Vive para Agradar A Dios

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Vive para Agradar a Dios, No a las Personas

Debemos confiar en que Dios tiene un propósito único y especial para cada uno de
nosotros. Aunque enfrentemos críticas y oposición, debemos seguir adelante con fe y
determinación, manteniendo nuestra mirada en Dios y confiando en Su dirección
Si le tienes temor a Dios, nunca le temerás a nada más. El temor reverencial a Dios es el
fundamento que disipa todos los demás temores. Por otro lado, si le temes al hombre, te
someterás a un sinfín de temores y preocupaciones innecesarias. El temor al hombre te
esclaviza y te impide vivir con plenitud.

El temor a Dios te libera de la opinión y el juicio de los demás. No debes aferrarte a lo que
la gente dice de ti, ya que sus palabras son temporales y cambiantes. En cambio, busca
el favor y la aprobación de Dios, quien te fortalece y te capacita para ser quien Él te creó
para ser.

No permitas que el miedo a la opinión ajena te detenga. No vale la pena desperdiciar tu


vida tratando de agradar a todos, ya que es imposible. Enfócate en agradar a Dios y
seguir Su voluntad para tu vida. Él es el único que importa, y Su aprobación es lo que
debes buscar.

A lo largo de tu camino, te encontrarás con críticas y oposición. No dejes que eso te


desanime. Recuerda que incluso Jesús fue criticado y rechazado por muchos. No te
preocupes por lo que los demás piensen de ti. En cambio, mantén tu mirada en Dios y
busca cumplir Su propósito para ti.

Tomar decisiones valientes puede resultar difícil, pero es necesario para avanzar. A veces
tendrás que alejarte de relaciones tóxicas o situaciones que no te benefician. También
habrá decisiones cruciales que definirán tu vida. En todas ellas, recuerda ser fiel a quien
Dios te ha llamado a ser, no una copia de alguien más.

No desperdicies tu tiempo tratando de agradar a todos. La aprobación humana es efímera


y voluble. En cambio, busca la aprobación de Dios, quien nunca te abandonará. Su gloria
y Su propósito para ti superan cualquier opinión humana.

El temor a Dios nos libera de las cadenas del temor humano y nos empodera para vivir
con valentía y confianza
No te preocupes por las voces negativas que intentan limitarte. Escucha la voz de Dios y
síguelo sin importar la corriente. Aunque enfrentes obstáculos y críticas, confía en que
Dios tiene grandes planes para ti. Él te equipará y te guiará en cada paso del camino.

Este año, decide confiar en Dios por encima de todo. Deja de lado el miedo al hombre y
busca Su voluntad. Él hará cosas únicas y maravillosas en tu vida. Mantén tu mirada en
Él, ignora las voces negativas y camina en la plenitud de Su propósito para ti. ¡Que este
año sea un año de victoria, poder y gloria en Él!

No debemos permitir que el temor al hombre y la búsqueda de la aprobación ajena nos


detengan en nuestra vida. En lugar de temer lo que otros puedan decir o pensar de
nosotros, debemos temer a Dios y buscar agradarle a Él en todo momento.

El temor a Dios nos libera de las cadenas del temor humano y nos empodera para vivir
con valentía y confianza. Debemos recordar que las opiniones de los demás son
temporales y cambiantes, mientras que la aprobación y el favor de Dios son eternos.

Es importante tomar decisiones basadas en la voluntad de Dios y no en el deseo de


agradar a todos. No podemos complacer a todos, pero podemos buscar agradar a Aquel
que nos creó y nos conoce mejor que nadie.

Debemos confiar en que Dios tiene un propósito único y especial para cada uno de
nosotros. Aunque enfrentemos críticas y oposición, debemos seguir adelante con fe y
determinación, manteniendo nuestra mirada en Dios y confiando en Su dirección.

La enseñanza central es buscar el temor a Dios en lugar del temor al hombre, confiar en
Su guía y agradarle en todo lo que hagamos. Al hacerlo, encontraremos libertad,
propósito y plenitud en nuestras vidas.
¡Deja el Miedo! Cambia tus
Situaciones Difíciles

Dios dijo dijo: 'Que se haga la luz', y la luz apareció. Pero lo más sorprendente es que, de
todas sus creaciones, lo que Dios más valoró y en lo que se enorgulleció fue al crearnos a
nosotros, los seres humanos

"Dios dijo: 'Que exista Génesis 1'. Este hecho me impacta profundamente porque Dios
simplemente habló y creó todo. Él dijo: 'Que se haga la luz', y la luz apareció. Pero lo más
sorprendente es que, de todas sus creaciones, lo que Dios más valoró y en lo que se
enorgulleció fue al crearnos a nosotros, los seres humanos.

Nosotros fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios. Esto significa que cuando Dios
habla y crea, cuando declara, trae vida a existencia. Y nosotros, al ser hechos a su
imagen, también tenemos ese poder.

Ahora, ¿cómo podemos utilizar este poder que poseemos, este sonido que puede crear
vidas? Existen dos puntos clave para entenderlo. En primer lugar, a través del acto de
cantar. Un ejemplo se encuentra en Hechos 16:25, donde se narra cómo Pablo y Silas, en
medio de la prisión, oraban y cantaban himnos a Dios.

En ese momento, algo asombroso sucedió: un gran terremoto sacudió la cárcel, todas las
puertas se abrieron y las cadenas de los prisioneros se rompieron. Este relato ilustra
cómo, al cantar y alabar a Dios, las cadenas que nos atan pueden caer y las situaciones
difíciles pueden cambiar.

El segundo punto es el poder de la profecía. En Ezequiel 37:1-8, se relata cómo Dios llevó
al profeta Ezequiel a un valle lleno de huesos secos. Allí, Dios le ordenó profetizar sobre
los huesos, declarando que escucharan la palabra de Dios y que recibirían vida
nuevamente.

Declara con fe todo lo que quieras alcanzar

A medida que Ezequiel obedecía y profetizaba, ocurrió un milagro: los huesos se unieron,
tendones y carne aparecieron, y los huesos cobraron vida. Este relato nos enseña que, al
profetizar la Palabra de Dios sobre nuestras circunstancias, podemos experimentar un
cambio sobrenatural.

Es importante reconocer que a menudo el miedo nos impide utilizar este poder que
tenemos en nuestra boca. La Biblia nos advierte que el diablo es un mentiroso y su única
arma es la mentira. Él intenta sembrar dudas en nuestra mente, haciéndonos creer que no
tenemos la capacidad de profetizar o declarar. Sin embargo, debemos recordar que
nosotros tenemos el poder de Dios dentro de nosotros, y debemos ejercerlo.

Entonces, ¿cómo podemos poner en práctica todo esto? Aquí te doy algunas pautas
sencillas. Cuando te encuentres en casa, enciende tu computadora y busca versículos
bíblicos relacionados con tu situación.

Elige aquellos que resuenen contigo y comienza a declararlos en voz alta. Por ejemplo, si
estás enfermo, proclama versículos de sanidad. Si te encuentras sin trabajo, declara las
promesas de provisión de Dios. De esta manera, estarás profetizando sobre tu vida y tu
situación, utilizando el poder de la Palabra de Dios.

Recuerda, la Biblia dice que Dios nos ha dado una armadura espiritual, y la espada del
Espíritu es parte de ella. Esta espada nos permite enfrentar nuestras circunstancias y
apuñalarlas con la verdad de la Palabra de Dios.

No importa cuál sea tu situación, recuerda que no estás indefenso, sino que tienes el
poder de Dios en ti. Así que rompe las cadenas del miedo y la duda. Confía en el poder
que tienes para cambiar tu realidad a través de tus palabras. ¡No subestimes el poder de
tu boca!
¿De que Forma el Enemigo Quiere
Apartarme de Dios?
Debemos estar alerta y cuidarnos del enemigo que acecha como un león rugiente,
buscando a quien devorar. El enemigo existe y su objetivo es atacar a aquellos que
deciden caminar con Dios, para hacerles renegar de su fe

"Estén alerta, cuídense de su gran enemigo, porque anda al acecho como un león
rugiente buscando a quien devorar.

Pues, uno lee este versículo y dice: ¿Pero el enemigo existe o no? Existe, y quiero que
sepa que si Dios permitió que esta clase de textos quedaran escritos en la palabra es
porque así es. Yo creo que el enemigo en esta época se cumple bajo este versículo, anda
como león rugiente buscando a quien devorar.

Personalmente, creo que los seres humanos somos objetivo militar de las tinieblas. Me
pregunto por qué. Pues, el enemigo odia todo aquello que Dios ama.

Y quiero que sepa que Dios, que Jesús, no murió en la cruz por los animales ni por las
plantas y la naturaleza, aunque a él le gustan porque las hizo.

En la cruz, Jesús murió por nosotros, por los seres humanos, por hombres y por mujeres.
Y yo veo con respecto a estos dos tipos de personas: hay personas que no les interesa
mantener una relación con Dios, es decir, viven en cautividad, y posiblemente el enemigo
los ataque.

No los ataca ahora, los ataca cuando ya son suyos, no siente ningún problema con
respecto a que no tienen relación con Dios.

Pero veo otro tipo de personas, y son las personas que deciden caminar con Jesús o
caminar con Dios. Son personas que un día toman una decisión y dicen: 'Yo quiero a
Jesús en mi vida'. No les estoy hablando de religión, les estoy hablando de tener a Jesús
en el corazón y caminar como él quiere.

Yo creo que cuando una persona toma la decisión de seguir a Dios, en ese momento se
vuelve el foco de las tinieblas, es decir, el enemigo va a querer atacar a esa persona para
que vuelva atrás y para que reniegue de su fe.

En la cruz, Jesús murió por nosotros, por los seres humanos, por hombres y por mujeres

El libro de Job nos enseña cosas muy interesantes con respecto a los planes del mal y la
forma como el enemigo busca atacarnos. Hay una conversación que Dios tiene con
Satanás, y dice la Biblia que Satanás estaba rondando la tierra. Dios le pregunta: 'Y tú,
¿dónde estabas?' Y él responde: 'Estaba yendo de un lado a otro por la tierra'. Y Dios le
dice: '¿Y si has visto a mi siervo Job?'.

Satanás le replica: '¿Acaso Job te honra sin recibir nada a cambio? ¿Acaso no están bajo
tu protección él y su familia y todas sus posesiones? De tal modo has bendecido la obra
de sus manos que sus rebaños y ganados llenan toda la tierra. Pero extiende la mano y
quítale todo lo que posee, a ver si no te maldice en tu propia cara'.

Me llama la atención esa parte final, porque el objetivo de los ataques del enemigo es que
nosotros mal digamos a Dios. Ustedes pueden decirme, y yo también lo pensaría: 'Jamás
maldeciré a Dios'.

Pues, Pedro dijo que jamás lo negaría, y lo hizo tres veces. Ahora maldecir no es conjurar
a Dios en el nombre de Pedro o algo así por el estilo. Maldecir es hablar mal de Dios, eso
es maldecir.

El propósito del enemigo es que nosotros lo hagamos maldecir. No solamente es hablar


mal, sino ser mordaz o denigrar a alguna persona. Hablar mal es culpar, hablar mal es
mostrar odio o enojo, hablar mal de alguien.

Posiblemente algún día hemos pensado cosas de Dios y las hemos dicho: 'Dios no
cumple lo prometido', 'Dios me tentó', 'Dios se olvidó de mí', 'Dios me castigó', es duro
conmigo. Y eso significa hablar mal y decir cosas que no son".
Debemos estar alerta y cuidarnos del enemigo que acecha como un león rugiente,
buscando a quien devorar. El enemigo existe y su objetivo es atacar a aquellos que
deciden caminar con Dios, para hacerles renegar de su fe.

Permanezcamos firmes en nuestra relación con Dios y resistamos los ataques, confiando
en su poder y amor inquebrantables.
¿Será que Dios puede usarme a pesar de mis

imperfecciones?

Tus imperfecciones lo único que prueban es que no eres perfecto. Ahora te recuerdo algo
importante: ¡Nadie lo es! Si Dios no pudiera usarte a ti por tus imperfecciones

Tus imperfecciones lo único que prueban es que no eres perfecto. Ahora te recuerdo algo
importante: ¡Nadie lo es! Si Dios no pudiera usarte a ti por tus imperfecciones, ¡entonces
no podría usar absolutamente a ninguna persona, habida ni por haber! La Biblia (y la
experiencia) dejan muy claro que ningún ser humano es perfecto.

El único perfecto es Dios. Por lo tanto, si Dios usa, y ha usado, a los seres humanos para
completar su obra y llevar a cabo sus planes aquí en la Tierra, ¡entonces quiere decir que
Él puede usarnos a pesar de nuestras imperfecciones!

La Biblia está llena de ejemplos de cómo Dios puede usar seres humanos débiles e
imperfectos para realizar cosas extraordinarias. Sólo por poner un ejemplo, Moisés tenía
un temperamento bastante «imperfecto», que lo llevó a matar a un egipcio, y también
mucho más tarde a romper las tablas de la ley con los mandamientos que Dios le había
dado (no te preocupes, después le dio otras).

El Señor puede usarnos a pesar de nuestras imperfecciones

Sin embargo, Dios usó a Moisés para libertar a su pueblo de la esclavitud en Egipto, e
incluso con el tiempo lo transformó de tal manera que llegó a decirse de él: «Y aquel
varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.»
(Números 12.3, RVR1960)

Y podría seguir con los ejemplos de grandes «héroes de la Biblia» como Abraham, David,
Pablo, y muchos otros que distaban bastante de ser perfectos pero sin embargo fueron
usados por Dios para grandes cosas.

También en Hebreos se nos cuentan algunas de las muchas historias de hombres


imperfectos, quienes por la fe en Dios, no por sus propias fuerzas, «… conquistaron
reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la
furia de las llamas y escaparon del flo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se
mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros.» (Hebreos
11.33-34)

Por otra parte, quiero dejarte claro que no vale usar esto como excusa para no mejorar tu
carácter u otras cosas que sí puedes, y por lo tanto debes, mejorar. No somos perfectos,
pero debemos intentar ser «lo más perfectos posible», en el sentido de mejorar día a día,
con la ayuda de Dios, «… hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir,
Cristo» (Efesios 4.15).

El Señor puede usarnos a pesar de nuestras imperfecciones, pero también quiere irnos
moldeando de manera que seamos cada vez menos «imperfectos». Pídele que te use, y
pídele que te perfeccione. ¡Él hará las ambas cosas con mucho gusto!

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