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Lafuente, la leyenda del boxeo boliviano

El exdestacado pugilista valluno


Remberto Lafuente Quiroga, que
participó en los Juegos
Bolivarianos de Panamá en 1973,
fue campeón nacional y
departamental en la categoría
pluma en las décadas del 60 y 70.
Protagonizó varias peleas
internacionales y un centenar a
nivel nacional y departamental, también fue entrenador. Además, consiguió
muchos lauros en su carrera deportiva.
Alcanzó estos logros luego de superar una serie de adversidades en su vida,
ya que quedó huérfano cuando era muy pequeño.
- ¿Cómo incursiona en el boxeo?
- Un día conocí al destacado boxeador Humberto Pérez, de quien llevaba su
maletín cuando tenía que pelear.
Pero mi intención de ser boxeador no se cumplió muy pronto, ya que no
querían enseñarme a combatir, pero viendo cómo peleaban en los
entrenamientos aprendí algo.
- ¿Cómo fue su debut?
- En 1965, un día, cuando me
encontraba en Pocitos, Argentina,
hicieron mucha propaganda para un
combate y yo fui de espectador,
después del cuarto combate no
apareció el rival (no recuerdo el

nombre),entonces los
organizadores me
preguntaron si me animaba a
subir al cuadrilátero para el
choque de fondo de la
jornada, me llevaron al
vestuario, me quitaron mi ropa y me pusieron un short, luego me vendaron las
manos y me calzaron los guantes.
Sabiendo que mi rival era de mayor edad y con amplia experiencia, subí al ring
con mucha cautela. Él empezó a perseguirme y me lanzó un golpe violento que
esquive y fue a pegar a las cuerdas, trataba de eludir los golpes, ya que mi
objetivo era sumar puntos, mientras que mi contrincante quería acabar rápido
el duelo y ganarme por nocaut. Menos mal que ninguno de los golpes me hizo
daño, además contaba con el apoyo del público; al final el árbitro nos llamó al
centro y alzó mi mano como vencedor, ello colmó de rabia a mi rival que quería
pegar a todos, porque lo había humillado. Esta victoria me llenó de satisfacción
y decidí seguir boxeando.
- ¿Qué otras peleas recuerda?
- La más importante de mi carrera fue en los Juegos Bolivarianos de Panamá
en 1973, en los que logré una medalla de
bronce, aunque mi objetivo, cuando me
preparaba, era conseguir una de oro, o
por lo menos de plata para Bolivia, pero
no pude ya que viajé luego de sufrir un
accidente en la esquina de la plaza 14 de
septiembre, cuando iba en mi bicicleta me
atropelló un micro y me reventé el labio al
caer en el guardabarros de una camioneta
estacionada.
Pese a este problema, los dirigentes
decidieron incluirme en la delegación nacional.
Cuando peleaba en busca de una medalla, mi rival se dio cuenta que tenía el
labio partido y me dio un golpe en ese lugar, haciéndome sangrar, motivo por
el cual el árbitro suspendió el combate y me tuve que conformar con la medalla
de bronce, ya que no pude llegar a la final por el título.
Otra pelea para el recuerdo fue ante Rogelio Jiménez, que había conseguido
en Panamá la medalla de plata en la categoría welter, aunque era de una
categoría superior, más conocido por su popularidad en Santa Cruz como la
“Perla negra”, pero ello no me asustó y realicé el mejor combate de mi vida, ya
que le di un golpe de suerte en el mentón y lo derribé, pero el árbitro, para que
no quedará mal, tardó en el conteo y dio lugar a que se levantará, pero le gané
por puntos.

El “Matador” hizo historia hace 5 años


Allá en los Estados Unidos de Norteamérica, en
la cuna del boxeo mundial, se produjo un hecho
histórico a nivel mundial para el país, para el
deporte en general y el viril deporte de los puños.
Fue en 2016, cuando Franklin “Matador” Mamani
se convirtió en el primer boxeador boliviano en
disputar un campeonato mundial de boxeo del
Consejo Mundial de Boxeo (WBC), división
ligero, frente al boxeador Serbio montenegrino –
Dejan Zlaticanin- pelea que tuvo una fuerte
repercusión a nivel nacional e internacional, por
primera
vez un
boliviano y en los Estados Unidos,
disputó el título mundial de boxeo en
New York, Estados Unidos, el sábado
11 de junio de 2016.
El Turning Stone de Verona de New
York fue el Coliseo que albergó el combate del “Matador” Mamani (Bolivia) Vs.
“Dinamita” Zlaticanin (Montenegro), ese histórico sábado de junio de 2016,
cuando los aficionados a este deporte, vieron por TV en Space este combate.
El “Matador” Mamani es el único boxeador boliviano en la historia en competir a
nivel mundial y por la WBC.
Pero, en el país que vive para el matador es muy difícil trabajar y entrenar a la
vez, para él es complicado debido a su profesión de teniente de la Policía
Boliviana. Mamani pudo estudiar con bastante sacrificio sin dejar el boxeo,
aunque en el camino se presentaron muchas trabas. Y lo más duro para un
deportista de elite mundial es que su Gobierno jamás lo ayudó, por ello solía
comentar que es muy triste y duro, encima de no ayudarte pese a que no es un
favor si una obligación del Estado y sus autoridades, te ponen obstáculos, hay
persecución, acoso y hostigamiento en su fuente de trabajo, según se pudo
conocer.
Franklin “El Matador” Mamani es un deportista de élite del boxeo mundial,
consagrado, el boxeador nacional lleva el boxeo en la sangre. Y, nada de esto
lo detiene, así sigue adelante con mucha fuerza, ganas y está determinado a
volver a pelear por el campeonato del Mundo, para darle ese regalo a su gente
y a su país, según confirmó a sus allegados.
Así como Eduardo Lamazon, experto periodista del Boxeo Mundial de TV
Azteca México lo dijo en su momento: Los mejores libra por libra de todos los
tiempos de cada país en América: Colombia: Kid Pambele; Venezuela: Betulio
González; Chile: Martin Vargas: Uruguay: Eduardo Evangelista; Paraguay: Kid
Pascualito; Argentina: Carlos Monzón; Brasil: Eder Jofre; Bolivia: Franklin
Mamani; Perú: Mauro Mina; Ecuador: Jaime Valladares; Puerto Rico: Wilfredo
Gómez; Panamá: Roberto Durán; Nicaragua: Alexis Arguello, entre algunos

Boxeo cochabambino en la “lona”

Don Gualberto Torrico exboxeador y


dirigente de esta disciplina nos relata lo
vivido años atrás cuando era deportista
y dirigente.

Incursioné en la dirigencia el año 1950,


pero anteriormente fui pugilista desde el
año 1934, cuando llegó a Cochabamba
después de la Guerra del Chaco, el
profesor Guerra, quien nos entrenaba a
los boxeadores de la época.

Yo vivía en la misma casa donde se entrenaba, junto a los hermanos Violeta,


quienes fueron grandes boxeadores y después entrenadores, José, por
ejemplo, fue campeón nacional en categorías pluma y liviano. Teníamos un
gimnasio donde practicábamos todas las tardes en la calle Santiváñez entre
Tumusla y Hamiraya, donde teníamos varios profesores entre ellos estaba
John Píctor, quien era un excelente pugilista.

El que fomentaba todas estas actividades era Víctor García, peruano de


nacimiento, quien pagaba el alquiler en la casa de los Pereira, donde teníamos
el ring y todo el material necesario para los entrenamientos, donde incluso
organizábamos campeonatos internos de boxeo, donde tuve la oportunidad de
ser campeón en la categoría gallo y después en categoría pluma.

Después pasaron los años, y me retiré de la actividad pugilística para


comenzar mi carrera de dirigente.

Fue el año 1950 cuando junto con un grupo de jóvenes con quienes fundamos
el Club Charcas, ingresé en la directiva de la Asociación como vicepresidente
de la entidad, cuando Walter Ríos Gamboa era el presidente, aunque en
realidad me eligieron a mí como presidente, pero le cedí el cargo a Wálter Ríos,
quien después incluso fue diplomático y embajador en Italia.

En 1952 comencé a ejercer el cargo principal de la Asociación y estuve al


frente de la entidad durante 16 años, donde tuve colaboradores muy buenos,
hasta diría excelentes, como Henrry Mendoza que fue mi secretario general,
también estuvo el doctor Antonio Mejía, por un tiempo Adrián la Torre, con
quienes tuvimos años de plena dedicación al pugilismo. Entre otros dirigentes
podemos citar a Franklin Peredo y Mario Soliz, no podemos olvidarnos de
nuestro cronometrista Gustavo Peredo.

Tuvimos festivales y campeonatos permanentes, contando con buenos


elementos que a nivel nacional siempre destacaban.

Entre los pugilistas destacados podemos citar a Juan Ponce campeón nacional
en categoría gallo, Alejandro Velásquez, el chinito Olivera que eran pugilistas
de jerarquía, como Jorgito Mendoza que fue campeón en categoría mosca.

Fuimos campeones nacionales en Oruro, campeones nacionales en La Paz,


campeones en Tarija y el último título conseguimos en Santa Cruz, un torneo
inolvidable.

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