Demanda Accidente Maquina Imaco
Demanda Accidente Maquina Imaco
Demanda Accidente Maquina Imaco
1.2. Señala el actor Sr Perez, que el día del accidente, aproximadamente las
13:00 horas, en circunstancias que se dirigía con su cónyuge, en su vehículo,
en la localidad de Quemchi fue impactado por la máquina patente YG 8872 de
propiedad de mi representada, la cual se encontraba trabajando arreglando el
camino.
1.3. El actor Sr perez asevera que producto de dicho accidente resultó con
una serie de lesiones, entre ellas una fractura de rodilla.
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concepto de daño emergente la suma de $10.000.000, la suma de $5.000.000
por concepto de lucro cesante y la suma de $10.000.000 por concepto de daño
moral para el Sr Perez y la suma de $2.000.000 para la Sra Almonacid.
La demanda de autos deberá ser rechazada en todas sus partes desde que, en
la especie, no concurren, respecto de mi representada los supuestos
necesarios para configurar la pretendida responsabilidad civil.
Como señalamos, parte de los requisitos que la ley establece para determinar
la concurrencia de una responsabilidad aquiliana, es la existencia de algún acto
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u omisión del supuesto responsable, al punto que, si ello no ocurre, no puede
haber indemnización alguna, sin que sea siquiera necesario, analizar los demás
elementos.
Bien vistas las cosas, sin que haya una conducta activa u omisiva de por
medio, la responsabilidad civil es impensable. Incluso, toda responsabilidad
normativa, bien sea jurídica, moral o religiosa, supone siempre un
comportamiento activo u omisivo del obligado.”
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será la demandante quien deba acreditar en estos autos primeramente la
existencia del hecho, sus circunstancias, la responsabilidad del conductor y la
de mi representada
La doctrina ha señalado “El hecho no sólo debe ser ilícito, sino también
culpable, en el sentido de que ha de poderse dirigir un juicio personal de
reproche al autor. Este juicio de reprochabilidad puede fundarse en la comisión
dolosa (con dolo) o culposa (con culpa) del comportamiento.”
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haberse respetado dicho deber de cuidado o diligencia. Cabe hacer notar a US.
que la Excelentísima Corte Suprema ha señalado que: “Es de la esencia de la
culpa la previsibilidad, hay ausencia de culpa cuando el hecho ilícito no ha
podido ser previsto razonablemente. Si el resultado no ha podido ser previsto
por el reo, mal puede imputársele. En consecuencia, si el hecho que motiva el
proceso está constituido por una combinación de factores que el procesado no
pudo prever, sería un error de derecho calificarlo de cuasidelito”.
Así las cosas, podemos concluir: “Es una cuestión del hecho de la causa y por
lo mismo de la exclusiva competencia de los jueces de la instancia, establecer
si un determinado suceso tiene o no el carácter de improviso y de resistencia
imposible para configurar un caso fortuito o fuerza mayor”.
“No puede afirmarse que todo accidente que infiera daño importe de suyo falta
o culpa a persona determinada, ya que es menester para la existencia de un
cuasidelito que el perjuicio producido provenga de un hecho ilícito u omisión de
actos de cuidado o diligencias requeridos por la ley”.
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artículo 2329 del mismo Código, “por regla general todo daño que pueda
imputarse a malicia o negligencia de otra persona…”
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parte cree, siguiendo la opinión del profesor don Pablo Rodríguez Grez, que
esta cuestión se suscita al momento de ejecutarse el hecho del cual deriva el
daño, vale decir a partir de ese momento deberán eliminarse los
acontecimientos imprevisibles, aquellos que no deberían racionalmente ocurrir
y que eliminan el daño que se visualiza hacia el futuro.
b. Que se lesione, perturbe o menoscabe un derecho subjetivo;
c. Que el daño sea directo, para que el daño sea resarcible es necesario
que la pérdida, menoscabo, perturbación o molestia debe ser consecuencia
inmediata y necesaria del hecho que lo provoca, el daño debe ser consecuencia
inmediata del hecho, sin necesidad de que interfiera otro hecho para su
concurrencia. En el caso en particular respecto a los supuestos daños que
aducen los demandantes, deberán acreditar que éstos fueron consecuencia
inmediata de un hecho imputable a mi representada, y que el daño no fue
generado por otros factores, cuestión que como se puede apreciar resulta
imposible, toda vez, que el accidente se debió a la imprudencia temeraria de la
propia víctima.
d. Que el daño sea causado por obra de un tercero, distinto de la
víctima;
e. Que el daño no se encuentre reparado.
Nexo causal entre el hecho doloso o culposo y el daño, al que ya nos
referimos extensamente, es el vínculo que encadena un hecho (acción u
omisión) con un resultado que se presenta como consecuencia directa,
necesaria y lógica de aquel, y que, en este caso concreto, no existe atendido a
que la causa generadora del daño nada tiene que ver con un hecho imputable
a mi representada.
Además de los requisitos ya señalados, en este caso particular, y por tratarse
de una persona jurídica, que por sí no puede ejecutar los hechos materiales
constitutivos del delito o cuasidelito civil, deben acreditarse la concurrencia de
los siguientes presupuestos, a saber:
a. Que la persona moral haya obrado a través de sus órganos de
administración;
b. Que los órganos de administración hayan actuado en el ejercicio de sus
funciones;
c. Que con la persona jurídica respondan solidariamente las personas naturales
que hayan tomado la decisión de ejecutar el acto ilícito;
d. Que al ser la persona jurídica sujeto pasivo de la responsabilidad establecida
en la ley por el hecho de los dependientes y de las personas que están a su
cuidado, de las cosas propias y de los animales de su dominio, se le apliquen
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íntegramente las reglas que sobre la materia prescribe el Código Civil; lo
anterior es sin perjuicio de las reglas especiales que se contienen en la misma
materia.
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Por lo anterior, de accederse a una indemnización por daño moral a favor del
demandante, ella debe responder a la ponderación del real y efectivo
sufrimiento, dolor, pena, menoscabo emocional que les ha afectado. La
referida indemnización, no puede ceder a una situación especulativa de un
hecho lamentable.
El demandante deberá como señalamos, acreditar la existencia del daño moral
que alega, ya que éstos no son evidentes, y todo perjuicio reclamado como tal
es de carácter excepcional, y, en consecuencia, de aplicación restrictiva. Quien
quiera alegar la existencia de un daño está obligado a probarlo.
Recientemente ha fallado la Excma. Corte Suprema:
“CUARTO: Que es conveniente dejar asentado que el daño moral debe ser
probado por quien lo reclama, puesto que se hace necesario demostrar el
efectivo detrimento psicológico que un hecho dañoso como el que se ha
descrito pudo producir en la víctima. En efecto, quien pretende atribuir
responsabilidad extracontractual debe demostrar sus supuestos y uno de ellos
es el daño, con arreglo a lo previsto en la regla del onus probando prevista en
el artículo 1698 del código civil, cuyo alcance es extensivo a la materia de que
se trata.”1
POR TANTO,
Espina
Fecha: 2022.03.14
08:53:42 -03'00'