ARTE Y CIENCIA de
ARTE Y CIENCIA de
ARTE Y CIENCIA de
Tamayo: arte
y ciencia José Gord o n
era un melómano. Yo conozco a muchos científicos que padre y mi madre querían que fuéramos profesionistas.
son también grandes aficionados no solamente a la mú- Cuando mi hermano mayor entró a la Facultad de Me-
sica sino también a otras expresiones culturales, algunos, dicina, yo quería ser como él y también ingresé al mismo
por ejemplo, pintan y derivan una enorme satisfacción campo. Entonces no tenía idea de lo que era la medici-
de este tipo de actividad. Los científicos también esta- na ni vocación ni nada. Entré simplemente porque mi
mos abiertos a distintos tipos de sensibilidad. En mi hermano ingresó a la Facultad, pero me saqué la lotería
caso particular, soy melómano ya que mi padre era vio- porque es la profesión más bella del mundo.
linista, tocaba en la sinfónica de la Universidad cuando Los supersabios: del piano a un laboratorio en el
ésta recién empezó. En mi casa siempre había música, era s ótano.
muy fácil pescar el bicho de la melomanía. Cultivo el
placer de la música de manera sistemática. También me Eso habla del descubrimiento de la pasión por la aventura
encanta la literatura. Leo mucho porque mi casa estaba de la ciencia.
llena de libros y tropezábamos en la sala con textos de Tuve también muy buena suerte cuando me inscri-
todas clases. Mis padres eran lectores muy voraces. Yo bí en 1953 en la Escuela de Medicina —se hizo Facul-
veía a mi padre siempre con un libro en la mano. tad hasta 1955— porque ese mismo año ingresó en la
misma generación un muchacho yucateco, Raúl Her-
Pérez Tamayo rememora, su mirada se aleja por un instante: nández Peón. Por los orígenes yucatecos de mis padres
Cuando yo era chico quería ser músico, pero mi pa- gravitamos el uno al otro, nos hicimos amigos. Él era
dre no me dejó, tampoco a ninguno de mis hermanos. hijo de un médico. En cuanto se inscribió en la Facul-
Él quería que tuviéramos una vida más cómoda que la tad ya sabía lo que quería hacer en su vida: quería ser
que hubiéramos podido darnos siendo músicos. Sin em- fisiólogo, quería ser un investigador científico dentro
bargo, aprendimos a tocar distintos instrumentos un del área de la medicina. Su padre lo estimulaba en esa
poco a escondidas. Yo desde luego ya no toco nada, nada dirección. Le construyó un pequeño laboratorio en el
más consumo, no produzco. sótano de su casa en donde tenía una mesita para ope-
rar animales, equipos para registrar presión arterial,
¿Pero qué tocaba? c osas muy simples, pero con eso Raúl ya hacía experi-
Tocaba el piano. Mi hermano mayor y mi hermano mentos desde el primer año de nuestros estudios. Como
menor tocaban la guitarra, mi hermana el piano, pero nos hicimos muy amigos, a las dos semanas de haber
subrepticiamente, no como una carrera profesional. Mi i n g resado a la Facultad me invitó a que fuera a ver su