Sanidad Interior
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{Sobre
cuatro Áreas Específicas}
Permítanme una licencia. Creo que Jesús tuvo con el Padre y con el
diablo diálogos como los que leerán a continuación:
Un día Dios Padre le dijo a Jesús:- Necesito que vayas a la cruz a
morir -
Jesús obedeció y dijo:- Padre si esta es tu voluntad, así lo haré-
Fue a la cruz, murió y la muerte lo retuvo por tres días. Pero, al
tercer
día Jesús le dijo al diablo: -Yo soy el Cordero de Dios, que quita
el
pecado del mundo, porque vine sin pecado y morí sin pecado-. Y la
muerte tuvo que soltarlo. Entonces Jesús tomó las llaves del Hades
donde estaban prisioneros todos los muertos hasta ese momento y
abrió
la puerta y comenzó a llamar a sus profetas. Le dijo que podía
salir
porque tenía las llaves del Hades y de la muerte, y había recibido
autoridad sobre ellos.
Dice la Biblia más adelante, que luego de varias apariciones,
subió a los
cielos y se le presentó al Padre y le dijo:-Padre mío, fui a la
cruz y morí,
derrame mi sangre, tal cual me lo pediste ,y lo hice por amor.
Ningún
pecado fue hallado en mi.-
Dios Padre le contestó:-Hijo, porque has vencido, y fuiste sin
pecado, y
diste tu vida y lo hiciste por amor, yo hoy te doy un nombre y te
exalto,
te doy todo poder y toda autoridad; ven siéntate a mi diestra.-
Como recompensa Dios le devolvió al Hijo todo lo que había tenido
ante
de venir a la tierra.
Pero Jesús estaba intranquilo. Dios Padre le preguntó porque. Y
Jesús le
respondió: -Estoy enamorado, fue como amor a primera vista. Y
ahora
tengo una novia- la iglesia- y quiero darle todo.-.
Dios entonces le dio permiso para que no sólo le concediera la
misma
autoridad sino también que estuviera sentada en los mismos lugares
celestiales.
Y así lo declara efesios 2:6
“... juntamente con El nos resucitó y asimismo nos hizo sentar en
los lugares celestiales con Cristo”
Ese es nuestro lugar, la diestra de Jesús y ahora tenemos toda la
autoridad que El tiene y tuvo aquí en la tierra para sanar en su
nombre
cualquier enfermedad, echar fuera demonios y resolver cualquier
problema porque Jesús mismo nos dio el poder.
Cuando decidimos seguir a Cristo su obra redentora en la cruz del
Calvario cambia nuestro presente, nos convierte en sus hijos y
comenzamos una nueva vida en El. La vida eterna nos da una nueva
perspectiva de nuestro ser y nos asegura un futuro glorioso en los
cielos.
Pero... ¿qué sucede con los hechos del pasado que una vez nos
hicieron
sufrir? ¿cómo se curan los rencores, las traiciones y los pleitos?
Estas y
otras preguntas nos llevaron a reflexionar sobre el verdadero
estado de
los creyentes de hoy: pecados no confesados, prácticas ocultistas
realizadas antes de conocer a Cristo, profundas heridas abiertas
en los
corazones, costumbre heredadas que condicionan la vida espiritual,
etc.
De este modo y como una herramienta más para el pueblo de Dios,
nació “Las Cuatro Puertas”, método que permite que las personas
sean
sanas y queden libres en cuatro áreas básicas de la vida. A través
de
preguntas específicas sobre temas concretos se diagnostica la
condición
de la persona y se la ministra.