Vol 4
Vol 4
Vol 4
***
Murió a manos del marqués de Weiden. El crimen, fue realizar culto al mal.
“¡Ahh! ¡Duele!”
Nadie creía que el fiel Ralph Wissen realmente se dedicara a la adoración demoníaca.
Simplemente se rieron, ante la codicia del marqués de Weiden. Sin embargo, nadie
quiso salvarlo.
No es muy notorio, pero el interés es una buena forma de cegar a las personas.
Ralph Wissen era un hombre tan transparente que la gente no tenía de donde recoger
migas y comerlas. Pero el marqués Weiden comparado con él, era muy poco humano.
La gente fingió no conocer las buenas prácticas del vizconde Wissen y las acusaron con
un negro corazón. Y los pocos conocidos de Wissen, que no se dejaron comprar por el
dinero, fueron manipulados y presionados por la opinión pública y finalmente dejaron
de defenderlo.
Bajo el ejército del marqués Weiden, el vizconde Wissen fue destruido. Fue decapitado
y su esposa Eliza Wissen se suicidó arrojándose al vacío.
“Hermano, Hyung…”
“Maxim…”
Cruzó las montañas con lágrimas en sus ojos, sin embargo, Maximillian aún era
demasiado joven.
“Hermano, es difícil”.
Jürgen miró por encima de los arbustos. Una tenue luz iluminaba la cresta. Las tropas
del marqués de Weiden los estaban buscando.
El marqués de Weiden trató de no dejar ninguna semilla que pudiera ponerlo en peligro
en el futuro. Su asedio fue muy denso. El marqués quería impedir que los hijos del
vizconde Wissen crecieran y reclamaran la propiedad de la mina de diamantes, era por
eso que las tropas del marqués recorrían las montañas con cautela, atentos a cualquier
movimiento.
“Amo a mi hermano…”
Jürgen contuvo la respiración y miró a Maximilian quien lloraba apretando su boca con
sus pequeños dientes. Era un hecho seguro que ambos morirían si continuaban por ese
camino.
Jürgen tenía paciencia y sabiduría, sin embargo, no tenía la fuerza suficiente para correr
con su hermano menor en sus brazos. Jürgen abrazó a Maxim en silencio. El rostro
decidido del niño era tan sólido como un árbol de raíces profundas. Volvió a la vereda
de la que había llegado y escondió a Maximilian en una pequeña cueva por lo que ya
habían pasado.
“Jürgen hermano”.
¿Por qué lo pensaba tanto? Maximilian trató de no caer y colocó sus pequeños brazos
alrededor del cuello de Jürgen. Esté susurró en voz baja mientras obligaba a Maximilian
a alejarse de su cuerpo, el pequeño, gimiendo y tratando de no separarse de la calidez de
su hermano mayor sollozó.
“Hermano”.
“Hermano…”
“Aunque no te guste, tienes que hacerlo. Maxim, escucha bien, cuando el sol vuelva a
salir, baja de esta montaña”.
“Más tarde, cuando te encuentres conmigo de nuevo, tienes que recordarme, ¿lo
prometes?”
“Ohhh…”
El hombre gritó.
Jürgen con lágrimas alrededor de sus ojos asintió y abrió lo más que pudo su pequeña
boca.
“¡Ni siquiera vales lo que he pagado! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Me siento estafado!”
Al escuchar esas palabras, Jürgen jadeó. Derramó sus lágrimas transparentes mientras
rodeaba con su lengua el grotesco pene de ese viejo. El olor repulsivo le daba ganas de
vomitar.
Un chorro de agua brillante recorrió sus suaves mejillas. El hombre que golpeó sus
nalgas sin delicadeza de repente movió la mano para agarrar fuertemente esa pequeña
cabeza. El cuerpo de Jürgen se estremeció fuertemente. La mitad de ese feo pene estaba
perforándolo.
Woolriver se rió.
***
El líder de la los Mercenarios Black Eagle era famoso por sus violentos actos en la
cama. Había muchos prostitutos que acababan al borde de la muerte después de pasar
solo una noche con él. El viejo que compró a Jürgen esperaba que por lo menos tuviera
un cierto nivel de técnica y experiencia para darle placer.
“¡Él es una basura! ¿Cómo puedes decir que es de tus mejores agujeros? ¿Eh?”
Sin embargo, las altas expectativas se fueron abajo cuando Jürgen no pudo aguantar más
y colapsó repetidas veces durante el feroz acto. La aparición de delgadas membranas de
hilo carmesí comenzaron a teñir las desgastadas sábanas. Jürgen no podía mover su
cuerpo adecuadamente, sentía un escozor y dolor punzante en su agujero.
Incapaz de saciar los deseos de Woolriver por completo, Jürgen lloró mientras
Woolriver volvió a perforar su desquebrajado trasero. Era más que obvio. Jürgen no
tenía experiencia. Ël era solo una cara suave, tierna, con ojos brillantes. Aunque para
Woolriver, solo era basura. Por esa razón el mercenario se enojó con el propietario del
lugar, Wingel.
Wingel era el dueño de ese lugar, que tenía en su fachada un letrero que anunciaba era
“La Casa del Ángel.” Ese cartel fue diseñado al día siguiente que Jürgen llegará.
“Oh, apreciado invitado… Jürgen es claramente el Ángel más cotizado de esta casa”.
“¡Callate! Prefiero hacerlo con un cerdo que con ese agujero”.
El negocio de Wingel era muy popular, mientras tuvieras con que pagar, realmente no
importaba qué uso le dabas a la mercancía. Pero Woolriver era especial, era conocido
por ser rudo y uno de los mercenarios más violentos. Wingel era solo una mosca y tuvo
que agachar su cabeza y disculparse por el mal servicio. Woolriver estaba enojado y se
retiró después de recibir un reembolso.
Por supuesto, que cuando el cliente se fue, Wingel estaba enfurecido y golpeó a Jürgen.
“¿Ya no puedes usar correctamente tu agujero? ¿Eh? ¿Tenías que abrir las piernas y
dejar que te cogiera? ¡¿No puedes hacer eso?!”
Jürgen, que era golpeado por una escoba, sollozó, mientras sentía como una mano
sujetaba fuertemente su cabello y lo sacudió, tirándolo al suelo y gritándole con
frialdad.
“¡Consigue más clientes ahora mismo! ¡Gana dinero para tu propia comida!”
Jürgen mirando al piso asintió. Mientras escuchaba la risa burlona de Wingel, quien le
tiró al piso una bata para que cubriera su cuerpo desnudo.
Aunque se puede decir que Jürgen era una belleza típica por sus mejillas como una rosa,
su raro cabello platinado y su piel blanca como la nieve. Había muchos otros chicos en
la casa de los ángeles que eran como él. Y la mayoría de ellos eran más incluso más
jóvenes. Por lo que con el paso del tiempo, comenzó a parecer más maduro. A medida
que la grasa de sus pechos fue creciendo gradualmente. Al cumplir los veinticinco años,
su cuerpo era muy esbelto y diminuto, sin embargo, había nacido con un útero
masculino.
Ya no podía usar ropa ajustada o cantar en voz alta. El cuerpo flaco y esquelético,
carente de músculos era completamente diferente al de una mujer. Además, había
muchos cantantes masculinos que tenían un agujero menos perforado que Jürgen, quien
desde una edad temprana lo habían forzado a este tipo de trabajo.
Los visitantes que pagaban por la compañía de Jürgen en el pasado, comenzaron a pagar
por la compañía de otros ángeles y él pasó a ser un prostituto veterano, que era lo
mismo a una basura, algo despreciable.
Wingel criticaba y reprendía a Jürgen, viéndolo con desprecio. Cuando Jürgen era
joven, el hombre que ahora actuaba como si fuera a perder su vesícula biliar, era dulce.
Pero si no podía traer dinero, entonces lo trataba con dureza.
Al final, Jürgen salió a la calle. Para atraer a un invitado con esa ropa traslúcida y
vulgar. De hecho era el acto más bajo en el que podía caer un prostituto. Había muchos
riesgos en la calle, desde borrachos, hasta mercenarios a los que no les importaba matar
mientras perforaban un agujero. Podría ser acosado, secuestrado o golpeado.
Pero nada de eso importaba y fue obligado a salir casi desnudo por la calle.
Jürgen, que entró en la habitación, se acuclilló sobre la palangana y raspó el semen con
sangre seca de su interior. Estaba limpiando tan bruscamente su cavidad interna que
podía sentir como él mismo abría nuevas fisuras por la suave y delgada pared,
aguantando el dolor, se cambió la ropa y salió por la ventana.
“Daño”.
Lo de Woolriver fue rápido. Sin embargo, el área alrededor de su ano había quedado
prácticamente despellejada. Si recibe un pene en ese estado, definitivamente será muy
doloroso. Incluso ahora tendrá problemas en ir al baño por un tiempo. De todos modos,
Jürgen no podía rebelarse en contra de las órdenes de su proxeneta.
WIngel dijo que le daría el trato más ruin y cruel si él no llegaba con una cierta cantidad
de dinero. Eso era realmente repugnante y escalofriante a la vez. Jürgen no quería
interactuar con los bastardos cerdos de allá afuera.
“¡Alejate!”
Ni siquiera podía hablar con un policía, nada, estaba completamente solo. Wingel lo
mataría si su nombre se veía involucrado en un escándalo.
“Lo haré más barato”.
Luego, como si el hombre estuviera sacudiendo la mano de Jürgen, este se separó, tragó
saliva y exhaló un suspiro de alivio.
Hoy podría evitar los azotes de Wingel. En el momento que escuchaba eso, escuchó una
voz.
“¿Qué? Entonces, ¿ese marqués se está convirtiendo en un pavo real peligroso ahora?”
“Dado que ahora todos los Wissen han muerto, no tiene otra opción”.
“¿Cuánto cuestas?”
“¿Qué?”
Después de hacer esa solicitud, el hombre miraba el rostro de Jürgen con una mirada
molesta. ¿No le agradaban los hombres que vendían sus cuerpos?. Luego Jürgen pudo
sentir un escalofrío ante esa mirada feroz.
“Uh, oye…”
Jürgen no era así, en otras circunstancias ese era uno de los mejores clientes que podría
haber conseguido, sin embargo estaba muy asustado. Él había sido domesticado por un
proxeneta feroz y perdió toda esperanza desde su infancia. Aprendió a vivir en un
burdel y a soportar el dolor de ser perforado una y otra vez, hasta que su ano se
desgarrara. Nadie se preocupaba por él.
Jürgen accidentalmente chocó con uno de los mercenarios, era algo inevitable.
“¡Oye Patrick, creo que esa perra quiere coger contigo! Abrele las nalgas y coge con
él”.
A simple vista, fue un acto imprudente correr hacia ellos. Esos mercenarios, estaban
perdidos de borrachos por el alcohol y si regresaba con hematomas en su cuerpo Wingel
estaría molesto.
Jürgen, que estaba nervioso, se dio cuenta demasiado tarde que su muñeca había sido
sujetada con fuerza por uno de los mercenarios. Era demasiado tarde para correr. Los
hombres se burlaron de él y tocaron todo su cuerpo sin delicadeza. Jürgen sollozo. Su
rostro era realmente hermoso, y eso provocó que una lasciva sonrisa se dibujara en el
rostro de esos hombres.
El mercenario, que volvió a mirar el rostro empapado en lágrimas de Jürgen, sonrió con
una mirada libidinosa. No pasó mucho tiempo antes de que se revelara un bulto entre
sus piernas. Agarró el culo de Jürgen con una de sus manos. Pero nuevamente un grito
salió de su boca.
El mercenario apretó más la muñeca de Jürgen mientras se burlaba de él. Jürgen que
tenía las caderas torcidas, gritó. Las risas se extendieron entre los hombres que lo
rodeaban.
“¡Déjame ir!”
La escena era terrible. Jürgen estaba sollozando y gritando, mientras los hombres se
reían de él y lo tocaban sin consideración. Esa situación por muy mala que se viera, era
algo común de ver en las calles circundantes a los burdeles. La gente simplemente
ignoraba la revuelta. Jürgen se convirtió en presa de esos lobos, de una manera muy
estúpida y fue acosado sin poder hacer nada al respecto.
Una llama feroz se asomó por los ojos de un mercenario llamado Patrick.
“¡Este Perro!”
Era un insulto para cualquier mercenario que un patético prostituto viera su sangre
correr. El hombre que estaba riendo hace unos momentos, levantó los puños contra
Jürgen. La rabia lo había vuelto una bestia.
“¡Patrick!”
***
“Uh, Uh …”
“¡¿Qué diablos…?!”
Fue un hombre muy alto, con un cuerpo tonificado quien había protegido a Jürgen. Se
veía docenas de veces más escalofriante que los mercenarios ahí reunidos. El hombre de
pelo castaño, había apretado tan fuerte la muñeca de Patrick que la había roto. Sus
compañeros estaban impresionados y corrieron hacia él, pero su final no fue diferente al
del otro mercenario.
“¡Espera!… ¡Detente!”
El cuerpo del hombre que estaba alejándose se detuvo. Jürgen corrió hacia él y
rápidamente le tomó el brazo.
“Estás sangrando”.
No era una situación normal, sin embargo, Jürgen no podía dejarlo ir así nada más.
Trató de mostrarle su agradecimiento de la única forma que podía.
Al ver al hombre que lo salvó herido, dejó de preocuparse por lo que estaba o no bien y
simplemente se ofreció a ayudarlo. El hombre lo miró fijamente, la mirada penetrante
le hacía temblar. Sin embargo, esa mirada estaba vacía, no tenía nada, ni sentimientos,
ni brillo, era total oscuridad.
“Lamento traerte a un lugar como este, pero solo te curare, no te haré nada malo”.
Jürgen lamento francamente llevar a un hombre que parecía ser una buena persona a ese
horrible lugar. “¿Qué tipo de persona creerá que soy al entrar a ese lugar?” Ese
hombre había barrido el suelo con un grupo de violentos mercenarios, con tremenda
facilidad. Todo pasó en cuestión de segundos. A primera vista, era un hombre peligroso,
pero ¿no fue él el primero en actuar imprudentemente?.
Incluso con esos pensamientos, Jürgen negó con su cabeza y se acercó al hombre
pensando que solo era una cuestión de gratitud, nada más. Aunque desafortunadamente
fue obligado a vender su cuerpo desde una edad muy temprana, aún tenía unos vagos
recuerdos de una vida como noble. Recuerdos que estaban enterrados y confusos tras
una caída que sufrió de niño. La nostalgia de aquellos vagos y difuminados recuerdos
no era comparable con el pequeño niño que fue vendido y obligado a entrar en la
madriguera del ratón, para ser despedazado.
Ante eso, Jürgen solo estaba intentando dar una misera gratitud.
Cuando Jürgen notó esa mirada insistente, frotó los nudillos ensangrentados con el
paño. Los ojos azules de ese hombre parpadeaban lentamente. El paño se fue tiñendo de
rojo carmesí y cuando terminó de limpiar toda las zonas lastimadas lo retiró sonriendo
gentilmente.
Jürgen abrió los ojos y se quedó paralizado. El hombre tomó la muñeca temblorosa de
Jürgen, mientras este estaba erguido.
Jürgen, que tenía un rostro pálido, puso su mano sobre la del hombre y gentilmente la
empujó.
Wingel, golpeó la puerta de la habitación de Jürgen, diciendo que tenía un hombre para
que pasara la noche. Esas palabras aterrorizaron a Jürgen, quien miró al hombre
nuevamente y comenzó a quitarse la ropa.
Limpio rápidamente su cuerpo con una toalla húmeda. Jürgen cerró los ojos con fuerza,
esta situación era tan patética. El hombre no dejaba de mirarlo, y Jürgen comenzaba a
sofocarse.
“Pagame…”
Tener dignidad no le serviría de nada. Así que Jürgen escupió esas palabras con
urgencia.
También era divertido decir que recompensaría a su benefactor, pero en esta situación
no tenía otra opción más que pedirle dinero. Era su única salida. Sabiendo eso, Jürgen
siguió hablando, apretando fuertemente sus ojos, ante una frustración inmensa que
llenaba su corazón.
“En su lugar, te daré el servicio que tú desees”.
No tenía otra opción, era ganar el dinero de hoy por medio de ese hombre o tener que
ser perforado por una bestia y después golpeado por Wingel.
Aún así, el hecho de que se involucró en una pelea pronto llegaría a los oídos de
Wingel. Era cuestión de tiempo para que lo castigaran. Wingel no lo iba a dejar escapar
libre de esta.
“¿Vas a…?”
“¿Servicio?”
El hombre extendió su mano y rodeó la estrecha cintura de Jürgen con uno de sus
brazos. Jürgen hizo una pausa por un momento, abrió sus piernas y colocó sus caderas
sobre el hombre, estaba acostumbrado a levantar sus talones y apoyar sus manos en las
rodillas del cliente.
Sus nalgas eran suaves y blandas como la nieve, al abrirse de piernas su agujero quedó
abierto. El ano de Jürgen no estaba completamente sanado y menos con lo que habían
hecho en la pelea. El hombre colocó un dedo en la suave cavidad interior de Jürgen. Al
moverse notó que la cavidad estaba inflamada y rasposa, parecía desgarrada.
Suaves caricias lo envolvieron, los dedos del hombre eran suaves en su tacto.
“Oh, si…”
“¿Cuál es tu nombre?”
Fue una pregunta normal, pronunciada por un rostro inexpresivo Jürgen respondió,
tratando de reprimir sus gemidos.
“Oh”.
Por supuesto que Jürgen conocía ese nombre, pero tenía décadas que no lo escuchaba
salir de ninguna boca.
Jürgen se tocó sus labios con el rostro sonrojado. Y emitió un murmullo casi inaudible.
“Si”.
El hombre no se movió ni dijo una sola palabra por un rato. Jürgen estiró suavemente su
mano hacia atrás y tocó el ano dilatado.
Era enorme, con ese tamaño, podría cobrar el doble o el triple, su cuerpo no lo
soportaría. Pero Jürgen simplemente decidió callar. El hombre no tenía malos modales
en el sexo y recibir dinero por esas suaves caricias no era tan malo.
Pero cuando el pene de tamaño inimaginable lo perforó, Jürgen se arrepintió de esos
pensamientos.
“¡Ah!”
Jürgen gritó mientras apretaba la sábana. El hombre había sido muy considerado con él,
sin embargo, Jürgen notó como la sangre comenzaba a salir de su roto ano de todas
formas. Habría sufrido mucho y no importa qué tan cuidadoso fuera, al final él ya estaba
roto.
“¡Oh! ¡Woow!”
Todo su cuerpo fue sacudido debajo del enorme cuerpo del hombre. Era una sensación
que nunca había experimentado con ningún otro cliente. Jürgen dejó que la mano del
hombre frotara su trasero, sin pensar en detenerlo o cerrar su agujero.
El hombre extendió su mano y secó las lágrimas de Jürgen. Quien se sorprendió del
suave toque y se encogió de hombros. Se escuchó una suave y tierna voz.
“Bien”.
“¿Eh…?”
Podía sentir la enorme erección perforarlo y llegar hasta sus intestinos. Finalmente
colapsó.
Cuando despertó su ano estaba escurriendo semen tintado de rojo. Y el hombre yacía a
un lado de la cama fumando un cigarrillo. Jürgen emitió un suspiro.
Parecía que el hombre lo deseaba demasiado. Si, lo había hecho con anterioridad, pero
pensaba que era incapaz de poder sentir placer.
El hombre levantó su mano y barrió los labios de Jürgen mientras se reía. Jürgen lo miró
y pensó que esa sonrisa era encantadora. Dudando Jürgen se arrodilló y lo miró
fijamente y en silencio. En poco tiempo, el hombre extendió su mano señalando la
mesa.
Jürgen asintió, tomó la vela, y abrió sus piernas. Se apoyó en los hombros del hombre
para no caer y pudo vislumbrar sus propias extremidades abiertas ante ese hombre. La
mano de Jürgen bajó lentamente hasta su agujero y él mismo colocó la vela en su
cavidad. Su húmedo agujero succionó la larga y delgada vela sin dificultad.
“Ah…”
El interior de la habitación de Jürgen no estaba muy iluminado, era oscuro. La luz del
amanecer penetró débilmente a través de la ventana y uno de esos rayos de luz atravesó
la mesa. Esa tenue luz iluminó la blanca piel de Jürgen, que se encontraba jugando con
su mano. Separó aún más sus piernas. Nuevamente, él gimió fuertemente. Jürgen
inclinó su barbilla y se cubrió el rostro. Estaba pensando que era una imagen muy sucia.
“Ah…”
Jürgen, con las manos detenidas, se acostó en la mesa y abrazó una se sus piernas,
dejando expuesto su agujero al hombre.
“Mucho mejor”.
Luego murmuró.
Jürgen no supo el significado de esas palabras. Solo podía gemir y raspar su interior con
la vela. La mirada del hombre estaba atrapada en el ano perforado de Jürgen. Su suave
cavidad aceptó la vela fácilmente.
sus piernas estaban completamente extendidas, con la mirada del hombre que no se
despegó de ese ano rojo.
“¡Ohhhhhh!”
“¿Eh?”
Esas simples palabras hicieron que el rostro de Jürgen se desfigurara. Jürgen sintió su
corazón ser despellejado. Es algo que tendría que cargar toda su vida.
Tres días después, el hombre fue a la casa del ángel y solicitó el servicio de Jürgen.
***
El hombre dijo ser Mac Miller, un caballero del nuevo marqués de Wissen.
Maximilian Wissen, ahora marqués, lo había enviado a la capital para investigar sobre
un asunto personal.
“¿Qué?”
La voz era contundente. Jürgen yacía en la cama y lo miraba sin comprender bien la
pregunta. El rostro bañado por los suaves rayos del sol suavizó la fría expresión y lo que
parecía una lúgubre atmósfera se fue suavizando.
Jürgen miró al apuesto hombre por un momento e inclinó su cabeza. Sin esperanza de
cambiar esa expresión, se metió bajo la manta y fue directamente hasta la ingle de ese
hombre. La mano del hombre cayó inmediatamente sobre la cabeza de Jürgen sin hacer
presión.
Jürgen bajo la manta oscura, chupaba la gran erección del hombre. Sus labios eran
delgados y podía sentir como la erección estaba palpitando. Con la sangre comenzando
a circular, Jürgen trató de tragar esa gruesa vara de enorme grosor, sin embargo, ni
siquiera podía meterla por completo en su pequeña boca, trataba de hacerlo lo mejor
posible.
La mano que estaba sobre su cabeza, comenzó a presionar cada vez con más y más
determinación.
“Ohhhh”.
“¡Due…! ¡Puag!”
Jürgen jadeó. Se apoyó en las piernas del hombre y lo miró. la sangre comenzaba a
escurrir de la comisura de la boca de Jürgen. Sus mejillas estaban convexas. El hombre
estaba llevando su mano a la boca de Jürgen, pero este rechazó el contacto y negó con la
cabeza mientras tragaba el semen restante en su boca. En ese momento se arrugó la
frente del hombre.
“¿Quien eres?”
Jürgen escupió una risa sarcástica ante esa absurda pregunta. Ahora ya estaba
acostumbrado a la frialdad de ese hombre. Sabía que él aunque en el exterior parecía
rudo, era realmente muy amable con él.
“Gracias”.
“¿Gracias?”
Jürgen solo miró al hombre en silencio. Wingel no le había vuelto a golpear desde que
ese hombre había llegado. Ante ese pensamiento, su corazón se detuvo.
“Si, gracias”.
“Gracias Mac”.
Mac miró esos ojos llenos de sinceridad y se asombró un poco. Jürgen tenía una ligera
sonrisa en su pálido rostro. Hubo un silencio confortable durante un rato.
“¿Qué?”
Ante esa pregunta, Mac no dijo nada más. Simplemente mordió el cigarrillo en su boca
un par de veces y luego lo frotó en el cenicero de la mesita de noche.
“Wingel”.
El hombre, que miró fijamente los ojos nublados durante un rato, soltó unas leves
palabras.
“Bien”.
Jürgen derramó suaves lágrimas en ese momento. Se sentía muy agradecido. Estaba
feliz por haber conocido a ese hombre. Para él que estaba acostumbrado a no tener nada,
ahora tenía un buen recuerdo.
“Yo, yo…”
Mac era la única persona que lo trató como ser humano, se mostró amable y nunca fue
violento. Con las yemas de sus dedos limpió las lágrimas de Jürgen. Incluso en
ocasiones lo llevaba a cenar. Hubo noches donde pagó por su compañía y no tuvieron
relaciones sexuales.
En ese momento, Mac sostuvo a Jürgen en sus brazos y lo reconfortó por un tiempo en
silencio. Jürgen se sentía protegido en los brazos de Mac. Por primera vez en su vida se
alegró de tener un cuerpo que llamara la atención de ese hombre.
“Te seguiré”.
Su voz estaba ahogada por la mezcla de emociones en su interior. Los ojos de Jürgen
estaban llenos de lágrimas mientras miraba al hombre de ojos azules. Jürgen murmuró
en un tono suave, casi inaudible, mientras se enfrentaba a esa mirada penetrante.
“¿Sabes?”
“¿Qué?”
El cuerpo del hombre se tensó de inmediato, sin embargo, al poco rato se relajó
nuevamente.
“Oh”.
Jürgen habló.
“No estoy seguro, pero puede ser que sienta algo por ti”.
Muy en lo profundo de su corazón no se sintió reconfortado una vez que expresó esas
palabras. Jürgen se sintió confundido por ese sentimiento de angustia que lo invadía.
Mac no era un hombre hablador, ni amistoso. Era un poco tosco en la cama, pero para
él, que estaba acostumbrado a ser desgarrado todas las noches hasta que su ano
sangrara, simplemente sintió que, comparado a eso, el tacto de Mac eran como unas
suaves plumas.
A diferencia de su fría apariencia, las yemas de sus manos limpiaron con dulzura las
lágrimas que recorrían las mejillas de Jürgen y acariciaron su rostro suavemente.
Era muy posible que este fuera un sentimiento unilateral. De todos modos Jürgen estaba
preparado para ser rechazado. No tenía nada que perder. Mejor dicho, nunca había
tenido nada en primer lugar.
“No pienses que quiero algo a cambio o que deseo que correspondas esto”.
Jürgen habló con cautela mientras miraba con atención la expresión en el rostro de Mac,
que se había endurecido con la repentina confesión.
“Esta bien.”
Jürgen parecía confundido con los sentimientos contradictorios que emanaban de él.
Ante semejante confesión, Mac sonrió y frotó la suave cabellera platinada con sus
manos.
Jürgen tuvo que mirarle a los ojos. Quizás sus palabras fueron innecesarias e hicieron
sentir incómodo a Mac. Comenzó a sentir remordimiento, ¿Qué pasaba si se arrepentía
de sacarlo de ese lugar?…
Sin embargo, no pasó mucho tiempo, cuando un imponente carruaje llegó afuera de la
casa del ángel.
***
Jürgen Wissen sintió su cabeza hecha añicos cuando vio esa bandera y comenzó a correr
presa del pánico. Su mente estaba mezclando recuerdos negros, dolorosos, terribles,
¿ese era su pasado?.
No pudo correr muy lejos, fue capturado por las manos de Maximilian en una montaña
en la cual ya había estado, hace muchos, muchos años.
Una mirada de hielo se apoderó de los ojos de Maximilian. Jürgen miró a ese hombre
con una expresión de terror en su rostro.
“Tu me usaste”.
“Maximilian…”
Maximilian
Un prostituto había pronunciado el nombre de su hermano.
Cuando lo conoció, Maximilian Wissen ya era un frío témpano de hielo, que había sido
calcinado por la sed de venganza. Le tomó mucho tiempo, pero logró su venganza y eso
acabó con su corazón.
El enemigo que había matado a sus padres y quemado su casa. El que mató cruelmente
a su amado hermano mayor que en ese entonces era muy pequeño. Mientras vivía como
un guerrero errante, nunca olvidó su venganza.
Para él, la vida después de eso era absurda, no importaba cuanda riqueza acumulara,
cuan poderoso fuera ahora, nada regresaría de la muerte a su hermano mayor.
Fue entonces que decidió deambular una noche por las calles de la capital.
Era un nombre difícil de escuchar, Maximilian se detuvo ante algo interesante que
escuchó. De alguna manera, un hermoso joven, fascinante le tocó el brazo. ¿Qué era esa
extraña calidez?
Al principio, estaba interesado en esos rumores, había un extraño rumor que circulaba
con nombre de su familia. ¿Quién se atrevería a hacer algo así?. Pero después,
extrañamente sus oídos se ensordecieron al ver a ese joven.
Entonces se quedó realmente satisfecho en la cama con ese joven. Tiempo después, se
dio cuenta que no podía dejar de mirarlo. Y cuando le sonrió por primera vez, descubrió
que su corazón aún podía acelerarse.
Sus subordinados estarían realmente molestos con él. Aceptar a un hombre que vende
su cuerpo como amante… pero no podía con la idea de que otro hombre lo tocara.
Aquellos que ni siquiera habían logrado salvar a su antiguo maestro, porque estaban
asustados ante el ejército del antiguo marqués de Weiden, podrían ser ejecutados de
todos modos.
***
“¡Ahhhhhhhh!”
Un prostituto vulgar que abría las piernas a quien pagara unas pocas monedas y escupía
palabras venenosas con esos labios adornados como pétalos de hermosas rosas. Tenía
un corazón miserable con una apariencia lastimera.
“¡No!… ¡Qué!”
Maximilian se dio cuenta que Jürgen lo había traicionado cuando recibió la noticia que
había escapado. Jürgen no lo amaba. Uso a Maximilian para escapar de la casa del ángel
que era famoso por sus tratos terribles y extremos abusos.
Tan pronto como supo eso. Maximilian no pudo soportar la ira que aumentaba en su
cabeza. No podía matarlo, pero tenía que confirmar sus terribles sospechas.
Esas fueron las palabras que pronunció cuando vio a Jürgen en manos de sus soldados.
Jürgen luchaba por liberarse. Luego tembló al escuchar las terribles palabras de
Maximilian.
Nadie le creería. ¿Quién podría creer que su memoria había regresado de la nada?…
Luego habló con una débil sonrisa.
“Si”.
“…”
“Lo siento”.
No habría manera de que escapara. Solo así Maximilian pudo dormir más tranquilo.
“¿Maxi…?”
Luego lo violo.
No importa lo mucho que resistiera Jürgen, era demasiado débil en comparación con
Maximilian.
Maximilian mordió los suaves labios que gritaban de dolor. Aplastaba el cuerpo herido
de ese delgado joven de pelo platinado con su gruesa erección. Apretó su pene entre las
suaves nalgas y lo sacó hasta que Jürgen se desmayó. Él no podía dejar de gritar.
“Yo te usé”.
Y cada vez que Maximilian escuchaba esas palabras, sentía un impulso terrible por
hacer daño a Jürgen.
Tenía un sentimiento abrumador por estrangular el cuello de ese hombre que lloraba y
escupía esas peligrosas palabras.
“¡Tírame de nuevo a un burdel! ¡¿Qué hombre tan sucio recurre a un prostituto barato
para satisfacer sus impulsos?!”
“…”
Entonces Maximilian Wissen, que había enfriado su ira, se encontró con una mirada
irresistible y nuevamente su cólera explotó.
Pensó que estaba enamorado de su apariencia. A partir del momento en el que le sonrió
mientras era perforado por su erección, Maximilian contempló la hermosa sonrisa de
Jürgen. Era difícil para él admitir que se sentía cómodo al lado de esa encantadora
sonrisa.
Quería tenerlo tan sólo para él. Era algo tan puro, tan hermoso que no podía imaginar
cómo era que lo podían lastimar tanto. ¿Cómo era posible que un ser tan hermoso
vendiera su cuerpo a esos puercos? ¿Cómo acabó un ser tan inocente en un sucio
callejón?
Pero incluso dándose cuenta de eso. Maximilian no hizo nada. No liberó a Jürgen ni le
confesó su amor.
Traición e ira.
Revivió el sentimiento de ser abandonado por él ser que más amaba en la vida, con esos
sentimientos de odio, aceptó que sus sentimientos eran deseos retorcidos, pero no se
detuvo.
“Jürgen”.
“Jürgen”.
Eso era una muestra de generosidad, algo que ni el mismo Maximilian podía
comprender.
No podía imaginar lo que había vivido el hombre que quemó y mató a la familia del
marqués de Weiden.
“Entonces perdóname”.
Solo una palabra, era todo lo que pedía Maximilian, pero para Jürgen, era todo lo que le
quedaba.
‘Dijiste que me usaste… ¿Por qué no dices esas palabras que son tu salida fácil
de este lugar?’
***
‘Amor’.
“Es amor”.
“Tuk, Tuk”.
La fina erección blanca y redonda parecía sacudirse cuando los chorros de agua helada
lo bañaban.
Maximilian, que había estado estimulando ese agujero durante un tiempo, lo extendió
repentinamente a ambos lados. Vió un agujero muy lastimado, que sufrió por una vida
de abusos al ser prostituido. Mientras jugaba con un ano roto que no podía cerrarse por
completo y del cual goteaban finas gotas color carmesí, no esperó más y empujó su gran
cuenca dentro de él.
Jürgen gritó.
Una más.
Una más.
Y otra más.
Jürgen notó como el suelo tenía un pequeño charco de color rojo carmesí y la expresión
en su rostro fue de terror. Sentía sus paredes internas arder, mientras su rostro estaba
empapado de sudor. No, era cierto, todo su cuerpo estaba atado al techo. Su apariencia
era verdaderamente desvergonzada.
Maximilian tragó saliva al ver ese hermoso cuerpo, era sensacional ver como la sangre
corría de la ingle de Jürgen y se unía a la sangre encharcada en el suelo. Movió su mano
al entremedio de las nalgas del sollozante Jürgen. Abrió los labios mientras empujaba
con su dedo índice las cuentas que habían salido de la presión.
Las manos de Maximilian frotaban las suaves nalgas de Jürgen. al poco tiempo, le
insertó un tapón en forma de cono en el ano. Fue el momento en el que Jürgen gritó
agonizante. Sabía el significado de ese tapón. El tapón estaba conectado a una
manguera.
“Después de esto, estarás completamente limpio de todo rastro que otros hombre haya
dejado en ti”.
EL agua comenzó a fluir. Jürgen gritó. El pánico estaba esparcido por todo su rostro.
Sin importar que tuviera el tapón, el agua comenzaba a derramarse de su agujero.
“Jürgen”.
Si, era muy doloroso, ni siquiera Wingel fue capaz de hacerle eso cuando quedó
embarazado por primera vez a sus 15 años.
Jürgen gritó. Las suaves nalgas se agitaron frente a los ojos de Maximilian. quien
parpadeó lentamente, sintiendo un doloroso palpitar en su ingle.
“¡Ay! ¡Ahhhhh!”
Maximilian vio como el agua se comenzó a derramar como una hermosa fuente
humana. Mientras las enormes canicas caían, fue tomándolas, una a una. Maximilian
abrazó la espalda de Jürgen y descendió sus brazos hasta su vientre, el cual apretó.
“¡Ah! ¡No!”
Jürgen gritó, tirando su trasero hacia atrás. Las manos que colgaban de las cadenas
sujetas al techo revolotearon. Casi todas las cuencas de vidrio habían salido, solo
quedaban unas pocas, en ese momento, Maximilian metió de un solo golpe su gruesa
erección.
Jürgen gritó.
Maximilian sacudió su erección mientras era succionado por el ano sangrante de Jürgen.
Un pene ardiente entraba y salía, perforando el ano roto de Jürgen.
Jürgen gritó y gritó. Llegó un punto en el que todo ese terrible dolor se desvaneció.
Cuando Jürgen despertó, estaba en los brazos de Maximilian. Jürgen casi le decía a
Maxim, por su apodo nuevamente, sin darse cuenta. Pero se despabiló rápidamente y
pudo cerrar fuertemente sus labios.
Maximilian frotó la cabeza de Jürgen que estaba recargada en su pecho con un rostro
inexpresivo. Jürgen presionó su mejilla contra ese cálido pecho. El sonido de ese
corazón latía suavemente. Al escuchar ese ritmo, Jürgen exhaló un suspiro tembloroso.
“Tú…”
Una mano áspera frotó la cabeza de Jürgen. El cuerpo se encogió con esa caricia
extraña. Sus ojos estaban nublados como si estuviera borracho. Jürgen se frotó la cara
contra el pecho de Maximilian, como si fuera una especie de mimo romántico.
“…”
“Dime la verdad”.
“¿No me usaste?”
“¿Me amaste?”
La gran mano se apoderó de su mejilla con fiereza. Una sonrisa blanca fluyó.
Maximilian habló con voz temblorosa.
“Pero me traicionaste”.
Maximilian frotó las mejillas llenas de lágrimas y esperó una respuesta. Con el paso del
tiempo, Jürgen abrió los labios y soltó una voz oscura.
Fue vendido en burdel por él y se convirtió en un niño cantante masculino e hizo tareas
domésticas. Luego se convirtió en un joven y fue vendido una y otra vez. A los quince
años se descubrió que había nacido con un útero masculino pero su cuerpo no pudo
soportar esa carga y perdió a ese bebé. Luego llegó a los veinticinco años.
Hasta entonces, Jürgen sentía que había perdido algo importante en su vida. A
Maximilian.
Un cuerpo sucio.
Su vida era miserable. Desde que tenía memoria había sido obligado a vender su cuerpo
por tan solo una moneda de plata. Jürgen no era él mismo niño tenaz del pasado. Al
recordar los ojos puros de su hermano menor, a quien abandonó en esa cueva. La mente
de Jürgen comenzó a colapsar.
Cuando escuchó que habían aparecido los descendientes del vizconde Wissen, se alegró
pero nuevamente su mente colapsó. Maximilian estaría mejor sin él. Nuevamente su
mente bloqueo todo recuerdo.
Estaba convencido que su vida siempre había sido así y que los recuerdos eran su
imaginación, se convenció a sí mismo que solo estaba soñando.
Pero lo más terrible era, que él estaba desesperado por saber cuál era la realidad. No
podía estar con él, no podía ser el amante de su hermano.
La culpa lo consumía.
***
Poco después de que Mac Michell resultara ser el marqués de Wissen. Jürgen no pudo
emitir ninguna palabra durante el trayecto. Jürgen estaba en el carruaje, junto a
Maximilian, que parecía haberse quedado dormido con los brazos cruzados, pero de
repente abrió los ojos en silencio.
“…”
Jürgen estaba temblando con un rostro pálido. Extirpando la carne de sus uñas
haciéndolas sangrar. Maximilian abrió los labios mientras lo miraba, era evidente que
estaba hecho un lío de nervios.
“El ducado de Wissen es ahora un lugar hermoso. Tú… estás volviendo a casa”.
En ese momento, Jürgen apenas podía respirar, sentía una gran opresión en su pecho. La
puesta de sol empapó el rostro inexpresivo de Maximilian. Ese rostro era frío, pero los
ojos irradiaban calidez.
Parecía que le habían clavado una daga en su corazón. Jürgen inclinó la cabeza,
reprimiendo los sollozos. Maximilian extendió su mano y agarró a Jürgen del brazo. Lo
abrazó y sentó en su regazo. Jürgen estaba aturdido.
Luego lo abrazó con fuerza y tocó su sien con sus labios. Con una suave caricia, Jürgen
comenzó a derramar lágrimas.
“Te amo”.
Desde que fue vendido a su primer cliente, la vida de Jürgen fue un infierno, hasta que
apareció Mac frente a él. Maximilian abrazó el cuerpo enfermo de Jürgen y lo
reconfortó en silencio. Secó las gotas de sudor frío de la frente de Jürgen y le dio de
comer un pan suave y esponjoso.
“Eres mío”.
Jürgen pensaba que era una pena que esos hermosos ojos azules tuvieran un semblante
tan frío. El rostro de Maximilian era sutilmente iluminado por la tenue luz de las velas.
‘Te amo’.
Su hermano menor, Maximilian Wissen, del que se separó cuando era niño.
Jürgen, atrapado de nuevo en la misma montaña de la que había huido de niño, estaba
pensando muchas cosas, mientras veía esa expresión ardiendo con una sensación de
traición.
Miró confuso el rostro de su hermano menor, que había crecido tanto, y ahora era un
hombre adulto.
En ese momento, Jürgen estaba en conflicto con las sensaciones extrañas dentro de su
estómago.
“Sí”
‘Maxin, te odio’.
“Lo siento”.
***
“¿Qué?”
“¿Comiste?”
“¿Dormiste bien?”
Las palabras fluyeron suavemente como si hubieran estado detenidas durante mucho
tiempo. Como resultado, Maximilian se sintió avergonzado.
“¿Eso es todo?”
“Ah”.
“¿Podemos ir afuera?”
Eso fue algo que el propio Maximilian dijo y lamentó haberlo hecho. Ante las estúpidas
palabras, Maximilian contuvo la respiración y se calló por un momento. Entonces
Jürgen abrió sus labios.
Pero Jürgen negó con la cabeza. Fue el acto que detuvo el pensamiento de Maximilian.
Maximilian arqueó las cejas y lo miró confundido. Jürgen lo miró con una leve sonrisa.
Maximilian hizo una pausa por un momento, sintiendo el extraño sentido de las
palabras, pero tuvo que evitar actuar como un loco borracho o como un completo idiota
por la inmaculada y pura sonrisa de Jürgen.
“Bien”.
Jürgen respondió con una sonrisa ligera como la niebla. Por lo tanto, Jürgen aceptó a
Maximilian y ya no lo rechazaría. Lo abrazó suavemente y separó sus piernas.
“Te amo”.
Habló con voz conmovedora y sonrió con esos suaves labios que ocupaban la mente de
Maximilian.
Pero de alguna manera, Maximilian se percató que estaba ahora más ansioso que antes.
Se siente como si estuviera en una línea estrecha donde al más mínimo error todo
colapsaría.
Jürgen encantador.
De alguna manera, no estaba satisfecho con tener en sus brazos al joven de cabello
platinado, a quien sus ojos habían marcado desde la primera vez que lo conoció.
Entonces Maximilian trató de dejar su marca en su cuerpo. Mordió mi cuello y apretó
sus hombros. Trató de atraparlo, como si fuera a desaparecer como una burbuja si
apartaba su vista de él.
Parecía que no podía separarse de él, era doloroso siquiera pensar en ello.
“¡Señor, tenemos noticias de que hay un pequeño rastro de Jürgen. Podría estar vivo!”
Porque no había secretos perfectos en el mundo. Todo podía ser descubierto, sabiendo
cómo y dónde buscar.
“…”
Jürgen Wissen, quien lo dejó en esa cueva con una promesa detrás. Le habían dicho que
cayó por un acantilado y murió. En ese momento Maximilian derramó lágrimas.
“¿Jürgen estaba muerto?” Maximilian levantó ese delgado cuerpo con una suave voz.
Jürgen miró a Maxim con una expresión adormilada. Tan pronto como miró el rostro de
Maximilian, Jürgen dejó de frotarse sus ojos adormilados.
“Jürgen”.
“Hermano…”
“Maxim”.
En ese momento Maximilian vaciló. Jürgen simplemente miró al hombre que estaba
colapsando en el suelo con un rostro sereno. Estaba imaginando que llegaría un día
como este. Y también estaba pensando en cómo debería de responderle.
Si Maximilian quería un amante, Jürgen estaba dispuesto a dárselo.
“Maxim”.
El hombre, que estaba hace unos momentos temblando en el suelo, finalmente recobró
la conciencia.
“Ah”.
Jürgen, miraba congelado la escena y colapso en los brazos de Maximilian cuando una
mano agarró firmemente su muñeca y tiró de ella con fuerza.
Maximilian besó los labios de Jürgen, que soltó un breve suspiro cuando recibió el feroz
y profundo beso, mientras era sujetado por el cuello.
“Si, marqués”.
Los ojos azules de Jürgen estaban llenos de emoción, entusiasmo y tristeza. Mientras se
enfrentaban al otro par de ojos igualmente azules, Maximilian exhaló un suspiro largo y
tembloroso. Maximilian, reflejado en esos ojos claros, tenía un rostro parecido al de
Jürgen.
Durante su vida Jürgen Wissen no pudo escapar de las secuelas de Wissen y fue
confinado a una mazmorra.
Sin embargo, extrañamente, nunca había sentido tanta felicidad como ahora.