Resumen 2do Parcial
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Resumen 2do Parcial
ABELLAN
La tasa de mortalidad específica se obtiene a partir de la relación entre el número de defunciones
de un determinado sexo y edad, por cada mil habitantes de ese grupo poblacional.
Factores que afectan a la mortalidad: factores biológicos, relacionados con el concepto de
morbilidad que hace referencia a la composición genética de la población, a la selección natural
y a la susceptibilidad o resistencia a enfermedades endémicas o epidémicas, y factores sociales
que en sentido amplio, engloban aquellos que inciden particularmente sobre el estado de la salud
de una población determinada, como por ejemplo la calidad de vida.
OTERO
La transición demográfica, consiste en el paso de un régimen tradicional de alta mortalidad y alta
natalidad a un régimen moderno de bajos valores de ambas tasas, constituye el proceso más
decisivo de la historia de la población de una región.
Según la esquematización canónica de la teoría, la población atraviesa secuencialmente 4 fases
claramente diferenciadas: 1) la etapa pre transicional, caracterizada por altos niveles de
mortalidad y natalidad que determinan un bajo nivel de crecimiento vegetativo actual pero un alto
potencial de crecimiento; 2) una etapa en la que la mortalidad comienza a descender mientras que
la natalidad permanece en niveles altos (“expansión inicial”), produciendo un elevado crecimiento
natural, conocido como “boom” o “explosión” demográfica: 3) una fase de expansión tardía
durante la cual la baja de la natalidad se suma a la baja precedente de la mortalidad, amortiguando
de tal suerte el crecimiento demográfico; 4) una fase pos transicional o “baja estacionaria” en la
que ambas tasas pasan a ser bajas determinando un escaso crecimiento vegetativo actual y también
un bajo potencial de crecimiento futuro.
En los países desarrollados que, iniciada con la llamada “segunda transición” consiste en la caída
de la fecundidad por debajo del nivel de reemplazo. Ello implica, según los casos, niveles de
crecimiento vegetativo extremadamente bajos.
La mortalidad y la natalidad comenzaron a bajar conjuntamente a partir de la década de 1870.
La baja de ambas tasas fue más rápida entre 1870 y 1930, para continuar a partir de esa fecha su
tendencia declinante aunque con un ritmo más pausado. Para los años 30 del siglo XX, la tasa de
natalidad descendió por debajo del umbral del 30 por mil.
La fecundidad por su parte, se elevó entre el primer y segundo censos nacionales de 1869 y 1895
respectivamente.
A partir de entonces la tasa global de fecundidad continuó bajando a un ritmo más lento. Esta
evolución de largo plazo no debe hacer olvidar que la fecundidad tuvo repuntes significativos
entre 1945 y 1955, el conocido "baby boom" de la posguerra.
La mortalidad, por su parte, descendió más rápidamente entre el cambio de siglo y la crisis de
1930 y continuó bajando desde entonces a un ritmo más moderado.
La segunda característica distintiva del caso argentino es su carácter pionero en el inicio del
proceso transicional, tanto en el contexto latinoamericano en el que la transición de la fecundidad
tomó un impulso decisivo recién a partir de la década de 1960.
Argentina, Uruguay y Cuba fueron, en efecto, los únicos tres casos latinoamericanos que pueden
incluirse en la categoría de forerunners compuesta por aquellos países que comenzaron la
transición de su fecundidad antes de 1935, la baja de la fecundidad fue rápida o simultánea en
relación con la caída de la mortalidad. La baja de la fecundidad en el caso argentino es evidente
a partir de 1910. La baja de la fecundidad en la Argentina fue completada muy tempranamente, a
diferencia de los países latecomers que dispusieron de los métodos modernos (píldora
anticonceptiva, DIU, etc.) de la "segunda revolución contraceptiva", lo que prueba que el estudio
de las motivaciones por la reducción de la fecundidad constituye un aspecto de indagación central.
La tercera consistió, como ha sido dicho, mortalidad, y en la baja simultánea de la natalidad y de
la en el consecuente paralelismo que describen la evolución de ambas tasas, lo que alejaría en
principio al caso argentino del modelo clásico europeo.
El paralelismo observado ha llevado a Alejandra Pantelides (1982, a) a caracterizar la transición
argentina como un "modelo no ortodoxo", calificación que aunque válida puede ser matizada.
La transición demográfica argentina puede ser ubicada dentro de un subtipo especial de
transición: la de los "países de inmigración de poblamiento europeo".
En los grandes países de inmigración, la transición se caracterizó por su corta duración, del
orden de los 75 años para Estados Unidos y Canadá, de los 90-95 años para Australia y Nueva
Zelanda y de una duración intermedia entre las de América del Norte y Oceanía.
El impacto de la inmigración ultramarina no se redujo desde luego a estos factores de estructura,
ya que involucró asimismo una importante influencia socio-cultural visible en múltiples
dimensiones, lo que permite interpretar al caso argentino a partir de la teorías difusionistas de la
baja de la fecundidad. La "transición migratoria" de la época de la emigración de masas, que
afectó tanto a los países de origen como a los de llegada, completa así los perfiles de la transición
demográfica, teoría que, como señala Chesnais, se concentró de modo exclusivo en los dos
parámetros de la reproducción biológica asumiendo implícitamente un modelo de población
cerrada.
Los efectos de la transición sobre el crecimiento demográfico
Como el crecimiento demográfico argentino fue acelerado de modo decisivo por la llegada
masiva de inmigrantes europeos, el análisis que sigue incluye también el crecimiento ligado a la
transición migratoria. El análisis conjunto de los dos componentes (vegetativo y migratorio) del
crecimiento permite diferenciar tres etapas bien definidas y avizorar, a partir de las proyecciones
de población existentes, el futuro próximo.
Primera fase: El antiguo régimen demográfico: durante la etapa pre transicional, la natalidad y la
mortalidad fueron muy elevadas y el crecimiento de largo plazo fue contrarrestado por la
influencia de crisis de mortalidad recurrentes producidas por un amplio conjunto de factores entre
los que sobresalieron las epidemias.
Segunda fase: la gran expansión: entre 1858 (censo de la Confederación Argentina) y la Crisis
de 1930, el país asistió al período de mayor crecimiento de toda su historia. La pacificación -
siempre relativa- y la organización del país tras la caída de Rosas en 1852; la creación paulatina
de instituciones estatales; el desarrollo de la infrastructura económica; los avances de la
alfabetización y la expansión de las exportaciones agricola-ganaderas; entre otros factores
asociados a la modernización de la estructura social y económica generaron un incremento
sostenido y espectacular de la población con tasas de crecimiento medio anual iguales o superiores
al treinta por mil hasta 1914 y levemente inferiores a esa cifra durante el natalidad y quinquenio
1925-1929. Si bien la baja paralela de la mortalidad a partir de 1870 de la impidió la explosión
demográfica característica de la fase de expansión inicial de la compensada por el flujo
migratorio ultramarino transición, su ausencia fue cuya influencia difícilmente pueda ser
exagerada. Durante el período 1870-1915 la Argentina recibió más de 7.000.000 de inmigrantes.
Aunque el 46%7 de las entradas fueron acompañadas de salidas (retornos emigraciones hacia
otros destinos), el saldo y fue extremadamente positivo.
Este aporte exógeno resultó de excepcional importancia, tanto por su efecto directo (incremento
de la población por radicación en el (conformación de país), como por su efecto indirecto nuevas
parejas y hogares y aporte a la natalidad).
La disponibilidad de series estadísticas de natalidad y mortalidad a partir la de la década del 70,
reflejo inequívoco de la aludida expansión estatal, permite definir con mayor precisión la
contribución relativa del crecimiento vegetativo y migratorio durante esta etapa.
Tercera fase: la desaceleración del crecimiento: La Primera Guerra Mundial, de modo
coyuntural, y la crisis financiera internacional de 1930, de manera definitiva, pusieron fin al
crecimiento demográfico basado en la llegada de aportes exógenos. Desde entonces, el país inició
una larga etapa caracterizada por la reducción progresiva del crecimiento de la población en cada
período interesal.
Esta etapa se caracteriza ante todo por el hecho de que las variaciones del crecimiento vegetativo
explican prácticamente por sí solas las variaciones del crecimiento demográfico total, hecho
consecuente con la reducción progresiva del aporte externo y con el perfil de la transición. El
crecimiento migratorio se redujo de modo constante con valores levemente significativos.
Un punto de inflexión de esta evolución lo constituye la emigración de argentinos que devino
importante a partir de la década del setenta y que marca el pasaje de un país de inmigración a un
país expulsor de población nativa (Calvello, 2007). En suma, la desaceleración del crecimiento
demográfico de las últimas site décadas testimonia dos procesos claramente identificables: 1) el
avance de la transición demográfica, particularmente notable durante el período intercensal
1914-1947; y el fin del ciclo de la inmigración europea que redujo el aporte exógeno de la
migración neta a valores poco significativos.
Fruto de las transiciones de la natalidad y la mortalidad pero también del perfil de la transición
migratoria, la proporción de personas de 65 años y más alcanzó hacia 1970 el 7% de la población
total, umbral que define desde entonces la a la Argentina como un país envejecido.
Conforme a la teoría de la transición, las eventuales mejoras en políticas socio-sanitarias (sobre
todo en mortalidad infantil) y el mayor acceso a la planificación familiar de los sectors sociales
actualmente desfavorecidos en esos planos, podrían implicar mayores reducciones de la
fecundidad y la natalidad y, eventualmente, acelerar el pasaje a menores niveles de reemplazo.
Aunque el crecimiento de la población estará aun relativamente lejos del crecimiento cero (es
decir del punto en que la natalidad y la mortalidad son iguales y los saldos migratorios son nulos).
La transición y el crecimiento demográfico argentino en perspectiva comparada
Los forerunners en la transición de la fecundidad que recibieron sustanciales aportes exógenos
como consecuencia de la transición migratoria europea, alcanzaron sus máximos niveles de
crecimiento en épocas tempranas (Uruguay, durante la segunda mitad del siglo XIX; Argentina y
Cuba durante 1900-1930). A partir de los años treinta la Argentina creció a una velocidad
considerablemente menor que la de países como Brasil y México.
GRUSHKA
La tbm es un componente del crecimiento de una muertes acaecidas durante un año dado
población que relaciona todas las con la población total, midiendo así su disminución a causa de
la mortalidad. Como limitación, se trata de un indicador que está afectado por la estructura etaria
de la población (al tratarse promedio ponderado de las tasas específicas de mortalidad por edad)
y, por lo tanto, no refleja fielmente el nivel general de la mortalidad.
Los datos disponibles permiten comenzar la serie en 1870 y muestran una cierta estabilidad de
alrededor de 30 defunciones anuales por cada mil habitantes hasta fines de siglo. Luego se
produce un marcado y sostenido descenso hasta alcazar valores del orden del 9 por mil en la
década de 1950. Desde entonces, la tbm prácticamente se ha estancado, descendiendo muy lenta
y levemente hasta su actual nivel de 8 por 8 mil.
Dado que la mortalidad varía con la edad, la tasa bruta puede ser engañosa cuando las poblaciones
que se comparan no tienen una composición similar según la edad y el sexo. Las poblaciones
compuestas por una elevada proporción de personas de edad avanzada que la mortalidad es más
alta, mostrarán naturalmente tbm más en las elevadas que las de las poblaciones más jóvenes.
Dicho estancamiento se debe, en parte, a una real desaceleración en el descenso de la en
términos de Esperanza de vida al Nacer -evn-), pero también al mortalidad (medida proceso de
envejecimiento demográfico de la Argentina. Este proceso, a su vez, responde al descenso de la
fecundidad desde comienzos del siglo XX, a la reducción y cese de la inmigración de ultramar y,
más recientemente, a las mejoras en la supervivencia a edades más avanzadas.
Un indicador más apropiado para describir los cambios de la mortalidad general es la Esperanza
de Vida al Nacer.
La evn, desde siglo xix, tuvo una tendencia ascendente, desde 1883 hasta el fines del año 2009,
aumentó de 33 a 75 años.
La evn se define como el número medio de años de vida de integrantes de una cohorte hipotética
de nacimientos expuestos desde su nacimiento hasta su extinción a las condiciones de mortalidad
por edad vigentes en la población de estudio.
Los valores de evn para los períodos intercensales 1869-1895 y 1895-1914 fueron estimados
sobre la base de los tres primeros censos de población y deben ser considerados como
aproximaciones (Somoza, 1971).
CARBONETTI Y CELTON
La transición epidemiológica
Argentina es considerada uno de los países de América Latina que ingreso más rápidamente en
la transición demográfica. Esto es, un cambio en el régimen demográfico por el cual se pasó de
tasas altas de mortalidad y natalidad cercanas a 30 por mil, a un régimen caracterizado por tasas
bajas de estos dos componentes.
Como consecuencia de un proceso de modernización creciente de la sociedad, que generó
cambios en las pautas de comportamiento social y la generación de políticas sanitarias, los cuales
permitieron un cambio tanto a niveles de fecundidad como de la mortalidad.
En la Argentina se produjo un modelo no ortodoxo de transición.
En la mayoría de los trabajos de carácter demográfico, la que recibió menor atención por parte
de los investigadores de la mortalidad, debido a la simpleza de las causas que llevaron a una
reducción de las defunciones, no así de la fecundidad.
La teoría de la transición epidemiológica, surgió a partir de una profundización de la teoría de la
transición demográfica.
Trata de captar las transformaciones que tuvo la mortalidad en término de los cambios en la edad,
sexo y causas de muerte en el proceso de caída de la mortalidad. Fue objeto de innumerables
criticas por su ambigüedad, especialmente referido la localización en el momento del inicio y
del final de dicha transición.
Comportamiento de las tasas brutas de mortalidad y de la esperanza de vida al nacer
El flujo migratorio desde ultramar que llegó a constituir hacia 1914 el 30% de la población, la
incorporación de casi 4 millones de personas entre 1880 y 1930 transformó políticas Argentina,
radicalmente características étnicas, socioeconómicas y de las conformando una auténtica
revolución demográfica.
El crecimiento poblacional, especialmente en las ciudades, significó la aparición de serios
problemas sanitarios debido: la falta de higiene ambiental y de los alimentos.
El desarrollo de la higiene urbana produjo transformaciones en las ciudades que mejoraron la la
calidad de vida de la población. Sin embargo, la incidencia enfermedades infectocontagiosas
siguió pesando sobre el nivel de mortalidad.
La población Argentina habría entrado hacia 1914 en las primeras etapas de la transición
epidemiológica, proceso por el cual las tasas de mortalidad tendieron a descender en forma
constante, no existiendo picos de mortalidad a lo largo del periodo, que podrían dar cuenta del
desarrollo de epidemias.
El comportamiento de la esperanza de vida al nacimiento es un indicador de suma importancia
para analizar el desarrollo de la mortalidad, siendo muy sensible especialmente a la mortalidad
infantil. Se puede apreciar a lo largo de todo el siglo XX un crecimiento importante de la
esperanza de vida al nacimiento en la Argentina.
Entre el año 1905 y 1914 se dio un fuerte crecimiento de la esperanza de vida al nacer.
Podemos apreciar dos períodos bien definidos; entre 1914 y 1960 las mujeres aumentaron mucho
más su esperanza de vida con respecto los varones, fenómeno propio de la transición y que refiere
a una fase intermedia de esta. Sin embargo, luego de 1970, los años de vida tendieron a
emparejarse entre los sexos. A pesar de ello, las mujeres conservaron una esperanza de vida
mayor ganada en las primeras etapas de la transición epidemiológica.
La mortalidad infantil en Argentina
La mortalidad infantil es un factor clave para analizar la transición epidemiológica, ya que su
comportamiento tiene una influencia trascendente sobre la mortalidad general; la la reducción de
la mortalidad infantil tiene efectos significativos sobre la reducción de mortalidad general y en la
esperanza de vida al nacer.
El decrecimiento de la mortalidad infantil y el comportamiento de los componentes de esta
estarían indicando que a principios de los años ochenta la Argentina estaría entrando en las
últimas etapas de la transición epidemiológica y que a principios del siglo XXI estaría situada en
plena pos transición, donde comienzan a intervenir políticas públicas que permitieron la baja de
la mortalidad determinada no ya las agentes los niños menores exógenos, sino el desarrollo de la
tecnología médica que permite una mayor sobreviva de por de un año, cualquiera sea la etapa de
su vida.
Si se analiza la esperanza de vida al nacer según las regiones, se puede apreciar un desequilibrio
entre las mismas tanto en los niveles que comienza en cada una de ellas la transición. La
transición epidemiológica tuvo variantes que la transforman ya no en una transición, sino en
varias, y donde la influencia de factores como la atención médica y las condiciones de vida
cumplieron un rol definitivo.
Observada a grandes rasgos, la tasa de mortalidad infantil por regiones de la Argentina, tuvo un
desarrollo bastante singular a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.
El envejecimiento en la Argentina.
El envejecimiento es otro indicador que permite apreciar el desarrollo de la transición
epidemiológica, ya que este supone un cambio en el predominio de las causas de muerte. En la
Argentina, la proporción de población mayor de 65 años ha venido aumentando desde 1895 en
adelante.
En una primera etapa el envejecimiento se originó a partir del descenso de la fecundidad,
envejecimiento por la base de la pirámide de edades de la población. En una etapa posterior, la
reducción de la mortalidad en las edades mayores hizo que se produzca el llamado envejecimiento
por la cúspide que también contribuye a aumentar la proporción de mayores.
El fenómeno del envejecimiento, estaría relacionado al flujo migratorio europeo que arribó a la
Argentina a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, trayendo al país un cambio en los
patrones de fecundidad y un temprano crecimiento en la esperanza de vida.
Evolución de la mortalidad por edad y causas de muerte en la Argentina.
Abellan
La migración es considerada proceso de cambio desarrollado históricamente como respuesta a la
presión del hombre sobre el medio y sus recursos.
La fuente principal para medir las migraciones son los censos de población que recogen
información sobre los movimientos del cambio de residencia, pero no están generalizados a nivel
mundial como las encuentras que detectan comportamiento vital del migrante a través de historias
migratorias.
La clasificación de los movimientos migratorios ayuda a su explicación. Los distintos tipos se
basan en criterios como el paso de pestos fronterizos, la distancia espacial recorrida, el tiempo
que mide la permanencia temporal o retorno.
Tipos de migración (Clasificaciones no excluyentes)
Devoto
La migración europea, un fenómeno de larga duración
Entre 1820 y 1924 más de 55 millones de europeos se desplazaron más allá del océano, entre
1921 y 1960 15 millones y medio.
Los principales países receptores fueron Estados Unidos, Argentina, Canadá, Brasil y Australia.
Se puede comenzar con el gran crecimiento de la población europea entre 1820 y 1950, podemos
estimar que sin las migraciones este crecimiento se hubiera triplicado, la razón de explosivo
aumento se puede atribuir a la llamada transición demográfica. Algunas de las razones que
alentaron la migración fueron la situación de amplios grupos de personas que se encontraban en
situación de pobreza, el mismo capitalismo armonizaba la revolución industrial con las
revoluciones en transporte y con la revolución comercial, los avances en ferrocarriles y trenes a
vapor abarataron los costos y acortaron distancias junto con mecánicas y los capitales se
transportaban personas. Las cadenas migratorias (personas ya inmigrantes ayudando a otros a
emigrar) facilitaron también la posibilidad de acceder a un empleo en el país receptor, además de
facilitar información previa a tomar la decisión de migrar. Hasta 1914 también favorecía la poca
regularización movimiento, cosa que cambio luego de la guerra.
El caso de Argentina
La inmigración europea va de la mano con Argentina desde su comienzo de estado independiente,
espacios inmensos sub poblados y del otro lado una población densa fue el primer factor que
favoreció la migración, en contexto de la época, Argentina se encontraba muy lejos y la difusión
de información era muy lenta, los avances en tecnología náutica acortaron tiempo y distancias.
Entre 1857 y 1960 comienza la estadística migratoria en Argentina.
El momento máximo de las migraciones en su mayoría eran hombres y jóvenes en edad laboral
de entre 20 y 40 años, principalmente italianos y españoles, y en menor medida franceses, rusos,
polacos, alemanes y británicos.
Se puede distinguir 6 grandes oleadas migratorias:
La primera procedente de la misma independencia, coincide con la expansión económica del
litoral y la creación del virreinato del Rio de La Plata y llega hasta 1810, fue impulsada por la
expansión de la economía del cuero, también la expansión del aparato burocrático, eran algunos
de los motivos que impulsaban el flujo acompañado de moderada liberalización para los
movimientos de la península y América. La guerra por la independencia generó un clima
desfavorable con los principales inmigrantes de la época, los españoles.
- La segunda ola es luego de la guerra de independencia y las guerras civiles impulsada por la
economía vacuna y lanar.
Los derechos de la nueva Constitución de 1853 eran un documento en papel con efecto real sobre
los migrantes, sumando a los programas de colonización implementados, arraigaron a los
inmigrantes en la tierra. Con la finalización del ferrocarril fue el punto de arranque de la expansión
agraria. Hacía fines de 1875 la inmigración se detiene debido a la crisis económica argentina, por
el deterioro de los precios en sus productos.
1883 inicio la tercera ola más corta y más intensa, impulsada por la expansión de la
frontera agropecuaria y la acelerada construcción de vias férreas. Será la época en la que
los arribos familiares serán más altos y los retornos más bajos. Las oportunidades en el
campo argentino serán un impulsor de estos movimientos y se dará fin con la crisis
politica-económica de 1890.
1901 inicia la cuarta oleada y se prolonga hasta 1913 condicionada aún por la expansión
de la frontera agropecuaria y aún más por la expansión industrial que la acompaña a
ritmo aún mayor. La adopción de la caja de convención (1899) que valoriza a la moneda
nacional debió actuar como incentivo adicional para los migrantes que buscaban una
acumulación de recursos, la cuarta oleada llega a su fin con el desencadenamiento de la
primera guerra mundial.
Tras el conflicto comienza la quinta oleada empujada por la recuperación argentina de la
deuda del 20 y el cierre del destino estadounidense, el movimiento atraerá a Argentina
migrantes de orígenes nacionales nuevos como los polacos. Tras una brillante primera
mitad de la década de 20 se estabilizará colapsara ante una nueva crisis económica está
vez mundial la del 30.
La sexta, por último, se desarrolla luego de la segunda guerra, tras un leve periodo
intensivo se va apagando hasta concluir en 1969. La recurrente devaluación desde el 48
y la inflación del 49 eran factores que no atraían inmigrantes europeos pasados los años
de la segunda posguerra.
Benecia
A inicios de la década de 1990 más del 50% del total de la población inmigrante en Argentina
era constituida por migrantes limítrofes, y a inicios de nuevo siglo llego al 62%, entre 1869 1914
predominaba la migración limítrofe uruguaya, a partir de 1914 fue decayendo, a partir de 1947
hasta la actualidad es la migración Paraguaya la predominante, también la actualidad se observa
un crecimiento de la inmigración boliviana, a partir del 30 la migración limítrofe constituyó una
respuesta a la fuerte escasez de mano de obra en el sector primario de las economías fronterizas,
los trabajadores limítrofes fueron atraídos por ocupaciones temporarias, existentes en distintas
regiones de la Argentina, este tipo de migraciones sigue siendo un desplazamiento no planificado
desde el Estados, sino desde las economías de los hogares pobres, que en algunos casos adoptan
la modalidad de migración familiar por etapas, o de personas solas con destino final en un hogar
ya establecido, es habitual que los inmigrantes se incorporan al país receptor a través de una red
social creada por aquellos inmigrantes con mayor tiempo de residencia en el nuevo país, la
mayoría de inmigrantes limítrofes se incorporan al mercado de trabajos secundario, básicamente
trabajadores manuales por su condición social, adquiriendo empleos que requieren muy poca
formación previa, incluso nula y que se concentran en el extremo inferior de la escala de salarios.
Consecuencias socioculturales
Es la de menor representatividad tiene en relación con las demás migraciones limítrofes, fue
decayendo durante el transcurso de los años, en un principio los inmigrantes Brasileños se
concentraban en Bs As, en la zona pampeana / con el pasar del tiempo se registró concentración
de inmigrantes brasileños en la zona de misiones, al igual que los paraguayos en un principio se
localizaban en zona rurales pero el brasileño prefiere la agricultura, la característica de esta
migración está marcada por una estructura estaría envejecida, muestran predominio femenino
en su composición, en el AMBA la elevada porción de mujeres brasileñas llegan siguiendo a una
pareja Argentina, en la actualidad el creciente proceso de integración económica de los 2
países(Mercosur) creo nichos ventajosos para el desarrollo laboral de ciertos grupos y
comenzaron a atraer una corriente migratoria muy calificada.
Migración Chilena
Fue una de la más numerosa entre fines del S XIX, se registran 2 picos de alza entre 1947 y 1960,
y en 1970 y 1980 este último condice con el periodo de golpe de estado militar, luego de esto
debido a el conflicto por el Beagle y el crecimiento económico chileno provocó una merma en el
volumen de migración, el conflicto genero un cierre de fronteras, y el crecimiento económico un
retención y retorno de los migrantes chilenos, una curiosidad es que a diferencia de otros pueblos
migrantes que tratan de acentuarse en el AMBA los migrantes chilenos permanecen en la zona.
Patagónica en una migración de tipo Rural-Rural, motivado por actividad económica estacionaria.
Migración peruana
Hasta los años 50 la migración peruana era poco significativa, donde entonces predominaba la
migración de la clase media/ alta con predominio de la inmigración estudiantil, a partir de 1980
se entendió a sectores de menos recursos, subempleados, desempleados, trabajadores regulares,
algunas características de esta migración son la presencia masiva de mujeres de al rededor del
60%, la mayoría de los migrantes se encontraba en situación legal sin permiso de trabajo y llama
la atención el nivel de instrucción con el que llegan loa inmigrantes peruanos a la Argentina,
contando es mayoría con estudios secundarios, terciarios y hasta universitarios, pero los empleos
adquiridos en Argentina no reflejan su nivel de formación, estando muchos en empleos
domésticos, siendo peones, aprendices en menor porcentaje trabajadores especializados
Clavelo
La emigración en Argentina
En la historia de la emigración en Argentina se pueden diferenciar etapas, como podemos ver
cada etapa está regida principalmente por factores de expulsión de la propia sociedad argentina,
más que por factores de atracción de los países receptores.
Fuga de cerebros: Onganía
El golpe del general Onganía en 1966 y la llamada "revolución argentina" (así fue plasmada la
idea) la provocó que la cúpula militar propusiera institucionalizar un prolongado régimen
autoritario para frenar las presiones sectoriales. Desactivar la actividad política e introducir una
política económica de inversión en la industria básica y modernización de la infraestructura y el
aparato estatal.
El 29 de julio de 1966, la política ingreso a la facultad de ciencias exactas para expulsar y reprimir
a profesores, estudiantes e investigadores, esto marco el final de una época de desarrollo científico
y académico en las universidades públicas, ¿la consecuencia? la denuncia de 1378 profesionales
y la partida al exterior de 300 de ellos.
1976 - 1983 El exilio político (Golpe de estado 76')
En 1976 la inflación fue del orden del 500% y el déficit público trepó a 12.6%, las fuerzas
armadas y las bandas paramilitares generaron un clima de guerra civil.
El 24 de marzo de 1976 se produjo el golpe de estado. Fueron intervenidos sindicatos, se
prohibieron huelgas, negociaciones colectivas, la actividad política estudiantil, se suspendieron
partidos políticos, asociaciones gremiales y empresarias. Se produjo una intensa migración
forzada de militantes, intelectuales, políticos profesionales, científicos. La acelerada migración
fue organizada por procesos políticos pero también económicos. Se dieron deterioros salariales,
disminución de oportunidades ocupacionales y aun así los emigrantes argentinos continuaron
teniendo nivel educativo elevado en el marco de la emigración latinoamericana.
1989 - 1992 la "huida" hiperinflacionaria (pérdida de control sobre la economía)
1983 retorna la democracia con una pesada herencia, reducción del PBI salarios bajos, enorme
endeudamiento externo, un estado quebrado por la estatización de la deuda externa privada y
altísimo inflación, para 1987, el deterioro de la situación económica y la incapacidad estatal para
preservar el valor de la moneda generaron desastre hiperinflacionario que implicó evaporación
monetaria y la pérdida del control público sobre la economía, durante 1980 se generó un clima de
temor y caos, los saqueos y un novedoso consenso de fuga llevaron a miles de argentinos a huir
hacia el exterior en lo que fue una fuerte intensificación emigratoria que se extendió allá incluso
en 1990, las colas de argentinos en consulados de España e Italia con documentos de padres y
abuelo bajo el brazo esperando recuperar la ciudadanía de los antepasados para ingresar a Europa
con pasaporte local evidenciaban la desesperación de la población. El perfil social de emigrante
se diversifico mucho en esta época ya que emigraron personas de todos los estratos sociales, clase
media, trabajadores manuales, comerciantes, estudiantes, trabajadores especializados etc.
1998 - 2002 La emigración "desesperada" de la crisis institucional (corralito)
Durante los años 90 la aplicación de políticas marcadamente neoliberales profundizó
transformaciones en el mercado laboral y reformas del modelo económico social, su producto?
Aumento de la desocupación de forma preocupante para 1995.
Desde 1998 la economía entró un profundo estancamiento y recesión y las condiciones de vida
de la población se deterioraron drásticamente. Después de octubre de 1999 el triunfo la electoral
de la alianza convivió con un clima de crecientes demandas sociales de desocupados. La alianza
quedó al borde de la ruptura en octubre del 2000 el vicepresidente Carlos Alvarez renunció a su
cargo ante la falta de apoyo presidencial para dar continuidad a la investigación de casos de
corrupción legislativa, y fue masiva la fuga de capital a finales de 2001, ante la negativa del FMl
de seguir con su financiamiento finalmente la convertibilidad se derrumbó junto con el gobierno
de De La Rúa, en el medio de una aguda agitación social, entre fines de diciembre de 2001 y
enero de 2002, el país tuvo 4 presidentes peronistas.
Nuevamente las colas ante los consulados simbolizan la búsqueda dramática de encontrar
"salidas de Ezeiza"', más que en las anteriores emigraciones el desarrollo de los medios de
comunicación masiva contribuyó a manipular el arrastre del flujo migratorio, según Marmora, la
población argentina que para el 2001 vivía afuera del país era de 600.000 personas como resultado
de 50 años de emigración y en algo más de 2 años ya eran 160.000 los argentinos que había
emigrado, una cuarta parte del total que se acumuló en décadas.
Para hablar de factores que inciden en la mortalidad hay que comenzar por pensar que la
probabilidad de muerte de cada individuo depende de sus características biológicas de las
condiciones en las que se desarrolla su existencia o modelos de vida.
La composición por edades puede llegar a perturbar seriamente la Tasa Bruta de Mortalidad, el
envejecimiento de la población puede hacer que aumente la Tasa Bruta mientras disminuyen las
tasas específicas.
La mortalidad varía también de acuerdo con distintas circunstancias relativas de las condiciones
de vida de los individuos durante el año de referencia y a lo largo de los años vividos. Los
principales componentes de esas condiciones de vida son normalmente la alimentación, la
salubridad, el tipo de actividad, el confort climático, etc.
Consecuencias del nivel de mortalidad.
Cuanto mayor sea su tasa bruta de mortalidad, menor será el crecimiento de una población. La
sobre mortalidad masculina a todas las edades hace que la proporción de masculinidad vaya
disminuyendo con la edad. La disminución de la mortalidad ejerce también su influencia sobre
los procesos de envejecimiento de la población.
UNIDAD 6: ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN
La fuerte caída en los últimos años de la mortalidad infantil, en los países en desarrollo, ha
provocado un rejuvenecimiento más acentuado en la estructura por la base, reduciendo la edad
media, mientras que la disminución de a tasa general provoca un ligero ensanche del resto de los
estratos, aunque no lo suficiente como para compensar las pérdidas que esos grupos sufrieron
cuando pasaron por su primer año de vida.
La población europea presenta una tendencia al ensanche de los grupos centrales y superiores,
consecuencia de la fuerte caída de la fecundidad y el consiguiente proceso del envejecimiento
demográfico.
En la pirámide europea no se dejan notar los efectos de los movimientos migratorios de
trabajadores de terceros países, por su escasa importancia global, aunque es una tendencia
demográfica que se viene acentuando en los últimos lustros.
Los grandes grupos de edad
La edad es un instrumento útil qué sirve para delimitar grupos funcionales y para crear divisiones
o categorías de población que indican las posibilidades que tienen de desempeñar ciertos papeles
en la sociedad o de reclamar a tensiones sociales.
No existe unanimidad de criterios a la hora de establecer límites para esas clasificaciones
funcionales porque en la mayoría de los países la edad tiene una importancia especial para el
funcionamiento de la economía, se suele utilizar la entrada y salida aproximadas del mercado de
trabajo como delimitación concreta: los 15 y 65 años más con esos tres grandes grupos de
población. La clasificación en grandes grupos funcionales permite el estudio del gasto social, que
en parte es fácilmente subdividirle y asignable a categorías de población. Estos grupos o
categorías son: población en edad preescolar, edad escolar, en edad de trabajar, ancianos mujeres
en edad de procrear (15-49 años).
En los próximos 30 años la mayoría de los países en desarrollo sufrirán una reducción del grupo
de jóvenes. Paralelamente, se producirá un proceso de incremento de los grupos de adultos (15-
64 años) y se observará un rápido proceso de envejecimiento en los países desarrollados.
Como consecuencia de este proceso no se registra un aumento de la dependencia los países en
desarrollo, aumentarán su potencialidad en mano de obra y tendrán lugar otra repercusiones de
tipo económico las estructuras económicas de estos países que, no se adapta a las nuevas
circunstancias del mercado laboral, pueden ser foco del incremento de las corrientes migratorias
internacionales,
El envejecimiento de la población
El grupo que mayores implicaciones puede tener en un futuro próximo es el de 65 años y más.
El envejecimiento de la población es un aumento de la proporción de personas previamente
clasificadas como mayores o viejas; es un concepto fundamentalmente estadístico-demográfico
que está en relación con la estructura global de la población.
El envejecimiento de la población es una muestra de la dependencia pasiva, mientras que los
jóvenes representan la dependencia activa, ya que los gastos en estos se entienden como inversión
futura en capital humano con efectos positivos sobre la productividad económica.
La causa de este proceso de envejecimiento es la caída de las tasas de fecundidad. a El
mantenimiento de tasas de mortalidad bajas o tendientes : bajar no parece afectar tan
directamente la estructura demográfica; al contrario, un fuerte descenso de la mortalidad infantil
ha producido un rejuvenecimiento de los países en desarrollo, mientras que el descenso de la
mortalidad general provoca un alargamiento de la vida a todas las edades y la llegada a edades
altas de personas en mejores condiciones de salud, con menor mortalidad en estos grupos,
provoca un envejecimiento generalizado de los mismos.
Las consecuencias de este proceso de envejecimiento en la población mundial son de diversa
índole, y se presentan especialmente graves en los países desarrollados. Una de ellas es un
progresivo envejecimiento de la masa laboral. Los mayores costes salariales derivados de una
mayor edad media del trabajador, la menor facilidad de adaptación a las nuevas tecnologías, asi
como una menor movilidad geográfica en la búsqueda de trabajo, repercuten en un descenso de
la productividad, por lo que las empresas se ven a abocadas a aceptar cambios en la localización
de actividades productivas, de o que se benefician países en desarrollo a través de la división
Internacional del trabajo. Por otra parte, también se producen desplazamientos importantes de
mano de obra desde países en vías de desarrollo hacia los industrializados.
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La edad y el sexo son características básicas de la población que participan en forma directa en
su dinámica demográfica.
La composición por sexo y edad sintetiza y refleja los cambios operados en la evolución de las
variables demográficas básicas: nupcialidad, fecundidad, mortalidad y migraciones; y es
determinante a su vez, en cada momento histórico, de los nieves tendencias de estas variables.
La estructura por sexo y edad es además un factor determinante en la evolución futura de la
población ya que define los límites de las posibilidades de procreación de la sociedad.
La estructura por sexo y edad el envejecimiento demográfico
El envejecimiento es un proceso que progresa gradualmente en forma individual y en el conjunto
de la población. Las personas envejecen a medida que transitan un ciclo vital más largo como
resultado del descenso de la mortalidad y la prolongación de la vida de los individuos.
Se entiende por envejecimiento demográfico al cambio producido en la composición etaria de la
población, por el cual se incrementa paulatinamente el peso relativo de la población de mayor
edad sobre el total de población. El resultado de este proceso se manifiesta en una progresiva
transformación del perfil grafico de la estructura por sexo y edad, por 10 que la clásica pirámide
de edades de base ancha, estrechamiento rápido y cúspide angosta evoluciona en principio hacia
formas rectangulares y posteriormente tiende a la inversión de su conformación original, como
consecuencia de la reducción de su base y el ensanchamiento de su cúspide.
La composición por sexo y edad y de una población está determinada por los niveles de
fecundidad, mortalidad y migración. La fecundidad es el factor más importante que conduce al
envejecimiento de la estructura por edades. Un incremento de la fecundidad promovería el
rejuvenecimiento de la pirámide por la base.
El envejecimiento poblacional es el resultado del pasaje de las poblaciones por el llamado
proceso de transición demográfica, generalización empírica de la trayectoria atravesada por las
poblaciones en su proceso de desarrollo económico y social, desde sociedades tradicionales y
rurales a sociedades industriales y urbanas.
El alargamiento de la vida: su aporte al envejecimiento demográfico.
La disminución de la mortalidad en las edades avanzadas el consiguiente aumento de la esperanza
de vida a esas edades contribuyen a la aceleración del proceso de envejecimiento (por la la cúspide
de la pirámide de edades)
Se ha descripto el proceso de transición epidemiológica que se desarrolla en la Argentina la
durante el siglo XX. Como resultado de dicho proceso, a medida que la mortalidad va
descendiendo, se reduce la mortalidad infantil y aumenta la esperanza de vida, al tiempo que las
defunciones se concentran en las llamadas enfermedades degenerativas que se asocian con la
prolongación de la vida y el envejecimiento de la población.
La transición de la mortalidad no ha tenido un avance homogéneo en el todo el país, por lo que
regiones tales como el Nordeste y Noroeste, de menor desarrollo económico, evidencian retrasos
en la mayor sobrevivencia de su población de edades mayores.
Evolución futura del envejecimiento demográfico
Las proyecciones nacionales V provinciales vigentes indican que el proceso de envejecimiento
demográfico tenderá a acentuarse, como resultado de la evolución futura de la fecundidad y de la
mortalidad. El descenso de la fecundidad continuará disminuyendo en forma progresiva el peso
relativo de la población joven.