TEMA 3 - Lenguaje

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TEMA 3: ¿Cómo comprende y se expresa nuestro cerebro?

1. Introducción
Los pacientes tienen problemas distintos para comunicarse y para comprender, y nos va a servir
para saber qué áreas del cerebro están afectadas y poder construir modelos, por lo que,
pasaremos del más tradicional a planteamientos más actuales de cómo el cerebro procesa el
lenguaje.

En primer lugar, una de las primeras las primeras figuras que se plantearon la relación del
cerebro con el lenguaje, fue Paul Pierre Broca. En esa época, había un gran interés en términos
del estudio de la anatomía humana en base a estudios forenses, seccionando cuerpos, práctica
que no se podía llevar a cabo en épocas anteriores, debido a las creencias religiosas, etc (se
planteaba era que Jack el destripador quería en realidad hacer autopsias para conocer mejor
el cuerpo humano, cuando estaba prohibido eso. Broca lo hizo, pero en Francia).

Paul Broca, trabajó con un paciente que conoció en una residencia, el caso del paciente “tan”.
Analizó el cerebro de esta persona cuando falleció o postmorten. El caso del “señor Tan”, fue
porque ese hombre solo podía contestar tan, y permitió a Broca establecer que había una zona
del cerebro que, si se dañaba, tendría la persona problemas para hablar. Sus análisis anatómicos
pusieron en evidencia la presencia de una lesión en la parte anterior de la cisura de Silvio ,
correspondiente con el Área de Broca, por lo que, se estableció una relación lesión-déficit. A
partir de ese descubrimiento, se empezó a hablar de la función del lenguaje en relación con esta
área.

Posteriormente, apareció Carl Wernicke, que estudió casos que había visto Broca y otros casos
que empezaron a aparecer en pacientes que presentaban problemas en el lenguaje, pero eran
casos distintos a los de Broca. Hizo una recopilación de todos los casos y fue el primer artículo
sobre afasias en el 1874. Wernicke se percató de que, si la lesión era posterior, los pacientes
tenían más problemas a la hora de comprender el lenguaje (tenían fluidez). Por tanto, se planteó
la existencia de más áreas implicadas con el procesamiento del lenguaje. Una de las áreas
que se determinó como implicada en la comprensión lingüística era el área 22 de Brodman
o área de Wernicke. Tiempo después se publicó un artículo en el que se planteaba una relación
entre el Área de Broca y el Área de Wernicke con el fin de poder entender mejor cómo
funcionaba el lenguaje.

La revista Brain presentó un diagrama muy simple sobre cómo el cerebro procesaba la
información lingüística. Lo que se estaba empezando a plantear era que había conexiones entre
áreas del cerebro y patologías distintas. Eso hizo que en el 1885 empezó el planteamiento de
la afasia, comenzando a hablar de conexiones. Tenía que haber una estructura con un centro
relacionado con aspectos motores, otro con la parte auditiva y otra relacionada con el
significado o conceptos o conceptual que nosotros queremos transmitir. Se planteó un esquema
en el que se hablaba del área de Broca, el área de Wernicke y de los estos tres centros
conectados por sustancia blanca, de manera que, según dónde se producía la lesión, tendríamos
pacientes con problemas diferentes y sintomatología distinta. Este fue el primer gran modelo y
del que viene el modelo de las afasias.

Poco a poco se iban elucidando un número mayor de áreas que se encontraban relacionadas
con el lenguaje, a medida que los científicos se iban fijando en los lugares encefálicos en los
que se producía una determinada lesión y los síntomas que aparecían. Según el área dañada, se
daba lugar a un tipo de afasia diferente.
Tiempo después, Dejèrine habló de una zona del lenguaje, es decir, propuso que en el cerebro
debía existir un área del lenguaje (de Dejèrine), y que ocupaba una zona más importante, y
además todos los pacientes con dichos síntomas habían sufrido un ACV, y por ende se empezó a
relacionar la importancia de la irrigación de estas zonas con las distintas patologías que se
producían.

Esta área implicada en el lenguaje se encontraba irrigada por la arteria cerebral media,
localizada en el hemisferio izquierdo, en concreto, toda la zona rodeando a la cisura de Silvio
en la superficie lateral hemisférica, incluyendo partes de los lóbulos frontal, parietal y temporal.
En la parte anterior se encuentra el área de Broca y en el polo posterior se encuentra el área de
Wernicke, conectadas ambas por fibras de sustancia blanca como el fascículo arqueado y el
fascículo longitudinal superior. De este modo, se empezó a hablar de una red perisilviana del
lenguaje y de diferentes estructuras cerebrales implicadas en las mismas. Por lo que, ya no son
nodos aislados, sino que están relacionados por fibras de sustancia blanca y por zonas
cerebrovasculares.

Esto hace que poco a poco se vayan implicando estructuras del cerebro relacionadas con el
lenguaje. Al final, casi todo el cerebro está relacionado con algo del lenguaje, por lo que, casi
siempre que hay una implicación en el lenguaje.

2. Estructuras cerebrales implicadas en el lenguaje


Las áreas de Brodmann es un mapa citoarquitectónico. Hace bastantes años, lo que se hizo
es ir delimitando las distintas estructuras de los lóbulos cerebrales y a cada una de las pequeñas
zonas que les asoció una función, se les dio un número, de manera que cada persona que
hablase del área 24 o área 10, supiera a qué zona se está refiriendo. Si tenemos en cuenta las
áreas clásicas del lenguaje y las áreas no clásicas asociadas a esta función, podemos hablar de
que existen hasta un total de 21 áreas implicadas en el lenguaje, que se detallan a
continuación:

1. Área de Broca. Esta área comprendería el área 44 de Brodman. Se encontraría implicada,


principalmente, en la planificación y programación fonológica, morfológica (programación
motora del lenguaje) y en la formulación y establecimiento de dependencias sintáticas. Se
sabe que hay partes del lenguaje que serán automáticas y otras que no. La parte del lenguaje
relacionada con la programación del acto motor se encontrará en el área de Broca.

2. Área de Wernicke. Esta área englobaría el córtex asociativo auditivo de la zona posterior de
la circunvolución temporal superior (área 22). Es responsable del análisis de lenguaje, de los
estímulos auditivos, la concatenación fonológica, la constitución de las representaciones
multisilábicas y el acceso al léxico.

3. Área motora. Esta área forma parte de la circunvolución frontal ascendente,


correspondiente al área 4 de Brodman. En concreto, se encuentra por delante de la cisura de
Rolando (surco central). Está relacionada con el control de los movimientos voluntarios de los
músculos en el lado del cuerpo opuesto al hemisferio en cuestión. En este caso, nos interesa
el control que ejerce sobre los músculos bucofaríngeos, su implicación en el lenguaje no
verbal, en los movimientos oculares o sacádicos típicos de la lectura, en los actos motores
implicados en la lectura o escritura…

4. Área motora suplementaria. Esta área se encuentra situada delante del área motora hasta la
cara interna del hemisferio y ocupa partes de las áreas 6, 8 (relacionada con los movimientos
murales) y 44. Es la responsable parcial de la iniciación de la actividad motora y está
implicada en el control de los movimientos secuenciales como la producción del habla.

5. Área frontal premotora asociativa. Esta área participaría en el control del comportamiento
necesario para la escritura y el habla (control de movimientos finos necesarios para la escritura).

6. Ínsula y Isla de Reil: se trata de un área situada dentro de la fisura de Silvio, entre el área
ventro-medial, límbico (emociones), e implicada en la programación motora necesaria para
la producción del habla.

7. Área de recepción sensorial primaria o somatoestésica, comprende las áreas 1, 2 y 3 de


Brodman (tenemos representado el esquema corporal u homúnculo de Penfield). Esta
representación a nivel cerebral es muy importante y es interesante ya que se activan cuando
tenemos sensaciones y ver qué pasa a nuestro alrededor. Relacionado con el lenguaje sirve para
cuando hablamos de una mano, saber qué es; para toda la propiocepción; para entender las
emociones sobre otras personas; también para saber que nos hemos equivocado de tecla aunque
no estemos mirando o la fuerza que estamos usando para escribir). Por lo tanto, esta región
participa en la interpretación de la presión y el tacto en la lecto-escritura en Braïlle y
proporcionar el feedback a las estructuras que intervienen en el habla y en la audición.
También se encuentra implicada en el lenguaje no verbal, en el control del tono, de la presoria,
de la postura, de la respiración…

8. Área de recepción auditiva primaria: Esta área está formada por el giro de Heschl, la cual
es donde llegan los sonidos.

9. Áreas de recepción visual primaria y asociativa: comprender el lenguaje de los labios.

10. Lóbulo temporal anterior: Esta área está relacionada con el procesamiento de oraciones
(aspectos, sintácticos…).

11. Giro frontal superior: relacionada con el equilibrio.

Casi todo el cerebro está implicado de una manera o de otra para entender el lenguaje, las
emociones, etc. Esto puede ser interesante ya que es importante para evolucionar con en
nuestra especie, pero, sobre todo, para diagnosticar lesiones, ya sea una lesión, epilepsia, o
síndrome neurodesarrollo, así como porque sin lenguaje no hay pensamiento. Además, nos
ayuda conocer y poder compensar redes neuronales y cómo compensarlas cuando hay una
lesión.

Además, a parte de todas estas zonas también hay vías de sustancias blanca que unen unas zonas
con otras:

12. Fascículo arqueado: une la zona de Broca con la de Wernicke.

13. Fascículo longitudinal superior: Es una vía de sustancia blanca que conecta áreas
corticales posteriores de asociación sensorial con áreas frontales de asociación motora, es
decir, conecta con áreas del lóbulo frontal, con el parietal y el occipital.

14. El cuerpo calloso. Es una banda ancha y gruesa de sustancia blanca que une los dos
hemisferios y permite la transferencia de información de un hemisferio al otro. En un
principio, aunque necesitamos ambos hemisferios para regular el lenguaje, la realidad es que
éste se encuentra lateralizado (controlado por la red perisilviana, localizada en el hemisferio
izquierdo), tanto para producir como para comprender. Ahora bien, aspectos como las
emociones, la prosodia, la entonación…, son aspectos procesados en el hemisferio derecho.
PONER FOTO Y EL TIPO DE FIBRAS QUE TIENE.

15. El sistema límbico. El sistema límbico se encuentra estrechamente unido al hipotálamo, la


amígdala y la corteza frontal asociativa, el cual es capaz de regular los recuerdos, el deseo de
producir el lenguaje, los sentimientos y las emociones.

16. Los ganglios basales. Son los responsables del control y la integración motora de los
movimientos relacionados con la postura, los automáticos y los voluntarios que requieren
destreza como por ejemplo, escribir.

17. El tálamo.

18. El cerebelo. Es el responsable de la integración y coordinación de los grupos de músculos


distribuidos por todo el cuerpo y también de mantener el ritmo regular y coordinado de la
actividad motora, como es el caso del aparato glosofaríngeo y de la articulación del habla.

Además, el lenguaje está lateralizado, lo que significa que uno de los dos hemisferios es
dominante para todo lo que tiene que ver con el lenguaje. Casi todas las personas diestras lo
tienen localizado en el hemisferio izquierdo. En cuanto a los zurdos, más del 70% también lo
tienen, y hay un grupo, normalmente ambidiestros, que lo tienen lateralizado en el derecho. Esto
es importante a las lesiones, porque dependiendo de donde se produzca la lesión, las lesiones
pueden cambiar. Hay aspectos de la visión que tienen una mayor dominancia en un hemisferio
o en otro. Por ejemplo, las caras, las emociones, y las expresiones emocionales van por el
hemisferio derecho. Esto significa que una persona con un infarto cerebral en el hemisferio
derecho, tendrá problemas para reconocer caras, pero sobre todo para reconocer las
expresiones emocionales (entender la risa, el llanto, el enfado, etc.). Lo que no va a tener
problemas es para entender las palabras. Por el contrario, una persona con problemas en el
izquierdo, tendrá problemas con las palabras, pero no con las expresiones faciales. Además,
estas personas qué hablan de forma irónica, las personas que han sufrido esos daños en el
hemisferio izquierdo se quedan con las palabras, pero no con la entonación, así que entienden el
mensaje al revés de cómo lo queremos transmitir.

Por otro lado, la música se procesa por ambos hemisferios, pero el sonido lo procesa el derecho,
así que cuando escuchamos una canción, utilizamos ambos hemisferios.

19. Tronco del encéfalo

3. Modelos clásicos sobre la relación cerebro y lenguaje


De tal manera como estábamos diciendo antes el modelo tradicional, este es un modelo médico
que correlaciona la lesión y el déficit, de manera que siempre que se produjera una lesión en el
área de Broca como siempre se encarga de las mismas funciones, siempre tendríamos los
mismos síntomas. Por lo que, eso supone que dos pacientes con el mismo tipo de lesión,
tendrán los mismos síntomas; y un síntoma, podremos relacionarlo con una misma lesión,
pero lo que ocurre es que todo esto no es cierto. De hecho, vamos a ver que pacientes distintos
tienen lesiones parecidas, pero distintos síntomas, y viceversa. Por lo tanto, según esta
perspectiva, los síntomas que definen cada tipo de afasia son manifestaciones generales
correlacionadas, siempre existe un correlato neuroanatómico alterado y dos pacientes
diagnosticados con un mismo tipo de afasia deben presentar los mismos déficits
psicolingüísticos.
Por ejemplo, un daño en Broca tiene sintomatología distinta dependiendo de si se trata de un
tumor, una enfermedad neurodegenerativa, un golpe, etc, y la anomia es un síntoma donde
aparece en muchas enfermedades. Además, la afasia de Broca plantea que hay una serie de
problemas a nivel de lenguaje que siempre se tendrían que cumplir, pero no siempre es así.

El planteamiento que se ha hecho actualmente es evaluar el tipo de síntomas que tiene el


paciente, y se desarrolla un perfil de paciente para que tengamos un perfil concreto. Esto ocurre
igual con la afasia de Wernicke o la afasia de conducción, donde encontramos uno síntomas
similares, siendo diferentes enfermedades, pero de manera concreta a cada paciente le puede
ocurrir una particularidad. Aunque en el ámbito médico se utilice, esto no nos da información de
donde se está produciendo el fallo, o como lo podemos mejorar.

Por ejemplo, en los videos los dos pacientes, uno con dificultades de lectura, otro sin esos
problemas, teniendo ambos la misma lesión. Según la idea del modelo correlacional, tendría que
tenerlo, pero como vemos no es así. Esto puede ocurrir que se potencien las redes neuronales
con respecto con otras donde han ocurrido lesiones.

3.1 Modelo anatómico-funcional de Wernicke-Geschwind


El modelo anatómico-funcional de Wernicke-Geschwind
constituye uno de los primeros modelos para estudiar cómo
llevamos a cabo el procesamiento del lenguaje en el cerebro, y
que donde planteaba que tendría que haber más relaciones entre
estructuras (no solo de una a otra) sino que, por ejemplo, para
responder una pregunta o leer, las conexiones neuronales tenían
que ser diferentes. En este modelo se recopiló el trabajo de
Wernicke, plasmándolo gráficamente en un cerebro. En
relación a este modelo es cuando se empezó a hablar de una
pequeña red neuronal.

Otro ejemplo, para leer una diapositiva: se activan las áreas occipitales para percibir las letras o
leer, esa activación se propagará hasta la zona del área de Wernicke para relacionar la letra
con el significado y, para hora decirla en voz alta, debemos ir a la zona de Broca y al área
motora para producir el nombre. De tal manera que para una tarea como la lectura en voz alta
debemos ir por diferentes pasos o procesos, tendríamos que pasar por estas diferentes etapas
mientras que, con una lesión en una de esas zonas, supondrá una lesión u otra.

De tal manera, que aquí no solo da la relación de anatómico-estructura, sino también


lesiones funcionales. En concreto, se propuso que, cuando escuchábamos una pregunta, el
primer procesamiento se llevaba a cabo en el giro de Hels (área auditiva primaria). Se ahí se
transmitía la información al área de Wernicke, para finalmente procesarse en el giro
arqueado del área de Broca (con tal de ser capaces de producir una respuesta adecuada).

De este modo, se definieron dos vías de procesamiento diferentes según la tarea o estímulo al
que se estuviese atendiendo.

3.2 Modelo de Luria


Dicho modelo supuso otro cambio radical a la manera de procesar el lenguaje. Luria es el padre
de la neuropsicología, viene de la escuela soviética que venía del perro de Paulov. Luria lo que
plantea es que el cerebro o ese procesamiento del lenguaje no puede estar trabajando todo con
cualquier tipo de estímulo o actividad lingüística, sino que está organizado en 4 módulos, cada
uno de los cuales está encargado de un aspecto en concreto, y empieza a explicar el lenguaje es
un área modular (lo que decía es que cuando hablamos de módulo, nos referimos a algo acotado
y cerrado).

Decía que el lenguaje estaría totalmente modulado por componentes cada uno muy
especializado en el análisis de un estímulo específico. De manera que cada módulo está
relacionado con áreas cerebrales específicas. Cada módulo estaría conectado con uno o varios
de esos módulos, de manera que del primer módulo aparece una parte del lenguaje, que va a una
segunda donde se procesa, que va a una tercera donde se integra con otra información, etc. Lo
ideal es que cada uno de estos módulos o nodos analiza una parte del lenguaje (fonemas,
grafemas…) que se relacionan o se unen entre sí de manera específica, de manera que, además,
cada uno de estos módulos ocuparía un área cerebral específica. En este modelo nos da una
sensación de red, y Luria empieza a plantear a
principios del siglo pasado una red neuronal
relacionada con el procesamiento del
lenguaje. Además, cada uno de estos módulos
se activarán diferentes vías dependiendo del
tipo de información que llegué, así como su
relación con otros módulos. Además, la función
psicolingüística realizada por una pequeña área
del cerebro, está relacionada con una función
no lingüística realizada también por esa área
(áreas de asociación).

3.3 Modelo de procesamiento lingüístico


En cuanto a planteamientos más actuales, se plantea que para entender cómo se comprende o
como se produce lo que pasa en el cerebro cuando hablamos o tenemos una lesión, debemos
hacer un análisis mucho más detallado de todos esos pequeños componentes, asociándolo a
módulos específicos. Entonces, para entender a esos pacientes, es entender exactamente qué
módulos o partes de esos módulos están afectadas en concreto. De manera que vemos un
modelo de procesamiento lingüístico.

El procesamiento lingüístico es un proceso (de manera que tiene que llevar diferentes etapas al
procesar un estímulo) en el que hay y se maneja información lingüística (con componentes
verbales y no verbales). Todo aquello con componente lingüístico estará integrado en este
modelo y que se encargan de procesar un tipo de información concreta. De tal manera que
actividades donde estén implicados estos componentes incluyen: hablar, escribir, lenguaje de
signos, pensar, leer, señalar, escuchar, código Morse, etc. Por ejemplo, la información cuando
tocamos va por una vía distinta que la del proceso del lenguaje, y decir qué estas tocando para
transmitir un mensaje depende del gesto que os haga. Por otro lado, las matemáticas no se
consideran una forma de transmitir lenguaje.

El modelo se ha basado en estudiar durante mucho tiempo a personas sanas, personas con
daño cerebral y muchos estudios de neuroimagen durante diferentes acciones como leer,
escuchar, etc. durante muchos años. Gracias a esto se ha podido llegar a generar un modelo de
consenso sobre cómo funciona el procesamiento en estos procesos de palabras.

De tal manera que este tipo de modelo nos estaría explicando las diferentes fases o
subcomponentes de cualquier tipo de tarea lingüística (leer, hacer referencia a una palabra).
La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que se tiene que seguir esta estructura
durante el procesamiento, con respecto a otras capacidades cognitivas están poco estudiado.

Es un modelo donde se puede hacer una primera división horizontal: la parte de arriba se
relaciona con el proceso de la comprensión de palabras y la de abajo relacionada con la
producción del lenguaje (las palabras). También podemos dividir el modelo de arriba abajo y
podríamos distinguir: la izquierda tiene que ver con estímulos auditivos y la derecha con los
estímulos más escritos.

Entonces, esto significa que cuando escuchamos un estímulo hablado, lo primero que
tendríamos que hacer es un análisis acústico de ese sonido, donde puede suceder: que nos
vayamos al léxico o la conversión acústico-fonológica, de ahí al semántico y eso haría que
pudiéramos comprender la palabra que hemos escuchado. En cambio, si nosotros queremos
decir algo, iríamos del sistema semántico al léxico fonológico, al registro fonético y el habla. De
igual manera, cuando nosotros leemos algo que está escrito, empezaríamos con el análisis visual
hasta el sistema semántico y luego por otra vía de la escritura.

Por lo que, ¿por qué es importante hacer modelos para ver cómo funciona el procesamiento
lingüístico? Este modelo nos sirve para aumentar el conocimiento, ver dónde está la lesión y ver
que está fallando, para poderlo reproducir, poder simularlo, para poderlo simplificar mediante la
inteligencia artificial, como por ejemplo, la construcción de ALEXA. En este modelo se ha
necesitado muchos las técnicas de neuroimagen, y en cambio, en otras habilidades no se ha
avanzando tanto.

Este modelo tiene 4 mecanismos importantes:

 Percibir y comprender el habla.


 Producción oral.

 Lenguaje escrito.

 Comprensión y producción de oraciones.

Sobre todo, nos centraremos en los tres primeros mecanismos. Por ejemplo, nos llega el
estímulo auditivo y lo primero que hacemos es ese análisis acústico, es decir, de un sonido,
vamos a pasar a una secuencia de fonemas. De manera que lo que nos llega al oído son ondas
que va al aparato de Corti, y se van a transformar las ondas físicas en una serie o secuencia de
fonemas, esto tiene lugar ya que cada uno de ellas tienen diferentes frecuencias de ondas que
se analizarán y, según su frecuencia de cada una de ellas, se procesan en diferentes lugares
dentro del giro auditivo de Heschl, y se irán traduciendo a diferentes fonemas.

Por ejemplo, esta disgregación se produce, por ejemplo, si una consonante sea sorda o sonora,
es decir, según vibre o no las cuerdas vocales o el tiempo de emisión de la voz a través de la
glotis. Esta clasificación surge mediante un componente es el tiempo de emisión de la voz, que
es cuando sale el aire de los pulmones a partir de glotis, según el tiempo que tarde en vibrar la
glotis, la sonda que salga con una vibración diferente, y eso hace que el sonido sea sonoro o
sordo (si te vibran o no las cuerdas vocales). Las características de cómo se articula, dará lugar
a los distintos fonemas. De tal manera, que un aspecto físico lo vamos a traducir a un aspecto
lingüístico, a través de esos filtros paso-banda, los sonidos van a activar a distinta vibración
diferentes lugares de dicho giro, y que estas se puedan transformar a una secuencia fonémica.
Por ejemplo, cada persona al decir la palabra casa, la producimos de manera distinta, pero lo
entendemos de manera igual. Son ondas que emitimos que al pasar por todo ese análisis, se
llega a una secuencia de fonemas.

Según el tipo de frecuencia, intensidad y duración de esas ondas físicas se van a establecer unos
rasgos lingüísticos (bilabial, nasal), y esas características de cómo se articulan esos fonemas, es
decir, rasgos de realización. Realmente, en dicho giro, aunque el tiempo se una variable
continua, es capaz de hacer un corte y distinguir todos los fonemas tanto sordas como
sonoras de manera continua.

Una vez que el sistema ha podido, a partir de una palabra, realizar el reconocimiento de
fonemas, es saber si esa secuencia corresponde a una palabra en nuestro idioma. Esto no
significa que tengamos que saber el significado, solo si se acepta las reglas gramaticales
relacionadas con nuestro idioma. Si tenemos el fonema /k/ /a/ /s/ /a/, nada más verlo podemos
saber que es una palabra en español, pero si tenemos por ejemplo /k/ /u/ /s/ /a/, no sabemos de
primeras si es una palabra en español. Se duda porque el fonema sí cumple las reglas del
español, aunque no lo es porque no tiene luego significado, por lo que, sería una pseudopalabra
porque podría corresponden a sílabas o palabras en español, pero no lo es porque no lo hemos
dado un significado. Por otro lado, si tenemos /k/ /r/ /t/ /a/ /l/ sabemos que no es español porque
en español no tenemos tres consonantes seguidas, pero en alemán por ejemplo sí podría existir.

En definitiva, en esta compresión del léxico, el cerebro primero tiene que saber si corresponde
a una palabra en español, yendo entonces a su significado. Si no lo es, podríamos leerla, pero
tendríamos que llevarla por otra vía distinta. Lo que tiene que hacer el sistema es ir muy
rápido asociándole un significado muy rápido. Este léxico lo que hace es ir analizando la
secuencia de fonemas que le va llegando, y va activando todas las palabras del idioma en su
forma hablada, escrita o auditiva, de manera que dependiendo de cómo llegue se activa esa
secuencia de fonemas. Llega un momento que determina y es capaz de diferenciar que es la
raíz y cuál es la palabra concreta. Quizá en vez de casa sea casta, casón, u otra. Llega un
momento en el que el sistema del léxico determina la palabra en concreto nos referimos, se
van apagando salvo la que corresponde a nuestro idioma (cohortes en fonemas), llegando al
sistema semántico donde se le asocia el significado, donde tenemos todo el conocimiento de
palabras y conceptos.

De tal manera que, en ese sistema semántico, la información que tenemos de los conceptos está
organizada en redes, pero hay dos teorías sobre cómo se organiza los significados:

 Nodos que se activan más y se conectan con otros nodos según las palabras que tengan
asociadas. Los conceptos están representados en la memoria como unidades independientes
conectadas entre sí por una red de relaciones, produciendo los conceptos. Por ejemplo, la
mesa está relacionada con salón, con silla, con comida,…, pero el concepto mesa no tendría,
por ejemplo, conexiones con moto, ya que no se dan contextos donde aparezcan las dos.

 Rasgos: cada palabra tiene muchas características significativas. Si digo naranja, se le


asocia con fruta, color, zumo, vitamina c, redonda, Valencia, etc, por lo que hay muchas
cosas con lo que asociamos por lo que es unos conceptos de conceptos de muchos más
creando como una especie de red.

Siguiendo con el modelo, al igual que el estímulo acústico, podríamos llegar aquí a través del
estímulo escrito: descomponemos las palabras en los grafemas, que van al léxico ortográfico
(donde tenemos el almacén de cómo se escriben las palabras), y cuando detectaría la palabra en
concreto, se activaría el sistema semántico. Con respecto el tercer ejemplo, en el análisis
visual, la solución que nos da es que no reconocemos lo que vemos, ya que no entendemos los
grafemas porque están en otro idioma, pero a la gente que lo entiende, podría entenderlo. Todos
los léxicos están relacionados unos con otros.

3.3.1 ¿Cómo iría el sistema?


Si nosotros queremos transmitir un lenguaje lo que haríamos es que a partir del sistema
semántico, activamos las palabras que queremos transmitir y lo podemos hacer por la vía
auditiva, diciéndolo u ortográfica, mediante la escritura.

Por ejemplo, si nosotros vemos un tigre y queremos decir


tigre, lo primero que tenemos que hacer es activar en el
sistema semántico el concepto de tigre, y más conceptos que
pueden activarse cuando queremos decir tigre: felino, peligro,
león, etc, y todos los nodos que se relacionan. Después, estos
conceptos se activan a nivel del sistema semántico
(conceptualización). Luego debemos trasladarlo a una palabra
para poder decirlo: vamos al léxico, a acceder a esa palabra. Si
en vez de tigre queremos decir felino o león, o peligro, depende
del contexto, en el léxico (lexicalización) se activaría la
palabra específica y desde ese léxico iríamos al nivel
fonológico donde descompondríamos la palabra en la
secuencia de fonemas para poner en marcha el sistema de
articulación para producirlo, o la secuencia de grafemas para
poder escribirla. El proceso de ejecución es totalmente igual,
pero inverso (ver diapo 45-46).
Por ejemplo, en el tercer video que hemos visto, el señor no podía leer, pero si lo puede hacer
cuando hace los movimientos de cómo articula para poder decir esa palabra, es decir, cuando lo
ve con la vista no lo puede leer, pero cuando lo hace con las articulaciones pertinentes si lo
puede hacer. De tal manera que como el análisis visual no lo puede hacer bien, lo que asocia es
el movimiento de cómo se escribe con los movimientos que hacemos de cómo se pronuncia, y
asocia el movimiento motor de la mano con el habla subvocal, y le permite poder entender la
palabra, activando la representación de la palabra acústica y poder entenderla. Posteriormente,
cuando el movimiento de la mano que activa el área subvocal que activa a la representación
acústica de la palabra, y poder entenderlo (hace el análisis por otras vías para poder entenderlo).
Por ello, mediante repetición asocia cada articulación a cada letra.

Por ello, cuando activa la presentación de los movimientos escritos, le permite a la vez activar la
asociación de los movimientos vocálicos relacionados, y esto le permite activar el fonema y
saber lo que está leyendo. Por ello, la representación de los movimientos (a) y (o) son muy
parecidos, dado que tenía un ictus y el aprendizaje lo tiene afectado, no tiene apenas memoria a
corto plazo.

Por otro lado, este modelo cuando se altera porque algunos de los almacenes o las
conexiones se alteran por alteraciones cerebrales de cualquier tipo, tendremos distintos
síndromes. Lo que nos interesa es saber si el problema de la persona está en el almacén de los
fonemas, en el del léxico, en el semántico o en las conexiones entre ellos. Podemos hacer una
serie de intervenciones para trabajar una parte u otra para que la persona sea capaz de
comprender, y con ello, la idea es emplear vías alternativas para compensar esas zonas
afectadas, como en el ejemplo, intentamos asociar los grafemas con la asociación de los
aspectos motores.

Si por ejemplo una persona tiene afasia de Broca o de sordera verbal, es más fácil solucionarlo
en esta segunda, porque está mucho más especializado los problemas. De ahí que los términos
como afasia de Broca no se ajusta tan bien al diagnóstico, mucho menos a la manera de
abordarlo.

3.4 Modelo de redes neuronales de Mesulam


Ese modelo cognitivo nos ayuda a compreder cómo se traduce al cerebro y qué relación tiene
con él. La idea es que tenemos modelos de redes neuronales: tenemos módulos conectados a
nivel neuronal con sus conexiones entre ellos. Uno de los primeros modelos de redes
neuronales es el de Mesulam, neurólogo que plantea que la zona perisilviana, es una zona
donde se establece la red neuronal del lenguaje (que rodea la fisura de Silvio).

Se traslada la primera hipótesis de Dejèrine de hace un siglo a la red perisilviana en este


modelo que nos muestra que está formando parte de esa red aparecen estructuras corticales y
subcorticales, ya no solo las de Wernicke y Broca, como hablábamos antes. Habla de 9
centros anatómicos: área motora
suplementaria, cíngulo, núcleo estriado,
corteza auditiva, áreas prefrontales,
ínsula, etc. Además, estos núcleos
anatómicos están conectados entre ellos
mediante la sustancia blanca. Estas
regiones pueden conectarse directamente
y también de forma indirecta a través de
distintas vías, lo que permite que se
activen de forma simultánea y no consecutivamente. Al final, lo que tendríamos sería una red
neuronal con los nodos y todo lo demás conectado por los fascículos. Asociando la parte de la
articulación hacia la parte frontal y la de comprensión a la temporal.

3.5 Modelo de Damasio


Este modelo se encarga de trasladar el modelo cognitivo al cerebro marcado por estudios
neurofuncionales. De tal manera que esos modelos fue uno de los primeros que empezaron a
utilizar técnicas de imagen como el PET, el SPEC y la fRMI. Damasio es muy conocido a nivel
neurológico por todos los estudios que hizo con pacientes funcionales (con lesiones cerebrales),
y establecer diferentes áreas y funcionamientos cerebrales, como el sistema semántico. Damasio
comprende que los procesamientos lingüísticos constan de 3 redes neuronales (el anterior
hablaba solo de una):

1. Sistema neuronal para el procesamiento de concepto: formado por un amplio conjunto


de sistemas neuronales que representaría las interacciones no lingüísticas entre el cuerpo y
su entorno. Centrada para el manejo de los conceptos. Incluye áreas sensoriales, sistema
límbico (emociones), hipocampo (creación de memorias) y sistema motor.

2. Sistema neuronal para la contruccion de palabras y frases o lingüístico : Específica para


la construcción de palabras y frases (parte sintáctica), así como combinar palabras. Incluye
la parte de los ganglios basales, el tálamo y áreas asociativas posteriores y anteriores.

3. Sistema intermedio o mediador: red neuronal mediadora entre ambas, serviría de


intermediario entre el sistema de conceptos y el sistema de reglas lingüísticas. Incluye la
mayor parte de los lóbulos y las estructuras subcorticales que permite relacionar ambos
sistemas.

3.5 Modelo Hickok y Poeppel


En este modelo de red neuronal intenta trasladar al cerebro como se procesan las palabras.

- Ruta directa o ruta léxica: cuando estamos muy acostumbrados a determinadas palabras,
no hacemos la descomposición de grafemas, sino que tenemos su representación
completa: analizamos la palabra de forma directa o manera conjunta. Es la parte de
identificación de los fonemas y palabras, se accede al significado de las mismas, y es la vía
actuaria de la identificación de las palabras conocidas.

- Ruta indirecta o ruta subléxica: palabras no frecuentes o nuevas, tenemos que analizarla
letra a letra o grafema a grafema. Es la parte del análisis acústico, nos permite reproducir
palabras sin conocer su significado, y esto se produce pro la existencia de un mecanismo de
conversión de fonemas o grafemas en códigos fonológicos articulables.

Cuando se les enseña a los niños a leer en inglés, no aprenden letra a letra, sino toda la
palabra seguida, siguiendo una ruta directa. En el caso del español, se enseña primero letras,
luego sílabas y luego ya las palabras, por lo que es una ruta indirecta.

Cada una de ellas tiene dos rutas distintas a su vez a nivel cerebral:

- Vía dorsal: Cuando la palabra es nueva iríamos a la zona dorsal y frontal, para reconocer
el movimiento, como hacía el señor del video.
- Vía ventral: Cuando conocemos una palabra iríamos por la vía ventral directamente al
área posterior (la semántica: área de Wernicke y el área asociativa). Desde el giro auditivo
primario, al de Wernicke y la auditiva posterior.

3.6 Modelo neurofuncional


De este modelo anterior, sale dicho modelo que como se produce el lenguaje y de las áreas
activadas en cada uno de las etapas, es decir, se ha trasladado a un modelo neurofuncional. Los
módulos que se encargaban de determinados procesos cognitivos, sabemos en qué partes
cerebrales se llevan a cabo y las conexiones que existen entre ellos. Esto nos lleva al modelo
que aumenta las interrelaciones entre módulos y qué implican al sistema somatosensorial.

Cuando nos llega un estímulo auditivo (abajo izquierda) lo primero que hacemos es crear un
procesamiento que nos dará unas imágenes auditivas que activarán al sistema semántico y a la
recodificación articulatoria (movimientos articularios y secuencias de fonemas). Estas imágenes
y las secuencias de fonemas acceden al sistema semántico, activamos las secuencias
articulatorias y producimos la palabra.

Igual ocurre cuando empezamos en una imagen o estímulo visual (abajo derecha), secuencia de
grafemas (también activa la articulación asociada a esos grafemas y podemos producirlos), así
como el sistema semántico.

Además, hay una gran relación por áreas asociativas entre lo visual y lo acústico, y nos ayuda a
ver vías diferentes o si hay alguna alteración en algunas de ellas poder incidir de manera más
clara y directa. También hay una aferencia somatosensorial, qué sensaciones nos producen
cuando producimos el lenguaje.

4. Anexo de videos
Video 1: Cuando somos capaces de decir una palabra, son capaces de hacerlo porque han
tenido una representación de la palabra que están emitiendo
(hemos asociado el sonido de cómo se produce esa palabra
a los movimientos articulatorios correctos asociados a ello).
En este caso el contexto le está ayudando a decir esa
palabra. En ello es fundamental la función de las neuronas
espejo (asocian lo que oyen con el movimiento articulatorios amplios, intentando imitar esos
movimientos). La manera de hablar es para que puedan ver el movimiento y facilitarles el acto
motor que les va a permitir producir la palabra. Tiene una lesión de manera más frontales en
las áreas de Broca, en la producción de estructuras sintácticas. Tiene fallo en la parte de la
producción del habla por lo que es por ello que le ayuda la persona a que imite sus
movimientos articulares para favorecer la producción del lenguaje, como los que hemos dicho
de asociar el sonido de cuando lo emitimos y los movimientos articulatorios asociados, aun así,
habría que ver si sabe escribir, en cuyo caso tendría el problema en la conversión acústico-
fonema, ya que lo podemos relacionar con los grafemas, y la lesión seria en otra zona del
modelo, o realmente tiene problemas de asociar el análisis acústico con la articulación
adecuada. Aun así tenemos que hacer un análisis mucho más completo.

Video 2: En el segundo vídeo, el señor tiene afectada la comprensión de las palabras, pero su
lenguaje era muy fluido. Por lo que, él reconoce por el contexto y saber de qué situación le
están preguntando por el tono, comunicación no verbal, y él podía intuir que responder.
Algunas palabras si es capaz de responder como hija o pueblo, y con el contexto, puede
comprender y responder que para él es totalmente claro. Tiene una lesión posterior, el lenguaje
es más fluido, entiende la entonación, el ritmo y la melodía; la lesión está en el lado o
hemisferio izquierdo. Siendo en el derecho donde se procesa lo otro: la entonación, el ritmo, la
melodía, por ello puede reconocerlos. La música les favorece que produzcan las palabras.

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