Atahualpa
Atahualpa
Atahualpa
(Quito, 1500 - Cajamarca, actual Perú, 1533) Emperador inca (1525-1533). Era
hijo del emperador Huayna Cápac y de Túpac Paclla, princesa de Quito. Poco antes
de morir en 1525, el emperador Huayna Cápac decidió favorecer a Atahualpa
dejándole el reino de Quito (la parte septentrional del Imperio de los incas), en
perjuicio de su hermanastro Huáscar, el heredero legítimo, al que correspondió el
reino de Cuzco.
Atahualpa
No fue Pizarro, sin embargo, sino el fraile Vicente de Valverde el que se adelantó
para saludar al inca y le exhortó a aceptar el cristianismo como religión verdadera
y a someterse a la autoridad del rey Carlos I de España; Atahualpa, sorprendido
e indignado ante la arrogancia de los extranjeros, se negó a ello y, con gesto
altivo, arrojó al suelo la Biblia que se le había ofrecido. Pizarro dio entonces la
señal de ataque: los soldados emboscados empezaron a disparar y la caballería
cargó contra los desconcertados e indefensos indígenas. Al cabo de media hora de
matanza, varios centenares de incas yacían muertos en la plaza y su soberano era
retenido como rehén por los españoles.
A los pocos días, Atahualpa, temeroso de que sus captores pretendieran
restablecer en el poder a Huáscar, ordenó desde su cautiverio el asesinato de su
hermanastro. Para obtener la libertad, el emperador se comprometió a llenar de
oro, plata y piedras preciosas la estancia en la que se hallaba preso, lo que sólo
sirvió para aumentar la codicia de los conquistadores.
Unos meses más tarde, Pizarro decidió acusar a Atahualpa de idolatría, fratricidio
y traición; fue condenado a la muerte en la hoguera, pena que el inca vio
conmutada por la de garrote, al abrazar la fe católica antes de ser ejecutado, el
29 de agosto de 1533. La noticia de su muerte dispersó a los ejércitos incas que
rodeaban Cajamarca, lo cual facilitó la conquista del imperio y la ocupación sin
apenas resistencia de Cuzco por los españoles, en el mes de noviembre de 1533.
Francisco Pizarro
(Trujillo, España, 1478 - Lima, 1541) Conquistador del Perú. Las décadas
posteriores al descubrimiento de América tuvieron como grandes protagonistas a
los llamados conquistadores, militares españoles que en algunas ocasiones, con
escasos recursos y adecuadas dosis de osadía y sagacidad, lograron adueñarse de
inmensos territorios. Tal fue el caso de Hernán Cortés, el conquistador de México,
y de Francisco Pizarro, conquistador del Perú, que en apenas tres años (1531-
1533) se hizo con el control del rico y poderoso Imperio Inca.
Francisco Pizarro
Hijo natural del capitán Gonzalo Pizarro, desde muy joven participó en las guerras
locales entre señoríos y acompañó a su padre en las guerras de Italia. En 1502
embarcó en la flota que llevaba a las Indias a Nicolás de Ovando, el nuevo
gobernador de La Española.
La captura de Atahualpa
El inca acordó con los extranjeros llenar de oro, plata y piedras preciosas una
habitación a cambio de su libertad, pero de nada le sirvió cumplir su parte del
pacto, pues Pizarro, reforzado por la llegada de Almagro al frente de un centenar
de arcabuceros, acusó a Atahualpa de haber ordenado el asesinato de Huáscar
desde la prisión y de preparar una revuelta contra los españoles, y ordenó su
ejecución, que se cumplió el 29 de agosto de 1533. A continuación se alió con la
nobleza inca, lo cual le permitió completar sin apenas resistencia la conquista de
Perú, empezando por Cuzco, la capital del Imperio (noviembre de 1533), y
nombrar emperador a Manco Cápac II, hermano de Huáscar.