(03.01.01.05.07) Revista Mensual CT - Octubre 22

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Revista Mensual

Cambio de hábitos - Octubre 2022


"Somos lo que hacemos repetidamente"
Aristóteles

¿Por qué cambiar nuestros hábitos?

La respuesta corta es que debemos cambiarlos para vivir la vida que


deseamos.

La respuesta larga, en realidad, son matices de la anterior:

- Porque la transformación pasa por la repetición.

- Porque la excelencia no es un acto, sino un hábito.

- Porque de nada sirve formarse a nivel teórico si no hay un trabajo


interior.

La transformación siempre opera desde dentro hacia fuera; por eso, el punto
de partida de ese trabajo interior pasa por tener claro en qué tipo de
persona quieres convertirte.

Convertirte en esa persona es tu objetivo, tu proyecto. Y los hábitos son los


ladrillos para construir el futuro que deseas.

Este es el primer gran aprendizaje: para adoptar un nuevo hábito, muchas


veces es necesario descartar uno anterior. Por tanto, tu evolución pasa por:

Deshacerte de los hábitos poco “eficientes”. sino de desterrar


actitudes que no te hacen sentir bien y de los que no estás orgullosa u
orgulloso.

Adoptar nuevos hábitos. No se trata de hacer cambios drásticos de


repente, sino de comenzar por hábitos pequeños (atómicos) que
generen gran impacto en tu vida.

En resumen.

Modificar tus hábitos adoptando nuevas actitudes positivas, mediante


acciones eficaces asentadas en tus deseos de superación, te va a permitir
crear tu propio destino modelando tu personalidad de modo que estés en
paz contigo misma, contigo mismo.
Aunque nada
cambie, si yo
cambio todo
cambia

Marcel Proust
Los hábitos de la gente de éxito
Qué hacen las personas que han
conseguido transformar su
existencia

Las personas de éxito son aquellas que crean las circunstancias que
posibilitan su transformación de un modo que parece fácil.

Y lo consiguen no tanto por la Ley de Atracción, sino por la Ley de Acción, es


decir, por poseer unos hábitos que marcan la diferencia.

“¿Qué hacen ellos que yo no hago?”

Esta pregunta que tal vez tú te plantees fue la que se planteó Thomas Corley
a sus 9 años, tras ver que sus padres, que habían sido muy ricos, se
arruinaban de un día para otro.

Se planteó 2 cuestiones y dedicó gran parte de su vida a resolverlas.

1 ¿Cómo se genera el éxito?

2 ¿Por qué hay tantas personas que no lo logran?

Y la respuesta a ambas preguntas es la misma: los hábitos.

Corley encontró 9 hábitos comunes de los 300 millonarios que investigó


durante años. Son hábitos que fácilmente se pueden introducir en nuestra
vida cotidiana:

1. Madrugar, levantarse muy temprano y aprovechar las primeras horas


para organizar prioridades desde la calma y sin estrés, para empezar
“con buen pie”.

2. Delegar para optimizar el tiempo a lo largo de toda la jornada,


encargando a otros las tareas en las que son menos productivos.

3. Ser idealistas y persistentes, luchan por sus ideales, aunque no


coincidan con los de la masa. Tienen un propósito vital y lo persiguen
con pasión y sin desánimo.

4. Pedir ayuda si es necesario, tratando de evitar nuestro miedo innato


al rechazo. A veces, no pedir ayuda supone perder una oportunidad.

5. Tener una actitud positiva. Cuando hay una perspectiva mental


negativa, un tercio del cerebro está “bloqueado” y es incapaz de
detectar oportunidades ni las infinitas posibilidades de la vida. (Por
eso se deben trabajar las creencias limitantes).
6. Aprender de los errores; no les importa equivocarse si con ello logran
pequeños aciertos que se pueden multiplicar en el futuro. Un error
presente puede ser la clave de un logro posterior.

7. Cultivar buenas relaciones y crecer con un enfoque win-win


cultivando un círculo de amigos y aliados. Ganar no implica vencer;
puede ganar todos sin que uno salga perdiendo.

8. Ahorrar de manera sistemática; aunque fuera una cantidad simbólica,


para generar el hábito de ahorro.

9. Leer a diario, a ser posible al menos 30 minutos al día, para adquirir o


mantener nuevo conocimiento útil.

Los hábitos no solo nos hacen ser más eficaces, inteligentes, ordenados y
empáticos. También aportan paz a nuestra vida, porque satisfacen nuestra
necesidad vital de estructura y orden.
PARA APLICAR LO APRENDIDO...

1. Analiza cómo comienzas el día cada mañana

¿A qué hora te levantas (y por supuesto, a cuál te acuestas)?

¿A qué dedicas los primeros minutos tras despertarte?

2. Una propuesta para adoptar el hábito de madrugar

Robin Sharma, conocido mundialmente por El monje que vendió su Ferrari,


en su más reciente El club de las 5 A.M. propone la siguiente rutina matinal
para hacer despegar tu vida:

Despertarte a las 5 de la mañana. Para ello, por supuesto, hay que haberse
acostado temprano.

1. Una vez levantado, recomienda hacer actividad física durante los


primeros 20 minutos.

2. Los siguientes 20 minutos los dedicarás a planificar tu jornada, revisar


tus objetivos, meditar o escribir en tu cuaderno durante este tiempo.

3. El tercer tramo de 20 minutos está destinado a formarte en cualquier


campo de desarrollo personal. Puedes leer, estudiar o ver videos
educativos como los que ofrece este curso.
Pierde una hora
por la mañana y la
estarás buscando
todo el día.

Richard Whately
La dieta espiritual
5 hábitos interiores que
conviene erradicar

Como vimos en la lección anterior, para adoptar nuevos hábitos positivos es


necesario “hacer espacio” en nuestra vida: vaciar para llenar.

En su libro La dieta espiritual, Frances Miralles enumera 24 ingredientes a


desterrar para “cocinar” la vida con felicidad; 5 de ellos son especialmente
relevantes y es fundamental erradicarlos:

1. Cultura de la queja. Las personas que tienen éxito no se quejan,


mientras que aquellos que viven en la queja constante parecen atraer
constantemente eventos desafortunados. Dejar de quejarte te lleva a la
polaridad positiva.

2. Victimismo. El rol de víctima es totalmente pasivo y desempoderado;


puede proporcionar un alivio transitorio, pero no resuelve nada. El
lenguaje de la realidad es la acción; si no haces, no transformas.

3. Mentalidad de pobreza. Es la creencia de que las cosas buenas


siempre le suceden a otras personas, pero nunca a nosotros. Esta
resignación se alimenta de entornos que la asumen; por tanto, es
mejor no frecuentar a ese tipo de personas.

4. Compararse y envidiar. Quien se compara, siempre pierde, porque


acaba encontrando el punto en el que sale perjudicado. Esto crea un
discurso contra uno mismo que mina la autoestima. “El éxito
personal no se determina comparándonos con otros, sino
comparando nuestros logros con nuestras capacidades” (Zig Ziglar).

5. Buscar la aprobación ajena. La adicción humana a la opinión ajena es


un seguro de infelicidad, según Schopenhauer. Debemos aprender a
desvincular la crítica de nuestra persona, sin dejarnos arrastrar por un
reconocimiento ajeno que puede hacernos sufrir. Tu valor no
depende de la aprobación de terceros.
PARA APLICAR LO APRENDIDO...

1. Analiza si tienes enemigos interiores en tu vida

De estos 5 hábitos a erradicar, ¿cuál tiene mayor peso en tu vida?

¿Qué podrías dejar de hacer para liberarte de esa actitud?

2. Haz espacio en tu vida erradicando hábitos perniciosos

Francesc Miralles propone un ejercicio en La dieta espiritual para trabajar en


la erradicación de estos hábitos negativos que te roban la energía que
necesitas para cosas más importantes.

Proponte esta semana no ofenderte por la actitud de nadie, a no


ser que se destape un conflicto de envergadura.

Para ello, deja de interpretar lo que crees que los demás opinan
de ti para prestar atención solo a los hechos relevantes: palabras y
acciones.

Evita, en lo posible, a aquellas personas que tienen la habilidad


de sacarte de tus casillas.

Recuerda que la práctica de pequeños hábitos de un modo constante tiene


un enorme poder para cambiar tu potencia mental, tu estado de ánimo y tu
capacidad de resolución.
La gente con mentalidad de
pobre tiene algunas cosas en
común: aman preguntar y
escuchar a los amigos que están
tan desesperados como ellos.
Piensan más que un filósofo,
pero se mueven menos que un
ciego guiando a otro ciego.
Solo hay que preguntarles qué
quieren hacer y nunca serán
capaces de responder.

Jack Ma
Kaizen
Afianzar los hábitos paso a
paso.

Kaizen es una filosofía japonesa basada en la idea de mejora continua y


puede ayudarte a afianzar buenos hábitos de manera progresiva.

KAI significa “cambio” y ZEN puede traducirse como “beneficioso”.

Los pequeños pasos te encaminan hacia un destino radicalmente distinto al


que surgiría de no hacer nada diferente.

Basándonos en esta idea y en la filosofía del Kaizen, no debe pasar un solo


día sin realizar algún tipo de mejora, por pequeña que sea. Es la mejor
manera de mantenerse en el camino de lograr tu objetivo de
transformación.

Rescato 4 reflexiones de Masaaki Imai, el divulgador más importante de la


filosofía Kaizen, y el modo de aplicarlas a la fijación de hábitos.

1. “En tu empresa, en tu profesión, en tu vida: lo que no hace falta


sobra; lo que no suma resta.” Aquello que no aporta valor en tu vida
es mejor que se quede fuera. Excluye aquello que resta, que te quita
tiempo, energía o salud y concéntrate en la minoría que te aporta
valor. Analiza tus amistades, tus relaciones, tu vida, con un enfoque
de “egoísmo sano” (o inteligente): cuando reduces lo que te reduce,
creces.

2. “No se puede hacer kaizen sólo una o dos veces y esperar


resultados inmediatos. Hay que estar en ello a largo plazo.“ No
busques resultados inmediatos; es uno de los motivos por los que
tantas personas no logran implantar nuevos hábitos. Cuando inicies
el camino de transformación, reflexiona si estás dispuesta o dispuesto
a mantenerlo en el tiempo.
3. “El punto de partida para la mejora es reconocer la necesidad.” La
probabilidad de éxito al implantar una transformación tiene mucho
que ver con la necesidad que tenemos de llevarlo a cabo. Para saber
si te mantendrás firme en tu propósito, analiza la necesidad que
tienes de conseguir tu objetivo.

Puedes preguntarte:

- ¿En quién me convertiré si logro integrar este hábito en mi día a


día?

- ¿Qué clase de vida tendré si no lo logro?

Nadie cambia si no quiere; del mismo modo, si alguien quiere


cambiar, nada podrá detenerlo.

4. “Donde no hay normas, no puede haber mejoras. Por estas razones,


las normas son la base tanto del mantenimiento como de la
mejora.” La palabra “norma” puede generar rechazo, pero solo
funciona aquello que se sistematiza, y eso implica autodisciplina.
Retomando el inicio del trimestre, “somos lo que hacemos
repetidamente”.

Para ayudarte a ser metódico y superar la pereza y las tentaciones,


puedes seguir este Decálogo Kaizen para los Buenos Hábitos.

#1. Minimalismo. Todo comienza con un paso, y el más difícil es el


primero, porque marca el inicio del camino de transformación.

#2. Determinación. El día es hoy y el tiempo es ahora, prohíbete


cualquier procrastinación que te distraiga.

#3. Responsabilidad. Si no lo haces tú, nadie lo hará; tu desarrollo


es tu responsabilidad.

#4. Motivación. Si flaqueas, recuerda tu necesidad, el motivo por el


que emprendiste el camino.

#5. Escala. Comienza con pequeñas metas escalables y ve


ampliando a medida que cumplas objetivos.
#6. Resiliencia. La vida nos pone a prueba constantemente; en esos
momentos difíciles debes enfocarte en la meta.

#7. Inspiración. Inspírate en los que han logrado instaurar un


hábito o que practican lo que tú quieres alcanzar; rodéate de gente
que sea un ejemplo vivo.

#8. Orden. Establece un horario fijo para que tu mente se prepare,


de modo inconsciente, para lo que vas a hacer.

#9. Fantasía. Sé estricto con las normas, pero flexible (y creativa o


creativo) con las soluciones cuando surjan dificultades.

#10. Celebración. Festeja cada éxito, por pequeño que sea; ponle
un aroma dulce a la vida.
PARA APLICAR LO APRENDIDO...

1. Desarrolla tu trabajo interior desde la mentalidad Kaizen

Aplica la filosofía Kaizen de mejora continua desde las acciones más


pequeñas.

Recuerda: “piano piano si arriva lontano”, es decir, “poquito a poco


llegarás lejos.”

2. Cultiva un espíritu maratoniano

Recogemos varios pasajes de las memorias del novelista japonés


Haruki Murakami “De qué hablo cuando hablo de correr” para
“entrenar” un espíritu maratoniano que te permita implantar tus
nuevos hábitos.

“Una vez ajustas tu ritmo, lo demás viene por sí solo.” Por eso es tan
importante que establezcas un nivel de exigencia asumible en el hábito
que vas a incorporar. A medida que te mantengas en ese propósito, cada
vez te será más fácil de cumplir.

“Si hay un contrincante al que debes vencer en una carrera de larga


distancia, ese no es otro que el tú de ayer.” Hacer “carreras” contigo
mismo en aquello que te hayas propuesto puede ser muy emocionante.
No seas demasiado duro con tu contrincante, pero oblígate siempre a
progresar.

“Razones para seguir corriendo no hay más que unas pocas, pero, si es
para dejarlo, hay para llenar un tráiler.” Así es, querido Murakami, por
eso es tan importante focalizarnos en los beneficios que nos procurará
seguir en la aventura que nos hemos fijado.

“Superarse a uno mismo o perder: no hay más opciones.” Amén. ¡Feliz


carrera!

Si te cuesta ser fiel a un propósito, rodéate de personas que aspiren a un


logro similar, como has hecho al entrar a este Club.
Cuando las personas están
preparadas, entonces cambian.
Nunca lo hacen antes, y a veces
mueren antes de dar el primer
paso. No puedes hacer que
nadie cambie si no quiere, del
mismo modo que, cuando
alguien quiere cambiar, es
imposible detenerlo.

Andy Warhol

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