Semiología Psiquiatría
Semiología Psiquiatría
Semiología Psiquiatría
- Introducción
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Como todo síntoma, el psiquiátrico es la expresión de una alteración y sirve de
signo indicativo de ella.
Los diferentes procesos muestran las alteraciones de su actividad y de ahí los
variados síntomas que constituyen la psicopatología.
El síntoma solo puede valorarse en conjunto e interrelacionarse con otros en el
síndrome; el síndrome es una estructura, un sistema de orden superior.
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II.- Desarrollo;
Nivel de conciencia.
Lo que nos interesa en estos momentos, desde el punto de vista semiológico, es
reconocer los diferentes niveles de conciencia que un paciente puede tener.
Señalemos, en primer término, el nivel de obnubilación. En estos pacientes lo
que existe fundamentalmente es una dificultad para captar los estímulos
sensoperceptuales de intensidad media.
En segundo término, el nivel de delirium. Cuando un paciente esta en este nivel
de conciencia, lo que lo caracteriza son la vivas alteraciones sonsoperceptuales,
predominando las alucinaciones visuales, táctiles y auditivas. En relación con las
mismas se afecta la afectividad y la actividad del paciente.
Nivel confusional. Aquí vamos a tener también alteraciones sensoperceptuales:
alucinaciones e ilusiones, con desorientación e incoherencia psíquica y motora.
Nivel oniroide. Se caracteriza por las alucinaciones visuales de carácter
escénico.
Nivel crepuscular. Lo caracteriza el comienzo y final súbitos, la existencia de
trastornos perceptuales, desorientación y memoria así como de la conducta que
pueden ser desordenadas y violentas u ordenadas y pasivas.
Durante los ataques epilépticos existe una pérdida total de conciencia
súbitamente instalada seguida de convulsiones tónico- clónicas, la mayor parte de
la veces.
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Nivel comatoso. El enfermo comatoso carece de toda actividad consciente. Su
vida se reduce a una vida vegetativa.
Desde el punto de vista semiológico no concebimos un trastorno
psiquiátrico sin afectación de conciencia, por lo que además de las
alteraciones del nivel de conciencia tenemos las alteraciones psicológicas
de la conciencia que son:
Conciencia hipofrénica. Cuando el paciente presenta una disminución de las
funciones intelectuales superiores. Se observa en los estados deficitarios como en
los pacientes con Retraso Mental o en las Demencias de diferente tipo.
Conciencia hipobúlica. Cuando el paciente tiene una disminución del tono
afectivo y por consiguiente se afectan las demás funciones psíquicas. Se observa
en los cuadros depresivos de diferentes niveles.
Conciencia hiperfrénica. Cuando existe un aumento del tono afectivo y
secundariamente se afectan las demás funciones psíquicas. Se observa en los
estados maniacos, y en la Parafrenia Expansiva.
Distorsión lucida de la realidad objetiva. En esta alteración se agrupan los
trastornos donde disminuye la posibilidad para captar la realidad que nos circunda
por severos trastornos sensoperceptuales como son las ilusiones y las
alucinaciones y trastornos del pensamiento. Se observa en los pacientes con
cuadros delirantes agudos como las Psicosis Reactivas, y Crónicas como las
Esquizofrenia.
Estrechamiento de conciencia. El paciente con este trastorno no puede captar
bien la realidad externa, por reducción del campo de la conciencia, de tal forma
que generalmente los estímulos que le resultan traumáticos o dolorosos no los
percibe y los demás si. Se observa en las Neurosis histéricas. (También se puede
observar en las Demencias Vasculares, incipientes).
Cuadro Nivel de conciencia
Semiología Sindromología
Aspecto Aspecto Semiogénesis Semiotecnia Síndromes
Psicológico Psicopatológico
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10C.Hiperfrénic.
11Distorción L.
12Estrech de C.
Atención:
La atención está dada por una focalización de la conciencia. Se trata de una
orientación selectiva de la percepción.
El grado de receptibilidad para la mayoría de los estímulos que
circunstancialmente actúan sobre el sujeto se expresa por medio de la atención
pasiva, que permite la llamada reacción de orientación o expectativa ante un gran
número de acontecimientos del medio. En cambio, la atención activa se manifiesta
por la receptividad para un grupo determinado de estímulos.
1-Hipervigilancia
Se denomina hipervigilancia la atención pasiva exagerada que hace que el
paciente capte todos los estímulos que se producen a su alrededor, pero sin llegar
a fijar la atención activa en ninguno de ellos, o al menos fijándola solo durante un
periodo de tiempo muy breve. Estos pacientes captan acontecimientos
ambientales insignificantes y habituales que pasan inadvertidos para las personas
sanas. Esta captación constante de estímulos le impide al paciente centrar su
atención sobre algunos de ellos y de aquí que se presente en él, como fenómeno
secundario, la distractibilidad disminución de la atención activa. La
hipervigilancia es uno de los síntomas principales del síndrome maniaco,
pero forma parte también de muchos otros, tales como el delirio agudo, la
excitación catatónica, el oligofrénico, y el delirante paranoide.
2-Distractibilidad
Se da este nombre a la debilidad o disminución de atención activa, lo que se
manifiesta en que el paciente al poco tiempo de de mantenerse atento a la
observación de un fenómeno o desarrollo de un pensamiento “se distrae” y su
atención “vaga” por acontecimientos actuales insignificantes o recuerdos sin
importancia.
Algunos de estos pacientes se quejan ellos mismos de que no pueden fijar su
atención en lo que necesitan fijarla; en otros casos, cuando el enfermo no tiene
conciencia de ello, se observa que no puede realizar tareas sencillas, pero que
exigen un mantenimiento prolongado de la atención sobre un mismo fenómeno. A
estos pacientes “se les desvía el pensamiento, se les va el pensamiento al cielo,
se olvidan de lo que estaba haciendo”, cuando están realizando alguna tarea.
La distractibilidad es síntoma casi constante del síndrome asténico y el
demencial.
3-Hiperconcentración.
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La hiperconcentración es la fijación exagerada de la atención activa sobre un
fenómeno o pensamiento con marcada debilitación de la atención pasiva; por tal
motivo, la mayoría de estos pacientes son calificados de “distraídos”, ya que la
concentración de su atención en algo hace que todo lo demás que sucede a su
alrededor les pase inadvertido.
La hiperconcentración de la atención se presenta como síntoma importante
en numerosos síndromes, tales como en el hipondríaco y en el paranoico.
Cuadro Atención
Semiología Sindromología
Aspecto Aspecto Semiogénesis Semiotecnia Síndromes
Psicológico Psicopatológico
Atención 1- Hipervigilancia Trastornos del a) Prueba de Cerebral agudo
pasiva. Mecanismo de la palmada. Cerebral crónico
Atención 2- Distractibilidad la conciencia. b) Contar Oligofrénico
activa. dígitos. Esquizofrénico.
a)Corteza 3-Hiperconcentración c) Señalar
b)Sistema objetos.
reticular 4-Aprosexia d) Leer
Conexiones párrafos.
retículo- 5- Hipoprosexia
corticales.
6- Hiperprosexia
Trastornos de la memoria.
Todo objeto o fenómeno que actúa sobre el sistema nervioso, produce un cambio
variable en su estructura funcional.
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El fenómeno mnésico tiene dos fases fundamentales: la de fijación y la de
reactivación o reproducción bajo la influencia del mismo estímulo o por la
intervención de otro agente relacionado con él. La primera fase es lo que en
neurofisiología se denomina formación del reflejo condicionado y en psicología
proceso de fijación de la memoria. La coincidencia temporal de una nuevo
estímulo con otro forma una nueva conexión entre ambos focos de excitación que
es expresión de la relación existente entre dos objetos o fenómenos. Esta
estructura funcional, nuevamente creada, permite que el segundo estímulo al
actuar aislado, ulteriormente, produzca la reacción del primero, o sea, la evoca
ción de la imagen mnésica o la llamada psicológicamente reproducción
de la memoria
.
Trastornos cuantitativos.
Hipomnesia. Es la debilitación o disminución de la memoria. Esto trastorno afecta
ambas fases del proceso mnésico, la fijación de las vivencias y la evocación de los
recuerdos, pero siempre hay predominio del trastornos de una o otra fase.
En la hipomnesia de fijación se dificulta y disminuye la posibilidad de fijar las
vivencias actuales en la memoria; esto se manifiesta en que, al poco tiempo de
haber tenido las vivencias (minutos u horas), el paciente ya no puede recordar lo
que había presenciado, percibido o realizado.
Como la fijación en la memoria esta condicionada en alto grado por el estado de
claridad de la conciencia, por el grado de atención o vigilancia y por la relación
que existe entre el objeto y el fenómeno causante de la imagen psíquica y las
necesidades del sujeto, es natural que la hipomnesia de fijación puede ser una
manifestación secundaria de ciertos estados en que existe alteraciones primaria
de estos fenómenos psíquicos. Así, en los estados de obnubilación o
estrechamiento de la conciencia, en los de hipovigilancia, en los
ensimismamientos, se observa una hipomnesia de fijación secundaria debida
a que el estímulo no ha producido una imagen lo suficientemente clara y detallada
y por ello no se puede fijar en la memoria.
Sin embargo, en la clínica se observan enfermos que sin tener marcados
trastornos de conciencia, de la atención y de la esfera afectiva, no pueden fijar en
la memoria sus vivencias actuales. Este trastorno se observa en su forma más
clara y manifiesta en el subsíndrome amnésico y en forma más incompleta
se manifiesta en el subsíndrome demencial.
Se denomina hipomnesia de reproducción aquella en que, existiendo una
disminución no muy marcada de la memoria de fijación, se presenta una gran
dificultad pera evocar las vivencias fijadas anteriormente y que habían sido
recordadas numerosas veces en el pasado. Estos pacientes olvidan
conocimientos que durante años han estado utilizando y aplicando en sus labores
cotidianas, los nombres de las personas y objetos bien conocidos, etcétera.
La hipomnesia de reproducción tiene la particularidad regular de que la pérdida de
los recuerdos sigue un curso característico; se olvidan primeramente las vivencias
que habían tenido lugar últimamente, o en otras palabras, desaparecen primero
las imágenes mnésicas más recientes, después se van olvidando las vivencias
que habían tenido lugar hace más tiempo, o sea, desaparecen las imágenes
mnésicas más antiguas.
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Por eso observamos que los pacientes con hipomnesia de reproducción no
recuerdan lo que les ha sucedido en los últimos meses de vida, pero nos refieren
con toda clase de detalles los acontecimientos que tuvieron lugar durante su ya
lejana juventud.
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tiempo. Además es frecuente que estos sucesos se olviden de nuevo al
desaparecer la enfermedad o cambiar su estado.
Este síntoma se observa en síndromes con alteración de conciencia, en
síndromes paranoides y en los afectivos.
En ciertos enfermos con trastornos de la inteligencia (Oligofrenias y Demencias
juveniles) se observa algunas veces una hipermnesia que pudiera llamarse de
fijación mecánica. Estos pacientes pueden fijar en la memoria gran cantidad de
datos (cifras, series de palabras, fechas, series de notas musicales, dibujos
detallados, etc.) y recordarlos posteriormente bajo la influencia de un pequeño
estimulo adecuado. Este recuerdo se produce siempre idéntico al de la percepción
que lo produjo, pero el paciente no puede utilizar estos datos para sus
operaciones racionales, combinándolos con otros recuerdos y las percepciones
actuales.
Trastornos cualitativos
Funciones de Relación.
La relación sujeto medio es importante para determinar las características de la
personalidad y el escenario donde estas se manifiestan. La exploración de esta
función aporta valiosos elementos sobre la personalidad del paciente. Su técnica
de exploración es el interrogatorio y la observación del enfermo, sobre todo en la
interacción en el grupo, como en el seno de la Comunidad Terapéutica, Los
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familiares deben ser interrogados con este objetivo, pues sus criterios son de gran
valor.
Las funciones de relación se exploran en tres proyecciones que son:
Funciones Cognoscitivas
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Los receptores, formados y perfeccionados bajo la influencia del medio ambiente,
tienen receptibilidad específica para las distintas cualidades de los objetos. Esta
receptibilidad específica es la expresión de la adaptación del organismo a su
medio y se considera característica de la especie.
Para que se produzca la sensación es necesario que el estimulo sensorial tenga
una intensidad determinada que oscila entre dos magnitudes. Los estímulos de
intensidad menor a la mínima no producen sensación; los superiores a la máxima,
en la mayoría de los casos, producen una sensación cualitativamente diferente,
generalmente de carácter doloroso. Se denominan umbrales de sensibilidad
mínimo y máximo los limites cuantitativos por debajo y por encima en que el
estimulo no produce sensación.
Las sensaciones se clasifican en exteroceptivas, propioceptivas e interoceptivas,
según el receptor periférico que sea estimulado y las capte apropiadamente.
Las sensaciones exteroceptivas son causadas por la estimulación de la retina, del
órgano de Corti, de las terminaciones olfativas, gustativas, térmicas y táctiles.
Las sensaciones propioceptivas son causadas por estimulación de las
terminaciones del nervio vestibular y de los nervios sensitivos de los músculos,
tendones y ligamentos.
Las sensaciones interoceptivas, siempre de carácter difuso e impreciso, están
causadas por la estimulación de las terminaciones de los nervios receptores de los
órganos internos, lo que es motivo de investigaciones.
Hiperestesias. Las hiperestesias son las sensaciones habituales al estimulo
adecuado, pero sentidas desproporcionadamente intensas.
Al enfermo con hiperestesias, la luz diurna le resulta extraordinariamente intensa y
hasta cegadora, la conversación de las personas y los ruidos callejeros los siente
como un ruido intolerable y ensordecedor, el contacto de los vestidos le produce
una sensación molesta de aspereza.
Las hiperestesias son componentes, casi constante del síndrome
neurasténico y con frecuencia forman parte del síndrome afectivo depresivo.
En casos pocos frecuentes las hiperestesias, son expresión de lesiones
traumáticas, toxicas o infecciones de los nervios periféricos, y entonces la
zona del cuerpo afectada corresponde a la distribución de estos. Con mucha
más frecuencia las hiperestesias tienen un carácter más difuso y generalizado, y
son expresión de un estado de hiperexcitabilidad del segmento cortical del
analizador correspondiente.
2- Hipoestesias y anestesias. La hipoestesia es la disminución y la anestesia es
la falta total de sensibilidad para uno o varios estimulo sensoriales, cuando estas
actúan sobre el receptor adecuado. Así se observa la hipo o anestesia de la luz
(ambliopía, ceguera o amaurosis), al sonido (sordera), térmicas al contacto de los
cuerpos (anestesia táctil), etc.
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topográfico del nivel del segmento aferente del analizador correspondiente, donde
se localiza preferentemente el trastorno.
Este diagnóstico topográfico se establece basándose en la zona afectada de los
receptores periféricos.
Cuando se trata de lesiones de los nervios periféricos, de los cordones medulares,
de centros médulo-bulbares o pedunculares o de los centros talámicos, las zonas
afectadas corresponden a la distribución de los nervios periféricos, de los
segmentos medulares o a una mitad del cuerpo, o sea, las zonas afectadas
corresponden a las distintas leyes anatómicas de innervación sensitivas.
En cambio, cuando el trastorno de la sensibilidad del segmento cortical del
analizador (trastorno psíquico de la sensibilidad), su distribución depende
del papel que desempeña esta sensibilidad en los mecanismos de
adaptación al medio social, del valor que de el paciente a las distintas partes
de su cuerpo y de la importancia que para él tienen los distintos estímulos.
Así, resulta afectado todo un miembro, desde una línea perpendicular el aje
o según las divisiones habituales en el lenguaje popular, la sensibilidad a
sonidos o luces determinadas, la receptibilidad visual de personas a objetos
precisos, mientras que se conserva la sensibilidad para los estímulos
semejantes procedentes de otros objetos.
Así, por ejemplo, las cegueras por lesión de la vía aferente pueden ser totales o
afectar a distintas partes geométricas del campo visual, a uno u otro campo visual;
en cambio, en la ceguera psíquica (trastorno funcional del segmento cortical
del analizador), el enfermo no ve objetos o personas determinados, o ciertos
tonos o colores de significación precisa para él, mientras que pueden ver
otras personas y objetos luminosamente semejantes que tienen distinto
valor subjetivo.
La hipoestesia generalizada forma parte del síndrome de obnubilación y de
algunos síndromes melancólicos. Las hipoestesia y anestesias de un solo
tipo de sensibilidad o de varios, son síntomas muy frecuentes de los
distintos cuadros clínicos de la enfermedad histérica.
3- Parestesias. Las parestesias son las sensaciones inadecuadas producida por
un estimulo que habitualmente produce otra sensación o no alcanza el umbral
mínimo de sensibilidad. La sensación parestésica se asemeja a la producida por
otro estimulo sensorial.
Por ejemplo, el contacto de un cuerpo, en lugar de producir sensación de lisura o
rugosidad, produce sensación de intenso frió o calor, el contacto de un cuerpo
medianamente caliente, en vez de sensación de calor, produce dolor, el pinchazo
con una aguja, en vez de producir dolor, causa sensación de hormigueo o de frió.
Las parestesias generalmente son manifestaciones de lesiones de los
nervios periféricos, de las vías sensitivas médulo-bulbares o de los centro
talámicos. Raramente son la expresión de trastornos de a corteza cerebral.
4- Cenestopatías. Las cenestopatías son sensaciones imprecisas y
desagradables procedentes de los órganos internos y de los músculos. Con los
métodos actuales de exploración de los órganos internos se hace difícil poder
precisar el estímulo que causa la cenestopatía, esta área se encuentra en
investigación.
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Las cenestopatías son síntomas muy frecuentes en los síndromes
hipocondríaco; con menos frecuencia forman parte de algunos síndromes
delirantes.
Trastornos de la Percepción
La percepción es la imagen psíquica o vivencia del objeto real presente que, como
un todo, la determina. El propio cuerpo y sus partes también son objetos de
percepción.
El proceso de percepción se inicia con las sensaciones producidas por las
distintas cualidades del objeto, pero en el también forman parte importante las
imágenes mnésicas de mismo objeto percibido anteriormente, las de los
fenómenos en que este objeto interviene, la de su significaron para la satisfacción
de las necesidades del sujeto y la actividad que este realiza con él. Esta
intervención de otras facetas del fenómeno psíquico en la percepción, permite que
ella se produzca, a pesar de que no todas las cualidades del objeto real actúan
simultáneamente como estimulo sensoriales. Así, por ejemplo, se percibe la
campana e incluso se reconoce una campana determinada, cuando se oye su
sonido, aunque no se vea, ni se palpe.
La percepción del objeto en total, a partir de la sensación de laguna de sus
cualidades, se debe a que el objeto constituye un estimulo complejo y el análisis y
síntesis cortical de este conjunto de estímulos permite que aquellas que son
señales principales, en cada momento dado, determinen la reacción adecuada al
complejo total.
La simultaneidad de las percepciones de las distintas partes del objeto, permiten
que el espacio y el tiempo, como cualidades esenciales del mundo real objetivo,
se reflejen en forma de vivencia.
Las percepciones se clasifican según la sensación que desempeña el papel más
importante en su producción. Así se distinguen percepciones visuales, auditivas,
táctiles, térmicas, olfativas, gustativas, etc. las sensaciones cinéticas (vestibulares
y músculo-tendinosa) intervienen fundamentalmente en toda percepción y a
través de ella se producen los reflejos psíquicos de las cualidades espaciales y
temporales de los objetos. Estas sensaciones cinéticas, muchas de las cuales
tienen su origen en las terminaciones propioceptivas de los músculos,
desempeñan un papel importantísimo en la exactitud y a precisión de la
percepción.
En muchas percepciones de la persona sana tiene gran importancia las
representaciones basadas en vivencias perceptivas anteriores y en conocimientos
racionales adquiridos. En estos casos la vivencia representativa permite completar
o precisar la percepción del objeto real, ya que las imágenes mnésicas de
percepciones y pensamientos anteriores sustituyen los elementos del objeto
presente que no son captados por los analizadores en ese momento.
En este sentido, la percepción es la reacción ante un conjunto de estímulos de
distinta fuerza, que pueden ser desencadenados por algunos de los
componentes del complejo estimulador, aunque en ese momento no actúen otros
que tienen menos fuerza e importancia. Como el objeto tiene distintas cualidades
y propiedades de significación variable, en las distintas circunstancias del medio
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ambiental y del sujeto, los componentes del estimulo complejo capaces de activar
la reacción total (la percepción) varían de unos momentos a otros, aunque el
objeto reflejado sea el mismo.
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Con mucha frecuencia la metamorfosis se observa en enfermos con
lesiones estructurales apreciables en las zonas corticales centrales del
analizador correspondiente (lóbulos occipitales, temporales y sobre todo las
zonas parieto- occipital y parieto- temporal).
3- Alteración del esquema del cuerpo. La alteración del esquema del cuerpo es
la ilusoria percepción del propio cuerpo.
La percepción del propio cuerpo esta dada por un conjunto de sensaciones, dentro
de la cual desempeñan un importante papel las sensaciones propio e
interoceptivas.
El paciente con alteración del esquema de su cuerpo percibe éste modificado, con
distinta forma y tamaño. En unos pacientes estas alteraciones se refieren a todo el
cuerpo, en otros, a algunas parte de él, generalmente, la cara, las extremidades o
los órganos genitales.
Cuando se presenta este síntoma, no es idéntico en todos los pacientes el grado
de corregibilidad del error de percepción. En unos enfermos la percepción errónea
se corrige cuando él mira o palpa la parte del cuerpo que percibe modificada; en
otros, esta comprobación sensorial no corrige el error de la percepción. Esto se
puede interpretar como manifestación de que la alteraron del esquema del cuerpo
es expresión de un trastorno del analizador propioceptivo osteomuscular.
Este síntoma con frecuencia forma parte del síndrome esquizofrénico.
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tiene carácter de objetividad. El alucinado “percibe” el objeto inexistente, como si
realmente estuviera presente y tiene absoluta convicción de ello.
Esta convicción de realidad del objeto que falsamente “percibe” puede ser más o
menos duradera, según la alteración que sufren las otras facetas del fenómeno
psíquico. En unos pacientes esta convicción existe únicamente durante el período
en que se produce a vivencia alucinatoria, e inmediatamente después él tiene
conciencia de la irrealidad de lo “percibido”; por eso él nos habla de su vivencia
diciendo que “le parecía que veía, olía o sentía tal o cual cosa. Otros pacientes
(sobre todo los que tienen trastornos del pensamiento) mantienen esta convicción
en los intervalos que median entre las vivencias alucinatorias; en estas
circunstancias el paciente dice que “veía, oía o percibía tal o cual cosa”
Las alucinaciones pueden ser simples o sensoriales y complejas o perceptivas. Se
denominan simples o sensoriales aquellas en que el enfermo tiene una falsa
sensación, sin que este presente el objeto que puede producirla; generalmente se
trata de falsas sensaciones visuales y auditivas y raramente olfativas, en estos
casos, el paciente “ve” luces, colores u “oye” sonidos más o menos complejos, sin
poder precisar el objeto que los produce, otros pacientes “sienten olores”, sin
poder determinar el objeto de donde proceden.
Las alucinaciones complejas o perceptivas son aquellas en que en el paciente
“percibe” u objeto más o menos determinado, aunque únicamente tenga la
sensación de alguna de sus cualidades. Por ejemplo, el “percibe” una campana,
aunque únicamente “oye” sus sonido; a él le “habla” una persona, aunque
únicamente “oye” su voz. En otras alucinaciones perceptivas interviene varios
sentidos simultáneamente, como por ejemplo, el paciente “ve” y “oye” un “diablillo”
que le “hace muecas, le insulta y se ríe”. Las alucinaciones perceptivas se
clasifican en visuales, gustativas, auditivas, táctiles, olfativas y cinéticas, según el
aparato sensorial que toma parte principal en la falsa percepción.
Alucinaciones visuales. Son aquellas que se producen en el campo sensorial del
órgano visual. Pueden ser de dos tipos elementales y organizadas. En las
elementales, llamadas fotopsias el paciente percibe luces, llamaradas, etc. En las
visuales organizadas, el paciente percibe personas escenas, ya sean coloreadas o
en blanco y negro.
Alucinaciones caleidoscópicas. Son alucinaciones visuales cambiantes.
Alucinaciones visuales terroríficas. Son alucinaciones visuales de monstruos,
animales dañinos, guerras, catástrofes.
Alucinaciones liliputienses. Alucinaciones visuales de personas o grupo de
personas de pequeño tamaño. A veces tienen carácter placentero, o dinámicas y
brincar encima del sujeto como sucede en el Delirium Tremens en el Alcoholismo.
Autoscopia externa. Alucinación de la propia imagen del paciente, en todo o en
parte, inmóvil o ejecutando alguna acción.
Autoscopia interna. El sujeto ve en el interior de su cuerpo y puede describir, por
ejemplo, su estomago u otra víscera y siempre con el conocimiento que tiene de
ellos.
Deformación de la imagen especular. El sujeto ve su propia imagen en el espejo,
pero deformada en cualquier sentido.
Ausencia de la imagen especular. (También llamada imagen negativa, autocopia
negativa) Ausencia de la percepción de la propia imagen al mirarse en el espejo.
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Alucinaciones auditivas. Alucinaciones que se producen en el campo sensorial del
órgano del oído. Se dividen en elementales o acoasma y organizadas o fonemas.
Acoasma. Alucinaciones auditivas en que el sujeto percibe ruidos o sonidos tales
como silbatos, chorros de vapor o agua, timbres, campanadas, etc.
Fonemas. Alucinación auditiva en que el sujeto percibe palabras o frases
completas. La intensidad oscila desde un leve murmullo ininteligible hasta voces
de gran intensidad.
Alucinaciones auditivas imperativas. Falsa percepción de voces que le ordenan al
paciente ejecutar determinada acción, como destruir objetos, matar a determinada
persona, o suicidarse. El paciente puede oponerse en cierto grado a estas
órdenes o bien cumplirlas.
Alucinaciones auditivas acusadoras. Percepción falsa de voces que acusan al
paciente de conducta reprobable socialmente.
Alucinaciones teleologicas. Percepción falsa de voces de consuelo que defienden
y justifican plenamente al paciente de su actuación en la vida.
Alucinaciones antagonistas. Percepción falsa de voces que acusan y otras que
defienden al paciente. Es frecuente que una vez la perciba por un oído, y la otra
por el opuesto.
Eco del pensamiento (Sn.Sonorización)
Alucinación auditiva que consiste en que el sujeto cree oír sus propios
pensamientos tal como sin pensara en voz alta.
Las alucinaciones cinéticas son falsas sensaciones propioceptivas en que el
paciente “siente” movimientos y cambios de posición en todo el cuerpo o en
algunas de sus partes, cuando en realidad esos movimientos no tienen lugar.
Alucinación táctil. El sujeto experimenta que toca o bien es tocado, sin la acción
del estimulo correspondiente. Esta alucinación se produce en piel y mucosa.
Dentro del grupo de las alucinaciones táctiles tiene especial importancia clínica las
sexuales, en las que el paciente “siente”, en los órganos genitales, contactos más
o menos precisos que le producen excitación sexual y hasta orgasmo; en las
mujeres, estas alucinaciones sexuales tiene un carácter perceptivo más marcado,
ya que las pacientes se quejan de que “sienten” un pene.
Dentro de las auditivas, y más raramente de las visuales, deben distinguirse las
alucinaciones verbales, que son aquellas en la que el paciente “percibe” lenguaje
humano oral o escrito. Las alucinaciones verbales son palabra aisladas, frases y
largos discursos, en unas ocasiones las voces “hablan” directamente con el
enfermo, en otras hablan refiriéndose a él en tercera persona. El contenido de las
alucinaciones verbales es muy variado; pueden ser “voces” insultantes,
amenazadoras, críticas, aconsejadoras, halagadoras, etc. en unos casos el
paciente reconoce en las alucinaciones la voz de alguna persona determinada; en
otros, no identifica al sujeto que habla y que puede ser él mismo u otro diferente,
en los distintos episodios alucinatorios.
Se denominan alucinaciones funcionales aquellas que se producen en
determinadas circunstancias, en las que hay una estimulación real o simultánea
del mismo o de otro analizador. Así, por ejemplo, el paciente en la orilla del mar,
simultáneamente al ruido del oleaje, “oye” una conversación o melodía; en otros
casos, simultáneamente a la percepción de una música se produce la “visón” de
colores o figuras no presentes. La alucinación funcional se diferencia de la ilusión,
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porque esta es únicamente una percepción errónea del objeto presente mientras
que en la primera existen dos “percepciones” simultáneas, la verídica del objeto
realmente presente y la alucinatoria, y el paciente distingue perfectamente ambas.
Alucinaciones olfatorias o gustativas. Percepción de olores desagradables en la
atmósfera que rodea al paciente o de sabores raros también desagradables.
Generalmente se asocian las alucinaciones de estos dos sentidos.
Alucinaciones cenestésicas. Alucinaciones percibidas en el interior del cuerpo o
determinada víscera. Mantienen un carácter extravagante. Pueden ser sencillas y
complejas.
Alucinaciones verbomotoras de Seglas. Forma particular rara de alucinación. El
paciente tiene la sensación de que por su intermedio y utilizando sus cuerdas
vocales otras personas están hablando.
Alucinaciones extracampinas. Percepción alucinatoria fuera del campo sensorial
normal, detrás del individuo o a distancias tan lejanas que hacen imposible la
percepción
Alucinaciones hipnagogicas. Alucinaciones que se producen en el estado
intermedio entre la vigilia y el sueño, momentos antes de dormirse. Son
generalmente visuales y auditivas, a veces de tipo escénico.
Alucinaciones hipnopompicas.
Alucinaciones que se producen al despertar, en el estado intermedio entre el
sueño y la vigilia. Algunos pacientes que las tienen pueden confundirlas con el
ensueño.
Alucinaciones mixtas. (Alucinaciones combinadas). Alucinaciones que afectan dos
o más sentidos. El paciente ve a una persona que habla con él y le toca.
Alucinaciones funcionales. Se producen cuando el estimulo sensorial real
impresiona determinado sentido, manteniéndose el fenómeno alucinatorio,
conjuntamente con la percepción normal.
Alucinaciones reflejas. Se producen en un sentido cuando el estimulo sensorial
real estimula otro sentido receptor sensorial.
Alucinosis. Falsa percepción auditiva o visual con crítica. La presencia continuada
de las mismas lleva generalmente a la pérdida de la crítica.
Taquicronia. Falsa percepción de que el tiempo esta muy acelerado.
Bradicronia. Falsa percepción de lentitud en el fluir del tiempo.
Detención del tiempo. Falsa apreciación de detención en el fluir del tiempo.
Trastornos de la percepción del espacio.
Falsa percepción de que el espacio se acorta, se alarga o se ladea o tuerce.
En la mayoría de los pacientes conocemos la existencia de la vivencia
alucinatoria por referencias verbales que él mismo nos hace de ellas. Sin embargo
cuando un enfermo no habla o intenta disimular sus síntomas, podemos
sospechar sus alucinaciones por los llamados signos objetivos, o sea por su
influencia sobre la conducta del paciente. En estos casos se observa que el
enfermo toma una actitud de atento escuchador, o por el contrario, se tapa los
oídos para “no oír las voces”, se tapona la nariz para “no sentir los olores”; en
otros casos, la expresión facial y los gestos son de miedo, enojo, interés, etcétera,
según el contenido y significación de las vivencias alucinatorias. Con bastante
frecuencia, incluso cuando el paciente no responde a las preguntas de las
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personas que le rodean, él conversa y responde en voz alta o en forma de
musitación a las “voces.”.
Las alucinaciones raramente se producen en estados de salud y de aquí su
importancia semiótica, ya que son síntomas fundamentales de numerosos
síndromes tales como el oniroide, el crepuscular, el paranoide, etc.
La inmensa mayoría de las intoxicaciones o infecciones con trastornos
psíquicos se observa un cuadro clínico en el que toman parte, como síntoma
importante, las alucinaciones. Esto se corrobora más aun por los experimentos
con administración de ciertas sustancias (mescalina, dietilamida del acido
lisérgico, etc.) que causan cuadros psicóticos con alucinaciones muy semejantes a
las que se observan en ciertas enfermedades mentales de causa desconocida. Es
muy posible que haya una estrecha relación entre la acción de estos tóxicos y el
metabolismo de la serotonina y la noradrenalina en el cerebro.
19
momentos pronuncian una serie de palabras incoherentes (ensalada de palabras)
que no están en concordancia con su conducta ordenada y adecuada.
8.- Desrealización. En la desrealización el sujeto que percibe verídicamente el
objeto no tiene conciencia de que su vivencia es el reflejo de una realidad, él
manifiesta esta alteración de la percepción diciendo que percibe las cosas con la
misma precisión y claridad que antes, pero que, a pesar de ello, le parece que no
existen, que no puede saber si son reales. En algunos pacientes la desrealización
se refiere únicamente a los seres vivos y a movilidad del mundo real; en estos
casos, el enfermo dice que percibe todo lo que le rodea como inmóvil, invariable,
falto de vida.
La desrealización puede referirse a los objetos del ambiente circundante o a la
percepción del propio cuerpo; en estos casos, el paciente dice que siente su
cuerpo como si no fuera real, material como si no estuviera vivo, como si no
existiera.
Formas peculiares de desrealización son los fenómenos de “ya visto” y “jamás
visto”. El primero se manifiesta en que al percibir un objeto o lugar por primera
vez, aunque el sujeto sabe con certeza que nunca había percibido antes, tiene la
vivencia de que ya había tenido otra idéntica, anteriormente. El fenómeno de
“jamás visto” se expresa en que al percibir un objeto o lugar bien conocido, el
sujeto tiene la vivencia de que es completamente nuevo para él.
La desrealización se observa como síntoma importante de los síndromes
oniroides, de algunos estados crepusculares incompletos y con bastante
frecuencia en el síndrome esquizofrénico.
9-Despersonalización. Este síntoma se podría describir diciendo que es que la
alteración de la comprensión de los fenómenos psíquicos que se desarrollan en
propio cuerpo del sujeto, quien, a pesar de que expresa verbalmente sus
vivencias, no las reconoce como propias; a él le parece que aunque están
producidas en su cuerpo le son extrañas, como si no fuera el quien percibe,
piensa, siente o actúa. La mayoría de estos pacientes tienen conciencia de sus
vivencias, ya que libremente y con precisión las manifiestan verbalmente, pero no
la reconocen como suyas, como producto del funcionamiento de sus mecanismos
psíquicos, las consideran extrañas, ajenas o impuestas.
El fenómeno de despersonalización se puede referir a todas las vivencias del
paciente, pero con mucha mas frecuencia se limita a un grupo reducido de ellas, a
los pensamientos, sentimientos, etc.… o parte de ellos.
Con mucha frecuencia la despersonalización va unida a la desrealización y a las
ideas delirantes de influencia, pero estas conjunciones no son ni con mucho, regla
general y absoluta.
La despersonalización es unos de los síntomas fundamentales del síndrome
esquizofrénico y del síndrome de automatismo psíquico.
10- Transformación. Se refiere a la percepción del sujeto como referente a otra
persona; él no es él, es otro personaje distinto.
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Cuadro Sensopercepción
Semiología Sindromología
Aspecto Aspecto Semiogénesis Semiotecnia Síndromes
psicológico psicopatológico
A.Mecanismo de A. Sensación 1.Irritabilidad: 1.Observación 1. Neurológicos.
reflexión. 1. Hiperestesia. Receptores, con- del paciente. 2.Psiquiátricos:
B.Sensación. 2. Hipoestesias y ductores o anali- 2.Pruebas que Cerebral agudo
C.Percepción. anestesia. zadores. determinan y crónico.
Analizadores: 3. Parestesias. 2. Sugestión. capacidad dis- Esquizofrénico.
1. Exteroceptivos. 4.Cenestopatías 3-Foco inerte de criminativos. Afectivo depre-
2. Interoceptivos. B. Percepción excitación patoló- 3.Presentación sivo de nivel
3. Propioceptivos. 1. Ilusiones. gica de distintos psicótico.
2. Metamorfosis. 4.Inversión de la estímulos.
3.Trastornos del predominancia
esquema corporal del sistema de
4. Ilusoria señales
apreciación del 5. Deprivación
tiempo. sensoperceptual.
5. Alucinaciones.
6.Pseudo alucina-
ciones.
7.Afasia sensorial
8.Desrealización:
Ya visto
Ya vivido
Nunca visto
9.Despersonaliza-
ción.
10. Transformación.
21
motivaciones dependen de las características innatas de sus experiencias; en el
enfermo hay que considerar, además, la acción ejercida por el agente
psicopatógeno. Por eso, aunque diferentes personas reflejen el mismo fenómeno,
el mecanismo que produce la vivencia puede ser distinto. En otras palabras, dos
personas pueden, por medios de razonamientos distintos, llegar a la misma
conclusión racional sobre un acontecimiento o una misma persona por medios de
razonamientos diferentes puede llegar a conclusiones dispares sobre un mismo
hecho.
En el papel del pensamiento desempeñan un papel condicionante, muy
importante, las huellas mnésicas de las percepciones, ideas y actividades
anteriores que permiten un mayor grado de generalización y abstracción. Aunque
en un menor grado, el pensamiento también está condicionado por las
motivaciones (necesidades) biológicas y sociales.
El fenómeno del pensamiento tiene su expresión final en la idea, que así resulta
ser la imagen verbal de los fenómenos que tienen lugar en la naturaleza y en la
actividad creadora del hombre. Los distintos tipos de ideas (concretas o
abstractas, etc.) son expresión de los diferentes caracteres de los fenómenos que
reflejan y de las relaciones que existen entre ellos.
No debemos olvidar, de psicología, los procesos implícitos en el pensamiento
lógico: análisis, síntesis, abstracción y generalización.
Para su mejor estudio semiológico, el pensamiento lo vamos a estudiar atendiendo
a su origen, su curso y su contenido.
A. En relación con su origen.
Pensamiento autista. Se denomina autista al pensamiento que en vez de reflejar
los fenómenos que se desarrollan en el momento presente, en el medio
circundante al sujeto y los recuerdos y representaciones con ellos asociados, se
nutre exclusivamente de otros recuerdos, de representaciones o vivencias
alucinatorias que no están relacionadas con la realidad actual.
El pensamiento autista se produce en las personas sanas en determinadas
ocasiones, por ejemplo, durante los juegos de los niños, en ciertos estados de
“ensimismamiento” de algunos adultos. Este pensamiento autista de las personas
sanas se caracteriza porque fácilmente pasa al realista, bajo la influencia de
cualquier estímulo del medio circundante que llame su atención.
El pensamiento autista, que es expresión de un estado de enfermedad, se
caracteriza porque los estímulos fuertes de la realidad presente no desvían la
atención hacia ella, y no lo separan de su actividad ideativa “autónoma”.
El pensamiento autista se produce en todos los estados morbosos en que
existen alucinaciones e ilusiones muy vivas y de fuerte carga afectiva
(subsíndromes oniroides, de delirio agudo, crepuscular, confusional) con
alteración de la conciencia, en algunos síndromes paranoides y de
automatismo psíquico y en los síndromes esquizofrénicos.
Algunos enfermos con pensamiento autista forman conceptos que no
corresponden a la realidad y que expresan verbalmente en frases incongruentes o
de nuevas palabras que ellos forman (neologismos). Este fenómeno se observa en
pacientes con marcada desintegración del pensamiento a consecuencia del
proceso esquizofrénico.
22
También se describe, en relación con su origen, el pensamiento sensorial o
concreto y el pensamiento lógico abstracto y dialéctico.
B. En relación con su curso
1-Lentificación del pensamiento. Se denomina lentificación, el retardo en la
asociación de ideas que constituye el proceso racional, independientemente de
que el contenido de las mismas sea normal o morboso.
La lentificación del pensamiento se manifiesta en el prolongado período de
latencia que transcurre entre la recepción de la pregunta y el comienzo de la
respuesta, en la lentitud en que se va exponiendo ésta, y en algunos pacientes en
la vivencia de que su “pensamiento se desarrolla con lentitud, como frenado, a
costa de intenso esfuerzo”.
La forma más pura de lentificación del pensamiento se observa en el
síndrome afectivo depresivo de nivel psicótico, ya que en el no se acompañan
de trastornos de la percepción, ideación y memoria que algunas veces la
enmascaran. En forma menos pura, unida a otros síntomas más llamativos, se
observa también en algunos síndromes paranoides, en los estupores
catatónicos y en las demencias.
2- Aceleración del pensamiento. Este síntoma puede decirse que es el
contrapuesto al anterior; consiste en el desarrollo exagerado rápido del proceso
racional, independientemente de cual sea contenido.
Los pacientes con aceleración del pensamiento responden muy rápidamente a las
preguntas, hablan mucho, su discurso muy rápido y generalmente muy rico en
formas de expresión.
La forma extrema de aceleración del pensamiento es la fuga de ideas, en la que
el paciente hablando con extraordinaria rapidez, hace numerosísimas
asociaciones, muchas de ellas secundarias y circunstanciales, pero sin perder de
vista la idea fundamental de su pensamiento. La fuga de ideas, en grados más o
menos manifiestos, es componente fundamental del síndrome afectivo
maníaco.
En las formas más exageradas la fuga de ideas llega a adquirir el carácter de
incoherencia maníaca en la que la extraordinaria riqueza y variedad de las
asociaciones, junto con la omisión en el discurso de algunas palabras o frases,
hacen que los relatos del paciente resulten muy desordenados y hasta
incomprensibles para el interlocutor.
3- Prolijidad. Este síntoma, denominado también detallismo, se manifiesta en que
el paciente hace sus relatos, con numerosos pormenores, sin omitir los que, por
ser muy secundarios, no tienen ninguna importancia y significación para aclarar la
idea fundamental de su discurso. Esta minuciosidad en la descripción de los
detalles y circunstancias accesorias no impiden que el enfermo, con prolijidad,
mantenga en todo el curso de su pensamiento el hilo de la idea fundamental y
llega a exponerla hasta el final, aunque por medio de un largo y monótono
discurso.
La prolijidad forma parte sobre todo, del subsíndrome demencial, y es
síntoma muy característico y bastante precoz de algunas de sus formas
clínicas. También se ve en algunos síndromes ansiosos asociados a
síntomas obsesivo- compulsivos. Ejemplo: Neurosis obsesivo-compulsiva.
23
4- Perseveración. Este síntoma es la repetición de una idea o de un conjunto de
ellas, aunque el interlocutor intenta orientar la atención del paciente hacia otras;
estos pacientes repiten una y otra vez sus ideas con discursos semejantes, pero
no idénticos.
Es necesario distinguir la preservación ideativa de la verbal, en la que el paciente
repite una palabra o pequeños grupos de ellas, respondiendo a cualquier
pregunta y algunas veces a otros estímulos, aunque no tengan ninguna relación
con ellos. En la perseveración es frecuente que la palabra repetida sea la última o
la fundamental de una respuesta anterior adecuada.
La perseveración ideativa es síntoma complementario de los cuadros
catatónicos, paranoides, depresivos y con relativa frecuencia se encuentra
como componente de ciertas demencias.
5- Interrupción del pensamiento. Este síntoma, denominado también robo o
interceptación del pensamiento, se manifiesta en que el paciente de pronto
interrumpe su discurso, sin que haya simultáneamente otros síntomas de
alteración de la conciencia e inmediatamente se queja de que “la mente se le
queda e blanco”, de que “ se le va el hilo del pensamiento”, de que “le robaron el
pensamiento”. Estas crisis se limitan únicamente a la esfera ideativa y durante
ella el paciente percibe y actúa normalmente, lo que distingue este síntoma de
fenómenos morbosos más complejos con alteración de la conciencia
(ausencias).
La interrupción del pensamiento forma parte de los subsíndromes
catatónicos y de automatismo psíquico.
6- Disgregación. Se denomina disgregación la asociación de conceptos
incongruentes y se manifiesta en que el paciente, que se expresa con frases y
oraciones correctas por su estructura gramatical, desarrolla pensamientos que no
tienen ninguna conexión lógica entre si.
La disgregación forma parte de numerosos síndromes delirantes y
esquizofrénicos.
7- Incoherencia. Este síntoma es la falta de conexión lógica y conceptual entre
los distintos componentes que intervienen en el desarrollo del pensamiento; se
podría decir que es la falta de pensamiento, ya que éste es sustituido por un
conglomerado inconexos de percepciones, representaciones y recuerdos. Esto se
manifiesta en que el discurso del paciente está formado por un conjunto
incomprensible de palabras, entre las cuales no existe conexión gramatical y
lógica; en esta “ensalada de palabras”, son frecuentes la conjunción de palabras
por semejanzas de sonido, por la duración de pronunciación, etc., y no por su
contenido racional.
La incoherencia es síntoma fundamental del subsíndrome confusional o
amencial, y del síndrome esquizofrénico.
24
de esto, el paciente seguirá pensando que el error traerá graves dificultades para
la empresa y que por ello lo juzgarán como un delincuente peligroso. En otros
casos, el paciente tuvo unos trastornos gástricos que eran expresión de una
gastritis aguda por intoxicación alimenticia; a pesar de que las molestias
desaparecieron y quedo aclarada sus causa, el enfermo quedó convencido de que
eran los síntomas iniciales de una enfermedad grave o incurable úlcera gástrica,
cáncer de estómago).
La idea sobrevalorada se produce, sobre todo, cuando por uno u otro motivo el
fenómeno real que la origina ha causado una fuerte y brusca reacción afectiva en
el sujeto. Por esto, es muy frecuente que el origen de las ideas sobrevaloradas
sean fenómenos que motivan alarma y miedo o acontecimientos que en otras
circunstancias podrían haber puesto en peligro la vida del paciente o de personas
que el aprecia grandemente.
Con relativa frecuencia una idea sobrevalorada aparece como punto inicial
de un sistema delirante paranoide de contenido persecutorio, de celos,
hipocondríaco, etc.
Las ideas sobrevalorada con contenido de autoacusación son observan con
mucha frecuencia como síntoma complementario del síndrome afectivo
compulsivo, de nivel psicótico.
2- Idea fija. La idea fija es la que reflejando adecuadamente la realidad, después,
en ciertas circunstancias, se repite en el campo de la conciencia del paciente
sin intervención y en contra de su voluntad.
Con mucha frecuencia la idea fija se repite en momentos en que resulta
incómoda y molesta para el paciente y su presencia en el campo de la
conciencia se hace más insistente cuando el hace esfuerzos para desalojarla de
sus mente, para comprender que es inadecuada al realidad presente.
3- Idea fóbica. La idea se denomina fóbica cuando expresa un miedo o temor. En
estos casos el paciente, aunque comprende lo infundado de su temor, no puede
evitar la presencia de esta idea y el miedo que el fenómeno reflejado en ella le
infunde. Así, por ejemplo, el paciente teme contagiarse de alguna enfermedad
infecciosa, aunque sabe y comprende perfectamente que no existen las
condiciones indispensables para ello; en otros casos el enfermo teme realizar
alguna acción que no desea y tiene miedo, a pesar de que no exista ningún
motivo que lo impulse a ello.
Estos temores o idea fóbica pueden ser muy variados, por su contenido, en los
distintos enfermos, aunque por regla general son únicos o numerosos en cada
paciente determinado.
4- Idea obsesiva. Tiene la característica de la idea fija, que se repite en
momentos que resulta incómoda y molesta para el paciente y su presencia en el
campo de la conciencia se hace más insistente, cuando él hace más esfuerzos
por sacarla de su mente. Puede ir acompañada de miedo o temor como en la
fobia (obsesión fóbica), y lo más importante: el individuo que la experimenta tiene
crítica sobre ella y la siente como algo ajena a él, impuesta desde fuera. De ahí
que muchos psicólogos la estudien como parte de las alteraciones de la posesión
del pensamiento, refiriéndose a este ultimo carácter como ajena.
Por último, muchas veces, se acompaña de actos motores, o rituales que se
denominan compulsiones o ceremoniales compulsivos.
25
5- Idea delirante. La idea delirante es la falsa imagen de un fenómeno que no se
ha producido o la imagen deformada de un suceso que realmente tuvo lugar.
En este caso el enfermo está convencido de que otra persona lo quiere mal, lo
persigue y hasta desea matarlo., sin que él pueda basar la idea de esta idea en la
observación de ningún hecho, e incluso en contradicción a lo que muestra la
conducta de los demás con respecto a él. En otro caso, el paciente ha observado
que dos personas estaban hablando entre sí, cundo él pasó junto a ellas, y a
pesar de que no captó ninguna palabra de esta conversación, está convencido
que hablaban despreciativamente de él. En un tercer caso, el paciente la oír un
ruido o conversación, “percibe” frases en la que hablan de él (ilusión), o en silencio
de la noche “oye” que lo amenazan o insultan (alucinación) por lo que él llega a la
conclusión de que hay una persona que lo persigue o quiere matarlo.
Estos tres mecanismos de producción permiten distinguir tres tipos de ideas
delirantes:
a) Las ideas delirantes primaria o inductivas, que el paciente presenta sin
fundamento sensoperceptivo. La aparición de estas ideas delirantes
primarias, con mucha frecuencia, va precedida de un período, más o menos
prolongado, en que el paciente experimenta un sentimiento de alarma o
peligro infundado o impreciso (estado de ánimo delirante de Jaspers) que
desaparece al formarse la idea delirante precisa.
b) Las ideas delirantes deductivas, en las que el paciente a partir de la
correcta y verídica percepción, a través de una elaboración “lógica” torcida,
llega a una conclusión totalmente falsa sobre el fenómeno que ha tenido
lugar.
c) Las ideas delirantes interpretativas, cuyo origen se encuentra en la
percepción ilusoria o alucinatoria de la realidad. Estas también se llaman
ideas delirantes secundarias.
Característica típica de idea delirante es su irreductibilidad por medio de la
demostración lógica. El enfermo está absolutamente convencido de la veracidad
de su idea y ninguna prueba o demostración puede disuadirlo de su convicción.
En algunos casos las pruebas y consideraciones lógicas llegan a influir sobe al
paciente hasta crearle la duda sobre la veracidad de sus ideas, pero este estado
es muy poco duradero y pronto vuelve a su antigua convicción, por muy
absurdas que sean sus conclusiones.
Es digno de atención el hecho de que la falta de crítica del enfermo, respecto al
contenido absurdo de sus ideas delirantes, no depende del estado del resto de
sus funciones intelectuales, ya que estas pueden resultar conservadas y en
perfecto estado, cuando el paciente enjuicia cuestiones que no están relacionadas
con su idea delirante.
Independientemente de la clasificación anterior, según su mecanismo de
producción, las ideas delirantes pueden agruparse de acuerdo con su contenido.
Esta clasificación, a pesar de ser muy sistematizada y que difiere de uno u otro
autor, tiene importancia en la práctica clínica, pues facilita el análisis estructural
de los síndromes en que se observa este síntoma.
Por lo que respecta a su contenido, las ideas delirantes de más importancia clínica
son las siguientes:
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a) Las ideas de influencia, cuando el paciente piensa que otra persona o
fuerza misteriosa dirige sus sensaciones, pensamientos, actividades por
uno u otro medio. Este tipo de ideas delirantes es síntoma fundamental del
subsíndrome de automatismo psíquico.
b) Las ideas de referencias, cuando el paciente piensa que las personas que
lo rodean se refieren a él en sus conversaciones fijan en él su atención,
procuran descubrir sus defectos y errores. Este tipo de idea delirante forma
parte de los síndromes paranoicos y algunos paranoides.
c) Las ideas de perjuicio y persecución, cuando el paciente piensa que otras
personas determinadas o indeterminadas desean hacerle algún daño a su
persona, a sus familiares, a sus bienes, etc. Este tipo de ideas delirantes se
observa con mucha frecuencia como síntoma fundamental del síndrome
paranoide.
d) Las ideas de descomposición del propio cuerpo, de fallecimientos de
familiares o personas allegadas, de destrucción del mundo objetivo; estas
ideas delirantes denominadas también nihilistas o de negación se observan
se observan en los enfermos en que combinan los síndromes paranoides y
melancólico o síndrome afectivo depresivo de nivel psicótico. Algunas
veces estas ideas delirantes nihilistas tienen carácter de grandiosidad, el
paciente está convencido de que todos sus órganos internos están
podridos, de que sus enemigos han matado a toda sus familia, de que
han destruido pueblos y naciones completas, de que el globo terráqueo va
a explotar, etc. El síndrome paranoide en que las ideas delirantes tienen
este carácter de grandiosidad absurda fue descrito como bastante
especifico de la forma paranoide de la psicosis involutiva.
e) Las ideas de autoacusación y reproche, cuando el paciente se considera
responsable de faltas y delitos que en realidad no han cometido. Estas
ideas delirantes se observan sobre todo en los síndromes afectivos y
depresivos de nivel psicótico.
f) Las ideas de innovación, invención y liderato, cuando el paciente piensa
que ha hecho o va a realizar descubrimientos o inventos de mayor o
menor importancia, generalmente en ramas de conocimiento y la técnica.
En las que no tienen ninguna preparación previa, cuando esta convencido
de que la aplicación de sus ideas permitirá modificar radicalmente las
condiciones de vida de pueblos enteros, hasta de la humanidad en total.
Este tipo de idea delirante se observa en algunos síndromes parafrénicos,
en cuadros de parálisis general y en algunas formas de esquizofrenia.
Además de las ideas delirantes de los contenidos indicados pueden presentarse
otras que, por observarse con menor frecuencia en la clínica psiquiátrica, son de
poca importancia práctica.
La forma de expresión del contenido fundamental de las ideas delirantes está
condicionada por las características culturales del paciente y del medio social en
que se desenvuelve; por esto se observa que es distinta en las diferentes épocas
históricas y en los distintos países.
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Cuadro Pensamiento
Semiología Sindromología
Aspecto Aspecto Semiogénesis Semiotecnia Síndromes
Psicológico Psicopatológico
Reflexión, com- A. Origen -Aumento de Observación. Cerebral
paración,analisis, 1.Sensorial imaginativo la excitación o agudo.
Abstracciones, 2. Lógico- abstracto. inhibición. Cerebral
Generalizaciones, 3. Dialéctico - Proceso de crónico.
Deducciones. 4. Autista, dereísta. inercia patoló- Esquizofrénico
- Deductivas: B. Trastorno del curso. gica. .
Juicio general a 1. Lentificación. Deprivación Afectivo
particular. 2. Aceleración. sensorial. depresivo.
- Inductivas: 3. Prolijidad. Tipo psicótico.
1er. Sistema de 4. Perseveración.
señales: 5. Interrupción.
Sensaciones, per- 6. Disgregación.
cepciones 7. Incoherencia.
representaciones. C. Trastorno del
2do. Sistema de contenido
señales: 1. Idea sobrevalorada.
Conceptos, 2. Idea fija.
juicios, 3. Fobia
Deducciones. 4. Obsesión.
Pensamientos: 5. Delirios: Morbosos,
Sensorial, in-
imaginativo. corregibles, no
Pensamiento autocrítica
lógico, abstracto. Inductivos, deductivos,
Pensamiento interpretativos.
dialéctico. Por su contenido:
Persecución.
Autoacusación.
Influencia.
Grandeza.
Celos.
Esfera Afectiva
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El estado de ánimo o tono afectivo, que varía entre los límites contrapuestos que
la alegría y la tristeza y que se mantiene durantes largos periodos dentro de
niveles bastantes constantes, es una de las expresiones del grado de
adaptabilidad activa del individuo a su medio: la alegría es la expresión de la
satisfacción de sus necesidades; la tristeza la de su insatisfacción.
Las emociones son los cambios bruscos del estado de ánimo, generalmente
tienen un comienzo brusco un desarrollo rápido, hasta alcanzar el nivel de máxima
expresión, en el que se mantienen durante un periodo relativamente breve, para
después volver más lentamente el estado de ánimo habitual del sujeto. Además
es característico de la emoción el acompañarse ed elementos neurovegetativos y
viscerales.
Algunos autores relacionan las emociones con las necesidades “orgánicas” con
cambios viscerales y los sentimientos los relacionan con las necesidades sociales
y no le señalan cambios viscerales.
Trastornos cuantitativos.
1- Hipotimia: es el estado de ánimo triste, de malestar por insatisfacción, aunque
el paciente muchas veces no puede precisar la causa de su abatimiento.
La hipotimia o tristeza es uno de los síntomas fundamentales de los síndromes
depresivos a demás se observa con mucha frecuencia como síntoma
complementario o secundario en muchos otro síndromes
2- Atimia: es el grado extremo de expresión de la tristeza. Aquí no se encuentra
que el paciente llore se ve en el llamado estupor depresivo.
3- Hipertimia: es el estado de ánimo de alegría y bienestar exagerado
correspondiente a una plena satisfacción de las necesidades del paciente que no
siempre concuerdan con la realidad que los circundan; este, a pesar de que tiene
muchas de sus necesidades por satisfacer se siente extraordinariamente alegre y
feliz.
La Hipertimia es fundamental en el síndrome afectivo maníaco. También forma
parte de algunos síndromes y de la parafrenia expansiva.
Trastornos cualitativos.
Euforia: es el estado de ánimo de alegre complacencia, aunque al mismo tiempo
el paciente tenga conciencia de la insatisfacción de sus necesidades y deseos. La
euforia también puede caracterizarse como falsa alegría, con falta de contenido.
El paciente hipertímico se siente alegre porque todo lo ve con cristales de color de
rosa, el eufórico no sabe porque está alegre y algunas veces ni se siente así,
aunque sus expresiones sean de alegría.
La euforia forma parte de numerosos síndromes principalmente los catatónicos y
demenciales.
2- Disforia: se trata de un estado de ánimo triste, con descontento, mal estar
impreciso o irritabilidad algunas veces muy marcadas que conducen a las
acciones agresivas.
Las disforias se presentan sobre todo como síntoma aislado en enfermos con
epilepsia o histeria, pero también se observa como síntoma accesorio del delirio
agudo y los estados paranoides así como en las depresiones.
29
3-Angustia o ansiedad. Es el sentimiento de marcado desagrado e
inconformidad, generalmente de causa desconocida para el paciente, que se
acompaña de ligera excitación motora, ligero temblor y lenguaje entrecortado y
de inestables y violentas reacciones vegetativas (enrojecimiento y palidez de la
cara, escalofrió, erizamiento del pelo, peristaltismo intestinal exagerado, micciones
frecuentes, etc.)
La angustia con frecuencia es el síntoma fundamental del cuadro obsesivo y
depresivo, también aparece como síntoma complementario de los síndromes
hipocondríacos y neurasténicos.
4- Indiferencia: este síntoma es la falta de reacción emocional a los estímulos que
habitualmente la producen, estos pacientes no muestran ningún cambio en su
expresión, ni tienen vivencias subjetiva de agrado, placer, disconformidad o
malestar cuando sus necesidades son satisfechas o por el contrario el medio
ambiente le es adverso.
La indeferencia es síntoma fundamental del síndrome apatoabúlico en la
esquizofrenia y como síntoma complementario se presenta en numerosas
demencias, oligofrenias y en obnubilación.
5- Ambivalencia afectiva: este síntoma es la vivencia simultánea de dos
reacciones afectivas contrapuestas, causadas por el mismo objeto o
acontecimiento, por ejemplo, el paciente siente satisfacción y odio o alegría y
descontento al encontrarse con una persona o presenciar un suceso.
La ambivalencia afectiva es síntoma complementario de los cuadros
esquizofrénicos.
6- Afecto discordante(o disociación ideoafectiva): es la reacción afectiva de
carácter contrapuesto a la que habitualmente determinan los estímulos
semejantes frente a los que se ha actuado; por ejemplo, el paciente siente una
gran alegría cuando le comunican que ha fallecido una persona apreciada por él, o
que han sido dañados sus intereses o, por el contrario, se entristece
profundamente al saber que ha sido satisfecho uno de sus antiguos e intensos
deseos.
La ambivalencia afectiva y el afecto discordante son síntomas complementarios
de la esquizofrenia.
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Cuadro Esfera Afectiva
SEMIOLOGIA Sindromología
Aspecto Aspecto Semiogénesis Semiotecnia Síndromes
Psicológico Psicopatológico
1. Instintos A. Trastornos 1. Herbart: 1. Grados y Afectivo:
2. Cuantitativos. Percepción más de a) Depresión
Necesidades 1. Hipotimia afección emotividad. b) Manía
3. 2. Atimia cataclismo 2. Amplitud y c) Ansiedad
Motivaciones 3. Hipertimia visceral matices de los
4. Emociones 2. James: sentimientos.
5. B. Trastornos Percepción 3. Tipos
Sentimientos Cualitativos. cataclismo temperamentales.
6. Pasiones 1. Euforia afección
2. Disforia 3. Cannon:
3. Angustia Tálamo
4. Indiferencia 4. Hess:
5. Ambivalencia Hipotálamo
6. Afecto 5. Mac Lean:
Discordante Cerebro
visceral.
6. Freud:
Libido
7. Adler:
Voluntad de
poder.
8. Pavlov-
Anhojin:
Reflexología.
a) Trastornos cuantitativos.
1. Hipobulia. En este caso y dentro de la fase conativa, el enfermo se quejará de
tener pocos deseos de hacer las cosas, sin embargo, las hace, quizás con un
poco de pereza, pero las hace. Este es el síntoma de los síndromes afectivos
depresivos, de nivel neurótico.
2. Abulia. Gran disminución de los deseos, intenciones, propósitos, decisiones e
iniciativas. Puede observarse la falta casi total de la actividad, a pesar de tener el
31
paciente la adecuada imagen verbal de todo lo que podría realizar. También se ve
en grados extremos de los síndromes afectivos depresivos.
3. Hiperbulia. En este caso el enfermo, por el contrario, manifiesta estar pletórico
de planes de actividad, bulle en deseos de hacer. Pero, y esto es lo importante, los
tales de hacer pueden no acompañarse de estos propiamente dichos, como es el
caso de la alegría, desde el punto de vista afectivo, sin llegar a estados
patológicos de manía
b) Trastornos cualitativos.
1. En relación con la necesidad alimenticia.
Anorexia. Es la disminución o pérdida de la necesidad de ingerir alimentos.
Bulimia. Es el síntoma contrapuesto a la anorexia, consistente en que el paciente
se siente hambriento en todo momento y no tiene la sensación de saciedad
después de haber ingerido la cantidad adecuada de alimentos.
La bulimia formas parte, sobre todo, de los síndromes deficitarios graves, la
demencia y la oligofrenia. Algunas veces, en forma menos marcada, forma parte
del síndrome de agitación catatónica del curso prolongado y la depresión
ansiosa.
Pica: Consiste en el deseo y práctica de ingerir sustancias no apropiadas para la
alimentación. Frijoles crudos, viandas crudas, arroz, etc.
Malasia: Esta alteración consiste en mezclar alimentos en forma no usual o
acostumbrada para ingerirlos posteriormente.
Coprofagía. Se denomina coprofagía el deseo y practica de ingerir espacialmente
materias fecales.
La copofragia se observa casi exclusivamente en los subsíndromes de agitación
catatónica, sobre todo en enfermos esquizofrénicos, en os que este síndrome se
combina con el paranoide. También se observa en los grados muy profundos de
demencia y oligofrenia.
32
Automutilación. La forma mas grave de disminución de la necesidad de defensa es
la tendencia a la automutilación que presentan algunos enfermos.
La mayor parte de las veces las automutilaciones graves son expresión de
vivencias alucinatorio- paranoides y se observan en pacientes esquizofrénicos.
Esas automutilaciones de menor importancia, que generalmente se acompañan de
hipoestesia o anestesia dolorosa, se observan sobre todo en los pacientes
histéricos.
Suicidio. Esta es la máxima expresión de autoagresión. Se ve en los síndromes
afectivos depresivos de nivel psicótico y también en los síndromes
esquizofrénicos. Aunque el suicidio merece un acápite especial para su abordaje
integral, lo que se tiene en cuenta durante la rotación por la especialidad.
a) Trastornos cuantitativos.
1. Hipokinesia. Este síntoma, es la disminución, pobreza y lentificación de todos
los movimientos, principalmente los voluntarios.
2. Akinesia. En los estados extremos de akinesia, el paciente no realiza
prácticamente ningún movimiento voluntario, manteniéndose acostado, en la
misma posición durante muchas horas seguidas.
3. Hiperactividad o hiperkinesia. Este síntoma consiste en el aumento de
actividad motora voluntaria, o sea, de la actividad cuya realización ya ha tenido
una imagen verbal previa. El enfermo hiperactivo sabe lo que hace y por qué lo
hace, aunque algunas veces la causa de su actividad sean percepciones
anormales (delirio agudo) o interpretaciones erróneas (ideas delirantes), el rápido
cambio de la causa determinante de la hiperactividad hace que ésta, algunas
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veces, no llegue a los fines propuestos, como sucede en los enfermos maníacos y,
por ello, puede parecer inconsciente o involuntaria.
La hiperactividad motora es el síntoma fundamental del delirio agudo, de la manía
y se observa como síntoma complementario en algunos subsíndromes
paranoides.
b) Trastornos cualitativos.
1. Ecopraxia. Este síntoma es la imitación y repetición inconsciente de los
movimientos y actos que el paciente observa que realizan las personas que le
rodean.
La ecopraxia se observa como síntoma complementario de la agitación
catatónica en algunas demencias y oligofrenias profundas.
2. Actos impulsivos. Son actos simples generalmente agresivos o destructivos que
el paciente realiza bruscamente, sin que él conozca la causa ni la motivación.
Los actos impulsivos son síntomas complementarios y frecuentes de la agitación
catatónica, de los ataques histéricos y de los cortos intervalos de actividad del
estupor catatónico.
3. Manerismos. Son actos más o menos complicados que no son necesarios para
la realización de la tarea planteada, pero que acompañan con mayor o menor
regularidad ciertas actividades del paciente.
Los manerismos son síntomas complementarios de la agitación catatónica.
4. Ambivalencia motora. Se manifiesta como la indecisión en la realización de un
acto voluntario, aunque no siempre es consciente la motivación del mismo.
5. Catalepsia. Es la pérdida de los movimientos voluntarios con la existencia de
una plasticidad muscular que permite que el paciente conserve durante largo
tiempo las posiciones que le impone el explorador. Generalmente esta plasticidad
se acompaña de una típica ligera hipertonía muscular que tiene la misma
intensidad en toda la extensión del movimiento pasivo, que se denomina
flexibilidad cérea.
La catalepsia es síntoma fundamental del síndrome estuporoso en la
esquizofrenia.
6. Negativismo. Consiste en que el paciente no realiza casi ningún movimiento por
iniciativa propia y cuando se intenta inducirle el movimiento, mecánica o
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verbalmente, el explorador se encuentra con marcada resistencia, con aumento de
la contracción tónica de los músculos contrapuestos al movimiento que se intente
inducir.
7. Compulsiones. Es la repetición de un acto motor o ceremonial que acompaña al
fenómeno obsesivo.
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