Caso Reciclaje Basura Electrónica
Caso Reciclaje Basura Electrónica
Caso Reciclaje Basura Electrónica
NOTA:
Para llevar a cabo esta actividad, tomen en cuenta el material ofrecido en el caso y los textos
de apoyo que aparecen a continuación. Para la escritura del ensayo deben incorporar al
menos dos citas procedentes de los textos de apoyo. No se trata de citar todos los textos y
exponer lo que dice cada uno sino de seleccionar los fragmentos que se consideren
pertinentes para la propia exposición del problema.
El ensayo debe tener una extensión de dos carillas. Recuerden prestar atención a los
diferentes aspectos de su escritura (puntuación, tildación, ortografía, cohesión, coherencia y
despliegue argumentativo)
Texto 1
Los plásticos, después del acero, son los materiales con mayor volumen de producción a nivel mundial,
230 millones de toneladas en el año 2009. Es fácil imaginar que la cifra de residuos plásticos generada
cada año sea también muy elevada. En concreto, en ese año y para el conjunto de la Unión Europea más
Noruega y Suiza, se generaron 24,3 millones de toneladas de residuos plásticos. La preocupación por la
gestión de estos residuos no sólo se debe a esta elevada cifra, sino a sus características: su baja
densidad, que hace que los plásticos supongan el 20% en volumen del total de los residuos sólidos
urbanos; y su potencial como materia prima o recurso energético, dado su elevado poder calorífico. Los
esfuerzos por recuperar estos materiales y transformarlos en recursos aprovechables han sido muchos y
han estado auspiciados por las legislaciones nacionales y comunitarias.
Así pues, las posibilidades de gestión de los residuos plásticos son diversas, aunque no todas se aplican
en la misma extensión. Del total de residuos plásticos generados en Europa en 2009, 11,2 millones de
toneladas, alrededor del 46%, acabaron en vertedero. El resto, un 54%, fueron recuperados de
diferentes formas.
Existen tratamientos químicos que consisten en la transformación de los residuos plásticos en productos
de interés, que pueden ser los monómeros de partida o mezclas de hidrocarburos con posibles
aplicaciones, como combustibles o como materias primas para la industria química. Aunque
industrialmente la aplicación de los tratamientos químicos para la valorización de residuos plásticos es
aún escasa, su desarrollo se encuentra en una fase avanzada, por lo que es previsible que en un futuro
cercano se conviertan en una importante alternativa de gestión de estos residuos.
Aguado, J., Serrano, D. P. y Briones, L. (2011). El Papel de la Química en la valorización de los residuos
plásticos. En Anales de Química (Vol. 107, No. 1).
Texto 2
La disposición de residuos de las ciudades constituye un problema de difícil solución. Actualmente los
residuos urbanos de las grandes ciudades de nuestro país son en su mayor parte enterrados, lo cual no
es una alternativa muy racional desde el punto de vista económico ni tampoco ambientalmente
adecuado, puesto que gran parte de los residuos es no biodegradable. Reciclar es una alternativa
conveniente desde el punto de vista ambiental, puesto que se reducen los residuos que se acumulan en
basurales al aire libre, se queman o se entierran.
Por otra parte, el reciclaje de plásticos constituye un aporte en el tema de “desarrollo sustentable” ya
que no agota ni sobrecarga los recursos fundamentales de los cuales este sistema depende. La
tecnología constructiva desarrollada es simple, económica, no contaminante, reduce el consumo de
recursos naturales (como tierra fértil, madera o piedra); y además aprovecha los residuos producidos
abundantemente por otras industrias (plásticos). Su análisis nos permite afirmar, en primer lugar, que es
sustentable desde los puntos de vista ecológico, económico y social. Por otra parte, la calidad técnica de
los productos de esta tecnología posibilita su utilización como elementos de cerramiento exterior e
interior no estructural de viviendas.
Gaggino, R. (2008). Ladrillos y places prefabricadas con plásticos reciclados aptos para la
autoconstrucción. Revista INVI, 23(63).
Texto 3
Anualmente se producen varios millones de toneladas de plásticos en el mundo. En México, el consumo
anual de plásticos por habitante en 2005 se estimaba en 49 kilogramos. Del total consumido, más de un
millón de toneladas por año se convierten en desecho. La degradación de los plásticos sintéticos es muy
lenta (en algunos casos puede tardar 500 años). Además, en buena medida la “degradación” de estos
plásticos simplemente genera partículas de plástico más pequeñas que, a pesar de ya no ser evidentes,
se acumulan en los ecosistemas.
La existencia de residuos plásticos en los mares es más que un problema estético, pues representa un
peligro para los organismos marinos que sufren daños por ingestión y atragantamiento. Se calculan en
cientos de miles las muertes de mamíferos marinos al año por esta causa. En aves se determinó que 82
de 144 especies estudiadas contenían fragmentos de plástico en sus estómagos y en algunas especies
hasta el 80% de los individuos los presentan. Además, se ha demostrado que los plásticos acumulan
compuestos químicos tóxicos como los bifenilos policlorados, el diclorodifenil dicloroeteno y los
nonifenoles, que no son muy solubles en agua y por esta razón se adhieren y se acumulan en los
plásticos. Así, los fragmentos de plástico funcionan como transporte de contaminantes a los mares. Se
ha comprobado, asimismo, que organismos marinos planctónicos, animales filtradores y aquellos que se
alimentan de detritos, ingieren estos plásticos y en muchos casos estos quedan atrapados en sus tejidos.
Aún no se ha determinado si de esta manera es posible que compuestos tóxicos contaminantes se
bioacumulen y entren en la cadena alimenticia, pero se piensa que es factible.
Segura, D., Noguez, R. y Espín, G. (2007). Contaminación ambiental y bacterias productoras de plásticos
biodegradables. Biotecnología, 14, 361-372.