8.g - Reorganizacion - Elias Laroza
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tiene efectos frente a terceros de buena fé, de conformidad con las normas
generales de los artículos 34 y 37. Una vez más nos encontramos ante un
tratamiento legislativo de la nulidad en el ámbito societario que difiere de
los conceptos genéricos de la nulidad de los actos jurídicos regulada en el
Título IX del Libro Segundo del Código Civil, tema que hemos analizado con
detenimiento en nuestros comentarios a dichos preceptos legales.
*******
TÍTULO II
FUSIÓN
"Por la fusión dos o más sociedades se reúnen para formar una sola
cumpliendo los requisitos prescritos por esta ley. Puede adoptar
alguna de las siguientes formas:
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 6, 31, 104, 333, 345, 354, 356, 367 y ss., 394
y 395.
LEY DE INSTITUCIONES FINANCIERAS: art. 61.
D. LEG. 774
D. LEG. 821: art. 2.
LEY 26283.
LEY 27034.
Si bien es loable que la Ley del Impuesto a la Renta contenga ahora normas
generales y permanentes que regulen las consecuencias impositivas
derivadas de los procesos de fusión de sociedades, lo cierto es que el nuevo
régimen de la Ley 27034 tiene el grave inconveniente de condicionar el
reconocimiento del mayor valor atribuido a los activos revaluados, para
fines tributarios, al pago del impuesto.
Esta norma resulta contraria a la Constitución, toda vez que tiene efectos
retroactivos y viola el principio fundamental de la seguridad jurídica. En
efecto, si bien la nueva ley resulta aplicable a las consecuencias de las
relaciones y situaciones jurídicas existentes (teoría de los hechos
cumplidos), en el presente caso la Sétima Disposición Transitoria y Final de
la Ley 27034 lo que hace en realidad es modificar el costo computable de
los activos fijado tiempo atrás por las partes en el proceso de fusión, lo cual
constituye un hecho cumplido y sancionado bajo el régimen de la Ley
26283, que no puede ser modificado por una ley posterior. En otras
palabras, la Ley 27034 no regula ninguna consecuencia futura de las
relaciones o situaciones jurídicas surgidas con motivo de fusiones pre-
existentes. Por el contrario, modifica la situación jurídica misma, el hecho
cumplido en el pasado, como es la fijación del costo computable, el cual no
puede ser modificado por mandato de una ley posterior.
El artículo 344, bajo comentario, señala con toda claridad las formas o
mecanismos que pueden emplearse para una operación de fusión, los que
son dos y solamente dos. Se trata de las formas clásicas señaladas por la
doctrina y sancionadas por el derecho comparado: la fusión por
incorporación (o por formación de una nueva persona jurídica) y la fusión
por absorción.
Por otra parte, la fusión por absorción es: (i) La absorción por parte de una
sociedad (absorbente) de los patrimonios integrales de otra u otras
sociedades (absorbidas), con el fin de formar uno sólo; (ii) La extinción de
la personalidad jurídica de la sociedad o sociedades absorbidas; (iii) El
traspaso de los patrimonios de la sociedad o sociedades absorbidas se
realiza en bloque y a título universal, pues cada uno es un conjunto integral
y único de activos y pasivos; y, (iv) Los socios o accionistas de las
sociedades absorbidas reciben, a cambio de las que tenían en éstas,
acciones o participaciones de la sociedad absorbente, salvo casos de
excepción.
Estas son las dos formas que señala taxativamente la Ley para que pueda
hablarse de un proceso de fusión. Por ello, en nuestra opinión, todo proceso
que se haga en una forma que no esté comprendida en las anteriormente
señaladas no reviste el carácter de una fusión. Por otra parte, las dos
formas expuestas varían únicamente en lo formal, no habiendo ninguna
diferencia esencial entre ambas. En esta afirmación somos coincidentes con
Joaquín Garrigues y Rodrigo Uría:
Aunque tenga dos formas de ejecución, la fusión es una operación que tiene
esencia única. Además, se trata de un mecanismo complejo, que debe ser
necesariamente individualizado para la concepción clara de su naturaleza
jurídica, para su definición por sus caracteres propios y para su
diferenciación con otras operaciones que pueden ser indebidamente
denominadas como fusiones.
Nos inclinamos pues por la teoría que sostiene que la fusión genera un
"organismo social nuevo", que en nada repite la actividad ni la esencia que
tenían cada uno de sus componentes antes de la fusión, conforme expone,
entre otros, Francesco Messineo:
La LGS anterior trataba éste componente esencial de las fusiones bajo una
Por ello, en nuestra Ley anterior y en la doctrina que aún respalda esa
definición surgen evidentes faltas de coherencia. Así, la LGS derogada
pretendía expresar que mediante una "disolución sin liquidación"
desaparecía la personalidad jurídica, lo que se hallaba en contradicción con
la norma de su artículo 367, que señalaba que una sociedad disuelta
conservaba su personalidad jurídica durante el período de liquidación (lo
que demostraba que, por sí sólo, un acuerdo de disolución no era suficiente
para explicar la extinción de la persona jurídica absorbida o incorporada).
En otros términos, un proceso de disolución, en esencia, entraña
necesariamente un mecanismo de tres etapas: (i) Acuerdo de disolución,
que es revocable y que, por sí sólo, no produce una desaparición de la
personalidad jurídica; (ii) El proceso de liquidación, o sea la realización de
los activos y el pago de los pasivos; y (iii) La distribución del remanente
entre los socios y la inscripción final de la liquidación. La fusión no tiene
similitud con ello, aún eliminando la etapa de liquidación.
El tema es, ciertamente, polémico. Así lo admite el propio Girón Tena quien,
a pesar de pronunciarse a favor de la existencia de la disolución, prefiere
denominar éste distintivo de la fusión como una "extinción sin liquidación":
Alfredo de Gregorio:
Hay autores que admiten este carácter esencial de las fusiones, pero le dan
menor trascendencia por el hecho de no presentarse en todas. Así, Girón
Tena lo llama por ello "elemento normal pero no esencial" (491). Nosotros
consideramos que el que hayan fusiones en las que, por excepción, no se
presenta la compenetración de los socios, ello no resta a este elemento su
carácter esencial en las fusiones. Las excepciones, además, no son regla
frecuente y se producen en los casos siguientes: (i) Cuando una o más de
las sociedades que se extinguen son valorizadas con un patrimonio neto
igual a cero o negativo; (ii) En los casos en que la fusión se realiza porque
la sociedad absorbente es la propietaria de la totalidad de las acciones o
participaciones de la absorbida; y (iii) Con respecto a aquellos socios que
ejercen el derecho de separación.
Julio C. Otaegui:
Añaden:
El único tema que podría plantearse es si en una fusión entre, por ejemplo,
una sociedad y una asociación civil, sería necesario, previamente,
transformar a la sociedad en asociación civil, o viceversa, para después
realizar la fusión. Ello parecería tener asidero en que la Ley permite
expresamente las transformaciones entre sociedades y otras personas
jurídicas no societarias, al mismo tiempo que guarda silencio, a ese
respecto, en lo tocante a las fusiones. En nuestra opinión ello no es
necesario, pues si el resultado es, al final, el mismo, no vemos razón para
que se exija, en un sólo acto, una operación combinada para llegar al
mismo resultado que en una directa. Está en la esencia misma de las
personas jurídicas el poder fusionarse, independientemente de la forma que
cada una tenga. Ese es el espíritu que informa la integridad de las normas
de la Sección Segunda del Libro Cuarto de la LGS, sobre reorganización de
sociedades y personas jurídicas.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 54, 55 inc. 7), 126, 127, 198, 268, 336, 344,
345 al 348, 407, 413 y 421.
ejemplo, una sociedad anónima que acuerde una fusión debe cumplir con
los artículos 126 y 127 de la Ley, mientras que una sociedad colectiva debe
contar con la aprobación de todos sus socios, conforme al artículo 268.
Sobre éste tema, nos remitimos al amplio comentario que hemos realizado
en el punto 4.3 de nuestro análisis sobre el artículo 344 anterior.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 152, 153, 169, 178, 344 y 349.
*******
2. La forma de la fusión;
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 20, 50, 82, 88, 152, 153, 234, 249, 265, 281 al
283, 295, 344, 346, 352, 353, 362, 363, 423 y 433.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 82, 152, 153, 169, 256, 261, 301, 335, 34 y
373.
1.- Introducción.
El tema es contemplado por los artículos 346, 347 y 348 de la Ley, que
comentaremos conjuntamente. El primero se refiere al requisito de
aprobación previa por los administradores de las sociedades que desean
fusionarse. El segundo, al contenido obligatorio del proyecto de fusión. El
tercero, a la obligación que deben asumir las sociedades intervinientes,
consistente en no realizar actos significativos que varíen en forma
importante la situación de sus patrimonios, entre la fecha de aprobación del
proyecto y la del acuerdo de fusión.
Hay autores, como Rita Largo Gil (499), que quieren ver en el proyecto de
fusión un contrato concluído entre los administradores. Discrepamos con
esa posición, desde que ellos no están facultados para celebrar acuerdos
vinculantes sobre una operación de fusión, que es competencia exclusiva de
las juntas o asambleas de socios. Por otra parte, los artículos 346 al 348,
bajo comentario, no les confieren en forma alguna tal facultad. Las únicas
obligaciones, en nuestro concepto, que asumen los administradores, son:
(i) Convocar a las juntas o asambleas para que aprueben o desaprueben la
operación de fusión; (ii) La obligación de no realizar actos significativos,
conforme al artículo 348; y (iii) La responsabilidad que asumen frente a los
socios, de la sociedad a la que pertenecen, en relación al contenido del
proyecto aprobado. Solamente con respecto a estas obligaciones pueden los
administradores asumir responsabilidad.
Por otra parte, coincidimos con Fernando Rodríguez Artigas, quien al tratar
sobre los proyectos de escisión y fusión, opina que la no aprobación del
proyecto por alguna o algunas de las juntas de socios no legitima a las otras
sociedades a formular ningún reclamo contra aquellas, dado el carácter no
vinculante del proyecto y la plena libertad de que gozan para decidir sobre
una materia que es de su exclusiva competencia (500).
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 43, 44, 113, 116, 123, 130 al 132, 346, 347,
350 y 373.
*******
1. El proyecto de fusión;
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 20, 54, 55, 152, 153, 313, 347, 349, 352, 354,
359 y 375.
1.- Introducción.
juntas o asambleas.
Nada impide, por cierto, que se pongan a disposición otros documentos que
sean importantes, a criterio de los administradores.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 31, 111, 127, 152, 153, 173, 175, 346, 347 inc.
7), 348, 351, 353 y 376.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 45, 68, 69, 346, 347 y 377.
1.- Introducción.
La rigurosidad de la Ley con respecto a los requisitos con los que rodea a
toda operación de fusión no se detiene en lo relativo a la convocatoria,
materia de los artículos 349 y 350, anteriormente comentados. También se
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 5, 341, 347 inc. 7), 344, 351, 353, 358, 378,
421 y 433.
RGTO. DEL REGISTRO MERCANTIL: arts. 25 inc. k), 83 y ss.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 20, 130, 135, 210, 224, 339, 344, 350, 355 al
358, 361, 379 y 421.
Ante todo, ¿qué valor tenían los dos balances? Evidentemente, sólo el
mérito de una simple información no oficial, ya que ninguno había sido
aprobado por las juntas o asambleas de socios de las sociedades
participantes. El primero, porque sólo se redactaba, de acuerdo al mandato
de la ley, después de adoptado el acuerdo de fusión, siendo, en
consecuencia, un balance que se formulaba, retroactivamente, al día
En efecto, ¿cual era la utilidad legal o práctica de los dos balances referidos
(multiplicados en cada sociedad participante), o de alguno de ellos? En
realidad, ninguna. En primer lugar, no servían como base para la
determinación del reembolso a los socios que se separaban de la sociedad,
porque no eran "el último balance aprobado", conforme lo exigía el artículo
210 de la Ley anterior, que aludía, en forma evidente, al último balance
anual de la sociedad, ni tampoco servían para ese efecto porque no eran un
"balance aprobado". En segundo lugar, ninguno de los dos era redactado en
la fecha de entrada en vigencia de la fusión, debido a que, de acuerdo a la
Ley anterior, esa fecha, al no estar expresamente prevista, (omisión que
hemos mencionado al comentar el artículo 353), no podía ser otra que la de
la inscripción de la fusión en el Registro; luego, los dos balances aludidos no
coincidían en forma alguna con la fecha de entrada en vigencia de la fusión,
con lo cual tampoco eran de utilidad para determinar los activos y pasivos
de la sociedad "anteriores a la fusión". En tercer lugar porque, al ser dos los
balances y no haber norma alguna que los distinguiera ni estableciera su
razón de ser, siempre podía dudarse cual de los dos tenía o no efectos
legales y, en el caso de una dudosa respuesta afirmativa, cuales eran esos
efectos. Añádase a todo ello la necesidad de insertar en cada escritura de
fusión dos balances por cada una de las sociedades intervinientes.
forma siguiente:
*******
"Cada uno de los acuerdos de fusión se publica por tres veces, con
cinco días de intervalo entre cada aviso. Los avisos podrán
publicarse en forma independiente o conjunta por las sociedades
participantes.
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 43 al 45, 127, 200, 337, 356, 359, 380, 412 y
419.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 63, 76, 95 inc. 5), 96 inc. 4), 200, 244, 262,
276, 277 inc. 7), 338,355, 385, 408 y 427.
El artículo 355 de la Ley establece que cada uno de los acuerdos de fusión,
adoptados por las sociedades participantes, deben publicarse por tres
veces, con cinco días de intervalo entre cada aviso. Las publicaciones
pueden hacerse, en forma independiente o conjunta, por las sociedades
intervinientes en la fusión. El plazo para el ejercicio del derecho de
separación empieza a contarse a partir del último de los avisos, para cada
sociedad por separado. Luego, en cada una de ellas, no empieza a correr el
plazo mientras la respectiva sociedad no hubiese completado la publicación
de sus avisos.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 45, 219, 335, 340, 344, 355, 358 y 359.
D. LEY 26002 arts. 37 inc. a), 52 y 57 inc. d).
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 43, 44, 54, 55, 111, 337, 341, 344, 353 y 355.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 219, 355, 360 y 383.
*******
CONCORDANCIAS
CÓDIGO PROCESAL CIVIL: arts. 546 y ss.
LEY DE SOCIEDADES: arts. 149, 219, 359, 360, 383 y 384.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 334 y 344.
Este derecho tiene especial aplicación en las fusiones, desde que se trata de
operaciones en las que los patrimonios de las sociedades participantes se
transmiten en bloque y a título universal, o sea sin necesidad de notificación
o acuerdo con los acreedores de las sociedades que se extinguen, ni
tampoco de la sociedad absorbente, en su caso. El derecho de oposición
reemplaza entonces a esa carencia. Adviértase que, en cualquier forma de
fusión, los acreedores pueden considerar que el patrimonio de la sociedad
fusionada es menos sólido que el de la sociedad contra la que detentaban
originalmente su crédito.
El artículo bajo comentario remite al artículo 219 de la Ley para los efectos
del ejercicio y regulación del derecho de oposición, por lo que a este
respecto ver nuestro comentario sobre el mismo.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 8, 41, 72, 75, 86, 103, 104, 209, 313, 322, 344
y 387.
*******
CONCORDANCIAS
CÓDIGO CIVIL: art. 925.
LEY DE SOCIEDADES: arts. 344 y 347 incs 3) al 6).
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 38 2º párrafo, 342, 344, 388 y 413.
Por todo ello, el artículo 363 simplifica el proyecto en los casos de fusión
simple, no siendo necesario consignar en el mismo los requisitos de los
incisos 3, 4, 5 y 6 del artículo 347, que se refieren a la explicación del
proyecto, a los principales aspectos jurídicos y económicos, al acuerdo de
valorización de patrimonios, a la relación de canje, a las acciones que la
sociedad absorbente emitiría en otros casos, a compensaciones
complementarias, a canje de títulos y a la fecha de entrada en vigencia.
Todo esto es innecesario en el proyecto, pues son decisiones y explicaciones
que pueden ser adoptadas y realizadas directamente en el seno de la
sociedad absorbente.
*******
CONCORDANCIAS
CÓDIGO CIVIL: arts. 2003 al 2007.
CÓDIGO PROCESAL CIVIL: arts. 486 y ss.
LEY DE SOCIEDADES: arts. 33, 35, 38, 49, 139, 143, 150, 366 y 433.
*******
CONCORDANCIAS
CÓDIGO CIVIL: arts. 1183 y ss.
LEY DE SOCIEDADES: arts. 34 al 37, 344 y 353.
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TÍTULO III
ESCISIÓN
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 31, 201, 215, 333, 344, 367 al 390, 392 inc. 5
y 421.
LEY DE INSTITUCIONES FINANCIERAS: art. 61.
D. LEG. 774
D.LEG. 821: art. 2 inc. c.
LEY 26283.
LEY 27034.
D.S. 120-96-EF
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 82, 285, 297, 298 y 391.
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3. Un fondo empresarial.
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 104, 344, 367, 369, 378 y 391.
1.- Introducción.
Julio C. Otaegui:
Jean Guyenot:
J. Girón Tena:
Todo ello nos aparta de aceptar que el objetivo económico de la escisión sea
simplemente el contrario al de la fusión, o sea la desconcentración
empresarial. Es evidente que ello ocurre con una cierta frecuencia, desde
que no puede negarse que uno de los objetivos que se alcanzan con una
escisión es la desconcentración de una o más empresas. Por ejemplo, la
encontramos en el caso simple de una sociedad que se extingue por escindir
en varios bloques patrimoniales, cada uno de los cuales se emplea para la
constitución de una sociedad nueva y los socios de la sociedad original
deciden separarse en unas u otras de las nuevas empresas. No habría
verdadera desconcentración, en el ejemplo propuesto, si todos los socios
permanecieran en las nuevas sociedades con la misma conformación, los
mismos porcentajes y un mando único en el nuevo grupo, al igual que en la
sociedad original. Habrían, simplemente, cambiado la forma societaria única
por la de un grupo de sociedades. Pero si los socios se separan y las nuevas
sociedades actúan en forma independiente unas de otras, tendríamos un
caso claro de desconcentración.
Julio C. Otaegui:
Sin embargo, las escisiones tienen su propia debilidad, al igual que las
fusiones. Ella es su extrema dependencia del problema fiscal que, en
muchos casos, puede originar la imposibilidad económica de su realización.
Tratamos ese tema a continuación.
societario, que ahora está definido con toda claridad por la nueva LGS, y
que incluye la escisión. Sin embargo, el Reglamento de la Ley del IGV
precisa la norma legal y la define; ahora bien, al hacerlo (años antes), no
emplea exactamente la misma terminología de la LGS, lo que podría dar
lugar en el futuro a alguna objeción por parte de las autoridades tributarias.
Por otra parte, el régimen general del Impuesto a la Renta, del Decreto
Legislativo 774, si bien establecía que dicho tributo no gravaba las
ganancias en las transferencias de bienes o patrimonios en las "divisiones"
de sociedades (entiéndase escisiones, según lo señalado anteriormente), sin
embargo, tal inafectación no regía para la capitalización o distribución de las
ganancias. En otras palabras, únicamente no estaban afectas mientras
permanecieran inmobilizadas en la sociedad o sociedades beneficiarias de la
escisión. Por otra parte, lo que es quizás más grave, el costo computable
Los temas polémicos de fondo han sido también resueltos por la Ley, con
toda claridad, y siguiendo criterios eminentemente prácticos: (i) En
Queremos destacar, finalmente, que la Ley ha optado por dos formas únicas
de escisión, que son descritas detalladamente por los artículos 367 y 368. A
diferencia de las fusiones, en las que sus dos métodos legales se diferencian
solamente debido a un resultado meramente formal y accesorio, en las
escisiones las dos formas establecidas por la Ley difieren en un carácter que
nos parece esencial: la subsistencia o no de la personalidad jurídica de la
propia sociedad escindente. Ese es el signo peculiar y sustancialmente
diverso de cada una de los dos mecanismos de escisión que analizaremos a
continuación.
g) Cuando las sociedades que escinden son dos o más (o sea en el caso
de escisiones múltiples), nada impide que las distintas sociedades
beneficiarias de la escisión, sean nuevas o preexistentes, reciban dos
o más bloques patrimoniales, provenientes de distintas sociedades
escindentes, fuera de otros aportes, si ello es materia de pacto.
Además, en la misma operación múltiple, las propias sociedades
beneficiarias preexistentes pueden, a su vez, escindir.
La segunda forma de escisión está regulada por el inciso 2. del artículo 367.
Se trata de la escisión "parcial o impropia". Es "parcial" porque la sociedad
escindente no se extingue y mantiene en su poder una de las porciones
patrimoniales en que se fracciona la escidente. Se le ha llamado "impropia"
porque es una figura de escisión que no cumplía con uno de los caracteres
que se consideraban en el pasado como esenciales en una escisión: la
extinción de la sociedad escindente.
personalidad jurídica.
g) Cuando las sociedades que escinden son dos o más (o sea en el caso
de escisiones múltiples), es factible que las sociedades beneficiarias
de la escisión, ya sean nuevas o preexistentes, reciban dos o más
bloques patrimoniales, provenientes de distintas sociedades
escindentes, fuera de otros aportes, si ello es materia de pacto.
Además, las propias escindentes, que mantienen su personalidad
jurídica, pueden también, simultáneamente, recibir otros bloques
patrimoniales de otras sociedades que escinden, en intercambio
múltiple de porciones de patrimonios. Adicionalmente, cualquiera de
las sociedades beneficiarias preexistentes puede, a su vez, escindir
en la misma operación múltiple.
Nuestra Ley sólo admite los dos métodos de escisión que hemos descrito en
los puntos anteriores de este comentario. En tal virtud, todo proceso que se
realice en forma diferente a las dos señaladas por la Ley no tendrá
legalmente la condición de una escisión. Sin embargo, en doctrina se
discuten otras formas de escisión, siendo las principales: (i) La que algunos
autores califican como "segregación patrimonial"; y (ii) Las llamadas
"escisiones subjetivas".
casos de excepción.
adelante.
Sin embargo, son muchos también los autores que discrepan con este
J. Girón Tena:
Por ello, el artículo 367 de la Ley hace bien en no definir a las transferencias
patrimoniales de la escisión como realizadas "a título universal", a diferencia
de lo que ocurre en las fusiones, para las que sí se consagra ese tipo de
transmisión en el artículo 344. Nótese, además, que la transmisión en
bloque, aunada al proceso legal de la escisión, que exige una publicidad
especial y otorga el derecho de oposición a los acreedores (y el derecho de
separación a los socios), hacen innecesario cualquier procedimiento legal
adicional con respecto a los pasivos que se transfieren.
José Sánchez Oliván, entre otros, considera que, tanto en la escisión total
como en la fusión, no es necesaria la exigencia de un acuerdo de disolución,
desde que la extinción de la sociedad se produce por el mérito del acuerdo
de fusión o de escisión, según el caso (539).
con activos y pasivos del mismo valor; (ii) Si, habiendo un resultado neto
negativo para la escindente, ella decide cargarlo contra utilidades o reservas
libres, presentes o futuras; y (iii) Si, habiendo un resultado neto positivo
para la escindente, ella decide no capitalizarlo.
Estas posiciones originales han sido superadas por la doctrina, pues pocos
dudan, hoy en día, de las profundas diferencias que existen entre una
operación de escisión y una modificación de estatutos o una fusión de
sociedades.
Horacio P. Fargosi:
Julio C. Otaegui:
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 54, 55, 198, 345, 407 y 421.
La escisión, al igual que la fusión, tiene dos etapas que han sido
detalladamente reguladas por la Ley. La primera es un período de
negociación entre las sociedades intervinientes, que culmina en lo que la
nueva LGS denomina el "proyecto de escisión", normado por los artículos
371 al 373, que comentaremos más adelante. La segunda es el acto
corporativo de la escisión, o sea la decisión voluntaria de cada una de las
personas jurídicas involucradas en la escisión, la que se traduce en el
acuerdo de escisión.
Ello significa que nuestra Ley ha tomado posición con respecto a este
carácter esencial de las escisiones, que consiste en que la personalidad
jurídica de la escindente, en la escisión total, se extingue, sin que ello
implique disolución ni liquidación de la misma.
Sobre éste tema, nos remitimos al amplio comentario que hemos realizado
en el punto 7.2. de nuestro análisis sobre el artículo 367 anterior.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 153, 169, 346 y 367.
*******
resultantes de la escisión;
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 9, 20, 72, 88, 209, 313, 347, 367, 369, 378,
387 y 433.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 82, 152, 153, 169, 256, 261, 301, 335, 348 y
367.
1.- Introducción.
El tema está contemplado por los artículos 371, 372 y 373 de la Ley, que
comentaremos conjuntamente. El primero se refiere al requisito de
aprobación previa por los administradores de las sociedades que desean
participar en la escisión. El segundo, al contenido obligatorio del proyecto
de escisión. El tercero, a la obligación que deben asumir las sociedades
intervinientes, consistente en no realizar actos significativos que varíen en
forma importante la situación de sus patrimonios, entre la fecha de
aprobación del proyecto y la del acuerdo de escisión.
de la Ley.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 43, 44, 113, 116, 118, 123, 130 al 132, 349,
371, 372 y 375.
*******
1. El proyecto de escisión;
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 20, 54, 55, 152, 153, 350, 374, 375 y 383.
1.- Introducción.
Nada impide, por cierto, que se pongan a disposición otros documentos que
sean importantes, a criterio de los administradores.
*******
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 31, 111, 127, 152, 153, 173, 175, 351, 371,
372 inc. 9), 373, 377 y 378.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 45, 68, 69, 111, 352 y 372.
1.- Introducción.
La rigurosidad de la Ley con respecto a los requisitos con los que rodea a
toda operación de escisión no se detiene en lo relativo a la convocatoria,
materia de los artículos 374 y 375, anteriormente comentados. También se
extiende, como en el caso de la fusión y de la transformación, al acuerdo
mismo de escisión y, posteriormente, a las disposiciones sobre fecha de
entrada en vigencia, balances, derecho de separación, escritura pública de
escisión, derecho de oposición y otros temas específicos que más adelante
analizamos.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 5, 31, 341, 353, 367, 372 inc. 9), 376, 421 y
433.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 20, 46, 130, 135, 153, 185, 210, 224, 339,
344, 353, 354, 355 al 358 y 421.
Ante todo, ¿qué valor tenían los dos balances? Evidentemente, sólo el
mérito de una simple información no oficial, ya que ninguno había sido
aprobado por las juntas o asambleas de socios de las sociedades
participantes. El primero, porque sólo se redactaba, de acuerdo al mandato
de la ley, después de adoptado el acuerdo de fusión, siendo, en
consecuencia, un balance que se formulaba, retroactivamente, al día
anterior al de un acuerdo ya tomado. La propia ley no exigía su aprobación
por los socios. Con respecto al segundo, la situación no era diferente: debía
cerrarse al día anterior al del otorgamiento de la escritura de fusión. O sea
que, terminado el trámite de la escritura y para poderla firmar, era
necesario formular un balance al día anterior al de esa escritura, con el
objeto de lograr insertarlo en ella (conjuntamente con el primero; y todo
ésto multiplicado por dos balances para cada una de las sociedades
participantes). En la práctica, el segundo balance tenía que cerrarse, en
forma también retroactiva, para que el notario pudiese insertarlo en una
escritura que debía tener, necesariamente, la fecha del día siguiente a la del
balance. La Ley tampoco establecía que el segundo balance debía ser
aprobado por las juntas o asambleas de socios, lo cual habría sido en
muchos casos imposible, desde que no podía convocarse a una asamblea
antes de la fecha de una escritura que no era posible conocer de antemano
(y para la cual había que esperar el segundo balance). En otros términos,
no se pudo crear un sistema más complicado y farragoso que el descrito.
Aún peor era el hecho de que se trataba de un mecanismo totalmente
innecesario.
En efecto, ¿cual era la utilidad legal o práctica de los dos balances referidos
(multiplicados en cada sociedad participante), o de alguno de ellos? En
realidad, ninguna. En primer lugar, no servían como base para la
determinación del reembolso a los socios que se separaban de la sociedad,
porque no eran "el último balance aprobado", conforme lo exigía el artículo
210 de la Ley anterior, que aludía, en forma evidente, al último balance
anual de la sociedad, ni tampoco servían para ese efecto porque no eran un
"balance aprobado". En segundo lugar, ninguno de los dos era redactado en
la fecha de entrada en vigencia de la fusión, debido a que, de acuerdo a la
Ley anterior, esa fecha, al no estar expresamente prevista, (omisión que
hemos mencionado al comentar el artículo 353), no podía ser otra que la de
la inscripción de la fusión en el Registro; luego, los dos balances aludidos no
coincidían en forma alguna con la fecha de entrada en vigencia de la fusión,
con lo cual tampoco eran de utilidad para determinar los activos y pasivos
de la sociedad "anteriores a la fusión". En tercer lugar porque, al ser dos los
balances y no haber norma alguna que los distinguiera ni estableciera su
razón de ser, siempre podía dudarse cual de los dos tenía o no efectos
legales y, en el caso de una dudosa respuesta afirmativa, cuales eran esos
efectos. Añádase a todo ello la necesidad de insertar en cada escritura dos
balances por cada una de las sociedades intervinientes.
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"Cada uno de los acuerdos de escisión se publica por tres veces, con
cinco días de intervalo entre cada aviso. Los avisos podrán
publicarse en forma independiente o conjunta por las sociedades
participantes.
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 43 al 45, 127, 200, 337, 355, 412 y 419.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 5, 43 al 45, 219, 340, 355, 357 al 359, 367 al
369, 380, 383 y 385.
D. LEY 26002 arts. 37 inc. a), 52 y 57 inc. d).
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su caso;
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 43, 44, 54, 55, 111, 340, 358, 378 y 380.
D. LEY 26002 arts. 37 inc. a), 52 y 57 inc. d).
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CONCORDANCIAS
CÓDIGO PROCESAL CIVIL: arts. 546 y ss.
LEY DE SOCIEDADES: arts. 219 y 359.
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CONCORDANCIAS
CÓDIGO PROCESAL CIVIL: arts. 546 y ss.
LEY DE SOCIEDADES: arts. 149, 219, 359, 360 y 383.
Este derecho tiene especial aplicación en las escisiones, desde que se trata
de operaciones en las que los bloques patrimoniales de las sociedades
escindentes se transmiten en bloque, o sea sin necesidad de notificación o
acuerdo con los acreedores de las sociedades intervinientes. El derecho de
oposición reemplaza entonces a esa carencia. Adviértase que, en cualquier
forma de escisión, los acreedores pueden considerar que el patrimonio de
las sociedades participantes, o el de la sociedad que asumió su crédito, al
término de la operación de escisión, es menos sólido que el de la sociedad o
del grupo contra los que detentaba originalmente su crédito o créditos.
La norma bajo comentario remite al artículo 219 de la Ley para los efectos
del ejercicio y regulación del derecho de oposición, por lo que a este
respecto ver nuestro comentario al precepto referido.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 200, 276, 293, 303 incs 2) y 3), 338 y 356.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 198, 334 y 361.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 8, 41, 72, 75, 86, 103, 104, 209, 313, 318 al
324, 344 y 362.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: art. 342.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 367, 369 y 378.
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CONCORDANCIAS
CÓDIGO CIVIL: arts. 1183 y ss.
LEY DE SOCIEDADES: arts. 33 al 37, 139, 143, 150, 343, 344, 363, 365,
366, 390 y 433.
Estas normas son de suma importancia práctica y enfatizan, una vez más,
los efectos legales de la transmisión "en bloque" de activos y pasivos en una
operación de escisión. Una vez que los acreedores de las sociedades
participantes no se han opuesto a la escisión, se atienen plenamente a los
resultados de la misma y a la responsabilidad independiente de cada
persona jurídica después de la escisión. Por otra parte, los preceptos
referidos admiten, todos ellos, el acuerdo en contrario, que debe ser
pactado, si fuese el caso, durante el proceso de la escisión.
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TÍTULO IV
OTRAS FORMAS DE REORGANIZACIÓN
CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 22, 74, 82, 285, 367 al 369.
LEY 27034.
El artículo 391 de la Ley, que es el primero del Título IV, sobre otras formas
de reorganización (que no son ni la escisión, ni la transformación, ni la
fusión), lleva el título de "reorganización simple" y regula la operación que
algunos autores denominan "segregación patrimonial", la que hemos
descrito en el punto inmediatamente anterior.
Por su parte, las normas vigentes en materia del Impuesto General a las
Ventas no contienen una disposición similar a la prevista en el Impuesto a la
Renta, por lo que no es posible hacer extensiva la exoneración regulada
para el caso de las fusiones y "divisiones" a las formas de reorganización
contempladas en los artículos 391 y 392 de la LGS.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 333, 344, 367, 369 y 391.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 391 y 392.
c) Otra forma consiste en una operación igual a las dos anteriores, con
la diferencia de que las sociedades beneficiarias son alguna o algunas
nuevas y alguna o algunas preexistentes.
c) Otras sociedades que llevan a cabo dos o más fusiones entre ellas;
luego, las sociedades producto de las fusiones participan en la
operación múltiple combinada, ya sea como escindentes o como
beneficiarias.
Este es el último caso previsto en el artículo 392, materia del inciso 5. Aquí
se hace referencia, en primer lugar, a las mismas posibilidades previstas en
los primeros cuatro incisos de la norma, pero con el añadido, en cada caso,
de la combinación con una o más sociedades que, simultáneamente,
acuerdan un proceso de transformación. Y, en segundo lugar, a cualquier
combinación de procesos de transformación y fusión.
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CONCORDANCIAS
CÓDIGO CIVIL: arts. 33 y ss.
LEY DE SOCIEDADES: arts. 1, 6, 20, 54, 55, 333 y 433.
1.- Introducción.
Los dos casos contemplados en los artículos 394 y 395 representan un gran
paso adelante en la evolución conceptual de las transformaciones de las
personas jurídicas. La nueva Ley mantiene las normas que existían sobre
las transformaciones tradicionales, que eran un simple cambio de la forma
societaria. Pero añade innovaciones sustanciales. En primer lugar, en el
artículo 333, que hemos comentado anteriormente, extiende el ámbito de
las transformaciones a las que realizan las sociedades constituídas en el
Perú para adoptar formas de personas jurídicas no societarias (y también
el caso inverso), lo cual implica no solamente un cambio de tipo societario
sino también un cambio esencial en la naturaleza de la persona jurídica
transformada. En segundo lugar, en lo tocante al artículo 394, materia de
éste comentario, se produce una transformación que entraña, además, una
modificación sustancial de una sociedad que, sin cambiar su personalidad
jurídica, pasa de ser constituída e inscrita en el extranjero a sociedad
constituída e inscrita en el Perú. Y, en tercer lugar, en el caso del artículo
395, que comentaremos posteriormente, la transformación origina
simultáneamente la formación de una sociedad en el Perú.
legal expresa.
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CONCORDANCIAS
LEY DE SOCIEDADES: arts. 5, 333, 343, 391, 396 , 404 y 433.
D.LEG. 774: art. 14.
D.LEG. 845: art. 1.
1.- Introducción.
Así, la referida sucursal puede participar en una fusión, lo que originaría que
todo su patrimonio sea absorbido por otra persona jurídica o se destine a
constituir una nueva. Puede igualmente escindir, en forma parcial o total, o
bien ser la beneficiaria de bloques patrimoniales provenientes de otras
personas jurídicas escindentes. Finalmente, puede intervenir en una
reorganización simple, prevista en el artículo 391, y en las formas de
reorganización múltiples o combinadas del artículo 392.
comentario aparte.
la LGS.
La opción legislativa del artículo 395 podría ser cuestionada desde un punto
de vista estrictamente doctrinario, en la medida en que, según algunos
autores, la transformación es tradicionalmente una reorganización mediante
la cual la sociedad varía simplemente su forma, manteniendo su misma
personalidad jurídica. Las sucursales no tienen personería jurídica propia,
por lo que esta transformación origina una nueva persona jurídica.
Por otra parte, las normas particulares del artículo 395, sobre
transformación de las sucursales de empresas constituídas en el extranjero,
guardan perfecta armonía con un tratamiento, también especial, en el
conjunto de la legislación peruana para estas sucursales.
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NOTAS