Especs
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LA INSTRUMENTACIÓN
DE MEDIDA
1. Error en la medida
En metrología se asume que toda cantidad a medir tiene un valor verdadero. Este valor
verdadero es el que se obtendría con un instrumento de medida perfecto. Sin embargo, en
metrología también se reconoce que tal instrumento ideal no existe, por lo que el verdadero
valor de una medida no se conocerá (si bien nos podremos acercar al mismo tanto como la
tecnología y nuestro procedimiento de medida nos permita). Para soslayar esta limitación se
recurre al concepto de valor convencionalmente verdadero, es decir, el valor de la
medida que, a efectos prácticos, se considera como suficientemente próximo al verdadero.
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El valor convencionalmente verdadero, o valor nominal, se materializa físicamente en
patrones. Así, se define como error de medida de un instrumento a la diferencia entre la
medida obtenida por el mismo y el valor nominal. Por ejemplo, si empleamos como patrón
de medida una pesa de 1 Kg de valor nominal, y una balanza indica que su peso es de 0,9
Kg, su error de medida es de 0,1 Kg. Este valor lo podemos expresar en porcentaje
relativo al valor nominal, definiéndose así el error relativo. En el ejemplo anterior, el error
0,1 Kg
relativo es del 10% ⋅ 100 . En los instrumentos electrónicos de precisión es
1 Kg
habitual expresar los errores relativos en ppm ó partes por millón (1 ppm = 0,0001%).
2. Exactitud y Precisión
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resultado de cada medida individual al valor convencionalmente verdadero.
Para finalizar con estos dos conceptos, consideremos los voltímetros de la Fig. 3 cuando
se les aplican 100 V nominales. Las lecturas obtenidas
97,24
con el voltímetro A se distribuyen entre 97,16 V y 97,24
100
97,16
V, siendo su valor medio 97,2 V. La precisión absoluta
(0,08)
95 105 del voltímetro A para esta medida es, por lo tanto, de
voltímetro A 0,08 V mientras que su exactitud referida al valor nominal
es del 97,2%
97 ,2
⋅ 100 . Por otra parte, las lecturas
99,1 100 100,7 100
(1,6)
95 105 del voltímetro B oscilan entre 99,1 V y 100,7 V, siendo su
voltímetro B valor medio 99,9 V. La precisión absoluta del voltímetro
B es, por lo tanto, de 1,6 V, y su exactitud del 99,9%.
100 (0,08)
Aunque el voltímetro B sea más exacto, el voltímetro A es
99,96 100,04
mucho más preciso (20 veces más). Ajustando el
95 105
voltímetro A, o considerando su error sistemático de -2,8
voltímetro A ajustado
V en la medida de 100 V, obtendremos un instrumento
muy preciso y además exacto.
Figura 3
3. Tolerancia
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4. Expresión de la tolerancia en los multímetros digitales
RESET
(paso a paso desde 0 hasta un valor
final, que define la resolución del
multímetro). El contador no se detiene
V Pantalla
hasta que la tensión de salida del CDA
supere a la tensión de la señal a medir
(lo que provocará el cambio de estado
Figura 5 del comparador. En este momento se
detiene la cuenta del contador y su
valor se transfiere a la pantalla. Finalizada la transferencia se comienza una nueva cuenta. Si
se llega a la cuenta máxima (por ejemplo, 999 ) y el comparador no ha conmutado, el
circuito de control del multímetro actúa sobre la etapa de atenuación de la señal para
acomodarla dentro de los límites de tensión de salida del CDA. Esta etapa inicial tiene
varios divisores de tensión que definen los diferentes rangos del multímetro (por ejemplo, el
divisor 1:1 para el rango de 100 mV, el divisor 10:1 para el rango de 1 V, el divisor 100:1
para el rango de 10 V, etc.).
La resolución de un multímetro digital es la tensión mínima que puede detectar, y
depende de la tensión que asigna el CDA a cada una de las cuentas del contador así como
del rango que se seleccione (ya sea
V V manual o automáticamente). La
resolución se obtiene sin más que dividir
Multímetro de 3 dígitos
dicho rango por el número total de
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1999) tiene un contador de 3 ½ dígitos, pues el dígito más significativo (el que está a la
izquierda) sólo puede valer 0 ó 1. En la fracción m/n de este convenio, m expresa el máximo
alcance del dígito más significativo, y n su número de estados diferentes. Por ejemplo, en un
multímetro de 3 ¾ dígitos (4000 cuentas) el dígito más significativo puede llegar a valer
como máximo 3 y puede tener 4 estados distintos ( 0, 1, 2, y 3).
De tal forma que el error primario máximo en estos multímetros para la medida de 4 V
(rango de 10 V) se calcula como:
Margen de temperatura: 18 ºC a 28 ºC
Coeficiente de temperatura: 0,005% de la lectura/ ºC
que indica que las especificaciones primarias son válidas siempre que la medida se realice en
el margen de temperaturas de 18ºC a 28 ºC, de tal forma que si la medida de 4V se realiza
a 38ºC, al error primario de ± 7,9 mV habría que añadirle el error secundario
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Por último, las especificaciones terciarias corresponden al entorno de medida más que
al propio equipo de medida. Son ejemplos de especificaciones terciarias las que definen el
comportamiento del equipo con la carga a medir, la tensión de alimentación, la altitud,
humedad, etc. Un ejemplo de especificación terciaria sería el siguiente:
Tensión de alimentación: 6 V a 12 V
Coeficiente de corrección: 0,3% de la lectura/ V entre 4 V-15 V
que indica que las especificaciones primarias del multímetro son validas para tensiones de
alimentación entre 6 y 12 V. Si el multímetro se alimenta a 4 V, hay que considerar un error
terciario adicional en la medida de 0,3 . (6-4) % = 0,6% de la lectura.
En la Fig. 7 se presentan las gráficas de tolerancias primarias, secundarias y terciarias vistas
en este ejemplo (Para una mayor claridad se ha exagerado la contribución de cada error)
1c
1b
1a
señal (V)
1 mV 1V 10V 100 V
Figura 7
Como se puede ver, la contribución del rango (gráfica 1b) hace que el error de medida
sea menor cuanto más próxima esté la señal a medir al fondo de escala. Por otra parte, el
error de suelo (gráfica 1c) sólo es apreciable para las medidas de muy baja tensión. Los
errores secundarios y terciarios (gráficas 2 y 3) deben considerarse siempre, pues en
ocasiones pueden ser incluso más importantes que los primarios.
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4. Incertidumbre de una medida
Para calcular con precisión la incertidumbre de una medida se debe tener en cuenta
todos los factores que afecten al proceso de medida. Generalmente, los factores más
importantes a considerar son:
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de la incertidumbre al resultado final de la medida. En efecto, si los factores que aportan
incertidumbre en una medida son independientes, la incertidumbre final de dicha medida se
calcula a partir de una suma cuadrática (raíz cuadrada de las componenetes al cuadrado), y
los términos más pequeños (aquellos que están en una proporción 1:4 con respecto al
mayor de los factores) son despreciables. Por ejemplo, si para medir una resistencia
eléctrica empleamos un multímetro cuya tolerancia es de ±0,4 Ω, y el método de medida
aporta una incertidumbre de ±0,1 Ω, este último factor es despreciable a efectos de cálculo
de incertidumbre, que podríamos aproximar a ±0,4 Ω.
Calibrar un instrumento de medida supone comparar sus mediciones con las de otro
instrumento de referencia o patrón, estableciendo la validez de las indicaciones del
instrumento en calibración frente al de referencia. Para que la calibración sea efectiva, es
necesario que la incertidumbre del
patrón sea menor que la incertidumbre
800 g del instrumento que se pretende
calibrar. Si se quiere calibrar una
Especificación
(1±0,1) Kg báscula de la que se especifica una
Especificación
± 100 g incertidumbre de ±100 g, con una
Peso real
900 g pesa patrón de 1 Kg que tiene
también una incertidumbre de ±100 g,
La báscula está dentro de especificaciones, pero la elevada
podría suceder que aunque la báscula
incertidumbre del patrón puede provocar su rechazo esté dentro de especificaciones, su
lectura fuera de 800 g. Esta
Figura 9
desviación de 200 g con respecto a la
lectura esperada de 1 Kg, nos haría rechazar el báscula por defectuosa (ver figura 9). La
relación entre la incertidumbre del equipo a calibrar y la incertidumbre del patrón, calculadas
ambas para el mismo nivel de confianza, recibe el nombre de T.U.R. (Test Uncertainty
Ratio).
Para garantizar una calibración certera, el T.U.R. debe ser por lo menos de 4, aunque
este valor puede variar dependiendo de los requerimientos de fiabilidad. En efecto,
estadísticamente se puede demostrar que con un T.U.R. de 4, la probabilidad de dar por
válido un equipo que realmente está fuera de especificaciones es tan solo del 0,15%.
La relación T.U.R. proporciona un buen criterio de partida a la hora de seleccionar el
instrumento adecuado para una medida.
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6. Conclusiones
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