Sistema Linfatico Final

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SISTEMA LINFATICO

En estos momentos tienes en tu cuerpo toda una red de conductos y estructuras trabajando para
mantenerte con vida y que aún así es muy posible que no conozcas. Te hablo del sistema linfático,
ese conjunto de vasos, órganos y tejidos que tiene funciones imprescindibles para la vida como
drenar los líquidos del cuerpo, transportar las grasas que absorbemos en el intestino o contribuir a
la respuesta inmunitaria de defensa contra un agente infeccioso.

El líquido que recorre por sus vasos es la linfa.

vamos a ver primero cómo se distribuye este “sistema linfático”. El sistema linfático está formado
por varios organos que actúan de forma conjunta para realizar varias funciones. Para empezar,
están los VASOS LINFÁTICOS, que recorren los distintos tejidos de tu cuerpo transportando un
líquido llamado linfa, de forma similar a los vasos sanguíneos transportando la sangre.

La linfa es un líquido incoloro compuesto de glóbulos blancos, proteínas, grasas y sales.

Surge a través del líquido del espacio intersticial de las células, el cual proviene del torrente
sanguíneo por algunas fugas de los capilares.

El líquido intersticial, como su nombre lo dice, es un liquido que contiene aminoácidos, azúcares,
ácidos grasos, coenzimas, hormonas, neurotransmisores, sales minerales y productos de desecho
de las células. La composición de este fluido depende de los intercambios entre las células en el
tejido y la sangre, y proviene del espacio intersticial de las células.

A medio camino de esos vasos linfáticos nos encontramos varias estructuras de forma ovalada
llamadas ganglios linfáticos. Se estima que tenemos aproximadamente unos 450 ganglios linfáticos
distribuidos por el cuerpo, aunque lo hacen predominantemente en zonas como en las axilas, las
ingles, el abdomen o el cuello.

De hecho un experimento que podéis hacer vosotros mismos es palparos el cuello y notar los
bultitos que vendrían a ser los ganglios.

A parte de los vasos y ganglios, el sistema linfático también está distribuido por otras zonas del
cuerpo como : tracto gastrointestinal, la médula ósea, el timo, el bazo o las amígdalas, cuyas
funciones veremos más adelante.

Vale, nos vamos haciendo una idea de cómo es el sistema linfático, pero ¿Cuál es su función
exactamente? Pues el sistema linfático no tiene una sola función, sino tres principalmente, así que
vamos a verlas una a una empezando por el transporte de las grasas.

Cuando comemos un alimento, este se va descomponiendo en partes cada vez más pequeñas que
son absorbidas en el tracto gastrointestinal para pasar a la sangre. ¿Por qué pasan esos nutrientes
a la sangre? Pues porque así se distribuyen por las células del cuerpo, que usarán esos nutrientes
para obtener energía o para almacenarla, como hacemos con las grasas por ejemplo. Pues el
sistema linfático ayuda al intestino a transportar las grasas que provienen de los alimentos hacia la
sangre, es decir hace de transportista al coger esas grasas que han absorbido las células del
intestino y las llevan a través de los vasos linfáticos hacia la sangre. Y es que como veremos el
sistema linfático y el sistema cardiovascular están estrechamente relacionados, tanto es así que
hay gente que los considera como un solo sistema interconectado. La siguiente función: hablemos
del drenaje de líquidos. Antes que nada repasemos un poco de qué va la movida del sistema
cardiovascular. Este está formado básicamente por el corazón y una serie de vasos que
transportan la sangre por los tejidos del cuerpo. La sangre, entre otras cosas, reparte oxígeno y
nutrientes por nuestras células para que estas puedan vivir. Pues este sistema circulatorio está
organizado del siguiente modo: tenemos el corazón, que bombea la sangre, las arterias, que llevan
la sangre del corazón al resto del cuerpo, y las venas que la traen de vuelta de los tejidos al
corazón. Si tuviéramos que seguir el recorrido que hace la sangre desde el corazón, podríamos
decir que éste al contraerse bombea la sangre que sale disparada a través de las arterias, que
recorren el cuerpo y se van haciendo cada vez más y más estrechas hasta dar lugar a los capilares.
Los capilares son los vasos sanguíneos más pequeños porque están en contacto directo con las
células a las que suministran oxígeno y nutrientes. Los capilares sueltan ese oxígeno hacia las
células y recogen el dióxido de carbono que les sobra, que será llevado de vuelta al corazón a
través de las venas, pero hay un problema, digamos que de forma inevitable a los capilares
sanguíneos siempre se les “escapa” algo de líquido hacia afuera. Ese líquido que sale de los
capilares al exterior no es la sangre tal cual, sino plasma, que es la fracción líquida de la sangre y
está compuesto principalmente por agua, pero también proteínas y otras moléculas. Al salirse de
los capilares, este líquido (o plasma) se queda por ahí en lo que llamamos El espacio intersticial es
básicamente el espacio que hay entre célula y célula y que está lleno de líquido. Bueno, la cosa es
que de todo ese líquido que sale de los capilares hacia el espacio intersticial, el propio sistema
circulatorio reabsorbe gran parte del mismo. Pero ese parte de líquido restante que se queda ahí
es recogido el sistema linfático ( porque sino se iría acumulando progresivamente). Es por eso que
la linfa, el líquido que transportan los vasos linfáticos, proviene del plasma de la sangre, es decir
proviene de ese líquido que salió de los capilares y ha sido reabsorbido. Pues este líquido
reabsorbido va viajando a través de los vasos linfáticos y finalmente es abocado de nuevo en el
sistema circulatorio.

¿Cómo se hace esto?

Pues digamos que (de forma similar a lo que ocurre en el sistema circulatorio) los capilares
linfáticos más pequeños van fusionándose en vasos cada vez más grandes, hasta dar lugar a los
dos vasos linfáticos principales del cuerpo: el conducto torácico y el conducto linfático derecho.
Concretamente, el conducto linfático derecho es el que recoge el líquido de la parte derecha del
cuerpo, mientras que el conducto torácico recoge el líquido de la parte izquierda y también de la
parte inferior del cuerpo, incluidas las extremidades y el abdomen. Pues estos dos grandes vasos
linfáticos son los que están conectados con el sistema circulatorio: concretamente, el conducto
torácico está conectado con la vena subclavia y el conducto linfático derecho con la vena yugular
interna. Es a través de este punto de unión entre sistema linfático y sistema cardiovascular, que el
líquido es retornado a la sangre.

¿Cómo consiguen los vasos linfáticos llevar ese líquido de abajo hacia arriba?

¿Cómo vencen la gravedad?. Pues para asegurarse de que el líquido fluya hacia arriba pero no
pueda retroceder, los vasos linfáticos tienen en su interior unas válvulas que impiden el retorno
del líquido hacia atrás. Gracias a la contracción de los músculos que hay en las paredes de los
vasos, el líquido es propulsado hacia arriba, y gracias a estas válvulas, el líquido no puede
retroceder. Este drenaje de líquido, es tan importante que sin él no solo moriríamos en 24h sino
que muchas veces el simple hecho de que no termine de funcionar bien da lugar a problemas de
salud como el llamado linfedema.

En el linfedema

el sistema linfático no puede drenar bien el líquido, con lo que este termina acumulándose y las
extremidades se hinchan, aumentando el riesgo de padecer infecciones recurrentes y algunos
tipos de cáncer muy concretos. De todos modos, este drenaje de líquidos no solo nos permite
evitar que se acumule líquido ahí, sino que el hecho de que ese líquido tenga que pasar por los
vasos linfáticos y concretamente por los ganglios linfáticos, es una ventaja. Esto es así porque los
ganglios linfáticos en realidad actúan como punto de control, es decir, se encargan de “vigilar” que
no se haya colado ningún microorganismo o célula extraña nada raro por la linfa. Gracias a que en
su interior se esconde todo un ejército de células inmunitarias, lo cual me viene perfecto para
hablaros de la siguiente función del sistema linfático.

El sistema linfático es mucho más que vasos que llevan líquido que ha sobrado del sistema
circulatorio. Está formado también por órganos que contienen en su interior varios tipos de células
inmunitarias, aunque las células predominantes son los linfocitos, esas células que permiten la
respuesta de defensa específica contra un patógeno. Es por eso que los distintos órganos linfáticos
se suelen diferenciar entre aquellos en los que se producen estos linfocitos(PRIMARIOS) (como el
timo o la médula ósea) y aquellos a los que viajan los linfocitos formados (SECUNDARIOS) (como
los ganglios linfáticos, el bazo o las amígdalas). Entonces, hay dos tipos de linfocitos, los linfocitos T
y los B, que se forman en el timo y en la médula ósea respectivamente. Por eso se llaman linfocitos
T (porque se forman en el timo) y linfocitos B. Una vez formados, estos linfocitos viajan a través de
los vasos linfáticos hacia los distintos órganos linfáticos, como por ejemplo el bazo, las amígdalas o
los ganglios linfáticos, aunque vamos a centrarnos en estos últimos.

Los ganglios linfáticos son básicamente un cuartel de linfocitos preparados para activar una
respuesta inmunitaria en cuanto se detecte que algún intruso ha entrado en el cuerpo.
Concretamente, en los ganglios linfáticos ocurre algo clave para la respuesta inmunitaria que se
llama presentación de antígenos a los linfocitos.

El sistema inmunitario es toda una red súper compleja de tejidos y células, cada una con su papel
concreto y que además se comunican entre ellas a través de distintas moléculas para que cada una
sepa en cada momento lo que tiene que hacer y cuándo tiene que actuar. Entre todas esas células,
existen algunas que se encargan de pulular por la sangre y la linfa buscando microorganismos que
hayan podido colarse dentro del cuerpo. Algunas de ellas, como por ejemplo los macrófagos, en
cuanto encuentran a un microorganismo como a un virus o bacteria, lo “engullen” o lo “fagocitan”.
Y una vez ingerido y destruido ese microorganismo en su interior, estas células cogen las proteínas
que formaban parte de ese microorganismo y las colocan en su superficie. Esta es una forma que
tienen de avisar al resto de células de que hay un intruso en el cuerpo que hay que destruir, es una
forma de activar las alarmas. Pues estas proteínas que formaban parte del microorganismo son lo
que se llaman "antígenos". Pues una vez nuestras células inmunitarias engullen a un
microorganismo y exponen sus antígenos en la membrana, llevan estos antígenos a las siguientes
células del sistema inmunitario que entrarán en acción: los linfocitos.

¿Y dónde se produce esa presentación de los antígenos a los linfocitos?

Pues en los ganglios linfáticos. Una vez las células inmunitarias hayan fagocitado a un
microorganismo y hayan expuesto los antígenos en su membrana, van a viajar hacia los ganglios
linfáticos para “mostrarles” esos antígenos a los linfocitos que hay en el ganglio, para informarles
de que hay un microorganismo en el cuerpo y así poder activarlos. Una vez activados, los linfocitos
proliferan para potenciar la respuesta inmunitaria y poder ir al tejido infectado a ayudar en la
batalla.

Al final esto es lo que hacen los distintos órganos y estructuras del sistema linfático, o sea tienen
una reserva de células inmunitarias preparadas para cuando se necesite activar una respuesta de
defensa.

Y aún así, esta función inmunitaria va más allá de defendernos de microorganismos infecciosos.
Por ejemplo, los ganglios linfáticos también vigilan no que se filtren por ahí células cancerosas que
hayan podido escaparse de un tumor que tengas en el cuerpo y se hayan colado en la sangre,
desde la cual esa célula pueda viajar a otra zonas del cuerpo y formar ahí un tumor secundario. El
sistema linfático también juega un papel importante en el cáncer. Nos ayuda a absorber las grasas
que comemos, drena los líquidos de nuestro cuerpo para que NO acabemos hinchados, nos
defiende contra agentes infecciosos
Hola bienvenido a mi canal Hoy vamos a hablar de la Embriología del Sistema Inmunitario El
sistema inmunitario tiene como función primordial la defensa del organismo y está integrado por
un conjunto de estructuras y órganos más o menos complejos algunos vinculados a los vasos
linfáticos y otros vinculados a los vasos sanguíneos Los que están vinculados a los vasos linfáticos
son los ganglios linfáticos, los nódulos linfáticos, las amígdalas y el tejido linfático asociado a las
mucosas y los que están asociados a los vasos sanguíneos son el bazo y el timo Vamos a comenzar
hablando del Sistema Linfático comienza su desarrollo en una etapa posterior al del sistema
cardiovascular, y no aparece sino hasta la quinta semana de la gestación Los vasos linfáticos son
conductos unidireccionales por los que circula la linfa, que está compuesta por plasma y linfocitos
Los vasos linfáticos se generan como invaginaciones saculares a partir del endotelio de las venas Y
se terminan formando seis sacos linfáticos primarios: 2 yugulares, 2 ilíacos, 1 retroperitoneal y una
cisterna del quilo, dorsal a la región del saco retroperitoneal Los conductos torácicos derecho e
izquierdo son dos canales principales que unen los sacos yugulares con la cisterna del quilo y
establecen una anastomosis entre estos conductos Son numerosos los conductos que conectan los
sacos entre sí y drenan la linfa desde las extremidades, la pared corporal, la cabeza y el cuello
Posteriormente se forman el conducto torácico y el conducto linfático derecho El conducto
torácico se forma partir de la porción distal del conducto torácico derecho, la anastomosis y la
porción craneal del conducto torácico izquierdo Y el conducto linfático derecho deriva del
segmento craneal del conducto torácico derecho Los dos conductos conservan sus conexiones
originales con el sistema venoso y drenan en confluencia con la vena yugular interna y la subclavia

Los ganglios linfáticos se forman a partir del tercer mes de gestación algunos en los sacos linfáticos
y la mayoría, en el trayecto de los vasos linfáticos en desarrollo Para ello, las células mesodérmicas
situadas entorno de los sacos y de los vasos invaden sus paredes y desarrollan la cápsula, las
trabéculas o tabiques conectivos y la malla de fibras reticulares de los ganglios Entre el tejido
linfático y el tejido conectivo de la cápsula y los tabiques se hallan los senos linfáticos, que son
espacios interconectados por donde circula la linfa

En la malla de fibras reticulares se sostienen los linfocitos procedentes de la médula ósea (los
linfocitos B) y del timo (los linfocitos T) Este aporte de linfocitos es constante, sin embargo, una
parte de los linfocitos comienza a producirse en los propios ganglios En consecuencia, la función
hemopoyética de los ganglios linfáticos comienza en el feto a partir del cuarto mes y continua
durante toda la vida

Con respecto a los Nódulos linfáticos En la pared de los órganos huecos de los sistemas
respiratorio, digestivo, urinario y genital reside un importante sector del sistema inmunitario
denominado tejido linfático asociado a las mucosas (MALT) la mayor parte del cual se presenta en
forma de nódulos linfáticos
Por ejemplo, en el sistema respiratorio estos nódulos se localizan principalmente en la amígdala
faríngea y en las amígdalas tubáricas, mientras que en el sistema digestivo se encuentran en las
amigdalas palatinas, en la amígdala lingual y en las placas de Peyer del intestino delgado cuyos
nódulos linfáticos son muy compactos y numerosos

El primer esbozo del bazo aparece durante la quinta semana del desarrollo en el mesogastrio o
mesenterio dorsal . Se trata de un grupo de células mesodérmicas que evoluciona de manera
semejante a los esbozos de los ganglios linfáticos pero en torno de vasos sanguíneos

En un desarrollo posterior las células del esbozo generan la cápsula, los tabiques conectivos y la
malla de fibras reticulares donde se sostienen la pulpa roja y la pulpa blanca del bazo La pulpa
blanca es colonizada por linfocitos provenientes de la médula ósea y del timo Posteriormente, los
linfocitos se reproducen en la propia pulpa blanca y esta función hemopoyética se prolonga
durante toda la vida del individuo

Por otro lado, la pulpa roja entre el tercer y sexto mes de gestación genera una parte de los
eritrocitos, de los leucocitos y de los megacariocitos del feto

La tercera bolsa faríngea da lugar al timo y a las glándulas paratiroides inferiores Los dos
primordios tímicos surgen al final de la cuarta semana en forma de proliferaciones endodérmicas
de las terceras bolsas faríngeas

Estas proliferaciones endodérmicas forman tubos huecos que invaden el mesénquima subyacente
y luego se transforman en cordones sólidos y ramificados Estos cordones son los primordios de los
lobulillos tímicos poliédricos

Entre la cuarta y la séptima semana, estos primordios pierden sus conexiones con la faringe y
migran en direccion caudal y medialmente a su ubicación definitiva Siendo esta, inferior y ventral a
la tiroides en desarrollo y dorsal al esternón Allí se unen a través del tejido conectivo para formar
una única glándula tímica bilobulada

En este punto, el timo todavía es epitelial pero se infiltra rápidamente por las células de la cresta
neural para formar la cápsula y los tabiques

Durante el tercer mes, los linfocitos y las células dendríticas se infiltran en el timo Se cree que los
corpúsculos de Hassall en forma de torbellino surgen de las células ectodérmicas de la tercera
hendidura faríngea y que el retículo epitelial es de origen endodérmico

El timo es muy activo durante el período perinatal y continúa creciendo durante la infancia
alcanzando su tamaño máximo en la pubertad Después de la pubertad, la glándula involuciona
rápidamente y queda representada por vestigios adiposos en el adulto

Y con esto hemos llegado al fin del vídeo espero que te haya servido, si te gustó por favor dejanos
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