2002 Valadez Vinateros y Talladores NL

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de Monterrey

R.evista de t1umanidades:
Tecnoloaico de Monterrey

Ntimero 12
Primavera de 20<12
R..evista de Numanidades:
Tecnotoaico de Monterrey
Es una publicaci6n academica de Ia Division
de Humanidades y Ciencias Sociales dellnstituto
Tecnol6gico y de Estudios Superiores de
Monterrey, Campus Monterrey.

Consejo Editorial
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Ciencias Sociales: Zidane Zeraoui
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Historia: Ana Portnoy
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Redaccion en espanol: Rodolfo Marmo, Dolores Saenz


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Asesores:
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Ruth Esther Angel
Cristina Cervantes
Aurelio Collado
Domw Kabalen
Jose Carlos Lozano
Victor Lopez Villafmie
Abraham Madrollal
Francisco Javier Martinez
Pedro Trevi1io
Revista de Httmanidades: Tecnol6gico de Monterrey
Numero 12, Primavera de 2002
Instituto Tecnologico y de Estudios Superiores de Monterrey
Division de Humanidades y Ciencias Sociales
Tipografia y formacion: Juan Jesus Gonzalez
Cuidado de la edicion: Erika Alejandra Menchaca
Disefio: Centro de Investigacion y Entrenamiento en Tecnologia
Educativa, Mariam Mac Lean Sufe
Disefio Contraportada: Juan Jesus Gonzalez
Av. Eugenio Garza Sada 2501 Sur
Monterrey, Nuevo Leon, Mexico. C.P. 64849
e-mail: blopez@itesm.mx
erika.menchaca@itesm .mx

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La Revista de Humanidades: Tecno/6gico de Monterrey aparece en los


siguientes indices:
CLASE (Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades),
UNAM.
LATINDEX (Sistema de Informacion de Publicaciones Cientificas
Seriadas d e America Latina, el Caribe, Espana y Portugal), UNAM.
HLAS (Handbook of Latin American Studies), Library of Congress,
USA.
IBSS (Intemational Bibliography of the Social Sciences), London School
of Economics.
LANIC (Latin American Network Information Center), University of
Texas at Austin.
Reflexiones (Revistas especializadas en literatura peninsular e
hispanoamericana ).
Directorio de Medios Impresos d e Nuevo Leon, UR.

La Revis fa de Httmanidades: Tecno/6gico de Monterrey es una publicacion


semestral editada por la Division de Humanidades y Ciencias Sociales
del Instituto Tecnologico y de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Monterrey, que se encuentra ubicado en Av. Eugenio Garza
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Colinas de San Jeronimo, Tel. 8348-30-70 Monterrey, N . L.

ISSN 1405-4167
Vinc.teros y Tc.lli\dores.
Dos pervivencic.s indi~enc.s
de Nuevo Leon
Moises Valadez Moreno
Centro INAH Nuevo Leon

El empleo de plantas fibrosas para Ia elaboraci6n de objetos


utilitarios y Ia cocci6n de agaves en fogones, una especie de homos
semisubtemineos, fueron dos importantes estrategias de los grupos
indigenas de Ia region. Con transformaciones, pero conservando en
general los mismos procedimientos, durante el periodo colonial y hasta
Ia primera mitad del siglo XX, los habitantes del extremo norponiente
de Nuevo LeOn continuaron utilizando fibras vegetales como materia
prima de artefactos y elementos similares a los fogones, para Ia
producci6n de bebidas alcoh61icas a partir del agave, integrando las
principales industrias que dieron sostenimiento en especial a Ia
poblaci6n de menores recursos de estos apartados territorios.

The use of fibrous plants in the production of utilitarian objects as


well a the cooking of agave on special cooking ranges called fogones, a
type of semi-subterranean oven, were two important strategies of the
indigenous groups of the region. Adding transfomations, yet keeping
the same general processes, during the colonial period and until the
first half of the XX century, the inhabitants of the north-western Nuevo
Leon region continued using fibrous plants as prime mater of artifacts,
and elements similar to fogones, for the production of alcoholic
beverages based on agave, integrating the main industries that sustained
mainly populations with few resources in these far away territories.

Fibras y fogones

E ntre la evidencia arqueol6gica de Nuevo Leon destacan dos


elementos cotidianos de los grupos indigenas que ocuparon
estos territorios desde la prehistoria hasta el Mexico Independiente:
objetos utilitarios producidos a base de fibras vegetales y fogones 1
donde se procesaban plantas y animales para su consumo.
Los prirneros, tuvieron amplia distribuci6n y variedad por la
condici6n n6mada de las sociedades locales, quienes prefirieron
objetos ligeros y portatiles como cordeles, sandalias, redes, bolsas,
faldas, petates, cestos, contenedores de liquidos y hasta pelucas con
que se engalanaba a los muertos, en sustituci6n de las fragiles y
pesadas ceramicas que se utilizaron en Mesoamerica. Sin embargo,
como este tipo de materia prima es perecedera y diffcilmente resiste
los embates del tiempo, solo se preserva en cuevas secas, donde se
hace evidente la dependencia a este tipo de objetos, pues tan solo en
250 • Moises Valadez Moreno

la region de Cuatro Cienegas, Taylor rescato un importante conjunto


de objetos entre los que destaca casi un millar de sandalias y unos 200
metros de fragmentos de cordeles. 3
Los fogones, por su parte, tambien conocidos como mezcaleros,
fueron rusticos homos semisubtemineos que se elaboraban excavando
un foso en forma de cuenca de 1 a 2.5 metros de diametro y de entre 30
a so centimetres de profundidad, en cuyo interior se depositaban ramas
y pequenos troncos para ser encendidos hasta alcanzar su maxima
combustion. Sobre esta cama de material comburente, se colocaban
rocas de unos 15 centimetres, para formar una superficie plana a
manera de comal donde se colocaban los alimentos, probablemente
envueltos en pencas de agave. Por ultimo, se cubria el conjunto con
una fina capa de sedimentos para conservar el calor, como sucede
con los pozos de barbacoa contemporaneos, aunque de menor
profundidad (figura 1).

material comburente como ram as y lelia


para formar brazas de carbOn
pozo de poca profundidad

\..

cublerta de rocas para form er una superflcle Allmentos que .,.n h.,_• en elfog6n como
plana a manera de comal coriiZOMO de agove o co.rne p.ev- -IIUdo y
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ocuionu loa restoo del Cllb6n Interior
las rocas se fracturaban
por el intenso calor

dibuj6 Arqlgo. Moises Valadez Moreno

Reconstruccion hipotetica del uso de los fogones


Vinateros y Tal/adores. Dos peroivencias indigenas de Nuevo Leon • 251

El aspecto de los fogones en superficie son pequeftos monticulos


de rocas fragmentadas que varian en diametros de 2 a s metros (ver
fotos 1 y 2).

Foto 1 roto2

Las rocas generalmente son areniscas de forma irregular, anguladas


y con tonalidades de color entre cafe, rojo y gris, dependiendo del
grado de exposicion al fuego. Como parte de los trabajos arqueologicos
en la region, hemos detectado fogones a profundidades superiores a
los 6 metros, con notable estado de preservacion de las cenizas y carbon
interior, permitiendo la obtencion de valiosas muestras susceptibles
de analisis de radiocarbono (C14}, que han proporcionado
fechamientos cuya antigiiedad alcanza los 8,000 aftos, y se prolongan
en una larga secuencia cronologica hasta la epoca Colonial en el afto
1760 de nuestra era. 5
Cabe mencionar que los fogones no presentan huellas de
reutilizadon, por lo que pueden encontrarse cientos de ellos en un
mismo sitio; sin embargo, esta caracteristica favorecio a su
conservacion y ala confiabilidad de los fechamientos, ya que el carbon
nunca fue removido y queG.o protegido por la capa de piedras hasta
nuestros dias.
Entre las referencias documentales sobre la utilizacion de los
fogones, los cronistas desde el siglo XVII mencionan que los indigenas
de la region preparaban muchos de sus alimentos "en barbacoa", en
especialla carne de venado~ y el corazon de cierto tipo de agave que
requeria de 48 horas de horneado para obtener un nectar que llamaban
mezcale, el cual era consumido a traves del masticado y succion del
liquido contenido en fragmentos de la pulpa.7 Ademas, los residuos
tambien eran aprovechados porque se molia el bagazo fibroso para
producir una harina que se utilizaba como fuerte purgante. De hecho,
252 • Moises Valadez Moreno

la producci6n de mezcale fue una pnictica tan popular entre los


naturales del vasto territorio del Noreste de Mexico y el suroriente de
Texas, que dio pie para que los colonizadores hispanos llamaran
Mezcaleros a los grupos indigenas que ocuparon la ribera norte del
Rio Bravo.

Los fogones vinateros


Aunque el proceso de colonizaci6n convergi6 en la desaparici6n
de las etnias locales, los remanentes poblacionales y sus descendientes
construyeron elementos sirnilares a los fogones para la obtenci6n de
mezcal, convirtiendose en una de las actividades altemativas que
complement6la raquitica producci6n agricola y ganadera, en especial
del extremo norponiente del estado, donde las extremas condiciones
clirnaticas son muy severas desde la epoca Colonial.
En otra parte," describirnos el irnpacto en la econornia provocado
por las "haciendas de labranza" durante el periodo colonial y hasta
fines del siglo X IX, por el acaparamiento de los principales ojos de
agua para el cultivo de cana de azucar con objeto de obtener may ores
dividendos que con el maiz y frijol, a traves de la producci6n de
piloncillo. Sin embargo, la casi total dependencia del riego con agua
procedente de veneros, exhibi6la fragilidad en que vi via la region en
epocas de estio, castigando en mayor grado a la poblaci6n rural,
quienes subsistian principalrnente de sus milpas y de su escaso ganado
vacuno y caballar. Ante tal situaci6n, se implementaron otras
estrategias como la instalacion de rudimentarias destiladoras llamadas
"vinaterias", donde se producia "vino", que no era otra cosa que
mezcal extraido del maguey y sotol.
Para la elaboraci6n de esta bebida, se construyeron homos que
seguian el mismo principio de los fogones, aunque de mayores
dimensiones y de construcci6n mas detallada, debido a que se
utilizaban mas de una vez. El diarnetro de los fogones vinateros podia
alcanzar hasta doce metros, con mayor nlimero de rocas y un tiro en
la parte inferior por donde se introducia material comburente para
mantener una temperatura uniforme (fotos 3-6). El proceso de
destilaci6n era el siguiente:
Virrateros y Tal/adores . Dos pen,il'l'rrcias irrdigcnas dr Nu rvo Leon . . 253

Foto 3 roto 4

Foto s
Se colectaban los agaves y se les cortaban las pencas para dejar al
descubierto el centro o coraz6n. Se colocaban los corazones en el centro
del fog6n y se cubrian con tierra de grano fino para conservar el calor
por largo tiempo.

Foto 7 Foto 8

Foto 9
Al termina r la cocci6n, se dejaban enfriar y se pasaban por una
molienda similar a la que se utilizan para extraer el nectar de la caii.a
de azucar (ver fotos 7 y 8) cuya tracci6n se ejercia a traves de mulas
que accionaban un rudimentario molino que trituraba y exprimia el
jugo contenido entre la pulpa y fibras . Se colectaba el extracto y se
introducia en grandes contenedores metalicos donde hervian hasta
254 • Moises Valadez Moreno

sol tar un zumo espumoso. Elliquido resultante se colaba y se dejaba


reposar para su fermentacion. Finalmente se destilaba el derivado y
se v~rtia en botellas de vidrio para su venta y consumo.
La tabla I, basada en documentos del Ramo Estadisticas del
Archivo General del Estado de Nuevo Leon, enumera parte de las
vinaterias mezcaleras que proliferaron entre los siglos xvm y XIX en el
extrerno poniente de la entidad. Las fotos 3 a 9 presentan los restos de
las vinaterias "Los Remotos" y "El Cuarto", referenciados en los
documentos historicos.

Tabla 1

Las Estacas El Huizache


San Bernabe Puerto Blanco
Los Rernotos El Tanque
Potrerillos Los Morteros
Las Ventanas El Cuarto
Rincon del Buey La Escondida
EISauz

La "tallanderia"
Mientras que las vinaterias cobraban importancia, los pobladores
de menores recursos desarrollaron otra actividad economica que
requeria de un minimo presupuesto, pero de gran inversion en tiernpo
y fuerza de trabajo. Se trataba de la "tallanderia", que era la manera
como se denomino a los lugares donde se procesaban las gruesas y
resistentes fibras de plantas como la lechuguilla, yuca, sotol y palmi to,
para rnanufacturar diferentes productos.
La tallanderia iniciaba con la seleccion y colecta de la materia prima,
cortando las pencas o cogollos y transportandolas en una especie de
canastos denominados Guajacas," que se empleaban desde tiempos
indigenas con el nombre de Cacaxtles. 10 Estos artefactos, segUI1 las
cronicas, se elaboraban con varas y cordeles y eran utilizados para
trasladar plantas, frutos y objetos en general hacia las areas de
campamento, y se colocaban sobre la espalda sostenidos por una
correa que pasaba por la frente del individuo, de forma similar a un
mecapal mesoarnericano.11
Virwteros y Tal/adores. Dos pervivencias i11digenas de Nu evo Leon . . 255

Alllegar al area de procesamiento, el"tallador" principiaba con la


extracci6n de la pulpa de los cogollos para dejar al descubierto las
fibras, aunque en el caso de las pencas de palma se requeria su
cocimiento previo para ablandar su extrema dureza. En ambos casos,
se tomaba un extremo del cogollo sujetandolo con un pequeno cilindro
punteado de madera llarnado "bolillo" y se tallaba el resto de la penca
sobre un rectangulo de madera llarnado "banco", utilizando un objeto
parecido a un machete, pero de mayor grosor (fotos 10-12).

Foto 10 Foto 11

Foto 12

AI quedar la fibra lim pia, se extendia y desecaba al sol para luego


estirarla y agruparla en manojos, y posteriormente transformarla por
torsion y anudado en objetos \ltiles como estropajos, cepillos, cuerdas,
costales y brochas. Cabe hacer menci6n que en diferentes cuevas se
han resc atado objetos arqueol6gicos como palos cogolleros,
raspadores, madejas de fibra y objetos en proceso de manufactura, 12
similares a los que se utilizaban en las tallanderias.
Aunque rudimentarias, las tallanderias fueron el complemento de
las vinaterias y en conjunto permitieron a la poblaci6n campesina
subsistir hasta el inicio del conflicto revolucionario, sustituyendo ala
producci6n agricola y ganadera que continuarnente sucumbia ante
las prolon gad as sequias.
2:'i6 • Moises Valadez Moreno

Las pervivencias indigenas


Durante mas de ocho milenios, diferentes grupos indigenas
explotaron los recursos bi6ticos de los extremosos paisajes
extratropicales del noreste de Mexico, a traves de ingeniosas tecnicas
como fogones y el tallado de fibras, que les permitieron aprovechar
austeras plantas como agaves y sotoles, por su alto contenido en
azucares y las agridulces pero nutritivas flores de yucas y palmas;
ademas de transformar sus rispidas pencas en materia prima de
calzado, vestimenta y utensilios que les facilitaron su vida n6mada
hasta tiempos hist6ricos, cuando fueron perseguidos, esclavizados y
finalmente exterminados.
Los nuevos pobladores de cultura occidental, encontraron un
paisaje de condiciones muy distintas al semidesierto de la actualidad,
dada la presencia de abundantes ojos de agua. Sin embargo, su
residencia permanente y desmesurada explotaci6n de los recursos
naturales en las mencionadas Haciendas de Labranza, desequilibr6
paulatinamente la regeneraci6n del entomo, yen consecuencia, las
actividades agricolas y ganaderas desde finales del periodo Colonial
experimentaron en una dramatica afectaci6n, al grado de obligar a la
poblaci6n a recurrir a antiguas tecnicas de subsistencia como la
producci6n de mezcal y el tallado de fibras, utilizando tecnicas muy
similares a las de la epoca precolombina.
La situaci6n econ6mica no cambi6 mucho hasta el conflicto
revolucionario, e incluso a mediados del siglo XX, se agrav6, por el inicio
de bombeo de los mantos acuiferos para abastecer del vitalliquido a la
emergente ciudad metropolitana de Monterrey, provocando un
deterioro atin mayor de las condiciones climaticas y sequia.l-' Durante
esa nueva crisis, las vinaterias y tallanderias tuvieron un fugaz repunte,
pero muy pronto vieron su fin por la aplicaci6n de reglamentos y
sanciones sobre la venta y consumo de bebidas alcoh6licas y la
precipitada caida de los pretios del mercado de fibra cruda, que desde
esas fechas qued6 bajo el control del Instituto Forestal Mexicano.
Hoy en dia, las vinaterias domesticas se encuentran en extinci6n,
pero ha habido un importante incremento del precio de la fibra tallada,
por lo que no es extrafto observar algtin aventurado tallador que en
el nuevo milenio prefiere recibir algunos dividendos por la vehta de
estropajos o mecates de fabricaci6n casera, que vender su fuerza de
trabajo en servicios municipales, en minas o buscar algun tipo de
empleo en la ciudad o en el vecino pais del norte.
Vinateros y Tal/adores . Dos pen,ivencias indigenas de Nue·vo Leon • 257

Notas
1
Valadez Moreno, M. (1999 b). La arqueologia de Nuevo Leon y el noreste.
~onterrey : Universidad Autonoma de Nuevo Leon, pp. 89-92.
2
Taylor, W. W. (1966). "Archaic Cultures Adjacent to the Northeast Frontiers
of Mesoamerica", en Handbook of Middle American Indians, vol. 4, pp. 59-94. R.
Wauchope, Ekholm and Willey (eds.). University of Texas Press y Taylor, W.
W. (1972). "A Comparsion of the Archival and Archaeological Records", en
Word Archaeology, vol. 4, num. 4, pp. 167-178.
~Taylor, W. W. (1966). "The Hunter-Gatherer Nomads of Northern Mexico ... ",
op. cit. pp. 62-87.
4
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Chapa y el Gral. Fernando Sanchez de Zamora . Monterrey: Biblioteca de Nuevo
Le6n, Gobierno del Estado de Nuevo Le6n, Centro de Estudios Humanfsticos,
Universidad Autonoma de Nuevo Leon, p. 24.
7 De Leon, "Relacion y Discursos del Descubrimiento ... ", op. cit., p . 20.

" Valadez Moreno, M. (1999 a). "EI piloncillo, Ia cana de azucar y los cambios
ecologicos culturales en el Valle de Mina, N. L. " , en Revista de Humanidades:
Tecnologico de Monterrey. No. 6, pp. 225-241. Monterrey: Division de Ciencias y
Humanidades, Instituto Tecnologico de Estudios Superiores de Monterrey,
pp. 226-235.
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Ia palma samandoca", en Tejedores de Ia naturaleza. La cesteria en cinco regiones
de Mexico. Cortez Ruiz, E. y Rodriguez Lazcano, C. (coords.). Coleccion
Divulgacion, pp . 115-150. Distrito Federal: Instituto Nacional de Antropologia
e Historia, p . 9.
10 De Leon, "Relacion y Discursos del Descubrimiento ... ", op. cit., p . 21.

11 Valadez Moreno, M. La arqueologia de Nuevo Leon yel noreste .. ., op.·cit., p. 204.

12 Aveleyra Arrollo de Anda, L. (s/f). Estudios Arqueologicos sobre Cuevas

Fwzerarias de Ia Laguna, Coahuila . Tesis Doctoral. Distrito Federal: Universidad


Nacional Autonoma de Mexico, Escuela Nacional de Antropologia e Historia;
Taylor, "The Hunter-Gatherer Nomads of Northern Mexico ... ", op. cit., pp.
62-87.
D Valadez Moreno, M. "EI piloncillo, Ia cana de azucar y los cambios ecologicos

culturales ... ", op. cit.


258 • Moises Valadez Moreno

Bibliografia y documentos consultados


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