Levítico 25 (AutoRecovered)
Levítico 25 (AutoRecovered)
Levítico 25 (AutoRecovered)
Hoy vamos a estudiar el capítulo 25 de levítico, capítulo que por su extensión no vamos a leer todo; y
que podemos resumir en 2 grandes segmentos:
1. El año del descanso que Dios manda a los judíos a darle a la tierra, después de 6 años de trabajo
o cultivo.
2. El año del jubileo, o las fiestas de jubileo en donde Dios manda a los judíos a restaurar la
relación entre la comunidad con el perdón de las deudas.
Pero si prestamos más atención al detalle de lo que Dios está formulando con estas 2 fiestas, podemos
ver que está consolidando los mismos mandamientos e instrucciones que hemos recibido a través de la
biblia:
En el año del descanso, Dios llama a su pueblo a la obediencia y la fe. Deben dejar descansar la
tierra 1 año. Porque el proveerá.
En el año del Jubileo, Dios está trabajando con el trato y amor al prójimo.
Esto significa que una no puedo existir sin la otra , es imposible decir que amamos a Dios si no
amamos al prójimo; y tampoco decir que amamos al prójimo si no conocemos de Dios.
Vamos a 1 Juan 4:20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues
el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
Hermanos, nosotros somos la casa en donde habita el Espíritu Santo; cada uno de nosotros
tiene a Dios hecho espíritu derramado en nuestros cuerpos y en nuestros seres. Cada vez que
maltratamos a un hermano en fe, maltratamos a Dios… ofendemos al espíritu Santo.
Esto es cómo cuando oímos una conversación en dónde hablan mal de Guatemala… ¿Cuántos
no les ha pasado que vemos en algún canal en dónde menosprecian a nuestro país nos sentimos
realmente ofendidos y molestos? ¡Aún cuándo lo que dicen sea cierto…! Si, yo ya sé que en Guatemala
hay violencia, si ya sé que hay pobreza, si ya sé que hay corrupción… pero es mi país y así lo amo... no
tolero que hablen mal de él…
Pues así es el Espíritu Santo, no tolera que hablen mal de su propiedad, del lugar donde el
reside. Esa es la razón fundamental por lo que no podemos decir que amamos a Dios si ofendemos a un
hermano… porque ofendimos a Dios.
Entonces, nuestra relación con Dios está directamente atada a nuestra relación con nuestro
prójimo. Es imposible separarlo.
Con esta introducción podemos empezar a trabajar con la palabra de Dios.
25 Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles:
Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra guardará reposo para Jehová. 3 Seis
años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos. 4 Pero el séptimo
año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña. 5 Lo
que de suyo naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás;
año de reposo será para la tierra. 6 Mas el descanso de la tierra te dará para comer a ti, a tu
siervo, a tu sierva, a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo; 7 y a tu animal, y a la bestia
que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.
8
a. Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo
que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y
nueve años. 9 Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes
séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la
trompeta por toda vuestra tierra. 10 Y santificaréis el año cincuenta, y
pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores (LIBERTAD EN
EL SENTIDO AMPLIO DE LA PALABRA, LIBERTAD AL DEUDOR, AL
ESCLAVO A LA TIERRA); ese año os será de jubileo, y volveréis cada
uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia. 11 El año
cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de
suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos, 12 porque es jubileo;
santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis.13 En este año
de jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión. 14 Y cuando
vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro
prójimo, no engañe ninguno a su hermano. 15 Conforme al número de
los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al
número de los años de los frutos te venderá él a ti. 16 Cuanto mayor
fuere el número de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor
fuere el número, disminuirás el precio; porque según el número de las
cosechas te venderá él. 17 Y no engañe ninguno a su prójimo, sino
temed a vuestro Dios; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
b. En la fiesta de Jubileo podemos ver cómo actúa la justicia de Dios, y cómo
Dios quiere que su pueblo también se conduzca con la misma justicia. El
primer concepto que Dios deja claro con la fiesta de Jubileo es que la tierra es
suya. La pertenece y nosotros sólo la tenemos a préstamo. El da y quita a
quién crea conveniente. Y porque no es de nuestra propiedad, debemos ser
obedientes con sus estatutos para continuar gozando de los beneficios de la
tierra. Levítico 25:23 23 La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra
mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo.
c. Esto es cómo las casas alquiladas. La casa no le pertenece, no la puede
vender, no le puede cambiar la estructura a menos que el dueño se lo
apruebe, no puede descuidarla o maltratarla porque lo sacan. En una casa
alquilada le piden un depósito de garantía, y adicional le exigen un pago
mensual de renta. Usted no va con el dueño y le dice… mire no le voy a
pagar porque yo soy pobre gano poco… o mire… yo no se que anda haciendo
usted con mi pisto que le doy de renta, así que he decidido no pagarla más…
o mire, no muy confío en usted… no me gusta su manera de vivir, así que ya
no pienso pagar la renta. Ahh pero si lo hace con Dios!!, su trabajo no es
suyo, es de Dios. Su casa no es suya… es de Dios… su dinero no es suyo!, es
de Dios… y Dios le pide la primicia, que en el ejemplo representa el
depósito… y olvídenlo, son unos abusones!... Y Dios le pide su diezmo y sólo
pisto es la iglesia… Dios le pide servicio, y nunca tiene tiempo o ganas… Si
usted no paga su renta, tarde o temprano el dueño se verá obligado en
desalojarlo.
d. Vamos a Génesis 17:8, 8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la
tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el
Dios de ellos.
e. En estos pasajes queda claro, que la tierra fue entregada a heredad perpetua.
Por lo que la misma no podía ser vendida. En casos extremos entre los
judíos, cuando se veían en la necesidad de hacerlo, en realidad lo que
estaban vendiendo eran las cosechas pendientes de esa tierra hasta el
próximo jubileo. No la tierra. Por lo que en cada jubileo era mandato de
Dios devolverle la tierra al legítimo dueño en heredad.
f. Dios es tan justo, que hasta en los precios de la tierra establece un método
adecuado. La tierra tenía un valor según el tiempo que faltaba para el año de
jubileo. Entre más cerca menos cosechas ¿, pues menos valía. Levítico 25-
1414 Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de
vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano. 15 Conforme al número de
los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número
de los años de los frutos te venderá él a ti. 16 Cuanto mayor fuere el número
de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor fuere el número,
disminuirás el precio; porque según el número de las cosechas te venderá
él. 17 Y no engañe ninguno a su prójimo, sino temed a vuestro Dios; porque
yo soy Jehová vuestro Dios
g. Parte de esta justicia divina, era permitir la devolución de la tierra o la libertad
del individuo, cuando la deuda de era saldada. Muchas veces el que pagaba
esta deuda era un pariente cercano. A este pariente se le llamaba Goel. Y era
el salvador de judío endeudado y perdido. Ya le devolvía todas lo que le
pertenecía y lo devolvía a su estatus social.
CONCLUSIÓN
Hoy nosotros gozamos del jubileo de Jesús. Fue Jesús quien actupo como nuestro Goel
pagando el precio del pecado por medio de su sangre, para devolvernos la libertad y regalarnos
nuestra posición antes de Dios de hijos. Antes de Jesús los judíos eran llamados el pueblo de
Dios, a partir del sacrificio de Jesus pasamos a ser llamados Hijos de Dios.
Nosotros como iglesia debemos confiar en las promesas de Dios. No nos damos cuenta
de que Dios cumple en cada momento las promesas que nos ofreció!... Vivimos en libertad,
tenemos al espíritu santo, gozamos de una familia, de trabajo de una iglesia. Y nos portamos
como los judíos que a pesar que ven la abundancia del sexto año, se preocupan que comerán el
séptimo…