El Pacto de Dios Con La Familia
El Pacto de Dios Con La Familia
El Pacto de Dios Con La Familia
Cuando honras tu matrimonio, cuando honras a tu mujer, cuando honras a tus hijos, tú
estás asegurando la paz de todos ellos, y si nosotros no pensamos en nuestros hijos
estamos pensando de una manera egoísta, y el egoísmo no es de Dios.
Quiero hablarles a los hombres en este día, hombres que se identifican como temerosos
de Dios, que verdaderamente están empezando a hacer un cambio, una transformación,
reconociendo y entendiendo que todos los cambios y la transformación no son de un día
para otro, sino que es un proceso. Cuando el hombre reconoce que verdaderamente tiene
que hacer un cambio y lo decide, toda la familia sale bendecido.
Desde Caín y Abel hubo pacto de ofrenda, y como sabemos, la ofrenda de Caín no fue
agradable a Dios. Dios es un Dios de pacto, y cuando Él hace pacto lo hace a través de
Su sangre, por eso la ofrenda de Abel fue una ofrenda agradable porque Dios miró su
actitud. Dios también hizo un pacto con Noé cuando le dijo que hiciera el Arca, le dijo
entra tú y toda tu casa, aquí vemos un pacto también de familia, como Dios bendijo la
familia de Noé. La familia de Noé fue la única que fue salva. La historia de Noé no fue
fácil, por no conocían lo que era la lluvia y cuando Dios le dice que va caer un diluvio,
haz un arca que va venir una inundación, tuvo que creer en lo que Dios le había dicho.
Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia,
y fue llamado amigo de Dios.
Abraham fue bendecido al igual que todas sus generaciones, y nosotros somos
bendecidos todavía por ese pacto con Abraham. Te estoy haciendo un recuento para
que veas de qué tipo de pacto te estoy hablando. A Abraham lo llamó Dios su amigo,
eso significa que nosotros podemos llegar en esa consideración de Dios para ser amigo
de Él.
Dios hace pacto de amistad con Abraham, y le dijo tengo un pacto contigo, sal de tu
tierra y de tu parentela, ve a la tierra que te voy a decir, pero lo que menos Abraham
tenía pensado era que sería un pacto de sangre con Él. Y Dios le dice: Yo tengo un
pacto contigo, un pacto de amistad, ahora Yo necesito que te circuncides, y ese pacto
fue el primero y diferente a los pactos anteriores que eran con animales, era un pacto
diferente, que ya no era sacrificio de animales sino sacrificio de su propio cuerpo; te
estoy hablando de un pacto que Dios usa para los amigos especiales y es que circuncide
su propio cuerpo y que haya sangre, por eso cuando me dices que sigues a Jesús y
tienes un pacto con Él, ya Jesús no te pide que te circuncides, pero si dice Su palabra
que tienes que circuncidar tu corazón, y cuando haces esto, habrán cosas que tienes que
quitar que te sobran de tu corazón y que te van a doler. Por eso quiero darte una
atención hombre, que la mujer que tienes a tu lado es la mujer que Dios te ha dado para
que tú seas el sacerdote de esa mujer, y como dice la pastora, una mujer es ayuda idónea
cuando el hombre es sacerdote.
Nosotros tenemos que empezar a cambiar nuestra forma de ver a nuestras esposas,
¿sabes por qué? Porque conforme tú veas a tu esposa, así tus hijos van a ver la esposa
que van a tener, ese va ser el ejemplo que ellos van a ver. Cuando el hombre honra a su
esposa, la bendice, es sacerdote de ella, los hijos van aprender a honrar, a ser sacerdote
y bendecir a la que va hacer su esposa.
Quiero darte una alerta, porque no es posible que las mujeres evangélicas, donde no
existe en el manual, que es la Biblia, el divorcio, pues haya gente que tenga divorcios
emocionales, y no solamente divorcios emocionales, sino que dicen que están casados
pero no lo están, porque viven cada uno su vida individual, y por eso vemos que en las
iglesias cristianas evangélicas hay más divorcios casi igual que en el mundo,
simplemente porque no le hemos dado el valor de que hemos hecho un pacto con Dios.
Cuando haces un pacto con Dios, con tu esposa, con la mujer que tienes a tu lado, ya a
Dios no le interesa que tú veas el pacto con tus ojos, porque ese es el problema, que
miramos el pacto de Dios con los ojos, y los pactos se miran con Fe. Cuando no
entendemos esto de los pactos, nunca vamos a valorar la mujer que Dios nos ha dado, y
cuando tu aprendes a honrar ese pacto hecho por Dios, obligatoriamente ese pacto tiene
que hacer los cambios en ti, no solamente ya por fe, sino por temor reverente a Dios.
En Isaías 41: 8
Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham
mi amigo.
Mire como Dios le está diciendo a Jacob, tú eres descendencia de mi amigo, porque
cuando los pactos son honrados delante de Dios, Él te hace Su amigo. ¿Tú quieres ser
amigo de Dios? ¿Cuántos le están pidiendo a Dios yo quiero ser amigo tuyo? Tú solo
tienes que obedecerle, darte incondicionalmente, eso fue lo que hizo Abraham, y
cuando te das incondicionalmente, Dios te dice: ahora yo me lo entrego totalmente.
Tenemos un pacto con las esposas, dice Malaquías 2:14: Mas diréis: ¿Por qué?
Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido
desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto.
Pablo dice en Efesios 5:25: Maridos amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a
su iglesia y se entrego así mismo por ella.
La palabra no dice: Maridos amad a vuestras mujeres por lo que ellas hacen, así no es
el pacto, dice: como Cristo amó a su iglesia; imagínese, así como tú eres con Cristo, así
mismo es tu mujer contigo.
Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos.
A los cielos y a la tierra llamó por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto
delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que
vivas tú y tu descendencia.
Salmos 112:1 -3
Por eso, Dios ama las familias, hay un secreto con ellas, así como hay un secreto con las
viudas, con los huérfanos. El hombre en vez de ser machista lo que debe de ser es
temeroso de Dios, el hombre en vez de tener sus conceptos rancios de su abuelo, de su
tatarabuelo, debe de cambiarlos por la unción del Espíritu Santo. Dios miró a Cornelio y
dice que su familia toda fue salva. ¿Qué estás haciendo con tu familia? ¿Hijo, qué estás
haciendo con tu madre?, Si la palabra te dice: honra a madre y padre para que en todo
te vaya bien, hónrelo, es un mandato, honre a esa mujer, para que en todo te vaya bien.
Cuando Ana lo entregó, Eli tenía dos hijos, los dos eran unos rufianes y eran hijos de
un sacerdote, y ambos estaban en el temple; y dice la palabra que estos dos hijos se
acostaban con la mujer en el templo y cogían de las ofrendas que le tocaban a Eli como
su sacerdote, no tenían temor de Dios. Los dos hijos de Eli se criaron junto con Samuel,
eso significa que Samuel veía los hijos de Eli cuando se acostaban con las esposas,
cuando cogían las ofrendas a Dios, él lo miraba porque estaban juntos, más sin embargo
hubo una mujer que sembró una palabra en Samuel, hubo una mujer que sembró una fe
en él, que por más que viese todo lo que hacían los hijos de Eli nunca cambió su forma
en la presencia de Dios. De los hijos de Penina no se volvió saber, pero de Samuel si
se habló mucho y se habla todavía, por eso el concepto de responsabilidad en familia es
un concepto del sacerdote como padre y la mujer como complemento, para sembrarle
esa palabra a nuestros hijos para que cuando vayan a la universidad y vean la
vagabundería que hay allí no se contaminen ni se desenfoquen. Por eso, desde que
nuestros hijos automáticamente llegan al tercer y cuarto de bachillerato, y entran a la
universidad, si usted no le sembró la fe, el temor de Dios, la palabra, prepárese, que
usted lo está soltando en una selva sin un cuchillo, por eso el matrimonio es algo más
definido, el que cree que el matrimonio es para acostarse con la mujer para hacer lo que
usted quiera con ella, se equivocó! Yo conozco hijas de hombres y mujeres
supuestamente de Dios, entregándose en brazos de hombres porque les falta el afecto
del padre, y sabes qué? No es la hija que te va juzgar, es Dios, por tu estructura, por tu
sequedad, por decir que tú eres como eres, porque cada vez que una hija se tira a los
brazos de un hombre, ú la llevaste y la dirigiste a eso. Nunca vas pedir manzana al
árbol que da pera, por eso los padres tienen que saber que árboles son para que sus hijos
florezcan y den fruto. ¿Qué fruto estás dando tú que tus hijos puedan decir yo quiero de
ese fruto?
El mejor regalo para la mujer que Dios te ha dado, no es nada material, el mejor regalo
sería que le pusieras en su mano una reestructuración de tu pacto, primero con Dios,
segundo con ella y tercero con tu familia; quieren el prepucio de tu corazón, el prepucio
de tu carácter, el prepucio de tus actitudes, de tu orgullo, de tu sabiduría e inteligencia
que la opaca a ella y la pisa, quiere el prepucio de la pasividad en Dios, el prepucio de
tus mentiras, tus juegos y tus engaños, el prepucio de ese juego que tienes escondido,
quiere el prepucio de esa ira; ese sería el mejor el regalo, y cuando tú le des ese regalo,
no le vas a tener que decir lo que tú quieres que ella te dé a ti, porque ella ya sabe lo que
necesitas y te lo va a dar.