Demanda de Acción Popular
Demanda de Acción Popular
Demanda de Acción Popular
SEÑOR (ES)
CALI
Accionado:
d) El goce del espacio público y la utilización y defensa de los bienes de uso público
I. FUNDAMENTOS DE HECHO
PRIMERO:
El río Lili nace en el alto del Otoño en la cota de los 2300 msnm, ubicado en la vertiente
oriental de la cordillera occidental, municipio de Cali, desciende por un área montañosa en
el corregimiento de la Buitrera y después de cruzar el casco urbano de Cali y parte del
corregimiento de Navarro, desemboca en el canal residual San Judas construido sobre el
cauce del río Meléndez en los 950 msnm,
SEGUNDO:
La contaminación del Rio Lili es un problema ambiental grave que sale del ámbito local
para tener una connotación de orden Nacional, Departamental y Municipal,
representando un peligro para la vida de los habitantes de las zonas de influencia.
TERCERO:
El río Lili se ha convertido en la última década en lugar donde se depositan toda clase
de vertimientos, sin que hasta la fecha exista autoridad ambiental alguna que se haya
preocupado por buscar una solución integral al mismo.
CUARTO:
Debido a el auge de construcción en el sector (calle 26 hasta la 48 con calle 102), provocó
la deforestación de los terrenos y la localización de terrenos baldíos los cuales están en
espera de ser usados, estos se llenan de escombros y son usados para el pastoreo de
ganado, al pasar a los linderos de la constructora Meléndez
QUINTO:
A raíz de la minería Ilegal de auge en los años noventa se perforó la cuenca del río Lili
y llenó de caparrosa sus aguas, Las minas cerradas siguen destilando al río sus líquidos
venenosos acumulados en corrientes subterráneas, como ocurre con las minas que
tenía una cementera en la parte baja de La Buitrera. Y se seguirá destilando por mucho
tiempo, como lixiviados.
SEXTO:
Cuando el río entra a la ciudad trae alrededor de 170 litros de agua por segundo, según
una medición del Dagma de hace dos años. Pero cuando llega al Canal Interceptor Sur,
el río Lili entrega alrededor de 600 litros de agua. La concentración del oxígeno es del
67 % y la presencia de sólidos que arriba era de 12 miligramos por litro de agua, se
duplica al entrar a Cali donde alcanza 24 miligramos por litro.El volumen de agua y la
contaminación aumentan porque el afluente recibe 13 vertimientos importantes en el
sur de la ciudad y las descargas de 900 conexiones erradas de desechos domésticos
que deberían ir al alcantarillado.
SÉPTIMO:
Se trata de un grave problema de contaminación que afecta al Río, generando en
consecuencia la total desaparición del oxígeno disuelto y la capacidad de
autodepuración, lo cual hace que sus aguas sean anóxicas y ambientalmente
incompatibles con cualquier tipo de uso.
OCTAVO:
El problema se ha generado principalmente con el desarrollo del Municipio de Santiago
de Cali, de los municipios del área de su influencia y de los proyectos inmobiliarios
ubicadas a lo largo del trayecto desde su nacimiento hasta la desembocadura al río
grande.
NOVENO:
No existe una política de Estado frente a la contaminación del río Lili. Se carece de
control efectivo sobre el vertimiento de las aguas por parte de las industrias, la población
y las constructoras. Todo ello ha convertido al Río a no tener capacidad de depuración,
y lo ha inutilizado como corredor vial, sin que hasta la fecha exista acto administrativo,
ni judicial que obligue a las entidades demandadas a ejecutar una solución concreta e
íntegra para solucionar el problema.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
1. SOBRE LA ACCIÓN POPULAR
El artículo 88 constitucional reza que el rango de la aplicación de la acción popular
está basado en la protección de derechos tales colectivos relacionados con: el
patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, la moral administrativa, el
ambiente, la libre competencia económica y otros de similar naturaleza que puedan
relacionarse con dicha acción y a su vez, involucran a una determinada cantidad de
sujetos indeterminados. Asimismo, reza el artículo segundo de la Ley 472 de 1998
sobre las acciones populares lo siguiente:
“Las acciones populares son medios procesales para la protección de los derechos
e intereses colectivos. Las acciones populares se ejercen para evitar el daño
contingente, hacer cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o agravio sobre los
derechos e intereses colectivos, o restituir las cosas a su estado anterior cuando
fuere posible”.
“la acción popular se caracteriza: (i) por ser una acción constitucional especial, lo
que significa a) que es el mecanismo dispuesto por el constituyente para la
protección de un grupo específico de derechos constitucionales, los derechos
colectivos, b) que el legislador ordinario no puede suprimir esta vía judicial y c) que
le aplican, particularmente, los principios constitucionales; (ii) por ser pública, en
tanto dota a todas las personas, sin necesidad de obrar por intermedio de un
apoderado judicial, de un instrumento para poner en movimiento al Estado en su
misión de respetar, proteger y garantizar los derechos colectivos frente a las
actuaciones de autoridades o de cualquier particular; (iii) por ser de naturaleza
preventiva, motivo por el cual, basta que exista la amenaza o riesgo de que se
produzca una vulneración para que ésta proceda, pues su objetivo es precaver la
lesión de bienes y derechos que comprenden intereses superiores de carácter
público y que por lo tanto no pueden esperar hasta la ocurrencia del daño; (iv) por
ser también de carácter restitutorio,en razón a que tiene como finalidad el
restablecimiento del uso y goce de los derechos e intereses colectivos”
Ahora, el Consejo de Estado no ha sido ajeno respecto a la labor del juez en cuanto
al procedimiento y manejo de la acción popular, donde se deben tener en cuenta la
sujeción a protección del derecho tratado y la reparación total de la vulneración de
los derechos expuestos concediendo las pretensiones. Así las cosas, se ha
pronunciado de la siguiente manera:
“Es propio del juez de acción popular amparar los derechos yendo incluso más allá
de lo pedido por el actor, pues el fin último de este mecanismo no es proteger al
demandante, sino resguardar a la comunidad que resulta afectada; debe recordarse
que el titular de los derechos colectivos es toda la colectividad, y que tales derechos
guardan una relación estrecha con otros derechos como la vida y la salud respecto
de los cuales existe consenso sobre su naturaleza fundamental. Por tal motivo el
juez de la acción popular, como garante de los derechos constitucionales colectivos
puede, cuando resulte necesario, proferir fallos ultra y extra petita. Por ejemplo,
como ha resaltado Consejo de Estado, (…) es viable que se tengan en cuenta
hechos distintos a los que aparecen en la demanda, siempre que la conducta que
se persiga sea la misma que la parte actora indicó como trasgresora en la
demanda. En ese orden de ideas, la sentencia debe ser coherente con la conducta
vulneradora imputada en el escrito de la demanda”
Ahora bien, en el caso sub-examine el derecho que nos atañe es el del patrimonio
público. Bajo ese orden de ideas cabe aclarar que sobre los bienes de uso público
los habitantes poseen el derecho de usar y gozar de ellos sin que esto altere la
propiedad que el Estado posee, comportándole a su vez el deber de protección a la
administración pública. Es decir, entre las funciones de protección de dichos bienes
de patrimonio público, debe entenderse que existe deber especial Estado para que
no existan alteraciones por casos de acción y de omisión de mismo, puesto que
cualquiera de las dos puede producir un perjuicio a sus habitantes. Una vez causado
dicho perjuicio debe ejercerse una defensa para el deleite pacífico y equitativo de
los bienes mencionados anteriormente.
Los elementos del derecho al agua deben ser adecuados a la dignidad, la vida y la
salud humanas, de conformidad con el párrafo 1 del artículo 11 y el artículo 12 del
Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Lo adecuado del agua no
debe interpretarse de forma restrictiva, simplemente en relación con cantidades
volumétricas y tecnologías. El agua debe tratarse como un bien social y cultural, y
no fundamentalmente como un bien económico. El modo en que se ejerza el
derecho al agua también debe ser sostenible, de manera que este derecho pueda
ser ejercido por las generaciones actuales y futuras. En tanto que lo que resulta
adecuado para el ejercicio del derecho al agua puede variar en función de distintas
condiciones, los siguientes factores se aplican en cualquier circunstancia:
a) La disponibilidad; b) La calidad; c) La accesibilidad; i) Accesibilidad física; ii)
Accesibilidad económica; iii) No discriminación; iv) Acceso a la información.
El derecho al agua impone tres tipos de obligaciones a los Estados Partes, a saber:
las obligaciones de respetar, proteger y cumplir. En especial la obligación de
proteger exige que los Estados Partes impidan a terceros que menoscaben en modo
alguno el disfrute del derecho al agua. Por terceros se entiende particulares, grupos,
empresas y otras entidades, así como quienes obren en su nombre. La obligación
comprende, entre otras cosas, la adopción de las medidas legislativas o de otra
índole que sean necesarias y efectivas para impedir, por ejemplo, que terceros
denieguen el acceso al agua potable en condiciones de igualdad y contaminen o
exploten en forma no equitativa los recursos de agua, con inclusión de las fuentes
naturales, los pozos y otros sistemas de distribución de agua. La obligación de
cumplir exige a su vez que los Estados Partes adopten las medidas necesarias para
el pleno ejercicio del derecho al agua. Esta obligación comprende, entre otras cosas,
la necesidad de reconocer en grado suficiente este derecho en el ordenamiento
político y jurídico nacional, de preferencia mediante la aplicación de las leyes;
adoptar una estrategia y un plan de acción nacionales en materia de recursos
hídricos para el ejercicio de este derecho; velar por que el agua sea asequible para
todos; y facilitar un acceso mayor y sostenible al agua, en particular en las zonas
rurales y las zonas urbanas desfavorecidas.
“el agua dulce es un recurso finito y vulnerable, esencial para sostener la vida, el
desarrollo y el medio ambiente”. Esta decisión agregó que los Estados han
reconocido la relevancia de proteger los recursos naturales de la tierra, incluida el
agua, mediante la planificación sistemática orientada a satisfacer las necesidades
esenciales, y a promover una distribución eficiente y equitativa de los recursos
hídricos, la garantía de los ecosistemas y el ciclo hidrológico. Destaca la necesidad
de identificar y corregir las principales causas de desperdicio en la utilización del
agua, y formular y mantener una política en relación con el uso, la ordenación y su
conservación:
Sentencia T-622/16:
“el derecho al agua es un requisito sine qua non para el ejercicio de otros derechos,
en tanto “el agua es necesaria para producir alimentos (derecho a la alimentación);
para asegurar la higiene ambiental (derecho a la salud); para procurarse la vida
(derecho al trabajo) y para disfrutar de determinadas prácticas culturales (derecho
a participar en la vida cultural)”.
Así las cosas, la Sala estima que el derecho fundamental al agua se hace efectivo
mediante el cumplimiento de las obligaciones del Estado de garantizar la protección
y subsistencia de las fuentes hídricas, así como la disponibilidad, accesibilidad y
calidad del recurso. Asimismo, para que el Estado pueda cumplir con dichas
obligaciones, es necesario que se brinde protección especial a los ecosistemas que
producen tal recurso como los bosques naturales, los páramos y los humedales, al
ser estos últimos una de las principales fuentes de abastecimiento de agua en el país,
especialmente en las ciudades grandes y medianas. Lo anterior resulta de mayor
relevancia si tiene en cuenta que Colombia no tiene garantizado el suministro
permanente y continuo del recurso hídrico para todos los municipios del país.
III. PRETENSIONES
PRIMERO:
Que se declare que las entidades demandadas por acción o por omisión son directa y
solidariamente responsables del desequilibrio y el grave daño ecológico ambiental
actual DEL RIO LILI, con ocasión de la contaminación por los vertimientos directos
efectuados por el sistema de bombeo de las aguas negras lo cual ha ocasionado
perjuicios graves al medio ambiente, la desaparición de la flora y fauna acuática de la
represa; suelo, al aire, a la salud, y que atentan directamente a la población en general
del Municipio de Santiago de Cali y a los habitantes del área de su influencia.
SEGUNDO:
Que como consecuencia de lo anterior se condene solidariamente a los demandados a
reparar el grave daño ambiental ocasionado dentro del término prudencial que se llegue
a establecer y se les ordene la recuperación total del ecosistema biótico DEL RIO LILI;
su entorno paisajístico; su preservación como zona de especial protección ambiental y
patrimonio natural del Departamento del Valle del Cauca y de la Nación: para que se
enmarque dentro de un desarrollo sostenible de la Región, y que redunde en el
restablecimiento de los derechos colectivos ambientales vulnerados y que repercutan
en el mejoramiento de la calidad de vida de todas las personas directamente
perjudicadas; partiendo de los Estudios de Impacto Ambiental efectuados hasta la
fecha, por los diferentes organismos que se lleguen a acreditar dentro de la actuación
y los que en el curso del proceso sean necesarios hacer.
TERCERO:
Que como consecuencia de lo anterior se condene solidariamente a los demandados a
reparar el daño ambiental ocasionado y se ordene la recuperación de la cuenca del río Lili
dentro del término prudencial que se llegue a establecer y en consecuencia se les ordene:
V. Adecuar hidráulicamente al punto que el Rio Lili y las quebradas que los tributan pueden
desbordarse, recuperándose junto con sus lugares de amortiguamiento que permita el
drenaje de las aguas, sin que se le cause daño a las personas o a sus bienes.
IV. PRUEBAS
1. Estudio realizado por la Alcaldía de Cali “Identificación de la situación
ambiental de la cuenca hidrográfica del rio Cali, Zona urbana de Santiago de
Cali”
2. Fotos tomas a la vertiente contaminada del Rio Lili
3. Video consecuencias contaminación del Río Lili
4. Declaración Juramentada del señor Fabián Villota Cáceres
5. Declaración Juramentada de la Daniel Sinisterra
V. ANEXOS
Incluimos como anexo los relacionados en el acápite de las pruebas documentales
de la presente acción popular.
VI. NOTIFICACIONES.
Tel: 032-5183000
METROCALI S.A
Atentamente;
_________________________ (firma)
_________________________ (firma)
1.107.078.862
_________________________ (firma)
Humberto Zúñiga
94.375.778
_________________________ (firma)
1.130.612.596