El Beso

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BDEABRIL��� 1 posdata 1

Alfons Cervcra len las palabras del enfrentamiento, de la 1958. No se priva Víctor Sombra devolver a
»----------- ruptura afectiva, de los amores que son sus novelasdeantes,asuspersonajesdean­ Ideal Room
Lo digo antes de escribir la segunda línea: como recién salidos de lm romanticismo tes, a sus historias de antes, esas historias
no sé si hay en nuestra literatura actual un que parece surgido de las novelas de antes que son las de un rabioso cruce detiempos,
escritor que construya a cada novela un de que se acabaran las novelas románticas. unostiemposque sonotracosadistintaa lo
La literatura
mw1dotan compacto, tan personal, tan ra­ El mundo que se desmorona y lo que que­ que aparentan, que sólo enseñan lo que al
biosamente político e ideológico como Víc­ da essu rnina moral,laseguridaddeque los poder le interesa mostrar. Recuerdo en esa
tor Sombra. Ya está dicho. Y ahora me meto grandessueñosacabaronenlamierda,aún, línea su novela anterior: La quimera del
hispanoafricana
en su última historta:A doble ciego. El libro, a pesar de todo, la lucha de Ben y otra gen­ llombre tanque, el joven que se enfrenta a
noen la cubierta,va con unsubtítulo:Ap1m­ te para que algo de esos sueños nose pudra los militares en la plaza de Tiananmén. O la Manolo Gil
tespara un manualdelaignorancia. Cono­ entre los fiascos de la ambicióny esa escu­ que la precedía: Canje, en que se mezclan
cer lo que sabemos. No enterarnos de lo rridiza propensión a las traiciones de laque, asm1tos parecidos a losdeA dobleciegoyde

E
que en realidad ignoramos. Andar de fren­ según Wittgenstein, nadie está a salvo. laquerecuperaparaestaocasión asucam­ l triomf del posthwna1tismeactual amb to­
te como si todo estuviera en nuestras ma­ Novela de géneros que se mezclan sin peón motociclista MichelNouval,quecam­ tes les cares del seu poliedre, els estudis
nosy damoscuentadequecada pasoessin que se le note para nada un sólo punto de bió la moto por la placa de policía y acaba­ postcolon..ials i descolonials i les diverses
saberqueloes unaemboscada:«Loqueve­ sutura. Negra. De espías. Social. Hasta un rá convertido en w1ode los principales pro­ posicions del pensament de genere han fet
mos, lo que está en la superficie, permite suspense queme regresó noal jarrón vene­ tagonistasdeestosApuntes paraun manual que es prodl.llsca m1 autentic allau de literatura afri­
que otras cosas pasen desapercibidas)). Un ciano sino a las sombras vienesas de Gra­ de la ignorancia que es lo mejor desu autor cana o pseudoafricana amb totes les seues ves­
grupo de jóvenes saben de las nuevas tec­ hamGreene y esa secuencia última que no y una de las grandes novelasque han salido sants, tem3tiques i formes, tant en traduccions de
nologías lo que no está escrito. Yo, ni papa. les voy a contar y que me llevó directamen­ ysaldránesteañoenel panoramaeditorial. les llengües de les antigues col0nies com en suahili
No sé lo que es Wl algorihno. Ni eso del big te al final de Sombras acusadoras, la mag­ tela escritura no es apilar cosas)), escri- i kikuiu. A les Llibreries trobem una oferta de títols
data. O sea: terúa todos los números para nífica película de Michael Anderson de be Ben en su cuaderno. Y tanto que no lo molt variada que va des d'autors classics -els nige­
abandonar la novela en la pági­ es en la que desde siempre rians Wole Soyinka i Chinua Achebe o el keni3 Ngü­
na cuatro o cinco. Pero nada. Lleva a cabo Víctor Sombra. güwa Thiong'o-, a les noves veus africanes de la
Enseguida la escritura se apo­ Los medicamentos sí que se francofon..ia -Mohamed Mbougar Sarr i Alain Ma­
dera de tu voluntad, te clava ya amontonan porque son la banckou-, passant per una gran diversitat de veus
en el primer párrafo: 1!.Vo siem­ esencia del negocio farma­ sud-africanes -Mongane Wally Serote, Zakes Mda i
pre me negaba a escribir, Dusa. céutico. No importa lo que Damon Galgut- o de cultura lusitana -l'angolesa
Te decía que las palabras son contengan. Precisamente, lo Djaimilia Pereira de Almeida i les mo<;ambiqueses
mensajeras del miedo: excusas, conocido como doble ciego Lilia Momplé i Mia Couto-, abc0 per no comptar els
rodeos, súplicas». Escribe Ben, es ese juego que consiste en nombrosos exemples afroamericans, com les cl3s­
lachicadepeloensortijado,ne­ tratar a los pacientes con el siques Maya Angelou, Toni Monison, Angela Davis
gra y a ratos marrón, una de las medicamento reglado y con i Audre Lorde, els nous Colson Whitehead i N.K. Je­
del grupo. placebo. Aquí la ignorancia misin o Nnedi Okarafor i tota la colla d'afrofuturis­
El grupo: Loclce, Siri, Svein, absoluta, no saber dónde tes an1b les dist0pies que tant agraden als esnobs
Ben. Viven casi siempre en el está la verdad de esos trata­ antisistema, que també n' hi ha.
infecto sótanodel infecto barde mientos:«Elverdaderoensa­ A la peU de brau que deia Salvador Espriu, les
Alf. Hackean lo que les echen. yo de doble ciego es el mer­ coses són diferents. Sempre són diferents. El nostre
Ahoraparticipan enunconcur­ cado)). En todo caso, se bus­ passat colonial esta silenciat, amagat i tancant amb
so para elegir la mejor innova­ caque la gente reciba la pres­ pany i clau. Les vergonyes no s'airegen. A hores
ción escandinava. Una pasta. cripción como una bendi­ d'ara,Guinea i el S3..hara continuen sent materia re­
Hay que ganar dinero. Presen­ ción, como un favor de las setvada, i sembla que la cosa va per a llarg. No vol­
tan el proyecto. No ganan. En­ farmacéuticas. Y ahí el triun­ dran que es conega que alguna fortuna valenciana
tonces se les presenta un tipo fo del negocio: 1!.La tranquili• podria tenir !'origen en els foscos negocis forestals a
misteriosoylesproponew1ne­ dadmoralysocialincremen­ Río Muni i les durissimes explotacions de cacau a
gocio pagado como si fuera un ta los beneficios)I. Palabra Femando Poo. Vist el panorama, és obvi trobar
magnate de Silicon Valley. In­ mágica esa del beneficio que també aquest silenci en la literatura. 1-li ha poques
vestigar sobre w1 medicamen­ enlasnovelasdeeste escritor novel•les ambientades a la Guinea colonial: el best­
to que hace años curaba el co­ grande se convierte en la lti• seller de Luz Gabás(Palmerasen la nieve), !'esplen­
lesterolyde pasotambiénotras dra de las mil cabezas, un dida trilogia anticolonial de Caries Decors (Al sud
enfermedades. Aceptan. Son monstruo alque tan difícil re­ de Santa Isabel, Aquell món idil-lic i El malson de
cuatro, aún no ha aparecido sulta cortar una sola de esas Guinea) o la novel-la gritfica Diez mil elefantes, de
Dusa, la viuda de Praga que testas coronadas por la cada Pere Ortín i el dibuixant equatoguinea Ramón Nzé
monta una moto de campeo­ vez más extensa, segura y Esono Ebalé. Amb Sidi lfni i El Sahara Espanyol la
nato. Cinco, pues, después de bien armada acumulación cosa és prou semblant: Luis Leante (Mira si yo te
aceptar a regañadientes la pre­ capitalista. querré), Javier Reverte (El medico de lfni), Víctor del
sencia de la mujer de la moto. Elijan ustedes si se colo­ Árbol (El hijo del padre) i poca cosa més.
Contada así, la historia, pode­ can al lado aventurero de Los Amb aquest context, no ens ha d'estranyar que
mos pensar que eso se escribe Cuatro Fantásticos o en el de les literatures africanes en espanyol i en al tres Uen­
en un rato, se presenta la cosa la compleja y atormentada gües cooficials siguen invisibles, malgrat els es­
al premio Planeta, lo gana y saga Karamázov. Pero sea forc;os d'editorials com Sequitur, Sial Pigmalión o

El beso
arreando. Pero lo que nos en­ cual sea su elección una cosa Verbmn, entre altres,que publiquen autors i auto­
contramos es una obra maestra es segura: leer A doble ciego es res deis anties territoris espanyols a Africa, així com
en que nada falta ni sobra. El ries­ un buen negocio para quienes altres escriptors magrebins i immigrants proce­
go a cada párrafo, a cada cons­ disfrutamos con esa escritura dents de geografies africanes no hispanes que tam­
trucción de personajes, a cada que no miente, que se mete bé s'expressen en les nostres llengües i que mostren
vuelta detuercaque es imagen de hasta las cachasen el barro,que una gran bibliodiversitat. Cal llegi.rGuillem d'Efak
marca de esta novela extraordina- nos reconcilia con esa literatu­ (Poemes, cables i ca,JfOneLes), Juan TomásÁvila
ria. A ver quién se atreve a jugar raque noavergüenzaaquien la Laurel (Dientes blancos, piel negra), Angela Nzambi
con Los Cuatro Fantásticos de la Una novela negra sin disparos ni escribe y tampoco a quien la (Ngulsi, Biyaare i Mayimbo), Remei Sipi Mayo
Marvel y con los Karamázov de lee.Ah, y eso que no les he ha­ (Cuentos bubi.s), Augusto Yyanga Pendi (Mhbukwa:
Dostoievskiysalir másquevivodel apuñalamientos, una inteligente y bladodelbesoquesaleenlapá­ milo y leyenda) o el sahratú Bahia Mahmud Awah
atrevimiento. La amistad que de­ apasionante trama de espionaje situada gina 109. ¿El mejor narrado de (La maestra que me enseíió en una tablade made­
semboca en las traiciones. Ese te­ la historia de la literatura? Pues ra). Pero sobretot cal llegir dos grandíssims autors
rrible cmcigrama en que sólo sa- entre Noruega y España. no les digo yo que no... de referencia: Donato Ndongo (Las tinieblasde tu
memoria n egra) i María Nsué Angüe (FJwmo). La li­
teratura hispanoafricana també és cultura hisp3ni­
)))) A DOBLE CIEGO Víctor Sombra. Random House. 275 páginas. ca. lnvisibilit7..ar-la és continuar amb el discurs co­
lonial i racista. Queda ciar, supose.

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