Metas Aichi - Pedro Galindo

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METAS AICHI 2011-2020

Pedro Stiven Galindo Varón


Ing. Forestal

Docente
Ph.D. Héctor González Rubio

Universidad del Tolima

Facultad de Ingeniería forestal

Especialización en Restauración Ecológica

Legislación y política para la restauración

Ibagué – Tolima, Agosto 2022


CONTENIDO

1. Metas que no fueron ejecutadas................................................................................... 3

2. Razones por las que no fueron ejecutadas de manera general en todos los países ......... 4

3. ¿Cómo se deben ejecutar? ........................................................................................... 7

4. ¿Quién las debe ejecutar? .......................................................................................... 10

5. ¿Qué se debe crear para su cumplimiento? ................................................................ 10


METAS AICHI 2011-2020

1. Metas que no fueron ejecutadas

Considerando que de manera general fueron atendidas las metas AICHI 9, 11, 16, 17, 19 y
20 por la mayoría de los países, enmarcadas en el cumplimiento del plan estratégico para la
diversidad biológica 2011-2020, las metas que no fueron ejecutadas a 2020 por la mayoría
de los países son las siguientes:

Meta 1. Las personas tendrán conciencia del valor de la diversidad biológica y de los pasos
que pueden dar para su conservación y utilización sostenible. Meta 2. El valor de la
diversidad biológica estará integrado en los planes de desarrollo y reducción de la pobreza,
tanto nacional como localmente, así como en los sistemas nacionales de contabilidad, con
sus respectivos informes. Meta 3. A más tardar a 2020 se habrán eliminado o reformado, los
incentivos, incluidos los subsidios, que perjudiquen la diversidad biológica. Por el contrario,
se habrán desarrollado y aplicado incentivos positivos para la conservación y utilización
sostenible de la diversidad biológica, de conformidad y en armonía con el Convenio y las
obligaciones internacionales pertinentes, teniendo en cuenta las condiciones
socioeconómicas nacionales. Meta 4. A más tardar a 2020 los gobiernos, empresas e
interesados, habrán adoptado medidas o habrán puesto en marcha planes para lograr la
sostenibilidad en la producción y el consumo, manteniendo el impacto del uso de los recursos
nacionales dentro de límites seguros. Meta 5. Se habrá reducido por lo menos a la mitad y,
donde sea realizable, se habrá reducido casi por completo, la velocidad en que se están
perdiendo los hábitats naturales, incluidos los bosques, y se habrá reducido de manera
significativa la degradación y fragmentación. Meta 6. Todas las reservas de peces,
invertebrados y plantas acuáticas se gestionarán y cultivarán de manera sostenible y legal;
así se evitará la pesca excesiva, se habrán establecido planes y medidas de recuperación para
todas las especies agotadas. Las actividades pesqueras no tendrán impactos negativos ni en
las especies en peligro ni en los ecosistemas vulnerables, ni tampoco en las reservas naturales.
Meta 7. Las zonas destinadas a agricultura, acuicultura y silvicultura se gestionarán de
manera sostenible, garantizándose la conservación de la diversidad biológica. Meta 8. Se
habrá reducido la contaminación, incluyendo la producida por exceso de nutrientes, a niveles
que no perjudiquen el funcionamiento de los ecosistemas ni a la biodiversidad. Meta 10. Para
2015 se habrán reducido al mínimo las presiones humanas sobre los arrecifes de coral y otros
ecosistemas vulnerables afectados por el cambio climático o la acidificación de los océanos,
a fin de mantener su integridad y funcionamiento. Meta 12. Se habrá evitado la extinción de
especies amenazadas identificadas y se habrá mejorado su estado de conservación,
especialmente el de las especies en mayor peligro. Meta 13. Se habrá mantenido la diversidad
genética de las especies vegetales cultivadas; de los animales de granja; de las especies
silvestres emparentadas, incluidas otras especies de valor cultural y socioeconómico.
Asimismo, se habrán desarrollado y puesto en práctica estrategias para reducir al mínimo la
erosión genética y para mantener su diversidad genética. Meta 14. Se habrán restaurado y
salvaguardado los ecosistemas que proporcionan servicios esenciales como el agua, aquellos
que contribuyen a la salud, los medios de vida y el bienestar, tomando en cuenta las
necesidades de las mujeres, las comunidades locales e indígenas y las personas pobres y
vulnerables. Meta 15. Se habrá incrementado la capacidad de recuperación de los
ecosistemas, mediante la conservación y la restauración, incluida la restauración de por lo
menos el 15% de los ecosistemas degradados. Meta 18. Se respetarán los conocimientos,
innovaciones y prácticas tradicionales de las comunidades indígenas y locales que ayuden a
la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica, así como al uso
frecuente de los recursos biológicos. Este respeto estará sujeto a la legislación nacional y a
las obligaciones internacionales pertinentes, se integrará plenamente y estará reflejado en la
aplicación del Convenio a través de la participación de las comunidades indígenas y locales
en todos los niveles.

2. Razones por las que no fueron ejecutadas de manera general en todos los
países

Considero que el cumplimiento de cada una de estas metas depende en gran medida del
contexto de cada país y de sus características biológicas, físicas, sociales y financieras. A
pesar de que no conozco las características de los 196 países que acogieron las metas AICHI,
me atrevo a especular, basado en la experiencia de mi país Colombia, algunas de las razones
por las cuales no fueron ejecutadas estas metas en la mayoría de los países.

Las primeras cuatro (4) metas, enmarcadas en el objetivo estratégico A, que busca la
incorporación de la diversidad biológica en el gobierno y la sociedad, no fueron y
difícilmente podrán ser ejecutadas en países subdesarrollados como Colombia, dado que un
proceso de educación ambiental que garantice que las comunidades entiendan el valor de la
biodiversidad no podrá ser logrado cuando existe hambre y necesidades básicas insatisfechas.
En mi experiencia, las comunidades rurales (especialmente las marginadas), más que ver a
los recursos naturales como una riqueza que debe ser conservada, los ven como un medio de
vida y subsistencia, y mientras el estado no garantice su seguridad alimentaria y otras
alternativas de ingreso, las personas seguirán aprovechando y acabando con la diversidad
biológica, por más que se les enseñe o hable acerca de su importancia. Asimismo, el tema de
los proyectos REDD y pagos por servicios ambientales (PSA) que en teoría incentivan la
conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica, presentan a mi parecer
muchos requerimientos y trámites de aprobación, volviéndose un muro u obstáculo para las
comunidades rurales, por lo cual no se han desarrollado en los países como se debería, o al
menos no en Colombia. Adicionalmente, estos incentivos (monetarios) no cumplen con las
expectativas o necesidades de las comunidades, por lo cual no son llamativos y en
consecuencia las personas prefieren continuar con sus actividades habituales.

Las metas 5, 6, 7, 8 y 10, enmarcadas en el objetivo estratégico B, que busca reducir las
presiones directas sobre la diversidad biológica y promover la utilización sostenible, no
pudieron ser ejecutadas en Colombia y otros países con características similares, ya que la
normatividad ambiental, aunque rigurosa en el papel, en la práctica es flexible. Lo anterior,
sumado a la poca vigilancia y control ambiental que desarrollan las autoridades ambientales
a las actividades agropecuarias productivas que se llevan a cabo en el país, determina un
escenario difícil de cambiar. Asimismo, la marginalidad de muchas partes del país como
consecuencia de la escasa o nula presencia del estado, hacen que la degradación,
deforestación y fragmentación de bosques y otros ecosistemas naturales importantes sea
imposible de detener. Por otro lado, la corrupción y la guerra son otra de las principales
razones por las que estas metas son imposibles de cumplir en un país como Colombia, al
menos en el corto plazo.

Las metas 12 y 13, enmarcadas en el objetivo estratégico C, que busca mejorar la situación
de la diversidad biológica salvaguardando los ecosistemas, las especies y la diversidad
genética, no pudieron ser ejecutadas ni tampoco lo serán en Colombia mientras la legislación
ambiental sea flexible y no garantice la conservación de los sitios que alberguen especies
amenazadas, en veda y/o endémicas; pues si bien, los términos de referencia para la
elaboración de estudios ambientales solicitan la identificación y georreferenciación de los
individuos de las especies en estas categorías que sean reportadas en el área de intervención
y de influencia del proyecto sujeto a licenciamiento, la mayoría de las veces estos proyectos
se ejecutan, especialmente cuando son catalogados como “Proyectos de Interés Nacional y
Estratégicos”, a pesar de que en las áreas a intervenir se reporten especies altamente
amenazadas, en veda y/o endémicas. Asimismo, el trámite para levantamiento de veda en el
país fue simplificado, por no decir suprimido, en el año 2019, a partir del Decreto 2106, lo
cual directa e indirectamente facilita el desarrollo de proyectos que atenten contra la
diversidad biológica. Respecto a la meta 13, esta no pudo ser ejecutada ya que no existe o al
menos desconozco, legislación que garantice el mantenimiento de la diversidad genética y
su no deterioro o erosión, pues muchas empresas realizan mejoramiento genético y cruces
para obtener mejores resultados en su producción vegetal y animal. De igual forma, algunas
empresas productoras de semillas certificadas distribuyen el material a diferentes partes del
país, sin considerar la variabilidad genética que este puede tener respecto a los individuos de
las mismas especies que se encuentran en esa otra parte del país (metapoblación).

Respecto a las metas 14 y 15, enmarcadas en el objetivo estratégico D, que busca aumentar
los beneficios de los servicios de la diversidad biológica y los ecosistemas para todos,
considero que para el caso Colombia no pudieron ser ejecutadas puesto que la restauración
ecológica no se lleva a cabo como se debería por múltiples razones; entre ellas la falta de
conocimiento sobre como aplicarla, la falta de recursos para desarrollar proyectos de
restauración efectivos y las exigencias en tiempo por parte de las autoridades ambientales,
las cuales, en el mejor de los casos obligan al mantenimiento y monitoreo de las acciones de
compensación por un lapso de 3 o 5 años, lo cual es muy poco, considerando que un proceso
de restauración la mayoría de las veces se contempla a largo plazo. Siendo objetivos, en el
país la mayoría de actividades mal llamadas “restauración ecológica”, en realidad consisten
en el establecimiento de reforestaciones, las cuales en la mayoría de los casos se aprueban al
tercer año de implementadas y luego se abandonan, quedando como resultado una perdida
neta de biodiversidad y no una perdida no neta que es lo que se busca. Por otro lado, muchos
proyectos se llevan a cabo sin el consentimiento de las comunidades locales y sin el fomento
de su participación activa en la ejecución de las medidas de restauración o compensación de
los impactos causadas, razón por la cual, existe un beneficio para estas mientras el proyecto
esté en la zona, pero una vez la autoridad ambiental otorga el cumplimiento de las medidas
todo se acaba.

Finalmente, la meta 18, enmarcada en el objetivo estratégico E, que busca mejorar la


aplicación a través de la participación, la gestión de los conocimientos y la creación de
capacidad, no pudo ser ejecutada, al menos en Colombia y países con características
similares, puesto que la gran diversidad étnica que albergan representa un reto para quienes
diseñan y planifican los planes de desarrollo territorial, pues les ha sido difícil introducir las
practicas, medios de vida y demás características tan específicas de cada uno de estos grupos
en sus esquemas. Asimismo, estas comunidades y grupos son una minoría en el país y muchas
veces se encuentran ubicados en las zonas más marginadas y de mayor conflicto social, por
lo cual sus innovaciones, conocimientos y prácticas tradicionales son poco tenidas en cuenta
como una estrategia de desarrollo nacional en términos de sostenibilidad.

3. ¿Cómo se deben ejecutar?

Bajo mi concepto, para poder ejecutar a cabalidad la mayoría de estas metas en el país lo más
importante es recuperar las zonas marginadas de la sociedad, pues es demasiado difícil tratar
de recuperar los ecosistemas y la diversidad biológica, cuando no se han recuperado o
restaurado a las personas. En mi experiencia en el Pacífico colombiano, pude observar que
la gran cantidad de necesidades básicas insatisfechas, sumada a la presencia de cultivos
ilícitos y grupos armados, hace sumamente difícil que se pueda llevar a cabo un desarrollo
sostenible y una conservación de la diversidad biológica. Específicamente hablando de las
metas enmarcadas en el objetivo estratégico A, considero que deberían ejecutarse a partir del
desarrollo de programas sociales y presencia del estado, especialmente en las zonas
marginadas; es decir, que las acciones de restauración ecológica deberían enfocarse en
reparar o restaurar la sociedad más que a la biodiversidad, pues una cosa lleva a la otra. Por
otro lado, es sumamente importante que las autoridades ambientales lleguen con programas
de educación ambiental e informen a las personas a cerca de programas como los pagos por
servicios ambientales. Asimismo, la simplificación de los trámites para el registro de PSA y
un mayor pago por su implementación, podrían ser una buena manera de ejecutar a cabalidad
estas metas y lograr sus objetivos.

Respecto a las metas enmarcadas en el objetivo estratégico B, considero que deben ser
ejecutadas a partir de una normatividad estricta, no solo en el papel, sino también
comprometida en la práctica, es decir que se lleven a cabo visitas técnicas frecuentes de
revisión y monitoreo que permitan establecer que efectivamente se están conservando los
bosques, que las actividades agropecuarias se están desarrollando de manera sostenible sin
ampliar sus fronteras y bajo un buen esquema de planificación, y que no se está realizando
afectación a ecosistemas terrestres y marinos importantes. Para ello, el país debería exigir a
todos los productores el uso de únicamente insumos orgánicos en su cadena productiva.
Adicionalmente, las entidades gubernamentales competentes deberían generar un mapa de
planificación, con la distribución exacta de uso de suelo, en la cual se dispongan las áreas o
fronteras máximas permitidas para el desarrollo de cierta actividad productiva (sin
posibilidad de cambios), considerando todas las repercusiones sociales que esto podría
acarrear.

Las metas enmarcadas en el objetivo estratégico C, deben ser ejecutadas a partir de


normatividad ambiental estricta en pro de la conservación de la diversidad biológica,
especialmente de las especies amenazadas, en veda y/o endémicas; es decir, que los proyectos
que se deseen desarrollar en áreas que contengan alguna de estas especies, deberán ajustar
sus áreas de intervención e influencia o de lo contrario no podrán ser desarrollados. Con base
en lo anterior, no sería posible realizar una solicitud de levantamiento de veda, pues en los
lugares donde se encuentren especies en veda ningún proyecto irá. Por el contrario, muchas
de estas zonas identificadas a partir de los estudios de línea base, deberían ser priorizadas
para conservación. En cuanto a la diversidad genética, la normatividad debería regular a partir
de estudios científicos detallados, los límites geográficos de cada una de las metapoblaciones
de las especies comerciales que manejan, para que no se introduzca material genético y
vegetal en áreas donde las poblaciones locales presentan una genética diferente. Asimismo,
deberían regular los cruces y mejoramiento genético que realizan las empresas privadas en
especies animales y vegetales, en pro de conservar su diversidad genética original.
Al igual que sucede con las metas del objetivo estratégico C, las metas enmarcadas en el
objetivo estratégico D se deben ejecutar a partir de normatividad ambiental más estricta y
realista que contemple y considere los diferentes contextos que presenta el país y su
diversidad de ecosistemas únicos, los cuales con esa misma unicidad deberían ser
restaurados. Para la correcta ejecución y cumplimiento de dichas metas, la norma deberá
exigir a las empresas que deban desarrollar programas de compensación enmarcados en
acciones de restauración ecológica, la contratación de un profesional especialista en el tema,
el cual debe presentar unos objetivos, metas e indicadores que garanticen la no perdida neta
de biodiversidad y la recuperación de la integridad ecológica basada en el ecosistema de
referencia. Con base en esto, las autoridades ambientales deberán re ajustar los tiempos que
solicitan para el cumplimiento de las obligaciones, ya que 3 y 5 años no son suficientes para
garantizar el desarrollo de un proceso de restauración ecológica exitoso, razón por la cual,
deberán facilitar la creación de alianzas y/o programas que apoyen técnica y financieramente
a los privados para el alcance de estos objetivos, pues la mayoría de las empresas no tienen
como mantener en el largo plazo un proyecto de esta índole, especialmente cuando son de un
tipo diferente al extractivo. Asimismo, la norma deberá exigir y verificar que las empresas
involucren de manera participativa a las comunidades, es decir que los planes de restauración
o compensación deberán ser creados a partir de la opinión de las comunidades locales y para
las comunidades locales (con el apoyo técnico de los profesionales como facilitadores), es
decir que generen un beneficio en el largo plazo para ellos y que garanticen su apropiación,
para que una vez la empresa salga del territorio, las comunidades sean las que velen por el
cuidado y cumplimiento del objetivo de restauración propuesto.

Finalmente, la meta 18 enmarcada en el objetivo estratégico E deberá ser ejecutada a partir


de las directrices mencionadas anteriormente, pues en últimas, cada una de ellas está
orientada hacia las comunidades locales, ya sean indígenas, campesinas o afro, quienes son
las que conocen su territorio y saben como conservarlo a partir de sus costumbres y prácticas
tradicionales. En este punto es sumamente importante que las entidades encargadas de
elaborar los planes de desarrollo municipal o departamental, estudien e involucren en detalle
a cada una de las distintas comunidades étnicas de sus territorios, pues conocerlas es el primer
paso para lograr un acercamiento hacía ellas.
4. ¿Quién las debe ejecutar?

De manera general considero que estas metas al estas enmarcadas en unos objetivos
estratégicos que buscan la recuperación y conservación de la diversidad biológica, deben ser
ejecutadas por las autoridades ambientales competentes en sus diferentes niveles. A nivel
local, con temas de educación ambiental, información a las comunidades rurales y
facilitación de incorporación en proyectos de pagos por servicios ambientales, las
Corporaciones Autónomas Regionales deberían ser quienes velen por el cumplimiento de
estas metas. A una escala un poco mayor y generalizada el Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales deberían velar por
el correcto cumplimiento de las medidas de compensación impuestas, ya que aunque en el
papel son rigurosas, se quedan cortas con la verificación en campo del cumplimiento de los
objetivos propuestos. En resumen, de manera general los gobiernos nacionales deberían ser
quienes se encarguen de velar por el cumplimiento y la ejecución de cada una de estas metas.
Para el caso Colombia, el Sistema Nacional Ambiental – SINA es quien debe velar por la
ejecución de cada una de las actividades necesarias para el cumplimiento de las metas AICHI.

5. ¿Qué se debe crear para su cumplimiento?

Para el cumplimiento de las metas enmarcadas en el objetivo estratégico A, deberían crearse


programas sociales que fomenten el desarrollo de las actividades productivas tradicionales
de las comunidades y la comercialización de sus productos, los cuales garanticen su
seguridad alimentaria y reemplacen las actividades productivas que dependen del bosque y
ponen en peligro la diversidad biológica. Asimismo, se deben crear programas sociales que
fomenten la educación ambiental de las comunidades, el conocimiento científico y la
creación de ecoturismo, para que ellos mismos sean los encargados de velar por la
conservación de la biodiversidad y sean los guías de los turistas que lleguen al territorio. Para
cumplir lo anterior, es importante que el gobierno fomente mecanismos para eliminar o al
menos disminuir la delincuencia y los grupos armados en muchas zonas del país, pues estos
impiden la creación de programas y alternativas de desarrollo social y ambiental. Respecto a
los pagos por servicios ambientales, en las zonas más marginadas y pobres del país estos
programas deberían retribuir a las comunidades por la conservación con el cubrimiento de
necesidades básicas insatisfechas como acueducto y alcantarillado o la provisión de
herramientas e insumos que faciliten la ejecución de sus actividades productivas de
subsistencia, ya que para muchas comunidades una retribución netamente monetaria puede
no ser suficiente o no se distribuiría de manera equitativa para el beneficio común.

Para el cumplimiento del objetivo estratégico B, las AAC deben crear equipos de control y
vigilancia honestos, que velen por el cumplimiento de las metas y supervisen de manera
frecuente el desarrollo de las actividades productivas dañinas de los particulares. Asimismo,
el estado debería crear escuelas de capacitación en fabricación de insumos agrícolas
orgánicos y asistencia técnica rural que llegue a las comunidades, así como fábricas que
produzcan a gran escala estos productos, para que en el corto y mediano plazo se reemplace
en su totalidad a los insumos de origen químico dañinos. Por otro lado, el estado debería
crear, basado en información técnica y científica, un mapa de uso de suelo con su distribución
espacial, en el cual se puedan observar las áreas que solamente podrán ser utilizadas para
proyectos mineros, las áreas y fronteras máximas permitidas para el desarrollo de actividades
agropecuarias, las áreas de conservación (que deben ser utilizadas únicamente para la
conservación de ecosistemas y/o ecoturismo), etc.

Respecto a las metas enmarcadas en el objetivo estratégico C, el MADS y las CAR deberán
crear Resoluciones actualizadas que establezcan las especies amenazadas, en veda y/o
endémicas presentes en cada uno de los departamentos del país, las cuales deberán ser tenidas
en cuenta al momento de realizar estudios ambientales. Asimismo, el MADS deberá crear
Decretos que prohíban el aprovechamiento de especies amenazadas, en veda y/o endémicas,
por lo cual, los proyectos que encuentren alguna de estas especies en sus áreas de
intervención e influencia biótica, deberán rediseñarse o en su defecto serán rechazados. Cabe
resaltar, que si bien existe normatividad que en teoría prohíbe lo anteriormente expuesto, esta
es flexible y en últimas siempre se aprovechan estas especies a pesar de su condición de
vulnerabilidad, razón por la cual se debe crear normatividad rigurosa si se quieren cumplir
las metas propuestas. Para el cumplimiento de lo anterior, también es importante que las
AAC cuenten con un equipo técnico de expertos en botánica y Dendrología que verifiquen
que efectivamente en las áreas propuestas a intervenir la identificación taxonómica haya sido
bien realizada y no existan especies en alguna de estas categorías de vulnerabilidad.
Para el cumplimiento de las metas enmarcadas en el objetivo estratégico D, deberá crearse
un manual de compensaciones del componente biótico especial, o en su defecto ajustarse el
que ya existe, para que contemple una metodología precisa y válida para el cálculo del
¿cuánto compensar?, así como una guía metodológica para su implementación (¿cómo
compensar?) cuando se trate de ecosistemas únicos y estratégicos, como en el caso del
manglar, corales, páramos, humedales, bosques únicos como los de la Orinoquía, etc.

Finalmente, para el cumplimiento de las metas enmarcadas en el objetivo estratégico E, las


gobernaciones y alcaldías en sus planes de desarrollo deberán crear capítulos especiales en
los cuales incluyan planes y programas que contengan cada una de las necesidades y
características específicas y especiales de las comunidades étnicas presentes en sus
territorios, ya que esta labor no ha sido realizada de la mejor manera hasta el momento, por
lo cual no ha sido posible aprender de estas etnias y mucho menos comprenderlas; es utópico
pensar en llevar desarrollo a estas comunidades cuando no se sabe qué es para ellas el
desarrollo.

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