Quimica - Clinica - Teoria - Analisis - y - Correl Export
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SECCIÓN 2. FISIOPATOLOGÍA
CAPÍTULO 24
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Metabolismo de sodio
Balance de sodio
Alteraciones del balance de sodio
Anormalidades de la concentración de sodio plasmático
Métodos de análisis
Hiato aniónico
Cloruro
Osmolalidad
Sodio y potasio
OBJETIVOS
Relacionar la composición de electrolitos de los dos principales compartimentos
del agua corporal total.
Definir el hiato aniónico y exponer su significación clínica; calcular e interpretar
los resultados del hiato aniónico a partir de determinados datos.
Describir la regulación homeostática de sodio, potasio, cloruro y agua corporal.
Definir los diferentes estados de disminución o incremento de las concentraciones
de electrolitos plasmáticos en términos de un exceso o déficit de agua o electrolito.
Enumerar y describir brevemente los síntomas y al menos dos causas de las
condiciones clínicas asociadas con el incremento y la disminución de cantidades de electrolitos y
agua corporal.
Términos Clave
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formar angiotensina I.
requerimientos obligatorios de agua Volumen mínimo de agua necesario
para reemplazar la pérdida imperceptible de agua y excretar la carga renal de
soluto existente cuando la orina está concentrada al máximo.
semipermeable Permeable a ciertas moléculas pero no a otras; generalmente
permeable al agua.
síndrome de secreción inapropiada de la hormona antidiurética Conjunto de
hallazgos, incluyendo la hipotonicidad del plasma, hiponatremia
e hipertonicidad de la orina con excreción continuada de sodio, el cual es
producido por una excesiva secreción de HAD y que mejora con la restricción de
agua.
transporte activo Paso de iones o moléculas a través de una membrana
celular mediante un proceso que consume energía. Esta energía es generada por el
metabolismo celular.
trasudación El paso de un fluido a través de una membrana con casi
todos los solutos contenidos en el fluido permaneciendo en solución o suspensión.
urodilatina Péptido similar en estructura al péptido natriurético atrial
(PAN) pero liberado por el riñón. La urodilatina incrementa la excreción renal de
sodio.
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agua transcelular. El AEC fisiológica es la porción del AEC anatómica cuyo volumen puede
ser medido directamente; incluye el plasma (agua intravascular) y el fluido intersticial (FI). El
FI es el fluido que baña directamente las células del cuerpo, el cual incluye agua extravascular
y extracelular en el cual los iones y las pequeñas moléculas se difunden libremente desde el
plasma. Adicionalmente, hay espacios potenciales en el cuerpo (cavidades pericardiaca,
pleural, peritoneal y sinovial) que están normalmente vacíos a excepción de unos pocos
mililitros de un fluido lubricante viscoso que son considerados parte del compartimento del FI.
El agua transcelular incluye el agua presente en los compartimentos extracelulares, rodeada
por una membrana epitelial, cuyo volumen y composición están determinados por la actividad
celular de esa membrana. Estos compartimentos heterogéneos incluyen el humor acuoso en el
ojo, el líquido cefalorraquídeo y el agua dentro de los sistemas gastrointestinal, genito-urinario
y naso-respiratorio. El volumen de la porción de agua transcelular del AEC anatómica no está
incluida en las medidas convencionales de agua extracelular (ver capítulo 41).
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Hay que señalar que la permeabilidad del soluto de membranas biológicas específicas no está
considerada en este cálculo. La osmolaridad y presión osmótica teórica de cada uno de los
compartimentos de agua corporal se relacionan en la Tabla 24-2.
La presión osmótica puede ser contemplada simplemente como la fuerza que tiende a
mover el agua de las soluciones diluidas a las soluciones concentradas. Cuando una
membrana es permeable a un soluto, el soluto no ejerce presión osmótica a través de la
membrana, él no contribuye a la presión osmótica efectiva de la solución. La presión osmótica
efectiva de la solución depende entonces del número total de partículas en solución y de las
características de permeabilidad de la membrana particular en cuestión. Cuanto mayor es la
permeabilidad de una membrana a un soluto, menor es la presión osmótica efectiva de una
solución de ese soluto a cualquier osmolaridad dada. Por ejemplo, las membranas celulares
son mucho más permeables a la urea que al sodio y al cloruro. Por eso, la presión osmótica
efectiva de una solución de urea a través de una membrana celular sería mucho menor que la
de una solución de NaCl de la misma osmolaridad. La medida de la osmolaridad del
compartimento de agua corporal es una medida sólo de su presión osmótica teórica, no
efectiva.
Una solución con una presión osmótica efectiva mayor que la del plasma se dice que es
hiperosmótica con relación al plasma. Una solución con una presión osmótica teórica mayor
que la del plasma se dice que es hipertónica. Las soluciones hipoosmótica e hipotónica son
aquellas con presiones osmóticas efectiva y teórica, respectivamente, menores que la del
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plasma.
La presión osmótica efectiva del plasma y del FI a través del endotelio capilar que los
mantiene separados se conoce como su presión osmótica coloidal. El endotelio capilar es
libremente permeable a la mayoría de los solutos en el plasma y el FI. Por eso, estos solutos
contribuyen a la presión osmótica teórica pero no a la efectiva. El endotelio capilar es
impermeable a grandes moléculas proteicas (coloides) bajo circunstancias normales. Son estos
coloides los responsables por la presión osmótica efectiva del plasma y el FI.
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El control del volumen del AEC depende del control integrado del balance de agua y
sodio a través de las regiones del hipotálamo responsables de la entrada y salida de agua, el
sistema renina-angiotensina-aldosterona, el factor natriurético atrial y el riñón.
Cuando la salida de agua y sodio exceden la entrada (el balance de agua y sodio son
negativos), el volumen de AEC se contrae. La disminución asociada en el volumen plasmático
produce una reducción en el retorno sanguíneo venoso al corazón y la reducción de la
eyección cardíaca. Estos cambios cardiovasculares producen los siguientes efectos:
1. Estimulación de la región que controla la entrada de agua
del hipotálamo y el centro de la sed (ver Fig. 24-5)
2. Estimulación de la región que controla la redimiento de agua
del hipotálamo y secreción de HAD (ver Fig. 24-5)
3. Estimulación del sistema renina-angiotensina-aldosterona y
aumento de la angiotensina II (ver Fig. 24-6)
4. Inhibición de la liberación del factor natriurético atrial
5. Retención de sodio y agua por el riñón.
El resultado neto de estos efectos es que el balance de agua y sodio se vuelve positivo y el
volumen de AEC vuelve a la normalidad.
La expansión del volumen de AEC produce la misma secuencia de eventos en el
sentido opuesto, con pérdida neta de agua y sodio y restauración a la normalidad del balance
de AEC.
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del capilar de modo que ocurre la reabsorción neta hacia la terminal venosa del capilar. Esto se
describe esquemáticamente en la Fig. 24-7. En total, la filtración sobrepasa a la reabsorción,
por ello el agua debe regresar al plasma desde el compartimento del FI por vía del sistema
linfático para prevenir el edema (definido como una incremento anormal en el FI).
Compartimento intracelular
La distribución de agua y soluto a través de la membrana celular entre el FI y al AIC depende
de la integridad de la membrana celular y de las fuerzas osmóticas y electroquímicas; todos
estos factores están sustentados por el metabolismo celular. La membrana celular se comporta
como si fuera una película de aceite con numerosos poros de 0.7 nm de diámetro. Esta
membrana es altamente permeable al agua pero selectivamente permeable a los solutos. La
permeabilidad de la membrana celular a un soluto está directamente relacionada con la
solubilidad en lípidos del soluto e inversamente relacionada con su hidrofilia (atracción por el
agua) y el tamaño molecular. Otros factores se mantienen constantes, tales como la
permeabilidad de la membrana, que es mayor para los aniones que para los cationes,.
Volumen celular.
El volumen celular está controlado por la osmolaridad del FI. La osmolaridad dentro
de la célula deber ser igual a la osmolaridad fuera de la célula debido a que es altamente
permeable al agua y no puede mantenerse un gradiente de presión hidrostática a través de las
membranas de las células animales. El contenido osmótico del compartimento intracelular se
mantiene relativamente constante por el metabolismo celular. Por eso, el equilibrio osmótico a
través de la membrana celular puede mantenerse al enfrentar los cambios en la osmolaridad del
FI sólo al movimiento de agua entre el compartimento intracelular y el espacio intersticial.
Una disminución en la osmolaridad del FI provoca el movimiento de agua hacia las células y
un aumento del volumen intracelular. Por el contrario, un aumento en la osmolaridad del FI
produce un movimiento de agua desde las células y una disminución del volumen intracelular.
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Deshidratación.
Déficit de agua. La deshidratación simple, definida como una disminución del agua
corporal total con el sodio corporal total relativamente normal, puede ser el resultado de una
insuficiencia en la reposición obligatoria de las pérdidas de agua o de un fallo de los
mecanismos regulador o efector que promueven la conservación de agua por el riñón (ver
cuadro a la izquierda, p.450). La deshidratación simple está por definición asociada con la
hipernatremia y la hiperosmolaridad porque el balance hídrico es negativo y el balance de
sodio es normal. El incremento en la osmolaridad del AEC en la medida que se pierde el agua
corporal trae como resultado el movimiento del agua hacia fuera del compartimento del AIC
(Tabla 24-4). Por lo tanto, la deshidratación simple conlleva como resultado una contracción
de los compartimentos de AEC y AIC.
Deshidratación hipernatrémica
Privación de agua y alimento
Sudor excesivo*
Diuresis osmótica (con glucosuria)
Terapia diurética*
Deshidratación normonatrémica
Vómitos, diarrea
Reemplazo de las pérdidas en las condiciones
anteriores con líquidos bajos en sodio
Deshidratación hiponatrémica
Terapia diurética**
Sudor excesivo
Enfermedad renal de pérdida de sales
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Sobrehidratación.
Exceso de agua. La intoxicación hídrica se define como un incremento en el agua
corporal total con el sodio corporal total normal. Raras veces ocurre debido a un consumo
excesivo de agua (polidipsia). Con mayor frecuencia la intoxicación hídrica es el resultado de
un deterioro de la excreción renal de agua libre debido a una secreción excesiva de HAD con
respecto a la requerida para mantener la osmolaridad del AEC (síndrome de secreción
inapropiada de HAD; ver el cuadro arriba).
Con la intoxicación hídrica la hiponatremia e hipoosmolaridad por dilución del AEC
producen entrada de agua en las células. Por eso la intoxicación hídrica produce expansión de
los compartimentos de AEC y de AIC (Tabla 24-4).
Los síntomas de intoxicación hídrica están relacionados con el grado y tasa de
disminución del sodio. Con una disminución en el sodio sérico a valores de 120 a 125
mmol/L, pueden aparecer náuseas, vómitos, convulsiones y coma.
Polidipsia
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Metabolismo de Sodio
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Fallo cardíaco
Enfermedad hepática
Enfermedad renal - síndrome nefrótico
Hiperaldosteronismo
Embarazo
Deprivación de sodio.
El abatimiento de sodio ocurre cuando la salida de sodio excede a la ingesta (ver
cuadro anterior). Tal como se discutió previamente, sólo pequeñas cantidades de sodio se
pierden en las heces en condiciones normales. Sin embargo, en condiciones de diarrea severa
o drenaje de las secreciones gastrointestinales, la excreción de sodio gastrointestinal puede ser
muy grande. Si este no se reemplaza mediante la ingestión de sodio, se producirá la
deprivación de sodio. Por otra parte, ya que la vía gastrointestinal puede no estar disponible,
el reemplazo por vía intravenosa de agua y electrolitos puede ser necesario. De modo similar,
las pérdidas de sodio a través de la piel son normalmente pequeñas. Sin embargo, cuando el
volumen de sudor es grande, cuando la concentración de sodio en el sudor es anormalmente
alta (como en la fibrosis quística), o cuando hay una pérdida anormal de fluido y electrolitos a
través de la superficie corporal (como ocurre en las quemaduras extensas), la cantidad de
sodio perdido a través de la piel puede ser sustancial y entonces puede ocurrir la deprivación
de sodio.
Cuando los túbulos del riñón no son capaces de reabsorber el sodio debido a una
enfermedad o a trastornos hormonales, la pérdida de sodio puede ser excesiva. Por ejemplo, la
deficiencia de aldosterona, producida por enfermedad de la glándula adrenal o por trastornos
en el sistema de regulación de la aldosterona, conduce a una disminución de la reabsorción de
sodio en la nefrona distal y el agotamiento del sodio corporal total. La inhibición de la
reabsorción de sodio tubular mediante un diurético también puede provocar la deprivación de
sodio corporal.
En el síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética (ver pág. 450) hay
retención de agua y expansión hipotónica de los espacios del AEC y del AIC. Esto a su vez
inhibe la reabsorción de sodio en la nefrona proximal y también en la nefrona distal,
provocando la deprivación de la sal corporal.
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hiperglobulinemia
La hipernatremia (alto sodio plasmático) ocurre cuando hay mayor déficit de agua
extracelular que de sodio. Un mayor exceso de sodio que de agua raramente ocurre. Las
causas de hipernatremia se relacionan en el cuadro que aparece debajo. Obsérvese que en
muchos casos hay en realidad un déficit de sodio corporal total.
La hipernatremia ocurre generalmente como un proceso crónico secundario a una
pérdida de agua en exceso de sodio. Los síntomas son, por lo tanto, aquellos de la
deshidratación (ver Métodos, Sodio y potasio, pág. 461)
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adulto masculino es de alrededor de 50 mmol/kg de peso corporal y está influido por la edad,
el sexo y, muy importante, por la masa muscular, ya que la mayoría del potasio corporal está
contenido en el músculo.
Las concentraciones de potasio en los compartimentos de los diferentes fluidos se
relacionan en la Tabla 24-2. La diferencia en la concentración de potasio entre el plasma y el
fluido intersticial se atribuye al equilibrio de Gibbs-Donnan. La diferencia en la concentración
de potasio en el FI y el fluido intracelular es el resultado del transporte activo de potasio hacia
la célula a cambio del sodio. Los factores que aceleran el transporte de potasio dentro de la
célula y por lo tanto incrementan la relación de potasio intracelular sobre el extracelular son la
insulina, la aldosterona, la alcalosis y la estimulación -adrenérgica. Entre los factores que
reducen el transporte de potasio hacia la célula o aumentan su salida de la célula se encuentran
la acidosis, la estimulación -adrenérgica y la hipoxia tisular.
La cantidad de potasio en el organismo es un reflejo del balance entre la entrada y
salida de potasio. La entrada de potasio depende de la cantidad y tipo de alimento ingerido.
En condiciones normales el adulto promedio ingiere de 50 a 100 mmol de potasio/día,
alrededor de la misma cantidad que de sodio. La salida de potasio se produce por tres vías
principales: el tracto gastrointestinal, la piel y la orina.
En condiciones normales la pérdida de potasio a través del tracto gastrointestinal es
muy pequeña, no mayor de 5 mmol/día para un adulto. La concentración de potasio en el
sudor es menor que la de sodio, por lo que las pérdidas de potasio a través de la piel son
usualmente bastante pequeñas.
La forma principal de excreción de potasio es a través del riñón. El riñón es capaz de
regular la excreción de potasio para mantener la homeostasis corporal del potasio. Los detalles
de los mecanismos de excreción del potasio se discuten en el capítulo 26.
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Abatimiento de potasio.
La deprivación de potasio ocurre cuando la salida de potasio sobrepasa la entrada. De
acuerdo a lo discutido previamente, sólo pequeñas cantidades de potasio se pierden en las
heces, en condiciones normales. Sin embargo, al igual que en el caso del agua y el sodio, la
pérdida de potasio gastrointestinal durante la diarrea o el drenaje de secreciones
gastrointestinales puede ser bastante grande (ver Tabla 24-5). Algunas de las principales
condiciones clínicas que provocan la deprivación de potasio se presentan en el cuadro inferior.
Obsérvese que la alcalosis provoca la deprivación del potasio corporal total. Con
alcalosis, el potasio se mueve del espacio extracelular al espacio intracelular. En las células de
la nefrona distal del riñón, este incremento en el potasio intracelular estimula la secreción de
potasio y por lo tanto aumenta la excreción renal de potasio.
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Hiperpotasemia.
Las condiciones clínicas asociadas con la elevación del potasio plasmático se
relacionan en el cuadro siguiente. El potasio plasmático puede estar normal, pero el potasio
plasmático medido puede estar elevado psi la muestra de sangre está hemolisada o si hay un
escape de potasio de los leucocitos, cuando hay leucocitosis (número elevado de leucocitos).
Además, el ejercicio fuerte de los brazos, la aplicación de un torniquete muy apretado, o
apretar el área alrededor del sitio de punción de una vena, pueden ocasionar la liberación de
potasio de la célula y una falsa elevación de la concentración de potasio plasmático.
La verdadera hiperpotasemia puede resultar del movimiento de potasio hacia fuera de
la célula en el espacio del agua extracelular, del aumento de la entrada o de la disminución de
la salida. La hiperpotasemia provocada por las desviaciones de potasio pueden estar asociadas
de hecho con la deprivación total del potasio. Es el caso de la cetoacidosis diabética. La
hiperpotasemia producida por un incremento de la entrada o la disminución de la salida se
asocia con el exceso de potasio corporal total.
Los signos clínicos y síntomas de hiperpotasemia incluyen cambios en el
electrocardiograma, arritmia cardíaca, debilidad muscular y parestesias. El mayor peligro de la
hiperpotasemia es la amenaza para la vida que supone la arritmia cardíaca o la parada.
Causas de Hiperpotasemia
Pseudohiperpotasemia
Hemólisis
Leucocitosis
Cambio de intracelular a extracelular
Acidosis*
Daños por aplastamiento
Hipoxia tisular*
Deficiencia de insulina*
Sobredosis de digitálicos
Alta ingestión de potasio**
Disminución de la excreción de potasio**
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Hipopotasemia.
La concentración baja de potasio plasmático (hipopotasemia) puede ser provocada por
el movimiento de potasio hacia dentro de la célula desde el espacio del agua extracelular, el
incremento de la salida, o la disminución de la entrada (ver cuadro en la pág. 456). La
hipopotasemia causada por las desviaciones de potasio pueden de hecho asociarse con el
incremento del potasio corporal total. La hipopotasemia causada por el aumento de la
excreción o la disminución de la entrada está asociada con la deprivación del potasio corporal
total.
Los signos y síntomas de hipopotasemia son numerosos e incluyen anorexia, náuseas,
vómitos, distensión abdominal, calambres o hipersensibilidad musculares, parestesias,
alteraciones electrocardiográficas, arritmias, incapacidad para concentrar la orina con poliuria
y polidipsia, letargo y confusión. Para los métodos de análisis véase sodio y potasio descritos
previamente y la pág. 461.
Causas de Hipopotasemia
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producida por la diferencia del potencial eléctrico a través de la membrana celular. Debido a
que el interior de la célula es negativa comparada con el exterior, la concentración de cloruro
fuera de la célula será mayor que en el interior. La cantidad de cluoro en el cuerpo es un
reflejo del balance entre el entrada y la salida del cloruro. La entrada de cloruro depende de la
cantidad y tipo de alimento ingerido. El contenido de cloruro de la mayoría de los alimentos
es semejante a la del sodio. En condiciones normales el adulto promedio ingiere de 50 a 200
mmol de cloruro/día. La salida de cloruro ocurre por tres rutas principales: el tracto
gastrointestinal, la piel y el tracto urinario.
En circunstancias normales la pérdida de cloruro a través del tracto gastrointestinal es
muy pequeña. La excreción de cloruro fecal de un adulto normal es sólo de 1 a 2 mmol/día.
Las concentraciones de cloruro en las secreciones gastrointestinales se muestran en la Tabla
24-5. Con diarrea severa o con tubos de drenaje gástrico o intestinal la pérdida de cloruro a
través del tracto gastrointestinal puede exceder los 100 mmol/día.
La composición promedio de cloruro en el sudor es de 40 mEq/L pero es algo
variable. Como en el caso del sodio, la concentración de cloruro en sudor disminuye con la
aldosterona y se incrementa en la fibrosis quística. En condiciones de excesivo sudor, las
pérdidas de cloruro a través de la piel pueden sobrepasar los 200 mmol/día. Sin embargo, en
condiciones normales las pérdidas de cloruro a través de la piel son pequeñas.
La principal vía de excreción de cloruro es a través del riñón. Los detalles de los
mecanismos de excreción renal de cloruro se discuten en el capítulo 26.
Abatimiento de cloruro.
La deprivación de cloruro ocurre cuando la salida de cloruro sobrepasa la entrada.
Para la mayoría, las causas de la deprivación de cloruro son las mismas que las de la
deprivación de sodio (ver cuadro a la derecha, pág. 452). Sin embargo, en una condición
clínica, la alcalosis metabólica hipoclorémica, puede haber deprivación de cloruro sin
deprivación de sodio. La alcalosis metabólica hipoclorémica puede ser el resultado de la
pérdida de cloruro en exceso de una pérdida de sodio, generalmente debido a una pérdida
anormal de fluido gástrico. El bicarbonato debe ser retenido para mantener la neutralidad
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eléctrica. La hipocloremia puede también estar asociada con otros trastornos que involucran
la retención de bicarbonato, tal como la compensación renal por la acidosis respiratoria
crónica (ver capítulo 25).
Métodos de Análisis
Hiato aniónico
F. Phillip Anderson
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HIATO ANIÓNICO 12
Intervalo de referencia.
Los estudios originales que establecieron el intervalo usual del hiato aniónico medían el
sodio mediante fotometría de llama, el cloruro por el ensayo colorimétrico de
tiocianato-nitrato mercúrico y el CO2 total por valoración de acidificación colorimétrica.
Actualmente la mayoría de los laboratorios miden el sodio, el potasio y el cloruro utilizando
electrodos de ion selectivo. Cuando se utiliza esta tecnología, las concentraciones de cloruro
tienden a ser sobrestimadas sistemáticamente y la concentración de sodio subestimada, cuando
se compara con los métodos antiguos utilizados para cuantificar estos componentes.refs(481)
Debido a que el hiato aniónico se calcula como Na+, o (Na+ + K+), - (Cl- + HCO3-), esto trae
como consecuencia un hiato aniónico consistentemente menor que el presentado
anteriormente. Con los nuevos métodos para medir los electrolitos, el hiato aniónico estimado
es a menudo <6 mEq/L y casi siempre <11 mEq/L.ref(482) Estos valores contrastan
marcadamente con el intervalo de referencia de 8 a 16 mEq/L del hiato aniónico
“tradicional”.refs(483) Idealmente, para que tenga utilidad clínica, cada laboratorio debe
establecer el hiato aniónico basado en las metodologías que utilice para medir sodio, cloruro y
bicarbonato.
Cloruro
W. Gregory Miller
F. Phillip Anderson
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esta tecnología son esencialmente las mismas que las descritas para el sodio y el potasio. El
elemento sensor del ion selectivo es generalmente plata/cloruro de plata o sulfuro de plata.
Las determinaciones de cloruro utilizando electrodos de ion selectivo pueden realizarse en
muestras diluidas o sin diluir.
Otra técnica para el análisis de cloruro que ha sido descrita recientemente está basada
en la determinación de la actividad de la amilasa cloruro dependiente (Tabla 24-7, método
4).ref(489) La amilasa, la cual requiere iones calcio para su actividad, se desactiva mediante la
retirada del ion calcio con un agente quelante (esto es, ácido etilendiaminotetracético o
EDTA) en ausencia del ion cloruro. La -amilasa desactivada se reactiva mediante la adición
de un espécimen que contenga cloruro. El ion cloruro en la muestra permite que el calcio se
reasocie con la -amilasa causando la reactivación de la enzima. La cantidad de enzima que se
reactiva es proporcional a la concentración de cloruro en la muestra. La -amilasa reactivada
se pone en contacto con un sustrato sintético que libera 2-cloro-4-nitrofenol, el cual puede ser
detectado a 405 nm con un espectrofotómetro. Este ensayo para cloruro sérico basado en la
enzima, aunque es aplicable generalmente a un amplio rango de analizadores automatizados de
química, no está en uso actualmente.
Todos los métodos de análisis de cloruro muestran una interferencia positiva con otros
haluros. La única interferencia con haluros clínicamente importante es con el bromuro, el cual
se suministra en algunas preparaciones farmacéuticas. Aunque el bromuro interfiere con todos
los ensayos de cloruro, se ha reportado que el método de electrodos de ion selectivo es el más
vulnerable a la interferencia por bromuro.ref(490) Aun cuando pueden obtenerse erróneamente
altos valores de cloruro al analizar muestras que contienen bromuro, el laboratorio puede tener
la oportunidad de mejorar la atención del paciente identificando la toxicidad por bromuro.
Especimen.
Las determinaciones de cloruro pueden realizarse en suero, plasma heparinizado, orina
y otros fluidos corporales. Algunos analizadores no selectivos pueden medir concentraciones
de cloruro en sangre total. El suero debe ser separado rápidamente de los eritrocitos porque
los cambios en el pH de la muestra alterarán la distribución de cloruro entre las células y el
suero. El cloruro en las muestras venosas es aproximadamente de 3 a 4 mmol/L menor que en
las muestras arteriales.
Intervalo de referencia.
El intervalo de referencia para el cloruro en suero o plasma es de 98 a 107 mmol/L. El
cloruro en orina de adultos sanos es de 110 a 250 mmol/L, sin embargo los valores pueden
variar grandemente en dependencia de la ingestión de cloruro.
Osmolalidad
Steven C. Kazmierczak
Lawrence A. Kaplan
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del soluto, tales como el tamaño de las partículas, el peso molecular, o la composición
química, no ejercen ningún efecto en las propiedades coligativas de una solución, sólo el
número de partículas presente en la solución es responsable de los efectos coligativos (ver
Capítulo 14 para una discusión más amplia). En la medida que el número de partículas
disueltas en una solución aumenta, los cambios coligativos que ocurren en la solución incluyen
una disminución en el punto de congelación y la presión de vapor y un incremento en la
presión osmótica y el punto de ebullición. ref(491) Los tres tipos de solutos más frecuentemente
encontrados en los fluidos biológicos son los electrolitos, las moléculas orgánicas y los
coloides. Es importante entender que no es la concentración de masa sino la concentración
molar, o sea, los moles por kilogramo de solvente, lo que constituye la base de las propiedades
coligativas. Por ejemplo, la concentración de sales y compuestos orgánicos de bajo peso
molecular en los fluidos biológicos, tales como la glucosa y la urea afectan la osmolalidad
mucho más que la albúmina, la cual está presente en una gran cantidad de masa pero en una
menor concentración molar. Así, la concentración de NaCl sérico de 9 g/L equivale
aproximadamente a una concentración molar de 150 mmol/L. La concentración molal de
albúmina sérica, cuando la albúmina se encuentra en 40 g/L, es de aproximadamente de 0.58
mmol/L.
Las determinaciones de osmolalidad en el laboratorio clínico se realizan generalmente
en muestras de suero u orina. Estos fluidos habitualmente tienen una osmolalidad entre 200 y
1 200 mmol/kg (mOsm). La relación entre la osmolalidad del suero o la orina y la molalidad
de las sustancias presente en estos fluidos está cercana a la linealidad en este rango. Así, un
cambio medido en la osmolalidad de estos fluidos será proporcional al cambio en la
concentración molar de uno o más componentes presentes en la solución.
En principio, la medición de cualquiera de las propiedades coligativas podría ser usada
para calcular la osmolalidad de una solución. En la práctica, las propiedades coligativas
utilizadas para cuantificar la osmolalidad del fluido son la disminución del punto de
congelación y la disminución de la presión de vapor. La medición de la propiedad coligativa
que con más frecuencia se utiliza para medir la osmolalidad de un fluido es la disminución del
punto de congelación. Cuando se adiciona 1 mol de un soluto que no se disocia a 1 kg de
agua, el punto de congelación disminuye en 1.858° C. La adición de 1 mol de un componente
que se disocia tal como NaCl, a 1 kg de agua haría disminuir el punto de congelación en
3.716° C (1.858° C/mol x 2) debido a que 1 mol de NaCl se disociaría para formar 1 mol de
Na+ y un mol de Cl-.
Se puede medir el punto de congelación de la muestra enfriando rápidamente la
solución por debajo de su punto de congelación. La congelación efectiva de una solución se
inicia mediante movimiento mecánico o vibración. La temperatura de la solución se controla a
través de todo este proceso utilizando una resistencia térmica sensible. A medida que la
solución comienza a congelarse, se libera energía en forma de calor se libera por la fusión de
los cristales de hielo. A medida que la solución se calienta, la temperatura alcanza una meseta
donde la solución congelada (hielo) está en equilibrio con la solución que está aún sin
congelar. Esta temperatura registrada en esta meseta es el punto de congelación de la
solución. El valor de temperatura se convierte a la osmolalidad de la solución mediante la
comparación con los factores de calibración que se derivan de la medición del punto de
congelación realizada en soluciones de osmolalidad conocida.
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donde las concentraciones de sodio se expresan en milimoles por litro (mmol/L), y las
concentraciones de glucosa y nitrógeno ureico sanguíneo (BUN) se dividen por sus
respectivos pesos moleculares, 180 y 28, para convertir estas concentraciones de masa en
milimoles por litro (mmol/L).ref(494) Entre otras fórmulas también se incluyen las dos siguientes:
Estas fórmulas están diseñadas para alcanzar un balance entre la simplicidad y facilidad
de los cálculos y el objetivo de obtener resultados muy semejantes a los que se obtendrían al
medir la osmolalidad. Es importante notar que aunque la osmolalidad debe expresarse como
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miliosmoles por kilogramo (mOsm/kg) de agua, con mucha frecuencia se calcula y expresa
como miliosmoles por litro (mOsm/L) de agua. El pequeño error introducido tiene poca
significación clínica.ref(495) La diferencia entre la osmolalidad sérica medida y calculada, el
“hiato de osmolalidad” ha sido sugerido como un ensayo rápido para la detección de
sustancias volátiles ingeridas, especialmente alcoholes.ref(496) Hay una muy buena correlación
entre la concentración de alcohol medida enzimáticamente y la determinación mediante
cálculo.ref(497)
Especimen.
La obtención de sangre sin anticoagulante es el espécimen preferido. El suero debe ser
extraído de las células sanguíneas coaguladas tan rápido como sea posible. La orina u otros
fluidos corporales son también aceptables, garantizando que han sido bien centrifugados para
extraer los restos de células. La muestras aleatorias de orina pueden variar considerablemente
en la concentración de componentes y por ello pocas veces tienen utilidad clínica. El
espécimen preferido para la medición de la osmolalidad urinaria es una alícuota de una toma
de orina de 24 horas.
Cualquier fluido que se deje descubierto tendrá una osmolalidad aumentada debido a la
evaporación y la concentración de muestras de solutos. La osmolalidad sérica es estable
durante 3 horas a temperatura ambiente y hasta 3 días a 4° C.ref(498) La osmolalidad urinaria
puede ser estable a 4° C hasta 24 horasref(499) y varias semanas si se congela el espécimen.
Intervalo de referencia.
SUERO. Los intervalos de referencia reportados para la osmolalidad sérica oscilan
típicamente entre 282 y 300 mOsm/kg. No se han encontrado diferencias relacionadas con el
sexo ni la edad para la osmolalidad sérica.
ORINA. La osmolalidad urinaria variará considerablemente con la dieta. Las
osmolalidades de 24 horas variarán entre 50 y 1200 mOsm/24 horas.
LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO. El líquido cefalorraquídeo y otros fluidos corporales
normales tendrán una osmolalidad que es esencialmente igual a la del suero extraído al mismo
tiempo.
Sodio y Potasio
William J. Korzun
W. Gregory Miller
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El capítulo 4 describe los principios de la EEAL. Brevemente, cuando una muestra que
contiene sodio o cloruro se aspira dentro de una llama de propano, se forman finas góticas de
solución. El calor de la llama de propano (alrededor de 1925° C) evapora el solvente dejando
las partículas de sal de sodio y potasio dispersas en la llama. El calor transforma las partículas
de sal en iones gaseosos de sodio y potasio. Estos iones captan electrones de los gases
reductores presentes en la llama para formar los átomos en estado basal de Na0 y K0. Una
pequeña proporción de estos átomos en estado basal absorbe suficiente energía para alcanzar
un estado energético mayor, o excitado, Na* y K*. Después de 10-13 segundos los iones
excitados emiten nuevamente esta energía ganada como un fotón de luz. La emisión de sodio
es generalmente detectada a 589 nm, el potasio a 766 nm el litio a 671 nm y el cesio (utilizado
como un estándar interno) a 852 nm. La cantidad de luz emitida es directamente proporcional
a la concentración de estos metales. Aunque sólo de 1 % a 5 % de los átomos en la llama son
excitados hasta la emisión, esto es suficiente para cuantificar de forma exacta y precisa estos
elementos.
Los métodos de EEAL utilizan habitualmente una dilución de la muestra de 1:100 ó
1:200 con un diluyente que contiene litio o cesio como estándar interno. De esta forma, el
método para sodio y potasio es un método indirecto (ver texto a continuación) debido a que la
predilución de la muestra ocurre antes del análisis. El uso de un estándar interno minimiza los
errores de medición (ver capítulo 23).
La medición de sodio y potasio con métodos de ISE emplean membranas de
intercambio iónico de vidrio para el sodio y membranas de intercambio iónico líquidas que
incorporan valinomicina para el potasio. Las Figs. 24-12 y 24-13 son esquemas de electrodos
selectivos de sodio y potasio. Los electrodos de sodio típicos tienen una selectividad mil
veces mayor por el Na+ que por el K+ y son insensibles a un pH por encima de 1. Aunque la
relación Na+/K+ en suero es aproximadamente 30, el electrodo de potasio tiene una adecuada
selectividad, de modo que el sodio no interfiere.
Hay dos tipos generales de mediciones de ISE en muestras clínicas, la “directa” y la
“indirecta”. Los sistemas potenciométricos directos miden la actividad del ion en una muestra
sin diluir, mientras que los sistemas ISE indirectos miden la actividad del ion en una muestra
prediluída. Existen diferencias significativas en las concentraciones de sodio cuando se miden
por métodos directos o indirectos, especialmente para algunas condiciones fisiopatológicas.
Pueden encontrarse falsos valores bajos de sodio en muestras que tienen elevadas
concentraciones de lípidos o proteínas cuando se utilizan métodos ISE indirectos.ref(500) Las
razones para la obtención de estos valores bajos en estas condiciones es la disminución en el
porcentaje de agua (contenido de agua) en el plasma; el sodio se disuelve sólo en la porción de
agua del suero. Una disminución en el porcentaje de agua de la muestra significa menos sodio
presente en un volumen dado de muestra; el resto de la muestra puede ser proteína o lípidos,
aún así, la concentración de sodio presente en la fase acuosa puede permanecer inalterada.
Cuando la interferencia es causada por lipemia, se puede utilizar una ultracentrífuga
para extraer el volumen de lípido en exceso de la muestra para alcanzar un resultado que tenga
una significación fisiológica. Si la interferencia es provocada por proteínas, los métodos
indirectos de ISE no son apropiados y debe utilizarse un método ISE “directo” para obtener
un resultado clínicamente confiable. En pacientes con hiperproteinemia resultante de
condiciones tales como un mieloma múltiple, los valores bajos de sodio pueden ser producidos
también por la naturaleza catiónica de alguna de las paraproteínas o de errores en el muestreo
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Especimen.
Suero, plasma heparinizado o sangre total, orina y otros fluidos corporales son especímenes
aceptables. Las concentraciones de potasio en plasma pueden ser de 0.1 a 0.2 mmol/L
menores que aquellas en el suero debido a la liberación de potasio por las plaquetas durante el
proceso de la coagulación. El plasma heparinizado en el cual la heparina está presente como
sal sódica es inaceptable para análisis de sodio a menos que el tubo esté completamente lleno
de sangre. La heparina amoniacal es inaceptable cuando se utilizan métodos de electrodo ion
selectivo o cromogénicos debido a que los iones amonio en altas concentraciones provocan
falsos valores altos.
La hemólisis debe evitarse de modo estricto cuando se está midiendo potasio debido a
que la menor lisis de las células rojas puede incrementar significativamente la concentración de
potasio de la muestra. Los eritrocitos contienen mínimas cantidades de sodio, en comparación
con el sodio plasmático, de modo que la hemólisis no afecta la concentración de sodio medida
a menos que se trate de una hemólisis severa, donde por efecto de dilución se produzca una
disminución de las concentraciones de sodio medidas. El suero, el plasma y otros fluidos
deben ser separados de las células dentro de las 3 horas de obtenidos. El sodio y el potasio del
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suero y del plasma son estables por una semana al menos a temperatura ambiente o en
refrigeración y por un año como mínimo, congelados.
Intervalo de referencia.
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Levey M: The pathophysiology of sodium balance, Hosp Pract 13:95, 1978.
Lolekha PH, Lolekha S: Value of the anion hiato in clinical diagnosis and laboratory evaluation, Clin Chem
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Narins RG, editor: Maxwell and Kleeman's clinical disorders of
fluid and electrolyte metabolism, ed 5, New York, 1994, McGraw-Hill.
Oh MS, Carroll HJ: The anion hiato, N Engl J Med 297:814, 1977.
Tablas
951
F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
Y
Y
er
er
ABB
ABB
y
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bu
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2.0
2.0
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to
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he
k
k
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lic
C
C
w om w om
w
w
w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
Cationes
153 164.6 153 195
Na+
142 152.7 145 10
K+
4 4.3 4 156
Ca++
5 5.4 (2-3) 3.2
Mg ++
2 2.2 (1-2) 26
Aniones
153 164.6 153 195
Cl -
103 110.8 116 2
HCO3-
28 30.1 31 8
Proteína
17 18.3 - 55
Otros
5 5.4 (6) 130
Osmolaridad
296 294.6 294.6 (mOsm/L)
Presión osmótica
5712.8 5685.8 5685.8
teórica (mm Hg)
Y
er
er
ABB
ABB
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2.0
2.0
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C
C
w om w om
w
w
w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
beber
Tabla 24-4. Cambios en el volumen y la distribución del agua corporal total, el contenido de
sodio corporal total y la concentración de sodio plasmático con la deshidratación y la
sobrehidratación.
Deshidratación
Hipernatrémica l nl o sl
Normonatrémica nl
nl
Hiponatrémica
Sobrehidratación
Intoxicación por nl
agua
Expansión del
volumen del AEC
Normonatrémica nl
nl
Hiponatrémica l
953
F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
Y
Y
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er
ABB
ABB
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2.0
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C
C
w om w om
w
w
w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
954
F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
Y
Y
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ABB
ABB
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y
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2.0
2.0
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he
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k
lic
lic
C
C
w om w om
w
w
w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
Método 4. Enzimático
955
F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
Y
Y
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ABB
ABB
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2.0
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C
C
w om w om
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w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
CNP-G7, 2-cloro-4-notrofenol-ß-D-maltoheptasido
Uso Suero
956
F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
Y
Y
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ABB
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C
C
w om w om
w
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w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
Uso Suero
Método 4. Enzimático
Uso Suero
Figuras
957
F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
Y
Y
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ABB
ABB
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2.0
2.0
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C
C
w om w om
w
w
w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
Figura 24-2 Diagrama de plasma, fluido intersticial, FI, y agua intracelular, AIC, en
tejido, a nivel microscópico.
Y
er
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ABB
ABB
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y
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2.0
2.0
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C
C
w om w om
w
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w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
porcentaje del peso corporal) con la edad. ACT, Agua corporal total; AIC, agua
intracelular; AEC, agua extracelular. (Adaptado de los datos de Friis-Hansen, B: Acta
Paediatr Scand 46[suppl 110]:1, 1957)
Figura 24-4 Incremento del hiato aniónico debido a un incremento en los aniones no
medidos. Números en paréntesis, concentración de iones en unidades de mEq/L plasma.
Obsérvese que la suma de cationes (lado izquierdo de cada gráfico de barras) es siempre
igual a la suma de los aniones (lado derecho de cada gráfico de barras), tanto en
condiciones normales como en la presencia de acidosis láctica. La suma de las
concentraciones de aniones no medidos (ácidos orgánicos, HPO4--, SO4--, y proteínas) es
mayor que la suma de las concentraciones de los cationes no medidos (Ca++ y Mg++).
Durante la acidosis láctica, la diferencia entre los aniones no medidos y los cationes se
hace mayor debido a que la producción de ácido láctico incrementa la concentración de
ácidos orgánicos.
959
F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
Y
Y
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ABB
ABB
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2.0
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C
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w om w om
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w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
960
F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
Y
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ABB
ABB
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C
C
w om w om
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w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
Figura 24-7 Hipótesis de Starling de la distribución del agua entre los compartimentos
del plasma y del fluido intersticial. El grosor de las flechas representa la presión
hidrostática del plasma (Pp1) y la presión oncótica del plasma p1) indica sus relativas
magnitudes. Las flechas discontínuas indican la dirección de la presión de filtración
neta.
Y
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ABB
ABB
y
y
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2.0
2.0
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he
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C
C
w om w om
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w. w.
A B B Y Y.c A B B Y Y.c
Figura 24-9 Distribución de sodio entre los compartimentos del cuerpo. Números en
negrita, porcentajes de sodio corporal total en varios compartimentos; números entre
paréntesis, porcentajes de sodio intercambiable en varios compartimentos; AIC, agua
intracelular; FI, fluido intersticial; ATC, agua transcelular.
962
F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
Y
Y
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ABB
ABB
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C
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w om w om
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A B B Y Y.c A B B Y Y.c
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F T ra n sf o F T ra n sf o
PD rm PD rm
Y Y
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ABB
ABB
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2.0
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C
C
w om w om
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A B B Y Y.c A B B Y Y.c
964
F T ra n sf o F T ra n sf o
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ABB
ABB
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C
C
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A B B Y Y.c A B B Y Y.c
965