave y de hecho ni es un fallo, ya que la RAE permite el uso de ambos.
Aun así, actualízate y deja de gastar la tecla de la tilde con tildes innecesarias 😉

11. No pongas coma antes de «y»


Esta norma es extensible a las conjunciones «ni» y «o». Se aplica cuando tenemos una
enumeración con varios términos.
✅ Metió a toda prisa en la maleta dos pantalones, cinco camisetas, seis pares de calcetines y
bastantes mudas de ropa interior.
❌ Metió a toda prisa en la maleta dos pantalones, cinco camisetas, seis pares de calcetines, y
bastantes mudas de ropa interior.
Sin embargo, esta norma tiene sus excepciones. Sí es correcto poner coma antes de la conjunción
«y» si la oración que sigue a la conjunción tiene distinto sujeto de la anterior. También si el
elemento que va detrás de «y» no enlaza con los anteriores, sino con la suma de todos ellos:
✅ El pobre hombre no había visto un televisor en su vida, y todo el mundo pudo observar cómo se
quedó boquiabierto ante aquel invento del demonio.
✅ Se había pasado la vida entera yendo de fiesta y haciendo el vago, y cuando le tocó trabajar no
estaba acostumbrado a dar un palo al agua.

12. En el encabezado de las cartas y las notas, usa dos puntos


Últimamente es cada vez más frecuente encontrar en estos casos una coma, pero se trata de un
error por influencia del inglés. En castellano los encabezados de las cartas y las notas se puntúa
con dos puntos:
✅ Querida hermana:
Necesitaba tiempo para pensar y me he ido unos días a la casa del pueblo. Por favor, saca a pasear
al perro.

13. Tras las preposiciones, no uses los dos puntos


Es incorrecto el empleo de los dos puntos entre una preposición y los sustantivos que la siguen:
❌ Estaba cansado de: las risas de sus compañeros, las burlas en la clase de gimnasia y las
miradas de incredulidad de las chicas.

14. Tras los puntos suspensivos, siempre un espacio (salvo si lo que sigue es un signo de
puntuación de cierre)
Por lo tanto, si se usan los puntos suspensivos al principio de una frase no van pegados a la
primera palabra, sino que llevan un espacio después.
✅ … y después de decir todo esto, se quedó tan ancho.
❌ …y después de decir todo esto, se quedó tan ancho.

15. Usa las comillas latinas («, »)


Las comillas inglesas (“, ”) se usan solo si es necesario entrecomillar una palabra dentro de un
texto entrecomillado.
✅ Le dijo, alzando la voz: «Mire usted, yo estaré “escuchimizá”, pero no soy una muerta de
hambre».

16. No uses mal la raya y el guion


Últimamente se está viendo con mucha frecuencia un uso incorrecto del guion y la raya en lugar de
los dos puntos, por influencia del inglés:
❌ La llegada del hombre a la luna – un acontecimiento histórico.

17. El punto final va detrás de las comillas de cierre, no delante


En castellano es ese el orden correcto. ¡No pongas el punto antes de las comillas de cierre!
❌ «Escribir es algo que nunca puedes hacer tan bien como es posible. Es un desafío perpetuo y es
más difícil que cualquier otra cosa que haya hecho. Así que lo hago. Y me hace feliz cuando lo
hago bien.» (Ernest Hemingway)
✅ «Solo los malos escritores piensan que su trabajo es realmente bueno» (Anne Enright).

18. No abuses de los puntos suspensivos


Un exceso de puntos suspensivos ralentiza el ritmo del texto y da la sensación de falta de
seguridad. ¿Realmente es esa la impresión que quieres dar? Dosifica el uso de este signo de
puntuación tan lleno de significado.
❌ La esperaba al final del camino… Su gesto estaba pálido… Cuando le dijo lo que acababa de
suceder, ella no daba crédito… Lloraron abrazados a la luz de la luna…

19. Puntúa correctamente los diálogos


Para este último punto, que tiene muchísima miga, puedes recurrir a la entrada que escribí hace
tiempo sobre la puntuación correcta de los diálogos.
Espero que, gracias a estos diez consejos, cometas menos errores al puntuar tus textos. Recuerda
que de la ubicación de una coma puede depender la interpretación del texto o, como en la famosa
anécdota, la vida de un hombre.

20. Reglas ortográficas para el uso de los signos


1. Como hemos dicho, en español las preguntas directas y las exclamaciones requieren dos
signos, el de apertura y el de cierre. Solo es válido escribir un solo signo (el de cierre) entre
paréntesis para mostrar extrañeza o ironía «(?)» o sorpresa «(!)». Vamos a verlo con dos
ejemplos: Juan López Sánchez es el experto (?) elegido para la ocasión. // Un joven de 43
años (!) fue el ganador del Premio Jóvenes Talentos.
2. Nunca debe ponerse un punto (.) después de un signo de exclamación o de
interrogación. Cuando el final de la frase interrogativa o exclamativa coincide con el final
de la oración, el signo (? o !) funciona como punto, por lo que no hace falta agregarlo
después. Ejemplo: ¡Qué golpazo se ha dado!. Me ha dolido hasta a mí. INCORRECTO. La
forma correcta es: ¡Qué golpazo se ha dado! Me ha dolido hasta a mí. Sí pueden usarse
otros signos de puntuación: coma, punto y coma, dos puntos y puntos suspensivos.
3. Las mayúsculas y minúsculas son las que corresponden según la oración en la que esté la
frase exclamativa o interrogativa. Es decir que si la frase interrogativa o exclamativa está
al principio de la oración, empezará con mayúscula (¿Quién quiere venir conmigo al
cine?). Pero si el comienzo no coincide con el de la oración, se usa minúscula (Hoy voy al
cine, ¿quién quiere venir conmigo?).
4. Cuando se trata de una sucesión de preguntas, pueden ir separadas por comas, punto y
coma, punto (en este caso respetando lo escrito en el punto 2) o incluso dos puntos, según
se considere necesario. Respetarán las reglas que hemos visto hasta ahora sobre
mayúsculas y minúsculas. Ejemplos: ¿Respondiste al teléfono? ¿Quién era? // ¿Cómo te
llamas?, ¿cuántos años tienes?, ¿dónde trabajas?
5. Se pueden repetir los signos como énfasis: ¡¡Feliz cumpleaños!! // ¿¿Pero qué
dices?? También se pueden combinar ambos, en frases que tienen un valor sea exclamativo
que interrogativo: ¿¡Lo dejo allí!? Los signos deben ser simétricos, es decir que deben
repetirse los mismos en la apertura y el cierre.
RECUERDA La acentuación de las voces qué, cuándo, cómo, cuál, etc. depende de si tienen
valor exclamativo o interrogativo, no del simple hecho de que se encuentren entre signos de
exclamación e interrogación: ¿que se ha ido sin pagar? Ya veré yo cómo se lo voy a cobrar.

Ultima unidad: (?) Ultimo corpus de estudio sobre los signos ortograficos.

1. INTRODUCCIÓN
Como bien advertía Nunberg (1990: 9), son pocas las razones que poseemos para revisar la
apreciación de Gleason (1965) según quien, hace ya casi medio siglo, resultaban insuficientes
los estudios descriptivos acerca del uso de los signos de puntuación en inglés y en otras
lenguas -como es, en nuestro caso, el español-. Por el contrario, sí eran entonces algo más
numerosos -y siguen siéndolo ahora- los trabajos que han abordado las cuestiones sobre la
puntuación desde una perspectiva básicamente normativa. Tanto es así que la presente
investigación participa de un criterio fuertemente normativo.

En la actualidad, observamos varios intentos de combinar ambas perspectivas -la normativa y


la descriptiva- (Peñalver 1998, 2002). El análisis que llevamos a cabo en este artículo aúna las
dimensiones cualitativa y cuantitativa. A la vez, el estudio tiene por objeto describir el uso y
reprobar los errores de puntuación más frecuentes que cometen los estudiantes universitarios
de primer año cuando realizan aportaciones escritas en dos foros académicos, los cuales
fueron alojados en la plataforma de enseñanza virtual de una asignatura -precisamente,
Español Normativo I-.

Sin lugar a equívocos, la puntuación es un factor del que depende buena parte de la
comprensión de los mensajes escritos; dicho de otro modo, el uso de los signos de puntuación
repercute inevitablemente en la comprensión lectora. Desde un punto de vista textual, tal
repertorio de signos constituye un recurso elemental a la hora de organizar con claridad las
ideas que expresamos en los textos. A pesar del componente subjetivo que aparece ligado a la
puntuación, en español existen criterios normativos muy concretos que no deben pasarle
inadvertidos al usuario competente en el idioma.

Tampoco podemos perder de vista el marco que adoptan las producciones escritas de las que
nos ocupamos en este artículo. Nos referimos a un género electrónico como es el foro virtual.
Con todo, se trata de foros académicos que, además, fueron concebidos para la asignatura
obligatoria de Español Normativo I, del primer curso de Grado en Lengua y Literatura
Españolas. Por consiguiente, es preciso asumir que, en tales (con)textos, debemos obviar el
anormativismo ortográfico que define y caracteriza a estas modalidades mixtas, a medio
camino entre la oralidad y la escritura.

En otras palabras, las intervenciones del alumnado debían ceñirse a la norma culta propia de la
modalidad escrita y, en ese sentido, no consideramos que el uso indiscriminado de los signos
de puntuación represente una suerte de heterografía -esto es, la desviación ex profeso de la
norma ortográfica; tan frecuente, por otra parte, en los géneros que corresponden a los textos
electrónicos (Martínez de Sousa 2004)-. En tales casos, nos encontraríamos ante verdaderas
faltas ortográficas.

2. LOS CRITERIOS DE PUNTUACIÓN Y SU EVOLUCIÓN A TRAVÉS DE


LOS TIEMPOS
La explicación de un buen número de errores asociados a los signos de puntuación en español
hay que buscarla en las tensiones de dos tendencias antagónicas que han convivido
aproximadamente desde el Renacimiento. Se trata, en primer lugar, de las tradiciones
grecolatina y medieval que privilegiaban el aspecto fónico de la lengua. Según dicho
planteamiento, los signos de puntuación no son sino la traducción de las pausas y de la
entonación orales en la modalidad escrita. En segundo lugar, y a partir del siglo XVI, surge una
tendencia que antepone el discurso escrito al oral y, en ese sentido, se afana en la
identificación de las unidades sintácticas y semánticas de los textos.

Más específicamente, es durante los siglos XVIII y XIX cuando se consolida la lectura silenciosa
y, por ende, el carácter prosódico de la puntuación -es decir, el objetivo de materializarse en la
oralidad para indicar los silencios o el tono- quedará relegado a un segundo plano. A partir de
ese momento, sus usos y aplicaciones se harán corresponder con las estructuras sintácticas y
de contenido de las que se componen las producciones escritas (Cassany 1999).

De este modo, han coexistido dos criterios distintos sobre los que se ha apoyado la puntuación
en español; a saber: el criterio prosódico y el criterio sintáctico-semántico. De acuerdo con la
nueva Ortografía de la lengua española (RAE 2010: 292) -en adelante, ORAE-, el último
criterio es el que prevalece en el sistema de puntuación contemporáneo. No obstante, autores
como Sánchez Avendaño (2004) han señalado que dicha indistinción de criterios se extiende
hasta la más inmediata actualidad.

Desde otro enfoque, resulta evidente que hay signos de puntuación que presentan mayor
frecuencia de uso que otros, si bien esta cifra varía a lo largo del tiempo. La Tabla 1, tomada
de Miller (1969) (cf. Cassany 1995: 179), reproduce, en términos de frecuencia absoluta, la
recurrencia a los signos de puntuación a través de algunos de los literatos más representativos
de los siglos XVIII, XIX y XX.
Tabla 1. Recurrencia a los signos de puntuación en los siglos XVIII, XIX y XX a partir de una
selección de escritores

Como venimos señalando, el transcurso del tiempo conlleva modificaciones en las tendencias
de puntuación. A propósito de la Tabla 1, subrayamos que alrededor del 80% de los signos
utilizados son el punto y la coma. Más específicamente, con el paso de los años, observamos
un mayor uso del punto frente a la coma, lo que implica una tendencia de acortar las
oraciones. A la par, se produce un descenso en el empleo del punto y coma, mientras que el
uso de los puntos suspensivos se incrementa en el siglo XX. Por su parte, aumenta la
frecuencia de aparición de los signos de interrogación y exclamación, probablemente como
consecuencia de la moda de incluir diálogos y discursos en estilo directo en la modalidad
escrita (Cassany 1995: 179-180).

En otro orden de datos, no podemos ignorar la supremacía que los diferentes tratados
ortográficos han concedido tradicionalmente a la correcta escritura de las letras. Esta tendencia
letrista ha desplazado, a lo largo del tiempo, el interés fundamental que encierran los signos
de puntuación en el marco de la ortografía. De esta situación, como también advierte Peñalver
(1998, 2002), se percatan, por ejemplo, Palacios y Bueno (1996: 12) cuando quieren hacer del
capítulo dedicado a la puntuación el más importante de su Buena ortografía.

En síntesis, los criterios que se han relacionado con el uso de los signos de puntuación en
español son -a nuestro juicio- un reflejo de las funciones principales que desempeñan en la
escritura; a saber:

a. La representación prosódica: pensemos en los signos de interrogación


(¿?) y de exclamación (¡!) que producen claros efectos en el plano de la
entonación, con evidentes repercusiones en la modalidad oracional.

b. La facilitación sintáctico-semántica: la organización de las ideas en un


texto y las relaciones de contenido que existen entre ellas se traducen en
la preferencia de unos signos de puntuación sobre otros; por lo tanto, tales
marcas ortográficas facilitan el procesamiento sintáctico-semántico de la
información escrita.

c. La manifestación de la subjetividad: aunque se trate de una función


secundaria, es preciso advertir que los signos de puntuación pueden
poseer, en ocasiones, carácter modalizador; esto es, en ocasiones traslucen
la actitud del emisor. Por ejemplo, las comillas pueden resaltar usos
especiales de algunas palabras (coloquialismos, metáforas, eufemismos,
tabúes, etc.); los paréntesis y los guiones pueden encerrar juicios
personales u opiniones; y los puntos suspensivos pueden indicar duda,
perplejidad o temor, entre otros valores.

3. LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN EN EL ESPAÑOL ACTUAL


En palabras de Peñalver (1998: 278), "con una clasificación ordenada y bien organizada de la
ortografía, podemos estudiar con más rigor y exhaustividad las dudas y dificultades más
frecuentes en el español actual". De acuerdo con la ORAE (2010), los signos de puntuación que
actualmente utilizamos al escribir en español y las principales reglas asociadas a ellos son:

a. El punto (.) señala el final de un enunciado, un párrafo o un texto.


Después del punto, la norma es escribir en mayúscula.

b. La coma (,) delimita unidades inferiores al enunciado; puede tener o no


función distintiva -pensemos en Su vida acabó lamentablemente frente a
Su vida acabó, lamentablemente-. Tras la coma, la norma es escribir en
minúscula, con unas pocas excepciones -por ejemplo, si se trata de un
nombre propio-.

c. El punto y coma (;), al igual que la coma, delimita unidades inferiores al


enunciado. Sin embargo, depende de la longitud y de la complejidad de las
secuencias que separa, así como de la presencia de otros signos de
puntuación. Por tanto, su uso está fuertemente vinculado al criterio de
quien escribe. Tras el punto y coma, la norma es comenzar a escribir en
minúscula, exceptuando unos pocos casos.

d. Los dos puntos (:) delimitan unidades sintácticas jerárquicamente


inferiores al enunciado, sean o no oracionales; detienen el discurso para
llamar la atención sobre lo que se escribe. Con frecuencia, aparecen en las
enumeraciones y en el discurso directo. Como norma general, tras los dos
puntos se empieza a escribir en minúscula.

e. Los paréntesis ( ) se utilizan habitualmente para insertar una


información complementaria o aclaratoria; es decir, son delimitadores y
aíslan incisos en el texto.

f. Los corchetes [ ], en la mayoría de contextos, se emplean de forma


análoga a los paréntesis, aunque casi siempre tienen un carácter auxiliar;
por ejemplo, en la escritura convencional, debe escribirse entre corchetes
la información que se inserta en un paréntesis.

g. La raya (-) se usa como signo simple o doble; en este segundo caso,
aísla la información complementaria que se inserta en el discurso principal,
enmarca incisos dentro de otros incisos, aparece en diálogos -con raya
simple al inicio de cada intervención- o en enumeraciones con forma de
lista.

h. Las comillas atienden a tres tipologías fundamentales: las angulares,


latinas o españolas (« »), las inglesas (" ") y las simples (' '). Entre sus
usos, sirven para insertar un discurso secundario en el principal, señalar
citas textuales, reproducir pensamientos, marcar el carácter especial de
una palabra o expresión, con fines metalingüísticos y en expresiones
denominativas (títulos y apodos).

i. Los signos de interrogación (¿?) y los de exclamación (¡!) -desarrollados


posteriormente los segundos, a partir del siglo XVI- son claros indicadores
de modalidad y se utilizan para enmarcar enunciados interrogativos y
exclamativos directos. En la escritura del español, nunca debe elidirse el
primero de estos elementos.

j. Los puntos suspensivos (...) que antiguamente podían representarse en


su forma simple (......) o doble (::::::) y permitían un número indefinido,
en la actualidad son tres y solo tres puntos consecutivos los que han de
escribirse. Señalan una omisión en el discurso y, al mismo tiempo, son
marcadores de modalidad, ya que pueden emplearse para expresar duda,
temor, vacilación o expectación, entre otros usos.
Aparte de los signos diacríticos (la tilde y la diéresis) y los ya descritos signos de puntuación,
la ORAE (2010) reúne en un tercer grupo otros signos ortográficos: los denominados signos
auxiliares. Estos son de carácter accesorio y cumplen funciones muy diversas:

a. Los guiones (-) se utilizan para dividir palabras a final de línea, para unir
nombres propios y apellidos, dos o más adjetivos (teórico-práctico), o dos
o más sustantivos (espacio-tiempo), entre otras funciones.

b. La barra (/), la barra doble (//), la barra inversa (\), la barra vertical o
pleca (|) y la doble barra vertical o pleca doble (||).

c. La llave, con su variante de apertura ({) y cierre (}).

d. El asterisco, con forma de estrella (*).

e. Las flechas (—T—I^t).

f. El calderón (¾ hoy en desuso.

g. El signo de párrafo (§).

4. LA ADQUISICIÓN DE LA PUNTUACIÓN
La investigación de Baldwin y Coady (1978), de filiación psicolingüística, mostró
experimentalmente que la puntuación es una destreza tardía en la adquisición de la escritura.
A su vez, Ferreiro y Zucchermaglio (1996) evidencian esta premisa a partir de diferentes
estudios en los que examinan la producción y la distribución de los signos de puntuación en
niños hispano e italohablantes. Entre otros aspectos, observan que la recurrencia a la
puntuación aumenta conforme los escolares van ascendiendo de curso.

En efecto, la mayoría de los autores está de acuerdo en que es infrecuente encontrar signos de
puntuación en las producciones escritas de los niños escolarizados en el primer año de
educación elemental o primaria (Fayol 1981; Lur$at 1973). Sin embargo, a partir del segundo
curso aumenta rápidamente la frecuencia de uso y el repertorio de signos que emplean es más
variado. Así mismo, es habitual que, durante los primeros años de escolarización, los niños
apliquen anómalamente algunas reglas asociadas a la puntuación; por ejemplo, suele aparecer
el punto sin ir seguido de mayúscula o, a la inversa, la mayúscula sin ir precedida del punto
(Fayol 1997). Tales alteraciones en la puntuación no son exclusivas de las primeras etapas de
adquisición, pues no podemos olvidar que constituyen un rasgo frecuente del ciberlenguaje
(Pérez Sabater 2007; Yus 2010, 2011; Zhou y Zhang 2005).

En cuanto al uso de los signos de puntuación en adultos, estudios como el que lleva a cabo
Fayol (1997: 168-175) sugieren que, a medida que se va consolidando el hábito de la
puntuación en los usuarios de una lengua, se establece una jerarquía más estricta entre los
diferentes signos que se utilizan; principalmente, para organizar las ideas de las que consta un
texto escrito. Esta jerarquía operaría en el plano del contenido, porque, por ejemplo, la
asociación semántica entre las ideas que aparecen yuxtapuestas por coma tendría que ser, en
principio, mayor que la de los segmentos separados por punto y seguido, y aún mayor que la
relación semántica que existiría entre párrafos separados por punto y aparte.

5. CORPUS
Para la descripción del uso de los signos de puntuación por parte de los estudiantes
universitarios, tuvimos en cuenta dos foros virtuales que organizamos en Español Normativo I,
asignatura obligatoria de primer año del Grado en Lengua y Literatura Españolas en la
Universidad de Murcia. El primer foro giraba temáticamente en torno al concepto de norma
dictado por Coseriu (1981) y a la posterior crítica formulada por Fernando Lara (1999), si bien
los alumnos dilataron el discurso a la posible creación de una lengua estándar. En cambio, el
centro temático del segundo foro se acotó a la estrecha relación existente entre la
comunicación verbal y la no verbal, situando el análisis en encuentros comunicativos cuyos
protagonistas eran conocidos políticos españoles.

La cifra de estudiantes matriculados en esta asignatura ascendía a 91. Las participaciones


escritas podían ser realizadas de manera colectiva o individual. Se dio con mayor asiduidad el
trabajo personal, pues fueron pocas las aportaciones trabajadas en grupo. En total, analizamos
128 intervenciones, lo que en párrafos suma un total de 198 y, en palabras, 23916. En la Tabla
2 ofrecemos datos más detallados sobre el corpus:

Tabla 2. Datos cuantitativos generales de los foros analizados

6. ANÁLISIS SOBRE EL USO Y LOS ERRORES DE PUNTUACIÓN EN


FOROS ACADÉMICOS VIRTUALES
En consonancia con estudios precedentes (Fayol 1981, 1997; Ferreiro y Pontecorvo 1999;
Ferreiro y Zucchermaglio 1996; Lur$at 1973), el empleo de la puntuación siempre ha sido
analizado desde las vertientes cuantitativa y cualitativa, no debiéndose entender como
independientes, sino que propician el análisis conjunto. Por ello, en el presente artículo damos
continuidad a los patrones establecidos.

6.1. DIMENSIÓN DESCRIPTIVO-CUANTITATIVA

En este apartado nos proponemos ofrecer datos numéricos -tanto cifras reales como
estadísticas- de los signos de puntuación utilizados por los participantes de los mencionados
foros académicos virtuales. En la Tabla 3 distinguimos, en un eje, la tipología de signos de
puntuación, de entonación y auxiliares existentes en español, y, desde el otro eje, mostramos
la información hallada en cada uno de los foros, así como las cifras totales de ambos.
Presentamos los datos siguiendo un orden de clímax descendente:
Tabla 3. Datos cuantitativos del empleo de los signos de puntuación en los foros

A tenor de las cifras anteriores, apreciamos que la coma es el signo que se utiliza con mayor
asiduidad, hasta el punto de que casi uno de cada dos signos representados es, precisamente,
una coma. Estos datos, en cierto modo, discrepan de los ofrecidos por Cassany (1995: 179),
quien observaba una tendencia del predominio del punto frente a la coma. A continuación, por
orden de frecuencia, encontramos la utilización del punto, existiendo mayor predisposición por
el empleo del punto y seguido (17.10%) que por el punto y aparte (8.06%).

Si sumamos los valores porcentuales relativos a la coma y al punto, constatamos que


ascienden al 72.3% de los signos utilizados. También hemos de resaltar el alto porcentaje de
las dobles comillas inglesas -un 9.76%-; este hecho lo justificamos por el tema de debate
(recordemos, versa sobre el concepto de norma), ya que en el Foro I encontramos una cifra
mucho más elevada que en el Foro II. Después, le siguen por frecuencia de uso las comillas
simples inglesas (1.91%) y, por último, hallamos la utilización de las comillas latinas (1.27%).
Para interpretar esta información coherentemente, hemos de indicar que la plataforma
informática donde se celebraron los foros virtuales no permite la utilización de cursivas, de ahí
que los estudiantes tuvieran que recurrir a las comillas, si bien la elección entre estos tres
tipos de comillas fue personal.

Al mismo tiempo, nos percatamos de un mayor empleo de los dos puntos -un 3.06%- que del
punto y coma -un 1.45%-. En este último caso, se trata de un signo de puntuación cuya
frecuencia de utilización se caracteriza por un continuo proceso de declive. Por su parte, hay
cifras más elevadas en el uso de signos de cierre tanto de interrogación como de exclamación,
frente a los de apertura, a causa de la tendencia de extrapolar al español modelos de
puntuación propios de otras lenguas como el inglés; dicha moda está muy generalizada,
especialmente, en la comunicación por Internet.

La utilización de signos auxiliares de puntuación con funciones aclaratorias -como es el caso de


los paréntesis y de los dobles guiones-destaca por arrojar unas cifras poco representativas, en
concreto el 5.79% y el 0.36% respectivamente. Así mismo, son muy bajos los porcentajes de
uso que les corresponden a los puntos suspensivos -0.54%-, al guion simple -0.24%- y a la
barra -0.21%-. Por último, no hallamos ningún caso de empleo de corchetes, ya sea el de
apertura o el de cierre.

6.2. DIMENSIÓN NORMATIVO-CUALITATIVA

Desde una perspectiva normativa, hemos de señalar que encontramos tanto casos donde el
uso de los signos de puntuación resulta abusivo, como situaciones totalmente contrarias. La
intervención [1] representa un ejemplo extremo en el que no hallamos ni un solo signo de
puntuación:

[1]
yo opino igual que muchos de mis compañeros Fernando Lara es mas
concreto y argumenta mas la norma ya que Coseriu a mi parecer se queda
un poco escaso. [Foro I, intervención 62]

Por otro lado, según apreciamos en [2] y en [3], tampoco parece quedar
clara la colocación de los signos de puntuación frente al respeto de los
espacios en blanco que exigen en la escritura:

[2]
(...) superan.Las palabras solo son palabras;es como esas veces que
dices una cosa y quieres decir otra:no son muy fiables. [Foro II,
intervención 19]

[3]
Yo creo que la no verbal es una ayuda para la verbal . Sea cierta o no la
información que se muestra verbalmente es una forma de comunicación.
Si tuviesemos que elegir entre una u otra todo el mundo escogería la
verbal. Para expresarnos con gestos ,algo más complejo que miedo o si
es mentira o verdad lo dicho,necesitamos las palabras. [Foro II,
intervención 40]

Procedamos, a continuación, a analizar los errores de puntuación de acuerdo con cada uno de
los signos empleados en los textos escritos:

6.2.1. La coma

Como es lógico, la coma -el signo de puntuación por excelencia del corpus elegido- suma los
mayores casos de utilización incorrecta. Así, en [4] nos percatamos de una recurrencia
excesiva al uso de la coma:

[4]
La comunicación no verbal nos expresa una información importante, pero
pienso que se le da demasiada importancia a la comunicación no verbal,
es verdad que es importante, pero hasta un cierto grado ya que la
palabra, según mi parecer, está por encima de los gestos, porque
estos ademanes dependen de lo que quieras expresar, es decir, no vas a
estar hablando con una amiga sobre las vacaciones, y moviendo los
brazos bastante como si estuvieras exponiendo una materia. [Foro II,
intervención 6]
Otras veces, la coma se intercala de manera incorrecta entre el sujeto y el verbo de la oración,
como comprobaremos en [5], donde la coma debería colocarse después del marcador
discursivo por otro lado:

[5]
Por otro lado el lenguaje no verbal, posee la virtud o la maldición de dar a
conocer datos mucho más complejos que los que da el lenguaje verbal.
[Foro II, intervención 49]
Con mayor frecuencia, existen frases en las que deberían aparecer más comas. Los ejemplos
[6] y [7] presentan una carencia acusada de comas, como consecuencia de un problema
mayor de redacción, pues los alumnos se han servido de manera excesiva de proposiciones
circunstanciales para nutrir informativamente el texto:

[6]
Me resultan chocante que diga lo importante que es realizar una conclusión
tajante, rotunda sobre el tema tratado en cuanto a los políticos se refiere,
ya que en un debate hablado es algo muy difícil ya que no depende de los
asesores sino del propio político y es en este punto donde podemos
descubrir si realmente se cree lo que nos dice y donde puede acabar por
convencernos. [Foro II, intervención 53]

[7]
Se supone que las personas cifran sus esperanzas e ilusiones en lo que
ellos puedan conseguir por lo que me resulta muy artificial que no se
esmeren por aprender lo que quieren comunicar para poderlo expresar con
convicción y con sentimientos que calen hondo en los oyentes. [Foro II,
intervención 56]

En [8] también deberían aparecer comas entre las distintas estructuras sintácticas de las que
consta la intervención escrita:

[8]
No obstante, como ha señalado con anterioridad algún compañero hay
personas que saben actuar muy pero ello no implica que se les escape en
algún momento algo que defina su intención. [Foro II, intervención 20]
En [9] sería conveniente que la proposición subordinada condicional acabara con una coma:

[9]
Si no conseguimos esta primera fase no sirve de nada que mueva la mano
de tal forma o que lleve el pelo peinado de aquella manera. [Foro II,
intervención 53]
Junto a ello, hay casos en que los errores se deben a la mala ubicación de la coma, resultando
bastante incoherente su posición, como ocurre en [10], pues lo lógico sería situarla con
anterioridad:

[10]
Es decir, la norma es algo general y establecido mientras que, el uso son
las características específicas de cada sociedad. [Foro I, intervención 43]
En [11] resulta bastante extraña la colocación de la coma antes de un paréntesis, en lugar de
incorporarla al cerrar el paréntesis:

[11]
Según Lara, la norma corresponde al debe ser, a si el uso es correcto o
incorrecto, pues bien, yo pienso que ese debe ser (por ejemplo músico,
como ya han citado anteriormente algunos de mis compañeros) es
simplemente una de las posibilidades que el sistema recoge y que la
sociedad acepta, (como dice Coseriu) al igual que podía haber aceptado
otra palabra, porque de lo contrario hoy diríamos musiquero de la misma
manera que decimos camionero; hemos aceptado que lo correcto es
músico y no musiquero. [Foro I, intervención 26]
6.2.2. El punto

Como observamos en [12], es un error bastante generalizado que los alumnos no pongan
punto al final de sus intervenciones:

[12]
Por todas estas cosas es importante que prestemos especial atención al
lenguaje no verbal pues como hace mucho tiempo se viene diciendo: 'una
imagen vale más que mil palabras'. [Foro II, intervención 29]
En otras ocasiones, como ocurre en [13], el problema se genera por la utilización del punto
donde debería aparecer más propiamente una coma:

[13]
Respecto a las diversas opiniones sobre el castellano estándar, no llego a
estar de acuerdo totalmente con su establecimiento. Pues conllevaría a
la pérdida de palabras y expresiones que forman nuestra lengua. [Foro II,
intervención 34]
Frente al caso que acabamos de exponer, en [14] se produce el fenómeno inverso; esto es, el
estudiante ha preferido emplear una coma en lugar de un punto:

[14]
Por un lado, considero más adecuado el concepto de norma propuesto por
Fernando Lara, ya que me parece más específico a lo que todo el mundo
entiende por el vocablo norma, esta palabra según la RAE significa: regla
que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas,
actividades, etc. [Foro I, intervención 68]
6.2.3. Las comillas

Los principales fallos que presentan los textos incluidos en los foros, en cuanto a la utilización
de las comillas, destacan por su mal uso tipográfico. Dichos errores podemos estructurarlos en
tres bloques: (1) la confusión entre << >> y « »; (2) relacionado con la tipología anterior,
hallamos el uso de < > por « »; y (3) la sustitución de la comilla simple de apertura (') por el
acento grave C). Los ejemplos [15], [16] y [17] ilustran los defectos -o descuidos- que
acabamos de apuntar:

[15]
Sobre la última pregunta que ha lanzado Susana, yo creo que hay ciertas
personas que sí que utilizan esta comunicación con fines estratégicos; de
ahí el refrán: <<No creas nada de lo que escuches o leas y solamente cree
la mitad de lo que veas>>. [Foro II, intervención 44]

[16]
Este concepto de norma es definido por él como un <deber ser>, es decir,
como debemos usar el lenguaje correctamente, mientras que Coseriu lo
define como la manera común de hablar, ya sea de forma correcta o
incorrecta. A este concepto de norma Lara le da el nombre de <uso>.
[Foro I, intervención 22]

[17]
Además, con los gestos se puede "pillar' una mentira rápidamente, e
intuir que está haciendo alguien que mira para arriba (si esta pensando o
recordando, por ejemplo). [Foro II, intervención 17]
De acuerdo con la información cuantitativa, en estos foros los usuarios han optado
frecuentemente por el uso de las comillas simples, el cual, en bastantes ocasiones [18],
podemos calificar de innecesario e incluso de abusivo:

[18]
Por ejemplo, cuando un profesor que acaba de terminar la carrera llega por
primera vez a un aula, utiliza una serie de gestos (explica sobre la tarima,
utiliza el 'usted',...) de manera estratégica ante sus alumnos, con el
objetivo de 'mantener' las distancias entre ambos, de marcar el límite
entre 'estudiante' y 'profesor'. Nosotros captamos una serie de gestos
que nos transmiten una 'imagen' de él [...]. [Foro II, intervención 44]

[19]
La comunicación verbal puede realizarse de dos formas: oral: a través de
signos orales y palabras habladas o escrita: por medio de la
representación gráfica de signos, pero en nuestro tiempo cada vez tienen
más importancia los sistemas de comunicación no verbal. [Foro II,
intervención 41]

[20]
Hola chicos. [Foro II, intervención 41]

[21]
Y lo tercero es que no me parece bien concebir el lenguaje meramente
como un "instrumento", me refiero: que lo que importa del lenguaje es
que sea práctico, sin otras consideraciones. [Foro I, intervención 29]

[22]
Por ello que Rajoy se aferre durante un debate a un boli o que no pare de
mirar la pared son datos que si que aportan información, pero que un
político esté nervioso, inseguro y quiera controlar los tiempos es algo MUY
natural, ya que pone mucho en juego, y esas emociones en todo caso lo
definen como humano y lo hacen más cercano. (y no es que tenga
ninguna afinidad a este hombre, la política no es algo que me entusiasme).
Volviendo a la idea inicial, el lenguaje no verbal debería utilizarse para
corroborar que lo que se dice es cierto. (insisto en que no me interesa
saber si un político está nervioso o inseguro, ya que esto también puede
ser causa de la presión ante las cámaras). [Foro II, intervención 53]

[23]
Coseriu distingue la norma como nivel de la aceptación social de los usos
lingüísticos; (musiquero) puede ser sistemáticamente posible pero no es
(normal), es decir, queda excluido por la norma social. [Foro I,
intervención 43]

[24]
Sé que probablemente esto nunca va ocurrir puesto que presenta una gran
dificultad y como bien habéis apuntado algunos daría lugar a "guerrillas"
entre los diferentes países hispanohablantes, pero bueno, pese a todo
mantengo mi idea y respeto las demás, pero es mi opinión, pese a no ser
compartida por ninguno de vosotros :( [Foro I, intervención 38]

[25]
En mi opinión, tanto la definición de Coseriu como la de Lara no son del
todo acertadas, o por lo menos se presentan incompletas, no obstante,
he de reconocer que me decanto más por la de Fernando Lara, puesto que
es más específica. [Foro I, intervención 26]
A su vez, en [26] ilustramos la acción contraria, en la que se recurre al punto y coma de
manera poco apropiada, puesto que debería haberse incluido más convenientemente una
coma:

[26]
Yo pienso que no es malo que nuestro país vaya tomando algunas
costumbres de fuera pero con un cierto límite, tenemos que saber exaltar
lo nuestro; lo que nos hace diferentes. [Foro I, intervención 63]
6.2.7. Las interrogaciones y las exclamaciones

Hemos detectado errores de puntuación excesiva relacionados con los signos de cierre tanto de
interrogación como de exclamación; en concreto, son hechos en los que, tras estos signos de
cierre, el alumno incluye también un punto final, ignorando que dicha información ya está
contenida en los signos de cierre propios de la interrogación y la exclamación. En el fragmento
[27] observamos dicha anomalía:

[27]
¿No debería acabar afirmando la importancia del lenguaje no verbal?. Por
favor, que alguien me lo explique. [Foro II, intervención 53]
Como ocurre en [28], es muy frecuente encontrar interrogaciones y exclamaciones que tan
solo contemplan los signos de cierre, obviando los de apertura, en consonancia con el idioma
inglés y tantos otros -o por contagio con los géneros electrónicos-, pero en discrepancia con
las normas de puntuación propias de la lengua española:

[28]
Os adjunto mi participación chicos. Feliz navidad! [Foro II, intervención
53]
Debemos tener en cuenta que nuestros alumnos suelen ser usuarios de otras formas de
comunicación híbrida que se han desarrollado a raíz de la generalización de Internet. Por ello,
en [29] hallamos una intervención más propia del lenguaje utilizado en páginas informales de
este revolucionario medio que de un foro académico alojado en una plataforma de enseñanza
virtual:

[29]
jajajajaaj!!!!!!!! anda que vaya tela Maria!! haz un comentario nuevo! [Foro
I, intervención 55]
6.2.8. Los puntos suspensivos

Los alumnos recurren a los puntos suspensivos con mediana asiduidad, frente al uso de
"etcétera" o de otras expresiones con valor similar, como puede ser "entre otros". Hemos
observado casos, como [30], donde los discentes incluyen tanto la abreviación "etc." como los
puntos suspensivos:

[30]
Creo conveniente, para empezar a tratar el tema, que no podemos olvidar
que, tal y como señala Lara en su artículo, la unidad de la lengua española
se formó (fijándose por lo tanto sus reglas ortográficas, gramaticales etc..)
alrededor de lo que el denomina 'autoridades', que no son más que las
grandes obras que el pueblo español, así como la Real Academia,
consideran como piedra filosofal o fuente oficial del español, remarcándose
así que la unidad en la lengua española proviene directamente del habla
popular. [Foro I, intervención 66]
Cuando suprimimos parte de un texto que citamos literalmente, los puntos suspensivos deben
ir acompañados de paréntesis o corchetes, falta que observamos, por ejemplo, en [31], si bien
se trata de una práctica bastante extendida en los textos actuales:

[31]
"...excepto Rajoy, a quien también aquí volvió a jugarle una mala pasada la
tentación de mirar al lateral de la cámara para echar un vistazo al reloj que
marca el tiempo de intervención...". [Foro II, intervención 57]
6.2.9. Los guiones

Ejemplificado en [32], los fallos sobre la colocación de los espacios en blanco que deben llevar
los signos de puntuación -cuestión con la que abríamos este apartado- son especialmente
frecuentes en el empleo de los guiones con fines aclaratorios:

[32]
No contento con esto, se decide a criticarlo:"el significado equívoco de la
palabra "norma" en la lingüística hispánica, según el cual toda manera
habitual o común de hablar es una "norma" - a partir de las concepciones
de Coseriu - debe quedar excluido de la comprensión de este artículo (y
ojalá se excluyera de la terminología lingüística hispánica). [Foro I,
intervención 4]
Además, como sucede en los extractos [33] y [34], existen casos en los que se utilizan los
guiones en lugar de las comillas, tanto para referirse a un concepto, como para citar
literalmente las palabras de un autor:

[33]
Pues como expone Fernando Lara, la norma es un -deber ser-, mientras
que Coseriu dice que nos da varias posibilidades para que la sociedad
seleccione unas normas frente a otras. [Foro I, intervención 11]

[34]
Por tanto, las diferencias se hacen más notorias al emplear un registro
menos culto, es decir, se aprecian menos en la escritura, como dice
Fernando Lara -La diversidad hispánica se manifiesta sobre todo en el
léxico, aunque la mayor parte del léxico de la lengua culta literaria, es
común a todos los países hispánicos-. [Foro I, intervención 40]

A su vez, en ejemplos como [35], echamos en falta el empleo de los guiones aclaratorios
cuando el cotexto es propicio para su aparición:

[35]
Mi opinión acerca de este tema es que la norma tal como nosotros la
pensamos se acerca más al concepto de norma que tiene Fernando
Lara;pues como han dicho algunos de mis compañeros ya, este concibe la
norma como un "debe ser". [Foro I, intervención 8]
6.2.10. La barra

En lugar de recurrir al símbolo || con el fin de separar las distintas acepciones que aparecen en
el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española vinculadas a un mismo lema, los
estudiantes, como ocurre en [36], optan por el uso de las dobles barras invertidas:

[36]
Definición según el DRAE de norma: 1: Conjunto de criterios lingüísticos
que regulan el uso considerado correcto. // 2: Variable lingüística que se
considera preferible por ser más culta. [Foro I, intervención 3]

7. CONCLUSIONES
Con esta investigación hemos aportado información relevante de cara al estudio cuantitativo-
descriptivo y cualitativo-normativo de la puntuación en estudiantes adultos de primer año del
Grado en Lengua y Literatura Españolas. Por lo tanto, nos hemos situado ante un usuario que
consideramos competente -si bien aún no podemos elevarlo a la condición de especialista-en el
manejo de la ortografía del español. El género discursivo en el que hemos enmarcado nuestras
indagaciones se aleja de otros más convencionales que han presidido este tipo de análisis,
pues se trata de foros virtuales en los que no debía "desvirtuarse" el carácter académico y, por
consiguiente, la normatividad que había de prevalecer en las distintas intervenciones.

Los principales resultados que se desprenden del análisis señalan que la coma fue el signo de
puntuación más empleado por el alumnado participante, pues su porcentaje de uso representó
el 47.14 %. Ello implica que hay una evidente predilección por utilizar periodos bastante
largos. En cambio, las estadísticas pertenecientes al punto suman el 25.16 % del total. En
cuanto a los dos puntos y al punto y coma, destacamos su bajo nivel de aparición. Por el
contrario, hemos de indicar el uso relativamente frecuente de las comillas.

Si atendemos a los errores detectados, ponemos en aviso equivocaciones emanadas tanto del
exceso como de la falta de signos de puntuación y de signos auxiliares, así como la confusión
relativa a sus usos. Gran parte de estos fallos se debió a problemas de redacción, puesto que
con asiduidad se presentaron muchas ideas escritas en pocas palabras, lo que conlleva una
lectura complicada. Así, hallamos una tendencia bastante acusada de introducir comas,
creando oraciones demasiado largas. Además, encontramos pocos guiones con fines
aclaratorios, y la mayoría de ellos mal utilizados. Del mismo modo, se produjeron fallos en el
empleo de los paréntesis y las comillas que podemos calificar de bastante graves.

Futuras investigaciones cuantitativas y cualitativas sobre el manejo de los signos de puntuación


por parte de usuarios adultos del español podrán aportar nueva información sobre cuáles son los
usos que se apartan de la norma escrita establecida. Solo así será posible proponer pautas
coherentes de actuación pedagógica que prevengan tales anomalías ortográficas.
Lista de palabras polisémicas
Las palabras polisémicas se refieren a palabras que tienen distintos significados. La polisemia se
distingue de la homonimia en que el origen etimológico, en este último caso, suele ser distinto. En
cambio, en cuanto a las palabras polisémicas, simplemente se refieren a cosas distintas, aunque su
etimología sea la misma. Un ejemplo elemental de homonimia, con distintas raíces etimológicas,
sería:
• vino: bebida fermentada procedente de la uvas de la vid.
• vino: tercera persona del pasado del verbo venir.

Una lista de palabras polisémicas (distintos significados)


Se podrían hacer otra lista de palabras polisémicas, esta es una como podría ser otra. En
realidad se podrían hacer decenas o centenas, no hay límite.
• Aparato: de piezas, de órganos, de partidos, de ortodoncia.
• Armar: conseguir armas, ensamblar algo.
• Banco: de sentar, de crédito, de peces, de arena…
• Bolsa: de asas, institución financiera…
• Bomba: aparato para bombear, explosivo.
• Bota: de cuero para el vino, de calzado.
• Botón: de ropa, de máquina, empleado de hotel.
• Brazo: de un sillón, del cuerpo, de la balanza…
• Burro: animal equino, necio, torpe, ignorante…
• Caballo: animal equino, aparato de gimnasia.
• Cabeza: de persona, de ganado, juicio, talento, principio…
• Cabo: de vela, del ejército, geográfico…
• Café: bebida, color, establecimiento.
• Calculadora: aparato electrónico, persona meticulosa…
• Calzado: zapato, poner una calza…
• Canal: de agua, de televisión…
• Capa: de ropa, de algo sobre algo…
• Capital: de un país, de una empresa.
• Carta: de escribir, de baraja…
• Chile: país de Sudamérica, planta y fruto.
• Cólera: ira, enfermedad.
• Columna: de ejército, de periódico, de agua, vertebral…
• Cometa: de cuerpo celeste, de juguete infantil.
• Corriente: de agua, de electricidad, algo usual…
• Crema: para comer, para la piel…
• Cresta: de gallo, de la ola de mar…
• Cuadro: de bicicleta, de pintura…
• Cubo: de agua, operación matemática, figura geométrica.
• Cura: sacerdote, medicina.
• Curar: curtir, aplicar una medicina.
• Dado: de juego, entregado.
• Derecho: carrera, estudios, recto.
• Destino: lugar al que llegar, fin o futuro.
• Disco: de música, de señales de circulación, de atleta.
• Don: formalismo, capacidad especial.
• Entrada: de espectáculo, de edificio, de cabello…
• Falda: de mujer, de montaña, de corte de carne.
• Frente: de la cabeza, de batalla, de algo…
• Gato: animal felino, aparato para levantar peso.
• General: del ejército, algo que afecta a todo…
• Globo: de plástico, de gas, terráqueo…
• Imán: líder religioso, piedra magnética…
• Lata: recipiente, de algo que molesta…
• Letra: signo del alfabeto, documento para pagar…
• Libro: parte del cosido, conjunto de hojas escritas.
• Local: tienda, de ese lugar…
• Mango: fruta, agarradera…
• Manzana: de árbol, de edificios.
• Marco: de puerta, de cuadro…
• Merengue: batido dulce, forma de baile…
• Mono: animal, uniforme, bonito…
• Muñeca: del brazo, de juguete…
• Nada: del verbo nadar, inexistencia…
• Ola: de mar, de calor, de gente…
• Ojo: de persona, de aguja…
• Ordenador: computadora, controlador…
• Órgano: de música, parte interna en animales…
• Pata: de banco, de mesa, de animal…
• Pendiente: de oreja, algo que está por hacer…
• Perla: nombre de persona, piedra preciosa.
• Pico: de pájaro, herramienta…
• Planta: arbusto, fábrica, del pie…
• Pluma: de ave, para escribir…
• Prenda: de ropa, de prestamista…
• Puente: de río, de fiestas, de dentadura…
• Pulpo: animal marino, traje de buzo.
• Radio: elemento químico, aparato receptor, medida…
• Rata: animal, ladrón…
• Ratón: animal, aparato de ordenador…
• Red: de pesca, de establecimientos…
• Regla: para medir, de una orden monástica, de mujer…
• Sal: del verbo salir, condimento.
• Salsa: para comidas, baile.
• Serie: de televisión, conjunto de números…
• Sierra: de cortar, de montes.
• Sobre: para carta, encima de…
• Taco: tipo de comida, piezas de la bota de fútbol…
• Teclado: de piano, de ordenador…
• Temporal: hueso, medida del tiempo, tormenta…
• Villa: apellido, ciudad.
• Yema: del dedo, de huevo…

¿A qué llamamos palabras monosémicas y


polisémicas?
contexto,situación, monosémica,polisémica 4 comentarios
Las palabras monosémicas son aquellas que tienen un solo significado.
La palabra foca sólo significa nombre común de mamíferos pinnípedos, propios de mares fríos y de
peso y talla variables según las especies.
Las palabras polisémicas son aquellas que tienen más de un significado.
La palabra abrigo puede significar, entre otras acepciones, prenda de vestir que protege del frío
y también amparo, refugio.
CONTEXTO Y SITUACIÓN
La mayoría de palabras en nuestro idioma son polisémicas o de significación múltiple. Sin embargo,
este hecho no representa un obstáculo en la comunicación ya que, al hablar o al escribir, no
utilizamos palabras de manera aislada, sino como parte de un contexto y dentro de una situación
determinada.
· Contexto es un conjunto de palabras que acompaña a un término determinado puntualizando
su significado:
Contexto A .El cebiche sabe fenomenal
Contexto B.¿Sabe tu mamá la verdad?
La palabra sabe es polisémica, pero adopta un significado contextual distinto en cada oración. En el
contexto A significa “tener sabor” y en el contexto B, estar enterado de algo.
· Situación es el conjunto de circunstancias ,de lugar y de tiempo, que rodea a los hablantes y que
permite determinar el significado de una palabra:
Situación A.
Perpetua regresa del supermercado y con una gran sonrisa le muestra a su hermano un vistoso
racimo de uvas:
¡Invítame un grano!-le dice él.
Situación B.
Manuel se está peinando frente al espejo para irse a una fiesta. De pronto, descubre algo
inesperado:
-¡Y ahora qué hago con este grano!-exclama.
La palabra grano adquiere una significación única en cada circunstancia. En la situación A significa
“cada uno de los frutos que forman el racimo” y en la situación B,”bulto pequeño de la piel”
Las palabras homónimas son aquellas que se pronuncian de igual forma pero tienen distintos
significados.
Se dividen en:
Homófonas
Se pronuncian igual pero se escriben de manera diferente y tiene significados distintos.
Ejemplo:
- ablando (verbo ablandar) | hablando (gerundio de hablar)
- abollado (golpeado) | aboyado (finca rústica con bueyes)
- acerbo (cruel, aspero) | acervo (conjunto de bienes culturales)
- aprender (adquirir conocimiento) | aprehender (apresar, asir)
- arrollo (atropellar, vencer) | arroyo (caudal de agua)
- as (campeón) | has (verbo haber)
- asta (cuerno) | hasta (preposición)
- ato (atar, unir) | hato (porción de ganado, ropa)
- baca (portaequipaje) | vaca (hembra del toro)
- bacía (vasija cóncava, taza) | vacía (que no contiene nada)
- bacilo (bacteria) | vacilo (titubear, engañar)
- balido (voz del carnero) | valido (primer ministro)
- barón (aristócrata) | varón (hombre)
- basto (grosero, naipe) | vasto (extenso)
- baya (fruto) | vaya (verbo ir)
- bello (bonito) | vello (pelo)
- bobina (carrete de hilo) | bovina (relativo al toro)
- botar (saltar) | votar (elegir, echar juramentos)
- cabo (militar, extremo de algo) | cavo (verbo cavar)
- callado (verbo callar) | cayado (bastón)
- callo (dureza en la piel) | cayo (isla arenosa)
- desmallar (cortar los puntos de una malla) | desmayar (perder el conocimiento)
- errar (confundirse, fallar) | herrar (clavar herraduras a las caballerías)
- estibo (cargar un barco) | estivo (verano)
- gira (actuaciones en varias localidades) | jira (merienda, tela)
- grabar (registrar sonidos) | gravar (pagar impuesto)
- había (haber) | avía (aviar, arreglar)
- hay (verbo haber) | ¡ay! (interjección)
- hecho (verbo hacer) | echo (verbo echar)
- hizo (hacer) | izo (subir una bandera en un mástil)
- hojear (pasar las hojas de un libro) | ojear (ver, cazar)
- hola (saludo) | ola (onda marina)
- hora (tiempo) | ora (rezar)
- hulla (carbón) | huya (huir)
- huso (instrumento para hilar) | uso (verbo usar)
- ingerir (tragar) | injerir (entremeterse)
- malla (red) | maya (tribu india)
- naval (relativo a navegación) | nabal (tierra sembrada de nabos)
- Nobel (premio) | novel (inexperto, novato)
- onda (movimiento en fluido) | honda (profunda, arma)
- pulla (expresión aguda) | puya (vara de picador)
- rallar (desmenuzar) | rayar (estropear una superficie)
- rebelar (sublevar) | revelar (hacer visible una película fotográfica)
- sabia (lista, inteligente) | savia (líquido de las plantas)
- tubo (pieza hueca) | tuvo (verbo tener)
- valla (estacada, obstáculo) | vaya (verbo ir)
- veta (filón, faja) | beta (segunda letra alfabeto griego)
- vidente (adivino) | bidente (que tiene dos dientes)

Homógrafas
Tienen una grafía igual pero distinto significado, respectivamente.
Ejemplos:
- amo (verbo amar) | amo (dueño)
- bala (proyectil) | bala (voz de la oveja)
- borrador (balleta) | borrador (manuscrito)
- botones (mozo de hotel) | botones (piezas para abrochar ropa)
- canal (cadena de televisión) | canal (acueducto)
- capital (dinero) | capital (ciudad)
- cerca (próximo) | cerca (vallado)
- clavo (pieza de metal) | clavo (especie)
- cobra (animal) | cobra (verbo cobrar)
- cola (pegamento) | cola (extremidad animal)
- copa (vaso) | copa (trofeo)
- corte (acción de cortar) | corte (residencia de un monarca)
- derecho (recto) | derecho (carrera universitaria)
- diestro (habilidoso) | diestro (torero)
- gato (felino) | gato (herramiento mecánica)
- lengua (idioma) | lengua (órgano bucal)
- lima (fruta) | lima (herramienta)
- llama (animal) | llama (verbo llamar)
- metro (medida) | metro (transporte urbano)
- monto (cantidad de algo) | monto (verbo montar)
- muñeca (juguete) | muñeca (parte de la mano)
- pasta (comida) | pasta (dinero)
- pegar (golpear) | pegar (unir con pegamento)
- pico (herramienta) | pico (boca del pájaro)
- real (perteneciente al monarquía) | real (verdadero)
- sal (cloruro de sodio) | sal (verbo salir)
- sierra (montaña) | sierra (herramienta metálica)
- sirena (ninfa marina) | sirena (pito sonoro)
- sumo (lucha japonesa) | sumo (verbo sumar)
- vela (pieza de lienzo de un barco) | vela (cilindro de cera)
- vino (bebida) | vino (verbo venir)

Las palabras homónimas son aquellas que se pronuncian o escriben de igual forma pero
tienen significados diferentes. Existen dos tipos de palabras homónimas:

• Palabras homófonas: son aquellas que se pronuncian igual aunque pueden variar en su
forma escrita.
• Palabras homógrafas: son aquellas que se escriben igual aunque pueden variar en su
pronunciación.

Ejemplos de palabras homónimas


Código: En su acepción como un conjunto de reglamentos o normas.

Código: También puede significar la idea de contraseña.

Acerbo: Adjetivo que indica que algo es áspero al gusto.

Acervo: Conjunto de bienes culturales o morales que se han recibido por tradición o herencia

Vello: Pelo corto que puede salir en varias partes del cuerpo.

Bello: Algo o alguien hermoso, atractivo.


Vacía: Que le falta contenido, ya sea físico o mental.

Bacía: vasija utilizada por los barberos.

Botar: Arrojar o tirar algo.

Votar: Emitir el voto.

Cabo: Accidente geográfico (entre otras acepciones).

Cavo: Conjugación en tiempo presente del modo indicativo del verbo cavar.

Ejemplos de oraciones con palabras homónimas


• Es necesario que vaya a su casa.
• Para poder cruzar, debemos franquear esa valla.

En estos enunciados, el termino "vaya" es una forma conjugada del verbo ir, mientras que
"valla" es un sustantivo que significa una especie de cerco que delimita un lugar.

• Los barcos pasan por el cabo de la Buena Esperanza.


• Yo cavo un hueco para poder plantar el árbol.

En la primera frase "cabo" es el accidente geográfico y en el segundo caso es la conjugación en el


presente indicativo del verbo cavar.

Ejemplos de Palabras Homógrafas :

Son los términos que se escriben igual pero tienen significado diferente:
• El vino anoche muy tarde.
• Se tomaron varias copas de vino.

En la primera frase "vino" es la conjugación del verbo venir en la tercera persona singular del
pretérito simple, y en la segunda es la bebida fermentada hecha con uvas.

• No hay nada en las alacenas.


• Ella nada todas las mañanas durante 30 minutos.

En la primera frase nada se refiere a la ausencia de algo, el pronombre indefinido, y en la segunda


es la conjugación en el presente indicativo del verbo nadar.

Otros ejemplos:

Cobra: Conjugación en el tiempo presente del modo indicativo del verbo cobrar
Cobra: Una especie de serpiente

Haya: Una especie de árbol


Haya: Conjugación en presente del modo subjuntivo del verbo haber

Llama: Forma conjugada en presente del modo indicativo del verbo llamar
Llama: Una especie de mamífero

Monto: Forma conjugada del verbo montar, en el tiempo presente del modo indicativo
Monto: La suma de varias partidas

Vela: Forma conjugada de velar, es decir, aquel que permanece despierto durante la noche
Vela: El cilindro creado con cera para que pueda prenderse y dar luz
Vela: La pieza de lienzo que recibe el viento e impulsa así algunos barcos

.
Ejemplos de Palabras Homófonas
Son los términos que tienen una idéntica pronunciación pero se escriben de forma diferente:

• ¿Vienes a mi casa esta noche?


• Su familia tiene varios bienes.

En la primera oración "vienes" es la conjugación en presente de indicativo del verbo venir. En el


segundo enunciado, bienes es un sustantivo utilizado aquí en el sentido de patrimonio de una
familia.

• Esta noche voy a cocer unos vegetales para la sopa.


• Mi amiga tiene que coser varias camisas para mañana por la tarde.

El primer enunciado usa el verbo "cocer" para significar la cocción de alimentos. En el segundo
ejemplo "coser" es el verbo que explica el uso de hilo y aguja.

• Ese hombre tienen muchos vellos en las piernas.


• Esos ejemplares son muy bellos.

La primera oración usa el término "vellos" como los pelos que todos los seres humanos tienen en el
cuerpo en menor o mayor medida. La segunda oración usa "bellos" como el adjetivo para denotar
algo bonito o hermoso.

Otros ejemplos:

Arrollo: Forma conjugada del verbo arrollar


Arroyo: El caudal corto de agua
A: Preposición
Ha: Conjugación del verbo haber

Asta: Palo en cuyo extremo se coloca una bandera


Hasta: Preposición que denota la idea de tiempo o lugar

Grabar: Esculpir o fijar algo, también significa grabar audio en una cinta o disco
Gravar: Imponer un tributo

Nobel: El premio del mismo nombre


Nobel: Alguien inexperto o novato

Tubo: Una pieza hueca generalmente de forma cilíndrica


Tuvo: Conjugación del verbo tener

Vacilo: Forma conjugada del verbo vacilar, en el tiempo presente del modo indicativo
Bacilo: Una especie de bacteria

Barón: Título nobiliario


Varón: Hombre

Basto: Alguien que es tosco o grosero


Vasto: Extenso

Ortografía de homófonos, parónimos, siglas y homónimos


En la lengua se producen una serie de fenómenos que propician la existencia de palabras que se
pronuncian o se escriben de forma parecida. Las palabras homófonas son aquellas que se
pronuncian igual pero se diferencian por su grafía (bello/ vello). Llamamos términos parónimos a
las palabras cuya pronunciación es muy similar, aunque no igual, a la de otras palabras (halla/
haya). Son homónimos los términos que se escriben igual pero no tienen el mismo significado.
Finalmente, existen palabras que se pueden escribir de dos maneras distintas y algunas que se
forman abreviando o combinando otras.

.
Homófonos b/ v
Montón de cosas menudas;haber
acerbo Áspero al gusto; cruel. acervo
que pertenece a una colectividad.
Parte superior de un coche destinada al
baca vaca Mamífero.
equipaje.
Grosero, tosco, de baja calidad;palo de la
basto vasto Extenso, dilatado.
baraja.
baya Fruto de ciertas plantas. vaya Forma del verbo ir.
Pelo corto y suave; pelusilla de
bello Que tiene belleza. vello
algunos frutos.
bobina Carrete para enrollar en él hilos, alambre. bovina Relativa al buey o la vaca.
botar Saltar la pelota. votar Dar el voto.
Realizar una incisión sobre un
grabar superficie;registrar sonidos; fijar gravar Imponer una carga o gravamen.
profundamente en el ánimo.
Líquido que circula por el interior
sabia Mujer que tiene sabiduría. savia
de las plantas.

Homófonos g/ j
Viaje con vuelta al punto de partida;forma del
gira jira Merienda campestre.
verbo girar.
Introducir por la boca alimentos o Injertar; meter una cosa en
ingerir injerir
medicamentos. otra;entremeterse.

Homófonos h/Ø
Palo de lanza; palo en que Palo de lanza; palo en que se iza una
Preposición. asta
se iza una bandera; cuerno. bandera; cuerno.
Árbol; forma del verbo Mujer encargada del cuidado de los
haya aya
haber. niños.
No acertar; andar vagando de una
herrar Poner herraduras. errar
parte a otra.
Pasar las hojas de un
hojear ojear Dirigir la mirada a alguna parte.
libro.
Onda formada por el agua; variación
hola Fórmula de saludo. ola
repentina de temperatura; oleada.
Instrumento para arrojar
honda onda Ondulación.
piedras; profunda.
hora Unidad de tiempo. ora Conjunción; forma del verbo orar.

Siglas, acrónimos y
abreviaturas
No deben confundirse las siglas con los acrónimos ni con las abreviaturas.
Las siglas están formadas por la letra inicial de varias palabras: ONU (Organización de las
Naciones Unidas). Se escriben en mayúscula y generalmente sin puntos de separación: UNESCO,
OPEP, TVE.
Los acrónimos son palabras formadas por letras o sílabas, iniciales o finales, de las distintas
palabras que integran un término compuesto: Benelux (Belgique, Nederland y Luxemburg). Se
escriben con mayúscula inicial si se trata de un nombre propio, y con minúsculas si es común:
Banesto (Banco Español de Crédito), bit (binary digit).
Las abreviaturas son el resultado de un procedimiento que acorta las palabras, respetando sólo
una o varias de sus letras: Sr. (de señor), D. (de don).

Homónimos con una o varias palabras


Se llaman homónimos las palabras que se escriben igual, pero que no tienen el mismo significado,
como banco, ?asiento?, y banco, ?entidad financiera?. A veces, una palabra se pronuncia igual que
un conjunto de dos o más palabras. En estos casos hablamos también de homonimia.
Homónimos con más de una palabra

Una palabra Varias palabras


Equivale a ?uno
así Equivale a ?de esta manera?:Empieza así. a sí mismo?:Siempre se complace a
sí mismo.
Equivale a ?con el (la)
Equivale a ?así que, de modo que?:Es tarde, con
conque cual?:Éste es el vestido con que
conque date prisa. que
me casé.
Significa ?el resto, lo otro?:Tú entra, los demás Equivale a ?de sobra, en
demás de más
que esperen. exceso?:Estás de más aquí.
Equivale a ?entre tal cantidad
Equivale a ?mientras?:Tú recoge, entretanto yo entre
entretanto de?:Entre tanto niño no se le
fregaré. tanto
distingue.
Equivale a ?por el (la)
Equivale a ?ya que, puesto que?:He venido por
porque cual?:Dime el motivo por que
porque te quiero. que
ha venido.
Sustantivo que significa ?causa, razón?:Dime el por Preposición más interrogativo:
porqué
porqué de tu actitud. qué ¿Por qué no me hablas?
Sustantivo que indica ?infinidad?:He tenido un Preposición más sustantivo:Éste
sinfín sin fin
sinfín de problemas. es un trabajo sin fin.
Sustantivo que significa ?destino?:Discutir es mi
Condición más negación:Si no
sino sino.Conjunción que indica contraposición:No si no
vienes a tiempo, iré a buscarte.
es rubio sino moreno.
La polisemia es una característica léxica que expresa una de las posibles relaciones entre los
significantes, es decir, los signos fonológicos (o gráficos), y los significados de las palabras. Tales
relaciones no son unívocas. Se solucionarían muchos problemas de ambigüedad semántica si a cada
signo le correspondiera un solo significado y viceversa. Sin embargo, lo habitual, en cualquier
lengua,
es que a un mismo signo le correspondan varios significados, y a la vez, que un mismo significado
pueda
ser expresado a través de dos o más significantes.
Al primer tipo de relaciones las llamamos homonimia y polisemia y producen ambigüedad en
el ámbito del reconocimiento de palabras. El segundo tipo de relaciones se conoce con el nombre de
sinonimia y pertenece al ámbito de la producción verbal. La homonimia y la polisemia son
fenómenos
que plantean problemas al receptor, al que escucha, a la hora de comprender la palabra. Cuando
escuchamos la palabra “metro”, el receptor tiene que saber si el hablante se está refiriendo a la
unidad
de medida o a la forma de transporte urbano subterráneo o al instrumento para medir. Este
problema debe solucionarse a través del contexto: la palabra metro aparece inscrita en una frase y
en
un párrafo que por lo general resuelve la ambigüedad. La sinonimia, por su parte, genera el mismo
tipo
de problemas para la selección léxica, pero en este caso, en el emisor. Después de haber
seleccionado
un determinado contenido semántico a transmitir, un lema, el que va a hablar tiene que escoger
entre
dos o más expresiones fonológicas, lexemas, de ese contenido semántico “calendario-almanaque;
amígdalas-anginas, etc”.
Nuestro interés se centra en el caso de la polisemia. Habría que señalar que la polisemia se
diferencia claramente de la homonimia. Una palabra, un signo gráfico o fonológico, puede tener
múltiples acepciones con una relación más o menos estrecha entre ellas. Así por ejemplo, una
“aguja”
puede ser aguja de coser, o aguja de jeringuilla, o del tocadiscos, o del reloj o de una brújula...
Todas tienen distintos objetos referentes y por tanto se trata de distintos significados. Sin embargo
todas tienen una relación semántica clara entre ellas. En la homonimia, por el contrario, los
significados
de una misma forma son completamente distintos. Es el caso de “banco” cuyo significado de
entidad
monetaria no parece tener que ver con los asientos de los parques y avenidas, aunque
probablemente en un pasado remoto sí tenían relación (parece que los antiguos usureros hacían sus
negocios con el público sentados en un banco en plena calle).
Este tipo de trabajos normativos en los que se hace un recuento de una determinada variable,
o se somete a juicio determinada característica lingüística, son cada vez más habituales en español.
Algunos son recuentos basados en textos escritos (Alameda y Cuetos, 1995; Alvarez, Carreiras yDe
Vega, 1992; Sebastián, Martí, Carreiras yCuetos,2000)yotros son estudios normativos que emplean
sujetos que contestan a determinadas preguntas o rellenan un cuestionario (Domínguez, De Vega y
Cuetos, 1995; Estévez, 1991; Guzmán y Jiménez, 2001).
El que presentamos a continuación es un estudio normativo que trata de averiguar el número

de acepciones que puede tener una determinada palabra para los hablantes. Otros estudios
normativos
han hecho recuentos de la polisemia. El estudio de Estévez (1991) tiene una primera parte dónde se
presenta una lista de homónimos con sus significados divergentes y en la segunda parte aparece un
listado de palabras polisémicas. Sin embargo este trabajo se centra más en el estudio de las
relaciones
de las distintas acepciones de cada palabra que en el estudio del impacto del número de acepciones
en sí mismo. Así es que casi todas las palabras, de las 61 de que consta, tienen sólo dos o tres
acepciones, por lo que su polisemia es más bien reducida. Por su parte, el trabajo de Guzmán y
Jiménez, (2001) presenta un recuento de acepciones de cada palabra pero el interés central del
estudio
es la familiaridad subjetiva de las palabras en una población infantil. De hecho se presenta el
número
de acepciones de cada palabra tomado directamente del diccionario.
Precisamente nuestro trabajo quiere incidir en que para manipular esta variable es
imprescindible su tratamiento normativo. El diccionario ofrece directamente el número de
acepciones,
pero nosotros consideramos que este número no es psicológicamente relevante. En este sentido
Gernsbacher (1984) afirma que el hablante no maneja en su memoria un número tanaltode
acepciones
como el que uno se puede encontrar en muchas palabras del diccionario. Los diccionarios son
registros
exhaustivos de significados pero los lectores no los utilizan todos. Así por ejemplo en el Diccionario
de la RAE la palabra “conejo” tiene 34 significados. Es poco probable que un hablante los
conociera
todos y menos aún que los active en su memoria léxica a la hora de producir o comprender una
determinada palabra. Nosotros mismos hemos obtenido un impacto más alto de la variable
polisemia
sobre los tiempos de reconocimiento de las palabras cuando se utiliza la variable normalizada que
cuando se emplean las acepciones del diccionario (Cuetos, Domínguez y De Vega, 1997).
La relevancia de esta variable ha sido puesta de manifiesto en numerosos trabajos tanto en
inglés (Gernsbacher, 1984; Jastrzembski, 1981; Kawamoto, A.H., Farrar, W.T. y Kello, C.T., 1994;
Millis, y Button, 1989) como en español (Cuetos et al., 1997). Cuando se manipula ortogonalmente
con la variable frecuencia léxica, en experimentos que utilizan la tarea de decisión léxica, produce
resultados facilitadores:aquellas palabras con mayor número de significados relacionados
(polisémicas)
son reconocidas con más rapidez que las que tienen menos significados, y las diferencias son tanto
mayores cuanto menos frecuentes sean las palabras (interacción frecuencia x polisemia). Estos
resultados pueden ser interpretados en el marco de un modelo interactivo (Rumelhart y McClelland,
1982) en el que hay distintos niveles o fuentes de activación; léxica o formal, fonológica, semántica,
etc.
Las palabras con más significados producirán más activación de nodos semánticos, que a su vez
remitirán tal activación hacia los nodos léxicos, desde donde se producirá la respuesta en esta tarea
de decisión léxica. Si la palabra es de alta frecuencia la activación en los nodos léxicos es
suficientes
para dar una rápida respuesta sin que influya la retro-activación semántica, pero si el nodo léxico
tiene
una activación baja en reposo (baja frecuencia léxica) es normal que la activación semántica influya
antes de que se dé la respuesta. Estos resultados indican que la polisemia es una variable relevante
en
el acceso y la organización léxica y que puede tener mucha importancia cuando la palabra se
encuentra
en elcontexto de oración. Para facilitar la labor de los investigadores que puedan estar interesados
en
la explotación experimental de esta variable decidimos poner a su disposición este estudio
normativo.

(Completar esto con las imágenes )


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Palabras con dos grafías
En español existen una serie de palabras que pueden escribirse en un solo término o en más de
uno, manteniendo el mismo significado: viacrucis o vía crucis.
Son palabras, por tanto, que poseen grafías distintas. Habitualmente se prefiere la grafía en una
sola palabra, que es la más utilizada.
Sellar o Cellar
Sellar significa poner un sello o dejar huella, así como cerrar o finalizar algo. Cellar, dicho del
hierro, se refiere a un forjado específico para ciertos usos. Estas dos palabras son homófonas...
Deshojar o Desojar
Deshojar y desojar se escriben de forma diferente y tienen significados distintos, pero se pronuncian
exactamente igual. Se trata de dos palabras homófonas en virtud de que la grafía /h/ no...
Beso o Bezo
Beso y bezo son palabras homófonas, es decir, de igual pronunciación aunque distinto significado.
Ello ocurre, en este caso, porque /b/ y /v/ son dos grafías que representan un mismo...
Gallo o Gayo
Tanto gallo como gayo son palabras correctas. Un gallo puede ser un tipo de ave, un pez marino, un
escupitajo, una nota falsa o un bravucón. Gayo, en cambio, se refiere a un arrendajo, una lista...
Balón o Valón
Balón y valón son dos palabras de distinto significado, pero igual pronunciación. Un balón es una
pelota grande usada en los deportes, un recipiente de vidrio esférico o un bulto de...
Jeta o Geta
Jeta y geta son palabras válidas en español. Jeta se refiere al hocico de un cerdo o a una boca
abultada. Geta, en cambio, se restringe a designar a una lengua indoeuropea. Aunque se
pronuncian...
Desmayo o Desmallo
Desmayo puede significar desaliento, pérdida de las fuerzas o privación del sentido o el
conocimiento. Desmallo, en cambio, se emplea con el sentido de cortar una malla o sacar el pescado
de...
Acecho o Asecho
Acecho significa esperar por algo o alguien con cuidado o discreción. Asecho, por su parte, se
refiere al engaño o maquinación que se arma contra una persona. Acecho y asecho son palabras...
Vallar, Vayar o Ballar
Vallar puede designar algo perteneciente o relativo a una valla, funcionar como sinónimo de
cercado, o aplicarse como verbo para indicar la acción de instalar una valla. Vayar, en cambio, es
una...
Osar u Hozar
Osar significa atreverse a hacer o intentar algo, mientras que hozar se refiere a mover o levantar un
animal la tierra con su hocico. Osar y hozar son palabras homófonas en la mayor parte del mundo...
Vajilla o Bajilla
La vajilla es el conjunto de enseres que se emplean para el servicio de mesa. Bajilla, por su parte, es
la forma de diminutivo femenino del adjetivo bajo. Vajilla y bajilla son palabras homófonas...
Intención o Intensión
Una intención es el propósito o finalidad con que se procede para alcanzar una meta. Intensión, en
cambio, se refiere al conjunto de rasgos o propiedades con que se define un concepto o una
unidad...
Albino o Alvino
Albino es un individuo que carece de pigmentación (piel, cabello, iris) por razones genéticas.
Alvino, en cambio, se usa en referencia a lo perteneciente o relativo al bajo vientre. Albino y
alvino...
Gragea o Grajea
Una gragea puede ser un confite o una pastilla utilizada con fines medicinales. Grajea, en cambio,
puede ser el verbo grajear en algunas de sus formas personales; se refiere al canto o chillido que...
Enseres o Enceres
Enseres es un sustantivo plural que se refiere al conjunto de utensilios que son comunes a las casas.
Enceres, en cambio, es el verbo encerar, que significa manchar con cera o aplicar cera en una...
Incipiente o Insipiente
Tanto incipiente como insipiente son palabras correctas. Incipiente se refiere a algo que comienza,
que se encuentra en su fase inicial. Mientras que se designa como insipiente a aquella persona
falta...
Vagar o Bagar
Vagar significa andar a la deriva o estar ocioso. Bagar, en cambio, se refiere a echar baga la planta
de lino. Vagar y bagar son palabras homófonas, pues, aunque se escriben de forma diferente, se...
Habitar o Abitar
Habitar significa vivir o morar en un lugar. Abitar, por su parte, se refiere a amarrar un cabo en un
poste, y es una palabra propia del ámbito náutico. Habitar y abitar son palabras homófonas,...
Boya o Bolla
Una boya es un objeto flotante que se usa como señal advertencia en las aguas, o el verbo boyar,
que significa flotar, en algunas de sus formas personales. Bolla, en cambio, es el verbo bollar...
Cesto o Sesto
La forma correcta de escribir esta palabra es cesto. La grafía sesto constituye una incorrección
ortográfica y, por lo tanto, se aconseja evitarla. Cesto es un sustantivo masculino; se refiere a...
Cirio o Sirio
Un cirio es una vela de cera. Sirio, en cambio, hace referencia a toda aquella persona que es natural
de Siria, o a todo aquello que es perteneciente o relativo a aquel país de Asia. Cirio y sirio...
Balsa o Valsa
Una balsa puede ser un tipo de plataforma para flotar en el agua, o una embarcación de salvamento
en caso de naufragio. Valsa, en cambio, es el verbo valsar en algunas de sus formas personales;...
Peces o Peses
Peces es la forma de plural de la palabra pez, que se refiere a un animal acuático. Peses, por su
parte, es el verbo pesar conjugado en segunda persona de singular de subjuntivo, verbo que
significa...
Senado o Cenado
El senado es la cámara alta de un cuerpo parlamentario, mientras que cenado es el verbo cenar en su
forma de participio, que significa tomar la cena. Como tal, las palabras senado y cenado son...
Haciendo o Asciendo
Haciendo puede ser el verbo hacer en su forma de gerundio, o el verbo hacendar en primera persona
de indicativo. Asciendo, en cambio, es el gerundio del verbo ascender. Haciendo y asciendo, en
este...
Abocar o Avocar
Abocar significa conducir a alguien a una situación o lugar determinados, desembocar o ir a parar
algo a un lugar o dedicarse de lleno a una actividad, entre otras cosas. Avocar, en cambio, se usa
en...
Villar o Billar
Un villar es una villa pequeña, mientras que billar puede referirse a un juego de precisión o al
establecimiento público donde se practica este juego. Villar y billar son palabras homófonas, ya...
Brasa o Braza
Una brasa es un trozo de leña enrojecida o incandescente por consecuencia de la combustión. Una
braza, en cambio, es una unidad de longitud utilizada, sobre todo, en ambientes náuticos, pero...
Faces o Fases
Faces es la forma de plural de faz, que puede referirse al rostro de alguien, a sus mejillas, o a cada
uno de los lados o superficies de algo. Fases, en cambio, es la forma de plural de fase, que se...
Siega o Ciega
Siega puede referirse a la acción y efecto de segar o puede ser una de las formas personales del
verbo segar, que significar cortar aquello que sobresale, especialmente si se trata de hierbas o...
Envestir o Embestir
Envestir es sinónimo de investir; significa conferir un cargo de importancia o revestir una superficie
con fines decorativos. Embestir, por su parte, se emplea con el significado de arrojarse o...
Cidra o Sidra
Como cidra son conocidos distintos frutos utilizados como medicina, comestible o en repostería. La
sidra, en cambio, es un tipo de bebida alcohólica fabricada a partir del jugo de las manzanas. Son...
Bah o Va
Bah es una interjección que se utiliza para manifestar desinterés o desdén. Va, en cambio, es el
verbo ir conjugado en algunas de sus formas personales. Aunque en español no existen diferencias...
Abollar o Aboyar
Abollar significa producir una depresión sobre una superficie por causa de un golpe. Aboyar, en
cambio, se emplea con el sentido de poner boyas en el mar. Abollar y aboyar son palabras
homófonas,...
Pases, Paces o Pazes
Pases es la forma de plural de pase, que puede referirse a la acción y efecto de pasar, a la entrega de
la pelota en deportes como el fútbol, o a un permiso dado por una autoridad. Pases también...
Viga o Biga
Una viga puede ser una barra utilizada en la construcción como soporte, o una prensa usada para la
fabricación de aceite de oliva. Una biga, en cambio, hace referencia a un carro tirado por dos...
Desmayar o Desmallar
Desmayar significa causar desánimo, desfallecer o perder alguien el sentido. Desmallar, en cambio,
se refiere a deshacer una malla o sacar el pescado de la red. Desmayar y desmallar son palabras...
Halagar o Alagar
Halagar significa elogiar, complacer o dar muestras de afecto a alguien. Alagar, en cambio, se usa
con el sentido de llenar algo de agua, formando lagos o charcos. La diferencia entre halagar y...
Rehusar o Reusar
Rehusar significar rechazar o negarse a algo. Reusar, en cambio, se utiliza con el sentido de volver a
usar. Puesto que rehusar y reusar son palabras homófonas, pues la h en posición intervocálica...
Gravado o Grabado
Gravado es el participio del verbo gravar; se refiere a imponer un gravamen sobre algo. Grabado, en
cambio, puede ser un sustantivo para designar el arte de estampar usando planchas de impresión,
o...
Ermita o Hermita
Una ermita es una capilla para celebrar culto, ubicada generalmente en un despoblado. Hermita, en
cambio, vendría a ser el diminutivo de herma, que designa a un tipo de busto escultórico. Ermita y...
Acechar o Asechar
Acechar significa observar con sigilo y cautela, mientras que asechar se refiere a armar trampas
asechanzas contra alguien o algo. Son palabras homófonas en la mayor parte del mundo
hispanohablante,...
Zueco o Sueco
Un zueco es un tipo de zapato usado sobre todo en regiones rurales, mientras que sueco puede
referirse a alguien o algo originario o relativo a Suecia, o a la lengua hablada en ese país. No hay...
Laso o Lazo
Como laso nos referimos a algo flojo o lacio, o que está fatigado o desfallecido. Un lazo, en cambio,
es un nudo o atadura que puede usarse con fines prácticos, ornamentales o simbólicos, entre...
Cita o Sita
Una cita es un encuentro o reunión agendado previamente, así como una referencia a las palabras de
otra persona. Sita, en cambio, es un adjetivo que se emplea como sinónimo de situado o...
Encima, Enzima o Ensima
Encima puede funcionar como un adverbio para referirse a algo que está en un lugar superior con
respecto a otra cosa, como sinónimo de además o con el significado de próximo en el tiempo o...
Comoquiera o Como quiera
Comoquiera, escrita en una palabra, significa ‘de cualquier manera’. En cambio, como quiera, en
dos, es una combinación ocasional del relativo como y la forma verbal quiera, que significa ‘del...
Callado o Cayado
Callado es el estado de algo o alguien silencioso o que se comporta con sigilo, también puede ser el
verbo callar en su forma de participio. Un cayado, en cambio, es el bastón de un pastor o el...
Cuando o Cuándo
Cuando puede ser un adverbio, una conjunción o una preposición si es escrita sin tilde. Por su parte,
cuándo, con tilde diacrítica, es un adverbio que se utiliza para introducir oraciones...
De o Dé
De es una preposición, mientras que dé es el verbo dar conjugado en algunas de sus formas
personales. Puesto que de es un monosílabo átono, se escribe sin acento gráfico. En cambio, la
forma...
El o Él
El es un artículo determinado que se utiliza generalmente precediendo a un sustantivo o sintagma
nominal. Él, en cambio, es un pronombre personal que se emplea para referirse a la persona, animal
o...
Quien o Quién
Quien es un pronombre relativo, que se emplea en referencia a personas. Puesto que es un
monosílabo átono, carece de tilde gráfica. Quién es un pronombre que puede ser tanto interrogativo
como...
Que o Qué
Que, cuando ejerce función de pronombre relativo o conjunción, se escribe sin tilde, debido a que se
trata de una palabra átona. En cambio, qué, escrita con acento diacrítico, se emplea para...
Dondequiera o Donde quiera
Dondequiera y donde quiera son igualmente válidas. Dondequiera, escrita en una palabra, significa
‘en cualquier lugar’, y forma parte del grupo de palabras conocidas como relativos...
Tampoco o Tan poco
Tampoco y tan poco no significan lo mismo. Tampoco es un adverbio usado para negar algo. Tan
poco, en cambio, es una expresión se usa para establecer comparaciones. Cuándo usar tampoco
Tampoco es...
También o Tan bien
También y tan bien no significan lo mismo. También puede usarse para indicar que lo que se dice se
suma a lo expresado previamente o para indicar igualdad entre una cosa y otra. Tan bien, en
cambio,...
Acabo o A cabo
Acabo y a cabo son expresiones correctas que significan cosas distintas. Acabo puede funcionar, por
un lado, como un sustantivo con el significado de acabamiento, y, por otro, puede ser el verbo...
Te o Té
Te es un pronombre personal de segunda persona de singular utilizado para referirse a la persona a
la que se dirige quien habla o escribe. Té, en cambio, es un sustantivo que designa el árbol que...
Vegete o Vejete
Vegete y vejete no se refieren a lo mismo. Vegete es el verbo vegetar, que significa, en referencia a
una planta, germinar, nutrirse o crecer; o, en alusión a una persona, vivir maquinalmente, como...
Sé o Se
Sé puede ser el verbo saber o el verbo ser conjugados en algunas de sus formas personales; es una
palabra tónica, razón por la cual debe llevar tilde. Se, en cambio, es un pronombre personal; es...
Baqueta o Vaqueta
Una baqueta puede ser un palito para tocar instrumentos de percusión, una vara delgada para
limpiar armas o un tipo de moldura. Vaqueta, por su parte, hace referencia al cuero de ternera
cuando está...
Huya o Hulla
Huya y hulla son palabras correctamente escritas en español, pero significan cosas distintas. Huya
es el verbo huir conjugado en algunas de sus formas personales, significa alejarse de alguien o...
Raza o Rasa
Raza es un sustantivo que puede referirse a la calidad o casta de algo, o a los grupos en que se
dividen algunas especies biológicas, entre otras cosas. Rasa, por su parte, puede funcionar como...
Veces, Beses o Veses
Veces es el plural del sustantivo vez, que puede significar alternación de las cosas por turno u orden,
momento u ocasión en que es ejecutada una acción, o cada realización de un suceso o...
Ascenso o Asenso
Ascenso se refiere a la acción de ascender o a la promoción de una persona en su trabajo. Asenso,
en cambio, se refiere a la acción y efecto de asentir. Cuándo usar ascenso Ascenso es un...
Rayo o Rallo
Un rayo puede se la línea que se propaga desde un punto, las líneas de luz que irradia un cuerpo
luminoso o un fenómeno meteorológico; también puede ser una forma personal del verbo rayar,
que...
Bracero o Brasero
Un bracero es un jornalero no cualificado que trabaja en el campo, mientras que brasero designa un
recipiente metálico donde arden brasas y que, por lo general, se usa para dar calor a un espacio,...
Recabar o Recavar
Recabar significa alcanzar o conseguir lo que se pretende, pedir o reclamar un derecho, o recoger
datos o información, mientras que recavar significa volver a cavar, y se trata de un verbo en...
Haremos o Aremos
Haremos es el verbo hacer en primera persona de singular de futuro; es sinónimo de crear, producir,
elaborar o realizar algo. Aremos, en cambio, es el verbo arar conjugado en primera persona de...
Olla u Hoya
Olla puede referirse a una vasija usada para cocinar, a un remolino que se forma en las aguas, a la
cabeza de alguien o a la zona que está frente al área en el fútbol. Hoya, en cambio, designa a...
Había o Avía
Había es el verbo haber conjugado en algunas de sus formas personales; puede utilizarse como
verbo auxiliar para la formación de tiempos compuestos, o para indicar que algo es obligatorio o...
Masa o Maza
Una masa puede ser una mezcla espesa, un pastel, una muchedumbre de personas o la cantidad de
materia que hay en un cuerpo. Maza, por su parte, puede referirse a un arma antigua o un
instrumento para...
Brisa o Briza
Una brisa puede ser un viento suave o el hollejo de la uva, así como el verbo brisar, que significa
'lloviznar'. Briza, en cambio, puede referirse a un tipo de planta o al verbo brizar, que tiene el...
Risa o Riza
Risa es una expresión en la boca y el rostro que expresa alegría o contento. Riza, en cambio, puede
referirse a un rastrojo o residuo, a algo que tiene forma de bucle, o puede ser el verbo rizar...
Rosa o Roza
Rosa puede funcionar como sustantivo, adjetivo y verbo, designando, respectivamente, la flor del
rosal, el color rosa pálido, o el acto de sonrosarse, entre otras cosas. Roza, por su parte,...
Hato o Ato
Hato puede referirse a un paquete con ropa de recambio, a una provisión de víveres, a un grupo de
personas o cosas, a un rebaño de ganado, a cierto sitio elegido por los pastores para dejar pacer...
Meses o Meces
Meses es la forma de plural de la palabra mes, que se refiere a cada una de las partes en que se
divide el año, y que también puede ser una forma personal del verbo mesar, que significa arrancar
o...
Caso o Cazo
Un caso puede ser un suceso o un acontecimiento, o puede ser el verbo casar en primera persona de
singular. Cazo, en cambio, puede referirse a un recipiente utilizado en la cocina, o al verbo cazar,...
Reses o Reces
Reses es la forma plural de res, que es una forma de referirse al ganado vacuno. Reces, en cambio,
es el verbo rezar conjugado en segunda persona de subjuntivo, y significa orar, recitar misa, o
decir...
Halles o Ayes
Halles es el verbo hallar conjugado en una de sus formas personales, que significa dar con algo o
encontrar a alguien, observar o descubrir una cosa, estar presente o sentirse de cierta manera.
Ayes,...
Pozo o Poso
Un pozo es una perforación profunda en la tierra, mientras que poso puede ser el sedimento en el
fondo de un recipiente con líquido o el verbo posar en primera persona de singular de presente,
que...
Mesa o Meza
Mesa puede referirse al mueble que usamos para comer o escribir, a cierta configuración del
terreno, al descansillo de una escalera, o a la comida que nos llevamos cada día a la boca, entre
otras...
Sebo o Cebo
Sebo es la grasa que se saca de algunos animales, y se utiliza para fabricar cosas como jabón o
velas. Cebo, en cambio, es la comida que sirve para alimentar, atraer o engordar a los animales,
así...
Reciente o Resiente
Como reciente designamos algo nuevo, recién hecho o que ha sucedido hace poco. En cambio,
resiente es el verbo resentirse conjugado en algunas de sus formas personales; significa perder
fuerzas o...
Rozar o Rosar
Rozar significa tener una cosa un ligero contacto con otra, o asemejarse o tener cercanía una cosa
con otra, o producir algo una marca o señal producto del roce. Rosar, en cambio, significa caer el...
Vario o Bario
Vario es algo que es diferente o diverso, mudable o inconstante. El bario, en cambio, es un elemento
químico metálico. Vario y bario son palabras homófonas, pues en español no existe diferencia...
Casa o Caza
Una casa puede referirse a una vivienda, una familia, un establecimiento comercial, o también
puede ser el verbo casar conjugado en sus formas personales, que significa contraer o autorizar el...
Bota o Vota
Una bota puede referirse a un tipo de calzado o un recipiente, puede ser el verbo botar en algunas de
sus formas personales, o puede ser la forma femenina del adjetivo boto que se usa para designar...
Bate o Vate
Un bate puede ser un palo de madera utilizado en el béisbol, pero también puede ser el verbo batir,
en algunas de sus formas personales; significa dar golpes a algo, revolver una sustancia, vencer a...
Grava o Graba
Grava puede referirse a las piedras lisas y pequeñas que se usan para cubrir caminos, o puede ser el
verbo gravar, que significa imponer gravámenes, conjugado en algunas de sus formas...
Gira o Jira
Una gira puede ser un viaje o una excursión, o la serie de presentaciones que hacen los artistas en
diferentes partes; también puede ser el verbo girar conjugado en algunas de sus formas personales....
Bote o Vote
Bote puede referirse a muchas cosas: el rebote de una pelota, el salto que da un cuerpo, un
recipiente, una embarcación, o también puede ser el verbo botar en algunas de sus formas...
Grave o Grabe
Grave puede ser un adjetivo con el significado de importante, difícil o serio, o el verbo gravar
conjugado, imponer un impuesto. Grabe, por su lado, es el verbo grabar en algunas de sus formas...
Harto o Arto
Harto puede ser el verbo hartar en primera persona, que significa saciar o satisfacer, fastidiar o
cansar, dar con abundancia o desmesura, o también puede ser el adjetivo harto, que se utiliza con
el...
Basta o Vasta
Basta puede ser el verbo bastar en algunas de sus formas personales, una interjección para dar
término a algo, un adjetivo para referirse a algo o alguien que es tosco, o un sustantivo para aludir
a...
Ala o Hala
Ala puede referirse al órgano de los animales para volar, o las extensiones de los aviones para
sostenerse en el aire, entre otras cosas. Hala, en cambio, puede ser el verbo halar en algunas de
sus...
Raya o Ralla
Raya puede referirse a una línea, una marca, un signo ortográfico, un límite o frontera o un tipo de
pez, entre otras cosas. Ralla, por su parte, es el verbo rallar conjugado en algunas de sus...
Sinfín o Sin fin
Sinfín es un sustantivo que significa infinidad, multitud o muchedumbre de cosas o personas. Sin
fin, escrito separado, es una locución adjetiva que es sinónimo de sin número o...
Sinnúmero o Sin número
Sinnúmero es un sustantivo que se utiliza para referirse a una multitud, infinidad o sinfín de cosas o
personas. Sin número, por su parte, es una locución adjetival que significa numeroso o...
Silba o Silva
Una silba es una pita o pitada mediante la cual se manifiesta el rechazo a una persona o cosa, y
también es el verbo silbar conjugado en diferentes de sus formas personales. Silva, por su parte, se...
Sierra o Cierra
Una sierra puede referirse a una herramienta para cortar materiales duros, a una cadena montañosa o
a un tipo de pez. Cierra, por su parte, es el verbo cerrar en distintas de sus formas...
Seso o Ceso
Seso puede referirse al cerebro de una persona o animal, o a la sensatez y la prudencia que debe
privar en ciertas circunstancias. Ceso, por su parte, es el verbo cesar en primera persona de
presente,...
Sepa o Cepa
Sepa es el verbo saber conjugado en diferentes formas verbales, mientras que cepa es un sustantivo
que se refiere al tronco de la vid, al origen de una familia o linaje, o a un grupo de organismos de...
Arte o Harte
Arte es un sustantivo que hace referencia a la habilidad para hacer determinada cosa, al conjunto de
disciplinas o producciones realizadas con fines expresivos, o a la maña o astucia para hacer algo....
Cerrar o Serrar
Cerrar es un verbo que se refiere muchas cosas, desde asegurar una puerta o ventana, hasta poner
fin a una cosa, o impedir el paso de algo por una vía o canal. Serrar, en cambio, es un verbo que...
Consejo o Concejo
Un consejo es una opinión o recomendación, un órgano encargado de asesorar o dirigir una entidad,
o las sesiones de dicho órgano. Un concejo, por su lado, es un ayuntamiento o corporación...
Hablando o Ablando
Hablando es el gerundio del verbo hablar, que significa expresarse o conversar con otra u otras
personas. Ablando, por su parte, es el verbo ablandar conjugado en primera persona de singular de...
Cómo o Como
Cómo es un adverbio tanto interrogativo como exclamativo que lleva tilde por ser una palabra
tónica y para diferenciarlo de la palabra átona como, que, a su vez, puede funcionar con valor de...
Ribera o Rivera
La palabra ribera hace referencia a la margen u orilla de los ríos o mares, mientras que rivera se
emplea para designar un pequeño caudal de agua o arroyo. En este sentido, son palabras que,
debido...
Pollo o Poyo
Un pollo es un ave doméstica o una forma de referirnos a su carne, mientras que un poyo es un
asiento de piedra u otro material, levantado junto a una pared o ventana. Pollo y poyo son
consideradas...
Losa o Loza
Una losa es una piedra labrada, lisa, llana y delgada, usada para el revestimiento de pisos y paredes.
Loza, por su parte, se refiere a la vajilla doméstica en su conjunto o a cada uno de los objetos...
Malla o Maya
Una malla es una red, un tipo de tejido o una estructura formada por un conjunto de elementos que
se cruzan entre sí. Maya, por su parte, puede referirse a una cultura ancestral de América Central y...
Sede o Cede
Una sede puede ser el domicilio de una entidad u organización, o el verbo sedar conjugado en
singular de presente de subjuntivo. Cede, por su parte, es el verbo ceder conjugado en presente de
modo...
Haré o Aré
Haré es el verbo hacer conjugado en primera persona de futuro; significa crear, producir o realizar,
entre otras cosas. Aré, por su parte, es el verbo arar conjugado en primera persona de pretérito...
Seda o Ceda
Seda puede referirse a un tipo de hilo o tejido muy delicado y leve, o puede ser el verbo sedar, que
significa apaciguar o calmar, conjugado en sus formas personales. Ceda, por su parte, puede...
Casar o Cazar
Casar significa contraer dos personas matrimonio, mientras que cazar se emplea para referirse a la
acción de buscar animales para atraparlos o matarlos. Casar y cazar son palabras homófonas en la...
Vacía o Bacía
Vacía puede ser un adjetivo para designar algo carente de contenido o hueco, un sitio poco
concurrido o a alguien vano o arrogante, y también puede ser el verbo vaciar conjugado en segunda
(usted) y...
Vidente o Bidente
Vidente es aquel que ve o aquella persona que tiene capacidad para ver el futuro o tener visiones
sobrenaturales. Bidente puede ser aquello que tiene dos dientes, un tipo de azada de dos dientes o
una...
Hierro o Yerro
Hierro puede ser un tipo de metal, un instrumento para marcar reses o un arma compuesta por este
metal, mientras que yerro puede referirse a una falta, equivocación o descuido. Hierro y yerro...
Desecho o Deshecho
Desecho se refiere a lo que se deja cuando se ha escogido lo mejor, a algo inútil o inservible, a la
basura o el desperdicio, etc. Mientras deshecho, participio del verbo deshacer, puede hacer...
Hora u Ora
Hora se refiere a una medida de tiempo, mientras que ora es el verbo orar conjugado, que significa
suplicar, pedir o rogar por algo, o hablar en público para convencer a la concurrencia de algún...
Uso o Huso
Uso se puede referirse al acto o capacidad de usar algo o a una costumbre o práctica, mientras que
huso se emplea para designar un instrumento para hilar o cada uno de los meridianos en que es
divida...
Cause o Cauce
Cause es el verbo causar conjugado; significa producir o provocar un efecto, o ser la causa o el
motivo de algo. Cauce, por su parte, es un sustantivo; puede referirse al lecho de un río, a un canal...
Hice o Ice
Hice es el verbo hacer conjugado en primera persona de pretérito, mientras que ice es el verbo izar
conjugado tanto en presente singular de modo subjuntivo como en segunda persona de...
Onda u Honda
Una onda puede ser una ondulación en la superficie de un líquido, las curvas que se forman en
algunos materiales, o una forma de referirse a las olas. Honda, por su parte, puede ser una tira...
Hasta o Asta
Hasta puede ser una preposición que indica el límite o término de algo, o un adverbio con el sentido
de incluso o aun. Asta, en cambio, puede ser el palo en que se cuelga una bandera, el cuerno de...
Causa o Cauza
Como causa podemos referirnos al origen, la razón, el motivo o el fundamento de algo, a la doctrina
o empresa en que nos empeñamos, o, en derecho, a un pleito o proceso judicial. Cauza, por su...
Agito o Ajito
Agito es el verbo agitar conjugado en primera persona; significa mover violentamente una cosa de
un lado al otro, perturbar el ánimo o trastornar la tranquilidad política y social. Ajito, en cambio,...
Vaso, Baso o Bazo
Un vaso es un recipiente, por lo general de forma cilíndrica, usado para beber líquidos. Baso, por su
parte, es el verbo basar conjugado en primera persona; significa apoyar una cosa en otra, o...
Cien o Sien
Cien es un número, mientras que la sien es una parte de la cabeza humana. Cien y sien son palabras
homófonas en la mayor parte del mundo hispanohablante, donde no existe distinción alguna entre
el...
Voz o Vos
Voz es el sonido que producimos con nuestras cuerdas vocales, una palabra, un grito, un parecer, un
mandato, entre otras cosas. Vos, en cambio, es un pronombre personal de carácter informal o...
Hizo o Izo
Hizo es el verbo hacer en tercera persona de pretérito perfecto; significa crear, realizar, elaborar,
preparar, etc. Izo, por su parte, es el verbo izar conjugado en primera persona de presente, y se...
Bacilar o Vacilar
Como bacilar se designa lo perteneciente o relativo a los bacilos, o a una variedad de textura
mineral. Vacilar, por su parte, es un verbo que puede significar oscilar o tambalearse, dudar o
titubear,...
Arrollo o Arroyo
Arrollo es el verbo arrollar conjugado en primera persona de presente de indicativo; significa
envolver, enrolar, atropellar o derrotar, entre otras cosas. Arroyo, por su parte, puede ser un...
Cayo o Callo, Cayó o Calló
Un cayo es una isla pequeña, mientras que callo puede ser el verbo callar conjugado en presente de
indicativo o referirse a una dureza formada en la piel. Por su parte, calló es una forma del verbo...
A veces o Aveces
A veces es una expresión adverbial que significa ‘en ocasiones’. Aveces, por su parte, es el verbo
avezar conjugado en segunda persona del presente en subjuntivo, significa...
Cierto o Sierto
La forma correcta de escribir esta palabra es cierto. Por su parte, sierto es un error ortográfico que
es conveniente evitar. No es infrecuente esta duda, que se debe a que la consonante c, cuando...
En serio o Enserio
En serio es una expresión que usa para significar que algo se dice sin engaño. Enserio, en cambio,
es el verbo enseriar en primera persona; significa poner semblante serio o dar a un asunto la...
Balido, valido o válido
Balido es el nombre con que se conoce la voz de ciertos animales, como los corderos, las ovejas y
los ciervos. Valido puede ser un adjetivo, un sustantivo, la forma de participio del verbo valer o la...
Iba o IVA
Iba es el verbo ir conjugado en primera o tercera persona de singular de pretérito perfecto. IVA, por
su parte, es un acrónimo que corresponde a las siglas del impuesto sobre el valor...
Vascular o bascular
Como vascular se designa todo lo perteneciente o relativo a los vasos por los cuales circulan fluidos
en los animales y las plantas. Bascular, por su parte, es un verbo que significa moverse, oscilar...
Vacilo o Bacilo
Vacilo es el verbo vacilar en su forma de primera persona de presente. En cambio, bacilo es el
nombre que recibe cierta bacteria que tiene forma de bastoncillo. Vacilo y bacilo son palabras...
Veraz, verás o veras
Como veraz se designa aquello que se apega o ajusta a la verdad. Verás es el verbo ver conjugado
en segunda persona de futuro. Veras es un sustantivo equivalente a ‘verdad’ o...
Bale o vale
Bale es el verbo balar conjugado; significa dar balidos. Vale puede ser el verbo valer conjugado, una
interjección para expresar acuerdo, o un sustantivo con el significado de nota de crédito,...
Vasar, Basar o Bazar
Un vasar es un estante para poner la vajilla. Basar es un verbo que puede significar fundamentar,
asentar o apoyar. Un bazar, por su parte, es una tienda donde son vendidos diversos productos. En...
Bovina o bobina
Bovina designa lo perteneciente o relativo al toro o la vaca, o a la especie a que pertenecen. Una
bobina, por su parte, puede ser un carrete o cilindro para arrollar diferentes materiales, como...
Tazar o tasar
Tazar significa estropear una prenda de vestir debido al uso, mientras que tasar se refiere a fijar o
poner el precio a algo o limitar o restringir su uso. Como tal, son palabras homófonas en la...
Cave o cabe
Cave es el verbo cavar en tercera persona del presente de modo subjuntivo, mientras que cabe
puede funcionar como el verbo caber conjugado en primera persona del presente de modo
indicativo, o como...
Pulla o puya
Una pulla es una expresión o dicho agudo o ingenioso. Puya, en cambio, es una vara de punta
acerada o punzante, o cualquier objeto afilado en la punta. En algunas regiones, donde la letra ll y
y...
Baca o vaca
Baca puede referirse al fruto del árbol del laurel o al soporte que algunos vehículos tienen en el
techo para colocar equipaje. Vaca, por su parte, es el nombre de la hembra del toro, del dinero que...
A punto o apunto
A punto es una expresión adverbial que significa 'a tiempo' o 'con la preparación adecuada para
algo'. Apunto, cuando aparece unida, es el verbo apuntar conjugado en primera persona del
singular....
Veta o beta
Veta y beta comparten acepciones cuando se refieren a una vena o faja de materia, a un filón
metálico, o a un hilo o cuerda. Se diferencian cuando veta se usa para referirse a la aptitud o...
Bocal o vocal
Bocal puede referirse a un jarro o recipiente, así como a lo perteneciente o relativo a la boca. Vocal,
por su parte, designa aquello perteneciente o relativo a la voz, una letra vocal, el sonido de...
Basto o Vasto
Basto puede designar a algo o alguien que es tosco o grosero, a cierta albarda para montar animales
de carga, o a una de las series en que se divide la baraja española. Vasto, en cambio, es algo...
Hampón o ampón
Un hampón es un maleante, un rufián, un pillo, mientras que como ampón se designa la forma
amplia o abombada de algo, especialmente, la de la falda de un vestido. Como tal, hampón y ampón
son...
Injerir o ingerir
Injerir significa meter una cosa en otra, o inmiscuirse en asuntos ajenos. Ingerir, por su parte, se
refiere al acto de introducir comida o bebida en la boca. Injerir e ingerir son palabras...
Alaba o halaba
Alaba es el verbo alabar en tercera persona del presente, que significa elogiar o celebrar. Halaba es
el verbo halar conjugado en primera o tercera persona del pretérito imperfecto, que significa...
Hatajo o atajo
Hatajo puede referirse a un grupo pequeño de ganado o, despectivamente, a un grupo de personas o
cosas. Atajo, por su lado, puede designar la senda que acorta un camino, un procedimiento rápido,
la...
Sabia, savia o sabía
Sabia es un adjetivo que se aplica a algo o alguien que posee sabiduría; savia, por su parte, es el
fluido vital que tienen algunas plantas, mientras que sabía es el verbo saber conjugado en...
Combino o convino
Combino es el verbo combinar en primera persona del singular; significa juntar o unir diferentes
cosas, o concertar o armonizar. Por su parte, convino es el verbo convenir conjugado en tercera
persona...
Asada o azada
Asada es el participio del verbo asar, es sinónimo de cocida, tostada o abrasada. La azada, en
cambio, es una herramienta utilizada para trabajar la tierra. En este sentido, son palabras
homófonas...
Votar o botar
Votar significa manifestar una opinión o parecer por medio del voto. Botar, en cambio, significa
arrojar o tirar fuera algo o a alguien, saltar desde el suelo, chocar contra una superficie, despedir...
Entre tanto o entretanto
Entre tanto y entretanto son expresiones válidas; admiten ser escritas tanto en una como en dos
palabras. Son adverbios de tiempo; se emplean con el sentido de ‘mientras’, ‘mientras tanto’ o...
Con que, con qué o conque
Con que es sinónimo de 'con el cual' o 'con la cual'; con qué se usa en oraciones interrogativas o
exclamativas, mientras que conque es una conjunción ilativa que equivale a 'así que' o 'por...
Mi o mí
Mi, sin tilde, puede funcionar como un adjetivo posesivo, o como un sustantivo para referirse a una
nota musical o a una letra del alfabeto griego. Mí, con tilde, es un pronombre personal de la...
Bello o vello
Como bello designamos algo que es hermoso, agraciado o excelente. Vello, por su parte, hace
referencia a cierto tipo de pelo corto, fino y suave, que cubre algunas zonas del cuerpo. Bello y
vello son...
Absorver, absorber, absolver o adsorber
Absorber puede significar atraer o retener fluidos, la atención de alguien, o incorporar una
organización a otra. Absolver significa librar de culpas, cargos o responsabilidades a alguien.
Adsorber...
Asar o Azar
Asar significa cocinar o someter un alimento a la acción del calor. Un azar, en cambio, puede
referirse a una casualidad o también a un infortunio que ocurre de manera imprevista. Son
palabras...
Sólo o solo
Sólo, cuando equivalía al adverbio ‘solamente’, solía estar acentuado para diferenciarlo del adjetivo
solo, sin tilde, que significa ‘sin compañía’ o ‘en soledad’. Actualmente, se...
Tasa o taza
Como tasa se denomina la fijación del precio de algo, la relación entre dos magnitudes, o el tributo
impuesto a ciertos servicios o actividades. Una taza, por su parte, es un recipiente para beber...
Arrollar o arroyar
Arrollar significa enrollar una cosa, atropellar a alguien o algo, o vencer o derrotar a una persona.
Arroyar, por su parte, significa formar arroyos o arroyadas. Como tal, son palabras homófonas;...
Hojear u ojear
Hojear significa mover o pasar las hojas de un libro, un cuaderno o de cualquier otro tipo de
publicación o documento en papel, leyendo apenas algunos pasajes. Ojear significa echar un
vistazo...
Cegar o Segar
Cegar significa quitar o impedir la vista a alguien, turbar la razón, cerrar algo que estaba abierto, u
obstaculizar el paso en una vía o conducto. Segar, en cambio, significa cortar, y puede...
Sesión o Cesión
Una cesión es la transferencia (por lo general de bienes) que una persona hace a otra. Una sesión,
por su parte, puede referirse al tiempo que ocupa una actividad, a la celebración de una junta o...
Callar o cayar
Callar es un verbo que puede significar omitir o no decir algo, no hablar o guardar silencio, cesar de
hablar, dejar de hacer ruido o parar algo de sonar. Cayar, por su parte, no existe, y constituye...
Acerbo o Acervo
Acerbo es un adjetivo para referirse a algo o alguien que es áspero, cruel o riguroso. Acervo, en
cambio, es un sustantivo, y puede referirse tanto a un conjunto de bienes culturales, morales o...
Periodo o período
Es igualmente válida la forma periodo, sin acento, que período, con tilde porque la palabra admite
dos tipos de acentuación. Período, palabra esdrújula cuyo acento gráfico indica un hiato, es...
Abrasar o Abrazar
Abrasar proviene de brasa y significa quemar o consumir algo, bien sea por efecto del calor, del frío
o de una pasión. Abrazar, por su parte, significa rodear con los brazos a alguien o algo. En la...
Acecinar o asesinar
Acecinar significa salar las carnes para conservarlas. Asesinar, en cambio, puede referirse a matar a
una persona, causar a alguien grandes disgustos o aflicciones, o engañar a otra persona. Estas...
Tubo o tuvo
Un tubo es una pieza hueca cilíndrica usada para transportar agua y otros fluidos, así como para
guardar o contener distintas sustancias. Tuvo, por su parte, es el verbo tener conjugado en tercera...
Ha, a o ah
Ha es el verbo haber conjugado, a es una preposición, y ah una interjección. Las tres poseen
diferentes funciones sintácticas, de modo que confundirlas podría dar pie a equivocaciones. Como
tal,...
Aprender o aprehender
Aprender significa adquirir nuevos conocimientos o memorizar información. Por su parte,
aprehender puede referirse a coger o capturar a alguien o algo, especialmente cuando se relaciona
con...
Barón o varón
Barón es un título nobiliario y también puede designar a un hombre de gran poder o influencia. Un
varón, por su parte, es un ser humano de sexo masculino. Como tal, son palabras homófonas. Esto...
Aun o Aún
La acentuación gráfica de los adverbios aun y aún depende de su significado. Aun, sin tilde, es
equivalente a 'incluso', 'hasta', 'también' o 'siquiera', mientras que aún, con tilde, significa...
Revelar o rebelar
Revelar significa descubrir lo que estaba oculto o permanecía ignorado. Rebelar, en cambio, se
refiere a sublevar o alzar contra algo o alguien, u oponerse o resistirse a obedecer determinadas...
Vienes o bienes
Vienes es el verbo venir conjugado en segunda persona del presente. Como bienes, por su parte, se
denomina el patrimonio, la fortuna o las pertenencias de una persona o entidad. Tanto vienes
como...
Acechanza o asechanza
Acechanza se refiere al hecho de estar al acecho, de espiar o perseguir a alguien. Una asechanza,
por su parte, es un engaño, una trampa, un artificio que se arma con la finalidad de perjudicar a...
Hostia u Ostia
Hostia, con h, puede referirse al pan de ácimo que se consagra en la misa para la comunión, a algo
que se ofrece en sacrificio, o, vulgarmente, a un golpe o trastazo. Mientras que ostia, sin h,...
Ouó
O es una conjunción disyuntiva que, actualmente, se debe escribir siempre sin tilde. Como tal, se
puede emplear para expresar alternativa entre dos o más personas, cosas o ideas en una...
Siervo o ciervo
Un siervo puede ser un esclavo, un religioso o una persona que se autodenomina de este modo en
virtud de su humildad o su respeto con relación a otra persona. Mientras que un ciervo, por su parte,
es...
Alrevés o al revés
La forma correcta en que debe escribirse es al revés, en dos palabras. Es incorrecto escribir alrevés.
Al revés significa ‘al contrario’, ‘a la espalda’ o ‘a la vuelta’. Se refiere a...
Vacante o bacante
Vacante es algo que está sin ocupar, vacío, ocioso; también puede referirse al tiempo que duran las
vacaciones. Bacante, por su parte, es como se denomina a la mujer que participaba las fiestas...
Al rededor o alrededor
Al rededor y alrededor son dos formas válidas de escribir esta expresión. Como tal, ambas
funcionan como un adverbio de lugar equivalente a ‘en torno a algo’. Así, tanto al rededor como...
He, e o eh
He es el verbo haber conjugado en primera persona; e es una conjunción que se usa para sustituir la
conjunción y cuando la palabra que le sigue empieza por i- o hi-; mientras que eh es una...
Cavo o cabo
Cavo puede significar ‘cóncavo’, puede referirse a una ‘madriguera’, o puede ser el verbo cavar
conjugado en primera persona. Cabo, por su parte, hace referencia al extremo de algo, a una...
Habría o abría
Habría es el verbo haber conjugado en primera o tercera persona del presente; abría, por su parte, es
el verbo abrir conjugado en primera o tercera persona del condicional. Como tal, ambas son...
Ciento o Siento
Ciento significa diez veces diez o cien; puede emplearse como equivalente a ‘centésimo’ o a
‘centena’. Siento, por su parte, puede ser tanto el verbo sentir como el verbo sentar conjugado en...
Uy o huy
Uy y huy son interjecciones del idioma español; se pueden emplear para expresar dolor físico,
asombro o sorpresa, o remilgos o excesiva delicadeza ante alguna cosa. Es igualmente válido
escribirla...
O sea, ósea u osea
O sea es una expresión equivalente a es decir, que se emplea para introducir explicaciones o hacer
precisiones; ósea es un adjetivo usado para designar aquello que es de hueso, mientras que osea es...
Ola u hola
Hola es un saludo de carácter informal. Ola, en cambio, se refiere a las ondas de gran amplitud que
se forman en la superficie de las aguas, a un fenómeno atmosférico, al movimiento impetuoso de...
Sumo o zumo
Zumo puede referirse al líquido que se exprime de frutas, hierbas o flores, o a la parte provechosa y
beneficiosa de algo. Sumo, por su parte, puede significar ‘altísimo’ o ‘supremo’, ‘muy...
Cuan o cuán
Cuan es un adverbio relativo, utilizado sobre todo en comparaciones. Cuán, por su parte, es un
adverbio exclamativo, que introduce oraciones exclamativas, y que es usado para agregar intensidad
a lo...
Encausar o encauzar
Encauzar significa abrir un cauce, conducir una corriente a través de él, o encaminar positivamente
un asunto o negocio. Encausar, por su parte, significa proceder judicialmente contra una persona;...
Sima o cima
Una sima puede ser un tipo de moldura o una cavidad natural grande y profunda en la tierra. Una
cima, por su parte, es el punto más alto de un monte, un árbol, o, en sentido figurado, de una...
Hay, Ay o Ahí
Hay es el verbo haber conjugado en su forma impersonal; ay es una interjección que puede expresar
pena o temor, mientras que ahí es un adverbio de lugar, equivalente a ‘en ese lugar’. Tanto hay...
Herrar o errar
Herrar puede referirse a poner las herraduras a una caballería o a marcar al ganado con un hierro;
errar, en cambio, puede significar no acertar en algo, a divagar en los pensamientos o a andar...
Cual o cuál
Cuál es un pronombre empleado para introducir oraciones interrogativas o exclamativas; cual, en
cambio, es un pronombre relativo que puede usarse para introducir oraciones indirectas o con
función...
Deacuerdo o de acuerdo
La palabra deacuerdo no existe y, como tal, constituye un error ortográfico. Lo correcto es escribir
de acuerdo, separado. De acuerdo es una locución compuesta por la preposición de y el...
Vaya, Valla, Baya o Balla
Vaya es el verbo ir conjugado en primera o tercera persona de subjuntivo; una valla puede ser una
cerca, una cartelera publicitaria, o un obstáculo, o también puede ser el verbo vallar en tercera...
Halla, Haya, Aya o Allá
Halla es el verbo hallar conjugado en tercera persona; haya, el verbo haber en sus formas de
primera, segunda y tercera persona, así como un sustantivo para denominar un tipo de árbol; aya,
por otro...
Cocer o coser
Cocer significa guisar o hervir un alimento, así como someter algún material a la acción del calor,
mientras que coser se refiere a la acción de juntar telas u otros materiales con hilos, o...
Ves o Vez
Ves es el verbo ver conjugado en segunda persona de presente; significa ver, observar o considerar
algo. Vez, en cambio, es un sustantivo que puede utilizarse como equivalente a ‘turno’,...
Si o Sí
Sí puede ser una afirmación, un pronombre personal, o un sustantivo equivalente a ‘consentimiento’
o ‘permiso’. Mientras que si, por su parte, es una conjunción empleada para denotar...
Hierva, hierba o yerba
Hierva es el verbo hervir conjugado en primera y tercera persona del presente de modo subjuntivo,
mientras que hierba y yerba son sustantivos usados para designar una planta pequeña o el conjunto
de...
Hecho o echo
Echo es el verbo echar conjugado en primera persona del presente, mientras que hecho es el
participio del verbo hacer, que puede realizar la función de adjetivo con el significado de ‘acabado’,
o...
Has, Haz o As
Has es la forma auxiliar del verbo haber usada para la formación de tiempos compuestos. Haz, por
su parte, es el verbo hacer en la segunda persona de imperativo. As, en cambio, es un sustantivo
que...
Cuanto o cuánto
Cuánto se escribe con tilde cuando tiene función interrogativa o exclamativa. Mientras que cuanto,
cuando se emplea como adjetivo, adverbio o pronombre, no lleva acento gráfico. La tilde gráfica...
Sino o si no
Sino es una expresión que se emplea para contraponer ideas en una frase, mientras que si no es una
secuencia compuesta por la conjunción si y el adverbio de negación no, que es empleada para...
Demás o de más
Demás significa lo ‘otro’ o lo ‘restante’, y puede usarse como adjetivo y como pronombre. No debe
confundirse con la secuencia de más, que es una locución adverbial equivalente a ‘de...
Mas o más
Mas se escribe sin acento cuando equivale a ‘pero’, mientras que más, con acento, es un adverbio
que denota la idea de superioridad, exceso o aumento, y que también puede funcionar, según sea...
Adonde, A donde, Adónde o A dónde
Adonde y a donde se usan para introducir oraciones con las que se indican relaciones de lugar;
ambas expresiones pueden usarse indistintamente. Adónde y a dónde, por su lado, se utilizan para...
Sobretodo o sobre todo
Sobretodo y sobre todo no tienen el mismo significado. Un sobretodo es una prenda de vestir,
mientras que sobre todo es una locución adverbial equivalente a ‘principalmente’ o...
Dónde o Donde
Dónde es un adverbio interrogativo o exclamativo de lugar; se emplea tanto para introducir una
pregunta, como para exclamaciones. Donde, por su lado, es un adverbio relativo de lugar, es decir,
que...
A sí mismo, así mismo o asimismo
Tanto a sí mismo como así mismo y asimismo son expresiones válidas en español. Asimismo es
sinónimo de ‘también’ o ‘además’; así mismo, por su parte, equivale a ‘de esa misma...
Tu o tú
Tú, con acento, funciona como pronombre personal y lo empleamos para referirnos a la persona con
que hablamos, mientras que tu, sin acento, es un adjetivo posesivo que indica que algo es propio o...
Grabar o gravar
Gravar significa imponer impuestos o cargas tributarias, mientras que grabar se emplea para indicar
la acción de labrar sobre una superficie o de almacenar información, como imágenes o sonidos, en...
Rallar o rayar
Rallar se refiere a la acción de raspar o desmenuzar algo con un rallador, mientras que rayar denota
otras acciones, como hacer rayas sobre una superficie o sobre un texto o escrito, clarear el día,...
A ver, haber o haver
Haber es el infinitivo del verbo haber, mientras que a ver se utiliza para expresar el deseo de ver o
comprobar algo, para llamar la atención a alguien, para expresar aceptación, para denotar...
Aparte o a parte
Aparte significa ‘distinto’, ‘en otro lugar’, ‘al margen’ o ‘además’, mientras que la expresión a parte
se emplea para hacer referencia a un sitio, a una cantidad, o a una porción...
Entorno o en torno
Entorno se usa para significar ‘ambiente’, mientras que en torno es una expresión que solo debemos
emplear cuando sea equivalente a ‘acerca de’, ‘alrededor de’, ‘en relación con’ o...

Halla, Haya, Aya o Allá

Halla es el verbo hallar conjugado en tercera persona; haya, el verbo haber en sus formas de
primera, segunda y tercera persona, así como un sustantivo para denominar un tipo de árbol; aya,
por otro...
Vaya, Valla, Baya o Balla
Vaya es el verbo ir conjugado en primera o tercera persona de subjuntivo; una valla puede ser una
cerca, una cartelera publicitaria, o un obstáculo, o también puede ser el verbo vallar en tercera...
Cayo o Callo, Cayó o Calló
Un cayo es una isla pequeña, mientras que callo puede ser el verbo callar conjugado en presente de
indicativo o referirse a una dureza formada en la piel. Por su parte, calló es una forma del verbo...
Has, Haz o As
Has es la forma auxiliar del verbo haber usada para la formación de tiempos compuestos. Haz, por
su parte, es el verbo hacer en la segunda persona de imperativo. As, en cambio, es un sustantivo
que...
Yendo, llendo o iendo
La forma correcta de pronunciar y escribir esta palabra es yendo. Yendo es la forma de gerundio del
verbo ir. Son incorrectas y deben evitarse las formas llendo o iendo. La confusión de decir o...
Esta, Ésta o Está
Esta es un demostrativo femenino que puede referirse a lo que está cerca de la persona que habla, a
algo que ha sido mencionado o será mencionado a continuación, o a un periodo de tiempo, un...
Consciente, Consiente o Conciente
Como consciente denominamos a alguien que está en pleno uso de sus facultades mentales.
Consiente, por su parte, es el verbo consentir conjugado en algunas de sus formas personales;
significa...
Hizo o Hiso
Hizo es la forma correcta de escribir esta palabra. Hiso, en cambio, es una incorrección ortográfica
que es conveniente evitar. Hizo es el verbo hacer conjugado en segunda (usted) y tercera persona...
Ves o Vez
Ves es el verbo ver conjugado en segunda persona de presente; significa ver, observar o considerar
algo. Vez, en cambio, es un sustantivo que puede utilizarse como equivalente a ‘turno’,...
En serio o Enserio
En serio es una expresión que usa para significar que algo se dice sin engaño. Enserio, en cambio,
es el verbo enseriar en primera persona; significa poner semblante serio o dar a un asunto la...

Este, Éste o Esté

Este es un demostrativo para hacer referencia a lo que está cerca de quien habla, a algo que se
mencionó o se va a mencionar, o a un periodo de tiempo, momento o lugar que es relativamente
próximo.
Hice, Hize o Hise
La forma correcta de escribir esta palabra es hice. Tanto hize como hise son grafías incorrectas que
conviene evitar. Hice es el verbo hacer conjugado en primera persona de singular de pretérito...
A veces o Aveces
A veces es una expresión adverbial que significa ‘en ocasiones’. Aveces, por su parte, es el verbo
avezar conjugado en segunda persona del presente en subjuntivo, significa ‘acostumbrar’.
Harto o Arto
Harto puede ser el verbo hartar en primera persona, que significa saciar o satisfacer, fastidiar o
cansar, dar con abundancia o desmesura, o también puede ser el adjetivo harto, que se utiliza con
el...
Estuvo o Estubo
Estuvo es la forma correcta de escribir esta palabra. Estubo, en cambio, es una incorrección
ortográfica que debemos evitar. Estuvo es el verbo estar conjugado en segunda (usted) y tercera
persona...
Hostia u Ostia
Hostia, con h, puede referirse al pan de ácimo que se consagra en la misa para la comunión, a algo
que se ofrece en sacrificio, o, vulgarmente, a un golpe o trastazo. Mientras que ostia, sin h,...
Cerca o Serca
La forma correcta de escribir esta palabra es cerca. La grafía serca constituye una incorrección y
debe evitarse. Cerca es una palabra que, dependiendo del contexto, puede funcionar como
sustantivo,...
A través, Através, A travez o Atravez
La forma correcta de escribir esta expresión es a través, en dos palabras. Son incorrectas y deben
evitarse las grafías através, a travez y atravez. A través puede usarse como una locución...
Tu o tú
Tú, con acento, funciona como pronombre personal y lo empleamos para referirnos a la persona con
que hablamos, mientras que tu, sin acento, es un adjetivo posesivo que indica que algo es propio o...
Tubo o tuvo
Un tubo es una pieza hueca cilíndrica usada para transportar agua y otros fluidos, así como para
guardar o contener distintas sustancias. Tuvo, por su parte, es el verbo tener conjugado en tercera...

Haiga o Haya

Haiga es una forma incorrecta de decir haya. Es un barbarismo, común del habla coloquial. Como
tal, se encuentra fuera de la norma culta de la lengua y es absolutamente desaconsejable usarlo.
Haiga,...
Iba o IVA
Iba es el verbo ir conjugado en primera o tercera persona de singular de pretérito perfecto. IVA, por
su parte, es un acrónimo que corresponde a las siglas del impuesto sobre el valor agregado. Como...
Sílaba tónica y átona
Las sílabas de una palabra pueden dividirse en función de la intensidad con que sean pronunciadas
en sílabas tónicas y átonas. La tonicidad o atonicidad de una sílaba es fonológicamente...
O sea, ósea u osea
O sea es una expresión equivalente a es decir, que se emplea para introducir explicaciones o hacer
precisiones; ósea es un adjetivo usado para designar aquello que es de hueso, mientras que osea es...
Hecho o echo
Echo es el verbo echar conjugado en primera persona del presente, mientras que hecho es el
participio del verbo hacer, que puede realizar la función de adjetivo con el significado de ‘acabado’,
o...
He, e o eh
He es el verbo haber conjugado en primera persona; e es una conjunción que se usa para sustituir la
conjunción y cuando la palabra que le sigue empieza por i- o hi-; mientras que eh es una...
Coger o Cojer
Coger es la forma correcta de escribir esta palabra. En cambio, cojer es una incorrección ortográfica
que es conveniente evitar. La confusión entre la j y la g (antes de la e y la i ) es común a...
Sólo o solo
Sólo, cuando equivalía al adverbio ‘solamente’, solía estar acentuado para diferenciarlo del adjetivo
solo, sin tilde, que significa ‘sin compañía’ o ‘en soledad’. Actualmente, se...
Alrevés o al revés
La forma correcta en que debe escribirse es al revés, en dos palabras. Es incorrecto escribir alrevés.
Al revés significa ‘al contrario’, ‘a la espalda’ o ‘a la vuelta’. Se refiere a...
Raya o Ralla
Raya puede referirse a una línea, una marca, un signo ortográfico, un límite o frontera o un tipo de
pez, entre otras cosas. Ralla, por su parte, es el verbo rallar conjugado en algunas de sus...

Haré o Aré

Haré es el verbo hacer conjugado en primera persona de futuro; significa crear, producir o realizar,
entre otras cosas. Aré, por su parte, es el verbo arar conjugado en primera persona de pretérito...
Hacia, Hacía o Asia
Hacia es una preposición para denotar dirección, tendencia o actitud. Hacía es el verbo hacer
conjugado en singular de pretérito imperfecto. Asia es el nombre del continente más extenso del...
Votar o botar
Votar significa manifestar una opinión o parecer por medio del voto. Botar, en cambio, significa
arrojar o tirar fuera algo o a alguien, saltar desde el suelo, chocar contra una superficie, despedir...
Hasta o Asta
Hasta puede ser una preposición que indica el límite o término de algo, o un adverbio con el sentido
de incluso o aun. Asta, en cambio, puede ser el palo en que se cuelga una bandera, el cuerno de...
Grave o Grabe
Grave puede ser un adjetivo con el significado de importante, difícil o serio, o el verbo gravar
conjugado, imponer un impuesto. Grabe, por su lado, es el verbo grabar en algunas de sus formas...
Recoger o Recojer
Recoger es la forma correcta de escribir esta palabra. Recojer, por su parte, es una incorrección
ortográfica que conviene evitar. Recoger es un verbo que se emplea con múltiples acepciones. A...
Así o Hací
Así es la forma correcta de escribir esta palabra. Hací es un barbarismo y, por lo tanto, es
conveniente evitarlo. Así puede emplearse como un adverbio con diversas acepciones: como
equivalente a...
Examen o Exámen
La forma correcta de escribir esta palabra es examen, sin tilde. Exámen, con tilde, es una
incorrección y debe evitarse. Examen es un sustantivo masculino; se refiere a la indagación, estudio
y...
Basta o Vasta
Basta puede ser el verbo bastar en algunas de sus formas personales, una interjección para dar
término a algo, un adjetivo para referirse a algo o alguien que es tosco, o un sustantivo para aludir
a...
Rallar o rayar
Rallar se refiere a la acción de raspar o desmenuzar algo con un rallador, mientras que rayar denota
otras acciones, como hacer rayas sobre una superficie o sobre un texto o escrito, clarear el día,...

Ha, a o ah

Ha es el verbo haber conjugado, a es una preposición, y ah una interjección. Las tres poseen
diferentes funciones sintácticas, de modo que confundirlas podría dar pie a equivocaciones. Como
tal,...
Hierva, hierba o yerba
Hierva es el verbo hervir conjugado en primera y tercera persona del presente de modo subjuntivo,
mientras que hierba y yerba son sustantivos usados para designar una planta pequeña o el conjunto
de...
Vienes o bienes
Vienes es el verbo venir conjugado en segunda persona del presente. Como bienes, por su parte, se
denomina el patrimonio, la fortuna o las pertenencias de una persona o entidad. Tanto vienes
como...
Había o Avía
Había es el verbo haber conjugado en algunas de sus formas personales; puede utilizarse como
verbo auxiliar para la formación de tiempos compuestos, o para indicar que algo es obligatorio o...
Por favor o Porfavor
Por favor es la forma correcta de escribir esta expresión, separada en dos palabras. No es correcta la
grafía porfavor, se considera un error y es conveniente evitar, escrita en una sola palabra.
Habría o abría
Habría es el verbo haber conjugado en primera o tercera persona del presente; abría, por su parte, es
el verbo abrir conjugado en primera o tercera persona del condicional. Como tal, ambas son...
Cual o cuál
Cuál es un pronombre empleado para introducir oraciones interrogativas o exclamativas; cual, en
cambio, es un pronombre relativo que puede usarse para introducir oraciones indirectas o con
función...
Revelar o rebelar
Revelar significa descubrir lo que estaba oculto o permanecía ignorado. Rebelar, en cambio, se
refiere a sublevar o alzar contra algo o alguien, u oponerse o resistirse a obedecer determinadas...
Agradezco o Agradesco
La forma correcta es agradezco. La grafía agradesco constituye un error ortográfico y, en
consecuencia, es conveniente evitarlo. Agradezco es la conjugación del verbo agradecer en la
primera...
Diferencia entre emigrante, inmigrante y migrante
Emigrante, inmigrante y migrante son tres términos asociados a los desplazamientos de personas,
animales o plantas de un sitio a otro. Sin embargo, no significan lo mismo y no son conceptos...

Aparte o a parte

Aparte significa ‘distinto’, ‘en otro lugar’, ‘al margen’ o ‘además’, mientras que la expresión a parte
se emplea para hacer referencia a un sitio, a una cantidad, o a una porción...
Sabia, savia o sabía
Sabia es un adjetivo que se aplica a algo o alguien que posee sabiduría; savia, por su parte, es el
fluido vital que tienen algunas plantas, mientras que sabía es el verbo saber conjugado en...
Hay, Ay o Ahí
Hay es el verbo haber conjugado en su forma impersonal; ay es una interjección que puede expresar
pena o temor, mientras que ahí es un adverbio de lugar, equivalente a ‘en ese lugar’. Tanto hay...
Cómo se escribe 21: Veintiuno o Veinte y uno
Veintiuno o veintiún son las formas en que podemos escribir el número natural 21 en letras. Veinte y
uno es una forma compleja que es conveniente evitar. Veintiuno es la suma de veinte más uno; es...
Grabar o gravar
Gravar significa imponer impuestos o cargas tributarias, mientras que grabar se emplea para indicar
la acción de labrar sobre una superficie o de almacenar información, como imágenes o sonidos, en...
No sé, No se, Nosé o Nose
No sé es la combinación del adverbio de negación no con el verbo saber conjugado; se emplea para
negar que se tenga conocimiento de algo. No se, por su parte, es una secuencia incompleta
compuesta...
Cierto o Sierto
La forma correcta de escribir esta palabra es cierto. Por su parte, sierto es un error ortográfico que
es conveniente evitar. No es infrecuente esta duda, que se debe a que la consonante c, cuando...
Deseo o Deceo
La forma correcta de escribir esta palabra es deseo. Por su parte, deceo es una incorrección que es
conveniente evitar. Deseo es un sustantivo masculino; se refiere a la intensa necesidad o...
Compañía o Companía
La forma correcta de escribir y pronunciar esta palabra es compañía. Companía es una incorrección
que es conveniente evitar. Como compañía se denomina el hecho de acompañar a alguien, o una...
Sexy o sexi
Sexi es la adaptación gráfica al español de la palabra inglesa sexy. Como tal, es una palabra que
puede funcionar como sustantivo o como adjetivo, y que se refiere a una persona o cosa que
resulta...
Cuando o Cuándo

Cuando puede ser un adverbio, una conjunción o una preposición si es escrita sin tilde. Por su parte,
cuándo, con tilde diacrítica, es un adverbio que se utiliza para introducir oraciones...
Si o Sí
Sí puede ser una afirmación, un pronombre personal, o un sustantivo equivalente a ‘consentimiento’
o ‘permiso’. Mientras que si, por su parte, es una conjunción empleada para denotar...
Uso de los dos puntos
Los dos puntos son un signo de puntuación que se usa para llamar la atención o hacer una pausa
enfática sobre lo que sigue. Es representado con dos puntos, uno suspendido sobre el otro (:). Al...
Cómo se escribe 18: Dieciocho o Diez y ocho
La forma correcta de escribir este número en letras es dieciocho, preferida sobre la forma diez y
ocho, que ha caído en desuso. Dieciocho es la suma de diez más ocho; es el número que sigue al...
Uy o huy
Uy y huy son interjecciones del idioma español; se pueden emplear para expresar dolor físico,
asombro o sorpresa, o remilgos o excesiva delicadeza ante alguna cosa. Es igualmente válido
escribirla...
Voucher, Váucher o Boucher
Voucher es una voz inglesa que puede significar ‘vale’ o ‘comprobante’. Su adaptación gráfica al
español es váucher. La forma boucher, por su parte, es una incorrección que es conveniente...
Cómo se escribe 16: Dieciséis, Dieciseis o Diez y seis
En letras, la forma correcta de escribir este número natural es dieciséis, en detrimento de la grafía
diez y seis. Por su parte, la forma dieciseis, sin acento, es incorrecta y conviene evitarla.
Ciento o Siento
Ciento significa diez veces diez o cien; puede emplearse como equivalente a ‘centésimo’ o a
‘centena’. Siento, por su parte, puede ser tanto el verbo sentir como el verbo sentar conjugado en...
Malla o Maya
Una malla es una red, un tipo de tejido o una estructura formada por un conjunto de elementos que
se cruzan entre sí. Maya, por su parte, puede referirse a una cultura ancestral de América Central y...
Con base en, en base a o con base a
La expresión correcta es con base en. Son desaconsejables las construcciones en base a y con base
a. Por otro lado, tampoco debe confundirse esta secuencia con la expresión a base de. Con base en
se...

Deacuerdo o de acuerdo

La palabra deacuerdo no existe y, como tal, constituye un error ortográfico. Lo correcto es escribir
de acuerdo, separado. De acuerdo es una locución compuesta por la preposición de y el sustantivo...
Vaso, Baso o Bazo
Un vaso es un recipiente, por lo general de forma cilíndrica, usado para beber líquidos. Baso, por su
parte, es el verbo basar conjugado en primera persona; significa apoyar una cosa en otra, o...
Dónde o Donde
Dónde es un adverbio interrogativo o exclamativo de lugar; se emplea tanto para introducir una
pregunta, como para exclamaciones. Donde, por su lado, es un adverbio relativo de lugar, es decir,
que...
Encima, Enzima o Ensima
Encima puede funcionar como un adverbio para referirse a algo que está en un lugar superior con
respecto a otra cosa, como sinónimo de además o con el significado de próximo en el tiempo o...
Echar o Hechar
Echar es la grafía correcta de este verbo y todas sus formas conjugadas. La grafía hechar, con h
inicial, es una incorrección y debe evitarse. La razón por la cual podemos confundirnos a la hora...
Callar o cayar
Callar es un verbo que puede significar omitir o no decir algo, no hablar o guardar silencio, cesar de
hablar, dejar de hacer ruido o parar algo de sonar. Cayar, por su parte, no existe, y constituye...
Elegir o Elejir
La forma correcta de escribir este verbo es elegir. Es incorrecto y se aconseja evitar la grafía elejir.
Como tal, elegir significa escoger o preferir a alguien o algo entre varias opciones para un...
Consciencia o Conciencia
La consciencia es la capacidad del ser humano para percibir la realidad y reconocerse en ella,
mientras que la conciencia es el conocimiento moral de lo que está bien y lo que está mal. Ambos...
Cave o cabe
Cave es el verbo cavar en tercera persona del presente de modo subjuntivo, mientras que cabe
puede funcionar como el verbo caber conjugado en primera persona del presente de modo
indicativo, o como...
Mi o mí
Mi, sin tilde, puede funcionar como un adjetivo posesivo, o como un sustantivo para referirse a una
nota musical o a una letra del alfabeto griego. Mí, con tilde, es un pronombre personal de la...

Hazlo o Haslo

Hazlo es la forma correcta de escribir esta expresión. Haslo es una grafía incorrecta y debe evitarse,
así como otras grafías también inválidas como aslo o has lo. La duda ortográfica está...
Estuve o Estube
La forma correcta de escribir esta palabra es estuve. Es una incorrección ortográfica y debe evitarse
la grafía estube. Estuve es el verbo estar conjugado en primera persona de singular de...
Cayendo o Callendo
La forma correcta de escribir esta palabra es cayendo. La grafía callendo es incorrecta y debe
evitarse para no incurrir en una falta ortográfica. Cayendo es la forma de gerundio del verbo caer,...
Acabo o A cabo
Acabo y a cabo son expresiones correctas que significan cosas distintas. Acabo puede funcionar, por
un lado, como un sustantivo con el significado de acabamiento, y, por otro, puede ser el verbo...
Uso de la raya (o guion largo)
La raya, también conocida como guion largo, es un signo de puntuación delimitador que se emplea
para enmarcar determinados incisos en un discurso. La raya es representada gráficamente por un
trazo...
Voy hacer o voy a hacer
Lo correcto es escribir voy a hacer. Voy hacer, sin la a, es un error común que cometen los hablantes
al asimilar el sonido de la preposición al de la primera sílaba del infinitivo hacer. Voy a...
Palabras monosílabas
Las palabras monosílabas son todos aquellos vocablos que se encuentran formados únicamente por
una sílaba. Según las reglas de acentuación de la lengua española, las palabras monosílabas no...
Enserio o Encerio
Enserio es el verbo enseriar conjugado en primera persona singular de presente de modo indicativo.
Encerio, por otro lado, es una incorrección que es conveniente evitar. No se debe confundir con la...
Cómo o Como
Cómo es un adverbio tanto interrogativo como exclamativo que lleva tilde por ser una palabra
tónica y para diferenciarlo de la palabra átona como, que, a su vez, puede funcionar con valor de...
Conexión o Conección
La forma correcta de escribir esta palabra es conexión. La grafía conección, por su parte, es un error
ortográfico que se aconseja evitar. Conexión es un sustantivo femenino. Puede referirse a la...

Calle o Caye

La forma correcta de escribir esta palabra es calle. En cambio, la grafía caye constituye una
incorrección y debe evitarse. Calle es un sustantivo masculino; puede emplearse en referencia a una
vía...
Hacer o A ser
Hacer es un verbo que se utiliza con el sentido de crear, realizar, producir, ejecutar, actuar, preparar,
causar, etc. A ser, por su parte, es parte de una perífrasis verbal construida generalmente...
A pesar o Apesar
La forma correcta de escribir esta expresión es a pesar, en dos palabras. La grafía simplificada
apesar no es admitida es conveniente evitarla. A pesar es una locución preposicional; se emplea
con...
El o Él
El es un artículo determinado que se utiliza generalmente precediendo a un sustantivo o sintagma
nominal. Él, en cambio, es un pronombre personal que se emplea para referirse a la persona, animal
o...
Cavo o cabo
Cavo puede significar ‘cóncavo’, puede referirse a una ‘madriguera’, o puede ser el verbo cavar
conjugado en primera persona. Cabo, por su parte, hace referencia al extremo de algo, a una...
Quien o Quién
Quien es un pronombre relativo, que se emplea en referencia a personas. Puesto que es un
monosílabo átono, carece de tilde gráfica. Quién es un pronombre que puede ser tanto interrogativo
como...
Además o A demás
Además es un adverbio que se utiliza para añadir información a lo que se ha mencionado
previamente. A demás, por su parte, es una secuencia formada por la preposición a y el adjetivo
demás, que...
Sé o Se
Sé puede ser el verbo saber o el verbo ser conjugados en algunas de sus formas personales; es una
palabra tónica, razón por la cual debe llevar tilde. Se, en cambio, es un pronombre personal; es...
Arrollo o Arroyo
Arrollo es el verbo arrollar conjugado en primera persona de presente de indicativo; significa
envolver, enrolar, atropellar o derrotar, entre otras cosas. Arroyo, por su parte, puede ser un...
Veraz, verás o veras
Como veraz se designa aquello que se apega o ajusta a la verdad. Verás es el verbo ver conjugado
en segunda persona de futuro. Veras es un sustantivo equivalente a ‘verdad’ o ‘realidad’.

Palabras trisílabas

Las palabras trisílabas son aquellas que están formadas por tres sílabas. La sílaba es la unidad
fonológica en que se puede dividir una palabra. Cada sílaba constituye una emisión de voz cuyo...
Cómo se escribe 23: Veintitrés o Veinte y tres
Veintitrés es la forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras. Es conveniente evitar la
forma veinte y tres. Veintitrés es la suma de veinte más tres. Es el número natural que...
Barón o varón
Barón es un título nobiliario y también puede designar a un hombre de gran poder o influencia. Un
varón, por su parte, es un ser humano de sexo masculino. Como tal, son palabras homófonas. Esto...
Sierra o Cierra
Una sierra puede referirse a una herramienta para cortar materiales duros, a una cadena montañosa o
a un tipo de pez. Cierra, por su parte, es el verbo cerrar en distintas de sus formas personales.
Cómo se escribe 300: Trescientos o Trecientos
La forma correcta de escribir este número natural en letras es trescientos, y, aunque trecientos es
también una grafía válida, se aconseja optar por la forma trescientos, ampliamente mayoritaria.
Mas o más
Mas se escribe sin acento cuando equivale a ‘pero’, mientras que más, con acento, es un adverbio
que denota la idea de superioridad, exceso o aumento, y que también puede funcionar, según sea...
Sede o Cede
Una sede puede ser el domicilio de una entidad u organización, o el verbo sedar conjugado en
singular de presente de subjuntivo. Cede, por su parte, es el verbo ceder conjugado en presente de
modo...
Cuanto o cuánto
Cuánto se escribe con tilde cuando tiene función interrogativa o exclamativa. Mientras que cuanto,
cuando se emplea como adjetivo, adverbio o pronombre, no lleva acento gráfico. La tilde gráfica...
Sesión o Cesión
Una cesión es la transferencia (por lo general de bienes) que una persona hace a otra. Una sesión,
por su parte, puede referirse al tiempo que ocupa una actividad, a la celebración de una junta o...
Cómo se escribe 17: Diecisiete o Diez y siete
La forma correcta de escribir este número natural es diecisiete, en detrimento de la forma diez y
siete. Diecisiete es la suma de diez más siete; es el número que sigue al dieciséis y antecede al...

Hallar o Hayar

Hallar es la forma correcta de escribir este verbo. Hayar, en cambio, es una incorrección ortográfica
que conviene evitar. Hallar es un verbo que puede remitir a diversos significados: encontrarse...
Obscuro u oscuro
Obscuro y oscuro son palabras válidas en español. Oscuro es la simplificación de la grafía obscuro,
y, en consecuencia, es la forma en que más frecuentemente se escribe y pronuncia este vocablo.
Voz o Vos
Voz es el sonido que producimos con nuestras cuerdas vocales, una palabra, un grito, un parecer, un
mandato, entre otras cosas. Vos, en cambio, es un pronombre personal de carácter informal o...
Basto o Vasto
Basto puede designar a algo o alguien que es tosco o grosero, a cierta albarda para montar animales
de carga, o a una de las series en que se divide la baraja española. Vasto, en cambio, es algo...
Periodo o período
Es igualmente válida la forma periodo, sin acento, que período, con tilde porque la palabra admite
dos tipos de acentuación. Período, palabra esdrújula cuyo acento gráfico indica un hiato, es la...
Sobretodo o sobre todo
Sobretodo y sobre todo no tienen el mismo significado. Un sobretodo es una prenda de vestir,
mientras que sobre todo es una locución adverbial equivalente a ‘principalmente’ o...
Cómo se escribe 25: Veinticinco o Veinte y cinco
Veinticinco es la forma adecuada de escribir 25 en letras. La forma veinte y cinco, separada, es
incorrecta y debe evitarse. Veinticinco es la suma de veinte y cinco; es el número natural que
sigue...
Ceder o Seder
Ceder es la forma correcta de escribir esta palabra. Seder es una incorrección y, como tal, es
conveniente evitarla. Ceder es un verbo que puede significar dar, traspasar o transferir algo a
alguien,...
Esencia o Escencia
La forma correcta de escribir esta palabra es esencia. La grafía escencia es una incorrección que es
conveniente evitar. Esencia es un sustantivo; se refiere a aquello que constituye la naturaleza...
Onda u Honda
Una onda puede ser una ondulación en la superficie de un líquido, las curvas que se forman en
algunos materiales, o una forma de referirse a las olas. Honda, por su parte, puede ser una tira...

Vacilo o Bacilo

Vacilo es el verbo vacilar en su forma de primera persona de presente. En cambio, bacilo es el


nombre que recibe cierta bacteria que tiene forma de bastoncillo. Vacilo y bacilo son palabras...
Cómo se escribe 22: Veintidós o Veinte y dos
La grafía correcta para escribir 22 en letras es veintidós. Por su parte, la forma veinte y dos, en dos
palabras, debe evitarse. Veintidós es la suma de veinte más dos. Es el número que sigue al...
Cómo se escribe 19: Diecinueve o Diez y nueve
La forma recomendada de escribir este número natural en letras es diecinueve, mientras que la
forma diez y nueve ha caído en desuso. Diecinueve es la suma de diez más nueve; es el número que
sigue...
Consejo o Concejo
Un consejo es una opinión o recomendación, un órgano encargado de asesorar o dirigir una entidad,
o las sesiones de dicho órgano. Un concejo, por su lado, es un ayuntamiento o corporación...
Bello o vello
Como bello designamos algo que es hermoso, agraciado o excelente. Vello, por su parte, hace
referencia a cierto tipo de pelo corto, fino y suave, que cubre algunas zonas del cuerpo. Bello y
vello son...
Hubo o hubieron
Hubieron es incorrecto cuando se usa el verbo haber para referir la presencia o existencia de
personas o cosas. Con este sentido, el verbo haber es impersonal, lo que significa que carece de
sujeto, y...
Al rededor o alrededor
Al rededor y alrededor son dos formas válidas de escribir esta expresión. Como tal, ambas
funcionan como un adverbio de lugar equivalente a ‘en torno a algo’. Así, tanto al rededor como...
Cocer o coser
Cocer significa guisar o hervir un alimento, así como someter algún material a la acción del calor,
mientras que coser se refiere a la acción de juntar telas u otros materiales con hilos, o...
Hizo o Izo
Hizo es el verbo hacer en tercera persona de pretérito perfecto; significa crear, realizar, elaborar,
preparar, etc. Izo, por su parte, es el verbo izar conjugado en primera persona de presente, y se...
Corregir o Correjir
La forma correcta de escribir esta palabra es corregir. Es incorrecta y debe evitarse la grafía correjir,
con jota. Corregir es un verbo que puede significar distintas cosas. Se puede emplear con el...

Palabras bisílabas

Las palabras bisílabas son todas aquellas que se encuentran formadas por dos sílabas. La sílaba es la
unidad fonológica en que se divide una palabra. Cada sílaba constituye una emisión única de...
Haremos o Aremos
Haremos es el verbo hacer en primera persona de singular de futuro; es sinónimo de crear, producir,
elaborar o realizar algo. Aremos, en cambio, es el verbo arar conjugado en primera persona de...
De o Dé
De es una preposición, mientras que dé es el verbo dar conjugado en algunas de sus formas
personales. Puesto que de es un monosílabo átono, se escribe sin acento gráfico. En cambio, la
forma...
Palabras sobreesdrújulas
Las palabras sobreesdrújulas son aquellas cuya mayor carga de voz o acento prosódico recae en una
sílaba anterior a la antepenúltima. Esta, por lo general, es la cuarta sílaba. Según las reglas...
Uso del punto y coma
El punto y coma es un signo de puntuación que se emplea para indicar los diversos tipos de relación
sintáctica o semántica que se pueden establecer entre distintas unidades lingüísticas. Es...
Decisión o Desición
Decisión es la forma correcta de escribir esta palabra. La grafía desición es una incorrección que
consiste en confundir la posición de las letras c y s en la palabra. Decisión es un sustantivo...
Baca o vaca
Baca puede referirse al fruto del árbol del laurel o al soporte que algunos vehículos tienen en el
techo para colocar equipaje. Vaca, por su parte, es el nombre de la hembra del toro, del dinero que...
Acento prosódico
El acento prosódico es aquel que nos permite identificar sobre qué sílaba recae el acento tónico en
una palabra. No todas las sílabas de una palabra se pronuncian con igual fuerza o intensidad,...
Aquel o Aquél
Aquel es un demostrativo que puede emplearse como adjetivo o como pronombre para referirse a
algo o alguien que está lejos, física o espacialmente, de la persona que habla o con quien se habla, o
en...
A ver, haber o haver
Haber es el infinitivo del verbo haber, mientras que a ver se utiliza para expresar el deseo de ver o
comprobar algo, para llamar la atención a alguien, para expresar aceptación, para denotar...

Veces, Beses o Veses

Veces es el plural del sustantivo vez, que puede significar alternación de las cosas por turno u orden,
momento u ocasión en que es ejecutada una acción, o cada realización de un suceso o acto.
Bacilar o Vacilar
Como bacilar se designa lo perteneciente o relativo a los bacilos, o a una variedad de textura
mineral. Vacilar, por su parte, es un verbo que puede significar oscilar o tambalearse, dudar o
titubear,...
Jalar o Halar
Tanto jalar como halar significan tirar de algo hacia sí. Jalar es más coloquial, mientras que en
situaciones de habla esmerada lo aconsejable es usar halar. En algunos países de América, como...
División silábica
La división silábica es la separación en sílabas de una palabra. Es fundamental a la hora de separar
una palabra al final de un renglón o línea. La sílaba es cada una de las unidades...
Bote o Vote
Bote puede referirse a muchas cosas: el rebote de una pelota, el salto que da un cuerpo, un
recipiente, una embarcación, o también puede ser el verbo botar en algunas de sus formas
personales. Vote,...
Acento diacrítico (o tilde diacrítica)
El acento diacrítico, también llamado tilde diacrítica, es un signo gráfico que se emplea para
diferenciar palabras que se escriben de igual forma pero que se distinguen en su significado,...
Bato o Vato
Bato, que puede ser un sustantivo o una forma personal del verbo batir, es la forma correcta de
escribir esta palabra, mientras que la grafía vato es incorrecta y debe evitarse. Bato, como
sustantivo...
Agito o Ajito
Agito es el verbo agitar conjugado en primera persona; significa mover violentamente una cosa de
un lado al otro, perturbar el ánimo o trastornar la tranquilidad política y social. Ajito, en cambio,...
Hibernar o Invernar
Hibernar es el estado de aletargamiento de algunos mamíferos para pasar el invierno. Invernar, por
su parte, significa simplemente pasar el invierno. La variante ivernar ha caído en desuso y...
Hablando o Ablando
Hablando es el gerundio del verbo hablar, que significa expresarse o conversar con otra u otras
personas. Ablando, por su parte, es el verbo ablandar conjugado en primera persona de singular de...

Tasa o taza

Como tasa se denomina la fijación del precio de algo, la relación entre dos magnitudes, o el tributo
impuesto a ciertos servicios o actividades. Una taza, por su parte, es un recipiente para beber...
Lexema
El lexema, también conocido como morfema léxico, es la unidad mínima de una palabra con valor
léxico, es decir, con significado. El lexema es la raíz de una palabra sin morfemas gramaticales.
En...
Diferencia entre poema y poesía
Poema y poesía son cosas diferentes: un poema es una composición poética, mientras que poesía
puede referirse a una forma de expresión literaria, a uno de los géneros de la literatura, o al arte...
Porque, Porqué, Por qué o Por que
Porque es una conjunción causal, equivalente ‘ya que’ o ‘para que’. Porqué es un sustantivo,
sinónimo de ‘causa’ o ‘motivo’. Por qué se emplea para introducir oraciones...
Excusa o Escusa
Una excusa puede ser un pretexto o una disculpa, mientras que una escusa se refiere a una cesta de
mimbre o a los privilegios de que goza una persona, o al derecho que un dueño de tierra concede
para...
Seda o Ceda
Seda puede referirse a un tipo de hilo o tejido muy delicado y leve, o puede ser el verbo sedar, que
significa apaciguar o calmar, conjugado en sus formas personales. Ceda, por su parte, puede...
Prefijo
Como prefijo se conoce, en gramática, aquel afijo o morfema que se antepone a la raíz o base léxica
de una palabra. El prefijo tiene como función cambiar o alterar el significado de la palabra...
A gusto o Agusto
La forma correcta de escribir esta expresión es a gusto. La grafía simplificada agusto, en cambio, es
incorrecta y debe evitarse. A gusto, como tal, es una locución adverbial que se compone de la...
Tal vez, Talvez o Tal ves
Tal vez es la forma adecuada de escribir esta locución adverbial, mientras que la grafía talvez,
aunque admisible, es menos común. La palabra, como tal, se emplea para indicar posibilidad,
como...
Olla u Hoya
Olla puede referirse a una vasija usada para cocinar, a un remolino que se forma en las aguas, a la
cabeza de alguien o a la zona que está frente al área en el fútbol. Hoya, en cambio, designa a...

Combino o convino

Combino es el verbo combinar en primera persona del singular; significa juntar o unir diferentes
cosas, o concertar o armonizar. Por su parte, convino es el verbo convenir conjugado en tercera
persona...
Antemano o Ante mano
La forma correcta de escribir esta palabra es antemano, en una sola palabra. Es incorrecta y
conviene evitar la forma ante mano, escrita en dos palabras. Antemano es una palabra formada por
la unión...
Rayo o Rallo
Un rayo puede se la línea que se propaga desde un punto, las líneas de luz que irradia un cuerpo
luminoso o un fenómeno meteorológico; también puede ser una forma personal del verbo rayar,
que...
Bota o Vota
Una bota puede referirse a un tipo de calzado o un recipiente, puede ser el verbo botar en algunas de
sus formas personales, o puede ser la forma femenina del adjetivo boto que se usa para designar...
La calor o el calor
Lo correcto es decir “ el calor ”. “ La calor ” es un error común entre los hablantes de español.
Calor es una palabra que empleamos para referirnos a la sensación que experimentamos cuando...
Cómo se escribe 60: Sesenta o Secenta
La forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras es sesenta. La grafía secenta, con c
en lugar de s, es incorrecta, producto de la confusión entre la forma de pronunciar la s y la c...
Uso del paréntesis
El paréntesis es un signo ortográfico doble (de abertura y cierre) con la forma de una línea curva
dibujando una figura semicóncava (). Los paréntesis actúan como un signo delimitador, pues...
Ribera o Rivera
La palabra ribera hace referencia a la margen u orilla de los ríos o mares, mientras que rivera se
emplea para designar un pequeño caudal de agua o arroyo. En este sentido, son palabras que,
debido...
Cita o Sita
Una cita es un encuentro o reunión agendado previamente, así como una referencia a las palabras de
otra persona. Sita, en cambio, es un adjetivo que se emplea como sinónimo de situado o ubicado.
La...
Bale o vale
Bale es el verbo balar conjugado; significa dar balidos. Vale puede ser el verbo valer conjugado, una
interjección para expresar acuerdo, o un sustantivo con el significado de nota de crédito,...

Abrasar o Abrazar

Abrasar proviene de brasa y significa quemar o consumir algo, bien sea por efecto del calor, del frío
o de una pasión. Abrazar, por su parte, significa rodear con los brazos a alguien o algo. En la...
Vasar, Basar o Bazar
Un vasar es un estante para poner la vajilla. Basar es un verbo que puede significar fundamentar,
asentar o apoyar. Un bazar, por su parte, es una tienda donde son vendidos diversos productos. En...
Sima o cima
Una sima puede ser un tipo de moldura o una cavidad natural grande y profunda en la tierra. Una
cima, por su parte, es el punto más alto de un monte, un árbol, o, en sentido figurado, de una...
Cómo se escribe 24: Veinticuatro o Veinte y cuatro
La forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras es veinticuatro. Es incorrecta y debe
evitarse la forma veinte y cuatro. Veinticuatro es la suma de veinte más cuatro; es el número...
Remplazar o reemplazar
Tanto remplazar como reemplazar son formas admisibles de escribir esta voz en español. Puede
usarse con el sentido de sustituir una cosa por otra o de suceder a alguien en un empleo, cargo o...
Obvio, obio u ovio
Lo correcto es escribir obvio. Ovio es una forma en desuso. Las grafías obio y ovbio, por su parte,
son incorrectas y se desaconseja su uso. De igual modo, tampoco debe cambiar el orden de la b y
la...
Excelente o Exelente
La forma correcta de escribir esta palabra es excelente. Exelente, por su parte, es una incorrección
que es conveniente evitar, así como cualquiera de sus variantes, tales como exselente, escelente...
Diptongo
Un diptongo es una secuencia constituida por dos vocales diferentes que forman parte de una misma
sílaba. Se produce cuando una vocal abierta o fuerte y una vocal cerrada o débil, o dos vocales...
Pases, Paces o Pazes
Pases es la forma de plural de pase, que puede referirse a la acción y efecto de pasar, a la entrega de
la pelota en deportes como el fútbol, o a un permiso dado por una autoridad. Pases también...
Losa o Loza
Una losa es una piedra labrada, lisa, llana y delgada, usada para el revestimiento de pisos y paredes.
Loza, por su parte, se refiere a la vajilla doméstica en su conjunto o a cada uno de los objetos...

Sufijo

Un sufijo es un afijo que va pospuesto a la base léxica o lexema de la palabra. El sufijo, en este
sentido, es un tipo de morfema que se agrega después del lexema o raíz de la palabra. Los sufijos,...
Extinto o extinguido
Extinto es un adjetivo que significa 'muerto' o 'fallecido', mientras que extinguido es el participio
del verbo extinguir, empleado para la formación de tiempos compuestos y perífrasis verbales. A...
Quiosco, Kiosco o Kiosko
Tanto quiosco como kiosco son grafías válidas. Kiosko, por su parte, es incorrecta y debe evitarse.
La palabra, como tal, se refiere a un templete o pabellón que, en lugares abiertos, como jardines...
Cause o Cauce
Cause es el verbo causar conjugado; significa producir o provocar un efecto, o ser la causa o el
motivo de algo. Cauce, por su parte, es un sustantivo; puede referirse al lecho de un río, a un canal...
Que o Qué
Que, cuando ejerce función de pronombre relativo o conjunción, se escribe sin tilde, debido a que se
trata de una palabra átona. En cambio, qué, escrita con acento diacrítico, se emplea para...
Dijiste o Dijistes
La forma correcta es dijiste. Dijistes es una incorrección relativamente común, propia de la lengua
coloquial, que es conveniente evitar. Dijiste es el verbo decir conjugado en segunda persona de...
Translado o traslado
La forma correcta de escribir esta palabra es traslado. Translado, en cambio, es una ultracorrección
y, en consecuencia, un error ortográfico que es conveniente evitar. La ultracorrección, también...
Pulla o puya
Una pulla es una expresión o dicho agudo o ingenioso. Puya, en cambio, es una vara de punta
acerada o punzante, o cualquier objeto afilado en la punta. En algunas regiones, donde la letra ll y
y...
Intemperie, interperie o intenperie
La palabra correcta es intemperie. Tanto interperie como intenperie constituyen una incorrección.
Intemperie es un sustantivo femenino que designa al ambiente atmosférico, sus oscilaciones e...
Error o Herror
Error es la forma correcta de escribir esta palabra. Herror es un barbarismo, consecuencia de una
incorrección ortográfica, que es conveniente evitar. Error es un sustantivo masculino; se emplea...

Meses o Meces

Meses es la forma de plural de la palabra mes, que se refiere a cada una de las partes en que se
divide el año, y que también puede ser una forma personal del verbo mesar, que significa arrancar
o...
Ouó
O es una conjunción disyuntiva que, actualmente, se debe escribir siempre sin tilde. Como tal, se
puede emplear para expresar alternativa entre dos o más personas, cosas o ideas en una oración
Por...
Cómo se escribe 200: Doscientos o Docientos
Doscientos es la forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras. Docientos es una
grafía antigua y ya en desuso para esta voz. Doscientos es la suma dos veces de cien; es el número...
Intención o Intensión
Una intención es el propósito o finalidad con que se procede para alcanzar una meta. Intensión, en
cambio, se refiere al conjunto de rasgos o propiedades con que se define un concepto o una
unidad...
Uso de los puntos suspensivos
Los puntos suspensivos son signos de puntuación formados por tres puntos escritos de manera
consecutiva (...) Son utilizados, principalmente, para señalar en el discurso un suspenso (de ahí su...
Callado o Cayado
Callado es el estado de algo o alguien silencioso o que se comporta con sigilo, también puede ser el
verbo callar en su forma de participio. Un cayado, en cambio, es el bastón de un pastor o el...
Diferencia entre Concepto y Definición
Concepto y definición son palabras que se refieren a cosas diferentes: un concepto es la idea o
representación mental que nos hacemos de algo para comprenderlo, mientras que una definición es
un...
Hojear u ojear
Hojear significa mover o pasar las hojas de un libro, un cuaderno o de cualquier otro tipo de
publicación o documento en papel, leyendo apenas algunos pasajes. Ojear significa echar un
vistazo...
Uso del guion
El guion, también llamado guion corto, es un signo ortográfico auxiliar formado por una pequeña
línea horizontal (-). El guion puede emplearse tanto para dividir palabras como para unir términos...
Ese o Ése
Ese es un demostrativo masculino que puede funcionar como adjetivo o como pronombre para
referirse a algo o alguien que está cerca de la persona con quien hablamos, a una cosa que hemos
mencionado...

Cómo se escribe 600: Seiscientos o Seis cientos

La forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras es seiscientos. En cambio, seis
cientos, separado, es incorrecta y debe evitarse. Seiscientos significa seis veces cien; es el número...
Arte o Harte
Arte es un sustantivo que hace referencia a la habilidad para hacer determinada cosa, al conjunto de
disciplinas o producciones realizadas con fines expresivos, o a la maña o astucia para hacer algo.
Uso o Huso
Uso se puede referirse al acto o capacidad de usar algo o a una costumbre o práctica, mientras que
huso se emplea para designar un instrumento para hilar o cada uno de los meridianos en que es
divida...
Cómo se escribe: Chef o Cheff
Chef es la forma correcta de escribir esta palabra. La grafía cheff, ajena al sistema ortográfico del
español, es incorrecta y debe evitarse. La palabra chef proviene del francés, lengua en la que...
Acerbo o Acervo
Acerbo es un adjetivo para referirse a algo o alguien que es áspero, cruel o riguroso. Acervo, en
cambio, es un sustantivo, y puede referirse tanto a un conjunto de bienes culturales, morales o...
Proteger o Protejer
Proteger, con g, es la grafía correcta de esta palabra. La forma protejer, con j, constituye una
incorrección y conviene evitarse. Proteger es un verbo que significa resguardar o amparar a alguien
o...
Atrás o detrás
Atrás y detrás son adverbios de lugar. Atrás, acompañado de un verbo de movimiento, significa
‘hacia la parte posterior’, aunque también puede usarse para indicar un estado o situación.
Jeta o Geta
Jeta y geta son palabras válidas en español. Jeta se refiere al hocico de un cerdo o a una boca
abultada. Geta, en cambio, se restringe a designar a una lengua indoeuropea. Aunque se
pronuncian...
Demás o de más
Demás significa lo ‘otro’ o lo ‘restante’, y puede usarse como adjetivo y como pronombre. No debe
confundirse con la secuencia de más, que es una locución adverbial equivalente a ‘de...
Huya o Hulla
Huya y hulla son palabras correctamente escritas en español, pero significan cosas distintas. Huya
es el verbo huir conjugado en algunas de sus formas personales, significa alejarse de alguien o irse...
Cerrar o Serrar

Cerrar es un verbo que se refiere muchas cosas, desde asegurar una puerta o ventana, hasta poner
fin a una cosa, o impedir el paso de algo por una vía o canal. Serrar, en cambio, es un verbo que...
Sebo o Cebo
Sebo es la grasa que se saca de algunos animales, y se utiliza para fabricar cosas como jabón o
velas. Cebo, en cambio, es la comida que sirve para alimentar, atraer o engordar a los animales,
así...
Veta o beta
Veta y beta comparten acepciones cuando se refieren a una vena o faja de materia, a un filón
metálico, o a un hilo o cuerda. Se diferencian cuando veta se usa para referirse a la aptitud o...
Reses o Reces
Reses es la forma plural de res, que es una forma de referirse al ganado vacuno. Reces, en cambio,
es el verbo rezar conjugado en segunda persona de subjuntivo, y significa orar, recitar misa, o
decir...
Seso o Ceso
Seso puede referirse al cerebro de una persona o animal, o a la sensatez y la prudencia que debe
privar en ciertas circunstancias. Ceso, por su parte, es el verbo cesar en primera persona de
presente,...
Halagar o Alagar
Halagar significa elogiar, complacer o dar muestras de afecto a alguien. Alagar, en cambio, se usa
con el sentido de llenar algo de agua, formando lagos o charcos. La diferencia entre halagar y
alagar...
Herrar o errar
Herrar puede referirse a poner las herraduras a una caballería o a marcar al ganado con un hierro;
errar, en cambio, puede significar no acertar en algo, a divagar en los pensamientos o a andar...
Hice o Ice
Hice es el verbo hacer conjugado en primera persona de pretérito, mientras que ice es el verbo izar
conjugado tanto en presente singular de modo subjuntivo como en segunda persona de imperativo.
Hice...
Ayer o Aller
Ayer es la forma correcta de escribir esta palabra cuando nos queremos referir al día
inmediatamente anterior a hoy. Aller, a no ser que nos estemos refiriendo al nombre de un lugar o el
apellido de...
Arañar o aruñar
Tanto arañar como aruñar son grafías igualmente admitidas para escribir esta palabra. Arañar es la
forma más frecuente y la más recomendada en situaciones formales, mientras que aruñar, que...
Morfema

El morfema es la unidad mínima de la lengua que posee significado léxico o gramatical. En este
sentido, es la unidad mínima aislable de análisis gramatical, y, por ello mismo, no puede ser...
Fonema
Cuando hablamos, producimos sonidos, y cada uno esos sonidos del habla es un fonema. Los
fonemas, al combinarse, forman palabras y enunciados. El fonema, por lo tanto, es la unidad
fonológica mínima...
Podrir o pudrir
Podrir y pudrir son formas admisibles de escribir este verbo. Pudrir es la forma preferida por la
norma culta, mientras que el uso de podrir y sus formas verbales con -o- en la raíz se restringe a...
Reciente o Resiente
Como reciente designamos algo nuevo, recién hecho o que ha sucedido hace poco. En cambio,
resiente es el verbo resentirse conjugado en algunas de sus formas personales; significa perder
fuerzas o...
Asar o Azar
Asar significa cocinar o someter un alimento a la acción del calor. Un azar, en cambio, puede
referirse a una casualidad o también a un infortunio que ocurre de manera imprevista. Son
palabras...
Palabras tónicas y átonas
Las palabras tónicas son aquellas que se pronuncian acentuando una de sus sílabas, mientras que las
palabras átonas son las que carecen de dicho acento. ¿Por qué ocurre esto? Pues porque no todas...
Gravado o Grabado
Gravado es el participio del verbo gravar; se refiere a imponer un gravamen sobre algo. Grabado, en
cambio, puede ser un sustantivo para designar el arte de estampar usando planchas de impresión,
o...
Enfrente o en frente
Tanto enfrente como en frente son formas correctas de escribir esta expresión, que significa ‘a la
parte opuesta’ o ‘en la parte opuesta’. Si la escribimos separada, es decir, en frente,...
Ala o Hala
Ala puede referirse al órgano de los animales para volar, o las extensiones de los aviones para
sostenerse en el aire, entre otras cosas. Hala, en cambio, puede ser el verbo halar en algunas de
sus...
Aun o Aún
La acentuación gráfica de los adverbios aun y aún depende de su significado. Aun, sin tilde, es
equivalente a 'incluso', 'hasta', 'también' o 'siquiera', mientras que aún, con tilde, significa...
Etimología de psicología

La palabra psicología está compuesta por los afijos psico - y - logía. Psico proviene de la voz griega
ψυχή (psykhé), que significa alma, mente, espíritu o actividad mental. Logía, por su...
A sí mismo, así mismo o asimismo
Tanto a sí mismo como así mismo y asimismo son expresiones válidas en español. Asimismo es
sinónimo de ‘también’ o ‘además’; así mismo, por su parte, equivale a ‘de esa misma...
Retortijón o Retorcijón
Tanto retortijón como retorcijón son formas correctas y válidas de escribir esta palabra. Ambas
hacen referencia a un retorcimiento o retorsión fuerte, especialmente aquel que se produce en
alguna...
Te o Té
Te es un pronombre personal de segunda persona de singular utilizado para referirse a la persona a
la que se dirige quien habla o escribe. Té, en cambio, es un sustantivo que designa el árbol que...
Substituir o sustituir
Substituir y sustituir son palabras válidas en español. Ambas significan poner a alguien o algo en
lugar de otra persona o cosa. Sustituir, por su parte, es la forma simplificada de substituir, y...
Hato o Ato
Hato puede referirse a un paquete con ropa de recambio, a una provisión de víveres, a un grupo de
personas o cosas, a un rebaño de ganado, a cierto sitio elegido por los pastores para dejar pacer...
Rebundancia o Redundancia
No es correcto decir rebundancia. Lo correcto es redundancia. Redundancia es un sustantivo
femenino que puede referirse a varias cosas: puede ser la sobra o la excesiva abundancia de una
cosa. Por...
Hampón o ampón
Un hampón es un maleante, un rufián, un pillo, mientras que como ampón se designa la forma
amplia o abombada de algo, especialmente, la de la falda de un vestido. Como tal, hampón y ampón
son...
Vacante o bacante
Vacante es algo que está sin ocupar, vacío, ocioso; también puede referirse al tiempo que duran las
vacaciones. Bacante, por su parte, es como se denomina a la mujer que participaba las fiestas...
Bisnieto o Biznieto
Tanto bisnieto como biznieto son formas adecuadas de escribir esta palabra. Se designa así al hijo
del nieto de una persona. La palabra, como tal, se forma con el prefijo bis-, que significa...

Rompido o roto
Rompido y roto son palabras que existen en la lengua española. Ambas son participio del verbo
romper que, al igual que otros verbos, posee una forma regular ( rompido ) y una irregular ( roto ).
Sin...
Balido, valido o válido
Balido es el nombre con que se conoce la voz de ciertos animales, como los corderos, las ovejas y
los ciervos. Valido puede ser un adjetivo, un sustantivo, la forma de participio del verbo valer o la...
Mesa o Meza
Mesa puede referirse al mueble que usamos para comer o escribir, a cierta configuración del
terreno, al descansillo de una escalera, o a la comida que nos llevamos cada día a la boca, entre
otras...
Andé o anduve
Usar andé es incorrecto. Lo adecuado es decir anduve. Anduve es la primera persona del singular
del pretérito perfecto de modo indicativo del verbo andar. Andar es un verbo irregular, es decir,
que...
Siervo o ciervo
Un siervo puede ser un esclavo, un religioso o una persona que se autodenomina de este modo en
virtud de su humildad o su respeto con relación a otra persona. Mientras que un ciervo, por su parte,
es...
A la final o al final
“ Al final ”es la expresión correcta cuando queremos referirnos al término o conclusión de algo. “ A
la final ”, para estos casos, no es correcta. “A la final”, por su parte, se puede...
Origen de la palabra aguacate
La palabra aguacate proviene del náhuatl ahuacatl, voz que en esta lengua amerindia significa
‘testículo’. Aguacate, como tal, es el nombre con que se denomina un árbol originario de América,...
Rampla o Rampa
Lo correcto es decir rampa. Rampla constituye una incorrección. Rampa es un sustantivo femenino
que tiene fundamentalmente dos significados. En primer lugar, puede referirse a un calambre de
los...
Desecho o Deshecho
Desecho se refiere a lo que se deja cuando se ha escogido lo mejor, a algo inútil o inservible, a la
basura o el desperdicio, etc. Mientras deshecho, participio del verbo deshacer, puede hacer...
Antier, Anteayer o Antes de ayer
Es igualmente correcto decir antier, anteayer y antes de ayer. Esta expresión adverbial de tiempo
significa ‘el día anterior a ayer’. Anteayer y antier son variantes idóneas por su brevedad.
A punto o apunto
A punto es una expresión adverbial que significa 'a tiempo' o 'con la preparación adecuada para
algo'. Apunto, cuando aparece unida, es el verbo apuntar conjugado en primera persona del singular.
Cegar o Segar
Cegar significa quitar o impedir la vista a alguien, turbar la razón, cerrar algo que estaba abierto, u
obstaculizar el paso en una vía o conducto. Segar, en cambio, significa cortar, y puede...
Sumo o zumo
Zumo puede referirse al líquido que se exprime de frutas, hierbas o flores, o a la parte provechosa y
beneficiosa de algo. Sumo, por su parte, puede significar ‘altísimo’ o ‘supremo’, ‘muy...
Palabras graves
Las palabras graves, también conocidas como palabras o paroxítonas, son aquellas que tienen el
acento prosódico en la penúltima sílaba. En las palabras graves, por lo tanto, la sílaba tónica,...
Fuera o afuera
Fuera y afuera son adverbios de lugar que pueden tener usos equivalentes. Se emplean con verbos
de movimiento con el significado de ‘hacia el exterior’ y con verbos de estado con el significado
de...
Poner o colocar
Poner y colocar son palabras que en español comparten algunos significados y que, en determinados
casos, pueden, incluso, ser intercambiables. No obstante, es un error emplearlos como sinónimos
en...
Dije o Dige
Dije es la forma correcta de escribir esta palabra. La grafía dige es incorrecta y debe evitarse. Dije
puede ser un sustantivo o el verbo decir en una de sus formas personales. Como sustantivo, dije...
Monstruo, Monstro, Mostro o Mounstro
La forma recomendada y más usada actualmente es monstruo. Las grafías monstro o mostro, pese a
no ser incorrectas y estar incorporadas al Diccionario de la Real Academia Española, son formas...
De repente o Derrepente
De repente es la forma correcta de escribir esta expresión. La forma simplificada derrepente
constituye una incorrección y conviene evitarla. De repente es una locución adverbial compuesta
por la...
Substancia o sustancia
Tanto substancia como sustancia son formas válidas de escribir este sustantivo. Puede referirse al
ser, esencia o naturaleza inmutable de algo; al jugo alimenticio que de obtiene de ciertas materias,..

¿Qué son palabras esdrújulas?

Las palabras esdrújulas son aquellas que se pronuncian con mayor intensidad de voz o acento
prosódico en la antepenúltima sílaba. Según las normas de acentuación del español, siempre
llevan...
Rozar o Rosar
Rozar significa tener una cosa un ligero contacto con otra, o asemejarse o tener cercanía una cosa
con otra, o producir algo una marca o señal producto del roce. Rosar, en cambio, significa caer el...
Sepa o Cepa
Sepa es el verbo saber conjugado en diferentes formas verbales, mientras que cepa es un sustantivo
que se refiere al tronco de la vid, al origen de una familia o linaje, o a un grupo de organismos de...
Palabras agudas
Las palabras agudas, también denominadas oxítonas, son aquellas en las que el acento prosódico
recae en la última sílaba. Esto significa que la mayor fuerza en la pronunciación se hace en la...
Grava o Graba
Grava puede referirse a las piedras lisas y pequeñas que se usan para cubrir caminos, o puede ser el
verbo gravar, que significa imponer gravámenes, conjugado en algunas de sus formas personales.
Etimología de derecho
La palabra derecho proviene del latín directus, que significa lo recto, lo rígido, lo correcto. A su vez,
esta se deriva del verbo dirigere, que significa conducir, enderezar, regir, llevar...
Gira o Jira
Una gira puede ser un viaje o una excursión, o la serie de presentaciones que hacen los artistas en
diferentes partes; también puede ser el verbo girar conjugado en algunas de sus formas personales.
Casa o Caza
Una casa puede referirse a una vivienda, una familia, un establecimiento comercial, o también
puede ser el verbo casar conjugado en sus formas personales, que significa contraer o autorizar el...
Pollo o Poyo
Un pollo es un ave doméstica o una forma de referirnos a su carne, mientras que un poyo es un
asiento de piedra u otro material, levantado junto a una pared o ventana. Pollo y poyo son
consideradas...
Hora u Ora
Hora se refiere a una medida de tiempo, mientras que ora es el verbo orar conjugado, que significa
suplicar, pedir o rogar por algo, o hablar en público para convencer a la concurrencia de algún...
Iba o Hiba
Iba es la forma correcta de escribir esta conjugación del verbo ir. Hiba es un error ortográfico que
conviene evitar. La confusión ortográfica es frecuente debido a que la letra hache no...
Cien o Sien
Cien es un número, mientras que la sien es una parte de la cabeza humana. Cien y sien son palabras
homófonas en la mayor parte del mundo hispanohablante, donde no existe distinción alguna entre
el...
Eructo, erupto o eruto
La forma correcta de escribir esta palabra es eructo. No son correctas las grafías erupto ni eruto, que
constituyen un error ortográfico que es conveniente evitar. Un eructo es la liberación de...
Uso del punto
El punto es un signo ortográfico que se usa principalmente como signo de puntuación para marcar
el final de un enunciado, párrafo o texto. Es un signo circular de pequeñas dimensiones (.). Se...
Nieva o neva
El verbo nevar no admite la forma neva. Lo correcto es nieva. Esto se debe a que nevar es un verbo
irregular. Como tal, puede emplearse con el sentido de caer nieve o de poner blanco algo
aplicándole...
Ola u hola
Hola es un saludo de carácter informal. Ola, en cambio, se refiere a las ondas de gran amplitud que
se forman en la superficie de las aguas, a un fenómeno atmosférico, al movimiento impetuoso de...
Encausar o encauzar
Encauzar significa abrir un cauce, conducir una corriente a través de él, o encaminar positivamente
un asunto o negocio. Encausar, por su parte, significa proceder judicialmente contra una persona;...
Aprender o aprehender
Aprender significa adquirir nuevos conocimientos o memorizar información. Por su parte,
aprehender puede referirse a coger o capturar a alguien o algo, especialmente cuando se relaciona
con...
Asada o azada
Asada es el participio del verbo asar, es sinónimo de cocida, tostada o abrasada. La azada, en
cambio, es una herramienta utilizada para trabajar la tierra. En este sentido, son palabras
homófonas...
Reglas de acentuación gráfica en español
La lengua española se rige por un conjunto de reglas de acentuación gráfica que nos permiten, en la
escritura, determinar sobre cuál sílaba de una palabra recae la mayor fuerza de pronunciación

Quiso o Quizo

Quiso es la escritura correcta para esta forma conjugada del verbo querer. Por tanto, quizo es una
incorrección. Se escriben con s todas las conjugaciones de pretérito en modo indicativo y...
Hiato
Un hiato se produce cuando en una palabra hay dos vocales seguidas que pertenecen a sílabas
diferentes. En este sentido, es lo opuesto al diptongo. Son consideradas como hiatos las siguientes...
Restaurante, restaurant, restorán o restaurán
Restaurante es la forma apropiada de escribir esta palabra en español. Restaurant corresponde con la
grafía francesa de esta palabra y, en consecuencia, debe escribirse en cursivas o, en su defecto,...
Sino o si no
Sino es una expresión que se emplea para contraponer ideas en una frase, mientras que si no es una
secuencia compuesta por la conjunción si y el adverbio de negación no, que es empleada para...
Bovina o bobina
Bovina designa lo perteneciente o relativo al toro o la vaca, o a la especie a que pertenecen. Una
bobina, por su parte, puede ser un carrete o cilindro para arrollar diferentes materiales, como...
Pozo o Poso
Un pozo es una perforación profunda en la tierra, mientras que poso puede ser el sedimento en el
fondo de un recipiente con líquido o el verbo posar en primera persona de singular de presente,
que...
Yogur, Yogurt o Yoghurt
La forma correcta de escribir esta palabra es yogur. Son desaconsejables las grafías yogurt o
yoghurt, al igual que otras variantes como yoghourt o yogourt. Como tal, se refiere a un producto
lácteo...
Gasolinería o gasolinera
Gasolinera es la expresión correcta, y la que es habitualmente usada en todo el ámbito de la lengua
española. Gasolinería, por su parte, es una voz frecuente en México que se ha ido imponiendo...
Etimología de amor
La palabra amor proviene del latín amor, amōris. Se emparenta, de este modo, con el verbo latino
amāre, del que derivará nuestro verbo amar. La más remota raíz de la palabra amor procede del...
Raza o Rasa
Raza es un sustantivo que puede referirse a la calidad o casta de algo, o a los grupos en que se
dividen algunas especies biológicas, entre otras cosas. Rasa, por su parte, puede funcionar como...

Freír o fritar

Freír y fritar significan lo mismo: cocinar alimentos pasándolos por grasa o aceite hirviente. En este
sentido, ambas palabras son correctas, pero su uso y su aceptación varían dependiendo de la...
Palabras polisílabas
Las palabras polisílabas son, en rigor, todas aquellas que están compuestas por varias sílabas, de
modo que, de manera general, designa a todas aquellas palabras que no son monosílabas. Así,...
Laso o Lazo
Como laso nos referimos a algo flojo o lacio, o que está fatigado o desfallecido. Un lazo, en cambio,
es un nudo o atadura que puede usarse con fines prácticos, ornamentales o simbólicos, entre...
Nadie, naide, naiden, nadien o nadies
Nadie es la forma correcta de escribir y pronunciar esta palabra. Las grafías naide, naiden, nadien y
nadies son barbarismos que deben evitarse. Nadie es un pronombre indefinido que significa...
Absorver, absorber, absolver o adsorber
Absorber puede significar atraer o retener fluidos, la atención de alguien, o incorporar una
organización a otra. Absolver significa librar de culpas, cargos o responsabilidades a alguien.
Adsorber...
Cuan o cuán
Cuan es un adverbio relativo, utilizado sobre todo en comparaciones. Cuán, por su parte, es un
adverbio exclamativo, que introduce oraciones exclamativas, y que es usado para agregar intensidad
a lo...
Recabar o Recavar
Recabar significa alcanzar o conseguir lo que se pretende, pedir o reclamar un derecho, o recoger
datos o información, mientras que recavar significa volver a cavar, y se trata de un verbo en desuso.
Bate o Vate
Un bate puede ser un palo de madera utilizado en el béisbol, pero también puede ser el verbo batir,
en algunas de sus formas personales; significa dar golpes a algo, revolver una sustancia, vencer a...
Oler, hueler o güeler
La forma correcta de escribir este verbo es oler. Debemos evitar formas hueler o güeler, así como la
grafía holer, con h. Estas formas son consideradas barbarismos, impropias de la lengua culta, y...
Currículo, currículum o curricula
En español es correcto escribir tanto currículo como currículum. La palabra currículum se encuentra
plenamente adaptada al español y, por eso, puede escribirse sin cursivas y acentuada.

Dentro o adentro

Dentro es un adverbio de lugar que se utiliza para significar ‘en el interior’ o ‘en la parte interior’,
mientras que adentro significa ‘hacia la parte interior’, y, en consecuencia,...
Siega o Ciega
Siega puede referirse a la acción y efecto de segar o puede ser una de las formas personales del
verbo segar, que significar cortar aquello que sobresale, especialmente si se trata de hierbas o...
Acechar o Asechar
Acechar significa observar con sigilo y cautela, mientras que asechar se refiere a armar trampas
asechanzas contra alguien o algo. Son palabras homófonas en la mayor parte del mundo
hispanohablante,...
Halles o Ayes
Halles es el verbo hallar conjugado en una de sus formas personales, que significa dar con algo o
encontrar a alguien, observar o descubrir una cosa, estar presente o sentirse de cierta manera.
Ayes,...
Vidente o Bidente
Vidente es aquel que ve o aquella persona que tiene capacidad para ver el futuro o tener visiones
sobrenaturales. Bidente puede ser aquello que tiene dos dientes, un tipo de azada de dos dientes o
una...
Casar o Cazar
Casar significa contraer dos personas matrimonio, mientras que cazar se emplea para referirse a la
acción de buscar animales para atraparlos o matarlos. Casar y cazar son palabras homófonas en la...
Ermita o Hermita
Una ermita es una capilla para celebrar culto, ubicada generalmente en un despoblado. Hermita, en
cambio, vendría a ser el diminutivo de herma, que designa a un tipo de busto escultórico. Ermita y...
Bullying o Bulling
La forma correcta de escribir esta palabra es bullying. Es incorrecta y debe ser evitada la grafía
bulling o cualquiera de sus variantes como bulyng, buling, bulin o bulyn. Bullying es una palabra...
El sartén o la sartén
Sartén es una palabra que puede usarse tanto en masculino como en femenino, dependiendo de la
región donde estemos y si la usamos en un registro de habla más o menos formal. En España, por...
Compartimiento o Compartimento
Tanto compartimiento como compartimento son formas válidas de escribir esta palabra. Se refieren
a cada una de las partes en que se divide un espacio. Compartimiento y compartimento comparten
la...

Etimología de ética

La voz ética proviene del latín ethĭcus, que deriva a su vez del griego ἠθικός (ēthikós). La palabra
ética está emparentada con la voz griega έθoς (éthos), que significa...
Vacía o Bacía
Vacía puede ser un adjetivo para designar algo carente de contenido o hueco, un sitio poco
concurrido o a alguien vano o arrogante, y también puede ser el verbo vaciar conjugado en segunda
(usted) y...
Vomitar, bomitar o gomitar
La forma correcta es vomitar. Bomitar es una incorrección en la escritura. Gomitar, por su parte, es
un barbarismo que es conveniente evitar. Vomitar significa arrojar por la boca, de manera violenta...
Origen de la palabra quesadilla
La palabra quesadilla proviene de la voz española quesada, que se refiere a un pastelillo de queso,
que a su vez se deriva de queso. Quesadilla, por lo tanto, es una derivación del vocablo quesada,...
Ascenso o Asenso
Ascenso se refiere a la acción de ascender o a la promoción de una persona en su trabajo. Asenso,
en cambio, se refiere a la acción y efecto de asentir. Cuándo usar ascenso Ascenso es un...
Hatajo o atajo
Hatajo puede referirse a un grupo pequeño de ganado o, despectivamente, a un grupo de personas o
cosas. Atajo, por su lado, puede designar la senda que acorta un camino, un procedimiento rápido,
la...
Estatus o Status
Estatus es la adaptación gráfica al español de la palabra inglesa status, que proviene del latín y
significa ‘estado’, ‘situación’. Como tal, estatus es un sustantivo masculino; se emplea...
Risa o Riza
Risa es una expresión en la boca y el rostro que expresa alegría o contento. Riza, en cambio, puede
referirse a un rastrojo o residuo, a algo que tiene forma de bucle, o puede ser el verbo rizar...
Grafema
Un grafema es una letra. Este es el nombre que se da en el ámbito de la lingüística a todo aquel
signo gráfico simple que forma parte del sistema ortográfico de una lengua. Así, el grafema es...
Abajo o debajo
Abajo es un adverbio de lugar que se usa con verbos de movimiento o de situación, que significa en
el lugar o la parte inferior. Debajo, por su parte, solo aparece con verbos que indican la...
En relación a, en relación con o con relación a
Las expresiones correctas son en relación con y con relación a. Es incorrecto usar en relación a. En
relación a es un error común, resultado del cruce entre las expresiones en relación con y con...
Origen de la palabra democracia
La palabra democracia pasa al español del latín democratĭa, pero tiene su origen en la voz griega
δημοκρατία (dēmokratía). El vocablo δημοκρατία, a su vez, se compone de los...
Vegete o Vejete
Vegete y vejete no se refieren a lo mismo. Vegete es el verbo vegetar, que significa, en referencia a
una planta, germinar, nutrirse o crecer; o, en alusión a una persona, vivir maquinalmente, como...
Lasaña o Lasagna
La forma lasaña es la adaptación gráfica al español de la voz italiana lasagna. La lasaña, como tal,
es un tipo de pasta hecha a partir de harina de trigo con forma de láminas cuadradas o...
Abollar o Aboyar
Abollar significa producir una depresión sobre una superficie por causa de un golpe. Aboyar, en
cambio, se emplea con el sentido de poner boyas en el mar. Abollar y aboyar son palabras
homófonas,...
Delante o adelante
Delante significa ‘en la parte anterior’, ‘en frente’ o ‘ante alguien’, se usa por lo general para indicar
la situación de alguien o algo. Adelante, por su parte, equivale a ‘más...
Caso o Cazo
Un caso puede ser un suceso o un acontecimiento, o puede ser el verbo casar en primera persona de
singular. Cazo, en cambio, puede referirse a un recipiente utilizado en la cocina, o al verbo cazar,...
Desmayar o Desmallar
Desmayar significa causar desánimo, desfallecer o perder alguien el sentido. Desmallar, en cambio,
se refiere a deshacer una malla o sacar el pescado de la red. Desmayar y desmallar son palabras...
Arrollar o arroyar
Arrollar significa enrollar una cosa, atropellar a alguien o algo, o vencer o derrotar a una persona.
Arroyar, por su parte, significa formar arroyos o arroyadas. Como tal, son palabras homófonas;...
Dequeísmo
Como dequeísmo se conoce el uso inapropiado de la secuencia de que para introducir oraciones
subordinadas que no admiten este régimen verbal. El dequeísmo, en este sentido, implica agregar
la..

Bracero o Brasero

Un bracero es un jornalero no cualificado que trabaja en el campo, mientras que brasero designa un
recipiente metálico donde arden brasas y que, por lo general, se usa para dar calor a un espacio,...
Cabo o quepo
La forma verbal correcta es quepo, primera persona del presente del verbo caber. No es correcto
usar cabo en ese sentido, pues cabo no es una forma verbal admisible de caber, sino un sustantivo.
Es...
Triptongo
El triptongo es una secuencia de tres vocales que forma parte de la misma sílaba. Se produce
cuando coinciden en la misma sílaba dos vocales cerradas o débiles (i, u) y una abierta o fuerte (a,
e,...
A grosso modo o grosso modo
Es incorrecto decir “a grosso modo ”. La forma correcta es grosso modo. Grosso modo es una
expresión de origen latino que significa ‘aproximadamente’, ‘a grandes rasgos’ o ‘sin entrar...
Trastorno o Transtorno
Trastorno es la forma correcta de escribir esta palabra. La grafía transtorno es incorrecta y conviene
evitarse. Trastorno es un sustantivo masculino. La palabra se refiere a la acción y efecto de...
Sinfín o Sin fin
Sinfín es un sustantivo que significa infinidad, multitud o muchedumbre de cosas o personas. Sin
fin, escrito separado, es una locución adjetiva que es sinónimo de sin número o innumerable.
Suscribir o subscribir
Tanto suscribir como subscribir son formas válidas de escribir este vocablo. Como tal, significa
firmar un escrito o convenir con la opinión de alguien. En su forma pronominal, subscribirse o...
Haciendo o Asciendo
Haciendo puede ser el verbo hacer en su forma de gerundio, o el verbo hacendar en primera persona
de indicativo. Asciendo, en cambio, es el gerundio del verbo ascender. Haciendo y asciendo, en
este...
Injerir o ingerir
Injerir significa meter una cosa en otra, o inmiscuirse en asuntos ajenos. Ingerir, por su parte, se
refiere al acto de introducir comida o bebida en la boca. Injerir e ingerir son palabras...
Acecinar o asesinar
Acecinar significa salar las carnes para conservarlas. Asesinar, en cambio, puede referirse a matar a
una persona, causar a alguien grandes disgustos o aflicciones, o engañar a otra persona. Estas...

Sé, Sabo o Sepo

La forma correcta es sé. Sé es la primera persona de singular de presente en modo indicativo del
verbo saber. No son válidas, por su parte, las formas sabo o sepo. Saber es un verbo que proviene...
Ipso facto, ipsofacto o insofacto
Ipso facto es la expresión adecuada. Es incorrecta la forma ipsofacto, escrita en una palabra, así
como las grafías insofacto o iso facto. Ipso facto es una locución adverbial latina que es usada...
Bienvenido o Bien venido
En rigor, tanto bienvenido, escrito en una palabra, como bien venido, en dos, son formas correctas
de escribir esta expresión. No obstante, lo aconsejable, según la Real Academia Española, es optar...
A menudo o Amenudo
La forma correcta de escribir esta expresión es a menudo, en dos palabras. En cambio, la grafía
amenudo, en una sola, constituye una incorrección gramatical que es conveniente evitar. A menudo
es...
Alaba o halaba
Alaba es el verbo alabar en tercera persona del presente, que significa elogiar o celebrar. Halaba es
el verbo halar conjugado en primera o tercera persona del pretérito imperfecto, que significa...
Adonde, A donde, Adónde o A dónde
Adonde y a donde se usan para introducir oraciones con las que se indican relaciones de lugar;
ambas expresiones pueden usarse indistintamente. Adónde y a dónde, por su lado, se utilizan para...
Rosa o Roza
Rosa puede funcionar como sustantivo, adjetivo y verbo, designando, respectivamente, la flor del
rosal, el color rosa pálido, o el acto de sonrosarse, entre otras cosas. Roza, por su parte,...
Previendo o Preveyendo
Previendo es la forma correcta de escribir esta palabra, mientras que la forma preveyendo es un
error y, en consecuencia, es conveniente evitarlo. Previendo es el verbo prever en su forma de
gerundio.
Etimología de moral
La palabra moral proviene del latín morālis, que a su vez se deriva de la voz latina mos, moris, que
significa ‘costumbre’. El vocablo morālis se aplicaba a las normas concretas que regían las...
Cafés o Cafeses
La forma plural de café es cafés. Es incorrecta y conviene evitar la forma cafeses, propia del
lenguaje coloquial, al igual que su variante cafeces. Café es un sustantivo cuya última vocal es
una...

¿Qué es Diptongo?
El diptongo es la combinación de dos vocales en una sílaba dentro de una palabra. Puede haber
un diptongo conformado por dos vocales cerradas o débiles, recordemos que las vocales cerradas
son la i y la u, una cerrada y una abierta, en este caso, las abiertas son a, e y o, o al revés, una
abierta y una cerrada.
Es preciso mencionar que dos vocales abiertas no conforman diptongo, sino que deben ser
separadas en sílabas y forman otro fenómeno llamado hiato, que es la separación de dos vocales
dentro de una palabra.
La letra h en medio de las vocales, no evita que se produzca el diptongo. También es posible formar
diptongo con la letra y por su sonido vocálico.
Ver además: Acento.

1. Tipos de diptongo
Los tipos de diptongo pueden ser:
• Diptongo Homogéneo: Formado por dos vocales débiles o cerradas.
• Diptongo Creciente: Formado por una vocal débil y una fuerte.
• Diptongo Decreciente: Formado por una vocal fuerte y una débil.
1. Ejemplos de diptongos

• Dos vocales cerradas: Pueden combinarse la i con la u para formar iu como por ejemplo en
viuda, ciudad, oriundo. Por otro lado podemos forma la combinación ui (u más i) como
aparece por ejemplo en las palabras juicio, ruido, cuidar.
• Una vocal cerrada y una abierta: Las combinaciones son tres para la i y tres para la u. así
tenemos, ia, como en anciano, hacia; ie, como en miedo, tierra y tiempo; io, como en inicio,
novio, piojo. Por otro lado tenemos la combinación ua, como en mensual, suave, acuario;
ue, como en huelo, bueno, hueso; uo, como en individuo, residuo, monstruo.
• Una vocal abierta y una cerrada: Tenemos en este caso dos combinaciones para la vocal a,
dos para la e y dos para la o. Así es que podemos formar los diptongos: ai, como en baile,
paisaje y aire; au, como en aurora, auto, Laura; ei, como en veinte, aceite, pleito; eu, como
en feudo, euforia, deuda; oi, como en oigo, coima, boina; y ou, como en Soufflé, Round,
Lourdes.

El hiato y el diptongo son causas muy comunes de errores ortográficos en lingüística. Y es que,
cuando nos encontramos con dos vocales juntas, sobre todo al momento de hacer una división
silábica, nos invade la confusión y la duda acerca de la manera correcta de proceder.
Dado que conocemos este problema, hoy queremos explicar cómo reconocer y diferenciar los
hiatos de los diptongos. Pero, para ello, habrá que tener claro qué es cada cosa.

Lingüística: Tipos de vocales


Ante todo, es bueno saber que las vocales españolas se dividen en dos categorías: las vocales
abiertas o fuertes (A, E, O) y las vocales cerradas o débiles (I, U).

Para dividir las sílabas como es debido, es importante conocer estos tipos de vocales. Y es
que, dependiendo de éstas, determinaremos si se trata de hiatos y diptongos y así es como
sabremos si dividimos la sílaba o no.

Una vez que sabemos cuáles son las vocales abiertas y cuáles las cerradas, a continuación te
aclaramos cuál es la diferencia entre hiato y diptongo.
¿Qué es un hiato?
Un hiato es la unión de dos vocales en la misma palabra, pero en diferentes sílabas. Por tanto, se
pronuncian interrumpidas, en dos sílabas distintas.

Estas vocales pueden ser:


• Vocal abierta (A,E,O) + Vocal cerrada (I,U )
• Vocal cerrada (I, U) + Vocal abierta (A,E,O )
• Vocal abierta (A,E,O) + Vocal abierta (A,E,O)
Ejemplos de hiatos:
• caer
• teatro
• mareo
También se da cuando una vocal débil lleva acento ortográfico y le sigue una vocal fuerte, como
en:
• río
• país
• biología
¿Qué es un diptongo?
Nos encontramos un diptongo cuando en una misma sílaba hay dos vocales, una de ellas cerrada
o débil (I, U) y la otra abierta o fuerte (A, E, O), o viceversa. También se da el diptongo cuando
se unen en la misma sílaba dos vocales cerradas distintas.
Estas vocales pueden ser:
• Vocal abierta (a, e, o) + Vocal cerrada (i, u) átona.
• Vocal cerrada átona + Vocal abierta.
• Vocal cerrada + Vocal cerrada (es decir, las secuencias iu o ui).
Ejemplos de diptongos:
• Paisaje
• Magia
• Pausa
• Pseudo
• Ahilar
• Reina
• Lourdes
• Individuo
Y, entonces, ¿qué son los triptongos? Descúbrelo en la siguiente página…

¿Qué es un triptongo?
Según la Real Academia de la Lengua, un triptongo es la combinación, en una sola sílaba, de
tres vocales.
Los triptongos están formados por una vocal abierta (A, E, O) que ocupa la posición intermedia
entre dos vocales cerradas (I, U), siempre que ninguna de éstas últimas sea tónica.
Según esta definición, pueden darse las siguientes combinaciones para formar un triptongo:

iau iai uai uau ieu iei


uei ueu iou ioi uoi uou

Algunas de ellas no se dan en ninguna palabra, por ello, las más usadas en español son:

iai a-viáis ex-piáis a-so-ciáis


iei a-viéis ex-piéis a-so-ciéis
uai a-mor-ti-guáis a-tes-ti-guáis a-ve-ri-guáis
uei a-mor-ti-güéis a-tes-ti-güéis a-ve-ri-güéis
ioi d-ioi-co
Hiato

Un hiato son dos vocales juntas que se pronuncian en sílabas distintas.


La pronunciación del español exhibe una notable variación con las secuencias vocálicas, que
frecuentemente son articuladas como hiatos o diptongos. Tal sucede con vocal cerrada átona
seguida de abierta tónica, o dos cerradas distintas:
enviar [en.viar] / [en.vi.ar]
incluido [in.clui.do] / [in.clu.i.do]

Por otra parte, en el habla coloquial se da una marcada tendencia antihiática, particularmente con
vocales abiertas distintas:
aerolínea [a.e.ro.lí.ne.a] / [ae.ro.lí.nea]
teatro [te.a.tro] / [tea.tro]

Existen únicamente dos secuencias vocálicas cuya articulación es inequívoca:


• siempre hiato: vocal cerrada tónica y abierta átona
hacía [ha.cí.a]

cacatúa [ca.ca.tú.a]
• siempre diptongo: vocal abierta tónica seguida de cerrada átona -en ese orden-
teméis [te.méis]

causa [cau.sa]

Cualquier otra combinación vocálica podría pronunciarse como hiato o diptongo, según hablantes y
países.
Estas vacilaciones repercuten en la acentuación como ilustra muy bien el caso de la palabra
«guion»:
[gui.on] (hiato)
• Aguda acabado en «n» que debería llevar tilde en la vocal tónica → guión.

[guion] (diptongo)
• Monosílabo, que no se tilda → guion

La Ortografía de 1999 afrontó este problema estableciendo el concepto de hiato ortográfico, del que
depende la tildación de una palabra sin ambigüedades.

1 Hiato ortográfico
Desde el punto de vista normativo, y con independencia de su articulación en el lenguaje real, son
hiatos las siguientes secuencias vocálicas:
• 1. Dos vocales iguales:
azahar [a.za.har], duunviro [du.un.vi.ro]
• 2. Dos vocales abiertas distintas:
teatro [te.a.tro], roedor [ro.e.dor]
• 3. Vocal cerrada tónica (/i/,/u/) seguida o precedida de una abierta (/a/,/e/,/o/):
envío [en.ví.o], transeúnte [tran.se.ún.te]

1.1 Tildación
• Las palabras con hiato de dos vocales iguales (1) o de dos vocales abiertas distintas (2) se
acentúan conforme a las reglas generales de acentuación.
Por ejemplo, «eo»:
• En [a.cor.de.on] se acentúa, por ser palabra aguda acabada en «n»: acordeón

• pero en [le.o.na] no, por ser llana acabada en vocal: leona

• Tratándose de cerrada tónica seguida o precedida de abierta (3) se acentúan siempre con
tilde en la vocal cerrada, aunque no le corresponda según las normas generales.
[en.vi.o] o [a.u.no] no deberían acentuarse porque son llanas acabadas en vocal. Sin
embargo sí se tildan, por ser tónica la vocal cerrada:

envio, envío
auno, aúno

COMPAREMOS:

Hiato Diptongo
dos vocales iguales
• portaaviones [por.ta.a.vio.nes]
• leer [le.er] dos cerradas distintas (iu, ui)
• nihilismo [ni.hi.lis.mo] • ciudad [ciu.dad]
• zoólogo [zo.ó.lo.go] • descuido [des.cui.do]
dos abiertas (a,e,o) distintas • imbuido [im.bui.do]
• aéreo [a.é.re.o]
• raedera [ra.e.de.ra]
cerrada átona + abierta (en cualquier orden)
cerrada tónica + abierta (en cualquier orden)
• aula [au.la]
• transeúnte [tran.se.ún.te]
• justicia [jus.ti.cia]
• ríen [rí.en]
• cantáis [can.táis]

Un hiato es cuando dos vocales seguidas se pronuncian en dos golpes de voz, es decir, están en dos
sílabas diferentes. Para entender estos dos conceptos mejor habrá que saber los tipos de vocales que
hay: vocales débiles o cerradas y vocales fuertes o abiertas. Un diptongo se forma con una vocal
débil o cerrada más cualquier vocal (débil o fuerte). En cambio, un hiato se formará con dos vocales
fuertes o una vocal fuerte más una débil con acento gráfico. Esta explicación la entenderéis mucho
mejor en el vídeo a través de los ejemplos que os mostraré.
Pero para entender que son los hiatos lo mejor es ver muchos ejemplos de palabras que tienen hiatos
y en esos casos ejemplos de como separarlos. A continuación te mostramos muchísimos ejemplos
separados por en que vocal es el hiato. Si tienes dudas o quieres compartir con todos los usuarios
ejemplos de hiatos lo puedes hacer usando el campo de comentarios y estaré encantada en
responderte y ayudarte a diferenciar los hiatos.
También te puede interesar: Ejemplos de diptongos
Índice
1. ¿Qué es el hiato? Con ejemplos
2. Las combinaciones de vocales que son Hiatos
3. Ejemplos de hiato í-a
4. Ejemplo de hiato con í-o
5. Ejemplos de oraciones con hiato
6. Ejemplo de hiatos con h intermedia
7. Ejemplo de hiatos con vocales fuertes
8. Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una débil acentuada
9. Ejemplo de hiato con í-o:
10. 13 palabras con hiato separadas en silabas
11.Otros ejemplos de hiatos
¿Qué es el hiato? Con ejemplos
Para saber qué es un hiato es importante que tengamos en cuenta cuál es la clasificación de las
vocales en lengua castellana. Debes saber que las vocales pueden ser de 2 tipos:
• Abiertas: a, e, o
• Cerradas: i, u
Una vez que tengas claro este concepto, es importante que sepas que el hiato es cuando algunas de
estas combinaciones de vocales (abiertas y cerradas, abiertas y abiertas, etcétera) se encuentran
unidas pero van en sílabas independientes. El hiato separa, el diptongo une.

Clases de hiatos en español


Dependiendo del tipo de vocal que se una, nos encontramos ante un tipo de hiato u otro. Aquí te
descubrimos cuáles son las 3 clases de hiatos que nos podemos encontrar en lengua española. Son
los siguientes:
1. Vocal abierta y cerrada o viceversa con tilde en la cerrada. Sería el ejemplo de BAÚL que
se separaría ba-úl
2. Vocal abierta con abierta. Algún ejemplo de este tipo de hiato sería la palabra CAOS que
se separa ca-os
3. Vocales iguales. En estos casos, las vocales son las mismas y se encuentran unidas en la
palabra (dos a, dos o, dos u, etcétera). Un ejemplo de hiato de este tipo es la palabra LEER
que se separa le-er

Las combinaciones de vocales que son Hiatos


Hay dos tipos de hiatos:
• El Hiato Acentual (o hiato por disolvencia, provocadoo adiptongo) es un tipo de hiato que
resulta del encuentro entre una vocal abierta (a,e,o) con unavocal cerrada (i,u) que va
acentuada por lo que debe llevar tilde obligatoriamente. Algunos ejemplos de hiato
acentual: sa-ú-com, sa-bí-a, dí-a, cal-ma-rí-a, ve-hí-culo, Ma-rí-a
• El Hiato Simple es aquel que consiste en la separación en sílabas distintas de dos vocales
abiertas (a, e, o) o de dos vocales cerradas (i, u) iguales. Algunos ejemplos de hiato simple:
ca-o-ba, sa-e-ta, se-mi-in-cons-cien-te, zo-ó-lo-go, a-or-ta, co-or-di-nar
Ejemplos de hiato í-a
Miles de palabras en español tiene el hiato í-a por este motivo este va a ser el ejemplo de hiato más
común, a continuación ponemos decenas de palabras separadas por sílabas para que veas como
se separan:
• País: Pa-ís
• Paraíso: Pa-ra-í-so
• Maíz: Ma-íz
• Caín: Ca-ín
• Raíz: Ra-íz
• Cocaína: Co-ca-í-na
• Extraíble: Ex-tra-í-ble
• Estantería: Es-tan-te-rí-a
• Etiología: E-tio-lo-gí-a
• Geografía: Ge-o-gra-fí-a
• Bahía: Ba-hí-a
• Cirugía: Ci-ru-gí-a
• Cerrajería: Ce-rra-je-rí-a

Ejemplo de hiato con í-o


Muchas palabras se escriben con í-o, a continuación veremos algunos ejemplos de las palabras que
tienen este tipo de hiato:
• Frío: Frí-o
• Período: Pe-rí-o-do
• Judío: Ju-dí-o
• Río: Rí-o
• Sombrío: som-brí-o
• Etíope: e-tí-o-pe
• Lío: lí-o
• Mío: mí-o
• Tío: tí-o
• Crío: crí-o

Ejemplos de oraciones con hiato


Una de las mejores formas de identificar un hiato es detectandolo en una frase, a continuación te
ponemos varios ejemplos de palabras que contienen hiato en una frase:
• No me quiero CAER en las escaleras.
• Mi mamá se MAREÓ.
• Las notas ESTARÍAN para mañana
• Cuando suena el RÍO siempre TRAE agua
• Juan fue al TEATRO.
• Hay un pez en el RIO
• España es un PAÍS
• Eduar estudia GEOMETRÍA en casa de María.
• Mi hermano es muy EGOÍSTA con sus cosas.
• Mi mamá es profesora de BIOLOGÍA.
• Lo MÍO me pertenece

Ejemplo de hiatos con h intermedia


La h intermedia o intercalada no influye en absoluto en la consideración como diptongo o como
hiato de una secuencia vocálica; así, hay grupos de vocales con h intermedia que forman diptongo.
A continuación algunos ejemplos de hiatos con la h intercalada:
• Ahínco
• Ahorrar
• Búho
• Alcohol
• Ahorcar
• Albahaca
• Ahorrador
• Ahorcado
• Prohíbo
• Turbohélice

Ejemplo de hiatos con vocales fuertes


Cuando las vocales formen cada sílaba por separado una emisión de voz, se tendrá un hiato. Esto se
produce cuando estén juntas dos vocales fuertes (a, e, o), o una vocal fuerte con una débil tónica
(í, ú), o bien, dos vocales débiles iguales que requiera doble pronunciación de la vocal (ii, uu):
• Zoológico
• Arqueólogo
• Caoba
• Teatro
• Aéreo
• Deseo
• Héroe
• Línea
• Diarrea
• Cacao

Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una


débil acentuada
Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una débil acentuada, si quieres ver la tabla
de como combinan las vocales lo puedes ver en el punto anterior:
• Río
• Sonríe
• Licúo
• Reúno
• Baúl
• Maíz
• País
• Corría
• Dormía
• Oído

Ejemplo de hiato con í-o:


• Baldío
• Bravío
• Caserío
• Confío
• Estío
• Montepío
• Navío
• Vocerío

13 palabras con hiato separadas en silabas


Para que puedas terminar de comprender mejor esta lección sobre los hiatos en español, a
continuación queremos dejarte un completo listado con palabras con hiato separadas en silabas. De
esta manera, podrás poner en práctica tus conocimientos y hacer tus deberes de una forma mucho
más sencilla. ¡Toma nota!
1. Abstraído: ABS - TRA - Í - DO
2. Caída: CA - Í - DA
3. Judaísmo: JU - DA - ÍS - MO
4. Maíz: MA - ÍZ
5. Ataúd: A - TA - ÚD
6. Laúd: LA - ÚD
7. Ateo: A - TE - O
8. Cafeína: CA - FE - Í - NA
9. Egoísta: E - GO - ÍS - TA
10. Taoísta: TA - O - ÍS - TA
11.Bahía: BA - HÍ - A
12. Vehículo: VE - HÍ - CU - LO
13. Agonía: A - GO - NÍ - A

Otros ejemplos de hiatos


Aquí tienes muchos ejemplos de hiatos:
• Mareo
• Geología
• Baúl
• Caer
• Zoológico
• Búho
• Ahorrar
• Chiita
• Vacío
• Hacía
• Baúl
• Ataúd
• Raíz
• Reír
• Tranvía
• Caída
• Maíz
• María
• Freír
• Veníamos
• Continúo
• Capicúa
• Ganarías
• Garúa
• Eólico
• Mareo
• Ortografía

Eufemismo
Sustitución de una palabra o frase por otra para disimular la crudeza, vulgaridad o gravedad de la
original, es decir, dulcificación. Es el mecanismo opuesto al disfemismo o la demonización, en
tanto que intenta hacer pasar o tolerar algo intrínsecamente malo:
Interrupción voluntaria del embarazo / Aborto
Paseo / Ejecución
Daños colaterales / Muerte de civiles
Relaciones impropias / Adulterio
Desaconsejar / Prohibir
Relevo / Cese
Recluso o interno / Preso
Establecimiento penitenciario / Cárcel
Limpieza étnica / Matanza racista

El lenguaje coloquial lo utiliza para esquivar realidades que impresionan fuertemente a los seres
humanos: la muerte, la locura y el sexo. Un ejemplo de esta dulcificación es que la palabra
“cadáver” queda proscrita y en su lugar hay que referirse a “cuerpo”. También se evita tener que
decir “morir” y parece más fino referirse a que las personas “fallecen”, aunque sea de forma
violenta. Los “muertos” en un accidente o atentado no son tales sino “víctimas”. A las realidades
anteriores se añaden también hechos desagradables u ofensivos, como las bajas funciones
corporales o lo estéticamente feo; sin embargo, existen razones no sólo psicológicas, sino sociales
que impulsan el eufemismo. El zapatero, por ejemplo, pondrá de letrero a su establecimiento
“clínica del calzado”, y el panadero llamará orgullosamente a su panadería “boutique del pan”, y el
delegado de limpieza o de basuras es todo un “jefe del área de eliminación de residuos sólidos
urbanos”. Especialmente sensible es el lenguaje de la publicidad: así, por los anuncios de aparatos
gimnásticos puede uno enterarse de que no tenemos culo, ni siquiera nalgas, sino glúteos, que
alguien también llamó eufemísticamente donde la espalda pierde su nombre o hipocorísticamente
(infantilmente) pompis. Joder o follar, considerados palabrotas, se disimularon invistiéndose del
galicismo hacer el amor, que en la inmediata posguerra se usaba sólo como sinónimo de “cortejar”
o “tirar los tejos”. A los homosexuales se alude como gente que entiende, es del ramo o pierde
aceite.
Pasar a mejor vida / Morirse
Doblar el petate / Morirse
Padecer de los nervios / Estar loco.
La técnica para expresar este disimulo y evadir el rechazo o incomodidad en quien habla y/o
escucha puede ser semántica o formal. Así existen prodedimientos semánticos como la sinonimia
(purgar por ‘reprimir’), el circunloquio y la perífrasis (persona de movilidad reducida por
‘tullido’), la sinécdoque (vientre por ‘sexo’), la antonomasia meliorativa (carrera u oficio por
‘prostitución’), la metáfora (báculo por ‘pene’), el cultismo (Euménide por ‘Furia’), el
infantilismo, que Cela denomina ñoñismo (pipí por ‘orina’), la antífrasis (pacificación por
‘aplastamiento militar’), la litote (no apto por ‘suspenso’), la negación (invidente por ‘ciego’,
descomer por ‘cagar’), el tecnicismo o el extranjerismo (water, toilette por ‘cagadero’), el uso de
expresiones comodín como “eso” o “aquello que te dije” etc…
También se emplean procedimientos formales fonéticos de semejanza o supresión (cordones por
‘cojones’), morfológicos (cabroncete por ‘cabrón’), sintácticos de atenuación o litotes, elipsis,
zeugma etc… y gráficos o no estrictamente lingüísticos.
En el lenguaje político y, por contagio de éste, en el periodístico, es frecuente hallar el llamado
eufemismo de lo “políticamente correcto”. Así, en Norteamérica está mal considerado llamar
negros a los afroamericanos, y en España estos prefieren que los llamen morenos. Por ejemplo, al
salario justo se ha llamado sucesivamente salario suficiente, salario familiar, salario vital, salario
mínimo y salario razonable. A los “contratos a tiempo parcial” se reaccionó con la denominación
despectiva sindical “contratos basura”, que caló en el público, por lo que la autoridad ingenió la
denominación “contratos no ordinarios”, que es la que ha servido para los documentos oficiales.
Durante la dictadura de Franco, la palabra “huelga” no podía aparecer en los medios de
comunicación, por lo cual la denominación semántica utilizaba era sumamente variable y
eufemística: “conflicos colectivos”, “anormalidades laborales”, “inasistencias al trabajo”,
“ausencias injustificadas”, “paros parciales”, “abandonos colectivos”, “paros voluntarios”,
“irregularidades laborales”, “fricciones sociales” y un extenso y pintoresco etcétera.

Definición de Eufemismo:

El Eufemismo es una figura retórica que consiste en sustituir una palabra o expresión desagradable
por otra de connotaciones menos negativas:

Hay numerosas bajas civiles → eufemismo de "muertos"

El Eufemismo se emplea para tratar con suavidad o decoro cuestiones como la violencia, guerra,
muerte, sexualidad, defectos físicos, tabúes o cualquier otra cosa que pueda resultar molesta,
inadecuada o vergonzosa.

Se suele usar el Eufemismo para conseguir:

un "lenguaje políticamente correcto" que evite ofender a determinados individuos:


hombre de color → negro
mujer rellenita → gorda
manipular a un público para que sea más favorable a una acción negativa:
intervención militar → guerra, invasión
ajustes económicos → recortes de salarios y prestaciones sociales

El Eufemismo pertenece al grupo de figuras de pensamiento. Etimológicamente proviene del griego


"Eupheme" formado por "Eu" (bien, bueno) y "pheme" (hablar). Es la figura contraria al
Disfemismo.

Ejemplos de Eufemismo:

Servicio, lavabo, baño, aseo, escusado... (son eufemismos de retrete)


Nos dejó, pasó a mejor vida, fallecer, descansar en paz... (morir)
Países en vías de desarrollo (países pobres)
Dar a luz, alumbrar (parir)
Técnico de residuos sólidos urbanos (barrendero, basurero)
Empleada del hogar (criada)
Sin techo (vagabundo)
Persona de desarrollo tardío (retrasado mental)
Rellenito, robusto (gordo)
Chato, bajito (enano)
Poco agraciado (feo)
Invidente (ciego)
Persona de la tercera edad (viejo)
Pasado de copas (borracho)
Mujer de la calle o mujer pública (prostituta)
Cine para adultos (pornografía)
Partes íntimas (órganos sexuales)
Hacer el amor (sexo)
Relaciones impropias (adulterio)
En paños menores (desnudo)
Miembro viril (pene)
Trasero, colita, donde la espalda pierde su honesto nombre (culo)
Persuasión física (tortura)
Confrontación (pelea)
Neutralizar (matar)
Muerte voluntaria (suicidio)
Interrupción del embarazo (aborto)
Limpieza étnica (genocidio)
Zonas de conflicto (zonas de guerra)
Regulación de empleo, racionalización de la plantilla (despidos masivos)
Coyuntura negativa, periodo de ajustes, desaceleración (crisis económica)

Nota: El Eufemismo suele perder su efecto con el tiempo. La palabra "subnormal" fue eufemismo
de "idiota". Hoy su significado es igual de negativo y se considera un insulto. Para sustituirla han
surgido nuevos eufemismos como "discapacitado o disminuido".

Ejercicios de Eufemismo:

Ejercicio 1: Encontrar las tres figuras de Eufemismo escondidas:

El sabor está en los oídos del que contempla


La ciudad le recibió cálidamente
interrupción voluntaria del embarazo
hay algunos que son como los olivos, que solo a palos dan fruto
daños colaterales
un rebaño de mil cabezas
es tan corto el tiempo y larga la espera que mientras en ti pienso tú desesperas
pasar a mejor vida
Trabajar para ganarse el pan

Los eufemismos son los términos que se usan para reemplazar algo que queremos expresar pero
que puede resultar un tanto duro o malsonante a los oídos de las demás personas. Por ejemplo:
reducción de personal (despido).
Los eufemismos se utilizan entonces para suavizar o matizar la carga negativa, despectiva u
ofensiva que pueden tener ciertas palabras. Hacemos esto al tener que referirnos,
fundamentalmente, a cuestiones sexuales, fisiológicas o escatológicas y a toda realidad
desagradable o vulgar que por delicadeza se evita nombrar.
El empleo de eufemismos se vincula así con los grandes temas tabú del ser humano. Pero también el
llamado discurso “políticamente correcto” ha instalado en el habla una buena cantidad de
eufemismos vinculados con cuestiones raciales o étnicas, sociales, etarias y aún con discapacidades
físicas.

Ejemplos de eufemismos
Se dan a continuación algunos eufemismos, se indica entre paréntesis la palabra a la que reemplaza:
1. Reducción de personal (despido)
2. Edad dorada o tercera edad (vejez)
3. Pasar a mejor vida (morir)
4. Persona de color (negro)
5. Persona con capacidades diferentes (discapacitado)
6. No vidente (ciego)
7. Establecimiento penitenciario (cárcel)
8. Conflicto armado (guerra)
9. Residencia para la tercera edad (geriátrico)
10. Interrupción voluntaria del embarazo (aborto)
11.Ebrio (borracho)
12. Demente (loco)
13. Dormir el sueño eterno (morir)
14. Daños colaterales (muertes de civiles)
15. Empinar el codo (beber en exceso)
16. Salivar (escupir)
17. Miembro viril (pene)
18. Hacer el último viaje (morir)
19. Pasar al toilette (ir al baño)
20. Tener la regla (menstruar)

Características de los eufemismos


• Un eufemismo no puede ser sustituido por ninguna otra palabra de modo que conserve
íntegramente los mismos efectos cognitivos, estilísticos y sociales. Esto ocurre porque casi no
existen en español sinónimos estrictos y absolutos.
• Una palabra puede funcionar como eufemismo solo si su interpretación permanece
ambigua a cargo del oyente, quien la interpretará en sentido literal o bien eufemísticamente.
• Cuando se extiende mucho el uso de un eufemismo, pasa a comportarse más como un
sinónimo que como un eufemismo.
• Los eufemismos solo pueden ser detectados en el contexto en el que son proferidos y su
comprensión depende de varios factores, entre ellos, los conocimientos, los usos sociales y
las creencias de los interlocutores implicados en el intercambio lingüístico.

Disfemismos
El disfemismo es lo contrario al eufemismo. Se trata de un tipo de sarcasmo que consiste en utilizar
expresiones negativas o peyorativas para describir cosas, hechos o personas.
Por ejemplo:
• comida chatarra (para referirse a la comida rápida).
• caja tonta (para referirse al televisor).
Tanto el eufemismo como el disfemismo son una clase especial de metáforas, habitualmente
estudiadas desde el análisis del discurso.
Los eufemismos conservan su sentido normal, además del sentido que se les asigna cuando se los
emplea en reemplazo de otros términos. Por este motivo pueden resultar equívocos en ciertas
circunstancias.
Sigue con:
Alusión Metáforas puras
Analogías Metonimia
Antítesis Oxímoron
Palabras
Antonomasia
crecientes
Elipsis Paralelismo
Exageración Personificación
Gradación Polisíndeton
Hipérbole Símil
Imágenes
Sinestesia
sensoriales
Metáforas Comparación

• 1 ¿Qué es un eufemismo?
• 1.1 Definición de eufemismo según la RAE
• 2 Usos de los eufemismos
• 2.1 Expresiones groseras y blasfemias
• 2.2 Términos que pueden ser ofensivos para ciertos grupos
• 2.3 Nombres sagrados o secretos
• 2.4 Palabras que generan incomodidad
• 3 Características de los eufemismos
• 4 Disfemismo: ¿qué es?
• 5 Ejemplos de eufemismo
¿Qué es un eufemismo?

Un eufemismo es una palabra o expresión que se utiliza para sustituir a otra palabra o expresión
ofensiva o de mal gusto.

Definición de eufemismo según la RAE


Según el Diccionario de la Real Academia Española, un eufemismo es una «Manifestación suave o
decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante»
¿Qué significa? Que los eufemismos se utilizan para expresar de manera menos ofensiva y más
delicada una idea que puede ofender al oyente, por resultarle de mal gusto, peyorativa, ofensiva, etc.
También se pueden utilizar para «disfrazar» o disimular la realidad.

Usos de los eufemismos


Normalmente, los eufemismos se utilizan para sustituir:

Expresiones groseras y blasfemias


Expresiones como «jolín», «caramba», «joroba» reemplazan a la «mala palabra» o grosería. A veces
lo hacen partiendo de la modificación fonética de la palabra que se quiere evitar, como es el caso de
«jolín» o «joroba».

Términos que pueden ser ofensivos para ciertos grupos


Algunos términos pueden crear malestar en ciertos grupos de personas, o al menos quien habla cree
que puede ser así. Por eso en vez de decir «viejo» dice «persona de la tercera edad», o «no vidente»
en lugar de «ciego». Estos tipos de eufemismos entran en el terreno de lo «políticamente correcto»,
es decir de lo que está aceptado o visto con buenos ojos por la sociedad.
Nombres sagrados o secretos
En ocasiones, para evitar nombrar algo sagrado que no puede ser nombrado, o para no revelar dicha
palabra a los «no iniciados», se utilizan eufemismos.

Palabras que generan incomodidad


Para suavizar la realidad dura o difícil a la que algunas palabras aluden, se utilizan eufemismos. Así,
se dice «pasar a mejor vida» en lugar de «morir». En este caso los eufemismos pueden ser cómicos,
como «estirar la pata».

Características de los eufemismos


• Un eufemismo suele tener interpretación ambigua: la interpretación dependerá del oyente,
que puede interpretarlo de manera literal o eufemísticamente. Un buen ejemplo es «hacer el
amor»: su significado literal no tiene sentido, solo se entiende si se lo interpreta como
eufemismo.
• Cuando los eufemismos entran a formar parte del vocabulario habitual, deja de comportarse
como tal y pasa a ser un sinónimo. Es el caso de «fallecer», que antiguamente se usaba como
sinónimo de «faltar», y por consiguiente como eufemismo de «morir». Hoy en día se ha
convertido en sinónimo de «morir».
• Los eufemismos son compresibles solo en un contexto de usos sociales compartidos por los
interlocutores. Es decir que una palabra o expresión que es un eufemismo en España, puede
no tener ningún sentido en México.

Disfemismo: ¿qué es?


Disfemismo es lo opuesto de eufemismo: es decir una palabra o expresión despectiva o insultante
que deliberadamente se elige para sustituir a una más neutral, como por ejemplo «matasanos» para
referirse a los médicos.
Los eufemismos y los disfemismos son clases especiales de metáforas.

Ejemplos de eufemismo
Ya hemos entendido el significado de eufemismo o sustituto eufemístico, otra denominación con
la que puedes toparte. Ha llegado el momento de ver muchos ejemplos que te aclararán aún más el
panorama:
1. «Reducción de plantilla» o «Redimensionamento del personal» (despidos)
2. «Dar a luz» (parir)
3. «Pasar a mejor vida» (morir)
4. «Persona de color» (negro)
5. «Persona en situación de calle» o «sintecho» (vagabundo)
6. «Dormir el sueño eterno» (morir)
7. «Empinar el codo» (beber en exceso)
8. «Edad dorada» o «Tercera edad» (vejez)
9. «Emprender el último viaje» (morir)
10. «Tener la regla» (menstruar)
11.«Miembro viril» (pene)
12. «Amigo de lo ajeno» (ladrón)
13. «De hueso ancho» (gordo)
14. «Desaceleración económica» (crisis)
15. «Persona mayor» o «entrado en años» (viejo)
16. «Poco agraciado» (feo)
17. «Bajas» (muertos)
18. «País en vías de desarrollo» (país pobre)
19. «Pasado de copas» (borracho)
20. «Mujer de la calle» (prostituta)
21. «Hacer el amor» (tener sexo)
22. «En paños menores» (desnudo)
23. «Tener una aventura» (sen infiel)
24. «Centros de readaptación social» (cárcel)
25. «Daños colaterales» (muertes entre los civiles)
26. «Desamparado» o «Persona en riesgo de exclusión social» (pobre)

Acento prosódico

El acento prosódico es aquel que nos permite identificar sobre qué sílaba recae el acento tónico
en una palabra.
No todas las sílabas de una palabra se pronuncian con igual fuerza o intensidad, sino que una de
ellas tiende a predominar sobre las demás que la acompañan.
A esta diferencia en la pronunciación de una sílaba en relación con el resto de las que integran la
palabra se conoce como acento.
El acento es una propiedad prosódica, pues es un rasgo sonoro que afecta unidades lingüísticas
superiores al fonema, de allí que también se le conozca como acento prosódico.
La sílaba sobre la que recae el acento prosódico se denomina sílaba tónica o acentuada, y la que
carece de él se llama átona o inacentuada. A continuación, se dan varios ejemplos donde la sílaba
tónica de la palabra es destacada con negritas:
• Casa
• Insípido
• Busqué
• Pensar
Para marcar el acento prosódico, el sistema ortográfico del español cuenta con un signo diacrítico
conocido como tilde o acento gráfico u ortográfico (´), que se rige por un conjunto de reglas de
acentuación gráfica en función de las cuales el acento prosódico de una palabra puede o no ser
indicado gráficamente, como en los siguientes ejemplos:
• Involucrar
• Indagué
• Espero
• Implícito
El acento prosódico es útil porque nos permite diferenciar palabras que solo varían en su
acentuación, pero significan cosas distintas o son tiempos diferentes de un mismo verbo, como, por
ejemplo:
• Válido
• Valido
• Validó
• Solícito
• Solicito
• Solicitó
Dependiendo la sílaba en que se encuentre el acento prosódico, las palabras pueden clasificarse en
agudas u oxítonas; llanas, graves o paroxítonas; esdrújulas o proparoxítonas, y sobreesdrújulas o
superproparoxítonas.
Las agudas u oxítonas tienen la sílaba tónica en la última sílaba de la palabra:
• Hacer
• Comité
• Rezar
• Pensé
Las graves, llanas o paroxítonas tienen la sílaba tónica en la penúltima sílaba de la palabra:
• Casa
• Revólver
• Amigo
• Mármol
Las esdrújulas o proparoxítonas tienen la sílaba tónica en la antepenúltima sílaba de la palabra:
• Solícito
• Geógrafo
• Técnico
• Clásico
Las sobreesdrújulas o superproparoxítonas tienen la sílaba tónica en cualquier sílaba que preceda
a la antepenúltima:
• Mínimamente
• Anatómicamente
• Ábremelo
• Apréndetelo
El acento es la intensidad que se aplica a una sílaba en una palabra para diferenciarla del resto de las
sílabas que no son pronunciadas con dicha energía. En la lengua española el acento prosódico y
el acento ortográfico son los dos tipos principales de acentos; la diferencia es sencilla en su
definición porque el acento ortográfico se marca con la tilde y el acento prosódico no.
El acento prosódico se evidencia en la sílaba donde recae la mayor fuerza al pronunciar una palabra,
o la sílaba tónica. Por ejemplo:
El acento prosódico existe solamente en el habla; no ocurre lo mismo con los acentos ortográficos,
ya que estos llevan tilde sobre la sílaba en la que recae el acento. Por ejemplo, la sílaba tónica "má"
de la palabra "informática" requiere el uso de la tilde para indicar la mayor intensidad para
pronunciar dicha sílaba (es una palabra esdrújula y por eso siempre lleva tilde).
• Ta-ble-ta (el acento prosódico recae en la sílaba "ble").
• Cu-chi-llo (el acento prosódico recae en la sílaba "chi").
• Com-pu-ta-dor (el acento prosódico recae en la sílaba "dor").
• E-di-fi-cio (el acento prosódico recae en la sílaba "fi").

El acento prosódico según la nueva ortografía española


La ortografía de la lengua española se refiere al acento prosódico como la forma general de acentuar
y que, por tanto, engloba a todos los tipos de acentos. Palabras como "papá", "café", u "ordenador"
poseen el acento prosódico, porque todas tienen una sílaba donde se hace énfasis en la
pronunciación, independiente de la tilde.

Ejemplos
• Bo-te-lla (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Ba-ca-la-o (el acento prosódico recae en la sílaba "la).
• Con-ge-la-dor (el acento prosódico recae en la sílaba "dor").
• Ha-cha (el acento prosódico recae en la sílaba "ha").
• Bi-blio-te-ca (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Te-sis (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Ta-bla (el acento prosódico recae en la sílaba "ta").
• Ne-ve-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "ve").
• Pa-ne-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "ne").
• Tri-ci-clo (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").
• Sua-ve (el acento prosódico recae en la sílaba "sua").
• Ri-a-chue-lo (el acento prosódico recae en la sílaba "chue").
• Mu-ñe-co (el acento prosódico recae en la sílaba "ñe").
• Pan-ta-lla (el acento prosódico recae en la sílaba "ta").
• Ci-ne (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").
• E-las-ti-ci-dad (el acento prosódico recae en la sílaba "dad").
• Mo-vi-mien-to (el acento prosódico recae en la sílaba "mien").
• Te-cla-do (el acento prosódico recae en la sílaba "cla").
• Cu-bier-ta (el acento prosódico recae en la sílaba "bier").
• Chi-me-ne-a (el acento prosódico recae en la sílaba "ne").
• Ca-fe-te-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Mo-ja-do (el acento prosódico recae en la sílaba "ja").
• O-ses-no (el acento prosódico recae en la sílaba "ses").
• Ho-ja (el acento prosódico recae en la sílaba "ho").
• E-le-fan-te (el acento prosódico recae en la sílaba "fan").
• Ma-ra-vi-llo-so (el acento prosódico recae en la sílaba "llo").
• Re-cli-na-do (el acento prosódico recae en la sílaba "").
• Ca-ma-ro-te (el acento prosódico recae en la sílaba "ro").
• A-la-ce-na (el acento prosódico recae en la sílaba "ce").
• Pocillo (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").

Acento prosódico en palabras


No hay una terminología universal que caracterice el acento prosódico. Hay dos corrientes a este
respecto:
• La que considera que todas las sílabas de que consta una palabra tienen acento. De ordinario
una sola sílaba lo tiene fuerte, y las demás lo llevan débiles. La sílaba que tiene acento
fuerte, se llama tónica; la que lo tiene débil recibe el nombre de átona. Las vocales que
preceden a la sílaba acentuada se llaman protónicas, y las que la siguen, reciben el nombre
de metatónicas. Desde este punto de vista, todas las palabras tienen acento prosódico, ya
sea débil o fuerte, y también lo tienen todas las sílabas de una palabra.
• También se suele decir que las sílabas o palabras que son tónicas tienen acento prosódico,
mientras que las átonas carecen de él. Esta es la forma preferida en el DRAE, pues la voz
átona se define como ‘que se pronuncia sin acento prosódico’. Desde este punto de vista,
hay palabras que no tienen acento prosódico.
Puede ocurrir que en una sola palabra dos sílabas lleven acento fuerte. Nos ofrecen ejemplo de ello
las voces compuestas de dos palabras íntegras, como decimoséptimo, que consta de dos esdrújulos,
y destripaterrones que se forma de dos palabras graves o llanas. En estos casos, sin embargo, tiene
más peso el último acento, mientras que los anteriores son más débiles; se habla así, en función de
la intensidad, de acento principal, acento secundario y acento terciario.
Los acentos secundarios suelen ir en sílabas alternas. Por ejemplo, cantará tiene el acento principal
en la última sílaba y otro secundario en la primera, es decir, dos sílabas antes.
Los adverbios en -mente como buenamente o abiertamente también tienen varios acentos, pero al
contrario que en los casos anteriores, hay dos principales (es la única clase de palabras con dos
acentos principales).

2 Clasificación
Por razón del lugar que ocupa el acento, se dividen las palabras tónicas con más de una sílaba en
agudas, graves o llanas, esdrújulas y sobresdrújulas. Las agudas llevan el acento fuerte en la última
sílaba (publicó), las graves o llanas lo tienen en la penúltima (árbol), las esdrújulas en la
antepenúltima (ánimo) y las sobresdrújulas en cualquiera de las que preceden a la antepenúltima
(págueseme).
También reciben los nombres de oxítonas, paroxítonas, proparoxítonas y superproparoxítonas.
En la escritura, la posición del acento prosódico se indica por medio del acento ortográfico
mediante las reglas de acentuación.
No se incluyen en esta clasificación las palabras que siempre son átonas (como el prefijo super), las
de una sílaba y las formadas con -mente.

3 Acento prosódico en la oración


El acento prosódico influye en la armonía del lenguaje, y al formarse la frase se modifica dicho
acento por lo que se llama en ocasiones acento de expresión o enfático, mediante el cual se marca
la importancia ideológica de las palabras, su valor gramatical, su sentido, la intención con que se
pronuncian (acento ideológico), así como diversas emociones (acento oratorio). Al pronunciar una
frase, los acentos de unas palabras suenan con intensidad y los de otras quedan oscurecidos o
incluso desaparecen.
Las palabras monosílabas que desempeñan diferentes oficios gramaticales llevan acento fuerte
cuando es más alta su jerarquía gramatical, y su acento es débil cuando su papel es menos
importante (estas últimas se denominan clíticos). Por esta razón se oye acento fuerte en las voces sé,
verbo; él, pronombre; sí, adverbio de afirmación; y se percibe débil en de, preposición; se,
pronombre; el, artículo; si, conjunción condicional. Las voces que, quien, como, etc., también son
átonas cuando no tienen valor interrogativo, pero tienen acento fuerte si lo tienen. Esta es la base de
la tilde diacrítica.
La intensidad del acento fuerte puede variar en palabras homónimas; así se pronuncian con mayor
fuerza las sílabas so, en y pa en los verbos sobre (de sobrar), entre (de entrar) y para (de parar),
que en las mismas voces cuando hacen oficio de preposiciones.

4 Reglas
Los verbos con afijos conservan sus vocales tónicas, pero si eran voces agudas, se convierten en
llanas o esdrújulas; si eran voces llanas, se convierten necesariamente en esdrújulas o
sobresdrújulas:
escribirle, hallándome, díctamelo

Las voces llanas que terminan en consonante normalmente se convierten en esdrújulas en el plural:
árboles, álbumes, mármoles, órdenes

Se exceptúan las invariables (crisis, búmeran), las palabras carácter, cuyo plural es caracteres,
régimen, cuyo plural es regímenes, y espécimen, cuyo plural es especímenes, así como las que
forman el plural con la adición de una s (cómic, cómics).
Las voces agudas se convierten en ocasiones, pero no siempre, en graves al pasar a plural:
corazones, tisúes

pero cafés, sofás


Cuando una u otra parte en las voces compuestas es latina, griega o de otro origen, el acento
prosódico principal se carga a veces en el segundo elemento y a veces en el primero. Se acentúan en
el segundo elemento epigrama, telegrama, kilogramo, monosílabo, neoplatónico, paquidermo,
omnipotente, petrificado, etc., pero en el primero carnívoro, febrífugo, salutífero, epígrafe,
kilómetro, telégrafo, etc.
Son raras las palabras esdrújulas acabadas en diptongo: ventrílocuo, grandílocuo.

Sílaba tónica y átona


Las sílabas de una palabra pueden dividirse en función de la intensidad con que sean pronunciadas
en sílabas tónicas y átonas.
La tonicidad o atonicidad de una sílaba es fonológicamente relevante en español, pues la
posición del acento en una palabra tiene un valor léxico distintivo. Así, pues, son las sílabas tónicas
y átonas lo que nos permite diferenciar “revolver” de “revólver”, o “ánimo” de “animo” o “animó”.
A continuación, te explicamos en detalle qué son la sílaba tónica y la sílaba átona y cómo
indentificarlas.
Vea también ¿Qué es una Sílaba?

Sílaba tónica
La sílaba tónica, también llamada sílaba acentuada, es aquella que presenta mayor prominencia
fonética en una palabra. En este sentido, coincide siempre con el acento prosódico de la palabra.
En todas las palabras, salvo algunas excepciones, existe solamente una sílaba tónica, siendo el resto
sílabas átonas, como en los siguientes vocablos, donde podemos ver la sílaba tónica destacada en
negritas:
Por ejemplo:
• Buscar
• Ideal
• Acné
• Nevera
• Independencia
• Fénix
• Legítimo
• Brújula
• Máximo
Como podemos observar, de los componentes que forman la sílaba tónica, el elemento más afectado
es la vocal o vocales que constituyen el núcleo silábico, no así las consonantes.
De allí que la tilde, que es el signo gráfico que en español sirve para indicar, conforme a las reglas
de acentuación, que una sílaba es tónica, vaya siempre sobre la vocal nuclear de la sílaba tónica.
Por ejemplo:
• Canción
• Busqué
• Amílcar
• Árbol
• Súbito
• Terráqueo

Sílaba átona
La sílaba átona, también conocida como sílaba inacentuada, es toda aquella sílaba sobre la que no
recae el acento prosódico de una palabra, es decir, toda aquella sílaba distinta a la sílaba tónica
de una palabra. Así, en las siguientes palabras, son sílabas atonas aquellas destacadas en negritas.
Por ejemplo:
• Amistad
• Enfrentar
• Expansión
• Relevo
• Detrimento
• Apuro
• Andrógino
• Impertérrito
• Lógico
Asimismo, hay palabras consideradas enteramente como átonas, como ciertos monosílabos y
pronombres, como, por ejemplo, de, mi, tu, el, mas, te, si, tu, etc.

Tilde o acento gráfico


La tilde es la representación gráfica del acento en la lengua española. Como tal, es un signo
diacrítico que se representa con una rayita oblicua (´).
La tilde tiene la función de indicar, en la lengua escrita, el lugar donde se hace mayor fuerza
vocal cuando se pronuncia una palabra. Esa mayor fuerza vocal se denomina acento. El acento es
un rasgo prosódico de la lengua, pues afecta a unidades más amplias que el fonema (de allí que se le
conozca también como acento prosódico).
Vea también ¿Qué es el Acento prosódico?
Pero, ¿por qué el acento es un rasgo importante? Pues, porque el acento tiene valor distintivo en
nuestra lengua, ya que nos permite diferenciar grupos de palabras cuya única variante es la
posición de su acento, como, por ejemplo: ánimo, animo y animó.
Así, pues, la tilde o acento gráfico es el signo que nos permite identificar la sílaba que porta el
acento prosódico de la palabra en determinado casos.
Por ejemplo:
• Café
• Almacén
• Canción
• Alcázar
• Caníbal
• Legítimo
• Máximo
• Muéstrame
Pero no todas las palabras tienen una tilde o acento gráfico que nos indique la sílaba sobre la que
recae el acento prosódico de la palabra. Por ello, en español tenemos un conjunto de reglas de
acentuación gráfica que nos permite reconocer la sílaba tónica de una palabra al leerla y, sin
necesidad de haberla visto u oído nunca, nos dice cómo pronunciarla correctamente.
Por ejemplo:
• Ser
• Hacer
• Computador
• Casa
• Iluso
• Extremo
Acentuación
Véase también
Tilde diacrítica » para voces como tu, de, cuando, donde...

Lista de palabras que no se acentúan » para casos como ésto, fluído, tí, gratuíto...

En español, las reglas de acentuación tienen como principal objeto señalar la vocal tónica con
ayuda del signo de la tilde (también llamado acento ortográfico y, en tipografía, acento agudo).
Por esta razón también se las llama reglas de atildación o de tildación.
Guiadas por un principio de economía, permiten identificar inequívocamente la vocal tónica de
una palabra dada sin necesidad de ningún signo ortográfico en la mayoría de los casos.

1 Norma general.

Una de las páginas de la ortografía académica de 1826 dedicada a la acentuación.


A continuación se dan las normas generales. Hay que tener en cuenta que estas normas presentan
las excepciones de la tilde diacrítica (como en cuántos, llana) y de la tilde hiática (dormíos,
también llana).
Se acentúan:
• Las palabras agudas terminadas en vocal, o en «n» o «s» no precedidas de consonante.
cantó, león, confort, mamuts, minigolf, compás

• Las palabras llanas o graves terminadas:


• En consonante distinta de «n» o «s».
• En más de una consonante o del dígrafo «ch».
• En «y».
crisis, récords, tórax, yóquey, tribu, fórceps, crómlech

• Todas las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas.


rápido, expóngaselo, hábitat, análisis

Consecuentemente, no se acentúan:
• Las palabras con la penúltima sílaba tónica (palabras llanas o graves) que terminan en
vocal o en n o s precedida de vocal.
• Las palabras con la última sílaba tónica (palabras agudas) que terminan en consonante
que no sea n o s o en dos consonantes (las que sean)
• Los monosílabos.
El resto de palabras se escriben con tilde, incluyendo las esdrújulas y sobresdrújulas (la vocal
tónica está en negrita).
Hay por tanto dos pautas:

Terminación Esdrújulas Llanas o graves Agudas Monosílabas


chiita, paulino, Oraa, Feijoo, faena,
agrísimo, chií, alauí,
Vocal anchoa, continuo, miasma, baile, miau
tórtola, área estudié
zooide
n joven camión, acción buen
limpiáis,
jóvenes,
s marchaos, lejos samuráis, dais
diócesis
rondós
Terminación Esdrújulas Llanas o graves Agudas Monosílabas
conceder, coautor,
r máuser, César, Otívar ir
veedor
verdad, piedad,
d césped, huésped
Madrid
cárcel, dátil, mármol, árbol, fácil,
l manual, sutil, tonel
túnel
j, c, g, x, m currículum fénix, cómic, médium reloj, vivac, zigzag boj
z Fernández, cáliz exquisitez, feliz
acimut, cenit
t cénit (también cenit) (también cénit),
argot
fórceps, bíceps, cómics, pívots,
Varias robots, tictacs,
currículums siémens, volavérunt, Sáenz,
consonantes iceberg, tedeums
referéndums
Una forma alternativa de formular las normas generales es la siguiente:
Se consideran llanas las palabras sin acento gráfico que terminan en vocal o en las letras s y
n precedidas de vocal. Se consideran agudas el resto de las palabras sin acento gráfico.

Esta formulación es anterior a la más habitual en la actualidad y se emplea a menudo en la


enseñanza del español como lengua extranjera (ELE).
A estas normas hay que añadir otra complementaria, que se aplica siempre y con independencia de
las anteriores:
• Se acentúa toda vocal cerrada (i, u) tónica pegada a una vocal abierta (a, e, o):
rehúsa, caída, huíamos, cortaúñas

Tradicionalmente se ha dicho que esta tilde «deshace» el diptongo.

1.1 Casos de la y y la ü
La letra y, a los efectos de las reglas de acentuación, se considera, como norma general, consonante:
convoy, jersey, Paraguay, caray
póney, vóley

En algunos nombres con ortografía arcaica, la letra y equivale a una i tónica, que según la
Ortografía del 2010 (OLE, p. 222-223) llevará tilde si las normas de acentuación lo piden. Estos
apellidos también pueden aparecer grafiados con i tildada:
Comýn / Comín, Monteserýn / Monteserín

Aýna / Aína, Laýna / Laína, Ýñigo / Íñigo

Hasta la Ortografía del 2010 no había norma al respecto y lo normal era no añadir ninguna tilde:
Ayna[1]. Cuando la forma arcaica o tradicional lleva una y átona, su presencia no tiene
implicaciones a efectos de la acentuación: Aymerich, Yrigoyen.
La u de las agrupaciones gue y gui solo se considera vocal si lleva diéresis (átona), o tilde (tónica):
antigüedad, güito, ambigúes.

1.2 La h
La letra h no impide la formación de diptongos:
búho, buhito, truhan

En truhan hay diptongo ortográfico; por tanto, al ser monosílaba no se acentúa, aunque la Academia
admitió hasta el 2010 la forma truhán. En buhito, el grupo uhi forma diptongo, que no se
«deshace», por lo que es llana o grave acabada en vocal, es decir, sin tilde.
Se considera consonante, por lo que las adaptaciones que terminan en h se acentúan si son llanas o
esdrújulas.

2 Combinaciones de vocales
En castellano, las vocales se pueden combinar con bastante libertad y puede haber incluso cinco
vocales unidas (rehuíais). Sin embargo, para la acentuación solo es necesario tener en cuenta los
grupos de uno, dos o tres vocales.
Dos vocales separadas por una h se consideran en contacto directo.
El caso más simple es cuando hay una vocal cerrada tónica unida a una vocal abierta; en tal caso, la
vocal tónica siempre lleva tilde:
oír, tenía, paleografía, huía, comíais, chiíes, limpiaúñas

Las vocales cerradas átonas pertenecen siempre a la misma sílaba que la vocal abierta a la que van
directamente unidas; es decir, a efectos de acentuación es como si las vocales cerradas no
existieran:
apreciáis, despreciéis

proteico, cantabais, pusierais

La prolongación de vocales por razones expresivas cuenta como una única vocal:
Menudo exameeeen... (sigue siendo llana ~ examen)
2.1 Alargamiento de una vocal acentuada
Si una vocal que lleva tilde se repite por razones expresivas, todas ellas llevan tilde (OLE, 222):
Sííííí, sí que lo quiero

3 La tilde en palabras de una sola unidad


▶ Artículo principal: Monosílabos ortográficos
Las palabras que solo tengan una sílaba, es decir, las palabras con una vocal o un único grupo de
vocales que forman diptongo o triptongo ortográfico, no llevarán tilde, salvo aquellas que se
relacionan en el apartado Tilde diacrítica.
Ejemplos:
guau, miau, fiais, pio, guion, fue, truhan, bou, a, muy, rio, crio, puar, criar, guiar,
fui, hui, ay, hay, hoy, cuy, me, sol, sed, buey, Luis, dios, Juan, huir, dio, vio, Tuy,
Sanz, Saiz, Sainz, ya, paz, Pla.

La RAE, en sus normas vigentes, considera incorrecto tildar algunas palabras con una sola unidad
vocálica en aquellos casos en que colectivos de hablantes puedan percibir dos unidades. No llevan,
por tanto, tilde guion, pio, rio, Ruan, guio, truhan, crio, etc. Aunque en ocasiones se siguen tildando
estas palabras (×guión, ×pió, ×truhán...), la RAE prefiere grafiarlos sin tilde, pues son monosílabos
ortográficos.
Esta norma no afecta a palabras como hinduismo, chiismo o fluido, pues tienen más de una unidad
vocálica y tanto si se consideran hiatos como diptongos carecen de tilde en aplicación de las reglas
generales.

4 Diptongos e hiatos
En la acentuación, solo se tiene en cuenta el valor ortográfico de los diptongos y los hiatos.
aéreo [ae.reo], [a.ė.re.o]

deán [dean], [de.án]

león [leon], [le.ón]

5 Tilde diacrítica
▶ Artículo principal: Tilde diacrítica
El signo ortográfico llamado tilde diacrítica se emplea para evitar posibles ambigüedades en ciertas
palabras. Según la Ortografía, su cometido es diferenciar determinadas palabras que tienen igual
forma pero un significado distinto.
Te dije que no me pusieras poleo sino té.

A él no le gusta el cine.

También llevan tilde diacrítica las palabras qué, cuál/les, quién/es, cómo, cuán, cuánto/os/as,
cuándo, dónde y adónde, cuando tienen un sentido interrogativo o exclamativo:
No sé cuántos mensajes recibo al día.

Hay que saber el cómo, el cuándo, el qué, el quién y el dónde.

Lista de monosílabos con tilde diacrítica:


1. Tú (pronombre personal), tu (adjetivo posesivo):
Tú me tienes que dejar tu coche.

2. Él (pronombre personal), el (artículo):


Él quiere que le dejes el coche.

3. Mí (pronombre personal), mi (adjetivo posesivo):


Para mí es importante que no cojas mi coche.

4. Sí (pronombre personal, adverbio de afirmación o sustantivo), si (conjunción o nota musical):


Sí, te dejaré el coche si tú me dejas la moto.

5. Té (sustantivo ‘infusión’), te (pronombre o letra te):


Te hice un té verde, pero tú lo querías rojo.

6. Dé (forma del verbo dar), de (preposición o letra de):


Quiero que me dé su coche porque me gusta, pero si me diera el de su amigo sería
mejor.

7. Sé (forma del verbo ser o saber), se (pronombre, indicador de impersonalidad o de marca refleja):
Él nunca le dejaría su coche, pero sí sé que se lo vendería.

8. Más (adverbio, adjetivo, pronombre, conjunción con valor de suma o sustantivo), mas
(conjunción adversativa equivalente a pero):
No quiero coger tu coche más, mas no me siento con fuerza para ir andando.

6 Palabras compuestas
Las palabras compuestas de otras y que no están unidas por guion solo llevan acento en la última de
ellas, si lo necesita según las reglas generales:
asimismo, decimoséptimo, metomentodo, guardamanos, buscapiés

decimotercero, baloncesto, tiovivo, fisicoquímico, semidiós

En algunos casos, puede ser necesario añadir un acento si hay que indicar un hiato:
cortaúñas

En los compuestos de dos o más adjetivos unidos con guion, cada elemento conservará la tilde
original, si la tuviera:
histórico-crítico, hispano-suizo, franco-alemán, dálmato-romano

Los adverbios formados por un adjetivo más el sufijo –mente solo tienen tilde si el adjetivo, tomado
aisladamente, la lleva.
fácilmente, merecidamente, cortésmente, fielmente

7 Verbos con pronombres enclíticos


Las formas verbales que lleven enclíticos pronominales (es decir, pronombres pospuestos) serán
tomadas como palabras autónomas y les serán de aplicación las normas generales, prescindiendo de
que las formas verbales desnudas lleven tilde o no:
dame/dámelo, dio/diome/dióselos, abandonó/abandonole, está/estate, pon/ponme

Lo mismo se aplica a dé (con tilde diacrítica): deme, déselo.


Hasta la Ortografía de 1999, la tilde se conservaba si la tenía la forma verbal sin pronombres:
está/estáte.

8 La tilde y las letras mayúsculas


Todas las letras mayúsculas deben escribirse con tilde si les corresponde llevarla según las reglas de
acentuación gráfica del español, tanto si se trata de palabras escritas en su totalidad con mayúsculas
como si se trata únicamente de la mayúscula inicial:
LINGÜÍSTICA, Ángel, PARÍS

Tampoco se omite en las abreviaturas de nombres de persona:


M. Á. ~ Miguel Ángel

9 Palabras que no se acentúan


▶ Artículo principal: Lista de palabras que no se acentúan
Aunque la omisión de la tilde es la falta ortográfica más habitual, en ocasiones se da el fenómeno
opuesto, con la adición de una tilde que no corresponde. Puede deberse a dos razones:
• La palabra se pronuncia mal, como caracter porque se dice /caractér/; aquí hay además un
error de prosodia. Véase la lista de palabras con acento desplazado.
• La palabra se pronuncia bien, pero la tilde no se ajusta a las normas ortográficas. Por
ejemplo, viéseis o construído se corresponden con la pronunciación, pues son una palabra
llana acabada en ese y vocal, respectivamente, y por tanto le sobra la tilde. Véase la Lista de
palabras que no se acentúan.
Al imitar la lengua hablada, no es raro ver acentuadas palabras monosílabas, sobre todo si son
tónicas:
Cree que sirve pa tó, pero no sirve pa ná, porque no tié sesera

Cree que sirve pa to, pero no sirve pa na, porque no tie sesera
10 Arcaísmos y palabras desusadas
La Ortografía no establece excepciones en estos casos, por lo que si se emplean en un texto actual
siguen la norma general. Cuando se trata de un edición de una obra antigua, se adoptan los criterios
que el editor considere adecuados, sin que haya una norma fija.

11 Acentuación de palabras extranjeras


11.1 Préstamos y neologismos
Los préstamos y neologismos que adaptan su grafía y fonética al castellano se acentúan siguiendo
las reglas de acentuación generales, aunque no llevaran tilde en la lengua de origen.
bidé.

láser.

11.2 Nombres propios


En general, a los nombres propios extranjeros no se les añade ningún acento gráfico que en su
origen no tengan.
Wagner pero no *Wágner.

Si el nombre se ha adaptado a la pronunciación y la escritura del español, sí se pueden acentuar.


Este caso se da sobre todo con nombres transcritos de otras escrituras, los personajes de la
Antigüedad o los reyes y santos:
Tolstói (transcrito del ruso)

Platón (de la Antigüedad)

Abderramán (nombre tradicional en español de Abd Al-Rahman)

Tomás Moro (nombre tradicional en español de Thomas Moore)

11.3 Topónimos
Los nombres geográficos que ya están acuñados en castellano o adaptados a su fonética ya no son
tratados como extranjeros, por lo que se acentúan siguiendo las reglas generales.
París.

Támesis.

Afganistán.

11.4 Palabras latinas


Las palabras latinas utilizadas corrientemente en español y que en su forma se ajustan al sistema
ortográfico del español se someten a las reglas de acentuación:
tedeum, referéndum, memorándum, ídem, fórum
Las locuciones latinas, por el contrario, se suelen consideran extranjerismos y en tal caso van sin
tilde:
curriculum vitae, ad infinitum, habeas corpus, alma mater

12 La conjunción o
Hasta la Ortografía del 2010, la conjunción o podía llevar tilde diacrítica entre cifras con el objeto
de no ser confundida con el número cero: 2 ó 3. Sin embargo, en las últimas normas recomiendan
prescindir de ella: 2 o 3.

Reglas de acentuación gráfica en español


La lengua española se rige por un conjunto de reglas de acentuación gráfica que nos permiten, en la
escritura, determinar sobre cuál sílaba de una palabra recae la mayor fuerza de pronunciación.
La tilde o acento gráfico es el signo diacrítico que refleja la acentuación, rasgo prosódico de nuestra
lengua, y que, en consecuencia, nos ayuda a realizar una correcta pronunciación de las palabras.
El acento gráfico o tilde es una rayita oblicua (´) que se escribe sobre la vocal tónica de una palabra.
En el español, la posición del acento puede variar, pues no tiene un sistema acentual rígido. Vale
destacar que dos palabras semejantes pueden incluso tener significados distintos dependiendo del
lugar donde vayan acentuadas (por ejemplo, revólver o revolver, ánimo o animó).
A continuación expondremos, una a una, las reglas que debemos observar para acentuar
correctamente las palabras en la lengua castellana.

1) En palabras agudas
Las palabras agudas solamente llevarán acento cuando terminen en vocal (a, e, i, o, u) o en las
consonantes n o s. En el resto de los casos, no irán acentuadas gráficamente.
Por ejemplo:
• Con tilde: mamá, así, satén, comí, averigüé, luchó, estés.
• Sin tilde: hacer, involucrar, baobab, feliz, papel, pared, estoy.
No llevarán tilde, sin embargo, las palabras agudas terminadas en más de una consonante. Por
ejemplo: iceberg, esnobs, confort.

2) En palabras graves
Las palabras graves o llanas solamente llevarán tilde en caso de terminar en una consonante
diferente de n o s.
Por ejemplo:
• Con tilde: lápiz, cráter, carácter, revólver, clímax, tórax, currículum.
• Sin tilde: libreta, quise, estaba, senderos, fruta, pendiente, naranja.
Sin embargo, una excepción la constituyen las palabras llanas terminadas en dos consonantes,
siendo que la última de ellas resulte una n o una s. Por ejemplo: wéstern, bíceps, récords.

3) En palabras esdrújulas y sobreesdrújulas


Las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas siempre se acentúan gráficamente.
Por ejemplo:
• Esdrújulas: rápido, pálpito, rústico, insólito, miércoles, terráqueo,
• Sobreesdrújulas: hágaselo, cómpremelo, piénsatelo.

4) En palabras monosílabas
Las palabras monosílabas no llevan tilde. Por ejemplo: dos, fe, pan, ser, mil, pie, guion, bien, fue.
Constituyen una excepción a esta regla los monosílabos que se escriben con tilde diacrítica, como
dé, qué, tú, él, etc.
Vea también Acento diacrítico.

5) En diptongos
En palabras cuya sílaba tónica sea un diptongo constituido por una vocal abierta (a, e, o) y otra
cerrada (i, u), la tilde irá sobre la vocal más abierta del grupo. Por ejemplo: miércoles, corrió,
estáis, senséi, huésped, diálogo.
Cuando las dos vocales son cerradas, la tilde se colocará sobre la segunda vocal. Por ejemplo:
casuística, jesuítico, veintiún.

6) En triptongos
En los triptongos, al igual que en los diptongos, la tilde irá siempre en la vocal abierta de la sílaba
tónica. Por ejemplo: confiáis, averiguáis, anunciáis.

7) En hiatos
En palabras en las que se produce un hiato entre una vocal cerrada tónica (í, ú) junto a una vocal
abierta (a, e, o), la sílaba tónica llevará siempre tilde, independientemente de las reglas de
acentuación: Por ejemplo: anatomía, gentío, oír, reír, búho, transeúnte, raíz.

Palabras que ya no llevan tilde

Con la última edición de la Ortografía Española se eliminó la necesidad de acentuar algunas


palabras, que por uso muchas personas siguen acentuando aunque ya se considera innecesario:
• Los pronombres demostrativos: Se trata del grupo de palabras formado por "este", "estos",
"estas". Anteriormente, las mismas debían llevar tilde en la primera sílaba. Con la nueva
ortografía, se ha suprimido la necesidad de tildarlas. Por tanto, enunciados con dichos
términos no debe escribirse con acento: "Estos irán directo a la cárcel por mal
comportamiento".
• Solo: Este vocablo puede funcionar como adverbio (solo hice lo que me correspondía) o
como adjetivo (en este momento me encuentro solo). Se utilizaba la tilde diacrítica en estas
palabras con el objetivo de diferenciarlas. La norma ortográfica establece ahora que la
necesidad de la tilde diacrítica solo tiene justificación cuando se pretende distinguir dos
palabras de distinta tonalidad. Es decir, una debe ser considera átona y la otra tónica. En el
caso de "solo", en ambos usos, mantiene su carácter tónico, por tanto, no puede llevar
acento ortográfico.
• La conjunción "o": En el anterior manual de ortografía, se recomendaba utilizar la tilde en
la conjunción "o" cuando es escrita entre cifras para poder diferenciarla del cero. Ejemplo:
¿Debo pagar 120 o 100 pesos? La actual norma establece que no existe necesidad de
utilizar la tilde, ya que dicha conjunción, por un lado, es átona, y por otro, no se justifica el
hecho de diferenciarla del cero, pues claramente, la letra "o" tiene un tamaño menor. A todo
esto, se le suma el contexto del enunciado que permite también identificar qué tipo de
palabra es.
• Monosílabos: Términos como guion, truhan, fie, liais eran considerados polisílabos y por
tanto, llevaban tilde. Sin embargo, la normativo actual ha dispuesto que, en verdad, se trata
de palabras que deben ser consideradas monosílabas. Por tanto, acorde a las normas
generales de acentuación, dicho tipo de palabras no llevan tilde, salvo en los casos de tilde
diacrítica (ejemplo: para diferenciar té, como infusión, del pronombre te).
Otras palabras que no tienen tilde son:
• "Imagen", "examen", "volumen", "resumen", "origen", "joven", "margen" es escriben sin
tilde aunque sus plurales sí tienen tilde.
• "Acabose", "ponme", "heroico", "estoico" son palabras graves terminadas en vocal y por
eso no llevan tilde.
• "Hubierais", "hubieseis", "fuerais", "fueseis" así como "construido","incluido", "influido",
"gratuito", "huida", "hinduismo", "altruismo" son palabras graves terminadas en s y por
eso no llevan tilde.

6. Ti no lleva acento
A diferencia de mí y sí que se escriben con acento cuando se trata de pronombres personales o
afirmación, en el segundo caso, el pronombre personal "ti" no se acentúa. Por ejemplo: Este regalo
es para ti; lo que tu rostro dice de ti.
7. Conjunción “o” no lleva acento
Anteriormente se recomendaba acentuar la “o” cuando se escribía entre cifras, a fin de evitar
confundirse con el cero. Pero la actual Ortografía de la lengua española señala que la “o” siempre
se escribe sin acento. Por ejemplo: Prefieres agua o refresco; te veo entre las 4 o 5 de la tarde.
8. Solo no lleva acento
La palabra “solo” ya sea como adjetivo o adverbio no se acentúa. Anteriormente se acentuaba
cuando se trataba de un adverbio para evitar la ambigüedad; sin embargo, la actual Ortografía de la
lengua española señala que “solo” no lleva acento en ningún caso.
9. Adverbios con terminación -mente
Los adverbios acabados en –mente solo llevan tilde si el adjetivo del que derivan también la lleva.
Por ejemplo: cortés / cortésmente.
10. “Fe” y “guion” sin acento
Al tratarse de monosílabos, las palabras “fe” y “guion” no se acentúan.

Fonema
Cuando hablamos, producimos sonidos, y cada uno esos sonidos del habla es un fonema. Los
fonemas, al combinarse, forman palabras y enunciados.
El fonema, por lo tanto, es la unidad fonológica mínima de una lengua, pues no puede ser
descompuesta en unidades más pequeñas.
El fonema es, asimismo, una unidad segmental de la lengua, ya que es una unidad aislable que se
manifiesta de forma lineal o sucesiva en la cadena hablada.
Los fonemas pueden también considerarse unidades distintivas, pues nos permiten distinguir
palabras y, en consecuencia, significados. Así, por ejemplo, podemos diferenciar palabras que solo
varían en un fonema, como, por ejemplo, con las siguientes palabras: cosa, rosa, losa, fosa, sosa o
posa.
Cada lengua posee un inventario limitado de sonidos, cada uno de los cuales corresponde a una o
varias letras, también conocidas como grafemas. Algunos, incluso, corresponden a dígrafos (como
el caso de ch, ll, gu, qu o rr). El conjunto de los sonidos que conforman una lengua constituye el
sistema fonológico.
Vea también Dígrafos.

Fonemas en español
El español tiene aproximadamente treinta fonemas distintos, de los cuales cinco son de tipo
vocálico y veinticinco de tipo consonántico. Puesto que los fonemas son una idealización del
sonido real, conviene acotar que, dependiendo de la región, algunos de estos fonemas pueden
realizarse de maneras ligeramente distintas, aunque sin producir cambio de significado.

Fonemas vocálicos
• /a/: fonema vocálico de mayor abertura.
• /e/: fonema vocálico anterior palatal de abertura media.
• /i/: fonema vocálico anterior palatal de abertura mínima.
• /o/: fonema vocálico posterior o velar de abertura media.
• /u/: fonema vocálico posterior o velar de abertura mínima.

Fonemas consonánticos
• /b/: fonema obstruyente, labial, sonoro (corresponde a las grafías b, v, w).
• /ch/: fonema africado, palatal, sordo (corresponde a la grafía ch).
• /d/: fonema obstruyente, dental, alveolar, sonoro.
• /f/: fonema obstruyente, fricativo, labial, sordo.
• /g/: fonema obstruyente, velar, sonoro (corresponde a grafías g, gu).
• /j/: fonema obstruyente, fricativo, velar, sordo (corresponde a grafías g, j).
• /k/: fonema obstruyente velar sordo (corresponde a grafías c, qu, k).
• /l/: fonema sonante, oral, lateral, alveolar.
• /ll/: fonema sonante, oral, lateral, palatal.
• /m/: fonema sonante, nasal, labial.
• /n/: fonema, sonante, nasal, alveolar.
• /ñ/: fonema, sonante, nasal, palatal.
• /p/: fonema obstruyente, oclusivo, labial, sordo.
• /r/: fonema sonante, oral, vibrante, simple (corresponde a grafías -r-, -r).
• /rr/: fonema sonante, oral, vibrante, múltiple (corresponde a grafías r-, -rr-).
• /s/: fonema obstruyente, fricativo, alveolar o dental-alveolar, sordo (corresponde a grafía s y,
en la mayor parte del mundo hispanohablante donde se sesea, a c, z).
• /t/: fonema obstruyente, oclusivo, dental, sordo.
• /y/: fonema obstruyente, palatal, sonoro.
• /z/: fonema obstruyente, fricativo, dental, sordo (corresponde a grafías c, z en la variedad del
español peninsular).

Como padre de un niño es probable que usted sienta que debe ayudarlo a aprender las letras del
alfabeto. Al ser el fundamento de todas las palabras escritas, las letras son importantes porque son
los símbolos de las pequeñas acciones que su boca hace cuando dice palabras. Sin embargo, es
igualmente importante que su niño aprenda el sonido asociado a cada letra. Estos sonidos
individuales se llaman fonemas, y los niños que saben algo acerca de la relación entre una letra y
su fonema muestran que les hace más fácil aprender a leer.
Estos cuatro consejos inicialmente fueron escritos para los maestros, pero aquí se han adaptado para
los padres.

Consejo #1: Centrarse en un sonido a la vez.


Ciertos sonidos, como /s /, / m /, /f/ son buenos sonidos para comenzar. El sonido es distinto y
puede ser exagerado con facilidad. "Por favor mira la mmmmmmmmano". "¡Mira! Hay una
sssssssssserpiente!" "Tienes marcadores fffffffestivos sobre la mesa". También es fácil describir
cómo se hace el sonido con la boca. "Cierra la boca y los labios para hacer el sonido. Ahora pon tu
mano en la garganta. ¿Sientes la vibración?" Una vez que su niño aprenda unos fonemas, le
resultará más fácil seguir hablando de letras y sonidos.

Consejo #2: ¡Vuelva el aprendizaje algo inolvidable!


Diviértanse con las letras y los sonidos. Algunos gestos, como el de una boca que "se mueve y
mastica" realizados con la mano pueden hacer que el sonido la /m / sea mucho más divertido. El
movimiento de una "serpiente deslizándose" hecho con el brazo o la mano puede hacer más fácil el
acordarse del sonido de la/s /. Los trabalenguas, también llamados palabras aliterativas, en los que
el sonido en el que uno se enfoca se repite una y otra vez, también pueden ser una divertida manera
de ofrecer la práctica de un sonido. ¡Haga la prueba con los siguientes, en inglés!
• Para la M: Miss Mouse makes marvelous meatballs!
• Para la S: Silly Sally sings songs about snakes and snails.
• Para la F: Freddy finds fireflies with a flashlight.

Consejo #3: Ayude a su niño a escuchar los sonidos.


Una parte del aprendizaje de las letras y los sonidos es poder averiguar si una palabra contiene un
sonido en particular. "¿Oímos /mmmmmmm/ en la palabra mmmmmmano? ¿Escuchamos
/mmmmmmm/ en la palabra torta?" Este tipo de actividades, al realizarlas oralmente con su hijo, le
pueden ayudar a empezar a tratar de escuchar y oír los sonidos en las palabras.

Consejo #4: Aplique las habilidades para identificar las letras y los sonidos a la
lectura.
El poner en práctica estas habilidades con un libro es una poderosa manera de ayudar a su hijo a ver
la relación entre las letras, los sonidos y las palabras. Al ir leyendo juntos, busquen lugares en el
libro para señalar las letras y los sonidos en los que han estado trabajando. "¡Mira! Esta página dice
'Red fish, blue fish'." Tiene el sonido /fffffff/ con el que nos hemos estado divirtiendo. Está al
principio de la palabra fish."
Estos sencillos consejos pueden ayudarle a su hijo a cobrar conciencia de los fonemas, algo
importante que le servirá bien al empezar a aprender a leer.
Este Growing Reader se basó en un artículo escrito para los maestros. Para leer el artículo completo,
diríjase a:
Murray, B. (2012). Tell me about Fred's fat foot again: Four tips for successful PA lessons. The
Reading Teacher, 66, 139-144. Y visite el sitio web del Dr. Murray, The Reading Genie.
• Descargue este artículo en la forma de PDF.

1. INTRODUCCIÓN
Como bien advertía Nunberg (1990: 9), son pocas las razones que poseemos para revisar la
apreciación de Gleason (1965) según quien, hace ya casi medio siglo, resultaban insuficientes
los estudios descriptivos acerca del uso de los signos de puntuación en inglés y en otras
lenguas -como es, en nuestro caso, el español-. Por el contrario, sí eran entonces algo más
numerosos -y siguen siéndolo ahora- los trabajos que han abordado las cuestiones sobre la
puntuación desde una perspectiva básicamente normativa. Tanto es así que la presente
investigación participa de un criterio fuertemente normativo.

En la actualidad, observamos varios intentos de combinar ambas perspectivas -la normativa y


la descriptiva- (Peñalver 1998, 2002). El análisis que llevamos a cabo en este artículo aúna las
dimensiones cualitativa y cuantitativa. A la vez, el estudio tiene por objeto describir el uso y
reprobar los errores de puntuación más frecuentes que cometen los estudiantes universitarios
de primer año cuando realizan aportaciones escritas en dos foros académicos, los cuales
fueron alojados en la plataforma de enseñanza virtual de una asignatura -precisamente,
Español Normativo I-.

Sin lugar a equívocos, la puntuación es un factor del que depende buena parte de la
comprensión de los mensajes escritos; dicho de otro modo, el uso de los signos de puntuación
repercute inevitablemente en la comprensión lectora. Desde un punto de vista textual, tal
repertorio de signos constituye un recurso elemental a la hora de organizar con claridad las
ideas que expresamos en los textos. A pesar del componente subjetivo que aparece ligado a la
puntuación, en español existen criterios normativos muy concretos que no deben pasarle
inadvertidos al usuario competente en el idioma.

Tampoco podemos perder de vista el marco que adoptan las producciones escritas de las que
nos ocupamos en este artículo. Nos referimos a un género electrónico como es el foro virtual.
Con todo, se trata de foros académicos que, además, fueron concebidos para la asignatura
obligatoria de Español Normativo I, del primer curso de Grado en Lengua y Literatura
Españolas. Por consiguiente, es preciso asumir que, en tales (con)textos, debemos obviar el
anormativismo ortográfico que define y caracteriza a estas modalidades mixtas, a medio
camino entre la oralidad y la escritura.

En otras palabras, las intervenciones del alumnado debían ceñirse a la norma culta propia de la
modalidad escrita y, en ese sentido, no consideramos que el uso indiscriminado de los signos
de puntuación represente una suerte de heterografía -esto es, la desviación ex profeso de la
norma ortográfica; tan frecuente, por otra parte, en los géneros que corresponden a los textos
electrónicos (Martínez de Sousa 2004)-. En tales casos, nos encontraríamos ante verdaderas
faltas ortográficas.

2. LOS CRITERIOS DE PUNTUACIÓN Y SU EVOLUCIÓN A TRAVÉS DE


LOS TIEMPOS
La explicación de un buen número de errores asociados a los signos de puntuación en español
hay que buscarla en las tensiones de dos tendencias antagónicas que han convivido
aproximadamente desde el Renacimiento. Se trata, en primer lugar, de las tradiciones
grecolatina y medieval que privilegiaban el aspecto fónico de la lengua. Según dicho
planteamiento, los signos de puntuación no son sino la traducción de las pausas y de la
entonación orales en la modalidad escrita. En segundo lugar, y a partir del siglo XVI, surge una
tendencia que antepone el discurso escrito al oral y, en ese sentido, se afana en la
identificación de las unidades sintácticas y semánticas de los textos.

Más específicamente, es durante los siglos XVIII y XIX cuando se consolida la lectura silenciosa
y, por ende, el carácter prosódico de la puntuación -es decir, el objetivo de materializarse en la
oralidad para indicar los silencios o el tono- quedará relegado a un segundo plano. A partir de
ese momento, sus usos y aplicaciones se harán corresponder con las estructuras sintácticas y
de contenido de las que se componen las producciones escritas (Cassany 1999).

De este modo, han coexistido dos criterios distintos sobre los que se ha apoyado la puntuación
en español; a saber: el criterio prosódico y el criterio sintáctico-semántico. De acuerdo con la
nueva Ortografía de la lengua española (RAE 2010: 292) -en adelante, ORAE-, el último
criterio es el que prevalece en el sistema de puntuación contemporáneo. No obstante, autores
como Sánchez Avendaño (2004) han señalado que dicha indistinción de criterios se extiende
hasta la más inmediata actualidad.

Desde otro enfoque, resulta evidente que hay signos de puntuación que presentan mayor
frecuencia de uso que otros, si bien esta cifra varía a lo largo del tiempo. La Tabla 1, tomada
de Miller (1969) (cf. Cassany 1995: 179), reproduce, en términos de frecuencia absoluta, la
recurrencia a los signos de puntuación a través de algunos de los literatos más representativos
de los siglos XVIII, XIX y XX.
Tabla 1. Recurrencia a los signos de puntuación en los siglos XVIII, XIX y XX a partir de una
selección de escritores

Como venimos señalando, el transcurso del tiempo conlleva modificaciones en las tendencias
de puntuación. A propósito de la Tabla 1, subrayamos que alrededor del 80% de los signos
utilizados son el punto y la coma. Más específicamente, con el paso de los años, observamos
un mayor uso del punto frente a la coma, lo que implica una tendencia de acortar las
oraciones. A la par, se produce un descenso en el empleo del punto y coma, mientras que el
uso de los puntos suspensivos se incrementa en el siglo XX. Por su parte, aumenta la
frecuencia de aparición de los signos de interrogación y exclamación, probablemente como
consecuencia de la moda de incluir diálogos y discursos en estilo directo en la modalidad
escrita (Cassany 1995: 179-180).

En otro orden de datos, no podemos ignorar la supremacía que los diferentes tratados
ortográficos han concedido tradicionalmente a la correcta escritura de las letras. Esta tendencia
letrista ha desplazado, a lo largo del tiempo, el interés fundamental que encierran los signos
de puntuación en el marco de la ortografía. De esta situación, como también advierte Peñalver
(1998, 2002), se percatan, por ejemplo, Palacios y Bueno (1996: 12) cuando quieren hacer del
capítulo dedicado a la puntuación el más importante de su Buena ortografía.

En síntesis, los criterios que se han relacionado con el uso de los signos de puntuación en
español son -a nuestro juicio- un reflejo de las funciones principales que desempeñan en la
escritura; a saber:

a. La representación prosódica: pensemos en los signos de interrogación


(¿?) y de exclamación (¡!) que producen claros efectos en el plano de la
entonación, con evidentes repercusiones en la modalidad oracional.

b. La facilitación sintáctico-semántica: la organización de las ideas en un


texto y las relaciones de contenido que existen entre ellas se traducen en
la preferencia de unos signos de puntuación sobre otros; por lo tanto, tales
marcas ortográficas facilitan el procesamiento sintáctico-semántico de la
información escrita.

c. La manifestación de la subjetividad: aunque se trate de una función


secundaria, es preciso advertir que los signos de puntuación pueden
poseer, en ocasiones, carácter modalizador; esto es, en ocasiones traslucen
la actitud del emisor. Por ejemplo, las comillas pueden resaltar usos
especiales de algunas palabras (coloquialismos, metáforas, eufemismos,
tabúes, etc.); los paréntesis y los guiones pueden encerrar juicios
personales u opiniones; y los puntos suspensivos pueden indicar duda,
perplejidad o temor, entre otros valores.

3. LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN EN EL ESPAÑOL ACTUAL


En palabras de Peñalver (1998: 278), "con una clasificación ordenada y bien organizada de la
ortografía, podemos estudiar con más rigor y exhaustividad las dudas y dificultades más
frecuentes en el español actual". De acuerdo con la ORAE (2010), los signos de puntuación que
actualmente utilizamos al escribir en español y las principales reglas asociadas a ellos son:

a. El punto (.) señala el final de un enunciado, un párrafo o un texto.


Después del punto, la norma es escribir en mayúscula.

b. La coma (,) delimita unidades inferiores al enunciado; puede tener o no


función distintiva -pensemos en Su vida acabó lamentablemente frente a
Su vida acabó, lamentablemente-. Tras la coma, la norma es escribir en
minúscula, con unas pocas excepciones -por ejemplo, si se trata de un
nombre propio-.

c. El punto y coma (;), al igual que la coma, delimita unidades inferiores al


enunciado. Sin embargo, depende de la longitud y de la complejidad de las
secuencias que separa, así como de la presencia de otros signos de
puntuación. Por tanto, su uso está fuertemente vinculado al criterio de
quien escribe. Tras el punto y coma, la norma es comenzar a escribir en
minúscula, exceptuando unos pocos casos.

d. Los dos puntos (:) delimitan unidades sintácticas jerárquicamente


inferiores al enunciado, sean o no oracionales; detienen el discurso para
llamar la atención sobre lo que se escribe. Con frecuencia, aparecen en las
enumeraciones y en el discurso directo. Como norma general, tras los dos
puntos se empieza a escribir en minúscula.

e. Los paréntesis ( ) se utilizan habitualmente para insertar una


información complementaria o aclaratoria; es decir, son delimitadores y
aíslan incisos en el texto.

f. Los corchetes [ ], en la mayoría de contextos, se emplean de forma


análoga a los paréntesis, aunque casi siempre tienen un carácter auxiliar;
por ejemplo, en la escritura convencional, debe escribirse entre corchetes
la información que se inserta en un paréntesis.

g. La raya (-) se usa como signo simple o doble; en este segundo caso,
aísla la información complementaria que se inserta en el discurso principal,
enmarca incisos dentro de otros incisos, aparece en diálogos -con raya
simple al inicio de cada intervención- o en enumeraciones con forma de
lista.

h. Las comillas atienden a tres tipologías fundamentales: las angulares,


latinas o españolas (« »), las inglesas (" ") y las simples (' '). Entre sus
usos, sirven para insertar un discurso secundario en el principal, señalar
citas textuales, reproducir pensamientos, marcar el carácter especial de
una palabra o expresión, con fines metalingüísticos y en expresiones
denominativas (títulos y apodos).

i. Los signos de interrogación (¿?) y los de exclamación (¡!) -desarrollados


posteriormente los segundos, a partir del siglo XVI- son claros indicadores
de modalidad y se utilizan para enmarcar enunciados interrogativos y
exclamativos directos. En la escritura del español, nunca debe elidirse el
primero de estos elementos.

j. Los puntos suspensivos (...) que antiguamente podían representarse en


su forma simple (......) o doble (::::::) y permitían un número indefinido,
en la actualidad son tres y solo tres puntos consecutivos los que han de
escribirse. Señalan una omisión en el discurso y, al mismo tiempo, son
marcadores de modalidad, ya que pueden emplearse para expresar duda,
temor, vacilación o expectación, entre otros usos.

Aparte de los signos diacríticos (la tilde y la diéresis) y los ya descritos signos de puntuación,
la ORAE (2010) reúne en un tercer grupo otros signos ortográficos: los denominados signos
auxiliares. Estos son de carácter accesorio y cumplen funciones muy diversas:

a. Los guiones (-) se utilizan para dividir palabras a final de línea, para unir
nombres propios y apellidos, dos o más adjetivos (teórico-práctico), o dos
o más sustantivos (espacio-tiempo), entre otras funciones.

b. La barra (/), la barra doble (//), la barra inversa (\), la barra vertical o
pleca (|) y la doble barra vertical o pleca doble (||).

c. La llave, con su variante de apertura ({) y cierre (}).

d. El asterisco, con forma de estrella (*).

e. Las flechas (—T—I^t).

f. El calderón (¾ hoy en desuso.

g. El signo de párrafo (§).

4. LA ADQUISICIÓN DE LA PUNTUACIÓN
La investigación de Baldwin y Coady (1978), de filiación psicolingüística, mostró
experimentalmente que la puntuación es una destreza tardía en la adquisición de la escritura.
A su vez, Ferreiro y Zucchermaglio (1996) evidencian esta premisa a partir de diferentes
estudios en los que examinan la producción y la distribución de los signos de puntuación en
niños hispano e italohablantes. Entre otros aspectos, observan que la recurrencia a la
puntuación aumenta conforme los escolares van ascendiendo de curso.

En efecto, la mayoría de los autores está de acuerdo en que es infrecuente encontrar signos de
puntuación en las producciones escritas de los niños escolarizados en el primer año de
educación elemental o primaria (Fayol 1981; Lur$at 1973). Sin embargo, a partir del segundo
curso aumenta rápidamente la frecuencia de uso y el repertorio de signos que emplean es más
variado. Así mismo, es habitual que, durante los primeros años de escolarización, los niños
apliquen anómalamente algunas reglas asociadas a la puntuación; por ejemplo, suele aparecer
el punto sin ir seguido de mayúscula o, a la inversa, la mayúscula sin ir precedida del punto
(Fayol 1997). Tales alteraciones en la puntuación no son exclusivas de las primeras etapas de
adquisición, pues no podemos olvidar que constituyen un rasgo frecuente del ciberlenguaje
(Pérez Sabater 2007; Yus 2010, 2011; Zhou y Zhang 2005).

En cuanto al uso de los signos de puntuación en adultos, estudios como el que lleva a cabo
Fayol (1997: 168-175) sugieren que, a medida que se va consolidando el hábito de la
puntuación en los usuarios de una lengua, se establece una jerarquía más estricta entre los
diferentes signos que se utilizan; principalmente, para organizar las ideas de las que consta un
texto escrito. Esta jerarquía operaría en el plano del contenido, porque, por ejemplo, la
asociación semántica entre las ideas que aparecen yuxtapuestas por coma tendría que ser, en
principio, mayor que la de los segmentos separados por punto y seguido, y aún mayor que la
relación semántica que existiría entre párrafos separados por punto y aparte.

5. CORPUS
Para la descripción del uso de los signos de puntuación por parte de los estudiantes
universitarios, tuvimos en cuenta dos foros virtuales que organizamos en Español Normativo I,
asignatura obligatoria de primer año del Grado en Lengua y Literatura Españolas en la
Universidad de Murcia. El primer foro giraba temáticamente en torno al concepto de norma
dictado por Coseriu (1981) y a la posterior crítica formulada por Fernando Lara (1999), si bien
los alumnos dilataron el discurso a la posible creación de una lengua estándar. En cambio, el
centro temático del segundo foro se acotó a la estrecha relación existente entre la
comunicación verbal y la no verbal, situando el análisis en encuentros comunicativos cuyos
protagonistas eran conocidos políticos españoles.

La cifra de estudiantes matriculados en esta asignatura ascendía a 91. Las participaciones


escritas podían ser realizadas de manera colectiva o individual. Se dio con mayor asiduidad el
trabajo personal, pues fueron pocas las aportaciones trabajadas en grupo. En total, analizamos
128 intervenciones, lo que en párrafos suma un total de 198 y, en palabras, 23916. En la Tabla
2 ofrecemos datos más detallados sobre el corpus:

Tabla 2. Datos cuantitativos generales de los foros analizados


6. ANÁLISIS SOBRE EL USO Y LOS ERRORES DE PUNTUACIÓN EN
FOROS ACADÉMICOS VIRTUALES
En consonancia con estudios precedentes (Fayol 1981, 1997; Ferreiro y Pontecorvo 1999;
Ferreiro y Zucchermaglio 1996; Lur$at 1973), el empleo de la puntuación siempre ha sido
analizado desde las vertientes cuantitativa y cualitativa, no debiéndose entender como
independientes, sino que propician el análisis conjunto. Por ello, en el presente artículo damos
continuidad a los patrones establecidos.

6.1. DIMENSIÓN DESCRIPTIVO-CUANTITATIVA

En este apartado nos proponemos ofrecer datos numéricos -tanto cifras reales como
estadísticas- de los signos de puntuación utilizados por los participantes de los mencionados
foros académicos virtuales. En la Tabla 3 distinguimos, en un eje, la tipología de signos de
puntuación, de entonación y auxiliares existentes en español, y, desde el otro eje, mostramos
la información hallada en cada uno de los foros, así como las cifras totales de ambos.
Presentamos los datos siguiendo un orden de clímax descendente:

Tabla 3. Datos cuantitativos del empleo de los signos de puntuación en los foros

A tenor de las cifras anteriores, apreciamos que la coma es el signo que se utiliza con mayor
asiduidad, hasta el punto de que casi uno de cada dos signos representados es, precisamente,
una coma. Estos datos, en cierto modo, discrepan de los ofrecidos por Cassany (1995: 179),
quien observaba una tendencia del predominio del punto frente a la coma. A continuación, por
orden de frecuencia, encontramos la utilización del punto, existiendo mayor predisposición por
el empleo del punto y seguido (17.10%) que por el punto y aparte (8.06%).

Si sumamos los valores porcentuales relativos a la coma y al punto, constatamos que


ascienden al 72.3% de los signos utilizados. También hemos de resaltar el alto porcentaje de
las dobles comillas inglesas -un 9.76%-; este hecho lo justificamos por el tema de debate
(recordemos, versa sobre el concepto de norma), ya que en el Foro I encontramos una cifra
mucho más elevada que en el Foro II. Después, le siguen por frecuencia de uso las comillas
simples inglesas (1.91%) y, por último, hallamos la utilización de las comillas latinas (1.27%).
Para interpretar esta información coherentemente, hemos de indicar que la plataforma
informática donde se celebraron los foros virtuales no permite la utilización de cursivas, de ahí
que los estudiantes tuvieran que recurrir a las comillas, si bien la elección entre estos tres
tipos de comillas fue personal.

Al mismo tiempo, nos percatamos de un mayor empleo de los dos puntos -un 3.06%- que del
punto y coma -un 1.45%-. En este último caso, se trata de un signo de puntuación cuya
frecuencia de utilización se caracteriza por un continuo proceso de declive. Por su parte, hay
cifras más elevadas en el uso de signos de cierre tanto de interrogación como de exclamación,
frente a los de apertura, a causa de la tendencia de extrapolar al español modelos de
puntuación propios de otras lenguas como el inglés; dicha moda está muy generalizada,
especialmente, en la comunicación por Internet.

La utilización de signos auxiliares de puntuación con funciones aclaratorias -como es el caso de


los paréntesis y de los dobles guiones-destaca por arrojar unas cifras poco representativas, en
concreto el 5.79% y el 0.36% respectivamente. Así mismo, son muy bajos los porcentajes de
uso que les corresponden a los puntos suspensivos -0.54%-, al guion simple -0.24%- y a la
barra -0.21%-. Por último, no hallamos ningún caso de empleo de corchetes, ya sea el de
apertura o el de cierre.

6.2. DIMENSIÓN NORMATIVO-CUALITATIVA

Desde una perspectiva normativa, hemos de señalar que encontramos tanto casos donde el
uso de los signos de puntuación resulta abusivo, como situaciones totalmente contrarias. La
intervención [1] representa un ejemplo extremo en el que no hallamos ni un solo signo de
puntuación:

[1]
yo opino igual que muchos de mis compañeros Fernando Lara es mas
concreto y argumenta mas la norma ya que Coseriu a mi parecer se queda
un poco escaso. [Foro I, intervención 62]

Por otro lado, según apreciamos en [2] y en [3], tampoco parece quedar
clara la colocación de los signos de puntuación frente al respeto de los
espacios en blanco que exigen en la escritura:

[2]
(...) superan.Las palabras solo son palabras;es como esas veces que
dices una cosa y quieres decir otra:no son muy fiables. [Foro II,
intervención 19]

[3]
Yo creo que la no verbal es una ayuda para la verbal . Sea cierta o no la
información que se muestra verbalmente es una forma de comunicación.
Si tuviesemos que elegir entre una u otra todo el mundo escogería la
verbal. Para expresarnos con gestos ,algo más complejo que miedo o si
es mentira o verdad lo dicho,necesitamos las palabras. [Foro II,
intervención 40]

Procedamos, a continuación, a analizar los errores de puntuación de acuerdo con cada uno de
los signos empleados en los textos escritos:

6.2.1. La coma

Como es lógico, la coma -el signo de puntuación por excelencia del corpus elegido- suma los
mayores casos de utilización incorrecta. Así, en [4] nos percatamos de una recurrencia
excesiva al uso de la coma:

[4]
La comunicación no verbal nos expresa una información importante, pero
pienso que se le da demasiada importancia a la comunicación no verbal,
es verdad que es importante, pero hasta un cierto grado ya que la
palabra, según mi parecer, está por encima de los gestos, porque
estos ademanes dependen de lo que quieras expresar, es decir, no vas a
estar hablando con una amiga sobre las vacaciones, y moviendo los
brazos bastante como si estuvieras exponiendo una materia. [Foro II,
intervención 6]
Otras veces, la coma se intercala de manera incorrecta entre el sujeto y el verbo de la oración,
como comprobaremos en [5], donde la coma debería colocarse después del marcador
discursivo por otro lado:

[5]
Por otro lado el lenguaje no verbal, posee la virtud o la maldición de dar a
conocer datos mucho más complejos que los que da el lenguaje verbal.
[Foro II, intervención 49]
Con mayor frecuencia, existen frases en las que deberían aparecer más comas. Los ejemplos
[6] y [7] presentan una carencia acusada de comas, como consecuencia de un problema
mayor de redacción, pues los alumnos se han servido de manera excesiva de proposiciones
circunstanciales para nutrir informativamente el texto:

[6]
Me resultan chocante que diga lo importante que es realizar una conclusión
tajante, rotunda sobre el tema tratado en cuanto a los políticos se refiere,
ya que en un debate hablado es algo muy difícil ya que no depende de los
asesores sino del propio político y es en este punto donde podemos
descubrir si realmente se cree lo que nos dice y donde puede acabar por
convencernos. [Foro II, intervención 53]

[7]
Se supone que las personas cifran sus esperanzas e ilusiones en lo que
ellos puedan conseguir por lo que me resulta muy artificial que no se
esmeren por aprender lo que quieren comunicar para poderlo expresar con
convicción y con sentimientos que calen hondo en los oyentes. [Foro II,
intervención 56]

En [8] también deberían aparecer comas entre las distintas estructuras sintácticas de las que
consta la intervención escrita:

[8]
No obstante, como ha señalado con anterioridad algún compañero hay
personas que saben actuar muy pero ello no implica que se les escape en
algún momento algo que defina su intención. [Foro II, intervención 20]
En [9] sería conveniente que la proposición subordinada condicional acabara con una coma:
[9]
Si no conseguimos esta primera fase no sirve de nada que mueva la mano
de tal forma o que lleve el pelo peinado de aquella manera. [Foro II,
intervención 53]
Junto a ello, hay casos en que los errores se deben a la mala ubicación de la coma, resultando
bastante incoherente su posición, como ocurre en [10], pues lo lógico sería situarla con
anterioridad:

[10]
Es decir, la norma es algo general y establecido mientras que, el uso son
las características específicas de cada sociedad. [Foro I, intervención 43]
En [11] resulta bastante extraña la colocación de la coma antes de un paréntesis, en lugar de
incorporarla al cerrar el paréntesis:

[11]
Según Lara, la norma corresponde al debe ser, a si el uso es correcto o
incorrecto, pues bien, yo pienso que ese debe ser (por ejemplo músico,
como ya han citado anteriormente algunos de mis compañeros) es
simplemente una de las posibilidades que el sistema recoge y que la
sociedad acepta, (como dice Coseriu) al igual que podía haber aceptado
otra palabra, porque de lo contrario hoy diríamos musiquero de la misma
manera que decimos camionero; hemos aceptado que lo correcto es
músico y no musiquero. [Foro I, intervención 26]
6.2.2. El punto

Como observamos en [12], es un error bastante generalizado que los alumnos no pongan
punto al final de sus intervenciones:

[12]
Por todas estas cosas es importante que prestemos especial atención al
lenguaje no verbal pues como hace mucho tiempo se viene diciendo: 'una
imagen vale más que mil palabras'. [Foro II, intervención 29]
En otras ocasiones, como ocurre en [13], el problema se genera por la utilización del punto
donde debería aparecer más propiamente una coma:

[13]
Respecto a las diversas opiniones sobre el castellano estándar, no llego a
estar de acuerdo totalmente con su establecimiento. Pues conllevaría a
la pérdida de palabras y expresiones que forman nuestra lengua. [Foro II,
intervención 34]
Frente al caso que acabamos de exponer, en [14] se produce el fenómeno inverso; esto es, el
estudiante ha preferido emplear una coma en lugar de un punto:

[14]
Por un lado, considero más adecuado el concepto de norma propuesto por
Fernando Lara, ya que me parece más específico a lo que todo el mundo
entiende por el vocablo norma, esta palabra según la RAE significa: regla
que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas,
actividades, etc. [Foro I, intervención 68]
6.2.3. Las comillas

Los principales fallos que presentan los textos incluidos en los foros, en cuanto a la utilización
de las comillas, destacan por su mal uso tipográfico. Dichos errores podemos estructurarlos en
tres bloques: (1) la confusión entre << >> y « »; (2) relacionado con la tipología anterior,
hallamos el uso de < > por « »; y (3) la sustitución de la comilla simple de apertura (') por el
acento grave C). Los ejemplos [15], [16] y [17] ilustran los defectos -o descuidos- que
acabamos de apuntar:

[15]
Sobre la última pregunta que ha lanzado Susana, yo creo que hay ciertas
personas que sí que utilizan esta comunicación con fines estratégicos; de
ahí el refrán: <<No creas nada de lo que escuches o leas y solamente cree
la mitad de lo que veas>>. [Foro II, intervención 44]

[16]
Este concepto de norma es definido por él como un <deber ser>, es decir,
como debemos usar el lenguaje correctamente, mientras que Coseriu lo
define como la manera común de hablar, ya sea de forma correcta o
incorrecta. A este concepto de norma Lara le da el nombre de <uso>.
[Foro I, intervención 22]

[17]
Además, con los gestos se puede "pillar' una mentira rápidamente, e
intuir que está haciendo alguien que mira para arriba (si esta pensando o
recordando, por ejemplo). [Foro II, intervención 17]

De acuerdo con la información cuantitativa, en estos foros los usuarios han optado
frecuentemente por el uso de las comillas simples, el cual, en bastantes ocasiones [18],
podemos calificar de innecesario e incluso de abusivo:

[18]
Por ejemplo, cuando un profesor que acaba de terminar la carrera llega por
primera vez a un aula, utiliza una serie de gestos (explica sobre la tarima,
utiliza el 'usted',...) de manera estratégica ante sus alumnos, con el
objetivo de 'mantener' las distancias entre ambos, de marcar el límite
entre 'estudiante' y 'profesor'. Nosotros captamos una serie de gestos
que nos transmiten una 'imagen' de él [...]. [Foro II, intervención 44]
6.2.4. Los dos puntos

Se trata de un signo de puntuación con baja frecuencia de uso, si bien en determinados casos,
como en [19], los discentes incurren en el empleo excesivo de los dos puntos:

[19]
La comunicación verbal puede realizarse de dos formas: oral: a través de
signos orales y palabras habladas o escrita: por medio de la
representación gráfica de signos, pero en nuestro tiempo cada vez tienen
más importancia los sistemas de comunicación no verbal. [Foro II,
intervención 41]
Igualmente, echamos en falta los dos puntos en lugar de la coma. Esto ocurre principalmente
en los saludos iniciales; por ejemplo, en [20] donde también aconsejamos incluir una coma
entre el saludo y el vocativo:

[20]
Hola chicos. [Foro II, intervención 41]
Del mismo modo, hemos detectado la colocación anómala de los dos puntos al ser utilizados
con la finalidad de abreviar el discurso [21]. Si, desde un punto de vista pragmático, podemos
entender el mensaje sin ningún problema, hemos de señalar que, normativamente, estamos
ante un uso irregular de los dos puntos debido a los problemas de redacción existentes en el
texto:

[21]
Y lo tercero es que no me parece bien concebir el lenguaje meramente
como un "instrumento", me refiero: que lo que importa del lenguaje es
que sea práctico, sin otras consideraciones. [Foro I, intervención 29]
6.2.5. Los paréntesis
Podemos calificar de inusuales las anomalías halladas en la mala utilización de los paréntesis.
Por un lado, como comprobamos en [22], porque el discente pone el punto con anterioridad al
signo de paréntesis:

[22]
Por ello que Rajoy se aferre durante un debate a un boli o que no pare de
mirar la pared son datos que si que aportan información, pero que un
político esté nervioso, inseguro y quiera controlar los tiempos es algo MUY
natural, ya que pone mucho en juego, y esas emociones en todo caso lo
definen como humano y lo hacen más cercano. (y no es que tenga
ninguna afinidad a este hombre, la política no es algo que me entusiasme).
Volviendo a la idea inicial, el lenguaje no verbal debería utilizarse para
corroborar que lo que se dice es cierto. (insisto en que no me interesa
saber si un político está nervioso o inseguro, ya que esto también puede
ser causa de la presión ante las cámaras). [Foro II, intervención 53]

[23]
Coseriu distingue la norma como nivel de la aceptación social de los usos
lingüísticos; (musiquero) puede ser sistemáticamente posible pero no es
(normal), es decir, queda excluido por la norma social. [Foro I,
intervención 43]

[24]
Sé que probablemente esto nunca va ocurrir puesto que presenta una gran
dificultad y como bien habéis apuntado algunos daría lugar a "guerrillas"
entre los diferentes países hispanohablantes, pero bueno, pese a todo
mantengo mi idea y respeto las demás, pero es mi opinión, pese a no ser
compartida por ninguno de vosotros :( [Foro I, intervención 38]

[25]
En mi opinión, tanto la definición de Coseriu como la de Lara no son del
todo acertadas, o por lo menos se presentan incompletas, no obstante,
he de reconocer que me decanto más por la de Fernando Lara, puesto que
es más específica. [Foro I, intervención 26]

[26]
Yo pienso que no es malo que nuestro país vaya tomando algunas
costumbres de fuera pero con un cierto límite, tenemos que saber exaltar
lo nuestro; lo que nos hace diferentes. [Foro I, intervención 63]

Hemos detectado errores de puntuación excesiva relacionados con los signos de cierre tanto de
interrogación como de exclamación; en concreto, son hechos en los que, tras estos signos de
cierre, el alumno incluye también un punto final, ignorando que dicha información ya está
contenida en los signos de cierre propios de la interrogación y la exclamación. En el fragmento
[27] observamos dicha anomalía:

[27]
¿No debería acabar afirmando la importancia del lenguaje no verbal?. Por
favor, que alguien me lo explique. [Foro II, intervención 53]
Como ocurre en [28], es muy frecuente encontrar interrogaciones y exclamaciones que tan
solo contemplan los signos de cierre, obviando los de apertura, en consonancia con el idioma
inglés y tantos otros -o por contagio con los géneros electrónicos-, pero en discrepancia con
las normas de puntuación propias de la lengua española:

[28]
Os adjunto mi participación chicos. Feliz navidad! [Foro II, intervención
53]
Debemos tener en cuenta que nuestros alumnos suelen ser usuarios de otras formas de
comunicación híbrida que se han desarrollado a raíz de la generalización de Internet. Por ello,
en [29] hallamos una intervención más propia del lenguaje utilizado en páginas informales de
este revolucionario medio que de un foro académico alojado en una plataforma de enseñanza
virtual:

[29]
jajajajaaj!!!!!!!! anda que vaya tela Maria!! haz un comentario nuevo! [Foro
I, intervención 55]
6.2.8. Los puntos suspensivos

Los alumnos recurren a los puntos suspensivos con mediana asiduidad, frente al uso de
"etcétera" o de otras expresiones con valor similar, como puede ser "entre otros". Hemos
observado casos, como [30], donde los discentes incluyen tanto la abreviación "etc." como los
puntos suspensivos:

[30]
Creo conveniente, para empezar a tratar el tema, que no podemos olvidar
que, tal y como señala Lara en su artículo, la unidad de la lengua española
se formó (fijándose por lo tanto sus reglas ortográficas, gramaticales etc..)
alrededor de lo que el denomina 'autoridades', que no son más que las
grandes obras que el pueblo español, así como la Real Academia,
consideran como piedra filosofal o fuente oficial del español, remarcándose
así que la unidad en la lengua española proviene directamente del habla
popular. [Foro I, intervención 66]
Cuando suprimimos parte de un texto que citamos literalmente, los puntos suspensivos deben
ir acompañados de paréntesis o corchetes, falta que observamos, por ejemplo, en [31], si bien
se trata de una práctica bastante extendida en los textos actuales:

[31]
"...excepto Rajoy, a quien también aquí volvió a jugarle una mala pasada la
tentación de mirar al lateral de la cámara para echar un vistazo al reloj que
marca el tiempo de intervención...". [Foro II, intervención 57]
6.2.9. Los guiones

Ejemplificado en [32], los fallos sobre la colocación de los espacios en blanco que deben llevar
los signos de puntuación -cuestión con la que abríamos este apartado- son especialmente
frecuentes en el empleo de los guiones con fines aclaratorios:

[32]
No contento con esto, se decide a criticarlo:"el significado equívoco de la
palabra "norma" en la lingüística hispánica, según el cual toda manera
habitual o común de hablar es una "norma" - a partir de las concepciones
de Coseriu - debe quedar excluido de la comprensión de este artículo (y
ojalá se excluyera de la terminología lingüística hispánica). [Foro I,
intervención 4]
Además, como sucede en los extractos [33] y [34], existen casos en los que se utilizan los
guiones en lugar de las comillas, tanto para referirse a un concepto, como para citar
literalmente las palabras de un autor:

[33]
Pues como expone Fernando Lara, la norma es un -deber ser-, mientras
que Coseriu dice que nos da varias posibilidades para que la sociedad
seleccione unas normas frente a otras. [Foro I, intervención 11]

[34]
Por tanto, las diferencias se hacen más notorias al emplear un registro
menos culto, es decir, se aprecian menos en la escritura, como dice
Fernando Lara -La diversidad hispánica se manifiesta sobre todo en el
léxico, aunque la mayor parte del léxico de la lengua culta literaria, es
común a todos los países hispánicos-. [Foro I, intervención 40]

A su vez, en ejemplos como [35], echamos en falta el empleo de los guiones aclaratorios
cuando el cotexto es propicio para su aparición:

[35]
Mi opinión acerca de este tema es que la norma tal como nosotros la
pensamos se acerca más al concepto de norma que tiene Fernando
Lara;pues como han dicho algunos de mis compañeros ya, este concibe la
norma como un "debe ser". [Foro I, intervención 8]
6.2.10. La barra

En lugar de recurrir al símbolo || con el fin de separar las distintas acepciones que aparecen en
el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española vinculadas a un mismo lema, los
estudiantes, como ocurre en [36], optan por el uso de las dobles barras invertidas:

[36]
Definición según el DRAE de norma: 1: Conjunto de criterios lingüísticos
que regulan el uso considerado correcto. // 2: Variable lingüística que se
considera preferible por ser más culta. [Foro I, intervención 3]
7. CONCLUSIONES
Con esta investigación hemos aportado información relevante de cara al estudio cuantitativo-
descriptivo y cualitativo-normativo de la puntuación en estudiantes adultos de primer año del
Grado en Lengua y Literatura Españolas. Por lo tanto, nos hemos situado ante un usuario que
consideramos competente -si bien aún no podemos elevarlo a la condición de especialista-en el
manejo de la ortografía del español. El género discursivo en el que hemos enmarcado nuestras
indagaciones se aleja de otros más convencionales que han presidido este tipo de análisis,
pues se trata de foros virtuales en los que no debía "desvirtuarse" el carácter académico y, por
consiguiente, la normatividad que había de prevalecer en las distintas intervenciones.

Los principales resultados que se desprenden del análisis señalan que la coma fue el signo de
puntuación más empleado por el alumnado participante, pues su porcentaje de uso representó
el 47.14 %. Ello implica que hay una evidente predilección por utilizar periodos bastante
largos. En cambio, las estadísticas pertenecientes al punto suman el 25.16 % del total. En
cuanto a los dos puntos y al punto y coma, destacamos su bajo nivel de aparición. Por el
contrario, hemos de indicar el uso relativamente frecuente de las comillas.

Si atendemos a los errores detectados, ponemos en aviso equivocaciones emanadas tanto del
exceso como de la falta de signos de puntuación y de signos auxiliares, así como la confusión
relativa a sus usos. Gran parte de estos fallos se debió a problemas de redacción, puesto que
con asiduidad se presentaron muchas ideas escritas en pocas palabras, lo que conlleva una
lectura complicada. Así, hallamos una tendencia bastante acusada de introducir comas,
creando oraciones demasiado largas. Además, encontramos pocos guiones con fines
aclaratorios, y la mayoría de ellos mal utilizados. Del mismo modo, se produjeron fallos en el
empleo de los paréntesis y las comillas que podemos calificar de bastante graves.

Futuras investigaciones cuantitativas y cualitativas sobre el manejo de los signos de


puntuación por parte de usuarios adultos del español podrán aportar nueva información sobre
cuáles son los usos que se apartan de la norma escrita establecida. Solo así será posible
proponer pautas coherentes de actuación pedagógica que prevengan tales anomalías
ortográficas.
Sílaba tónica y átona
Las sílabas de una palabra pueden dividirse en función de la intensidad con que sean pronunciadas
en sílabas tónicas y átonas.
La tonicidad o atonicidad de una sílaba es fonológicamente relevante en español, pues la
posición del acento en una palabra tiene un valor léxico distintivo. Así, pues, son las sílabas tónicas
y átonas lo que nos permite diferenciar “revolver” de “revólver”, o “ánimo” de “animo” o “animó”.
A continuación, te explicamos en detalle qué son la sílaba tónica y la sílaba átona y cómo
indentificarlas.
Vea también ¿Qué es una Sílaba?

Sílaba tónica
La sílaba tónica, también llamada sílaba acentuada, es aquella que presenta mayor prominencia
fonética en una palabra. En este sentido, coincide siempre con el acento prosódico de la palabra.
En todas las palabras, salvo algunas excepciones, existe solamente una sílaba tónica, siendo el resto
sílabas átonas, como en los siguientes vocablos, donde podemos ver la sílaba tónica destacada en
negritas:
Por ejemplo:
• Buscar
• Ideal
• Acné
• Nevera
• Independencia
• Fénix
• Legítimo
• Brújula
• Máximo
Como podemos observar, de los componentes que forman la sílaba tónica, el elemento más afectado
es la vocal o vocales que constituyen el núcleo silábico, no así las consonantes.
De allí que la tilde, que es el signo gráfico que en español sirve para indicar, conforme a las reglas
de acentuación, que una sílaba es tónica, vaya siempre sobre la vocal nuclear de la sílaba tónica.
Por ejemplo:
• Canción
• Busqué
• Amílcar
• Árbol
• Súbito
• Terráqueo
Sílaba átona
La sílaba átona, también conocida como sílaba inacentuada, es toda aquella sílaba sobre la que no
recae el acento prosódico de una palabra, es decir, toda aquella sílaba distinta a la sílaba tónica
de una palabra. Así, en las siguientes palabras, son sílabas atonas aquellas destacadas en negritas.
Por ejemplo:
• Amistad
• Enfrentar
• Expansión
• Relevo
• Detrimento
• Apuro
• Andrógino
• Impertérrito
• Lógico
Asimismo, hay palabras consideradas enteramente como átonas, como ciertos monosílabos y
pronombres, como, por ejemplo, de, mi, tu, el, mas, te, si, tu, etc.

Acento prosódico
El acento prosódico es aquel que nos permite identificar sobre qué sílaba recae el acento tónico
en una palabra.
No todas las sílabas de una palabra se pronuncian con igual fuerza o intensidad, sino que una de
ellas tiende a predominar sobre las demás que la acompañan.
A esta diferencia en la pronunciación de una sílaba en relación con el resto de las que integran la
palabra se conoce como acento.
El acento es una propiedad prosódica, pues es un rasgo sonoro que afecta unidades lingüísticas
superiores al fonema, de allí que también se le conozca como acento prosódico.
La sílaba sobre la que recae el acento prosódico se denomina sílaba tónica o acentuada, y la que
carece de él se llama átona o inacentuada. A continuación, se dan varios ejemplos donde la sílaba
tónica de la palabra es destacada con negritas:
• Casa
• Insípido
• Busqué
• Pensar
Para marcar el acento prosódico, el sistema ortográfico del español cuenta con un signo diacrítico
conocido como tilde o acento gráfico u ortográfico (´), que se rige por un conjunto de reglas de
acentuación gráfica en función de las cuales el acento prosódico de una palabra puede o no ser
indicado gráficamente, como en los siguientes ejemplos:
• Involucrar
• Indagué
• Espero
• Implícito
El acento prosódico es útil porque nos permite diferenciar palabras que solo varían en su
acentuación, pero significan cosas distintas o son tiempos diferentes de un mismo verbo, como, por
ejemplo:
• Válido
• Valido
• Validó
• Solícito
• Solicito
• Solicitó
Dependiendo la sílaba en que se encuentre el acento prosódico, las palabras pueden clasificarse en
agudas u oxítonas; llanas, graves o paroxítonas; esdrújulas o proparoxítonas, y sobreesdrújulas o
superproparoxítonas.
Las agudas u oxítonas tienen la sílaba tónica en la última sílaba de la palabra:
• Hacer
• Comité
• Rezar
• Pensé
Las graves, llanas o paroxítonas tienen la sílaba tónica en la penúltima sílaba de la palabra:
• Casa
• Revólver
• Amigo
• Mármol
Las esdrújulas o proparoxítonas tienen la sílaba tónica en la antepenúltima sílaba de la palabra:
• Solícito
• Geógrafo
• Técnico
• Clásico
Las sobreesdrújulas o superproparoxítonas tienen la sílaba tónica en cualquier sílaba que preceda
a la antepenúltima:
• Mínimamente
• Anatómicamente
• Ábremelo
• Apréndetelo
El acento es la intensidad que se aplica a una sílaba en una palabra para diferenciarla del resto de las
sílabas que no son pronunciadas con dicha energía. En la lengua española el acento prosódico y
el acento ortográfico son los dos tipos principales de acentos; la diferencia es sencilla en su
definición porque el acento ortográfico se marca con la tilde y el acento prosódico no.
El acento prosódico se evidencia en la sílaba donde recae la mayor fuerza al pronunciar una palabra,
o la sílaba tónica. Por ejemplo:
El acento prosódico existe solamente en el habla; no ocurre lo mismo con los acentos ortográficos,
ya que estos llevan tilde sobre la sílaba en la que recae el acento. Por ejemplo, la sílaba tónica "má"
de la palabra "informática" requiere el uso de la tilde para indicar la mayor intensidad para
pronunciar dicha sílaba (es una palabra esdrújula y por eso siempre lleva tilde).
• Ta-ble-ta (el acento prosódico recae en la sílaba "ble").
• Cu-chi-llo (el acento prosódico recae en la sílaba "chi").
• Com-pu-ta-dor (el acento prosódico recae en la sílaba "dor").
• E-di-fi-cio (el acento prosódico recae en la sílaba "fi").

El acento prosódico según la nueva ortografía española


La ortografía de la lengua española se refiere al acento prosódico como la forma general de acentuar
y que, por tanto, engloba a todos los tipos de acentos. Palabras como "papá", "café", u "ordenador"
poseen el acento prosódico, porque todas tienen una sílaba donde se hace énfasis en la
pronunciación, independiente de la tilde.

Ejemplos
• Bo-te-lla (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Ba-ca-la-o (el acento prosódico recae en la sílaba "la).
• Con-ge-la-dor (el acento prosódico recae en la sílaba "dor").
• Ha-cha (el acento prosódico recae en la sílaba "ha").
• Bi-blio-te-ca (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Te-sis (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Ta-bla (el acento prosódico recae en la sílaba "ta").
• Ne-ve-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "ve").
• Pa-ne-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "ne").
• Tri-ci-clo (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").
• Sua-ve (el acento prosódico recae en la sílaba "sua").
• Ri-a-chue-lo (el acento prosódico recae en la sílaba "chue").
• Mu-ñe-co (el acento prosódico recae en la sílaba "ñe").
• Pan-ta-lla (el acento prosódico recae en la sílaba "ta").
• Ci-ne (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").
• E-las-ti-ci-dad (el acento prosódico recae en la sílaba "dad").
• Mo-vi-mien-to (el acento prosódico recae en la sílaba "mien").
• Te-cla-do (el acento prosódico recae en la sílaba "cla").
• Cu-bier-ta (el acento prosódico recae en la sílaba "bier").
• Chi-me-ne-a (el acento prosódico recae en la sílaba "ne").
• Ca-fe-te-ra (el acento prosódico recae en la sílaba "te").
• Mo-ja-do (el acento prosódico recae en la sílaba "ja").
• O-ses-no (el acento prosódico recae en la sílaba "ses").
• Ho-ja (el acento prosódico recae en la sílaba "ho").
• E-le-fan-te (el acento prosódico recae en la sílaba "fan").
• Ma-ra-vi-llo-so (el acento prosódico recae en la sílaba "llo").
• Re-cli-na-do (el acento prosódico recae en la sílaba "").
• Ca-ma-ro-te (el acento prosódico recae en la sílaba "ro").
• A-la-ce-na (el acento prosódico recae en la sílaba "ce").
• Pocillo (el acento prosódico recae en la sílaba "ci").

Acento prosódico en palabras


No hay una terminología universal que caracterice el acento prosódico. Hay dos corrientes a este
respecto:
• La que considera que todas las sílabas de que consta una palabra tienen acento. De ordinario
una sola sílaba lo tiene fuerte, y las demás lo llevan débiles. La sílaba que tiene acento
fuerte, se llama tónica; la que lo tiene débil recibe el nombre de átona. Las vocales que
preceden a la sílaba acentuada se llaman protónicas, y las que la siguen, reciben el nombre
de metatónicas. Desde este punto de vista, todas las palabras tienen acento prosódico, ya
sea débil o fuerte, y también lo tienen todas las sílabas de una palabra.
• También se suele decir que las sílabas o palabras que son tónicas tienen acento prosódico,
mientras que las átonas carecen de él. Esta es la forma preferida en el DRAE, pues la voz
átona se define como ‘que se pronuncia sin acento prosódico’. Desde este punto de vista,
hay palabras que no tienen acento prosódico.
Puede ocurrir que en una sola palabra dos sílabas lleven acento fuerte. Nos ofrecen ejemplo de ello
las voces compuestas de dos palabras íntegras, como decimoséptimo, que consta de dos esdrújulos,
y destripaterrones que se forma de dos palabras graves o llanas. En estos casos, sin embargo, tiene
más peso el último acento, mientras que los anteriores son más débiles; se habla así, en función de
la intensidad, de acento principal, acento secundario y acento terciario.
Los acentos secundarios suelen ir en sílabas alternas. Por ejemplo, cantará tiene el acento principal
en la última sílaba y otro secundario en la primera, es decir, dos sílabas antes.
Los adverbios en -mente como buenamente o abiertamente también tienen varios acentos, pero al
contrario que en los casos anteriores, hay dos principales (es la única clase de palabras con dos
acentos principales).

2 Clasificación
Por razón del lugar que ocupa el acento, se dividen las palabras tónicas con más de una sílaba en
agudas, graves o llanas, esdrújulas y sobresdrújulas. Las agudas llevan el acento fuerte en la última
sílaba (publicó), las graves o llanas lo tienen en la penúltima (árbol), las esdrújulas en la
antepenúltima (ánimo) y las sobresdrújulas en cualquiera de las que preceden a la antepenúltima
(págueseme).
También reciben los nombres de oxítonas, paroxítonas, proparoxítonas y superproparoxítonas.
En la escritura, la posición del acento prosódico se indica por medio del acento ortográfico
mediante las reglas de acentuación.
No se incluyen en esta clasificación las palabras que siempre son átonas (como el prefijo super), las
de una sílaba y las formadas con -mente.

3 Acento prosódico en la oración


El acento prosódico influye en la armonía del lenguaje, y al formarse la frase se modifica dicho
acento por lo que se llama en ocasiones acento de expresión o enfático, mediante el cual se marca
la importancia ideológica de las palabras, su valor gramatical, su sentido, la intención con que se
pronuncian (acento ideológico), así como diversas emociones (acento oratorio). Al pronunciar una
frase, los acentos de unas palabras suenan con intensidad y los de otras quedan oscurecidos o
incluso desaparecen.
Las palabras monosílabas que desempeñan diferentes oficios gramaticales llevan acento fuerte
cuando es más alta su jerarquía gramatical, y su acento es débil cuando su papel es menos
importante (estas últimas se denominan clíticos). Por esta razón se oye acento fuerte en las voces sé,
verbo; él, pronombre; sí, adverbio de afirmación; y se percibe débil en de, preposición; se,
pronombre; el, artículo; si, conjunción condicional. Las voces que, quien, como, etc., también son
átonas cuando no tienen valor interrogativo, pero tienen acento fuerte si lo tienen. Esta es la base de
la tilde diacrítica.
La intensidad del acento fuerte puede variar en palabras homónimas; así se pronuncian con mayor
fuerza las sílabas so, en y pa en los verbos sobre (de sobrar), entre (de entrar) y para (de parar),
que en las mismas voces cuando hacen oficio de preposiciones.

4 Reglas
Los verbos con afijos conservan sus vocales tónicas, pero si eran voces agudas, se convierten en
llanas o esdrújulas; si eran voces llanas, se convierten necesariamente en esdrújulas o
sobresdrújulas:
escribirle, hallándome, díctamelo

Las voces llanas que terminan en consonante normalmente se convierten en esdrújulas en el plural:
árboles, álbumes, mármoles, órdenes

Se exceptúan las invariables (crisis, búmeran), las palabras carácter, cuyo plural es caracteres,
régimen, cuyo plural es regímenes, y espécimen, cuyo plural es especímenes, así como las que
forman el plural con la adición de una s (cómic, cómics).
Las voces agudas se convierten en ocasiones, pero no siempre, en graves al pasar a plural:
corazones, tisúes

pero cafés, sofás


Cuando una u otra parte en las voces compuestas es latina, griega o de otro origen, el acento
prosódico principal se carga a veces en el segundo elemento y a veces en el primero. Se acentúan en
el segundo elemento epigrama, telegrama, kilogramo, monosílabo, neoplatónico, paquidermo,
omnipotente, petrificado, etc., pero en el primero carnívoro, febrífugo, salutífero, epígrafe,
kilómetro, telégrafo, etc.
Son raras las palabras esdrújulas acabadas en diptongo: ventrílocuo, grandílocuo.

Tilde o acento gráfico


La tilde es la representación gráfica del acento en la lengua española. Como tal, es un signo
diacrítico que se representa con una rayita oblicua (´).
La tilde tiene la función de indicar, en la lengua escrita, el lugar donde se hace mayor fuerza
vocal cuando se pronuncia una palabra. Esa mayor fuerza vocal se denomina acento. El acento es
un rasgo prosódico de la lengua, pues afecta a unidades más amplias que el fonema (de allí que se le
conozca también como acento prosódico).
Vea también ¿Qué es el Acento prosódico?
Pero, ¿por qué el acento es un rasgo importante? Pues, porque el acento tiene valor distintivo en
nuestra lengua, ya que nos permite diferenciar grupos de palabras cuya única variante es la
posición de su acento, como, por ejemplo: ánimo, animo y animó.
Así, pues, la tilde o acento gráfico es el signo que nos permite identificar la sílaba que porta el
acento prosódico de la palabra en determinado casos.
Por ejemplo:
• Café
• Almacén
• Canción
• Alcázar
• Caníbal
• Legítimo
• Máximo
• Muéstrame
Pero no todas las palabras tienen una tilde o acento gráfico que nos indique la sílaba sobre la que
recae el acento prosódico de la palabra. Por ello, en español tenemos un conjunto de reglas de
acentuación gráfica que nos permite reconocer la sílaba tónica de una palabra al leerla y, sin
necesidad de haberla visto u oído nunca, nos dice cómo pronunciarla correctamente.
Por ejemplo:
• Ser
• Hacer
• Computador
• Casa
• Iluso
• Extremo

Acentuación
Tilde diacrítica » para voces como tu, de, cuando, donde...

Lista de palabras que no se acentúan » para casos como ésto, fluído, tí, gratuíto...

En español, las reglas de acentuación tienen como principal objeto señalar la vocal tónica con
ayuda del signo de la tilde (también llamado acento ortográfico y, en tipografía, acento agudo).
Por esta razón también se las llama reglas de atildación o de tildación.
Guiadas por un principio de economía, permiten identificar inequívocamente la vocal tónica de
una palabra dada sin necesidad de ningún signo ortográfico en la mayoría de los casos.

1 Norma general.

Una de las páginas de la ortografía académica de 1826 dedicada a la acentuación.


A continuación se dan las normas generales. Hay que tener en cuenta que estas normas presentan
las excepciones de la tilde diacrítica (como en cuántos, llana) y de la tilde hiática (dormíos,
también llana).

Se acentúan:
• Las palabras agudas terminadas en vocal, o en «n» o «s» no precedidas de consonante.
cantó, león, confort, mamuts, minigolf, compás

• Las palabras llanas o graves terminadas:


• En consonante distinta de «n» o «s».
• En más de una consonante o del dígrafo «ch».
• En «y».
crisis, récords, tórax, yóquey, tribu, fórceps, crómlech

• Todas las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas.


rápido, expóngaselo, hábitat, análisis

Consecuentemente, no se acentúan:
• Las palabras con la penúltima sílaba tónica (palabras llanas o graves) que terminan en
vocal o en n o s precedida de vocal.
• Las palabras con la última sílaba tónica (palabras agudas) que terminan en consonante
que no sea n o s o en dos consonantes (las que sean)
• Los monosílabos.
El resto de palabras se escriben con tilde, incluyendo las esdrújulas y sobresdrújulas (la vocal
tónica está en negrita).

Hay por tanto dos pautas:


Terminación Esdrújulas Llanas o graves Agudas Monosílabas
chiita, paulino, Oraa, Feijoo, faena,
agrísimo, chií, alauí,
Vocal anchoa, continuo, miasma, baile, miau
tórtola, área estudié
zooide
n joven camión, acción buen
limpiáis,
jóvenes,
s marchaos, lejos samuráis, dais
diócesis
rondós
Terminación Esdrújulas Llanas o graves Agudas Monosílabas
conceder, coautor,
r máuser, César, Otívar ir
veedor
verdad, piedad,
d césped, huésped
Madrid
cárcel, dátil, mármol, árbol, fácil,
l manual, sutil, tonel
túnel
j, c, g, x, m currículum fénix, cómic, médium reloj, vivac, zigzag boj
z Fernández, cáliz exquisitez, feliz
acimut, cenit
t cénit (también cenit) (también cénit),
argot
fórceps, bíceps, cómics, pívots,
Varias robots, tictacs,
currículums siémens, volavérunt, Sáenz,
consonantes iceberg, tedeums
referéndums

Una forma alternativa de formular las normas generales es la siguiente:


Se consideran llanas las palabras sin acento gráfico que terminan en vocal o en las letras s y
n precedidas de vocal. Se consideran agudas el resto de las palabras sin acento gráfico.

Esta formulación es anterior a la más habitual en la actualidad y se emplea a menudo en la


enseñanza del español como lengua extranjera (ELE).
A estas normas hay que añadir otra complementaria, que se aplica siempre y con independencia de
las anteriores:
• Se acentúa toda vocal cerrada (i, u) tónica pegada a una vocal abierta (a, e, o):
rehúsa, caída, huíamos, cortaúñas

Tradicionalmente se ha dicho que esta tilde «deshace» el diptongo.

1.1 Casos de la y y la ü
La letra y, a los efectos de las reglas de acentuación, se considera, como norma general, consonante:
convoy, jersey, Paraguay, caray

póney, vóley

En algunos nombres con ortografía arcaica, la letra y equivale a una i tónica, que según la
Ortografía del 2010 (OLE, p. 222-223) llevará tilde si las normas de acentuación lo piden. Estos
apellidos también pueden aparecer grafiados con i tildada:
Comýn / Comín, Monteserýn / Monteserín

Aýna / Aína, Laýna / Laína, Ýñigo / Íñigo

Hasta la Ortografía del 2010 no había norma al respecto y lo normal era no añadir ninguna tilde:
Ayna[1]. Cuando la forma arcaica o tradicional lleva una y átona, su presencia no tiene
implicaciones a efectos de la acentuación: Aymerich, Yrigoyen.
La u de las agrupaciones gue y gui solo se considera vocal si lleva diéresis (átona), o tilde (tónica):
antigüedad, güito, ambigúes.

1.2 La h
La letra h no impide la formación de diptongos:
búho, buhito, truhan

En truhan hay diptongo ortográfico; por tanto, al ser monosílaba no se acentúa, aunque la Academia
admitió hasta el 2010 la forma truhán. En buhito, el grupo uhi forma diptongo, que no se
«deshace», por lo que es llana o grave acabada en vocal, es decir, sin tilde.
Se considera consonante, por lo que las adaptaciones que terminan en h se acentúan si son llanas o
esdrújulas.

2 Combinaciones de vocales
En castellano, las vocales se pueden combinar con bastante libertad y puede haber incluso cinco
vocales unidas (rehuíais). Sin embargo, para la acentuación solo es necesario tener en cuenta los
grupos de uno, dos o tres vocales.
Dos vocales separadas por una h se consideran en contacto directo.
El caso más simple es cuando hay una vocal cerrada tónica unida a una vocal abierta; en tal caso, la
vocal tónica siempre lleva tilde:
oír, tenía, paleografía, huía, comíais, chiíes, limpiaúñas

Las vocales cerradas átonas pertenecen siempre a la misma sílaba que la vocal abierta a la que van
directamente unidas; es decir, a efectos de acentuación es como si las vocales cerradas no
existieran:
apreciáis, despreciéis

proteico, cantabais, pusierais

La prolongación de vocales por razones expresivas cuenta como una única vocal:
Menudo exameeeen... (sigue siendo llana ~ examen)

2.1 Alargamiento de una vocal acentuada


Si una vocal que lleva tilde se repite por razones expresivas, todas ellas llevan tilde (OLE, 222):
Sííííí, sí que lo quiero

3 La tilde en palabras de una sola unidad


▶ Artículo principal: Monosílabos ortográficos
Las palabras que solo tengan una sílaba, es decir, las palabras con una vocal o un único grupo de
vocales que forman diptongo o triptongo ortográfico, no llevarán tilde, salvo aquellas que se
relacionan en el apartado Tilde diacrítica.
Ejemplos:
guau, miau, fiais, pio, guion, fue, truhan, bou, a, muy, rio, crio, puar, criar, guiar,
fui, hui, ay, hay, hoy, cuy, me, sol, sed, buey, Luis, dios, Juan, huir, dio, vio, Tuy,
Sanz, Saiz, Sainz, ya, paz, Pla.

La RAE, en sus normas vigentes, considera incorrecto tildar algunas palabras con una sola unidad
vocálica en aquellos casos en que colectivos de hablantes puedan percibir dos unidades. No llevan,
por tanto, tilde guion, pio, rio, Ruan, guio, truhan, crio, etc. Aunque en ocasiones se siguen tildando
estas palabras (×guión, ×pió, ×truhán...), la RAE prefiere grafiarlos sin tilde, pues son monosílabos
ortográficos.
Esta norma no afecta a palabras como hinduismo, chiismo o fluido, pues tienen más de una unidad
vocálica y tanto si se consideran hiatos como diptongos carecen de tilde en aplicación de las reglas
generales.

.
.

4 Diptongos e hiatos
En la acentuación, solo se tiene en cuenta el valor ortográfico de los diptongos y los hiatos.
aéreo [ae.reo], [a.ė.re.o]

deán [dean], [de.án]

león [leon], [le.ón]


El hiato y el diptongo son causas muy comunes de errores ortográficos en lingüística. Y es que,
cuando nos encontramos con dos vocales juntas, sobre todo al momento de hacer una división
silábica, nos invade la confusión y la duda acerca de la manera correcta de proceder.
Dado que conocemos este problema, hoy queremos explicar cómo reconocer y diferenciar los
hiatos de los diptongos. Pero, para ello, habrá que tener claro qué es cada cosa.

Lingüística: Tipos de vocales


Ante todo, es bueno saber que las vocales españolas se dividen en dos categorías: las vocales
abiertas o fuertes (A, E, O) y las vocales cerradas o débiles (I, U).

Para dividir las sílabas como es debido, es importante conocer estos tipos de vocales. Y es
que, dependiendo de éstas, determinaremos si se trata de hiatos y diptongos y así es como
sabremos si dividimos la sílaba o no.

Una vez que sabemos cuáles son las vocales abiertas y cuáles las cerradas, a continuación te
aclaramos cuál es la diferencia entre hiato y diptongo.
¿Qué es un hiato?
Un hiato es la unión de dos vocales en la misma palabra, pero en diferentes sílabas. Por tanto, se
pronuncian interrumpidas, en dos sílabas distintas.

Estas vocales pueden ser:


• Vocal abierta (A,E,O) + Vocal cerrada (I,U )
• Vocal cerrada (I, U) + Vocal abierta (A,E,O )
• Vocal abierta (A,E,O) + Vocal abierta (A,E,O)
Ejemplos de hiatos:
• caer
• teatro
• mareo
También se da cuando una vocal débil lleva acento ortográfico y le sigue una vocal fuerte, como
en:
• río
• país
• biología
Un hiato son dos vocales juntas que se pronuncian en sílabas distintas.
La pronunciación del español exhibe una notable variación con las secuencias vocálicas, que
frecuentemente son articuladas como hiatos o diptongos. Tal sucede con vocal cerrada átona
seguida de abierta tónica, o dos cerradas distintas:
enviar [en.viar] / [en.vi.ar]
incluido [in.clui.do] / [in.clu.i.do]

Por otra parte, en el habla coloquial se da una marcada tendencia antihiática, particularmente con
vocales abiertas distintas:
aerolínea [a.e.ro.lí.ne.a] / [ae.ro.lí.nea]
teatro [te.a.tro] / [tea.tro]

Existen únicamente dos secuencias vocálicas cuya articulación es inequívoca:


• siempre hiato: vocal cerrada tónica y abierta átona
hacía [ha.cí.a]

cacatúa [ca.ca.tú.a]

• siempre diptongo: vocal abierta tónica seguida de cerrada átona -en ese orden-
teméis [te.méis]

causa [cau.sa]

Cualquier otra combinación vocálica podría pronunciarse como hiato o diptongo, según hablantes y
países.

Estas vacilaciones repercuten en la acentuación como ilustra muy bien el caso de la palabra
«guion»:
[gui.on] (hiato)
• Aguda acabado en «n» que debería llevar tilde en la vocal tónica → guión.

[guion] (diptongo)
• Monosílabo, que no se tilda → guion

La Ortografía de 1999 afrontó este problema estableciendo el concepto de hiato ortográfico, del que
depende la tildación de una palabra sin ambigüedades.

1 Hiato ortográfico
Desde el punto de vista normativo, y con independencia de su articulación en el lenguaje real, son
hiatos las siguientes secuencias vocálicas:
• 1. Dos vocales iguales:
azahar [a.za.har], duunviro [du.un.vi.ro]
• 2. Dos vocales abiertas distintas:
teatro [te.a.tro], roedor [ro.e.dor]
• 3. Vocal cerrada tónica (/i/,/u/) seguida o precedida de una abierta (/a/,/e/,/o/):
envío [en.ví.o], transeúnte [tran.se.ún.te]

1.1 Tildación
• Las palabras con hiato de dos vocales iguales (1) o de dos vocales abiertas distintas (2) se
acentúan conforme a las reglas generales de acentuación.
Por ejemplo, «eo»:
• En [a.cor.de.on] se acentúa, por ser palabra aguda acabada en «n»: acordeón

• pero en [le.o.na] no, por ser llana acabada en vocal: leona

• Tratándose de cerrada tónica seguida o precedida de abierta (3) se acentúan siempre con
tilde en la vocal cerrada, aunque no le corresponda según las normas generales.
[en.vi.o] o [a.u.no] no deberían acentuarse porque son llanas acabadas en vocal. Sin
embargo sí se tildan, por ser tónica la vocal cerrada:

envio, envío

auno, aúno

¿Qué es el hiato? Con ejemplos


Para saber qué es un hiato es importante que tengamos en cuenta cuál es la clasificación de las
vocales en lengua castellana. Debes saber que las vocales pueden ser de 2 tipos:
• Abiertas: a, e, o
• Cerradas: i, u
Una vez que tengas claro este concepto, es importante que sepas que el hiato es cuando algunas de
estas combinaciones de vocales (abiertas y cerradas, abiertas y abiertas, etcétera) se encuentran
unidas pero van en sílabas independientes. El hiato separa, el diptongo une.

Clases de hiatos en español


Dependiendo del tipo de vocal que se una, nos encontramos ante un tipo de hiato u otro. Aquí te
descubrimos cuáles son las 3 clases de hiatos que nos podemos encontrar en lengua española. Son
los siguientes:
1. Vocal abierta y cerrada o viceversa con tilde en la cerrada. Sería el ejemplo de BAÚL que
se separaría ba-úl
2. Vocal abierta con abierta. Algún ejemplo de este tipo de hiato sería la palabra CAOS que
se separa ca-os
3. Vocales iguales. En estos casos, las vocales son las mismas y se encuentran unidas en la
palabra (dos a, dos o, dos u, etcétera). Un ejemplo de hiato de este tipo es la palabra LEER
que se separa le-er

Las combinaciones de vocales que son Hiatos


Hay dos tipos de hiatos:
• El Hiato Acentual (o hiato por disolvencia, provocadoo adiptongo) es un tipo de hiato que
resulta del encuentro entre una vocal abierta (a,e,o) con unavocal cerrada (i,u) que va
acentuada por lo que debe llevar tilde obligatoriamente. Algunos ejemplos de hiato
acentual: sa-ú-com, sa-bí-a, dí-a, cal-ma-rí-a, ve-hí-culo, Ma-rí-a
• El Hiato Simple es aquel que consiste en la separación en sílabas distintas de dos vocales
abiertas (a, e, o) o de dos vocales cerradas (i, u) iguales. Algunos ejemplos de hiato simple:
ca-o-ba, sa-e-ta, se-mi-in-cons-cien-te, zo-ó-lo-go, a-or-ta, co-or-di-nar

Ejemplos de hiato í-a


Miles de palabras en español tiene el hiato í-a por este motivo este va a ser el ejemplo de hiato más
común, a continuación ponemos decenas de palabras separadas por sílabas para que veas como
se separan:
• País: Pa-ís
• Paraíso: Pa-ra-í-so
• Maíz: Ma-íz
• Caín: Ca-ín
• Raíz: Ra-íz
• Cocaína: Co-ca-í-na
• Extraíble: Ex-tra-í-ble
• Estantería: Es-tan-te-rí-a
• Etiología: E-tio-lo-gí-a
• Geografía: Ge-o-gra-fí-a
• Bahía: Ba-hí-a
• Cirugía: Ci-ru-gí-a
• Cerrajería: Ce-rra-je-rí-a

Ejemplo de hiato con í-o


Muchas palabras se escriben con í-o, a continuación veremos algunos ejemplos de las palabras que
tienen este tipo de hiato:
• Frío: Frí-o
• Período: Pe-rí-o-do
• Judío: Ju-dí-o
• Río: Rí-o
• Sombrío: som-brí-o
• Etíope: e-tí-o-pe
• Lío: lí-o
• Mío: mí-o
• Tío: tí-o
• Crío: crí-o
Ejemplos de oraciones con hiato
Una de las mejores formas de identificar un hiato es detectandolo en una frase, a continuación te
ponemos varios ejemplos de palabras que contienen hiato en una frase:
• No me quiero CAER en las escaleras.
• Mi mamá se MAREÓ.
• Las notas ESTARÍAN para mañana
• Cuando suena el RÍO siempre TRAE agua
• Juan fue al TEATRO.
• Hay un pez en el RIO
• España es un PAÍS
• Eduar estudia GEOMETRÍA en casa de María.
• Mi hermano es muy EGOÍSTA con sus cosas.
• Mi mamá es profesora de BIOLOGÍA.
• Lo MÍO me pertenece

Ejemplo de hiatos con h intermedia


La h intermedia o intercalada no influye en absoluto en la consideración como diptongo o como
hiato de una secuencia vocálica; así, hay grupos de vocales con h intermedia que forman diptongo.
A continuación algunos ejemplos de hiatos con la h intercalada:
• Ahínco
• Ahorrar
• Búho
• Alcohol
• Ahorcar
• Albahaca
• Ahorrador
• Ahorcado
• Prohíbo
• Turbohélice

Ejemplo de hiatos con vocales fuertes


Cuando las vocales formen cada sílaba por separado una emisión de voz, se tendrá un hiato. Esto se
produce cuando estén juntas dos vocales fuertes (a, e, o), o una vocal fuerte con una débil tónica
(í, ú), o bien, dos vocales débiles iguales que requiera doble pronunciación de la vocal (ii, uu):
• Zoológico
• Arqueólogo
• Caoba
• Teatro
• Aéreo
• Deseo
• Héroe
• Línea
• Diarrea
• Cacao
Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una
débil acentuada
Ejemplos de palabras con hiato con una vocal fuerte y una débil acentuada, si quieres ver la tabla
de como combinan las vocales lo puedes ver en el punto anterior:
• Río
• Sonríe
• Licúo
• Reúno
• Baúl
• Maíz
• País
• Corría
• Dormía
• Oído

Ejemplo de hiato con í-o:


• Baldío
• Bravío
• Caserío
• Confío
• Estío
• Montepío
• Navío
• Vocerío

13 palabras con hiato separadas en silabas


Para que puedas terminar de comprender mejor esta lección sobre los hiatos en español, a
continuación queremos dejarte un completo listado con palabras con hiato separadas en silabas. De
esta manera, podrás poner en práctica tus conocimientos y hacer tus deberes de una forma mucho
más sencilla. ¡Toma nota!
1. Abstraído: ABS - TRA - Í - DO
2. Caída: CA - Í - DA
3. Judaísmo: JU - DA - ÍS - MO
4. Maíz: MA - ÍZ
5. Ataúd: A - TA - ÚD
6. Laúd: LA - ÚD
7. Ateo: A - TE - O
8. Cafeína: CA - FE - Í - NA
9. Egoísta: E - GO - ÍS - TA
10. Taoísta: TA - O - ÍS - TA
11.Bahía: BA - HÍ - A
12. Vehículo: VE - HÍ - CU - LO
13. Agonía: A - GO - NÍ - A

Otros ejemplos de hiatos


Aquí tienes muchos ejemplos de hiatos:
• Mareo
• Geología
• Baúl
• Caer
• Zoológico
• Búho
• Ahorrar
• Chiita
• Vacío
• Hacía
• Baúl
• Ataúd
• Raíz
• Reír
• Tranvía
• Caída
• Maíz
• María
• Freír
• Veníamos
• Continúo
• Capicúa
• Ganarías
• Garúa
• Eólico
• Mareo
• Ortografía
¿Qué es un diptongo?
Nos encontramos un diptongo cuando en una misma sílaba hay dos vocales, una de ellas cerrada
o débil (I, U) y la otra abierta o fuerte (A, E, O), o viceversa. También se da el diptongo cuando
se unen en la misma sílaba dos vocales cerradas distintas.
Estas vocales pueden ser:
• Vocal abierta (a, e, o) + Vocal cerrada (i, u) átona.
• Vocal cerrada átona + Vocal abierta.
• Vocal cerrada + Vocal cerrada (es decir, las secuencias iu o ui).
Ejemplos de diptongos:
• Paisaje
• Magia
• Pausa
• Pseudo
• Ahilar
• Reina
• Lourdes
• Individuo

El diptongo es la combinación de dos vocales en una sílaba dentro de una palabra. Puede haber
un diptongo conformado por dos vocales cerradas o débiles, recordemos que las vocales cerradas
son la i y la u, una cerrada y una abierta, en este caso, las abiertas son a, e y o, o al revés, una
abierta y una cerrada.
Es preciso mencionar que dos vocales abiertas no conforman diptongo, sino que deben ser
separadas en sílabas y forman otro fenómeno llamado hiato, que es la separación de dos vocales
dentro de una palabra.
La letra h en medio de las vocales, no evita que se produzca el diptongo. También es posible formar
diptongo con la letra y por su sonido vocálico.

1. Tipos de diptongo
Los tipos de diptongo pueden ser:
• Diptongo Homogéneo: Formado por dos vocales débiles o cerradas.
• Diptongo Creciente: Formado por una vocal débil y una fuerte.
• Diptongo Decreciente: Formado por una vocal fuerte y una débil.

1. Ejemplos de diptongos

• Dos vocales cerradas: Pueden combinarse la i con la u para formar iu como por ejemplo en
viuda, ciudad, oriundo. Por otro lado podemos forma la combinación ui (u más i) como
aparece por ejemplo en las palabras juicio, ruido, cuidar.

• Una vocal cerrada y una abierta: Las combinaciones son tres para la i y tres para la u. así
tenemos, ia, como en anciano, hacia; ie, como en miedo, tierra y tiempo; io, como en inicio,
novio, piojo. Por otro lado tenemos la combinación ua, como en mensual, suave, acuario;
ue, como en huelo, bueno, hueso; uo, como en individuo, residuo, monstruo.

• Una vocal abierta y una cerrada: Tenemos en este caso dos combinaciones para la vocal a,
dos para la e y dos para la o. Así es que podemos formar los diptongos: ai, como en baile,
paisaje y aire; au, como en aurora, auto, Laura; ei, como en veinte, aceite, pleito; eu, como
en feudo, euforia, deuda; oi, como en oigo, coima, boina; y ou, como en Soufflé, Round,
Lourdes.

COMPAREMOS:
Hiato Diptongo
dos vocales iguales
• portaaviones [por.ta.a.vio.nes]
• leer [le.er] dos cerradas distintas (iu, ui)
• nihilismo [ni.hi.lis.mo] • ciudad [ciu.dad]
• zoólogo [zo.ó.lo.go] • descuido [des.cui.do]
dos abiertas (a,e,o) distintas • imbuido [im.bui.do]
• aéreo [a.é.re.o]
• raedera [ra.e.de.ra]
cerrada átona + abierta (en cualquier orden)
cerrada tónica + abierta (en cualquier orden)
• aula [au.la]
• transeúnte [tran.se.ún.te]
• justicia [jus.ti.cia]
• ríen [rí.en]
• cantáis [can.táis]

Un diptongo se forma con una vocal débil o cerrada más cualquier vocal (débil o fuerte). En
cambio, un hiato se formará con dos vocales fuertes o una vocal fuerte más una débil con acento
gráfico.

Y, entonces, ¿qué son los triptongos? Descúbrelo en la siguiente página…

¿Qué es un triptongo?
Según la Real Academia de la Lengua, un triptongo es la combinación, en una sola sílaba, de
tres vocales.
Los triptongos están formados por una vocal abierta (A, E, O) que ocupa la posición intermedia
entre dos vocales cerradas (I, U), siempre que ninguna de éstas últimas sea tónica.

Según esta definición, pueden darse las siguientes combinaciones para formar un triptongo:

iau iai uai uau ieu iei


uei ueu iou ioi uoi uou

Algunas de ellas no se dan en ninguna palabra, por ello, las más usadas en español son:

iai a-viáis ex-piáis a-so-ciáis


iei a-viéis ex-piéis a-so-ciéis
uai a-mor-ti-guáis a-tes-ti-guáis a-ve-ri-guáis
uei a-mor-ti-güéis a-tes-ti-güéis a-ve-ri-güéis
ioi d-ioi-co
5 Tilde diacrítica
▶ Artículo principal: Tilde diacrítica
El signo ortográfico llamado tilde diacrítica se emplea para evitar posibles ambigüedades en ciertas
palabras. Según la Ortografía, su cometido es diferenciar determinadas palabras que tienen igual
forma pero un significado distinto.
Te dije que no me pusieras poleo sino té.

A él no le gusta el cine.

También llevan tilde diacrítica las palabras qué, cuál/les, quién/es, cómo, cuán, cuánto/os/as,
cuándo, dónde y adónde, cuando tienen un sentido interrogativo o exclamativo:
No sé cuántos mensajes recibo al día.

Hay que saber el cómo, el cuándo, el qué, el quién y el dónde.

Lista de monosílabos con tilde diacrítica:


1. Tú (pronombre personal), tu (adjetivo posesivo):
Tú me tienes que dejar tu coche.

2. Él (pronombre personal), el (artículo):


Él quiere que le dejes el coche.

3. Mí (pronombre personal), mi (adjetivo posesivo):


Para mí es importante que no cojas mi coche.

4. Sí (pronombre personal, adverbio de afirmación o sustantivo), si (conjunción o nota musical):


Sí, te dejaré el coche si tú me dejas la moto.

5. Té (sustantivo ‘infusión’), te (pronombre o letra te):


Te hice un té verde, pero tú lo querías rojo.

6. Dé (forma del verbo dar), de (preposición o letra de):


Quiero que me dé su coche porque me gusta, pero si me diera el de su amigo sería
mejor.

7. Sé (forma del verbo ser o saber), se (pronombre, indicador de impersonalidad o de marca refleja):
Él nunca le dejaría su coche, pero sí sé que se lo vendería.

8. Más (adverbio, adjetivo, pronombre, conjunción con valor de suma o sustantivo), mas
(conjunción adversativa equivalente a pero):
No quiero coger tu coche más, mas no me siento con fuerza para ir andando.

6 Palabras compuestas
Las palabras compuestas de otras y que no están unidas por guion solo llevan acento en la última de
ellas, si lo necesita según las reglas generales:
asimismo, decimoséptimo, metomentodo, guardamanos, buscapiés

decimotercero, baloncesto, tiovivo, fisicoquímico, semidiós

En algunos casos, puede ser necesario añadir un acento si hay que indicar un hiato:
cortaúñas

En los compuestos de dos o más adjetivos unidos con guion, cada elemento conservará la tilde
original, si la tuviera:
histórico-crítico, hispano-suizo, franco-alemán, dálmato-romano

Los adverbios formados por un adjetivo más el sufijo –mente solo tienen tilde si el adjetivo, tomado
aisladamente, la lleva. Ejemplo: fácilmente, merecidamente, cortésmente, fielmente

7 Verbos con pronombres enclíticos


Las formas verbales que lleven enclíticos pronominales (es decir, pronombres pospuestos) serán
tomadas como palabras autónomas y les serán de aplicación las normas generales, prescindiendo de
que las formas verbales desnudas lleven tilde o no:
dame/dámelo, dio/diome/dióselos, abandonó/abandonole, está/estate, pon/ponme

Lo mismo se aplica a dé (con tilde diacrítica): deme, déselo.


Hasta la Ortografía de 1999, la tilde se conservaba si la tenía la forma verbal sin pronombres:
está/estáte.

8 La tilde y las letras mayúsculas


Todas las letras mayúsculas deben escribirse con tilde si les corresponde llevarla según las reglas de
acentuación gráfica del español, tanto si se trata de palabras escritas en su totalidad con mayúsculas
como si se trata únicamente de la mayúscula inicial:
LINGÜÍSTICA, Ángel, PARÍS

Tampoco se omite en las abreviaturas de nombres de persona:


M. Á. ~ Miguel Ángel

9 Palabras que no se acentúan


▶ Artículo principal: Lista de palabras que no se acentúan
Aunque la omisión de la tilde es la falta ortográfica más habitual, en ocasiones se da el fenómeno
opuesto, con la adición de una tilde que no corresponde. Puede deberse a dos razones:
• La palabra se pronuncia mal, como caracter porque se dice /caractér/; aquí hay además un
error de prosodia. Véase la lista de palabras con acento desplazado.
• La palabra se pronuncia bien, pero la tilde no se ajusta a las normas ortográficas. Por
ejemplo, viéseis o construído se corresponden con la pronunciación, pues son una palabra
llana acabada en ese y vocal, respectivamente, y por tanto le sobra la tilde. Véase la Lista de
palabras que no se acentúan.
Al imitar la lengua hablada, no es raro ver acentuadas palabras monosílabas, sobre todo si son
tónicas:
Cree que sirve pa tó, pero no sirve pa ná, porque no tié sesera

Cree que sirve pa to, pero no sirve pa na, porque no tie sesera

10 Arcaísmos y palabras desusadas


La Ortografía no establece excepciones en estos casos, por lo que si se emplean en un texto actual
siguen la norma general. Cuando se trata de un edición de una obra antigua, se adoptan los criterios
que el editor considere adecuados, sin que haya una norma fija.

11 Acentuación de palabras extranjeras


11.1 Préstamos y neologismos
Los préstamos y neologismos que adaptan su grafía y fonética al castellano se acentúan siguiendo
las reglas de acentuación generales, aunque no llevaran tilde en la lengua de origen.
bidé.

láser.
11.2 Nombres propios
En general, a los nombres propios extranjeros no se les añade ningún acento gráfico que en su
origen no tengan.
Wagner pero no *Wágner.

Si el nombre se ha adaptado a la pronunciación y la escritura del español, sí se pueden acentuar.


Este caso se da sobre todo con nombres transcritos de otras escrituras, los personajes de la
Antigüedad o los reyes y santos:
Tolstói (transcrito del ruso)

Platón (de la Antigüedad)

Abderramán (nombre tradicional en español de Abd Al-Rahman)

Tomás Moro (nombre tradicional en español de Thomas Moore)

11.3 Topónimos
Los nombres geográficos que ya están acuñados en castellano o adaptados a su fonética ya no son
tratados como extranjeros, por lo que se acentúan siguiendo las reglas generales.
París.

Támesis.

Afganistán.

11.4 Palabras latinas


Las palabras latinas utilizadas corrientemente en español y que en su forma se ajustan al sistema
ortográfico del español se someten a las reglas de acentuación:
tedeum, referéndum, memorándum, ídem, fórum

Las locuciones latinas, por el contrario, se suelen consideran extranjerismos y en tal caso van sin
tilde:
curriculum vitae, ad infinitum, habeas corpus, alma mater

12 La conjunción o
Hasta la Ortografía del 2010, la conjunción o podía llevar tilde diacrítica entre cifras con el objeto
de no ser confundida con el número cero: 2 ó 3. Sin embargo, en las últimas normas recomiendan
prescindir de ella: 2 o 3.

Reglas de acentuación gráfica en español


La lengua española se rige por un conjunto de reglas de acentuación gráfica que nos permiten, en la
escritura, determinar sobre cuál sílaba de una palabra recae la mayor fuerza de pronunciación.
La tilde o acento gráfico es el signo diacrítico que refleja la acentuación, rasgo prosódico de nuestra
lengua, y que, en consecuencia, nos ayuda a realizar una correcta pronunciación de las palabras.
El acento gráfico o tilde es una rayita oblicua (´) que se escribe sobre la vocal tónica de una palabra.
En el español, la posición del acento puede variar, pues no tiene un sistema acentual rígido. Vale
destacar que dos palabras semejantes pueden incluso tener significados distintos dependiendo del
lugar donde vayan acentuadas (por ejemplo, revólver o revolver, ánimo o animó).
A continuación expondremos, una a una, las reglas que debemos observar para acentuar
correctamente las palabras en la lengua castellana.

1) En palabras agudas
Las palabras agudas solamente llevarán acento cuando terminen en vocal (a, e, i, o, u) o en las
consonantes n o s. En el resto de los casos, no irán acentuadas gráficamente.
Por ejemplo:
• Con tilde: mamá, así, satén, comí, averigüé, luchó, estés.
• Sin tilde: hacer, involucrar, baobab, feliz, papel, pared, estoy.
No llevarán tilde, sin embargo, las palabras agudas terminadas en más de una consonante. Por
ejemplo: iceberg, esnobs, confort.

2) En palabras graves
Las palabras graves o llanas solamente llevarán tilde en caso de terminar en una consonante
diferente de n o s.
Por ejemplo:
• Con tilde: lápiz, cráter, carácter, revólver, clímax, tórax, currículum.
• Sin tilde: libreta, quise, estaba, senderos, fruta, pendiente, naranja.
Sin embargo, una excepción la constituyen las palabras llanas terminadas en dos consonantes,
siendo que la última de ellas resulte una n o una s. Por ejemplo: wéstern, bíceps, récords.

3) En palabras esdrújulas y sobreesdrújulas


Las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas siempre se acentúan gráficamente.
Por ejemplo:
• Esdrújulas: rápido, pálpito, rústico, insólito, miércoles, terráqueo,
• Sobreesdrújulas: hágaselo, cómpremelo, piénsatelo.

4) En palabras monosílabas
Las palabras monosílabas no llevan tilde. Por ejemplo: dos, fe, pan, ser, mil, pie, guion, bien, fue.
Constituyen una excepción a esta regla los monosílabos que se escriben con tilde diacrítica, como
dé, qué, tú, él, etc.
Vea también Acento diacrítico.
5) En diptongos
En palabras cuya sílaba tónica sea un diptongo constituido por una vocal abierta (a, e, o) y otra
cerrada (i, u), la tilde irá sobre la vocal más abierta del grupo. Por ejemplo: miércoles, corrió,
estáis, senséi, huésped, diálogo.
Cuando las dos vocales son cerradas, la tilde se colocará sobre la segunda vocal. Por ejemplo:
casuística, jesuítico, veintiún.

6) En triptongos
En los triptongos, al igual que en los diptongos, la tilde irá siempre en la vocal abierta de la sílaba
tónica. Por ejemplo: confiáis, averiguáis, anunciáis.

7) En hiatos
En palabras en las que se produce un hiato entre una vocal cerrada tónica (í, ú) junto a una vocal
abierta (a, e, o), la sílaba tónica llevará siempre tilde, independientemente de las reglas de
acentuación: Por ejemplo: anatomía, gentío, oír, reír, búho, transeúnte, raíz.

Palabras que ya no llevan tilde

Con la última edición de la Ortografía Española se eliminó la necesidad de acentuar algunas


palabras, que por uso muchas personas siguen acentuando aunque ya se considera innecesario:
• Los pronombres demostrativos: Se trata del grupo de palabras formado por "este", "estos",
"estas". Anteriormente, las mismas debían llevar tilde en la primera sílaba. Con la nueva
ortografía, se ha suprimido la necesidad de tildarlas. Por tanto, enunciados con dichos
términos no debe escribirse con acento: "Estos irán directo a la cárcel por mal
comportamiento".
• Solo: Este vocablo puede funcionar como adverbio (solo hice lo que me correspondía) o
como adjetivo (en este momento me encuentro solo). Se utilizaba la tilde diacrítica en estas
palabras con el objetivo de diferenciarlas. La norma ortográfica establece ahora que la
necesidad de la tilde diacrítica solo tiene justificación cuando se pretende distinguir dos
palabras de distinta tonalidad. Es decir, una debe ser considera átona y la otra tónica. En el
caso de "solo", en ambos usos, mantiene su carácter tónico, por tanto, no puede llevar
acento ortográfico.
• La conjunción "o": En el anterior manual de ortografía, se recomendaba utilizar la tilde en
la conjunción "o" cuando es escrita entre cifras para poder diferenciarla del cero. Ejemplo:
¿Debo pagar 120 o 100 pesos? La actual norma establece que no existe necesidad de
utilizar la tilde, ya que dicha conjunción, por un lado, es átona, y por otro, no se justifica el
hecho de diferenciarla del cero, pues claramente, la letra "o" tiene un tamaño menor. A todo
esto, se le suma el contexto del enunciado que permite también identificar qué tipo de
palabra es.
• Monosílabos: Términos como guion, truhan, fie, liais eran considerados polisílabos y por
tanto, llevaban tilde. Sin embargo, la normativo actual ha dispuesto que, en verdad, se trata
de palabras que deben ser consideradas monosílabas. Por tanto, acorde a las normas
generales de acentuación, dicho tipo de palabras no llevan tilde, salvo en los casos de tilde
diacrítica (ejemplo: para diferenciar té, como infusión, del pronombre te).
Otras palabras que no tienen tilde son:
• "Imagen", "examen", "volumen", "resumen", "origen", "joven", "margen" es escriben sin
tilde aunque sus plurales sí tienen tilde.
• "Acabose", "ponme", "heroico", "estoico" son palabras graves terminadas en vocal y por
eso no llevan tilde.
• "Hubierais", "hubieseis", "fuerais", "fueseis" así como "construido","incluido", "influido",
"gratuito", "huida", "hinduismo", "altruismo" son palabras graves terminadas en s y por
eso no llevan tilde.

6. Ti no lleva acento
A diferencia de mí y sí que se escriben con acento cuando se trata de pronombres personales o
afirmación, en el segundo caso, el pronombre personal "ti" no se acentúa. Por ejemplo: Este regalo
es para ti; lo que tu rostro dice de ti.
7. Conjunción “o” no lleva acento
Anteriormente se recomendaba acentuar la “o” cuando se escribía entre cifras, a fin de evitar
confundirse con el cero. Pero la actual Ortografía de la lengua española señala que la “o” siempre
se escribe sin acento. Por ejemplo: Prefieres agua o refresco; te veo entre las 4 o 5 de la tarde.
8. Solo no lleva acento
La palabra “solo” ya sea como adjetivo o adverbio no se acentúa. Anteriormente se acentuaba
cuando se trataba de un adverbio para evitar la ambigüedad; sin embargo, la actual Ortografía de la
lengua española señala que “solo” no lleva acento en ningún caso.
9. Adverbios con terminación -mente
Los adverbios acabados en –mente solo llevan tilde si el adjetivo del que derivan también la lleva.
Por ejemplo: cortés / cortésmente.
10. “Fe” y “guion” sin acento
Al tratarse de monosílabos, las palabras “fe” y “guion” no se acentúan.

Tipos de signos de puntuación


Los signos de puntuación principales son:
La coma (,)
El punto (.)
El punto y coma (;)
Hay otros, como los signos de interrogación (¿?), los dos puntos (:), los signos de exclamación (!¡),
etcétera. Todos ellos operan sobre la misma base y existen para hacer de la escritura un lenguaje
mucho más rico y preciso. Otro signo de puntuación muy habitual son los puntos suspensivos, estos
tienen múltiples usos que puedes conocer con mayor detalle en el post donde se explica el uso
correcto de los puntos suspensivos. Aquí vamos a centrarnos únicamente en los tres principales: el
punto, la coma y el punto y coma.
Un símil que me encanta para explicar la diferencia entre estos tres elementos es el lenguaje
musical. La coma equivaldría a una corchea, que equivale a medio tiempo, el punto y coma
equivaldría a una negra, pues equivale a un tiempo. Mientras que el punto sería una blanca, que
equivale a dos tiempos.

La coma
La coma se usa para separar y hacer pequeñas pausas en un texto, párrafo u oración, salvo los
que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni. Es una forma de aislar las
ideas. Por ejemplo:
Tengo manzanas, plátanos, melocotones y kiwis.

Hay excepciones que admiten su uso previo a una conjunción, como por ejemplo:
Compró cerveza, queso, patatas fritas y nachos, y llamó a sus amigos.

Otro de los usos más comunes de la coma es para especificar. Por ejemplo:
En Whitechapel cuando cae la noche el legendario asesino comienza su cacería.

Esta frase es correcta aún careciendo de comas, pero podemos ayudar al lector y ordenar la
información con el uso de comas. Este uso es totalmente opcional, pero favorece la lectura, por lo
que es muy aconsejable llevarlo a cabo. En el ejemplo anterior, podría realizarse la acotación del
siguiente modo.
En Whitechapel, cuando cae la noche, el legendario asesino comienza su cacería.

Todo lo que está entre las comas es una acotación, una oración subordinada. Un truco muy útil para
entender esto: puedes omitir lo que está entre las comas, leer la frase y aún así sigue teniendo
sentido.
Yo, sintiéndolo mucho, no puedo aceptar la invitación.

Yo no puedo aceptar la invitación.

El punto y coma
Se usa en oraciones compuestas o enumeraciones complejas. En general, para separar los
elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas.
Es tremendamente útil a la hora de hacer descripciones detalladas. Por ejemplo:
La chaqueta es azul; los pantalones, grises; la camisa, blanca; y el abrigo, negro.

Otro uso consiste en separar oraciones sintácticamente independientes entre las que existe una
estrecha relación semántica:
Era necesario que el hospital permaneciese abierto toda la noche; hubo que establecer
turnos.
Todo el mundo a casa; ya no hay nada más que hacer.

El punto
Existen tres clases de puntos: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final.
El punto y seguido separa enunciados que integran un párrafo. Después de un punto y seguido se
continúa escribiendo en la misma línea. Por ejemplo:
Diego y Clara estaban dando un paseo por el parque. El Sol brillaba con fuerza en el
cielo. El otoño cubría el paseo con sus hojas.

El punto y aparte separa dos párrafos. Es decir, separa dos ideas totalmente distintas. Dentro de la
unidad del texto, aportan contenidos diferentes. En una novela, cada párrafo describiría una acción
diferente. Por ejemplo:
Aquel día, la mañana estaba espesa. El barco, perdido en mitad del océano y rodeado
por la niebla, aguardaba por un atisbo de esperanza. Entonces llegaron los piratas.
Incluso a día de hoy, todavía tengo pesadillas sobre lo que ocurrió aquel día.

El punto final cierra el texto. Es simple, pone fin al texto.

Comillas – uso, reglas y ejemplos


Se trata de un signo ortográfico doble que sirve para destacar alguna parte del texto. Existen tres
tipos de comillas:
• Comillas angulares o comillas latinas o comillas españolas («»)
• Comillas inglesas (“”)
• Comillas simples (‘’)

La función de las comillas. Reglas de su escritura


Las comillas tienen por objeto diferenciar un texto que está inserto en otro. Ayuda a entender que
lo escrito entre ellas no pertenece al autor de la obra. Esto ocurre especialmente en las citas
textuales.
Ese era su finalidad tradicional. Sin embargo, con el tiempo ha ido adquiriendo también otros
usos, aunque siempre otorgando un carácter especial a todo lo que enmarca.
¿Cuál es la regla para su escritura? Las comillas, al igual que el paréntesis, se escriben pegadas a
la primera y última letra del enunciado al cual enmarcan, y deben estar separadas por un espacio
del elemento siguiente.<
br/>
Su uso se debe preferir en el mismo orden en que las hemos presentado: las comillas simples
aparecerán dentro de un texto entrecomillado por comillas inglesas y, a su vez, las comillas
inglesas aparecerán dentro de un texto entrecomillado por comillas angulares.
Ejemplo:
• «El titular del noticiero dijo: “El encargado de la economía nacional es un ‘genio’ no
reconocido”».
• «El gerente de recursos humanos me dijo: “Cuando le menciono la palabra ‘sueldo’ sus
ojos se iluminan”».
Las comillas se usan para:
1. Señalar citas textuales o dichos populares.
Ejemplos:
• Bien los dice el refrán: «El león no es como lo pintan».
• Maurice Maeterlinck decía: «… raras veces se equivocará el que se pone como deber
primero quitarle un sufrimiento al más débil…»
2. Para distinguir palabras extranjeras, vulgares o con sentido irónico.
Ejemplos:
• Sus familiares le ayudan a «ahorrar» el dinero.
• La paloma se fue volando por los «aigres».
• Ella perdió el único «souvenir» de su último viaje.
• La «fiesta» fue muy aburrida.
3. Para comentar una palabra.
Ejemplos:
• La interjección «ay» expresa estados de ánimo.
• La palabra «mármol» es grave.
• La voz «leitmotiv» es alemana.
4. Para citar alguna parte de una obra como son el título de un artículo, un capítulo de un libro, un
poema, etc. Es recomendable que los títulos de los libros se destaquen en cursiva y sin comillas
cuando aparecen en un texto de letra redonda y viceversa.
Ejemplos:
• Su poema favorito es «Táctica y estrategia» de Mario
• Mi novela favorita es Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
• «El tramo moderno» es el cuarto capítulo de la Historia mínima de México.
5. Para comentar los significados.
Ejemplos:
• El elemento compositivo de origen griego -logía ‘tratado’, ‘estudio’, ‘ciencia’ ha dado
lugar a un sinfín de palabras para designar disciplinas científicas: antropología,
arqueología, bacteriología, dermatología, endocrinología, geología, hidrología, etc.
• Hiper- es un elemento compositivo que significa ‘exceso’.
• El elemento compositivo hidro- significa ‘agua’.
• El sufijo -itis significa ‘inflamación’.
Si el texto entrecomillado corresponde a un enunciado interrogativo o exclamativo, entonces, los
signos de interrogación y exclamación se escriben dentro de las comillas. En este caso, debe
escribirse punto después de las comillas de cierre.
Ejemplos:
• Cuando la encontré le dije: «¡Qué gusto volver a verte!».
• Él le pregunto: «¿Cuándo regresarás de tu largo viaje?».
Se puede escribir cualquier signo de puntuación después de las comillas de cierre.
Ejemplos:
• Ella dijo: «Hasta luego»; pero nunca la volvimos a ver.
• «Me voy». Estas dos palabras bastaron para que terminara la discusión que ella había
comenzado.

Uso de comillas en la expresión de pensamientos.


Este uso tiene su principal aplicación en las obras de carácter narrativo. Se utilizan comillas
cuando se reproducen lo que piensan los personajes.
Ejemplo;
“Este chico está aprendiendo rápido”, pensó el abuelo.
Cuando el pensamiento del personaje ocupa varios párrafos, se escriben comillas de cierre (») al
comienzo de cada uno de ellos.
Ejemplo:
«—¡Oh, a él, a don Álvaro Mesía le pasaba aquello! ¿Y el ridículo? ¡Qué diría Visita, qué diría
Obdulia, qué diría Ronzal, qué diría el mundo entero! »Dirían que un cura le había derrotado.
¡Aquello pedía sangre! Sí, pero ésta era otra. «Si don Álvaro se figuraba al Magistral vestido de
levita, acudiendo a un duelo a que él le retaba... sentía escalofríos.»
La Regenta, de Leopoldo Alas “Clarín”

Uso de las comillas para resaltar el carácter especial de un texto.


A veces el redactor desea llamar la atención del lector para que este note el particular carácter del
texto que se encuentra entrecomillado.<
br/>Es como decirle que se detenga y analice con atención todo lo que está escrito en comillas.
Ejemplo:
Tú solo me mencionas “ese tema” cuando quieres empezar una discusión.
Ese “trabajo” parece muy sospechoso.

Al intercalar un comentario literal de un personaje dentro de un discurso referido o indirecto: Juan


me dijo ayer que yo era "la mujer más guapa que había visto nunca", para señalar que las
palabras que están entrecomilladas son exactamente las mismas que ha dicho la persona antes.

(El paréntesis es un signo ortográfico doble (de abertura y cierre) con la forma de una línea curva
dibujando una figura semicóncava ().
Los paréntesis actúan como un signo delimitador, pues permiten aislar y enmarcar unidades
lingüísticas, como palabras, grupos sintácticos, oraciones e, incluso, párrafos enteros.)

Para qué sirven los paréntesis


Los paréntesis son usados, por lo general, para insertar información complementaria o aclaratoria
de la oración principal.
De este modo, entre los paréntesis podemos poner lo que no es parte central del mensaje, aunque
constituya una suerte de segundo discurso complementario.
Incisos, precisiones, ampliaciones, rectificaciones, acotaciones, entre otros enunciados, pueden
encerrarse entre paréntesis.
Por ejemplo:
• La novela del colombiano (publicada en 1967) celebraba cincuenta años de su primera
edición.
• Como el dinero nunca le faltó (venía de una familia acomodada), ni siquiera en ese
momento desesperado, con el negocio en quiebra, se preocupó.
• Luis se había enterado (a mí nadie me había dicho nada) de que Mónica había abandonado
la universidad.
• Aunque le gustaba mucho la ciudad (su río, sus puentes, la luz dorada del final de la tarde),
había algo que le impedía terminar de sentirse a gusto.
• La multitud aplaudió su discurso (yo no).
• Los presidentes se reúnen en la ONU (siglas de la Organización de las Naciones Unidas)
para debatir sobre el calentamiento global.
• La película le había recordado otra que había visto hacía tiempo (sobre vampiros) donde el
protagonista desaparecía en la mitad y no se volvía a saber de él hasta el final.
Si bien la función del paréntesis para aislar estas unidades lingüísticas es compartida con otros
signos, como las comas y los guiones, el paréntesis indica un mayor grado de aislamiento de la
unidad lingüística. Sin embargo, conviene apuntar que la elección de uno u otro signo responde,
muchas veces, a la voluntad del autor.

Cómo se usan los paréntesis


Los paréntesis deben escribirse pegados al primer y último carácter de la frase que encierran.
Además, se debe dejar un espacio entre ellos y el elemento que los antecede y los sigue.
Sin embargo, si lo que sigue al signo de cierre del paréntesis es un signo de puntuación, no hay que
dejar el espacio entre este y el paréntesis.
Por otro lado, conviene apuntar que dentro del paréntesis no debe iniciarse con mayúscula,
exceptuando los casos en que este sea precedido por un punto.
Por ejemplo:
• El libro (tanto hablaba de él que era imposible no saberlo) se llamaba La broma infinita.
• La chica que nos atendió (Lucía, según creo recordar), nos dijo que esperáramos sentados.
• Los viernes cerraban más temprano. (Había que darles un poco de holgura a los chicos,
que tanto trabajan durante la semana).

Otros usos del paréntesis


Los paréntesis, además, pueden ser usados con otros tipos de funciones, sobre todo como signos
auxiliares.
• Para indicar distintas opciones de lectura en un texto: La(s) persona(s) seleccionada(s)
deberá(n) rellenar la planilla de solicitud.
• Para desarrollar abreviaturas: OEA (siglas de Organización de Estados Americanos).
• Para reconstruir palabras incompletas: tele(visión), cel(ular).
• Para indicar la omisión de un fragmento en una cita textual: “En un lugar de La Mancha
(…), no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo”.
• Para destacar algún elemento en temas lingüísticos. Por ejemplo, elementos que pueden ser
omitidos: “Mientras (yo) agonizo”; “Se viró de espalda(s)”; o para explicar determinados
procesos: am(ar) + aba > amaba.
• Para marcar letras o números en una enumeración: 1) tijeras, 2) papel...; (a) evaporación,
(b) condensación, (c) precipitación...
• Para fórmulas matemáticas: (a + b)3.
Para intercalar aclaraciones, datos, precisiones, significado de palabras extranjeras o palabras
técnicas.
Ejemplos:
• El escritor nació en Guadalajara (España).
• Atacaron a especialistas de la ONU (Organización de Naciones Unidas).

3. Para precisar acotaciones en las obras de teatro o narrativas.


Ejemplo tomado de Don Juan Tenorio de José Zorrilla:
• Don Gonzalo: Cúbrome, pues, y me siento. (Se sienta a una mesa a la derecha, y se pone el
antifaz.)
4. Para dar lugar a opciones en un texto.
Ejemplo:
• El (los) prestador(es) prestará(n) el (los) servicio(s) en el (los) domicilio(s) señalado(s) en
el Anexo I.
d) Cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones con abreviaturas, se pueden
utilizar los paréntesis para reconstruir las palabras completas o los elementos que faltan en el
original y se suplen.
Ejemplo:

Imp(eratori) Caes(ari).

e) En la trascripción de textos se utilizan tres puntos entre paréntesis para dejar constancia de que
se omite en la cita un fragmento del texto (en este uso suelen alternar con los corchetes).
Ejemplo:

Hasta aquí ( ... ) la obra visible de Menard, en su orden cronológico. Paso ahora a la
otra: la subterránea, la interminablemente heroica, la impar. También, ¡ay de las
posibilidades del hombre!, la inconclusa. Esa obra (... ) consta de los capítulos
noveno y trigésimo octavo de la primera parte del don Quijote y de un fragmento
del capítulo veintidós.
(Jorge Luis Borges: "Ficciones").

g) Combinación de los paréntesis con otros signos


Los signos de puntuación correspondientes al periodo en el que va inserto el texto entre paréntesis
se colocan siempre después del de cierre.
Ejemplos:

Tenía varios hermanos (era el primogénito de una numerosa familia), pero no los veía
desde hacía años.
¿En qué año se creó la ONU (Organización de las Naciones Unidas)?
.
.
.

Punto y coma – uso, reglas y ejemplos


El punto y coma indica una pausa más larga que la coma y más corta que el punto. Se escribe
punto y coma:
1. Para separar oraciones independientes pero que pertenecen a una unidad de pensamiento.
Ejemplo:
«De niño fue pastor, de joven soldado; después cultivó una pequeña heredad, patrimonio de sus
padres, hasta que, por último, le faltaron las fuerzas y se sentó tranquilo a esperar la muerte, que
ni temía ni deseaba». El gnomo de Gustavo Adolfo Bécquer.
2. Para separar los elementos de una enumeración cuando existen comas entre los elementos de la
misma. Ejemplo:
«Había joyas de un valor inestimable, collares y gargantillas de perlas y piedras finas; ánforas de
oro, de forma antiquísima, llenas de rubíes; copas cinceladas, armas ricas, monedas con bustos y
leyendas imposibles de conocer o descifrar; tesoros, en fin, tan fabulosos e inmensos, que la
imaginación apenas puede concebirlos». El gnomo de Gustavo Adolfo Bécquer.
3. Antes de las conjunciones adversativas pero y mas cuando la frase que sigue es larga. Ejemplo:
«-Cuando el Moncayo se cubre de nieve, los lobos, arrojados de sus guaridas, bajan en rebaños
por su falda, y más de una vez los hemos oído aullar en horroroso concierto, no sólo en los
alrededores de la fuente, sino en las mismas calles del lugar; pero no son los lobos los huéspedes
más terribles del Moncayo: en sus profundas simas, en sus cumbres solitarias y ásperas, en su
hueco seno, viven unos espíritus diabólicos que durante la noche bajan por sus vertientes como un
enjambre, y pueblan el vacío, y hormiguean en la llanura, y saltan de roca en roca, juegan entre las
aguas o se mecen en las desnudas ramas de los árboles». El gnomo de Gustavo Adolfo Bécquer.

Regla para usar el punto y coma


Este signo se escribe siempre pegado a la palabra u otro signo que lo precede, y se halla separado
por un espacio de la palabra o signo que lo sigue. Dicha palabra posterior, debe ir en minúscula.
Los únicos casos en que dichas palabras se escriben en mayúsculas se da en aquellas oraciones
c[omo por ejemplo: Un manual de gramática, al indicarnos ejemplos del sujeto en la oración,
puede realizarlo de la siguiente forma: José juega en el parque; Marcos es un buen alumno; Todos
iremos de paseo.
El punto y coma es un signo de puntuación que la ortografía de la lengua española sitúa entre los
llamados “delimitadores principales”.
¿Para qué sirve y cuándo usar el punto y coma?
El punto y coma tiene dos funciones principales
. Jerarquizador de la información. Para comprender como el punto y coma funciona como
jerarquizador, veamos el siguiente ejemplo:
• “Afuera, las murallas altas, grises, encajonan el predio de su casa como si fuera una
prisión; dentro, la sala grande, las habitaciones vacías, un silencio sepulcral...”
En este ejemplo, vemos que la primera oración describe las características exteriores que rodean a
la casa. Cuando termina esa oración, luego del punto y coma, se comienza a describir la parte
interior de dicha casa. Es decir, se comienza hablando de un nivel (afuera) y luego de otro (dentro).

2. Relación semántica entre las diversas oraciones. El punto y coma es un signo intermedio entre la
coma y el punto y seguido.
¿Por qué?
Tiene como función establecer una pausa más continua que la realizada por la coma, sin embargo,
dicha pausa no es tan larga como lo es cuando usamos el punto y seguido.
Ello es debido que se procura mantener una similitud y conexión entre las varias oraciones que
pueden encontrarse separados por el punto y coma.

Ejemplo:
• Todo me parecía hermoso; el viento acariciándome el rostro, el cielo azul...

Uso del punto y coma en las oraciones yuxtapuestas


Cuando queremos separar oraciones que tienen un sentido muy similar, pero no lo queremos hacer
mediante el punto y seguido ya que ambas, por más que sean oraciones independientes, están muy
relacionadas entre sí por el significado que expresan. En tales casos, es conveniente el uso del
punto y coma.
Ejemplos:
• Usted puede marcharse; ahora solo queda resignarse.
• Juan se ha esforzado mucho; pero tú no has hecho lo mismo.
• Su chaqueta es negra; el pantalón, azul marino.
• A altas horas de la noche aun permanecía despierta; quizás pensaba en su pasado.

Ejemplos del uso del punto y coma en la literatura


• Al sonar las campanadas en el reloj del pasillo, se despertó de repente; cerró la ventana, de
donde entraba nauseabundo olor a establo de la vaquería de la planta baja; dobló los
paños, salió con un rimero de platos y los dejó sobre la mesa del comedor; luego guardó los
cubiertos, el mantel y el pan sobrante en un armario; descolgó la candileja y entró en el
cuarto, en cuyo balcón dormía la patrona. - Pio Baroja, La lucha por la vida, Wikisource.
• Cada palabra consta de uno o más miembros, cada uno de los cuales puede proferirse por
sí solo perfectamente, y es indivisible en otros en que pueda hacerse lo mismo;
reproduciendo todos juntos la palabra entera.

Diferencia entre el punto y coma, la coma, y el punto.


Es frecuente la confusión al momento de utilizar el punto y coma debido a su analogía con otros
signos de puntuación, como la coma (,) y el punto y seguido (.).
Todos estos signos ortográficos tienen la similitud de que señalan determinadas pausas dentro de
la oración. Sin embargo, se diferencia de la coma en que esta última se utiliza para dar a entender
al lector una pausa breve en la oración, como cuando decimos “Tengo en mi casa dos perros, un
gato, un loro”.
Las palabras o frases separadas por la coma, no son, en la mayoría de los casos, oraciones
independientes entre sí.
Ejemplo:
• El ligero resplandor, parecido a un fuego de bengala, pasó sin ruido en la atmósfera
extraña de aquel tiempo; el esfuerzo heroico desalojó de la capital del virreinato a la fuerte
raza conquistadora; Montevideo recibió la recompensa de su abnegado denuedo... -
Eduardo Acevedo Díaz, Ismael, Wikisource
Como se ve en el ejemplo, las oraciones separadas por el punto y coma son independientes y hasta
incluso las mismas podrían estar separadas por un punto y seguido. Sin embargo, como se ha
indicado el uso de uno u otro signo ortográfico dependerá del contexto que exprese la oración como
se ha indicado más arriba al hablar de las funciones de este signo.

El punto es un signo ortográfico que se usa principalmente como signo de puntuación para
marcar el final de un enunciado, párrafo o texto.
Es un signo circular de pequeñas dimensiones (.). Se escribe siempre junto al elemento que lo
precede, sea este una palabra, un número o cualquier otro signo, y separado por un espacio del
elemento que lo sigue.
El punto debe usarse, por un lado, por una cuestión sintáctica: se emplea para delimitar enunciados
y párrafos en un texto.
Pero, por otra parte, el punto también se relaciona el criterio que se emplee para la organización de
la información y la agrupación y jerarquización de las ideas en el texto, para que este sea claro y
coherente.
En este sentido, el uso del punto también responde al criterio del autor y la forma en que este crea
más conveniente o más ajustado a su propósito organizar la información en un texto, según lo que
pretende que los lectores interpreten.
El punto, dependiendo del tipo de unidad discursiva que se encuentre delimitando, podrá recibir
distintos nombres: punto y seguido, punto y aparte o punto final.
Asimismo, el punto puede usarse como signo de puntuación propiamente dicho o como signo de
abreviación (sr. EE.UU., etc.), así como con expresiones numéricas (1.2, 3.).

El punto es el signo gramatical (.), que destaca la finalización de un enunciado y el eventual


comienzo del otro. Entre todos los signos de puntuación gramaticales, el punto es la pausa más
prolongada del discurso.
En cualquier caso, el punto siempre significa la finalización de una idea con más fuerza que la
coma (,) o que el punto y coma (;). A diferencia de lo que ocurre con estos dos signos de
puntuación menos potentes, luego del punto siempre se comienza escribiendo la siguiente
palabra con la primera letra en mayúsculas: esto es la evidencia máxima del comienzo de una
nueva idea.

¿Cuáles son los principales usos del punto?


• Punto seguido. Se utiliza para separar una idea de otra en el mismo párrafo. Es habitual
utilizarlo cuando se está haciendo referencia a una situación en un tiempo y espacio, y simplemente
se modificó la acción que se quiere retratar: nada ha cambiado del contexto, pero sí es otra idea la
que se explicita.
• Punto y aparte. Se utiliza para cambiar el contexto, y no tiene ninguna diferencia en la
grafía con el anterior, pero además de separar dos oraciones separa dos párrafos.
• Punto final. Se utiliza cuando el párrafo que está culminando es el último del texto.

Tipos de punto
Existen tres tipos de punto dependiendo de su posición en el texto y su función: el punto y seguido,
el punto y aparte y el punto final.

Punto y seguido
El punto y seguido es aquel que se escribe al final de un enunciado a continuación del cual, en la
misma línea o renglón, se inicia otro enunciado. Es el punto que se utiliza para separar enunciados
dentro de un mismo párrafo.
Por ejemplo:
Una historia, cualquiera, se desvanece, pero la vida que ha sido rozada por esa historia
queda por toda la eternidad. El recuerdo se borra, pero queda otra cosa en su lugar.

César Aira. Una novela china (1987).

Punto y aparte
Se llama punto y aparte aquel que se pone al final de un párrafo a continuación del cual se inicia
otro enunciado en un párrafo nuevo. Es el punto que se usa para separar dos párrafos distintos.
Por ejemplo:
—Nadie me entiende —dijo Esperanto.

Y abrió los ojos.


Y volvió a cerrarlos.

Ahora Esperanto regresaba desde el mismo sueño de siempre pero una cosa era más o
menos segura: esta vez no volvía al lugar de costumbre o, por lo menos, a alguno de los
posibles lugares de costumbre.

Rodrigo Fresán. Esperanto (1996)

Punto final
Como punto final denominamos aquel que se emplea al final de un escrito o de una división
relevante de este, como un capítulo o parte.
Por ejemplo:
No sonaron doce campanadas en las iglesias de París; pero dejó de nevar, y al día
siguiente brilló un frío sol.

Carlos Fuentes. Final de la novela Terra nostra (1975)

Punto y seguido es el que separa dos enunciados diferentes dentro de un mismo párrafo. Esto es lo
que ocurre al escribir cuando cerramos un enunciado con punto y, a continuación, en el mismo
párrafo, empezamos otro. El que cambiemos de párrafo o nos mantengamos en el mismo es una
cuestión de contenido. Los párrafos tienen que tener contenido unitario. Desarrollan una idea
completa o, por lo menos, un aspecto unitario dentro de una idea con muchas ramificaciones.
Vamos a ver cómo funciona todo esto en un par de párrafos de ejemplo:
Don Sisebuto Nonato era un gran amante de la ortografía. Todas las mañanas, antes de desayunar,
se leía dos o tres ortografías de lenguas diferentes. Eso le daba fuerzas para empezar el día.
Un buen día, nuestro amigo Sisebuto tuvo un contratiempo. Fue a buscar las ortografías que había
dejado preparadas por la noche encima de su escritorio, pero no las encontró por ningún lado. Solo
podía pensar que se las habían robado.
[…]
Cada uno de los puntos que quedan en el interior del párrafo en el ejemplo de arriba es un punto y
seguido. En cambio, el que se queda ya al borde del párrafo se denomina punto y aparte (y eso es
harina de otro costal). Como vemos, después de un punto y seguido se escribe mayúscula. Entre el
primer párrafo y el segundo hay un salto en lo que estamos contando. En el primero estamos
hablando de cosas que hace habitualmente el bueno de Sisebuto, mientras que en el segundo hemos
empezado a contar una cosa concreta que le pasa un día determinado. Por eso cambiamos de
párrafo.

Uso de los puntos suspensivos


Los puntos suspensivos son signos de puntuación formados por tres puntos escritos de manera
consecutiva (...)
Son utilizados, principalmente, para señalar en el discurso un suspenso (de ahí su nombre), pero
también pausas, dudas, o para marcar una supresión de una parte que no interese referir por
diferentes motivos.
Los puntos suspensivos se escriben pegados a la palabra o signo que los precede, y separados por un
espacio del signo que los sigue (excepto si los sigue otro signo de puntuación).
A continuación de los puntos suspensivos solamente se inicia con mayúscula si enunciado no
continúa después de ellos. En caso contrario, sí se escribe mayúsculas.

Cómo usar los puntos suspensivos


Los puntos suspensivos pueden utilizarse para marcar en el discurso distintas cosas: una pausa,
suspenso, vacilación, la supresión de parte de un texto, entre otras cosas. A continuación te
explicamos en detalle cómo usarlos y los motivos de su utilización.
Para indicar una pausa en el discurso que expresa duda, vacilación, temor o suspenso. Por
ejemplo:
• No me esperaba esto... Eh... Bueno...
• Si supieras lo que me dijo...
• Y cuando llegamos ahí no vimos a nadie. Pero oímos un ruido... detrás de los arbustos... Y
nos acercamos. Era él.
Para señalar una interrupción voluntaria en el discurso, ya que el resto se da por conocido por
el interlocutor. Por ejemplo:
• De tal palo... Así que no me vuelvas a recordar que soy hijo de mi padre.
• Buscamos el libro por todos lados. Hasta tratamos de contactar a la familia del autor... Pero
ya sabes cómo acabó todo.
Para evitar repetir títulos largos de una obra que debe volver a mencionarse a lo largo de un
texto. Por ejemplo: “El coronel no tiene quien le escriba es un relato que cuenta la historia de una
pareja anciana. La obra El coronel... es una de las narraciones más famosas de su autor”.
Para evitar palabras o expresiones vulgares o malsonantes, pero insinuándolas con los puntos
suspensivos. Por ejemplo:
• ¡Qué hijo de p...!
• Te puedes ir a la m...
Para dejar el enunciado en suspenso, independientemente del motivo. Por ejemplo: “Pasó todo
muy deprisa. La policía, los bomberos, los gritos de la gente... En fin. No quiero seguir hablando de
esto”.
Para hacer un énfasis expresivo, alargando entonativamente un texto. Por ejemplo: “Me acordé de
lo que me había dicho mi madre. 'Allá me oirás mejor. Estaré más cerca de ti. Encontrarás más
cercana la voz de mis recuerdos que la de mi muerte, si es que alguna vez la muerte ha tenido
alguna voz'. Mi madre… la viva.”
Para indicar, en enumeraciones, que la lista queda abierta o resulta incompleta (es equivalente a
la palabra etcétera). Por ejemplo: “Vamos de vacaciones. Queremos relajarnos, dar largos paseos,
dormir hasta tarde, comer hasta reventar...”
Para indicar la ausencia de una palabra o fragmento en una cita textual. Por ejemplo: “En un
lugar de la Mancha (...), no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo”.
Para señalar que el fragmento citado no corresponde al inicio del enunciado. Por ejemplo: “...
tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada”.
Para hacer notar que el fragmento citado continúa más allá de la última palabra reproducida.
Por ejemplo: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi
madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo...”

Cómo usar los puntos suspensivos


Los puntos suspensivos se componen de tres puntos juntos que van siempre pegados a la palabra
que los precede y separados por un espacio de la palabra que viene después.
Cuando los puntos suspensivos separan dos enunciados independientes, la segunda frase comienza
con mayúscula:
El caso es que si lloviese… Mejor no pensar en esa posibilidad.
Sin embargo, cuando los puntos suspensivos interrumpen el enunciado por la mitad para
continuarlo después, iría en minúsculas:
El caso es que si lloviese… tendríamos que buscar una alternativa.
Los puntos suspensivos y el punto. Los puntos suspensivos funcionan como punto final del
enunciado y nunca deben de ir seguidos de punto, excepto cuando la palabra que los precede es una
abreviatura. En este caso llevaría cuatro puntos:
Algunas abreviaturas con tilde son pág., cód., admón….
Los puntos suspensivos, la coma, los dos puntos y el punto y coma. Lo que sí puede ir después de
los puntos suspensivos son otros signos como la coma, el punto y coma o los dos puntos, sin dejar
espacio entre ellos:
Cuando quieras que avise a tus hermanos, tus primos, tus vecinos…, avísame.
Los puntos suspensivos y los signos de exclamación e interrogación. La normativa para colocar los
puntos suspensivos junto a un signo de exclamación depende del enunciado. Cuando no está
completo, los puntos van antes del signo de exclamación o interrogación:
¿No te dije que trajeses…? No sé por qué pierdo el tiempo, nunca me escuchas.
Sin embargo, cuando el enunciado está completo, los tres puntos se colocan después:
¿Habrá traído las cosas?… Seguro que sí.
¡OJO! Existe un caso muy concreto donde se puede dar un cierre de puntos suspensivos con
abreviatura (es decir, cuatro puntos) y signo de interrogación: ¿Viste al Sr….?
Hasta aquí los usos de los puntos suspensivos y su normativa. ¿Qué os parece? ¿Soléis usar mucho
este signo de puntuación?
¿Cuándo NO debo usar el signo de los puntos suspensivos?
Errores comunes del uso incorrecto de los puntos suspensivos:
▸El abuso de los puntos suspensivos:
Un exceso de puntos suspensivos ralentiza el ritmo del texto y genera falta de seriedad en el
texto. ¿Realmente es esa la impresión que quieres dar? Dosifica el uso de este signo de puntuación
tan lleno de significado.

La esperaba al final del camino… Su gesto estaba pálido… Cuando le dijo lo que
acababa de suceder, ella no daba crédito… Lloraron abrazados a la luz de la luna…

.
.
.
.

(El guion largo es un signo de puntuación diferente al guion corto (el que se usa
para separar palabras para continuarlas en la línea siguiente).
USOS DEL GUION LARGO O RAYA
• 1. Para hacer incisos que interrumpen el discurso. Se utilizan como si fueran paréntesis,
con una raya delante y otra detrás, pegadas al texto pero separadas por un espacio al
menos del resto de la frase.
Ejemplo: Para editar un libro —que es más fácil y barato de lo que piensas— puedes contactar
con info@editorialcuatrohojas.com.
• 2. Para iniciar cada una de las intervenciones de un diálogo en estilo directo, sin que sea
necesario mencionar al emisor. En este caso se escribe un guion largo delante de las
palabras que constituyen la intervención.
Ejemplo:
—¿Y es verdad que en Editorial Cuatro Hojas haceis también traducciones?
—Así, es. Nos dedicamos a todo tipo de servicios relacionados con la edición: traducción,
ilustración, maquetación, diseño gráfico, creación de contenido…
—¡Qué interesante!
• 3. Para encerrar comentarios del narrador dentro de una conversación en estilo directo
entre otros personajes. Pueden pasar dos cosas: Si detrás del comentario del narrador va
un punto (si acaba ahí la frase), se pone una sola raya al principio del comentario, detrás
de un espacio y pegado al comentario.
Ejemplo:
—Si tienes un proyecto que te interesa publicar, merece la pena consultar con nosotros —dije yo.
Si la frase continua, se colocan el comentario entre dos rayas, pegadas al comentario y con un
espacio de separación del resto de la frase, excepto para los signos de puntuación que puedan ir
detrás.
Ejemplo:
—¿Entonces? —pregunté—: ¿Te animas a publicar con nosotros?

Ahora vamos a comentar los incisos del narrador. Para hacer un buen uso de la raya, esta debe
separarse del último carácter escrito:
—Te creo —dijo Luis.
—¿Me crees? —preguntó Marisa.
—¡Es posible! —añadió Alfonso.
Está claro, ¿no? La raya pegada al principio del parlamento del personaje o pegada al inciso del
narrador. Ahora lo vamos a complicar un poquito. Imaginemos que sigue el parlamento del
personaje después del inciso. En este caso el inciso hay que cerrarlo con otra raya, también
pegada al último carácter escrito, así:
—Te creo —dijo Luis—, no hace falta que me lo demuestres.
Hay que advertir que después de la última raya del inciso puede ir cualquier signo de puntuación,
salvo otra raya, por supuesto, de este modo:
—Te creo —dijo Luis—. Mañana me ocuparé de ese asunto.
—Te creo —dijo Luis—; tu credibilidad te avala.
—Te creo —dijo Luis—: sé que no me mientes.
Para el correcto uso de la raya, vamos a introducir ahora un nuevo elemento. Cuando el inciso no
comienza por un verbo «dicendi» (responder, decir, afirmar, exclamar, concluir, gritar, etc.), la
primera letra se escribe en mayúscula. Ejemplos:
—Te creo —Se sentó en la butaca—. No sé qué haré a partir de hoy.
—Te creo —Se sentó en la butaca—. No sé que haré a partir de hoy —concluyó Luis.

Una observación pertinente, ya que se cometen muchos errores en este punto: como podemos
observar, el signo de puntuación correspondiente se coloca siempre después de la raya, nunca
antes.
MAL: —Te creo. —dijo Luis— Mañana miraré ese asunto.
BIEN: —Te creo —dijo Luis—. Mañana miraré ese asunto.
Otra observación al hilo: el cierre de un inciso, al final de la intervención de un personaje, siempre
es con un punto final. Ejemplos:
MAL: —Te creo —concluyó Luis—.
BIEN: —Te creo —concluyó Luis.
Por último, un uso de la raya que puede parecer contradictorio, pero que no lo es. Veamos un
ejemplo:
—Te creo —dijo Luis, y agregó—: No sé qué haré a partir de hoy.
Normalmente, salvo excepciones, después de los dos puntos, se inicia con minúscula. Esta es una
de las excepciones. Supongamos que el narrador, después de «Te creo», hace una pausa larga
(equivalente al punto). Entonces, al reanudar el parlamento, es normal que después de los dos
puntos se inicie con mayúscula: sería como una nueva frase.

La raya, también conocida como guion largo, es un signo de puntuación delimitador que se emplea
para enmarcar determinados incisos en un discurso.
La raya es representada gráficamente por un trazo horizontal (—) relativamente más largo que el
guion o guion corto (-).
Como tal, la raya puede usarse como signo doble (abertura y cierre) con carácter delimitador para
encerrar incisos dentro de un discurso.
También puede utilizarse la raya como signo simple para introducir los elementos de una lista o las
intervenciones de un diálogo.

Raya como signo doble


Las rayas, cuando funcionan como signo doble, se comportan igual que otros signos de este tipo
(interrogación, exclamación, paréntesis, comillas): enmarcan entre sí un periodo al que abren y
cierran.
En este sentido, las rayas son un signo delimitador que se emplea para introducir un segundo
discurso en el texto.
La función de las rayas es indicar que el discurso que delimita no forma parte central del mensaje,
sino que lo complementa.
Las rayas se escriben unidas a la primera y última letra del periodo que encierran, y van
separadas por un espacio del elemento que las precede y las sigue, salvo que se trate de otro signo
de puntuación (una coma, un punto, un punto y coma, dos puntos).
Por ejemplo:
• Los jugadores —dijo el entrenador— están animados.
• Las playas de Cancún son —¿quién lo duda?— las más hermosas de México.
• Le interesaba estudiar computación —una ciencia tan en boga—, pero solo por curiosidad;
no quería ejercer.
En su función delimitadora, las rayas tienen los usos que se señalan a continuación:

Para encerrar incisos


Son empleadas las rayas para encerrar incisos. Conviene apuntar que las rayas suponen un nivel
de aislamiento menor con respecto al texto del que implican los paréntesis, y mayor que el de los
incisos escritos entre comas.
Por ejemplo:
• La casa —grande y espaciosa como ninguna otra en la que hubiera vivido— lo hizo pensar
en el amor de su madre.
• José rio largamente del asunto, incluso cuando Patricia —que había estado presente— le
preguntó si no estaría exagerando.
• Había llegado por fin Luis —su amigo de la infancia—. Lo había esperado todo el fin de
semana, y aunque no arribó sino hasta la noche del domingo, sintió como si no hubiera
pasado el tiempo.
Se emplean rayas para insertar aclaraciones o explicaciones dentro de otro inciso ya introducido
por paréntesis. Por ejemplo: “Para solucionar otras dudas relacionadas con su computadora (de
la cual ya no hay ningún fabricante —ni siquiera en China— activo ) te aconsejo acudir con un
técnico retirado”.
Para introducir informaciones, datos o precisiones dentro de un inciso escrito ya entre rayas, en
cambio, se emplean paréntesis. Por ejemplo: “Doña Bárbara —novela de Rómulo Gallegos más
celebrada por la crítica desde su publicación ( en España en 1929)— fue llevada al cine en
México”.

Para enmarcar acotaciones


Se utilizan rayas para enmarcar los comentarios de un narrador o transcriptor en un texto que no
es suyo, sino que cita. Por ejemplo: “Es importante —afirmó el presidente— llevar el desarrollo
del país de forma pausada pero continua”.

Para introducir comentarios o intervenciones


Las rayas introducen comentarios del narrador o intervenciones de los personajes en un texto
narrativo.
Por ejemplo:
—¿Te despertó ese ruido? —dijo Aníbal en medio de la oscuridad.
—No he pegado un ojo —contestó Rita.

Raya como signo simple


Como signo simple, la raya se emplea para introducir las intervenciones de un diálogo o los
elementos de una enumeración, entre otras cosas. Su uso como signo simple implica que no haya
necesidad de usarlo con otro signo correspondiente de cierre.

En diálogos
Se usa para introducir las intervenciones en un diálogo que es reproducido por escrito. Se escribe
antes de la intervención de cada interlocutor.
Por ejemplo:
—¿Cuándo volverás?
—No tengo ni idea.
—¡No tardes mucho!
—Despreocúpate.

En obras teatrales
Se emplea la raya en obras teatrales para separar el nombre de cada personaje de su parlamento.
Por ejemplo:
MARÍA.— ¿Ya cenaste?
JUAN.— Sí. Fui con los chicos después del trabajo.
MARÍA.— Podías haberme avisado.

En enumeraciones
Se utiliza para introducir cada uno de los elementos de una enumeración cuando esta es escrita en
líneas distintas. Debe dejarse un espacio entre la raya y el texto en estos casos.
Por ejemplo:
Las figuras retóricas más empleadas son:
— la metáfora,
— el símil,
— la metonimia,
— la hipérbole,
— la alegoría.

En índices
La raya se usa en listas alfabéticas o índices para indicar que se omite un elemento común,
expresado en la primera de sus menciones.
Por ejemplo:
Alejo Carpentier, El reino de este mundo (1949).
— Los pasos perdidos (1953).
— El siglo de las luces (1962).
— Concierto barroco (1974).

· Para hacer incisos que interrumpen el discurso. Se utilizan como si fueran paréntesis, con
una raya delante y otra detrás, pegadas al texto pero separadas por un espacio al menos del
resto de la frase.
Ejemplo: Para editar un libro —que es más fácil y barato de lo que piensas— puedes contactar
con info@editorialcuatrohojas.com.
· . Para iniciar cada una de las intervenciones de un diálogo en estilo directo, sin que sea
necesario mencionar al emisor. En este caso se escribe un guion largo delante de las
palabras que constituyen la intervención.
Ejemplo:
—¿Y es verdad que en Editorial Cuatro Hojas haceis también traducciones?
—Así, es. Nos dedicamos a todo tipo de servicios relacionados con la edición: traducción,
ilustración, maquetación, diseño gráfico, creación de contenido…
—¡Qué interesante!
· . Para encerrar comentarios del narrador dentro de una conversación en estilo directo entre
otros personajes. Pueden pasar dos cosas: Si detrás del comentario del narrador va un
punto (si acaba ahí la frase), se pone una sola raya al principio del comentario, detrás de
un espacio y pegado al comentario.
Ejemplo:
—Si tienes un proyecto que te interesa publicar, merece la pena consultar con nosotros —dije yo.
Si la frase continua, se colocan el comentario entre dos rayas, pegadas al comentario y con un
espacio de separación del resto de la frase, excepto para los signos de puntuación que puedan ir
detrás.
Ejemplo:
—¿Entonces? —pregunté—: ¿Te animas a publicar con nosotros?

Ahora vamos a comentar los incisos del narrador. Para hacer un buen uso de la raya, esta debe
separarse del último carácter escrito:
—Te creo —dijo Luis.
—¿Me crees? —preguntó Marisa.
—¡Es posible! —añadió Alfonso.

Está claro, ¿no? La raya pegada al principio del parlamento del personaje o pegada al inciso del
narrador. Ahora lo vamos a complicar un poquito. Imaginemos que sigue el parlamento del
personaje después del inciso. En este caso el inciso hay que cerrarlo con otra raya, también
pegada al último carácter escrito, así:
—Te creo —dijo Luis—, no hace falta que me lo demuestres.
Hay que advertir que después de la última raya del inciso puede ir cualquier signo de puntuación,
salvo otra raya, por supuesto, de este modo:
—Te creo —dijo Luis—. Mañana me ocuparé de ese asunto.
—Te creo —dijo Luis—; tu credibilidad te avala.
—Te creo —dijo Luis—: sé que no me mientes.
Para el correcto uso de la raya, vamos a introducir ahora un nuevo elemento. Cuando el inciso no
comienza por un verbo «dicendi» (responder, decir, afirmar, exclamar, concluir, gritar, etc.), la
primera letra se escribe en mayúscula. Ejemplos:
—Te creo —Se sentó en la butaca—. No sé qué haré a partir de hoy.
—Te creo —Se sentó en la butaca—. No sé que haré a partir de hoy —concluyó Luis.
Una observación pertinente, ya que se cometen muchos errores en este punto: como podemos
observar, el signo de puntuación correspondiente se coloca siempre después de la raya, nunca
antes.
MAL: —Te creo. —dijo Luis— Mañana miraré ese asunto.
BIEN: —Te creo —dijo Luis—. Mañana miraré ese asunto.
Otra observación al hilo: el cierre de un inciso, al final de la intervención de un personaje, siempre
es con un punto final. Ejemplos:
MAL: —Te creo —concluyó Luis—.
BIEN: —Te creo —concluyó Luis.
Por último, un uso de la raya que puede parecer contradictorio, pero que no lo es. Veamos un
ejemplo:
—Te creo —dijo Luis, y agregó—: No sé qué haré a partir de hoy.
Normalmente, salvo excepciones, después de los dos puntos, se inicia con minúscula. Esta es una
de las excepciones. Supongamos que el narrador, después de «Te creo», hace una pausa larga
(equivalente al punto). Entonces, al reanudar el parlamento, es normal que después de los dos
puntos se inicie con mayúscula: sería como una nueva frase.

Los dos puntos


Reglas para el uso de los dos puntos
Los dos puntos son un signo de puntuación que se usa para llamar la atención o hacer una
pausa enfática sobre lo que sigue. Es representado con dos puntos, uno suspendido sobre el otro
(:).
Al igual que la coma, el punto y el punto y coma, los dos puntos son un signo delimitador, es decir,
que es utilizado para delimitar unidades sintácticas inferiores al enunciado.
Los dos puntos se escriben pegados a la palabra o signo que los precede y separados por un
espacio de la palabra o signo que los sigue.
A continuación de los dos puntos, puede escribirse con minúsculas si el enunciado que sigue es una
enumeración o tiene relaciones semánticas con la oración que lo precede; o con mayúsculas, si se
está introduciendo una cita o se encaja dentro de usos epistolares o jurídicos específicos.

Cómo usar los dos puntos


Los dos puntos aparecen en contextos muy específicos: en enumeraciones, estructuras sintácticas
con un elemento anunciativo, en discurso directo, oraciones yuxtapuestas, conectores, así como en
títulos, cartas y documentos.

En enumeraciones
Se usan dos puntos en enumeraciones que tienen un carácter explicativo. Este tipo de
enumeraciones se caracteriza por contener siempre un elemento anunciativo, que bien puede ser
una palabra o un grupo sintáctico que comprende el contenido de los miembros de la enumeración.
Por ejemplo:
• Te hice la cena: sopa y tortilla.
• El presidente hablará de cosas muy importantes para el país: el aumento del salario
mínimo y la seguridad nacional.
• Fresca, limpia y pura: así es el agua de manantial.

Con elemento anticipador


Los dos puntos pueden ser utilizados en ciertas estructuras no enumerativas, siempre y cuando
estén precedidos de un elemento anticipador, es decir, una palabra o un grupo de palabras que
anuncian lo que vendrá a continuación.
Por ejemplo:
• Solo falta saber una cosa: quién irá a hablar con el director.
• Se ha tomado la siguiente medida: la hora de cierre será a las 10:00 pm.
• Lo único que me interesó siempre fue eso: la literatura.
• Te lo aconsejo: para ya con esa actitud.
• Hay cosas que no te puedes permitir cuando estudias: reprobar un examen, por ejemplo.
• Que nos dividamos: eso es lo que quieren lograr.

En el discurso directo
Los dos puntos pueden emplearse para introducir discurso directo, lo cual supone la reproducción
de las palabras dichas por otra persona o de sus pensamientos. Es típico en diálogos o citas
textuales.
Por ejemplo:
• Me miró a los ojos y dijo: Está bien, lo acepto.
• Alicia me preguntó: ¿Qué quieres comer?
• Como dijo Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.

En oraciones yuxtapuestas
Los dos puntos también son utilizados para conectar, sin necesidad de usar otro nexo, oraciones
que tienen entre sí relaciones de causa y efecto, de conclusión o consecuencia, de verificación o
explicación, así como de oposición.
Por ejemplo:
• Causa y efecto: “Hay alerta de huracán: se han suspendido todos los vuelos”.
• Conclusión o consecuencia: “Hubo muchos errores en la ejecución del proyecto: al final lo
han cancelado”.
• Verificación o explicación: “Es una suite muy buena: sala, comedor, oficina, un baño
amplio y un jacuzzi”.
• Oposición: “Este empleo no es mi sueño: es un trabajo apenas”.

Con conectores
Los dos puntos también se utilizan a continuación de determinados conectores discursivos, que
pueden ser de distintos tipos:
• De explicación (a saber, es decir, esto es, o sea): “La oposición solo cuenta con dos
instrumentos, a saber: la constitución y las leyes”.
• De resumen o reelaboración (en conclusión, pues bien, en otras palabras, dicho de otro
modo): “¿Recuerdas lo que hablamos del proyecto? Pues bien: cancela”.
• De ampliación (más aún): “Luisa no responde mis mensajes. Más aún: no atiende ni mis
llamadas”.
• De contrargumentación (ahora bien): “Concuerdo con sus observaciones. Ahora bien: nada
de esto se ha aclarado”.

En títulos
Se usan los dos puntos para separar un aspecto general de otro parcial en un título.
Por ejemplo:
• Fernando Pessoa: estudio comparativo de los motivos recurrentes en sus heterónimos.
• Sociedad mexicana: un estudio desde la colonia hasta el presente.

En cartas y documentos
En las cartas, los dos puntos se emplean después de fórmulas de saludo. En este caso, la palabra
que sigue a los dos puntos se escribe con inicial mayúscula.
Por ejemplo:
Querido compadre:

¿Cómo vas sus cosas?

Estimado Dr. Pérez:

Reciba ante todo un cordial saludo.


En escritos jurídicos, como decretos, sentencias, certificados, instancias, se colocan dos puntos
después del verbo que presenta el objetivo fundamental del documento. Esta palabra va escrita
enteramente en mayúsculas. La palabra que lo sigue, va con mayúscula inicial.
Por ejemplo:
CERTIFICA:

Que el alumno Antonio Valera asistió a todas las clases del curso…

CONSIDERANDO:

Que el artículo 155 de la constitución española…

Se utilizan para pausar momentáneamente el discurso y dirigir la atención hacia la información


inmediatamente posterior, que, en la mayoría de las situaciones comunicativas, supone una
aclaración o clarificación de lo que se ha dicho anteriormente.
También se utilizan los dos puntos (:) cuando queremos establecer una separación entre una
ejemplificación y el resto de la oración anterior: Hemos discutido otra vez: me ha dicho que no
sabía cómo podía seguir siendo mi amiga.
• Con el mismo valor especificativo y ejemplificación, en ciertas ocasiones recurrimos al
empleo de los dos puntos (:) para establecer una pausa con mayor énfasis después de
locuciones o conectores del discurso como "dicho de otro modo", "en otras palabras",
"pues bien", "esto es", "ahora bien", "más aún", etc. En este caso, la oración siguiente no
debe comenzar con mayúsculas puesto que, en la gran mayoría de estos casos, los dos
puntos podrían ser sustituidos por una coma (,) sin causar ningún tipo de problema, con lo
cual no es correcto comenzar la siguiente frase con letra mayúscula. La principal diferencia
entre elegir el uso de la coma (,) y el uso de los dos puntos (:) es la pausa enfática que se
prefiera hacer en un caso o en otro.
• Por último, los dos puntos (:) se pueden utilizar con una función de nexo; es decir, para
unir oraciones entre sí: Tengo que darte una mala noticia: he perdido las llaves de casa.

Ejemplos del uso de los dos puntos:

Estas crisis del ánimo solían provocar las noticias del personal: el nombramiento de un Obispo
joven, por ejemplo...
(Leopoldo Alas “Clarín”, La Regenta)

... también una palabra sola puede denotar por entero un suceso o una acción: chitón, alborea,
obscurece, truena, etc.
(Ramón Campos, el Don de la palabra).

Reglas para el correcto uso de los dos puntos.


Las siguientes reglas deben tener en cuenta el momento de utilizar este signo de puntuación:

Oraciones que anuncian una enumeración: Cuando una oración da a entender que va a explicar
algo en forma enumerativa, es necesario el uso de los dos puntos:

Ejemplos: Irán de excursión dos personas: Iván y su hermana Andrea.


Correcto

Irán de excursión: Iván y su hermana Andrea. Incorrecto

La parte subrayada del primer enunciado constituye el elemento anunciador.


Los dos puntos preparan para que el lector comprenda fácilmente de que se habla de dos personas
determinadas.
En el segundo ejemplo, solamente se habla de que irán de excursión.
Se ha omitido la característica de anunciar “cuantos” irían a dicho paseo.

Oraciones que anuncian pero que no enumeran: Pueden también existir oraciones que, aunque no
poseen una característica como la anterior, conserven al aspecto de anunciar o anticipar una
explicación o discurso.
Ejemplo:
Hemos llegado a la conclusión de que se tomará la siguiente decisión: el viaje quedará suspendido.
La frase "la siguiente decisión" es un claro elemento anunciador, aunque seguidamente la oración
no hable de una cierta cantidad de cosas o personas. Es decir, en estos casos igualmente debe
utilizarse los dos puntos.

La coma
La coma es un signo de puntuación utilizado para señalar una breve pausa dentro de la oración.
Tiene la forma de un pequeño gancho (,) y se escribe pegada a la palabra o signo que le precede y
debe estar separada por un espacio de la palabra o signo que le sigue.

La coma es uno de los signos ortográficos más utilizados.


Ejemplos:
Al aparecer Augusto a la puerta de su casa extendió el brazo derecho, con la mano
palma abajo y abierta, y dirigiendo los ojos al cielo quedose un momento parado en
esta actitud estatuaria y augusta.
Extraído de "Niebla", de Miguel de Unamuno. Wikisource

Aquí no había bóveda gótica, ni ventana con primorosas labores, ni el fondo obscuro,
los misteriosos efectos de luz con que el artificio de la pintura nos presenta los
escondrijos de esos químicos aburridos, que, envueltos en ilustres telarañas, se inclinan
perpetuamente sobre un mamotreto lleno de garabatos.
Extraído de "La sombra", de Benito Pérez Galdós, Wikisource
La función de la coma
Si bien la función principal de la coma se ha definido siempre como una débil pausa en una
secuencia de palabras existirán algunos casos en que no será necesario indicar con la coma
determinadas pausas breves en la lectura.
Al respecto, la ortografía de la lengua española señala como ejemplo las comas que se utilizan
entre sujeto y predicado.
Por ejemplo, en el enunciado: Cuando Marcelo llegó, estaba tan cambiado que todos quedaron
sorprendidos.
En esta oración no existe la necesidad de una coma, por más que al pronunciarse se produce una
pausa y una inflexión tonal.

Uso obligatorio y opcional de la coma


Uso opcional
Existen casos en que el uso de la coma depende de quien escribe, del tono y el estilo que quiere dar
a lo redactado por él. La pausa que la coma puede proporcionar en estos casos no altera el
significado y el mensaje que la oración quiere dar a entender.
Ejemplos:
Roberto y yo íbamos a ir al partido(,) pero(,) al final(,) cambiamos de opinión.
Cuando mi tía llega a mi casa(,) a veces(,) salimos de compras.
A las diez de la mañana(,) tengo clases.
Desde temprana edad(,) Adolfo demostró interés por la música.

En los ejemplos citados, el uso de la coma es opcional porque su ausencia no afectará al sentido
del enunciado.

Uso obligatorio
En los usos obligatorios, sucede lo contrario. El uso de la coma en estos casos sirve para que se
pueda distinguir los diferentes significados que una oración puede tener.
Ejemplos:
Así debes arreglarte para la ceremonia (indica la idea que “de esa manera hay que arreglarse
para la ceremonia")
Hoy se casa Juan y Andrea. Así, debes arreglarte para la ceremonia. (en cambio en este caso, el
uso de la coma produce una consecuencia en particular. Es decir, la coma permite interpretar que,
debido a que “Juan y Andrea se casan, por consiguiente, debes arreglarte para la ceremonia")
Proferí el discurso, como me dijeron ( me han dicho que profiriera un discurso)
Proferí el discurso como me dijeron (me han dicho que cómo debía proferir el discurso)
En los anteriores ejemplos, el uso o la ausencia de la coma puede alterar completamente el
significado de la oración. Es decir, la coma tiene una función distintiva porque permite diferenciar
los diversos sentidos que una oración puede tener.

Uso de la coma y otros signos de puntuación


Habíamos dicho que la coma es utilizada para señalar la producción de una breve pausa en el
enunciado y otras veces su uso tiene un matiz expresivo, dependiendo de lo que se desee expresar
en la oración.
Existirán casos en que la coma, así como otros signos de puntuación como el punto y coma. puedan
ser utilizados en el mismo lugar en la oración y la elección de uno de ellos dependerá de la
voluntad de quien redacte.
Tomemos como ejemplo la oración:
Arnaldo tuvo éxito; ahora él tiene un nuevo futuro.
Arnaldo tuvo éxito, ahora él tiene un nuevo futuro.
En este enunciado el uso de la coma o del signo de puntuación dependerá de qué tipo de pausa
prefiere otorgarle quien escriba dicha oración.
Tampoco es recomendable abusar de la coma en detrimento de otros signos de puntuación. En
algunos enunciados es preferible utilizar el punto y coma para introducir una pausa y bien los dos
puntos.
Veamos un ejemplo:
Antonio sabia tocar la guitarra, se tomaba su tiempo en afinar aquel instrumento, grande,
hermoso, delicado.
La misma oración queda mejor redactada utilizando un punto y coma y los dos puntos:
Antonio sabia tocar la guitarra; se tomaba su tiempo en afinar aquel instrumento: grande,
hermoso, delicado.

No es lo mismo el lenguaje oral que el lenguaje escrito. Veamos-lo:


En el uso que le demos a la coma nos jugamos gran parte de nuestro prestigio como escritores (o al
menos como redactores): si la colocamos bien, tendremos ganado mucho en la redacción de un
texto; en caso contrario, el caos está garantizado. El asunto está en saber cuándo debemos escribir
la coma y cuándo hay que omitirla. Sencillo, ¿verdad?
Pues no tanto, porque –entre otras chinas en el zapato– saber que la coma sirve para indicar una
pausa breve es una buena pista pero no una solución definitiva: en la lengua oral no respetamos
ciertas pausas que en la lengua escrita han de estar forzosamente señaladas con la coma.
¿Os acordáis de esas películas americanas en las que el sargento instructor de turno obliga a los
sufridos soldados a cuadrarse ante él y espetar con mayúscula sumisión: “¡Señor, sí, señor!”?
Pues esos pobres soldados no pierden el tiempo haciendo una pausa (ellos dicen, o más bien,
gritan: ¡Señor sí señor!); y, sin embargo, al reproducir sus palabras en el lenguaje escrito hemos
de echar mano de la coma (dos, en este caso).

“Escribo demasiadas comas”


Algunas personas creen que escriben demasiadas comas y otras, todo lo contrario. Pero no se trata
de puntuar mucho o poco, sino de hacerlo correctamente. Vaya por delante que el castellano es una
lengua que se presta a la escritura al por mayor de la coma: la mayoría de las frases, exceptuando
quizá las de estructura simple, llevan alguna coma. En nuestro idioma la coma es como la sal en la
comida: casi imprescindible.
En esta lección vamos a ver algunos modelos de oraciones en los que la coma es necesaria (en un
post futuro veremos algunos ejemplos de cuándo no conviene escribirla).
Empecemos con una frase sencilla:
Juan peló una manzana.

Esta frase está articulada en una única unidad sintáctica. Tenemos un sujeto (Juan) y un predicado,
compuesto por un verbo con función de núcleo (peló) y un complemento directo (una manzana).
Nos ahorramos, pues, la coma. Pero habrá que complicarse un poco más la vida, ¿no? (Antes
muertos que sencillos):
Juan peló una manzana madura.
Juan peló una manzana porque empezaba a tener hambre.
Juan peló una manzana que había robado en el huerto de su tío.

En estos tres casos seguimos leyendo una única unidad sintáctica. Pronunciamos estas frases sin
tomar aire, sin hacer esa pausa breve de la que hablábamos antes. Las pronunciamos como esos
timoratos soldados americanos ante el sargento cafre de turno: ¡Señor sí señor!
Pero cuando empezamos a introducir otros elementos en el enunciado, claramente diferenciables,
la coma hace acto de presencia.
He aquí algunas funciones de la coma. Podréis notar que la pausa marcada por ella es (más o
menos) evidente.

La coma sirve:
1 Para separar los vocativos del resto de los elementos de la oración
Un vocativo (del verbo latino vocare: llamar) es la palabra que usamos para interpelar a alguien.
Esa persona a la que nos dirigimos es nuestro interlocutor: lo llamamos, nos dirigimos a él. Si el
vocativo va al comienzo de la frase, lleva la coma a continuación; y si también le precede texto,
lleva otra coma delante.
Rosa, abre el frigorífico.
¿Sabes, Mario, que Juan peló una manzana?
Le prometo, profesor, que voy a estudiar mucho a partir de ahora.
En el primer ejemplo, Rosa es el vocativo (a quien interpelamos), no el sujeto. Por tanto, no es que
Rosa esté abriendo el frigorífico: le estamos pidiendo que lo haga.

2 Para separar los elementos de un listado con palabras similares


Juan peló una manzana, un melocotón, un albaricoque, una pera…

En el colegio aprendimos el listado de los reyes godos: Ataúlfo, Sigerico, Walia,


Teodorico, Turismundo, Alarico II…

3 Para indicar la ausencia de un verbo que está implícito en la oración, unas veces
porque ha sido citado previamente y otras, porque el verbo elidido es obvio
Juan peló una manzana; yo, una pera. [Juan peló una manzana, yo pelé una pera].
Extremadura, tierra de conquistadores. [Extremadura es tierra de conquistadores].

4 Para separar adverbios o locuciones adverbiales (secuencia de dos o más


palabras que funcionan como un adverbio) del resto de la oración, si comienzan la
frase
De vez en cuando, Juan pela una manzana.
Probablemente, mi padre viajará a Moscú.

5 Para indicarnos en las oraciones condicionales que hay una anteposición, esto
es, la oración subordinada rompe el orden natural de la frase y se antepone a la
principal
Si Juan pela una manzana, yo perderé la apuesta.

Si la oración se articula mediante el orden natural (primero la oración principal y después la


subordinada), no se escribe la coma:
Yo perderé la apuesta si Juan Pela una manzana.

6 Para insertar incisos en la oración que suspenden temporalmente el discurso y


nos aportan una información extra. Son relativamente fáciles de identificar: si los
elimináramos (y con ellos las dos comas que los delimitan), la oración seguiría
teniendo sentido
Juan, de puro aburrimiento, pela una manzana. [Juan pela una manzana].
Andrés, el primo de Marta, es abogado. [Andrés es abogado].

7 Para separar conectores (esto es, a saber, en primer lugar, por último, por el contrario, no
obstante…). Si estos conectores van al principio de la oración, llevan una coma después. Si van en
medio, llevan coma antes y después (como ocurría con los vocativos)
Por último, Juan pela una manzana.
Mario hizo lo peor que cabría imaginar, esto es, cortar su relación con Silvia.

8 Para aislar expresiones u oraciones sintácticamente independientes del discurso


principal del enunciado
De repente, ¡hay que ser caradura!, se fue al baño para evitar pagar la cuenta.

Estas expresiones podrían ir también entre paréntesis o rayas (guiones largos) con función de
paréntesis.
De repente (¡hay que ser caradura!), se fue al baño para no pagar la cuenta.
De repente –¡hay que ser caradura!–, se fue al baño para no pagar la cuenta.

Si optas por los paréntesis o por las rayas, recuerda dos cosas: 1) Los signos de puntuación (punto,
punto y coma o dos puntos) se escriben después del paréntesis de cierre, no antes del de apertura.
En caso de usar rayas, debes escribir la coma después de la segunda raya. 2) El contenido
enmarcado por los paréntesis tiene su propia puntuación.

9 Para señalar las interjecciones o locuciones interjectivas


¡Bah, eso no hay quien se lo crea!

10 Para articular oraciones coordinadas adversativas introducidas por pero, mas,


aunque, sino (que)
Juan peló una manzana, pero no recuerdo si me ofreció compartirla.
Aunque estaba cansado, decidió tomarse otra copa con los amigos.

11 Para enfatizar complementos circunstanciales de cierta extensión al comienzo


de la frase. Cuanto más largo es el complemento, más justificado se hace el uso de
la coma
En el instante en que Mario salía de casa, Juan estaba pelando una manzana.
Ayer Juan peló una manzana.

En esta última frase es preferible no poner la coma porque el complemento circunstancial está
compuesto por pocas palabras, una en concreto: ayer. Pero en un complemento circunstancial más
largo, sobre todo a principio de frase, como decía, habría que poner la coma:
El día en que mataron a John Kennedy en Dallas, mi prima Ana estaba de vacaciones
en París.

[Mi prima estaba de vacaciones en París el día en que mataron a John Kennedy en
Dallas].
¡Y eso es todo, amigos! (“Amigos”, recordad, es el vocativo)
El uso de la coma está prescrito en muchas otras ocasiones, pero me parece que once recetas son
un buen punto de partida para comenzar a despejar ciertas brumas en la selva de la puntuación.
Os aconsejo familiarizaros con las partes sintácticas de la oración. Cuando la frase no es
estructuralmente muy básica, cabe suponer que la coma aparecerá antes o después.

Separa construcciones paralelas: Ella se peinaba, yo la admiraba. Los estudiantes resolvían el


examen, el profesor los observaba. Nos besábamos, el tenue fulgor de la Luna iluminaba nuestros
labios.
• También separa sintagmas coordinados, pero no paralelos (a diferencia del inciso
anterior): El crecimiento de la población mundial es exponencial y preocupante, y lo peor
es que los recursos del planeta son limitados.
• Separa el vocativo del resto de la oración: Hijo, termina la tarea para irnos al cine. Doctor,
en cuánto tiempo me recuperaré. Se nos hace tarde, Mario. Adolfo, termina de comer.
Hermana, salgamos ya. Señores, les doy la bienvenida. No dejes de venir, tío. Oye,
hermano, deja de molestar. Deseo que lo logres, cariño, lo más pronto posible.
• Se usa en las oraciones condicionales introducidas por si, en caso de que: Podrás hacerlo,
si te esfuerzas. Saldremos al parque, si no llueve. Viajaré, en caso de que me den unos días
libres en mi trabajo.
• Se usa en las oraciones concesivas introducidas por aunque, por más que: Debemos
hacerlo, por más que no nos guste. Lo haré, aunque no estoy de acuerdo.
• Se usa en las oraciones consecutivas introducidas por que: Ha dicha tantas mentiras, que
ya nadie le cree. Ha comido tanto, que se siente enfermo. La quería tanto, que perdí la
cabeza
• La conjunción pues va precedida de coma si aparece al final de la frase con sentido
consecutivo: Esto no funcionará; dejémoslo, pues., No hay una sola cafetería abierta; no
tomaremos café hoy, pues.
• Se usa en las oraciones causales introducidas por porque: Ganamos el torneo, porque
entrenamos todos los días. Tengo éxito, porque me concentro en mis objetivos.
• Separa las oraciones subordinadas que se anteponen a la principal: Cuando salga de
trabajar, pasaré a saludarte. Le gustaba bailar, lo practicaba frecuentemente. No lo pensó
mucho, lo hizo y ya. Salieron a jugar, el calor casi los sofoca.
• Elementos que se han desplazado de su lugar normal en la oración: El chocolate, eso es lo
que más me gusta. A vicepresidente, le gustaría llegar. Menos trabajar, todo lo hago.
• Se usa señalar que se ha omitido un verbo: Tú naciste para ser bella; yo, para admirarte.
Pasé la noche trabajando; tú, durmiendo. Ana come un pastel; Carlos, una gelatina. Ella
está trabajando; yo, en casa. Ellos llegaron temprano; tú, tarde. La escuela está a la
derecha; la iglesia, a la izquierda.
• Se usa en las expresiones adverbiales finalmente, o sea, efectivamente, por tanto, pues, por
consiguiente, en segundo lugar, sin embargo, en fin, en efecto, por último, en general, es
decir, esto es, sobre todo, naturalmente: Finalmente, obtuvimos un buen resultado, Me gustó
su trabajo, por tanto, lo contrataré, Tengo razón, naturalmente. Sin embargo, lo
intentaremos. En general, podemos decir que el equipo se desempeño adecuadamente.
Efectivamente, la acusación es grave. Son carnívoros, es decir, se alimentan de carne. Por
último, quiero subrayar los puntos relevantes que tratamos en esta reunión.
• Se emplea en las construcciones explicativas que interrumpen el sentido de la oración
principal como es el caso de la aposición: Cervantes, el célebre escritor español, nació en
1547. Frida, la chica bonita y simpática, me dio un beso cuando la encontré tomando café.
Mi hijo, que estudia en Alemania, me ha enviado hermosas postales. La ocasión, según
dicen, hace al ladrón. Fernando, el hijo de mi vecino, es un gran deportista. Quien quiera
asesoría hoy, o pasado mañana, debe presentarse antes de las cuatro.
• Se utiliza en las oraciones subordinadas adverbiales cuando preceden al principal: Si no lo
haces, puedes arrepentirte toda la vida. Cuando terminamos la tarea, fuimos al cine. Como
tú dijiste, el pasado no regresa.
• Se usa para separar modos oracionales en un mismo enunciado: Tómalo con calma,
pareces muy alterado. Espera, necesito hablar contigo. ¿Estás bien?, pareces enferma. ¡No
te preocupes!, lo resolveremos.
• Las conjunciones adversativas pero y mas si la frase que introducen es corta: Ella quería ir,
pero él no. Él creyó todo, pero su amigo lo engaño.
• También se usa para evitar confusiones: Insistir, poco sirvió. Insistir poco, sirvió.

Cómo usar la coma correctamente en un texto


literario
¡La coma! ¡Oh, la coma! Esa gran aliada que, puesta en el sitio correcto —o equivocado—, puede
cambiar el significado de una frase. Y si no acabáis de creéroslo, echadle un vistazo a este
divertido artículo: Comas que lo cambian todo.
Dicho esto, supongo que estaréis todos de acuerdo en la importancia de manejar bien este signo
ortográfico, ya que no siempre es fácil. Su uso, en muchos casos, depende de la apreciación
personal y del estilo de quien escribe, pero sí existen ciertos casos en los que es imperativo usarla,
y de ellos vamos a hablar a continuación.
Pero antes de comentar los puntos en los que la coma es obligatoria, quiero hacer mención a
cuándo NO debe colocarse en ningún caso, que es para separar un sujeto del predicado de la
oración. Por ejemplo:
Incorrecto: Los niños, fueron a la fiesta.
Correcto: Los niños fueron a la fiesta.

El vocativo
Cuando en un diálogo o en una narración en segunda persona, el personaje o narrador apela a
otra persona, el nombre ha de ir seguido —o precedido— de comas. Por ejemplo:
Pedro, acércame el maletín.
Escúchame, Pedro. Hace días que no la llamas.
Escúchame, Pedro, tengo que decirte algo importante.

Las enumeraciones
Siempre que en un texto se enumeren varios elementos, estos han de ir separados por comas —o
por punto y coma en algunos casos—, tal y como os mostramos en el siguiente ejemplo:
Pedro nos trajo dulces, globos, juguetes y muchos otros regalos.
Lo mismo ocurre aunque los elementos a separar consistan en frases independientes:
La fiesta estaba muy animada. Los niños jugaban, los padres reían, los maestros cantaban…

Incisos
Al introducir una aclaración o comentario en medio de una frase, este va colocado entre comas, al
igual que en los siguientes ejemplos:
La fiesta, que no estuvo demasiado animada, se acabó temprano.
Todos los invitados, incluido Pedro, estuvieron de acuerdo en empezar a bailar.
Este tipo de incisos entre comas tienen la particularidad de que, al leerlos en voz alta, se
pronuncian en un tono más grave que el del resto del enunciado.

Elipsis verbal
Cuando el mismo verbo va en dos oraciones seguidas, pero en la segunda se omite, en su lugar se
colocará una coma:
Pedro fue a la fiesta; Adrián, al cine.

Adverbios, conjunciones y locuciones


Siempre que en una oración empleemos conjunciones distributivas o disyuntivas —como bien…,
bien…; ora…, ora…; ya…, ya…—, las colocaremos precedidas de coma:
Organizaremos la fiesta, bien en casa de Pedro, bien en la de Adrián.
También van precedidas de comas las conjunciones pero, mas, aunque, sino (que), conque, así que,
de manera que, etc.:
Organizaremos la fiesta, aunque la tendrás que pagar tú.
Pedro va a venir, pero llegará tarde.
Los adverbios o locuciones como esto es, es decir, por último, además, sin embargo,por el
contrario, efectivamente, naturalmente, por regla general, en ese caso, a pesar de todo, y otras
similares, van siempre seguidos de coma:
Naturalmente, Pedro vendrá.
Pedro vendrá. Sin embargo, llegará tarde.
NOTA: a veces estas locuciones, si son de carácter anunciativo, pueden ir seguidas de dos puntos a
modo de énfasis: Pedro no va a venir. Es más: ha dicho que no piensa volver nunca.
También es importante tener en cuenta que, cuando la primera parte de las frases es más extensa,
estas conjunciones adversativas pueden ir precedidas de un punto y coma o de un punto y seguido.
Si quieres más información al respecto, puedes leer la entrada Cómo usar el punto y coma en un
texto literario.

Inversión
Al invertir el orden de una frase, la coma se ha de colocar separando la parte anticipada de la
oración. Pero como esto suena un poco complejo, mejor lo explicamos con un ejemplo:
Aunque él te lo haya pedido, no vayas a la fiesta.
Porque hacía demasiado frío, no me atreví a salir.

Bueno, estos son algunos de los casos más habituales para el uso de la coma. ¿Qué os parecen?
¿Los conocíais todos? ¿Alguna duda que no aparezca aquí resuelta?
¡Feliz escritura!

Lo cierto es que según donde coloquemos o dejemos de colocar las comas, el significado de la
frase puede resultar ambiguo. Esto es muy útil si trabajas como pitonisa en el oráculo de Delfos.
Tal vez conscientes de la imposibilidad de adivinar el futuro, estas adivinas ofrecían augurios que
el interesado podía interpretar a su gusto.
En un famoso ejemplo, un guerrero preguntó si debía combatir, a lo que se le respondió con el
texto: “Irás regresarás nunca perecerás”. El tipo, confiado, acudió a la lucha. Y murió. Porque la
frase se debería haber puntuado así: “Irás, regresarás nunca, perecerás”.
Dos incisos: primero, la frase podría ser latina en su origen. Y segundo, en favor de la pitonisa,
hay que tener en cuenta que los signos de puntuación comienzan a usarse a partir de la Edad
Media y no se extienden hasta la invención de la imprenta, si bien es cierto que los latinos usaban
signos para indicar la entonación de un texto.
Además de a las adivinas, el baile de comas también puede resultar útil a los abogados, como
vemos en este fragmento de Los intereses creados, de Jacinto Benavente.
DOCTOR: Mi previsión se anticipa a todo. Bastará con puntuar debidamente algún
concepto... Ved aquí: donde dice... “Y resultando que si no declaró...", basta una coma,
y dice: “Y resultando que si, no declaró. . . ” Y aquí: “Y resultando que no debe
condenársele”, fuera la coma, y dice: "Y resultando que no debe condenársele...”

CRISPÍN: ¡Oh, admirable coma! ¡Maravillosa coma! ¡Genio de la Justicia! ¡Oráculo


de la Ley! ¡Monstruo de la Jurisprudencia!

Lo que dice el Diccionario panhispánico de dudas:


” Es incorrecto escribir coma entre el sujeto y el verbo de una oración, incluso cuando el sujeto
está compuesto de varios elementos separados por comas: Mis padres, mis tíos, mis abuelos, me
felicitaron ayer.
Cuando el sujeto es largo, suele hacerse oralmente una pausa antes del comienzo del predicado,
pero esta pausa no debe marcarse gráficamente mediante coma: Los alumnos que no hayan
entregado el trabajo antes de la fecha fijada por el profesor || suspenderán la asignatura.
Dos son las excepciones a esta regla: cuando el sujeto es una enumeración que se cierra con
etcétera (o su abreviatura etc.) y cuando inmediatamente después del sujeto se abre un inciso o
aparece cualquiera de los elementos que se aíslan por comas del resto del enunciado. En esos
casos aparece necesariamente una coma delante del verbo de la oración: El novio, los parientes,
los invitados, etc., esperaban ya la llegada de la novia; Mi hermano, como tú sabes, es un
magnífico deportista.”

Cuando no hay información entre comas (inciso):


Después de ser interrogado, el testigo, no brindó declaraciones. MAL
Después de ser interrogado, el testigo no brindó declaraciones. BIEN
Cuando después del sujeto va información entre comas (inciso):
Después de ser interrogado, el testigo, quien tiene dos entradas a la cárcel por robo con
agravantes no brindó declaraciones. MAL
Después de ser interrogado, el testigo, quien tiene dos entradas a la cárcel por robo con
agravantes, no brindó declaraciones. BIEN
Cuando no hay información entre comas (inciso):
El promedio mensual de alumnos registró, un aumento del 8%. MAL
El promedio mensual de alumnos registró un aumento del 8%. BIEN
Cuando después del verbo va información entre comas (inciso):
El promedio mensual de alumnos registró, en el segundo trimestre un aumento del 8%. MAL
El promedio mensual de alumnos registró, en el segundo trimestre, un aumento del 8%. BIEN
Cuando el sujeto es una oración que empieza con un quien, el que, donde, adonde, como, cuando y
cuanto.
El que todos los días te recibe en la puerta, es tu perro. MAL
El que todos los días te recibe en la puerta es tu perro. BIEN
No confundir con los vocativos. Los vocativos se refieren al interlocutor y se emplean para
llamarlo o dirigirse a él de forma explícita.
Ministro denos una entrevista por favor. MAL
Ministro, denos una entrevista por favor. BIEN
Señores periodistas vamos a empezar la reunión. MAL
Señores periodistas, vamos a empezar la reunión. BIEN
Los usos de estos signos, por supuesto, se ajustan al estilo de las personas cuando acuden al
lenguaje. En cada una, hay unas características ineludibles y apenas tan modificables como los
rasgos físicos. Así, las alternativas para usar la lengua pueden variar en conformidad con la
naturaleza de cada quien, con los intereses que persiga y, claro, también con las influencias que ha
marcado quizás para siempre la propia cultura.
Con comas
Para empezar, hemos de citar una oración: “El presidente del consejo estableció las pautas para
organizar el proyecto”. En esta, el único signo de puntuación que debe marcarse es el punto final,
porque jamás debe separarse el sujeto del predicado, y la oración está ordenada. Sujeto: “El
presidente del consejo”; predicado: “estableció las pautas para organizar el proyecto”.
Sin embargo, si se quiere, se requiere o es necesaria una precisión a mitad de esa idea, pues
esta se inserta enmarcada entre comas. Ejemplo: “El presidente del consejo, justo esta mañana,
estableció las pautas para organizar el proyecto”; “el presidente del consejo, un señor muy gruñón,
estableció las pautas para organizar el proyecto”; “el presidente del consejo, más bien serio,
estableció las pautas para organizar el proyecto”; “el presidente del consejo, casi obligado,
estableció las pautas para organizar el proyecto”; “el presidente del consejo, y nadie lo notó,
estableció las pautas para organizar el proyecto”, etc.
En esas oraciones, el dato aclaratorio va entre el sujeto y el verbo, pero también (cuestión de gusto y
estilo) podemos situar el dato después del verbo. Ejemplo: “El presidente del consejo estableció,
con mucho cuidado, las pautas para organizar el proyecto”, “el presidente del consejo estableció,
con arbitrariedad, las pautas para organizar el proyecto”, “el presidente del consejo estableció, con
una delicada orden, las pautas para organizar el proyecto”, etc.
Con rayas
Otra opción consiste en situar esos mismos datos aclaratorios entre rayas. A diferencia del guion,
las rayas deben ocupar, más o menos, el espacio que ocupan dos letras, y también se usan para
acoger un dato aclaratorio. Ejemplos: “Patógeno Ferney cobró equivocadamente --yo tenía ese
presentimiento-- el penalti en el Mundial”; “La instrucción de los directores --mucha gente lo
sospechaba-- solo se centró en incentivar la participación”; “los mismos libros que la humanidad ha
reverenciado –todavía hay incrédulos-- permiten reflexionar a todas la generaciones y pueblos del
mundo”; “Gratinia --¡qué nombre tan bello!-- practicaba deporte todas las mañanas”.
Si una oración termina con rayas, se marca el punto final después de estas: “Al regresar del
cementerio, comprobó que el destino de la humanidad era el mismo --y tanta gente que evitaba
entenderlo--.”
Con paréntesis
Como hemos notado, los datos aclaratorios incluidos entre comas y entre rayas cambian de manera
intempestiva el ritmo de la lectura. Su aparición constituye un pequeño frenazo, a fin de tomar una
precisión y, luego, reanudar el trayecto de la lectura.
Con el paréntesis, la aplicación es muy semejante. Ejemplos: “Simón Bolívar (1783-1830) fue un
militar y político venezolano”; “las más altas cumbres del mundo (donde la frialdad es extrema)
solo han acogido a muy pocos hombres”; “las máquinas (y el mundo no reacciona) parecen
reemplazar la actividad cerebral humana”; “las frutas frescas (cómo me acuerdo de la vendedora de
frutas) despliegan alegría en el paladar”.
***
Aunque es evidente que los datos aclaratorios en una oración resultan muy útiles, exagerar
con este recurso puede dar un sentido enrevesado a las ideas; hay que dosificarlo. Esa
gradación de comas, rayas o paréntesis, en la práctica, es una decisión subjetiva. Cada quien
determinará qué tan distante o cercano es ese inciso, ese corte, con respecto a la idea general que se
expone. La gradación, entonces, va de coma a rayas, y de rayas a paréntesis.
También es posible usarlos todos a la vez en una oración, por supuesto atiborrándola de datos: “Esa
mañana, muy distinta a las otras, el caminante --siempre ingenuo-- tomaba los mismos trayectos
(hay que abrir los propios) y, claro, para transitar otra vez como borrego por los pasos de los otros”.

Recuerda que la coma señala una pausa sintáctica no relacionada con la pausa oral
que realizamos al leer y/o hablar. Hay que seguir sus reglas básicas de uso para
poder aplicarla de forma correcta. Si quieres saber más sobre su uso, lee este
artículo.

1. Cuando tenemos una enumeración se utiliza la coma para separar los distintos
términos que la componen. Delante del último, lo más normal es cerrar la
enumeración con una conjunción.
Ejemplo: Los perros, los gatos, los elefantes y los monos son animales.

2. La coma también debe utilizarse antes y después de oraciones explicativas o


incisos, aquellas oraciones o aclaraciones que explican algo acerca de lo que se
habla:
Ejemplo: Antonio, el hijo mayor de la casa, está de vacaciones.

3. En oraciones que expresan una condición, si la subordinada antecede a la


principal, esta debe escribirse entre comas. Es decir, se usa coma para separar
oraciones condicionales en las que el orden de las mismas aparece invertido.
Ejemplo: Si no vas a venir a cenar, llámanos.

4. Se usa la coma para separar los vocativos dentro de una oración, es decir,
apelativos para llamar la atención de alguien.
Ejemplo: Hola, María, ¿cómo estás?
5. Se usa la coma antes, después o antes y después de:
-adverbios
-conjunciones y locuciones conjuntivas
-aclarativas
-concesivas
-confirmativas
-consecutivas
Ejemplo: No como espaguetis, mejor dicho, no me gustan.

6. Las conjunciones adversativas "pero" y "sino" deben ir precedidas de coma.


Ej: No sabía nada, pero le gustaba hablar de ello.

7. La palabra "etcétera" y su abreviatura debe ir precedida de coma, aunque seguida


de punto.
Ejemplo: Es vegetariano porque come frutas, lechuga, pimiento, cebollas, etcétera.

8. Se usa coma en los textos hablados en los que se intercalan palabras comodín
para enlazar las dudas del hablante.
Ejemplo: La situación era difícil, quiero decir, insostenible para todos.

9. Se separan con una coma el lugar desde donde se escribe una carta y la fecha que
le sigue.
Ejemplo: Cádiz, 23 de noviembre de 1932

10. Se pone coma entre el nombre de una persona y su seudónimo y apodo.


Ejemplo: Antonio Martínez, el Alemán.

Nota: Se pone la coma entre una obra y el autor que la ha creado.


Ejemplo: El cuadro de La cena, de Leonardo da Vinci, fue pintado hace muchos años

El punto de interrogación: sirve para indicar, a la hora de escribir, que se trata de una
pregunta y que hay por tanto que leerla con entonación interrogativa. El de exclamación revela que
se debe de alzar la voz y enfatizar la frase, para de ese modo expresar sorpresa, asombro, alegría,
súplica, mandato, deseo… Pero, ¿qué tienen los signos de interrogación y de exclamación en
español que los hacen tan singulares? ¡Tienen una particularidad, algo que los hace absolutamente
únicos!
El español es la única lengua en la que los signos de interrogación y de exclamación son dobles, es
decir, se colocan no sólo al final de la frase (como ocurre en el inglés el francés o el alemán, por
citar sólo algunos ejemplos) sino también al inicio de la misma. Sólo en el castellano existen los
símbolos "¿" y "¡", los signos que se emplean como apertura de interrogación y al inicio de una
frase admirativa.
Lea: El misterioso origen del euskera, el idioma más antiguo de Europa
Carolingios
La historia de esos dos signos, sin embargo, es antigua. El signo de admiración ya se encuentra en
manuscritos latinos medievales y, a decir de la Real Academia de la Lengua, el de interrogación se
lo debemos a los carolingios, la dinastía de origen francés que dominó Europa Occidental entre los
siglos VIII y X.
Pero, en sus orígenes, esos dos signos se empleaban únicamente al final de las frases. Tardaron
bastante en empezar a utilizarse también en la apertura de las frases interrogativas y exclamativas.
De hecho, fue sólo en la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia de la Lengua,
publicada en 1754, cuando el signo de inicial de interrogación hizo su irrupción.
Los académicos estuvieron debatiendo largamente sobre el asunto y llegaron a la conclusión de que
el signo de interrogación final no bastaba, sobre todo en ciertas frases largas.
"Por lo tocante a la nota de interrogación se tuvo presente que, además del uso que tiene en fin de
oración, hay periodos o cláusulas largas en que no basta la nota que se pone al fin y es necesario
desde el principio indicar el sentido y tono interrogante con que debe leerse, por lo que la Academia
acuerda que, en estos casos, se use la misma nota interrogante poniéndola tendida sobre la primera
voz de la cláusula o periodo con lo que se evitará la confusión y aclarará el sentido y tono que
corresponde. Y aunque esto es novedad, ha creído la Academia no debe excusarla siendo necesaria y
conveniente", se lee en el acta de una de las reuniones que mantuvieron.
Con ese argumento, el 17 de octubre de 1753 los académicos tomaron una decisión histórica: habría
también signos de interrogación de apertura que se colocarían al comienzo de las frases
interrogativas, y que se señalaría con el mismo signo que ya existía pero invertido.
Relacionado: ¿Por qué mueren los idiomas?
Oraciones largas y cortas
Y así lo recogieron en la Ortografía de 1754, en la que el uso del signo de interrogación inicial se
restringía a las oraciones largas, mientras que en el caso de las breves se seguía empleando sólo el
signo interrogativo de cierre.
Pero, ¿cuándo una frase es corta y cuándo se convierte en larga? Cada uno lo interpretaba un poco a
su antojo, así que en 1870 la Academia decidió poner orden en el asunto y en la primera edición de
su prontuario de ortografía de la lengua castellana adoptó el criterio actual. Es decir: que el signo de
interrogación inicial se debe emplear en todas, absolutamente todas las frases interrogativas,
independientemente de su extensión.
"Esto no es más que otra muestra del tradicional deseo de los ortógrafos españoles por representar
la lengua de la manera más fiable y adecuada a la pronunciación", subraya María José Folgado,
experta en historia de la gramática e historiografía lingüística de la Universidad de Valencia en su
estudio "Los signos de interrogación en las ortografías del español".
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De admiración a exclamación
Respecto al signo de exclamación, llegó a los tratados de ortografía un poco más tarde que el de
interrogación, bajo el nombre de signo de admiración.
Es en el Diccionario de 1726 cuando se hace la primera referencia ortográfica a él: "se llama una
nota, que en el periodo significa el efecto de la admiración, y se escribe con una i vuelta al revés:
como Oh cuán bueno es Dios!".
Aunque ya en la siguiente edición, la de 1770, se subraya que "de algún tiempo a esta parte se
acostumbra poner inversa así (¡) antes de la voz en que comienza este sentido y tono, cuando los
periodos son largos".
Su reconocimiento oficial como signo doble llegó al Diccionario en 1884. Pero fue sólo en 2014, en
la 23ª edición del diccionario de la Real Academia, cuando ese signo fue rebautizado como signo de
exclamación en lugar de admiración, después de que varios autores subrayaran que la admiración es
sólo uno de los sentimientos que se pueden expresar con este signo y que lo que importante era su
tono exclamativo.
Lea también: El vigilante que aprendió a hablar cinco idiomas a través de Duolingo
Sólo en español
Al día de hoy, la Academia de la Lengua tiene muy claro el uso correcto de los signos de
interrogación y exclamación. Para empezar, subraya que "Los signos de apertura (¿ ¡) son
característicos del español y no deben suprimirse por imitación de otras lenguas en las que
únicamente se coloca el signo de cierre". Escribir por tanto "Qué hora es?" o "Qué alegría verte!" es
incorrecto, lo correcto es "¿Qué hora es?" y "¡Qué alegría verte!".
Los signos de interrogación y de exclamación se escriben pegados a la primera y la última palabra
del período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que los preceden o los siguen;
pero si lo que sigue al signo de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.
Un ejemplo: "¡Caramba!, ¿son ya las tres?; se me ha hecho tardísimo".
Tras los signos de cierre puede colocarse cualquier signo de puntuación, excepto un punto ya que,
como señala la Academia, cuando la interrogación o la exclamación terminan un enunciado sus
signos de cierre equivalen a un punto.
Los signos de apertura (¿ ¡) se han de colocar justo donde empieza la pregunta o la exclamación,
aunque no se corresponda con el inicio del enunciado. En ese caso, la interrogación o la
exclamación se inician con minúscula. ¿Un ejemplo? Ahí va: "Por lo demás, ¿qué aspecto tenía tu
hermano?". "Si encuentras trabajo, ¡qué celebración vamos a hacer!" Es posible escribir dos o
tres signos de exclamación para indicar mayor énfasis en la entonación exclamativa:
¡¡¡Traidor!!! Y, finalmente, también se pueden combinar los de interrogación con los de
exclamación, siempre y cuando los signos de cierres sean simétricos a los de apertura. ¡¡¿¿De
verdad piensas eso??!!

Los signos de interrogación y exclamación nos sirven, como es obvio, para hacer enunciados que
interrogan o exclaman. Es decir para preguntar (signo interrogación) o para poner énfasis (signo
exclamación)
Esto es muy sencillo y todos lo sabemos, pero lo que a veces se nos escapa es su uso correcto,
respetando las reglas de ortografía. Vamos a aclarar todas las dudas sobre el uso de los también
llamados signo pregunta y signo admiración.

¿Para qué sirven los signos de exclamación e interrogación?

Tanto el signo de interrogación (¿?) como el signo de exclamación (¡!) encierran enunciados que
interrogan o exclaman, como hemos dicho al principio. Los primeros se usan para enunciados
interrogativos directos (¿Quién dejó la puerta abierta?), y los segundos para enunciados
exclamativos directos (¡Qué increíble lo que me cuentas!) e interjecciones (¡Ay!)
Los signos de exclamación (también llamados signos de admiración) y los signos de
interrogación (o signos de pregunta) son siempre dos:
• los de apertura que indican el comienzo de la frase interrogativa o exclamativa: ¡ ¿
• los de cierre que indican el final de dicha frase: ! ?
Aunque últimamente, con el uso de la comunicación escrita veloz de chats, tendemos a poner un
solo signo al final de la frase, en español siempre se utilizan dos signos, el de apertura al inicio del
enunciado y el de cierre al final.
¿Quién dejó la puerta abierta? CORRECTO
Quién dejó la puerta abierta? INCORRECTO

Uso correcto del lenguaje escrito:


Usos incorrectos de palabras Homófonas:
Las palabras homófonas son aquellas que suenan igual al pronunciarse, pero que se escriben
diferente. Mira a continuación algunas de ellas:
• Haber, a ver
Haber es un verbo.
A ver es la combinación de la preposición a con el verbo ver.
Para evitar errores como: Haber qué pasa, debemos pensar a qué equivale haber o a ver. En este
caso: “Veamos que pasa”, por lo tanto, corresponde a: A ver qué pasa.
• Halla, haya, aya, allá
Halla es del verbo hallar/encontrar:
-Debemos hallar la X de la ecuación
Haya es del verbo haber:
-Espero que hayas ido al concierto
Aya es la persona encargada de cuidar y educar a un niño:
-El niño adora a su aya
Allá, con acento agudo, es un adverbio de lugar:
-Puse el cuaderno allá en la mesa.
• Ahí, hay, ¡ay!
Hay es una forma conjugada del verbo haber:
-Hay tres manzanas en la nevera
Ahí es un adverbio de lugar:
-Las manzanas están ahí, en frente tuyo.
¡Ay! Es una expresión que suele ir entre exclamaciones.
• Valla, vaya
Vaya puede ser tanto una interjección como ay, una expresión. También vaya viene de ir:
-Vaya al mercado.
No debes confundir tampoco con la ortografía de baya, que es una fruta.
Valla es una cerca hecha de tablas pegadas al suelo para delimitar un terreno. Es también un
elemento de la publicidad exterior.
• Hecho, echo
Hecho es el participio del verbo hacer.
Echo viene de la primera persona del presente del indicativo del verbo echar.
• Has, haz
Has es la conjugación del presente del indicativo de la segunda persona en singular del verbo
haber:
Ejemplos:
• ¿Has hecho tu tarea?
• Has preguntado dos cosas hoy.
• No has dicho la verdad.
Haz corresponde, comúnmente, al verbo hacer, con el que se expresan solicitudes o mandatos:
Ejemplos:
• Haz tu tarea.
• Haz el bien a los demás.

4. Uso del sujeto a lo largo del texto


Otro error que solemos cometer, es no ser coherente con el uso del sujeto a lo largo de los textos
que escribimos. Sucede que muchas veces combinamos varios de ellos dentro de un mismo texto sin
ser congruentes. Mira un ejemplo:
Soy consciente de que los errores que cometemos se debe … (Primera persona) Según citamos en
el texto … (Primera persona en plural) Y la investigación determina que … (Tercera persona)
5. Gerundio
Los gerundios son los verbos que terminan en –ando, iendo o yendo y se usa para describir dos
acciones simultáneas.
No se usa cuando la acción que describe es posterior al verbo principal de la oración. Para
identificar su forma correcta, podemos hacerle una pregunta al verbo. Si la respuesta la da el
gerundio, está bien empleado.
Ejemplos:
1. El río se desbordó, inundando las casas del barrio
¿Cómo se desbordó el río? ¿Inundando las casas? No lo creo.
La forma correcta de la oración sería:
El río se desbordó e inundó las casas del barrio.
1. Empezó su discurso dando las gracias al jurado.
¿Cómo empezó el discurso?
Dando las gracias al jurado

6. Tilde diacrítica
Hoy en día, contamos con palabras monosílabas, es decir, de una sola sílaba que a través del
tiempo, han perdido la tilde.
No obstante, aún se conservan algunas gracias a una regla que determina que hay palabras
homónimas y de vocablos idénticos pero que significan otras cosas.
Te presentamos a continuación las que llevan tilde y su por qué:
Más y mas
Más: adverbio de cantidad
Mas: conjunción adversativa, es como un “pero”.
Aún y aun
Aún: adverbio de tiempo, “aún no lo he decidido”
Aun: incluso
Sé y se
Sé: Verbo saber y ser: “No sé”, “Sé tú mismo”
Se: pronombre: “Se come con cuchara”.
Té y te
Té: Infusión, bebida
Te: pronombre: “Te quiero”
Quién y quien
Quién: Interrogativo, exclamativo
Quien: pronombre relativo
Cómo y como
Cómo: Adverbio interrogativo o exclamativo
Como: Adverbio de modo
Qué y que
Qué: Interrogativo, exclamativo
Que: pronombre relativo
Dónde y donde
Dónde: Interrogativo de lugar
Donde: adverbio relativo o conjunción
Cuándo y cuando
Cuándo: interrogativo de tiempo
Cuando: Adverbio relativo o conjunción
Dé y de
Dé: verbo dar: “Escribe la respuesta en cuanto te dé el resultado”.
De: preposición: “Esa camisa es de mi hermana”.
Sí y si
Sí: afirmación: “Sí, quiero dos paletas”.
Si: condicional: “Si me quieres, dímelo”.
Mí y mi
Mí: pronombre personal: “Lo quiero para mí”.
Mi: adjetivo posesivo: “Mi mamá”.
Tú y tu
Tú: pronombre personal: “Tú tienes tres casas”
Tu: adjetivo posesivo: “Ese es tu cuaderno”
Él y el
Él: pronombre personal: “¿Él es tu hermano?”
El: artículo: “El libro de matemáticas”.

7. Porqué/Por qué/Porque/Por que


Porqué:
Equivale a causa, motivo, razón.
No comprendo el porqué de tu presencia = la razón de tu presencia
Por qué
Introduce oraciones interrogativas y exclamativas directas e indirectas.
¿Por qué no viniste ayer a la fiesta?
No comprendo por qué te pones así
Porque
Se usa para introducir oraciones subordinadas que expresan causa y se pueden sustituir por puesto
que, debido a o ya que:
No fui a la fiesta porque no tenía ganas = no fui a la fiesta puesto que no tenía ganas.
Por que
En este caso, es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto, es decir: el que, la que, etc.

8. Dequeísmo
Solemos usar mucho la fórmula “de que” cuando no se debe. Bueno, cabe resaltar que no todas las
construcciones de esta fórmula son incorrectas. Es solo darse cuenta de cuando realmente necesita
ir acompañado por una preposición.
Uso incorrecto: A Juan le dijeron de que ella lo estaba esperando
Para evitar el error basta con hacer una pregunta que responda a esa oración: ¿Qué dijeron? O
¿de qué dijeron?
Por tanto: A Juan le dijeron que ella lo estaba esperando.

9. Cacofonía
Las cacofonías son combinaciones de sonidos que durante la lectura no suenan de forma
armónica.
Son fáciles de corregir. Solo es que tomemos un buen diccionario de sinónimos para cambiar la
palabra o que reformulemos la estructura de la frase.
Un par de ejemplos de cacofonía:
Le pusieron una sanción por robar la canción
Ya son muchos años trabajando en la construcción con motivación y perfección.

10. Y/o
Este error lo cometemos al desconocer los usos de la conjunción “o”. Creemos que es excluyente
cuando no lo es; de hecho, es una es disyuntiva que refleja, en muchos casos, una alternativa u
opción, pero no necesariamente la exclusión.
Por lo tanto, con solo decir “o” es suficiente.
Bueno, y hablando de las conjunciones “y” y “o” debemos recordar la regla:
Cuando la palabra que le sigue a la conjunción “y” empieza por “i” o “hi”, la conjunción se
cambia por “e”:
Ricardo e Isabel van al colegio juntos.
Y cuando la palabra que le sigue a la conjunción “o” empieza por la letra “o” u “ho”, se cambia
por la conjunción “u”:
¿Este color u otro?

11. Uso incorrecto de las frases prepositivas


Las frases prepositivas son los conjuntos de dos o más palabras que funcionan como una
preposición y le dan sentido a las oraciones.

FORMAS INCORRECTAS FORMAS CORRECTAS

De acuerdo a De acuerdo CON

En base a CON base EN

En relación a EN relación CON

Por el contrario por LO contrario

Bajo esa base SOBRE esa base

Bajo este punto de vista DESDE este punto de vista

12. Discordancias
Un error común entre nosotros, es generar discordancias entre el sujeto y el predicado, sobre todo
con sujetos que hacen referencia a un conjunto de individuos.
Por ejemplo:
Son gente honesta y se comportan como tal.
Gente es tercera persona en singular, que designa a un conjunto de individuos, por tanto, la
manera correcta sería:
Es gente honesta y se comporta como tal.

13. Los números


Esta es una duda que constantemente nos invade. ¿Debemos escribir los números con letras o con
cifras?
Según las reglas, es preferible escribirlos con letras, a excepción de los decimales o los números
excesivamente grandes.
Ejemplo:
Diez mil personas asistieron a la manifestación por la libertad, en lugar de: 10.000 personas
asistieron a la manifestación por la libertad.
14. Abreviaturas
Sabemos que las abreviaturas, de algún modo, sirven para hacer nuestra escritura un poco más
fluida y rápida. No obstante, no siempre conocemos el significado de todas cuando las vemos
escritas en un texto.
Por tanto, es recomendable escribir el término completo en un principio, utilizando, seguidamente,
la abreviatura entre paréntesis. De este modo, podemos seguir usándolas a lo largo del texto.

15. Anglicismos
Hemos escuchado mencionar que la lengua inglesa es quizás la más apropiada para unificar al
mundo, gracias a que, en general, no maneja palabras que designen a un género u otro, sino que
ciertamente logra ser neutral.
No obstante, si estamos escribiendo en español, debemos huir de los anglicismos. Si la palabra en
cuestión tiene su equivalente en español y son entendidos por nuestras personas, además de no
perder el sentido ni la fuerza en el texto, es mejor usar siempre el español.

«¿Debería poner una coma aquí? ¿Pongo una coma o un punto? ¿Aquí hay que poner punto y
coma o dos puntos?» ¿Te suena? Todos nos hemos peleado alguna vez con las normas de
puntuación, incluso los escritores más veteranos han llegado a estar en una encrucijada así en más
ocasiones de las que les gustaría admitir. No te sientas estúpido por tener dudas sobre los signos de
puntuación, créeme, es algo muy habitual. Por ello, voy a intentar esclarecer todo lo posible las
dudas más comunes que arroja la normativa de puntuación de la RAE. Quédate y sigue leyendo si
quieres dominar de una vez por todas estos tres elementos tan indispensables. Conocer bien el uso
de los signos de puntuación… salva vidas.
Finalmente, se denominan signos auxiliares todos los signos ortográficos que no son ni diacríticos
ni de puntuación. Los auxiliares no forman un grupo cerrado; por el contrario, este grupo
“constituye un inventario abierto, que puede variar según el tipo de texto y el ámbito o disciplina
en el que este se inscriba”. Algunos de los signos auxiliares más utilizados en el español son:
• apóstrofo;
• asterisco;
• barra;
• guion;
• llave;
• párrafo.

Antes de nada debes de tener muy claro el significado y el por qué del uso de los signos de
puntuación. No se trata de algo caprichoso, ni de unas normas establecidas que se cumplen
porque sí. Su aplicación atiende a una serie de razones muy sólidas:

Hay que evitar anacolutos, silepsis y solecismos que pueden romper tanto la
concordancia nominal como quebrantar las leyes de la concordancia en el género o el número
de las palabras. Es común leer “son gente” (en vez de usos correctos como “es gente” o “son
gentes”). También se acostumbra a escribir discordancias tales como “la mayoría de los
investigadores piensan” (en vez de usos correctos como “los investigadores piensan” o “la
mayoría […] piensa”).
Se ha de evitar usar catalanismos erróneos, por ejemplo, el del verbo auxiliar haber. Por
ejemplo, las expresiones “han habido estudios”, “aunque hayan habido investigadores” deben
sustituirse por el uso correcto del verbo, es decir, “ha habido estudios” y “aunque haya habido
investigadores”.
Recuérdese el uso correcto del adverbio. Se debería utilizar de forma comedida, sin abusar de
él, cuando es necesario, es decir, para modificar al verbo. Así, es correcto escribir “trabaja
duramente” (verbo + adverbio), mientras que es incorrecto “trabaja duro” (verbo + adjetivo).
El adjetivo complementa al sustantivo, así que si se quiere usar esa combinación sería
preferible decir “es un trabajo duro”.

Asimismo, se ha de huir de usos preposicionales incorrectos y vulgares como “en base a” (y


sustituir la expresión por algo correcto como “sobre la base de”), o como “por contra”, que une
de dos preposiciones modo incorrecto (lo correcto sería decir “por el contrario”). Otra
sugerencia: en vez de decir “en relación a”, dígase “en relación con” o “con relación a”. Consta
una orientación sobre las preposiciones en este mismo blog, donde también se accede a una
lista de preposiciones de la Findescu.
Se han de evitar tanto queísmos como dequeísmos. Para huir de los segundos, hay gente que
acaba cayendo en los primeros, error de la misma magnitud -y mérito- que el anterior.
Recuérdese que los verbos preposicionales requieren el uso de la preposición. Así, es correcto
escribir “acuérdense de que vamos todos” (e incorrecto “acuérdense que vamos todos”), “le
informamos de que ha de acudir” (e incorrecto “le informamos que ha de acudir”), así como
“le advierten de que es necesario” (e incorrecto “le advierten que es necesario”). Cabe recordar
que ciertos verbos cambian de sentido con o sin preposición. Este es el caso del verbo advertir,
que también se puede usar sin la preposición de, pero entonces su uso cambia. Así, es
correcta la frase “advirtió que había una mancha en el cuadro”, al igual que es correcta “el
docente advierten de que es preciso estudiar”.
El gerundio es una forma verbal no personal que en general indica una acción simultánea, o
de movimiento (“cuando llegué, Ana estaba estudiando”; “al llegar a clase entré silbando”). El
problema es que se usa y abusa del gerundio, sobre todo en publicaciones de jurisprudencia.
Mientras se desconozcan las excepciones y particularidades de su uso, es preferible evitarlo.
Para profundizar al respecto, se puede acudir a cualquier manual de estilo de los citados en
la bibliografía.
También se debe evitar la construcción errónea formada por “decir de + infinivo”, de donde
resulta por ejemplo la expresión “dijeron de ir”, que es errónea. Se puede sustituir por las
construcciones correctas basadas en las fórmulas “decir que + subjuntivo” (“dijeron que
fuésemos”), o “decir que + indicativo (“dijimos que iríamos”). Si se duda sobre cómo usarlo, es
fácil evitar esas construcciones usando el verbo hablar, pues “hablar de + infinitivo” sí es
correcto (“hablaron de eso, hablaron de ir”).
Es incorrecto usar el infinitivo introductor, que consiste en utilizar un infinitivo como si fuese
independiente de ninguna persona, sin indicación del sujeto. Así, es erróneo comenzar una
frase con las siguientes fórmulas: “Afirmar que […]”, “Empezar diciendo que […]”, o “Lo
primero, agradecer a los organizadores la invitación”. Su uso correcto ha de formar perífrasis,
como “Deseamos comenzar agradeciendo a […]” o “Quiero agradecer a los presentes […]”;
“Deseamos afirmar que […]” o “Quiero afirmar que […]”; “Para empezar, cabría decir que
[…]”.
Se debe prestar atención a los usos incorrectos de a + infinitivo (aceptados sólo en el lenguaje
administrativo), como “la documentación a entregar para solicitar la beca” o “el temario a
estudiar para el examen de la oposición”, o “los pasos a realizar son los siguientes”. Su uso
correcto se consigue con la preposición para o formando perífrasis, como: “la documentación
que se debe entregar”, “el temario que se ha de estudiar”, o “los pasos para realizar el estudio
son los siguientes”.
Se ha de distinguir el uso del verbo deber, que tiene sentido de obligación, del sentido del
verbo deber de, con sentido de duda o probabilidad. Es correcto escribir “debes estudiar para
conocer la materia” o “si ha aprobado el examen el vago de tu hermano, debe de ser fácil
aprobar”. Sin embargo, es incorrecto decir “debes de estudiar para conocer la materia”, o “si
ha aprobado el examen el vago de tu hermano, debe ser fácil aprobar”.
Los nombres de personas, en principio, deben respetar la fórmula original con la que firme -o
firmase cada quien-, sin ser traducidos al castellano (salvo en casos donde se usen otros
alfabetos, como el griego o el chino). En español es preferible decir William Shakespeare
(que no Guillermo Shakespeare), Jane Austen (en vez de Juana Austen), o Bernard Vincent (no
Bernardo Vicente). En cambio, los nombres de países y de ciudades sí se traducen cuando en
castellano cuentan con la correspondiente traducción. Por ejemplo, al redactar en esta lengua
se debe escribir Londres (no London), Inglaterra (no England), o Pekín (no Beijing). Con
respecto al uso dado referido a ciudades y lugares de España, hay diversas normas
contradictorias. En este blog recomiendo hacer un uso clásico recién citado, utilizando el
nombre en castellano para expresarse en castellano (por ejemplo, La Coruña, siguiendo el
mismo criterio con que digo Oporto), y usar las palabras en otro idioma para expresarse en el
otro idioma (como A Coruña en gallego, Porto en portugués, etc.).
Las comillas pueden utilizarse por diversas causas. Son necesarias cuando se desea recalcar
en cursivas algunos elementos del texto sobre palabras entrecomilladas (por ejemplo, las
cursivas en una cita). Asimismo, las comillas son útiles para combinar con cursivas, como en
se hace en el presente texto. Pero normalmente, en un trabajo universitario se puede
prescindir de muchas de ellas, pues son incómodas de leer. Cuando se usen varias comillas, se
seguirá un sistema de mayor a menor (« “ ‘ ’ ” »).
El abuso de comillas es otro mal común, pero hay casos donde se requiere su uso, aunque
muchas veces se tiende ya a sustituirlas por cursivas, para aligerar la lectura. Por ejemplo,
hoy día, en vez de usar comillas para citar palabras extranjeras no aceptadas por la Real
Academia de la Lengua Española, se tiende a usar cursivas, como “el resultado se sabía avant
la lettre”. El mismo sistema de cursivas se utiliza para recalcar o dar énfasis en ciertas
palabras (“el adjetivo con que le descalificó era demasiado explícito”).
Es aconsejable limitar el empleo de comillas a las citas literales cortas (de menos de cuatro
líneas). Las comillas exigen la reproducción textual. Por tanto, para señalar cualquier
elemento textual que conste en el texto, aunque sea erróneo o haya caído en desuso, se
indicará con el vocablo sic entre corchetes que la cita es textual (“La frase del códice decía
que ‘estaban en los tréminos [sic] de Madrid’ en tinta roja”).
Si la cita entrecomillada se interrumpe, y se omiten algunas palabras, se han de incluir
puntos suspensivos entre corchetes, así, […]. Valga por caso el siguiente ejemplo: “Entre mis
proyectos más sensatos […] sobresale el de organizar una multitudinaria rogativa que […]
clame por la liberación de nuestros viejos verbos faltar y quedar, hoy secuestrados por su
medio hermano restar”. Así, se omitiría la siguiente cita completa: “Entre mis proyectos más
sensatos, digno sin duda de amplios apoyos, sobresale el de organizar una multitudinaria
rogativa que, ante los déspotas del micro deportivo, clame por la liberación de nuestros
viejos verbos faltar y quedar, hoy secuestrados por su medio hermano restar”[1].
Es innecesaria la mímica acompañando a la expresión verbal que dice “entre comillas”. Es
redundante recalcar con las manos que se dice una palabra entre comillas. Para mí es una
incógnita adivinar quién se lo inventó, pues si lo hubiera patentado se hubiera hecho de oro.
El gesto ha triunfado; se ha puesto de moda en todo el orbe. En cualquier caso, y aunque de
modo coloquial se utilice, su uso ha de ser comedido en una exposición de un trabajo
universitario. Un buen discurso ha de saber defenderse con grandes argumentos verbales.
Además comentaré que creo que la gracia de ciertos gestos o frases singulares radica en su
originalidad, pero si se ponen de moda y la sociedad en masa lo imita, a veces puede cansar e
incluso empobecer el discurso, entre otras objeciones.
La barra tiene diversos usos en el lenguaje escrito. Principalmente se utiliza en algunas
abreviaturas (c/por calle); para separar la mención de día, mes y año en la expresión
numérica de las fechas (10/01/2012); para indicar una división en matemáticas; para
sustituir a una preposición en expresiones tales como 30 km/h; para separar versos en textos
poéticos (“Esto no es un libro: ¡qué encierran los libros, /esos sarcófagos y sudarios!”) y para
separar el cambio de línea del original en transcripciones de portadas de textos antiguos;
para separar las distintas páginas jerarquizadas de una dirección electrónica
(http://paleografia.hypotheses.org/on-line-archivos-digitales).
Además de esos y otros usos prácticos, el abuso de la barra en la redacción es un mal común
demasiado difundido actualmente. Si de mí dependiese, recomendaría prescindir de ella en
un texto normal, dado que el castellano es suficientemente rico como para tener que
depender de esos signos tan incómodos de leer. Opiniones aparte, la barra se suele utilizar de
modo tan abundante como erróneo para marcar pretendidas ambigüedades como el típico
y/o (que no existe en español correcto). Dicho uso se ha de sustituir mediante la elección
entre dos opciones opuestas, la y conjunción copulativa (inclusiva), o la conjunción
disyuntiva o. Así, es correcto escribir “los alumnos y profesores” pero incorrecto escribir “los
alumnos y/o profesores”. Otro ejemplo del uso de la o disyuntiva en una frase podría ser: “o
apruebas o suspendes”.
Guste o no (¡a mí, nada!), la Real Academia Española también ha admitido colocar la barra
entre dos palabras, o entre una palabra y un morfema, para indicar la existencia de varias
opciones posibles; en este caso se escribe sin espacios y puede sustituirse por paréntesis. Así,
según la RAE es correcto decir “los/as alumnos/as”, “los(as) profesores(as)”, “los(as)
alumnos(as)”. Este uso en mi opinión empobrece y ralentiza la lectura, y con las facilidades
que ofrece el ordenador no tiene mucho sentido su presencia. Para generalizar con el género
o el número propongo otras alternativas elegantes que hunden su raíz en el protocolo
tradicional (no hace falta ser una persona radical para proponer esto), que se pueden aplicar
a fórmulas usadas en cartas y correos electrónicos, del estilo de las siguientes: “Estimadas
alumnas, estimados alumnos” (serviría el ejemplo para profesoras y profesores, o amigas y
amigos), “Estimadas y estimados estudiantes” (aplíquese a docentes o a colegas). Una fórmula
aún más sencilla es suprimir las marcas de género buscando alternativas como “Buenos días”
(en vez de “Buenos días a todos”), o “el trabajo que debéis hacer” (en vez de “el trabajo que
los alumnos han de hacer”).
Es importante atender a los usos concretos de las mayúsculas, porque se tiende a abusar de
ellas cuando no corresponde. Es particularmente útil recordar ciertos ejemplos utilizados con
frecuencia en estudios de Humanidades[2]. Además de los consabidos nombres propios
(Antonio Domínguez Ortiz, San Lorenzo de El Escorial[3]), llevan mayúsculas los siguientes
nombres:
• Los sobrenombres y apodos que sustituyen o acompañan al nombre propio (el
escribano Luis Monzón “el Viejo” dijo eso).
• Los nombres de editoriales (Espasa-Calpe, Editorial Hernando), y no el sustantivo
editorial cuando no está incluido en el nombre propio.
• Los nombres y apellidos de dinastías (los Austrias).
• Los tratamientos abreviados (Vds., Ud., D., Dª., Dr.), que cuando se desarrollan han de
ir en minúsculas (ustedes, usted, don, doña, doctor).
• Los nombres geográficos que aglutinan pueblos con características comunes
(Centroamérica, Oriente Medio, Castilla-La Mancha, Tercer Mundo).
• Las palabras que designan divinidades únicas (Dios, Zeus) y los apelativos referidos a
Dios, Cristo y la Virgen o los libros sagrados (el Corán, la Biblia), pero no las
religiones (catolicismo, protestantismo).
• Los nombres de entidades o asociaciones (Real Academia de la Lengua, Fundación
Española de Historia Moderna).
• Los nombres de ciencias, disciplinas o materias de estudio (“A Juan le gustaba el arte y
estudió Historia del Arte”).
• Los nombres de fechas importantes escritas con letras y de edades, periodos y grandes
acontecimientos (el Barroco, el Dos de Mayo, la Edad Moderna, la Revolución
Francesa). Los adjetivos correspondientes se escriben en minúsculas (la sociedad
bajomedieval, la sociedad barroca). No se escriben con mayúsculas los nombres de
generaciones (generación del 27), ni tampoco los movimientos político-sociales o
ideologías (comunismo).
• Los nombres de exposiciones y jornadas de renombre (Feria del Libro, Exposición
Universal).
• Los nombres de textos legales (la Ley 16/85 del Patrimonio Histórico Español).
• La primera palabra de una obra literaria (“Cervantes escribió La ilustre fregona”. “He
leído La rebelión de las masas”).
• Las formas de gobierno que marcan una época (la II República), pero no la forma
genérica de gobierno (la monarquía española, la república francesa).
Es aconsejable completar estas breves indicaciones con manuales o monográficos sobre
redacción y estilo. También existen repertorios incluso en Internet, como se cita algún
ejemplo en otra pestaña de esta web.

Para que sirven los signos ortográficos??


1. Son pausas.
Los signos de puntuación detienen la lectura por un instante. Son indicaciones para el lector que le
guían y le permiten entender el texto con mayor facilidad.
2. Favorecen la lectura en voz alta.
Están ahí para que el lector pueda tomar aire. Un párrafo sin puntos ni comas terminaría matando
por asfixia a todo aquel que lo leyese.
3. Ordenan las ideas.
Los signos de puntuación sirven para ordenar las ideas de acuerdo a su valor, pues constituyen la
jerarquía del texto. Esto es de vital importancia, pues entender bien este concepto es esencial para
dominar el uso de estos signos.
4. Influyen en el ritmo narrativo.
Al ser pausas, afectan directamente al ritmo de las acciones que transcurren en el texto. Las
acciones descritas resultan más dinámicas a mayor brevedad. Los puntos y comas marcan el ritmo
narrativo.
5. Aportan claridad al texto.
Un texto, donde el uso de los signos de puntuación es correcto, será infinitamente más claro que
uno con ausencia de puntos y comas. Es muy común encontrarse con frases ambiguas y con ideas
malinterpretables cuando se carece de estos signos.

6 Poner una palabra en mayúscula tras dos puntos


Es 100% común ver listados en viñetas con esta estructura:
• Elemento 1: bla, bla, bla…
• Elemento 2: bla, bla, bla…
• Elemento 3: bla, bla, bla…
Es una gran forma de mejorar el diseño del contenido, resumir y dejar muy claras las ideas. Pero
la mayoría no lo hacen bien, ya que ponen la primera palabra tras los dos puntos en mayúsculas.
La única excepción común es cuando introduces una cita de alguien. Pongamos un ejemplo más:
• Debes hacer justo lo que me dijo mi amigo el otro día: «Javi, no seas tonto y empieza a
escribir…».
Salvo que introduzcas una cita, mata esa mayúscula.

7 Los problemas a la hora de escribir varias preguntas seguidas


¿Has escrito alguna vez varias preguntas seguidas en un texto? Seguro que sí. Pues bien, ¿y si te
dijera que probablemente has escrito todas mal muchas veces?
A la hora de introducir una pregunta en un texto se cometen muchos, muchos errores. También hay
que decir que la norma castellana para poner o no la tilde es bastante difusa, pero ahí está.
Vamos por partes:
1. ¿Cómo se escriben varias preguntas seguidas? Puedes escribirlas directamente sin separar
empezando por mayúscula (¿Quieres mejorar tu blog? ¿Te gustaría tener cientos de
visitas?) o en minúscula utilizando la coma o punto y coma (¿Quieres mejorar tu blog?, ¿te
gustaría tener cientos de visitas?). Personalmente prefiero la primera opción.
2. ¿Hay que poner una coma en una pregunta en medio de una frase? Sí, salvo que esa
pregunta venga precedida de pero, y u o (La duda está ahí, pero ¿cómo podemos
resolverla?). A mí me gusta poner la coma antes de pregunta siempre, pero eso es una
manía mía 😉
3. ¿Hay que poner un punto tras una pregunta? No. Los signos exclamativos (¡!) e
interrogativos (¿?) cierran las frases, salvo que utilices una coma al final como hemos visto
en el primer punto.

8 Falta de concordancia en las frases


Este problema va muy unido con el punto #2, ya que al usar indiscriminadamente las comas
acabamos por crear frases monstruosas y Frankensteins difíciles de manejar.
Al final lo que pasa es que, de tanto escribir, terminas por crear una frase que ni tiene sentido en sí
misma en términos de concordancia. La concordancia no es más que la relación entre los
diferentes elementos de una frase.
Como siempre, me explico con un ejemplo:
• Me alegra mucho ver la calidad de tus trabajos y proyectos, ya que me ha gustado mucho.
• Me alegra mucho ver la calidad de tus trabajos y proyectos, ya que me han gustado mucho.
Cuando montamos un monstruo lleno de comas, y no voy a poner ejemplos para no ofender a
nadie, tendemos a cargarnos esto.
Hablamos de un grupo en plural, luego en singular, luego es femenino, después masculino, etc.

9 No cerrar una frase


Si dejo esta frase así
Seguro que se ve rara, ¿verdad? Incluso diría que genera ansiedad (¡CIERRA ESA FRASE JAVI!).
Ahí falta un punto y está más que claro. Pero si hago lo mismo en una lista parece que ese
problema «desaparece» y no es así.
En las listas y viñetas tienes que poner un punto final en cada línea. Solo tienes que subir y revisar
las viñetas que he usado antes y ver que todas tienen un punto final.
A veces se olvidan y hasta a mí me pasa, pero deberías controlarlo para no dejar frases «sueltas»
por ahí.
El único lugar donde está «permitido» no usarla es en los títulos, encabezados y listas con un solo
elemento. No es que lo permita la Real Academia de la Lengua Española al 100% (quizás lo último
sí), sino que está aceptado por el mundo blogger porque el punto final no aporta nada ahí.

10 Uso de tildes donde ya no es necesario


La RAE se va actualizando y, con cada nueva edición, la verdad es que cada vez se están perdiendo
más tildes. Eso, que puede gustar más o menos, es lo que hay ahora mismo.
Por eso muchas tildes que antes se utilizaban hoy en día ya no son necesarias. Pondré algunos
ejemplos:
• Las tildes en los pronombres demostrativos «este», «esta», «esos», «aquellos», etc.
• La tilde en «solo».
• La tilde que antes iba entre los números para diferenciar la «o» del «0».
Cuando leo un texto y veo esas tildes a mí ya me huele a antiguo. Es una percepción personal y este
no es un «fallo» grave y de hecho ni es un fallo, ya que la RAE permite el uso de ambos.
Aun así, actualízate y deja de gastar la tecla de la tilde con tildes innecesarias 😉

11. No pongas coma antes de «y»


Esta norma es extensible a las conjunciones «ni» y «o». Se aplica cuando tenemos una
enumeración con varios términos.
✅ Metió a toda prisa en la maleta dos pantalones, cinco camisetas, seis pares de calcetines y
bastantes mudas de ropa interior.
❌ Metió a toda prisa en la maleta dos pantalones, cinco camisetas, seis pares de calcetines, y
bastantes mudas de ropa interior.
Sin embargo, esta norma tiene sus excepciones. Sí es correcto poner coma antes de la conjunción
«y» si la oración que sigue a la conjunción tiene distinto sujeto de la anterior. También si el
elemento que va detrás de «y» no enlaza con los anteriores, sino con la suma de todos ellos:
✅ El pobre hombre no había visto un televisor en su vida, y todo el mundo pudo observar cómo se
quedó boquiabierto ante aquel invento del demonio.
✅ Se había pasado la vida entera yendo de fiesta y haciendo el vago, y cuando le tocó trabajar no
estaba acostumbrado a dar un palo al agua.

12. En el encabezado de las cartas y las notas, usa dos puntos


Últimamente es cada vez más frecuente encontrar en estos casos una coma, pero se trata de un
error por influencia del inglés. En castellano los encabezados de las cartas y las notas se puntúa
con dos puntos:
✅ Querida hermana:
Necesitaba tiempo para pensar y me he ido unos días a la casa del pueblo. Por favor, saca a pasear
al perro.

13. Tras las preposiciones, no uses los dos puntos


Es incorrecto el empleo de los dos puntos entre una preposición y los sustantivos que la siguen:
❌ Estaba cansado de: las risas de sus compañeros, las burlas en la clase de gimnasia y las
miradas de incredulidad de las chicas.

14. Tras los puntos suspensivos, siempre un espacio (salvo si lo que sigue es un signo de
puntuación de cierre)
Por lo tanto, si se usan los puntos suspensivos al principio de una frase no van pegados a la
primera palabra, sino que llevan un espacio después.
✅ … y después de decir todo esto, se quedó tan ancho.
❌ …y después de decir todo esto, se quedó tan ancho.

15. Usa las comillas latinas («, »)


Las comillas inglesas (“, ”) se usan solo si es necesario entrecomillar una palabra dentro de un
texto entrecomillado.
✅ Le dijo, alzando la voz: «Mire usted, yo estaré “escuchimizá”, pero no soy una muerta de
hambre».

16. No uses mal la raya y el guion


Últimamente se está viendo con mucha frecuencia un uso incorrecto del guion y la raya en lugar de
los dos puntos, por influencia del inglés:
❌ La llegada del hombre a la luna – un acontecimiento histórico.

17. El punto final va detrás de las comillas de cierre, no delante


En castellano es ese el orden correcto. ¡No pongas el punto antes de las comillas de cierre!
❌ «Escribir es algo que nunca puedes hacer tan bien como es posible. Es un desafío perpetuo y es
más difícil que cualquier otra cosa que haya hecho. Así que lo hago. Y me hace feliz cuando lo
hago bien.» (Ernest Hemingway)
✅ «Solo los malos escritores piensan que su trabajo es realmente bueno» (Anne Enright).

18. No abuses de los puntos suspensivos


Un exceso de puntos suspensivos ralentiza el ritmo del texto y da la sensación de falta de
seguridad. ¿Realmente es esa la impresión que quieres dar? Dosifica el uso de este signo de
puntuación tan lleno de significado.
❌ La esperaba al final del camino… Su gesto estaba pálido… Cuando le dijo lo que acababa de
suceder, ella no daba crédito… Lloraron abrazados a la luz de la luna…

19. Puntúa correctamente los diálogos


Para este último punto, que tiene muchísima miga, puedes recurrir a la entrada que escribí hace
tiempo sobre la puntuación correcta de los diálogos.
Espero que, gracias a estos diez consejos, cometas menos errores al puntuar tus textos. Recuerda
que de la ubicación de una coma puede depender la interpretación del texto o, como en la famosa
anécdota, la vida de un hombre.

20. Reglas ortográficas para el uso de los signos


1. Como hemos dicho, en español las preguntas directas y las exclamaciones requieren dos
signos, el de apertura y el de cierre. Solo es válido escribir un solo signo (el de cierre) entre
paréntesis para mostrar extrañeza o ironía «(?)» o sorpresa «(!)». Vamos a verlo con dos
ejemplos: Juan López Sánchez es el experto (?) elegido para la ocasión. // Un joven de 43
años (!) fue el ganador del Premio Jóvenes Talentos.
2. Nunca debe ponerse un punto (.) después de un signo de exclamación o de
interrogación. Cuando el final de la frase interrogativa o exclamativa coincide con el final
de la oración, el signo (? o !) funciona como punto, por lo que no hace falta agregarlo
después. Ejemplo: ¡Qué golpazo se ha dado!. Me ha dolido hasta a mí. INCORRECTO. La
forma correcta es: ¡Qué golpazo se ha dado! Me ha dolido hasta a mí. Sí pueden usarse
otros signos de puntuación: coma, punto y coma, dos puntos y puntos suspensivos.
3. Las mayúsculas y minúsculas son las que corresponden según la oración en la que esté la
frase exclamativa o interrogativa. Es decir que si la frase interrogativa o exclamativa está
al principio de la oración, empezará con mayúscula (¿Quién quiere venir conmigo al
cine?). Pero si el comienzo no coincide con el de la oración, se usa minúscula (Hoy voy al
cine, ¿quién quiere venir conmigo?).
4. Cuando se trata de una sucesión de preguntas, pueden ir separadas por comas, punto y
coma, punto (en este caso respetando lo escrito en el punto 2) o incluso dos puntos, según
se considere necesario. Respetarán las reglas que hemos visto hasta ahora sobre
mayúsculas y minúsculas. Ejemplos: ¿Respondiste al teléfono? ¿Quién era? // ¿Cómo te
llamas?, ¿cuántos años tienes?, ¿dónde trabajas?
5. Se pueden repetir los signos como énfasis: ¡¡Feliz cumpleaños!! // ¿¿Pero qué
dices?? También se pueden combinar ambos, en frases que tienen un valor sea exclamativo
que interrogativo: ¿¡Lo dejo allí!? Los signos deben ser simétricos, es decir que deben
repetirse los mismos en la apertura y el cierre.
RECUERDA La acentuación de las voces qué, cuándo, cómo, cuál, etc. depende de si tienen
valor exclamativo o interrogativo, no del simple hecho de que se encuentren entre signos de
exclamación e interrogación: ¿que se ha ido sin pagar? Ya veré yo cómo se lo voy a cobrar.

Ultima unidad: (?) Ultimo corpus de estudio sobre los signos ortograficos.

1. INTRODUCCIÓN
Como bien advertía Nunberg (1990: 9), son pocas las razones que poseemos para revisar la
apreciación de Gleason (1965) según quien, hace ya casi medio siglo, resultaban insuficientes
los estudios descriptivos acerca del uso de los signos de puntuación en inglés y en otras
lenguas -como es, en nuestro caso, el español-. Por el contrario, sí eran entonces algo más
numerosos -y siguen siéndolo ahora- los trabajos que han abordado las cuestiones sobre la
puntuación desde una perspectiva básicamente normativa. Tanto es así que la presente
investigación participa de un criterio fuertemente normativo.

En la actualidad, observamos varios intentos de combinar ambas perspectivas -la normativa y


la descriptiva- (Peñalver 1998, 2002). El análisis que llevamos a cabo en este artículo aúna las
dimensiones cualitativa y cuantitativa. A la vez, el estudio tiene por objeto describir el uso y
reprobar los errores de puntuación más frecuentes que cometen los estudiantes universitarios
de primer año cuando realizan aportaciones escritas en dos foros académicos, los cuales
fueron alojados en la plataforma de enseñanza virtual de una asignatura -precisamente,
Español Normativo I-.

Sin lugar a equívocos, la puntuación es un factor del que depende buena parte de la
comprensión de los mensajes escritos; dicho de otro modo, el uso de los signos de puntuación
repercute inevitablemente en la comprensión lectora. Desde un punto de vista textual, tal
repertorio de signos constituye un recurso elemental a la hora de organizar con claridad las
ideas que expresamos en los textos. A pesar del componente subjetivo que aparece ligado a la
puntuación, en español existen criterios normativos muy concretos que no deben pasarle
inadvertidos al usuario competente en el idioma.

Tampoco podemos perder de vista el marco que adoptan las producciones escritas de las que
nos ocupamos en este artículo. Nos referimos a un género electrónico como es el foro virtual.
Con todo, se trata de foros académicos que, además, fueron concebidos para la asignatura
obligatoria de Español Normativo I, del primer curso de Grado en Lengua y Literatura
Españolas. Por consiguiente, es preciso asumir que, en tales (con)textos, debemos obviar el
anormativismo ortográfico que define y caracteriza a estas modalidades mixtas, a medio
camino entre la oralidad y la escritura.

En otras palabras, las intervenciones del alumnado debían ceñirse a la norma culta propia de la
modalidad escrita y, en ese sentido, no consideramos que el uso indiscriminado de los signos
de puntuación represente una suerte de heterografía -esto es, la desviación ex profeso de la
norma ortográfica; tan frecuente, por otra parte, en los géneros que corresponden a los textos
electrónicos (Martínez de Sousa 2004)-. En tales casos, nos encontraríamos ante verdaderas
faltas ortográficas.

2. LOS CRITERIOS DE PUNTUACIÓN Y SU EVOLUCIÓN A TRAVÉS DE


LOS TIEMPOS
La explicación de un buen número de errores asociados a los signos de puntuación en español
hay que buscarla en las tensiones de dos tendencias antagónicas que han convivido
aproximadamente desde el Renacimiento. Se trata, en primer lugar, de las tradiciones
grecolatina y medieval que privilegiaban el aspecto fónico de la lengua. Según dicho
planteamiento, los signos de puntuación no son sino la traducción de las pausas y de la
entonación orales en la modalidad escrita. En segundo lugar, y a partir del siglo XVI, surge una
tendencia que antepone el discurso escrito al oral y, en ese sentido, se afana en la
identificación de las unidades sintácticas y semánticas de los textos.

Más específicamente, es durante los siglos XVIII y XIX cuando se consolida la lectura silenciosa
y, por ende, el carácter prosódico de la puntuación -es decir, el objetivo de materializarse en la
oralidad para indicar los silencios o el tono- quedará relegado a un segundo plano. A partir de
ese momento, sus usos y aplicaciones se harán corresponder con las estructuras sintácticas y
de contenido de las que se componen las producciones escritas (Cassany 1999).

De este modo, han coexistido dos criterios distintos sobre los que se ha apoyado la puntuación
en español; a saber: el criterio prosódico y el criterio sintáctico-semántico. De acuerdo con la
nueva Ortografía de la lengua española (RAE 2010: 292) -en adelante, ORAE-, el último
criterio es el que prevalece en el sistema de puntuación contemporáneo. No obstante, autores
como Sánchez Avendaño (2004) han señalado que dicha indistinción de criterios se extiende
hasta la más inmediata actualidad.

Desde otro enfoque, resulta evidente que hay signos de puntuación que presentan mayor
frecuencia de uso que otros, si bien esta cifra varía a lo largo del tiempo. La Tabla 1, tomada
de Miller (1969) (cf. Cassany 1995: 179), reproduce, en términos de frecuencia absoluta, la
recurrencia a los signos de puntuación a través de algunos de los literatos más representativos
de los siglos XVIII, XIX y XX.
Tabla 1. Recurrencia a los signos de puntuación en los siglos XVIII, XIX y XX a partir de una
selección de escritores

Como venimos señalando, el transcurso del tiempo conlleva modificaciones en las tendencias
de puntuación. A propósito de la Tabla 1, subrayamos que alrededor del 80% de los signos
utilizados son el punto y la coma. Más específicamente, con el paso de los años, observamos
un mayor uso del punto frente a la coma, lo que implica una tendencia de acortar las
oraciones. A la par, se produce un descenso en el empleo del punto y coma, mientras que el
uso de los puntos suspensivos se incrementa en el siglo XX. Por su parte, aumenta la
frecuencia de aparición de los signos de interrogación y exclamación, probablemente como
consecuencia de la moda de incluir diálogos y discursos en estilo directo en la modalidad
escrita (Cassany 1995: 179-180).

En otro orden de datos, no podemos ignorar la supremacía que los diferentes tratados
ortográficos han concedido tradicionalmente a la correcta escritura de las letras. Esta tendencia
letrista ha desplazado, a lo largo del tiempo, el interés fundamental que encierran los signos
de puntuación en el marco de la ortografía. De esta situación, como también advierte Peñalver
(1998, 2002), se percatan, por ejemplo, Palacios y Bueno (1996: 12) cuando quieren hacer del
capítulo dedicado a la puntuación el más importante de su Buena ortografía.

En síntesis, los criterios que se han relacionado con el uso de los signos de puntuación en
español son -a nuestro juicio- un reflejo de las funciones principales que desempeñan en la
escritura; a saber:

a. La representación prosódica: pensemos en los signos de interrogación


(¿?) y de exclamación (¡!) que producen claros efectos en el plano de la
entonación, con evidentes repercusiones en la modalidad oracional.

b. La facilitación sintáctico-semántica: la organización de las ideas en un


texto y las relaciones de contenido que existen entre ellas se traducen en
la preferencia de unos signos de puntuación sobre otros; por lo tanto, tales
marcas ortográficas facilitan el procesamiento sintáctico-semántico de la
información escrita.

c. La manifestación de la subjetividad: aunque se trate de una función


secundaria, es preciso advertir que los signos de puntuación pueden
poseer, en ocasiones, carácter modalizador; esto es, en ocasiones traslucen
la actitud del emisor. Por ejemplo, las comillas pueden resaltar usos
especiales de algunas palabras (coloquialismos, metáforas, eufemismos,
tabúes, etc.); los paréntesis y los guiones pueden encerrar juicios
personales u opiniones; y los puntos suspensivos pueden indicar duda,
perplejidad o temor, entre otros valores.

3. LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN EN EL ESPAÑOL ACTUAL


En palabras de Peñalver (1998: 278), "con una clasificación ordenada y bien organizada de la
ortografía, podemos estudiar con más rigor y exhaustividad las dudas y dificultades más
frecuentes en el español actual". De acuerdo con la ORAE (2010), los signos de puntuación que
actualmente utilizamos al escribir en español y las principales reglas asociadas a ellos son:

a. El punto (.) señala el final de un enunciado, un párrafo o un texto.


Después del punto, la norma es escribir en mayúscula.

b. La coma (,) delimita unidades inferiores al enunciado; puede tener o no


función distintiva -pensemos en Su vida acabó lamentablemente frente a
Su vida acabó, lamentablemente-. Tras la coma, la norma es escribir en
minúscula, con unas pocas excepciones -por ejemplo, si se trata de un
nombre propio-.

c. El punto y coma (;), al igual que la coma, delimita unidades inferiores al


enunciado. Sin embargo, depende de la longitud y de la complejidad de las
secuencias que separa, así como de la presencia de otros signos de
puntuación. Por tanto, su uso está fuertemente vinculado al criterio de
quien escribe. Tras el punto y coma, la norma es comenzar a escribir en
minúscula, exceptuando unos pocos casos.

d. Los dos puntos (:) delimitan unidades sintácticas jerárquicamente


inferiores al enunciado, sean o no oracionales; detienen el discurso para
llamar la atención sobre lo que se escribe. Con frecuencia, aparecen en las
enumeraciones y en el discurso directo. Como norma general, tras los dos
puntos se empieza a escribir en minúscula.

e. Los paréntesis ( ) se utilizan habitualmente para insertar una


información complementaria o aclaratoria; es decir, son delimitadores y
aíslan incisos en el texto.

f. Los corchetes [ ], en la mayoría de contextos, se emplean de forma


análoga a los paréntesis, aunque casi siempre tienen un carácter auxiliar;
por ejemplo, en la escritura convencional, debe escribirse entre corchetes
la información que se inserta en un paréntesis.

g. La raya (-) se usa como signo simple o doble; en este segundo caso,
aísla la información complementaria que se inserta en el discurso principal,
enmarca incisos dentro de otros incisos, aparece en diálogos -con raya
simple al inicio de cada intervención- o en enumeraciones con forma de
lista.

h. Las comillas atienden a tres tipologías fundamentales: las angulares,


latinas o españolas (« »), las inglesas (" ") y las simples (' '). Entre sus
usos, sirven para insertar un discurso secundario en el principal, señalar
citas textuales, reproducir pensamientos, marcar el carácter especial de
una palabra o expresión, con fines metalingüísticos y en expresiones
denominativas (títulos y apodos).

i. Los signos de interrogación (¿?) y los de exclamación (¡!) -desarrollados


posteriormente los segundos, a partir del siglo XVI- son claros indicadores
de modalidad y se utilizan para enmarcar enunciados interrogativos y
exclamativos directos. En la escritura del español, nunca debe elidirse el
primero de estos elementos.

j. Los puntos suspensivos (...) que antiguamente podían representarse en


su forma simple (......) o doble (::::::) y permitían un número indefinido,
en la actualidad son tres y solo tres puntos consecutivos los que han de
escribirse. Señalan una omisión en el discurso y, al mismo tiempo, son
marcadores de modalidad, ya que pueden emplearse para expresar duda,
temor, vacilación o expectación, entre otros usos.
Aparte de los signos diacríticos (la tilde y la diéresis) y los ya descritos signos de puntuación,
la ORAE (2010) reúne en un tercer grupo otros signos ortográficos: los denominados signos
auxiliares. Estos son de carácter accesorio y cumplen funciones muy diversas:

a. Los guiones (-) se utilizan para dividir palabras a final de línea, para unir
nombres propios y apellidos, dos o más adjetivos (teórico-práctico), o dos
o más sustantivos (espacio-tiempo), entre otras funciones.

b. La barra (/), la barra doble (//), la barra inversa (\), la barra vertical o
pleca (|) y la doble barra vertical o pleca doble (||).

c. La llave, con su variante de apertura ({) y cierre (}).

d. El asterisco, con forma de estrella (*).

e. Las flechas (—T—I^t).

f. El calderón (¾ hoy en desuso.

g. El signo de párrafo (§).

4. LA ADQUISICIÓN DE LA PUNTUACIÓN
La investigación de Baldwin y Coady (1978), de filiación psicolingüística, mostró
experimentalmente que la puntuación es una destreza tardía en la adquisición de la escritura.
A su vez, Ferreiro y Zucchermaglio (1996) evidencian esta premisa a partir de diferentes
estudios en los que examinan la producción y la distribución de los signos de puntuación en
niños hispano e italohablantes. Entre otros aspectos, observan que la recurrencia a la
puntuación aumenta conforme los escolares van ascendiendo de curso.

En efecto, la mayoría de los autores está de acuerdo en que es infrecuente encontrar signos de
puntuación en las producciones escritas de los niños escolarizados en el primer año de
educación elemental o primaria (Fayol 1981; Lur$at 1973). Sin embargo, a partir del segundo
curso aumenta rápidamente la frecuencia de uso y el repertorio de signos que emplean es más
variado. Así mismo, es habitual que, durante los primeros años de escolarización, los niños
apliquen anómalamente algunas reglas asociadas a la puntuación; por ejemplo, suele aparecer
el punto sin ir seguido de mayúscula o, a la inversa, la mayúscula sin ir precedida del punto
(Fayol 1997). Tales alteraciones en la puntuación no son exclusivas de las primeras etapas de
adquisición, pues no podemos olvidar que constituyen un rasgo frecuente del ciberlenguaje
(Pérez Sabater 2007; Yus 2010, 2011; Zhou y Zhang 2005).

En cuanto al uso de los signos de puntuación en adultos, estudios como el que lleva a cabo
Fayol (1997: 168-175) sugieren que, a medida que se va consolidando el hábito de la
puntuación en los usuarios de una lengua, se establece una jerarquía más estricta entre los
diferentes signos que se utilizan; principalmente, para organizar las ideas de las que consta un
texto escrito. Esta jerarquía operaría en el plano del contenido, porque, por ejemplo, la
asociación semántica entre las ideas que aparecen yuxtapuestas por coma tendría que ser, en
principio, mayor que la de los segmentos separados por punto y seguido, y aún mayor que la
relación semántica que existiría entre párrafos separados por punto y aparte.

5. CORPUS
Para la descripción del uso de los signos de puntuación por parte de los estudiantes
universitarios, tuvimos en cuenta dos foros virtuales que organizamos en Español Normativo I,
asignatura obligatoria de primer año del Grado en Lengua y Literatura Españolas en la
Universidad de Murcia. El primer foro giraba temáticamente en torno al concepto de norma
dictado por Coseriu (1981) y a la posterior crítica formulada por Fernando Lara (1999), si bien
los alumnos dilataron el discurso a la posible creación de una lengua estándar. En cambio, el
centro temático del segundo foro se acotó a la estrecha relación existente entre la
comunicación verbal y la no verbal, situando el análisis en encuentros comunicativos cuyos
protagonistas eran conocidos políticos españoles.

La cifra de estudiantes matriculados en esta asignatura ascendía a 91. Las participaciones


escritas podían ser realizadas de manera colectiva o individual. Se dio con mayor asiduidad el
trabajo personal, pues fueron pocas las aportaciones trabajadas en grupo. En total, analizamos
128 intervenciones, lo que en párrafos suma un total de 198 y, en palabras, 23916. En la Tabla
2 ofrecemos datos más detallados sobre el corpus:

Tabla 2. Datos cuantitativos generales de los foros analizados

6. ANÁLISIS SOBRE EL USO Y LOS ERRORES DE PUNTUACIÓN EN


FOROS ACADÉMICOS VIRTUALES
En consonancia con estudios precedentes (Fayol 1981, 1997; Ferreiro y Pontecorvo 1999;
Ferreiro y Zucchermaglio 1996; Lur$at 1973), el empleo de la puntuación siempre ha sido
analizado desde las vertientes cuantitativa y cualitativa, no debiéndose entender como
independientes, sino que propician el análisis conjunto. Por ello, en el presente artículo damos
continuidad a los patrones establecidos.

6.1. DIMENSIÓN DESCRIPTIVO-CUANTITATIVA

En este apartado nos proponemos ofrecer datos numéricos -tanto cifras reales como
estadísticas- de los signos de puntuación utilizados por los participantes de los mencionados
foros académicos virtuales. En la Tabla 3 distinguimos, en un eje, la tipología de signos de
puntuación, de entonación y auxiliares existentes en español, y, desde el otro eje, mostramos
la información hallada en cada uno de los foros, así como las cifras totales de ambos.
Presentamos los datos siguiendo un orden de clímax descendente:
Tabla 3. Datos cuantitativos del empleo de los signos de puntuación en los foros

A tenor de las cifras anteriores, apreciamos que la coma es el signo que se utiliza con mayor
asiduidad, hasta el punto de que casi uno de cada dos signos representados es, precisamente,
una coma. Estos datos, en cierto modo, discrepan de los ofrecidos por Cassany (1995: 179),
quien observaba una tendencia del predominio del punto frente a la coma. A continuación, por
orden de frecuencia, encontramos la utilización del punto, existiendo mayor predisposición por
el empleo del punto y seguido (17.10%) que por el punto y aparte (8.06%).

Si sumamos los valores porcentuales relativos a la coma y al punto, constatamos que


ascienden al 72.3% de los signos utilizados. También hemos de resaltar el alto porcentaje de
las dobles comillas inglesas -un 9.76%-; este hecho lo justificamos por el tema de debate
(recordemos, versa sobre el concepto de norma), ya que en el Foro I encontramos una cifra
mucho más elevada que en el Foro II. Después, le siguen por frecuencia de uso las comillas
simples inglesas (1.91%) y, por último, hallamos la utilización de las comillas latinas (1.27%).
Para interpretar esta información coherentemente, hemos de indicar que la plataforma
informática donde se celebraron los foros virtuales no permite la utilización de cursivas, de ahí
que los estudiantes tuvieran que recurrir a las comillas, si bien la elección entre estos tres
tipos de comillas fue personal.

Al mismo tiempo, nos percatamos de un mayor empleo de los dos puntos -un 3.06%- que del
punto y coma -un 1.45%-. En este último caso, se trata de un signo de puntuación cuya
frecuencia de utilización se caracteriza por un continuo proceso de declive. Por su parte, hay
cifras más elevadas en el uso de signos de cierre tanto de interrogación como de exclamación,
frente a los de apertura, a causa de la tendencia de extrapolar al español modelos de
puntuación propios de otras lenguas como el inglés; dicha moda está muy generalizada,
especialmente, en la comunicación por Internet.

La utilización de signos auxiliares de puntuación con funciones aclaratorias -como es el caso de


los paréntesis y de los dobles guiones-destaca por arrojar unas cifras poco representativas, en
concreto el 5.79% y el 0.36% respectivamente. Así mismo, son muy bajos los porcentajes de
uso que les corresponden a los puntos suspensivos -0.54%-, al guion simple -0.24%- y a la
barra -0.21%-. Por último, no hallamos ningún caso de empleo de corchetes, ya sea el de
apertura o el de cierre.

6.2. DIMENSIÓN NORMATIVO-CUALITATIVA

Desde una perspectiva normativa, hemos de señalar que encontramos tanto casos donde el
uso de los signos de puntuación resulta abusivo, como situaciones totalmente contrarias. La
intervención [1] representa un ejemplo extremo en el que no hallamos ni un solo signo de
puntuación:

[1]
yo opino igual que muchos de mis compañeros Fernando Lara es mas
concreto y argumenta mas la norma ya que Coseriu a mi parecer se queda
un poco escaso. [Foro I, intervención 62]

Por otro lado, según apreciamos en [2] y en [3], tampoco parece quedar
clara la colocación de los signos de puntuación frente al respeto de los
espacios en blanco que exigen en la escritura:

[2]
(...) superan.Las palabras solo son palabras;es como esas veces que
dices una cosa y quieres decir otra:no son muy fiables. [Foro II,
intervención 19]

[3]
Yo creo que la no verbal es una ayuda para la verbal . Sea cierta o no la
información que se muestra verbalmente es una forma de comunicación.
Si tuviesemos que elegir entre una u otra todo el mundo escogería la
verbal. Para expresarnos con gestos ,algo más complejo que miedo o si
es mentira o verdad lo dicho,necesitamos las palabras. [Foro II,
intervención 40]

Procedamos, a continuación, a analizar los errores de puntuación de acuerdo con cada uno de
los signos empleados en los textos escritos:

6.2.1. La coma

Como es lógico, la coma -el signo de puntuación por excelencia del corpus elegido- suma los
mayores casos de utilización incorrecta. Así, en [4] nos percatamos de una recurrencia
excesiva al uso de la coma:

[4]
La comunicación no verbal nos expresa una información importante, pero
pienso que se le da demasiada importancia a la comunicación no verbal,
es verdad que es importante, pero hasta un cierto grado ya que la
palabra, según mi parecer, está por encima de los gestos, porque
estos ademanes dependen de lo que quieras expresar, es decir, no vas a
estar hablando con una amiga sobre las vacaciones, y moviendo los
brazos bastante como si estuvieras exponiendo una materia. [Foro II,
intervención 6]
Otras veces, la coma se intercala de manera incorrecta entre el sujeto y el verbo de la oración,
como comprobaremos en [5], donde la coma debería colocarse después del marcador
discursivo por otro lado:

[5]
Por otro lado el lenguaje no verbal, posee la virtud o la maldición de dar a
conocer datos mucho más complejos que los que da el lenguaje verbal.
[Foro II, intervención 49]
Con mayor frecuencia, existen frases en las que deberían aparecer más comas. Los ejemplos
[6] y [7] presentan una carencia acusada de comas, como consecuencia de un problema
mayor de redacción, pues los alumnos se han servido de manera excesiva de proposiciones
circunstanciales para nutrir informativamente el texto:

[6]
Me resultan chocante que diga lo importante que es realizar una conclusión
tajante, rotunda sobre el tema tratado en cuanto a los políticos se refiere,
ya que en un debate hablado es algo muy difícil ya que no depende de los
asesores sino del propio político y es en este punto donde podemos
descubrir si realmente se cree lo que nos dice y donde puede acabar por
convencernos. [Foro II, intervención 53]

[7]
Se supone que las personas cifran sus esperanzas e ilusiones en lo que
ellos puedan conseguir por lo que me resulta muy artificial que no se
esmeren por aprender lo que quieren comunicar para poderlo expresar con
convicción y con sentimientos que calen hondo en los oyentes. [Foro II,
intervención 56]

En [8] también deberían aparecer comas entre las distintas estructuras sintácticas de las que
consta la intervención escrita:

[8]
No obstante, como ha señalado con anterioridad algún compañero hay
personas que saben actuar muy pero ello no implica que se les escape en
algún momento algo que defina su intención. [Foro II, intervención 20]
En [9] sería conveniente que la proposición subordinada condicional acabara con una coma:

[9]
Si no conseguimos esta primera fase no sirve de nada que mueva la mano
de tal forma o que lleve el pelo peinado de aquella manera. [Foro II,
intervención 53]
Junto a ello, hay casos en que los errores se deben a la mala ubicación de la coma, resultando
bastante incoherente su posición, como ocurre en [10], pues lo lógico sería situarla con
anterioridad:

[10]
Es decir, la norma es algo general y establecido mientras que, el uso son
las características específicas de cada sociedad. [Foro I, intervención 43]
En [11] resulta bastante extraña la colocación de la coma antes de un paréntesis, en lugar de
incorporarla al cerrar el paréntesis:

[11]
Según Lara, la norma corresponde al debe ser, a si el uso es correcto o
incorrecto, pues bien, yo pienso que ese debe ser (por ejemplo músico,
como ya han citado anteriormente algunos de mis compañeros) es
simplemente una de las posibilidades que el sistema recoge y que la
sociedad acepta, (como dice Coseriu) al igual que podía haber aceptado
otra palabra, porque de lo contrario hoy diríamos musiquero de la misma
manera que decimos camionero; hemos aceptado que lo correcto es
músico y no musiquero. [Foro I, intervención 26]
6.2.2. El punto

Como observamos en [12], es un error bastante generalizado que los alumnos no pongan
punto al final de sus intervenciones:

[12]
Por todas estas cosas es importante que prestemos especial atención al
lenguaje no verbal pues como hace mucho tiempo se viene diciendo: 'una
imagen vale más que mil palabras'. [Foro II, intervención 29]
En otras ocasiones, como ocurre en [13], el problema se genera por la utilización del punto
donde debería aparecer más propiamente una coma:

[13]
Respecto a las diversas opiniones sobre el castellano estándar, no llego a
estar de acuerdo totalmente con su establecimiento. Pues conllevaría a
la pérdida de palabras y expresiones que forman nuestra lengua. [Foro II,
intervención 34]
Frente al caso que acabamos de exponer, en [14] se produce el fenómeno inverso; esto es, el
estudiante ha preferido emplear una coma en lugar de un punto:

[14]
Por un lado, considero más adecuado el concepto de norma propuesto por
Fernando Lara, ya que me parece más específico a lo que todo el mundo
entiende por el vocablo norma, esta palabra según la RAE significa: regla
que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas,
actividades, etc. [Foro I, intervención 68]
6.2.3. Las comillas

Los principales fallos que presentan los textos incluidos en los foros, en cuanto a la utilización
de las comillas, destacan por su mal uso tipográfico. Dichos errores podemos estructurarlos en
tres bloques: (1) la confusión entre << >> y « »; (2) relacionado con la tipología anterior,
hallamos el uso de < > por « »; y (3) la sustitución de la comilla simple de apertura (') por el
acento grave C). Los ejemplos [15], [16] y [17] ilustran los defectos -o descuidos- que
acabamos de apuntar:

[15]
Sobre la última pregunta que ha lanzado Susana, yo creo que hay ciertas
personas que sí que utilizan esta comunicación con fines estratégicos; de
ahí el refrán: <<No creas nada de lo que escuches o leas y solamente cree
la mitad de lo que veas>>. [Foro II, intervención 44]

[16]
Este concepto de norma es definido por él como un <deber ser>, es decir,
como debemos usar el lenguaje correctamente, mientras que Coseriu lo
define como la manera común de hablar, ya sea de forma correcta o
incorrecta. A este concepto de norma Lara le da el nombre de <uso>.
[Foro I, intervención 22]

[17]
Además, con los gestos se puede "pillar' una mentira rápidamente, e
intuir que está haciendo alguien que mira para arriba (si esta pensando o
recordando, por ejemplo). [Foro II, intervención 17]
De acuerdo con la información cuantitativa, en estos foros los usuarios han optado
frecuentemente por el uso de las comillas simples, el cual, en bastantes ocasiones [18],
podemos calificar de innecesario e incluso de abusivo:

[18]
Por ejemplo, cuando un profesor que acaba de terminar la carrera llega por
primera vez a un aula, utiliza una serie de gestos (explica sobre la tarima,
utiliza el 'usted',...) de manera estratégica ante sus alumnos, con el
objetivo de 'mantener' las distancias entre ambos, de marcar el límite
entre 'estudiante' y 'profesor'. Nosotros captamos una serie de gestos
que nos transmiten una 'imagen' de él [...]. [Foro II, intervención 44]

[19]
La comunicación verbal puede realizarse de dos formas: oral: a través de
signos orales y palabras habladas o escrita: por medio de la
representación gráfica de signos, pero en nuestro tiempo cada vez tienen
más importancia los sistemas de comunicación no verbal. [Foro II,
intervención 41]

[20]
Hola chicos. [Foro II, intervención 41]

[21]
Y lo tercero es que no me parece bien concebir el lenguaje meramente
como un "instrumento", me refiero: que lo que importa del lenguaje es
que sea práctico, sin otras consideraciones. [Foro I, intervención 29]

[22]
Por ello que Rajoy se aferre durante un debate a un boli o que no pare de
mirar la pared son datos que si que aportan información, pero que un
político esté nervioso, inseguro y quiera controlar los tiempos es algo MUY
natural, ya que pone mucho en juego, y esas emociones en todo caso lo
definen como humano y lo hacen más cercano. (y no es que tenga
ninguna afinidad a este hombre, la política no es algo que me entusiasme).
Volviendo a la idea inicial, el lenguaje no verbal debería utilizarse para
corroborar que lo que se dice es cierto. (insisto en que no me interesa
saber si un político está nervioso o inseguro, ya que esto también puede
ser causa de la presión ante las cámaras). [Foro II, intervención 53]

[23]
Coseriu distingue la norma como nivel de la aceptación social de los usos
lingüísticos; (musiquero) puede ser sistemáticamente posible pero no es
(normal), es decir, queda excluido por la norma social. [Foro I,
intervención 43]

[24]
Sé que probablemente esto nunca va ocurrir puesto que presenta una gran
dificultad y como bien habéis apuntado algunos daría lugar a "guerrillas"
entre los diferentes países hispanohablantes, pero bueno, pese a todo
mantengo mi idea y respeto las demás, pero es mi opinión, pese a no ser
compartida por ninguno de vosotros :( [Foro I, intervención 38]

[25]
En mi opinión, tanto la definición de Coseriu como la de Lara no son del
todo acertadas, o por lo menos se presentan incompletas, no obstante,
he de reconocer que me decanto más por la de Fernando Lara, puesto que
es más específica. [Foro I, intervención 26]
A su vez, en [26] ilustramos la acción contraria, en la que se recurre al punto y coma de
manera poco apropiada, puesto que debería haberse incluido más convenientemente una
coma:

[26]
Yo pienso que no es malo que nuestro país vaya tomando algunas
costumbres de fuera pero con un cierto límite, tenemos que saber exaltar
lo nuestro; lo que nos hace diferentes. [Foro I, intervención 63]
6.2.7. Las interrogaciones y las exclamaciones

Hemos detectado errores de puntuación excesiva relacionados con los signos de cierre tanto de
interrogación como de exclamación; en concreto, son hechos en los que, tras estos signos de
cierre, el alumno incluye también un punto final, ignorando que dicha información ya está
contenida en los signos de cierre propios de la interrogación y la exclamación. En el fragmento
[27] observamos dicha anomalía:

[27]
¿No debería acabar afirmando la importancia del lenguaje no verbal?. Por
favor, que alguien me lo explique. [Foro II, intervención 53]
Como ocurre en [28], es muy frecuente encontrar interrogaciones y exclamaciones que tan
solo contemplan los signos de cierre, obviando los de apertura, en consonancia con el idioma
inglés y tantos otros -o por contagio con los géneros electrónicos-, pero en discrepancia con
las normas de puntuación propias de la lengua española:

[28]
Os adjunto mi participación chicos. Feliz navidad! [Foro II, intervención
53]
Debemos tener en cuenta que nuestros alumnos suelen ser usuarios de otras formas de
comunicación híbrida que se han desarrollado a raíz de la generalización de Internet. Por ello,
en [29] hallamos una intervención más propia del lenguaje utilizado en páginas informales de
este revolucionario medio que de un foro académico alojado en una plataforma de enseñanza
virtual:

[29]
jajajajaaj!!!!!!!! anda que vaya tela Maria!! haz un comentario nuevo! [Foro
I, intervención 55]
6.2.8. Los puntos suspensivos

Los alumnos recurren a los puntos suspensivos con mediana asiduidad, frente al uso de
"etcétera" o de otras expresiones con valor similar, como puede ser "entre otros". Hemos
observado casos, como [30], donde los discentes incluyen tanto la abreviación "etc." como los
puntos suspensivos:

[30]
Creo conveniente, para empezar a tratar el tema, que no podemos olvidar
que, tal y como señala Lara en su artículo, la unidad de la lengua española
se formó (fijándose por lo tanto sus reglas ortográficas, gramaticales etc..)
alrededor de lo que el denomina 'autoridades', que no son más que las
grandes obras que el pueblo español, así como la Real Academia,
consideran como piedra filosofal o fuente oficial del español, remarcándose
así que la unidad en la lengua española proviene directamente del habla
popular. [Foro I, intervención 66]
Cuando suprimimos parte de un texto que citamos literalmente, los puntos suspensivos deben
ir acompañados de paréntesis o corchetes, falta que observamos, por ejemplo, en [31], si bien
se trata de una práctica bastante extendida en los textos actuales:

[31]
"...excepto Rajoy, a quien también aquí volvió a jugarle una mala pasada la
tentación de mirar al lateral de la cámara para echar un vistazo al reloj que
marca el tiempo de intervención...". [Foro II, intervención 57]
6.2.9. Los guiones

Ejemplificado en [32], los fallos sobre la colocación de los espacios en blanco que deben llevar
los signos de puntuación -cuestión con la que abríamos este apartado- son especialmente
frecuentes en el empleo de los guiones con fines aclaratorios:

[32]
No contento con esto, se decide a criticarlo:"el significado equívoco de la
palabra "norma" en la lingüística hispánica, según el cual toda manera
habitual o común de hablar es una "norma" - a partir de las concepciones
de Coseriu - debe quedar excluido de la comprensión de este artículo (y
ojalá se excluyera de la terminología lingüística hispánica). [Foro I,
intervención 4]
Además, como sucede en los extractos [33] y [34], existen casos en los que se utilizan los
guiones en lugar de las comillas, tanto para referirse a un concepto, como para citar
literalmente las palabras de un autor:

[33]
Pues como expone Fernando Lara, la norma es un -deber ser-, mientras
que Coseriu dice que nos da varias posibilidades para que la sociedad
seleccione unas normas frente a otras. [Foro I, intervención 11]

[34]
Por tanto, las diferencias se hacen más notorias al emplear un registro
menos culto, es decir, se aprecian menos en la escritura, como dice
Fernando Lara -La diversidad hispánica se manifiesta sobre todo en el
léxico, aunque la mayor parte del léxico de la lengua culta literaria, es
común a todos los países hispánicos-. [Foro I, intervención 40]

A su vez, en ejemplos como [35], echamos en falta el empleo de los guiones aclaratorios
cuando el cotexto es propicio para su aparición:

[35]
Mi opinión acerca de este tema es que la norma tal como nosotros la
pensamos se acerca más al concepto de norma que tiene Fernando
Lara;pues como han dicho algunos de mis compañeros ya, este concibe la
norma como un "debe ser". [Foro I, intervención 8]
6.2.10. La barra

En lugar de recurrir al símbolo || con el fin de separar las distintas acepciones que aparecen en
el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española vinculadas a un mismo lema, los
estudiantes, como ocurre en [36], optan por el uso de las dobles barras invertidas:

[36]
Definición según el DRAE de norma: 1: Conjunto de criterios lingüísticos
que regulan el uso considerado correcto. // 2: Variable lingüística que se
considera preferible por ser más culta. [Foro I, intervención 3]

7. CONCLUSIONES
Con esta investigación hemos aportado información relevante de cara al estudio cuantitativo-
descriptivo y cualitativo-normativo de la puntuación en estudiantes adultos de primer año del
Grado en Lengua y Literatura Españolas. Por lo tanto, nos hemos situado ante un usuario que
consideramos competente -si bien aún no podemos elevarlo a la condición de especialista-en el
manejo de la ortografía del español. El género discursivo en el que hemos enmarcado nuestras
indagaciones se aleja de otros más convencionales que han presidido este tipo de análisis,
pues se trata de foros virtuales en los que no debía "desvirtuarse" el carácter académico y, por
consiguiente, la normatividad que había de prevalecer en las distintas intervenciones.

Los principales resultados que se desprenden del análisis señalan que la coma fue el signo de
puntuación más empleado por el alumnado participante, pues su porcentaje de uso representó
el 47.14 %. Ello implica que hay una evidente predilección por utilizar periodos bastante
largos. En cambio, las estadísticas pertenecientes al punto suman el 25.16 % del total. En
cuanto a los dos puntos y al punto y coma, destacamos su bajo nivel de aparición. Por el
contrario, hemos de indicar el uso relativamente frecuente de las comillas.

Si atendemos a los errores detectados, ponemos en aviso equivocaciones emanadas tanto del
exceso como de la falta de signos de puntuación y de signos auxiliares, así como la confusión
relativa a sus usos. Gran parte de estos fallos se debió a problemas de redacción, puesto que
con asiduidad se presentaron muchas ideas escritas en pocas palabras, lo que conlleva una
lectura complicada. Así, hallamos una tendencia bastante acusada de introducir comas,
creando oraciones demasiado largas. Además, encontramos pocos guiones con fines
aclaratorios, y la mayoría de ellos mal utilizados. Del mismo modo, se produjeron fallos en el
empleo de los paréntesis y las comillas que podemos calificar de bastante graves.

Futuras investigaciones cuantitativas y cualitativas sobre el manejo de los signos de puntuación


por parte de usuarios adultos del español podrán aportar nueva información sobre cuáles son los
usos que se apartan de la norma escrita establecida. Solo así será posible proponer pautas
coherentes de actuación pedagógica que prevengan tales anomalías ortográficas.
Lista de palabras polisémicas
Las palabras polisémicas se refieren a palabras que tienen distintos significados. La polisemia se
distingue de la homonimia en que el origen etimológico, en este último caso, suele ser distinto. En
cambio, en cuanto a las palabras polisémicas, simplemente se refieren a cosas distintas, aunque su
etimología sea la misma. Un ejemplo elemental de homonimia, con distintas raíces etimológicas,
sería:
• vino: bebida fermentada procedente de la uvas de la vid.
• vino: tercera persona del pasado del verbo venir.

Una lista de palabras polisémicas (distintos significados)


Se podrían hacer otra lista de palabras polisémicas, esta es una como podría ser otra. En
realidad se podrían hacer decenas o centenas, no hay límite.
• Aparato: de piezas, de órganos, de partidos, de ortodoncia.
• Armar: conseguir armas, ensamblar algo.
• Banco: de sentar, de crédito, de peces, de arena…
• Bolsa: de asas, institución financiera…
• Bomba: aparato para bombear, explosivo.
• Bota: de cuero para el vino, de calzado.
• Botón: de ropa, de máquina, empleado de hotel.
• Brazo: de un sillón, del cuerpo, de la balanza…
• Burro: animal equino, necio, torpe, ignorante…
• Caballo: animal equino, aparato de gimnasia.
• Cabeza: de persona, de ganado, juicio, talento, principio…
• Cabo: de vela, del ejército, geográfico…
• Café: bebida, color, establecimiento.
• Calculadora: aparato electrónico, persona meticulosa…
• Calzado: zapato, poner una calza…
• Canal: de agua, de televisión…
• Capa: de ropa, de algo sobre algo…
• Capital: de un país, de una empresa.
• Carta: de escribir, de baraja…
• Chile: país de Sudamérica, planta y fruto.
• Cólera: ira, enfermedad.
• Columna: de ejército, de periódico, de agua, vertebral…
• Cometa: de cuerpo celeste, de juguete infantil.
• Corriente: de agua, de electricidad, algo usual…
• Crema: para comer, para la piel…
• Cresta: de gallo, de la ola de mar…
• Cuadro: de bicicleta, de pintura…
• Cubo: de agua, operación matemática, figura geométrica.
• Cura: sacerdote, medicina.
• Curar: curtir, aplicar una medicina.
• Dado: de juego, entregado.
• Derecho: carrera, estudios, recto.
• Destino: lugar al que llegar, fin o futuro.
• Disco: de música, de señales de circulación, de atleta.
• Don: formalismo, capacidad especial.
• Entrada: de espectáculo, de edificio, de cabello…
• Falda: de mujer, de montaña, de corte de carne.
• Frente: de la cabeza, de batalla, de algo…
• Gato: animal felino, aparato para levantar peso.
• General: del ejército, algo que afecta a todo…
• Globo: de plástico, de gas, terráqueo…
• Imán: líder religioso, piedra magnética…
• Lata: recipiente, de algo que molesta…
• Letra: signo del alfabeto, documento para pagar…
• Libro: parte del cosido, conjunto de hojas escritas.
• Local: tienda, de ese lugar…
• Mango: fruta, agarradera…
• Manzana: de árbol, de edificios.
• Marco: de puerta, de cuadro…
• Merengue: batido dulce, forma de baile…
• Mono: animal, uniforme, bonito…
• Muñeca: del brazo, de juguete…
• Nada: del verbo nadar, inexistencia…
• Ola: de mar, de calor, de gente…
• Ojo: de persona, de aguja…
• Ordenador: computadora, controlador…
• Órgano: de música, parte interna en animales…
• Pata: de banco, de mesa, de animal…
• Pendiente: de oreja, algo que está por hacer…
• Perla: nombre de persona, piedra preciosa.
• Pico: de pájaro, herramienta…
• Planta: arbusto, fábrica, del pie…
• Pluma: de ave, para escribir…
• Prenda: de ropa, de prestamista…
• Puente: de río, de fiestas, de dentadura…
• Pulpo: animal marino, traje de buzo.
• Radio: elemento químico, aparato receptor, medida…
• Rata: animal, ladrón…
• Ratón: animal, aparato de ordenador…
• Red: de pesca, de establecimientos…
• Regla: para medir, de una orden monástica, de mujer…
• Sal: del verbo salir, condimento.
• Salsa: para comidas, baile.
• Serie: de televisión, conjunto de números…
• Sierra: de cortar, de montes.
• Sobre: para carta, encima de…
• Taco: tipo de comida, piezas de la bota de fútbol…
• Teclado: de piano, de ordenador…
• Temporal: hueso, medida del tiempo, tormenta…
• Villa: apellido, ciudad.
• Yema: del dedo, de huevo…

¿A qué llamamos palabras monosémicas y


polisémicas?
contexto,situación, monosémica,polisémica 4 comentarios
Las palabras monosémicas son aquellas que tienen un solo significado.
La palabra foca sólo significa nombre común de mamíferos pinnípedos, propios de mares fríos y de
peso y talla variables según las especies.
Las palabras polisémicas son aquellas que tienen más de un significado.
La palabra abrigo puede significar, entre otras acepciones, prenda de vestir que protege del frío
y también amparo, refugio.
CONTEXTO Y SITUACIÓN
La mayoría de palabras en nuestro idioma son polisémicas o de significación múltiple. Sin embargo,
este hecho no representa un obstáculo en la comunicación ya que, al hablar o al escribir, no
utilizamos palabras de manera aislada, sino como parte de un contexto y dentro de una situación
determinada.
· Contexto es un conjunto de palabras que acompaña a un término determinado puntualizando
su significado:
Contexto A .El cebiche sabe fenomenal
Contexto B.¿Sabe tu mamá la verdad?
La palabra sabe es polisémica, pero adopta un significado contextual distinto en cada oración. En el
contexto A significa “tener sabor” y en el contexto B, estar enterado de algo.
· Situación es el conjunto de circunstancias ,de lugar y de tiempo, que rodea a los hablantes y que
permite determinar el significado de una palabra:
Situación A.
Perpetua regresa del supermercado y con una gran sonrisa le muestra a su hermano un vistoso
racimo de uvas:
¡Invítame un grano!-le dice él.
Situación B.
Manuel se está peinando frente al espejo para irse a una fiesta. De pronto, descubre algo
inesperado:
-¡Y ahora qué hago con este grano!-exclama.
La palabra grano adquiere una significación única en cada circunstancia. En la situación A significa
“cada uno de los frutos que forman el racimo” y en la situación B,”bulto pequeño de la piel”
Las palabras homónimas son aquellas que se pronuncian de igual forma pero tienen distintos
significados.
Se dividen en:
Homófonas
Se pronuncian igual pero se escriben de manera diferente y tiene significados distintos.
Ejemplo:
- ablando (verbo ablandar) | hablando (gerundio de hablar)
- abollado (golpeado) | aboyado (finca rústica con bueyes)
- acerbo (cruel, aspero) | acervo (conjunto de bienes culturales)
- aprender (adquirir conocimiento) | aprehender (apresar, asir)
- arrollo (atropellar, vencer) | arroyo (caudal de agua)
- as (campeón) | has (verbo haber)
- asta (cuerno) | hasta (preposición)
- ato (atar, unir) | hato (porción de ganado, ropa)
- baca (portaequipaje) | vaca (hembra del toro)
- bacía (vasija cóncava, taza) | vacía (que no contiene nada)
- bacilo (bacteria) | vacilo (titubear, engañar)
- balido (voz del carnero) | valido (primer ministro)
- barón (aristócrata) | varón (hombre)
- basto (grosero, naipe) | vasto (extenso)
- baya (fruto) | vaya (verbo ir)
- bello (bonito) | vello (pelo)
- bobina (carrete de hilo) | bovina (relativo al toro)
- botar (saltar) | votar (elegir, echar juramentos)
- cabo (militar, extremo de algo) | cavo (verbo cavar)
- callado (verbo callar) | cayado (bastón)
- callo (dureza en la piel) | cayo (isla arenosa)
- desmallar (cortar los puntos de una malla) | desmayar (perder el conocimiento)
- errar (confundirse, fallar) | herrar (clavar herraduras a las caballerías)
- estibo (cargar un barco) | estivo (verano)
- gira (actuaciones en varias localidades) | jira (merienda, tela)
- grabar (registrar sonidos) | gravar (pagar impuesto)
- había (haber) | avía (aviar, arreglar)
- hay (verbo haber) | ¡ay! (interjección)
- hecho (verbo hacer) | echo (verbo echar)
- hizo (hacer) | izo (subir una bandera en un mástil)
- hojear (pasar las hojas de un libro) | ojear (ver, cazar)
- hola (saludo) | ola (onda marina)
- hora (tiempo) | ora (rezar)
- hulla (carbón) | huya (huir)
- huso (instrumento para hilar) | uso (verbo usar)
- ingerir (tragar) | injerir (entremeterse)
- malla (red) | maya (tribu india)
- naval (relativo a navegación) | nabal (tierra sembrada de nabos)
- Nobel (premio) | novel (inexperto, novato)
- onda (movimiento en fluido) | honda (profunda, arma)
- pulla (expresión aguda) | puya (vara de picador)
- rallar (desmenuzar) | rayar (estropear una superficie)
- rebelar (sublevar) | revelar (hacer visible una película fotográfica)
- sabia (lista, inteligente) | savia (líquido de las plantas)
- tubo (pieza hueca) | tuvo (verbo tener)
- valla (estacada, obstáculo) | vaya (verbo ir)
- veta (filón, faja) | beta (segunda letra alfabeto griego)
- vidente (adivino) | bidente (que tiene dos dientes)

Homógrafas
Tienen una grafía igual pero distinto significado, respectivamente.
Ejemplos:
- amo (verbo amar) | amo (dueño)
- bala (proyectil) | bala (voz de la oveja)
- borrador (balleta) | borrador (manuscrito)
- botones (mozo de hotel) | botones (piezas para abrochar ropa)
- canal (cadena de televisión) | canal (acueducto)
- capital (dinero) | capital (ciudad)
- cerca (próximo) | cerca (vallado)
- clavo (pieza de metal) | clavo (especie)
- cobra (animal) | cobra (verbo cobrar)
- cola (pegamento) | cola (extremidad animal)
- copa (vaso) | copa (trofeo)
- corte (acción de cortar) | corte (residencia de un monarca)
- derecho (recto) | derecho (carrera universitaria)
- diestro (habilidoso) | diestro (torero)
- gato (felino) | gato (herramiento mecánica)
- lengua (idioma) | lengua (órgano bucal)
- lima (fruta) | lima (herramienta)
- llama (animal) | llama (verbo llamar)
- metro (medida) | metro (transporte urbano)
- monto (cantidad de algo) | monto (verbo montar)
- muñeca (juguete) | muñeca (parte de la mano)
- pasta (comida) | pasta (dinero)
- pegar (golpear) | pegar (unir con pegamento)
- pico (herramienta) | pico (boca del pájaro)
- real (perteneciente al monarquía) | real (verdadero)
- sal (cloruro de sodio) | sal (verbo salir)
- sierra (montaña) | sierra (herramienta metálica)
- sirena (ninfa marina) | sirena (pito sonoro)
- sumo (lucha japonesa) | sumo (verbo sumar)
- vela (pieza de lienzo de un barco) | vela (cilindro de cera)
- vino (bebida) | vino (verbo venir)

Las palabras homónimas son aquellas que se pronuncian o escriben de igual forma pero
tienen significados diferentes. Existen dos tipos de palabras homónimas:

• Palabras homófonas: son aquellas que se pronuncian igual aunque pueden variar en su
forma escrita.
• Palabras homógrafas: son aquellas que se escriben igual aunque pueden variar en su
pronunciación.

Ejemplos de palabras homónimas


Código: En su acepción como un conjunto de reglamentos o normas.

Código: También puede significar la idea de contraseña.

Acerbo: Adjetivo que indica que algo es áspero al gusto.

Acervo: Conjunto de bienes culturales o morales que se han recibido por tradición o herencia

Vello: Pelo corto que puede salir en varias partes del cuerpo.

Bello: Algo o alguien hermoso, atractivo.


Vacía: Que le falta contenido, ya sea físico o mental.

Bacía: vasija utilizada por los barberos.

Botar: Arrojar o tirar algo.

Votar: Emitir el voto.

Cabo: Accidente geográfico (entre otras acepciones).

Cavo: Conjugación en tiempo presente del modo indicativo del verbo cavar.

Ejemplos de oraciones con palabras homónimas


• Es necesario que vaya a su casa.
• Para poder cruzar, debemos franquear esa valla.

En estos enunciados, el termino "vaya" es una forma conjugada del verbo ir, mientras que
"valla" es un sustantivo que significa una especie de cerco que delimita un lugar.

• Los barcos pasan por el cabo de la Buena Esperanza.


• Yo cavo un hueco para poder plantar el árbol.

En la primera frase "cabo" es el accidente geográfico y en el segundo caso es la conjugación en el


presente indicativo del verbo cavar.

Ejemplos de Palabras Homógrafas :

Son los términos que se escriben igual pero tienen significado diferente:
• El vino anoche muy tarde.
• Se tomaron varias copas de vino.

En la primera frase "vino" es la conjugación del verbo venir en la tercera persona singular del
pretérito simple, y en la segunda es la bebida fermentada hecha con uvas.

• No hay nada en las alacenas.


• Ella nada todas las mañanas durante 30 minutos.

En la primera frase nada se refiere a la ausencia de algo, el pronombre indefinido, y en la segunda


es la conjugación en el presente indicativo del verbo nadar.

Otros ejemplos:

Cobra: Conjugación en el tiempo presente del modo indicativo del verbo cobrar
Cobra: Una especie de serpiente

Haya: Una especie de árbol


Haya: Conjugación en presente del modo subjuntivo del verbo haber

Llama: Forma conjugada en presente del modo indicativo del verbo llamar
Llama: Una especie de mamífero

Monto: Forma conjugada del verbo montar, en el tiempo presente del modo indicativo
Monto: La suma de varias partidas

Vela: Forma conjugada de velar, es decir, aquel que permanece despierto durante la noche
Vela: El cilindro creado con cera para que pueda prenderse y dar luz
Vela: La pieza de lienzo que recibe el viento e impulsa así algunos barcos

.
Ejemplos de Palabras Homófonas
Son los términos que tienen una idéntica pronunciación pero se escriben de forma diferente:

• ¿Vienes a mi casa esta noche?


• Su familia tiene varios bienes.

En la primera oración "vienes" es la conjugación en presente de indicativo del verbo venir. En el


segundo enunciado, bienes es un sustantivo utilizado aquí en el sentido de patrimonio de una
familia.

• Esta noche voy a cocer unos vegetales para la sopa.


• Mi amiga tiene que coser varias camisas para mañana por la tarde.

El primer enunciado usa el verbo "cocer" para significar la cocción de alimentos. En el segundo
ejemplo "coser" es el verbo que explica el uso de hilo y aguja.

• Ese hombre tienen muchos vellos en las piernas.


• Esos ejemplares son muy bellos.

La primera oración usa el término "vellos" como los pelos que todos los seres humanos tienen en el
cuerpo en menor o mayor medida. La segunda oración usa "bellos" como el adjetivo para denotar
algo bonito o hermoso.

Otros ejemplos:

Arrollo: Forma conjugada del verbo arrollar


Arroyo: El caudal corto de agua
A: Preposición
Ha: Conjugación del verbo haber

Asta: Palo en cuyo extremo se coloca una bandera


Hasta: Preposición que denota la idea de tiempo o lugar

Grabar: Esculpir o fijar algo, también significa grabar audio en una cinta o disco
Gravar: Imponer un tributo

Nobel: El premio del mismo nombre


Nobel: Alguien inexperto o novato

Tubo: Una pieza hueca generalmente de forma cilíndrica


Tuvo: Conjugación del verbo tener

Vacilo: Forma conjugada del verbo vacilar, en el tiempo presente del modo indicativo
Bacilo: Una especie de bacteria

Barón: Título nobiliario


Varón: Hombre

Basto: Alguien que es tosco o grosero


Vasto: Extenso

Ortografía de homófonos, parónimos, siglas y homónimos


En la lengua se producen una serie de fenómenos que propician la existencia de palabras que se
pronuncian o se escriben de forma parecida. Las palabras homófonas son aquellas que se
pronuncian igual pero se diferencian por su grafía (bello/ vello). Llamamos términos parónimos a
las palabras cuya pronunciación es muy similar, aunque no igual, a la de otras palabras (halla/
haya). Son homónimos los términos que se escriben igual pero no tienen el mismo significado.
Finalmente, existen palabras que se pueden escribir de dos maneras distintas y algunas que se
forman abreviando o combinando otras.

.
Homófonos b/ v
Montón de cosas menudas;haber
acerbo Áspero al gusto; cruel. acervo
que pertenece a una colectividad.
Parte superior de un coche destinada al
baca vaca Mamífero.
equipaje.
Grosero, tosco, de baja calidad;palo de la
basto vasto Extenso, dilatado.
baraja.
baya Fruto de ciertas plantas. vaya Forma del verbo ir.
Pelo corto y suave; pelusilla de
bello Que tiene belleza. vello
algunos frutos.
bobina Carrete para enrollar en él hilos, alambre. bovina Relativa al buey o la vaca.
botar Saltar la pelota. votar Dar el voto.
Realizar una incisión sobre un
grabar superficie;registrar sonidos; fijar gravar Imponer una carga o gravamen.
profundamente en el ánimo.
Líquido que circula por el interior
sabia Mujer que tiene sabiduría. savia
de las plantas.

Homófonos g/ j
Viaje con vuelta al punto de partida;forma del
gira jira Merienda campestre.
verbo girar.
Introducir por la boca alimentos o Injertar; meter una cosa en
ingerir injerir
medicamentos. otra;entremeterse.

Homófonos h/Ø
Palo de lanza; palo en que Palo de lanza; palo en que se iza una
Preposición. asta
se iza una bandera; cuerno. bandera; cuerno.
Árbol; forma del verbo Mujer encargada del cuidado de los
haya aya
haber. niños.
No acertar; andar vagando de una
herrar Poner herraduras. errar
parte a otra.
Pasar las hojas de un
hojear ojear Dirigir la mirada a alguna parte.
libro.
Onda formada por el agua; variación
hola Fórmula de saludo. ola
repentina de temperatura; oleada.
Instrumento para arrojar
honda onda Ondulación.
piedras; profunda.
hora Unidad de tiempo. ora Conjunción; forma del verbo orar.

Siglas, acrónimos y
abreviaturas
No deben confundirse las siglas con los acrónimos ni con las abreviaturas.
Las siglas están formadas por la letra inicial de varias palabras: ONU (Organización de las
Naciones Unidas). Se escriben en mayúscula y generalmente sin puntos de separación: UNESCO,
OPEP, TVE.
Los acrónimos son palabras formadas por letras o sílabas, iniciales o finales, de las distintas
palabras que integran un término compuesto: Benelux (Belgique, Nederland y Luxemburg). Se
escriben con mayúscula inicial si se trata de un nombre propio, y con minúsculas si es común:
Banesto (Banco Español de Crédito), bit (binary digit).
Las abreviaturas son el resultado de un procedimiento que acorta las palabras, respetando sólo
una o varias de sus letras: Sr. (de señor), D. (de don).

Homónimos con una o varias palabras


Se llaman homónimos las palabras que se escriben igual, pero que no tienen el mismo significado,
como banco, ?asiento?, y banco, ?entidad financiera?. A veces, una palabra se pronuncia igual que
un conjunto de dos o más palabras. En estos casos hablamos también de homonimia.
Homónimos con más de una palabra

Una palabra Varias palabras


Equivale a ?uno
así Equivale a ?de esta manera?:Empieza así. a sí mismo?:Siempre se complace a
sí mismo.
Equivale a ?con el (la)
Equivale a ?así que, de modo que?:Es tarde, con
conque cual?:Éste es el vestido con que
conque date prisa. que
me casé.
Significa ?el resto, lo otro?:Tú entra, los demás Equivale a ?de sobra, en
demás de más
que esperen. exceso?:Estás de más aquí.
Equivale a ?entre tal cantidad
Equivale a ?mientras?:Tú recoge, entretanto yo entre
entretanto de?:Entre tanto niño no se le
fregaré. tanto
distingue.
Equivale a ?por el (la)
Equivale a ?ya que, puesto que?:He venido por
porque cual?:Dime el motivo por que
porque te quiero. que
ha venido.
Sustantivo que significa ?causa, razón?:Dime el por Preposición más interrogativo:
porqué
porqué de tu actitud. qué ¿Por qué no me hablas?
Sustantivo que indica ?infinidad?:He tenido un Preposición más sustantivo:Éste
sinfín sin fin
sinfín de problemas. es un trabajo sin fin.
Sustantivo que significa ?destino?:Discutir es mi
Condición más negación:Si no
sino sino.Conjunción que indica contraposición:No si no
vienes a tiempo, iré a buscarte.
es rubio sino moreno.
La polisemia es una característica léxica que expresa una de las posibles relaciones entre los
significantes, es decir, los signos fonológicos (o gráficos), y los significados de las palabras. Tales
relaciones no son unívocas. Se solucionarían muchos problemas de ambigüedad semántica si a cada
signo le correspondiera un solo significado y viceversa. Sin embargo, lo habitual, en cualquier
lengua,
es que a un mismo signo le correspondan varios significados, y a la vez, que un mismo significado
pueda
ser expresado a través de dos o más significantes.
Al primer tipo de relaciones las llamamos homonimia y polisemia y producen ambigüedad en
el ámbito del reconocimiento de palabras. El segundo tipo de relaciones se conoce con el nombre de
sinonimia y pertenece al ámbito de la producción verbal. La homonimia y la polisemia son
fenómenos
que plantean problemas al receptor, al que escucha, a la hora de comprender la palabra. Cuando
escuchamos la palabra “metro”, el receptor tiene que saber si el hablante se está refiriendo a la
unidad
de medida o a la forma de transporte urbano subterráneo o al instrumento para medir. Este
problema debe solucionarse a través del contexto: la palabra metro aparece inscrita en una frase y
en
un párrafo que por lo general resuelve la ambigüedad. La sinonimia, por su parte, genera el mismo
tipo
de problemas para la selección léxica, pero en este caso, en el emisor. Después de haber
seleccionado
un determinado contenido semántico a transmitir, un lema, el que va a hablar tiene que escoger
entre
dos o más expresiones fonológicas, lexemas, de ese contenido semántico “calendario-almanaque;
amígdalas-anginas, etc”.
Nuestro interés se centra en el caso de la polisemia. Habría que señalar que la polisemia se
diferencia claramente de la homonimia. Una palabra, un signo gráfico o fonológico, puede tener
múltiples acepciones con una relación más o menos estrecha entre ellas. Así por ejemplo, una
“aguja”
puede ser aguja de coser, o aguja de jeringuilla, o del tocadiscos, o del reloj o de una brújula...
Todas tienen distintos objetos referentes y por tanto se trata de distintos significados. Sin embargo
todas tienen una relación semántica clara entre ellas. En la homonimia, por el contrario, los
significados
de una misma forma son completamente distintos. Es el caso de “banco” cuyo significado de
entidad
monetaria no parece tener que ver con los asientos de los parques y avenidas, aunque
probablemente en un pasado remoto sí tenían relación (parece que los antiguos usureros hacían sus
negocios con el público sentados en un banco en plena calle).
Este tipo de trabajos normativos en los que se hace un recuento de una determinada variable,
o se somete a juicio determinada característica lingüística, son cada vez más habituales en español.
Algunos son recuentos basados en textos escritos (Alameda y Cuetos, 1995; Alvarez, Carreiras yDe
Vega, 1992; Sebastián, Martí, Carreiras yCuetos,2000)yotros son estudios normativos que emplean
sujetos que contestan a determinadas preguntas o rellenan un cuestionario (Domínguez, De Vega y
Cuetos, 1995; Estévez, 1991; Guzmán y Jiménez, 2001).
El que presentamos a continuación es un estudio normativo que trata de averiguar el número

de acepciones que puede tener una determinada palabra para los hablantes. Otros estudios
normativos
han hecho recuentos de la polisemia. El estudio de Estévez (1991) tiene una primera parte dónde se
presenta una lista de homónimos con sus significados divergentes y en la segunda parte aparece un
listado de palabras polisémicas. Sin embargo este trabajo se centra más en el estudio de las
relaciones
de las distintas acepciones de cada palabra que en el estudio del impacto del número de acepciones
en sí mismo. Así es que casi todas las palabras, de las 61 de que consta, tienen sólo dos o tres
acepciones, por lo que su polisemia es más bien reducida. Por su parte, el trabajo de Guzmán y
Jiménez, (2001) presenta un recuento de acepciones de cada palabra pero el interés central del
estudio
es la familiaridad subjetiva de las palabras en una población infantil. De hecho se presenta el
número
de acepciones de cada palabra tomado directamente del diccionario.
Precisamente nuestro trabajo quiere incidir en que para manipular esta variable es
imprescindible su tratamiento normativo. El diccionario ofrece directamente el número de
acepciones,
pero nosotros consideramos que este número no es psicológicamente relevante. En este sentido
Gernsbacher (1984) afirma que el hablante no maneja en su memoria un número tanaltode
acepciones
como el que uno se puede encontrar en muchas palabras del diccionario. Los diccionarios son
registros
exhaustivos de significados pero los lectores no los utilizan todos. Así por ejemplo en el Diccionario
de la RAE la palabra “conejo” tiene 34 significados. Es poco probable que un hablante los
conociera
todos y menos aún que los active en su memoria léxica a la hora de producir o comprender una
determinada palabra. Nosotros mismos hemos obtenido un impacto más alto de la variable
polisemia
sobre los tiempos de reconocimiento de las palabras cuando se utiliza la variable normalizada que
cuando se emplean las acepciones del diccionario (Cuetos, Domínguez y De Vega, 1997).
La relevancia de esta variable ha sido puesta de manifiesto en numerosos trabajos tanto en
inglés (Gernsbacher, 1984; Jastrzembski, 1981; Kawamoto, A.H., Farrar, W.T. y Kello, C.T., 1994;
Millis, y Button, 1989) como en español (Cuetos et al., 1997). Cuando se manipula ortogonalmente
con la variable frecuencia léxica, en experimentos que utilizan la tarea de decisión léxica, produce
resultados facilitadores:aquellas palabras con mayor número de significados relacionados
(polisémicas)
son reconocidas con más rapidez que las que tienen menos significados, y las diferencias son tanto
mayores cuanto menos frecuentes sean las palabras (interacción frecuencia x polisemia). Estos
resultados pueden ser interpretados en el marco de un modelo interactivo (Rumelhart y McClelland,
1982) en el que hay distintos niveles o fuentes de activación; léxica o formal, fonológica, semántica,
etc.
Las palabras con más significados producirán más activación de nodos semánticos, que a su vez
remitirán tal activación hacia los nodos léxicos, desde donde se producirá la respuesta en esta tarea
de decisión léxica. Si la palabra es de alta frecuencia la activación en los nodos léxicos es
suficientes
para dar una rápida respuesta sin que influya la retro-activación semántica, pero si el nodo léxico
tiene
una activación baja en reposo (baja frecuencia léxica) es normal que la activación semántica influya
antes de que se dé la respuesta. Estos resultados indican que la polisemia es una variable relevante
en
el acceso y la organización léxica y que puede tener mucha importancia cuando la palabra se
encuentra
en elcontexto de oración. Para facilitar la labor de los investigadores que puedan estar interesados
en
la explotación experimental de esta variable decidimos poner a su disposición este estudio
normativo.

(Completar esto con las imágenes )


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Palabras con dos grafías
En español existen una serie de palabras que pueden escribirse en un solo término o en más de
uno, manteniendo el mismo significado: viacrucis o vía crucis.
Son palabras, por tanto, que poseen grafías distintas. Habitualmente se prefiere la grafía en una
sola palabra, que es la más utilizada.
Sellar o Cellar
Sellar significa poner un sello o dejar huella, así como cerrar o finalizar algo. Cellar, dicho del
hierro, se refiere a un forjado específico para ciertos usos. Estas dos palabras son homófonas...
Deshojar o Desojar
Deshojar y desojar se escriben de forma diferente y tienen significados distintos, pero se pronuncian
exactamente igual. Se trata de dos palabras homófonas en virtud de que la grafía /h/ no...
Beso o Bezo
Beso y bezo son palabras homófonas, es decir, de igual pronunciación aunque distinto significado.
Ello ocurre, en este caso, porque /b/ y /v/ son dos grafías que representan un mismo...
Gallo o Gayo
Tanto gallo como gayo son palabras correctas. Un gallo puede ser un tipo de ave, un pez marino, un
escupitajo, una nota falsa o un bravucón. Gayo, en cambio, se refiere a un arrendajo, una lista...
Balón o Valón
Balón y valón son dos palabras de distinto significado, pero igual pronunciación. Un balón es una
pelota grande usada en los deportes, un recipiente de vidrio esférico o un bulto de...
Jeta o Geta
Jeta y geta son palabras válidas en español. Jeta se refiere al hocico de un cerdo o a una boca
abultada. Geta, en cambio, se restringe a designar a una lengua indoeuropea. Aunque se
pronuncian...
Desmayo o Desmallo
Desmayo puede significar desaliento, pérdida de las fuerzas o privación del sentido o el
conocimiento. Desmallo, en cambio, se emplea con el sentido de cortar una malla o sacar el pescado
de...
Acecho o Asecho
Acecho significa esperar por algo o alguien con cuidado o discreción. Asecho, por su parte, se
refiere al engaño o maquinación que se arma contra una persona. Acecho y asecho son palabras...
Vallar, Vayar o Ballar
Vallar puede designar algo perteneciente o relativo a una valla, funcionar como sinónimo de
cercado, o aplicarse como verbo para indicar la acción de instalar una valla. Vayar, en cambio, es
una...
Osar u Hozar
Osar significa atreverse a hacer o intentar algo, mientras que hozar se refiere a mover o levantar un
animal la tierra con su hocico. Osar y hozar son palabras homófonas en la mayor parte del mundo...
Vajilla o Bajilla
La vajilla es el conjunto de enseres que se emplean para el servicio de mesa. Bajilla, por su parte, es
la forma de diminutivo femenino del adjetivo bajo. Vajilla y bajilla son palabras homófonas...
Intención o Intensión
Una intención es el propósito o finalidad con que se procede para alcanzar una meta. Intensión, en
cambio, se refiere al conjunto de rasgos o propiedades con que se define un concepto o una
unidad...
Albino o Alvino
Albino es un individuo que carece de pigmentación (piel, cabello, iris) por razones genéticas.
Alvino, en cambio, se usa en referencia a lo perteneciente o relativo al bajo vientre. Albino y
alvino...
Gragea o Grajea
Una gragea puede ser un confite o una pastilla utilizada con fines medicinales. Grajea, en cambio,
puede ser el verbo grajear en algunas de sus formas personales; se refiere al canto o chillido que...
Enseres o Enceres
Enseres es un sustantivo plural que se refiere al conjunto de utensilios que son comunes a las casas.
Enceres, en cambio, es el verbo encerar, que significa manchar con cera o aplicar cera en una...
Incipiente o Insipiente
Tanto incipiente como insipiente son palabras correctas. Incipiente se refiere a algo que comienza,
que se encuentra en su fase inicial. Mientras que se designa como insipiente a aquella persona
falta...
Vagar o Bagar
Vagar significa andar a la deriva o estar ocioso. Bagar, en cambio, se refiere a echar baga la planta
de lino. Vagar y bagar son palabras homófonas, pues, aunque se escriben de forma diferente, se...
Habitar o Abitar
Habitar significa vivir o morar en un lugar. Abitar, por su parte, se refiere a amarrar un cabo en un
poste, y es una palabra propia del ámbito náutico. Habitar y abitar son palabras homófonas,...
Boya o Bolla
Una boya es un objeto flotante que se usa como señal advertencia en las aguas, o el verbo boyar,
que significa flotar, en algunas de sus formas personales. Bolla, en cambio, es el verbo bollar...
Cesto o Sesto
La forma correcta de escribir esta palabra es cesto. La grafía sesto constituye una incorrección
ortográfica y, por lo tanto, se aconseja evitarla. Cesto es un sustantivo masculino; se refiere a...
Cirio o Sirio
Un cirio es una vela de cera. Sirio, en cambio, hace referencia a toda aquella persona que es natural
de Siria, o a todo aquello que es perteneciente o relativo a aquel país de Asia. Cirio y sirio...
Balsa o Valsa
Una balsa puede ser un tipo de plataforma para flotar en el agua, o una embarcación de salvamento
en caso de naufragio. Valsa, en cambio, es el verbo valsar en algunas de sus formas personales;...
Peces o Peses
Peces es la forma de plural de la palabra pez, que se refiere a un animal acuático. Peses, por su
parte, es el verbo pesar conjugado en segunda persona de singular de subjuntivo, verbo que
significa...
Senado o Cenado
El senado es la cámara alta de un cuerpo parlamentario, mientras que cenado es el verbo cenar en su
forma de participio, que significa tomar la cena. Como tal, las palabras senado y cenado son...
Haciendo o Asciendo
Haciendo puede ser el verbo hacer en su forma de gerundio, o el verbo hacendar en primera persona
de indicativo. Asciendo, en cambio, es el gerundio del verbo ascender. Haciendo y asciendo, en
este...
Abocar o Avocar
Abocar significa conducir a alguien a una situación o lugar determinados, desembocar o ir a parar
algo a un lugar o dedicarse de lleno a una actividad, entre otras cosas. Avocar, en cambio, se usa
en...
Villar o Billar
Un villar es una villa pequeña, mientras que billar puede referirse a un juego de precisión o al
establecimiento público donde se practica este juego. Villar y billar son palabras homófonas, ya...
Brasa o Braza
Una brasa es un trozo de leña enrojecida o incandescente por consecuencia de la combustión. Una
braza, en cambio, es una unidad de longitud utilizada, sobre todo, en ambientes náuticos, pero...
Faces o Fases
Faces es la forma de plural de faz, que puede referirse al rostro de alguien, a sus mejillas, o a cada
uno de los lados o superficies de algo. Fases, en cambio, es la forma de plural de fase, que se...
Siega o Ciega
Siega puede referirse a la acción y efecto de segar o puede ser una de las formas personales del
verbo segar, que significar cortar aquello que sobresale, especialmente si se trata de hierbas o...
Envestir o Embestir
Envestir es sinónimo de investir; significa conferir un cargo de importancia o revestir una superficie
con fines decorativos. Embestir, por su parte, se emplea con el significado de arrojarse o...
Cidra o Sidra
Como cidra son conocidos distintos frutos utilizados como medicina, comestible o en repostería. La
sidra, en cambio, es un tipo de bebida alcohólica fabricada a partir del jugo de las manzanas. Son...
Bah o Va
Bah es una interjección que se utiliza para manifestar desinterés o desdén. Va, en cambio, es el
verbo ir conjugado en algunas de sus formas personales. Aunque en español no existen diferencias...
Abollar o Aboyar
Abollar significa producir una depresión sobre una superficie por causa de un golpe. Aboyar, en
cambio, se emplea con el sentido de poner boyas en el mar. Abollar y aboyar son palabras
homófonas,...
Pases, Paces o Pazes
Pases es la forma de plural de pase, que puede referirse a la acción y efecto de pasar, a la entrega de
la pelota en deportes como el fútbol, o a un permiso dado por una autoridad. Pases también...
Viga o Biga
Una viga puede ser una barra utilizada en la construcción como soporte, o una prensa usada para la
fabricación de aceite de oliva. Una biga, en cambio, hace referencia a un carro tirado por dos...
Desmayar o Desmallar
Desmayar significa causar desánimo, desfallecer o perder alguien el sentido. Desmallar, en cambio,
se refiere a deshacer una malla o sacar el pescado de la red. Desmayar y desmallar son palabras...
Halagar o Alagar
Halagar significa elogiar, complacer o dar muestras de afecto a alguien. Alagar, en cambio, se usa
con el sentido de llenar algo de agua, formando lagos o charcos. La diferencia entre halagar y...
Rehusar o Reusar
Rehusar significar rechazar o negarse a algo. Reusar, en cambio, se utiliza con el sentido de volver a
usar. Puesto que rehusar y reusar son palabras homófonas, pues la h en posición intervocálica...
Gravado o Grabado
Gravado es el participio del verbo gravar; se refiere a imponer un gravamen sobre algo. Grabado, en
cambio, puede ser un sustantivo para designar el arte de estampar usando planchas de impresión,
o...
Ermita o Hermita
Una ermita es una capilla para celebrar culto, ubicada generalmente en un despoblado. Hermita, en
cambio, vendría a ser el diminutivo de herma, que designa a un tipo de busto escultórico. Ermita y...
Acechar o Asechar
Acechar significa observar con sigilo y cautela, mientras que asechar se refiere a armar trampas
asechanzas contra alguien o algo. Son palabras homófonas en la mayor parte del mundo
hispanohablante,...
Zueco o Sueco
Un zueco es un tipo de zapato usado sobre todo en regiones rurales, mientras que sueco puede
referirse a alguien o algo originario o relativo a Suecia, o a la lengua hablada en ese país. No hay...
Laso o Lazo
Como laso nos referimos a algo flojo o lacio, o que está fatigado o desfallecido. Un lazo, en cambio,
es un nudo o atadura que puede usarse con fines prácticos, ornamentales o simbólicos, entre...
Cita o Sita
Una cita es un encuentro o reunión agendado previamente, así como una referencia a las palabras de
otra persona. Sita, en cambio, es un adjetivo que se emplea como sinónimo de situado o...
Encima, Enzima o Ensima
Encima puede funcionar como un adverbio para referirse a algo que está en un lugar superior con
respecto a otra cosa, como sinónimo de además o con el significado de próximo en el tiempo o...
Comoquiera o Como quiera
Comoquiera, escrita en una palabra, significa ‘de cualquier manera’. En cambio, como quiera, en
dos, es una combinación ocasional del relativo como y la forma verbal quiera, que significa ‘del...
Callado o Cayado
Callado es el estado de algo o alguien silencioso o que se comporta con sigilo, también puede ser el
verbo callar en su forma de participio. Un cayado, en cambio, es el bastón de un pastor o el...
Cuando o Cuándo
Cuando puede ser un adverbio, una conjunción o una preposición si es escrita sin tilde. Por su parte,
cuándo, con tilde diacrítica, es un adverbio que se utiliza para introducir oraciones...
De o Dé
De es una preposición, mientras que dé es el verbo dar conjugado en algunas de sus formas
personales. Puesto que de es un monosílabo átono, se escribe sin acento gráfico. En cambio, la
forma...
El o Él
El es un artículo determinado que se utiliza generalmente precediendo a un sustantivo o sintagma
nominal. Él, en cambio, es un pronombre personal que se emplea para referirse a la persona, animal
o...
Quien o Quién
Quien es un pronombre relativo, que se emplea en referencia a personas. Puesto que es un
monosílabo átono, carece de tilde gráfica. Quién es un pronombre que puede ser tanto interrogativo
como...
Que o Qué
Que, cuando ejerce función de pronombre relativo o conjunción, se escribe sin tilde, debido a que se
trata de una palabra átona. En cambio, qué, escrita con acento diacrítico, se emplea para...
Dondequiera o Donde quiera
Dondequiera y donde quiera son igualmente válidas. Dondequiera, escrita en una palabra, significa
‘en cualquier lugar’, y forma parte del grupo de palabras conocidas como relativos...
Tampoco o Tan poco
Tampoco y tan poco no significan lo mismo. Tampoco es un adverbio usado para negar algo. Tan
poco, en cambio, es una expresión se usa para establecer comparaciones. Cuándo usar tampoco
Tampoco es...
También o Tan bien
También y tan bien no significan lo mismo. También puede usarse para indicar que lo que se dice se
suma a lo expresado previamente o para indicar igualdad entre una cosa y otra. Tan bien, en
cambio,...
Acabo o A cabo
Acabo y a cabo son expresiones correctas que significan cosas distintas. Acabo puede funcionar, por
un lado, como un sustantivo con el significado de acabamiento, y, por otro, puede ser el verbo...
Te o Té
Te es un pronombre personal de segunda persona de singular utilizado para referirse a la persona a
la que se dirige quien habla o escribe. Té, en cambio, es un sustantivo que designa el árbol que...
Vegete o Vejete
Vegete y vejete no se refieren a lo mismo. Vegete es el verbo vegetar, que significa, en referencia a
una planta, germinar, nutrirse o crecer; o, en alusión a una persona, vivir maquinalmente, como...
Sé o Se
Sé puede ser el verbo saber o el verbo ser conjugados en algunas de sus formas personales; es una
palabra tónica, razón por la cual debe llevar tilde. Se, en cambio, es un pronombre personal; es...
Baqueta o Vaqueta
Una baqueta puede ser un palito para tocar instrumentos de percusión, una vara delgada para
limpiar armas o un tipo de moldura. Vaqueta, por su parte, hace referencia al cuero de ternera
cuando está...
Huya o Hulla
Huya y hulla son palabras correctamente escritas en español, pero significan cosas distintas. Huya
es el verbo huir conjugado en algunas de sus formas personales, significa alejarse de alguien o...
Raza o Rasa
Raza es un sustantivo que puede referirse a la calidad o casta de algo, o a los grupos en que se
dividen algunas especies biológicas, entre otras cosas. Rasa, por su parte, puede funcionar como...
Veces, Beses o Veses
Veces es el plural del sustantivo vez, que puede significar alternación de las cosas por turno u orden,
momento u ocasión en que es ejecutada una acción, o cada realización de un suceso o...
Ascenso o Asenso
Ascenso se refiere a la acción de ascender o a la promoción de una persona en su trabajo. Asenso,
en cambio, se refiere a la acción y efecto de asentir. Cuándo usar ascenso Ascenso es un...
Rayo o Rallo
Un rayo puede se la línea que se propaga desde un punto, las líneas de luz que irradia un cuerpo
luminoso o un fenómeno meteorológico; también puede ser una forma personal del verbo rayar,
que...
Bracero o Brasero
Un bracero es un jornalero no cualificado que trabaja en el campo, mientras que brasero designa un
recipiente metálico donde arden brasas y que, por lo general, se usa para dar calor a un espacio,...
Recabar o Recavar
Recabar significa alcanzar o conseguir lo que se pretende, pedir o reclamar un derecho, o recoger
datos o información, mientras que recavar significa volver a cavar, y se trata de un verbo en...
Haremos o Aremos
Haremos es el verbo hacer en primera persona de singular de futuro; es sinónimo de crear, producir,
elaborar o realizar algo. Aremos, en cambio, es el verbo arar conjugado en primera persona de...
Olla u Hoya
Olla puede referirse a una vasija usada para cocinar, a un remolino que se forma en las aguas, a la
cabeza de alguien o a la zona que está frente al área en el fútbol. Hoya, en cambio, designa a...
Había o Avía
Había es el verbo haber conjugado en algunas de sus formas personales; puede utilizarse como
verbo auxiliar para la formación de tiempos compuestos, o para indicar que algo es obligatorio o...
Masa o Maza
Una masa puede ser una mezcla espesa, un pastel, una muchedumbre de personas o la cantidad de
materia que hay en un cuerpo. Maza, por su parte, puede referirse a un arma antigua o un
instrumento para...
Brisa o Briza
Una brisa puede ser un viento suave o el hollejo de la uva, así como el verbo brisar, que significa
'lloviznar'. Briza, en cambio, puede referirse a un tipo de planta o al verbo brizar, que tiene el...
Risa o Riza
Risa es una expresión en la boca y el rostro que expresa alegría o contento. Riza, en cambio, puede
referirse a un rastrojo o residuo, a algo que tiene forma de bucle, o puede ser el verbo rizar...
Rosa o Roza
Rosa puede funcionar como sustantivo, adjetivo y verbo, designando, respectivamente, la flor del
rosal, el color rosa pálido, o el acto de sonrosarse, entre otras cosas. Roza, por su parte,...
Hato o Ato
Hato puede referirse a un paquete con ropa de recambio, a una provisión de víveres, a un grupo de
personas o cosas, a un rebaño de ganado, a cierto sitio elegido por los pastores para dejar pacer...
Meses o Meces
Meses es la forma de plural de la palabra mes, que se refiere a cada una de las partes en que se
divide el año, y que también puede ser una forma personal del verbo mesar, que significa arrancar
o...
Caso o Cazo
Un caso puede ser un suceso o un acontecimiento, o puede ser el verbo casar en primera persona de
singular. Cazo, en cambio, puede referirse a un recipiente utilizado en la cocina, o al verbo cazar,...
Reses o Reces
Reses es la forma plural de res, que es una forma de referirse al ganado vacuno. Reces, en cambio,
es el verbo rezar conjugado en segunda persona de subjuntivo, y significa orar, recitar misa, o
decir...
Halles o Ayes
Halles es el verbo hallar conjugado en una de sus formas personales, que significa dar con algo o
encontrar a alguien, observar o descubrir una cosa, estar presente o sentirse de cierta manera.
Ayes,...
Pozo o Poso
Un pozo es una perforación profunda en la tierra, mientras que poso puede ser el sedimento en el
fondo de un recipiente con líquido o el verbo posar en primera persona de singular de presente,
que...
Mesa o Meza
Mesa puede referirse al mueble que usamos para comer o escribir, a cierta configuración del
terreno, al descansillo de una escalera, o a la comida que nos llevamos cada día a la boca, entre
otras...
Sebo o Cebo
Sebo es la grasa que se saca de algunos animales, y se utiliza para fabricar cosas como jabón o
velas. Cebo, en cambio, es la comida que sirve para alimentar, atraer o engordar a los animales,
así...
Reciente o Resiente
Como reciente designamos algo nuevo, recién hecho o que ha sucedido hace poco. En cambio,
resiente es el verbo resentirse conjugado en algunas de sus formas personales; significa perder
fuerzas o...
Rozar o Rosar
Rozar significa tener una cosa un ligero contacto con otra, o asemejarse o tener cercanía una cosa
con otra, o producir algo una marca o señal producto del roce. Rosar, en cambio, significa caer el...
Vario o Bario
Vario es algo que es diferente o diverso, mudable o inconstante. El bario, en cambio, es un elemento
químico metálico. Vario y bario son palabras homófonas, pues en español no existe diferencia...
Casa o Caza
Una casa puede referirse a una vivienda, una familia, un establecimiento comercial, o también
puede ser el verbo casar conjugado en sus formas personales, que significa contraer o autorizar el...
Bota o Vota
Una bota puede referirse a un tipo de calzado o un recipiente, puede ser el verbo botar en algunas de
sus formas personales, o puede ser la forma femenina del adjetivo boto que se usa para designar...
Bate o Vate
Un bate puede ser un palo de madera utilizado en el béisbol, pero también puede ser el verbo batir,
en algunas de sus formas personales; significa dar golpes a algo, revolver una sustancia, vencer a...
Grava o Graba
Grava puede referirse a las piedras lisas y pequeñas que se usan para cubrir caminos, o puede ser el
verbo gravar, que significa imponer gravámenes, conjugado en algunas de sus formas...
Gira o Jira
Una gira puede ser un viaje o una excursión, o la serie de presentaciones que hacen los artistas en
diferentes partes; también puede ser el verbo girar conjugado en algunas de sus formas personales....
Bote o Vote
Bote puede referirse a muchas cosas: el rebote de una pelota, el salto que da un cuerpo, un
recipiente, una embarcación, o también puede ser el verbo botar en algunas de sus formas...
Grave o Grabe
Grave puede ser un adjetivo con el significado de importante, difícil o serio, o el verbo gravar
conjugado, imponer un impuesto. Grabe, por su lado, es el verbo grabar en algunas de sus formas...
Harto o Arto
Harto puede ser el verbo hartar en primera persona, que significa saciar o satisfacer, fastidiar o
cansar, dar con abundancia o desmesura, o también puede ser el adjetivo harto, que se utiliza con
el...
Basta o Vasta
Basta puede ser el verbo bastar en algunas de sus formas personales, una interjección para dar
término a algo, un adjetivo para referirse a algo o alguien que es tosco, o un sustantivo para aludir
a...
Ala o Hala
Ala puede referirse al órgano de los animales para volar, o las extensiones de los aviones para
sostenerse en el aire, entre otras cosas. Hala, en cambio, puede ser el verbo halar en algunas de
sus...
Raya o Ralla
Raya puede referirse a una línea, una marca, un signo ortográfico, un límite o frontera o un tipo de
pez, entre otras cosas. Ralla, por su parte, es el verbo rallar conjugado en algunas de sus...
Sinfín o Sin fin
Sinfín es un sustantivo que significa infinidad, multitud o muchedumbre de cosas o personas. Sin
fin, escrito separado, es una locución adjetiva que es sinónimo de sin número o...
Sinnúmero o Sin número
Sinnúmero es un sustantivo que se utiliza para referirse a una multitud, infinidad o sinfín de cosas o
personas. Sin número, por su parte, es una locución adjetival que significa numeroso o...
Silba o Silva
Una silba es una pita o pitada mediante la cual se manifiesta el rechazo a una persona o cosa, y
también es el verbo silbar conjugado en diferentes de sus formas personales. Silva, por su parte, se...
Sierra o Cierra
Una sierra puede referirse a una herramienta para cortar materiales duros, a una cadena montañosa o
a un tipo de pez. Cierra, por su parte, es el verbo cerrar en distintas de sus formas...
Seso o Ceso
Seso puede referirse al cerebro de una persona o animal, o a la sensatez y la prudencia que debe
privar en ciertas circunstancias. Ceso, por su parte, es el verbo cesar en primera persona de
presente,...
Sepa o Cepa
Sepa es el verbo saber conjugado en diferentes formas verbales, mientras que cepa es un sustantivo
que se refiere al tronco de la vid, al origen de una familia o linaje, o a un grupo de organismos de...
Arte o Harte
Arte es un sustantivo que hace referencia a la habilidad para hacer determinada cosa, al conjunto de
disciplinas o producciones realizadas con fines expresivos, o a la maña o astucia para hacer algo....
Cerrar o Serrar
Cerrar es un verbo que se refiere muchas cosas, desde asegurar una puerta o ventana, hasta poner
fin a una cosa, o impedir el paso de algo por una vía o canal. Serrar, en cambio, es un verbo que...
Consejo o Concejo
Un consejo es una opinión o recomendación, un órgano encargado de asesorar o dirigir una entidad,
o las sesiones de dicho órgano. Un concejo, por su lado, es un ayuntamiento o corporación...
Hablando o Ablando
Hablando es el gerundio del verbo hablar, que significa expresarse o conversar con otra u otras
personas. Ablando, por su parte, es el verbo ablandar conjugado en primera persona de singular de...
Cómo o Como
Cómo es un adverbio tanto interrogativo como exclamativo que lleva tilde por ser una palabra
tónica y para diferenciarlo de la palabra átona como, que, a su vez, puede funcionar con valor de...
Ribera o Rivera
La palabra ribera hace referencia a la margen u orilla de los ríos o mares, mientras que rivera se
emplea para designar un pequeño caudal de agua o arroyo. En este sentido, son palabras que,
debido...
Pollo o Poyo
Un pollo es un ave doméstica o una forma de referirnos a su carne, mientras que un poyo es un
asiento de piedra u otro material, levantado junto a una pared o ventana. Pollo y poyo son
consideradas...
Losa o Loza
Una losa es una piedra labrada, lisa, llana y delgada, usada para el revestimiento de pisos y paredes.
Loza, por su parte, se refiere a la vajilla doméstica en su conjunto o a cada uno de los objetos...
Malla o Maya
Una malla es una red, un tipo de tejido o una estructura formada por un conjunto de elementos que
se cruzan entre sí. Maya, por su parte, puede referirse a una cultura ancestral de América Central y...
Sede o Cede
Una sede puede ser el domicilio de una entidad u organización, o el verbo sedar conjugado en
singular de presente de subjuntivo. Cede, por su parte, es el verbo ceder conjugado en presente de
modo...
Haré o Aré
Haré es el verbo hacer conjugado en primera persona de futuro; significa crear, producir o realizar,
entre otras cosas. Aré, por su parte, es el verbo arar conjugado en primera persona de pretérito...
Seda o Ceda
Seda puede referirse a un tipo de hilo o tejido muy delicado y leve, o puede ser el verbo sedar, que
significa apaciguar o calmar, conjugado en sus formas personales. Ceda, por su parte, puede...
Casar o Cazar
Casar significa contraer dos personas matrimonio, mientras que cazar se emplea para referirse a la
acción de buscar animales para atraparlos o matarlos. Casar y cazar son palabras homófonas en la...
Vacía o Bacía
Vacía puede ser un adjetivo para designar algo carente de contenido o hueco, un sitio poco
concurrido o a alguien vano o arrogante, y también puede ser el verbo vaciar conjugado en segunda
(usted) y...
Vidente o Bidente
Vidente es aquel que ve o aquella persona que tiene capacidad para ver el futuro o tener visiones
sobrenaturales. Bidente puede ser aquello que tiene dos dientes, un tipo de azada de dos dientes o
una...
Hierro o Yerro
Hierro puede ser un tipo de metal, un instrumento para marcar reses o un arma compuesta por este
metal, mientras que yerro puede referirse a una falta, equivocación o descuido. Hierro y yerro...
Desecho o Deshecho
Desecho se refiere a lo que se deja cuando se ha escogido lo mejor, a algo inútil o inservible, a la
basura o el desperdicio, etc. Mientras deshecho, participio del verbo deshacer, puede hacer...
Hora u Ora
Hora se refiere a una medida de tiempo, mientras que ora es el verbo orar conjugado, que significa
suplicar, pedir o rogar por algo, o hablar en público para convencer a la concurrencia de algún...
Uso o Huso
Uso se puede referirse al acto o capacidad de usar algo o a una costumbre o práctica, mientras que
huso se emplea para designar un instrumento para hilar o cada uno de los meridianos en que es
divida...
Cause o Cauce
Cause es el verbo causar conjugado; significa producir o provocar un efecto, o ser la causa o el
motivo de algo. Cauce, por su parte, es un sustantivo; puede referirse al lecho de un río, a un canal...
Hice o Ice
Hice es el verbo hacer conjugado en primera persona de pretérito, mientras que ice es el verbo izar
conjugado tanto en presente singular de modo subjuntivo como en segunda persona de...
Onda u Honda
Una onda puede ser una ondulación en la superficie de un líquido, las curvas que se forman en
algunos materiales, o una forma de referirse a las olas. Honda, por su parte, puede ser una tira...
Hasta o Asta
Hasta puede ser una preposición que indica el límite o término de algo, o un adverbio con el sentido
de incluso o aun. Asta, en cambio, puede ser el palo en que se cuelga una bandera, el cuerno de...
Causa o Cauza
Como causa podemos referirnos al origen, la razón, el motivo o el fundamento de algo, a la doctrina
o empresa en que nos empeñamos, o, en derecho, a un pleito o proceso judicial. Cauza, por su...
Agito o Ajito
Agito es el verbo agitar conjugado en primera persona; significa mover violentamente una cosa de
un lado al otro, perturbar el ánimo o trastornar la tranquilidad política y social. Ajito, en cambio,...
Vaso, Baso o Bazo
Un vaso es un recipiente, por lo general de forma cilíndrica, usado para beber líquidos. Baso, por su
parte, es el verbo basar conjugado en primera persona; significa apoyar una cosa en otra, o...
Cien o Sien
Cien es un número, mientras que la sien es una parte de la cabeza humana. Cien y sien son palabras
homófonas en la mayor parte del mundo hispanohablante, donde no existe distinción alguna entre
el...
Voz o Vos
Voz es el sonido que producimos con nuestras cuerdas vocales, una palabra, un grito, un parecer, un
mandato, entre otras cosas. Vos, en cambio, es un pronombre personal de carácter informal o...
Hizo o Izo
Hizo es el verbo hacer en tercera persona de pretérito perfecto; significa crear, realizar, elaborar,
preparar, etc. Izo, por su parte, es el verbo izar conjugado en primera persona de presente, y se...
Bacilar o Vacilar
Como bacilar se designa lo perteneciente o relativo a los bacilos, o a una variedad de textura
mineral. Vacilar, por su parte, es un verbo que puede significar oscilar o tambalearse, dudar o
titubear,...
Arrollo o Arroyo
Arrollo es el verbo arrollar conjugado en primera persona de presente de indicativo; significa
envolver, enrolar, atropellar o derrotar, entre otras cosas. Arroyo, por su parte, puede ser un...
Cayo o Callo, Cayó o Calló
Un cayo es una isla pequeña, mientras que callo puede ser el verbo callar conjugado en presente de
indicativo o referirse a una dureza formada en la piel. Por su parte, calló es una forma del verbo...
A veces o Aveces
A veces es una expresión adverbial que significa ‘en ocasiones’. Aveces, por su parte, es el verbo
avezar conjugado en segunda persona del presente en subjuntivo, significa...
Cierto o Sierto
La forma correcta de escribir esta palabra es cierto. Por su parte, sierto es un error ortográfico que
es conveniente evitar. No es infrecuente esta duda, que se debe a que la consonante c, cuando...
En serio o Enserio
En serio es una expresión que usa para significar que algo se dice sin engaño. Enserio, en cambio,
es el verbo enseriar en primera persona; significa poner semblante serio o dar a un asunto la...
Balido, valido o válido
Balido es el nombre con que se conoce la voz de ciertos animales, como los corderos, las ovejas y
los ciervos. Valido puede ser un adjetivo, un sustantivo, la forma de participio del verbo valer o la...
Iba o IVA
Iba es el verbo ir conjugado en primera o tercera persona de singular de pretérito perfecto. IVA, por
su parte, es un acrónimo que corresponde a las siglas del impuesto sobre el valor...
Vascular o bascular
Como vascular se designa todo lo perteneciente o relativo a los vasos por los cuales circulan fluidos
en los animales y las plantas. Bascular, por su parte, es un verbo que significa moverse, oscilar...
Vacilo o Bacilo
Vacilo es el verbo vacilar en su forma de primera persona de presente. En cambio, bacilo es el
nombre que recibe cierta bacteria que tiene forma de bastoncillo. Vacilo y bacilo son palabras...
Veraz, verás o veras
Como veraz se designa aquello que se apega o ajusta a la verdad. Verás es el verbo ver conjugado
en segunda persona de futuro. Veras es un sustantivo equivalente a ‘verdad’ o...
Bale o vale
Bale es el verbo balar conjugado; significa dar balidos. Vale puede ser el verbo valer conjugado, una
interjección para expresar acuerdo, o un sustantivo con el significado de nota de crédito,...
Vasar, Basar o Bazar
Un vasar es un estante para poner la vajilla. Basar es un verbo que puede significar fundamentar,
asentar o apoyar. Un bazar, por su parte, es una tienda donde son vendidos diversos productos. En...
Bovina o bobina
Bovina designa lo perteneciente o relativo al toro o la vaca, o a la especie a que pertenecen. Una
bobina, por su parte, puede ser un carrete o cilindro para arrollar diferentes materiales, como...
Tazar o tasar
Tazar significa estropear una prenda de vestir debido al uso, mientras que tasar se refiere a fijar o
poner el precio a algo o limitar o restringir su uso. Como tal, son palabras homófonas en la...
Cave o cabe
Cave es el verbo cavar en tercera persona del presente de modo subjuntivo, mientras que cabe
puede funcionar como el verbo caber conjugado en primera persona del presente de modo
indicativo, o como...
Pulla o puya
Una pulla es una expresión o dicho agudo o ingenioso. Puya, en cambio, es una vara de punta
acerada o punzante, o cualquier objeto afilado en la punta. En algunas regiones, donde la letra ll y
y...
Baca o vaca
Baca puede referirse al fruto del árbol del laurel o al soporte que algunos vehículos tienen en el
techo para colocar equipaje. Vaca, por su parte, es el nombre de la hembra del toro, del dinero que...
A punto o apunto
A punto es una expresión adverbial que significa 'a tiempo' o 'con la preparación adecuada para
algo'. Apunto, cuando aparece unida, es el verbo apuntar conjugado en primera persona del
singular....
Veta o beta
Veta y beta comparten acepciones cuando se refieren a una vena o faja de materia, a un filón
metálico, o a un hilo o cuerda. Se diferencian cuando veta se usa para referirse a la aptitud o...
Bocal o vocal
Bocal puede referirse a un jarro o recipiente, así como a lo perteneciente o relativo a la boca. Vocal,
por su parte, designa aquello perteneciente o relativo a la voz, una letra vocal, el sonido de...
Basto o Vasto
Basto puede designar a algo o alguien que es tosco o grosero, a cierta albarda para montar animales
de carga, o a una de las series en que se divide la baraja española. Vasto, en cambio, es algo...
Hampón o ampón
Un hampón es un maleante, un rufián, un pillo, mientras que como ampón se designa la forma
amplia o abombada de algo, especialmente, la de la falda de un vestido. Como tal, hampón y ampón
son...
Injerir o ingerir
Injerir significa meter una cosa en otra, o inmiscuirse en asuntos ajenos. Ingerir, por su parte, se
refiere al acto de introducir comida o bebida en la boca. Injerir e ingerir son palabras...
Alaba o halaba
Alaba es el verbo alabar en tercera persona del presente, que significa elogiar o celebrar. Halaba es
el verbo halar conjugado en primera o tercera persona del pretérito imperfecto, que significa...
Hatajo o atajo
Hatajo puede referirse a un grupo pequeño de ganado o, despectivamente, a un grupo de personas o
cosas. Atajo, por su lado, puede designar la senda que acorta un camino, un procedimiento rápido,
la...
Sabia, savia o sabía
Sabia es un adjetivo que se aplica a algo o alguien que posee sabiduría; savia, por su parte, es el
fluido vital que tienen algunas plantas, mientras que sabía es el verbo saber conjugado en...
Combino o convino
Combino es el verbo combinar en primera persona del singular; significa juntar o unir diferentes
cosas, o concertar o armonizar. Por su parte, convino es el verbo convenir conjugado en tercera
persona...
Asada o azada
Asada es el participio del verbo asar, es sinónimo de cocida, tostada o abrasada. La azada, en
cambio, es una herramienta utilizada para trabajar la tierra. En este sentido, son palabras
homófonas...
Votar o botar
Votar significa manifestar una opinión o parecer por medio del voto. Botar, en cambio, significa
arrojar o tirar fuera algo o a alguien, saltar desde el suelo, chocar contra una superficie, despedir...
Entre tanto o entretanto
Entre tanto y entretanto son expresiones válidas; admiten ser escritas tanto en una como en dos
palabras. Son adverbios de tiempo; se emplean con el sentido de ‘mientras’, ‘mientras tanto’ o...
Con que, con qué o conque
Con que es sinónimo de 'con el cual' o 'con la cual'; con qué se usa en oraciones interrogativas o
exclamativas, mientras que conque es una conjunción ilativa que equivale a 'así que' o 'por...
Mi o mí
Mi, sin tilde, puede funcionar como un adjetivo posesivo, o como un sustantivo para referirse a una
nota musical o a una letra del alfabeto griego. Mí, con tilde, es un pronombre personal de la...
Bello o vello
Como bello designamos algo que es hermoso, agraciado o excelente. Vello, por su parte, hace
referencia a cierto tipo de pelo corto, fino y suave, que cubre algunas zonas del cuerpo. Bello y
vello son...
Absorver, absorber, absolver o adsorber
Absorber puede significar atraer o retener fluidos, la atención de alguien, o incorporar una
organización a otra. Absolver significa librar de culpas, cargos o responsabilidades a alguien.
Adsorber...
Asar o Azar
Asar significa cocinar o someter un alimento a la acción del calor. Un azar, en cambio, puede
referirse a una casualidad o también a un infortunio que ocurre de manera imprevista. Son
palabras...
Sólo o solo
Sólo, cuando equivalía al adverbio ‘solamente’, solía estar acentuado para diferenciarlo del adjetivo
solo, sin tilde, que significa ‘sin compañía’ o ‘en soledad’. Actualmente, se...
Tasa o taza
Como tasa se denomina la fijación del precio de algo, la relación entre dos magnitudes, o el tributo
impuesto a ciertos servicios o actividades. Una taza, por su parte, es un recipiente para beber...
Arrollar o arroyar
Arrollar significa enrollar una cosa, atropellar a alguien o algo, o vencer o derrotar a una persona.
Arroyar, por su parte, significa formar arroyos o arroyadas. Como tal, son palabras homófonas;...
Hojear u ojear
Hojear significa mover o pasar las hojas de un libro, un cuaderno o de cualquier otro tipo de
publicación o documento en papel, leyendo apenas algunos pasajes. Ojear significa echar un
vistazo...
Cegar o Segar
Cegar significa quitar o impedir la vista a alguien, turbar la razón, cerrar algo que estaba abierto, u
obstaculizar el paso en una vía o conducto. Segar, en cambio, significa cortar, y puede...
Sesión o Cesión
Una cesión es la transferencia (por lo general de bienes) que una persona hace a otra. Una sesión,
por su parte, puede referirse al tiempo que ocupa una actividad, a la celebración de una junta o...
Callar o cayar
Callar es un verbo que puede significar omitir o no decir algo, no hablar o guardar silencio, cesar de
hablar, dejar de hacer ruido o parar algo de sonar. Cayar, por su parte, no existe, y constituye...
Acerbo o Acervo
Acerbo es un adjetivo para referirse a algo o alguien que es áspero, cruel o riguroso. Acervo, en
cambio, es un sustantivo, y puede referirse tanto a un conjunto de bienes culturales, morales o...
Periodo o período
Es igualmente válida la forma periodo, sin acento, que período, con tilde porque la palabra admite
dos tipos de acentuación. Período, palabra esdrújula cuyo acento gráfico indica un hiato, es...
Abrasar o Abrazar
Abrasar proviene de brasa y significa quemar o consumir algo, bien sea por efecto del calor, del frío
o de una pasión. Abrazar, por su parte, significa rodear con los brazos a alguien o algo. En la...
Acecinar o asesinar
Acecinar significa salar las carnes para conservarlas. Asesinar, en cambio, puede referirse a matar a
una persona, causar a alguien grandes disgustos o aflicciones, o engañar a otra persona. Estas...
Tubo o tuvo
Un tubo es una pieza hueca cilíndrica usada para transportar agua y otros fluidos, así como para
guardar o contener distintas sustancias. Tuvo, por su parte, es el verbo tener conjugado en tercera...
Ha, a o ah
Ha es el verbo haber conjugado, a es una preposición, y ah una interjección. Las tres poseen
diferentes funciones sintácticas, de modo que confundirlas podría dar pie a equivocaciones. Como
tal,...
Aprender o aprehender
Aprender significa adquirir nuevos conocimientos o memorizar información. Por su parte,
aprehender puede referirse a coger o capturar a alguien o algo, especialmente cuando se relaciona
con...
Barón o varón
Barón es un título nobiliario y también puede designar a un hombre de gran poder o influencia. Un
varón, por su parte, es un ser humano de sexo masculino. Como tal, son palabras homófonas. Esto...
Aun o Aún
La acentuación gráfica de los adverbios aun y aún depende de su significado. Aun, sin tilde, es
equivalente a 'incluso', 'hasta', 'también' o 'siquiera', mientras que aún, con tilde, significa...
Revelar o rebelar
Revelar significa descubrir lo que estaba oculto o permanecía ignorado. Rebelar, en cambio, se
refiere a sublevar o alzar contra algo o alguien, u oponerse o resistirse a obedecer determinadas...
Vienes o bienes
Vienes es el verbo venir conjugado en segunda persona del presente. Como bienes, por su parte, se
denomina el patrimonio, la fortuna o las pertenencias de una persona o entidad. Tanto vienes
como...
Acechanza o asechanza
Acechanza se refiere al hecho de estar al acecho, de espiar o perseguir a alguien. Una asechanza,
por su parte, es un engaño, una trampa, un artificio que se arma con la finalidad de perjudicar a...
Hostia u Ostia
Hostia, con h, puede referirse al pan de ácimo que se consagra en la misa para la comunión, a algo
que se ofrece en sacrificio, o, vulgarmente, a un golpe o trastazo. Mientras que ostia, sin h,...
Ouó
O es una conjunción disyuntiva que, actualmente, se debe escribir siempre sin tilde. Como tal, se
puede emplear para expresar alternativa entre dos o más personas, cosas o ideas en una...
Siervo o ciervo
Un siervo puede ser un esclavo, un religioso o una persona que se autodenomina de este modo en
virtud de su humildad o su respeto con relación a otra persona. Mientras que un ciervo, por su parte,
es...
Alrevés o al revés
La forma correcta en que debe escribirse es al revés, en dos palabras. Es incorrecto escribir alrevés.
Al revés significa ‘al contrario’, ‘a la espalda’ o ‘a la vuelta’. Se refiere a...
Vacante o bacante
Vacante es algo que está sin ocupar, vacío, ocioso; también puede referirse al tiempo que duran las
vacaciones. Bacante, por su parte, es como se denomina a la mujer que participaba las fiestas...
Al rededor o alrededor
Al rededor y alrededor son dos formas válidas de escribir esta expresión. Como tal, ambas
funcionan como un adverbio de lugar equivalente a ‘en torno a algo’. Así, tanto al rededor como...
He, e o eh
He es el verbo haber conjugado en primera persona; e es una conjunción que se usa para sustituir la
conjunción y cuando la palabra que le sigue empieza por i- o hi-; mientras que eh es una...
Cavo o cabo
Cavo puede significar ‘cóncavo’, puede referirse a una ‘madriguera’, o puede ser el verbo cavar
conjugado en primera persona. Cabo, por su parte, hace referencia al extremo de algo, a una...
Habría o abría
Habría es el verbo haber conjugado en primera o tercera persona del presente; abría, por su parte, es
el verbo abrir conjugado en primera o tercera persona del condicional. Como tal, ambas son...
Ciento o Siento
Ciento significa diez veces diez o cien; puede emplearse como equivalente a ‘centésimo’ o a
‘centena’. Siento, por su parte, puede ser tanto el verbo sentir como el verbo sentar conjugado en...
Uy o huy
Uy y huy son interjecciones del idioma español; se pueden emplear para expresar dolor físico,
asombro o sorpresa, o remilgos o excesiva delicadeza ante alguna cosa. Es igualmente válido
escribirla...
O sea, ósea u osea
O sea es una expresión equivalente a es decir, que se emplea para introducir explicaciones o hacer
precisiones; ósea es un adjetivo usado para designar aquello que es de hueso, mientras que osea es...
Ola u hola
Hola es un saludo de carácter informal. Ola, en cambio, se refiere a las ondas de gran amplitud que
se forman en la superficie de las aguas, a un fenómeno atmosférico, al movimiento impetuoso de...
Sumo o zumo
Zumo puede referirse al líquido que se exprime de frutas, hierbas o flores, o a la parte provechosa y
beneficiosa de algo. Sumo, por su parte, puede significar ‘altísimo’ o ‘supremo’, ‘muy...
Cuan o cuán
Cuan es un adverbio relativo, utilizado sobre todo en comparaciones. Cuán, por su parte, es un
adverbio exclamativo, que introduce oraciones exclamativas, y que es usado para agregar intensidad
a lo...
Encausar o encauzar
Encauzar significa abrir un cauce, conducir una corriente a través de él, o encaminar positivamente
un asunto o negocio. Encausar, por su parte, significa proceder judicialmente contra una persona;...
Sima o cima
Una sima puede ser un tipo de moldura o una cavidad natural grande y profunda en la tierra. Una
cima, por su parte, es el punto más alto de un monte, un árbol, o, en sentido figurado, de una...
Hay, Ay o Ahí
Hay es el verbo haber conjugado en su forma impersonal; ay es una interjección que puede expresar
pena o temor, mientras que ahí es un adverbio de lugar, equivalente a ‘en ese lugar’. Tanto hay...
Herrar o errar
Herrar puede referirse a poner las herraduras a una caballería o a marcar al ganado con un hierro;
errar, en cambio, puede significar no acertar en algo, a divagar en los pensamientos o a andar...
Cual o cuál
Cuál es un pronombre empleado para introducir oraciones interrogativas o exclamativas; cual, en
cambio, es un pronombre relativo que puede usarse para introducir oraciones indirectas o con
función...
Deacuerdo o de acuerdo
La palabra deacuerdo no existe y, como tal, constituye un error ortográfico. Lo correcto es escribir
de acuerdo, separado. De acuerdo es una locución compuesta por la preposición de y el...
Vaya, Valla, Baya o Balla
Vaya es el verbo ir conjugado en primera o tercera persona de subjuntivo; una valla puede ser una
cerca, una cartelera publicitaria, o un obstáculo, o también puede ser el verbo vallar en tercera...
Halla, Haya, Aya o Allá
Halla es el verbo hallar conjugado en tercera persona; haya, el verbo haber en sus formas de
primera, segunda y tercera persona, así como un sustantivo para denominar un tipo de árbol; aya,
por otro...
Cocer o coser
Cocer significa guisar o hervir un alimento, así como someter algún material a la acción del calor,
mientras que coser se refiere a la acción de juntar telas u otros materiales con hilos, o...
Ves o Vez
Ves es el verbo ver conjugado en segunda persona de presente; significa ver, observar o considerar
algo. Vez, en cambio, es un sustantivo que puede utilizarse como equivalente a ‘turno’,...
Si o Sí
Sí puede ser una afirmación, un pronombre personal, o un sustantivo equivalente a ‘consentimiento’
o ‘permiso’. Mientras que si, por su parte, es una conjunción empleada para denotar...
Hierva, hierba o yerba
Hierva es el verbo hervir conjugado en primera y tercera persona del presente de modo subjuntivo,
mientras que hierba y yerba son sustantivos usados para designar una planta pequeña o el conjunto
de...
Hecho o echo
Echo es el verbo echar conjugado en primera persona del presente, mientras que hecho es el
participio del verbo hacer, que puede realizar la función de adjetivo con el significado de ‘acabado’,
o...
Has, Haz o As
Has es la forma auxiliar del verbo haber usada para la formación de tiempos compuestos. Haz, por
su parte, es el verbo hacer en la segunda persona de imperativo. As, en cambio, es un sustantivo
que...
Cuanto o cuánto
Cuánto se escribe con tilde cuando tiene función interrogativa o exclamativa. Mientras que cuanto,
cuando se emplea como adjetivo, adverbio o pronombre, no lleva acento gráfico. La tilde gráfica...
Sino o si no
Sino es una expresión que se emplea para contraponer ideas en una frase, mientras que si no es una
secuencia compuesta por la conjunción si y el adverbio de negación no, que es empleada para...
Demás o de más
Demás significa lo ‘otro’ o lo ‘restante’, y puede usarse como adjetivo y como pronombre. No debe
confundirse con la secuencia de más, que es una locución adverbial equivalente a ‘de...
Mas o más
Mas se escribe sin acento cuando equivale a ‘pero’, mientras que más, con acento, es un adverbio
que denota la idea de superioridad, exceso o aumento, y que también puede funcionar, según sea...
Adonde, A donde, Adónde o A dónde
Adonde y a donde se usan para introducir oraciones con las que se indican relaciones de lugar;
ambas expresiones pueden usarse indistintamente. Adónde y a dónde, por su lado, se utilizan para...
Sobretodo o sobre todo
Sobretodo y sobre todo no tienen el mismo significado. Un sobretodo es una prenda de vestir,
mientras que sobre todo es una locución adverbial equivalente a ‘principalmente’ o...
Dónde o Donde
Dónde es un adverbio interrogativo o exclamativo de lugar; se emplea tanto para introducir una
pregunta, como para exclamaciones. Donde, por su lado, es un adverbio relativo de lugar, es decir,
que...
A sí mismo, así mismo o asimismo
Tanto a sí mismo como así mismo y asimismo son expresiones válidas en español. Asimismo es
sinónimo de ‘también’ o ‘además’; así mismo, por su parte, equivale a ‘de esa misma...
Tu o tú
Tú, con acento, funciona como pronombre personal y lo empleamos para referirnos a la persona con
que hablamos, mientras que tu, sin acento, es un adjetivo posesivo que indica que algo es propio o...
Grabar o gravar
Gravar significa imponer impuestos o cargas tributarias, mientras que grabar se emplea para indicar
la acción de labrar sobre una superficie o de almacenar información, como imágenes o sonidos, en...
Rallar o rayar
Rallar se refiere a la acción de raspar o desmenuzar algo con un rallador, mientras que rayar denota
otras acciones, como hacer rayas sobre una superficie o sobre un texto o escrito, clarear el día,...
A ver, haber o haver
Haber es el infinitivo del verbo haber, mientras que a ver se utiliza para expresar el deseo de ver o
comprobar algo, para llamar la atención a alguien, para expresar aceptación, para denotar...
Aparte o a parte
Aparte significa ‘distinto’, ‘en otro lugar’, ‘al margen’ o ‘además’, mientras que la expresión a parte
se emplea para hacer referencia a un sitio, a una cantidad, o a una porción...
Entorno o en torno
Entorno se usa para significar ‘ambiente’, mientras que en torno es una expresión que solo debemos
emplear cuando sea equivalente a ‘acerca de’, ‘alrededor de’, ‘en relación con’ o...

Halla, Haya, Aya o Allá

Halla es el verbo hallar conjugado en tercera persona; haya, el verbo haber en sus formas de
primera, segunda y tercera persona, así como un sustantivo para denominar un tipo de árbol; aya,
por otro...
Vaya, Valla, Baya o Balla
Vaya es el verbo ir conjugado en primera o tercera persona de subjuntivo; una valla puede ser una
cerca, una cartelera publicitaria, o un obstáculo, o también puede ser el verbo vallar en tercera...
Cayo o Callo, Cayó o Calló
Un cayo es una isla pequeña, mientras que callo puede ser el verbo callar conjugado en presente de
indicativo o referirse a una dureza formada en la piel. Por su parte, calló es una forma del verbo...
Has, Haz o As
Has es la forma auxiliar del verbo haber usada para la formación de tiempos compuestos. Haz, por
su parte, es el verbo hacer en la segunda persona de imperativo. As, en cambio, es un sustantivo
que...
Yendo, llendo o iendo
La forma correcta de pronunciar y escribir esta palabra es yendo. Yendo es la forma de gerundio del
verbo ir. Son incorrectas y deben evitarse las formas llendo o iendo. La confusión de decir o...
Esta, Ésta o Está
Esta es un demostrativo femenino que puede referirse a lo que está cerca de la persona que habla, a
algo que ha sido mencionado o será mencionado a continuación, o a un periodo de tiempo, un...
Consciente, Consiente o Conciente
Como consciente denominamos a alguien que está en pleno uso de sus facultades mentales.
Consiente, por su parte, es el verbo consentir conjugado en algunas de sus formas personales;
significa...
Hizo o Hiso
Hizo es la forma correcta de escribir esta palabra. Hiso, en cambio, es una incorrección ortográfica
que es conveniente evitar. Hizo es el verbo hacer conjugado en segunda (usted) y tercera persona...
Ves o Vez
Ves es el verbo ver conjugado en segunda persona de presente; significa ver, observar o considerar
algo. Vez, en cambio, es un sustantivo que puede utilizarse como equivalente a ‘turno’,...
En serio o Enserio
En serio es una expresión que usa para significar que algo se dice sin engaño. Enserio, en cambio,
es el verbo enseriar en primera persona; significa poner semblante serio o dar a un asunto la...

Este, Éste o Esté

Este es un demostrativo para hacer referencia a lo que está cerca de quien habla, a algo que se
mencionó o se va a mencionar, o a un periodo de tiempo, momento o lugar que es relativamente
próximo.
Hice, Hize o Hise
La forma correcta de escribir esta palabra es hice. Tanto hize como hise son grafías incorrectas que
conviene evitar. Hice es el verbo hacer conjugado en primera persona de singular de pretérito...
A veces o Aveces
A veces es una expresión adverbial que significa ‘en ocasiones’. Aveces, por su parte, es el verbo
avezar conjugado en segunda persona del presente en subjuntivo, significa ‘acostumbrar’.
Harto o Arto
Harto puede ser el verbo hartar en primera persona, que significa saciar o satisfacer, fastidiar o
cansar, dar con abundancia o desmesura, o también puede ser el adjetivo harto, que se utiliza con
el...
Estuvo o Estubo
Estuvo es la forma correcta de escribir esta palabra. Estubo, en cambio, es una incorrección
ortográfica que debemos evitar. Estuvo es el verbo estar conjugado en segunda (usted) y tercera
persona...
Hostia u Ostia
Hostia, con h, puede referirse al pan de ácimo que se consagra en la misa para la comunión, a algo
que se ofrece en sacrificio, o, vulgarmente, a un golpe o trastazo. Mientras que ostia, sin h,...
Cerca o Serca
La forma correcta de escribir esta palabra es cerca. La grafía serca constituye una incorrección y
debe evitarse. Cerca es una palabra que, dependiendo del contexto, puede funcionar como
sustantivo,...
A través, Através, A travez o Atravez
La forma correcta de escribir esta expresión es a través, en dos palabras. Son incorrectas y deben
evitarse las grafías através, a travez y atravez. A través puede usarse como una locución...
Tu o tú
Tú, con acento, funciona como pronombre personal y lo empleamos para referirnos a la persona con
que hablamos, mientras que tu, sin acento, es un adjetivo posesivo que indica que algo es propio o...
Tubo o tuvo
Un tubo es una pieza hueca cilíndrica usada para transportar agua y otros fluidos, así como para
guardar o contener distintas sustancias. Tuvo, por su parte, es el verbo tener conjugado en tercera...

Haiga o Haya

Haiga es una forma incorrecta de decir haya. Es un barbarismo, común del habla coloquial. Como
tal, se encuentra fuera de la norma culta de la lengua y es absolutamente desaconsejable usarlo.
Haiga,...
Iba o IVA
Iba es el verbo ir conjugado en primera o tercera persona de singular de pretérito perfecto. IVA, por
su parte, es un acrónimo que corresponde a las siglas del impuesto sobre el valor agregado. Como...
Sílaba tónica y átona
Las sílabas de una palabra pueden dividirse en función de la intensidad con que sean pronunciadas
en sílabas tónicas y átonas. La tonicidad o atonicidad de una sílaba es fonológicamente...
O sea, ósea u osea
O sea es una expresión equivalente a es decir, que se emplea para introducir explicaciones o hacer
precisiones; ósea es un adjetivo usado para designar aquello que es de hueso, mientras que osea es...
Hecho o echo
Echo es el verbo echar conjugado en primera persona del presente, mientras que hecho es el
participio del verbo hacer, que puede realizar la función de adjetivo con el significado de ‘acabado’,
o...
He, e o eh
He es el verbo haber conjugado en primera persona; e es una conjunción que se usa para sustituir la
conjunción y cuando la palabra que le sigue empieza por i- o hi-; mientras que eh es una...
Coger o Cojer
Coger es la forma correcta de escribir esta palabra. En cambio, cojer es una incorrección ortográfica
que es conveniente evitar. La confusión entre la j y la g (antes de la e y la i ) es común a...
Sólo o solo
Sólo, cuando equivalía al adverbio ‘solamente’, solía estar acentuado para diferenciarlo del adjetivo
solo, sin tilde, que significa ‘sin compañía’ o ‘en soledad’. Actualmente, se...
Alrevés o al revés
La forma correcta en que debe escribirse es al revés, en dos palabras. Es incorrecto escribir alrevés.
Al revés significa ‘al contrario’, ‘a la espalda’ o ‘a la vuelta’. Se refiere a...
Raya o Ralla
Raya puede referirse a una línea, una marca, un signo ortográfico, un límite o frontera o un tipo de
pez, entre otras cosas. Ralla, por su parte, es el verbo rallar conjugado en algunas de sus...

Haré o Aré

Haré es el verbo hacer conjugado en primera persona de futuro; significa crear, producir o realizar,
entre otras cosas. Aré, por su parte, es el verbo arar conjugado en primera persona de pretérito...
Hacia, Hacía o Asia
Hacia es una preposición para denotar dirección, tendencia o actitud. Hacía es el verbo hacer
conjugado en singular de pretérito imperfecto. Asia es el nombre del continente más extenso del...
Votar o botar
Votar significa manifestar una opinión o parecer por medio del voto. Botar, en cambio, significa
arrojar o tirar fuera algo o a alguien, saltar desde el suelo, chocar contra una superficie, despedir...
Hasta o Asta
Hasta puede ser una preposición que indica el límite o término de algo, o un adverbio con el sentido
de incluso o aun. Asta, en cambio, puede ser el palo en que se cuelga una bandera, el cuerno de...
Grave o Grabe
Grave puede ser un adjetivo con el significado de importante, difícil o serio, o el verbo gravar
conjugado, imponer un impuesto. Grabe, por su lado, es el verbo grabar en algunas de sus formas...
Recoger o Recojer
Recoger es la forma correcta de escribir esta palabra. Recojer, por su parte, es una incorrección
ortográfica que conviene evitar. Recoger es un verbo que se emplea con múltiples acepciones. A...
Así o Hací
Así es la forma correcta de escribir esta palabra. Hací es un barbarismo y, por lo tanto, es
conveniente evitarlo. Así puede emplearse como un adverbio con diversas acepciones: como
equivalente a...
Examen o Exámen
La forma correcta de escribir esta palabra es examen, sin tilde. Exámen, con tilde, es una
incorrección y debe evitarse. Examen es un sustantivo masculino; se refiere a la indagación, estudio
y...
Basta o Vasta
Basta puede ser el verbo bastar en algunas de sus formas personales, una interjección para dar
término a algo, un adjetivo para referirse a algo o alguien que es tosco, o un sustantivo para aludir
a...
Rallar o rayar
Rallar se refiere a la acción de raspar o desmenuzar algo con un rallador, mientras que rayar denota
otras acciones, como hacer rayas sobre una superficie o sobre un texto o escrito, clarear el día,...

Ha, a o ah

Ha es el verbo haber conjugado, a es una preposición, y ah una interjección. Las tres poseen
diferentes funciones sintácticas, de modo que confundirlas podría dar pie a equivocaciones. Como
tal,...
Hierva, hierba o yerba
Hierva es el verbo hervir conjugado en primera y tercera persona del presente de modo subjuntivo,
mientras que hierba y yerba son sustantivos usados para designar una planta pequeña o el conjunto
de...
Vienes o bienes
Vienes es el verbo venir conjugado en segunda persona del presente. Como bienes, por su parte, se
denomina el patrimonio, la fortuna o las pertenencias de una persona o entidad. Tanto vienes
como...
Había o Avía
Había es el verbo haber conjugado en algunas de sus formas personales; puede utilizarse como
verbo auxiliar para la formación de tiempos compuestos, o para indicar que algo es obligatorio o...
Por favor o Porfavor
Por favor es la forma correcta de escribir esta expresión, separada en dos palabras. No es correcta la
grafía porfavor, se considera un error y es conveniente evitar, escrita en una sola palabra.
Habría o abría
Habría es el verbo haber conjugado en primera o tercera persona del presente; abría, por su parte, es
el verbo abrir conjugado en primera o tercera persona del condicional. Como tal, ambas son...
Cual o cuál
Cuál es un pronombre empleado para introducir oraciones interrogativas o exclamativas; cual, en
cambio, es un pronombre relativo que puede usarse para introducir oraciones indirectas o con
función...
Revelar o rebelar
Revelar significa descubrir lo que estaba oculto o permanecía ignorado. Rebelar, en cambio, se
refiere a sublevar o alzar contra algo o alguien, u oponerse o resistirse a obedecer determinadas...
Agradezco o Agradesco
La forma correcta es agradezco. La grafía agradesco constituye un error ortográfico y, en
consecuencia, es conveniente evitarlo. Agradezco es la conjugación del verbo agradecer en la
primera...
Diferencia entre emigrante, inmigrante y migrante
Emigrante, inmigrante y migrante son tres términos asociados a los desplazamientos de personas,
animales o plantas de un sitio a otro. Sin embargo, no significan lo mismo y no son conceptos...

Aparte o a parte

Aparte significa ‘distinto’, ‘en otro lugar’, ‘al margen’ o ‘además’, mientras que la expresión a parte
se emplea para hacer referencia a un sitio, a una cantidad, o a una porción...
Sabia, savia o sabía
Sabia es un adjetivo que se aplica a algo o alguien que posee sabiduría; savia, por su parte, es el
fluido vital que tienen algunas plantas, mientras que sabía es el verbo saber conjugado en...
Hay, Ay o Ahí
Hay es el verbo haber conjugado en su forma impersonal; ay es una interjección que puede expresar
pena o temor, mientras que ahí es un adverbio de lugar, equivalente a ‘en ese lugar’. Tanto hay...
Cómo se escribe 21: Veintiuno o Veinte y uno
Veintiuno o veintiún son las formas en que podemos escribir el número natural 21 en letras. Veinte y
uno es una forma compleja que es conveniente evitar. Veintiuno es la suma de veinte más uno; es...
Grabar o gravar
Gravar significa imponer impuestos o cargas tributarias, mientras que grabar se emplea para indicar
la acción de labrar sobre una superficie o de almacenar información, como imágenes o sonidos, en...
No sé, No se, Nosé o Nose
No sé es la combinación del adverbio de negación no con el verbo saber conjugado; se emplea para
negar que se tenga conocimiento de algo. No se, por su parte, es una secuencia incompleta
compuesta...
Cierto o Sierto
La forma correcta de escribir esta palabra es cierto. Por su parte, sierto es un error ortográfico que
es conveniente evitar. No es infrecuente esta duda, que se debe a que la consonante c, cuando...
Deseo o Deceo
La forma correcta de escribir esta palabra es deseo. Por su parte, deceo es una incorrección que es
conveniente evitar. Deseo es un sustantivo masculino; se refiere a la intensa necesidad o...
Compañía o Companía
La forma correcta de escribir y pronunciar esta palabra es compañía. Companía es una incorrección
que es conveniente evitar. Como compañía se denomina el hecho de acompañar a alguien, o una...
Sexy o sexi
Sexi es la adaptación gráfica al español de la palabra inglesa sexy. Como tal, es una palabra que
puede funcionar como sustantivo o como adjetivo, y que se refiere a una persona o cosa que
resulta...
Cuando o Cuándo

Cuando puede ser un adverbio, una conjunción o una preposición si es escrita sin tilde. Por su parte,
cuándo, con tilde diacrítica, es un adverbio que se utiliza para introducir oraciones...
Si o Sí
Sí puede ser una afirmación, un pronombre personal, o un sustantivo equivalente a ‘consentimiento’
o ‘permiso’. Mientras que si, por su parte, es una conjunción empleada para denotar...
Uso de los dos puntos
Los dos puntos son un signo de puntuación que se usa para llamar la atención o hacer una pausa
enfática sobre lo que sigue. Es representado con dos puntos, uno suspendido sobre el otro (:). Al...
Cómo se escribe 18: Dieciocho o Diez y ocho
La forma correcta de escribir este número en letras es dieciocho, preferida sobre la forma diez y
ocho, que ha caído en desuso. Dieciocho es la suma de diez más ocho; es el número que sigue al...
Uy o huy
Uy y huy son interjecciones del idioma español; se pueden emplear para expresar dolor físico,
asombro o sorpresa, o remilgos o excesiva delicadeza ante alguna cosa. Es igualmente válido
escribirla...
Voucher, Váucher o Boucher
Voucher es una voz inglesa que puede significar ‘vale’ o ‘comprobante’. Su adaptación gráfica al
español es váucher. La forma boucher, por su parte, es una incorrección que es conveniente...
Cómo se escribe 16: Dieciséis, Dieciseis o Diez y seis
En letras, la forma correcta de escribir este número natural es dieciséis, en detrimento de la grafía
diez y seis. Por su parte, la forma dieciseis, sin acento, es incorrecta y conviene evitarla.
Ciento o Siento
Ciento significa diez veces diez o cien; puede emplearse como equivalente a ‘centésimo’ o a
‘centena’. Siento, por su parte, puede ser tanto el verbo sentir como el verbo sentar conjugado en...
Malla o Maya
Una malla es una red, un tipo de tejido o una estructura formada por un conjunto de elementos que
se cruzan entre sí. Maya, por su parte, puede referirse a una cultura ancestral de América Central y...
Con base en, en base a o con base a
La expresión correcta es con base en. Son desaconsejables las construcciones en base a y con base
a. Por otro lado, tampoco debe confundirse esta secuencia con la expresión a base de. Con base en
se...

Deacuerdo o de acuerdo

La palabra deacuerdo no existe y, como tal, constituye un error ortográfico. Lo correcto es escribir
de acuerdo, separado. De acuerdo es una locución compuesta por la preposición de y el sustantivo...
Vaso, Baso o Bazo
Un vaso es un recipiente, por lo general de forma cilíndrica, usado para beber líquidos. Baso, por su
parte, es el verbo basar conjugado en primera persona; significa apoyar una cosa en otra, o...
Dónde o Donde
Dónde es un adverbio interrogativo o exclamativo de lugar; se emplea tanto para introducir una
pregunta, como para exclamaciones. Donde, por su lado, es un adverbio relativo de lugar, es decir,
que...
Encima, Enzima o Ensima
Encima puede funcionar como un adverbio para referirse a algo que está en un lugar superior con
respecto a otra cosa, como sinónimo de además o con el significado de próximo en el tiempo o...
Echar o Hechar
Echar es la grafía correcta de este verbo y todas sus formas conjugadas. La grafía hechar, con h
inicial, es una incorrección y debe evitarse. La razón por la cual podemos confundirnos a la hora...
Callar o cayar
Callar es un verbo que puede significar omitir o no decir algo, no hablar o guardar silencio, cesar de
hablar, dejar de hacer ruido o parar algo de sonar. Cayar, por su parte, no existe, y constituye...
Elegir o Elejir
La forma correcta de escribir este verbo es elegir. Es incorrecto y se aconseja evitar la grafía elejir.
Como tal, elegir significa escoger o preferir a alguien o algo entre varias opciones para un...
Consciencia o Conciencia
La consciencia es la capacidad del ser humano para percibir la realidad y reconocerse en ella,
mientras que la conciencia es el conocimiento moral de lo que está bien y lo que está mal. Ambos...
Cave o cabe
Cave es el verbo cavar en tercera persona del presente de modo subjuntivo, mientras que cabe
puede funcionar como el verbo caber conjugado en primera persona del presente de modo
indicativo, o como...
Mi o mí
Mi, sin tilde, puede funcionar como un adjetivo posesivo, o como un sustantivo para referirse a una
nota musical o a una letra del alfabeto griego. Mí, con tilde, es un pronombre personal de la...

Hazlo o Haslo

Hazlo es la forma correcta de escribir esta expresión. Haslo es una grafía incorrecta y debe evitarse,
así como otras grafías también inválidas como aslo o has lo. La duda ortográfica está...
Estuve o Estube
La forma correcta de escribir esta palabra es estuve. Es una incorrección ortográfica y debe evitarse
la grafía estube. Estuve es el verbo estar conjugado en primera persona de singular de...
Cayendo o Callendo
La forma correcta de escribir esta palabra es cayendo. La grafía callendo es incorrecta y debe
evitarse para no incurrir en una falta ortográfica. Cayendo es la forma de gerundio del verbo caer,...
Acabo o A cabo
Acabo y a cabo son expresiones correctas que significan cosas distintas. Acabo puede funcionar, por
un lado, como un sustantivo con el significado de acabamiento, y, por otro, puede ser el verbo...
Uso de la raya (o guion largo)
La raya, también conocida como guion largo, es un signo de puntuación delimitador que se emplea
para enmarcar determinados incisos en un discurso. La raya es representada gráficamente por un
trazo...
Voy hacer o voy a hacer
Lo correcto es escribir voy a hacer. Voy hacer, sin la a, es un error común que cometen los hablantes
al asimilar el sonido de la preposición al de la primera sílaba del infinitivo hacer. Voy a...
Palabras monosílabas
Las palabras monosílabas son todos aquellos vocablos que se encuentran formados únicamente por
una sílaba. Según las reglas de acentuación de la lengua española, las palabras monosílabas no...
Enserio o Encerio
Enserio es el verbo enseriar conjugado en primera persona singular de presente de modo indicativo.
Encerio, por otro lado, es una incorrección que es conveniente evitar. No se debe confundir con la...
Cómo o Como
Cómo es un adverbio tanto interrogativo como exclamativo que lleva tilde por ser una palabra
tónica y para diferenciarlo de la palabra átona como, que, a su vez, puede funcionar con valor de...
Conexión o Conección
La forma correcta de escribir esta palabra es conexión. La grafía conección, por su parte, es un error
ortográfico que se aconseja evitar. Conexión es un sustantivo femenino. Puede referirse a la...

Calle o Caye

La forma correcta de escribir esta palabra es calle. En cambio, la grafía caye constituye una
incorrección y debe evitarse. Calle es un sustantivo masculino; puede emplearse en referencia a una
vía...
Hacer o A ser
Hacer es un verbo que se utiliza con el sentido de crear, realizar, producir, ejecutar, actuar, preparar,
causar, etc. A ser, por su parte, es parte de una perífrasis verbal construida generalmente...
A pesar o Apesar
La forma correcta de escribir esta expresión es a pesar, en dos palabras. La grafía simplificada
apesar no es admitida es conveniente evitarla. A pesar es una locución preposicional; se emplea
con...
El o Él
El es un artículo determinado que se utiliza generalmente precediendo a un sustantivo o sintagma
nominal. Él, en cambio, es un pronombre personal que se emplea para referirse a la persona, animal
o...
Cavo o cabo
Cavo puede significar ‘cóncavo’, puede referirse a una ‘madriguera’, o puede ser el verbo cavar
conjugado en primera persona. Cabo, por su parte, hace referencia al extremo de algo, a una...
Quien o Quién
Quien es un pronombre relativo, que se emplea en referencia a personas. Puesto que es un
monosílabo átono, carece de tilde gráfica. Quién es un pronombre que puede ser tanto interrogativo
como...
Además o A demás
Además es un adverbio que se utiliza para añadir información a lo que se ha mencionado
previamente. A demás, por su parte, es una secuencia formada por la preposición a y el adjetivo
demás, que...
Sé o Se
Sé puede ser el verbo saber o el verbo ser conjugados en algunas de sus formas personales; es una
palabra tónica, razón por la cual debe llevar tilde. Se, en cambio, es un pronombre personal; es...
Arrollo o Arroyo
Arrollo es el verbo arrollar conjugado en primera persona de presente de indicativo; significa
envolver, enrolar, atropellar o derrotar, entre otras cosas. Arroyo, por su parte, puede ser un...
Veraz, verás o veras
Como veraz se designa aquello que se apega o ajusta a la verdad. Verás es el verbo ver conjugado
en segunda persona de futuro. Veras es un sustantivo equivalente a ‘verdad’ o ‘realidad’.

Palabras trisílabas

Las palabras trisílabas son aquellas que están formadas por tres sílabas. La sílaba es la unidad
fonológica en que se puede dividir una palabra. Cada sílaba constituye una emisión de voz cuyo...
Cómo se escribe 23: Veintitrés o Veinte y tres
Veintitrés es la forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras. Es conveniente evitar la
forma veinte y tres. Veintitrés es la suma de veinte más tres. Es el número natural que...
Barón o varón
Barón es un título nobiliario y también puede designar a un hombre de gran poder o influencia. Un
varón, por su parte, es un ser humano de sexo masculino. Como tal, son palabras homófonas. Esto...
Sierra o Cierra
Una sierra puede referirse a una herramienta para cortar materiales duros, a una cadena montañosa o
a un tipo de pez. Cierra, por su parte, es el verbo cerrar en distintas de sus formas personales.
Cómo se escribe 300: Trescientos o Trecientos
La forma correcta de escribir este número natural en letras es trescientos, y, aunque trecientos es
también una grafía válida, se aconseja optar por la forma trescientos, ampliamente mayoritaria.
Mas o más
Mas se escribe sin acento cuando equivale a ‘pero’, mientras que más, con acento, es un adverbio
que denota la idea de superioridad, exceso o aumento, y que también puede funcionar, según sea...
Sede o Cede
Una sede puede ser el domicilio de una entidad u organización, o el verbo sedar conjugado en
singular de presente de subjuntivo. Cede, por su parte, es el verbo ceder conjugado en presente de
modo...
Cuanto o cuánto
Cuánto se escribe con tilde cuando tiene función interrogativa o exclamativa. Mientras que cuanto,
cuando se emplea como adjetivo, adverbio o pronombre, no lleva acento gráfico. La tilde gráfica...
Sesión o Cesión
Una cesión es la transferencia (por lo general de bienes) que una persona hace a otra. Una sesión,
por su parte, puede referirse al tiempo que ocupa una actividad, a la celebración de una junta o...
Cómo se escribe 17: Diecisiete o Diez y siete
La forma correcta de escribir este número natural es diecisiete, en detrimento de la forma diez y
siete. Diecisiete es la suma de diez más siete; es el número que sigue al dieciséis y antecede al...

Hallar o Hayar

Hallar es la forma correcta de escribir este verbo. Hayar, en cambio, es una incorrección ortográfica
que conviene evitar. Hallar es un verbo que puede remitir a diversos significados: encontrarse...
Obscuro u oscuro
Obscuro y oscuro son palabras válidas en español. Oscuro es la simplificación de la grafía obscuro,
y, en consecuencia, es la forma en que más frecuentemente se escribe y pronuncia este vocablo.
Voz o Vos
Voz es el sonido que producimos con nuestras cuerdas vocales, una palabra, un grito, un parecer, un
mandato, entre otras cosas. Vos, en cambio, es un pronombre personal de carácter informal o...
Basto o Vasto
Basto puede designar a algo o alguien que es tosco o grosero, a cierta albarda para montar animales
de carga, o a una de las series en que se divide la baraja española. Vasto, en cambio, es algo...
Periodo o período
Es igualmente válida la forma periodo, sin acento, que período, con tilde porque la palabra admite
dos tipos de acentuación. Período, palabra esdrújula cuyo acento gráfico indica un hiato, es la...
Sobretodo o sobre todo
Sobretodo y sobre todo no tienen el mismo significado. Un sobretodo es una prenda de vestir,
mientras que sobre todo es una locución adverbial equivalente a ‘principalmente’ o...
Cómo se escribe 25: Veinticinco o Veinte y cinco
Veinticinco es la forma adecuada de escribir 25 en letras. La forma veinte y cinco, separada, es
incorrecta y debe evitarse. Veinticinco es la suma de veinte y cinco; es el número natural que
sigue...
Ceder o Seder
Ceder es la forma correcta de escribir esta palabra. Seder es una incorrección y, como tal, es
conveniente evitarla. Ceder es un verbo que puede significar dar, traspasar o transferir algo a
alguien,...
Esencia o Escencia
La forma correcta de escribir esta palabra es esencia. La grafía escencia es una incorrección que es
conveniente evitar. Esencia es un sustantivo; se refiere a aquello que constituye la naturaleza...
Onda u Honda
Una onda puede ser una ondulación en la superficie de un líquido, las curvas que se forman en
algunos materiales, o una forma de referirse a las olas. Honda, por su parte, puede ser una tira...

Vacilo o Bacilo

Vacilo es el verbo vacilar en su forma de primera persona de presente. En cambio, bacilo es el


nombre que recibe cierta bacteria que tiene forma de bastoncillo. Vacilo y bacilo son palabras...
Cómo se escribe 22: Veintidós o Veinte y dos
La grafía correcta para escribir 22 en letras es veintidós. Por su parte, la forma veinte y dos, en dos
palabras, debe evitarse. Veintidós es la suma de veinte más dos. Es el número que sigue al...
Cómo se escribe 19: Diecinueve o Diez y nueve
La forma recomendada de escribir este número natural en letras es diecinueve, mientras que la
forma diez y nueve ha caído en desuso. Diecinueve es la suma de diez más nueve; es el número que
sigue...
Consejo o Concejo
Un consejo es una opinión o recomendación, un órgano encargado de asesorar o dirigir una entidad,
o las sesiones de dicho órgano. Un concejo, por su lado, es un ayuntamiento o corporación...
Bello o vello
Como bello designamos algo que es hermoso, agraciado o excelente. Vello, por su parte, hace
referencia a cierto tipo de pelo corto, fino y suave, que cubre algunas zonas del cuerpo. Bello y
vello son...
Hubo o hubieron
Hubieron es incorrecto cuando se usa el verbo haber para referir la presencia o existencia de
personas o cosas. Con este sentido, el verbo haber es impersonal, lo que significa que carece de
sujeto, y...
Al rededor o alrededor
Al rededor y alrededor son dos formas válidas de escribir esta expresión. Como tal, ambas
funcionan como un adverbio de lugar equivalente a ‘en torno a algo’. Así, tanto al rededor como...
Cocer o coser
Cocer significa guisar o hervir un alimento, así como someter algún material a la acción del calor,
mientras que coser se refiere a la acción de juntar telas u otros materiales con hilos, o...
Hizo o Izo
Hizo es el verbo hacer en tercera persona de pretérito perfecto; significa crear, realizar, elaborar,
preparar, etc. Izo, por su parte, es el verbo izar conjugado en primera persona de presente, y se...
Corregir o Correjir
La forma correcta de escribir esta palabra es corregir. Es incorrecta y debe evitarse la grafía correjir,
con jota. Corregir es un verbo que puede significar distintas cosas. Se puede emplear con el...

Palabras bisílabas

Las palabras bisílabas son todas aquellas que se encuentran formadas por dos sílabas. La sílaba es la
unidad fonológica en que se divide una palabra. Cada sílaba constituye una emisión única de...
Haremos o Aremos
Haremos es el verbo hacer en primera persona de singular de futuro; es sinónimo de crear, producir,
elaborar o realizar algo. Aremos, en cambio, es el verbo arar conjugado en primera persona de...
De o Dé
De es una preposición, mientras que dé es el verbo dar conjugado en algunas de sus formas
personales. Puesto que de es un monosílabo átono, se escribe sin acento gráfico. En cambio, la
forma...
Palabras sobreesdrújulas
Las palabras sobreesdrújulas son aquellas cuya mayor carga de voz o acento prosódico recae en una
sílaba anterior a la antepenúltima. Esta, por lo general, es la cuarta sílaba. Según las reglas...
Uso del punto y coma
El punto y coma es un signo de puntuación que se emplea para indicar los diversos tipos de relación
sintáctica o semántica que se pueden establecer entre distintas unidades lingüísticas. Es...
Decisión o Desición
Decisión es la forma correcta de escribir esta palabra. La grafía desición es una incorrección que
consiste en confundir la posición de las letras c y s en la palabra. Decisión es un sustantivo...
Baca o vaca
Baca puede referirse al fruto del árbol del laurel o al soporte que algunos vehículos tienen en el
techo para colocar equipaje. Vaca, por su parte, es el nombre de la hembra del toro, del dinero que...
Acento prosódico
El acento prosódico es aquel que nos permite identificar sobre qué sílaba recae el acento tónico en
una palabra. No todas las sílabas de una palabra se pronuncian con igual fuerza o intensidad,...
Aquel o Aquél
Aquel es un demostrativo que puede emplearse como adjetivo o como pronombre para referirse a
algo o alguien que está lejos, física o espacialmente, de la persona que habla o con quien se habla, o
en...
A ver, haber o haver
Haber es el infinitivo del verbo haber, mientras que a ver se utiliza para expresar el deseo de ver o
comprobar algo, para llamar la atención a alguien, para expresar aceptación, para denotar...

Veces, Beses o Veses

Veces es el plural del sustantivo vez, que puede significar alternación de las cosas por turno u orden,
momento u ocasión en que es ejecutada una acción, o cada realización de un suceso o acto.
Bacilar o Vacilar
Como bacilar se designa lo perteneciente o relativo a los bacilos, o a una variedad de textura
mineral. Vacilar, por su parte, es un verbo que puede significar oscilar o tambalearse, dudar o
titubear,...
Jalar o Halar
Tanto jalar como halar significan tirar de algo hacia sí. Jalar es más coloquial, mientras que en
situaciones de habla esmerada lo aconsejable es usar halar. En algunos países de América, como...
División silábica
La división silábica es la separación en sílabas de una palabra. Es fundamental a la hora de separar
una palabra al final de un renglón o línea. La sílaba es cada una de las unidades...
Bote o Vote
Bote puede referirse a muchas cosas: el rebote de una pelota, el salto que da un cuerpo, un
recipiente, una embarcación, o también puede ser el verbo botar en algunas de sus formas
personales. Vote,...
Acento diacrítico (o tilde diacrítica)
El acento diacrítico, también llamado tilde diacrítica, es un signo gráfico que se emplea para
diferenciar palabras que se escriben de igual forma pero que se distinguen en su significado,...
Bato o Vato
Bato, que puede ser un sustantivo o una forma personal del verbo batir, es la forma correcta de
escribir esta palabra, mientras que la grafía vato es incorrecta y debe evitarse. Bato, como
sustantivo...
Agito o Ajito
Agito es el verbo agitar conjugado en primera persona; significa mover violentamente una cosa de
un lado al otro, perturbar el ánimo o trastornar la tranquilidad política y social. Ajito, en cambio,...
Hibernar o Invernar
Hibernar es el estado de aletargamiento de algunos mamíferos para pasar el invierno. Invernar, por
su parte, significa simplemente pasar el invierno. La variante ivernar ha caído en desuso y...
Hablando o Ablando
Hablando es el gerundio del verbo hablar, que significa expresarse o conversar con otra u otras
personas. Ablando, por su parte, es el verbo ablandar conjugado en primera persona de singular de...

Tasa o taza

Como tasa se denomina la fijación del precio de algo, la relación entre dos magnitudes, o el tributo
impuesto a ciertos servicios o actividades. Una taza, por su parte, es un recipiente para beber...
Lexema
El lexema, también conocido como morfema léxico, es la unidad mínima de una palabra con valor
léxico, es decir, con significado. El lexema es la raíz de una palabra sin morfemas gramaticales.
En...
Diferencia entre poema y poesía
Poema y poesía son cosas diferentes: un poema es una composición poética, mientras que poesía
puede referirse a una forma de expresión literaria, a uno de los géneros de la literatura, o al arte...
Porque, Porqué, Por qué o Por que
Porque es una conjunción causal, equivalente ‘ya que’ o ‘para que’. Porqué es un sustantivo,
sinónimo de ‘causa’ o ‘motivo’. Por qué se emplea para introducir oraciones...
Excusa o Escusa
Una excusa puede ser un pretexto o una disculpa, mientras que una escusa se refiere a una cesta de
mimbre o a los privilegios de que goza una persona, o al derecho que un dueño de tierra concede
para...
Seda o Ceda
Seda puede referirse a un tipo de hilo o tejido muy delicado y leve, o puede ser el verbo sedar, que
significa apaciguar o calmar, conjugado en sus formas personales. Ceda, por su parte, puede...
Prefijo
Como prefijo se conoce, en gramática, aquel afijo o morfema que se antepone a la raíz o base léxica
de una palabra. El prefijo tiene como función cambiar o alterar el significado de la palabra...
A gusto o Agusto
La forma correcta de escribir esta expresión es a gusto. La grafía simplificada agusto, en cambio, es
incorrecta y debe evitarse. A gusto, como tal, es una locución adverbial que se compone de la...
Tal vez, Talvez o Tal ves
Tal vez es la forma adecuada de escribir esta locución adverbial, mientras que la grafía talvez,
aunque admisible, es menos común. La palabra, como tal, se emplea para indicar posibilidad,
como...
Olla u Hoya
Olla puede referirse a una vasija usada para cocinar, a un remolino que se forma en las aguas, a la
cabeza de alguien o a la zona que está frente al área en el fútbol. Hoya, en cambio, designa a...

Combino o convino

Combino es el verbo combinar en primera persona del singular; significa juntar o unir diferentes
cosas, o concertar o armonizar. Por su parte, convino es el verbo convenir conjugado en tercera
persona...
Antemano o Ante mano
La forma correcta de escribir esta palabra es antemano, en una sola palabra. Es incorrecta y
conviene evitar la forma ante mano, escrita en dos palabras. Antemano es una palabra formada por
la unión...
Rayo o Rallo
Un rayo puede se la línea que se propaga desde un punto, las líneas de luz que irradia un cuerpo
luminoso o un fenómeno meteorológico; también puede ser una forma personal del verbo rayar,
que...
Bota o Vota
Una bota puede referirse a un tipo de calzado o un recipiente, puede ser el verbo botar en algunas de
sus formas personales, o puede ser la forma femenina del adjetivo boto que se usa para designar...
La calor o el calor
Lo correcto es decir “ el calor ”. “ La calor ” es un error común entre los hablantes de español.
Calor es una palabra que empleamos para referirnos a la sensación que experimentamos cuando...
Cómo se escribe 60: Sesenta o Secenta
La forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras es sesenta. La grafía secenta, con c
en lugar de s, es incorrecta, producto de la confusión entre la forma de pronunciar la s y la c...
Uso del paréntesis
El paréntesis es un signo ortográfico doble (de abertura y cierre) con la forma de una línea curva
dibujando una figura semicóncava (). Los paréntesis actúan como un signo delimitador, pues...
Ribera o Rivera
La palabra ribera hace referencia a la margen u orilla de los ríos o mares, mientras que rivera se
emplea para designar un pequeño caudal de agua o arroyo. En este sentido, son palabras que,
debido...
Cita o Sita
Una cita es un encuentro o reunión agendado previamente, así como una referencia a las palabras de
otra persona. Sita, en cambio, es un adjetivo que se emplea como sinónimo de situado o ubicado.
La...
Bale o vale
Bale es el verbo balar conjugado; significa dar balidos. Vale puede ser el verbo valer conjugado, una
interjección para expresar acuerdo, o un sustantivo con el significado de nota de crédito,...

Abrasar o Abrazar

Abrasar proviene de brasa y significa quemar o consumir algo, bien sea por efecto del calor, del frío
o de una pasión. Abrazar, por su parte, significa rodear con los brazos a alguien o algo. En la...
Vasar, Basar o Bazar
Un vasar es un estante para poner la vajilla. Basar es un verbo que puede significar fundamentar,
asentar o apoyar. Un bazar, por su parte, es una tienda donde son vendidos diversos productos. En...
Sima o cima
Una sima puede ser un tipo de moldura o una cavidad natural grande y profunda en la tierra. Una
cima, por su parte, es el punto más alto de un monte, un árbol, o, en sentido figurado, de una...
Cómo se escribe 24: Veinticuatro o Veinte y cuatro
La forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras es veinticuatro. Es incorrecta y debe
evitarse la forma veinte y cuatro. Veinticuatro es la suma de veinte más cuatro; es el número...
Remplazar o reemplazar
Tanto remplazar como reemplazar son formas admisibles de escribir esta voz en español. Puede
usarse con el sentido de sustituir una cosa por otra o de suceder a alguien en un empleo, cargo o...
Obvio, obio u ovio
Lo correcto es escribir obvio. Ovio es una forma en desuso. Las grafías obio y ovbio, por su parte,
son incorrectas y se desaconseja su uso. De igual modo, tampoco debe cambiar el orden de la b y
la...
Excelente o Exelente
La forma correcta de escribir esta palabra es excelente. Exelente, por su parte, es una incorrección
que es conveniente evitar, así como cualquiera de sus variantes, tales como exselente, escelente...
Diptongo
Un diptongo es una secuencia constituida por dos vocales diferentes que forman parte de una misma
sílaba. Se produce cuando una vocal abierta o fuerte y una vocal cerrada o débil, o dos vocales...
Pases, Paces o Pazes
Pases es la forma de plural de pase, que puede referirse a la acción y efecto de pasar, a la entrega de
la pelota en deportes como el fútbol, o a un permiso dado por una autoridad. Pases también...
Losa o Loza
Una losa es una piedra labrada, lisa, llana y delgada, usada para el revestimiento de pisos y paredes.
Loza, por su parte, se refiere a la vajilla doméstica en su conjunto o a cada uno de los objetos...

Sufijo

Un sufijo es un afijo que va pospuesto a la base léxica o lexema de la palabra. El sufijo, en este
sentido, es un tipo de morfema que se agrega después del lexema o raíz de la palabra. Los sufijos,...
Extinto o extinguido
Extinto es un adjetivo que significa 'muerto' o 'fallecido', mientras que extinguido es el participio
del verbo extinguir, empleado para la formación de tiempos compuestos y perífrasis verbales. A...
Quiosco, Kiosco o Kiosko
Tanto quiosco como kiosco son grafías válidas. Kiosko, por su parte, es incorrecta y debe evitarse.
La palabra, como tal, se refiere a un templete o pabellón que, en lugares abiertos, como jardines...
Cause o Cauce
Cause es el verbo causar conjugado; significa producir o provocar un efecto, o ser la causa o el
motivo de algo. Cauce, por su parte, es un sustantivo; puede referirse al lecho de un río, a un canal...
Que o Qué
Que, cuando ejerce función de pronombre relativo o conjunción, se escribe sin tilde, debido a que se
trata de una palabra átona. En cambio, qué, escrita con acento diacrítico, se emplea para...
Dijiste o Dijistes
La forma correcta es dijiste. Dijistes es una incorrección relativamente común, propia de la lengua
coloquial, que es conveniente evitar. Dijiste es el verbo decir conjugado en segunda persona de...
Translado o traslado
La forma correcta de escribir esta palabra es traslado. Translado, en cambio, es una ultracorrección
y, en consecuencia, un error ortográfico que es conveniente evitar. La ultracorrección, también...
Pulla o puya
Una pulla es una expresión o dicho agudo o ingenioso. Puya, en cambio, es una vara de punta
acerada o punzante, o cualquier objeto afilado en la punta. En algunas regiones, donde la letra ll y
y...
Intemperie, interperie o intenperie
La palabra correcta es intemperie. Tanto interperie como intenperie constituyen una incorrección.
Intemperie es un sustantivo femenino que designa al ambiente atmosférico, sus oscilaciones e...
Error o Herror
Error es la forma correcta de escribir esta palabra. Herror es un barbarismo, consecuencia de una
incorrección ortográfica, que es conveniente evitar. Error es un sustantivo masculino; se emplea...

Meses o Meces

Meses es la forma de plural de la palabra mes, que se refiere a cada una de las partes en que se
divide el año, y que también puede ser una forma personal del verbo mesar, que significa arrancar
o...
Ouó
O es una conjunción disyuntiva que, actualmente, se debe escribir siempre sin tilde. Como tal, se
puede emplear para expresar alternativa entre dos o más personas, cosas o ideas en una oración
Por...
Cómo se escribe 200: Doscientos o Docientos
Doscientos es la forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras. Docientos es una
grafía antigua y ya en desuso para esta voz. Doscientos es la suma dos veces de cien; es el número...
Intención o Intensión
Una intención es el propósito o finalidad con que se procede para alcanzar una meta. Intensión, en
cambio, se refiere al conjunto de rasgos o propiedades con que se define un concepto o una
unidad...
Uso de los puntos suspensivos
Los puntos suspensivos son signos de puntuación formados por tres puntos escritos de manera
consecutiva (...) Son utilizados, principalmente, para señalar en el discurso un suspenso (de ahí su...
Callado o Cayado
Callado es el estado de algo o alguien silencioso o que se comporta con sigilo, también puede ser el
verbo callar en su forma de participio. Un cayado, en cambio, es el bastón de un pastor o el...
Diferencia entre Concepto y Definición
Concepto y definición son palabras que se refieren a cosas diferentes: un concepto es la idea o
representación mental que nos hacemos de algo para comprenderlo, mientras que una definición es
un...
Hojear u ojear
Hojear significa mover o pasar las hojas de un libro, un cuaderno o de cualquier otro tipo de
publicación o documento en papel, leyendo apenas algunos pasajes. Ojear significa echar un
vistazo...
Uso del guion
El guion, también llamado guion corto, es un signo ortográfico auxiliar formado por una pequeña
línea horizontal (-). El guion puede emplearse tanto para dividir palabras como para unir términos...
Ese o Ése
Ese es un demostrativo masculino que puede funcionar como adjetivo o como pronombre para
referirse a algo o alguien que está cerca de la persona con quien hablamos, a una cosa que hemos
mencionado...

Cómo se escribe 600: Seiscientos o Seis cientos

La forma correcta de escribir esta expresión numérica en letras es seiscientos. En cambio, seis
cientos, separado, es incorrecta y debe evitarse. Seiscientos significa seis veces cien; es el número...
Arte o Harte
Arte es un sustantivo que hace referencia a la habilidad para hacer determinada cosa, al conjunto de
disciplinas o producciones realizadas con fines expresivos, o a la maña o astucia para hacer algo.
Uso o Huso
Uso se puede referirse al acto o capacidad de usar algo o a una costumbre o práctica, mientras que
huso se emplea para designar un instrumento para hilar o cada uno de los meridianos en que es
divida...
Cómo se escribe: Chef o Cheff
Chef es la forma correcta de escribir esta palabra. La grafía cheff, ajena al sistema ortográfico del
español, es incorrecta y debe evitarse. La palabra chef proviene del francés, lengua en la que...
Acerbo o Acervo
Acerbo es un adjetivo para referirse a algo o alguien que es áspero, cruel o riguroso. Acervo, en
cambio, es un sustantivo, y puede referirse tanto a un conjunto de bienes culturales, morales o...
Proteger o Protejer
Proteger, con g, es la grafía correcta de esta palabra. La forma protejer, con j, constituye una
incorrección y conviene evitarse. Proteger es un verbo que significa resguardar o amparar a alguien
o...
Atrás o detrás
Atrás y detrás son adverbios de lugar. Atrás, acompañado de un verbo de movimiento, significa
‘hacia la parte posterior’, aunque también puede usarse para indicar un estado o situación.
Jeta o Geta
Jeta y geta son palabras válidas en español. Jeta se refiere al hocico de un cerdo o a una boca
abultada. Geta, en cambio, se restringe a designar a una lengua indoeuropea. Aunque se
pronuncian...
Demás o de más
Demás significa lo ‘otro’ o lo ‘restante’, y puede usarse como adjetivo y como pronombre. No debe
confundirse con la secuencia de más, que es una locución adverbial equivalente a ‘de...
Huya o Hulla
Huya y hulla son palabras correctamente escritas en español, pero significan cosas distintas. Huya
es el verbo huir conjugado en algunas de sus formas personales, significa alejarse de alguien o irse...
Cerrar o Serrar

Cerrar es un verbo que se refiere muchas cosas, desde asegurar una puerta o ventana, hasta poner
fin a una cosa, o impedir el paso de algo por una vía o canal. Serrar, en cambio, es un verbo que...
Sebo o Cebo
Sebo es la grasa que se saca de algunos animales, y se utiliza para fabricar cosas como jabón o
velas. Cebo, en cambio, es la comida que sirve para alimentar, atraer o engordar a los animales,
así...
Veta o beta
Veta y beta comparten acepciones cuando se refieren a una vena o faja de materia, a un filón
metálico, o a un hilo o cuerda. Se diferencian cuando veta se usa para referirse a la aptitud o...
Reses o Reces
Reses es la forma plural de res, que es una forma de referirse al ganado vacuno. Reces, en cambio,
es el verbo rezar conjugado en segunda persona de subjuntivo, y significa orar, recitar misa, o
decir...
Seso o Ceso
Seso puede referirse al cerebro de una persona o animal, o a la sensatez y la prudencia que debe
privar en ciertas circunstancias. Ceso, por su parte, es el verbo cesar en primera persona de
presente,...
Halagar o Alagar
Halagar significa elogiar, complacer o dar muestras de afecto a alguien. Alagar, en cambio, se usa
con el sentido de llenar algo de agua, formando lagos o charcos. La diferencia entre halagar y
alagar...
Herrar o errar
Herrar puede referirse a poner las herraduras a una caballería o a marcar al ganado con un hierro;
errar, en cambio, puede significar no acertar en algo, a divagar en los pensamientos o a andar...
Hice o Ice
Hice es el verbo hacer conjugado en primera persona de pretérito, mientras que ice es el verbo izar
conjugado tanto en presente singular de modo subjuntivo como en segunda persona de imperativo.
Hice...
Ayer o Aller
Ayer es la forma correcta de escribir esta palabra cuando nos queremos referir al día
inmediatamente anterior a hoy. Aller, a no ser que nos estemos refiriendo al nombre de un lugar o el
apellido de...
Arañar o aruñar
Tanto arañar como aruñar son grafías igualmente admitidas para escribir esta palabra. Arañar es la
forma más frecuente y la más recomendada en situaciones formales, mientras que aruñar, que...
Morfema

El morfema es la unidad mínima de la lengua que posee significado léxico o gramatical. En este
sentido, es la unidad mínima aislable de análisis gramatical, y, por ello mismo, no puede ser...
Fonema
Cuando hablamos, producimos sonidos, y cada uno esos sonidos del habla es un fonema. Los
fonemas, al combinarse, forman palabras y enunciados. El fonema, por lo tanto, es la unidad
fonológica mínima...
Podrir o pudrir
Podrir y pudrir son formas admisibles de escribir este verbo. Pudrir es la forma preferida por la
norma culta, mientras que el uso de podrir y sus formas verbales con -o- en la raíz se restringe a...
Reciente o Resiente
Como reciente designamos algo nuevo, recién hecho o que ha sucedido hace poco. En cambio,
resiente es el verbo resentirse conjugado en algunas de sus formas personales; significa perder
fuerzas o...
Asar o Azar
Asar significa cocinar o someter un alimento a la acción del calor. Un azar, en cambio, puede
referirse a una casualidad o también a un infortunio que ocurre de manera imprevista. Son
palabras...
Palabras tónicas y átonas
Las palabras tónicas son aquellas que se pronuncian acentuando una de sus sílabas, mientras que las
palabras átonas son las que carecen de dicho acento. ¿Por qué ocurre esto? Pues porque no todas...
Gravado o Grabado
Gravado es el participio del verbo gravar; se refiere a imponer un gravamen sobre algo. Grabado, en
cambio, puede ser un sustantivo para designar el arte de estampar usando planchas de impresión,
o...
Enfrente o en frente
Tanto enfrente como en frente son formas correctas de escribir esta expresión, que significa ‘a la
parte opuesta’ o ‘en la parte opuesta’. Si la escribimos separada, es decir, en frente,...
Ala o Hala
Ala puede referirse al órgano de los animales para volar, o las extensiones de los aviones para
sostenerse en el aire, entre otras cosas. Hala, en cambio, puede ser el verbo halar en algunas de
sus...
Aun o Aún
La acentuación gráfica de los adverbios aun y aún depende de su significado. Aun, sin tilde, es
equivalente a 'incluso', 'hasta', 'también' o 'siquiera', mientras que aún, con tilde, significa...
Etimología de psicología

La palabra psicología está compuesta por los afijos psico - y - logía. Psico proviene de la voz griega
ψυχή (psykhé), que significa alma, mente, espíritu o actividad mental. Logía, por su...
A sí mismo, así mismo o asimismo
Tanto a sí mismo como así mismo y asimismo son expresiones válidas en español. Asimismo es
sinónimo de ‘también’ o ‘además’; así mismo, por su parte, equivale a ‘de esa misma...
Retortijón o Retorcijón
Tanto retortijón como retorcijón son formas correctas y válidas de escribir esta palabra. Ambas
hacen referencia a un retorcimiento o retorsión fuerte, especialmente aquel que se produce en
alguna...
Te o Té
Te es un pronombre personal de segunda persona de singular utilizado para referirse a la persona a
la que se dirige quien habla o escribe. Té, en cambio, es un sustantivo que designa el árbol que...
Substituir o sustituir
Substituir y sustituir son palabras válidas en español. Ambas significan poner a alguien o algo en
lugar de otra persona o cosa. Sustituir, por su parte, es la forma simplificada de substituir, y...
Hato o Ato
Hato puede referirse a un paquete con ropa de recambio, a una provisión de víveres, a un grupo de
personas o cosas, a un rebaño de ganado, a cierto sitio elegido por los pastores para dejar pacer...
Rebundancia o Redundancia
No es correcto decir rebundancia. Lo correcto es redundancia. Redundancia es un sustantivo
femenino que puede referirse a varias cosas: puede ser la sobra o la excesiva abundancia de una
cosa. Por...
Hampón o ampón
Un hampón es un maleante, un rufián, un pillo, mientras que como ampón se designa la forma
amplia o abombada de algo, especialmente, la de la falda de un vestido. Como tal, hampón y ampón
son...
Vacante o bacante
Vacante es algo que está sin ocupar, vacío, ocioso; también puede referirse al tiempo que duran las
vacaciones. Bacante, por su parte, es como se denomina a la mujer que participaba las fiestas...
Bisnieto o Biznieto
Tanto bisnieto como biznieto son formas adecuadas de escribir esta palabra. Se designa así al hijo
del nieto de una persona. La palabra, como tal, se forma con el prefijo bis-, que significa...

Rompido o roto
Rompido y roto son palabras que existen en la lengua española. Ambas son participio del verbo
romper que, al igual que otros verbos, posee una forma regular ( rompido ) y una irregular ( roto ).
Sin...
Balido, valido o válido
Balido es el nombre con que se conoce la voz de ciertos animales, como los corderos, las ovejas y
los ciervos. Valido puede ser un adjetivo, un sustantivo, la forma de participio del verbo valer o la...
Mesa o Meza
Mesa puede referirse al mueble que usamos para comer o escribir, a cierta configuración del
terreno, al descansillo de una escalera, o a la comida que nos llevamos cada día a la boca, entre
otras...
Andé o anduve
Usar andé es incorrecto. Lo adecuado es decir anduve. Anduve es la primera persona del singular
del pretérito perfecto de modo indicativo del verbo andar. Andar es un verbo irregular, es decir,
que...
Siervo o ciervo
Un siervo puede ser un esclavo, un religioso o una persona que se autodenomina de este modo en
virtud de su humildad o su respeto con relación a otra persona. Mientras que un ciervo, por su parte,
es...
A la final o al final
“ Al final ”es la expresión correcta cuando queremos referirnos al término o conclusión de algo. “ A
la final ”, para estos casos, no es correcta. “A la final”, por su parte, se puede...
Origen de la palabra aguacate
La palabra aguacate proviene del náhuatl ahuacatl, voz que en esta lengua amerindia significa
‘testículo’. Aguacate, como tal, es el nombre con que se denomina un árbol originario de América,...
Rampla o Rampa
Lo correcto es decir rampa. Rampla constituye una incorrección. Rampa es un sustantivo femenino
que tiene fundamentalmente dos significados. En primer lugar, puede referirse a un calambre de
los...
Desecho o Deshecho
Desecho se refiere a lo que se deja cuando se ha escogido lo mejor, a algo inútil o inservible, a la
basura o el desperdicio, etc. Mientras deshecho, participio del verbo deshacer, puede hacer...
Antier, Anteayer o Antes de ayer
Es igualmente correcto decir antier, anteayer y antes de ayer. Esta expresión adverbial de tiempo
significa ‘el día anterior a ayer’. Anteayer y antier son variantes idóneas por su brevedad.
A punto o apunto
A punto es una expresión adverbial que significa 'a tiempo' o 'con la preparación adecuada para
algo'. Apunto, cuando aparece unida, es el verbo apuntar conjugado en primera persona del singular.
Cegar o Segar
Cegar significa quitar o impedir la vista a alguien, turbar la razón, cerrar algo que estaba abierto, u
obstaculizar el paso en una vía o conducto. Segar, en cambio, significa cortar, y puede...
Sumo o zumo
Zumo puede referirse al líquido que se exprime de frutas, hierbas o flores, o a la parte provechosa y
beneficiosa de algo. Sumo, por su parte, puede significar ‘altísimo’ o ‘supremo’, ‘muy...
Palabras graves
Las palabras graves, también conocidas como palabras o paroxítonas, son aquellas que tienen el
acento prosódico en la penúltima sílaba. En las palabras graves, por lo tanto, la sílaba tónica,...
Fuera o afuera
Fuera y afuera son adverbios de lugar que pueden tener usos equivalentes. Se emplean con verbos
de movimiento con el significado de ‘hacia el exterior’ y con verbos de estado con el significado
de...
Poner o colocar
Poner y colocar son palabras que en español comparten algunos significados y que, en determinados
casos, pueden, incluso, ser intercambiables. No obstante, es un error emplearlos como sinónimos
en...
Dije o Dige
Dije es la forma correcta de escribir esta palabra. La grafía dige es incorrecta y debe evitarse. Dije
puede ser un sustantivo o el verbo decir en una de sus formas personales. Como sustantivo, dije...
Monstruo, Monstro, Mostro o Mounstro
La forma recomendada y más usada actualmente es monstruo. Las grafías monstro o mostro, pese a
no ser incorrectas y estar incorporadas al Diccionario de la Real Academia Española, son formas...
De repente o Derrepente
De repente es la forma correcta de escribir esta expresión. La forma simplificada derrepente
constituye una incorrección y conviene evitarla. De repente es una locución adverbial compuesta
por la...
Substancia o sustancia
Tanto substancia como sustancia son formas válidas de escribir este sustantivo. Puede referirse al
ser, esencia o naturaleza inmutable de algo; al jugo alimenticio que de obtiene de ciertas materias,..

¿Qué son palabras esdrújulas?

Las palabras esdrújulas son aquellas que se pronuncian con mayor intensidad de voz o acento
prosódico en la antepenúltima sílaba. Según las normas de acentuación del español, siempre
llevan...
Rozar o Rosar
Rozar significa tener una cosa un ligero contacto con otra, o asemejarse o tener cercanía una cosa
con otra, o producir algo una marca o señal producto del roce. Rosar, en cambio, significa caer el...
Sepa o Cepa
Sepa es el verbo saber conjugado en diferentes formas verbales, mientras que cepa es un sustantivo
que se refiere al tronco de la vid, al origen de una familia o linaje, o a un grupo de organismos de...
Palabras agudas
Las palabras agudas, también denominadas oxítonas, son aquellas en las que el acento prosódico
recae en la última sílaba. Esto significa que la mayor fuerza en la pronunciación se hace en la...
Grava o Graba
Grava puede referirse a las piedras lisas y pequeñas que se usan para cubrir caminos, o puede ser el
verbo gravar, que significa imponer gravámenes, conjugado en algunas de sus formas personales.
Etimología de derecho
La palabra derecho proviene del latín directus, que significa lo recto, lo rígido, lo correcto. A su vez,
esta se deriva del verbo dirigere, que significa conducir, enderezar, regir, llevar...
Gira o Jira
Una gira puede ser un viaje o una excursión, o la serie de presentaciones que hacen los artistas en
diferentes partes; también puede ser el verbo girar conjugado en algunas de sus formas personales.
Casa o Caza
Una casa puede referirse a una vivienda, una familia, un establecimiento comercial, o también
puede ser el verbo casar conjugado en sus formas personales, que significa contraer o autorizar el...
Pollo o Poyo
Un pollo es un ave doméstica o una forma de referirnos a su carne, mientras que un poyo es un
asiento de piedra u otro material, levantado junto a una pared o ventana. Pollo y poyo son
consideradas...
Hora u Ora
Hora se refiere a una medida de tiempo, mientras que ora es el verbo orar conjugado, que significa
suplicar, pedir o rogar por algo, o hablar en público para convencer a la concurrencia de algún...
Iba o Hiba
Iba es la forma correcta de escribir esta conjugación del verbo ir. Hiba es un error ortográfico que
conviene evitar. La confusión ortográfica es frecuente debido a que la letra hache no...
Cien o Sien
Cien es un número, mientras que la sien es una parte de la cabeza humana. Cien y sien son palabras
homófonas en la mayor parte del mundo hispanohablante, donde no existe distinción alguna entre
el...
Eructo, erupto o eruto
La forma correcta de escribir esta palabra es eructo. No son correctas las grafías erupto ni eruto, que
constituyen un error ortográfico que es conveniente evitar. Un eructo es la liberación de...
Uso del punto
El punto es un signo ortográfico que se usa principalmente como signo de puntuación para marcar
el final de un enunciado, párrafo o texto. Es un signo circular de pequeñas dimensiones (.). Se...
Nieva o neva
El verbo nevar no admite la forma neva. Lo correcto es nieva. Esto se debe a que nevar es un verbo
irregular. Como tal, puede emplearse con el sentido de caer nieve o de poner blanco algo
aplicándole...
Ola u hola
Hola es un saludo de carácter informal. Ola, en cambio, se refiere a las ondas de gran amplitud que
se forman en la superficie de las aguas, a un fenómeno atmosférico, al movimiento impetuoso de...
Encausar o encauzar
Encauzar significa abrir un cauce, conducir una corriente a través de él, o encaminar positivamente
un asunto o negocio. Encausar, por su parte, significa proceder judicialmente contra una persona;...
Aprender o aprehender
Aprender significa adquirir nuevos conocimientos o memorizar información. Por su parte,
aprehender puede referirse a coger o capturar a alguien o algo, especialmente cuando se relaciona
con...
Asada o azada
Asada es el participio del verbo asar, es sinónimo de cocida, tostada o abrasada. La azada, en
cambio, es una herramienta utilizada para trabajar la tierra. En este sentido, son palabras
homófonas...
Reglas de acentuación gráfica en español
La lengua española se rige por un conjunto de reglas de acentuación gráfica que nos permiten, en la
escritura, determinar sobre cuál sílaba de una palabra recae la mayor fuerza de pronunciación

Quiso o Quizo

Quiso es la escritura correcta para esta forma conjugada del verbo querer. Por tanto, quizo es una
incorrección. Se escriben con s todas las conjugaciones de pretérito en modo indicativo y...
Hiato
Un hiato se produce cuando en una palabra hay dos vocales seguidas que pertenecen a sílabas
diferentes. En este sentido, es lo opuesto al diptongo. Son consideradas como hiatos las siguientes...
Restaurante, restaurant, restorán o restaurán
Restaurante es la forma apropiada de escribir esta palabra en español. Restaurant corresponde con la
grafía francesa de esta palabra y, en consecuencia, debe escribirse en cursivas o, en su defecto,...
Sino o si no
Sino es una expresión que se emplea para contraponer ideas en una frase, mientras que si no es una
secuencia compuesta por la conjunción si y el adverbio de negación no, que es empleada para...
Bovina o bobina
Bovina designa lo perteneciente o relativo al toro o la vaca, o a la especie a que pertenecen. Una
bobina, por su parte, puede ser un carrete o cilindro para arrollar diferentes materiales, como...
Pozo o Poso
Un pozo es una perforación profunda en la tierra, mientras que poso puede ser el sedimento en el
fondo de un recipiente con líquido o el verbo posar en primera persona de singular de presente,
que...
Yogur, Yogurt o Yoghurt
La forma correcta de escribir esta palabra es yogur. Son desaconsejables las grafías yogurt o
yoghurt, al igual que otras variantes como yoghourt o yogourt. Como tal, se refiere a un producto
lácteo...
Gasolinería o gasolinera
Gasolinera es la expresión correcta, y la que es habitualmente usada en todo el ámbito de la lengua
española. Gasolinería, por su parte, es una voz frecuente en México que se ha ido imponiendo...
Etimología de amor
La palabra amor proviene del latín amor, amōris. Se emparenta, de este modo, con el verbo latino
amāre, del que derivará nuestro verbo amar. La más remota raíz de la palabra amor procede del...
Raza o Rasa
Raza es un sustantivo que puede referirse a la calidad o casta de algo, o a los grupos en que se
dividen algunas especies biológicas, entre otras cosas. Rasa, por su parte, puede funcionar como...

Freír o fritar

Freír y fritar significan lo mismo: cocinar alimentos pasándolos por grasa o aceite hirviente. En este
sentido, ambas palabras son correctas, pero su uso y su aceptación varían dependiendo de la...
Palabras polisílabas
Las palabras polisílabas son, en rigor, todas aquellas que están compuestas por varias sílabas, de
modo que, de manera general, designa a todas aquellas palabras que no son monosílabas. Así,...
Laso o Lazo
Como laso nos referimos a algo flojo o lacio, o que está fatigado o desfallecido. Un lazo, en cambio,
es un nudo o atadura que puede usarse con fines prácticos, ornamentales o simbólicos, entre...
Nadie, naide, naiden, nadien o nadies
Nadie es la forma correcta de escribir y pronunciar esta palabra. Las grafías naide, naiden, nadien y
nadies son barbarismos que deben evitarse. Nadie es un pronombre indefinido que significa...
Absorver, absorber, absolver o adsorber
Absorber puede significar atraer o retener fluidos, la atención de alguien, o incorporar una
organización a otra. Absolver significa librar de culpas, cargos o responsabilidades a alguien.
Adsorber...
Cuan o cuán
Cuan es un adverbio relativo, utilizado sobre todo en comparaciones. Cuán, por su parte, es un
adverbio exclamativo, que introduce oraciones exclamativas, y que es usado para agregar intensidad
a lo...
Recabar o Recavar
Recabar significa alcanzar o conseguir lo que se pretende, pedir o reclamar un derecho, o recoger
datos o información, mientras que recavar significa volver a cavar, y se trata de un verbo en desuso.
Bate o Vate
Un bate puede ser un palo de madera utilizado en el béisbol, pero también puede ser el verbo batir,
en algunas de sus formas personales; significa dar golpes a algo, revolver una sustancia, vencer a...
Oler, hueler o güeler
La forma correcta de escribir este verbo es oler. Debemos evitar formas hueler o güeler, así como la
grafía holer, con h. Estas formas son consideradas barbarismos, impropias de la lengua culta, y...
Currículo, currículum o curricula
En español es correcto escribir tanto currículo como currículum. La palabra currículum se encuentra
plenamente adaptada al español y, por eso, puede escribirse sin cursivas y acentuada.

Dentro o adentro

Dentro es un adverbio de lugar que se utiliza para significar ‘en el interior’ o ‘en la parte interior’,
mientras que adentro significa ‘hacia la parte interior’, y, en consecuencia,...
Siega o Ciega
Siega puede referirse a la acción y efecto de segar o puede ser una de las formas personales del
verbo segar, que significar cortar aquello que sobresale, especialmente si se trata de hierbas o...
Acechar o Asechar
Acechar significa observar con sigilo y cautela, mientras que asechar se refiere a armar trampas
asechanzas contra alguien o algo. Son palabras homófonas en la mayor parte del mundo
hispanohablante,...
Halles o Ayes
Halles es el verbo hallar conjugado en una de sus formas personales, que significa dar con algo o
encontrar a alguien, observar o descubrir una cosa, estar presente o sentirse de cierta manera.
Ayes,...
Vidente o Bidente
Vidente es aquel que ve o aquella persona que tiene capacidad para ver el futuro o tener visiones
sobrenaturales. Bidente puede ser aquello que tiene dos dientes, un tipo de azada de dos dientes o
una...
Casar o Cazar
Casar significa contraer dos personas matrimonio, mientras que cazar se emplea para referirse a la
acción de buscar animales para atraparlos o matarlos. Casar y cazar son palabras homófonas en la...
Ermita o Hermita
Una ermita es una capilla para celebrar culto, ubicada generalmente en un despoblado. Hermita, en
cambio, vendría a ser el diminutivo de herma, que designa a un tipo de busto escultórico. Ermita y...
Bullying o Bulling
La forma correcta de escribir esta palabra es bullying. Es incorrecta y debe ser evitada la grafía
bulling o cualquiera de sus variantes como bulyng, buling, bulin o bulyn. Bullying es una palabra...
El sartén o la sartén
Sartén es una palabra que puede usarse tanto en masculino como en femenino, dependiendo de la
región donde estemos y si la usamos en un registro de habla más o menos formal. En España, por...
Compartimiento o Compartimento
Tanto compartimiento como compartimento son formas válidas de escribir esta palabra. Se refieren
a cada una de las partes en que se divide un espacio. Compartimiento y compartimento comparten
la...

Etimología de ética

La voz ética proviene del latín ethĭcus, que deriva a su vez del griego ἠθικός (ēthikós). La palabra
ética está emparentada con la voz griega έθoς (éthos), que significa...
Vacía o Bacía
Vacía puede ser un adjetivo para designar algo carente de contenido o hueco, un sitio poco
concurrido o a alguien vano o arrogante, y también puede ser el verbo vaciar conjugado en segunda
(usted) y...
Vomitar, bomitar o gomitar
La forma correcta es vomitar. Bomitar es una incorrección en la escritura. Gomitar, por su parte, es
un barbarismo que es conveniente evitar. Vomitar significa arrojar por la boca, de manera violenta...
Origen de la palabra quesadilla
La palabra quesadilla proviene de la voz española quesada, que se refiere a un pastelillo de queso,
que a su vez se deriva de queso. Quesadilla, por lo tanto, es una derivación del vocablo quesada,...
Ascenso o Asenso
Ascenso se refiere a la acción de ascender o a la promoción de una persona en su trabajo. Asenso,
en cambio, se refiere a la acción y efecto de asentir. Cuándo usar ascenso Ascenso es un...
Hatajo o atajo
Hatajo puede referirse a un grupo pequeño de ganado o, despectivamente, a un grupo de personas o
cosas. Atajo, por su lado, puede designar la senda que acorta un camino, un procedimiento rápido,
la...
Estatus o Status
Estatus es la adaptación gráfica al español de la palabra inglesa status, que proviene del latín y
significa ‘estado’, ‘situación’. Como tal, estatus es un sustantivo masculino; se emplea...
Risa o Riza
Risa es una expresión en la boca y el rostro que expresa alegría o contento. Riza, en cambio, puede
referirse a un rastrojo o residuo, a algo que tiene forma de bucle, o puede ser el verbo rizar...
Grafema
Un grafema es una letra. Este es el nombre que se da en el ámbito de la lingüística a todo aquel
signo gráfico simple que forma parte del sistema ortográfico de una lengua. Así, el grafema es...
Abajo o debajo
Abajo es un adverbio de lugar que se usa con verbos de movimiento o de situación, que significa en
el lugar o la parte inferior. Debajo, por su parte, solo aparece con verbos que indican la...
En relación a, en relación con o con relación a
Las expresiones correctas son en relación con y con relación a. Es incorrecto usar en relación a. En
relación a es un error común, resultado del cruce entre las expresiones en relación con y con...
Origen de la palabra democracia
La palabra democracia pasa al español del latín democratĭa, pero tiene su origen en la voz griega
δημοκρατία (dēmokratía). El vocablo δημοκρατία, a su vez, se compone de los...
Vegete o Vejete
Vegete y vejete no se refieren a lo mismo. Vegete es el verbo vegetar, que significa, en referencia a
una planta, germinar, nutrirse o crecer; o, en alusión a una persona, vivir maquinalmente, como...
Lasaña o Lasagna
La forma lasaña es la adaptación gráfica al español de la voz italiana lasagna. La lasaña, como tal,
es un tipo de pasta hecha a partir de harina de trigo con forma de láminas cuadradas o...
Abollar o Aboyar
Abollar significa producir una depresión sobre una superficie por causa de un golpe. Aboyar, en
cambio, se emplea con el sentido de poner boyas en el mar. Abollar y aboyar son palabras
homófonas,...
Delante o adelante
Delante significa ‘en la parte anterior’, ‘en frente’ o ‘ante alguien’, se usa por lo general para indicar
la situación de alguien o algo. Adelante, por su parte, equivale a ‘más...
Caso o Cazo
Un caso puede ser un suceso o un acontecimiento, o puede ser el verbo casar en primera persona de
singular. Cazo, en cambio, puede referirse a un recipiente utilizado en la cocina, o al verbo cazar,...
Desmayar o Desmallar
Desmayar significa causar desánimo, desfallecer o perder alguien el sentido. Desmallar, en cambio,
se refiere a deshacer una malla o sacar el pescado de la red. Desmayar y desmallar son palabras...
Arrollar o arroyar
Arrollar significa enrollar una cosa, atropellar a alguien o algo, o vencer o derrotar a una persona.
Arroyar, por su parte, significa formar arroyos o arroyadas. Como tal, son palabras homófonas;...
Dequeísmo
Como dequeísmo se conoce el uso inapropiado de la secuencia de que para introducir oraciones
subordinadas que no admiten este régimen verbal. El dequeísmo, en este sentido, implica agregar
la..

Bracero o Brasero

Un bracero es un jornalero no cualificado que trabaja en el campo, mientras que brasero designa un
recipiente metálico donde arden brasas y que, por lo general, se usa para dar calor a un espacio,...
Cabo o quepo
La forma verbal correcta es quepo, primera persona del presente del verbo caber. No es correcto
usar cabo en ese sentido, pues cabo no es una forma verbal admisible de caber, sino un sustantivo.
Es...
Triptongo
El triptongo es una secuencia de tres vocales que forma parte de la misma sílaba. Se produce
cuando coinciden en la misma sílaba dos vocales cerradas o débiles (i, u) y una abierta o fuerte (a,
e,...
A grosso modo o grosso modo
Es incorrecto decir “a grosso modo ”. La forma correcta es grosso modo. Grosso modo es una
expresión de origen latino que significa ‘aproximadamente’, ‘a grandes rasgos’ o ‘sin entrar...
Trastorno o Transtorno
Trastorno es la forma correcta de escribir esta palabra. La grafía transtorno es incorrecta y conviene
evitarse. Trastorno es un sustantivo masculino. La palabra se refiere a la acción y efecto de...
Sinfín o Sin fin
Sinfín es un sustantivo que significa infinidad, multitud o muchedumbre de cosas o personas. Sin
fin, escrito separado, es una locución adjetiva que es sinónimo de sin número o innumerable.
Suscribir o subscribir
Tanto suscribir como subscribir son formas válidas de escribir este vocablo. Como tal, significa
firmar un escrito o convenir con la opinión de alguien. En su forma pronominal, subscribirse o...
Haciendo o Asciendo
Haciendo puede ser el verbo hacer en su forma de gerundio, o el verbo hacendar en primera persona
de indicativo. Asciendo, en cambio, es el gerundio del verbo ascender. Haciendo y asciendo, en
este...
Injerir o ingerir
Injerir significa meter una cosa en otra, o inmiscuirse en asuntos ajenos. Ingerir, por su parte, se
refiere al acto de introducir comida o bebida en la boca. Injerir e ingerir son palabras...
Acecinar o asesinar
Acecinar significa salar las carnes para conservarlas. Asesinar, en cambio, puede referirse a matar a
una persona, causar a alguien grandes disgustos o aflicciones, o engañar a otra persona. Estas...

Sé, Sabo o Sepo

La forma correcta es sé. Sé es la primera persona de singular de presente en modo indicativo del
verbo saber. No son válidas, por su parte, las formas sabo o sepo. Saber es un verbo que proviene...
Ipso facto, ipsofacto o insofacto
Ipso facto es la expresión adecuada. Es incorrecta la forma ipsofacto, escrita en una palabra, así
como las grafías insofacto o iso facto. Ipso facto es una locución adverbial latina que es usada...
Bienvenido o Bien venido
En rigor, tanto bienvenido, escrito en una palabra, como bien venido, en dos, son formas correctas
de escribir esta expresión. No obstante, lo aconsejable, según la Real Academia Española, es optar...
A menudo o Amenudo
La forma correcta de escribir esta expresión es a menudo, en dos palabras. En cambio, la grafía
amenudo, en una sola, constituye una incorrección gramatical que es conveniente evitar. A menudo
es...
Alaba o halaba
Alaba es el verbo alabar en tercera persona del presente, que significa elogiar o celebrar. Halaba es
el verbo halar conjugado en primera o tercera persona del pretérito imperfecto, que significa...
Adonde, A donde, Adónde o A dónde
Adonde y a donde se usan para introducir oraciones con las que se indican relaciones de lugar;
ambas expresiones pueden usarse indistintamente. Adónde y a dónde, por su lado, se utilizan para...
Rosa o Roza
Rosa puede funcionar como sustantivo, adjetivo y verbo, designando, respectivamente, la flor del
rosal, el color rosa pálido, o el acto de sonrosarse, entre otras cosas. Roza, por su parte,...
Previendo o Preveyendo
Previendo es la forma correcta de escribir esta palabra, mientras que la forma preveyendo es un
error y, en consecuencia, es conveniente evitarlo. Previendo es el verbo prever en su forma de
gerundio.
Etimología de moral
La palabra moral proviene del latín morālis, que a su vez se deriva de la voz latina mos, moris, que
significa ‘costumbre’. El vocablo morālis se aplicaba a las normas concretas que regían las...
Cafés o Cafeses
La forma plural de café es cafés. Es incorrecta y conviene evitar la forma cafeses, propia del
lenguaje coloquial, al igual que su variante cafeces. Café es un sustantivo cuya última vocal es
una...

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