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RM Poemas 15 A 18

El poema Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías de García Lorca trata sobre la muerte del torero Ignacio Sánchez Mejías. El poema expresa el profundo dolor del poeta por la pérdida de su amigo a través de imágenes como la sangre, la luna y los jazmines. Además, ensalza la bravura y habilidad de Ignacio en la plaza de toros antes de su trágica muerte. El poema está escrito en forma de romance octosílabo y utiliza recursos como la

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RM Poemas 15 A 18

El poema Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías de García Lorca trata sobre la muerte del torero Ignacio Sánchez Mejías. El poema expresa el profundo dolor del poeta por la pérdida de su amigo a través de imágenes como la sangre, la luna y los jazmines. Además, ensalza la bravura y habilidad de Ignacio en la plaza de toros antes de su trágica muerte. El poema está escrito en forma de romance octosílabo y utiliza recursos como la

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a) Este poema corresponde al subgénero de la elegía funeral -el epicedio clásico-; esto es, aquella

16 composición poética caracterizada por estar dedicada a la muerte de un ser estimado del cual se
ensalzan sus virtudes y constituye una expresión de duelo y lamento. A lo largo de la historia ha
habido varios ejemplos de composiciones elegíacas, de las cuales destacaremos: el Planto por
Trotaconventos, del Arcipreste de Hita; las Coplas a la muerte de maese Rodrigo, de Jorge
Manrique; la Canción a la muerte de Carlos Félix, de Lope de Vega; el Canto a Teresa, de José de
Espronceda; o la Elegía a Ramón Sijé, de Miguel Hernández.

b) Muestra predominio de la subjetividad, el deseo del poeta de forma enérgica que traslada al
lector el profundo dolor. Este estribillo introduce la asonancia en los versos octosílabos
arromanzados.

c) El blanco en la obra lorquiana va asociado a la idea de eternidad o muerte. En esta primera


parte del poema, la voz poética llama la presencia de la luna para no ver la sangre del torero y
después a la blancura de los jazmines para que la sangre no le “queme” el recuerdo de Ignacio.
El blanco, pues, de la luna y el jazmín es el color que suprime la visión de la “sangre derramada”.

d) La vaca y los toros de Guisando aparecen, respectivamente, en los versos quince y diecinueve.

e) Los versos, “Por las gradas sube Ignacio / con toda su muerte a cuestas” retoma la imagen de
Cristo subiendo el Gólgota con el madero para su crucifixión, su muerte.

f) Se destacan la bravura, la prudencia y la inteligencia del torero. Para ello utiliza el símil y la
exclamación.
16 g) Paralelismos: “Como un río de leones / su maravillosa fuerza, /y como un torso de mármol /su
dibujada prudencia” (v.54-57)
Anáforas: “ni…” (v. 52-53)
Antítesis: “¡Qué blando con las espigas! /¡Qué duro con las espuelas!” (v. 64-65)

h) Tras la exclamación del primer verso, el segundo verso rima con él y marca la pauta de la
asonancia del poema arromanzado, con una soleá inserta (a-a: v. 2-4). A partir de aquí, el
romance octosilábico, interrumpido de cuando en cuando por la exclamación del inicio. Hacia el
final, el metro se hace más irregular.
Los versos 46-49 son decasílabos, a modo de transición entre movimientos. Aunque se mantiene
la rima asonantada en los pares, se inicia una serie de endecasílabos, salvo el primero, que es
decasílabo (v. 74-81). La exclamación del principio («¡Que no quiero verla!»), precedida de un
«No» que se repite en otras ocasiones, da paso a los versos 88-92, que vuelven a romper el
octosilabismo regular, con unidades de nueve, diez y once sílabas.

i)Se produce en el estribillo el cambio de la conjunción por el pronombre personal de primera


persona. Es decir, enfatiza la subjetividad, la hace más definitiva, concluyente.
a) La vaca y los toros de Guisando aparecen, respectivamente, en los versos quince y diecinueve.
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a) En Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías se funden los sones funerales del planto de
la lírica tradicional, el estilo apodíctico de la poesía moral y reflexiva, la sustancia mítica de la
tauromaquia, las letanías y estribillos de resonancias bíblicas, el vuelo de las imágenes
surreales..., y todo ello adobado con un sentimiento y una luz matizada que hacen de este
poema una cima de la poesía del autor, y aun de la lírica española de cualquier tiempo.

b) Esta parte del llanto lleva el título de “Cuerpo presente” ya que nos arroja a la presencia del
cuerpo moribundo, a esa carnalidad que desparecerá cuando se entierre y sobre él caiga la losa
(la “piedra”). En los versos, “Estamos con un cuerpo presente que se esfuma, /con una forma
clara que tuvo ruiseñores /y la vemos llenarse de agujeros sin fondo” (v. 22-24) muestra la idea
de muerte como acabamiento.

c) Les pide que le enseñen la “salida”, y “un llanto como un río…para llevar el cuerpo de Ignacio y
que se pierda…”. Vemos cómo trabaja el poeta con una acumulación de imágenes, de ritos, de
tradiciones: los hombres que llevan el féretro, el río que conduce las almas muertas, el río
manriqueño que va a da a la mar… La luna aquí es la eternidad en la que se perderá el cuerpo
de Ignacio.

d) Breve explicación personal sobre la visión de lamuerte.


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a) La muerte es una obsesión en la vida y la obra de García Lorca. Esta impregnaba muchas
de sus conversaciones y le llevaba a la frecuente representación, entre fúnebre y
cómica, de sus propias exequias. La muerte es uno de los temas más recurrentes en su
obra, aparece ya en sus primeros poemas y será un elemento estructurante en obras
como el Poema del cante jondo, el Romancero gitano o el Llanto por la muerte de
Ignacio Sánchez Mejías. El tema de la muerte aparece ligado a multitud de símbolos
poéticos: la luna, el puñal, los ríos, la campana, la sangre, etc. También la muerte
aparece unida en sus versos a otros elementos temáticos como el amor, la injusticia, el
destino…

b) Los títulos son contrapuestos –relación de antonimia–, presentando una antítesis:


cuerpo/alma, presente/ausente.

c) Encontramos dos partes:


- la primera (v. 1-16), en cuatro coplas de endecasílabos blancos, con el eneasílabo
«porque te has muerto para siempre», que se repite al final de las tres primeras
- la segunda (v. 17-25), en dos series de cinco y cuatro alejandrinos blancos.
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d) En este parte aparecen unos elementos –como el toro, los caballos- que no tienen un
valor simbólico, sino que son más bien imágenes de elementos de la vida personal de
Ignacio –junto a la “higuera” y las “hormigas de tu casa”-, que ya no le reconocerán
porque el torero ha fallecido. Sí que el color negro –del “raso…donde te destrozas”- es un
símbolo de muerte.

e) Expresa relaciones de pasado o presente, frente al futuro que devendrá memoria.


Olvido frente a memoria. Y Lorca, como poeta, es el encargado de convertir esa memoria
en canción. Esta relación de versos justifica la trabazón entre las cuatro partes de este
planto.

f) En el poema no hay muestra de trascendentalismo; al contrario, la muerte se ve como


algo ineluctable, definitorio y solo queda lugar para la memoria y su canto.

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