Comentario de Texto 1

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COMENTARIO DE TEXTO

FRAGMENTOS. ÉTICA I. TAREA PREVIA A LA EVALUACIÓN


CONTINUA

Con respecto a la virtud no basta con conocerla, sino que hemos


de procurar tenerla y practicarla, o intentar llegar a ser buenos
de alguna otra manera. Ciertamente, si los razonamientos solos
fueran bastante para hacernos buenos, sería justo, de acuerdo
con Teognis, que nos reportaran muchos y grandes beneficios, y
convendría obtenerlos. De hecho, sin embargo, tales
razonamientos parecen tener fuerza para exhortar y estimular a
los jóvenes generosos, y para que los que son de carácter noble y
aman verdaderamente la bondad, pueda estar poseídos de
virtud, pero, en cambio, son incapaces de excitar al vulgo a las
acciones buenas y nobles, pues es natural, en éste, obedecer no
por pudor, sino por miedo, y abstenerse de lo que es vil no por
vergüenza, sino por temor al castigo. Pero es que, en el caso de
la virtud tampoco es suficiente conocerla, sino que hay que
intentar tenerla y practicarla, a menos que nos hagamos buenos
de alguna otra manera. Pues bien, si los tratados fueran
suficientes para hacer buenos a los hombres, se ganarían muchas
y grandes recompensas como dice justamente Teognis; y preciso
sería proporcionárselos. Ahora bien, parece que tienen fuerza
para exhortar y mover a los jóvenes liberales, y a un carácter
noble y verdaderamente amante del bien podrían hacerlo capaz
de ser atrapado por la virtud, pero la mayoría no pueden
estimularla hacia la excelencia moral. Pues no obedece por
naturaleza al respeto, sino al miedo, ni se aparta de las malas
acciones por su vileza, sino por los castigos. Aristóteles, Ética a
Nicómaco, Libro X (IX), 1179b, p. 350
1.- ESQUEMA

Conceptos:

1.- Idea central: “La virtud hay que tenerla y practicarla”

2.- Hay que ser bueno (de alguna manera)

3.- No podemos ser buenos sólo por razonamientos

4.- Hay personas nobles y buenas por la propia bondad

5.- Otros son nobles y buenos por miedo al castigo

7.- Al obrar por miedo no se puede llegar a la excelencia moral

6.- Los tratados podrían hacer buenos a los hombres y sería útil
proporcionarlos

Términos principales:

1.- Virtud

2.-Bondad/Bien del hombre

3.- Sentido práctico de la virtud

4.- Formas de nobleza: motu propio/para evitar castigo

5.- Finalidad: Excelencia moral

6.- Existencia de leyes escritas como manual para la excelencia


Resumen del contenido:

No es suficiente conocer la virtud, hay que tenerla y practicarla.

Hay que ser bueno de alguna manera y ello nos puede aportar
beneficios.

Una parte de la sociedad (los jóvenes generosos) es de carácter


noble y virtuoso pero no consigue transmitir estos valores al
resto que mantienen un comportamiento socialmente aceptable
por miedo al castigo.

A través de la publicación de tratados se podrían fomentar


comportamientos virtuosos pero con dudosos resultados en
cuanto a alcanzar la excelencia moral.

Comentario del texto:

La virtud tiene como objetivo convertirnos en buenos. Pero para


esta conversión no es suficiente conocer las distintas virtudes y
sus características sino que es necesario tenerlas (reconocerlas e
identificarlas) y practicarlas. Y así, mediante la práctica se llega al
bien (a los distintos niveles del bien, cuyo máximo grado según
Aristóteles es la política, el bien común). Por lo tanto, junto al
sentido teórico de la virtud encontramos una vertiente práctica
que nos lleva a “un intento” de ser buenos de alguna manera.
“Un intento” significa que al no haber códigos de actuación o
normas concretas, cada individuo debe obrar según sus propios
valores en la búsqueda de su felicidad. Como condición de esta
búsqueda Aristóteles asevera que primeramente cada uno debe
saber lo que hace, actuar por las propias acciones (no por otras
razones secundarias) y llevarlo a cabo de una forma firme e
inquebrantable. Comenta además que debemos ser buenos “de
alguna manera”, dejando de nuevo un margen personal para que
cada uno pueda optar a ser bueno individualmente
(máximamente bueno en lo que es bueno) a falta de reglas
morales codificadas y fijas. Cada uno de nosotros puede ser
mejor y feliz y tenemos la libertad de comportarnos para
optimizar las posibilidades de hacerlo lo mejor posible y llegar a
la excelencia moral (areté), si cabe.

Los razonamientos no son suficientes para convertirnos en


buenos, hay que conocer y actuar. El poeta Teognis en sus
escritos, defiende la búsqueda del bien y de la virtud a través de
la justicia y la práctica (“Prefiero vivir íntegro aun con poco a ser
rico con bienes que lleguen de injusticias. En la justicia la virtud
se halla toda y el hombre que sea justo es (…) un hombre
bueno”). En otro poema insta a la sensatez y no buscar mediante
acciones deshonrosas o injustas honores, méritos o riquezas”.
Nos anima pues, Teognis, a la virtud (en su caso buen
comportamiento, justicia y riqueza) y desaconseja
comportamientos reproblables, viles o injustas (…).

Para Aristóteles la riqueza no es un defecto, es una forma de


buena y exitosa vida (eudaimonía). Por eso se dirige a los jóvenes
aristócratas, poseedores de virtudes y conocedores de la vida
buena y los ve como instrumento para instruir en virtud al
pueblo llano. Porque podemos obtener beneficios a través de la
práctica de la virtud como individuo y como parte de la sociedad.
A estos beneficios se refiere cuando comenta que “los hombres
ganarían mucho” y obtendrían “grandes recompensas”.

Hay, pues en la Polis, personas que al seguir los razonamientos


han llegado a tener virtudes y bondad pero que no son capaces
de transmitir estos valores a los demás ciudadanos para que los
practiquen de la misma forma. El vulgo, los que no ejercen la
bondad por ella misma, lo hacen por miedo al castigo,
impidiendo así su encuentro con la excelencia moral.

“Podemos hacernos buenos de otra manera”. No sólo razonando


y practicando en libertad sino aportando tratados para dar un
valor moral a las diferentes acciones y comportamientos.
Destaca que “sería preciso proporcionar” estos tratados al
pueblo ya que podrían mover a los “jóvenes liberales”, hasta
ahora incapaces de inspirar e influir en el resto para que
finalmente sean “virtuosos”, aunque con dificultades de alcanzar
la “excelencia moral”.

Son los legisladores los que deben animar a la sociedad a ser


virtuosa y “crear un estímulo hacia el bien”, comportamiento
que ya tienen “los que están razonablemente avanzados en sus
hábitos”. Pero para los que no obedecen (“los de naturaleza
perversa”) es necesaria la imposición de un sistema de castigo.

Se divide pues la sociedad en hombres buenos que viven


orientados hacia el bien y malos, tendentes al placer, que deben
ser castigados.

En cuanto a los tratados necesarios para encauzar a los hombres


“malos”, tienen fuerza coercitiva porque son regulaciones
racionales procedentes de la prudencia y del intelecto y ordenan
lo que es bueno.

Llegan entonces las leyes a cada uno de los ciudadanos “buenos”


o “malos”? No, porque en la mayoría de estados, los legisladores
“se desentienden de tales asuntos públicos y lo aplican sólo a sus
familias”. Forman pues los ciudadanos de la polis una gran
familia necesitada de leyes para regular la convivencia y así
poder aspirar al bien máximo, que es fin de la misma polis y de la
propia existencia humana.
Servirían pues las leyes de guía para la buena convivencia y como
camino a la perfección por un lado (actuando según nuestra
verdadera función a través de un ejercicio activo de la mente
conforme a la perfecta bondad o virtud) y para evitar castigos
por el otro.

Contexto histórico y actores principales:

Aristóteles (Macedonia) 384-322. Filósofo, científico y mil cosas


más. Teoría relacionada con el texto: El último fin del hombre,
compuesto por cuerpo y alma, es la actividad intelectual
mediante el ejercicio de la razón, virtud (areté) propia del alma,
llegando así al bienestar/felicidad (eudaemonia). Las virtudes
éticas, las cuales se forman mediante el hábito, son el término
medio entre dos excesos o vicios. Los humanos viven por
naturaleza en comunidad, formando así Estados (polis) con el fin
de preservar su felicidad.

Teognis Poeta. Aristócrata moralista que en sus poemas retrata


la vida aristocrática (incide en la pobreza, los malvados (está
traumatizado) y la justicia).

Los jóvenes generosos y liberales con carácter noble y virtuosos


incapaces de inculcar estos valores al vulgo. Aristóteles los ve
como instrumento divulgador de la vida virtuosa.

El vulgo, que sólo cumple las normas de convivencia por miedo


al castigo. Según Aristóteles, el punto medio en la polis está en
las clases medias, donde el apego a las leyes se vuelve norma
establecida.

La Polis griega. Dice Aristóteles que somos animales sociales


(nos agrupamos en familias, comunidades y estados). Vivió la
decadencia de la vida en la polis que debe organizarse en base a
la predominancia de las clases medias y bajo un sistema
aristocrático. Los desencuentros y la inestabilidad son causados
por riqueza/pobreza y ambición, entre otros. Es imprescindible,
por lo tanto, que los ciudadanos sean partícipes en la creación de
una de ciudad justa y lo más adecuada posible en función de sus
propias capacidades. También resalta la importancia de las leyes
para el buen funcionamiento de la vida social.

Relación con otros autores:

Platón: “La virtud es conocimiento y puede ser aprendido”. Para


Platón la mejor forma de gobierno es la república (gobierno de
muchos) como polis ideal. Aristóteles se basa en un gobierno
más real como la aristocracia (gobierno de pocos) porque era el
término medio entre la monarquía (gobierno de uno, el “rey
filósofo” por ejemplo) y la democracia incidiendo además en que
“la existencia y el bienestar de cualquier sistema requiere la
presencia de un elemento gobernante”.

Para Aristóteles el bien se consigue a través de acciones, para


Pláton y Sócrates el bien era una cuestión de conocimiento.
Aristóteles alude a la responsabilidad/voluntariedad de actuar
moralmente. Si no es voluntario sería por coacción (castigo).

Sócrates: Los que obran mal lo hacen por ignorancia (no sabes lo
que es bueno o malo) y el que conoce el bien siempre actuará
correctamente. Para Aristóteles en cambio, una persona puede
obrar incorrectamente sabiendo que esa acción es inaceptable.
El actuar bien no sólo es una cuestión de conocimiento
(Platón/Sócrates) sino de voluntad.

Kant: Ética del deber. Como Aristóteles, afirma que debe haber
una voluntariedad para actuar moralmente reforzado por una
serie de normas a las que atenerse. En esta “ética de principios”,
Kant coincide con Aristóteles porque lo “único absolutamente
bueno, siempre y en toda situación, es la voluntad”.

No pongo más autores porque no los he dado y sería copiar


cosas de internet que no me sirve para nada.

Opinión:

Me gustan mucho los filósofos presocráticos porque sus


universos son, desde un punto de vista actual, muy románticos.
Porque aunque hoy en día tengamos conocimientos sobre casi
todas las cosas, sigue habiendo grandes incógnitas relacionados
con la vida: “existe el alma?”; “dónde va el alma cuando
morimos?”;“qué es la vida y para qué sirve?”… cuestiones sin
respuesta. A veces miro dentro de los ojos de mi gata y busco la
respuesta a la cosa que se llama estar vivo y morir sin poder
volver atrás, el concepto de “alma”, “de aliento vital”, de “agua,
tierra, fuego, aire”, tan antiguos pero a la vez tan actuales y en
realidad no resueltos.

Así, cuando aparece Aristóteles, se da un paso hacia la realidad,


ya dejando atrás mundos ideales y teóricos, encontrándonos con
un filósofo real que reconoce que las cosas se componen de
materia y forma y con una visión del mundo empirista. Todo
empieza por los sentidos y los procesos son racionales. Para él, el
hombre es un compuesto de cuerpo y alma y uno no existe sin el
otro. Este concepto no ha cambiado hasta hoy en día y aun
estando muy adelantados científicamente, todavía quedan
muchas respuestas pendientes.

Comparto con él la idea de que para hacer el bien no sólo hay


que conocerlo sino tener la voluntad de actuar. A menudo obrar
bien nos supone un esfuerzo mayor que no hacer nada o hacerlo
mal. Debemos entonces hacer una evaluación de si nos vale la
pena hacerlo bien o hacerlo simplemente porque es bueno. A la
orden del día están estas decisiones.

También coincido con él en el pensamiento de que la felicidad es


el objetivo de la ética y que la verdadera felicidad coincide con la
actividad racional. Puede ser que con la apología a la ignorancia
imperante actualmente primen los placeres mundanos sobre el
conocimiento como presunta felicidad, pero no es así. Es sólo
una quimera. Pienso que la vida es mejor si es razonada.
También comparto con él que cada uno en la vida, en mayor o
menor medida (referido al mundo occidental) nace con un
propósito y hay algo que se nos da bien. Dicen, en la película de
El curioso caso de Benjamín Button que “unos nacen para
sentarse al borde del río, otros para ser alcanzados por un rayo,
algunos tienen oído para la música, (….) y algunas personas….
bailan”. En mi caso, por mucho que haga y deshaga, el propósito
de mi vida es ser la mami de Sarah.

Me ha llamado la atención el tema de los esclavos y que era una


cosa normal y aceptada. Si lo pensamos, actualmente siguen
existiendo, personas que aparentemente tienen los mismos
derechos que el resto cuyo fin en la vida es trabajar para que
otros sean felices. Lo triste es que la mayoría de la sociedad no
se cuestiona si esto es éticamente aceptable porque estamos
habituados a ello.

Me ha gustado mucho leer el libro “Ética a Nicómaco” porque


está muy bien explicado y los temas sobre los que trata son
mundanos y actuales (la amistad, la ética, la política, las leyes,
etc). Y ya me he cansado y lo quiero enviar ya.
Bibliografía (entre otros):

“Las elegías de Teognis”.


https://maude.sip.ucm.es/~adrian/teognet/main/spanish_text.h
tml

Students for Liberty. La vida en las polis. Aristóteles

https://studentsforliberty.org/es/blog/aristoteles-y-la-polis/

Slidehare. A script Company. Ética de Kant, Hegel, Aristóteles y


Platón

http://monografías.com

Relación de Aristóteles con otros autores

“Ética a Nicómaco”. Aristóteles

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