Sep - Clausetwitz Nunca Conocio El Mar
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Sep - Clausetwitz Nunca Conocio El Mar
Lectura recomendada
septiembre, 2023
A primera vista, esto puede parecer un detalle trivial en la vida de un hombre cuya
obra ha influido en generaciones de militares y estrategas. Pero ¿qué significa
realmente que alguien tan influyente nunca haya tenido una experiencia directa con el
océano? En realidad, esta aparente limitación en su experiencia puede ser una fuente
de inspiración y reflexión profunda.
Conocí a Carl Von Clausewitz casi dos siglos después de su muerte. Una
edición de bolsillo de Michael Howard fue la introducción a la vida, la época y la obra
del general prusiano. De aquella lectura inicial rescaté, con interés, pero escasa
profundidad, algunas de las ideas centrales en su pensamiento: la moral como factor
vital e incalculable en la guerra; la presencia disruptiva del azar; la fricción que torna
complejo lo simple; y la niebla que distorsiona la realidad. Todas eran reveladoras,
simples e intuitivas para un soldado joven. Recuerdo, en cambio, que su concepto
de centro de gravedad -schwerpunkt- me pareció atractivo y potente, pero ambiguo.
Su fuerza conceptual era esquiva; más fácil de citar que de emplear como una
herramienta para pensar la guerra y la batalla. Quizás esa mezcla entre ambigüedad
y potencia fue lo que alentó a tantos académicos y soldados a explorar e intervenir
ese concepto hasta transformarlo, hacia fines del siglo 20, en el corazón del arte
operacional. En torno a este neo centro de gravedad -incluido hoy en el canon de la
doctrina militar hegemónica- es que propongo una pequeña contribución sobre la
guerra de Malvinas, una mirada de lo que sucedió en el nivel operacional, con énfasis
en el espacio marítimo. Exploremos como primer paso el schwerpunkt.
Domesticar el centro de gravedad (CG) no fue una tarea sencilla. Hijo de una
obra inconclusa, era un concepto trasladado de la física a la guerra y escrito en el
arduo alemán del siglo 18. Como suele suceder con las ideas potentes, originó
polémicas, desdenes y apropiaciones. El primer desafío fue extraerlo del idioma
alemán; una lengua resistente a colaborar con las versiones extranjerizantes de sus
mejores textos y que se empeña en resumir en una sola palabra aquello para lo cual
otros idiomas necesitan varias. Con el tiempo, los sucesivos traductores penetraron
la versión original de Clausewitz. Sobre estas aún se discute -el sino de los
traductores-, pero el primer paso para transformarlo en doctrina militar estaba dado.
La discusión que siguió fue sobre su verdadero sentido. Si bien intuitivamente
estaba vinculado al principio de concentración de la masa sobre el objetivo, las
interpretaciones en torno al alcance de su significado eran diversas. Como norma
general la profesión militar rechaza la ambigüedad de las palabras y prefiere el
empleo de un lenguaje tan inequívoco como le sea posible al hombre, pues en la
guerra todo lo que pueda ser mal interpretado lo será y eso implicará vidas perdidas
y derrotas en el campo de batalla. El significado de schwerpunkt era una suerte de
enigma a resolver. Darle suficiente precisión demoró años y no fue tarea de una
sola persona, sino más bien un extenso trabajo en colaboración de académicos y
soldados.
Muchos intervinieron en ese proceso, pero hacia finales del siglo 20, un singular
aporte de Joe Strange permitió un salto cualitativo para que “todos pudieran hablar
el mismo lenguaje”, el requisito sine qua non de la doctrina. El Doctor Strange no se
limitó a ampliar la exégesis del CG, sino que concibió un modelo concreto, que
incluyó al CG como piedra angular del diseño operacional. Dicho esquema teórico
basado en la interacción dinámica de una serie de factores críticos permite la
identificación del centro de gravedad y su empleo eficaz en el diseño operacional.
Años después un soldado y catedrático, Dale Eikmeier, perfeccionó el modelo.
Partiendo de una aguda crítica a la definición del CG que la NATO había adoptado,
propuso redefinirlo como la “entidad primaria que posee la capacidad inherente para
alcanzar el objetivo”. El centro de gravedad dice Eikmeier “es un hacedor”. “No
contribuye con la fuerza, es la fuerza”, agrega Strange. Las intervenciones de estos
autores (y muchos otros que no hemos mencionado, pese a merecerlo por sus
destacados aportes) domesticaron al CG para que fuera asequible al empleo militar.
Creo que cabe una advertencia a este brevísimo resumen: Clausewitz ignoró al mar
como dimensión central de la guerra. Su obra no lo menciona. El mar le era extraño;
desconocido. Hijo pródigo de los grandes ejércitos europeos de su época y de
Napoleón (a quien detestaba, como a todo lo francés), el prusiano situó al espacio
de batalla en tierra, donde la concentración de la masa sobre los puntos decisivos
era la clave para la victoria. Para el prusiano la batalla decisiva por excelencia se
daba en tierra, y por ende era ahí donde se definía la guerra. Admitamos la vigencia
de ese concepto tan terrenal, pero incorporemos la centralidad del mar. En donde,
como en todos los niveles de la guerra, es necesario concentrar el poder. Los
conceptos del prusiano son válidos y pertinentes para el mar. Entiendo entonces
que podemos incluir, en forma austera, la mirada naval del schwerpunkt. Como
precaución, formulemos previamente una proposición taxativa; todo esfuerzo en un
teatro de operaciones es conjunto y multi agencial; casi siempre multilateral. No
encuadrarlo así conduce inevitablemente al fracaso de las operaciones y a la derrota
en la batalla. Pronunciado el mantra conjunto volvamos al mar.
Tras concluir la eficaz operación Azul/Rosario con que Argentina recuperó las
Islas Malvinas y Georgias del Sur, se manifestaron dos actitudes estratégicas
diferenciadas. Bajo la improbable suposición de que el conflicto no escalaría
militarmente, Argentina adoptó una actitud estratégica defensiva y de cautela. Lo
cual implicó demoras irrecuperables para llevar adelante tareas del nivel
operacional que hubieran hecho una diferencia. Como ser el minado defensivo de
las aguas de Malvinas y la ampliación de la pista de aterrizaje en Puerto Argentino.
Sorprendido y desafiado, el Reino Unido optó por una actitud estratégica ofensiva
aceptando, en forma más o menos explícita, un riesgo alto. Estas actitudes
antagónicas fueron el encuadre estratégico de las dos maniobras y la consecuencia
más significativa, a partir del 2 de abril, fue que Argentina le cedió la iniciativa,
política y operacional, al Reino Unido. No necesariamente la iniciativa táctica.
Hacia los primeros días de abril de 1982 Lombardo había anticipado, con
acierto, la maniobra del Reino Unido. También visualizó en forma clara la
importancia vital de obtener un grado adecuado de control del mar y del aire para
dar una batalla centrada en una isla. Esas dos premisas que describían parte del
problema correctamente no se trasladaron a la respuesta operacional. Hemos
hablado de la ausencia de unidad de comando como una causa determinante para
que esto suceda; creo que también debemos agregar la elevada valoración del
riesgo en el nivel estratégico que afectó todas las decisiones.
Parte 3. La batalla.
Cierro estas líneas casi el mismo día que me presenté a bordo del Destructor
ARA Bouchard, hacia inicios de 1982. Era mi primer destino en la Armada tras
graduarme en la Escuela Naval y nada me permitía imaginar que apenas unos
meses después estaríamos rescatando del mar a los sobrevivientes del Crucero
Belgrano. La historia de los libros nos recuerda que así de inesperada suele ser la
verdadera historia. Tengo eso en mente para compartir una última reflexión con
quienes son los verdaderos destinatarios de este trabajo: los líderes militares
jóvenes de la Armada Argentina; aquellos que hoy cubren los puestos de combate
de las unidades y que mañana conducirán la maniobra. Al fin y al cabo, Clausewitz
tenía su edad cuando comenzó a escribir su obra.
Bibliografía
23. Harper, Steven, Submarine Operations during the Falklands (Malvinas) War,
Naval War College, Rhode Island, 1994.
24. Smith, Gordon, Battle Atlas of the Falklands (Malvinas) War 1982 by sea,
air and land, www.naval-history.net, 2006. El nombre de las islas entre
paréntesis es del autor.
25. Naval War College, Sound Military Decision, Naval Institute Press,
Annapolis, 1936. Versión digital de 2009, Project Gutenberg,
http://www.pgdp.net.
26. Ministry of Defence, Battlespace Management, JDP 3-70, Shrivenham,
undated. Nimitz, Chester, Thesis on tactics, Naval War College, Newport,
1923.