Reorganización de Sociedades
Reorganización de Sociedades
Reorganización de Sociedades
Se considera reorganización el acto por el cual una sociedad segrega uno o más
bloques patrimoniales y los aporta a una o más sociedades nuevas o existentes,
recibiendo a cambio y conservando en su activo las acciones o participaciones
correspondientes a dichos aportes
Una reorganización societaria es el proceso por el cual se busca distribuir de mejor
manera los recursos administrativos, productivos o económicos, para obtener una
nueva organización que permita nuevos resultados
TIPOS DE REORGANIZACIÓN SOCIETARIA
Transformación. Ocurre cuando una sociedad adopta un tipo
societario distinto, conservando su personalidad jurídica. ...
Fusión. Son muchas las compañías que optan por este mecanismo para
generar valor y robustecer su crecimiento. ...
Escisión
Al respecto, Eduardo Pedroza, explica que en el caso del impuesto a la renta (IR) las
empresas pueden optar por tres regímenes al efectuar una reorganización.
Una opción es revaluar activos, es decir, incrementar su valor actual en el
mercado, y gravar con el IR la diferencia entre el mayor valor revaluado y el
costo computable.
Otra es revaluar los activos sin gravar el mayor valor financiero que se origine,
siempre que este no sea distribuido.
Por último, no revaluar los activos por transferir, por lo que la transferencia no
se grava con el IR. Régimen más usado en el Perú, refiere Pedroza.
En el caso del impuesto general a las ventas (IGV), indica que si bien la transferencia
de ciertos bienes está sujeta a este tributo, la normativa dispone que, si dicha
transferencia ocurre en una reorganización societaria, esta tampoco estará gravada.
Siempre que tal reorganización se adecue a la definición que, para tal efecto,
establecen normas del IR y del IGV en el caso de las reorganizaciones simples.
Una reorganización societaria puede ser una transformación, una fusión o una
escisión; pero, según la Ley General de Sociedades, la ubicación de la institución de la
reorganización simple está dentro de la clasificación de: “otras formas de
reorganización” en la Ley General de Sociedades.
MARCO NORMATIVO
Ley General de Sociedades
En la Ley General de Sociedades (LGS). En el artículo 391°, promulgado el 9 de
diciembre de 1997, regula la reorganización simple en los siguientes términos:
“Se considera reorganización el acto por el cual una sociedad segrega uno o
más bloques patrimoniales y los aporta a una o más sociedades nuevas o
existentes, recibiendo a cambio y conservando en su activo las acciones o
participaciones correspondientes a dichos aportes.”
Entrada en vigencia
Luego del acuerdo que aprueba el acto, inmediatamente después, puede otorgarse la
escritura pública sin perjuicio de que el bloque patrimonial, lleve la condición de tener
valor negativo; de ser el caso, regirían otras disposiciones, las cuales se desarrollarán
en el siguiente apartado es a partir de aquí, que se tiene un plazo máximo de 30 días
para que las personas que fueron designadas o autorizadas, soliciten la inscripción en
el registro. De no cumplir con esta formalidad, la responsabilidad es solidaria entre los
designados o autorizados, por los daños y perjuicios que se generen a las sociedades
involucradas.
El acto tendría vigencia desde la fecha común que se haya establecido en el acuerdo
societario en junta general de accionistas, en virtud del artículo 377 del Anteproyecto.
La entrada en vigencia del acto implica la transferencia del bloque patrimonial
acordado, sin el requerimiento de realizarse cualquier acto, ya sea administrativo o
jurídico, de manera adicional. Es importante señalar que, junto con el bloque
patrimonial, también se transfieren aquellas licencias, permisos o autorizaciones, que
sean pertinentes y estén vinculadas al bloque patrimonial.
Bloque patrimonial
Es un error que la norma establezca “aporte”, ya que la transferencia del bloque
patrimonial no siempre tiene un valor positivo sino también, negativo. Al ser regulado
únicamente por un solo artículo la institución de la reorganización simple, es
predecible que, como se mencionó antes, sea el Reglamento que haga la tarea de
suplir la deficiencia de la norma. El inciso f) del artículo 130 del Reglamento del
Registro de Sociedades, establece que puede haber un bloque con valor negativo,
como transferencia en una reorganización simple:
“… En caso que dicho valor sea negativo se dejará constancia del mismo y esa
circunstancia producirá que no se aumente el capital de la sociedad receptora del
bloque patrimonial aportado”.
Entonces, si establecemos la existencia de bloques patrimoniales negativos también
se debe conceder “un derecho de oposición a los acreedores”, ya que es posible que
se produzca un daño a estos, por lo cual hay que eliminar la palabra “aporte” de la
norma (Montoya y otros, 2018, pág. 257).
Por lo que, al haber un bloque patrimonial positivo transferido, habrá aumento de
capital. De lo contrario, si es que se transfiere un bloque patrimonial negativo o neutro,
según sea el caso, al trasladarse los pasivos a las cuentas, estos serán absorbidos por
las pérdidas cuando el valor de todos los pasivos sea superior a los activos; entonces
no habrá aumento de capital ni acciones por emitir.
Habrá “valores intangibles” que hagan que la sociedad que recibe la transferencia del
bloque patrimonial de valor negativo o neutro, quiera retribuir con acciones o
participaciones como contraprestación, por considerar dicha transferencia como útil.
Adicionalmente, cuando exista una transferencia de bloque patrimonial con valor
negativo debe seguirse determinadas reglas. Es necesario tener en cuenta que, los
acuerdos de la junta general de accionistas deben ser publicados, siendo el primero de
estos avisos, el que debe hacerse hasta el quinto día posterior a la entrada en vigencia
de la reorganización simple y, los demás, por tres veces en un intervalo de hasta cinco
días entre cada aviso.
Ahora bien, se plantea el derecho de separación del accionista, como oposición al
acuerdo societario, en los casos en los que la reorganización simple sea respecto de
bloques patrimoniales con valor negativo. Es decir, cuando el producto de la operación
signifique una disminución del patrimonio o la disminución de la capacidad financiera
de la sociedad a la cual se pretenda beneficiar, el accionista puede plantear su
oposición. En ese caso, se otorgará la escritura pública cuando haya sido declarada
infundada la oposición.
Conclusiones
Las sociedades se reorganizan para alcanzar eficiencias de carácter productivo,
administrativo y económico. Se reordenan de tal manera que buscan producir más a
un menor costo. Las finalidades, por otro lado, consisten en:
aprovechar economías de escala, por estrategia comercial y estrategia de
grupos de sociedades,
para mejorar la producción,
para dividir áreas de negocio y especializarlos,
para concentrar o desconcentrar la actividad comercial y
resolver ineficiencias en la administración de la sociedad.
Dentro de la clasificación de “otras formas de reorganización” tanto en la LGS
encontramos a la “reorganización simple”, que es un acto u operación societaria por el
cual se produce la segregación de uno o más bloques patrimoniales a otra sociedad a
título de transferencia y, a cambio de dicho bloque patrimonial que puede consistir en
activos, pasivos, derechos u obligaciones, y hasta relaciones jurídicas o incluso
operaciones la sociedad que recibe la transferencia, otorga acciones o participaciones
como contraprestación.