Tema 4.el Psicoanálisis - HCP
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EL PSICOANÁLISIS.
1. FREUD Y EL NACIMIENTO DEL PSICOANÁLISIS.
Comenzamos el tema leyendo un texto del libro de Barch (2018) y viendo el documental titulado “Genius of the
modern world: Sigmund Freud” (lo podéis encontrar en Netflix)
Sigmund Freud nació en Moravia en 1856, aunque vivió en Viena desde los 4 años. Pertenecía a una familia judía
por lo que siempre tuvo que hacer frente al antisemitismo que se sufría en Europa. Carpintero (2013) recoge una
frase de Freud, recogida por Bakan, autor de una tesis obre Freud ,en la que Freud afirma que “ quizá tampoco
sea simple casualidad el hecho de que el primer representante del psicoanálisis fuese un judío. Para profesar
esta ciencia era preciso estar muy dispuesto a soportar el destino de aislamiento en la oposición, destino más
familiar al judío que a cualquier otro hombre”.
Vamos a revisar la vida de Freud y sus principales influencias a través de la descripción que realiza Hetershall
La familia de Freud huyó a Viena escapando de un entorno antisemita. Freud siempre destacó como estudiante.
Un ejemplo de ello es que “Era experto en alemán, francés, inglés, italiano, español, hebrero, latín y griego
“(Jones citado en Hotershall,1997 ,281) . Se formó en medicina y comenzó sus investigaciones en el laboratorio
de fisiología de Brucke, en el que destacó pero que abandonó al no ser promocionado. En los siguientes años, al
trabajar en la clínica de Meynert, vio sus primeros pacientes histéricos.
Hotershall describe como tuvo una gran repercusión en Freud el conocer el caso de Anna O. tratado por Breuer,
un neurólogo vienés, al que Freud admiraba y consideraba su amigo. Anna O. fue una paciente que sufría signos
histéricos y que Breuner trataba analizando sus recuerdos. Utilizaba la hipnosis en ocasiones y encontró que
cuando Anna contaba sus recuerdos sobre la enfermedad y el cuidado de su padre cuando era niña luego se
encontraba mucho mejor. Lo denominó catarsis, y describía el tratamiento de Ana como “la cura del habla”.
Hotershall (1997) describe como Freud fue muy criticado por la comunidad médica al ser un firme defensor de la
cocaína. La empezó a utilizar en 1884 y defendió sus efectos benéficos. En esos años no se conocían aun sus
efectos negativos y la fuerte adicción que provocaba. Logró dejar de consumirla aunque nunca consiguió dejar la
nicotina, a pesar de ser el origen de sus problemas de salud y más tarde del cáncer de garganta que desarrolló.
En el año 1885 logró una beca para trabajar con Charcot (1825-1893), uno de los neurólogos más reconocidos
hasta el momento. Este neurólogo tuvo una gran influencia en Freud ya que trataba casos de histeria a través de
la hipnosis. Charcot consideraba que el origen de la histeria no radicaba en un problema físico sino en procesos
psíquicos ligados a traumas que habían afectado de manera inconsciente a la persona.
Freud comenzó a tratar a sus pacientes partiendo de la idea de que determinados traumas inconscientes podían
estar influyendo en la conducta de sus pacientes. Comenzó trabajando en Viena y formándose en hipnosis en
Francia pero la utilización de este método no le convenció. Consideraba que la relación que los pacientes
establecían con él tenía que ser un elemento clave de la terapia y se preguntaba qué otras técnicas podía utilizar
para aliviar los recuerdos reprimidos.
Comenzó a desarrollar el método de la asociación libre, por el cual le pedía a los pacientes que contasen todo lo
que se les venía a la cabeza sobre el momento en el que notaron los primeros síntomas. También continuó
profundizando en el concepto de transferencia, en cómo los pacientes le atribuían al terapeuta las características
que veían en aquellas personas más importantes para ellas y como los terapeutas, a través de la
contratransferencia, respondían a esta transferencia. Freud completó sus herramientas para analizar el
pensamiento inconsciente con su propuesta sobre la interpretación de los sueños. Consideraba que en los
sueños se podía observar un “contenido latente” en el que descubrir los deseos reprimidos de los pacientes. Esta
técnica la completó con la interpretación de los lapsus que cometemos al hablar y pequeños errores que
repetimos a diario. Estas equivocaciones también pueden dar pistas al terapeuta sobre conflictos y deseos
inconscientes.
Freud estaba más interesado en estudiar la mente que en la labor de psicoterapeuta, en la que llegó a ser un
reputado especialista. Su reconocido prestigio y el hecho de haber tratado a pacientes con gran poder le
permitió salir de Viena cuando el acoso a los judíos ya era insoportable. En principio Freud consideraba que
Alemania podría parar el movimiento nazi pero los hechos le mostraron que no iba a ser así. Logró emigrar a
Londres aunque la Gestapo antes de salir le obligó a firmar un documento en el que dejase escrito que había sido
tratado bien y había podido investigar con libertad. Freud no pudo sino escribir un comentario irónico en el que
afirmaba que “ A cualquiera le puedo recomendar ampliamente a la Gestapo” (Freud citado en
Hotershall,1997,p.299). El y su hija Anna Freud (psicoanalista que continuó con el desarrollo de sus
planteamientos tras la muerte de Freud) lograron huir pero cuatro de sus hermanas murieron en Auswich. Él
murió en Londres de un cáncer de garganta contra el que llevaba años luchando.
Lo consciente hace referencia a los pensamientos, sentimientos, a los que podemos acceder con
facilidad.
Lo preconsciente serían aquella información que, aunque no la utilizamos de forma consciente
habitualmente podríamos acceder a ella si intentamos recuperar nuestros recuerdos, ideas.
Lo inconsciente, la parte que mayor influencia tiene en nuestra conducta, contiene las ideas, los
recuerdos, los deseos que no podemos manejar a nivel consciente porque nos generarían una gran crisis
y que por lo tanto reprimimos y olvidamos para que no perturbe nuestro día a día.
Esta primera teoría evolucionó hasta dar forma a su teoría de la mente en la que considera que esta está
formada por tres instancias en conflicto: el ello, el yo y el superyó. Nuestra vida está marcada por la interacción
de estas tres estructuras de cara a intentar mantener nuestro equilibrio mental y adaptarnos con éxito a nuestro
entorno.
• El ello es la estructura con la que nacemos. En ella residen nuestros instintos básicos. Se rige por el “principio
del placer” exclusivamente: cuando experimenta una necesidad, busca inmediatamente una gratificación.
Funciona a nivel inconsciente. Hasta los dos años de vida es la única encargada de gestionar nuestra conducta en
base al principio del placer evitando el dolor. Este nivel es totalmente irracional, no hay ningún control racional;
lo que se desea se quiere conseguir plenamente y sin dilación, pero esto es imposible, lo que explica que exista
otro nivel de la personalidad. Según Burgos (2014 ) en el ello residen los instintos más básicos. En un primer
momento Freud consideró que estos eran el sexual y el de conservación pero después de la primera guerra
mundial incluyó los impulsos de muerte o destrucción.
• Poco después aparece el yo, fruto de los aprendizajes que hemos realizado en nuestra interacción con el
entorno. Se trata de una instancia que opera siguiendo el principio de la realidad. Es consciente de las
necesidades del ello y de las posibilidades del mundo real, y su función es coordinar ambas. Por eso se dice que
está dominado por el “principio de la realidad”: el mundo real ejerce un fuerte control sobre él y él trata de
mantener el equilibrio entre la realidad y el deseo. El yo debe de explorar el entorno y juzgar en que momentos y
de que manera aplicar los mecanismos de defensa para evitar que el conflicto entre el ello y el superyó genere
demasiada ansiedad. (los mecanismos de defensa los habéis trabajado en la asignatura de personalidad)
• El superyó es la última estructura en aparecer (alrededor de cuatro-cinco años) . Surge como consecuencia de
los límites que la sociedad impone al yo. Constituye un sistema de control que va interiorizando todas las normas
sociales y todas las restricciones que se aplican en la búsqueda del placer Busca que obremos bien y para ello se
enfrenta con el yo y el ello. Busca que el yo actué como actuaria un yo ideal adapta a las normas sociales y a
cómo debe de ser una persona ideal. Es el origen del sentimiento de culpa cuando se transgreden sus normas.
Para Freud ni siquiera las personas con mejor salud mental son capaces de conocer la mayoría de lo que ocurre
en su mente. Consideraba que el inconsciente estaba implicado en la mayoría de nuestras conductas.
Para Freud, ninguna conducta ocurre al azar (determinismo) sino que está condicionada por factores de la
estructura mental individual y por sus conflictios.
Considera que los problemas de salud mental tienen su origen en la primera infancia cuando los
conflictos que se viven impiden el normal desarrollo de la personalidad.
Considera que los conflictos princialmente tienen un carácter sexual, de represión de la sexualidad. Estos
conflictos del pasado perdurarían en el presente al determinar las relaciones que la persona mantiene.
Considera que la conducta patológica es esencialmente energía extraviada, mal dirigida. La persona no
es capaz de gestionar las relaciones entre el ello, yo y superyó y esto le genera problemas conductuales.
También considera que la conducta está influída por cómo la persona se relaciona, actua, en el mundo
real.
Freud, basándose en los conocimientos obtenidos en el tratamiento de sus pacientes y en su propio
autoanálisis, elaboró diferentes propuestas teóricas para explicar cómo es la estructura de nuestra
mente y en qué medida estas estructuras controlan nuestra conducta y cómo vamos desarrollando
nuestra personalidad al mismo tiempo que avanzamos en nuestro desarrollo sexual.
A través del psicoanálisis y las técnicas que había desarrollado para llevarlo a cabo (asociación libre, análisis de
los sueños, análisis de los lapsus y errores cotidianos y estudio de los procesos de transferencia y
contratransferencia y de resistencia y defensa) podía tener acceso a la información inconsciente que está
determinando el comportamiento del paciente. Analizar esta información le ayudaría a resolver sus problemas.
Algunas de las técnicas que utilizaba son las siguientes:
• Asociación libre: En el psicoanálisis se le pide al paciente que cuente todo lo que se le pase por la cabeza, sin
ninguna censura. El tratamiento consiste en que usted se acueste en este diván, se ponga en la actitud más
cómoda y serena posible y trate de decir todo lo que vaya apareciendo en su mente, con la mayor libertad y la
menor reserva, tratando de ser lo más espontáneo, libre y sincero que pueda.
• Análisis de los sueños: Freud consideraba que en los sueños las personas intentábamos satisfacer los deseos
reprimidos. Para poder superar nuestra propia censura estos deseos aparecen “camuflados” y requieren que el
psicoanalista sepa interpretarlos.
• Análisis de los lapsus y errores cotidianos. El análisis de los errores que cometemos en ocasiones al hablar
también considera que puede ser interesante ya que nos proporciona pistas de lo que realmente desea la
persona.
• Procesos de transferencia. La transferencia hace referencia la necesidad de los pacientes de reproducir en su
relación con el terapeuta las emociones y las relaciones que han vivido en su pasado y que han tenido mayor
peso en su vida. El análisis del surgimiento de estos sentimientos y modos de relacionarse a lo largo de la terapia
facilita que el terapeuta pueda entender mejor al paciente y ayudarle a entender cómo estas relaciones pasadas
están marcando sus relaciones actuales.
• Los procesos de resistencia son las actitudes, acciones, palabras que los pacientes utilizan para intentar que el
terapeuta no acceda a determinada información inconsciente. El terapeuta debe de detectar estos procesos y
hacérselo ver al paciente.
Consideraba que el psicoanálisis era necesario para las personas con problemas de neurosis (no de psicosis
porque no podrían aplicar lo que se aprende sobre uno mismo en el proceso de psicoanalizarte) y para cualquier
persona que se quisiese conocer mejor. También lo consideraba imprescindible para los psicoanalistas,como
comentamos anteriormente, para que no proyectases sus problemas en los pacientes a los que atendían.
En sus planteamientos también destaca la teoría que elaboró sobre las fases de construcción de la personalidad
(la habéis visto en personalidad) y, dentro de esta, la definición que realiza del complejo de Edipo y de Electra.
Freud consideraba que durante la fase fálica el niño experimenta deseos por su madre y hostilidad hacia su
padre (complejo de Edipo). La resolución de esta situación ocurre cuando el niño, ante el temor a su padre, se
identifica con él. El complejo de Electra fue utilizado por Freud para describir las experiencias de las niñas en la
fase fálica, en la que se sentirían atraídas por su padre y sentirían rechazo por su madre. Este planteamiento fue
modificado por Freud más tarde al hablar del complejo de castración para las mujeres. Estos planteamientos han
sido muy criticados por carecer de base científica.
• El método de recopilación de datos. Freud se basó en los datos que había recopilado de sus pacientes pero lo
había hecho sin utilizar algún proceso que garantizase su rigurosidad. En este sentido también se ha criticado
mucho que sus teorías sobre el desarrollo de la persona se basen en datos de personas con importantes
problemas de salud mental.
• Los términos de Freud son muy difíciles de definir de forma que se puedan operativizar y analizar
científicamente
• Freud no aceptaba las críticas que se le habían y de hecho rompió su relación con muchos de sus principales
discípulos por esta razón. Esta falta de autocrítica también se le atribuye a los grupos psicoanalíticos que se
crearon.
• Se considera que el psicoterapeuta, al atribuir sentido a las asociaciones libres que realiza el paciente, a la hora
de interpretar sus sueños, puede llevarle hacia una interpretación que encaje con sus planteamientos.
• Duración, coste y eficacia limitada del psicoanálisis. Aunque las terapias que realizaba Freud no se alargaban
en el tiempo, los tratamientos psicoanalíticos si que pueden durar años. Esto, unido a su coste y a las pocas
evidencias que existen sobre su eficacia (en parte por la negativa de los psicoanalistas a realizar este tipo de
investigaciones) ha sido muy criticado.
• No es falsable (no es posible hacer predicciones que vayan en contra del psicoanálisis). Esta es una de las
principales críticas que se le han hecho al psicoanálisis. En todos los casos la teoría psicológica se confirma
porque cuando la interpretación de lo dicho por el paciente encaja se considera que es una evidencia y cuando
no encaja se considera que el paciente puede estar reprimiendo esta información por ejemplo, o utilizando un
determinado tipo de mecanismo de defensa que al final permite seguir manteniendo la teoría. Esto le llevó a
Popper, uno de los grandes filósofos de la ciencia, a establecer la teoría de la falsación por la que cualquier
planteamiento que quiera ser reconocido como científico debe de ser posible contrastarlo con la realidad para
poder comprobar su falsedad. Esta imposibilidad de comprobar los planteamientos utilizando una metodología
científica alejó el psicoanálisis del mundo académico. Al mismo tiempo, los psicoanalistas consideraban que la
universidad no era un entorno adecuado para formar a un psicoanalista ya que esto requiere que el psicólogo
sea psicoanalizado y que pueda aprender a través de la experiencia real en el tratamiento.
Estas críticas no niegan la importancia que tuvo el psicoanálisis en la psicología y en otros campos de la
psicología occidental (arte, filosofía...) Nos gustaría destacar siguiendo a Burgos (2014) su relevancia a la hora de:
Para terminar este tema hemos analizado la revisión publicada por Shedler,(2010). Si os acordáis la revisamos en
clase a través del análisis de un caso. A continuación os adjunto un resumen de esta revisión.
El objetivo de este estudio fue revisar las investigaciones sobre la eficacia de la psicoterapia psicodinámica. El
autor plantea como las terapias psicodinámicas son presentadas dentro del mundo académico como terapias sin
evidencia científica. Según este investigador esto puede deberse a la poca importancia que se le ha dado desde
el mundo psicodinámico a la evaluación rigurosa de sus intervenciones y al poco interés del mundo académico e
investigador por estos temas, ya que se consideran como carentes de interés al no tener una base científica que
los sostenga. Shedler (2010) considera también que la diseminación de los estudios sobre la eficacia de las
terapias psicodinámicas ha dificultado posicionarse ante estos temas.
Shelder define las psicoterapias psicodinámicas breves como aquellos tratamientos basados en los conceptos y
la metodología del psicoanálisis pero que tienen una duración y frecuencia menor que las terapias psicoanalíticas
tradicionales.
Shelder recoge los resultados del estudio realizado por Hilsenroth (2000) para diferenciar las terapias
psicodinámicas de las terapias cognitivo conductuales y en el que encuentra 7 importantes diferencias. En el
artículo de infocop las resumen como sigue ((http://www.infocop.es/view_article.asp?id=2850):
• A través de la terapia se busca que los pacientes se puedan liberar de experiencias pasadas, principalmente
en relación a la infancia y las relaciones con las figuras de apego. Se busca que los pacientes sean conscientes de
cómo estas experiencias les están influyendo en su presente.
• Se presta mucha atención a las relaciones interpersonales, principalmente las mantenidas con las personas a
las que estamos apegadas. Es a través de estas experienicas como construimos nuestra autoestima y nuestra
personalidad.
• Se ayuda al paciente a explorar los deseos, miedos, sueños, fantasías de la persona. Estas se consideran
claves a la hora de entender como la persona se ve a si mismo y a los demás. El estudio muestra como las
terapias psicodinámicas han mostrado evidencias de eficacia similares a las de otras terapias en trastornos como
la depresión o por ejemplo la ansiedad. Expone que es necesario continuar la investigación en este campo ya que
una de las limitaciones es que las investigaciones sobre las terapias psicodinámicas realizadas con
procedimientos rigurosos son escasas. El acercamiento del mundo académico e investigador y el de la práctica
psicodinámica considera que podría aportar resultados muy interesantes.
Adler (1870-1937) se distanció de Freud al dar menos importancia a la sexualidad. Según avanzó en el desarrollo
de sus teorías rechazó elementos tan fundamentales como el poder del inconsciente. Al final sus posiciones
están muy cerca de la psicología humanista que revisaremos en el siguiente tema.
Adler desarrollo una psicología que se denominó “psicología individual” ya que estaba muy centrada en conocer
bien a cada una de las personas y centrarse principalmente en el análisis de la autoestima. Diversos
investigadores no consideran representativo de Alder este término porque en sus planteamientos también da
mucha importancia a la sociedad. Consideraba que lo que movía a las personas no eran los impulsos sexuales
sino el afán de superación y la evitación del complejo de inferioridad que en ocasiones sentimos.
Jung fue otro de los seguidores de Freud que terminó rompiendo su relación con él ya que Freud no aceptaba
que pudiese cuestionar la importancia de los conflictos sexuales. Jung consideraba que a las personas nos movía
una energía psíquica que motivaba la aparición de nuestros deseos pero que estos deseos no se restringían a los
deseos de tipo sexual.
Su aportación más relevante fue la idea del inconsciente colectivo. Jung había dedicado mucho esfuerzo al
estudio de los mitos y leyendas dándose cuenta de que había determinados símbolos que se encontraban en
muchas de ellas y que también observaba en las creencias de los enfermos mentales y en algunas religiones
primitivas. Esto le llevó a postular la existencia de un inconsciente colectivo. Este inconsciente colectivo sería
como los conocimientos y la memoria que compartimos como especie.
Según Burgos (2014) Jung consideraba que heredábamos una serie de “arquetipos”, una mezcla de imágenes y
emociones, que habría desarrollado nuestra especie a lo largo de la historia. Cuando una experiencia coincide
con estos arquetipos las personas responderíamos igual que lo han hecho nuestros antepasados.