INTRODUCCION
INTRODUCCION
INTRODUCCION
Es importante anotar que en realidad, desde el punto de vista teórico existen dos tipos de
interés el Simple y el compuesto. Pero dentro del contexto práctico el interés
compuesto, es el que se usa en todas las actividades económicas, comerciales y
financieras. El interés simple, por no capitalizar intereses resulta siempre menor al
interés compuesto, puesto que la base para su cálculo permanece constante en el tiempo,
a diferencia del interés compuesto. El interés simple es utilizado por el sistema
financiero informal, por los prestamistas particulares y prendarios. En este capítulo, se
desarrollaran los conceptos básicos del interés simple.
2.2 DEFINICION DEL INTERES SIMPLE
Es aquel que se paga al final de cada periodo y por consiguiente el capital prestado o
invertido no varía y por la misma razón la cantidad recibida por interés siempre va a ser
la misma, es decir, no hay capitalización de los intereses. La falta de capitalización de
los intereses implica que con el tiempo se perdería poder adquisitivo y al final de la
operación financiera se obtendría una suma total no equivalente a la original, por lo
tanto, el valor acumulado no será representativo del capital principal o inicial. El interés
a pagar por una deuda, o el que se va a cobrar de una inversión, depende de la cantidad
tomada en préstamo o invertida y del tiempo que
dure el préstamo o la inversión, el interés simple varía en forma proporcional al capital
(P) y al tiempo (n). El interés simple, se puede calcular con la siguiente relación:
I = P*i*n (2.1)
En concreto, de la expresión se deduce que el interés depende de tres elementos básicos:
El capital inicial (P), la tasa de interés (i) y el tiempo (n).
En la ecuación (2.1) se deben tener en cuenta dos aspectos básicos:
a) La tasa de interés se debe usar en tanto por uno y/o en forma decimal; es decir, sin el
símbolo de porcentaje.
b) La tasa de interés y el tiempo se deben expresar en las mismas unidades de
tiempo. Si la unidad de tiempo de la tasa de interés no coincide con la unidad de tiempo
del plazo, entonces la tasa de interés, o el plazo, tiene que ser convertido para que su
unidad de tiempo coincida con la del otro. Por ejemplo, si en un problema específico el
tiempo se expresa en trimestres, la tasa de interés deberá usarse en forma trimestral.
Recuerde que si en la tasa de interés no se específica la unidad de tiempo, entonces se
trata de una tasa de interés anual.
Interés ordinario con tiempo exacto. En este caso se supone un año de 360 días y se
toman los días que realmente tiene el mes según el calendario. Este interés, se conoce
con el nombre de interés bancario; es un interés más costoso y el que más se utiliza.
b) Interés ordinario con tiempo aproximado. En este caso se supone un año de 360
días y 30 días al mes. Se conoce con el nombre de interés comercial, se usa con
frecuencia por facilitarse los cálculos manuales por la posibilidad de hacer
simplificaciones
c) Interés exacto con tiempo exacto. En este caso se utilizan 365 o 366 días al año y
mes según calendario. Este interés, se conoce comúnmente con el nombre de interés
racional, exacto o real, mientras que las otras clases de interés producen un error debido
a las aproximaciones; el interés racional arroja un resultado exacto, lo cual es
importante, cuando se hacen cálculos sobre capitales grandes, porque las diferencias
serán significativas cuando se usa otra clase de interés diferente al racional. Lo
importante, es realizar cálculos de intereses que no perjudiquen al prestamista o al
prestatario.
Interés exacto con tiempo aproximado. Para el cálculo de éste interés se usa 365 o
366 días al año y 30 días al mes. No se le conoce nombre, existe teóricamente, no tiene
utilización y es el más barato de todos.