Decretos Efectos para Indígenas y Población Pobre.

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE EL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


ESCUELA DE ANTROPOLOGÍA
REALIDAD NACIONAL

SECCIÓN:
#16
DOCENTE:

LCDA. GEORGINA ORDOÑEZ

NÚMERO DE GRUPO:

#9

INTEGRANTES:

Kelvin Assael Salinas Coreas 20-3361-2024

Adriana Larissa Ramírez Cuchilla 61-1168-2021

Jackeline Michelle Rivas Deleón 13-2986-2024

Jefferson Alexander Reyes Domínguez 34-2013-2024

Jonathan Alexander Rivas Escobar 13-3356-2024

Verdi Samael Romero Duran 12-0618-2024

Ricardo Edilberto Rivas Rivera 11-1674-2023

Nancy Yamileth Rodríguez Rodríguez 32-2965-2024

Elizabeth Reyes Sorto 31-2355-2024

Diego Amilcar Pérez Vásquez 11-2877-2024

ACTIVIDAD:

1881- 1882 – Ley de extinción de ejidos y tierras comunales El Salvador. Decretos,


efectos para los indígenas y población pobre. Presidente Rafael Zaldívar. Decreto
Legislativo del 2 de marzo de 1882 y otros.
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INTRODUCCION:
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Pueblos indígenas en el salvador.

A la llegada de los españoles al territorio que hoy se conoce como El Salvador, este

estaba habitado predominantemente por grupos de habla Náhuat conocidos como Pipiles,

sin embargo, durante la época prehispánica fue sucesivamente habitado por los pueblos

xincas, mayas, lencas y mangues. Los pipiles, estaban conformados por cuatro ramas:

Cuscatlecos, Izalcos, Mazahuas y Nonualcos. Se organizaban en cacicazgos o señoríos.

El de Izalco y el de Cuscatlán eran los más importantes.

Los pueblos nahua- pipiles: Que habitaban en El Salvador eran parte de la diáspora de los

pueblos nahuas que migraron del norte y centro de México. Con base en las

investigaciones del geógrafo Jorge A. Vivó Escoto, plasmadas en su libro “El poblamiento

Náhuat en el Salvador y otros países de Centroamérica”, se describe el asentamiento de

los pueblos Náhuat procedentes de México.

Las lencas: específicamente los de la rama potón, fueron un pueblo indígena que ocupó

parte del territorio de la zona oriental de El Salvador, su jurisdicción se extendía por los

departamentos de San Miguel, Usulután y la Unión. Un vestigio de ello es el sitio

arqueológico de Quelepa, en San Miguel.

Los Cacaoperas o kakawiras: Los kakawira, como también se llama a los cacaopera,

representaban una isla etnolingüística en el medio de la cultura Lenca, tal como detalla

Carlos Martínez en su trabajo “Conflicto por la identidad: nuevas y viejas identidades entre

las indígenas cacaoperas”.

Causas del desalojamiento de los pueblos indígenas.

Producto de la violencia y el despojo que caracterizo la conquista y posterior colonización,

las comunidades indígenas fueron diezmadas. Enfermedades como la malaria, viruela,


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sarampión, fiebre amarilla y tuberculosis la redujeron hasta en un 80% en algunas

regiones. La población de las zonas costeras desapareció casi por completo.

Las comunidades que sobrevivieron se concentraron en los territorios que ahora son los

departamentos de Ahuachapán, Sonsonate, La Libertad, San Salvador, La Paz y

Morazán. Estos se vieron forzados a incorporarse al sistema de producción colonial, cuyo

eje fueron las haciendas y la encomienda el mecanismo de dominación y explotación

utilizado. El cacao y el bálsamo, cultivos importantes para la economía de la colonia,

permitió a los Izalcos conservar cierto grado de autonomía, puesto que ellos los producían

y las encomiendas no cubrían su zona de explotación. Esto permitió que al menos entre

ellos permanecieran en cierta medida sus estructuras sociales y políticas ancestrales.

La forma tradicional de tenencia de la tierra y una actitud de resistencia a las políticas del

gobierno nacional. El fenómeno denominado “proletarización de los indígenas” fue

resultado de la producción del cultivo del añil como base de la economía salvadoreña. En

el transcurso del siglo XIX grandes masas poblacionales fueron incorporados al cultivo del

“jiquilite”. Este se cultivaba sobre todo en el norte y centro del país y al oriente del rio

Lempa. La consecuencia de ellos fue la reducción de las tierras ejidales en manos de las

comunidades indígenas. Sin embargo, muchas comunidades se aislaron de la economía

del añil, conservando de esta manera parte de su cultura e identidad, aunque conllevo a

una mayor marginación y empobrecimiento. En 1850 la invención de los colorantes

sintéticos en Alemania trajo consigo el abandono del añil como base de la economía

salvadoreña, este fue sustituido por el café, cultivo en expansión en toda Centroamérica y

con altos precios en los mercados internacionales. Para forzar a la población a trabajar en

el cultivo del café, los gobiernos de turno emitieron una serie de leyes que extinguieron las

tierras ejidales, pasando estas a manos privadas.


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Algunos representantes de los movimientos campesinos.

Anastasio Aquino: Tan apegado estaba Aquino al pasado que cuando tomó la ciudad de

San Vicente, se hizo coronar “Rey de los nonualcos” para lo cual usó la corona de uno de

los santos de la iglesia del Pilar. Este acto ha sido visto más bien como un hecho curioso,

pero es muy significativo. ¿Qué tan revolucionario podía ser un movimiento cuyo líder se

corona Rey? Roque Dalton parafraseando a otro autor señala que con esa acción Aquino

"se consagra como líder, como precursor de los que muchos años después señalarían la

religión como un opio que adormece los instintos de la libertad del hombre. (Bernal, 2008)

Petrolino Castro: la rebelión indígena de noviembre de 1846 en Santiago Nonualco, la

cual fue liderada por Petronilo Castro, personaje que tuvo mucho protagonismo en la vida

local en la década de 1840. Al estudiar este levantamiento indígena, interesa establecer el

desarrollo del movimiento, cuáles fueron sus causas, las alianzas que los indios pudieron

formar con otros sectores sociales y el papel que pudo haber jugado la iglesia.

(Alvarenga, 1996)

En el año de 1840 en El Salvador comienza una nueva etapa, dado la caída a nivel

mundial que tuvo el añil se tenía que buscar un nuevo producto que sustituyera a lo que

en esa época era la base de la economía nacional, es así, que se comienza a emerger en

el cultivo del café volviéndose desde ese instante en la nueva base económica del país,

esto lo que trajo como consecuencia fue la agilización de concentración de tierras en

grupos cada vez más reducidos. La mayor parte del territorio nacional constituían tierras

ejidales y comunales, los grandes agricultores veían como un gran desperdicio, esa vasta

cantidad de tierras, ya que a causa de la baja condición económica de los campesinos

que cultivaban dichas tierras no poseían la maquinaria sofisticada o medios técnicos

suficientes para generar bastos cultivos de café a comparación de las producciones


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generadas por los terratenientes de la época. Esas razones fueron las que llevaron al

estado a ver a las Tierras Comunales y Tierras Ejidales como Instituciones que estaban

entorpeciendo el desarrollo económico que en esa época se estaba dando en el país, lo

cual conllevo a que el estado decretara leyes las cuales iban encaminándose poco a poco

a la expropiación de dichas tierras, una de las primeras podemos mencionar la Ley sobre

la Vagancia, donde la justificación que daba dicha ley era: “La agricultura necesita brazos

y no encuentra, o tienen los agricultores que pagar jornales tan crecidos que absorben en

gran parte sus ganancias”. Pero no es hasta el 15 de febrero de 1881 que se decreta la

Ley de Extinción con de Tierras Comunales. Esta ley constituye el primer ataque legal y

frontal de las clases dominantes contra los campesinos e indígenas del país. Las razones

que arguye el considerando de esta ley es que la naturaleza de posesión comunitaria

(indivisión) de las tierras obstaculiza el desarrollo de la agricultura; no permite que circule

la riqueza, debilita los lazos de familia y la independencia del individuo y que por lo tanto

es un sistema de tenencia de la tierra contrario a los fines de la República

Ley de extinción de ejidos y tierras comunales El Salvador: Decretos efectos para

indígenas y población pobre.

El Presidente de la República de El Salvador, a sus habitantes, Sabed: que el Poder

Legislativo ha decretado lo siguiente:

La Cámara de Diputados de la República de El Salvador, CONSIDERANDO:

I. Que la industria agrícola es el manantial más fecundo de vida y prosperidad que

posee la nación, por lo que el legislador está en el imperioso deber de remover todos los

obstáculos que se opongan a su desarrollo;

II. Que uno de esos principales obstáculos es el sistema ejidal, por cuanto anula los

beneficios de la propiedad en la mayor y más importante parte de los terrenos de la


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República, que se hallan destinados del todo, por lo precario del derecho de sus

poseedores, manteniendo a estos en el aislamiento y apatía e insensibles de mejora;

III. Que las disposiciones emitidas para extinguir el sistema ejidal por medios

indirectos no han producido todos los efectos que tuvo en mira el legislador, y que por lo

general, los productos del canon no constituyen para las municipalidades una renta

segura, porque la sistemada resistencia de los vecinos al pago de dicho impuesto y la

poca energía de las autoridades para exigirlo, lo hacen ineficaz;

IV. Que aunque el dominio directo de dichos terrenos corresponde a la nación por las

leyes preexistentes, no es justo privar de su uso y goce a las municipalidades, una previa

indemnización;

DECRETA:

Art. 1°: Queda extinguida en El Salvador la institución de ejidos.

Art. 2°: Todos los actuales poseedores de terrenos ejidales serán tenidos como dueños

exclusivos y legítimos propietarios de los terrenos que poseen, mediante el cumplimiento

de la presente ley.

Art. 3°: Para la adquisición de dichos terrenos los poseedores actuales deberán pagar a la

Municipalidad, a título de indemnización, el valor de seis anualidades del canon que

tuviese señalado, pudiendo, si lo solicitare, disfrutar de un plazo que no excederá de

cuatro años, pagando anualmente el interés legal de nueve por ciento. Los poseedores

que no reconocen actualmente ningún canon seguirán disfrutando de sus terrenos en

propiedad absoluta, sin remuneración alguna; y de la misma manera se consolidará el

usufructo con la propiedad, en las tierras ejidales ocupadas por el Estado en algún

establecimiento público. El valor de las indemnizaciones correspondientes a terrenos que


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se disputen entre pueblos colindantes ingresará en calidad de depósito a la Tesorería

General, mientras se resuelve la cuestión, para entregarlo a la municipalidad victoriosa:

los terrenos cuyo dominio fuere disputado entre municipios y particulares se omitirá el

traspaso o venta de ellos, hasta que fenecido el litigio se averigüe si pertenece a aquellos.

Art. 4°: Las denuncias sobre pérdida del dominio útil de terrenos ejidales que estuvieren

pendientes, continuarán su curso conforme a las leyes, hasta obtener la correspondiente

ejecutoria, la cual conferirá al victorioso la propiedad plena del terreno ejidal cuestionado.

Art. 5°: Los Alcaldes procederán inmediatamente a extender el título de propiedad a todos

los actuales poseedores de terrenos ejidales que lo soliciten, en el papel sellado

correspondiente, cobrando a beneficio de los fondos municipales un medio por ciento del

valor de la indemnización, o del justiprecio que por peritos nombrados por el Alcalde e

interesados, se dé al terreno, cuando se adquiera sin la expresada indemnización. En

dichos títulos se hará constar el nombre y apellido del poseedor, la capacidad aproximada

del terreno, los límites o mojones que tuviere designados, para evitar toda equivocación.

Los títulos serán firmados por el Alcalde y Secretario, y si o supiese el primero, lo hará

otro a su ruego, cuidando de poner en letras las fechas, y salvando lo enmendado o

testado, pena de nulidad.

Art. 6°: Los terrenos ejidales en que existan montes que protejan las aguas de uso

público, no podrán concederse a ningún particular; y las autoridades de los pueblos

velarán por la conservación de dichos montes, haciendo efectivas las leyes penales sobre

la materia.

Art. 7 °: Las municipalidades formarán un protocolo, en papel de sétima clase, de todos

los títulos que vayan extendiendo; de los cuales darán copia o testimonio en el papel que

corresponda, a solicitud de los interesados, quienes pagarán cuatro reales divisibles entre
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Alcalde y Secretario. Llevarán también las municipalidades un libro especial en que

anotarán por partidas separadas, la fecha en que se extienda cada título, la capacidad del

terreno por manzanas o aproximada, el nombre del comprador y las anualidades que vaya

pagando: este libro se llevará en papel común y tendrá por comprobante el mismo

protocolo, y las partidas que en él se asientes, serán firmadas en la forma prescrita en el

Artículo 5°.

Art. 8°: Las municipalidades, dentro de seis meses a más tardar, remitirán a la

gobernación respectiva, una constancia de los terrenos que no hayan repartido, en la que

se expresará clara y circunstancialmente la calidad, posición y área del terreno; y los

gobernadores, al recibir esta constancia, mandarán vender en pública almoneda dichos

terrenos, remitiendo al periódico oficial, para su publicación, el correspondiente aviso; y a

las doce del día décimo quinto posterior de la publicación, el correspondiente aviso, se

efectuará la subasta, rematando los terrenos en el mejor postor.

Art. 9°: Si dentro de seis meses de la publicación de esta ley, no hubiesen concurrido los

poseedores a sacar el título de sus terrenos, perderán sus derechos de posesión, y se

precederán a la venta como se dispone en el artículo anterior, indemnizando las mejoras

útiles a su dueño.

Art. 10°: Los terrenos que no hayan sido enajenados por las municipalidades, conforme

los dos artículos anteriores, un año después de la publicación de este decreto, volverán

por el mismo hecho al dominio de la Nación.

Art. 11°: Esta ley no perjudica los derechos que por leyes anteriores hayan adquirido los

poseedores de terrenos ejidales, para obtener gratis la propiedad de los que tengan

cultivados con plantas de valiosa producción y larga vida.


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Art. 12°: Se faculta al Poder Ejecutivo para resolver, según el espíritu de la presente ley,

todas las dudas y dificultades que pueda orecer su aplicación.

Dado en el Palacio Nacional: San Salvador, Marzo dos de mil ochocientos ochenta y dos.

Explicación de la ley.

Fue una ley por medio de la cual el estado le arrebato las tierras y ejidos a los pueblos

indígenas con la excusa que las tierras estaban en el abandono o sus propietarios se

negaban a pagar el debido impuesto que estas generaban, también el estado justificaba

que las municipalidades estaban el derecho de ocupar esas estas tierras para actividades

de la comuna; cuando la ley entro en vigor, las personas que eran dueñas de parcelas y

ejidos tenían que pagar a la municipalidad el valor de seis anualidades en un lapso de

cuatro años más el nueve por ciento de interés cuando ellas terminaban de pagar dichas

anualidades la municipalidad les entregaba un título de propiedad para hacer constar ante

esta misma, el estado y la ley que eran dueños legitimas de dicha parcela o ejido, sin

nadie que interviniera en su camino ya que era algo legal que ellos mimos habían creado.

El título de la propiedad debía de contener un sello de la municipalidad, un acta elaborada

por el alcalde o por peritos nombrados y autorizados por el alcalde donde hiciera constar

los nombres y los apellidos de la persona propietaria de la parcela o ejido así mismo su

fecha de nacimiento, lugar de origen, domicilio, delimitación del terreno y fecha en que se

realizó la venta; todo esto para evitar confusiones y equivocaciones, una vez teniendo

estos datos, el alcalde y sus secretarios procedían a firmar el documento. Algunos

terrenos tenían restricción de venta por que la municipalidad los catalogaba como zona

verde si el terreno contenía agua de uso público, cabe recalcar que el título de la

propiedad se extendía desde la primera cuota que el individuo pagaba, si el individuo por

alguna razón dejaba de pagar la cuota exigida la municipalidad le cancelaba el título de


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propiedad; por otra parte los propietarios de los terrenos tenían un periodo de seis meses

desde el día que entró en vigor la ley para obtener el título de propiedad que los hacia ver

como propietarios único antes el estado de su terreno o ejido, si no cumplían con esta

obligación el terreno inmediatamente después de los seis meses pasaba a ser propiedad

del estado.

Aquellas personas que no podían realizar este proceso por problemas económicos o

porque no hicieron caso a la ley, el estado les arrebata sus terrenos por que incumplían

esta misma, y así poco a poco el estado le fue quitando sus pertenencias a los pueblos

indígenas, muchos de ellos no estuvieron de acuerdo con la ley presentada y puesta en

vigor por el estado, por lo que tomaron sus propias decisiones de levantarse y

pronunciarse en contra de este, porque era algo injusto hacia el pueblo indígena que le

quitaran sus pertenencias sin un motivo justificado, por ello tuvieron una rebelión en

contra del estado la cual fue sangrienta y con mucha violencia por ambos bandos.

La persona que dio la iniciativa esta ley fue Teodoro Moreno quien fue cafetalero y

funcionario público, el propósito y objetivo de esta ley era quitarles las tierras a los

pueblos indígenas por medio de una fuente legal sin tener que pagar por ellas, y así

aumentar el cultivo de café y la producción cafetalera a nivel nacional ya que el café era lo

más vendido y bien pagado en el extranjero.

¿Bajo el mandato de que presidente se aprobó la ley?

Rafael Zaldívar (ex presidente de El Salvador)

Nació en el año de 1834 y falleció en el año de 1903 en París, qué médico y político. Pero

el cargo más importante fue ejercer la presidencia de El Salvador en el período que

comprende de (1876-1885). Durante su período promulgo leyes de extinción de tierras


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comunales y ejidales, las cuáles implicaron. Las expropiaciones de estas. Lo cual causo

un cambio totalmente brusco en la tenencia de tierra.

En el siglo XIX el café sustituyo al añil, como base en la economía nacional. Siendo así

surge la idea de crear dichas leyes que anularon el sistema de tierras comunales y

ejidales prevalente desde la época de la colonia. Esto produjo que ciertas familias se

adueñarán de grandes extensiones de tierras.

Siendo así que El Salvador pasará a la vida independiente como país con las leyes de

tenencia y ocupación de la tierra. Heredadas desde el tiempo de la colonia que buscaban

conciliar, los intereses de hacendados, grandes productores, campesinos, indígenas y

ladinos. Es por eso por lo que en la colonia cada pueblo denominado oficialmente

indígena o ladino, recibían alrededor de 40 caballerías de terreno en forma de ejidos,

después de la independencia el gobierno salvadoreño siguió protegiendo el derecho de

los pueblos de poseer dichas tierras y eventualmente les garantizó el control de sus

propias parcelas llamadas legalmente comunidades, teniendo así personería jurídica.

Sin embargo, en el año de 1881 y 1882 con la alta producción de café era necesario para

los grandes productores tener mayores cantidades de tierra para producir. Es así como se

crea la ley de extinción de comunidades y la ley de extinción de los ejidos. Argumentando

que la división de terrenos poseídos por estas impedía el desarrollo de la agricultura,

entorpecía la circulación de la riqueza y debilitaba los lazos de la familia. La

independencia del individuo y que tales cosas debían de parar, así fue como las grandes

parcelas pasan a pequeñas familias.

Desgraciadamente la población indígena de El Salvador ha sido históricamente

condenada a vivir una situación de pobreza y falta de apoyo integral por parte del Estado,

luego de que estos les arrebataran sus tierras que era sus principales medios de sustento
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y esto provoco la extinción de ellas y la distribución desigual de las riquezas que estas

generaban. Nicolas Sánchez era representante de los pueblos indígenas y miembro del

Comité Indígena para la defensa de los Bienes Naturales de Nahuizalco, cuando se le

pregunto sobre las situaciones socioeconómicas de las familias indígenas dijo lo

siguiente:

“Tenemos necesidades materiales y se evidencian en cómo viven las familias en las

comunidades rurales. En el plano material ya no deberían de existir familias que vivan

estas condiciones de pobreza, porque se supone que hay riqueza, pero la riqueza está

concentrada en pocas manos desde que nos despojaron de la Madre Tierra”, no hay

datos específicos que reflejen la realidad y calidad de vida de los pueblos indígenas en El

Salvador, pero hay registros que muestra la realidad a la que apuntaba Nicolas. Uno de

ellos es el Diagnostico de la Asociación Coordinadora de Comunidades Indígenas de El

Salvador (ACCIES), que fue realizado en 2007 siendo fundada en la ciudad de

Sonsonate, departamento de Sonsonate en 1990 y se legalizo en 1995 y es una

asociación con una entidad cultural, gremial, política sin fines de lucro, ni religiosa con el

objetivo de luchar por el respeto y promover los derechos de los Pueblos Indígenas. Este

informe tiene los datos de la población total de Sonsonate donde están en su mayoría los

representantes de la población indígena del país; según la informe muestra que, el 38.3 %

de la población se encontraba en una situación de extrema pobreza, el 61.1 % en la línea

de pobreza y sólo el 0.6 % tenía cubiertas las condiciones básicas de vida. Este

diagnóstico identifico y dio por hecho que el origen de la situación de pobreza y pérdida

de identidad cultural de dichos pueblos expropiación de tierras desde los años de 1882 y

1883, en el etnocidio de 1932, los 12 años de conflicto armado que iniciaron en la década

de 1980 y las migraciones indígenas a otros países de la región.


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Los representantes de los Pueblos Indígenas agregaron que los Decretos Legislativos del

15 de febrero de 1881 y del 2 de marzo de 1882, que no solo provoco el despojo de sus

tierras sino que también cambio de manera abrupta las condiciones de vida de cada uno

de estos pueblos y que se mantiene hasta la actualidad, Estos decretos dieron vida a la

expropiación de las tierras mediante la Ley de Extinción de tierras Comunales en 1881 y

en 1882 la Ley de Extinción de Ejidos que provocaron la expropiación de las tierras

comunitarias que poseían las poblaciones indígenas.

La actual situación de tenencia de la tierra es un producto histórico, que se inicia en

los tiempos de usurpación de las tierras indígenas y leyes de extinción de tierras

comunales, cuya nueva conformación significa la apropiación y redistribución de las

tierras en un tejido social que comienza a marcar las diferencias entre los sectores

que detentan el poder y aquellos destinados a realizar la mano de obra.

la evolución del capitalismo, en esta primera etapa en El Salvador, condujo a la

descomposición parcial de las clases sociales tradicionales que existían bajo el dominio

colonial.

Este proceso inicial del desarrollo del capitalismo en El Salvador fue, sobre todo,

desastroso para los indígenas, para éstos significó el despojo inicial de tierras comunales,

al mismo tiempo que la desintegración de su organización social y su cultura.

Esta primera etapa de desarrollo se vio afecta ya que el añil fue en Europa por los

colorantes elaborados químicamente, mientras tanto los terrateniente encontraron como

sustituir el añil con el nuevo producto el café cuyo cultivo y exportación dio inicio a la

segunda etapa del capitalismo arrancando a mediados del siglo XIX y termina en la

década de los cincuenta en el presente ciclo esta fue inducida por el desde el exterior

originado por la expansión del capitalismo europeo n casi todos los países que hoy
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integran el istmo centroamericano se registraron, en la segunda mitad del siglo XIX,

fenómenos relacionados con la tenencia de la tierra, las relaciones de producción y el

desarrollo de la sociedad agraria, pero estos fenómenos adquirieron una significación muy

especial en Guatemala y El Salvador, Durante la llamada ‘‘Revolución liberal”,

encabezada por Justo Rufino Barrios en Guatemala, en la segunda mitad del siglo XIX se

redujo la propiedad indígena guatemalteca, convirtiendo dichas comunidades en fincas

cafetaleras. Medidas similares fueron tomadas en El Salvador, en donde para legitimarlas

se decretaron leyes tales como la de Extinción de Comunidades Indígenas (1881), la de

Extinción de Ejidos (1882) y la de Titulación de Terrenos Rústicos (1897).

en 1860 El Poder Liberal dicta la primera Ley de Extinción de tejidos y se inicia la división

de la gran propiedad rural:

b) en 1864-18804 se inicia el verdadero despliegue de la producción cafetalera

c) en I879' comienza la extinción de ejidos y tierras comunales que representaban el 25%

de la superficie total del país

d) en l896" un decreto aclara que muchos terrenos antes ejidales o comunales se

convierten en predios baldíos. En lo financiero el grupo cafetalero hizo imposible la

penetración de capital extranjero a través del peso de los intereses nacionales. es decir.

que Los intereses cobrados a los inversionistas extranjeros, superaban sus ganancias.

por tanto, se restringía las posibilidades de nuevas y mejores inversiones de capital

extranjero.

e) Finalmente, en 18977, la Ley de Titulación de Terrenos Rústicos que contribuyó a

asegurar la naciente burguesía y estructura rural del país. De esta manera la Hacienda se

convierte en la unidad económica predominante del país.


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Para abrir paso al cultivo del café fue necesario liquidar las formas no privadas de

propiedad de la tierra, legadas por las épocas prehispánica y colonial: la propiedad

comunal indígena y el ejido, ambas todavía muy extendidas entre los años 1850 y 1880

El acceso a la tierra estaba regulado de la siguiente manera:

Las haciendas: que podía haber sido herradas.

Los ejidos: tierras entregadas a los pueblos para sus cultivos.

Las tierras comunales dada a lo pueblos indios.

Las Relengas grandes extensiones de tierras sin dueño. Luego de independencia pasaron

hacer predios baldíos.

En ese entonces se hacían trueques o intercambios por los productos de añil.


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NOMBRE CONCLUSION
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BIBLIOGRAFIA:

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