Tema 6 Parresía

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Tema 6: PARRESÍA – AUDACIA PARA ANUNCIAR

“Pido a Dios les ilumine la mente, para que sepan cual es la esperanza a la que
han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo
santo, y cuán grande y sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los
creyentes Ef. 1, 18-19

ANTECEDENTE
La palabra griega PARRESÍA, significa libertad, audacia, confianza, es decir
audacia para anunciar el Evangelio. Vemos a lo largo de hechos de los
apóstoles como los apóstoles llegaron a anunciar el Evangelio del Reino con
audacia, esto no quiere decir que tuvieron luchas, pruebas y dificultades. ellos
aprendieron a combatir con todo tipo de obstáculos: persecuciones, miedos,
apedreados, cuestionados, encarcelados, etc.

Después de la muerte de Jesús los apóstoles eran hombres temerosos de


morir, Pedro prefirió esconderse para no sufrir la misma suerte, de hecho, había
preferido negarle. Jesucristo resucitó y ellos tuvieron certeza de que todo el
dolor experimentado era parte de un gran plan, pero aún no entendían cómo iba
a ser posible que ese gran plan pudiera llevarse a cabo en ellos.

Cuando llegó el día de Pentecostés, Estaban todos reunidos orando en torno a


la madre de Jesús, María El Espíritu Santo descendió sobre cada uno de ellos,
bueno como un fuego que quema y viene a purificar, a transformar, hacer algo
nuevo.

Nosotros sabemos que la masa preparada, aún con la levadura fermentada, no


está lista para hacer alimento para los hermanos, hasta que haya sido pasada
por el fuego. después de salir del horno, es la misma masa, pero totalmente
transformada por el fuego, que la ha convertido en pan.

Así sucedió con los apóstoles, luego de Pentecostés, ellos serán los mismos
hombres, pero habían pasado por el fuego del Espíritu Santo que había hecho
algo nuevo en ellos. ahora estaban listos para hacer pan, para ser alimento
para otros. (Hch. 2,1 – 13)

Después de haber estado ocultos los apóstoles Por semanas, después de


esconderse por miedo a los judíos y a los romanos, de pronto se pusieron de
pie y Pedro comenzó a hablar de las maravillas del señor. Y con una fuerza

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sobrenatural en su palabra, habló con valentía sobre Jesucristo a los judíos que
se encontraban ahí. (Hch 2, 22-24).

EL PODER DE SU RESURRECCIÓN

Cada uno de nosotros ha vivido su propia experiencia con Cristo: hemos


caminado con él, le hemos conocido, nos hemos enamorado de él, hemos ido
conociendo su plan de salvación y todo lo que él hace. Pero llega el momento
en que no basta sólo esa forma de relacionarnos con Él. Nos llama a algo más
nos llama, a ser partícipes del poder de su resurrección.

Pidámosle a Dios que ilumine nuestra mente e iluminando los ojos de vuestro
corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados
por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos, y
cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes,
conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo,
resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos, por
encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación y de todo cuanto tiene
nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero."
Ef1, 18-21

Por el simple hecho de ser creyentes, hemos sido llamados a recibir este poder,
para que sea manifestado de manera ilimitada en nosotros, para anunciar a
todos los hombres el Evangelio de Jesucristo. Porque el Evangelio del señor no
son palabras: es poder de Dios (1 Cor, 2,5)

Necesitamos ser obedientes, para que el poder de Dios se manifieste en


nosotros, “no podemos movernos de Jerusalén, hasta recibir la promesa de
Padre, no podemos dar testimonio y llevar el Evangelio si este poder del
Espíritu Santo, porque si tratamos de hacerlo solos, el miedo y las frustraciones
acabarán con nosotros. Somos llamados a proclamar la Buena Nueva de
Salvación con el poder del Espíritu Santo.

TAL COMO ERES

Somos llamados por pura misericordia, muchas veces sentimos miedo, duda,
nos inquieta nuestra realidad, nos preguntamos si realmente estamos
preparados para hablar con PARRESÍA a los que nos rodean. Recordemos a
Pedro de rodillas, diciéndole a Jesús “Apártate de mí, Señor, que soy un
pecador”, después del hecho de la pesca milagrosa (Lc. 5, 8).
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Cuantas veces hemos visto más grande nuestro pecado y limitaciones y los
obstáculos que el llamado que Jesús nos hace, estamos como Pedro, cuando
descubrimos la grandeza y maravilla de Jesús, comparamos nuestra miseria a
la de su grandeza y nos sentimos insignificantes e indignos, y desde el fondo de
nuestro corazón le decimos al Seño: Apártate de mí, Señor, que soy un
pecador”. Y Jesús con una profunda mirada de amor nos responde como le dijo
a Pedro: “No tengas miedo, desde ahora vas a ser pescador de hombres”.

Jesús te mira tal cual eres, no le son ocultos tus pecados, ni errores, ni
debilidades; pero a pesar de eso “TE MIRA CON AMOR” y te dice: “NO
TENGAS MIEDO” a que eso sea un impedimento, aun mereces ese llamado:
“No tengas miedo, desde ahora vas a ser pescador de hombres”.

Lo que nosotros vemos despreciable, Jesús lo ve como un excelente barro para


ser trabajado, una excelente materia prima. Es precisamente nuestra debilidad
y pecado, lo que necesita Jesús de nosotros. Meditemos lao que le paso a san
Jerónimo, que al final de una cuaresma escucho a Jesús desde la Cruz,
llamándole:
- Jerónimo: ¿Qué serías capaz de darme para que me ayude en el
momento en el que estoy?
- Señor te doy mis ayunos, oraciones, mis noches sin dormir, todo lo que
hice en esta cuaresma.
- Jerónimo algo más eso no me ayuda
- Te doy a mi familia, amigos, nostalgias de lo que deje, todo lo que me
espera en la vida.
- Eres muy bueno peo que más eso no me ayuda en este momento en el
que estoy.
- Jerónimo quedo desconcertado, Señor, no sé qué es lo que tu quisieras
en este momento
- Jesús le dijo: Jerónimo deme tus pecados para no morir en vano.

Jesús quiere transformarte y usarte como un instrumento de liberación y


salvación para los demás, quiere que te des por completo a Él, incluyendo tus
pecados por los cuales ha dado la vida y sean clavados n la cruz.
A veces quisiéramos haber vivido una vida diferente, pero no nos damos cuenta
que esta vida que vivimos por muy dura que haya sido, Dios quiere que se
vuelva en instrumento de gracia para poder ayudar y comprende mejor a los
hermanos s os dejamos trasformar por el poder del Espíritu Santo.

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"Porque yo, Yahveh tu Dios, te tengo asido por la diestra. Soy yo quien te digo:
«No temas, yo te ayudo.» No temas, gusano de Jacob, gente de Israel: yo te
ayudo - oráculo de Yahveh - y tu redentor es el Santo de Israel. He aquí que te
he convertido en trillo nuevo, de dientes dobles. Triturarás los montes y los
desmenuzarás, y los cerros convertirás en tamo."Is 41, 13-15

Técnica Japonesa” KINTSUGUI” = sig. Conectar, unir con oro. (explicar)

De la misma manera que esta técnica japonesa, el Señor quiere hacer


maravillas con nuestra miseria, El quiere hacer algo nuevo y único en nosotros.
Desea poner nuevos sueños y proyectos en nuestro corazón, en base a
nuestros talentos y habilidades.

Una relación Personal con Jesús

Dios quieres que seas su instrumento con tus debilidades y talentos, con tu
historia. Para que esto suceda es necesario cultivar una relación personal con
Jesús. Es una relación personal donde tus heridas pueden ser sanadas, crecer
en sabiduría y gracia, y así poder abrazar su plan de amor con amor.
Necesitamos cultivar esta relación de amor, y esto solo lo podemos hacer
desde la oración, a una oración verdadera, profunda e íntima, que nos lleva a
sanar y a crecer.

Meditemos sobre las características de una relación personal, pero no de


cualquier relación, sino de aquella que tienes con aquella persona que es muy
especial para ti.

- Es una relación de mucha intimidad (No hablamos de una intimidada de


relación sexual), donde compartes aquello que está muy dentro de ti y es
muy tuyo y no pláticas con otra persona.
- Es una relación de confianza, porque sabes que esa persona no te
juzgara ni se burlara de ti.
- Una relación donde te sientes escuchado, donde tienes a seguridad que
alguien te escucha y se preocupa por ti.
- Una relación donde sabes que cuentas con alguien para ayudarte y
orientarte que hacer.
- Es una relación donde se le dedica el tiempo suficiente para estar contigo
y no te sientas solo (a)

Esta es la relación que Jesús quiere contigo, una relación de amistad que
requiere de tiempo y de espacio. Es necesario e importante que oremos no solo
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un momento, sino en todo momento, entablar un dialogo con Jesús desde que
me levanto, tomo mis alimentos, antes de acostarme. Es necesarios de asistir
asiduamente a la Eucaristía, que oremos con la Palabra, participemos de un
grupo en la parroquia.

Pero es necesario que le dediquemos un tiempo específico y determinado a


esta relación, como quereos que el nos sane y nos del valor para responder a
su llamada sino estamos con Él.

El alma que busca incansablemente al amado poco a poco podrá ver, como su
alma se llena de la paz y del amor de Cristo a tal grado que va a ocupar un
lugar privilegiado en su vida que ya no podrá vivir sin Él.

Podrá descubrir como en los momentos de dificultad y de prueba, que es Él


quien sostiene y los recuerdos que antes eran dolorosos serán trasformados en
recuerdos sanados.

Esto es posible porque el alma podrá descubrir mediante la fe, la presencia


sanadora de Jesús y el poder del Espíritu Santo que están presentes en esta
íntima relación que es la oración profunda.

LÁMPARAS ENCENDIDAS

"«Nadie enciende una lámpara y la pone en sitio oculto, ni bajo el celemín, sino
sobre el candelero, para que los que entren vean el resplandor." Lc 11, 33

Jesús quiere que tu seas una lampara encendida, para que otros vean la luz
que Él ha encendido en ti, quiere hacerte testigo de su amor, y colocarte donde
todos puedan verte y escucharte., es decir, quiere que tú seas ese alguien que
pueda gritar a todos con gozo y certeza: “¡Miren lo que Jesús ha hecho en mí,
miren como ha trasformado mi vida con amor y con poder!”.

Jesús no solo quiere que proclames la Buena Nueva de salvación a los que
esta en contacto contigo, sino que también seas un baluarte, un testimonio y
ejemplo vivo del poder de su amor para todos aquellos que te vean. “El servidor
que evangeliza con Parresía, no sólo trasmite palabras: Trasmite vida, la vida
de Dios. Y el testimonio trasmite vida.

Dios te llama ha ser un servidor que evangeliza con Parresía, por eso de ahora
en adelante la construcción de tu propi vida hablara de Él a todos los que te
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rodean. Esto es una parte primordial en la construcción del Reino ya que Dios
quiere que seas luz en medio de esta obscuridad que yace el mundo: tanta
gente sufriendo las consecuencias del pecado, las obras de la carne, del mundo
y del diablo. Y cualquier pequeña luz llama la atención, hace la diferencia
cualquier pequeña luz llama.

Es por eso que Dios quiere y necesita jóvenes que estén dispuesto a llevar la
buena nueva de salvación con sus palabras y testimonio de vida, a ser una
lampara sobre lo alto, para que todos puedan ver la luz que Dios ha encendido
en ti.

La pregunta es: ¿esto es lo que tu deseas y quieres para tu vida? ¿ser un


testigo del poder de Dios? Y te has preguntado cómo te quiere Dios para dar
este testimonio de Vida: casada formando una familia, como Sacerdote o
religiosa, o como soltero (a) dando testimonio y siendo fermento en el mundo.

LA VOCACIÓN
Una forma de Evangelizar con Parresia, con audacia es vivir con radicalidad
una vocación de acuerdo al plan de Dios, todos estamos llamados a una
vocación universal que es la Santidad, pero Dios nos llama a vivir esa Santidad
esa Parresia a través de una vocación Especifica.

Vocación a la Vida Consagrada

Es una vocación especifica, Hay personas que escuchan en su corazón un


llamado especial de Dios, bajo una moción del Espíritu Santo, que los lleva
consagrarse totalmente para Dios, es decir, toda su vida queda separada
exclusivamente para una entrega total a Dios, al servicio de la construcción del
reino.

Para muchos jóvenes surge la gran inquietud y pregunta ¿Cómo saber si Dios
me esta llamando a la vida Consagrada o Sacerdocio? ¿Y si me llama, pero yo
no quiero? ¿y si por no responder vivo infeliz toda mi vida?

Cuando Dios llama a alguien a seguirlo totalmente, no obliga, su llamada


siempre la hace desde el amor y uno desde ese amor responde.

Dios quiere siempre nuestra felicidad, y nunca nos va a proponer aquello que
no nos haga felices, al contrario, lo que Dios nos propone siempre nos hace

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feliz. El problema radica en que antepongo primero mis intereses antes que
Dios.
“Si permanecemos encerrados en nosotros mismos, en nuestras costumbres y
en la apatía de quien desperdicia su vida en el círculo restringido del propio yo,
no podremos descubrir la llamada especial y personal que Dios a pensado para
nosotros, perderemos la oportunidad de soñar a lo grande y de convertirnos en
protagonistas de la historia única y original que Dios quiere escribir en nosotros”
Papa Francisco

Para Saber si Dios me está llamando es importante saber escucharlo, y eso


será través de la oración, en su palabra y en los acontecimientos.

Es importante abrirnos a un proceso vocacional, donde alguien nos ayudara a ir


descubriendo el camino de la vocación.

Cuando la respuesta a la vida Consagrada es un “Si”, debe ser una respuesta


en la firmeza y en la radicalidad, con una actitud abierta y receptiva para
dejarse trasformar por Dios y responder a su proyecto.

Matrimonio

Solteria

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