Cómo Influyen Los Medios de Comunicación en El Delito
Cómo Influyen Los Medios de Comunicación en El Delito
Cómo Influyen Los Medios de Comunicación en El Delito
Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la vida democrática de los países.
Pero además, tienen una influencia preponderante en la construcción de la realidad,
específicamente en la percepción que los ciudadanos se generan sobre diversas temáticas y/ o
hechos sociales.
La violencia y los hechos vinculados a los delitos no escapan de esta realidad que los medios
moldean para el consumo de las audiencias. Por ello, el tratamiento que éstos hagan de los
hechos, tiene una importancia vital en la interpretación y valoración de la opinión pública, además
que han sido ampliamente estudiados por la criminología.
La distorsión entre realidad y representación de los hechos violentos, por ejemplo, asegura
Quesada, se genera “con la presentación selectiva de las noticias y los énfasis que se ponen en
unos temas sobre otros, los cuales acaban por determinar la percepción del mundo: la mirada
sobre los hechos, las normas y los valores presentes en la sociedad”.
De esta forma, la construcción de los delitos en los medios de comunicación viene dada por esa
selección, jerarquización y en algunos casos sesgos. En este sentido, Fernando Carrión Mena en un
artículo sobre populismo mediático en 2008, asegura que es una práctica común de los programas
informativos invisibilidad a algunos actores de los hechos y darles protagonismo a otros, hacer
énfasis en detalles sensacionalistas, quitarle voz al victimario, exhibir injusticias sociales, etc.
Aunque es sabido que la audiencia no es pasiva sino que tiene participación activa en la
construcción final de los mensajes, las prácticas mencionadas anteriormente influyen
sobremanera en la percepción sobre la violencia y el crimen.
En palabras de Álvaro Sierra “los medios, si bien no parecen omnipotentes a la hora de influir
en qué piensa la gente, sí ejercen una poderosa influencia al definir los temas en los que piensa la
gente, es decir la agenda pública”. Y estos temas son seleccionados, jerarquizados y expuestos
incesantemente por los medios de comunicación siguiendo una lógica de demanda-oferta.
Si bien los medios de comunicación cumplen un papel vital en los sistemas democráticos, es cierto
que su lógica empresarial ofrece más información vinculada a los delitos para responder a la
demanda masiva, lo cual termina por contribuir a una percepción sobredimensionada de la
violencia en las sociedades.
Esta demanda masiva determina las “secciones, temas, horarios, énfasis, jerarquías, fuentes y
noticias: los que, a su vez, determinan las percepciones de la población sobre la realidad como
construcción social”, afirma Carrión Mena.
En este sentido, Álvaro Sierra, explica que es decisivo un cambio en la concepción de la violencia o
el delito. De ser un hecho noticioso, el delito y la violencia en general deben ser entendidas y
abordadas por los medios de comunicación, según el autor, como un proceso que a su vez está
relacionado con otros procesos sociales que lo alimentan.
Estos cambios en la forma de contar los hechos en los medios de comunicación contribuirán a
evitar y a enfrentar la insensibilidad y naturalización de la audiencia respecto a la violencia, y
además dará más espacio para una interpretación más analítica para la prevención del delito y el
crimen como hechos con múltiples aristas.
En el aspecto económico, los MASS MEDIA han sembrado en la psiquis de las personas un
único modelo económico: El Capitalismo; un capitalismo salvaje, defensor únicamente de
la propiedad privada y de los intereses individuales de aquellas minorías que detentan
poder, dinero y bienes.
Al mismo tiempo, estos medios han satanizado los diferentes sistemas económicos como
el socialismo y el comunismo, los cuales van en contravía con el sistema económico
actual impuesto por las grandes potencias.
Utiliza su poder espiritual para internarse en la mente de las personas e influir así en sus
conductas, las cuales no deben ni pueden ser reprochables a la sociedad en general.
De esta forma la iglesia consigue así mismo un lugar importante en la sociedad desde el cual ejerce
un alto grado de influencia a nivel social, político, económico, nacional e internacional.
De acuerdo a lo anterior los medios de comunicación se consideran como armas de doble filo en
tanto que se utilizan para mantener informada a la comunidad sobre los últimos acontecimientos,
para elevar el grado cultural, pero a su vez alteran el orden y la tranquilidad públicos.
La utilización negativa de los medios de comunicación masiva se explica como parte del sistema
económico dominante, ya que se han convertido en una herramienta comercial que reposa en
manos de empresas multinacionales que terminan por manipularlos en su propio beneficio.
Además de lo anterior, es imposible negar el desarrollo tecnológico que han tenido los MASS
MEDIA, al momento de transmitir la información.
Los que en un primer momento fueron canales de información locales, poco a poco han ido
abarcando todo el mundo, tan es así que en la actualidad a través de la Internet por ejemplo si se
desea se pueden leer todos los periódicos del mundo y estar informado en cuestión de segundos
de hechos ocurridos a kilómetros de distancia.
El fácil acceso a los medios de comunicación, así como su constante y necesaria utilización les han
dado un lugar privilegiado en la vida de las personas; este privilegio se evidencia en los altos
niveles de credibilidad y aceptación de la información que emiten, pero así como pueden ser una
posibilidad, una ventaja para el desarrollo humano y social, también se han convertido en un
instrumento de dominación, haciendo esto referencia a la influencia que tienen en la criminalidad,
vista esta como aquel conjunto de acciones delictivas originadas en gran medida por la
información proporcionada por los medios de comunicación, la cual llega ha mecanizarse y ha
desarrollarse en el seno de las actividades cotidianas del ser humano, y que se concretan en un
lugar, un tiempo y un espacio determinado.
La influencia negativa se entrevé en la prensa y la radio, a través por ejemplo de la Página Judicial
de los diferentes diarios, en la cual se narran hechos criminosos que ocurren en el panorama
nacional e internacional, lo cual busca algo más que mantener informado al público, pero lo están
haciendo de una manera equivocada, ya que generan en los receptores de dichos mensajes
situaciones de pánico y angustia ante las amenazas externas y terminan construyendo un enemigo
en cada individuo de la sociedad, generando disociación a nivel familiar, social, cultural, etc.
Sumado a los anteriores, también se ve la increíble influencia que ejercen otros medios de
comunicación como la literatura criminal, en la que el tema central se orienta hacia el realismo de
un hecho criminoso, con el cual el delito se convierte en el único contenido de la obra, dejando
una guía respecto al mejor modo de delinquir; los folletos pornográficos, que generalmente tienen
como destinatarios asiduos de sus ediciones a los adolescentes, quienes atraviesan por un
fenómeno de despertar sexual, siendo por lo tanto un material equivocado e incluso brutal con
todo lo relacionado con los apetitos sexuales, llevando en diferentes circunstancias a cometer
ilícitos contra la libertad e integridad sexuales; los comics muestran como fantasía una realidad
mutilada en la que el delito, el cual es cometido por los "malos" y castigado por los "buenos", se
magnifica como problema social, y en el que los verdaderos conflictos socioeconómicos se
esconden piadosamente, penetrándose esas imágenes en la psiquis de los niños, que son a los que
están dirigidos esencialmente y quienes empiezan a ser víctimas de diferentes estados, que
comienzan con sueños desaparecibles y agitados, insomnio, miedo y que puede terminar con
trastornos más graves.
En el cine, en algunas películas la trama está acomodada a hacer de la violencia el único medio de
solución de los conflictos humanos o a presentar el sexo como uno de los centros trascendentales
de la vida de relación; lo cual puede resultar perjudicial para las personas vulnerables a éstas
escenas; de igual forma operan las imágenes transmitidas a través de la televisión, que cuenta con
mayor poder y repercusión social debido a la escasa capacidad crítica, llevando en muchas
ocasiones a que los televidentes reproduzcan situaciones y actitudes morbosas o violentas con un
desmedro para su formación personal y social.
Es por esto que actualmente y en virtud del manejo errado dado a dicha información, las
relaciones interpersonales generan cierta desconfianza, pues el individuo más que un integrante
de la sociedad se ha convertido en un destructor de la misma, volviendo a aquella concepción de
Thomas Hobbes donde "el hombre es un lobo para el hombre" y donde el Estado tiene el deber e
incluso la obligación de emerger como aquel Leviatán que proporcione seguridad a los ciudadanos.
Así mismo las noticias están siendo cargadas de grandes dosis de sensacionalismo que han
desplazado los acontecimientos sociales, culturales, políticos y por el contrario le dan un gran
despliegue a comportamientos antisociales generando impacto en la sociedad; imágenes y hechos
que van recabando en las mentes de potenciales delincuentes que se sienten incitados por
la ley de imitación y contagio social a cometer ciertas conductas que
transgreden bienes jurídicamente tutelados por la ley penal; es así como en muchos casos esta
escabrosa información se convierte en un manual del que el delincuente adopta el modus
operandi, para diseñar y cometer la conducta punible.
Este tipo de medios "informativos" son también en gran medida los causantes de la falta de
legitimidad en las instituciones del Estado, en el caso especial que nos ocupa
la Administración de Justicia, puesto que el periodista aduciendo su derecho a informar cree tener
la obligación de dar su propia versión de los hechos y desarrollando la investigación de los mismos
y determinando la responsabilidad del sindicado, muchas de estas investigaciones se realizan con
pseudoargumentos que a fuerza de ser repetidos van generando una conciencia social que
dificulta el esclarecimiento de los hechos.
Esta cantidad de información de hechos violentos, unida a las emisiones sensacionalistas ejercen
influencia negativa en las personas, quienes poco a poco van familiarizándose con la violencia en
todas sus manifestaciones, además de que generan un fenómeno de pérdida de sensibilidad hasta
llegar al punto de no presentar ninguna reacción de rechazo a tales conductas, así estas revistan
comportamientos criminales y se hace más evidente la tendiendo a imitar comportamientos
semejantes.