La NEM y La Cultura Digital
La NEM y La Cultura Digital
La NEM y La Cultura Digital
DIGITAL.
Al reflexionar en la práctica docente actual, en sus formas y modalidades, así como en los
procesos de formación y aprendizaje, nos dimos cuenta que requerimos como docentes
adentrarnos más en los conceptos y temas sobre el uso de las tecnologías digitales para
realizar actividades académicas (Barrón, 2020). En consecuencia, la respuesta global en
la educación remota de emergencia por la Covid-19 fueron los cursos de capacitación y
propuestas técnicas para elegir materiales digitales y continuar la práctica docente.
Por lo anterior, el espacio escolar deberá asumir una acción auténtica de cambio, que
colabore en dar respuesta a situaciones particulares de los diversos entornos con los
que interactúa. En sus acciones, la vinculación entre la adaptación de las tecnologías y
la reinvención de un estilo de vida académico y personal para docentes y aprendientes
señala a las tecnologías digitales como un recurso de atención a la diversidad del
contexto, que ha sido el enfoque centralpara la NEM.
Los cambios que se requieren para tomar como centro de la educación el aprendizaje,
se observa en los siguientes elementos: a) La educación mínimamente invasiva, que
consiste en dar libertad a los niños y niñas para aprender lo que desean y les motiva,
tomando además como un centro de su acción de aprendizaje el uso de la tecnología
con una metodología que consiste en dejarlos buscar la información en la Web.
Es prudente mencionar que, bajo los principios que ha propuesto el proyecto nacional
de la NEM, se evocan diferentes acciones que se proponen como directrices didácticas
(SEP, 2022). Entre estas acciones se enfatiza la recuperación meta cognitiva de las
prácticas en la inclusión de tecnologías y la formación integral hacia una cultura digital,
para mejorar las experiencias nacionales en integración de herramientas tecnológicas al
aula. De esta forma, las actuales orientaciones no dirigen a una única integración de
herramientas, sino sugieren que los dispositivos y las redes contribuyan como parte de
la cultura personal, colectiva y global; de manera que la concreción del conocimiento
sea inductiva a diferentes alternativas de solución, aplicadas con las necesidades del
entorno, al reconocer que como ciudadanos, tenemos otros conocimientos y
alternativas que también contribuyen.
En otras palabras, como expresión de la didáctica, las prácticas digitales actuales evitan
como su único uso el apartado instrumental. En esta directriz, hablamos de formación
en redes virtuales de comunicación para el desarrollo de conocimientos desde otras
culturas y comunidades virtuales. Ahora, transmitir y traducir las herramientas digitales
para el aprendizaje y la productividad involucran el pensamiento lógico y el impulso de
un nuevo lenguaje que construya entre comunidades a través del desarrollo de la
literacidad digital. En efecto, estos principios potencian un renovado enfoque a la
educación.
REFLEXIONES FINALES.
Todos los esfuerzos no han sido suficientes para establecer una política eficiente para
el uso de la tecnología en las escuelas públicas de educación básica. En el pasado, se
han evidenciado problemas de planeación, seguimiento, conectividad y cobertura, sin
contar las fallas en las prácticas pedagógicas.
Las proposiciones que han transitado desde los antecedentes técnicos hasta las
propuestas de formación en el actual proyecto de la NEM han abierto posibilidades
para la enseñanza, el aprendizaje y la dinámica escolar. Posibilidades para
aprendientes y docentes de reconocerse como individuos, como colectivo y como parte
de un entorno. Por lo que encaminarse a una formación en la cultura digital sugiere la
creación de comunidades virtuales para la educación. Con ello, compartir y expandir
nuevos lenguajes de diálogo y la formación de conocimiento será la finalidad del uso de
medios y equipos tecnológicos.