Cruzadas

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Cruzadas

¿Qué fueron las Cruzadas?


Se conoce como Cruzadas a una serie de campañas militares llevadas a
cabo por cristianos de Europa occidental, especialmente de Francia, el
Sacro Imperio Romano Germánico e Inglaterra, bajo el impulso de la máxima
autoridad de la Iglesia católica con sede en Roma, el Papa.Rem

Tuvieron lugar a lo largo de casi dos siglos (entre 1096 y 1291) y su finalidad
era recuperar el control político y religioso de la llamada “Tierra
Santa” (Jerusalén y alrededores), que estaba gobernada por autoridades
musulmanas.

Se reconocen ocho Cruzadas oficiales dirigidas a Medio Oriente y el norte


de África, pero también fueron denominadas así otras guerras e iniciativas
político-religiosas, como la Reconquista en la península ibérica, la persecución
de los albigenses del sur de Francia (declarados herejes por la Iglesia católica)
o los enfrentamientos con “paganos” y musulmanes en áreas del Báltico
y Europa del Este.

Los guerreros que participaban en estos contingentes armados fueron


llamados cruzados porque portaban una cruz de tela cosida sobre su
ropa. De este modo, se identificaban como fieles a la misión de la Iglesia
católica. A cambio de sus esfuerzos, les era concedida la indulgencia plenaria,
es decir, les eran perdonados todos los pecados que hubieran cometido en el
pasado.

Ver además: Imperialismo

Contexto histórico
Antecedentes de las cruzadas
A mediados del siglo XI, los turcos selyúcidas que profesaban el Islam suní se
expandieron por Medio Oriente. Conquistaron Bagdad y extendieron su dominio
hacia el Oeste. El Imperio bizantino, que conservaba la fe cristiana, estaba
perdiendo territorios en Europa y Asia, y el emperador Romano IV decidió
enfrentar a los turcos selyúcidas que amenazaban su predominio en Anatolia
(actual Turquía).

La derrota bizantina en Manzikert (1071) permitió a los selyúcidas conquistar


Anatolia, Siria y Palestina, esta última de manos de los fatimíes (musulmanes
chiíes que habían establecido un califato con centro en Egipto).

El dominio musulmán sobre Jerusalén y alrededores no había impedido hasta


entonces la convivencia y peregrinación de cristianos que deseaban entrar en
contacto con los “Santos Lugares” por los que se creía que había
caminado Jesús. Pero el dominio selyúcida y los conflictos en la región
convirtieron a la peregrinación en una empresa peligrosa. A la vez, la
debilidad del Imperio bizantino impedía que este ofreciera protección a los
peregrinos.

En este contexto, la expansión del Islam y, en particular, del dominio selyúcida


que estaba a las puertas de Constantinopla, la capital del Imperio bizantino,
motivó tanto la solicitud de ayuda militar por parte del emperador bizantino
Alejo I Comneno como la disposición de los poderes occidentales por acudir.

El llamamiento a las Cruzadas


La solicitud de ayuda militar del emperador bizantino Alejo I Comneno motivó
el llamado que hizo el papa Urbano II en el Concilio de Clermont (Francia)
en 1095. Este convocó a los cristianos de Europa a viajar a Tierra Santa para
liberarla del dominio musulmán y ofreció a quienes acudieran la indulgencia
plenaria, es decir, el perdón de todos los pecados cometidos en el pasado.

Si bien el llamado de Urbano II iba dirigido a nobles y caballeros, acudieron


personas de toda condición social bajo el lema “Dios lo quiere”. Se estima
que entre 60.000 y 100.000 individuos se movilizaron en 1096 motivados ya
sea por la fe, por la obligación de seguir a un señor o por el deseo de adquirir
tierras y botín.

Una primera excursión no oficial, conocida como “Cruzada popular”, fue


instigada por Pedro “el ermitaño”, un clérigo francés que promovió el llamado
de Urbano II entre campesinos y otros sectores humildes. Estos avanzaron de
a miles por Europa, la mayoría desarmados o con armas rudimentarias;
saqueaban a su paso para avituallarse y agredían a poblaciones judías.
Cuando llegaron a Anatolia, fueron en su mayor parte masacrados o
esclavizados por los turcos selyúcidas.

Origen del término "Cruzadas"


La cruz estaba bordada en tela en el uniforme de los soldados cruzados.
Las Cruzadas toman su nombre de la cruz que llevaban los cruzados
bordada en su uniforme o pintada en sus escudos y otros implementos. Este
signo manifestaba públicamente que la persona había hecho el voto de “tomar
la cruz”, es decir, comprometerse en una expedición en defensa de la fe
católica. De este modo, el término en latín crucesignatus, que se puede traducir
como “cruzado”, nombraba a una persona que estaba “bajo el signo de la cruz”.

En los comienzos de las Cruzadas, los cristianos que marchaban armados o


desarmados a Tierra Santa eran reconocidos indistintamente como
peregrinos, y las campañas recibían nombres genéricos como “viaje a
Jerusalén”, “peregrinación” o “expedición”. A lo largo del siglo XII, la diferencia
entre guerreros y peregrinos desarmados se hizo más pronunciada y tanto el
término “cruzados” (reservado a los guerreros) como “Cruzada” se comenzaron
a generalizar a fines de este siglo. “Cruzada” se convirtió en sinónimo de
peregrinación armada y de guerra santa.

Causas o motivaciones de las Cruzadas


La principal motivación de las Cruzadas fue detener la expansión islámica
y recuperar el control de la llamada “Tierra Santa”, es decir, Jerusalén y
otros sitios de Palestina en los que se creía que había vivido, muerto y
resucitado Jesús.

También conocidos como “Santos Lugares”, estos sitios estaban desde el siglo
VII bajo el dominio político de regímenes islámicos y eran el destino de
peregrinos cristianos provenientes de Europa. Pero la conquista de los turcos
selyúcidas y los conflictos que tuvieron lugar en la región a fines del siglo XI
volvieron peligrosa la peregrinación y avivaron el anhelo cristiano de expulsar
de ella a los musulmanes.

Sin embargo, los historiadores también reconocen otras motivaciones


complementarias:

 La solicitud de ayuda del emperador bizantino que desencadenó el


posterior llamado a las Cruzadas fue una petición de asistencia militar
para hacer frente a los turcos selyúcidas y defender la soberanía política
de lo que aún quedaba del imperio.
 La predicación del papa Urbano II que llamaba a viajar a Jerusalén para
recuperar y defender Tierra Santa pudo deberse también al interés por
devolver la primacía al papado sobre toda la cristiandad que, en ese
entonces, estaba dividida en la Iglesia católica de occidente y la Iglesia
ortodoxa de oriente.
 Algunos de los participantes en las Cruzadas tenían intereses
económicos, como la apropiación de tierras y riquezas o el
aprovechamiento de las rutas terrestres y marítimas para hacer
negocios. La Cuarta Cruzada adquirió incluso una motivación en gran
medida comercial: los mercaderes venecianos convencieron a los
cruzados de que atacaran ciudades cristianas con las que competían por
la supremacía comercial, lo que derivó en la toma y saqueo de
Constantinopla, la capital del Imperio bizantino.

Las Cruzadas mayores


|t54rvvvvLa Tercera Cruzada fue conocida como la Cruzada de los Reyes.

 Primera Cruzada. Comenzó en 1096 y culminó en 1099. Estuvo


formada principalmente por caballeros franceses y normandos que
integraban contingentes dirigidos por líderes autorizados por el Papa.
Entre estos se contaban el príncipe Bohemundo de Tarento y el duque
Godofredo de Bouillón. Resultó en una victoria para los cruzados, que
atravesaron Anatolia, conquistaron Antioquía y finalmente capturaron
Jerusalén, que estaba en posesión de los musulmanes fatimíes. Esto
significó la recuperación de algunos territorios por parte del Imperio
bizantino y el establecimiento en Siria y Palestina de cuatro Estados
cruzados (conocidos como Estados latinos de Oriente) gobernados por
algunos de los líderes militares de las Cruzadas: el reino de Jerusalén, el
principado de Antioquía, el condado de Trípoli y el condado de Edesa.
 Segunda Cruzada. Tuvo lugar entre 1147 y 1149, a partir de la caída
del condado de Edesa (el primer Estado latino) ante los turcos
selyúcidas en 1144. Los ejércitos cristianos del rey Luis VII de Francia y
del emperador Conrado III de Alemania marcharon por toda Europa
alentados por la predicación del monje cisterciense Bernardo de
Claraval. Cruzaron Anatolia, donde debieron afrontar ataques turcos.
Intentaron tomar Damasco en Siria pero fracasaron y se retiraron con
grandes pérdidas humanas. Al comienzo de esta Cruzada en 1147, los
cruzados que marchaban hacia oriente habían pasado por la península
ibérica y habían recuperado Lisboa, Almería y Tarragona de manos de
los musulmanes.
 Tercera Cruzada. Ocurrió entre 1189 y 1192 y fue conocida como la
Cruzada de los Reyes, pues participaron en ella el rey de Inglaterra
Ricardo I “Corazón de León”, el rey de Francia Felipe II y el emperador
del Sacro Imperio Romano Germánico Federico I Barbarroja. Tuvo el
objetivo de recuperar Jerusalén, que había caído en manos del sultán de
Egipto y Siria Salah al-Din Yusuf ibn Ayyub (conocido en occidente como
Saladino) tras la batalla de Hattin en 1187. Si bien los cruzados no
pudieron reconquistar Jerusalén, una serie de victorias costeras
favorecieron la firma del Tratado de Ramla entre Ricardo I y Saladino
por el que el primero reconocía el control musulmán de la ciudad y el
segundo se comprometía a permitir la peregrinación cristiana.
 Cuarta Cruzada. Comenzó en 1202 y culminó en 1204, pero no se
dirigió contra musulmanes sino contra otros cristianos. La intención
inicial de esta Cruzada era avanzar sobre Egipto para debilitar el control
que ejercían desde allí los musulmanes sobre Tierra Santa. Sin
embargo, los cruzados tuvieron dificultades para sufragar el viaje y
fueron convencidos por las autoridades de la República de Venecia, que
habían reunido una onerosa flota para la expedición, de conquistar la
ciudad cristiana de Zara (en la actual Croacia) con la que rivalizaban por
el control del Adriático. También movidos por el interés de asegurarse la
predominancia comercial en el Mediterráneo oriental, los venecianos
persuadieron a los cruzados de atacar Constantinopla, la capital del
Imperio bizantino, cuyo emperador Alejo IV no había cumplido, además,
su compromiso de financiamiento de la expedición original. Los cruzados
asediaron y conquistaron Constantinopla en 1204 y la saquearon
durante varios días. Luego proclamaron en su lugar el Imperio latino de
Constantinopla, que perduró hasta 1261.

Las Cruzadas menores


La Séptima Cruzada tuvo lugar entre 1248 y 1254, a cargo de Luis IX de
Francia.
 Quinta Cruzada. Inició en 1217 y culminó en 1221. Se proponía derrotar
al Estado ayubí de Egipto, como vía hacia la reconquista de Jerusalén.
Se reunió un gran ejército y se lo puso al mando del rey Andrés II de
Hungría y del duque Leopoldo VI de Austria por iniciativa del papa
Inocencio III y su sucesor Honorio III. Luego de capturar Damieta, en la
desembocadura del Nilo, los cruzados intentaron atacar El Cairo pero las
fuerzas musulmanas y las inundaciones del Nilo los obligaron a retirarse
y a abandonar las conquistas anteriores.
 Sexta Cruzada. Tuvo lugar entre 1228 y 1229 a cargo de Federico II
Hohenstaufen, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, quien
había sido excomulgado por el Papa por no haber marchado antes a
Tierra Santa y, por lo tanto, emprendió la campaña sin el aval papal. Las
tensiones internas del Islam le permitieron al emperador germano
entablar negociaciones con el sultán de Egipto y Siria, al-Kamil, quien
enfrentaba conflictos políticos dentro de su vasto territorio. Así Federico
II obtuvo Jerusalén, Belén, Nazaret y otras ciudades a condición de
permitir la permanencia y el libre tránsito de los musulmanes.
 Séptima Cruzada. Tuvo lugar entre 1248 y 1254, a cargo de Luis IX de
Francia, una vez que la tregua firmada al término de la Sexta Cruzada
había vencido y los musulmanes habían reconquistado Jerusalén en
1244. Los cruzados fueron derrotados en Egipto, al igual que en la
Quinta Cruzada, y fueron hechos prisioneros. Luis IX y sus tropas fueron
luego rescatados.
 Octava Cruzada. En 1270, Luis IX reintentó la conquista de tierras
musulmanas desembarcando en Túnez con la intención de avanzar
luego sobre Egipto, donde gobernaba ahora el sultán mameluco Baibars.
Pero contrajo disentería y murió a los pocos días. Entonces el príncipe
Eduardo de Inglaterra se sumó a los esfuerzos del fallecido Luis IX y
dirigió sus tropas hacia Palestina en lo que algunos consideran una
Novena Cruzada, pero este también fracasó en 1272. En adelante, los
Estados cruzados fueron perdiendo territorios frente al avance
mameluco y dejaron de existir en 1291 (por esta razón, algunos
historiadores sitúan en este año el fin de las Cruzadas). El último reducto
cruzado en la región fue la isla de Arwad que fue conquistada por los
mamelucos en 1302.

Los Estados cruzados


El avance de la Primera Cruzada por Anatolia, Siria y Palestina promovió la
creación de cuatro Estados cristianos que tenían la función de asegurar
los territorios conquistados. Son conocidos como Estados cruzados o
Estados latinos de Oriente.

Cada uno de estos Estados quedó a cargo de un líder cruzado que ejercía la
autoridad sobre su población cristiana y musulmana. Muchos cruzados que
cumplían sus votos al visitar el Santo Sepulcro retornaban a Europa,
mientras que otros permanecían y se ponían bajo la autoridad de los
gobernantes cristianos.
Estos Estados se organizaron principalmente según un orden feudal: el líder
militar reclamaba territorios por derecho de conquista y repartía tierras y
responsabilidades entre sus seguidores, que le debían fidelidad.

 El condado de Edesa (1098-1144). Fue el primer Estado cruzado.


Creado por Balduino de Boulogne en Siria, quien posteriormente se
proclamó rey de Jerusalén, fue también el primer Estado cruzado en
desaparecer, pues fue conquistado por los turcos selyúcidas en 1144,
hecho que desencadenó la Segunda Cruzada.
 El principado de Antioquía (1098-1268). Al sur de la actual Turquía,
este Estado quedó a cargo de Bohemundo de Tarento, quien luego de
ser tomado prisionero por los musulmanes y finalmente liberado, dejó
como regente a su sobrino Tancredo. Este principado atravesó diversos
conflictos y pérdidas territoriales hasta su disolución en 1268 a manos
de los mamelucos del sultán Balibar.
 El condado de Trípoli (1109-1268). El asedio de Trípoli en el Líbano
fue conducido inicialmente por Raimundo de Saint-Gilles, quien llegó a
ostentar el título de conde de Trípoli por haber conquistado las tierras
vecinas. El asedio fue completado luego de su muerte. Así se creó el
condado de Trípoli, que perduró hasta 1268 cuando cayó ante los
mamelucos.
 El reino de Jerusalén (1099-1187). La conquista de Jerusalén tuvo
como protagonista a Godofredo de Bouillón, quien logró vencer a los
musulmanes fatimíes que habían, a su vez, expulsado a los turcos
selyúcidas. El resultado inmediato fue una masacre de población
musulmana y judía acompañada de la captura de prisioneros. Godofredo
se proclamó gobernante de Jerusalén con el título de “protector del
Santo Sepulcro” y, a su muerte, fue sucedido por su hermano Balduino
que adoptó el título de rey de Jerusalén. Este reino fue perdido a manos
del sultán Saladino en 1187. Durante la Tercera Cruzada los cristianos
recuperaron territorios en la costa de Palestina y establecieron su centro
en Acre (en el actual Israel). Además fundaron el reino de Chipre. Acre
fue finalmente conquistada por los mamelucos en 1291 y esto signó el
fin de los Estados cruzados.

Los cruzados
Muchos individuos veían la ocasión de alistarse y ser perdonados por sus
pecados.
Las primeras Cruzadas convocaron a personas de toda condición social y
de distintos puntos de Europa. Algunos sectores humildes y marginales
participaron en la llamada “Cruzada popular” que no contó con la aprobación
del Papa, pero otros se integraron en las Cruzadas oficiales junto a nobles y
caballeros que iban mejor equipados y entrenados. A partir de la Segunda
Cruzada adquirieron protagonismo algunos reyes en la conducción de estas
expediciones.

Las razones para participar en las Cruzadas eran diversas. La más visible era
el fervor religioso que podían experimentar todos los estratos sociales de la
cristiandad occidental, motivados por la defensa de la Tierra Santa o por la
indulgencia plenaria. Pero también fue importante la ambición política de
algunos nobles que deseaban conquistar territorios y los intereses económicos
de sectores de la baja nobleza o de condición social menos privilegiada que se
beneficiaron de la rapiña, el botín o la obtención de tierras para usufructuar.

Algunos simplemente seguían a sus señores, a quienes debían fidelidad (esta


forma de reclutamiento por obligaciones de vasallaje parece haber sido
predominante a partir de la Tercera Cruzada). Algunos mercaderes podían
aprovechar las rutas de traslado a Medio Oriente como una oportunidad
de negocios y otros individuos podían estar motivados por la obtención de
títulos nobiliarios como recompensa por acompañar a los líderes cruzados.

El éxito de la Primera Cruzada y el asentamiento de los cruzados en Siria y


Palestina fomentó además la creación de órdenes monásticas y militares que
tenían la misión de proteger a los peregrinos y defender las nuevas
posesiones cristianas. Así nacieron los caballeros templarios (1119-1314), los
caballeros hospitalarios (surgidos en 1113 y famosos, entre otras cosas, por su
control de castillos como el Crac de los caballeros en Siria), los caballeros
teutones (cuya orden fue fundada en 1190), entre otros. Estos monjes-
guerreros tomaban votos monásticos y se dedicaban a la actividad militar.

La organización militar de los cruzados dependía tanto de la caballería como de


la infantería. Las unidades se formaban a partir de la jura de fidelidad a un
líder cruzado. El traslado desde Europa se hizo inicialmente por vía terrestre
pero a partir de la Tercera Cruzada se hizo más frecuente el recurso a
embarcaciones, generalmente proveídas por ciudades comerciales italianas
como Venecia y Génova.

¿Contra quién se dirigían los cruzados?


El poder político y religioso de los musulmanes competía con el del
cristianismo.
Las Cruzadas a Tierra Santa se dirigían contra poblaciones musulmanas. El
primer objetivo de los cruzados era expulsar de los Santos Lugares a los turcos
selyúcidas. A fines del siglo XI estos dominaban gran parte de Medio Oriente y
amenazaban al Imperio bizantino. Si bien los cruzados se enfrentaron con los
selyúcidas en las primeras Cruzadas, el sitio de Jerusalén en 1099 fue dirigido
contra los fatimíes que gobernaban desde Egipto y que habían expulsado a los
selyúcidas de dicha ciudad.

Otros adversarios musulmanes de los cruzados fueron los ayubíes, que


respondían a la autoridad del sultán de Egipto y Siria (Saladino o sus
sucesores); los mamelucos, entre cuyos sultanes se destacó Baibars I; y los
almorávides que fueron vencidos por cruzados al servicio del rey de Portugal
en la península ibérica como parte de la llamada Reconquista.
Los cruzados también se enfrentaron con poblaciones cristianas,
especialmente en el Imperio bizantino, y ejercieron la violencia sobre
poblaciones judías. Otros episodios que fueron llamados “Cruzadas” se libraron
en territorio europeo y se dirigieron contra cristianos “herejes”, como la guerra
contra los albigenses del sur de Francia, y contra “paganos”, como las
Cruzadas bálticas.

Consecuencias de las Cruzadas


Las Cruzadas tuvieron diversas consecuencias en Europa y Medio Oriente,
entre ellas:

 Detuvieron el avance del Islam hacia occidente y preservaron la


hegemonía cristiana en Europa.
 Ampliaron la influencia del papado en el mundo occidental e incluso,
durante un tiempo, entre los cristianos de oriente, aunque las diferencias
entre cristianismo oriental y occidental se acentuaron y tornaron
irreversible la separación entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa.
 Determinaron el declive del Imperio bizantino, que se desintegró
finalmente en 1453 tras la caída de Constantinopla frente a los turcos
otomanos.
 Aumentaron la presencia cristiana en regiones de Medio Oriente y otros
lugares de Asia, incluida la promoción de misiones franciscanas y
dominicas.
 Reforzaron la idea de unidad religiosa y cultural de la Europa occidental
cristiana en oposición al oriente musulmán e incrementaron la
intolerancia religiosa contra musulmanes, judíos y quienes eran
considerados paganos y herejes.
 Le dieron un nuevo impulso al comercio entre oriente y occidente, lo que
introdujo nuevos cultivos y productos exóticos en Europa, y favorecieron
la recepción occidental de ciencias, artes y filosofía del Islam, así como
de obras griegas que conservaba el Imperio bizantino o que habían sido
traducidas y comentadas por intelectuales árabes (aunque tuvo mayor
impacto en esto la Reconquista en la península ibérica).
 Arruinaron a muchos señores feudales que habían abandonado, vendido
o hipotecado sus tierras para dirigirse a Tierra Santa, mientras que
beneficiaron a comerciantes de las ciudades y fortalecieron a algunas
casas reales europeas que habían concentrado recursos mediante
impuestos y aranceles al comercio.
 Aumentaron la hegemonía de grandes ciudades comerciales como
Venecia, Génova y Pisa que controlaban las rutas de intercambio con
Medio Oriente.
 Incentivaron la formación de órdenes religioso-militares creadas con el
fin de participar en las Cruzadas y proteger a los peregrinos; algunas de
ellas acumularon poder y riquezas e inspiraron la creación de otras
órdenes, pero en ocasiones entraron en conflicto con los poderes
eclesiástico y secular (como sucedió con la Orden de los Templarios,
que fue disuelta en el siglo XIV).
 Acentuaron las divisiones dentro del Islam pero también intensificaron
sus diferencias con los poderes cristianos, cuyo comportamiento durante
las Cruzadas fue motivo de reprensión.
 Estimularon la elaboración de narraciones que durante siglos exaltaron
el heroísmo ya sea de reyes y nobles europeos al servicio de la
cristiandad (en el occidente cristiano) o bien de gobernantes que habían
luchado en defensa del Islam (como Salah al-Din Yusuf ibn Ayyub,
conocido en occidente como Saladino).
 Difundieron la idea de cruzada religiosa y “guerra santa” que influyó en
la concepción de expansiones posteriores, como por ejemplo la
conquista del Nuevo Mundo.

El perdón por las Cruzadas


Juan Pablo II pidió perdón por las masacres cometidas en nombre de Dios.
En el año 2000, el entonces Papa de la Iglesia católica Juan Pablo II confesó
públicamente las “culpas del pasado” y pidió perdón por los actos de
intolerancia y violencia cometidos en nombre de la fe católica a lo largo de la
historia.

Entre los hechos que motivaron esta manifestación de arrepentimiento y


penitencia se contaban, aunque sin nombrarlos, los crímenes de
la Inquisición y las masacres perpetradas durante las Cruzadas.

Otras cruzadas
Otras guerras y episodios de violencia fueron denominados “Cruzadas”, pero
no formaron parte del esfuerzo católico por recuperar o defender Tierra Santa.
Entre ellos, se destacan los siguientes:

 La Cruzada albigense (1209-1229) se dirigió contra los cátaros o


albigenses del sur de Francia que predicaban una doctrina gnóstica
cristiana considerada herética por la Iglesia católica. El Papa recurrió a
la corona francesa y comenzó una guerra que concluyó con la victoria de
los cruzados del rey de Francia sobre el condado de Tolosa que
cobijaba a los albigenses. De todos modos, el movimiento cátaro no se
extinguió y siguió siendo perseguido por la Inquisición.
 La Reconquista en la península ibérica también adquirió carácter de
Cruzada. Por ejemplo, los cruzados que marchaban hacia Tierra Santa
en 1147 recibieron la misión eclesiástica de expulsar a los musulmanes
de Lisboa, Almería y Tarragona, y la batalla de Las Navas de Tolosa que
tuvo lugar en 1212 recibió contingentes de diversas partes de Europa
debido a que el papa Inocencio III la predicó como una Cruzada.
 Las Cruzadas bálticas fueron protagonizadas por los caballeros de la
Orden Teutónica que había sido creada durante la Tercera Cruzada. Se
dirigieron contra las poblaciones paganas de la región báltica a partir del
siglo XIII. Los teutones recibieron la aprobación del Papa y del
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico para gobernar las
tierras conquistadas en Prusia y otras áreas limítrofes e imponer su
cristianización.
 La Cruzada de Nicópolis convocó en 1385 a un gran número de tropas
europeas por solicitud del rey Segismundo de Hungría con el objetivo de
detener el avance de los turcos otomanos en Europa. La batalla decisiva
tuvo lugar en 1396 y supuso una derrota para los cristianos frente a las
fuerzas musulmanas del sultán otomano Bayezid I.
 La llamada “Cruzada de los niños” (1212) no fue realmente una
Cruzada ni se compuso mayoritariamente de niños. Fue un movimiento
popular que parece haber sido inspirado por un joven pastor de
Alemania que convocó a un buen número de personas (entre ellas,
niños y adolescentes, pero también adultos pobres y marginados). Si
bien el objetivo parece haber sido llegar a Tierra Santa desde Génova,
no lograron salir de Europa. Otros movimientos similares pudieron haber
confluido con este. De todos modos, los relatos acerca de esta
movilización y acerca de sus inspiradores parecen mezclar la historia
con la ficción.

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