Obra Cierre de Proyecto
Obra Cierre de Proyecto
Obra Cierre de Proyecto
Narrador: Había una vez una ciudad en la que los habitantes no hacían más que pensar en lo que iban a
regalar y recibir por Navidad. El duende que vivía en esa misma ciudad, cansado de oír hablar de regalos,
decidió usar su varita mágica, nada menos que la varita de la Navidad, para recordarles a todos que hay
cosas mucho más importantes que los juguetes y los turrones de chocolate.
Personajes: Alba, Daniela, Juan, Juana, Nicolasa y Josefina, como niños, y Dorotea en el papel de
duende.
Material para la puesta en escena: adornos de Navidad, una varita y muchas ganas de divertirse.
Juana: ¡Faltan tan solo unos días para Navidad y yo aún no he preparado los regalos!
Nicolasa: No sé tú, pero yo creo que a mi tía le voy a dar unos ricos bombones de chocolate, a mi tío una
taza de té y a mis abuelos un bonito jarrón de flores.
Juana: (sigue caminando de un lado para otro) preparare los regalos y tengo que darme prisa si quiero
tenerlos listos pronto.
Josefina: (con cara de ilusión) ¡Qué poco queda para Nochebuena! Nosotros siempre vamos a casa de
mis tíos y ellos siempre tienen un regalo para mí.
Josefina: Y encima enseguida vienen los Reyes Magos, ¡voy a tener un montón de juguetes!
Se pone a un lado del escenario para seguir pensando en los regalos. En ese momento aparecen Alba .
Alba: ¡Qué bonita está la ciudad en Navidad! (Da una vuelta para ver las luces y los adornos) ¡Huele a
dulce y hay un montón de juguetes en los escaparates!
Alba: Este año creo que voy a regalar a todos dulces de leche. Lo que no sé todavía es lo que voy a pedir
yo en mi carta a Santa Claus.
Alba: ¡Anda! ¡En esa tienda hay una muñeca preciosa! (Se aleja para mirar el escaparate)
Daniela y Juan: (cantan un villancico) Navidad, navidad llego navidad es un día de alegría y felicidad
Navidad, navidad llego navidad, es un día de alegría y felicidad
Daniela: piensa en voz alta, unas pinturas nuevas, unos cuantos cuentos... ¡Hay tantos regalos que
quisiera tener! He oído que este año hay un concurso de dibujos, voy a hacer uno a ver si gano el
premio.
Se cierra el telón.
Dorotea: ¡Qué aburrida estoy! Llevo un rato aquí sentada y solo he oído hablar de regalos y más
regalos. Dulces, muñecos, coches... Pero ni rastro de risas, de pasar tiempo en familia o de dar un paseo.
Dorotea: Me da a mí que estas niñas no saben valorar la Navidad, creo que voy a darles una lección.
Nicolasa: (entra en escena con rostro alegre) ¡Ya casi lo tengo todo!
Dorotea: (sale de detrás del árbol, apunta a Nicolás con su varita) Si la Navidad no sabes valorar, en un
palo te convertirás.
Nicolasa se queda quieta como un palo sin moverse. En ese momento regresan las otras tres amigas con
sus compras en las manos. Ponen cara de sorpresa al ver a Nicolasa.
Dorotea: En un palo se ha convertido por no saber apreciar la Navidad. ¿Para vosotros qué es lo mejor
de las navidades?
Dorotea: No me dejáis elección. (Mueve su varita mágica y convierte a las niñas en estatuas)
Se cierra el telón.
Se abre el telón. Se ve al duende paseando de un lado para otro con la varita en la mano.
Dorotea: ¿Qué puedo hacer para que estas niñas comprendan que la Navidad es mucho más que recibir
regalos?
Dorotea: ¡Ya sé! Los rociaré con unos polvos invisibles.
Dorotea: Si de la verdadera Navidad quieres disfrutar más allá tendrás que mirar. (Abre su mano y sopla)
Daniela: A mí dibujar, de hecho, este año les voy a regalar a todos dibujos hechos por mí.
Josefina: Pues yo me lo paso genial jugando a juegos de mesa con mis abuelos.
Nicolasa: Yo prefiero salir a pasear con mis padres. Siempre hablamos de muchas cosas.
Dorotea: (pone cara satisfecha pues ha logrado su objetivo) ¿Y qué me decís de los regalos?
Nicolasa: ¿Los regalos? Están bien y hacen mucha ilusión pero hay otras muchas más cosas de las que
disfrutar en Navidad.
Dorotea: ¡Cuánto me alegra oíros hablar así! Es más, tengo un regalo para vosotros.
Dorotea: Sí, os regalo mi varita mágica de la Navidad. Cuando veáis a alguien que deja de lado el
verdadero espíritu de la Navidad, no tenéis que más que mover la varita mágica tres veces para
convertirlo en palo.